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Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Holaa! :)kissesOfSugar escribió:Hay manaaaa!!! No lo puedo creer, que misterio tan grandeee! Y era su hermano, no lo puedo creer!!! Enserio mana! Pero hay bueno, pues perdón por no haber entrado, ya entre a la escuela y si esta medio cansado y eso que apenas es semana de inducción! Osea D: OMG! Ya el lunes entro y espero seguir entrando ahí seguido, yo creo los fines de semana! (: ME encantaron los capítulos, son geniales, hermosos!!! WOOOW los ame y no puedo creer que ya mero se acabe, debes seguir con tus novelas y yo seguire acosandote!! :3 jajaja bueno creo que es todo, un beso babe y sube prontoooooo!P.D. Reggie los ama mucho, mucho :3 por eso hizo eso cuando a Harry casi me lo matan! :)Bueno Bye :hug:
Es cierto! Yo no me esperaba que fuera su hermano.
No te preocupes linda. :) ¿Ya empezás la escuela? Que horrible! Yo por suerte empiezo en Marzo.
Me encanta que te hayan encantado! :D Sip, faltan cuatro caps y termina. :( jajajjajaja! Seguro! ;)
Ya la sigo. :D
Si, Reggie los ama muchísimo!
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Capítulo 95
Liam y David tomaron su declaración, y ella contó hasta el último detalle de su encuentro con Daniel Atyles. Daniel permanecía en condición estable en el hospital a pesar de sufrir dos heridas por arma de fuego. Una por ella y una por Louis.
Después de dos horas de presión agotadora, con detalles meticulosos, Liam y David se disculparon con un agradecimiento. Tropezó en el pasillo y se dirigió hacia la oficina del jefe. Cuando dio vuelta a la esquina, casi chocó de cabeza con su padre.
La tomó de los brazos para mantener el equilibrio y entonces se contuvo mientras la miraba. —Regina, —dijo con frialdad—. ¿Asumo que estás bien?
Estaba demasiado cansada y demasiado impaciente por intercambiar insultos con su querido viejo papá.
—Estoy bien, —murmuró—. Si me disculpas, tengo que ver al Jefe Witherspoon.
Dudó un momento y luego sus labios dijeron con aspereza: —Tu madre estaba preocupada. Él no estaba preocupado. Su madre estaba preocupada. Regina suspiró y sacudió la cabeza.
—Dile a Lydia estoy bien.
Se apartó, lo que lo obligó a liberarle los brazos, y luego caminó a su alrededor y por el pasillo.
Llamó a la puerta abierta del jefe. —¿Puedo entrar, señor?
El jefe la miró desde detrás de su escritorio. —Regina, por supuesto. Entra.
Entró y cerró la puerta detrás. Tomando una profunda respiración, se acercó a su escritorio y se limpió las palmas de las manos húmedas en las piernas de sus pantalones vaqueros. Se acomodó en la silla, pero se inclinó hacia delante en el borde, con postura rígida y tensa.
El jefe la miró especulativamente. —¿Hay algo mal Regina?
—No —dijo en voz baja—. Necesitaba hablar con usted acerca de algo. Es... personal.
—Muy bien. No necesito decirte que todo lo que se dice aquí se mantendrá estrictamente confidencial.
—Entiendo, señor, y se lo agradezco.
¿Por qué era tan difícil? Pero tenía que empezar aquí. Si ni siquiera podía decirle a su jefe, ¿cómo podía ser capaz de manejar su relación cuando se hiciera pública? Y lo haría. De ninguna manera podría seguir viviendo con tres hombres sin que la pequeña ciudad hablara y chismeara.
—¿Regina? —Le dijo—. ¿Tienes algo qué decirme?
—Sí, eh, hay algo que creo que debe saber como mi superior.
—Está bien, —dijo con paciencia.
Tomó una profunda respiración. —Voy a estar con los Hermanos Malik, Harry, Styles y Niall Horan de forma permanente. Es decir que estoy involucrada... románticamente con ellos. —Sus mejillas apretadas y calientes mientras buscaba la forma de explicar dicha relación.
El jefe, obviamente, se sorprendió, porque sus ojos se abrieron a pesar de su mejor intento para permanecer impasible.
—Ya veo.
—Sé que va a haber chismes, —dijo en voz baja—. No quiero hacer algo para traer el deshonor a este departamento. Me encanta mi trabajo, pero si alguna vez tengo que elegir entre ellos y mi trabajo, sería pan comido. Voy a elegirlos a ellos.
—¿Estás diciendo que quieres renunciar?, —preguntó su jefe.
Ella negó con la cabeza. —No. Quiero mantener mi trabajo, pero también sé que las cosas podrían ponerse difíciles. Es posible que se sienta presionado para despedirme. No quiero enredar al departamento de relaciones públicas en esta pesadilla, ni quiero que la gente de este pueblo ponga en duda jamás la capacidad de su departamento de policía para mantenerlos a salvo. Por mucho que quiera seguir en mi trabajo, no voy a permitir que mis asuntos personales pongan en peligro la reputación de nuestro departamento.
El jefe se sentó y jugueteó con la pluma entre sus dedos. —Como tú bien sabes, yo nunca me involucro en la vida privada de mis oficiales. Opero con el principio de que si no afecta su trabajo, no es asunto mío.
Ella sintió un enorme alivio.
—Pero en este caso, me siento obligado a preguntarte si has pensado en esto, Regina. ¿Estás segura de que esto es lo que quieres y lo que es mejor para ti?
—Sé que es... diferente, —dijo por falta de una palabra mejor.
—Así es, —murmuró el jefe—. Y obviamente, te armaste de valor para enfrentar el peor de los chismes y la posibilidad de perder tu trabajo, pero ¿Has pensado a largo plazo en eso?
—Sólo sé que no quiero una vida sin ellos, —dijo en voz baja—. Sé que voy a tener que hacer sacrificios. No me estoy engañando a mí misma con el pensamiento de que va a ser fácil.
El jefe la estudió por un momento. —Puedo ver que hablas en serio sobre esto. Siempre he defendido ferozmente a los chicos y siempre he tenido una debilidad enorme por ti. No voy a decirte que no creo que estés cometiendo un error, pero como tu jefe, no es de mi incumbencia, siempre y cuando no interfiera con tu trabajo.
—¿Esto significa que todavía tengo trabajo?
—Por supuesto que sí. No puedo permitirme el lujo de perder buenos oficiales. Tu vida sexual no es asunto mío y seguro como el infierno no es un asunto de los ciudadanos tampoco. No es que les importe, pero hay que estar preparado para ello. No puedo garantizar lo que pasará la semana que viene o el próximo mes, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que tu padre es el alcalde, pero en lo que a mí respecta eres una buena policía y, a menos que te comportes como una puta en el trabajo, te puedes quedar.
—Gracias señor —dijo ella con un nudo en la garganta—. No lo voy a defraudar.
—Sé que no lo harás, Regina. —Miró hacia ella con ojos bondadosos—. No será fácil para ti. Lo sabes.
Respiró profundo. —Ya lo sé. No espero que lo sea. Y tal vez las cosas importantes no debieran ser fáciles. Gracias. Realmente aprecio su comprensión. Si no le importa, me gustaría regresar a casa. Tengo tres hombres enojados porque los he dejado plantados.
El jefe se echó a reír. —Tengo la sensación de que estarás dando círculos alrededor de esos chicos. Casi siento lástima por ellos.
Sonrió y volvió a salir de su oficina. No había dado un paso completo cuando miró hacia arriba y vio a su padre apoyado contra la pared a las afueras de la puerta del jefe. Su rostro se volvió en una ajustada máscara, los ojos oscuros y enojados.
Se enderezó y se quedó mirándola durante un buen rato. —Si persistes en esa conducta, no voy a tener más remedio que recomendar que seas retirada del departamento de policía.
Ella se echó a reír. Su risa seca y agrietada, pero era reír o ceder a la furia del tornado en sus venas. El muy desgraciado había espiado su conversación con el jefe, y ¿ahora estaba tratando de chantajearla con su trabajo?
Había tantas cosas que quería decir. Quería decirle sus verdades, pero no valía la pena, los hombres que amaba estaban en casa en esperándola.
Caminó hacia adelante, hasta que estuvieron cara a cara a pocos centímetros de distancia.
—Puesto que, obviamente, has espiado mi conversación ya sabes muy bien que si alguna vez tuviera que elegir entre ellos y mi trabajo, entonces voy a encontrar una nueva profesión. Ahora bien, si voy a perder mi trabajo, que así sea. Ahora me tengo que ir porque me esperan. Es decir, en casa.
Se giró para irse, pero echó una última mirada desdeñosa en su dirección. —No tienes las pelotas de todos modos.
Se dirigió a casa sintiéndose más ligera de lo que se había sentido en años. No iba a preocuparse por fuerzas externas. Su padre, el jefe, lo que la ciudad entera podría pensar si lo supieran, no le importaba. Esas cosas estaban total y absolutamente fuera de su control.
Mientras entraba a la cochera, los nervios comenzaron a hundírsele en el pecho.
Seducir y luego hablar, sonaba bien, esperaba que ellos cooperaran pero era mejor mostrarles cómo se sentía que hacerlos enojar... Habría tiempo de sobra para hablar más tarde, ¿no?, eran chicos, las acciones hablaban mucho más que las palabras.
Después de dos horas de presión agotadora, con detalles meticulosos, Liam y David se disculparon con un agradecimiento. Tropezó en el pasillo y se dirigió hacia la oficina del jefe. Cuando dio vuelta a la esquina, casi chocó de cabeza con su padre.
La tomó de los brazos para mantener el equilibrio y entonces se contuvo mientras la miraba. —Regina, —dijo con frialdad—. ¿Asumo que estás bien?
Estaba demasiado cansada y demasiado impaciente por intercambiar insultos con su querido viejo papá.
—Estoy bien, —murmuró—. Si me disculpas, tengo que ver al Jefe Witherspoon.
Dudó un momento y luego sus labios dijeron con aspereza: —Tu madre estaba preocupada. Él no estaba preocupado. Su madre estaba preocupada. Regina suspiró y sacudió la cabeza.
—Dile a Lydia estoy bien.
Se apartó, lo que lo obligó a liberarle los brazos, y luego caminó a su alrededor y por el pasillo.
Llamó a la puerta abierta del jefe. —¿Puedo entrar, señor?
El jefe la miró desde detrás de su escritorio. —Regina, por supuesto. Entra.
Entró y cerró la puerta detrás. Tomando una profunda respiración, se acercó a su escritorio y se limpió las palmas de las manos húmedas en las piernas de sus pantalones vaqueros. Se acomodó en la silla, pero se inclinó hacia delante en el borde, con postura rígida y tensa.
El jefe la miró especulativamente. —¿Hay algo mal Regina?
—No —dijo en voz baja—. Necesitaba hablar con usted acerca de algo. Es... personal.
—Muy bien. No necesito decirte que todo lo que se dice aquí se mantendrá estrictamente confidencial.
—Entiendo, señor, y se lo agradezco.
¿Por qué era tan difícil? Pero tenía que empezar aquí. Si ni siquiera podía decirle a su jefe, ¿cómo podía ser capaz de manejar su relación cuando se hiciera pública? Y lo haría. De ninguna manera podría seguir viviendo con tres hombres sin que la pequeña ciudad hablara y chismeara.
—¿Regina? —Le dijo—. ¿Tienes algo qué decirme?
—Sí, eh, hay algo que creo que debe saber como mi superior.
—Está bien, —dijo con paciencia.
Tomó una profunda respiración. —Voy a estar con los Hermanos Malik, Harry, Styles y Niall Horan de forma permanente. Es decir que estoy involucrada... románticamente con ellos. —Sus mejillas apretadas y calientes mientras buscaba la forma de explicar dicha relación.
El jefe, obviamente, se sorprendió, porque sus ojos se abrieron a pesar de su mejor intento para permanecer impasible.
—Ya veo.
—Sé que va a haber chismes, —dijo en voz baja—. No quiero hacer algo para traer el deshonor a este departamento. Me encanta mi trabajo, pero si alguna vez tengo que elegir entre ellos y mi trabajo, sería pan comido. Voy a elegirlos a ellos.
—¿Estás diciendo que quieres renunciar?, —preguntó su jefe.
Ella negó con la cabeza. —No. Quiero mantener mi trabajo, pero también sé que las cosas podrían ponerse difíciles. Es posible que se sienta presionado para despedirme. No quiero enredar al departamento de relaciones públicas en esta pesadilla, ni quiero que la gente de este pueblo ponga en duda jamás la capacidad de su departamento de policía para mantenerlos a salvo. Por mucho que quiera seguir en mi trabajo, no voy a permitir que mis asuntos personales pongan en peligro la reputación de nuestro departamento.
El jefe se sentó y jugueteó con la pluma entre sus dedos. —Como tú bien sabes, yo nunca me involucro en la vida privada de mis oficiales. Opero con el principio de que si no afecta su trabajo, no es asunto mío.
Ella sintió un enorme alivio.
—Pero en este caso, me siento obligado a preguntarte si has pensado en esto, Regina. ¿Estás segura de que esto es lo que quieres y lo que es mejor para ti?
—Sé que es... diferente, —dijo por falta de una palabra mejor.
—Así es, —murmuró el jefe—. Y obviamente, te armaste de valor para enfrentar el peor de los chismes y la posibilidad de perder tu trabajo, pero ¿Has pensado a largo plazo en eso?
—Sólo sé que no quiero una vida sin ellos, —dijo en voz baja—. Sé que voy a tener que hacer sacrificios. No me estoy engañando a mí misma con el pensamiento de que va a ser fácil.
El jefe la estudió por un momento. —Puedo ver que hablas en serio sobre esto. Siempre he defendido ferozmente a los chicos y siempre he tenido una debilidad enorme por ti. No voy a decirte que no creo que estés cometiendo un error, pero como tu jefe, no es de mi incumbencia, siempre y cuando no interfiera con tu trabajo.
—¿Esto significa que todavía tengo trabajo?
—Por supuesto que sí. No puedo permitirme el lujo de perder buenos oficiales. Tu vida sexual no es asunto mío y seguro como el infierno no es un asunto de los ciudadanos tampoco. No es que les importe, pero hay que estar preparado para ello. No puedo garantizar lo que pasará la semana que viene o el próximo mes, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que tu padre es el alcalde, pero en lo que a mí respecta eres una buena policía y, a menos que te comportes como una puta en el trabajo, te puedes quedar.
—Gracias señor —dijo ella con un nudo en la garganta—. No lo voy a defraudar.
—Sé que no lo harás, Regina. —Miró hacia ella con ojos bondadosos—. No será fácil para ti. Lo sabes.
Respiró profundo. —Ya lo sé. No espero que lo sea. Y tal vez las cosas importantes no debieran ser fáciles. Gracias. Realmente aprecio su comprensión. Si no le importa, me gustaría regresar a casa. Tengo tres hombres enojados porque los he dejado plantados.
El jefe se echó a reír. —Tengo la sensación de que estarás dando círculos alrededor de esos chicos. Casi siento lástima por ellos.
Sonrió y volvió a salir de su oficina. No había dado un paso completo cuando miró hacia arriba y vio a su padre apoyado contra la pared a las afueras de la puerta del jefe. Su rostro se volvió en una ajustada máscara, los ojos oscuros y enojados.
Se enderezó y se quedó mirándola durante un buen rato. —Si persistes en esa conducta, no voy a tener más remedio que recomendar que seas retirada del departamento de policía.
Ella se echó a reír. Su risa seca y agrietada, pero era reír o ceder a la furia del tornado en sus venas. El muy desgraciado había espiado su conversación con el jefe, y ¿ahora estaba tratando de chantajearla con su trabajo?
Había tantas cosas que quería decir. Quería decirle sus verdades, pero no valía la pena, los hombres que amaba estaban en casa en esperándola.
Caminó hacia adelante, hasta que estuvieron cara a cara a pocos centímetros de distancia.
—Puesto que, obviamente, has espiado mi conversación ya sabes muy bien que si alguna vez tuviera que elegir entre ellos y mi trabajo, entonces voy a encontrar una nueva profesión. Ahora bien, si voy a perder mi trabajo, que así sea. Ahora me tengo que ir porque me esperan. Es decir, en casa.
Se giró para irse, pero echó una última mirada desdeñosa en su dirección. —No tienes las pelotas de todos modos.
Se dirigió a casa sintiéndose más ligera de lo que se había sentido en años. No iba a preocuparse por fuerzas externas. Su padre, el jefe, lo que la ciudad entera podría pensar si lo supieran, no le importaba. Esas cosas estaban total y absolutamente fuera de su control.
Mientras entraba a la cochera, los nervios comenzaron a hundírsele en el pecho.
Seducir y luego hablar, sonaba bien, esperaba que ellos cooperaran pero era mejor mostrarles cómo se sentía que hacerlos enojar... Habría tiempo de sobra para hablar más tarde, ¿no?, eran chicos, las acciones hablaban mucho más que las palabras.
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
¡HOLAA! :)
Dejo otro cap! Espero que les guste. ;)
En el cap anterior dije que faltaban 3 para el final y eran 4. Ahora si faltan 3 capítulos para el final.
¡Comenten! ;)
:bye:
Dejo otro cap! Espero que les guste. ;)
En el cap anterior dije que faltaban 3 para el final y eran 4. Ahora si faltan 3 capítulos para el final.
¡Comenten! ;)
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Me mataaas!!! Cada vez mas poco y mas lento con cada capitulo!! Jajajaja, esa Reggie la adoro! y como se enfrento a su padre, hermoso <3 :3 Amo tu novela, y si mana ya entre a la escuela y pues estoy muy emocionada, solo que ya será momento de no dormir :) Jajaja un beso
kissesOfSugar
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Ya tendrás todos los que faltan. ;)kissesOfSugar escribió: Me mataaas!!! Cada vez mas poco y mas lento con cada capitulo!! Jajajaja, esa Reggie la adoro! y como se enfrento a su padre, hermoso <3 :3 Amo tu novela, y si mana ya entre a la escuela y pues estoy muy emocionada, solo que ya será momento de no dormir :) Jajaja un beso
Sip, se lo merecía el padre. ¿Quién se creé que es? :evil:
Amo que la ames! <3
Creo que eso es lo peor, el tener que despertarse temprano.
Otro para ti linda. :)
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Capítulo 96
La casa estaba en silencio cuando entró, la sala estaba desierta, no era que esperara que estuvieran pendientes de su regreso.
Dejó caer las llaves sobre la mesa y reflexionó sobre sus opciones. Las opciones eran, Zayn estaría en su oficina y los otros dos estarían en sus habitaciones. Lo cual hacía su plan para reunirlos un poco difícil.
¿Qué tal si venían a ella cuando supieran que estaba en casa? ¿O estarían cansados de sus movimientos? No podía culparlos si lo estuvieran. No lo hizo más fácil para ellos.
Subió por las escaleras, sin disimular los sonidos de su regreso a casa en lo más mínimo. Pero cuando llegó a la parte superior, nadie entró en el pasillo.
Se quedó mirando la puerta de la habitación al final. La habitación con la cama muy grande. No había realmente entendido su significado hasta ahora. ¿Una sala común? Ella casi se rió. Todos ellos tenían sus propias habitaciones y ademásestaba la habitación. La sala de sexo.
Se dirigió hacia la puerta cerrada. La abrió y entró, dejándola abierta detrás de ella.
No era una experta sexual. Al igual que Niall, que había estado alrededor de la cuadra un par de veces, pero ella no era tan experimentada en la seducción. Prefería trabajar en el individuo.
Recordando la otra noche con Niall, cuando fue tan provocativa, se dijo que podía hacerlo bajo las circunstancias adecuadas. Siendo ésta una de ellas.
Bueno, sabían que ella estaba en casa. Tenía que hacerlo. Estaban muy atentos a lo que los rodeaba como para no averiguarlo. Tal vez cuando se dieran cuenta de que no iba a ser tan astuta como para golpear en sus puertas, vendrían en busca de ella.
Y ella estaría esperando. Desnuda, pero iba a estar esperando.
Se quitó la ropa y la arrojó hacia la ventana. Luego caminó desnuda a la cama y alisó con las manos el edredón de felpa, se arrastró sobre él, disfrutando de la suavidad sobre su piel desnuda. Se estiró sobre su estómago y acarició su cara con las almohadas. Era tentador dormir, pero sus planes no incluían el sueño en mucho
tiempo.
Empujándose a sí misma, rodó hasta quedar boca arriba. Deslizó la palma de la mano sobre su vientre y luego hasta sus pechos. Dobló los dedos y tocó sus pezones hasta que se tensaron y con esfuerzo se movieron hacia arriba.
Se imaginó labios alrededor de cada punta. Harry en un lado. Zayn por el otro. Niall entre sus piernas.
Cerró los ojos y apretó más la punta, enrollándolos entre sus dedos pulgar e índice mientras un dolor comenzó entre sus piernas.
Su mano izquierda bajó, alisando su vientre y pelvis. En su mente, Niall penetrándola mientras empujaba más profundo. Harry se habría trasladado a la boca, con las rodillas a cada lado de su cabeza. Ambos deslizándose en su acogedor cuerpo.
Ella gimió ante la fuerza de la fantasía. Sólo había una cosa que faltaba. Los quería a todos. Al mismo tiempo. Llenándola, amándola.
Deslizó sus dedos a través de los pequeños rizos apretados y entre los labios de su clítoris. Estaban firmes y sensibles. Tan pronto como se tocó, toda su parte inferior tembló en respuesta.
Deslizó su mano hacia arriba y hacia abajo, permitiendo que su dedo rodara sobre su clítoris y luego bajara a la húmeda entrada que se estremecía a la espera de tener un miembro. Su dedo índice hizo un pobre sustituto.
Pronto, muy pronto, si encontraba la manera.
Arqueó las caderas y dejó escapar un suspiro de ensueño.
—Me gustaría preguntar si deseas alguna ayuda, pero parece que lo estás haciendo bien por tu propia cuenta.
—La sexy voz de Zayn se apoderó de ella, incitando su piel de gallina a que le picara la piel.
Ella abrió los ojos y levantó la cabeza para ver a los tres hombres de pie en la puerta. No había forma de disimular el deseo evidente en sus expresiones. Miró a los ojos de Zayn, en busca de algo más que excitación.
Poco a poco, regresó la mano por su cuerpo, dejando un rastro húmedo a través de su centro. Luego se metió un dedo a la boca y lo chupó, eliminando las huellas de su pasión con su lengua.
Gemidos idénticos sonaron desde la puerta.
No estaba dispuesta a dejarlos interrumpir su fantasía de cualquier manera, así que se puso de rodillas y luego se deslizó hasta el borde de la cama. Miró a Zayn, lo tomó de la de camisa y lo arrastró hacia la cama.
Sus ojos se abrieron con sorpresa, pero no hizo ningún esfuerzo por detenerla.
Hombre inteligente.
Volvió la cabeza para mirar a Niall y Harry, que todavía estaban allí, con las miradas inquisitivas.
—Os diré cuando podéis uniros, —dijo con voz ronca.
—Sí, señora, —murmuró Niall.
Con su mano aún sobre la camisa de Zayn, le dio un tirón hacia abajo hasta que sus labios se reunieron en un choque de fuego. Sus manos la tomaron de la cintura y luego subieron, acariciando su piel camino a sus pechos. Le palmeó los suaves montículos y puso los pulgares sobre las puntas.
—Desvístete, —dijo en contra de sus labios.
—Me encanta cuando te vuelves mandona conmigo, —dijo.
Tiró de sus pantalones vaqueros y su camisa, y en poco tiempo estaba parado desnudo frente a ella. Incapaz de resistir la tentación de su cuerpo demasiado perfecto, le puso ambas manos contra su pecho. Sin prisa, le pasó las palmas por el abdomen y luego bajó hasta a su hinchado pene.
Envolvió sus dedos alrededor en su longitud y bombeó hacia arriba y abajo, disfrutando de la sensación de su dureza sobre su palma.
Con su otra mano, empujó su pecho hasta que sus rodillas tocaron el borde de la cama. Luego empujó con más fuerza hasta que él cayó, golpeando su espalda el colchón.
Se arrastró detrás de él y lo miró, sus ojos se veían totalmente hambrientos.
Colocando ambas manos sobre sus rodillas, le pasó los dedos hacia arriba, trazando una línea hasta sus caderas. Cuando su cabeza quedó a nivel con su miembro, se inclinó y le besó el estómago, permitiendo que sus labios y lengua quedaran en el agujero poco profundo de su ombligo.
Los músculos bajo su boca dieron un salto y se estremeció con su reacción. Sonrió, disfrutando de su poder, por la capacidad de hacer que este magnífico hombre se retorciera. Aún mejor que dos hombres igualmente hermosos esperaban en la puerta por su orden.
Su miembro le rozó la barbilla cuando bajó. Su lengua salió y pasó sobre la punta, y gimió cuando su boca coqueteó con la punta de su pene.
Era una vista embriagadora. Zayn tendido de espaldas, con el sexy cabello despeinado sobre su frente. Su cuerpo poderoso ondulando cada vez que se tensaba. Su miembro, grueso y largo, en posición firme, extendiéndose hacia arriba sobre el oscuro vello de la ingle.
Era una tentación que no podía dejar pasar. Su intención era torturarlo a fondo, puso la punta en su boca y cerró los labios alrededor de ella. Luego, con lentitud infinitesimal, avanzó hacia abajo, llenándose los confines de su húmeda boca con él.
Los dedos de él se enredaron en su pelo, mientras rugía y arqueaba las caderas. Lo tomó profundo, dejando que su miembro se deslizara a través de su lengua y en la parte posterior de su garganta. Le encantaba su sabor. Almizclado. Cómodo y cálido. Se sentía segura, como si estuviera rodeada de él. Por su amor.
Se estremeció mientras lo chupaba de arriba hacia abajo. Lo envolvió con su mano rodeando la base, trabajando con igual ritmo con su boca.
Tenía las manos apretadas sobre su pelo suelto y luego masajeó suavemente mientras la instaba a meterse más profundo.
Todavía agarrándolo en su mano, le permitió deslizarse por la boca, mientras lo miraba con ojos nublados de pasión.
—¿Están mirando? —Le preguntó a Zayn con voz ronca—. ¿Me están viendo chupándote el pene? ¿Les gusta? ¿Están tan encendidos, como tú en este momento?
Sus ojos brillaban intensamente con las mejillas encendidas. Se volvió hacia un lado, para ver a Niall y Harry. Estaban en la puerta aunque Harry se abrió paso más adentro. Ellos tenían una apreciable protuberancia centrada en la ingle, y la mirada fija en Regina y Zayn.
Con los ojos todavía sobre Harry y Niall, bajó la cabeza y tomó su erección de nuevo en la boca. Continuó mirándolos por el rabillo del ojo mientras le rodeaba el miembro. Chupaba más profundo ahora.
Lo sentía duro y palpitante en su lengua, y no podía esperar más para tenerlo en su interior. Se subió sobre su cuerpo, montándolo sobre las caderas. Usando una mano para sostener su miembro en su lugar, se arqueó y se colocó en su entrada.
Un silbido largo se le escapó mientras se cernía sobre él, la cabeza de su miembro pegado a ella. Entonces se hundió sobre él, con movimientos fluidos.
Su vagina se ondulaba y contraía mientras lo recibía en su cuerpo. Cerró los ojos y absorbió el momento, sus sentimientos enterrándose profundamente.
Sus manos se agarraron alrededor de sus caderas, pero su toque era suave. Amándola. Sus dedos le acariciaron la piel mientras la instaba a montarlo. Onduló las caderas, balanceándose hacia adelante y hacia atrás.
Puso las manos sobre su estómago y se deslizó hacia adelante, alineando sus cuerpos, con las manos acariciando su pecho y alrededor de su cuello. Sus labios se encontraron y se besaron.
El curvó sus manos sobre su trasero, como ventosas, apretando suavemente mientras mecía las caderas hacia arriba.
Dio un sorbo a su boca, degustándolo, él tenía sabor del café que ella bebió.
Mientras yacía sobre su pecho, sus cuerpos ondulantes a un ritmo perfecto, miró a Niall.
—Ven a mí, —susurró—. Tómame.
Niall se adelantó, quitándose la ropa a cada paso. Tomó el tubo de lubricante de la mesita de noche y rápidamente puso una cantidad generosa en sus dedos.
Lo perdió de vista mientras se movía detrás. Y entonces sintió sus cálidos labios contra su hombro mientras se inclinaba sobre la espalda. Su duro pecho apretado contra ella, empujándola aún más con el abrazo.
Niall le besó en la suave línea de la espalda, terminando en la parte baja. Luego le besó cada nalga de su trasero antes de extenderlas.
El movimiento estiró su coño alrededor del miembro de Zayn y tanto ella como él quedaron sin aliento por la placentera sensación. Los dedos de Niall, deslizándose con gel, se frotaban sobre la unión de su trasero. Metió un dedo dentro de su apretado anillo, lo que la hizo tirar hacia adelante.
Zayn la cogió en sus brazos, sosteniéndola mientras Niall ajustaba su miembro contra su ano.
Ella se estremeció y cerró los ojos mientras su ancha cabeza empujaba contra ella.
La estiró más y más. Se quemaba. Intensa. Justo cuando pensaba que su cuerpo no daría más, se abrió y lo aceptó, deslizándose dentro de su trasero.
Sus ojos se abrieron de golpe con el choque de tener dos enormes penes metidos en su cuerpo al mismo tiempo. No podía moverse. No se atrevió. No estaba segura de que su cuerpo pudiera soportar el esfuerzo.
Niall gimió, con un sonido delicioso, mientras seguía adelante. Sus caderas se detuvieron frente a su trasero e hizo una pausa, lo que le permitió absorber la malvada sensación de ser estirada con fuerza alrededor su miembro y el de Zayn.
—¿Qué te parece?, —dijo ella con un gemido. Quería ver. ¿Qué aspecto tendría con sus miembros enterrados tan profundamente en su cuerpo?
—Nunca había visto nada tan erótico, —dijo Harry, sorprendiéndola.
Miró por encima para verlo mirando, con los ojos ardiendo de insatisfecha lujuria.
—Deberías ver, Reggie, —dijo con voz ronca—. Un miembro en el trasero y uno en tu vagina. Estás estirada tan fuerte a su alrededor que parece imposible que las contengas.
Niall se movió hacia atrás, arrastrando su pene a través del anillo dilatado de su trasero. Un silbido de placer se le escapó, el sonido duro en el silencio.
Luego se cerró de golpe moviéndose hacia adelante, meciéndose con fuerza contra Zayn.
El grito que crecía en su pecho murió en su garganta y pareció confundida.
Las manos de Zayn se apoderaron de sus caderas mientras formaba un arco, moviéndose al ritmo del eje de Niall. Tomaron turnos para penetrarla. Uno entraba, otro salía.
Era una abrumadora sensación de dolor que se mezclaba con el placer más exquisito que había experimentado nunca. No podía procesarlo, no estaba segura de qué hacer, cómo reaccionar. Así que se abrió para disfrutar del cúmulo de sensaciones.
Por último, se volvió para mirar a Harry. Dejó que todos sus deseos, su necesidad, se mostraran en su expresión. Con los labios entreabiertos en invitación.
Harry no necesitaba más. Se quitó la ropa y se acercó a ella. Se subió hasta la cama y se acomodó de modo que su pene se dirigió directamente a su boca.
Dejó caer las llaves sobre la mesa y reflexionó sobre sus opciones. Las opciones eran, Zayn estaría en su oficina y los otros dos estarían en sus habitaciones. Lo cual hacía su plan para reunirlos un poco difícil.
¿Qué tal si venían a ella cuando supieran que estaba en casa? ¿O estarían cansados de sus movimientos? No podía culparlos si lo estuvieran. No lo hizo más fácil para ellos.
Subió por las escaleras, sin disimular los sonidos de su regreso a casa en lo más mínimo. Pero cuando llegó a la parte superior, nadie entró en el pasillo.
Se quedó mirando la puerta de la habitación al final. La habitación con la cama muy grande. No había realmente entendido su significado hasta ahora. ¿Una sala común? Ella casi se rió. Todos ellos tenían sus propias habitaciones y ademásestaba la habitación. La sala de sexo.
Se dirigió hacia la puerta cerrada. La abrió y entró, dejándola abierta detrás de ella.
No era una experta sexual. Al igual que Niall, que había estado alrededor de la cuadra un par de veces, pero ella no era tan experimentada en la seducción. Prefería trabajar en el individuo.
Recordando la otra noche con Niall, cuando fue tan provocativa, se dijo que podía hacerlo bajo las circunstancias adecuadas. Siendo ésta una de ellas.
Bueno, sabían que ella estaba en casa. Tenía que hacerlo. Estaban muy atentos a lo que los rodeaba como para no averiguarlo. Tal vez cuando se dieran cuenta de que no iba a ser tan astuta como para golpear en sus puertas, vendrían en busca de ella.
Y ella estaría esperando. Desnuda, pero iba a estar esperando.
Se quitó la ropa y la arrojó hacia la ventana. Luego caminó desnuda a la cama y alisó con las manos el edredón de felpa, se arrastró sobre él, disfrutando de la suavidad sobre su piel desnuda. Se estiró sobre su estómago y acarició su cara con las almohadas. Era tentador dormir, pero sus planes no incluían el sueño en mucho
tiempo.
Empujándose a sí misma, rodó hasta quedar boca arriba. Deslizó la palma de la mano sobre su vientre y luego hasta sus pechos. Dobló los dedos y tocó sus pezones hasta que se tensaron y con esfuerzo se movieron hacia arriba.
Se imaginó labios alrededor de cada punta. Harry en un lado. Zayn por el otro. Niall entre sus piernas.
Cerró los ojos y apretó más la punta, enrollándolos entre sus dedos pulgar e índice mientras un dolor comenzó entre sus piernas.
Su mano izquierda bajó, alisando su vientre y pelvis. En su mente, Niall penetrándola mientras empujaba más profundo. Harry se habría trasladado a la boca, con las rodillas a cada lado de su cabeza. Ambos deslizándose en su acogedor cuerpo.
Ella gimió ante la fuerza de la fantasía. Sólo había una cosa que faltaba. Los quería a todos. Al mismo tiempo. Llenándola, amándola.
Deslizó sus dedos a través de los pequeños rizos apretados y entre los labios de su clítoris. Estaban firmes y sensibles. Tan pronto como se tocó, toda su parte inferior tembló en respuesta.
Deslizó su mano hacia arriba y hacia abajo, permitiendo que su dedo rodara sobre su clítoris y luego bajara a la húmeda entrada que se estremecía a la espera de tener un miembro. Su dedo índice hizo un pobre sustituto.
Pronto, muy pronto, si encontraba la manera.
Arqueó las caderas y dejó escapar un suspiro de ensueño.
—Me gustaría preguntar si deseas alguna ayuda, pero parece que lo estás haciendo bien por tu propia cuenta.
—La sexy voz de Zayn se apoderó de ella, incitando su piel de gallina a que le picara la piel.
Ella abrió los ojos y levantó la cabeza para ver a los tres hombres de pie en la puerta. No había forma de disimular el deseo evidente en sus expresiones. Miró a los ojos de Zayn, en busca de algo más que excitación.
Poco a poco, regresó la mano por su cuerpo, dejando un rastro húmedo a través de su centro. Luego se metió un dedo a la boca y lo chupó, eliminando las huellas de su pasión con su lengua.
Gemidos idénticos sonaron desde la puerta.
No estaba dispuesta a dejarlos interrumpir su fantasía de cualquier manera, así que se puso de rodillas y luego se deslizó hasta el borde de la cama. Miró a Zayn, lo tomó de la de camisa y lo arrastró hacia la cama.
Sus ojos se abrieron con sorpresa, pero no hizo ningún esfuerzo por detenerla.
Hombre inteligente.
Volvió la cabeza para mirar a Niall y Harry, que todavía estaban allí, con las miradas inquisitivas.
—Os diré cuando podéis uniros, —dijo con voz ronca.
—Sí, señora, —murmuró Niall.
Con su mano aún sobre la camisa de Zayn, le dio un tirón hacia abajo hasta que sus labios se reunieron en un choque de fuego. Sus manos la tomaron de la cintura y luego subieron, acariciando su piel camino a sus pechos. Le palmeó los suaves montículos y puso los pulgares sobre las puntas.
—Desvístete, —dijo en contra de sus labios.
—Me encanta cuando te vuelves mandona conmigo, —dijo.
Tiró de sus pantalones vaqueros y su camisa, y en poco tiempo estaba parado desnudo frente a ella. Incapaz de resistir la tentación de su cuerpo demasiado perfecto, le puso ambas manos contra su pecho. Sin prisa, le pasó las palmas por el abdomen y luego bajó hasta a su hinchado pene.
Envolvió sus dedos alrededor en su longitud y bombeó hacia arriba y abajo, disfrutando de la sensación de su dureza sobre su palma.
Con su otra mano, empujó su pecho hasta que sus rodillas tocaron el borde de la cama. Luego empujó con más fuerza hasta que él cayó, golpeando su espalda el colchón.
Se arrastró detrás de él y lo miró, sus ojos se veían totalmente hambrientos.
Colocando ambas manos sobre sus rodillas, le pasó los dedos hacia arriba, trazando una línea hasta sus caderas. Cuando su cabeza quedó a nivel con su miembro, se inclinó y le besó el estómago, permitiendo que sus labios y lengua quedaran en el agujero poco profundo de su ombligo.
Los músculos bajo su boca dieron un salto y se estremeció con su reacción. Sonrió, disfrutando de su poder, por la capacidad de hacer que este magnífico hombre se retorciera. Aún mejor que dos hombres igualmente hermosos esperaban en la puerta por su orden.
Su miembro le rozó la barbilla cuando bajó. Su lengua salió y pasó sobre la punta, y gimió cuando su boca coqueteó con la punta de su pene.
Era una vista embriagadora. Zayn tendido de espaldas, con el sexy cabello despeinado sobre su frente. Su cuerpo poderoso ondulando cada vez que se tensaba. Su miembro, grueso y largo, en posición firme, extendiéndose hacia arriba sobre el oscuro vello de la ingle.
Era una tentación que no podía dejar pasar. Su intención era torturarlo a fondo, puso la punta en su boca y cerró los labios alrededor de ella. Luego, con lentitud infinitesimal, avanzó hacia abajo, llenándose los confines de su húmeda boca con él.
Los dedos de él se enredaron en su pelo, mientras rugía y arqueaba las caderas. Lo tomó profundo, dejando que su miembro se deslizara a través de su lengua y en la parte posterior de su garganta. Le encantaba su sabor. Almizclado. Cómodo y cálido. Se sentía segura, como si estuviera rodeada de él. Por su amor.
Se estremeció mientras lo chupaba de arriba hacia abajo. Lo envolvió con su mano rodeando la base, trabajando con igual ritmo con su boca.
Tenía las manos apretadas sobre su pelo suelto y luego masajeó suavemente mientras la instaba a meterse más profundo.
Todavía agarrándolo en su mano, le permitió deslizarse por la boca, mientras lo miraba con ojos nublados de pasión.
—¿Están mirando? —Le preguntó a Zayn con voz ronca—. ¿Me están viendo chupándote el pene? ¿Les gusta? ¿Están tan encendidos, como tú en este momento?
Sus ojos brillaban intensamente con las mejillas encendidas. Se volvió hacia un lado, para ver a Niall y Harry. Estaban en la puerta aunque Harry se abrió paso más adentro. Ellos tenían una apreciable protuberancia centrada en la ingle, y la mirada fija en Regina y Zayn.
Con los ojos todavía sobre Harry y Niall, bajó la cabeza y tomó su erección de nuevo en la boca. Continuó mirándolos por el rabillo del ojo mientras le rodeaba el miembro. Chupaba más profundo ahora.
Lo sentía duro y palpitante en su lengua, y no podía esperar más para tenerlo en su interior. Se subió sobre su cuerpo, montándolo sobre las caderas. Usando una mano para sostener su miembro en su lugar, se arqueó y se colocó en su entrada.
Un silbido largo se le escapó mientras se cernía sobre él, la cabeza de su miembro pegado a ella. Entonces se hundió sobre él, con movimientos fluidos.
Su vagina se ondulaba y contraía mientras lo recibía en su cuerpo. Cerró los ojos y absorbió el momento, sus sentimientos enterrándose profundamente.
Sus manos se agarraron alrededor de sus caderas, pero su toque era suave. Amándola. Sus dedos le acariciaron la piel mientras la instaba a montarlo. Onduló las caderas, balanceándose hacia adelante y hacia atrás.
Puso las manos sobre su estómago y se deslizó hacia adelante, alineando sus cuerpos, con las manos acariciando su pecho y alrededor de su cuello. Sus labios se encontraron y se besaron.
El curvó sus manos sobre su trasero, como ventosas, apretando suavemente mientras mecía las caderas hacia arriba.
Dio un sorbo a su boca, degustándolo, él tenía sabor del café que ella bebió.
Mientras yacía sobre su pecho, sus cuerpos ondulantes a un ritmo perfecto, miró a Niall.
—Ven a mí, —susurró—. Tómame.
Niall se adelantó, quitándose la ropa a cada paso. Tomó el tubo de lubricante de la mesita de noche y rápidamente puso una cantidad generosa en sus dedos.
Lo perdió de vista mientras se movía detrás. Y entonces sintió sus cálidos labios contra su hombro mientras se inclinaba sobre la espalda. Su duro pecho apretado contra ella, empujándola aún más con el abrazo.
Niall le besó en la suave línea de la espalda, terminando en la parte baja. Luego le besó cada nalga de su trasero antes de extenderlas.
El movimiento estiró su coño alrededor del miembro de Zayn y tanto ella como él quedaron sin aliento por la placentera sensación. Los dedos de Niall, deslizándose con gel, se frotaban sobre la unión de su trasero. Metió un dedo dentro de su apretado anillo, lo que la hizo tirar hacia adelante.
Zayn la cogió en sus brazos, sosteniéndola mientras Niall ajustaba su miembro contra su ano.
Ella se estremeció y cerró los ojos mientras su ancha cabeza empujaba contra ella.
La estiró más y más. Se quemaba. Intensa. Justo cuando pensaba que su cuerpo no daría más, se abrió y lo aceptó, deslizándose dentro de su trasero.
Sus ojos se abrieron de golpe con el choque de tener dos enormes penes metidos en su cuerpo al mismo tiempo. No podía moverse. No se atrevió. No estaba segura de que su cuerpo pudiera soportar el esfuerzo.
Niall gimió, con un sonido delicioso, mientras seguía adelante. Sus caderas se detuvieron frente a su trasero e hizo una pausa, lo que le permitió absorber la malvada sensación de ser estirada con fuerza alrededor su miembro y el de Zayn.
—¿Qué te parece?, —dijo ella con un gemido. Quería ver. ¿Qué aspecto tendría con sus miembros enterrados tan profundamente en su cuerpo?
—Nunca había visto nada tan erótico, —dijo Harry, sorprendiéndola.
Miró por encima para verlo mirando, con los ojos ardiendo de insatisfecha lujuria.
—Deberías ver, Reggie, —dijo con voz ronca—. Un miembro en el trasero y uno en tu vagina. Estás estirada tan fuerte a su alrededor que parece imposible que las contengas.
Niall se movió hacia atrás, arrastrando su pene a través del anillo dilatado de su trasero. Un silbido de placer se le escapó, el sonido duro en el silencio.
Luego se cerró de golpe moviéndose hacia adelante, meciéndose con fuerza contra Zayn.
El grito que crecía en su pecho murió en su garganta y pareció confundida.
Las manos de Zayn se apoderaron de sus caderas mientras formaba un arco, moviéndose al ritmo del eje de Niall. Tomaron turnos para penetrarla. Uno entraba, otro salía.
Era una abrumadora sensación de dolor que se mezclaba con el placer más exquisito que había experimentado nunca. No podía procesarlo, no estaba segura de qué hacer, cómo reaccionar. Así que se abrió para disfrutar del cúmulo de sensaciones.
Por último, se volvió para mirar a Harry. Dejó que todos sus deseos, su necesidad, se mostraran en su expresión. Con los labios entreabiertos en invitación.
Harry no necesitaba más. Se quitó la ropa y se acercó a ella. Se subió hasta la cama y se acomodó de modo que su pene se dirigió directamente a su boca.
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Capítulo 97
Mientras Niall le abría aún más el trasero, ella abrió la boca para aceptar el miembro de Harry. Este se deslizó entre sus labios, en su lengua, llevando su suave prepucio hasta su paladar sedoso mientras le chupaba con la parte posterior de su garganta.
Los tres hombres estaban dentro de su cuerpo. Estaba conectada a todos ellos en este momento. Su pecho se amplió. Su corazón lleno de amor por sus chicos. Sus chicos.
Zayn y Niall la sacudían entre ellos mientras Harry se deslizaba hacia atrás y adelante en su boca. Las manos de Hutch entraban en su cabello, sosteniendo su cabeza entre sus manos mientras la penetraba moviéndose dentro y fuera. Perdió su capacidad de concentración.
No sabía nada, excepto los tres miembros que se metían en su cuerpo. Bueno. Se sentía tan bien. Nada se sentía tan maravilloso.
Niall se inclinó hacia abajo, causando que el pene de Harry se deslizara aún más profundo. Tragó convulsivamente mientras Harry se tensaba adelante. Niall comenzó a montarla con fuerza. La intrusión de carne con carne hacía eco a través de la habitación. El miembro de Niall movió el de Zayn, y éste aumentó considerablemente para estar a la par con los movimientos de Niall.
Las manos de Niall se hundieron en sus hombros mientras la bajaba hacia su pene. Se abrió más amplia para poder recibirlo en su interior.
Las lágrimas ardían en sus párpados y mejillas, resoplando por la erección de Harry.
Todos estaban conectados a través de ella. Ella era el pegamento que los sostenía juntos. Era el centro de los tres hombres.
Una lágrima resbaló por su mejilla. Los amaba tanto. ¿Cómo podría alguna vez estar sin su amor? A pesar de todo, se había mantenido estable. Al igual que ellos. Nunca vacilante. Nunca se había sentido tan indigna de algo aunque sin embargo, tan agradecida por ello, al mismo tiempo.
—¡Reggie! —Exclamó Niall cuando se estrelló contra ella una vez más. Sintió la explosión que se apoderaba de él. Temblaba contra su trasero, y luego sintió el chorro caliente dentro de ella.
Harry se retiró, lo que le permitió recobrar el aliento antes de que gritara mientras su cuerpo se incendiaba. Lloraba sin parar mientras su orgasmo se estrellaba a su alrededor. En lugar de un fuerte aumento y una caída, sólo había una ola después de otra. Aumentado.
Todavía estaba temblando cuando Niall se deslizó de su cuerpo. Su semen se filtró de su trasero y corría por la parte posterior de su pierna estirada mientras salía de su apertura y se estremeció en espasmos para recuperar su forma.
Las suaves manos de Zayn se deslizaron hasta sus costados, tocándola y calmándola.
—Quiero que te des la vuelta, querida Reggie, —susurró—. Da la vuelta y enfrenta a Niall. Quiero que te sientes en mi pene y luego te inclines hacia atrás y dejes que te espere. Ábrete para Harry.
Sus piernas temblaban sin control mientras trataba de hacer su voluntad. Por último Harry la tomó y giró su cuerpo. Zayn se deslizó hasta el borde de la cama para que sus piernas colgaran por la orilla, la tomó de las caderas para guiarla hacia abajo sobre su pene. Mientras Harry la tenía en sus brazos, Zayn tomó su erección con una mano y con la otra la bajó.
Le dio un toque a su trasero y se deslizó con facilidad en su vagina. Se quedó sin aliento mientras que asimilaba la plenitud de la nueva posición. Lo sintió en cada terminación nerviosa de su palpitante trasero.
—Recuéstate, —murmuró Zayn—. Te tengo, amor.
Harry se movió entre sus piernas y las extendió para que coincidieran con las de Zayn. Su trasero estaba abierto y accesible, y Harry no perdió la oportunidad de ajustarse a ella. Entró profundo.
Zayn le tomó el trasero con las manos bajo, ofreciéndoselo a Harry como premio.
Se movían juntos, sensualmente, penetrándola por la vagina y trasero.
—Eres nuestra, Reggie, —jadeó Zayn—. Sólo nuestra. No te dejaremos ir.
Su corazón se apretó y revoloteó con sus palabras.
Harry la miró, con la misma determinación en sus ojos verdes. Había ternura en su expresión, pero al mismo tiempo, había una ferocidad que le quitó el aliento.
Los dedos de Zayn se clavaron en su trasero mientras la levantaba y bajaba su miembro. Las manos de Harry alrededor de la parte inferior de sus rodillas y las piernas bien abiertas mientras flexionaba la cadera y empujaba más profundo dentro de ella.
Niall apareció detrás de Harry, con la piel húmeda de la ducha. Su pene ya estaba erecto otra vez, y se envolvió la mano alrededor de la base, bombeando de ida y vuelta mientras su mirada se entrelazaba con la de ella.
Harry cerró los ojos y siguió adelante, enterrándose más profundamente en su trasero. La sensación fue abrumadora para ella. Filosa. Intensa. Nerviosa y casi dolorosa. Mientras se retiraba, su trasero lo aspiraba, llamándolo de nuevo. Él y Zayn encontraron su ritmo, alternando sus ejes. Harry puso su mano sobre su pelvis y deslizó el pulgar hacia abajo sobre sus pliegues y sobre su clítoris.
Ella cerró los ojos y apretó la mandíbula mientras le acariciaba el clítoris con cada impulso hacia adelante. Su clítoris insoportablemente tenso y sensible, y con cada toque desataba una andanada de insoportables rayos de placer.
—Me tengo que venir, —apretó Harry—. ¿Estás cerca, nena? No puedo aguantarme.
Ella expulsó el aliento en un largo silbido. —Sólo seguid tocándome. Por favor. ¡Oh, Dios no dejéis de follarme.
Aumentó la presión sobre el clítoris y se lanzó hacia adelante, su pene deslizándose sobre sus congestionados tejidos.
Ella gritó. Gritó con voz ronca y Zayn resistió su levantamiento, obligándose a sí mismo a enterrarse más profundamente en su trasero. Ella se convulsionó a su alrededor, su cuerpo meciéndose en ambas direcciones.
Unas manos suaves la tocaron. La rodearon. Mientras ella se deshacía.
Murmuró su protesta cuando Harry se deslizó de su cuerpo. Zayn se mantuvo, bien apretado. Se calmó esperándolo. Se movió ligeramente, reuniendo fuerzas.
Y entonces Niall se situó entre sus piernas, sus manos grandes en las curvas del interior de sus muslos. Gentilmente abrió y con mucho cuidado, encajó su erección en su temblorosa apertura.
—¿Me puedes tomar de nuevo, Reggie? —Susurró— Creo que nunca voy a tener suficiente de ti. No puedo tocarte sin reaccionar como un adolescente.
Gimió y se dejó caer contra el húmedo pecho de Zayn. Las manos de Zayn fueron a sus costados, con amor, calmando sus nervios sobreexcitados.
Antes de que pudiera decir una respuesta coherente, Niall empujó hacia adelante.
Lo tomó todo. Todo de él. Rebotando sobre su columna vertebral mientras un orgasmo explotaba a través de su trasero. Sin preámbulo, sin trabajo previo. Sólo repentino y explosivo.
—¡Ah! Jesús, Reggie. —Los gemidos de Niall llenaron la sala, y comenzó a mecerse en su contra. Duro. No había dulzura en su poder, y era definitivamente una posesión.
La poseía. Oh sí, lo hizo. Cuerpo y alma. Era dueño de su corazón.
Zayn protegiendo su cuerpo. Los movimientos de Zayn callaron mientras los de Niall se hacían más feroces.
Tan pronto como su propio orgasmo brilló, Niall se puso rígido y soltó un grito ronco. Empujó sus caderas hacia adelante. Se dejó caer sobre ella un buen rato, su respiración áspera y errática.
—Reggie Oh Cristo, cariño, lo siento. Eso fue rápido.
Ella esbozó una sonrisa débil y lo besó en el hombro. —No tan rápido como yo.
Se retiró mientras Zayn acariciaba sus brazos con las manos. Zayn le besó la parte posterior de su cuello, y ella se estremeció. A pesar de que acababa de venirse de nuevo, no pudo controlar el aumento de su deseo. Dulce, caliente. El amor podía hacer eso.
—Ayúdenla, —dijo Zayn.
Niall se agachó y la alzó. El miembro de Zayn se deslizó fuera de su vagina, y gimió por la sensación. Antes de que pudiera quejarse, Zayn se recuperó, tomándola de los brazos de Niall.
Si pensó que la tratarían con delicadeza, se equivocaba. La dejó caer sobre la cama, le dio la vuelta y la montó con rapidez. Su pene deslizándose de nuevo en su cuerpo con un poderoso empuje.
Ella cayó de bruces sobre el colchón, con las manos extendiéndose para cogerse.
Zayn se vino con ella, moldeado su espalda contra su pecho mientras sus caderas bombeaban sin descanso.
Todos sus anteriores sistemas de control se habían ido. La llevó con un frenesí al que no estaba acostumbrada. Fuera de de control. Salvaje y delicioso. Una reserva oculta que fue liberada.
Su boca le rozó por encima del hombro. Se quedó sin aliento cuando sus dientes se hundieron en su piel.
Sus piernas se enredaron con las suyas, empujando para abrirla aún más.
Y luego entrelazaron sus dedos con los de ella. En uno y otro lado. El toque sensual. Reconfortante. De Niall y Harry.
La agarraron de las manos y la abrazaron mientras Zayn se arqueaba sobre su cuerpo una y otra vez. Las palabras suaves surcaban el aire, pero ella estaba más allá de oírlas.
Dobló los dedos alrededor de ellos mientras Zayn la penetraba. Más y más rápido.
La montó con furia, y luego sintió su liberación. Rodó sobre su cuerpo como una ola en la marea. Cada músculo ondulándose y estremeciéndose contra ella.
Tibios chorros llenándola. Calientes y exóticos. Trató de empujar su trasero por encima, para tener más de él, pero estaba completa y totalmente satisfecha. Y así estaba mientras sus caderas se sacudían contra su trasero.
Más lento ahora. Más suave. Entonces se detuvo, descansando dentro de su cuerpo como si odiara la idea de distanciarse. —Más vale que no digas adiós, Reggie. No voy a dejarte ir.
Su corazón se agitó con esperanza. La emoción obstruyendo su garganta hasta que la respiración se le hizo difícil.
—Bájate de ella, Zayn. Déjala respirar. —La voz de Niall, suave, acabó con el silencio.
Zayn se quitó, pero sus manos la encontraron, acariciando.
—¿Estás bien, amor? —Murmuró cerca de su oído.
No podía hablar. Diablos, ni siquiera podía abrir los ojos. Era en vano.
—Reggie, cariño, no te puedes quedar como si estuvieras muerta. Harry se preocupará.
No había nada de diversión en la voz de Niall con lo que casi sonrió. Si hubiera tenido la energía.
—Oh, no lo sé. No tiene que estar consciente para que yo la penetre, —dijo Harry casual.
Levantó una mano y dobló los dedos, excepto el de en medio. Incluso eso le tomó más energía de la que valía la pena.
Tres conjuntos de risas llenaron la sala, y a pesar de su fatiga, sonrió.
—Supongo que debemos dejar que duerma, —dijo Zayn magnánimamente.
—No se vayan, —murmuró.
—No vamos a ir a ninguna parte, nena, —dijo Harry—. Vamos a limpiarte y luego te pondremos en la cama.
Ella asintió, aunque no tenía ningún deseo de moverse.
Niall se inclinó para pasarle los labios por la oreja. —Pero cuando te despiertes, vamos a hablar.
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Capítulo 98
Regina despertó con tibios cuerpos rodeándola. O tal vez era ella la que los rodeaba.
Yacía sobre el pecho de Harry, con el brazo y la pierna posesivamente sobre él. Su mano izquierda se apoyaba en su hombro, y ladeó la cabeza para ver las heridas alrededor de sus muñecas. Frunció el ceño ante el recuerdo de lo cerca que estuvo de perderlo. Volvió la cara para que poder besar la roja piel.
Una mandíbula sin afeitar presionó contra el centro de su espalda y una peluda pierna se colocó sobre la espalda de ella. Zayn.
Lo que significaba que Niall se había ido, probablemente. La decepción le llegó por un momento, pero cuando miró hacia abajo, lo vio apoyado sobre su codo, en el extremo de la cama, mirándola.
Sin decir una palabra, se apartó de Harry y se arrastró hasta el final, invirtiendo su posición en la cama. Niall abrió los brazos hacia ella y le puso la cabeza en su pecho, estirando las piernas entre Zayn y Harry.
—¿Estás bien? —murmuró Niall contra su pelo.
Oh sí, ella estaba más que bien. No había nada mejor que esto en la vida. Cuando levantó la vista, Harry y Zayn le devolvieron la mirada. Zayn ahuecó la mano sobre su pierna y la frotó de arriba a abajo con un suave movimiento.
—¿No fue demasiado duro para ti?, —preguntó Zayn.
El calor afloró a sus mejillas. —Me dieron exactamente lo que quería, —susurró.
Niall se pasó la mano por el pelo, y luego besó la parte superior de su cabeza. Se dio la vuelta para que pudiera verlo así.
—No me hiciste daño, Niall. No sé lo que estás pensando, pero te juro si te alejas de mí otra vez, no seré responsable por las lesiones que te cause.
Él se rió entre dientes y le dio otro beso en la frente. Sus labios se quedaron un buen rato, y le pasó un dedo ligeramente sobre la mejilla.
—¿Y quién es el que me dará de comer hoy? —les preguntó—. Tengo que hablar con todos, pero no voy a hacerlo estando desnudos o conmigo desnuda, porque me distraen.
Harry sonrió. —Te voy a alimentar, nena.
Ella negó con la cabeza rápidamente. —No. Voy a cocinar. No quiero que te lastimes las muñecas.
Podía jurar que Zayn palideció. Harry puso su mano sobre su rodilla. —Sin ánimo de ofender, nena, pero tú y cocinar no os lleváis exactamente bien. Además, estoy bien. Sólo un poco dolorido, pero eso no me afecta a los dedos.
Lo miró pensativa.
—Voy a ir abajo y ayudarle, Reggie, —ofreció Zayn—. Cualquier cosa para mantenerte fuera de la cocina.
Lo miró y le dio un golpe en el pecho con el pie. Él sonrió y lo atrapó, dándole un beso entre los dedos. —Supongo que eso significa que te irás a la ducha conmigo, —dijo Niall—. Hay ventajas en no ser capaz de cocinar nada.
Zayn puso los ojos en blanco y luego se arrastró fuera de la cama. A pesar de la ligereza de sus estados de ánimo, Regina todavía podía sentir la tensión, las dudas.
Estaban preocupados. Incluso después de ayer por la noche.
De pronto, no podía esperar para hablar con ellos, para decirles cuánto los amaba. Alimentarse podía esperar. Esto, no.
—No quiero el desayuno, después de todo, —dijo.
Harry levantó una ceja en estado de shock. La mano de Niall se congeló en su hombro, y Zayn se detuvo camino a recoger su ropa.
—Ah infierno, sabía que tenía una lesión en la cabeza, —murmuró Harry—. Yo nunca debería haber dejado que ella nos convenciera de no llevarla al hospital.
Se rió y le puso el pie en el pecho. Se empujó de los brazos de Niall y rodó hasta el borde de la cama.
—Tenéis diez minutos para vestiros y bajar a la sala de estar.
Sin esperar su reacción, se lanzó hacia el cuarto de baño para darse una ducha rápida. Cuando salió a los pocos minutos, la habitación estaba vacía.
Una nerviosa excitación le corrió a través del pecho mientras se ponía su ropa.
Enorme. Esto iba ser el resto de su vida.
Hacía un año nunca hubiera imaginado que estaría dando un paso como éste, pero se sentía completamente en paz con su decisión.
Amaba a Zayn, Niall y Harry. Siempre lo hizo. Fueron suyos desde que eran unos críos. Su amistad, su vínculo, sólo se había fortalecido en los últimos años y había tomado el siguiente paso lógico de simple amistad a intimidad física y a amor profundo.
Casi voló por las escaleras, los músculos temblando de anticipación. Cuando dio vuelta en la escalera en la sala de estar, los tres hombres estaban allí.
Zayn estaba en la ventana, mirando al frente, con las manos metidas en los bolsillos. Su postura era rígida, inquieta. Niall estaba tumbado en el sofá, hacia atrás, su postura aparentemente cómoda, pero su frente concentrada. Harry se inclinó en la silla de la esquina hacia Nial. Tenía los codos clavados en las rodillas y su expresión era solemne.
Ahora que estaba aquí no tenía idea de cómo hacer para decirles todo lo que había en su corazón. ¿Cómo era posible poner en palabras la profundidad de su amor? No había suficientes palabras en el idioma para transmitir lo mucho que significaban para ella.
—Os amo, —exclamó ella.
Tres cabezas se volvieron en su dirección. El calor se difundió en sus rostros. Zayn relajó su postura, pero siguió esperando, sin moverse. Le temblaban las rodillas y tenía las manos húmedas. Nunca había tenido tanto miedo en su vida. Pero siguió adelante, decidida a hacerles entender.
—Os amo, —dijo otra vez—. A los tres. Mucho.
—Te queremos, —dijo Zayn simplemente.
Se acercó más, a la sala de estar, sin sentirse cómoda. Se mantuvo a distancia, lo necesario a fin de mantener la compostura.
—Quiero quedarme. Si aún me queréis aquí.
Los tres se tensaron. Harry apretó los puños.
—¿Si aún te queremos?, —dijo Harry, incrédulo—. Nena, no estoy seguro de que vayamos a tener opción. Incluso he investigado la pena por secuestrar a un oficial de policía y atarlo a una cama.
Una sonrisa pasó por las comisuras de su boca. Sus piernas temblaban, así que se deslizó en el sofá del extremo opuesto a donde Sawyer estaba sentado.
—He sido injusta, —dijo en voz baja. Cuando comenzaron a protestar, levantó una mano—. Déjenme terminar, por favor. Tengo mucho que decir. Tanto de lo que disculparme.
Miró a los tres mientras las lágrimas nublaban su visión. —No sé por qué no han renunciado a mí. He pasado el último año huyendo de vosotros, de vuestro amor. Os mentí a todos, a mí misma, queriendo estar lejos, y sin embargo no os habéis rendido. ¿Por qué?, —preguntó mientras se obligaba a mirarlos una vez más.
—Porque te amamos, —dijo Zayn—. No podemos ofrecer una respuesta más elaborada. Es así de simple.
Se le llenó el pecho de emoción. Todo lo que podía hacer era permanecer sentada, cuando quería lanzarse en sus brazos. Nunca soltarlos.
—Sé que pensáis que sólo me quedé por el peligro que había para todos vosotros, —dijo en voz baja.
Tres expresiones de se convirtieron de repente en cavilaciones.
—¿Por qué te quedaste, Reggie? —Niall le preguntó en voz baja. Peligrosamente suave. La decepción revestía sus palabras.
Ella se miró las manos. —En ese momento me dije que me estaba quedando para protegeros, para poder mantener un ojo en vosotros. Os dije todo tipo de cosas para justificar mis razones de querer estar con vosotros. Tenía miedo.
—¿Miedo de qué, cariño? —preguntó Harry.
—De que no funcionara y que me destruyera si no lo hacía, —dijo.
—¿Y qué pasa ahora? —exigió saber Niall.
Ella le devolvió la mirada. —Me di cuenta de que no tenía confianza. —Se estremeció cuando él hizo una mueca—. Eso no ha sonado bien. Sí confiaba. Siempre he confiado en vosotros. Pero cuando llegué a creer que esto podría funcionar entre nosotros, no confiaba en que todos vosotros pudierais... compartirme... a mí. Estaba tan concentrada en que cada uno de vosotros estuviera satisfecho. Me estaba volviendo loca con la idea de ser todo para los tres, y me preguntaba si quedaría algo, si me perdería tratando de ser algo que no era.
—Oh, nena, —dijo Harry, exhalando el aliento con fuerza—. Nunca quisimos que te sintieras así.
Zayn cruzó la habitación y se arrodilló delante de ella, tomando sus manos entre las suyas y apretándolas suavemente.
—Sólo queríamos que fueras tú misma, querida Reggie. Te queremos. ¿No es tu idea de la perfección? Eres terca, obstinada, imposible. No sabes cocinar nada, pero no vamos a cambiar nada de ti.
Ella torció la boca en una sonrisa. —¿Sabéis?, realmente deberíais controlaros cuando enumeráis mis muchos atributos. Todos vuestros elogios se le podrían subir a la cabeza a una chica.
Zayn se rió y le tomó el rostro en la mano. —¿Ves? Es por eso que te quiero mucho. Eres un marimacho irreverente, y cuando seas vieja, seguiremos sin ser capaces de ponernos a tu nivel.
Ella se suavizó y se hundió en su mano. La idea de envejecer con ellos hacía referencia a todos los sueños que había imaginado.
—Quiero quedarme, —dijo—. Os quiero a todos mucho, y quiero que funcione entre nosotros.
—Te amo, —dijo Zayn. La tiró para acercarla y tocó sus labios con los suyos en un dulce beso.
Ella se apartó y miró a Harry y Niall, que tenían expresiones similares de satisfacción. Luego se puso de pie, llevando a Zayn hasta el final de la sala de estar.
—No quiero renunciar a mi trabajo. Sé que lo odiáis y que os preocupáis. Hablé con mi jefe... acerca de nosotros. Le adelanté que si alguna vez tuviera que elegir entre vosotros y mi trabajo, os elegiría a vosotros.
Algo brilló en las expresiones de los chicos cuando le devolvieron la mirada.
—Voy a tener cuidado. Estoy siempre atenta, pero mi trabajo es una gran parte de lo que soy, y no quiero que eso cambie. No quiero quedarme en casa para que cuidéis de mí. No me gusta sentirme impotente. Prefiero volver a casa después de un turno largo y ahí sí tendréis que cuidar de mí, —añadió con una sonrisa—.Y tenéis que prometer ser pacientes conmigo. —Continuó rápidamente antes de que pudieran responder. Se retorcía las manos delante de ella y luego se limpió en sus jeans—. "No estoy acostumbrada al amor incondicional. Es del tipo que me asusta.
Estoy segura de que la voy a cagar de forma regular, pero sé que os amo más que a nada, y haré lo que sea necesario para hacer que funcione. —Su discurso había terminado. Tres hombres descendieron sobre ella de inmediato, sus expresiones se veían desde feroces a amorosas pasando por todas las partes del medio.
—No queremos cambiar ni una maldita cosa en ti, —dijo Niall en primer lugar, mientras la arrastraba a sus brazos.
Harry y Zayn rondaban cerca, su calor envolviéndose en su abrazo.
—Sí, no nos gusta tu trabajo pero es porque nos preocupamos por ti, pero nunca te pediríamos renunciar, amorcito. No queremos que cambies. Te amamos tal como eres. Hermosa. Insufrible. Pero también eres el aire que respiramos.
Los miró en estado de shock. ¿Había conseguido que Niall se ablandara? Pero lo que vio en sus ojos la dejó atónita. Brillaban con lágrimas contenidas, y había tanto amor y devoción en su mirada que sus rodillas amenazaron con doblarse.
—Eres un mentiroso maldita sea, —susurró. Me dijiste que no sabías nada de ser dulce y murmurar cosas.
Él sonrió y lentamente la soltó mientras Zayn avanzaba para llevarla en sus brazos.
Zayn no dijo una palabra. Se limitó a apretarla contra su pecho y bajó sus labios a los de ella, bebiendo profundamente, sus manos se enredaron en el pelo revuelto mientras se fundía en ella.
—Te necesito, Reggie. Siempre te necesitamos, —dijo él contra sus labios—. Quédate. Conmigo. Siempre.
—Nunca os desharéis de mí ahora, —murmuró.
Sus ojos brillaban con satisfacción, y entonces se apartó mientras Harry la reclamaba.
Se envolvió en sus fuertes brazos y la abrazó con fuerza. Estrujándola. Su cuerpo temblaba de emoción y su pecho subía y bajaba al respirar.
—Te amo, —dijo con voz ahogada—. Siempre te amaré, nena.
Cerró los ojos mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Era simplemente demasiado. Lo único que podría desear. Fue allí para tomarlo. Lo agarró, con losbrazos alrededor de su cintura. Inhaló el masculino aroma, sosteniéndolo en lo más profundo dentro de su alma.
El camino a la felicidad era un camino torcido con más dificultades y obstáculos que un campo minado. ¿Y qué si el de ella no era el más convencional? Todo lo que importaba era que estos hombres la amaban, y los amaba. El resto del mundo podría irse a la mierda.
Podía hacerlos felices. Por primera vez, no tenía dudas. Y podrían hacerla feliz. Ya lo hacían.
—¿Alguien quiere desayunar? —preguntó—. Voy a cocinar.
Se separó de Harry y se dirigió a la cocina, una loca sonrisa en la cara. Contó mentalmente y antes de que llegara a tres, comenzaron las protestas.
Niall la derribó. Sus brazos la rodeaban, y la levantó. La lanzó sobre su hombro y se giró rápido, riéndose al mismo tiempo.
—Deja de torturar a Zayn y Harry, amor.
Ella se rió cuando la dejó caer de espaldas como una muñeca de trapo.
Zayn le tomó la barbilla con los dedos. La besó suavemente. —Harry y yo vamos a cocinar, amor. Tú, sin embargo, estarás a cargo del postre.
La mano de Niall se posó sobre su prieto trasero. Ella le devolvió la sonrisa.
—Creo que me puedo encargar del postre, pero nunca me había dado cuenta que teníais una afición por lo dulce, —bromeó.
—Solo por ti, Reggie cariño. Sólo para ti.
Yacía sobre el pecho de Harry, con el brazo y la pierna posesivamente sobre él. Su mano izquierda se apoyaba en su hombro, y ladeó la cabeza para ver las heridas alrededor de sus muñecas. Frunció el ceño ante el recuerdo de lo cerca que estuvo de perderlo. Volvió la cara para que poder besar la roja piel.
Una mandíbula sin afeitar presionó contra el centro de su espalda y una peluda pierna se colocó sobre la espalda de ella. Zayn.
Lo que significaba que Niall se había ido, probablemente. La decepción le llegó por un momento, pero cuando miró hacia abajo, lo vio apoyado sobre su codo, en el extremo de la cama, mirándola.
Sin decir una palabra, se apartó de Harry y se arrastró hasta el final, invirtiendo su posición en la cama. Niall abrió los brazos hacia ella y le puso la cabeza en su pecho, estirando las piernas entre Zayn y Harry.
—¿Estás bien? —murmuró Niall contra su pelo.
Oh sí, ella estaba más que bien. No había nada mejor que esto en la vida. Cuando levantó la vista, Harry y Zayn le devolvieron la mirada. Zayn ahuecó la mano sobre su pierna y la frotó de arriba a abajo con un suave movimiento.
—¿No fue demasiado duro para ti?, —preguntó Zayn.
El calor afloró a sus mejillas. —Me dieron exactamente lo que quería, —susurró.
Niall se pasó la mano por el pelo, y luego besó la parte superior de su cabeza. Se dio la vuelta para que pudiera verlo así.
—No me hiciste daño, Niall. No sé lo que estás pensando, pero te juro si te alejas de mí otra vez, no seré responsable por las lesiones que te cause.
Él se rió entre dientes y le dio otro beso en la frente. Sus labios se quedaron un buen rato, y le pasó un dedo ligeramente sobre la mejilla.
—¿Y quién es el que me dará de comer hoy? —les preguntó—. Tengo que hablar con todos, pero no voy a hacerlo estando desnudos o conmigo desnuda, porque me distraen.
Harry sonrió. —Te voy a alimentar, nena.
Ella negó con la cabeza rápidamente. —No. Voy a cocinar. No quiero que te lastimes las muñecas.
Podía jurar que Zayn palideció. Harry puso su mano sobre su rodilla. —Sin ánimo de ofender, nena, pero tú y cocinar no os lleváis exactamente bien. Además, estoy bien. Sólo un poco dolorido, pero eso no me afecta a los dedos.
Lo miró pensativa.
—Voy a ir abajo y ayudarle, Reggie, —ofreció Zayn—. Cualquier cosa para mantenerte fuera de la cocina.
Lo miró y le dio un golpe en el pecho con el pie. Él sonrió y lo atrapó, dándole un beso entre los dedos. —Supongo que eso significa que te irás a la ducha conmigo, —dijo Niall—. Hay ventajas en no ser capaz de cocinar nada.
Zayn puso los ojos en blanco y luego se arrastró fuera de la cama. A pesar de la ligereza de sus estados de ánimo, Regina todavía podía sentir la tensión, las dudas.
Estaban preocupados. Incluso después de ayer por la noche.
De pronto, no podía esperar para hablar con ellos, para decirles cuánto los amaba. Alimentarse podía esperar. Esto, no.
—No quiero el desayuno, después de todo, —dijo.
Harry levantó una ceja en estado de shock. La mano de Niall se congeló en su hombro, y Zayn se detuvo camino a recoger su ropa.
—Ah infierno, sabía que tenía una lesión en la cabeza, —murmuró Harry—. Yo nunca debería haber dejado que ella nos convenciera de no llevarla al hospital.
Se rió y le puso el pie en el pecho. Se empujó de los brazos de Niall y rodó hasta el borde de la cama.
—Tenéis diez minutos para vestiros y bajar a la sala de estar.
Sin esperar su reacción, se lanzó hacia el cuarto de baño para darse una ducha rápida. Cuando salió a los pocos minutos, la habitación estaba vacía.
Una nerviosa excitación le corrió a través del pecho mientras se ponía su ropa.
Enorme. Esto iba ser el resto de su vida.
Hacía un año nunca hubiera imaginado que estaría dando un paso como éste, pero se sentía completamente en paz con su decisión.
Amaba a Zayn, Niall y Harry. Siempre lo hizo. Fueron suyos desde que eran unos críos. Su amistad, su vínculo, sólo se había fortalecido en los últimos años y había tomado el siguiente paso lógico de simple amistad a intimidad física y a amor profundo.
Casi voló por las escaleras, los músculos temblando de anticipación. Cuando dio vuelta en la escalera en la sala de estar, los tres hombres estaban allí.
Zayn estaba en la ventana, mirando al frente, con las manos metidas en los bolsillos. Su postura era rígida, inquieta. Niall estaba tumbado en el sofá, hacia atrás, su postura aparentemente cómoda, pero su frente concentrada. Harry se inclinó en la silla de la esquina hacia Nial. Tenía los codos clavados en las rodillas y su expresión era solemne.
Ahora que estaba aquí no tenía idea de cómo hacer para decirles todo lo que había en su corazón. ¿Cómo era posible poner en palabras la profundidad de su amor? No había suficientes palabras en el idioma para transmitir lo mucho que significaban para ella.
—Os amo, —exclamó ella.
Tres cabezas se volvieron en su dirección. El calor se difundió en sus rostros. Zayn relajó su postura, pero siguió esperando, sin moverse. Le temblaban las rodillas y tenía las manos húmedas. Nunca había tenido tanto miedo en su vida. Pero siguió adelante, decidida a hacerles entender.
—Os amo, —dijo otra vez—. A los tres. Mucho.
—Te queremos, —dijo Zayn simplemente.
Se acercó más, a la sala de estar, sin sentirse cómoda. Se mantuvo a distancia, lo necesario a fin de mantener la compostura.
—Quiero quedarme. Si aún me queréis aquí.
Los tres se tensaron. Harry apretó los puños.
—¿Si aún te queremos?, —dijo Harry, incrédulo—. Nena, no estoy seguro de que vayamos a tener opción. Incluso he investigado la pena por secuestrar a un oficial de policía y atarlo a una cama.
Una sonrisa pasó por las comisuras de su boca. Sus piernas temblaban, así que se deslizó en el sofá del extremo opuesto a donde Sawyer estaba sentado.
—He sido injusta, —dijo en voz baja. Cuando comenzaron a protestar, levantó una mano—. Déjenme terminar, por favor. Tengo mucho que decir. Tanto de lo que disculparme.
Miró a los tres mientras las lágrimas nublaban su visión. —No sé por qué no han renunciado a mí. He pasado el último año huyendo de vosotros, de vuestro amor. Os mentí a todos, a mí misma, queriendo estar lejos, y sin embargo no os habéis rendido. ¿Por qué?, —preguntó mientras se obligaba a mirarlos una vez más.
—Porque te amamos, —dijo Zayn—. No podemos ofrecer una respuesta más elaborada. Es así de simple.
Se le llenó el pecho de emoción. Todo lo que podía hacer era permanecer sentada, cuando quería lanzarse en sus brazos. Nunca soltarlos.
—Sé que pensáis que sólo me quedé por el peligro que había para todos vosotros, —dijo en voz baja.
Tres expresiones de se convirtieron de repente en cavilaciones.
—¿Por qué te quedaste, Reggie? —Niall le preguntó en voz baja. Peligrosamente suave. La decepción revestía sus palabras.
Ella se miró las manos. —En ese momento me dije que me estaba quedando para protegeros, para poder mantener un ojo en vosotros. Os dije todo tipo de cosas para justificar mis razones de querer estar con vosotros. Tenía miedo.
—¿Miedo de qué, cariño? —preguntó Harry.
—De que no funcionara y que me destruyera si no lo hacía, —dijo.
—¿Y qué pasa ahora? —exigió saber Niall.
Ella le devolvió la mirada. —Me di cuenta de que no tenía confianza. —Se estremeció cuando él hizo una mueca—. Eso no ha sonado bien. Sí confiaba. Siempre he confiado en vosotros. Pero cuando llegué a creer que esto podría funcionar entre nosotros, no confiaba en que todos vosotros pudierais... compartirme... a mí. Estaba tan concentrada en que cada uno de vosotros estuviera satisfecho. Me estaba volviendo loca con la idea de ser todo para los tres, y me preguntaba si quedaría algo, si me perdería tratando de ser algo que no era.
—Oh, nena, —dijo Harry, exhalando el aliento con fuerza—. Nunca quisimos que te sintieras así.
Zayn cruzó la habitación y se arrodilló delante de ella, tomando sus manos entre las suyas y apretándolas suavemente.
—Sólo queríamos que fueras tú misma, querida Reggie. Te queremos. ¿No es tu idea de la perfección? Eres terca, obstinada, imposible. No sabes cocinar nada, pero no vamos a cambiar nada de ti.
Ella torció la boca en una sonrisa. —¿Sabéis?, realmente deberíais controlaros cuando enumeráis mis muchos atributos. Todos vuestros elogios se le podrían subir a la cabeza a una chica.
Zayn se rió y le tomó el rostro en la mano. —¿Ves? Es por eso que te quiero mucho. Eres un marimacho irreverente, y cuando seas vieja, seguiremos sin ser capaces de ponernos a tu nivel.
Ella se suavizó y se hundió en su mano. La idea de envejecer con ellos hacía referencia a todos los sueños que había imaginado.
—Quiero quedarme, —dijo—. Os quiero a todos mucho, y quiero que funcione entre nosotros.
—Te amo, —dijo Zayn. La tiró para acercarla y tocó sus labios con los suyos en un dulce beso.
Ella se apartó y miró a Harry y Niall, que tenían expresiones similares de satisfacción. Luego se puso de pie, llevando a Zayn hasta el final de la sala de estar.
—No quiero renunciar a mi trabajo. Sé que lo odiáis y que os preocupáis. Hablé con mi jefe... acerca de nosotros. Le adelanté que si alguna vez tuviera que elegir entre vosotros y mi trabajo, os elegiría a vosotros.
Algo brilló en las expresiones de los chicos cuando le devolvieron la mirada.
—Voy a tener cuidado. Estoy siempre atenta, pero mi trabajo es una gran parte de lo que soy, y no quiero que eso cambie. No quiero quedarme en casa para que cuidéis de mí. No me gusta sentirme impotente. Prefiero volver a casa después de un turno largo y ahí sí tendréis que cuidar de mí, —añadió con una sonrisa—.Y tenéis que prometer ser pacientes conmigo. —Continuó rápidamente antes de que pudieran responder. Se retorcía las manos delante de ella y luego se limpió en sus jeans—. "No estoy acostumbrada al amor incondicional. Es del tipo que me asusta.
Estoy segura de que la voy a cagar de forma regular, pero sé que os amo más que a nada, y haré lo que sea necesario para hacer que funcione. —Su discurso había terminado. Tres hombres descendieron sobre ella de inmediato, sus expresiones se veían desde feroces a amorosas pasando por todas las partes del medio.
—No queremos cambiar ni una maldita cosa en ti, —dijo Niall en primer lugar, mientras la arrastraba a sus brazos.
Harry y Zayn rondaban cerca, su calor envolviéndose en su abrazo.
—Sí, no nos gusta tu trabajo pero es porque nos preocupamos por ti, pero nunca te pediríamos renunciar, amorcito. No queremos que cambies. Te amamos tal como eres. Hermosa. Insufrible. Pero también eres el aire que respiramos.
Los miró en estado de shock. ¿Había conseguido que Niall se ablandara? Pero lo que vio en sus ojos la dejó atónita. Brillaban con lágrimas contenidas, y había tanto amor y devoción en su mirada que sus rodillas amenazaron con doblarse.
—Eres un mentiroso maldita sea, —susurró. Me dijiste que no sabías nada de ser dulce y murmurar cosas.
Él sonrió y lentamente la soltó mientras Zayn avanzaba para llevarla en sus brazos.
Zayn no dijo una palabra. Se limitó a apretarla contra su pecho y bajó sus labios a los de ella, bebiendo profundamente, sus manos se enredaron en el pelo revuelto mientras se fundía en ella.
—Te necesito, Reggie. Siempre te necesitamos, —dijo él contra sus labios—. Quédate. Conmigo. Siempre.
—Nunca os desharéis de mí ahora, —murmuró.
Sus ojos brillaban con satisfacción, y entonces se apartó mientras Harry la reclamaba.
Se envolvió en sus fuertes brazos y la abrazó con fuerza. Estrujándola. Su cuerpo temblaba de emoción y su pecho subía y bajaba al respirar.
—Te amo, —dijo con voz ahogada—. Siempre te amaré, nena.
Cerró los ojos mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Era simplemente demasiado. Lo único que podría desear. Fue allí para tomarlo. Lo agarró, con losbrazos alrededor de su cintura. Inhaló el masculino aroma, sosteniéndolo en lo más profundo dentro de su alma.
El camino a la felicidad era un camino torcido con más dificultades y obstáculos que un campo minado. ¿Y qué si el de ella no era el más convencional? Todo lo que importaba era que estos hombres la amaban, y los amaba. El resto del mundo podría irse a la mierda.
Podía hacerlos felices. Por primera vez, no tenía dudas. Y podrían hacerla feliz. Ya lo hacían.
—¿Alguien quiere desayunar? —preguntó—. Voy a cocinar.
Se separó de Harry y se dirigió a la cocina, una loca sonrisa en la cara. Contó mentalmente y antes de que llegara a tres, comenzaron las protestas.
Niall la derribó. Sus brazos la rodeaban, y la levantó. La lanzó sobre su hombro y se giró rápido, riéndose al mismo tiempo.
—Deja de torturar a Zayn y Harry, amor.
Ella se rió cuando la dejó caer de espaldas como una muñeca de trapo.
Zayn le tomó la barbilla con los dedos. La besó suavemente. —Harry y yo vamos a cocinar, amor. Tú, sin embargo, estarás a cargo del postre.
La mano de Niall se posó sobre su prieto trasero. Ella le devolvió la sonrisa.
—Creo que me puedo encargar del postre, pero nunca me había dado cuenta que teníais una afición por lo dulce, —bromeó.
—Solo por ti, Reggie cariño. Sólo para ti.
Fin.
.
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Y ese fue el fin...
¡Holaa! :D
Espero que les haya gustado la nove. :)
Quiero agradecerle a las que han comentado, que han sido pocas pero igual fueron muy importantes sus comentarios para que yo pudiera seguir adaptando la nove.
Quiero agradecerle a "kissesOfSugar" que ha sido una fiel lectora desde hace tiempo. ¡Gracias linda! :)
Realmente espero que les haya gustado la adaptación.
Nos leemoos pronto.
:bye:
En mi galería pueden encontrar más de mis adaptaciones. {Click Here}
¡Holaa! :D
Espero que les haya gustado la nove. :)
Quiero agradecerle a las que han comentado, que han sido pocas pero igual fueron muy importantes sus comentarios para que yo pudiera seguir adaptando la nove.
Quiero agradecerle a "kissesOfSugar" que ha sido una fiel lectora desde hace tiempo. ¡Gracias linda! :)
Realmente espero que les haya gustado la adaptación.
Nos leemoos pronto.
:bye:
En mi galería pueden encontrar más de mis adaptaciones. {Click Here}
ᴍᴀʀ.
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Fue hermosaaa la novela, me encanto, y todos ellos :3 Como la cuidan y awwwwww, <3 Fue PERFECTA la novela, aquí seguire con tus novelas :3, perdón no haber podido comentar, te mando muchos besos y me encanto el final y todo, fue hermosa :3 <3 Awwwwww Gracias por siempre subir muchos y subir seguido y todo :3 Te adoro y un beso
kissesOfSugar
Re: Be With Me {Zayn, Harry & Niall} -HOT- TERMINADA
Si, fue hermosa. Me alegra que te haya gustado. Esos chicos son perfectos! ;)kissesOfSugar escribió: Fue hermosaaa la novela, me encanto, y todos ellos :3 Como la cuidan y awwwwww, <3 Fue PERFECTA la novela, aquí seguire con tus novelas :3, perdón no haber podido comentar, te mando muchos besos y me encanto el final y todo, fue hermosa :3 <3 Awwwwww Gracias por siempre subir muchos y subir seguido y todo :3 Te adoro y un beso
Oh, gracias! Me alegra que te gusten las noves que adapto. :D Si, fue lindo el final. De nada, gracias a ti por leerla. :)
También te adoro. Besos.
:bye:
ᴍᴀʀ.
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