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A Match Made In a University | 1D
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Re: A Match Made In a University | 1D
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Capítulo 17
Ciara Evans.
- No me subiré a tu carcacha – me quejo al mismo tiempo que cruzo los brazos.
- Tan sólo sube tu trasero al asiento o de otro modo te subiré yo a la fuerza – suelta irritado mientras abre la cajuela de su auto y coloca mi maleta dentro de ésta.
- Quiero ir en mi auto – retrocedo un paso.
- Claro que no, bruja – dice sin voltear a verme lo que hace que mi boca se abra.
- Eres un grosero – lo señalo como si de mi dedo índice fuera a salir una especie de rayo láser que lo partirá en dos.
- Tú lo eres más – revolea los ojos para después abrir la puerta del coche y entrar.
Me quedo unos segundos observando el campus esperando a que el enojo se me vaya porque de otra manera asesinaré a este maldito dentro del auto.
Doy un pequeño salto cuando la bocina del coche suena de manera estrepitosa sacándome de mis pensamientos. El auto ya está encendido al igual que la radio. Resoplo de mala gana y después subo al auto, me coloco el cinturón de seguridad y para fastidiar al señor perfección cambio de estación para que el camino al aeropuerto no sea tan estúpidamente mierda.
Una vez que hemos llegado al estacionamiento bajamos del auto horrible ese y Payne se encamina al maletero mientras yo salgo y me digno a tomar fuerza para soportar esta tortura.
- ¡Piensa rápido! – grita el castaño y cuando volteo la maleta me golpea de lleno en el rostro.
- ¡Idiota! – me quejo tapándome la cara con las manos.
Me arde la puta cara pero no me doy cuenta de qué tan fuerte fue el golpe hasta que un líquido comienza a salir de mi nariz, temo un segundo al pensar que se trata de mocos pero al tocar el líquido y verlo de color rojo carmesí siento arder la sangre que aún está dentro de mi cuerpo.
- No pensaste rápido – dice Payne entre risas mientras cierra la cajuela del auto y empieza a caminar.
Me quedo observándolo como boba, Payne puede ser un bastardo hijo de puta pero con esto se pasó la raya. He escuchado a una que otra tonta haber mojado sus bragas con el excelente comportamiento de Payne hacia una dama pero el estúpido me trata a mí peor que a un perro de la calle, no es algo que me haya molestado hasta ahora porque sé que un ardido como él sueña con vengarse de las personas que le han hecho sentir mal pero todo eso me importa un bledo ahora que me ha sacado la maldita sangre de la maldita nariz.
- Señorita, ¿está bien? – una voz interrumpe mis vagos pensamientos.
- ¿Qué? – pregunto de manera ingenua.
- Su nariz – me señala – No deja de sangrar.
- Si – llevo la mano hasta mi nariz y aprieto el tabique para que deje de salir sangre.
- Tome – me entrega unos cuantos pañuelos, los tomo y asiento como gesto de agradecimiento.
Levanto mi maleta y saco el asa para jalarla mientras camino. Estoy un infinito más que cabreada, aprieto los pañuelos contra mi nariz a tal punto que debo respirar con la boca. A lo lejos alcanzo a distinguir a Liam sosteniendo una revista, luciendo la persona más despreocupada del mundo entero.
- ¡Me golpeaste con una maleta! – grito una vez que llego hasta él. Hasta ahora ni siquiera me molesta que la gente alrededor nos mire de manera extraña, al contrario, me agradan las miradas de desaprobación hacia mi querido marido.
- No atrapaste la maleta – intenta susurrar mientras de reojo observa a la gente que no nos despega la mirada.
- Me tomaste distraída a propósito – finjo sollozar.
- Ciara, todos nos están viendo – lo ignoro y comienzo a hablar más fuerte.
- ¡Me casaron a la fuerza con un maniático que me lastima! – lo señalo y me siento a “llorar” desconsolada. Escucho el gemido de sorpresa de una mujer cerca de donde estamos.
- Deja de hacer esto – me dice a susurros.
- Tú lo iniciaste – digo de la misma manera.
El chico resopla, me observa unos segundos y acto seguido se levanta, toma mi maleta de mala gana y desaparece de mi vista. Alejo los pañuelos y noto que la sangre ha dejado de salir por mi nariz, sin embargo, vuelvo a apretar el papel contra ésta. Aproximadamente diez minutos pasan cuando Payne vuelve, estoy por comenzar a discutir con él pero me detengo al ver su expresión.
Se le nota algo... raro. Sus facciones se encuentran suavizadas, tanto como para querer pellizcarle las mejillas. Lo observo de manera extraña, esperando que sea una broma y después me lance una serpiente en el rostro o algo por el estilo, sin embargo, el muchacho se sienta a mi lado y toma mis chamorros para girarme dejando mis piernas sobre sus muslos. Estoy tan desconcertada que mi cerebro no reacciona para darle una bofetada o estirarle el cabello hasta arrancarlo de su cuero cabelludo.
- ¿Qué…?
- No hables, no estoy de humor para escuchar tu estúpida voz.
Y ahí está el Liam que conozco pero a continuación, su semblante cambia una vez más. De su bolso toma un paquete rectangular, levanta un trozo de plástico y de él toma una toalla húmeda, suspira hondo y con toquecitos limpia lo que supongo ha de ser restos de sangre seca de mi rostro.
Observo con detalle el cuidado y la atención que pone al hacerlo, este hombre debió haber sido médico o por lo menos enfermero.
- ¡Auch! – me quejo – Deja de hacerlo.
- Sólo te estoy limpiando, quita las manos.
- Me estás lastimando – alejo mi cabeza de él – Yo me limpiaré.
Le arrebato las toallitas húmedas de mala gana, busco un espejo en mi bolso y un gritito se escapa de mis labios al verme. Parece que un payaso hubiera lanzado una bala de pintura roja sobre mi rostro. Me veo horrible.
Revoleo los ojos muy irritada, la travesurita estúpida de Payne arruinó mi atuendo de hoy y mi rostro durante algunos días, mi nariz se está volviendo de un rojo escarlata, supongo que dentro de unas horas habrá un moretón ahí.
- Vamos, es hora de abordar el avión – interrumpe con voz queda.
- ¿Y es ahora que me lo dices? – me quejo con gran indignación.
- Sí, ¿podríamos sólo irnos ya? – se encoge de hombros.
- ¿Tengo otra opción? – tiro el espejo y las toallas húmedas dentro de mi bolso para después levantarme de mala gana.
- No la tienes – se levanta y comienza a caminar, me limito a caminar a un metro detrás de él. Una vez cerca, la tipa que recoge los boletos nos recibe con una sonrisa tan grande que me produce escalofríos.
- ¿Boletos? – Payne se los entrega – Wolverhampton, buen viaje.
- ¿Qué? Creí que venías de Manchester – me observa incrédulo, acto seguido niega y sigue caminando.
¿Qué hay de malo con lo que dije? No sabía que es de Wolverhampton, sabía que se mudó con sus abuelos aquí pero siempre tuve la idea de que su lugar de origen era Manchester.
Subimos al avión y ni siquiera he tocado mi asiento cuando la cabeza me empieza a doler un tanto fuerte, me siento y después disponerme a dormir un rato.
• • •
Mis ojos comienzan a abrirse y al instante recuerdo que estoy dentro del avión, la ventanilla se encuentra abierta por lo que observo unos instantes hasta que una punzada de dolor atraviesa mi cabeza, no puedo evitar el llevarme las manos a las sienes. Sobo mi cabeza por un momento pero el dolor no se va.
- ¿Te sientes bien? – pregunta a mi lado la fastidiosa voz de Payne. Volteo a verlo con bastante fastidio.
- No me jodas, me diste tremendo golpe y todavía me lo preguntas – giro el rostro una vez más a la ventanilla.
- Tienes la nariz morada – dice después de unos segundos de silencio.
- ¿No te gusta? ¿qué color debería tenerla, verde neón? – digo con todo el sarcasmo del mundo.
Me giro una vez más sin verle la cara porque toda mi paciencia y la imagen que he mantenido con esfuerzo durante todos estos años se irían de repente con un golpe bien dado que le dé en la cara. Escucho la voz del piloto anunciar que el avión está por aterrizar y blah blah. Mi cabeza está a punto de estallar, lo único que quiero es salir de esta porquería y tragarme un montón de aspirinas para que el dolor se vaya.
Espero en el aeropuerto a que Payne vaya por las maletas mientras observo a las personas pasar, algunas de ellas se giran a observarme, en cambio otras, simplemente no parecen estar conscientes de lo que sucede a su alrededor.
Lo veo acercarse con expresión de pocos amigos, al parecer no soy la única que se encuentra molesta en estos momentos. Ni siquiera me entrega mi maleta cuando llega hasta mí, cosa que no le peleo. Caminamos hasta la salida a encontrar un taxi, no soy gran fan de viajar en taxi pero ni siquiera me limito a objetarlo, me siento tan fastidiada y todo comienza a dar vueltas, lo único que quiero y necesito es recostarme a dormir.
Observo por la ventanilla sin mirar realmente nada, ni siquiera tomo el tiempo que tarda el vehículo en llegar al hogar de Payne.
Mis ojos comienzan a entrecerrarse cuando la voz de Liam me devuelve a la realidad.
- Ya llegamos – anuncia – Ven.
Lo siento pasar su brazo por encima de mis hombros.
- Gracias – dice al parecer al taxista – No te ves muy bien que digamos.
- No creas que tú eres un Mr. universo – revoleo los ojos, acto seguido el chico me deja frente a unos escalones que dan al pórtico de su hogar.
Observo unos segundos su puerta perfectamente blanca y me quedo como hipnotizada.
- ¿Vas a entrar o te quedarás ahí todos los cinco días? – pregunta de mala gana.
Este hombre es más bipolar que una mujer en sus días demoniacos del mes.
Suspiro con resignación y me encamino a pasos lentos y torpes hasta dentro de la casa. Se siente como en mi propio hogar, los sillones, la pintura en la pared, incluso las cortinas de las ventanas, todo está en perfecta armonía. Admiro tanto detalle como un hippie fuma marihuana con la gran paciencia de la vida.
- Tu habitación está por acá – anuncia Liam a unos cuantos metros de mí. Camino sin poder evitar chocar contra uno de los sillones – ¡Wow! Tranquila, adicta – se burla caminando hasta quedar tras de mí y tomar mis hombros para guiarme – Esta es la habitación de huéspedes. Las órdenes de Marcie fueron estrictas al momento de recalcar que debemos dormir juntos pero ni loco duermo en una cama contigo.
- Ya lo creo, sería tremendo riesgo para mi propio bienestar.
- Sí, claro – sonríe de manera hipócrita – Ponte cómoda, mamá no ha de tardar, en la cocina algo burbujea así que supongo que está cocinando y algo se le olvidó comprar.
- Bien.
Lo observo salir y cerrar la puerta, echo un pequeño vistazo y después me dejo caer sobre la cama. La siento tan cómoda debajo de mí que cinco segundos después mis párpados comienzan a volverse pesados.
• • •
- Ciara – mencionan mi nombre mientras me zarandean – Bruja.
Ahora me doy cuenta que es el maldito Payne.
- Déjame en paz – empujo su mano fuera de mí y vuelvo a acurrucarme.
- Llevas dormida casi toda la tarde, ya obscureció – siento el colchón hundirse, el idiota se ha sentado a mi lado.
- No me importa – tomo la cobija y la paso por encima de mí.
- Ni siquiera haz cenado.
- No tengo hambre – un minuto aproximadamente transcurre en silencio.
- Mi mamá ha llamado a un médico – me giro bruscamente, puede que quizá le tenga un poquito de miedo a los doctores y un poquito más a las agujas de las inyecciones.
- Estoy bien – miento.
- Ella entró y vio tu cara hecha mierda – se encoge de hombros pero no aleja esa expresión burlona de su rostro – Además te ha hecho un té – señala al buró colocado justo a un lado de la cama – Creo que es de manzanilla o algo así, ya sabes, las mamás creen que pueden arreglar todo con un té – lo observo sin expresión alguna unos cuantos segundos, acto seguido me recuesto una vez más y cierro los ojos ignorándolo del todo – ¿Sigues enojada?
- Claro que no, me preparo para recoger un montón de pétalos de rosas para colocarlos dentro de una canasta y después saltar por las calles mientras canto el caminito de la escuela y lanzo los pétalos al aire.
- Vale, te va el sarcasmo y entiendo que quieras meter mi cabeza dentro de un balde de agua y contar hasta un millón pero tómate el jodido té. Mi madre me dijo que te mejoraría.
- Lo único que me mejoraría es que te lanzaras de la punta del Everest – cubro mi rostro con la cobija.
- Anda, ¿por qué debes hacerlo todo tan complicado, mujer? – pregunta ya fastidiado.
- Pues porque soy una chica, lo hacemos complicado para los idiotas como tú – explico sonando sarcásticamente obvia.
- Sí, sí. Qué gracioso – aplaude tres veces – Si no quieres tomar por tu cuenta, yo te daré.
Revoleo los ojos, no es tan gentil conmigo como para hacer aquella patética acción. De un segundo a otro jala la cobija que con esfuerzo alcanza a cubrir la mitad de mi espalda y me sienta de otro jalón provocándome un tonto mareo.
- ¿Estás loco? – llevo las manos a mi cabeza.
- Te daré de beber esto – observa con un gesto de temor la taza con té que ahora yace sobre sus manos.
- ¿Qué? – pregunto confundida.
- Nada – niega con voz un tanto temblorosa.
Me quedo mirándolo mientras intenta sostener la cuchara con manos temblorosas y todo el líquido en ésta cae por los lados. Deja la cuchara una vez más dentro de la taza, después toma una bocanada de aire y se dispone a tomar más líquido con la cuchara de metal. La lleva hasta mi boca como si yo fuese una nena y él mi madre, de un sorbo bebo el dichoso té sólo por el placer de seguir viéndolo lucir tan ridículo y patético.
- Está caliente – me quejo.
- Bien – asiente. Toma líquido con la cuchara una vez más y después la lleva cerca de sus labios, sopla tres veces con los ojos cerrados y luego la lleva hasta mi boca – Ya está tibio – deja sobre la mesa la taza.
- ¿Qué te sucede? – pregunto ante su raro comportamiento, sin embargo, antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, la puerta se abre de golpe. Veo entrar a una mujer rubia y un joven, bastante apuesto debo agregar.
- Linda, ¿cómo te sientes? – pregunta la señora acercándose a mí y tomando mi mano – Soy Karen, la madre de Liam.
- Hola – es lo único que pudo salir de mis labios. Al fin conozco a la madre del chico de granitos que rechacé y humillé en la escuela preparatoria, al parecer ella no tiene idea de eso.
- Hola… – saluda el joven que acompañó a la señora.
- Ciara – respondemos Payne y yo al mismo tiempo.
- Soy el doctor Steinfield – lo observo sorprendida.
- ¿Usted es familiar de cara de rata? – tardo un milisegundo en darme cuenta de lo estúpida que acabo de sonar. Observo de reojo a todos, al joven y la señora puede vérseles el signo de interrogación bien marcado en la frente, en cambio, Liam suelta una carcajada.
- ¿Disculpe? – pregunta confundido.
- Yo… no. Olvídelo – me bofeteo mentalmente y siento mis mejillas arder, creo que es más que obvio que están más rojas que una fresa.
- Bien – entrecierra los ojos – Te revisaré – deja un pequeño maletín sobre la cama y se coloca frente a mí.
Toma algo que parece una pluma con lámpara y la pasa de un lado a otro frente a mis ojos, después toma mi presión y escucha mi corazón, la verdad es que no entiendo cómo escuchar mi corazón ayude a sanar mi nariz.
Toma mi rostro con ambas manos y mueve su rostro para ver desde distintos ángulos.
- ¿Qué le pasó a tu nariz? – pregunta con los ojos entrecerrados.
- Ella es adicta al crack, doctor – suelta Liam, cosa que no me causa nada de gracia. Lo miro de mala gana.
- ¡Liam! – regaña su madre mirándolo de manera fuerte, el chico se limita a revolear los ojos y quedarse callado.
- Me golpeé con una maleta – explico, el hombre sólo asiente mientras observa mi rostro.
- ¿Cómo fue que pasó eso? ¿Alguna caída, la levantaste y se resbaló? – pregunta una vez más, sigo sin entender para qué podría servir esto pero, veo una pequeña oportunidad para sacarle provecho.
- Liam me la lanzó, dijo “Piensa rápido” – hago las comillas en el aire – Y parece que no pensé tan rápido y me golpeó de lleno en la cara. De hecho, escuché algo crujir – el joven médico asiente una vez más.
- ¿Salió sangre? – asiento – ¿Mucha, poca?
- Pues… un nivel intermedio… creo – me encojo de hombros.
- Tocaré tu nariz y puede que duela un poco, ¿de acuerdo? – asiento.
El hombre se acerca un poco a mí y toca el puente de mi nariz. Duele más que el poco que él dijo, cierro los ojos para no gritar como perro atropellado. Después de unos minutos se aleja y de su maletín saca un recetario, toma la pluma del bolsillo de su camiseta y comienza a escribir.
- Bien, Ciara – aclara su garganta – Te recetaré sólo un par de analgésicos para el dolor. En mi opinión no tienes fractura de tabique o algo por el estilo ya que si lo tuvieras pues no aguantarías el dolor. Puedes hacer una radiografía si así gustas pero no lo creo necesario, la hinchazón bajará en unos cuantos días y el moretón se irá en una semana cuando mucho. ¿Alguna otra molestia?
- Me duele terrible la cabeza – el joven suelta una risita.
- Es por el golpe, parece que te dio una sacudida de sesos – bromea lo cual no se me hace del todo gracioso. A continuación me entrega la hoja con un par de palabras inentendibles escritas – Las primeras son una cada ocho horas por cinco días y la segunda es una cada doce horas por siete días. Si persiste alguna molestia no duden en recurrir a mí – ahora les dice a la señora Payne y a su hijo el ridículo.
- Muchas gracias, doctor – dice Karen – Lo acompaño a la puerta.
- Buenas noches – se despide el hombre y sale de la habitación.
- Okay – dice Liam tomando la receta de mi mano – Iré a comprarte esto.
- Si no te hubieras hecho el chistosito al lanzarme la maleta en la cara no tendrías que hacerlo.
- Sólo acuéstate a dormir – sale de la habitación y yo levanto las cobijas, acto seguido me recuesto y me cobijo.
- Buenas noches, linda – Karen asoma el rostro por la puerta.
- Buenas noches para usted también.
• • •
- Es hora de tomar medicamento – canturrea la fastidiosa voz de Payne.
- Déjame dormir al menos otros cinco minutos – me quejo colocando la almohada encima de mi cabeza.
- Claro que no. Arriba, dormilona – jala las cobijas obligándome a levantarme – Vaya, sí que estás greñuda, Ciara Evans.
- ¡Lárgate! – lanzo una almohada y él la esquiva.
- Ten – me tiende las pastillas y un vaso de agua, las observo unos segundos y después lo miro.
- Si son las pastillas incorrectas y muero, serás el primero al que le estire los pies en la noche – tomo ambas pastillas, las coloco en mi boca y las paso con bastante agua.
- Sí, sí. Ahora ven – se levanta de la manera más tranquila posible y me lleva hasta el comedor donde se encuentra su familia desayunando. Karen, un señor que deduzco es su padre y dos chicas que parece quisieran hacerme cenizas con sus miradas.
- Buenos días – saludo muy a la fuerza, no es como si me sintiera la persona más cómoda en el mundo.
- Hola, Cia – saluda el señor – ¿Te sientes mejor? – asiento brindándole una sonrisa – Eso es bueno. Mi nombre es Geoff, aunque supongo que ya lo sabes, ¿por qué no nos acompañas a desayunar?
Observo a Liam quien se encuentra más entretenido en poner la porción exacta de miel maple a un waffle que en la conversación. Asiento una vez más y tomo lugar a un lado de Geoff, Karen sirve frente a mí dos waffles, el doble de lo que estoy acostumbrada a comer.
Miro un instante el desayuno frente a mí, no tengo tanta hambre pero esto huele delicioso. Mi mirada viaja a Liam quien al parecer ha estado observándome desde hace unos minutos, ignoro su mirada y volteo a ver a sus hermanas quienes de vez en cuando me miran de manera envenenada.
El desayuno transcurre en silencio por mi parte, no tengo mucho qué decir porque a pesar de que Geoff y Karen son amables, las hermanas de Liam me ponen incómoda a tal punto que quisiera irme corriendo de aquí.
Una vez que terminamos, la señora Payne retira los platos y mientras todos se van a hacer sus actividades habituales yo me quedo ahí sentada, igual que una patética boba.
- Ven, Ciara – la molesta voz de Payne me distrae de pensar en absolutamente nada.
- ¿A dónde? – pregunto aún sin levantarme.
- Sólo ven – revolea los ojos.
Se le está haciendo costumbre revolear los ojos, a veces imagino que los ojos se le quedan virolos.
Me lleva fuera de casa y aún en pijama me monta en el auto.
- ¿Qué pasa? Estoy en pijama, estúpido – grito una vez que él está dentro en al asiento del piloto.
- No pensaste rápido – coloca una cara graciosa, sin embargo, en lugar de reír le doy un fuerte zape – ¡Eres una bruja! Sólo quédate quieta y callada un minuto.
A continuación pone el auto en marcha yendo a quién sabe dónde. Me pongo el cinturón de seguridad y tan sólo me dedico a ver las calles. Pasan unos diez minutos cuando estaciona fuera de un súper mercado.
- No voy a bajar así – me hundo en el respaldo del asiento y cruzo los brazos.
- No seas ridícula – pasa sus manos con desesperación por su cabello. Al parecer lo saco de quicio tanto como el me saca de mis casillas a mí.
• • •
Abro la puerta sin procurar que Payne entre bien detrás de mí con todas las bolsas que lleva en manos.
- ¡Ya llegamos! – grita y se encamina hasta la cocina. Minutos después regresa.
- Necesito darme una ducha – está a punto de hablar cuando lo interrumpe su madre.
- En tu habitación hay baño, la llave izquierda es la caliente y la derecha la fría – dice con una mirada un tanto extraña en mi dirección – También hay toallas limpias en la primera puerta del clóset.
- Gracias.
Camino hasta llegar a la habitación, escojo ropa y tomo una toalla para entrar al cuarto de baño. Giro la llave caliente y la fría hasta mediar la temperatura a tibia. Me desvisto y entro esperando que las gotas de agua se lleven todo rastro de amargura de mí.
Una vez que he terminado, salgo y tomo una toalla más para envolverla en mi cabello. Me visto de manera tranquila con un vestido corto color blanco y saco de mi equipaje mi bolsita de maquillaje, me llevo una enorme sorpresa al verme al espejo; me veo horrible.
Como si fuese un ama de casa golpeada por su marido o algo por el estilo. De inmediato tomo una base y algunos correctores para intentar disimular el morado hematoma.
Aproximadamente quince minutos después, logro verme un poco decente, a pesar de que la mancha no se borró del todo, me veo menos… ¿cómo decirlo? Ah sí, menos espantosa.
Agito mi cabello para que seque más rápido y después tomo de mi maleta unas sandalias con piedritas color turquesa y me las pongo. Espero unos minutos hasta que mi cabello deja de estar húmedo y me pongo crema para peinar, después lo amarro en un moño desarreglado. A continuación salgo de la habitación y me encamino a la sala encontrándome con Liam y sus hermanas; Ruth y Nicola, una parecía estar llegando de la universidad mientras la otra tenía ya minutos de haber llegado.
- Ruth, ¿podrías ayudarme en la cocina? – pregunta Karen mientras limpia sus manos con una toalla.
- Estoy cansada – se deja caer sobre el sillón y su cara de fastidio expresa perfectamente cómo es que se siente.
- A Ciara le fascina cocinar – interviene Liam sólo para molestarme, lo miro de mala gana y al sentir la mirada de su madre me trago toda la ira que comenzaba a acumularse dentro de mí.
- Yo puedo ayudarle, Karen – sonrío disimulando mi enojo.
- ¡Oh! No te molestes – resta importancia con la mano.
- No es ninguna molestia – me encojo de hombros.
- Muy bien – sonríe – Acompáñame.
La sigo hasta llegar a la cocina, es muy bella, debo agregar. Además se encuentra demasiado equipada.
- Estoy preparando la masa para ravioles caseros – explica.
- Genial – observo las cosas sobre la mesa, con esfuerzo y sé poner agua a hervir.
- Ponte esto – me entrega una especie de mini vestido que parece servir para no ensuciar mi ropa.
Pongo mi mayor esfuerzo en cada cosa que ayudo a hacer, no tengo mucha práctica en la cocina pero todo parece comestible y no una mierda de experimentos fallidos.
Una vez que hemos terminado me siento orgullosa por tanto esfuerzo realizado y doy unos cuantos aplausos de emoción. Karen sirve los platos y yo los llevo directo a la mesa.
Cuando ya está todo servido, la señora Payne llama a todos a la mesa.
- ¿Qué tal estuvo su día? – pregunta el señor Geoff.
- Algo aburrido – responde Liam.
- A mí me pareció bueno – intervengo – Acompañé a Liam al súper mercado, en pijama debo agregar – el señor Payne ríe – Y ayudé en la cocina.
- Se nota – murmura una de las rubias con desagrado.
- Nicola – advierte Karen. Por mi parte, ignoro aquello.
- Entonces… ¿ya son la pareja del año? – dice con fingido sarcasmo la otra chica.
Liam reprime unas cuantas risas y ahora me siento un tanto invadida por estas dos mujeres. A pesar de los regaños de Geoff y Karen, las mujeres parecen ser más inmaduras de lo que creí.
Me trago las ganas de ahorcar a Payne y guardo silencio durante toda la comida-cena, ya me las pagará cuando estemos en el campus.
Geoff cambia de tema pero me limito a responder sólo con monosílabos durante todo el rato que permanecemos aquí. Cuando terminamos ayudo a recoger la mesa un tanto obligada por Liam y su “A Ciara le encanta ayudar en los labores domésticos”. Pero Karen se ha portado mejor de lo que espere que esta familia fuera a ser conmigo.
- Disculpa a Ruth y Nicola – comienza a hablar mientras lava los platos y yo los seco – Pueden llegar a ser muy celosas cuando se trata de su hermano.
- No tiene de qué preocuparse – acomodo uno de los platos sobre el estilador – Tampoco ellas. Entre Liam y yo no hay absolutamente nada, tan sólo nos interesa recibir una buena nota.
Guardo silencio todo el momento en que acomodamos los trastes, después salgo de la cocina y estoy a punto de encaminarme a la habitación cuando escucho a Karen mencionar los nombres de sus hijos, éstos entran como perritos cabizbajos a la cocina. Río en mi interior al saber que recibirán un regaño por parte de su madre.
Mi instinto de mujer chismosa me dice que permanezca ahí para escuchar y como toda una metiche me acerco a la puerta para oír mejor.
- ¿Qué pasa con ustedes dos? – dice Karen molesta – Ya son lo suficientemente mayorcitas como para comportarse de esa manera.
- ¡Pero, mamá! – dice como berrinche una de las chicas.
- Ella es la perra que trató mal a tu hijo por si no lo sabías – normalmente me causa gracia que me llamen “perra”, sin embargo, debo admitir que esta no vez no se sintió tan bien.
- ¿Qué te dije de usar ese vocabulario, Nicola?
- Esa tipa no me cae para nada bien.
- Esa tipa, como la llamas, es nuestra invitada y en esta casa se trata a sus invitados con respeto. Fin de la discusión, señoritas. Ambas se disculpan con esa niña mañana mismo.
- No me disculparé mañana – dice una.
- Muy bien, a Liam y ella les quedan tres días completos aquí, tienes esos días para disculparte, de otro modo hablaré con tu padre – amenaza. ¡Bien por usted, señora Payne!
- Pero…
- Sin peros – interrumpe – También tú lo harás, señorita.
- ¡Odio tus reglas!
Los escucho encaminarse a la puerta y corro a esconderme para que no me pillen espiando. Observo salir a ambas hermanas y a Liam a punto de atravesar la puerta pero la voz de su madre lo detiene y regresa una vez más cerrando la puerta. Salgo de mi escondite y pego una oreja en la madera para escuchar mejor.
- No hables, tan sólo escúchame – empieza – No sabía por qué tratabas a esa niña así. Pensé que quizá eran amigos pero tu hermana me dijo quién es. Esa niña es la Ciara del baile de preparatoria, ¿cierto? – no puedo ver pero estoy segura de que asintió – La venganza no es buena, cariño. No te llevará a ningún lado ni te hará sentir mejor. Ahora dime, ¿lo que le dijo a Stevie sobre la maleta fue cierto? – Karen deja de hablar unos segundos y la escucho dar algunos pasos por la cocina – Estoy muy decepcionada de ti, Liam. Sabes que ni siquiera jugando debes lastimar a una chica. Independientemente de cómo se haya comportado contigo tú debes respetarla y tratarla como una dama por el simple hecho de ser mujer y más que eso por el hecho de que Geoff y yo te educamos para ser un caballero. No importa si ella es una perra, como dice Nicola, tú eres un caballero y eso jamás debes olvidarlo.
Escucho a ambos caminar y de inmediato me voy casi corriendo hasta la habitación de huéspedes, quizá soy una chismosa pero quiero que ellos lo sepan.
Espero ahí unos minutos que en un parpadear de ojos se hacen quizá una hora y media. Suspiro con pesadez y me resigno a ir a la cama. Quito las cobijas y mi mirada viaja hasta el buró, encima hay una caja de medicina… ¡Mierda! Olvidé el jodido tratamiento.
Dentro de la habitación no hay agua así que no me queda de otra que salir, de cualquier modo escuché a alguien subir los escalones hace como cuarenta minutos, no me será tan incómodo. Me levanto de la cama y me encamino por el pasillo, poco antes de llegar a la sala observo que olvidaron una luz encendida pero cuando me acerco me encuentro con un chico sentado sobre uno de los sillones dándome la espalda. Doy un vistazo a mi alrededor pero todo se encuentra cerrado así que doy por sentado que se trata de Liam.
De un segundo a otro el chico voltea a verme con una mirada que no puedo describir exactamente; no sé si está afligido o simplemente cansado.
- Iba por un vaso con agua – arrastro las palabras al no saber qué otra cosa hacer o decir.
El castaño se levanta y camina hacia mí, ni siquiera me muevo, me quedo ahí estática observándolo. Toma mis hombros y se acerca peligrosamente a mí. Me observa unos segundos y toma una bocanada de aire. Su mano derecha viaja hasta mi mejilla y la acaricia con la yema de los dedos. Después toca suavemente la punta de mi nariz de manera divertida y sonríe a medias.
- Lo siento.
Su mano vuelve a mi mejilla por unos segundos, acto seguido simplemente se va sin ni siquiera voltear o decir algo más dejándome como una tonta confundida e inmóvil en la sala.
Este hombre definitivamente es bipolar.
- Léeme:
Hola
Antes que nada quiero disculparme por haberme tardado mil millones de siglos en subir, la verdad ni siquiera me acordaba que era mi turno en esta novela. Con respecto a mi capítulo, ya no tengo tanta inspiración ni ganas de escribir como antes así que si es una mierda pues lo siento
No sé qué más iba a colocar aquí
Bueh, algún día lo recordaré
Sigue la Licha... creo :skip:
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
POOOOOOOOOOOOOOR FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNN
DESPUÉS DE QUE ME SALIERON CANAS
amo esta nc, mucho
Y AME tu capitulo, no está mierdero ni nada feo ni nada, estuvo muy genial
LIAM PERO QUÉ IDIOTA
yo que siempre lo he defendido porque okey, las personas a veces quieren vengarse y es inevitable, y ella lo lastimó mucho. Pero con eso, se acaba de ganar mi odio parcial es que, ¿CÓMO PUDO?Le lanzó una jodida maleta en. La. Cara.
Y luego cuando Ciara estaba haciendo el espectáculo en el aeropuerto re manipuladora, la rubia
Y después viene Liam con un pequeño momento de 'arrepentimiento'
JAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJA
no sé si te había dicho, pero adoro el sarcasmo de Ciara de verdad, amo su creatividad xd
Liam es un tonto u.u no debería dejarse llevar por la venganza, eso lo hace peor persona que Ciara cuando le hizo eso en el baile u.u
SU ODIO ES PEOR QUE EL DE ZAYN Y SAVAH
eso es mucho decir u.u
Debo decir que me asusté cuando Ciara comenzó a sentirse mal y con dolor de cabeza y todo por el tonto de Liam que no pudo vengarse de otra manera yo encontraría maneras más creativas y que no lo metieran a él en ningún tipo de problemas
EL TEMOR A LAS CUCHARAS
Me imagino a Liam todo asustado pero tratando de hacerlo para darle el té a Ciara (no sé cual era el afán, de seguro su mama lo amenazo o este fue un segundo momento de crisis de culpabilidad) y a Ciara con cara de
Ay eso me dio mucha risa xd
Karen me cae bien desde ya
Ciara siempre
Por qué no me sorprende que las hermanas de Liam miren a Ciara como si quisiera jugar paintball con balas de pupú de camello con ella después de lo que le hizo al pobre chico en el baile, es de esperarse U.U
Observación: Ciara probablemente tenga problemas de ira, o los tendrá después de vivir 5 días aguantando eso
#true hermana Payne, very true
Lo peor es que ninguno de los dos se ha disculpado por ser perro con el otro
Hasta este momento, claro ¡LO AMÉ! Es que, ya amo a Liam de nuevo, no lo odio ni nada los humanos comenten errores y él...él es bueno solo que esta lastimado y humillado desde aquel tiempo y lo amo
Mejor tarde que nunca, Jen
DESPUÉS DE QUE ME SALIERON CANAS
amo esta nc, mucho
Y AME tu capitulo, no está mierdero ni nada feo ni nada, estuvo muy genial
jen escribió:- ¡Piensa rápido! – grita el castaño y cuando volteo la maleta me golpea de lleno en el rostro.
- ¡Idiota! – me quejo tapándome la cara con las manos.
Me arde la puta cara pero no me doy cuenta de qué tan fuerte fue el golpe hasta que un líquido comienza a salir de mi nariz, temo un segundo al pensar que se trata de mocos pero al tocar el líquido y verlo de color rojo carmesí siento arder la sangre que aún está dentro de mi cuerpo.
- No pensaste rápido – dice Payne entre risas mientras cierra la cajuela del auto y empieza a caminar.
LIAM PERO QUÉ IDIOTA
yo que siempre lo he defendido porque okey, las personas a veces quieren vengarse y es inevitable, y ella lo lastimó mucho. Pero con eso, se acaba de ganar mi odio parcial es que, ¿CÓMO PUDO?Le lanzó una jodida maleta en. La. Cara.
Y luego cuando Ciara estaba haciendo el espectáculo en el aeropuerto re manipuladora, la rubia
Y después viene Liam con un pequeño momento de 'arrepentimiento'
jen escribió:- ¿Te sientes bien? – pregunta a mi lado la fastidiosa voz de Payne. Volteo a verlo con bastante fastidio.
- No me jodas, me diste tremendo golpe y todavía me lo preguntas – giro el rostro una vez más a la ventanilla.
- Tienes la nariz morada – dice después de unos segundos de silencio.
- ¿No te gusta? ¿qué color debería tenerla, verde neón?
JAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJA
no sé si te había dicho, pero adoro el sarcasmo de Ciara de verdad, amo su creatividad xd
Liam es un tonto u.u no debería dejarse llevar por la venganza, eso lo hace peor persona que Ciara cuando le hizo eso en el baile u.u
SU ODIO ES PEOR QUE EL DE ZAYN Y SAVAH
eso es mucho decir u.u
Debo decir que me asusté cuando Ciara comenzó a sentirse mal y con dolor de cabeza y todo por el tonto de Liam que no pudo vengarse de otra manera yo encontraría maneras más creativas y que no lo metieran a él en ningún tipo de problemas
jen escribió:
Me quedo mirándolo mientras intenta sostener la cuchara con manos temblorosas y todo el líquido en ésta cae por los lados. Deja la cuchara una vez más dentro de la taza, después toma una bocanada de aire y se dispone a tomar más líquido con la cuchara de metal. La lleva hasta mi boca como si yo fuese una nena y él mi madre, de un sorbo bebo el dichoso té sólo por el placer de seguir viéndolo lucir tan ridículo y patético.
EL TEMOR A LAS CUCHARAS
Me imagino a Liam todo asustado pero tratando de hacerlo para darle el té a Ciara (no sé cual era el afán, de seguro su mama lo amenazo o este fue un segundo momento de crisis de culpabilidad) y a Ciara con cara de
Ay eso me dio mucha risa xd
jen escribió:- Linda, ¿cómo te sientes? – pregunta la señora acercándose a mí y tomando mi mano – Soy Karen, la madre de Liam.
- Hola – es lo único que pudo salir de mis labios. Al fin conozco a la madre del chico de granitos que rechacé y humillé en la escuela preparatoria, al parecer ella no tiene idea de eso.
- Hola… – saluda el joven que acompañó a la señora.
- Ciara – respondemos Payne y yo al mismo tiempo.
- Soy el doctor Steinfield – lo observo sorprendida.
- ¿Usted es familiar de cara de rata?
Karen me cae bien desde ya
Ciara siempre
jen escribió:El desayuno transcurre en silencio por mi parte, no tengo mucho qué decir porque a pesar de que Geoff y Karen son amables, las hermanas de Liam me ponen incómoda a tal punto que quisiera irme corriendo de aquí.
Por qué no me sorprende que las hermanas de Liam miren a Ciara como si quisiera jugar paintball con balas de pupú de camello con ella después de lo que le hizo al pobre chico en el baile, es de esperarse U.U
jen escribió:
Liam reprime unas cuantas risas y ahora me siento un tanto invadida por estas dos mujeres. A pesar de los regaños de Geoff y Karen, las mujeres parecen ser más inmaduras de lo que creí.
Observación: Ciara probablemente tenga problemas de ira, o los tendrá después de vivir 5 días aguantando eso
jen escribió:- Ella es la perra que trató mal a tu hijo por si no lo sabías – normalmente me causa gracia que me llamen “perra”, sin embargo, debo admitir que esta no vez no se sintió tan bien.
- ¿Qué te dije de usar ese vocabulario,
#true hermana Payne, very true
Lo peor es que ninguno de los dos se ha disculpado por ser perro con el otro
jen escribió:
El castaño se levanta y camina hacia mí, ni siquiera me muevo, me quedo ahí estática observándolo. Toma mis hombros y se acerca peligrosamente a mí. Me observa unos segundos y toma una bocanada de aire. Su mano derecha viaja hasta mi mejilla y la acaricia con la yema de los dedos. Después toca suavemente la punta de mi nariz de manera divertida y sonríe a medias.
- Lo siento.
Hasta este momento, claro ¡LO AMÉ! Es que, ya amo a Liam de nuevo, no lo odio ni nada los humanos comenten errores y él...él es bueno solo que esta lastimado y humillado desde aquel tiempo y lo amo
Mejor tarde que nunca, Jen
hange.
Re: A Match Made In a University | 1D
Deosssssssssss no creo porder hacer un comentario como el de emiliooo TT eso me deprimeee T.T
AMO ESTA `PAREJA!!!!!!!!! jENN MARIADA DE MI ALMAAA ESTE CAPITULO ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOO HA SIDO EL MEJOR CAPITULO DE CIARA Y LIAM COMENTARE BIEN MAS TARDE CUANDO VUELVA A LEERLO t.t SIIII, LO LEERE OTRA VEZ
AMO ESTA `PAREJA!!!!!!!!! jENN MARIADA DE MI ALMAAA ESTE CAPITULO ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOO HA SIDO EL MEJOR CAPITULO DE CIARA Y LIAM COMENTARE BIEN MAS TARDE CUANDO VUELVA A LEERLO t.t SIIII, LO LEERE OTRA VEZ
Ariel.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Gracias por sus bellos posts
Emilyano, tus comentarios larguísimo le suben el ánimo a cualquiera
Es el turno de la licha [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
JEEEEEEEEEEEEEEEEN! ame tu capitulo *-* Liam se fue a la mierda xd pero supongo que su intension nunca fue lastimar seriamente a Ciara.
Odiosas las hermanas de Liam, enserio, aunque comprensible por otro lado.
No puedo comentar mucho pq lo leí hace tiempo y desde el celu T.T pero aun tengo esa sensacion de que me encanto :$$
ESPERO EL SIGUIENTE
Odiosas las hermanas de Liam, enserio, aunque comprensible por otro lado.
No puedo comentar mucho pq lo leí hace tiempo y desde el celu T.T pero aun tengo esa sensacion de que me encanto :$$
ESPERO EL SIGUIENTE
Jaeger.
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