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A Match Made In a University | 1D
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Re: A Match Made In a University | 1D
ayyy Kateee me alegra que estés tan emocionada por todo Edward y Olivia solo son Edward y Olivia (????? JAJAJAJAJ
hange.
Re: A Match Made In a University | 1D
En estos días subo mi cap
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
¡Hola, bellezas!
Lamento la tardanza, me quedé sin inspiración por un rato, de cualquier modo, se me complicó un poco el subir el capítulo pero bueh, ya es tarde y muero de sueño, de cualquier modo dejaré la primera parte del cap...
Seguiré editando lo que me falta pero lo más seguro es que lo suba hasta dentro de unas cuantas horas.
Gracias por la paciencia, espero que les guste y que lo disfruten...
Letritas de amor para todaaas!
DGAKJSONFHUNASKDFJPUTILLASHDALALALALALALDHASJKDGHAJKCHÚPENSELALLOLOUNDJKSMOCOLALALDJASIKDHAKSHDSKA
Lamento la tardanza, me quedé sin inspiración por un rato, de cualquier modo, se me complicó un poco el subir el capítulo pero bueh, ya es tarde y muero de sueño, de cualquier modo dejaré la primera parte del cap...
Seguiré editando lo que me falta pero lo más seguro es que lo suba hasta dentro de unas cuantas horas.
Gracias por la paciencia, espero que les guste y que lo disfruten...
Letritas de amor para todaaas!
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Capitulo 21
Ciara Evans
El evento de caridad con los ancianos fue un completo desastre. Adoro a las personas mayores pero algunos tienen unas manías bastante extrañas, puedo rectificarlo después de recibir cinco nalgadas por distintas personas durante las actividades que realizamos.
Presiono el botón de encendido en mi secador de cabello y frente al espejo empiezo a secar mi melena mientras canto Chandelier al compás de la música proveniente de mi teléfono celular.
“Pum, pum pum”
La puerta resuena por encima del ruido que provoca la secadora y la música en mi celular. Revoleo los ojos con fastidio, he tenido bastante estrés y Liam no ayuda en lo absoluto.
- Ya sal de ahí – golpea la puerta una vez más.
Ignoro su pedido y me tomo mi tiempo secando mi cabello y alistándome para ir a clases, cepillo mis dientes y salgo del cuarto de baño. Tiendo mi toalla mojada cerca de la ventana para que seque y me dispongo a guardar mis útiles en mi bolso mientras el idiota toma una ducha.
Antes de salir de la habitación me doy un último vistazo, mi nariz ya no está morada en lo absoluto gracias al cielo, lanzo un besito a mi reflejo, cierro el pequeño estuche, después lo guardo en mi bolso y salgo de ahí.
- ¡Rubia! – giro el rostro para encontrarme con mi rizos. Cierro la puerta y corro a abrazarlo.
- ¿Cómo estás? – pregunto y a continuación caminamos juntos, él me abraza por encima de mis hombros y yo lo tomo por la cintura.
- Mejor ahora que te veo – besa mi frente y seguimos caminando.
- ¿Pasa algo? – damos vuelta por un pasillo para llegar hasta el área de casilleros.
- La misma mierda de siempre – carraspea – Aquella chiquilla me saca de quicio en todo momento.
- No eres el único a quien la flacucha saca de sus casillas – me detengo en seco cuando veo a Savah discutir con Zayn – ¿Qué carajo?
La morena intenta alejarse de él, puedo notar que él quiere tomar su mano y Savah lo aleja muy cabreada. Esto está raro, la he pillado mirándolo y cuando Zayn viene a nuestro tema de conversación la morena le da vuelta al asunto cambiado la conversación de manera abrupta. Creo que ella me oculta cosas y puedo notar a la perfección que ella sufre con eso, no soy estúpida.
- ¿Crees que le haya hecho algo el imbécil ese? – pregunta jalándome para continuar caminando.
- Creo que es algo obvio, Harold – giramos en torno a los casilleros.
- ¡Oh mierda! – revolea los ojos con fastidio y sigo su mirada hasta su hermano quien platica relajado con cara de rata. Mis rasgos se deforman completamente.
- ¿Qué le ocurre a tu hermano? – me detengo en mi casillero para tomar algunos libros.
- Se volvió idiota, eso le pasa – se recarga sobre el casillero vecino al mío y se cruza de brazos.
- Espero que su concentración para el soccer esté intacta, se acerca un partido y no puede ni debe estar tan distraído – niego molesta.
- Más le vale que se concentre en lo que realmente importa – cierro la puerta de metal y continúo caminando a su lado hasta el salón de clases.
La clase transcurre de manera tranquila, observo mi reloj por milésima vez, estoy bastante estresada con el juego y mi escuadra de animadoras imbéciles. La entrenadora me está apretando las bolas, metafóricamente, para que las tenga a todas a raya, sin embargo, es difícil calmar tantas hormonas y estupidez juntas de las idiotas.
8:50 AM
La campana suena como loca y me levanto enseguida para correr al campo a entrenar. Como siempre, soy la primera en llegar.
Hago ejercicios de estiramiento en lo que llegan las demás tontas. Triama se acerca con su bolsa colgando de su brazo derecho, observo mi reloj: 9:20 AM.
- 10 vueltas corriendo al campo – ordeno antes de que ella pueda llegar y dejar sus cosas. Su boca se abre tanto que incluso puedo observar su campana – ¿Estás sorda?
Sigo estirándome cuando la chica empieza a correr. Dos más vienen llegando y ordeno 15 vueltas al campo a cada una, sin objetar obedecen y a continuación me uno a ellas. Cinco vueltas son más que suficiente, conforme van llegando las demás agrego 5 vueltas hasta llegar a 30 para la última que es Lauren.
Empiezo con los splits y squats sin dejar de observar al montón de idiotas que siguen corriendo.
- ¡Me encanta cómo abres esas piernas! – giro el rostro, ha sido Scott, un idiota del equipo de futbol.
- Vete al coño, rubio – revoleo los ojos mientras el imbécil ríe junto a otros imbéciles.
- Ya basta, Scott – giro el rostro una vez más, es Liam quien le ha dicho eso al tarado.
- ¿Qué? ¿Te has puesto celoso? – la soberbia en su tono de voz me provoca agarrarlo de piñata.
- No seas idiota. Simplemente no puedes hablarle a una dama de esa manera – una carcajada mental atraviesa mis pensamientos, él lo ha hecho mil veces.
- Vete a la mierda, Payne – el chico niega de lo más divertido.
- Basta, para de flojos – interviene Styles gracias al cielo – Quiero que ambos hagan 50 lagartijas, a ver si eso les da gracia.
- ¡Qué mierda! – se queja el rubio, en cuanto a Payne, se limita a revolear los ojos y empezar con los ejercicios.
- ¿Todo bien? – se acerca el rizos hacia mí.
- Claro, tan sólo calma a tus perros – revoleo los ojos.
- No escuché lo que te dijeron – entrecierra los ojos.
- Algo sobre mis piernas abiertas – levanto la ceja.
- Esos hijos de perra me las van a pagar – se voltea y les clava una mirada envenenada a ambos.
- Sólo Scott – suelto con amargura. El rizado frente a mí frunce el entrecejo.
- Y de seguro te estás enamorando del otro pelado – se cruza de brazos fingiendo celos.
- Claro, le pediré matrimonio – sonrío tan falsa como él.
- ¡Evans! – es la entrenadora – ¡Deja el coqueteo y ven para acá!
- Te veo en el almuerzo – me alejo de él y camino hasta la castaña.
- ¿Qué ha pasado aquí? – observa a algunas chicas que siguen corriendo.
- Las cité a las 9 de la mañana y llegaron tarde – observo la manera en que corren jadeando.
- Muy bien – las mira de la misma manera – ¿qué hay de Savah?
- Ha tenido algunos problemas – trago en seco sin saber qué más decir.
- Sabes lo que va a pasar, ¿no? – me limito a no responder – Cuando terminen su castigo – señala a las demás – Ensayen las rutinas del juego del jueves. Vuelvo en media hora,
- Está bien – la observo alejarse.
- Y en cuanto llegue Savah mándala conmigo.
¡Qué mierda! La morena viene faltando desde hace más de cinco prácticas. Sobo mis sienes ya estresada mientras observo a las inútiles quienes siguen corriendo; algunas ya terminaron y están echadas como marranas sobre el pasto recuperando el aliento.
- ¡Levántense de ahí y pónganse a estirar, montón de flojas!
Mi voz suena amarga pero autoritaria a la vez, mi día no está comenzando muy bien que digamos. Sigo estirando unos cinco minutos más y después continuo con las piruetas, todo debe ser perfecto para el juego del jueves.
Hacemos las rutinas una y otra vez, es estresante porque no se pueden hacer sin la morena, tengo que colocar a alguien en su lugar por mientras, la rutina cambia y las posiciones igual.
Caída tras caída en las pirámides, esto es jodidamente estresante. Me jalo los cabellos de la desesperación.
- ¡Tú no vas ahí, idiota! – regaño a una castaña – ¿Qué han estado haciendo todos estos putos días? – está brotando la Ciara loca – Dejen de chupar pijas todo el maldito día y pónganse a entrenar, bola de estúpidas. Puedo reemplazarlas en un minuto, si quieren y se creen merecedoras de su puesto, entonces gánenselo.
Me giro hacia la grabadora y repito la música para iniciar nuevamente. Tendré canas de tanto enojarme al finalizar la práctica.
- Todo está mal – escucho a la entrenadora quejarse mientras niega y me pregunto a qué hora llegó – Todas van mal, montón de niñas tontas. ¿Qué has estado haciendo, Ciara? Eres la capitana, estas chiquillas estúpidas están bajo tu mando y no lo están haciendo bien. A ver tú – señala a una – Has la pirueta que intentaste hace un segundo.
La chica lo intenta y cae como res sobre el pasto.
- Eso es – asiente – Ahora hagan la tercera pirámide de la cuarta rutina.
Las manos de las chicas de la base tiemblan como perros chihuahua en el invierno y antes de que la pirámide se desmorone escapo de ahí.
- Es eso – señala con el dedo índice y acto seguido camina de un lado a otro analizándonos – Todas son un costal grande de manteca; les falta concentración y les sobran kilos – siento un balde de agua fría con hielos sobre mí y me es imposible no ver mi barriga – Quiero que entrenen y esos saltos estén perfectos para mañana. Y Ciara – me mira – Mañana las quiero entrenando desde las 7 de la mañana, si llegan dos minutos tarde todas darán cuarenta vueltas corriendo a todo el campo, ¿me entendiste? – asiento – Y por favor avísale a Savah que así como no se dignó a presentarse el día de hoy a la práctica, no se presente ni los días que siguen ni en el juego.
- Sí, entrenadora – trago seco para que la ira acumulada en mi garganta pase a mi estómago.
- Bien, vayan a hidratarse y por favor piensen muy bien en lo que van a comer – se aleja no sin antes echarnos una mirada envenenada – Mañana las quiero con al menos medio kilo menos.
- ¿Cómo se supone que hagamos eso? – se queja una de las chicas mientras las demás le acompañan.
- La entrenadora pide imposibles – niega otra.
- Si supieran lo que están haciendo nada de esto pasaría – camino hasta mi bolsa – Deberían a empezar a deshacerse de su idiotez, creo que es lo que les proporciona kilos de más.
Me alejo de ahí y me apresuro hasta entrar a las duchas, estoy tan sudada que mi ropa se pega a mi cuerpo y es un asco. Tomo una ducha rápida y me visto con otro uniforme que guardé previamente en mi bolsa. Salgo de ahí y me coloco frente al espejo, conecto mi secador de cabello y empiezo a secar mi melena hasta dejarla sólo húmeda, guardo todo y me encamino corriendo a mi casillero, dejo ahí lo que no necesitaré y acto seguido me encamino hacia la cafetería.
Camino a grandes zancadas hasta llegar a la máquina de bebidas, busco el agua embotellada y antes de que pueda introducir el billete alguien se me adelanta, lo observo de mala gana y él me dedica una tierna sonrisa.
- ¿Qué se te ofrece, Edward? – digo seca, lo que pasó hace rato me ayuda a que mi voz suene amargada. Se inclina para tomar la lata de soda dietética y me la ofrece.
- Es mi ofrenda de paz – la observo un segundo y niego riendo. Introduzco el billete y presiono el botón para obtener una botella de un litro de agua.
- Eso es nada, no cambia nada – niego nuevamente. Me inclino por la botella y me retiro de ahí hasta la mesa de siempre.
- ¡Rubia! – saluda Niall con una enorme sonrisa.
- ¿Qué hay, rubio? – busco a mi amiga con la mirada pero no se encuentra ahí – ¿Dónde se encuentra Savah? – frunzo el entrecejo.
- No ha venido – habla un guapo de ojos azules.
- ¡Qué sorpresa! – me acerco y le planto un beso en la mejilla – Tenías mucho tiempo sin almorzar con nosotros, Louis – tomo asiento a un lado de él.
- El drama no es mucho lo mío, Ciara – me ofrece el trozo de pollo que ha pinchado con su tenedor y niego.
- ¿No comerás? – pregunta Harold tomando asiento a mi izquierda.
- Comí unas barras energéticas durante la práctica – mentí, a continuación doy un gran sorbo de agua.
- ¿Estás a dieta? – pregunta ahora Louis.
- Uhmm… no – echo un vistazo a la mesa frente a nosotros, Liam platica de manera amena con Carty y Edward con cara de rata mientras Zayn se limita a comer su hamburguesa sin prestarles atención.
- ¿Entonces? – indaga el castaño.
- Estoy algo llena, quizás más al rato venga por algo de comer – le sonrío – No te preocupes.
- No sé cómo lo hacen las chicas – se queja el rubio, da un sobro de Coca-Cola y continua hablando – Yo no podría ni saltarme una comida.
- Eso es, mi querido amigo, porque eres un muerto de hambre – Styles le lanza una servilleta.
- ¿Por qué Edward está con cara de rata? – pregunto cortando de tajo el tema de la comida.
- ¿Con quién? – suelta una risa Louis.
- Con cara de rata – respondo obvia y el chico entrecierra los ojos como sin entender un poco de quién estoy hablando – Ella – señalo a la rara frente a mí quien se da cuenta y simplemente baja la mirada y disimula tomando de su botella de agua.
- Se llama Olivia – el chico me explica tranquilo – Es agradable.
Styles, Horan y yo volteamos a verlo como si fuese el mismísimo ET.
- ¿Qué? – pregunta confundido y sin gota alguna de sarcasmo en su tono de voz.
- Nada, amigo – niega Styles.
- ¿Alguien sabe algo de Savah? – cambio una vez más el tema.
- La vi cuando te acompañé esta mañana, de ahí en más, no sé nada – da una gran mordida a su hamburguesa.
- ¿Tú, Niall? – el chico me mira sin dejar de comer y levanta sus hombros dándome a entender que no sabe nada.
- Tampoco sé nada, linda – interviene Louis antes de que yo diga algo – Pero si la veo le diré que se comunique contigo. Tengo que irme.
Se levanta con su bandeja y se va.
- Tanto tiempo sin verlo y cuando aparece sólo como y se va – fijo la mirada en las letras blancas de la lata del rubio.
- Así es Louis – me explica Harry – No debería sorprenderte.
- Como sea – me levanto – Yo también me voy, buscaré a Savah.
Beso las mejillas de ambos y me encamino a la salida pero antes de salir tomo otra botella de agua, me termino la que había comprado antes y dejo la botella vacía en el bote de basura.
Camino de un lado a otro buscado a la morena pero ésta parece haber desaparecido de la faz de la Tierra. Voy a mi casillero por mi bolsa y de ahí me dirijo hacia mi habitación…
- ¡Fíjate por dónde caminas, tarada! – al mirarla Carty abre los ojos tanto que creo que sus globos oculares van a explotar.
- No sabes cómo lo siento – se agacha por mi bolsa y la estira hacia mí.
- Una pensaría que después de tantas veces que has topado conmigo ya estarías menos idiota pero parece que no – le arrebato el bolso de mala gana y me dispongo a caminar, sin embargo un pensamiento me hace detener en seco y girarme de inmediato - ¡Oye! – digo antes de que pueda avanzar, la chica se detiene me observa con miedo.
- ¿Sí? – su voz tiembla y se aclara la garganta.
- ¿Has visto a Savah? – la miro con esperanza.
- Uhmm… la vi esta mañana en la clase de Literatura – empieza a jugar con sus manos – Pero en cuanto la clase terminó se fue casi corriendo.
- Si la ves… – dudo un segundo pero me trago mi orgullo y continuo – Por favor dile que la estoy buscando.
- Está bien… lo haré – me mira extrañada.
- Bien – sigo mi camino hasta llegar a mi dormitorio.
Introduzco la llave y cuando abro la puerta ahí dentro se encuentran Payne y Malik platicando. Mi repentina llegada no causa impresión en ellos ya que me miran un segundo y al otro siguen en su plática. A regañadientes me encamino hacia el baño y de la bolsa coloco mi ropa sucia en el cesto para lavarla lo antes posible, acto seguido la tiro a un lado del cesto. Salgo y siguen los dos idiotas ahí.
- ¿Han visto a Savah? – pregunto cruzándome de brazos.
- Esta mañana – responde Liam concentrándose en mí, dirijo una mirada de “sé que hiciste algo” a Zayn quien me mira y después dirige la mirada al piso.
- ¿Qué hay de ti? – me acerco y lo miro fijamente.
- No la veo desde la mañana – posa su mirada color ámbar en mí nuevamente.
- ¿Qué le hiciste? – se tensa y ahora Liam también lo mira a él.
- No sé a qué te refieres – revolea los ojos con fastidio.
- Sé que le hiciste algo – lo señalo – Y no exactamente algo reciente.
- Ciara… – lo interrumpo.
- Si le pasa algo, yo misma te castraré – intento guardar la compostura hasta el momento en que el chico hace un gesto imitándome, no puedo evitar explotar en un segundo y me lanzo sobre él pero Liam me detiene.
- ¡Tranquilízate! – me gira hacia él – Zayn no le hizo nada a Savah, ¿cierto? – lo mira, imito su acción y el moreno niega sin dejar de mirar el piso – ¿Zayn?
- Yo… – piensa unos segundos y a continuación se pasa la mano por el cabello con frustración – Discutimos en la mañana.
- ¡Qué mierda! – lo empujo y antes de poder hacerle algo más Liam me abraza impidiéndome moverme – Sabía que algo le habías hecho, te arrancaré ese copete de burro que te cargas.
- ¡Ya basta, Ciara! – me agita el castaño.
- ¡Tú no me toques, imbécil! – me suelto de su agarre y me encamino hacia la puerta – ¡Estás advertido, copetudo! – lo señalo deseando que de mi dedo salga un rayo láser – Y tú, no te atrevas a tocarme nuevamente.
Abro la puerta y la cierro con todas mis fuerzas, me retiro de ahí no sin antes escuchar un “está completamente desquiciada” por parte de alguno de los idiotas dentro.
• • •
Estoy muerta, casi literal.
Escucho a las tontas quejarse a grito abierto, tan sólo cierro los ojos mientras permanezco acostada sobre el pasto para no imitarlas y que la entrenadora me corra del equipo; tres horas de práctica sin descanso. Me siento mientras observo el campo por un minuto, los chicos del fútbol americano se fueron hace un poco más de una hora, necesito descansar y beber agua.
Invierto todo mi esfuerzo en levantarme, mis piernas tiemblan tanto que creo que en cualquier momento me caeré de sentón. Voy hasta las duchas y me ducho en menos de cinco minutos, me visto con un uniforme limpio y ni siquiera me doy a la tarea de secar mi cabello, simplemente me emprendo camino con todo y bolsa hacia la cafetería. Al entrar, el olor a pizza inunda al instante mis fosas nasales, incluso se me hace agua la boca.
Camino hacia las bebidas y compro una botella grande de agua, después de dirijo hacia la mesa y antes de llegar me percato que mi morena amiga se encuentra ahí.
- ¿Dónde has estado? – pregunto antes de tomar asiento.
- Hola, amiga. Yo también te quiero – dice con sarcasmo y acto seguido muerde su rebanada de pizza. Trago en seco para evitar que la saliva caiga de mi boca.
- La entrenadora no te quiere en el partido – suelto sin tapujos y luego doy un sorbo de agua – Hablaré bien con ella y…
- Déjalo así – me interrumpe – No volveré a esa mierda.
- ¿Qué? – intento asimilar lo que dice la morena pero le falta azúcar a mi cuerpo parece impedírmelo.
- Eso que escuchas, rubia. No regresaré, al menos no por ahora – me mira un segundo – Ven aquí – me abraza y besa mi mejilla – Te extrañé.
- Yo también – regreso el abrazo – Estaba muy preocupada por ti, ni siquiera molesté a las bobas – Savah suelta una carcajada mientras mira a Carty y cara de rata.
- Apuesto que fue insoportable – muerde una vez más y alejo la mirada antes de que se la quite y me atragante – Carter me dijo esta mañana que estabas buscándome, qué pelotas de esa perdedora para atreverse a hablarme... No puedo creer que le hayas pedido que me diera el mensaje – suelta otra carcajada.
- No te rías, tonta – la observo sorprendida – Estaba muy preocupada por ti.
- Créeme… lo noté –niega – ¿No vas a comer?
- No – más agua – Estoy comiendo unas barras energéticas que…
- Eso dijiste ayer – interrumpe Niall mirándome con los ojos entrecerrados.
- Claro porque no son sólo de un día, bobo – revoleo los ojos.
- No debes dejar de comer para los partidos, Ciara – ahora Louis mete su cuchara.
- ¿Y tú a qué hora llegaste? – pregunto un tanto exasperada.
- ¿Quieres que te traiga algo? – se ofrece Harry.
- No, estoy bien – sobo mis sienes.
- Cia… – observo a la morena.
- ¡Que estoy bien! – golpeo la mesa y me levanto – Dios…
Camino a grandes zancadas hacia mi dormitorio, estoy bien, son sólo unos días. Me siento sobre la cama a terminar el agua que estaba bebiendo previamente, observo el reloj, en diez minutos debo estar en clase. Lanzo mis cosas sobre la cama y me detengo a observar por un pequeño lapso de tiempo mi celular, corro hasta él y de mis contactos marco un número. Timbra una… dos… tres… hasta que manda a buzón. Vuelvo a marcar nuevamente y sucede lo mismo pero no me doy por vencida, imito la acción unas seis veces más hasta que por fin alguien responde del otro lado de la línea…
- ¡Ciara, no es un buen momento! – su voz suena irritada y mi corazón se arruga ante ese tono.
- Perdón, no creí que fuera a molestarte – me disculpo encogiéndome de hombros.
- Llámame en otro momento – carraspea – Y por favor revisa la diferencia de horario. Hasta luego…
Qué carajo le pasa a esta mujer, tengo ocho meses sin verla y cuando la llamo no me contesta o siempre la interrumpo. Me recuesto sobre mi cama y cierro los ojos sólo unos segundos cuando la puerta se abre, el rechinido de la madera me hace voltear a ver quién está entrando.
- Hola – saluda entrando por completo, me vuelvo a recostar mientras revoleo los ojos – Dejaste esto en la cafetería – levanto la vista, ha traído mi mochila.
- Déjala por ahí – señalo cualquier sitio.
- ¿Te encuentras bien? – se sienta sobre su cama.
- Sí – suspiro y me siento también.
- ¿Comiste algo? – revoleo los ojos nuevamente, últimamente lo hago demasiado.
- ¡Oh por Dios! – me levanto, tomo mis cosas y salgo de ahí hacia mi próxima clase.
• • •
Historia del deporte… no diría que es mi materia favorita, la voz del profesor es tan suave que me provoca sueño y estoy tan cansada que comienzo a escucharlo de lejos. El “Ring” de la campana me trae devuelta a la realidad, mis clases del día han terminado y ahora me esperan cinco horas más de práctica.
Me encamino a una fuente de sodas en busca de una botella de agua. Coloco el billete y presiono el botón…
- Oye… – la enfadosa voz de Payne me hace maldecir.
- ¿Qué quieres? – pregunto irritada sin mirarlo, me inclino por mi botella de agua y empiezo a caminar, de reojo puedo distinguir que me sigue.
- Tenemos terapia de pareja el día de hoy – revoleo los ojos – Y yo… espero que puedas acompañarme esta vez.
- Eso es imposible – niego soltando unas cuantas risitas.
- ¿Qué? Nunca puedes – puedo notar que la molestia en su voz.
- Tengo práctica hasta las siete de la noche – explico sin detenerme.
- Ciara – me toma de los hombros y me hace verlo directamente a los ojos – Tienes que parar esto, Stella te va a reportar, no has asistido más que una sola vez a terapia de pareja conmigo.
- Eso es porque me importa un carajo – quito sus manos y continuo mi camino – Dile a Marcie y de paso a Stella que tengo práctica…
No me doy cuenta en qué momento deja de seguirme. Una vez en el campo comienzo a estirar nuevamente y que la función siga.
• • •
- Estuve esperándote para comer juntas – mi hermosa amiga acaricia mi cabello mientras me hace compañía.
- Lo siento – me excuso – Estaba practicando – la abrazo.
- Cia, ¿te das cuenta que si alguien entra nos juzgará de marimachas? – dice entre risas provocándolas en mí también por el cambio tan repentino de tema.
- No me importa, estoy cansada y necesito que me apapaches – la abrazo más fuerte mientras subo mi pierna en su cuerpo.
- Eres una mamita – reímos.
- Tú eres la mamita – le doy una nalgada y después me alejo un poco para poder verla – ¿Cómo te fue en la terapia de pareja?
- Es la primera vez que voy por mi voluntad y el pendejo de Malik no se dignó a asistir – la miro con bastante sorpresa.
- No me jodas, ¿de verdad? – me recuesto bocabajo sin dejar de mirarla.
- Se ganó un reporte – sonríe con satisfacción – Por cierto, dos chicas más están en nuestro grupo de terapia.
- ¡Qué carajo! – niego – ¿Qué hay de Jenny y la otra rara?
- No tengo idea, creo que el marimacho se cambió de escuela y la otra murió… o algo por el estilo, sabes que no estoy pendiente de la vida de los demás– se encoje de hombros desinteresada.
- ¿Por qué no estuviste todo el día ayer? – la observo tensarse mientras me levanto por una botella de agua en mi mini nevera.
- No me sentía muy bien – se excusa sentándose sobre la cama.
- Sé que pasó algo con Malik – me siento frente a ella – Y no exactamente aquí, me refiero a Bradford.
- Cia… – la interrumpo.
- No es necesario que lo niegues, Malik ya me lo confirmó – la chica se tensa aún más y revolea los ojos con bastante irritación pero tomo su mano para tranquilizarla un poco – Sé que te lo has estado guardando y por eso estás así – mi amiga mira hacia abajo y suspira, es una de las pocas veces que comienzo a verla vulnerable – Pero no te obligaré a contarme, ya llegará el día en que confíes en mí.
- Eso me suena a chantaje – arruga la nariz.
- En cierta parte lo es – revolea los ojos, toma un cojín y me lo lanza – Esperaré paciente a que mi persona favorita me tenga la confianza para contarme sus problemas sin creer que los divulgaré por Facebook o Twitter.
- Eres toda una mamita sensiblona – finge limpiar una lágrima – Ten la seguridad de que lo haré – se levanta – Pero no ahora porque debo ir a mi habitación a fingir que duermo antes de que Malik llegue.
- Claro, amiga. Ve y sé una cobarde, te amo – le lanzo un beso, la morocha saca su dedo medio y justo cuando abre la puerta aparece Payne.
- Te quiero – sale de ahí.
Lo sigo con la mirada, se acerca a su cama y se quita la sudadera, la dobla y a continuación se encamina a su clóset, de ahí toma una toalla y antes de entrar al cuarto de baño camina hacia su buró.
- No te vi en la cena – dice sin mirarme, y sin esperar respuesta camina hacia el baño.
Tan sólo escucho el agua de la regadera caer, acomodo las almohadas en mi espalda y me recargo en la cabecera de la cama, del cajón de mi buró a mi izquierda tomo un libro: “Antes de que mate” de Blake Pierce y continúo la lectura en la página que me quedé.
Mis ojos están pesados y se cierran de tanto en tanto, escucho los pasos de Liam y sin voltear a verlo cierro el libro y lo guardo una vez más dentro del buró.
- Marcie dijo que tienes un reporte más – se sacude el cabello y me doy una bofetada mental al pensar que luce condenadamente sexy.
- Sí, bueno, eso ya lo sabía – acomodo las almohadas y me recuesto.
- ¿No tienes hambre? – ya estoy fastidiada con las preguntas sobre el hambre, apuesto a que sabe que sí pero aun así no deja de joder.
- No – cubro mi rostro con mis brazos – Ahora sólo quiero dormir.
- Puedo traerte algo si quieres – se ofrece, me quito los brazos de encima y lo observo, me mira fijamente con una mirada relajada.
- No, gracias – me acomodo dándole la espalda – Sólo quiero dormir, buenas noches.
- Buenas noches – dice resignado, lo escucho suspirar y no pasa ni un minuto cuando me pierdo en el mundo de los sueños.
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Capitulo 21 |Parte 2|
Ciara Evans
La alarma de mi celular suena como loca, me hace levantar de un salto y sin darme cuenta suelto un grito del susto, por consiguiente, Liam se despierta de la misma manera. Busca por todos lados con la mirada quién sabe qué cosa hasta que me mira agitado. No puedo evitar reírme de su expresión, el chico simplemente cierra un segundo los ojos y después me mira de mala gana.
- ¿Estás loca o qué carajo te pasa? – se tira sobre la cama una vez más y se cubre la cabeza con una almohada – Aún me faltaban como cuarenta minutos de sueño.
- No seas una niñita – apago la alarma y me levanto para caminar hacia mi clóset, tomo un uniforme y me dirijo al baño a cambiarme.
- ¡Y ni siquiera te dignas a disculparte! – habla lo suficientemente fuerte para que yo pueda escucharlo pero lo ignoro sin dejar de reír. Una vez que estoy lista salgo y me encamino hacia mi bolso, guardo lo necesario para la práctica y me encamino a la puerta.
- ¿No irás a clases hoy? – pregunta Payne haciéndome girar hacia él.
- Tengo práctica – se sienta un tanto alarmado.
- ¿No crees que han estado practicando mucho? – levanta la ceja.
- No lo suficiente – tomo la manija de la puerta y la giro.
- ¿Qué hay de las faltas? – lo miro nuevamente.
- Todo estará justificado – estoy a punto de salir cuando su odiosa voz continua hablando.
- Pero si apenas van a ser las siete de la mañana – observa el reloj en su buró.
- ¿Y eso qué? – revoleo los ojos – Debo irme, me harás llegar tarde.
Abre la boca para seguir pero no tengo tiempo para su charla, salgo y a grandes zancadas camino hacia el campo de fútbol, el sol apenas está comenzando a asomar sus rayos pero el lugar está iluminado con faros de luces.
Dejo mi bolsa en el piso y comienzo a estirar antes de trotar. De verdad creo que nadie está tomando esto con seriedad; tres chicas llegan a los cinco minutos, por lo tanto se ganan cinco vueltas de más, y así con las que van llegando, tres vueltas por cada minuto tarde.
Piruetas, bailes, pompones, más piruetas, splits, squats, más baile, movimiento de caderas, movimiento de piernas y manos, porras…
Mierda, estoy más que cansada, sin contar que estamos bajo el sol y me estoy rostizando. Observo a las chicas quejarse y sin decir nada me alejo de ahí directo a las duchas, me baño rápido y me visto de igual manera, seco mi cabello hasta dejarlo húmero y me encamino a la cafetería sintiendo latir muy rápido mi corazón y escuchando un zumbido en mis oídos. Localizo la mesa en la que mis amigos se encuentran sentados y antes de dirigirme hacia allá voy a las bebidas, observo unos segundos el agua embotellada y me siento tan aturdida que debo recargarme en la máquina para no tambalear.
Me tomo un minuto de mi tiempo para pensar y cambiar de opinión, introduzco el billete y oprimo el botón; al instante una lata de soda dietética cae y me inclino para tomarla.
Tomo un fuerte suspiro antes de caminar, cuando llego dejo caer mi bolsa y me siento.
- ¿Estás bien? – a mi lado Savah me mira extrañada.
- Muy cansada – giro mi cabeza hasta que mi cuello truena.
- Se te ve a leguas – da un sorbo de su soda – Traje un popote extra – quita la envoltura, destapa mi soda y mete el popote.
- Gracias, cariño – beso su mejilla y ella sonríe de manera exagerada haciéndome soltar una risita.
- ¡Estás roja! – anuncia el rubio llegando – Pareces una hormiga.
- O un jitomate – agrega Louis sonriendo.
- Tú pareces un idiota y nadie dice nada – revoleo los ojos y Horan y Styles sueltan una carcajada.
- ¡Wow! Hermosa, ¿estás molesta? – pregunta el chico mientras bebo mi refresco – Tú nunca te expresas de esa forma.
- Estoy cansada, Louis. Además el sol me pone de mal genio – me excuso.
- El sol pone de genio a todo el mundo – interviene Edward llegando a la mesa.
- ¡Miren eso! – se levanta Savah y lo apunta fingiendo sorpresa – Edward nos acompaña el día de hoy – la chica hace una reverencia y le importa un carajo cuando las personas a su alrededor la miran de manera extraña, una extraña combinación entre sorpresa, miedo y burla.
- Que milagro, hermano – observo a Harry introducir un poco de pasta a su boca y tengo que desviar la mirada para que no se me antoje más.
Ellos se enfrascan en una charla acerca de la repentina decisión de Edward por almorzar en esta mesa y no con cara de rata y sus amigos, además de que Louis últimamente nos está visitando mucho cuando antes se limitaba a saludarnos e irse a quien sabe dónde. Quizá simplemente evitaba a Cassie y ahora que se murió o se fue, o quien sabe, se siente libre de poder permanecer un rato en la cafetería.
Mi mirada se posa en mi lata de soda, es color plata con blanco y rojo, no diría que son mis colores favoritos pero es mejor ver esto que la comida a mi alrededor, bastante tengo con inhalar el aroma y que se me haga agua la boca. Es miércoles, un día más y todo mejorará.
- ¿No es así, Ciara? – pregunta Savah y la miro sin entender.
- ¿Qué? – me encojo de hombros cuando todos me observan raro.
- Que Edward se está enamorando de Elvia – frunzo el entrecejo.
- Su nombre es Olivia, pedazo de animal – revolea los ojos el rizado y acto seguido le da un zape al rubio, sin embargo no deja de sonreír – Y no, no estoy enamorado de ella. Simplemente quiero una buena calificación.
- Seguro, una buena calificación y meter tu pija en ese cuerpo de espagueti escurrido – dice Savah y al instante todos, excepto Edward, explotan a carcajadas.
- Debo irme – suspiro para alejar el zumbido de mis oídos.
- ¿Sucede algo? – ahora es Harry quien pregunta un tanto distraído por el comentario de Savah.
- Voy a alistarme para las clases – me levanto y tomo la bolsa – Tengo práctica después de la escuela.
- Te van a dejar con cuerpo de la cara de rata por tanto ejercicio, Cia – me mira Savah haciendo gestos.
- Sólo es esta semana – me encojo de hombros y salgo de ahí sin voltear a ver a nadie.
En el camino mi bolsa se me resbala unas cinco veces, da igual, la vuelvo a levantar y sigo mi rumbo hacia mi dormitorio. Cuando llego me siento sobre la cama a terminarme la soda cuando mi celular empieza a vibrar como loco, revoleo los ojos al ver quién llama.
- ¿Qué? – respondo de mala gana.
- ¿Cuál ‘qué’, chiquilla? – regaña mi papá.
- Estoy por ocuparme – suspiro con pesadez.
- Te escucho cansada – puedo imaginarlo rascando su barbilla.
- Papi, estoy por entrar a clases, dime qué pasa – me recargo en la cabecera de la cama.
- Olvídalo, cariño. Si estás ocupada te puedo llamar en otra ocasión – suelta una risita que me hace molestar.
- Okay – cuelgo el teléfono y lo lanzo sobre la cama.
Continúo bebiendo mi soda hasta terminármela, acto seguido me levanto y guardo unos cuadernos en mi bolso para irme. Observo mi celular sobre la cama y el rechinido de la madera de la puerta me hace girar a ver quién se encuentra entrando. Es Liam Payne, qué sorpresa.
- Hola – saluda, lo miro extrañada por su repentina tolerancia hacia mí.
- ¿Qué se te ofrece? – me pongo el bolso y tomo mi celular.
- Te traje unas galletas – puedo notar su incomodidad.
- Odio las galletas – hago un gesto y me dispongo a salir pero él me detiene.
- Te he visto comerte dos paquetes de galletas en cinco minutos, no me mientes – abro la boca, cómo se atreve a decirme glotona de manera indirecta.
- No las quiero – alejo su mano pero sostiene mi brazo para que lo mire.
- Te vas a desmayar en cualquier momento y aunque no lo creas me preocupa que vayas a caerte en algún lugar que nadie te vea y te golpees esa cabezota – lo miro de mala gana.
- Que te den, Liam – me suelto y salgo por fin.
Camino a grandes zancadas hasta llegar a mi clase, me siento y suspiro sintiendo el azúcar del refresco hacer efecto en mí, eso es genial porque tengo cuatro horas de clases y otras cuatro de práctica.
• • •
Camino arrastrando los pies hasta llegar a mi dormitorio, una vez que estoy frente a la puerta escucho las risas provenientes del cuarto. Revoleo los ojos, estoy muerta pero siempre tengo energías para joder a Liam y a sus amigos.
Giro la manija y me adentro a la habitación, ahí se encuentra la pandilla nerd, le doy una mala mirada a Payne y me encamino por una toalla y ropa para dormir. Entro al baño y puedo jurar que llevo unos veinte minutos y todavía escucho las risas. Cierro las llaves de agua y salgo, me visto y me dispongo a cepillar mis dientes y secar mi cabello. Eso toma unos quince minutos más de tiempo.
Salgo del cuarto de baño y cuelgo mi toalla en mi clóset para que se seque, me lanzo sobre mi cama y pongo a cargar mi celular.
- ¿Gustas palomitas? – ofrece con voz amable y temblorosa Carty. Aún sobre mi cama le echo una mirada de pocos amigos antes de responder.
- No, ya me cepillé los dientes – un silencio incómodo, no para mí, se hace presente en lo que quito las cobijas para acostarme.
Me acomodo de lado para observarlos a todos como si los incitara a que ya se fueran. Estoy rendida y ni la luz, ni sus presencias, me dejan dormir.
- Es hora de irnos – anuncia cara de rata observando su celular. Es Zayn quien se levanta primero.
- Los veo en el almuerzo – se despide saliendo de la habitación.
- Hasta luego – responden los tres, revoleo los ojos y los cierro rogando para que ya se larguen de una vez por todas.
Escucho sus pisadas y que comienzan a hablar más tenue para no molestarme. No logran mucho, estoy que hiervo por dentro desde hace días. Una vez que Payne se despide lo escucho caminar y sentarse sobre su cama.
- No te vi ni en la comida ni en la cena – puedo sentir cómo tiene clavada su mirada sobre mí.
- ¿Ahora me vigilas? – suspiro y me giro para darle la espalda.
- Creo que eso es obvio – me giro a mirarlo y lo observo fijamente.
- No comenzarás a obsesionarte conmigo nuevamente, ¿o sí? – levanto la ceja de manera cínica.
- Ni loco – sonríe mientras me mira con su típica expresión de “no me jodas” – Simplemente me estoy dando cuenta de tus desórdenes alimenticios, anoréxica – al instante mi sonrisa se borra y vuelvo a recostarme justo como estaba hace dos minutos, es un tonto, está mal interpretando todo.
- Vete a la mierda, Payne – digo de mala gana.
- ¿A dónde se están yendo tus modales, señorita perfección? – suelta una carcajada.
- Que te den – me quejo.
- “Vete a la mierda” y “Que te den” se han convertido en tus frases favoritas últimamente lanzando toda tu perfecta reputación al carajo – toma una almohada y la abraza concentrándose más en mí, como si lo estuviese disfrutando.
- Déjame en paz, bruto animal – le clavo una mirada tan envenenada que seguro si estuviera viendo a Blanca Nieves no necesitaría morder la manzana para estirar la pata.
- Deberías agradecer que al menos yo me percato de lo que te pasa – su tono ahora es tan serio que me marean tantos cambios de comportamiento.
- Tu odiosa voz no me deja dormir – me acomodo – Ya cállate.
El chico no responde absolutamente nada y yo no tardo mucho en quedarme dormida.
La alarma suena como loca una vez más pero ahora tan sólo brinqué yo antes de apagarla. Tallo mis ojos y antes de levantarme le echo un vistazo a Liam, se ve tan tierno y angelical dormido, nadie pensaría que despierto es como el mismo Lucifer.
Me levanto y tomo mi uniforme para cambiarme, me hago una coleta alta y antes de salir cepillo mis dientes. Regreso por mi bolsa y mi celular, faltan cinco minutos para las siente. Me dirijo hacia la puerta casi corriendo pero antes de salir una sonrisita traviesa ilumina mi rostro.
• • •
Estoy concentrada observando a las inútiles, intento cubrir mi rostro del sol con mi mano pero es tan intenso que puedo sentir las gotas de sudor resbalando por mis sienes. Creo que Inglaterra está sufriendo un terrible, ilógico y ridículo cambio climático.
- ¡Hey! – me giro al instante, Liam se acerca hacia mí hecho una fiera.
- Hola, esposo amado – sonrío de manera hipócrita.
- No me vengas con pendejadas – suelto una risa ante repentina respuesta – Apagaste mi alarma.
- Es que te vi tan cansado, amor – hago un puchero, el chico entrecierra los ojos y seguramente está maldiciendo en sus adentros – Me preocupo por ti.
- ¡Oh vamos! Sé lo que intentas hacer, Ciara – se acerca más – Eres una mal agradecida, es por esto que todos simplemente quieren cojerte y no algo serio contigo.
- Creo que te estás saliendo del tema – coloco mis manos en mis caderas sin dejar de observarlo profundamente.
- No vuelvo a meterme en tus asuntos, si te gusta morirte de hambre es tu maldito problema – mira hacia otro lado bastante molesto, diría que incluso está más rojo de lo que ya estaba a causa del sol.
- Vete a la mierda, Payne – no le quito la mirada de encima y el castaño clava su mirada café en mi con desprecio una vez más.
- Que te den, Ciara – se aleja molesto, incluso tira su casco, con impresionante fuerza, debo agregar.
- Adoro esa expresión – se acerca mi rizos junto a Horan, ambo sin dejar de reír mientras observan a Liam.
- Sí, como sea – me encojo de hombros, no es que mi ánimo sea el mejor.
- ¿Te veré en el almuerzo? – pregunta dirigiendo su mirada verde hacia mí.
- Sí
Lanzo un beso en el aire a cada uno y me alejo sin decir nada más a continuar con la práctica, todo debe estar perfecto para el juego contra Oxford.
De tanto en tanto echo un vistazo hacia Liam, su expresión es la misma. No es como si las cosas hubiesen cambiado sólo por su repentino interés hacia mí. Me da igual.
Una vez que la práctica ha terminado me obligo a caminar hasta las duchas; una ducha rápida, vestirme, secar mi cabello y salir de ahí arrastrando mi espíritu hasta la cafetería.
- Vamos, sólo este día.
Me doy ánimos una vez frente a la máquina de bebidas, introduzco el billete y me inclino para tomar mi agua embotellada.
- ¿Qué hay rubia? – saluda Niall cuando voy llegando a la mesa.
- ¿Hoy no nos engalana con su presencia Tomlinson? – pregunto después de besar al rubio en la mejilla.
- Ha de estar muy ocupado huyendo de su nueva esposa – dice Harry levantando una ceja divertido.
- ¿Qué hay? – llega Edward saludando junto a Savah, puedo notar la mirada en dirección a la mesa de la pandilla nerd y me provoca náuseas.
- Alguien por favor ciérrele el pico – implora la chica revoleando los ojos con notable fastidio.
- ¿Por qué? – pregunta el ruloso ofendido – Es verdad, el fútbol americano es algo de los Estados Unidos. Deberían emocionarse más por el sóccer.
- Sólo lo dices porque juegas en el equipo – Styles le arroja en la cara la tapa de su agua embotellada.
- Yo sólo digo – se encoje de hombros.
- No deberías de decir nada, tonto – la morena niega en desaprobación.
- Lo dices porque irás a verle el trasero a Malik – Horan y Styles la miran con expresión de pocos amigos, la chica parece atragantarse con su propia saliva y después de carraspear parece prepararse para hablar.
- ¿Cómo van las barras energéticas? – pregunta Savah sacando en tema a flote para que olviden que su mirada traviesa se queda clavada en el culo de Zayn, lo que mis amigos presentes parecen ignorar es que en realidad su vista se clava en todos los culos masculinos de esta institución. La miro de mala gana y me lanza un besito.
- ¿Qué barras? – pregunta Edward interesado en el tema.
- Unas que está comiendo Ciara para el partido – ahora el metiche de Horan.
- Barras “especiales” – ahora Harry, incluso hace las comillas y le lanza una mirada a su hermano quien comprende a la perfección que esas barras en realidad son imaginarias. El chico niega mientras pincha algo de lasaña con su tenedor y me mira, acto seguido introduce lentamente la comida en su boca y mastica de manera sensual, según él, obviamente antojándome lo que come.
- Adoro cuando sirven lasaña – me sonríe.
- Que te den, Edward – cierro los ojos y suspiro mientras calmo mi apetito. Quito la tapa de mi botella de agua y bebo rápidamente para que mi estómago quede lleno de líquido.
- Apuesto a que quiere que cara de rata le dé ese cuerpecito de espagueti escurrido – interviene Savah. El castaño la mira de mala gana mientras Harry y Niall sueltan una fuerte carcajada.
- Ya fue el mucho de ese tema, Savah – revolea los ojos.
- ¿Me equivoco? – pregunta ofendida, el chico se queda sin palabras.
- Me decepcionas, hermano. Que poco ambicionas – niega Harry sin dejar de verlo.
- ¡Oh Dios! Vete al carajo, Harold – se levanta con su bandeja de comida y se aleja molesto y ofendido.
- Provecho, hermano – sonríe satisfecho a mi lado mientras levanta la mano para despedirse de su gemelo.
- ¿Cómo va todo para el partido? – pregunta Savah aparentemente interesada sabiendo que Harry y Niall son tan tontos que ya han olvidado el tema de las nalgas de Malik y no le recriminarán nada, sin embargo, agradezco que cambie el tema.
- Estamos preparados – habla primero Horan.
- Así es – ahora Styles.
- ¿Qué hay de las robots bailarinas? ¿Siguen siendo torturadas? – me mira.
- Algo así – suspiro y me levanto – Debo irme. Los veo al rato.
Tomo mi bolsa y me encamino a la salida, sin pensarlo mi mirada viaja hasta Payne, él me mira y levanta su plato ofreciéndome comida, levanto la mano y niego. Creí que ya no iba a preocuparse por mí.
Llego hasta mi dormitorio y dejo la bolsa ahí, tomo mis cuadernos y mientras los guardo dentro de mi bolso mi celular empieza a sonar. Revoleo los ojos e ignoro la llamada; una vez que la llamada se ha cortado, de inmediato empieza a sonar otra vez y así como por nueve veces más. No tengo tiempo para hablar en este momento.
Me encamino hacia la puerta y de ahí a mi salón de clases.
Cuando el colegio termina, me encamino hacia la reunión con las porristas antes del partido. Entro a la ducha y al salir me visto con uno de los uniformes de gala para los partidos; el del día de hoy es azul marino, azul cielo y plata, y algo que me encanta, cuello y magas largas.
- Bien, chicas. Recuerden que se han matado, en casi todos los sentidos, para esto. Vamos a darle duro y esos “perros elegantes” – hace las comillas – de Oxford nos besarán el trasero a los de Cambridge una vez más. Hidrátense y preparen sus pompones, en veinte minutos salimos.
Estoy muy emocionada, sin embargo no dejo de sentirme aturdida por la falta de azúcar. Corro hacia una máquina de sodas y compro una Coca-Cola normal, esto será suficiente para el partido de hoy.
No tardo ni diez minutos en acabármela, continúo estirándome un momento más y cuando es la hora de salir tomo mis pompones y dibujo mi mejor sonrisa en mi rostro.
Las bandas escolares no paran de tocar sus instrumentos, cuando nos anuncian salimos con más entusiasmo que un niño con veinte kilos de azúcar en su sistema. Los gritos de los estudiantes de Cambridge aumentan más el entusiasmo. Comenzamos con una de las rutinas y agradezco al cielo que esta bola de inútiles lo hizo a la perfección.
Cuando el equipo de fútbol sale al campo, las gradas estallan aún más en gritos, aplausos y palabras de apoyo. Puedo divisar a Harry saludando a gente que siempre ignora en los pasillos, a Louis haciendo locuras como siempre, a Zayn pretendiendo ser misterioso, qué ridículo, e incluso a Liam; no es necesario ser genio para saber que es la primera vez que lo adulan y le muestran admiración, si tan sólo supiera que ni siquiera es exactamente para él, pobre ingenuo.
El partido transcurre y todos estamos con los nervios a mil. Me giro para ver a Savah en las gradas concentrada diciéndole quien sabe qué cosa a Edward, quizá discutiendo con él por lo de ver el trasero de Malik, éste le lanza miraditas a la cara de rata y a mí me sigue fastidiando su enamoramiento raro hacia ella.
Cuando llega el medio tiempo, las bandas son las primeras en hacer una exhibición. No es porque estudie en Cambridge pero por mucho se lleva a Oxford. Una vez que terminan es turno de las animadoras, primero es el turno de Oxford; a ver con qué rutina plagiada intentan animar a su equipo.
Las chicas se colocan en el centro del campo y empiezan a bailar de manera exagerada, observo cómo se acercan a la gente y son “amables” con ellos… A-B-U-R-R-I-D-O.
Por fin su acto está por terminar pero se apoderan del micrófono e invitan a alguien del público a participar con ellas, desde que escucho la voz chillona de su capitana tengo un mal presentimiento y es que la rivalidad entre Cambridge y Oxford lleva existiendo más de una vida; el odio entre ambas pasa de generación en generación. El público parece animado pero no tanto como para querer participar, las luces de los de Oxford se dirigen hacia las gradas de Cambridge y, o por Dios, vaya sorpresa, nótese el sarcasmo, iluminan a cara de rata. La chica sorprendida no sabe qué hacer.
- ¡Te invitamos a unirte a la escuadra de animadoras de Oxford esta noche, amiga! – una de las porristas le extiende una mano.
Noto la manera en que cara de rata duda, quizás sintiéndose incómoda por la inesperada atención. Carty a su lado la anima a participar al igual que la gente a su alrededor, observo a las animadoras de Oxford cuchichear entre sí y es ahora cuando sé que harán alguna idiotez como siempre. Veo a cara de rata observarme con media sonrisa, al instante niego y ella frunce el entrecejo.
- ¡No lo hagas! – grito intentando que me escuche entre todo el alboroto.
- Nuestra amiga de Cambridge será la punta de nuestra pirámide para demostrar el espíritu de amistad y unión de la universidad de Oxford – anuncia la voz chillona de la castaña.
No dejo de observar de mala gana, sea lo que sea, a cara de rata no le irá tan bien. La capitana observa a su equipo y asiente para que las chicas comiencen. El público observa atento, incluso los entrenadores y jugadores de ambas escuelas han prestado atención, imagino que no se dan cuenta de a dónde llegará la idiotez de las porristas por querer llevar el nombre de su universidad por encima de la nuestra.
- Esto será un desastre – niego.
Las porristas comienzan a hacer una pirámide y con su ayuda cara de rata empieza a subir. La chica es tan poco atlética que tarda buen rato en colocarse en la cima. Una vez arriba, con el viento moviendo su grasosa melena, sonríe como si nunca hubiese sido tan feliz en su vida pero segundos después, la banda contraria empieza a tocar el himno de su escuela y las porristas hacen un movimiento extraño provocando que cara de rata caiga como res hasta el piso, a continuación se acercan hacia ella y le arrojan quien sabe qué cosa, están todas amontonadas y no alcanzo a divisar lo que le hacen.
- Y justo así, es como quedará su equipo – interviene la castaña.
Camino a grandes zancadas hasta cara de rata y después corro hasta llegar a ella, una vez que las porristas se alejaron corriendo pude ver lo que le hicieron. Expresiones de sorpresa se hacen notar cuando cara de rata estuvo a la vista y después los “Buuu!” estallaron por parte de la gente de Cambridge, en cambio, la gente de Oxford no para de reír a carcajadas. La chica está en el piso, me imagino con varios golpes por la caída, y llena de una especie de brillo gelatinoso de los colores de la universidad, huevos en el cabello y una manta del escudo de la universidad de Oxford.
Tomo la manta y con la misma limpio los restos de huevo y gel brilloso de su cabello y rostro.
- Te dije que no lo hicieras – revoleo los ojos.
- No te escuché – las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas e incluso yo sentí vergüenza por ella.
- Ven aquí – extiendo ambas manos. Se levanta con dificultad y cuando queda de frente conmigo limpio sus lágrimas con mis dedos.
- Aguanta esas lágrimas, que no te vean débil – la chica mira hacia abajo y levanto su mirada – Es en serio, anda, vamos.
La apoyo sobre mí y al caminar cojea con un pie, veo a Edward bajando corriendo por las gradas seguido de Savah. Cuando llegan hacia nosotras ayudan a cara de rata a regresar y me giro muy cabreada, hago una seña a mi escuadra de animadoras y una de ellas corre con la banda de la escuela. Me encamino hacia el presentador y pido el micrófono.
- Eso fue asombroso, Oxford – aplaudo y sonrío falsamente – Ya veo que a través de los años no han cambiado sus tácticas – Cambridge estalla en gritos y aplausos – Los de la universidad de Cambridge no necesitamos poner en ridículo a nadie de su gente… sus porristas, su banda y su equipo de fútbol se encargan a la perfección de eso – las gradas estallan ahora en burlas y puedo divisar a la capitana mirarme de mala gana y decirle algo al oído a una de sus porristas – Y justo como siempre ha sido, Cambridge les pateará su azul trasero jugando limpio.
La banda empieza a tocar y las porristas comenzamos con una de las rutinas más elaboradas, nos tomó bastante tiempo armarla; los pasos, la música y las palabras correctas. Sin embargo, fue un éxito puesto que la gente de Oxford se queda sin habla.
El juego sigue y justo como lo predijeron todos, Cambridge pateó el trasero de Oxford, además de barrer y trapear todo el campo de fútbol con ellos.
Cambridge está de fiesta, el primer partido vencido. Sin embargo, como es jueves no nos permitirán ningún tipo de celebración bajo pena de expulsión hasta el día de mañana.
Aun así, Niall armó una pequeña celebración en su habitación. Algo de alcohol por unas horas nos basta para después dirigirnos cada quien a nuestros dormitorios; Harry y yo llevamos a Savah a su habitación y después el rizado se despide de mí. Besa mi frente y después se va.
Estoy tan cansada que lo único que hago es entrar, percatarme de que Liam no está y acostarme en la cama.
• • •
Mi alarma suena como cada día, cierro con fuerza los ojos llena de fastidio, de verdad quisiera seguir durmiendo. Me estoy hartando de despertar temprano y no sentir que descanso en lo absoluto.
Apago la alarma y me siento sobre la cama, sigo con el uniforme puesto pero no tengo mis zapatos de deporte puestos, además mi cabello está suelto y las frazadas de mi cama me abrigan. Observo a Liam quien duerme plácidamente, estoy segura que él lo hizo y de pronto un atisbo de culpa por comportarme como toda una perra con él atraviesa mi mente.
Niego y me levanto antes de dejar a mi cerebro formar ideas tontas, tomo una toalla y me adentro a tomar una ducha. Cuando salgo la ducha se me nubla la vista por un segundo pero recupero la compostura y una vez que se va el mareo empiezo a vestirme, cepillo mis dientes y seco mi cabello dejándolo suelto.
Salgo del baño y observo a Liam tomar su ropa con una sonrisa.
- ¡Buenos días! – me observa, camina hacia mí, besa mi mejilla y se adentra al baño.
- ¡Qué mierda!
Y ahora a este qué le pasó, su buen humor pone más amargura en mi día. Observo mi celular cuando empieza a sonar indicando que tengo una llamada entrante, revoleo los ojos y me dirijo hacia él.
- ¡Estoy ocupada! – respondo de mala gana.
- Vaya que lo estás, te he llamado un millón de veces y no me respondes, niña. Marcie me ha informado de los cientos de reportes que tienes por faltar a…
Corto la llamada antes de que empiece con su sermón, no estoy de humor para escucharlo en este momento. Salgo del dormitorio y me dirijo hacia la primera clase encontrándome con Savah, su humor tampoco es el mejor.
Entramos a la primera clase y justo cuando va a la mitad, Marcie avisa por el altavoz que las clases después del almuerzo se suspenden por la victoria sobre Oxford y blah blah blah.
Lo único que hago es concentrarme en que las letras en el pizarrón dejen de distorsionarse.
- Savah – miro a mi amiga, ésta me mira sin responder – ¿Tienes un dulce?
La chica niega y acto seguido vuelve a mirar su cuaderno… mierda.
Respiro profundamente, mi celular no deja de vibrar como loco en mi bolsa lo cual me saca aún más de quicio; mi papá nunca me llama cuando estoy en clases.
Una vez que la campana suena me levanto para salir de ahí lo más pronto posible, ni siquiera espero a Savah. Tengo náuseas y de tanto en tanto la vista se me nubla. Me falta poco para llegar al dormitorio cuando atiendo la llamada a mi insistente padre.
- ¡Ciara, estás castigada! No más fiestas, no más auto, ¿me escuchaste? – está bastante molesto, y ahora yo también.
- ¿Estás loco? – me detengo en seco – No puedes quitarme el auto.
- Puedo y lo haré, no has sido responsable con tus deberes…
- Estuve practicando para las malditas porristas – me apoyo de la pared y continuo caminando.
- ¡Me importa una mierda lo de las porristas, niña! Olvídate de Alemania, no te lo mereces... – me recargo sobre la pared para no caerme.
- ¿Me estás jodiendo? ¿No me merezco ver a mi madre?
- No te mereces ser premiada, olvídate del dinero, de la lavandería, ropa nueva, zapatos y demás. Hasta que atiendas bien todas tus obligaciones – ese tono de voz me exaspera masivamente.
- Le diré a mamá a ver qué opina de esto – amenazo intentando llegar hasta el puto dormitorio.
- Ella está de acuerdo, se encuentra muy molesta – por fin estoy frente a la puerta.
- ¿Tan molesta como para no hablar conmigo? – tomo la manija y de inmediato mi rubio padre me corta la llamada – ¡Qué mierda! – me recargo sobre la puerta para no azotar en el pasillo y la abro por accidente. Una vez la puerta abierta lanzo el jodido celular hacia la pared, se hace trocitos al chocar contra ésta y de inmediato suelto un grito lleno de frustración sin percatarme que la pandilla nerd está ahí junto a dos extrañas – ¿Y ustedes qué mierda hacen aquí? ¡Largo!
Me miran como si estuviera completamente loca, y creo que no se equivocan porque justo ahora el volcán Ciara está por hacer erupción.
- ¡¿Están sordos o qué carajo?! ¡Fuera! – señalo la puerta. Cara de rata tiene los ojos tan abiertos que puedo jurar que se le saldrán. Carty tiene esa tonta mirada que me hace molestar aún más y hay dos chicas que jamás había visto en mi vida mirándome desconcertadas – ¡A la mierda, fuera!
- Ciara – Liam se acerca con precaución a mí.
- ¡Fuera! – lo empujo hacia la salida y a continuación me encamino por otra del clan nerd, la primera que tomo es Carty, estaba por tomarla del brazo cuando mi vista se nubla y al parecer lo que tomo es su cabello, no me molesta mucho, así la encamino amablemente hacia la puerta y una vez ahí la empujo y la chica cae llorando.
- ¡Suéltala, loca! – ahora es Zayn quien habla, me encamino decidida a propinarle unos cuantos coñazos pero Liam me sostiene y sólo puedo divisar mis piernas y mis brazos intentando lanzar golpes en el aire. Cara de rata junto a las otras tipas salen corriendo de ahí.
De alguna manera me puedo soltar de Liam y cuando me giro hacia él mi cuerpo se apaga justo como si alguien hubiera presionado un botón de “apagado” y a continuación colocado un letrero de “fuera de servicio”.
• • •
Escucho risas a lo lejos y murmullos hasta oír palabras completas muy cerca de mí.
- Fue un buen pase, debo admitirlo – reconozco esa voz ronca.
- Pude habértela pasado yo – esa también.
Comienzo a abrir los ojos y a parpadear para que el cuarto deje de dar vueltas.
- ¡YAY! – celebra el rubio mientras Harry se encamina a quedar a su lado - ¡Está viva! ¡Nuestra Frankenstein está con vida!
- Vete al carajo, rubio – revoleo los ojos.
- ¿Cómo te encuentras, linda? – pregunta el rizado cruzándose de brazos.
- Mareada – cierro una vez más los ojos.
- La enfermera dijo que te sentirías así – se levanta Horan – Dijo algo sobre la glucosa y agua de glucosa – se pone pensativo.
- Eres un tonto – Harold le da un zape – Tenías niveles muy bajos de glucosa, tú sabes por qué, ¿no? – levanta la ceja.
- Sí, papá – revoleo los ojos.
- Como sea, me tienes molesto – niega – Ahora que veo que estás viva iré a almorzar algo porque ya es tarde y de una vez avisarle a los demás que no has muerto – besa mi frente y se va sin decir nada más.
- De verdad nos tenías preocupados, rubia. Savah se quedó aquí desde que llegaste hasta hace como quince minutos que la obligamos a irse a almorzar junto a Edward sino le pasaría lo mismo que a ti – revoleo los ojos una vez más y el chico ríe – Incluso Louis vino a visitarte.
La puerta se abre y Payne se asoma. El rubio me mira y hace mala cara provocándome esbozar una sonrisa.
- Hola – saluda entrando por completo – Puedo quedarme si te parece – le dice a Horan quien lo mira con desconfianza – Así puedes ir a comer algo – el rubio ni siquiera lo piensa dos veces, es tan muerto de hambre que sin más acepta, besa mi frente y se va. Ese chico no deja de comer, estoy segura de que si caníbales le hubieran pedido cocinarme y como recompensa darle una probada de mí, el chico acepta sólo por tragar algo.
Seguido del castaño entran las chiquillas miedosas sosteniendo un globo de helio y algo parecido a un peluche, seguido de ellas aparece un moreno bastante molesto, miro hacia arriba pidiendo fuerza y paciencia a Dios para soportar a esta gente que no entiende que no los quiero cerca. Cierro los ojos con fuerza... fingiré demencia.
Suspiro al escuchar sus pisadas cerca de mí.
- Me alegra que estés mejor, hasta luego – lo miro de mala gana y confundida a la vez.
- Como sea, no me importa – me encojo de hombros, el moreno le resta importancia con la mano y se va de ahí.
- ¿Cómo te sientes? – pregunta cara de rata entregándome un globo que apenas puedo leer.
- Keep calm and drink tequila… – la miro extrañada y ella aprieta los labios antes de sonreír con nerviosismo.
- No hay demasiadas tiendas de obsequios cerca del campus... mucho relacionado con el alcohol sí hay – se entromete la chiquilla flacucha entregándome un peluche rosa de unicornio. Sin dejar de verlas con una mueca extraña tomo ambos obsequios. Qué puedo esperar, ellas también son muy raras.
- Estás pálida – ahora interviene Liam rompiendo la incomodidad por parte de las tres – Más de lo normal… y muy fea – revoleo los ojos.
- Como sea – vuelvo a encogerme de hombros.
- ¿Recuerdas qué pasó? – ahora Carty – La enfermera dijo que tenías el azúcar muy baja y con todo el estrés acumulado más el ejercicio extenuante pues… provocó tu ataque y por consiguiente que te desmayaras.
- Uhmmm… ¿qué fue lo que pasó? – finjo no saber nada, las dos nenas caen en mi juego pero Liam me observa entrecerrando los ojos.
- Pues…
- Entraste al dormitorio hecha una fiera – escupe el chico quitándole la palabra de la boca a cara de rata – Nos corriste a todos, lastimaste a Carter y te lanzaste hacia Zayn para propinarle una golpiza.
- Habían dos chicas, estábamos explicándoles un poco sobre la dinámica de los “matrimonios” puesto que estarán integrándose en nuestro grupo – se detiene un momento la pequeña debilucha – Creo que en verdad las asustaste – me encojo de hombros y hago mi mayor esfuerzo por restarle importancia al asunto. Qué vergüenza, por Dios.
- Luego de echar a Carter del cabello y lanzarte contra Zayn pues… te desmayaste – observo a cara de rata.
- ¿Te dejé así? – frunzo el entrecejo.
- Oh no, descuida. Fue por lo del partido de ayer – se encoge de hombros, la chica tiene puesto un collarín y una muñequera.
- Bien…
- Esperamos que te mejores – la dulzura de Carty comienza a hacerme sentir culpable.
- Bien… – la chica asiente de manera dulce y me maldigo en mi interior – De verdad lamento si te lastimé – me apresuro a decir – Créeme que no fue mi intención – mentira.
- Pierde el cuidado, sólo concéntrate en recuperarte – da un apretoncito a mi mano y un escalofrío me recorre, quizá su dulzura queriendo hacerme flaquear y llenar mis venas de miel.
- Recupérate, Ciara – ahora cara de rata – Ahora no es momento de agradecerte por lo que hiciste ayer pero, estaremos pasándonos para cuando te den de alta.
- Gracias…
Las observo alejarse y a pesar de que sigo pensando que es muy divertido reírme de ellas en su cara, su gesto es muy lindo.
- ¿Y bien? – veo al castaño.
- ¿Bien qué? – me hago la loca.
- ¿Ves por qué no es correcto dejar de comer? – se cruza los brazos.
- ¿Te has convertido en mi papá o algo por el estilo? – revoleo los ojos y me acomodo en la cama.
- Ciara – suspira con pesadez y se sienta a un lado de mí – No estoy aquí para regañarte.
- Entonces deja de hacerlo – digo sin mirarlo.
- Lamento no haber podido evitar que te golpearas – se recarga en la camilla mirándome fijamente. instintivamente dirijo mi mano hacia mi cabeza y siento un chichón del tamaño de una pelota de golf. Mis ojos se abren y lo observo con reproche, no es hasta ahora que siento el dolor – De verdad, no te dejé caer a propósito. Por estar entre tú y Zayn no alcancé a detener tu caída y es que te desvaneciste así nada más. Como un espagueti escurrido cayendo de una cuchara – cara de rata se me vino a la mente.
- Como sea – me hundo en la cama.
- Esperaré a que te den de alta – observa lo que parece ser un suero conectado a mi vena – Y te llevaré a comer algo y si quieres asistir a la fiesta que dará la universidad por el triunfo de ayer... – arrugo la nariz – Descuida, no me quedaré contigo, sólo me aseguraré de que llegues con bien.
- Creí que ya no te preocuparías por mí – levanto la ceja y el chico revolea los ojos con gran fastidio – ¿Estás comenzando a obsesionarte una vez más conmigo? – lo digo por joder y el chico sonríe cínicamente antes de responder.
- Ya quisieras.
Última edición por Hades. el Sáb 10 Nov 2018, 9:07 pm, editado 1 vez
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
- Spoiler:
- hola, no nos conocemos (??) pero bueno, aquí estoy:
Ciara me hace acordar TANTO a quinn de glee que ya la estaría amando como personaje. i love las relaciones de amor-odio, así que la dinámica que tiene con liam es mi favorita
EL BESO AL ESPEJO EXPLOTÉ
no doy más, la actitud queen B de ciara me encanta, es goals- ¡Me encanta cómo abres esas piernas! – giro el rostro, ha sido Scott, un idiota del equipo de futbol.
- Vete al coño, rubio – revoleo los ojos mientras el imbécil ríe junto a otros imbéciles.
KLADLHEA ya, liam se hace el principe peor bien que ciara puede defenderse ella sola, ya la amo!!
MI BROTP, que buena amistad que tienen.- Y de seguro te estás enamorando del otro pelado – se cruza de brazos fingiendo celos.
OYE, TRANQUILO VIEJO :gatosho:- ¡Tú no vas ahí, idiota! – regaño a una castaña – ¿Qué han estado haciendo todos estos putos días? – está brotando la Ciara loca – Dejen de chupar pijas todo el maldito día y pónganse a entrenar, bola de estúpidas. Puedo reemplazarlas en un minuto, si quieren y se creen merecedoras de su puesto, entonces gánenselo.
en fin, cambié de opinión. ciara me recuerda más a chanel oberin de scream queens con esos insultos sjglds Y LA ENTRENADORA ES SUE SYLVESTER, NO ME DISCUTA NADIE
que lindo estilo de escriture que tienes, me encantó esa pequeña fracesita. soy muy detallista, asique pequeños toquesitos así me gustan mucho- Sí, entrenadora – trago seco para que la ira acumulada en mi garganta pase a mi estómago.
ME GUSTA ESTA DINÁMICA DE GRUPO POWER, la voy a usar para mis tramas, mali no es nada como ellos así que va a ser divertido
ESTO ES TAN ELLOS, ESTOY GRITANDO !!!!!!!!!!- No sé cómo lo hacen las chicas – se queja el rubio, da un sobro de Coca-Cola y continua hablando – Yo no podría ni saltarme una comida.
- Eso es, mi querido amigo, porque eres un muerto de hambre – Styles le lanza una servilleta.
............ y todo este tema de la comida.............. me da mucha mala espina...........
bueno, que a ciara la quiero, pero que deje en paz a carty
PERO QUE IMPULSIVA, DIOS SANTISÍMO ............ pero buen punto con lo de copete de burro, me ha gustado- ¡Qué mierda! – lo empujo y antes de poder hacerle algo más Liam me abraza impidiéndome moverme – Sabía que algo le habías hecho, te arrancaré ese copete de burro que te cargas.
me preocupa lo de la comida y ciara... ya veo que todo esto va a salir MAL y se va a desmayar en el partido u algo así ciara es tan autodestructiva y al mismo tiempo tan persistente al respecto
y liam preocupandose por ella, es tan bonis. lo quiero muchoh
no sé porque el resto del capítulo está en hide, pero lo voy a comentar igual
TODA ESTA PARTE E INTERACCIÓN FUE TAN DOMESTICA Y TIERNA QUE HERMOSO TODONo puedo evitar reírme de su expresión, el chico simplemente cierra un segundo los ojos y después me mira de mala gana.
.........
bueno vale, ya no las amo tanto. quiero preocuparme por ella, estoy esperando su redención con ansías- Seguro, una buena calificación y meter tu pija en ese cuerpo de espagueti escurrido – dice Savah y al instante todos, excepto Edward, explotan a carcajadas.
en fin, amo a un ángel llamado liam james payne !!! ESTOS DOS TIENEN UNA TENSIÓN TAN FEA lasakjs dejen la toxicidad de una puta vez que no me dejan shippearlos y quiero shippearlos- Te vas a desmayar en cualquier momento y aunque no lo creas me preocupa que vayas a caerte en algún lugar que nadie te vea y te golpees esa cabezota – lo miro de mala gana.
este squad es..... los odio a todos son todos demasiado crueles para mi corazón lleno de amor
QUE EMPIECE, QUE EMPIECEEEEEEEEEEE !!!!- Bien, chicas. Recuerden que se han matado, en casi todos los sentidos, para esto. Vamos a darle duro y esos “perros elegantes” – hace las comillas – de Oxford nos besarán el trasero a los de Cambridge una vez más. Hidrátense y preparen sus pompones, en veinte minutos salimos.
dato: odio la coca-cola
AY NO. POBRECITA, YA ENCONTRÉ A MI FAV, POBRE BEBÉ AY tan sufrida, todo mundo la trata tan mal y ella parece tan buenita y llena de amor. esa interacción con ciara fue genial, me gustó mucho.La chica está en el piso, me imagino con varios golpes por la caída, y llena de una especie de brillo gelatinoso de los colores de la universidad, huevos en el cabello y una manta del escudo de la universidad de Oxford.
amo a carty y a olivia, de verdad que sí ...... esta mal decir que me gustan demasiado olivia/carty y ciara??? de verdad creo que pueden hacerla una mejor persona, tienen un corazón super grande, yo no podría perdonar a ciara.- No hay demasiadas tiendas de obsequios cerca del campus... mucho relacionado con el alcohol sí hay – se entromete la chiquilla flacucha entregándome un peluche rosa de unicornio. Sin dejar de verlas con una mueca extraña tomo ambos obsequios. Qué puedo esperar, ellas también son muy raras.
AY, ME GUSTÓ MUCHO. FUE UN VIAJE EMOCIONAL DE IDA PERO NO DE VUELTA. EN UN SOLO CAPÍTULO LLEGUÉ A AMAR, DETESTAR Y AL FINAL ACEPTAR A CIARA KJADKS tu estilo de escritura es muy bello muy novela Y.A., me encantó
Invitado
Invitado
Re: A Match Made In a University | 1D
comentaré pronto, lo prometo pero ya sabes QUE LO AMÉ MUCHÍSIMO
hange.
Re: A Match Made In a University | 1D
Ay, ácido.
Cuando tenga acceso libre a una laptop respondo mejor.
Emilyano, espero tu testamento (?)
Cuando tenga acceso libre a una laptop respondo mejor.
Emilyano, espero tu testamento (?)
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Jen cariñoooooo, lei el cap y lo ame <3 te mereces un buen comentario asi que lo dejare este finde
Jaeger.
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