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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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A Match Made In a University | 1D
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Re: A Match Made In a University | 1D
- ME MUERO MUERTA :
- holiii finalmente voy a poder sentarme a leer bien tu capitulo y a comentartelo sin tener que seguir sintiendo verguenza de comentar otros caps porque aqui todavia me falta hacerlo xd además necesito inspiración para terminar el dichoso capitulo, se que tu capitulo lograra que me iluminan las musas y podré dejarles algo decente(? me dejo de dar vueltas y comienzo a leer el cap
Me encanta que la vida de Helvia se ponga de patas en la universidad de la locura le hace salir de su zona de confort, cambiar un poco como venia su vida antes de entrar y eso. Ya me imagino a Babi comiendo palomitas de maiz con una coca cola al lado entretenida con todas las aventuras de Helvia
Ya desde el primer día en la universidad supe que mi experiencia aquí distaría mucho de lo que tenía en mente. Así y todo, no esperaba que se alejara de una forma tan drástica de lo planeado. Ni que me dejaría arrastrar tan fácilmente. Fiestas constantes, borracheras y un beso impulsivo al chico con el que estaba casada a consecuencia de todo lo anterior.—Hoy estás más agresiva de lo habitual —comenta agarrándose el pelo mojado en un moño. Sigue rojo por el esfuerzo y tiene la camiseta pegada al cuerpo por el sudor.
Que me das esta imagen y yo me pongo así pero que no me lo golpee tanto, pobre mi amorcito xd
Me muero con Edward que esta todo bobalicon con Olivia, porque por supuesto que es ella Amo a estos dos, asi que cada mencion de su pareja es oro puro para mi
No sé si te he dicho antes pero me encanta la relacion de Olivia y Edward se nota que se conocen bien y como no si son amigos desde la infancia xd Él siempre tan lindo que quiere sacarla a pasear y que pase tiempo con Savah, aunque no estoy segura si no lo analiza demasiado xd que se han ayudado entre ellas, pero eso no signifique que pasando tiempo juntas no choquen. O quiza ambas estamos equivocadas y se llevan de maravilla, solo vos sabes chiquiiQue, al fin y al cabo, su presencia en Cambridge hace todo más sencillo.
Estamos todas de acuerdo con que queremos un Edward para todas? Si? Buenisimo, ya se que pedir para navidad Pero vaya que es un amorcito. Tengo un flechazo por este personaje de Emilia que me pregunto porque hasta yo prefiero a este Styles que al otro—Me besó una vez.
Ladeo la cabeza veloz, con los ojos casi fuera de las cuencas.
—¡Que fue por una apuesta! ¿Cuántas veces debo explicártelo?
JAJAJAAJAJ era obvio que no iba a dejarlo pasar por nada del mundo, estoy segura que se aprovechara de ello durante lo que dura el matrimonio y a mi me encanta porque se pone toda tensa
En cierta forma es dificil para los dos profundizar relación. Primero porque Helvia no quiere, segundo porque cuando Louis quiere hacerlo va solo por el lado de ella, intentando que Via sea la primera en hacerlo, pero tampoco esta dispuesto a responder sus preguntas. En definitiva, se parecen entre ellos y ello llega a chocar. Ahora yo estoy intrigada de porque Louis es tan cerrado y que le hicieron para que tenga este comportamiento De Helvia me habias contado, pero me acuerdo todo a la mitad porque tengo mala memoria
Me da gracia que los mande a compartir tiempo juntos en sus pasatiempos. Pero se me hace extremo que Helvia tenga que ir a los entrenamientos, ni que se pusiera a jugar con él y tenga que estar ahí perdiendo tiempo y con frio en esta estoy de lado con Helvia.
Encima de todo la familia siempre tiene la dichosa mania de ponerte en ridiculo. Que no voy a presentar un solo novio hasta que este cien por ciento segura (bueno, quiza un 90%) de que pueda llegar a ser mi Mr. Darcy, esa humillación ya es suficiente una vez como para que se repita. Pero como Helvia no soy yo, quiero ver como será cuando lleguen a la casa de Helvia a ver como es su dinamica familiar y como Louis lidia con ellos jijijiLos Petrova son de lengua suelta y me preocupa que a alguno se le escapen detalles sobre mi vida que prefiero que Louis no conozca.
Por cierto, me mato ese ejercicio que los pusieron hacer a ambos xd Helvia tarareando perdida en su mundo mientras que Louis no puede parar de separar los ositos de limon. Y es que yo lo entiendo porque si, los de limón son los mejores pero eso de ponerte a separarlos—Supongo que te ha tocado alguien fácil —deduce Olivia.
—Edward es fácil —repito.
Que Edward no es fácil porque Olivia quiere regalarle algo bien bonito y eso me emociona porque espero mas ansiosa el cap de Emilia
Adoro que Carter sea mas abierta con las chicas, que ya no ande tan timida ni tartamudeando. Mi niña esta creciendo y ello me llena de orgullo—Exacto. —Ciara me dedica una caída de ojos envenenada—. Empezaremos por algo sencillo. Como: busca la pelotita, Gelga.
Liam, que acaba de llegar a la mesa junto con Zayn, hace un ruido de condescendencia al escuchar el comentario de Ciara. La chica lo taladra con la mirada, pero veo un ligero temblor en sus manos.
—¿Tienes algún problema? —replica clavando el tenedor con fuerza en un trozo de tomate.
—Para nada —expone sarcástico—. Pero a quien deberían enseñar un par de trucos es a ti. De educación, sobretodo.
—¡Liam! —exclama Carter.
Que se puso tensa esta mierda las means girl haciendo de las suyas, de seguro porque estan aburridas y van a aprovechar que Ciara compro el silencio de las chicas con tal de hacerles bullying libremente por unos dos meses(? Pero llega y Liam y Que Ciara ahora se dio cuenta de sus sentimientos y Liam le ataca para que deje de ser tan pesada, ¡y lo logra! cosas locas que hace el amor
Que amo cuando hacen bullying en conjunto pero Niall que se lo busca, ya le gustaría estar con estas diosas—Vaya, tendré que ir a tachar señora de Horan de mi diario. Me acabas de romper el corazón.
Niall entorna los ojos, confuso. Mucho abdominal, pero ni una sola neurona que le funcione bien el cerebro.
—No te esfuerces tanto, Niall —añade Savah casi sonriendo—. Sería una lástima que se te friera el cerebro—. Le lanza un beso sarcástico como remate final.Me doy la vuelta y se lo lanzo a Louis, que se ha sentado al lado de la chica. Le rebota en el hombro y se le cae en el regazo. Me fulmina con la mirada y Gala enrojece. Rescato la sonrisa más falsa de la que dispongo.
—Usadlo, soy demasiado joven para convertirme en madrastra.
JAJAJA gran venganza. Que hasta yo me metía y mataba a Louis si llegaba a arruinar semejante libro. Me dio gracia que lo amenazara con ensuciar el espejo los dos saben las debilidades del otro y eso me encanta porque se pelean como niños xd
Ciara siendo detective que verá que regalo cierta personita le dara a Helvia Quiero saber quien es, me imagino que es Louis aunque no sé pq pienso en una parte que es Harry con alguien habia hecho tramas al respecto pero ni yo me acuerdo (cualquier cosa me avisas antes de que meta la pata, por favor)Reparo en su atractivo. No sé por qué me olvido de que es guapo, como quien se olvida siempre del mismo recado. Pero ahora, con el sol bañándole el rostro a mitades, marcándole las mejillas y resaltando el azul en sus ojos, no me pasa desapercibido. Me doy cuenta que me gusta más sin afeitar y con el pelo caído sobre la frente que cuando se lo aparta.
Detengo el rumbo extraño que han tomado mis pensamientos bebiendo más café.
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Me emociono porque Helvia le mira distinto cada vez un poquito mas de a pasito va creciendo sentimientos en ella por Louis, y que no solo proque es hermoso precioso bbsito hecho por diosito—¿La bolsa? —pregunto apartando la mirada.
—Para el viaje a Verona.
—Pero…
—Nos vamos el sábado, lo sé.
—Tienes un problema.
Louis señala mi barrera de libros en una réplica silenciosa que me informa de que yo tampoco estoy en mi sano juicio antes de regresar a su lado de la habitación.
Estamos todos de acuerdo que ninguno de los dos es normal, pero que adoramos que sean tan disparejos?
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Por cierto, dichoso el fetiche que tiene Helvia con robarle su ropa xd pero es que la ropa de hombre es comodisima, yo me quedo con las remeras de mi papa y sus abrigos porque me encantan y si, vivir es compartir asi que aprovecha a robarle toda la ropa Helvia—¡No has visto Juego de Tronos!
Salgo de la facultad antes de responderla. La claridad del día me ciega momentáneamente.
—Eso son unos libros.
—De los que sale una de las mejores series del universo.
Y yo tampoco ni me los he leído ni me he visto la serie, pero algún día me los vere a todos. Solo necesito prepararme mentalmente de que voy a sufrir y a llorar por años
Carter encontrandose con Tyler Creo que Helvia esta acostumbrada como a evadir conversaciones tanto de su vida personal como la de los demas. Ella tambien se da cuenta que es brusca y que le rehuye. Y aunque sea con pequeñas cosas, me pregunto que tan mal se sintio para ser actuar tan evasiva sin pensarlo pobre mi chiqui, quiero abrazarla
UHHHHHHH el encuentro de Harry y Carter, momento super tenso. Justo cuando iban a tomarse un cafecito a la cafeteria personal de Helvia estaba él y, pues, con todo lo tenso que esta entre ellos era obvio que carter se iria volando.—Es una pena que te hayas dado cuenta que te gusta esta chica cuando ella se ha cansado de ti.
—¡No me gusta Carter! —chilla. Cuando se lleva las manos a la cara para esconderse, advierto un ligero temblor en ellas.
Procuro no reírme de lo obvio que está siendo.
—A mí no puedes mentirme.—Tus berridos me producían pesadillas a mí.
—Di todas las groserías que se te ocurran. —Encojo los hombros, mirando el poster de Pulp Fiction de Louis—. Eres una de mis personas favoritas porque te conozco de verdad. Si dejas de comportarte como una tuerca, quizás Carter también llegue a conocerte.
Harry tuerce los labios procurando no sonreír.
—Se me saltan las lágrimas —ironiza sin ganas.
—Esa era mi intención.
Helvia se dio cuenta de todo y Harry negandolo, pero se calla porque tiene razon me muero que finalmente a alguien le acepte que si le guste Carter
Adoro la amistad de estos dos es que se molestan entre ellos y son odiosos con sus comentarios, pero aun asi son muy dulces y se dicen cosas lindas que Harry la llevaba a dar un paseo en busca de helado cuando tenia sus pesadillas y Helvia le anima a que sea mejor con Carter para que ella también conozca esa parte linda suya. Es que a mi me emocionan este friendshipp me puede fuerte
Olivia tiene razon. Mira que hacerles perder el tiempo solo sentadas ahi, ¡y con frio! Al menos ninguna de las dos esta sola en esto, pero que pereza ir hasta allí a pasarla mal. Stella y sus ocurrencias estupidas—Esta actividad no tiene fundamento —chista resentida. Como si la idea de Stella fuera una ofensa personal a la misma inteligencia—. No hay manera de interactuar ¡Si ni siquiera nos miran!
También me gusta el shipp de Olivia y Helvia no solo porque las dos son parecidas y se entienden, sino porque pareciera que Helvia no quiere estar tanto a la defensiva con ella y hasta se iran a ver una constelacion juntas Amistades como estas ayudaran a que Helvia deje sus muros arribas y pueda volver a confiar en las personasMíster Abracitos era su bien más preciado y un gran confidente para el Edward de diez años. No se separaba de él para nada. Incluso se inventó una canción acerca del peluche. Pero el pobre Míster Abracitos conoció la muerte en las fauces de mi perra Lupa. De la tortuga no quedó más que una aleta babeada. Edward estuvo sin hablarme lo que quedaba del verano, como si yo hubiera incitado a Lupa al asesinato.
—Olvidadlo, el frío le ha congelado las neuronas —añade Edward revolviéndole el pelo con más fuerza de la necesaria—. La pobre es de clima cálido
AJAAJAJJAJAJA pobre Mister Abracitos que tuvo un final fatal pero que no fue culpa de Via que su perra se la halla comido, me da una pena por Edward. Que yo también tengo un peluche de niña, el señor trompitas, así que yo también dejaria de hablarle a Via si su perra me lo mata(?
Pero recordarle el catrastofico final de su peluche es un limite que le da para hablar de ciertas cosas. Helvia no quiere que nadie sepa de su pasado y poco y nada de su presente. Comienzo a preocuparme de que sea tan cerrada, aunque la mención del pasado tambien debe traerle montones de cosas que quiere olvidar, así que callate EdEsta es, con diferencia, la vez que más palabras ininterrumpidas ni forzadas que he cruzado con Louis.
—Deberíais presentarle a Hugo Simpson.
—Marge lo lleva a veces.
JAJAJAJAJA que cuando leía la historia tambien me imaginaba a Hugo Simpson mira que cuando quieren se llevan bien y hasta se rien. Muy bien, ahora casense
AYYYY y los chicos se suman a ir a ver la constelación! Que me encanta que pasen tiempo entre las parejas ademas se me hace todo tan romantico aunque bromeen con matarlos xd—Tu abuela y yo llevamos un ramo de lirios.
—Sin personalidad.
—Recuerda quién te paga la universidad.
—El abuelo.
AJAJAJAJAJA Nadie puede contra Helvia, ni su propia madre y eso me encanta pero lleva la razon de que debe dejar de que Babi elija lo que le plazca y haga lo que quiera, es su boda y seguir tradiciones es una estupidez sino estas de acuerdo con ellas o estas comoda. Así que pues xd
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—El roce hace el cariño —dice en tono cantarín.
—O te irrita la piel... Tengo que estudiar, nos vemos el sábado.
Enserio, me encanta! Ya quiero ver cuando lleguen a Verona, a ver que tal se las arregla con su mama enfrente o si sigue molestandola
La verdad es que muchas personas creen que no has tenido exito en la vida si no encuentras el amor. Que estar soltera es sinonimo de infelicidad y cuando no tiene que ser así para nada. Pero al menos Helvia lo sabe y es suficiente, su familia puede pensar que conseguirse un novio o casarse sea la felicidad mas grande y tal vez es su manera de expresar que quieren lo mejor para ella. Mira que ya estoy ansiando a que vaya Louis y se crean enserio que son esposo y esposa, a ver que tal surge la cosa. De todas formas, sigo insistiendo que estar soltera no significa que no seas feliz
Me da tanta impotencia que Helvia se sienta de esa manera por lo que ocurrio hace años. Que no me acuerdo bien el asunto pero algo viene a mi mente de lo que hablamos y lo que voy leyendo tambien me hace recordar un poco, pero se me hace injusto que sea la unica atrapada por sus errores y la culpa. Que tenga dias malos como ese y que sus fantasmas esten atormentandola. Ojala que todo pase para ella y pueda perdonarse a si misma y sino pues busquemos a Angelo y demosle su merecido, que por lo menos lo use de saco de boxeo
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]La mano de Carter aparece a mi lado. Mis ojos ascienden por su brazo hasta su rostro tranquilo. Carter intercede en mi obra y coloca a otro monigote al lado de la chica encerrada. Su persona sostiene dos cilindros que creo que son botellas de cerveza.
El monigote sonríe. Igual que Carter cuando cruzamos una mirada. Vuelvo a bajar la vista hacia las muñecas de palo: la que estaba sola y la que se cuela a decirle que no tiene por qué.
QUE ME CONMUEVES ME CONMUEVES! Son tan lindas que hasta la cerveza las acompaña. Claro que no tienes porque estar sola, chiquii Carter se dio cuenta que Helvia no tenia un buen dia y se dibujo al lado de ella, la amo es un dulce de leche
Y lo de la cita doble! A mi me gusta que hagan pagar a los chicos y se monten en un taxi para ir a beber juntas, no hay nada mejor que eso las shippeo fuerta también! Que este trio entre Olivia, Helvia y Carter me encanta—Sé lo que haces. Sueltas incentivas del tipo creí que no volvería a verte —imito su acento inglés exageradamente—para que te pregunte por qué dices esas cosas y hacerme hablar solo para que no sea yo quien diga la última palabra.
—¿Lo hago?
Que se molesten lo que quieran pero a mi me gusta cuando se ponen a pelear entre ellos pero creo enserio que los dos podrían aprender un poquito uno de otro, así que Me gusta como se estan aprendiendo a leer entre ellos en tan poco tiempo, pero supongo que convivir te lleva a ciertamente conocer a tu compañero. De todas formas me emociona—No te favorece —ataco a Edward cuando saca un vestido con estampado floral. Lo lanza a mi cama por encima de la espalda.
—Con esto no te toca ni un abuelo de la residencia. —Harry hace uno de sus comentarios estrella tras coger el vestido como si tuviera la peste.
AJAJAJAJ me muero que ahora son expertos en moda ellos se dieron cuenta que andaba algo mal con Helvia y ahora la van a obligar a salir le guste o no. Que es lindo de su parte que quieran sacarla de su cueva y llevarla a pasar un buen momento entre alcohol y amigos, pero yo estaria igual que Helvia, dejenme en mi cueva que soy feliz aqui xd—Ha sido mi idea —prosigue Harry sin hacerme caso, encarándose a Edward—. Así que yo trazo el plan.
—Fui yo quien te dijo que estaba rara.
—Helvia es rara.
Que ha sido mi idea asi que hacemos lo que yo quiero, dice Harry como un niño xd nunca voy a superar que sea un inmaduro, pero con buen corazoncito Y ME MUERO QUE HELVIA ES RARA ten mas tacto con ella antes que les aviente algo mas duro que un top—Una copa —suspiro.
Chocan los cinco de la victoria.
—Y yo elijo la ropa.
Harry recoge el top del suelo.
—Con esto volverías a Louis loco. —Mueve las cejas con elocuencia. Edward reprime una carcajada. No sé qué le ha dado ahora con que me ligue a su amigo.
—O abordarlo en medio de una fiesta y comerle la boca —añade su gemelo.
Aprieto los puños. Ese condenado beso va a perseguirme hasta mi lecho de muerte
—Una idea mejor —hablo con alegría impostada—. Os lo turnáis a ver si Olivia y Carter os hacen caso de una vez.
Las orejas de Harry tornan a rojo y Edward baja la mirada a sus zapatillas. Me esperaba una reacción así del primero. Pero del segundo me llama la atención.
Les salio el tiro por la culata tratando de joder a Helvia que ella se la devolvio donde mas le revuelve a ambos: sus esposas (?) Harry todo avergonzado Y EDWARD CON ESA REACCION! QUE, VAMOS HOMBRE, ACEPTA QUE TE ENCANTA OLIVIA me emociono con las parejas de aqui ya quiero que salgan a ver si los tres hacen locuras con sus respectivos intereses amorosos
Creo que no te lo dije antes, pero me gusta tanto la relacion de estos tres son amigos de la infancia y se conocen bien entre ellos. Ambos gemelos juegan un papel importante y distinta en la vida de Helvia y la ayudan a su manera, la entienden y saben por lo que esta pasando sin siquiera hablar demasiado. Que sus metodos son un poco extremos y molestos, pero lo hacen de buen corazon que me hace amar mas a mis hijos
Ah, espera que me he leido lo de la apuesta. ESOS NIÑOS MALDITOS apostando a que pueden sacar a Helvia. Louis confiado de que no. Que son amigos de la infancia y la conocen, saben como engatusarla
POR LOS CIELOS, CARTER CON SUS LOCURAS ES ORO Que casi mata a Zayn con su taco y a Helvia se le pega como koala, yo también la hubiese empujado por loca alcoholica. Mira que es mal ejemplo que la quiere poner ebria tambien a Helvia, pero todxs queremos eso a ver si comete otra locura esas de las buenas que tiene de besar a LouisCarter tira el taco en la mesa y salta encima de mí. Estoy a punto de caerme de espaldas, pero recupero el equilibrio. La chica como un koala. Mi primer impulso es empujarla porque me pilla por sorpresa. La descuelgo de mi cuerpo.
—Has venido —chilla aplaudiendo.—Eh, no seas tan gilipollas. —Los dos me miran con impresión. Debería quedarme callada, como siempre, pero no puedo evitarlo—. Has sido tú quien le ha dado, pide perdón al menos.—Por la cafetera —explico pasando las manos por la pernera del pantalón para sacar el frío de mis dedos—. No esperes que me quede callada cuando tengas otra de tus ocurrencias.
La reacción de Ciara no es la que espero. Sus labios pintados de rojo se elevan en una mueca sangrienta y encantadora a parte iguales.
—De todas formas, es más divertido así.
Que Liam si se paso de idiota con Ciara, donde quedo ese hombre cabelleroso que me enamora? pero por muy cruzada que se trae a Ciara, si le haces daño ya sea sin querer disculpate que no es muy dificil cabron Grande Helvia que le puso las pilas y al final, de alguna manera, termina haciendo buenas migas con Ciara que quiero que se lleven todas bien, afrontan una situacion que ninguna quiere juntas y lo que menos deberian hacer es pelearse entre ellas y mas apoyo, mas sororidad y buena onda. Momentos así me encantan
Por cierto, que Via escriba borracha me encanta porque yo a veces hago lo mismo xd que termino escribiendo cualquier estupidez, pero me vienen las musas (?—Querido diario, mi marido todavía no me ha dicho el culo que me hacen estos vaqueros.
El susto hace que se me vaya la palabra y acabe haciendo una raya. Levanto la cabeza solo para ver a Louis en el taburete de al lado. Con los codos apoyados en la barra y la camiseta tirante sobre el pecho.
—Querido diario, acabo de romperle un vaso en la cabeza a mi marido. —Utilizo su mismo juego, ignorando el hecho de que me ha mirado el culo—. Dios, espero que esté muerto.
QUE ESTOS DOS ME HACEN REIR TANTO Louis que le anda mirando el culo y Helvia que le va a romper la madre si la sigue molestando xd
Yo le doy la razon a Via que Louis es algo entrometido en sus asuntos, como eso de querer leerle las servilletas. No a todos nos gusta que las demas personas lean lo que escribimos, y menos ebrios xd pero Helvia ya saca conclusion que Louis deberia estar ligando con una tipa. Yo no me creo del todo que a Lou no le caiga bien, algo debe gustarle su compañia si de alguna manera esta pendiente de ella
Muero con que Louis no supera lo del beso. Es que esperara a que ella lo bese sabiendo que esta pasaditas de copas o qué? Entonces si esta ligando, solo que Via no se da cuenta que es con ella, no?
Uff, y Helvia ya empezo a ventilar borracha
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—¡Ajá! —Lo señalo con el dedo emocionada por llevar la razón.
—A mi casa. —Se le endurece la voz y el rostro se le ensombrece—. Con mi hermano.
Al fin se abrieron el uno al otro un poquito es un comienzo y a ambos tampoco puedes exigirles demasiado sin asustarlos. Que hasta yo estoy intrigada que es que hace tanto Louis con su hermano, pero me gusta que Helvia le haya presionado y luego dado su espacio, y hasta se atrevio a hablar un poco de ella cuando parecia imposible. Mira que me emociono con una cosita así pero conociendolos a los dos, es un paso grande
Al serenarme, me doy cuenta que todavía sostengo su mano entre la mía. Caliente al contacto con mis yemas frías. La aparto y me la llevo al cuello.
—Yo tengo dos hermanos. —La voz me sale nerviosa y aguda—. Babi y Marcelo. Con él te llevarías bien, sois igual de pesados.
Hasta que llego la demoledora y demolio ese momento tierno la perdono porque es mi hija solamente y porque amo que sea tan compinche con la Via borracha. Si Carter es la demoledora, Via tambien tiene que tener un apodo para cuando se ponga ebria. Te lo piensas y me lo dices(?
Que hasta es mas amable y con esos apodos
—Gracias, Bestia. —Los guantes me quedan grandes, pero por lo menos no perderé los dedos.
—De nada, Bella —Guiña un ojo.
Pobre Olivia que la despiertan para que vaya a buscar a los borrachos xd mira que yo ni me levanto, pero ella es tan buena que se sacrifica por el bien de ellos xd Y Edward haciendo toda una rabieta porque el queria llamar a Olivia, quiera hablar él con ella para que los recogiera y todo ajajajaja mira que admita de una buena vez que le gusta en vez de andar haciendose el tonto
—¿Me has echado de menos? —escucho a Edward.
—¡Qué dices! —La voz de Olivia me retumba en la cabeza.- AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH:
- Siento el peso del cuerpo de Louis sobre el mío. Nuestras piernas enredadas y su rostro sobre el mío. El pelo le cae hacia delante. Me mira los labios y yo termino por hacer lo mismo.
—Si vas a besarme avisa —murmura con malicia. Su aliento cálido me da en la cara.
—No paras de mencionarlo —digo tragando saliva. Todavía sin saber por qué no le doy un empujón—. Debió ser inolvidable.
Hace un gesto de indiferencia con los labios.
—Estuvo bien.
—¿Tanto como para repetirlo?
«Recupera la racionalidad, Helvia Petrova». Ignoro el llamamiento de mi cabeza. Recorro las facciones de Louis lentamente. Desde el arco que conforman sus cejas, el deje oscuro que ha nacido en sus ojos y la curvatura de sus labios, medio abiertos.
Recuerdo el beso. Por una décima de segundo, me dan ganas de estirar el cuello y repetirlo. Solo por el placer de hacer algo sin meditarlo. Algo que erice la piel y me haga sentir viva.
Pero es solo un segundo, lo que tarda él en responder.
—La verdad que sí.
La afirmación de Louis me saca del trance. Lo aparto de encima de mí y me levanto de un salto asustada por mi falta de control. Olvido los libros que hay a mis pies durante la huida y me tropiezo sin remedio. Me doy un porrazo monumental contra el suelo. Logro frenar un poco el impacto con las manos. Así y todo, siento un dolor sordo en todas partes.
Tuve que citar todo porque MIERDA MIERDA MIERDA SE ENCENDIOOOOOO EL FIREEEEEEEEEEE
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Que casi me pongo a gritar cuando leí que se cayeron juntos en la cama y AYYY CIELOS, ME MUERO MUERTA MUY FUERTE QUE ESTABAN ENTRE TIRA Y AFLOJA A VER SI SE DABAN EL BESO. QUE SI LOUIS SE TARDABA MENOS EN CONTESTAR HABIA UN SEGUNDO BESO Y QUIEN SABE SI ALGO MAS
pero asi como me emocione se me bajo todo cuando Helvia salto despavorida para no sucumbir en el deseo. Que lo hubieses hecho y le echabas la culpa al alcohol y ya pero que me mori de risa cuando termino por caer y destruir su torre de libros pobre, el golpazo que se dio
Me encanta que Helvia le pida que le dé otra oportunidad a Harry Carter obviamente esta toda desconfiada, pero gracias a la Bella que tomara su consejo en mi capitulo, eso es seguro juju. Es oro puro que crea que Carter le va a pegar y la otra toda avergonzada porque se le habra pasado por la cabeza de lo encabronada que esta con el otro pero vamos que Via lo conoce mejor, hacele casi chiquita y deja el rencor—Debajo de toda su mierda, está el Harry por el que me he arriesgado a recibir una bofetada de la Demoledora. Y ese Harry te gustaría, estoy segura.
Carter enrojece de nuevo, trata de disimularlo echándose el pelo sobre la cara.
—No te iba a pegar —asegura en voz baja.
En la cafetería entra un grupo de alumnas de tercer curso que nos dedican una fugaz mirada antes de ir a sentarse en una zona alejada.
—Piensa en lo que he dicho —añado, antes de volver a meter la nariz en mi libro.
De donde no debería haberla sacado. No puedo evitar darme cuenta que toda mi determinación a mantenerme alejada no hace más que desmoronarse día tras día. Un miedo paralizante me atenaza la garganta al darme cuenta de ello.
Helvia puede sentirse algo paranoica con eso de meter sus narices en asuntos ajenos. Pero es por el bien de tus amigos, no estas haciendo nada grave y la verdad es que le da una gran mano a ambos para que hagan las pases (bendita Helvia). Todavia me preocupa esto de que se aisle tanto y se restringa a si misma de profundizar relacion con alguien o hablar sobre sus sentimientos. Que el alcohol, por suerte o desgracia, es liberador de todo lo que calla. Puede que el viaje con Louis sea incomodo, pero que por favor no olvide que tuvieron una linda charla en el bar y se abrieron un poquito el uno con el otro
Nena, siento tanto haberme tardado en comentar. La verdad es que deje tu capitulo como ultimo recurso para inspiracion porque sabia que si me lo leia antes de empezar a escribir me iba a quedar sin inspiracion por la mitad, inspiracion que reuni en los caps de Ems y Jen. Sabia que este cap la remontaria y, pues, funciono bastante que ya me he puesto a editar el capitulo a ver si al fin acabo con mi suplicio. Gracias por siempre inspirarme
Respecto al capitulo, esta de mas decir que me encanto y lo ame a montones Helvia en el primer capitulo se presenta mas dura y con una armadura inquebrantable. Aqui la vi mucho mas vulnerable y sensible, nos permitio conocer ese lado suyo que todavia siente mucha culpa por sus errores del pasado y que no puede personarselo. Me entristece que todo ese evento halla sido tan traumatico para ella que practicamente se obliga a si misma a aislarse y a ser desinteresada por lo ajeno, pese a que a lo ultimo se la juega por Harry porque es su amigo y lo quiere, aunque esto al final le termine por incomodar.
Louis que es todo un curioso y un pesado del orden xd que hasta las maletas le queria hacer porque de seguro no iba a poder descansar tranquilo pero en cierta parte me gusta ese aire misterioso que se trae consigo. Tambien calla un monton de cosas, y quiza debe querer que Helvia dé el primer paso de abrirse con ella para poder hacerlo él, o quien sabe, solo quiere satisfacer su curiosidad. Pero los acercamientos de estos dos, que aunque sean leves, los siento super significativos debido a la personalidad reservada de ambos. Como he dicho antes, siento que pueden aprender un monton de cosas el uno del otro y no puedo esperar a leer ese viaje a Verona (espero no haberme equivocado de destino xd). Ame tu capitulo y cada vez amo mas a esta historia y a estos chicos
Jaeger.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Holi, finalmente les traigo capitulo Pido disculpas por mi tardanza, pero que me he trabado horrible con este capitulo y me costo un monton poder terminarlo Las quiero y espero que les guste mas de lo que a mi me gusto escribirlo xd
Última edición por Jaeger. el Jue 05 Mar 2020, 11:51 pm, editado 1 vez
Jaeger.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Capitulo 28
Carter White & Harry Styles || by: Jaeger.
- All my feelings on fire, guess I'm a bad liar:
Después de clases, pase gran parte de la mayoría del día encerrada en la habitación para repasar los resúmenes que armó cada fin de semana. Siempre que tengo un tiempo libre, aprovecho a hacerlos y añadir información y modificarlos cada vez que sea necesario. Me prepara para no estar estresada con los exámenes. He sido aplicada con los estudios toda mi vida que siento que no podría dormir tranquila si no mantengo las materias al día. Los días que Harry no dio señales de vida en la habitación me ayudaron bastante, de lo contrario tendría que encerrarme en el baño sentada sobre el suelo y usando de escritorio el retrete del baño.
Tyler me ha invitado a una cita esta noche y no dude en darle el sí, pero antes tendría que recompensar el tiempo para reforzar un poco más. Todavía queda poco más de una semana para empezar con los exámenes, pero nunca he tenido una nota más baja que 10 y quiero mantener la beca.
La puerta de la habitación se abre de golpe, sobresaltándome. Veo a Harry entrar mientras masajea su cuello con expresión adolorida. Lleva puesto el uniforme de futbol, por lo que deberá venir de su entrenamiento. Miro el reloj de la pared: ha venido mas tarde de lo que hace, o mejor dicho, que hacía. Hace tiempo no lo veo aquí. Cruzamos miradas en que el ambiente se pone demasiado tenso, por lo que aparto la vista sin ánimos de hablar con él. Sigo molesta, realmente me moleste mucho por su falta de educación y consideración. Por poco y me hace sentir culpable por golpearlo, pero no merece siquiera que me sienta así por su causa.
—Olvide ropa aquí.
No le respondo. Me da igual. Lo oigo suspirar e ir directo hacia su armario para tomar unas prendas.
—Voy a dejar de ser un gilipollas contigo—declara con seguridad. Yo no volteo—Y lo digo enserio. Perdón por pensar con el pito —pese a que se disculpa, se expresa de mala gana.
Parece esperar a que le conteste, mas no encuentra respuestas en mi
—¿Puedes decir algo?
Paso de página más concentrada en estudiar que en su patético intento de disculparse.
—Bien, que quede por sentado que ya me he disculpado y que solo estoy durmiendo afuera para darte tu espacio. Adiós.
Al cabo de unos segundos sale dando un portazo. Miro hacia donde se fue y suspiro, aliviada porque se halla marchado. Es mejor mantener distancia de los gemelos Styles. Mi corazón ya tuvo suficiente con ellos: uno por su indiferencia y otro por su maltrato.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyler me lleva al cine e insiste en pagar él las entradas y las palomitas, pero para nuestra mala suerte se han acabado las entradas y faltan dos horas para la siguiente función, así que decidimos hacer tiempo en un bar cercano. El ambiente me encanta, se ve súper elegante, tanto que me hace felicitarme por esmerarme en mi vestimenta. Llevo un jeans azules con unos zapatos negros nuevos que mamá me compro hace un tiempo atrás, pero que nunca he tenido intención de volver a usarlos. Una blusa negra de manga larga y una campera de cuero marrón claro. Me he maquillado levemente, pues apenas sé usar el maquillaje y prefería hacerlo con cuidado antes de quedar como un payaso. Tyler fue todo alago cuando me observo de pies a cabeza, y no voy a negar que algo cálido broto en mi interior.
El pub tiene las luces bajas mientras que en el medio de cada mesa redonda hay una vela encendida. Me hace sentir un poco nerviosa, pero también con mucha ilusión. Todavía me es incomprensible porque le resulte interesante a Tyler. Es nuestra segunda cita, y aunque la primera la pasamos genial, no pensé que me volvería a pedir otra. No hubo besos ni ningún tipo de acercamiento, lo más lejos que hemos llegado es tomarnos las manos al caminar por las calles. Su mano es grande y cálida, y solo recordarla hace que me lata el corazón como una tonta.
—¿Qué te gustaría de beber? Yo invito—dice mientras observa atentamente la carta de menú. —Deberíamos pedir algo para comer mientras tanto, ¿no tienes hambre? Yo si —levanta la mirada y me da una de sus sonrisas coquetas.
—Me gustan los mariscos —le comento y al instante me arrepiento al ver lo caro que esta. —O mejor unas papas fritas con queso cheddar…
Vuelvo a arrepentirme. También sale caro.
Tyler parece adivinar mis pensamientos y lleva una mano hacia la mía, mis mejillas se ponen rojas enseguida, lo que hace que su sonrisa arrogante se extienda.
—Tengo dinero. ¿Crees que invitaría a una chica linda a una cita de lo contrario?
Siento que me explota aun más la cara por su cumplido.
—Al menos, déjame pagarte la mitad.
—Te he dicho que yo te invito.
—Pero no me sentiría satisfecha si no coopero con algo—muevo la cabeza hacia un costado. Tyler me queda observando mientras sonríe, pero esta vez se ve distinta su sonrisa—¿Qué?
—Eres linda, White. Pero no voy a dejar que pagues, al menos no esta noche—sus dedos se entrelazan con los míos y se me escapa una sonrisa tonta—¿Qué tal si me invitas en la próxima cita?
Conectamos nuestras miradas en que lo dicen todo y termino por asentir. Cielos, ¿realmente está pasando? ¿Enserio le gusto a un chico tan lindo y dulce como él?
Al final cenamos mariscos y bebemos un vino tinto muy dulce. Lo que llevo aprendiendo de Tyler es que es de cáncer, le gusta el futbol y estudia abogacía porque su papá lo es y es su modelo a seguir. Se unió a las Panteras Doradas después de que su mejor amigo entrara, aunque tiempo después termino por abandonar la universidad. Es competitivo, pero justo. No le gustan las tretas baratas ni que las reglas se rompan, aunque por ocasiones admite que hasta él mismo lo hace. Es divertido, simpático, arrogante y siempre finge tener la razón, aunque me confió que sabe cuando se equivoca e intenta remediarlo.
Sé que es demasiado pronto para permitirme ilusionarme, solo basta con saber las experiencias pasadas y desastrosas que tuve como para evitarme hacer lo de nuevo. Pero enserio creo que es un buen chico y quiero creer en el amor una vez más. Solo una más. No pido que se case conmigo ni que elija quedarse a mi lado si el día de mañana se acaba, pero sí que mi compañía sea algo que disfrute.
—¿Qué tal las cosas con Styles? —pregunta de pronto, sorprendiéndome. —Se ha escuchado rumores de que está yendo de habitación a habitación, incluso Morgan, una de las panteras, le dejo dormir en su cuarto unas veces esta semana.
No me extraña que las personas estén enteradas, en esta universidad corre rápido el chisme, por eso esperaba todavía mantener la relación con Tyler un poco más en secreto.
—Hemos peleado y le he pedido que se marche de la habitación.
Tyler levanta las cejas en alto sin creerme.
—Con el carácter de Harry, dudo que lo haya hecho por las buenas.
—Tienes razón, fue por las malas.
Sonríe divertido por mi confesión y a mí me entra un poco de vergüenza.
—No es de extrañarse de Carter la demoledora.
—Lo haces sonar como si fuese una bravucona—le reclamo en voz baja, haciéndole soltar una carcajada.
—Es la fama que te has ganado después de hacer llorar a Stewart. ¿Sigue evitándote en los pasillos?
Asiento para más de su gracia y termino riéndome con él. No sé cómo pudo tener tanto impacto verme a mí pelear con Robert Stewart y tirar al suelo al principal guardaespaldas de las panteras doradas, pero ahora todos parecen tener cierto respeto a mí y me saludan en el pasillo con efusión. Me hace sentir como si fuese un gánster y los obligara a ser simpáticos conmigo, pero prefiero eso antes que volver a ser la burla.
—¿Qué hay de ti? ¿Tienes una buena relación con tu esposa? —intento cambiar el rumbo de la conversación no sintiéndome muy cómoda hablando de Harry.
La expresión de Tyler cambia drásticamente. Se rasca la nuca con una mueca en la cara, pronto me siento intrigada.
—Nos nos llevamos bien. A decir verdad, es la hermana menor de mi mejor amigo—explica, yo solo asiento. Debe ser incomodo para él—Y nunca hemos tenido buena relación, así que es complicada la convivencia y las sesiones de terapia, pero vamos sobreviviendo.
Nunca he sabido quien es su esposa, y no sé porque ahora siento más intriga que nunca.
—¿Ella sabe que has estado encontrándote conmigo?
Menea la cabeza con el ceño fruncido.
—No, y mejor que no se entere.
Esta vez, yo soy quien frunce el ceño.
—¿Por qué? No es como si estuviesen casados enserio y yo fuese la amante.
—No me agrada, por ende, no me gusta que tenga conocimiento de mi vida y mis relaciones solo porque estamos juntos en este proyecto—dice pacientemente, apretando el agarre de nuestras manos. Una sonrisa arrogante se forma su cara—¿Acaso estas celosa?
Se me pone la cara roja mientras niego, pero Tyler no me cree. Ni siquiera sé si estoy celosa enserio, pero es que me imagine como se sentiría ella al saber que su esposo se está viendo conmigo. Intento despejar las ideas absurdas en mi cabeza y disfrutar la noche. Últimamente, esto del programa matrimonial se confunde con la realidad y las cosas comienzan a mezclarse.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Salgo temprano de la última clase del día y no tengo nada más que hacer en las siguientes horas, por lo que acepto cuando la madre de Sam me llama para saber si podre cuidarla por unas horas mientras ellos se van a una reunión importante del otro lado del país. Solo debo quedarme con ella hasta que aparezca su nana, quien está volviendo de otro viaje con sus amigas de Liverpool.
La familia de Sam y la mía han hecho buenas migas desde hace años, tanto que a mis padres no les molestaba que pasara mis tardes jugando y cuidando a Sam con apenas 13 años mientras mis notas no bajaran. Mas que la niña que cuido, es como una hermana pequeña para mi, y lo cierto es que he estado tan metida en mis problemas que la he dejado un poco de lado, por lo que no dudo un segundo en tomarme el autobús para ir a su casa.
El vecindario de Hamstead es de los más exclusivos en Londres, por no decir el único. La casa de mis padres queda a unas calles de lo de Sam, por lo que me replanteo si pasar aunque sea a saludar. Nunca lo hago, ellos tampoco les agrada que vaya. Pero me gustaría tener un encuentro previo con ellos antes de ir con Harry a pasar cuatro días conviviendo con ellos. Ya solo faltan unos días para eso y temo que llegue más rápido de lo que me gustaría y se pase lentísimo.
Llego a las rejas de la mansión y toco el timbre. Jerry, el portero, me ve desde la cámara y abre la reja para mí. Camino por la acera sin pisar el césped antes que me griten por los parlantes y golpeo la puerta una vez que estoy frente a ella. Tania, el ama de llaves, me recibe con un abrazo y me invita a pasar.
—Llegas a tiempo, están todos en la sala tomando el té. Pasa.
—¿Todos? —murmuro para mí misma, pero no alcanzo a preguntarle bien porque Tania se va a hacer sus quehaceres.
Doy unos pasos en dirección a la sala donde escucho voces, mas no alcanzo a distinguirlas. No es hasta que resuena una risa breve y vacía que hace que se me caiga todo al estomago, sentándome el jugo de naranja que tome en el camino muy mal. Me suda el cuerpo y los nervios se ponen a mil cuando veo a mi madre sentada en el sillón con las piernas cruzadas frente a Scarlet Wells, riéndose sobre quién sabe qué y bebiendo su té. Apenas notan mi presencia, Scarlet se levanta de un salto para acercarse y darme un abrazo de oso.
—¡Has venido, pequeña Carter! —chilla emocionada y me da un sonoro beso en la mejilla.
Rachel sonríe sin mostrar los dientes, fingiendo estar feliz por verme.
—Carter, cielo, hola.
—Hola mama.
El tenso ambiente que se forma en la habitación no parece ser percibida por Scarlet, pues sigue parloteando sobre los diseños que le ha mostrado a mamá de la nueva temporada de otoño-invierno en la que piensa comprarse el catalogo entero. Rachel le hace sugerencias y le cuenta los beneficios que tiene cada prenda, emocionándola más. Lo irónico de mi mal gusto para la ropa, es que mi madre sea una diseñadora reconocida. Su pasión siempre ha sido la moda y sin dudas su más grande amor, incluso mucho más grande que por su familia. Para ella, lo es todo.
Me siento incomoda en uno de los sillones individuales mientras me muerdo las uñas con impaciencia y nervios. No he ido a la modista. Tuve un momento de rebelión en que me negué a ir y no conteste ninguna de sus llamadas. Si Adam no está contento con verme en su fiesta de cumpleaños, entonces no tendría que asistir solo porque el abuelo White lo demanda. Ni siquiera él me apoyo cuando decidí no estudiar ingeniera industrial y centrarme en literatura inglesa. El abuelo también me grito y me dijo que era una estúpida por desperdiciar mi talento, pero al menos él no vivía despreciándome por mi elección.
Creo saber exactamente porque Scarlet me llamo, y lo confirmo cuando dice que irá a buscar a Sam, quien se encuentra en la casa del vecino jugando. Se arma un silencio entre nosotras, tanto que prácticamente estoy arrancándome la piel de los dedos.
Rachel suspira mientras me mira con desaprobación.
—Ya basta, Carter. Odio que hagas eso —azota en mi dirección, abandonando su postura calmada. Su mirada se oscurece y se cruza de brazos. —¿Acaso tienes roto el celular que no contestas mis llamadas?
—No.
—¿Entonces? ¿Tenemos que jugar al gato y al ratón para que hagas una cosa bien en tu vida? —dice exasperada, pasando una mano por su cabello para acomodarlo—Creo que eres lo suficientemente grande para que este regañándote, así ahórrame este dolor de cabeza. ¿Quieres?
Me remuevo en mi asiento sin decir nada. Rachel parece estar esperando contestación, y suspira frustrada ante mi silencio.
—Ve al modista y arréglate el cabello. Ya te lo dije.
—Estoy bien así —susurro por debajo.
—¿Qué dijiste? Habla alto, no puedo escucharte.
—Que estoy bien así —levanto la mirada para enfrentarme hacia ella, pero sus ojos asesinos me hacen bajar—Me gusta el cabello largo y mi estilo. Yo…
La escucho soltar una risa sarcástica, y me hiere su mirada despectiva sobre mi atuendo.
—Tus zapatillas están gastadas, esos jeans esta pasado de varias temporadas y creo haberte comprado ese sweater hace tres años atrás. ¿No tienes vergüenza de afirmar algo tan descabellado?
Me encojo en mi misma queriendo desaparecer. No debí haber venido.
—Haz lo que te digo. No queremos que tu abuelo nos moleste solo porque ha decidido hacer las cosas por tu cuenta.
—Pero yo…
—De todas formas, ya es tarde para que veas una modista —agarra la revista y me la tira enfrente. La tomo con torpeza, pero termina cayendo al suelo—Fíjate cual vestido te gusta más y me dices para reservarlo.
—Pero…
—Carter Marianne, ¿puedes hacerme el asunto más fácil? Suficiente tengo con la fiesta como para estar corriéndote. Ya eres adulta, solo haz lo que te digo.
Quiero replicarle y decirle que esta es mi vida y he decidido como vivirla, pero soy tan cobarde que me conformo con apretar con fuerza la revista y asentir sin más. Rachel se levanta y acomoda su traje, toma su bolso y camina elegantemente con sus tacos resonando en el mármol hacia la salida.
—No causes más problemas de los que por sí ya hay. Ah, y convence a tu abuelo de llevar las fiestas en paz por una buena vez si es que quieres que te dé una buena nota respecto a la visita con tu “esposo” —advierte sin tapujos. No me sorprende que amenace con eso—No quiero soportarlo tener que escucharlo decir lo que se le venga en gana.
Termino por asentir. Justo en ese momento, Scarlet llega con Sam y la acompaña hasta la puerta. La pequeña rubia corre hacia a mí para sentarse a mi lado, sin apartar la vista por donde se fueron.
—¿La bruja te hizo algo?
Suspiro frustrada con los ojos picándome. Tengo tantas ganas de llorar. Lo soporto y me las arreglo para sonreír. Ya estoy acostumbrada a que Rachel se comporte como una perra conmigo, pero eso no significa que no duela.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Recién a eso de las doce vuelvo al campus, justo después de que pasa el último autobús. Tengo que caminar unos metros para llegar a las habitaciones. Entro con las luces apagadas y empiezo a tirar al suelo mi mochila y la chaqueta. La lámpara de una de las mesas al costado de la cama se enciende, asustándome. Harry esta con acostado debajo de las frazadas con el torso desnudo y fregándose los ojos con sueño.
—¿Qué se supone que haces aquí? —mi voz sale más brusca de lo normal, por lo que trato de tranquilizarme. Por muy molesta que este con él, no sería justo adjudicarle mis sentimientos de frustración y enojo cuando van dirigidos a otra persona.
—Por favor, Carter. No he dormido bien estas semanas y enserio necesito dormir en mi cama—prácticamente me está rogando para quedarse, incluso se acurruca —No me hagas decírselo a Stella.
Pienso en sacarlo a patadas nuevamente para que siga sufriendo, pero la verdad es que estoy tan cansada que prefiero darle una tregua.
—No me abraces mientras duermes. No traigas a nadie para tener sexo y mantén el orden en el cuarto—enumero las tres levantando mis dedos—Si puedes mantener esas simples reglas, entonces puedes quedarte.
No sé si ha asentido o no, simplemente me ocupo de tomar mi pijama y dirigirme al baño. Me doy una ducha corta para sacarme la transpiración del día y me cambio, secando mi cabello un poco y lavándome los dientes. Al volver a la habitación, Harry ha dejado la luz de su lámpara prendida, pero se ha echado a dormir sin más. Apago la luz y rodeo la cama, me acuesto de mi lado, sintiéndome rara por volver a sentirlo tan cerca.
Intento dormir y pareciera que el cansancio de todo el día se desvanece en cuanto empiezo a pensar en el encuentro con Rachel. Me produce ansiedad de solo pensar que sucederán esos cuatro días en que estaremos allí con Harry. No paso mucho tiempo en casa, a decir verdad. Vacaciones parece ser el único momento, pero son solo dos semanas en que mis padres están de viaje y Cody decide quedarse para asistir a sus talleres de verano que le exigen ir.
Se me encoge el corazón de solo pensarlo y lo extraño como loca. Extraño tanto compartir con mi hermano que se me caen un par de lágrimas. Es todo tan injusto. Es injusto que hayan aportado gran parte de destrucción a mi autoestima y esperan que aun así hagan lo que les plazca, peor aún es que yo lo permito. No creo merecerlo, en verdad que no. Pero no entiendo porque me falta tanto coraje para enfrentarlos.
Se me escapa un sollozo y luego otro. Tengo que ponerme una mano sobre mi boca para que no escuche. Más que tristeza, lloro porque estoy molesta: con mis padres, con mi abuelo, conmigo misma por no ser valiente y seguir siendo la cobarde que siempre fui. ¿Cuándo voy a hacer las cosas bien?
—¿Carter? ¿Estás llorando?
Harry se ha despertado. Me remuevo en mi sitio, fingiendo estar dormida.
—Ya no finjas. Mientes horrible.
No le respondo. Me muerdo los labios y cierro fuerte los ojos para intentar dormirme, pero Harry me zarandea el brazo suavemente.
—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? —insiste algo adormilado, aun así mas despierto.
Lo siento prender la luz de su lámpara y termina por girarme, haciéndome quedar frente a él. Un suspiro se me escapa y termino rendida. Me tapo la cara mientras intento dejar de llorar como una tonta, avergonzada porque me vea así. Lleva sus manos hacia las mías, intentando apartarlas.
—Por favor, no...—se me quiebra la voz, traicionándome.
Solo se escuchan mi sollozos que intento tragármelos sin éxito. No dice nada, absolutamente nada sale de sus labios. Segundos después, escucho que apaga la luz y se vuelve frente a mí. Intenta quitarme de nuevo la mano de mi cara, y solo esta vez lo dejo. En la oscuridad, busco sus ojos; no sé que espero encontrar en ello, quizás algo que no siga lastimándome ni hacerme sentir lo patética que me siento en estos momentos.
—¿Qué ha ocurrido?
Suave y paciente. Me sorprende el tono en el que me habla, mas todavía no confió en el. Creo que lo intuye porque de inmediato agrega:
—Sé que soy un idiota a veces, pero no voy a burlarme ni irle el chisme a alguien. Solo cuéntame, te hará sentir mejor. —dice en un tono comprensivo que no conocía.
Ahora es uno de los momentos en los que me arrepiento por no saber mentir. Es que si no lo hablo ahora, de lo seguro que aprovechara la próxima sesión con Stella para poder exprimirme información y lo que menos quiero que se entere de mis problemas familiares. Con la luz de la luna y mis ojos acostumbrándose, puedo distinguir poco a poco la mirada de Harry sobre mí: parece curioso y preocupado, cosa que me sabe raro. Pero todo es raro cuando nos encontramos solos. Es más fácil disimular si hay más personas en la habitación, puedo hacer de cuenta que no existe, que yo no existo; que no nos llevamos bien y estamos atrapados en un matrimonio estúpido que ninguno quiere, como todos los que estamos metidos en esto. Sin embargo, cambia cuando somos simplemente él y yo: Harry y Carter. Ya me he dicho y me he endurecido para que no vuelva a joderla conmigo, no dejarlo entrar más de lo debido.
Mi momento de debilidad pasa, tengo que encerrarlo en lo más dentro de mí para que no cause mas problema ni me dé más motivos para llorar en otra ocasión.
—Estoy bien.
—Estás llorando. No estás bien.
Intento girarme para darle la espalda, de pronto siento su mano sobre mi brazo, atrapándolo. Me congelo ante el tacto, sintiéndome nerviosa al verlo moverse hacia a mí. El calor que desprende su cuerpo parece tocarme incluso cuando no tenemos contacto alguno más que el necesario. De todas formas, no puedo dejar de experimentar como mi corazón parece a punto de salirme del pecho.
—Si he hecho algo malo...
—No lo has hecho... por ahora.
Noto que frunce el ceño, molesto. Aparta su mano de mí y se lo agradezco mentalmente.
—Ya te dije que dejaría de ser gilipollas contigo.
—Entonces, respeta mi privacidad.
—Es difícil respetarla si estas llorando a mi lado.
Me muerdo el labio inferior sin saber si decirle lo que tengo pensado. Pero lo hago, necesitando mantener una distancia entre los dos.
—Métete en tus putos asuntos—escupo brusca, dirigiéndole una mirada fulminante en la oscuridad—Como si te importara lo que suceda fuera de tu ombligo.
Tomo mi almohada y me levanto bruscamente, robándole el acolchado y caminando directo hacia el baño. Prefiero pasar la noche allí a que darle la oportunidad de verme vulnerable.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
En los dos días que retiramos la palabra y aplicamos ley de hielo por ambas partes, yo sabía que antes de pisar la casa del terror de los White, tendría que reconciliarme con Harry. Lo que no estoy segura es que lo correcto sea en la oficina de Stella y su intensa mirada entre nosotros. Preferiría hacer las paces de manera natural, tranquila y reservada.
Si algún día llego a casarme, no iré a una consejera matrimonial. Eso es seguro.
Ninguno dice una sola palabra en los siguientes cinco minutos que entramos. Stella parece optimista este día, por lo que no se rinde y, luego de dejarnos un té de menta a cada uno, se aventura para hurgar sobre el problema.
—¿Puede alguno decirme que sucede?
No respondemos, solo siento la mirada fulminante de Harry sobre mí. Me encojo en mi misma y me apresuro a tomar el té entre mis manos, dirigiéndole una sonrisa nerviosa a Stella cuando centra su atención en mí.
—¿Carter?
Observo cómo se crean ondas en el liquido mientras soplo, pensando que el té soy yo y Harry el soplo, porque siempre termina orillándome. No pudo lograrlo antes y por ello está enojado, pero es que ya no me intimida como antes lo hacía. Estoy aprendiendo a ser valiente, aunque pese con algunas personas y se desborde mi confianza, no necesito permitirle a alguien más que me haga sentir inferior.
Estoy preparada mentalmente para Stella insistiendo en que hablemos de los problemas, rindiéndose al cabo de unos minutos y tratando de que intercambiemos las suficientes palabras para que trabajemos la siguiente sesión. Pero, sin esperarlo, Harry me retira bruscamente la taza de té y la deja con fuerza sobre la mesa, sobresaltándome. Lo miro como si le han salido dos cabezas, y me sorprende lo fuerte que aprieta su mandíbula.
—Es su culpa —me acusa tal cual criminal, abro la boca en grande. ¿Qué demonios?—Ella y su actitud de mierda.
—¿Mi actitud de mierda?—repito sin poder creerlo.
—¡Si, es tu maldita actitud!
—Harry, tranquilo. Estamos aquí para hablar, no para gritar —le recuerda Stella, ella tampoco sale de su asombro.
El castaño le da un sorbo a su té antes de continuar, todavía molesto. Lo deja sobre la mesa al lado del mío.
—He sido un gilipollas con ella. Vale, lo admito —levanta las manos al aire, asumiendo toda responsabilidad. Yo no puedo apartarle la mirada sobre él, desconociéndolo. ¿Dónde está mi marido orgulloso y canalla?—Pero eso no le da derecho a ser una gilipollas conmigo.
—¿Yo he sido gilipollas contigo?
Debo parecer lela simplemente repitiendo en vez de replicar, pero es que todavía estoy asombrada.
—¡Si! La otra noche cuando estábamos durmiendo...
—No es necesario esos detalles, Harry —se adelanta Stella, aclarando su garganta.
Creo que se me explotan los vasos sanguíneos de todo mi rostro porque lo siento demasiado caliente. Harry no se inmuta ante la teoría.
—No hemos tenido relaciones sexuales, solo nos besamos algunas veces —expresa sincero y sin una pizca de vergüenza.
La confesión le arrebata una exclamación a Stella. Me volteo hacia él, esta vez sí molesta.
—¿Tienes que contarle todo?
—¡Esta aquí para ayudarnos a solucionar nuestros problemas!
—¡Pero no tenemos problemas maritales reales!
—¡No importa si es real o no, se trata de nosotros! —remarca en lo último. Otra vez me hace sentir como si todo fuese distinto entre él y yo, y lo odio porque crea ilusiones en mi que solo están en mi cabeza.
Quiero gritarle y golpearlo, me retengo porque la violencia no lleva a nada y no quiero darle la razón frente a Stella. Tengo ganas de llorar, frustrada y cansada de esta situación. ¿Por qué no puedo estar en mi habitación leyendo algún libro de fantasías o redactando un ensayo? Prefiero mil veces los interminables ensayos antes que seguir encerrada en esta oficina.
—Carter, Harry, necesito que se escuchen bien antes de proseguir —la sonrisa de Stella me pone de peor humor. Toma una pelota pequeña de color rojo en sus manos y se la pasa a Harry—Solo cuando tengan la pelota en mano podrán hablar. ¿De acuerdo? La otra persona tiene que escuchar sin replicar. Le llegara su turno.
Quiero replicarle por qué tiene que dársela primero a él, puesto que ya ha lanzado mierda y merezco defenderme. Pero ahí me quedo, cruzada de brazos con la espalda contra el respaldo, teniendo más paciencia de la necesaria.
Harry inspira profundo antes de comenzar.
—Ella...
—No me lo digas a mí. Díselo a Carter.
Pone los ojos en blanco, girando su cuerpo hacia donde estoy. Nuestras miradas se cruzan, batallando. Lo cierto es que empezamos tan mal, tuvimos pocos momentos de agradables y no le hemos sacado provecho. En verdad, él no lo ha hecho.
—Estoy furioso contigo —dice honesto, sus sentimientos acompañan sus palabras. Aprieto mi mandíbula para no hablar, solo escucharlo—He sido amable y considerado cuando te pregunte que te pasaba hace dos noches atrás, y me trataste como si fuera un estorbo. ¿Está mal que me preocupe por ti si te escucho llorar?
Me extiende la pelota, se la arrebato brusca. Su mirada se entrecierra.
—Yo también estoy furiosa contigo. Estoy tan furiosa, ¡tanto que no quiero esta estúpida pelota!—la lanzo detrás del sillón para que ninguno tenga la oportunidad de tomarla. Stella se ve fuera de onda ante mi reacción, pero Harry parece que ha empezado a acostumbrarse—Hemos estados casados hace tres meses. Tres meses y te dignas a tratarme como persona el último mes. ¿Enserio te enfadas por qué no quise contarte mi intimidad?
—¡Deberías hacerlo si estamos casados! Además, no me dijiste que estas saliendo con Tyler.
Me sorprende que se haya enterado. ¿Cómo lo hizo? Ni siquiera tenemos citas cerca del campus.
—¿Cómo puedes salir con ese idiota? —rechista malhumorado—Él solo juega con las chicas. ¿No conoces su fama de mujeriego?
—Disculpa, ¿estás hablando de ti? Porque te recuerdo que fuiste tú quien trajo a otra chica a nuestra habitación—la boca de Stella se abre en grande ante la confesión—¡Es por eso que no quiero que duerma conmigo! ¡Es un maleducado!
—¡Ya me he disculpado! ¡En cambio, tú no pierdes tiempo y empiezas a salir con otros chicos!
—¡El programa te deja salir con personas externas! ¡¿Cierto, Stella?!
Se sobresalta al ser nombrada.
—Pues, eh, si. Pero...
—¡Pero tiene que ser bajo mi autorización!—se golpea el pecho, y lo único que veo es un gorila salvaje.
—¿Qué eres? ¿Mi papa?
—¡Tu marido!
—¡Ni que eso me dejara inmóvil!
Entonces, nuestra discusión pasa a gritos inaudibles por parte de ambos. Ni siquiera damos respiro o turno para dejar que el otro se exponga por completo. No puedo dejar de replicar lo horrible que fue conmigo todos esos meses mientras yo me sentía insegura y triste cada vez que me despreciaba. Él se argumenta que no me conocía y que yo tampoco me dejaba conocer, que cuando quería hacer las cosas bien yo lo alejaba. Pero, ¿por qué iba a dejar que se acerque a mí? Yo sé lo que viene con Harry: ilusiones estúpidas, heridas profundas y mi corazón roto. No necesito pasar por ello de nuevo.
Stella intenta detenernos, aludiendo que no son sanos los gritos ni que tampoco estemos tan furiosos el uno con el otro, que podemos solucionarlo de manera tranquila.
—¡Cállate!—le grito furiosa, ni siquiera consciente para no tomarla con ella. No le doy chance a que me conteste, vuelvo a Harry de inmediato—¡Ni siquiera te has disculpado por lo que hiciste la vez pasada!
—¡Me disculpe dos veces, y en una de esas tu me obligaste a hacerlo!
—¡No fue de corazón!—replico tercamente. Harry resopla frustrado, pasando una mano por toda su cara— ¡Nunca haces nada por voluntad propia!
—¡Lo intente! ¿Y qué consigo? ¡Tu insultándome y yéndote a dormir en el baño!
—¡Exageras, solo exageras! ¡Me has tratado como una mierda todo este tiempo y esa pequeñez te jode!
—¡Claro que me jode! ¡Me jode que llores a mi lado y no me digas que te pasa!
—¡No tiene por qué importarte!
—¡Ya lo sé, pero me importa, y odio eso! —confiesa, tomándome con la baja guardia de nuevo. El corazón comienza a latirme tan rápido mientras que mi rostro se vuelve rojo de nuevo—¡Solo dime que paso con la pantera negra! ¿Lo besaste? ¿Te acostaste con él? ¡¿Por qué estabas llorando?! ¡Solo dímelo! —exclama frustrado pasándose una mano por sus rizos—No dejo de pensar en ti llorando y solo quiero partirle la cara, ¡así que dime la verdad!
No puedo soportarlo más. Tomo un cojín del asiento y se lo aviento con fuerza, enojada y frustrada. Harry exclama de dolor porque se lo di de lleno en la nariz y lo aparta rápidamente para enviarme una mirada fulminante. Esta decae al ver mis lagrimas acumularse en mis ojos y cayendo por mi mejilla. No soy capaz de tenerle la mirada y me cubro con las manos, sollozando.
La habitación queda en silencio. Esto es estúpidamente vergonzoso y quiero que la tierra me atragante. ¿No era más fácil dejarme ser y ya? No, tenía que hacer toda esta situación un lío y humillarme nuevamente.
—Creo que es mejor dejar la sesión aquí—dice Stella finalmente.
—No—le detengo, limpiando mis mejillas con las mangas de mi blusa. Me pasa un pañuelo, aprovecho para sonarme los mocos antes de voltear hacia a Harry, tomando coraje. Él se acongoja ante nuestros ojos encontrándose, ya serio y calmado. Parece preocupado—Quiero que dejes de hacer eso.
Frunce el ceño, sin entender.
—¿A qué te refieres?
—Eso. Hacerme creer que este matrimonio va enserio.
Mis palabras lo dejan helado, tanto o más que a Stella. La mirada de la psicóloga viaja entre ambos, seguramente pensando que se ha perdido algo. Esta vez me giro frente a ella, aun con lágrimas amenazando con salir.
—Perdón por haberte gritado y no ser sincera contigo desde el principio. Pero estoy harta de sentirme así.
Suave y comprensiva, me pregunta cómo me siento.
—Me gusta Edward, su hermano —le confieso. Siento a Harry tensarse a mi lado—Y lo único que puede decirme él es que soy una perdedora, que nadie podría fijarse en mí. Pero luego hay momentos lindos, hay besos; están todas esas estúpidas palabras que dice sobre un nosotros y yo... —no puedo terminar la frase, no me atrevo. Volteo nuevamente hacia a Harry, esta vez más seria—No va a existir un nosotros. Esto es solo una materia en que estamos obligados a aprobar si o si. Así que, o pones de tu parte y te dejas tu estúpida posesión a un lado, o... renuncio a este semestre.
Mi amenaza los pone alerta.
—No puedes hacer eso. Perderás tu beca —dice Harry, incrédulo.
—Carter, creo que esa instancia es llegar muy lejos...
—Jugar conmigo es llegar lejos—estúpida, las lagrimas aparecen otra vez—Estoy más preocupada por mi estado mental que por una beca. Ya no quiero que me ilusionen, ni que me desprecien.
—No voy a volver a hacerlo. Yo…
—¿Sabes? No hagas promesas sino puedes cumplirlas—interrumpo, esta vez mas consciente, más decidida. Se queda callado, solo observándome—Necesito irme, por favor.
Stella da por finalizada la sesión, recordándonos que hablemos cuando ambos estemos calmados para prepararnos el fin de semana con mis padres. Apenas salimos de la sesión, nos cruzamos con Edward y Olivia hablando entre ellos. El corazón se me estruja al verlo, solo que estoy tan agotada que no quiero prestarle atención. Nos miran con sonrisas, con un saludo simpático por salir de sus bocas, pero es mi cara desastrosa y la de perro de Harry que los hace detener.
—Carter, ¿estás bien?—se acerca Olivia rápidamente, preocupada.
—¿Qué paso ahí adentro? —inquiere Edward con curiosidad, mirándome a mí y luego a su hermano.
—Que te importa—le suelta ácidamente. Me toma del brazo nuevamente, tirando de mi—Necesitamos hablar.
Lo agito bruscamente, soltándome de su agarre.
—Ni siquiera quiero verte hoy. No vengas a dormir.
Me voy rápidamente antes que escucharlo replicar, y aunque me llama por mi nombre, puedo escuchar a Stella decirle que me dé mi tiempo. Lo que necesito es que me dé privacidad y respeto, que deje ilusionarme y fingir que le importo cuando es todo lo contrario.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Por mucho que me gustaría ocultarme todo el día, tengo clases de danzas árabes y no puedo faltar y dejar a Olivia sola con la tortura. Dijimos que estaríamos juntas en esto y eso haremos. Para mi mala suerte o lo que sea, Liam no nos puede llevar porque tiene entrenamiento, en cambio Edward se ofrece a llevarnos y buscarnos a la vuelta, cosa que Olivia no se negó porque hace un frió de mierda y no quiere enfermarse antes de los exámenes.
Me subí en la parte trasera y lo salude cortamente antes de ponerme los auriculares a todo volumen mientras me cruzaba de brazos y miraba hacia fuera de la ventana. Intente parecer lo más seria e inaccesible posible, quería evitar cualquier tipo de pregunta. Lo bueno es que Edward y Olivia saben mantenerse en distancia cuando el momento lo requiere, cosa que agradecí en el interior.
De todas formas, aun no quiero volver a la camioneta de Edward y estar todo un viaje en mi propio mundo. En verdad, no quiero volver al campus ahora. Quiero estar afuera un poco más, solo para pensar, así que aprovecho ir al baño para mandarle un mensaje a Zayn para saber que está haciendo y si puede venir a buscarme apenas termine la clase. No vuelvo a tocar el teléfono en toda la hora y media, así que no tengo idea si ha respondido.
Estamos por ir a los vestidores junto con Olivia para darnos una ducha y terminar con la tortura, pero Camille nos intercepta en el camino.
—Chicas, quiero felicitarlas por el esfuerzo que hacen en clase —nos sonríe con orgullo y, antes de poder darle las gracias, nos pasa un folleto a ambas—Este es el festival que se hace después de año nuevo, me gustaría que se presenten con nosotras. ¿Qué les parece?
Compartimos una mira sorprendida entre las dos.
—Vaya, Camille, no sé qué decir —Olivia se pasa una mano por la nuca, conmovida. No somos las mejores bailarinas, así que es un gran gesto de su parte. —Nos gustaría, pero…
—¡Genial! —chilla contenta, sacándonos de onda—Entonces, practiquen el baile numero 2, ese presentaremos. Olivia, las caderas. Carter, usa tus pechos que por algo los tienes —me sonrojo al escucharla y suelta una risita cantarina. —¡Nos vemos la próxima semana!
—¡Espera, Camille! —exclama la castaña, pero la profe se va tan rápido que no nos da tiempo de replicar—Mierda, lo siento. Nos metí en un lio.
—No me creo que nos hubiese permitido negarnos —confieso, ella asiente de acuerdo conmigo. —Tendremos que bailar árabe en la uni también.
—¡Tengo que estudiar! —se revuelve el cabello con frustración—¿Qué piensa? ¿Qué esto es más importante?
Le sobo la espalda en manera de reconfortarla, aunque poco sirve porque Olivia sigue igual de nerviosa. Por lo que parece, los exámenes la ponen más paranoica de lo que por sí es, así que la animo a ir a las duchas para que se relaje.
Una vez que salimos, busco el auto de Zayn por el estacionamiento, pero ni señales. En cambio, la camioneta de Edward nos hace luces y saca una mano por la ventana, saludándonos con una gran sonrisa. Pese a que las mariposas revolotean en mi estomago, con o sin el moreno no estoy dispuesta a subirme. Hablaba enserio cuando dije que los quería lejos de mi.
—Vamos—Olivia tira de mi mano, pero no me muevo un centímetro. Voltea hacia a mi—¿Sucede algo?
—Zayn vendrá por mi —miento y le regalo una sonrisa sin mostrar los dientes.
—Hace frió y hace poco nos bañamos. Podríamos esperarlo en la camioneta con Edward.
—Está bien, tranquila.
—Es que…
—Olivia…
Puedo verlo en facciones de su rostro y me siento culpable por haber estado tan evasiva todo el día con ella. Le tomo la mano y le sonrío para darle calma.
—Estoy bien, solo fue una discusión con Harry…
—Es que has estado apagada estos días, mas retraída. No soy la única que se ha dado cuenta—dice apretando el agarre—Entiendo si no quieres hablarlo, pero puedes hacerlo cuando quieras. Helvia y yo estamos para prestarte el oído.
No me queda más que agradecerle e insistirle que vaya con Edward. Pese a que no se ve segura, mis insistencias terminan por ganarle. La veo subir y conversar algo con el Styles mayor, quien de inmediato frunce el ceño y mira en mi dirección. Intento ignorarlo y hacer de cuenta que estoy buscando a Zayn. Escucho el sonido de la puerta de un auto cerrar y me sorprendo al verlo a Edward caminar hacia mí. Se me congela la sangre y siento mi cara toda roja. Habré parecido una berrinchuda que hasta se ha bajado para convencerme.
—Oye, Carter. Ven a esperar a la camioneta, no puedes quedarte aquí—dice apenas esta frente de mi, utiliza el tono suave para regañar mezclado con amabilidad.
Comenta algo más que no logro captar, pues por un segundo me quedo perdida en él. Me gusta Edward porque fue de los pocos que se comporto bien conmigo en mi primer año aquí y casi sin conocernos iniciaba conversaciones como si nos conociéramos de toda la vida. Fue esa simpatía y fluidez en su persona que me hizo desear ser como él. Esa confianza y arrogancia en si mismo me hacia admirarlo, mas tardar termino por gustarme y así fue como comencé a enamorarme de él. Siempre lleva un aura limpia, llena de juventud y cálida.
—¿Carter? —me llama, volviéndome a mis sentidos. Mueve una mano frente a mi—¿Estás bien?
Es un impulso, las palabras pican para salir de mi boca y no creo poder detenerme.
—Edward…
—¿Qué pasa?
—Edward, yo…
Dos fuertes bocinazos me sobresaltan de puro susto, que casi caigo hacia atrás. El auto de Liam para frente nuestro con una sonrisa de disculpas en su rostro. Baja la ventana del vidrio.
—Lo siento, no pensé que haría tanto escándalo.
—Pues vaya que lo hizo —silba Edward con una mano en el pecho. Vuelve hacia a mí, y se desborda todo el coraje de hace un momento—Pensé que te irías con Zayn.
—Zayn no pudo y yo salí temprano del entrenamiento —contesta sin abandonar su sonrisa y su amabilidad. Esta vez me mira. —Sube. De seguro tendrás frío.
Me quedo como tarada mirándolo fijamente, no es hasta que levanta las cejas con clara referencia a algo más que al darme cuenta corro hacia la puerta del acompañante. Saludo con una mano a Edward en el trayecto, apenas atreviéndome a mirarlo a los ojos. Abrocho el cinturón y tras Liam despedirse, arranca el auto.
Hacen falta dos cuadras antes que el semáforo nos pare en rojo. El castaño se estira hacia atrás y toma una cobija celeste que pronto deja en mis piernas. Lo miro sin entender.
—Hace frío y no te has secado bien el cabello—toma un mechón y lo acaricia entre sus dedos. Sonrió ante el tierno gesto—Cúbrete, encenderé la calefacción del auto.
—Gracias—susurro mientras desenvuelvo la cobija y me tapo con ella.
Solo cuando el calor empieza a llenar el auto por dentro, me doy cuenta que en verdad hace bastante frio afuera. Enciende las radios y una canción suave y tranquila empieza a sonar, como si acompañara a las gotas de lluvia que comienza a caer sobre la ciudad. Nos mantenemos en silencio y en parte se lo agradezco, solo me centro con la mirada hacia afuera mientras me pregunto por qué sentí esa necesidad repentina de confesarme. Edward no va a corresponderme, a él le gusta Olivia, aunque ninguno de los dos parece haberse dado cuenta. Yo sí. Y no quiero terminar odiando a ninguno de los dos solo porque no puedo superar un estúpido enamoramiento.
Por otro lado, esta Tyler y Harry. ¿Desde cuándo tengo tantos problemas en estas cosas? Pareciera que todos los años en que pude lidiar con esto han venido todo junto en tan poco tiempo. Lo de Tyler es lindo y hasta ciertamente inocente, me ilusiono hasta tal punto, pero siempre termino por retroceder. Lo de Harry es catastrófico, ni siquiera sé cuando me ilusione tanto con él, solo sé que dolía cuando me di cuenta que solo es un juego para él.
Me mantengo pensando en eso que no presto atención cuando Liam compra dos hamburguesas para él y una para mi junto con un combo de papas fritas con cheddar y cebolla de verdeo. Maneja hasta un atocíneme un poco apartado de la ciudad y compra dos entradas. Ni siquiera me ha preguntado a donde quiero ir y tampoco he replicado, así que dejo que lo haga. Están dando Volver al Futuro 2, llegamos apenas empiézala peli.
Al cabo de unos minutos, finalmente habla.
—¿Estás bien?
Volteo a mirarlo con la hamburguesa en mis manos sin siquiera devorarla. Le sonrió un poco triste y meneo con la cabeza. Asiente comprensivo.
—¿Quieres contarme?
No quería hablar de esto con nadie, pero con él sí. Liam siempre me ha transmitido confianza y seguridad, sé que puedo contarle mis secretos y se los llevara a la tumba, que no me juzgara y me dará las palabras adecuadas. Empiezo a contarle de principio a fin: Harry y su juego de maltratarme y luego seducirme, Tyler siendo lindo conmigo pero mi miedo a que me lastimen de nuevo, el encuentro con mi madre en lo de Sam, la sesión de hoy con Stella y mis sentimientos por Edward. Parece ser demasiada información porque tarda un momento en contestarme. Miramos un poco más la peli antes que lo haga.
—Carter, entiendo que te sientas agobiada por saber que tendrás que pasar tiempo con tus padres cuando no tienes buena relación. Pero no veas esto como algo malo, mejor piénsalo que es una oportunidad para demostrarles lo lejos que has llegado.
Me rio sin ganas.
—Para ellos, no he logrado nada.
—No importa lo que ellos piensen. Dime, ¿no estás orgullosa de tener una excelente beca que cubre todos tus gastos, y que también te paga por estudiar? —pregunta tras una sonrisa, sorprendido—Te envidio por ello.
—Liam, no exageres…
—No exagero. Digo la verdad —insiste con un rostro más serio. Me conmuevo al escucharlo—Tienes una de las mejores notas de la universidad. Eres buena chica, independiente y muy linda. No tienes por qué temer a lo que piensen ellos cuando debe importante mas lo que tu pienses de ti misma. ¿No crees que te debas eso?
Me quedo callada al escucharlo. Sus palabras parecen haber despertado algo en mí, me dan ánimos para poder sobrellevar mejor la situación. Tal vez tiene razón, tal vez no debería tanto terror a mi familia. Me valgo por mí misma. Estoy estudiando por mi propia cuenta sin pedirles un centavo, trabajo y gano mi dinero. No les pido nada, entonces ellos no deberían pedírmelo a mí.
—Sobre Edward…—suspira. Se me agita el corazón de solo escuchar su nombre—No eliges de quien enamorarte, y te gustaba mucho antes de que estés casada con Harry y él con Olivia. Vino todo esto y es una mierda, pero tienes derecho a decirle como te sientes, aun si corres el riesgo de que te rechace.
—N-no—meneo con la cabeza—No quiero que me rechace…
—El rechazo a veces es importante para poder dejar atrás los sentimientos. Te lo digo por experiencia —sonríe dulce con sus ojos brillando. No puedo evitar sonreírle de regreso, aunque no tan grande como él—Si sientes que debes hacerlo, solo hazlo.
Asiento levemente, aun sin estar del todo segura. Tal vez debería hacerlo, puede que algún día vuelva a sentir ese impulso como hoy y arruine todo. Pero de todas formas, algo se arruinara…
—Harry… ese idiota—aprieta la mandíbula al nombrar y lo entiendo, yo tampoco estoy feliz de hablar de él—Harry no sabe lo que quiere, le vale más su orgullo que hasta su propio hermano. Pero… puede que no haya sido su intención lastimarte—los ojos se me abren en grande, asombrada. Liam se ríe mientras se rasca la parte detrás de su cabeza—Él no sabe pedir perdón, y te lo ha dicho tres veces, así que podrías darle una oportunidad solo para llevar las fiestas en paz.
—No—replico terca. Por poco y destrozo la hamburguesa de pensarlo—Si bajo la guardia, él…
—No te dije que bajes la guardia, sino que le permitas que sea amable contigo. Ya le has enseñado donde están sus límites. No es estúpido, sabe hasta dónde llegar.
Frunzo el ceño al escucharlo, divertida.
—¿Qué?
—No pensaba que conocías tan bien a Harry.
Pone los ojos en blanco, fingiendo estar molesto.
—Hemos compartido muchos partidos y salidas. Aprendes una cosa y otra —se encoge de hombros, volviéndome a sonreír—Solo piénsalo, todavía queda para que termine el año escolar.
Es verdad, todavía nos quedaba hasta mayo para que las clases terminaran junto con esta locura, así que era mejor llevar las fiestas en paz y tratar de aprobar este año a como dé lugar. Pero él también tendrá que poner de lo suyo, ya no pienso seguir consintiendo su maltrato.
—Sobre Tyler, bueno—lo veo mirar hacia afuera antes de volver hacia a mí, algo se ve inquieto en él y me pregunto por qué—Si el chico te gusta y demuestra ser un buen partido, no pierdes nada con intentarlo. Solo… ya sabes, no por miedo a errar vas a dejar de jugar. ¿Verdad?[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Zayn me invita una hamburguesa en la cafetería para compensar que no haya ido a buscarme a la salida de la academia. Le he dicho que estaba bien, que no puedo obligarlo a ir por mi cuando también tiene sus propios asuntos, pero insistió tanto que no se necesitaba una excusa para invitarme a comer, así que acepte.
No hay casi nadie en la cafetería, salvo unos pocos, supongo que porque llegamos demasiado temprano. De todas formas, no falta demasiado tiempo para que los demás se sumen. Me siento algo nerviosa de solo pensar en cruzarme con Olivia y Edward después de que me negara a irme con ellos. Estaba demasiado emotiva en ese momento como para fingir. Se lo cuento a Zayn con las mejillas enrojecidas mientras él se limpia la boca llena de kétchup con una servilleta que le paso.
—Liam dice que le diga cómo me siento, pero yo…
—Yo estoy de acuerdo con él—me interrumpe y le da un sorbo a su coca cola. —No es como si Edward fuera un idiota, no del todo. Te rechazara con cuidado.
Entrecierro la mirada.
—¿Por qué estas tan seguro que me va a rechazar?
—Porque a él le gusta Olivia, pero parece que ellos son los únicos que no lo saben —hago una mueca al escucharlo. Ya lo sabía, fue demasiado frontal—Lo siento.
—Está bien, creo que ya sé lo que me espera —suspiro y me apoyo el codo en la mesa con mi mano sobre la mejilla
—Para que confesarme entonces…
—Tantas emociones guardadas por tanto tiempo es lo que te impide seguir adelante. Solo hazlo y ya.
—Que fácil es para ti.
—Si se comporta como el gilipollas de su hermano, vienes y me dices que yo le hago comer mierda. ¿De acuerdo?
Zayn me guiña un ojo y termino por sonreír. Que no quiero que golpee a Edward, pero se me hace lindo su gesto. Nos mantenemos hablando sobre la visita del fin de semana y ambos coincidimos que será un suplicio de las dos partes. Él que se lleva pésimo con el papá de Savah por lo que ocurrió en el pasado y yo que todavía no he hecho las paces con Harry y también me llevo mal con mi familia. Completa mierda.
Nuestra charla se interrumpe cuando Niall deja caer bruscamente su bandeja sobre la mesa seguida de Ciara, regalándonos una sonrisa burlona, contenta de haber logrado su cometido: joder a mi amigo.
—Buen provecho —dice y se sienta a mi lado. Toma sus papas fritas y las deja bruscamente sobre mi bandeja, sobresaltándome —Para ti.
—¡Oye, te lo compre con cariño! —chilla Niall con la boca abierta, indignadísimo que Ciara me dé su regalo.
—Te dije que son muchos carbohidratos. Carty los disolverá mucho mejor que yo. ¿Cierto, Carty?
—Gracias, Ciara —le sonrió y ella no tarda en devolverme la sonrisa. Puede ser borde a veces y demasiado vanidosa para su bien, pero he notado que ya no es tan maliciosa conmigo como lo era en el pesado. Vale que tiene sus momentos, solo siento que nos estamos llevando mucho mejor que antes.
—Ella no es tu perro para darle las sobras —discute Zayn enviándole una mirada fulminadora.
—Oh, Carty, quería pedirte un favor —dice Ciara haciendo omiso al comentario de Zayn. Este solo pone los ojos en blanco y sigue devorando su hamburguesa—Quiero que me enseñes mas sobre defensa personal. Me ha gustado y creo que me vendría muy bien para el pelmazo de Scott. Te pago, si quieres.
La veo buscando algo en su cartera, pongo una mano encima de la suya para negarme.
—Descuida, será un placer para mi enseñarte —Ciara quita mi mano de la de ella, la veo algo incomoda—Lo siento, yo…
—Solo enséñame, Carty.
—¿Qué te va a enseñar qué? —Niall se ríe escandalosamente y escupe un trozo de comida en la boca. Los tres lo miramos con asco—Te volverás toda una demoledora como ella. Mejor yo te enseño que yo si se pelear.
Mi amigo y yo compartimos una mirada divertida. Que pelear ni que pelear. No quiero presumir pero lo haría trizas si quisiera. Ciara parece pensar lo mismo, pues pone esa sonrisa de que hará una maldad pronto con esa mirada burlona.
—Entonces, enséñenme los dos.
—¿Ah?
—Si, párate que quiero ver como Carty aplica la técnica en ti.
—¿Aquí? —miro a ambos lados. No hay demasiadas personas pero ya hay bastantes rumores sobre mi siendo bravucona como para que ahora inventen que me metí con Niall.
—¡Ja! No tengo miedo —dice con toda seguridad limpiándose la boca con un pañuelo y camina colocándose de mi lado—Venga, demoledora. Que voy a ser yo quien te demuela.
Zayn se ríe con burla.
—Voy a grabar esto.
—¡Zayn! —reprocho avergonzada. Miro hacia Ciara pidiéndole que no me haga hacer esto—Yo no…
—Solo dale su merecido, Carty. A ver si con eso se calla el resto de la cena—me anima Ciara empujándome de mi silla.
Me incorporo quedando frente a Niall. Realmente no sé bien que hacer, miro a mis costados y por suerte no ha llegado nadie y nos ignoran. Decido hacer esto rápido.
—Mira, si alguien quiere sujetarte del cabello, que es lo que comúnmente hacen cuando tienes el cabello largo, es… Niall, por favor, pon tu mano sobre mi cabello—pido con cierta timidez.
—¿Solo eso? —se mofa. Lo hace sin apretar demasiado—Que tiene que aprender a pelear, no a tironearse el cabello. Mira si le toca un pelado…
—¡Cállate que no me dejas escucharla! —le chilla Ciara, haciendo que el rubio cierre el pico—Vamos, ¿Qué sigue, Carty?
—Como te decía, si te toma del cabello lo primero que debes hacer es tomarle la mano para evitar que te tironee—pongo mi mano sobre la muñeca de Niall—Sujetas su muñeca, das un paso hacia atrás para desestabilizarlo. Debes llevar el pie hacia delante y de costado —le muestro lentamente como debería hacerlo. Tanto Zayn como Ciara observan con atención. —Giras y veras como termina por doblarse—Niall lo hace según mis instrucciones, todavía sin tenerme del todo fe. —Debes tirar de su muñeca hacia abajo. En caso de que la situación sea extrema, con aplicar un poco de palanca en su muñeca lograras rompérsela.
—No me vas a romper la muñeca, ¿o sí? —el duende se burla de lleno. ¿Es que este acaso no me vio pelear?
—Ya, entendí —asiente la rubia y se levanta—Ahora hazlo más rápido.
—De acuerdo, lo hare sin tanta fuerza…
—Solo hazlo—Niall pone los ojos en blanco y me sonríe socarrón, como si me retara hacerlo. —No creo que… —Le hago la maniobra rápidamente y lo dejo doblado con la cabeza hacia abajo y aplicando fuerza a su muñeca—¡AY, AY, AYY! ¡SUELTAME QUE VAS A QUEBRARME, CARTER!
Ciara se echa a reír como hiena y Zayn le sigue la carcajada por el chillido del pobre Niall. Le suelto de inmediato, también riéndome porque eche toda su burla por el drenaje. Este se separa rápidamente de mi tomando su distancia y masajeando su muñeca.
—¡No me jodas, eres una bruta!
—Es la demoledora, que te esperas —le recuerda el moreno, todavía riéndose a carcajadas. Recién noto que ha estado grabando.
—¡Zayn! —le reclamo.
—¡No me pegues! —bromea y vuelve a reírse. Ciara todavía se carcajea de la desgracia del rubio.
—Bien, ahora me toca a mí. Zayn, ven y tómame del cabello.
Mi amigo se levanta todavía riéndose.
—Que lo hago solo porque eres tu—le asegura poniendo su mano sobre su cabello—que si es Carter—Ciara le aplica rápidamente la maniobra y Zayn cae de rodillas al suelo aullando—¡Suéltame, maldita sea, suéltame1
Las dos nos echamos a reír juntas, aunque me da pena que los chicos hayan tenido que sufrir por su incredibilidad, sobre todo Zayn que se las creyó que Ciara no le haría doler.
—¡Eres genial! ¡Aprendes muy rápido! —le aplaudo emocionada.
La rubia se tira el cabello hacia atrás, tan vanidosa y orgullosa como ella sola.
—Lo sé, lo sé.
Última edición por Jaeger. el Jue 05 Mar 2020, 8:43 pm, editado 1 vez
Jaeger.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Capítulo 28.2
Carter White & Harry Styles|| by: Jaeger.
- It's getting crazy, I think I'm losing it:
Los tragos de anoche pasan factura la mañana siguiente, despierto con la cabeza latiendo de dolor y un malestar asentado en el estomago. Me lleva puntazos en la cabeza el simple hecho poder sentarme en la cama y me sale una maldición por el estado en que he quedado: una completa mierda. Tardo varios segundos más en que puedo despejar levemente la incomodidad y analizar donde diablos estoy. Al parecer en el cuarto, solo. El lado de Carter esta vació y frió. No me extraña, no sé cómo es capaz de beber tanto y levantarse tan fresca.
Pienso recostarme en la cama para dormir al menos una hora más, pero tan pronto intento hacerlo, el despertador comienza a sonar y la resaca se potencia aun mas. Ya son las ocho, hora que dijo Carter que me quería ya vestido y preparado para ir a la casa de sus padres. En otro momento, la hubiese ignorado y dormido al menos hasta el mediodía, más la situación entre nosotros no amerita correr ese riesgo si es que no quiero que vuelva a reaccionar como la vez pasada.
Me tardo un poco en la ducha para despejar la resaca, y aunque logra refrescarme, todavía no cesa el dolor. Lo peor es que presiento que este día será largo, así que más me vale conseguir algo para terminar con la agonía. Me visto con unos jeans, remera blanca y una chaqueta de cuero marrón que le robe a Edward la vez que me quede en su cuarto. Peino mi cabello con las manos y lavo mis dientes para terminar, listo para comenzar el día. Al salir del baño, Carter ya me está esperando con la maleta en la puerta y ella apoyada en la pared con el brazo cruzado mientras parece entretenida con su celular. Mantiene una pequeña sonrisa que intenta reprimir antes de estirarse por sus mejillas. Tengo que apretar la mandíbula para no decir nada estúpido. De seguro estará hablando con Tyler de quien sabe qué, seguro de su próxima cita.
Las palabras de Helvia me vienen como la consciencia advierte a Pinocho y no quiero hacerle caso. Aún así soy consciente que no vendrá nada bueno si reacciono mal, y lo cierto es que tener una humillación más y que sea a causa de la pantera es lo que menos quiero. Prosigo a ir por la habitación sin siquiera saludarla, esperando alguna respuesta de su parte. Nada. Ni siquiera cuando levanto mi maleta y la dejo sobre la cama con brusquedad, con clara intención de llamar su atención, nada ocurre. Carter sigue entretenida con su estúpido celular y respondiendo rápidamente el mensaje. Bufo y estoy a punto de arrebatárselo, pero freno antes de siquiera dar un paso. Una vez más, Helvia sacude mi mente y simplemente retengo los celos.
—Buenos días.
Levanta la mirada hacia a mí con su sonrisa desapareciendo a cada segundo, como si recién se percatara que estoy ahí. Siento arderme el pecho por su indiferencia.
—Buenos días—saluda simplemente antes de volver a su celular—Por favor, apresúrate para que podamos marcharnos.
Lo dice tan calmada que me molesta, pero no digo nada y simplemente meto la piyama y el cepillo de dientes antes de decirle que ya estoy listo. Guarda su celular en el bolsillo de su chaqueta y comienza a arrastrar su maleta hacia la salida. La sigo por detrás, no sin antes cerrar la puerta con llave de nuestro dormitorio. La veo caminar por delante de mí arrastrando la maleta, parece tener dificultades porque las ruedas se traban y le es más complicado llevarlas. Me pregunto si debería ayudarla, porque realmente quiero hacerlo.
Otra vez, Helvia viene a mi mente y maldigo a la maldita por decir cosas que no quiero escuchar.
"Ser amable. No gilipollas. Ser amable."
—¿Quieres que te ayude?—pregunto una vez que se detiene a ver cuál es el problema.
—No, gracias —rechaza con frialdad, pero sin perder la cordialidad.
—Solo es hasta el estacionamiento—intento tomarla y me quita con un manotazo, sorprendiéndome.
—Ya te dije que no—baja el telescopio y la toma por la manija, levantándola como si nada. Eleva sus ojos indiferentes hacia a mí. Odio que me mire como si fuese un estorbo—No llevo demasiadas cosas. Gracias, de todas formas.
Se da media vuelta y encamina hacia el estacionamiento una vez más. He aprendido ciertas cosas de ella, como, por ejemplo, que cuando está enojada en verdad no lo demuestra con furia, si no con indiferencia y frialdad. Hace de cuenta que no existo, rechaza cualquier acción de mi parte y actúa con demasiada cordialidad, así como extraños. Entiendo porque lo hace, tiene todo el derecho de hacerlo y yo tengo el deber de recibirlo sin quejarme. Sin embargo, es imposible no sentirme como una completa mierda cuando intento hacer las cosas bien, remedirme y demostrarle que no soy del todo el imbécil que conoció a principio de año.
Pero que va, también he conocido que Carter es bastante orgullosa cuando se lo propone.
Paso de ella directo hacia mi auto. Que se las arregle por su cuenta.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Cuando nos dijeron que iríamos a casa de los padres de Carter, recién en ese entonces me plantee la duda de cómo serían estos. Si su madre sería tan dulce e inocente como ella, si su padre tendría esa personalidad loca que se manifiesta con unos tragos de más. Si tendría hermanos o hermanas. En ese momento me di cuenta que no sabía nada, absolutamente nada de la vida personal de Carter. Los días siguientes se me vinieron a la mente la discusión que tuvimos fuera de la fiesta, cuando me beso frente a todos y salió disparada por todo el campus como una gacela. Dijo algo sobre sus padres, sobre su abuelo. Nada tiene sentido para mi si recuerdo aquellas palabras, se escuchan borrosas en mi mente. Yo también estaba borracho.
Edward me dijo que la casa de Olivia quedaba a fueras de la ciudad, Louis tenía que irse hasta Verona y quien sabe donde andarán los demás, ni me importa. Pero lo que me sorprende es que estemos en el barrio de Hamstead, el cual venimos gran parte de los fines de semana y algunos días de la semana para cuidar a la mocosa. ¿Entonces?
—¿Qué hacemos aquí? ¿No íbamos a la casa de tus padres?
—Por aquí es—responde simplemente, señalando a la izquierda—Dobla aquí.
Le hago caso, aun sin comprender del todo.
—Pero por aquí vive Sam…
—Te dije que fui su niñera por muchos años.
Recién entiendo que sus padres también viven en el mismo barrio, sorprendiéndome. Quien iba a decir que la dulce y tímida Carter sería de una familia ricachona. Si es así, ¿por qué todo su guardarropa parece salido de una tienda de tercera mano?
Me da un par de instrucciones más hasta llegar delante de una de las mansiones que parece ocupar toda una cuadra. La señalo, inseguro si realmente es esa, puesto que lo único que se ve son unas inmensas rejas negras y arbusto de 3 metros que cubren toda la planta baja, solo resalta el primer piso .
—Mis padres compraron todas las casas de la cuadra —explica desabrochándose el cinturón
Toda tranquilidad e indiferencia en Carter desaparecen en el momento en que pone sus manos sobre el rostro para luego revolverse el cabello con desesperación.
—¿Pasa algo?
—No quiero entrar —confiesa tras un suspiro y se acomoda el cabello. Voltea hacia a mí, seria—Hagamos una tregua. ¿Te parece?
Levanto las cejas en alto, de pronto interesado en saber que tan malo es para ella estar aquí.
—Dormiré un mes fuera del dormitorio si haces bien esto por mi—abro la boca en grande, asombrado por la propuesta. No está bromeando, sus ojos demuestran que va enserio—Podrás traer a todas las chicas que quieras, prometo que no voy a enojarme o golpearte.
La miro incrédulo y niego.
—No. ¿Qué te hace pensar que…?
—¿Un mes y lavare dos meses tu ropa?
—¡No! —exclamo ofendido. ¿Qué cree? ¿Qué soy un idiota que no puede hacerle un favor sin esperar un beneficio a cambio?
Resopla frustrada.
—Entonces, ¿qué diablos quieres?
—Nada. Yo no necesito que…—
—Bien, solo compórtate por estos tres días y luego podrás sacar provecho del favor que te deberé—me interrumpe y abre la puerta para saltar a la acera al instante. —Abre el maletero, por favor.
Cierra rápidamente antes de darme siquiera un segundo en decirle que no necesito que haga nada por mí, que haré las cosas bien e intentaré que todo vaya sobre ruedas, que soportaré así como ella soporto a mi mamá y a mi hermana. Pero que va, para ella siempre seré un idiota.
Sacamos nuestras respectivas maletas y caminamos hasta frente el portón negro. Carter levanta la caja de seguridad e ingresa un código, tras segundos, este le da incorrecto. Gime molesta. La miro esperando a que vuelva a intentarlo, pero se queda cruzada de brazos, como si estuviese esperando.
—¿Y ahora?
—Lo han cambiado. Tenemos que esperar a que el guardia vuelva de donde quiera que este para que nos abra.
—¿Cómo sabrá que…?
Señala la cámara de seguridad a un costado nuestro, respondiendo mí pregunta. No entiendo porque simplemente no llama a sus padres y le dice que le abran de una buena vez o le envíen el código nuevo, no sería tan difícil. Sin embargo, Carter comienza a mordisquearse la uña y reparo que sigue nerviosa, se ve infeliz y angustiada.
—No te he dicho algo… —murmura aun con los dientes sobre la uña.
—Primero—le tomo de la muñeca y le bajo el brazo. Sus ojos alterados voltean a mí, empiezo a preocuparme—Deja de comerte las uñas, terminaras por lastimarte los dedos. Ahora di que es lo que no me has dicho.
—Mis padres… bueno, ellos son… ¿Cómo debería decirlo?
—Como te salga, solo dilo antes que tengamos que entrar a la casa del terror.
—Son unos idiotas—dice con sinceridad, casi estallo a reír en su cara—Te hablo enserio. No caigas en ninguna de sus provocaciones, no permitas que te hagan sentir inferior a ellos. Habla lo justo y necesario, y presume que tu familia es rica, que eres el capitán de fútbol y miente que tienes grandes calificaciones.
Toda risa se borra de mi cara al escuchar lo último.
—¡Tengo buenas calificaciones! De lo contrario, ¿Cómo sería el capitán?
—He visto tus notas en Ética y Filosofía, y sé que la has postergado del año pasado—le miro sorprendido. ¿Cómo diablos lo sabe? —He acomodado tu escritorio más de una vez, y no puedo creer que asumas que Platón es Homero. No tiene sentido.
—Bueno, como dice Aristóteles: “solo sé que no sé nada.”
—Ese es Sócrates.
Suelto una maldición en alto. Nunca fui bueno en materias como literatura y filosofía, nunca. Pronto Carter suelta una risita por mi poco conocimiento y su cubre la boca para apaciguar el sonido. Me la quedo observando como un tonto, puesto que aunque lo niegue, siempre creo que se ve linda cuando sonríe. Me gustaría quitarle la mano para poder oírla mejor, pero en cuanto estoy a punto de hacerlo, el gigantesco portón se abre en par, sobresaltándonos.
La mansión White tiene un extenso jardín en el que se puede apreciar un jardín de rosas rojas en perfecto cuidado, con un césped bien cortado y muy verde, casi pareciera que el frió no hace afecto a nada, salvo a pocos árboles que han estado perdiendo de a poco las hojas. El camino hecho por baldosas de porcelana blanca nos guían hacia la casona estilo inglesa del sigo XXIII. Es de dos pisos, sin contar el subsuelo. Se ve elegante e impotente frente a nosotros, y me pregunto cómo es que Carter nunca ha pasado por aquí en nuestras salidas con Sam en bicicleta. No recuerdo haber pasado por enfrente, pero juraría que la casa de la enana no queda muy lejos.
Tira levemente de mi chaqueta, moviendo la cabeza hacia adelante.
—Andando.
La sigo intentando no mirar un poco más a mis alrededores, pero no se vería muy educado estar observando cada minúsculo espacio del patio delantero. Llegamos a la puerta de roble con diversos detalles. Carter golpea la puerta y espera pacientemente hasta que le abran. Lo que me intriga es que la puerta tiene una manija con la que perfectamente puede abrir, pero parece no atreverse a hacerlo.
—Otra cosa más…—susurra, escuchamos los pasos resonar cerca de la entrada.
—¿Qué?
—Mis padres me odian.
Volteo a mirarla sin creerlo. Ósea, ¿por qué sus padres la odiarían? Tiene una beca, es buena chica, aplicada, dulce y si no hubiese conocido el alcohol, entonces no se metería en ningún problema.
Una señora regordeta de uniforme nos recibe con una sonrisa cordial. Noto a la pelinegra ponerse tensa.
—Señorita Marianne. Señor —hace un asentimiento en modo de saludo y se mueve a un costado, dejándonos pasar. —Es un gusto tenerlos de visita.
—Gracias, señora Swan—contesta Carter con un tono frío, peor con el que ha usado conmigo.
Un empleado aparece de pronto, estirando una mano hacia nosotros.
—Por favor, permítanme sus abrigos y sus maletas.
Yo lo hago de inmediato, pero Carter toma un momento más en hacerlo, con desconfianza. Sin embargo, se los pasa y agradece la amabilidad. Me hace un gesto para que la siga, y en cuanto avanza pocos pasos, a quien parece ser ama de llaves se coloca frente a ella, aun con su sonrisa falsa.
—La señora White especifico que la esperase en la sala. Pronto estarán aquí.
Noto que aprieta los puños y temo que vaya a darle un puñetazo.
—Solo quiero mostrarle la casa a Harry. Podría perderse.
—Le sugiero entonces que espere hasta que los señores lleguen.
Carter no desiste.
—Por favor, quiero ver a mi hermano —suplica. Los ojos se le llenan de impotencia—Voy a estar aquí dos días. No pueden pensar que no lo veré.
—El joven White se encuentra en el instituto justo ahora—la mujer no da su brazo a torcer, sin borrar su expresión de falsa cordialidad—Por favor, no me lo haga difícil.
—Pero mañana es la fiesta. Cody nunca va a la escuela a un día de…
—Espere en la sala, por favor. Síganme.
La amabilidad de Carter termina en ese instante, pues simplemente toma de mi brazo y pasa de la señora Swan, pero no vamos hacia las escaleras, sino que llegamos a lo que parece ser la sala: una habitación extensa con sillones terciopelados, cuadros con obras abstractas colgadas sobre las paredes y una chimenea que transmite calidez. Tanto fuera como por dentro, el diseño estilo ingles no pasa desapercibido, ni tampoco los numerosos trofeos que se exhiben como premios en una repisa.
—Les traeré un té. Con permiso.
La vieja se marcha, y solo entonces Carter suelta un gemido de fastidio. No solo se ve enojada, sino que también herida. Pareciera que en cualquier momento va a echarse a llorar, y lo cierto es que preguntarle tal vez sería empeorar las cosas. Todo se siente tenso y apenas hemos llegado. ¿Por qué no puede ver a su hermano? Llego a su lado, intentando reconfortarla. No me sale nada, tan solo me quedo a su lado como idiota sin poder decirle que no es tan grave. Ni siquiera sé en qué circunstancias esta la situación, así que prefiero callar.
Carter se sienta en uno de los sillones y se cruza de brazos, perdiendo su mirada en la chimenea. Me rasco la parte de atrás de la cabeza sin saber cómo proseguir. Entonces, mi mirada se centra en el gran cuadro que hay arriba de la chimenea: es un retrato familiar hecho a mano. Están sus padres sentados en el sillón de la sala mientras que un adolescente está detrás de ellos. No veo a Carter en el retrato. Repaso la mirada por la sala, prestando atención a los cuadros, y no hallo ni una solo fotografía de Carter en el lugar. Entonces, ¿no exageraba cuando decían que la odiaban?
Llevamos un rato largo bebiendo té y esperando, tanto que mi vejiga ya no aguanta y me voy a mear encima sino tengo un baño cerca. Al principio, le digo a Carter y esta le dice a la simpática señora Swan, que he descubierto que no tiene una pizca de aprecio hacia mi esposa. Tiene la intención de acompañarme, noto que mira de reojo a una atenta Carter que parece estar lista para escapar a las escaleras de arriba, y como no hay ningún empleado cerca, me dice que doble en el pasillo a la derecha y luego a la izquierda, así que lo hago a toda velocidad. Para mi desgracia, el baño esta clausurado y el empleado sugiere usar el que queda al otro extremo de la mansión. No creo llegar.
—Ve el de arriba, entonces, muchacho. Aquí llevara tiempo.
Estoy por decirle que la vieja nos ha dicho que está prohibido, pero se me viene una idea a la cabeza y solo asiento en forma de agradecimiento. Corro hasta las escaleras y las subo de a dos escalones, temiendo que me encuentren. Busco en las numerosas habitaciones que hay casi desesperado, y cuando encuentro el baño, por poco dejo salir todo del alivio.
Salgo más tranquilo después de descargar todo y prosigo a investigar por la primera planta, preguntándome por qué es tan importante que Carter no vea a su hermano. Busco en todas las habitaciones, pero nada. Termino por subir al piso de arriba, el segundo. Se divide en dos secciones, y cada sección tiene solo tres puertas, así que supongo que aquí estarán las habitaciones principales. Voy hacia la de la derecha y abro levemente la primera. La habitación es de las más espaciosas que he visto hasta entonces, muy ordenada y elegante. La luz la ilumina por completo ante los grandes y majestuosos ventanales.
—¿Quién eres?
Me sobresalto al escuchar una voz a mis espaldas. Giro encontrándome a un chico más o menos de mi altura, con cabello castaño oscuro y de mirada azul fuerte. Lleva un pijama oscuro y un libro en su mano a medio abrir. Sigue esperando mi respuesta con malhumor.
—¿Llamo a seguridad?
—Soy Harry.
—¿Y?
El mocoso se atreve a mirarme de pies a cabeza y hacer una mueca de desprecio. Le soltaría un puñetazo, pero no peleo con críos.
—Eres el hermano menor de Carter, ¿cierto? ¿Cody?
La mirada del chico cambia, iluminándose. Viéndolo así, comienzo a notar que la manera en que sus ojos brillan parecen los de Carter cada vez que hablan de navidad o de que hay pastel de papas en la cafetería.
—¿Ella está aquí?
—Si, está en la sala y…
No da tiempo a responder. Sale corriendo hacia las escaleras, tan rápido que por poco se cae, pero logra sostenerse de la baranda. Voy detrás de él con un sentimiento de haber hecho lo correcto. Digo, ¿qué tanto ha estado sin verse?
Casi por llegar a la planta baja, Cody salta en mitad de las escaleras, cayendo sobre sus pies con agilidad. Lo observo con los ojos en grande, recuerdo a Carter haber hecho eso. Lo pierdo de vista así que me apuro en alcanzarlo, no vaya a ser que me pierda aquí.
—¡Carter! —grita casi llegando a la sala.
La ama de llaves se horroriza al verlo e intenta ponerse en medio para evitarle el paso, pero Cody pasa por debajo de las piernas de la vieja, sacándole un chillido y a mí una carcajada de como se paso tan rápido que parecía un gato. Carter salta del sillón con una sonrisa tan grande que nunca he visto antes, y se funden en un gran abrazo. La señora intenta intervenir, pero la tomo de los hombros para que no lo haga.
—Solo déjelos, ¿qué no ve que están contentos?
Me quita bruscamente dirigiéndome una mirada asesina, pero no interviene. Los hermanos no dicen nada, solo se mantienen abrazados. Noto que Carter ha comenzado a lagrimear como la llorona que es, pero no se atreve a separarse. Parte de mi se conmueve al verlos así, tal vez me recuerde todos los años que pase separado de Edward y, pese a que intentábamos frecuentar con regularidad, no siempre se podía.
Finalmente, Carter se separa y le toma de la cabeza, mirándolo de arriba abajo con asombro.
—¡Estas tan alto! Mucho más alto que yo. ¿Cómo?
—Tu metro sesenta y cinco no es nada comparado con mi metro ochenta y dos. ¿Ahora quien es la menor? —le revuelve el cabello.
Carter se ríe como si fuese una niña chiquita y procede a abrazarlo de nuevo con mucho cariño.
—Te extrañe tanto, Coco.
—Y yo a ti, Cady
Pronto me siento un poco incomodo ante la escena, por lo que doy un paso atrás para dejarlos estar. Sin embargo, parece que la vieja no tiene las mismas intenciones porque va hacia ellos, intentando separarlos.
—Por favor, a la señora no le gustara verlos juntos—dice nerviosa—Haga el favor de subir, joven Cody.
El malhumor del adolescente vuelve, pues se aparta bruscamente de la señora y se va a un lado de su hermana, pasando el brazo por sus hombros. Carter también tiene mala cara, mucho más ahora que sabe que le ha mentido. Cody siempre estuvo aquí, y una parte de mi cree que ella siempre lo supo.
—Nosotros lidiaremos con nuestra madre.
—Usted no entiende. La señora…
—Vete a hacer algo productivo, Viviane—el chico le mueve la mano para que desaparezca con desprecio—No te necesitamos por aquí.
—Estoy aquí para hacer cumplir la palabra de la señora cuando ella no esté presente—dice Swan con poco paciencia—Y si ustedes no me hacen caso, entonces…
—¿Acaso usted no es simplemente una empleada? —intervengo con desdén. Ya es suficiente, que los deje ser—No debería referirse así hacia el dueño de casa, mucho menos con invitados.
—Por favor, joven, no...
—Ya es suficiente, señora Swan—Carter se adelanta quedándose frente a ella, ha dejado atrás su postura seria y tensa, dando paso a la Carter dulce y comprensiva que conozco—Asumiré toda la culpa, diré que usted intento por todos los medios detenerme pero aun así no obedecí. No tenga miedo de mi madre, ella sabe que usted es su empleada más fiel.
Viviane parece titubear, pero finalmente asiente y se marcha con pasos apresurados hacia quien sabe dónde. Carter suspira.
—De seguro llamara a Rachel.
—Que lo haga, no contestara su teléfono hasta que sea hora del almuerzo. Andando antes que se arrepienta.
Nos dirigimos rápido hacia la tercera planta donde nos refugiamos en el cuarto de Cody, quien cierra de inmediato la puerta con llave. Una vez adentro, comienzo a recorrer la habitación con la mirada, noto que hay olor a desinfectante y a alcohol etílico demasiado fuerte. No hay mucho que apreciar, solo hay una King size en el medio de la habitación, un escritorio con cuadernos abiertos, una biblioteca a un costado y un sillón cerca del gran ventanal que conecta al balcón. Nada más. No se ve exactamente como el de un chico adolescente.
—¿Trajiste tu celular? —le pregunta a Carter, esta asiente. —Genial. Dámelo, ya averigüe el número del abuelo.
—Creí que no lo veríamos hasta mañana.
—Necesitamos refuerzos —Cody aprieta rápidamente el teclado y lleva el teléfono hacia su oreja—Espero que atienda.
No entiendo nada. Apenas puedo construir brevemente que es lo que sucede en esta familia. No espere que fuera tan complicado si apenas unas horas de llegar ya tengamos la ama de llaves en nuestra contra y, al parecer, los padres de Carter también.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Los hermanos White llevan al menos una hora hablando en el balcón sentados en unos sillones de mimbre que hay afuera. Yo me he quedado adentro para darles su espacio, jugando al fornite hasta que me canso y cotilleando los libros que Cody ha estado estudiando. Matemáticas y química avanzada que el año pasado aprendí, lo que me sorprende es que este tan adelantado. Me siento en la silla del escritorio para observar los ejercicios de Cody. La lleva bastante bien, aunque los métodos que utilizan son más complicados de lo normal. No se ha equivocado, salvo en uno que calculo mal. Tomo una lapicera y se lo remarco, escribiendo bien el resultado y señalándole la falla. Podré ser un tonto en cuanto a filosofía y literatura, pero soy bueno en mates.
—¿Harry?
Volteo a mirar hacia Carter. Cody esta tras de ella con su rostro indiferente.
—Lo siento, hemos estado demasiado pendiente entre nosotros.
—Si, está bien —me encojo de hombros.
—¿Qué hacías? —el chico se acerca hasta el cuaderno y frunce el ceño al ver que he escrito—¿Por qué tocas lo que no es tuyo?
—Estabas errado en este cálculo. Si utilizas este método, es mucho más efectivo llegar al resultado y la verificación…
—Aun así—voltea hacia a mí con la mirada asesina—No toques mis cosas.
—Cody, no seas maleducado —le regaña su hermana suavemente, pero es suficiente para que el niño enfadoso de un paso atrás—Gracias Harry, pero, como veras, Cody es muy orgulloso y terco.
—Así que es de familia—suelto sin más, provocando que Carter abra la boca en grande.
—Yo no soy así…—masculla por debajo con las mejillas sonrojadas.
—Si, y también eres agresiva.
—Oye, no digas eso de ella —replica Cody, ofendido—Mi hermana no conoce la agresividad, no bromees con eso.
A Carter se le ponen las mejillas más rojas, por lo que me echo a reír de lleno. Si este niño supiera el apodo que se carga su hermana y a todos los que les pateo el culo, entonces no diría lo mismo.
—¿A qué hora te dijo que vendría el abuelo? —pregunta hacia el chico, cambiando rápidamente el tema.
—Dijo que vendría mañana en la noche. Voy a bañarme y cambiarme, no creo que les agrade que cene en estas pintas y menos cuando sepan que tenemos invitados.
Cody toma unas prendas de su armario y se dirige hacia el baño personal, encerrándose. Carter suelta un suspiro mirando por donde se ha ido.
—¿Va todo bien?
Voltea hacia a mí como si recordara que allí estoy.
—Lo siento. Como verás, mi familia es bastante inestable.
—Si, por lo que veo, si—asiento con sinceridad. Asiente, creo que ya ha notado que soy así: directo y a la yaga, pero sin malas intenciones. Me levanto de la silla y camino alrededor de la habitación. Noto que hay un pie de suero cerca de la cama—¿Tengo que saber algo más? Pregunto para estar preparado.
Mira la puerta del baño antes de señalar el balcón. Salimos cerrando la puerta tras de si, me da una cobija que hay en los sillones para que me cubra y ella se cubre con la otra, puesto que hemos dejado nuestros abrigos abajo. Nos sentamos, recién entonces me doy cuenta la hermosa vista que tiene desde aquí. De noche debe ser precioso.
—Mi mamá es diseñadora de modas. ¿Has escuchado de Rachel White?
—Si, creo que si. Mamá suele ir a sus event… espera, ¿ella es tu mamá? —creo que sonó demasiado incrédulo, por lo que de inmediato me arrepiento.
—Si, y créeme que ninguna de las dos está feliz con ese hecho —responde con cierta amargura, cruzándose de brazos. —Mi padre es Adam White.
—¡¿Adam White?! —exclamo, el doble de anonadado. Mi boca se abre en grande, ¡y cómo no! —¿Dices que el dueño de Branco Motor Company es tu padre?
—Bueno —forma una sonrisa torcida, encogiéndose de hombros—eso dice el acta de nacimiento.
Respiro profundo y exhalo. Vaya, quien iba a decir que el dueño de una gran compañía de automóviles es mi suegro. Y que es un gilipollas con su hija, eso también.
—¿Por qué se llevan tan mal?
Me arrepiento nuevamente por mi boca, la pregunta fue muy brusca. Carter baja los hombros, desanimada y aprieta sus labios antes de continuar.
—No soy la hija que esperaban tener, y está bien. Ellos no son los padres que una desea, pero es lo que obtienes y debes seguir adelante con o sin ellos…—conectamos nuestras miradas. Puedo sentir a Carter tratar de transmitirme con suavidad que las cosas realmente no van bien para ellos. Yo intento no verme como un idiota. Es la primera vez que se abre tanto conmigo y sé que lo hace por como se están dando las cosas. ¿Hubiesemos tenido esta charla antes de llegar aqui, si es que no nos habríamos peleado? —No aceptaron que quisiera estudiar literatura inglesa, así que me pidieron que dejara la casa después de ingresar a la universidad. No me dejaron llevarme más que pocas pertenencias, y desde entonces solo los veo pocas veces en el año. Y como veras, mi hermano está enfermo—voltea a mirar hacia atrás y vuelve hacia mí. —Tiene leucemia.
Me quedo de piedra al escucharla y con una sensación de que algo me esta estragulando la garganta. Carter hace una sonrisa torcida.
—Lo siento...
—Descuida, esta mucho mejor que hace años atrás y se esta recuperando muy bien. Los medicos dice que tiene muchas posibilidades de curarse y tanto Cody como yo estamos seguro que asi sera.
No estoy seguro si preguntarle y tras debatirlo, me quedo callado. Carter al parecer ha leido mi mente.
—A mis padres no les gusta que pase demasiado tiempo con Cody. Dicen que le meto ideas absurdas en la cabeza y temen que sigan mis pasos de irme de casa e independizarme. Lo sobreprotegen demasiado.
—¿Eso quiere decir que eres la oveja negra de tu familia?
Se abraza aun mas con las cobijas antes de sonreir hacia el suelo.
—Eso parece.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
La llegada de los padres de Carter en la mansión causa un gran revuelo entre los empleados, quienes los esperan mientras ellos llegan en dos filas como si se trataran de personas importantes, y bueno, lo son. Apenas su madre la ve, se quita el abrigo de piel y lo lanza hacia uno de sus empleados, luciendo su hermoso vestido negro de mangas largas y cuello descotado. Es hermosa por donde quiera que la veas, con el cabello rubio por debajo de los hombros y los ojos azules resaltando de manera intensa. Su padre se ve más serio, impotente; Carter se parece más a él.
Pese a que hay una sonrisa cordial en el rostro de su madre, su mirada demuestra todo lo contrario: no está contenta con vernos aquí. En cambio, Adam White lo hace relucir sin vergüenza alguna.
—Marianne, que gusto verte —le dice con cariño disfrazado. Vuelve hacia su hijo—Cariño, que bueno que estés presentable para el almuerzo. Y tu…—voltea hacia a mí, estirando su sonrisa—Tu debes ser Harry Styles. Vaya, eres todo un caballero.
—Es un placer —estiro la mano hacia ella y la estrechamos. Volteo hacia su padre, quien de inmediato me lanza una mirada despectiva—Es un placer también, señor White.
—Todo mío—estrechamos nuestra mano y tras un segundo se aparta.
—Por favor, pasemos al comedor para almorzar.
Rachel pone una mano sobre el brazo de Adam y avanzan juntos directo hacia el comedor. Los seguimos tras una mirada entre nosotros. Una vez que nos sentamos en la enorme sala decorada con lámparas de araña repleta de diamantes y una mesa tan grande que apenas ocupamos un cuarto de espacio. Carter y yo nos sentamos al lado izquierdo de su padre mientras que su madre y su hermano en la derecha. En todo momento, Carter se nota tensa y con la mirada hacia abajo, consciente que ninguno de los dos parece quitarle la vista fulminante. Creo que empiezo a entender un poco porque es tan insegura e introvertida.
Los mozos nos traen la entrada: cebiche de champiñones. Rachel me dirige una sonrisa antes de animarme a comer.
—Por favor, Harry, eres nuestro invitado.
—Gracias.
Comemos la entrada en silencio antes que traigan el plato principal: Risotto con alcauciles y frutos del mar. Los empleados van llenando la mesa poco a poco de comida hasta que Adam levanta simplemente una mano en alto sin despegar su vista de su copa de vino. El ambiente es tan tenso que podría quebrarse con una pluma, lo bastante incomodo como para simplemente no dejar de comer y sentirme intimidado.
—Así que, Harry—se dirige hacia a mí la rubia, limpiando las comisuras de sus labios con una servilleta blanca. Carter se pone rígida—He escuchado que eres el “esposo” de Carter en ese programa extracurricular. ¿Qué tal la has llevado con nuestra pequeña?
Tomo en cuenta los consejos anteriores, simplemente devuelvo la sonrisa.
—Bien, Carter es una gran compañera.
Me observa de reojo y le toco con el índice la pierna para indicarle que me siga el juego. Es mejor dejarla bien delante de sus padres antes de darles un motivo para criticarla.
—Me alegro. Debes tenerle paciencia, a veces es difícil lidiar con ella.
—Todo lo contrario, el difícil de lidiar soy yo—replico con amabilidad.
Asiente sin estar satisfecha por mi respuesta, pero creo que solo quiere joder a su propia hija.
—¿Y qué estudias? ¿Algo referido a la literatura como Carter? —lo último viene acompañado con cierto desprecio disfrazado.
—No, estudio ingeniería industrial.
Eso parece llamar la atención de Adam White, pues enseguida levanta la cabeza con interés hacia a mí.
—¿En qué año vas?
—En tercero.
—Ósea, que pronto te graduaras.
—Yo espero lo mismo.
—¿Has pensado en que área trabajaras? —le sirven un poco mas de vino que no tarda en llevar a sus labios—Deberías tomarlo en cuenta si estas pronto a graduarte.
—He pensado en comenzar a trabajar con mi padrastro. Tiene una empresa y creo que podré aprender bien bajo su tutela.
Carter levanta el dedo pulgar en alto bajo la mesa, señalando la buena jugada.
—¿Cómo se llama?
—Robín Twist.
—Oh, el hijo de Robín —asiente pasando el reconocimiento por sus ojos, pero no parece verse impresionado—Lo conozco, buen hombre.
No sé bien cómo interpretar eso porque el rostro de su padre es tan indiferente que no sé si lo dice enserio o no. Pero a juzgar por la expresión de Carter, creo que es bueno. Nos quedamos nuevamente en silencio mientras terminamos de cenar. Para finalizar, pasamos a la sala para beber café y hablar, no sé exactamente de qué, pero parece un ritual para ellos. Se sientan en diferentes sillones, como si todos tuviesen un lugar designado: Adam en un sillón de cuero e impotente, que prácticamente parece un trono, su madre en uno más pequeño sin dejar de ser elegante y sus dos hijos en el largo. Yo me siento a un lado de Carter con la tensión aun palparte en el ambiente. No sé cómo pueden convivir así.
—Harry, ¿Marianne te ha hablado sobre el evento de mañana?
Cruzamos miradas con la castaña, esta abre los ojos en grande con terror, como si se hubiese olvidado de algo súper importante.
—No.
—Bueno, es el cumpleaños de su padre —estira la mano con cariño hacia el brazo del señor, quien se mantiene indiferente bebiendo su café—Es una reunión con unos pocos amigos en el hotel Rosewood. Estas cordialmente invitado, querido.
Me fijo de reojo en mi esposa, quien asiente levemente antes de sonreírle a la rubia.
—Gracias por su consideración, señora White.
—No te preocupes, lo importante es conseguirte un traje para la ocasión. Suerte la nuestra que Cody también debe ir por su traje, buscaremos uno para ti.
—Yo no quiero ir —replica el chico con el ceño fruncido, atrayendo miradas fulminantes de ambos padres—Esas reuniones son aburridísimas y se ve pura hipocresía.
Rachel suelta una risita divertida.
—Ay cielo, tú y tus bromas.
—No estoy bromeando. No voy a ir.
—Eso ya lo veremos —dice finalmente Adam antes de levantarse y dejar su taza de café aun lado—Tengo que volver a la oficina. Por favor, asegúrate de cubrir todos los huecos—le pide con respeto hacia su esposa, quien asiente con una sonrisa suave. Tras asentir, le da una última mirada a Carter que no sé como descifrar, pero termina por marcharse.
Apenas sale de la sala, Rachel suspira con cierta frustración que no deja entrever bien, aun así se las arregla para parecer que nada le afecte.
—Marianne, asegúrate de hablar con tu hermano y recordarle lo importante que son estas fiestas para tu padre, ¿está bien?
Carter asiente sin mirarla a los ojos. Cody bufa con los brazos cruzados.
—Si es tan importante, ¿entonces, por qué no fue las últimas veces?—volteo a mirarlo sorprendido.
—Cody, por favor...
—No, hermana. Es injusto que...—
—Cody, cielo, solo asegúrate de mantener la boca callada frente a tu padre si no quieres un internado en China —le mira con los ojos con falsa comprensión—Y Carter, deja de meterle ideas estúpidas a tu hermano que luego nos plantea estas tonterías.
—¡Ella no me ha dicho nada! —exclama el chico levantándose bruscamente del sillón, furioso. Carter tira de su mano para volver a sentarlo y le ruega que se calme, pero ni eso.—Es la única que se preocupa por mí, en cambio ustedes...
—¿Te ha faltado alimento alguna vez?—interrumpe Rachel perdiendo su sonrisa y levantándose, dejando la taza sobre la mesa y acomodando su vestido antes de mirarlo frente a frente, seria y letal. Esa mirada me recuerda a Carter cuando está furiosa. Es intimidante—¿Has tenido faltas en cuanto a educación, atención medica o vestimenta? No, no lo has tenido. Al revés: has obtenido más beneficios que otros chicos de tu edad, así que si vas a decir que te falto algo como "amor" y "atención", déjame decirte que todos estos beneficios significan sacrificios, y ese fue uno. Así que deja de ser un adolescente dramático y prepárate para ir a la boutique, por favor. ¡Viviane!
La ama de llaves aparece tan rápido que apenas se la ve venir.
—Si, señora.
—Por favor, trae los abrigos de los niños para poder partir en 10 minutos y dile a Jacob que prepare el auto. Tenemos que partir en cuanto antes...
—Harry ha traído su auto, podemos ir en ese—se adelanta Carter.
—Bien, Cody y yo nos iremos con Jacob. Y no, no puede ir contigo—le interrumpe antes que Carter pudiese emitir sonido. Una llamada le entra y no duda en contestar—Que sea rápido, estoy apurada.
Simplemente se va caminando con los pasos rápidos hacia afuera de la sala, dejándonos a los tres.
—Te pareces a tu mama —le digo a Carter, cortando el tenso ambiente. Ambos me miran mal, ¿que? Es verdad.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Una de las tantas boutique de Rachel White cierra exclusivamente para nosotros. Cody y yo nos probamos diversos trajes hasta que su madre queda satisfecha con el resultado. Luego nos envía del otro lado de la tienda para centrarse esta vez en su hija. Carter no se ve muy emocionada ante este hecho, pero no le queda otra salida que aceptar, así que nos sentamos en los sillones esperando a que la agonía se termine. Me entretengo con el fornite en mi celular y maldigo la mala suerte cuando Edward logra matarme junto con Louis. Siempre hacen equipo y van en contra de mi, por eso nunca debes presentar a tu hermano y a tu mejor amigo.
Maldigo por tercera vez ante la derrota y por poco tiro el celular del otro lado del sillón. Cody, quien se ha mantenido entretenido con una revista me mira con las cejas alzadas arriba de ella.
—¿Tanto te frustras por un juego?
—¿Y eso que tiene de malo?—espeto con brusquedad, cruzo de brazos y volteo hacia un costado intentando ver a Carter a lo lejos, imposible con tantas prendas alrededor.
—¿Puedo intentarlo?
Cody observa el celular con cierto interés. Recuerdo la conversación con Carter, sobre la excesiva protección de sus padres hacia él, tanto que tiene prohibido usar la laptop sino es para estudiar o tener un simple celular. Se lo paso al instante y le doy breves instrucciones de que debe hacer, pierde dos veces antes de lograr tomar control sobre el juego, entreteniéndose al instante y lanzando maldiciones por debajo.
Admito que cuando Carter confesó sobre la enfermedad de su hermano, un malestar se me asentó en el estomago y me arrepentí miles de veces de haber sido un cabrón con ella. Ya lo estaba pasando suficientemente mal como para que le tirase mi mierda. Viéndolo bien al chico, puedo notar que está muy delgado, tanto que la ropa comienza a colgar de sus extremidades, es bastante pálido con grandes ojeras debajo de sus claros ojos. Quito la mirada sobre él en cuanto noto que esta por mirarme, fijando mi atención sobre la alfombra.
—Te ha llegado un mensaje—me pasa el celular.
—Está bien, solo úsalo.
—Es de una chica, una tal Via Lactea —encarna una ceja—¿Es algún tipo de apodo romántico?
Hago una mueca de desagrado. Helvia es como mi hermana y no estoy a favor del incesto.
—Yo no tengo novia. Solo esposa.
Pone los ojos en blanco y vuelve a centrar su mirada en el juego, esta vez inicia una conversación.
—Así que estas casado con mi hermana.
—Al menos hasta junio, sí.
—¿Tienen que dormir juntos?
—Aja.
—Pero en camas separadas.
—No, en la misma.
Levanta la mirada con los ojos incrédulos. A mí me hace gracia, tal vez porque yo tuve la misma reacción cuando me dijeron que debíamos dormir juntos.
—¿Eso significa que...?
—Si—asiento con la cabeza, ganándome una mirada fulminante de su parte—Es cierto, Carter da miles de vueltas hasta hallar una posición para poder dormir de una buena vez.
Bufa exasperado con los ojos en blanco, vuelve su mirada hacia el celular. Apenas se escuchan unos tacones cerca, me lanza el celular y tengo suerte de agarrarlo en el aire, por poco y me da en la cara. Comprendo su accionar al ver a Rachel llegar con Carter, ninguna con buena cara y ambas con las mejillas sonrojadas. Supongo que han tardado más en una acalorada discusión porque ninguna se dirige la mirada.
—Cody—le llama Rachel con voz contenida, pareciera a punto de explotar—Puedes salir ir con tu hermana. Yo tengo que ocuparme del evento de mañana, su padre trabajara hasta tarde, aun así asegúrense de llegar temprano. —le lanza su tarjeta de crédito a la castaña, pero no alcanza a agarrarla y se le cae al piso. Rachel pone los ojos en blanco antes de proseguir hacia la salida—Y nada de drogas. Adiós.
La mandíbula del chico por poco toca el suelo y voltea hacia su hermana.
—¿Qué diablos?
Carter suspiro mientras se abanicaba con la tarjeta de crédito.
—A veces puedo ganar en una discusión —le sonrie para tranquilizarlo, aunque no deja de verse molesta.—Vamos.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Pasamos el día entero con Carter, Cody y la mocosa de Sam, quien a última hora llamo a Carter lloriqueando que quería unirse a nosotros después de que su madre le dijera que nos había visto por los alrededores. La salida prácticamente se trato de ellos tres caminado alrededor del rio Támesis, yendo una sala de juegos en el centro comercial y degustando pastelillos en los cafés. Yo solo fui un simple espectador, pero con toda la información recibida, los deje ser. Cody y Carter se parecían en varias cosas, como que ambos estaban emocionados por la navidad, tanto que compraron un pijama de reno mientras que a Sam uno de reno-unicornio (ni siquiera sabía que existían). Adoraban comer diversos pasteles, jugar al mortal kombat y al dance dance revolution. Se nos fue el tiempo en la librería más de lo que hubiese deseado, los hermanos White estaban inmersos en conversaciones sobre libros que habían leído y compartían su opinión sobre ellos o incluso se encerraban en discusiones por diversos puntos de vistas, pero siempre terminaban riéndose por ello. La enana y yo nos aburrimos un montón, así que les dijimos que les esperaríamos en la pista de patinaje de al frente. Esa si fue una buena idea.
La mocosa lloriquea cuando se cae por quinta vez y yo no evito soltar una carcajada a lo grande. Realmente es gloria pura cuando recibe una cuchara de su propia medicina.
—¡Deja de reírte! —chilla mientras intenta levantarse pero se resbala de nuevo. Me rió nuevamente. —¡Ya, ayúdame a levantarme!
—Pídelo por favor.
—¡No!
—Entonces que tu trasero se congele, a mi que mas me da.
Doy una vuelta alrededor de ella con una sonrisa socarrona al verla batallar contra si misma. Debería hacerlo pronto antes que le dé una hipotermia. La dejo pensando mientras patino a los alrededores, pero sin alejarme demasiado. La pista de patinaje es bastante grande, aunque hace un frio de la mil mierda. Casi no hay niños, más que nada son parejas quienes patinan juntos de la mano. Recuerdo que Gemma me obligo a ir con ella a diversas pistas de patinaje luego de que la pasara fatal en una de sus citas y se torciera el tobillo, tuve que aprender a la fuerza y pensé que jamás me serviría, claro que ahora estoy viendo los frutos mientras patino con arrogancia cerca de la mocosa, quien sigue intentando levantarse. Finalmente me da pena y le levanto rápidamente de la parte de atrás de su abrigo como si fuese un cachorro.
—¡Yo puedo sola! —exclama molesta y se remueve. La suelto y cae al suelo de culo—¡Auch! ¡Bruto de mierda!
—Por orgullosa. Solo acéptalo. No eres buena ni en el básquet ni el patinaje. ¿Vas a ganarme en algo alguna vez, niña tonta?
—¡Al menos yo no ando mintiendo para que una chica me pelé!
Volteo a mirarla fulminante, pero ella solo sonríe engreída porque me ha dado en donde no debe.
—Yo solo lo sugerí, tú fuiste la que llevo a cabo el plan.
—Si, pero fue porque me sobornaste. ¿Quién puede negarse a un autógrafo de Beyonce? ¿Y cómo diablos lo conseguiste?
—Tengo mis contactos—digo simplemente. Tal vez el día de mañana debería decirle que solo falsifique la firma y ella como tonta cayo. Cosas de la edad, te llevan a ser demasiado inocente.
—Deberías rendirte. A Carter solo le gusta tu hermano.
Gruño de solo escucharla y patino lejos de ella, ignorando sus gritos y maldiciones en mi dirección. No es necesario que lo diga, es obvio. Carter lo observa cuando cree que nadie se da cuenta, se sonroja mucho más de la cuenta cuando Edward y sus estupideces están cerca. No sé cómo diablos lo idealiza tanto, no es como si fuese el único hombre con ese atractivo descomunal. Yo también lo soy, y me atrevo a decir que mucho más que el zoquete de mi hermano.
Canalizo los celos y la furia y trato de dejarlos ir. Ni siquiera debería molestarme con Edward solo porque a la tonta de Carter le gusta, es tan distraído que ni cuentas se daría que la trae colando hasta que se lo diga en la cara. Así es Edward, demasiado confianzudo y creando confusiones por todos lados. Así termino con la loca de Dianne y también así le fue. Por otro lado, también está la pantera esa de Tyler. ¿Qué pretende? Todo el mundo sabe que es un idiota, y Carter es aun más estúpida por confiarse en él. Nada bueno sale con las panteras en medio.
Sam se pone a lloriquear en medio de la pista y pego la vuelta, pues si se pone a llorar enserio de seguro Carter me va a golpear por abandonarla. Finalmente la levanto y logra quedarse de pie, sosteniéndose de mi brazo con temor a caerse de nuevo.
—Separa las piernas y mantenlas firmes. No te sueltes y relájate.
—¡Pero me da miedo caerme!
—Si tienes miedo no podrás disfrutar del momento, así que simplemente patéalo lejos y vamos. No te voy a soltar, llorica.
Me mira mal con los ojos llenos de lágrimas, aun así sigue mis instrucciones. Nos paseamos por alrededor de la pista mientras intento que lo haga por si sola, le da tanto miedo que no se atreve a soltarme. Pasa al menos media hora en que la mocosa toma confianza y patina mucho mejor hasta que vuelve a caerse. Esta vez estalla a llorar.
—Levántate, no vas a aprender si sigues llorando.
—¡Cállate! ¡No sabes lo frustrante que es no poder hacerlo! —gimotea molesta.
—Claro que si, también me he caído montones de veces, pero no me puse a hacer un berrinche como tú. Vamos.
Acepta mis manos mientras con la otra se limpia las lágrimas. Casi me da pena, casi porque enseguida me da una patada en la pierna y suelto un grito de dolor.
—¡Mocosa del demonio!
—¡Cállate cabeza de brócoli! ¡Primitivo cavernícola!
—¡¿Ah si?! ¡Y tu…!
—¡Que sucede!
Sigo la voz de Carter y la encuentro viniendo hacia nosotros junto con Cody, ambos llevan puesto los patines. La castaña tiene dificultades para sostenerse, en cambio su hermano lo hace bastante bien.
—¡Harry me pelea!
—¡No es cierto, ella…!
—No griten, se van a molestar con nosotros —pide dulcemente mientras mira a los alrededores y hace una sonrisa de disculpas con los demás. —Que Sam venga conmigo y tu ve con Cody.
—No creo que sea buena idea, Cady…
—Está bien. Dame la mano, Sam.
Sam le hace caso y apenas se suelta de mi y Carter de Cody, las dos por poco caen al suelo sino es porque las sostenemos. Resoplo y finalmente tomo del brazo a Carter para empujarla hacia a mi mientras con la otra empujo a la mocosa hacia Cody. Estos se sorprenden ante mi acción, simplemente me encojo de hombros y aprieto a la castaña contra mí, evitando que se aparte.
—No me voy a quedar con la mocosa. Cambiemos.
—¡Pero…!
—Ya, vamos —Cody le toma de la mano y le regala una sonrisa, haciendo sonrojar a la niña—Te enseñare a patinar.
—¿Y luego me compras una malteada?
—Claro.
Se la lleva hasta el otro lado de la pista, solo entonces suelto a Carter, quien se sostiene de mi brazo para no caer.
—¿Quieres que te enseñe a patinar a ti también?
Sus ojos me observan entre seria y desconfiada, intentando mantener distancia entre nosotros. Esta siendo cuidadosa, pese a que hace horas me ha contado todo sobre su vida familiar, pero creo que era porque no le quedaba otra. Era confesar o tener que descubrirlo por mí mismo.
Suspiro y nuevamente vienen el mensaje que me ha enviado Via Lactea, como si adivinara mis acciones de ante mano. ¿Desde cuándo esa tonta se volvió tan sabia? Pero que va, dijo que nada de ser gilipollas y que sea amable. Siempre soy amable, así que no es una tarea difícil.
—Toma de mi brazo, iremos despacio.
—No vas a gritarme si me caigo, ¿cierto?
—No, solo voy a reírme de ti.
Pone los ojos en blanco, pero asiente sin más. Prosigo a patinar llevando la delantera y ella sujetándose con fuerza en mi brazo, temiendo caerse. Inevitablemente se me forma una sonrisa estúpida en el rostro que me es difícil abandonar. Enserio fue una gran idea venir aquí.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Cenamos en un restaurante familiar hamburguesas completas con patatas fritas y coca-cola. Sam miente con que es su cumpleaños y los empleados terminan trayendo un pastel y prosiguen a cantarle el feliz cumpleaños, por lo que todos fingimos felicitarlas y hasta nos ganamos un cupo de descuento para la próxima salida. Antes de llevar a Sam hasta su casa, estaciono frente a la cancha de básquet de la vez pasada
A berrinche de la mocosa, Cody hace equipo con ella mientras que Carter y yo hacemos otro. El juego empieza bien con Cody y yo enfrentándonos en más de una ocasión. Pese a que es un flacucho y no se ven músculos en vista, es bastante ágil y certero en cuanto al básquet. No lo suficiente, pues le llevo la delantera.
—21-20, ¿Qué tal va esa? —me burlo con evidente orgullo hacia ellos, lanzándole la pelota hacia el castaño, quien entrecierra los ojos con molestia. —Una mas y ya gané.
—¡Ya déjennos jugar! —chilla Sam arrebatándole la pelota a Cody y lanzándomela, alcanzo a agarrarla en el aire—Carter y yo hemos quedado como unas tontas esperando a que nos pasaran el balón. ¡Sean buenos compañeros de equipo, maldición!
—¡Sam! —le regaña Carter de inmediato.
—¡Es que estos idiotas…!
—Ya, tranquila, enana —tiro la pelota hacia ella, la toma aun enojada—Vamos a ver qué tal puedes contra mí. Define tú el juego.
Una sonrisa arrogante se forma en su rostro y estoy listo para cualquier maldad que se le pase por la cabeza, vine corriendo hacia a mí y abro los brazos en grande para detenerla. No podrá pasarme. Me sorprendo cuando alguien se tira detrás de mi espalda y me quedo de piedra al sentir el aroma de Carter. El corazón comienza a latirme tan fuerte y la garganta se me cierra, casi no puedo pasar saliva. Apenas me doy cuenta que está sucediendo, Cody levanta a Sam en sus brazos y esta encesta la pelota en el aro.
Carter se baja de mi con clara alegría por el punto y yo aun no puedo protestar, ni siquiera cuando festejan entre los tres y se burlan en mi cara por la victoria. Finjo estar molesto, pero creo que ni eso me sale. En cambio, solo camino hacia el otro lado de la cancha donde ha caído la pelota, aun regulando la sensación de nuestros cuerpos. Todavía me causa escalofríos.
—¡Ahora ve a comprar helado, cabeza de arbusto!
Me giro a verla con desagrado.
—Cállate, ñomo.
—¡No soy un ñomo, tarado, estoy creciendo!
—Yo era más alta que tú a tú edad.
—¡Es porque siempre habrás sido un raro!
La ignoro pasando de ella mientras Sam enumera porque soy el tiempo más odioso que ha conocido. Me da igual, todavía estoy un poco tenso ante el contacto con Carter. Hace tiempo que no tenemos ese tipo de roce, era usual cuando dormíamos y despertaba encontrándome aferrado a su espalda, pero supongo que es la primera vez que ella esta aferrada a la mía.
—¡Cumple tu palabra, mala imitación de Tarzan!
—Niña odiosa—rechisto y muevo la cabeza hacia un costado—allí enfrente hay una heladería, vamos.
Sam salta de alegría y toma del brazo a Carter para tirar de ella y adelantarse. La seguimos con Cody escuchando sus conversaciones sobre una tal Stacy burlándose de ella por sus coletas y un tal Brandon queriendo besarla, pero que le dio un puñetazo tan fuerte que le quebró la nariz y el chico dijo que le dieron un pelotazo por temor a que se burlen de él.
Carter y Sam compran un helado mientras que Cody y yo llevamos una malteada, nos sentamos las bancas distribuidas en el parque, disfrutando incluso cuando hace frio.
—Esto parece ilógico—digo en voz alta.
—¿Qué cosa? —inquiere Cody
—Tomar helado a esta época del año.
—El helado sabe más rico cuando hace frio —murmura Carter temblando, aferrándose a la cobija que tenía en el maletero y nos enredamos los cuatro con ella. Por suerte y alcanzo.
—Bien, pero no por eso tomas chocolate caliente en verano.
Sam se echa a reír mientras que Carter se pone toda roja.
—Carter hace eso. Es bien rara.
—¡Sam!
—¿Qué? Es verdad.
—Y le gusta colorear las hojas secas que caen en otoño.
—¡Cody! —chilla avergonzada.
Conectamos nuestras miradas en la que parece asegurarse de que vaya a burlarme, pero simplemente le sonrió y miro hacia mi malteada, bebiendo. Hay dos cosas que me vienen a la mente: lo frió gusta más cuando hace frió y Carter es linda cuando se apena.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Lo complicado se desata ahora mismo: ¿Dónde diablos voy a dormir? O, mejor dicho, ¿Dónde vamos a dormir?. La ama de llaves ya lo ha pensado, nos ha dejado una habitación de invitados en el primer piso con dos camas individuales. Carter le da un abrazo a Cody antes de cerrar la puerta y soltar un enorme suspiro. Una sonrisa adorna su rostro en cuanto voltea, y aunque yo no soy el causante de esta, estoy feliz por ella.
—Fue un buen día, ¿cierto?
—Si, gracias por llevarnos—hace una media sonrisa que devuelvo. Se la ve con otro brillo—¿Quieres bañarte primero? Tengo que hacer una llamada antes.
Asiento y tomo mi maleta para rebuscar el pijama, lo encuentro y voy hasta el baño para ducharme.
Salgo fresco y con el cuerpo relajado. Fue muy tenso al menos la mitad del día, en la otra mitad nos las pasamos correteando por todo Londres como hace tiempo no hacía. Me asomo a la habitación y la veo hablar aun por teléfono por el balcón con una sonrisa bobalicona. Gruño mientras el monstruo intenta salir a gritarle y decirle algo que la hiera solo para mantener mi orgullo a flote, pero no hago nada. Si hago o digo algo, es peor. Mucho peor. Todavía me rondan las palabras en la sesión con Stella y las lagrimas cayéndole por la mejilla. Ya no quiero que se sienta así solo porque soy un inmaduro y me cuesta admitir una cosa tan simple.
Un trueno cae la calle de al frente, calcinando al árbol. Carter voltea a mirarme con sus ojos asustados desde el balcón con el teléfono aun en su oreja y corta rápidamente. Entra apenas empieza a llover y cae el segundo truenos con los relámpagos resonando en el cielo.
—Están jugando chuzas—bromeo, vuelvo a saltar con otro trueno.
—¿Te dan miedo? —pregunta cerrando la puerta y las cortinas rápidamente, ella se ve nerviosa.
—N-no. ¿A ti?
—¡No! Claro que…¡Ay! —chilla por otro trueno, esta vez más cercano.
Nos miramos entre los dos y sonreímos con cierta gracia del uno del otro. Nadie sabe lo mucho que odio las tormentas, salvo mis padres y Edward.
Carter va a bañarse rápido mientras yo me acuesto en una de las camas, la más cerca de la ventana, así al menos uno de nosotros puede tener una noche de paz. Sin embargo, me quedo con la lámpara prendida y con los auriculares puestos, a ver si la música disminuye el sonido. Al cabo de unos minutos, sale del baño con un pijama de invierno y se recuesta en la cama.
Giro al menos una hora de lo que dura la tormenta con la lluvia a cantaros. Los truenos y relámpagos cesan un poco, pero terminan por seguir cayendo nuevamente y esta vez mas fuertes. Intento dormir con música suave porque con más fuerte no podría conciliar el sueño. A medio dormir, cuando al fin estoy logrando mi cometido, siento que me sacuden levemente el hombro. Carter esta delante de mí al abrir los ojos, por la oscuridad veo que todavía sigue asustada.
—¿Puedo dormir contigo?
—¿Ah?
—Iba a ir con Cody, pero se veía tan cansado que no descansa bien cuando le cortan el sueño—tiembla ante otro trueno más desgarrador y yo también, para que mentir—Ya, córrete.
No puedo siquiera responder cuando me empuja, entrando en la cama conmigo. Esta no es nada comparada con la que tenemos en nuestro dormitorio, al contrario, es mucho mas pequeña y apenas cabemos los dos. Se crea un tenso ambiente conllevado por lluvia, truenos y relámpagos que van más furiosos uno del otro, pero que poco a poco voy perdiendo el terror. Es el olor a coco que desprende el cabello de Carter y la calidez de su cuerpo con apenas rozándonos. Tengo que apartar la mirada de ella cuando levanta la vista hacia a mí. No me siento lo suficientemente valiente como para hacerlo y no querer besarla.
—Date la vuelta—me empuja levemente, solo en ese entonces nos miramos y la veo sonrojarse. Frunce el ceño al no hacerle caso—Por favor, date la vuelta. Es incomodo así.
—No quiero.
Me pierdo en sus ojos jurando que ella se pierde en los míos, y cuando estoy a punto de acercarme a sus labios, siento un pellizcon fuerte en el brazo, haciéndome ladrar.
—¡Que haces!
—¡Date vuelta!
—¡Ugh! ¡Esta bien!
Lo hago de mala gana mientras trato de dormir, pero sin demasiado éxito. Nos sobresaltamos cuando cae otro trueno. Maldición, ninguno dormirá bien esta noche.
—Harry…—lloriquea asustada.
—Qué.
—Date vuelta…—masculla por debajo.
Suspiro cansino y lo hago igualmente. Nos miramos una vez más, ninguno de los dos demasiado valiente para enfrentar solos la noche, pero también conscientes que no está bien todo este rollo de la cuerda tira y afloja. En verdad, no está bien lo que hago con ella y lo sé, Carter lo sabe y creo que todo mundo lo sabe. Si hasta Helvia se dio cuenta, y eso que ella le vale madres todo.
Casi parece rogarme porque diga lo que ella no se atreve. Luego dice que no es orgullosa.
—¿Tregua?
Asiente rápidamente. Lentamente comienza a acomodarse en mis brazos y yo la recibo fingiendo indiferencia, pese a que es todo menos lo que siento en este momento. Nos tapo bien ante el repentino frio que hace, y me alegra haberme puesto un sweater para dormir. Hubiese sido un fiasco levantarse a buscarlo cuando realmente no quiero separarme de ella ahora.
Nos quedamos entrelazados el uno con el otro, la respiración de Carter se va volviendo cada vez más lenta hasta seguir un ritmo pausado, por lo que imagino que ya ha caído en un profundo sueño. Se gira dormida hacia el otro lado, acomodándose. Observo la parte posterior de su cabeza y suspiro, acercándome hacia ella y abrazándola por detrás. A fin de cuentas, me gusta la manera en la que parece encajar perfectamente en mis brazos.
Última edición por Jaeger. el Jue 05 Mar 2020, 9:28 pm, editado 1 vez
Jaeger.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Capitulo 28.3
Carter White & Harry Styles || by: Jaeger.
- You are magical, lyrical, beautiful:
No había nadie en la mansión White desde la mañana y Carter explico que se debía a que estaban en el hotel terminando de organizar la fiesta de esta noche. El cumpleaños de Adam White no solo era un simple cumpleaños, sino que se cerraban tratos importantes y se tanteaban futuras alianzas con Branco Company.
Disfrutando del desayuno, Carter se mantuvo atenta a Cody y contándole sobre la vida en el campus y la locura del matrimonio como una materia extracurricular. Yo aun puedo sentirla en mis brazos mientras recordaba lo incomodo que fue esta mañana: ella saliendo rápidamente de la cama a tal punto que cayó al suelo y correteo hacia el baño. No nos habríamos dirigido la palabra en todo el día si Cody no se nos hubiese unido, así que supongo que debía estar agradecido.
Aproveche el momento en que los dos hermanos se dirigieron a la sala de estudios para llamar a mamá, pero ni ella ni Gemma contestaron así que asumí que debían estar ocupadas. Telefoneo a Ed en cambio.
—Dime por favor que te estás comportando —es lo primero que dice en tono de burla.
—No sé ni para que te llamo…—pongo los ojos en blanco de solo imaginármelo con su sonrisa petulante—Solo quería saber si mi hermano esta sobreviviendo en la casa de su flamante esposa…
—No te queda bien el sarcasmo, hermanito.
—A ti no te queda bien ese tono de falsa calma. Dame la buena noticia que te están torturando.
Edward se rie en lo alto y escucho a alguien chitarle para que baje el tono de su voz, se disculpa en un susurro.
—Tengo dos cuñados y dos pequeñas cuñadas. Mis cuñadas y mi suegra son amorosas y nos la pasamos en grande, pero mi cuñado y mi suegro no parecen felices conmigo, hasta me han estado vigilando en las duchas. ¿Te hace feliz escuchar eso?
Se me cruza una sonrisa de pura diversión de solo escucharlo. Adoro que él la esté pasando peor que yo.
—¿Qué hay de ti? ¿Hiciste las paces con Carter?
—¿Qué te importa?
Le escucho suspirar. Me siento inquieto cada vez que Edward pregunta sobre ella o los veo hablar entre si. Carter siempre exagera su sonrisa cuando lo tiene cerca y pareciera que no puede despegar los ojos de él. Es casi enfermizo tener que ver todo ese espectáculo.
—¿Cuándo dejaras de ser gilipollas?
—No sé, ¿cuándo dejaras de ser un estúpido?
Casi puedo verlo poner los ojos en blanco.
—Deberías ser más amable con ella…
—Soy una persona amable—le interrumpo antes de tener que escuchar uno de sus sermones de hermano mayor. Solo me lleva diez minutos por delante, no es como si en esos 10 minutos se tratara de una versión mejorada de mi mismo y más madura. Edward es un pendejo, solo que él lo disimula mucho mejor.
—Y deberías ser mas autocritico y menos egocéntrico.
—Y tú deberías…
—Puede ser tu última oportunidad, Harry—dice en un tono más serio, confundiéndome—Escuche que Tyler Evans esta colado por tu esposa y ambos sabemos que es un buen partido. O al menos yo me divorciaría de ti por él.
—Tyler es un mujeriego. De ninguna manera es un buen partido.
—Tyler es un chico soltero, es normal que sea mujeriego. Mírate a ti que no puedes estar sin meterte mano con alguna chica.
Abro la boca en grande con indignación a punto de soltarle insulto tras otros, de fondo se escucha un gran estruendo de voces acercándose. Edward murmuro algo rápido que no logro captar y termina la llamada bruscamente. Me quedo mirando el celular tratando de entender que fue lo último que dijo. Este idiota…
No sé ni por qué lo llame si lo único que hizo fue ennegrecer mi humor. ¿Por qué ninguna persona puede ver que estoy haciendo un esfuerzo? No es como si Carter cambiara su percepción de mí fácilmente solo porque haga cosas por ella, incluso el mínimo gesto de amabilidad que hago en su favor ya lo toma como un ataque y se vuelve tan desconfiada como un gato.
Vuelvo a la sala de estudios, los hermanos White están sentados sobre el escritorio personal de Cody. Carter se ve confundida mirando la hoja mientras murmura algo para sí, Cody solo está apoyando su mano sobre la mejilla, completamente aburrido.
—Está bien si no lo entiendes, Cady—el chico le arrebata suavemente la hoja a su hermana, sonriéndole.
—Pero era buena en matemáticas en la secundaria…—dice Carter desilusionada—Creo que me he oxidado…
Se me vienen a la mente la advertencia de Edward, sobre eso de ser amable y que podría ser mi última oportunidad… los quedo observando por un momento hasta que me decido acercarme, tomando la fotocopia con los ejercicios.
—¿Calculo diferencial? ¿Esto es lo que se te dificulta?
—¿Sabes algo de eso? —pregunta Cody indiferente. Al menos, el día de ayer sirvió para que entrara en confianza.
—Estudio ingeniería industrial. Desayuno esto todos los días—presumo acercando una de las sillas y sentándome en el escritorio.
A Carter se le ilumina los ojos y sonríe en grande antes de mirar a su hermano.
—A Harry le va bien en calculo, así que mientras ustedes estudian yo les haré aperitivos. ¿Sí?
Cody no parece muy contento con ello, pero no le queda de otra cuando Carter salta de su asiento y le pregunta que le gustaría que le prepare. Pedimos unos waffles con miel y chocolate junto con unos cafés. Ella asiente efusivamente y le da un beso en la cabeza a Cody, quien se avergüenza de inmediato.
—¡No hagas eso!
—Lo preparare ahora mismo. ¡No se distraigan mientras no estoy!
Antes de marcharse, Carter sonríe algo tímida en mi dirección y modula un gracias. Asiento con la cabeza e intento de suprimir la tonta sonrisa en mi rostro mientras intento recordar cómo concentrarme.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tras unos waffles y unas horas más de estudio, el ama de llaves nos llamo a Cody y a mí por separados para que vayamos a arreglarnos para la fiesta a la vez que Rachel vino por Carter y se la llevo consigo para que se preparasen juntas. La pelinegra no se veía demasiado feliz por ese hecho, pero no hizo más que darnos una sonrisa forzada y seguir los pasos de su madre.
Tras terminar de vestirnos, una empleada golpeo la puerta y trajo consigo medicinas que Cody debía tomar. Este lo hizo de mala gana y la despacho tan pronto como lo hizo, echándose en la cama.
—Que molesto.
No digo nada, prefiero callarme antes que meter la pata. Acomodo mi corbata y noto por el espejo que esta observándome fijamente.
—¿Qué?
—¿Cómo es tu universidad?
—Googlea.
Pone los ojos en blanco.
—¿No tienes fotos?
—No son aptas para un menor de edad —le eche una sonrisa burlona y decido molestarlo aun mas—Mucho menos si significa ver imágenes de tu hermana que…
—Carter no hace esas cosas—frunce el ceño molesto, pronto su mirada se volvió más apagada al igual que su tono—O eso creo… no he pasado mucho tiempo con ella desde que se fue a la universidad.
Vuelvo al espejo e intento ignorar el sentimiento de incomodidad y cierta culpabilidad por ese hecho, aunque no sea mío. Para disiparlo, decido sacar mi celular de mi bolsillo y se lo lanzo. Cody lo agarra justo antes que le dé en la cara.
—Conoce a tu hermana ebria.
—¿Cómo? —se muestra confundido antes de echarse a reír—Mi hermana no bebe alcohol.
—Yo no diría lo mismo…
Me acerco a arrebatarle el celular y me siento a su lado en la cama, dejándole entre manos el video de Carter peleando con Rob Stewart y la excelente llave que le aplico. A Cody se le abre en grande la boca sin poder dar crédito a lo que ve.
—Ahora que sabes eso—aprieto la pantalla para pausar el video y le retiro el celular—Me ayudaras a que tu hermana no beba una sola copa de alcohol. No es nada seguro, pero preveo desastres próximos.
Cody no sale todavía de su asombro y menea con la cabeza.
—No es Carter. ¡No es ella! Debe ser alguna chica parecida. Ella nunca…
—Créeme, yo tampoco lo creía.
Se queda pensante como si todavía no pudiese creerlo. Así estuve yo las primeras veces que conocí a Carter la demoledora, y lo cierto es que no le veo lo bueno si hoy sale esa parte suya por mas bordes que sean sus padres.
—La influencia del abuelo White. Eso debe ser.
—Puede ser, no lo conozco. ¿Vendrá esta noche?
Cody se encoge de hombros.
—Tal vez haga su entrada estelar esta noche. Le gusta ser el centro de atención.
La conversación se interrumpe cuando el mayordomo toca la puerta y nos avisa que es hora de bajar. Lo seguimos sin más y esperamos en la sala al menos unos minutos antes que el padre de Carter sea el primero bajar. Intento ser amable al desearle un feliz cumpleaños, pero hace como que no me oye y solo asiente con la cabeza, pasando de largo.
—No te lo tomes personal. Ya es un idiota por vocación —murmura Cody y me da un codazo amistoso.
—Carter es parecida a él —le murmuro de regreso y asiente.
—Si, pero Carter nunca es borde como el viejo.
Me gustaría replicarle que no es tan así, que tal vez debería conocer a su hermana enojada, aunque eso tampoco es recomendable. Antes que pueda decirlo en voz alta, veo a Cody sonreír de oreja a oreja y desvió mi mirada hacia donde está su atención. Por un momento se me olvida como respirar y todo ocurre como en cámara lenta: Carter baja por las escaleras con un vestido rojo y largo hecho de gaza, con los hombros descubiertos y un corte imperial que remarca su cintura. Lleva el cabello recogido con un mechón ondulado cayendo por el costado de la cara y unos pendientes dorados y redondos que cuelgan en su cuello, decorados con diamantes. Mientras se va acercando, noto que el maquillaje en su rostro, pero no es demasiado fuerte salvo el labial rojo. Me es difícil recordar la última vez que la vi maquillada.
Me toma unos segundos en darme cuenta que ya está frente a mí, abrazando un bolso de mano contra su pecho mientras sonríe nerviosa, evidentemente incomoda por la atención sobre ella. Es Cody quien me saca de mi transe cuando pasa de mi y chocamos nuestros hombros en el paso, se dan un abrazo fraternal y la elogia por lo hermosa que se ve esta noche.
—No exageres —pide la pelinegra con las mejillas rojas—Esto es muy descotado—pone una mano sobre su pecho—Pero mamá no dio ninguna chance de cambiarlo.
—Por supuesto que no—recién allí noto la presencia de la mujer, quien viste un vestido dorado lleno de perlas de diamantes relucientes y el cabello recogido. Ella también se ve hermosa y muy elegante. Se acerca a Cody para sonreírle y acomodarle la corbata—Te ves genial, cariño. —se detiene un segundo antes de voltear a verme—Y claro que tu también, Harry. Pero… —da un paso atrás antes de examinarme de pies a cabeza. Finalmente, se acerca y me quita rápidamente la corbata y la tira al suelo—Tu presencia rebelde no va con estas formalidades. Te ves más atractivo así. —sonríe satisfecha al darme otra mirada—Avísame si tienes planes de ser modelo, cariño. Necesito inspiración para la próxima temporada. Ahora, andando antes que se nos haga tarde. Cody, ven conmigo en la limosina.
—Pero…
—Carter y Harry irán en la otra—asegura con una sonrisa tan intensa que no da espacio a reproches—Sería mucho mejor si llegamos por separados. Que se pueda apreciar que mi hija tiene un novio y no un simple acompañante. Andando.
Rachel se va sin decir nada más y Carter solo anima a Cody a que la siga con una sonrisa y una palmadita en la espalda. El adolescente se va no muy convencido, pero no olvida devolverle la sonrisa. Nos quedamos a solas y no evito mirarla nuevamente. Ella me atrapa y de repente la veo ponerse tan roja como un tomate. Aclaro mi garganta y trato de dispersa la tensión entre nosotros. Ni siquiera sé porque estoy tan nervioso, no es como si fuera la primera vez que estamos a solas.
—Te ves genial —le digo algo torpe. Carter se sorprende abriendo en grande sus ojos, pero me sonríe con timidez.
—Tu también… con tu presencia rebelde.
Chasqueo la lengua fingiendo molestia mientras ella suelta una risita. Termino por sonreírle antes de ofrecerle el brazo, Carter entrelaza su brazo con el mío aun siendo tímida y juntos nos dirigimos hacia la salida. La limosina para nosotros nos espera y nos subimos destino a la fiesta.
El tenso ambiente no se va tras unos minutos de silencio, solo nos quedamos sentados en cada esquina de la limosina mientras ella se centra en las calles de afuera. Noto que hay una botella de champagne a su lado y quiero beber, al parecer Carter igual porque amaga a tomarla. La detengo de inmediato.
—No creo que sea buena idea.
Me mira sin entender.
—¿De qué hablas?
—De que bebas. Te vas a poner agresiva y hacer un escándalo en la fiesta.
Abre la boca indignada, aunque parece pensárselo mejor y asiente, dejando la botella donde estaba.
—Estoy nerviosa. No he ido a esas fiestas desde que me fui de casa y no sé que podrá decir la gente…
—No te preocupes tanto. He ido a un montón de esas fiestas de pijos y no es nada del otro mundo.
—Yo también, pero siempre la he pasado mal—hace una mueca de desagrado—Generalmente, me quedaba en el jardín dando un paseo o sentada comiendo a escondidas.
—¿A escondidas?
—Rachel no querían que pensara que me la pasaba tragando.
Pongo los ojos en blanco de solo imaginarme a su madre persiguiéndola por la fiesta.
—Bueno, al menos estaremos Cody y yo.
—Si las cosas se vuelven muy incomodas, no te preocupes por mi y regresa a casa—sonríe, pese a que no llega la sonrisa a sus ojos—Yo me tengo que quedar hasta el final, pero no tienes que hacerlo tu si no quieres.
—Yo también puedo aguantar hasta el final. Descuida.
Termina por asentir antes de regresar de nuevo a la ventana. Reprimo el suspiro mientras los nervios todavía no pasan y ahora se me suma otra preocupación. ¿Qué tan malas serán las fiestas como esas? Yo me las salteaba a todas las que organizaba Robín o las que invitaban a la familia, pues con la presencia de Gemma allí ya era suficiente y mamá decía que yo me aburriría demasiado, y presiento que en esta también me aburriré.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Nuestra llegada a la recepción pareció causar tanta impresión en los invitados que los murmullos y las miradas poco disimuladas se instalaron en nosotros. Carter evidentemente se vio afectada por esto, pues pronto bajo la mirada hacia sus zapatos y se veía más concentrada en no caerse que en mirar lo que había frente a ella. La salve de que un camarero la pasara por encima y la aferre más hacia a mí, tomándola de la cintura y guiándola a una parte menos poblada. Se separo de mí de inmediato apenas paramos.
—Lo siento, no quería…
—Está bien, gracias —dice apresuradamente y se las arregla para sonreírme. Da un vistazo a su alrededor y noto que hay un grupo de chicas más o menos de nuestra edad que la miran con evidente burla. Esquiva las miradas rápidamente—Quiero irme.
—¿Qué sucede? —hago un movimiento en el mentón hacia el reciente grupo.
Carter menea con la cabeza pero le vuelvo a insistir.
—Íbamos a la secundaria juntas y no eran demasiado agradables conmigo… pensé que estudiaban en América y no tendría que verlas—infla sus cachetes con aire y trata de mantener la calma, aunque se ve imposible.
—Te molestaban.
—Si, un poco... nada grave.
Verla así me hace recordar las primeras veces que la vi: asustadiza y con la cabeza siempre agachada, aterrada cada vez que veía a Savah y Ciara cerca. Pareciera que la Carter que se ha convertido en estos últimos meses se ha esfumado en un instante, volviéndola la chica que conocí hace tres meses atrás. Siento un peso en el estomago de solo recordar lo mal que la trate mientras ella trataba de formular una oración sin tartamudear ni sentirse intimidada, y se refuerza el hecho de que fui un pelmazo con ella. Con razón me odia.
Le tomo de la mano, llamando su atención. Solo le sonrió y paso una mano por su cintura para que le dé la espalda al grupo de chicas, centrándonos en los canapés.
—Come algo.
—Pero Rachel…
—Rachel no te está viendo y no has comido nada desde los waffles. Yo también tengo hambre —tomo dos canapés y me los llevo a la boca—No me dejes comiendo solo.
Se lo piensa unos segundos antes de asentir y comer en dos bocados uno de los canapés. La mantengo cerca mientras las personas van pasando y algunos la reconocen, saludándola con efusividad falsa y con una sonrisa con cierto desprecio. Carter hace lo posible por parecer natural, pero casi falla en el intento.
—Así que este es tu novio— dice una señora regordeta junto con otra delgada y estirada. Me echan un vistazo de pies a cabeza antes de sonreír con aprobación—Es muy buenmozo, querida Marianne. Me sorprende. ¿En qué universidad estudiabas?
—En Cambridge…
—Ah, cierto —asiente la estirada con falsa amabilidad—¿Y qué carrera? Creo que era algo así como literatura, ¿verdad? ¿Serás profesora en alguna escuela?
—Bueno, me gustaría enseñar, pero…
—Oh, no, querida. No tienes futuro —menea con la cabeza la regordeta—No te pagaran lo suficiente. ¿Por qué no mejor trabajas en la empresa de tu padre? Tal vez de secretaria te iría bien.
—O de asistente también. Si no puedes venir a la de mi hijo. Abrió hace poco una empresa por su cuenta ¡Claro que con nuestra ayuda! —presume la vieja con petulancia—Le diré que te llame.
—Eh… bueno…
Carter se ve intimidada y solo asiente como tonta. Decido intervenir antes que prosigan humillándola.
—En verdad, Carter está entre las mejores estudiantes de nuestra universidad—le sonrió con orgullo en su dirección, tomándola por sorpresa a ella y a las invitadas—Solo está en segundo año, pero su promedio es de los más altos. Mi tío es dueño de una editorial y se ha interesado en ella. De seguro querrá reclutarla. Siempre se necesita personal preparado y predispuesto a hacer valer sus habilidades independientes.
—¿Qué editorial? —pregunta con desconfianza.
—Ignis.
Se quedan calladas, simplemente asintiendo y con una sonrisa falsa. La editorial Ignis es conocida por doquier, hasta ellas deben saber que todos los libros con los que sus hijos se han vuelto profesionales son de esa editorial.
—¿Y cómo te llamabas, querido?
—Harry Styles.
—Ah, ¿y tu padre que hace?
—Es…—
—¿Cariño?
Carter y yo volteamos de inmediato y no doy crédito a lo que veo.
—¿Mamá? ¿Robín?
—¡Harold, mi muchacho! —expresa Robín con una gran sonrisa en el rostro y no duda en acercarse tirando de la mano de mama. Una vez frente a mí, me da un corto abrazo y me sonríe —Que gusto verte, hijo. La última vez no estuve en casa para compartir contigo y tu novia. Así que esta es la famosa Carter —le sonríe en dirección a la pelinegra, quien sonríe con timidez—Pero si eres toda una belleza. Déjame darte un abrazo, hija mía.
Carter acepta susurrándole un sí y Robín enseguida le abraza rápidamente, presentándose formalmente. Mama me mira sin entender porque estoy con Carter aquí, pero solo me encojo de hombros y le modulo que luego le explico. Recién reparan en la presencia de ambas señoras, quienes se quedan calladas.
—Oh, señora Strugger, señora Lydia—Robín les saluda con amabilidad—Es un gusto verlas. ¿Puedo saber donde están sus respectivos esposos? Estoy deseando una charla con ellos desde hace tiempo.
—Están junto al señor Morrison hablando sobre golf y dinero. Ya sabe, cosas de hombres—se ríen por el chiste sin gracia antes de voltear a hacia mi madre—¡Anne! ¡Que gusto verte!
—¡El gusto siempre es mío! —se besan en ambas mejillas antes de proseguir con sus sonrisas y cordialidades falsas y forzadas—Veo que conocieron a mi hijo. ¿Vieron que buenmozo es?
—Si, eso comprobamos—dice la regordeta, la tal señora Strugger—No tenía idea que estuviese de novio con la hija de los White.
—¿Los White? —Anne pestañea rápidamente como cada vez que no entiende algo. No es hasta que logra unir los puntos, me mira rápidamente y de solo observarla pidiéndole ayuda, asiente con una sonrisa—¡Pues si! Carter es una gran chica —la atrae hacia a si, pasándole una mano por la espalda—Una gran nuera. No podría pedir una chica tan inteligente y cariñosa para mi niño. ¿Saben que tiene una beca real? Sus notas no bajan de 10 y estoy segura que tendrá excelentes calificaciones en la semana de examen. ¿No lo creen?
Mama se la pasa alabando a Carter diciendo que es la mejor nuera que podría tener pues hasta la ha acompañado de compras e incluso la acompaña en sus clases de yoga. Habla de maravillas que ni yo sabía que mi esposa tenia, pero se encarga de presumirla con lujos de detalles hasta que las viejas se cansan y terminan por irse. Robín se va a hablar con sus colegas y nos quedamos los tres solos. En ese momento, Anne suelta a Carter como si le quemara y vuelva a su cara de póker face.
—Gra-gracias—murmura Carter por debajo, tímida.
—Quien diría que serías hijas de los White. Todavía no me caes bien —suspira, cruzándose de brazos.
—Mama, por favor…
—¿Por qué no me dijeron antes? —reprocha de inmediato—No es como si te hubiese tratado mejor, pero al menos no me hubiese puesto este vestido de tu madre.
—Mama—le miro suplicándole que no siga, lo que menos quiero es que Carter siga sintiéndose mal.
Suspira nuevamente, cansina. Carter solo mantiene la mirada hacia abajo.
—Deja de hacer eso, la gente está mirando—le sonríe y pasa una mano por su espalda, viendo desde reojo a nuestro alrededor. —Por cierto, cariño, dile a tu hermano que me llame. Ese pequeño desagradecido no es capaz de llamar a su madre.
—Me asegurare de decirle, pero, por favor, no trates así a Carter—tomo la mano de la pelinegra, deseando que no se sienta tan incómoda —Tu misma lo dijiste: es una gran chica.
Mis palabras parecen sorprenderlas a ambas pues se me quedan mirando como si me hubiesen salido dos cabezas. Sin embargo, mama asiente y aprovecha a darme un beso en la mejilla antes de marcharse. Nos quedamos una vez más a solas y aun tomados de la mano. Voltea hacia a mí y me sonríe sin mostrar los dientes.
—Gracias, no tenías por qué hacerlo.
—No dejes que te traten así—aprieto su mano mientras me muerdo los labios, inseguro de decir lo siguiente—Eres brillante, no permitas que te digan lo contrario.
Carter baja la cabeza con una sonrisa aun más grande, pero más tímida y asiente. Tengo el corazón al borde de un colapso por ese simple gesto.
Nos movemos por la sala buscando a Cody para salvarlo de las víboras del lugar. En el camino saludamos a más personas, la pelinegra todavía se ve nerviosa e intimidada, pero intenta disimularlo con una gran sonrisa y saludos cordiales. Yo le guio con una mano sobre su cintura y apegándola hacia a mí, evitando quedarnos demasiado tiempo con alguien para que no suelte sus comentarios maliciosos.
—Todos aquí saben que mis padres no estaban de acuerdo con mis estudios —explica mientras pasa por el lugar—Rachel me lo dijo, que se expandió rápido la noticia, y que esa era la razón por la que no querían que viniesen. Muchos de aquí los odian y aprovechan la situación para molestarlos. Pero el abuelo insistió y, bueno, difícilmente se le niega algo.
—Enserio, quiero conocer a tu abuelo.
Menea con la cabeza.
—No te gustara. Esta loco.
—¿Qué tanto?
—Carter la demoledora es un conejo frente a él.
—¿Qué sería peor que Carter la demoledora? —me burlo sin creerle.
Por la expresión seria de ella, me imagino que demasiado.
Encontramos a Cody junto a sus padres, quienes curiosamente están hablando con los míos. Nos situamos frente a ellos, llamando su atención.
—Aquí están, justo hablábamos de ustedes —dice Robín sonriente y contento de vernos—Adam, enserio tu hija es preciosa. Mi esposa me ha contado lo aplicada y hermosa que es. Me da gusto que uno de mis muchachos este con ella.
Adam sonríe cordial y asiente sin decir ninguna palabra, ni siquiera cruza miradas con nosotros.
—Es un placer para mí que tu hijo este con Marianne. Ella es un poco tímida y algo torpe…
—Pero ese es su encanto. Es muy dulce y cariñosa —replica Anne mirando a mi esposa con una gran sonrisa. —Estoy agradecida de tener a Gemma, pero también que Harry este con una chica como Carter. No encuentras joyas como esta señorita en ninguna parte.
Los padres de Carter no parecen estar demasiado de acuerdo pese a los intentos de mi madre por deslumbrar a la pelinegra, y debo decir que hace un gran esfuerzo solo porque le pedí silenciosamente que este de mi lado. O tal vez solo lo hace para agradarles sin saber que eso tal vez solo le reste puntos.
—Harry también es un gran chico —comenta Rachel y pasa una mano por el cabello de Cody—Mi niño me ha dicho que lo ayudo con cálculo hoy. Gracias Harry.
—No puedo decirle que no a Carter—derivo el elogio hacia la chica, atrayéndola más hacia a mí.
—Deberíamos cenar una noche de estas todos juntos —dice de pronto Anne.
Carter y yo compartimos una mirada de reojo a la vez que nuestros padres asienten ante la maravillosa idea. Más que una cena familiar, será como una cena de negocios. Ya lo veo venir.
Uno de los hombres de Adam se acerca a decirle algo al oído y este asiente.
—Si me disculpan, tengo que ir a soplar las velas del pastel.
—Por favor, es su cumpleaños, después de todo—asiente Robín.
—Rachel, Cody, acompáñenme—mira a su esposa e hijo antes de dar un paso en dirección al escenario. Se detiene un instante antes de mirar hacia Carter—Marianne, tu también ven con nosotros, por favor.
Esta se sorprende pero enseguida asiente con la cabeza y los sigue, no sin antes darme una mirada insegura. Le sonrió para darle ánimos y solo atina a devolverme el gesto, aunque un poco inestable. Me quedo aun lado de mis padres, suspirando por toda la tensión reciente.
—Vaya, ¿Quién diría que la hija de los White sería tu “esposa”?
—Robb, ¿puedes no…?
—Ya me explico tu mama, descuida —me guiña el ojo y pasa una mano por la cintura de mama, quien se mantiene inexpresiva—Cambia la cara. Ahora vez que no es una mala chica.
—Sigue sin gustarme. Y la muchacha con Edward me cae aun peor.
—Al menos ninguna de las dos se cuelga de nuestros ventanales en la madrugada como esa chica Dianne, ¿Cómo olvidarla?
Anne pone una mueca de desagrado que logra hacerme sonreír. Desde Dianne, mamá odia a todas las chicas que le hemos presentado, dice que no tenemos buen ojo para elegir novia y que deberíamos quedarnos solteros y vivir con ella.
Una vez sobre el escenario construido, Adam se para sobre el estrado con su esposa al lado y sus hijos de su lado izquierdo, los camareros pasan sin cesar para dejar a cada uno su respectiva copa de champagne. Dice algunas palabras referidas a un nuevo comienzo para la compañía y agradece a todos los invitados por la presencia de esta noche, también se molesta en mencionar el apoyo de su esposa todos estos años y solo en ese entonces le veo sonreírle con cariño como nunca antes lo ha hecho. Rachel sonríe a todo dar cuando sus miradas cruzan y me hace pensar si es toda una escena montada o es afecto de verdad.
—No solo he sido bendecido con una esposa maravillosa, sino también con mis dos hijos: Marianne y Cody. Agradezco estos años que han estado a mi lado y solo me queda decir que estoy orgulloso de la familia que he formado.
Todo el mundo aplaude ante el discurso y no tardan nada en traer el inmenso pastel. Adam sopla la torta rápidamente sin esperar a que le canten el feliz cumpleaños y levanta la copa en alto.
—Por Branco Company.
El brindis comienza y no tardo en chocar rápidamente mis copas con mis padres. Veo a Carter a lo lejos, observándola incomoda y solo choca su copa con Cody, pues pronto su padre baja del escenario para reunirse con sus colegas y brindar, lo mismo con su madre. Ambos se quedan parados sin saber exactamente qué hacer, y al ver cierto pánico en los ojos de Carter, me acerco rápidamente hacia donde están. Me cuesta llegar por el amontonamiento de personas, pero finalmente lo hago y le tiendo la mano. Carter la toma rápidamente y junto con Cody le ayudamos a bajar debido al lago de su vestido. La mantengo a mi lado mientras seguimos brindando con gente que no conocemos.
—Solo beban la copa a ver si dejan de acercarse —masculla Cody y se bebe de golpe su trago.
Carter esta por imitarlo, pero enseguida recuerdo lo inestable que se vuelve con el alcohol, y una copa podría arruinar lo bien que viene esta noche—dentro de lo que se puede decir que está bien—así que se la arrebato y bebo la mía y la suya. Se me queda viendo, incrédula.
—¿Por qué…?
—La demoledora queda exenta de la fiesta—le recuerdo.
—No es para tanto, solo era una copa. No es como si yo…
—Créeme, no te has visto ebria. Todo comienza con una de estas —le señalo la copa y se las dejo sobre la mesa más cercana. —¿Realmente hay que quedarnos hasta el final? Ya están haciendo el corte del pastel, deberíamos…
Soy interrumpido por el presentador que pide que por favor dejemos la pista sola para que puedan bailar el vals la familia White. La gente enseguida hace caso y Rachel viene hacia nosotros para arrancarme a su hija de mis brazos y tirar de su hijo con disimulo. La música del vals comienza a sonar mientras ella baila con su esposo y Carter con Cody. El problema es que ambos tienen pies izquierdos y cada vez se hace más evidente la mueca de dolor de ambos.
Una chica se hace presente en la pista y le pide permiso a Carter para bailar con Cody, a ella no le queda más que aceptar frente a tantas personas y Cody empieza a bailar con la chica con evidente incomodidad. La pelinegra se queda en la pista sin saber muy bien qué hacer, no es hasta que cruzamos miradas en que yo decido nuevamente intervenir y llego hasta la pista. Pone su mano sobre la mía y otra sobre mi hombro, yo hago lo mismo mientras dejo una mano sobre su cintura.
—De costado, Carter, no sobre mis pies—mascullo la tercera vez en que clava sus tacones en mis zapatos.
—Lo siento, lo siento —murmura avergonzada, bajando la cabeza. Todos nos están mirando a las tres parejas. —No entiendo porque no se suma más gente.
—Están dándoles el primer vals, de seguro en el segundo se suman.
—Pero es interminable —gime angustiada. —Quiero irme.
—No los mires a ellos, mírame a mi—no lo hace, sigue pendiente de los demás—Oye, mírame, Marianne.
Frunce el ceño al escucharla llamar así, observándome. Le sonrió burlón mientras seguimos bailando, por suerte va tomando el ritmo y mis pies ya no sufren. Carter se va relajando a la vez que intento probar nuevos pasos y por poco se cae, pero termino ayudándola estabilizarse y pronto nos reímos entre nosotros por el pequeño descuido. Bailamos en lo que dura el primer vals y nos quedamos en el segundo. No soy de bailar, tampoco es que se me dé tan mal, pero se siente agradable en este momento hacerlo con ella.
Miro a los ojos a Carter y me alegra que al menos este momento este pasándola bien. Si bien la fiesta empezó mal y tuvimos que soportar varias personas murmurando a cada paso que dábamos, creo que sirvió a que creáramos cierta complicidad entre nosotros.
Una vez que el vals termina, Rachel se acerca hacia nosotros junto con Cody, este se ve cansado y más pálido de lo normal, por lo que Carter no duda en ir hacia él.
—¿Estás bien, Coco?
—Descuida, solo estoy un poco agotado.
—Marianne, Harry, ¿pueden llevarlo a casa, por favor? —pide Rachel con el ceño fruncido de la preocupación—No es nada grave, pero sería bueno que tu hermano descansara al menos esta noche.
—Claro que si —responde Carter rápidamente y le pasa una mano por el brazo.
—Llámenme ante cualquier inconveniente —insiste aun preocupada y le da un beso en la frente al chico.
—Ya te dije que estoy bien, mama —murmura Cody avergonzado—Solo necesito dormir un poco más.
—Toma tu medicina de medianoche, ¿entendiste? Carter, ¿tu entendiste?
—Si, mama —dicen ambos al unisón.
—Harry—volteo a mirarla, ella sigue preocupada.—Que tome su medicina. Me llamas, ¿tienes mi número?
—Se lo pediré a Carter—le aseguro algo sorprendido, pero le devuelvo la sonrisa cuando me la brinda.
Salimos de la fiesta, no sin antes que salude a mamá y Robín a lo lejos con la mano. Sé que va a gritarme porque no fui a despedirla, pero tampoco haría perder el tiempo si Cody realmente se siente mal. Una vez que estamos afuera, llega la limosina a recogernos y nos subimos dentro de ella.
—¿Quieres agua?
Menea la cabeza y solo atina a sonreír.
—En verdad, no estoy tan cansado.
—¿Ah?
Cody saca un compacto de su bolsillo y se lo lanza. Carter lo toma torpemente. Al principio no entiende que es, no es hasta que ayudo a abrirlo y ve que en verdad es polvo.
—Me aplique eso unas pocas veces en el baño y logro engañar a Rachel. ¿A que no soy un buen actor?
La incredibilidad de su hermana se hace notar con lo mucho que abre la boca, a mi me causa gracia que el mocoso use tácticas como esas para poder escaparnos de la fiesta.
—¡Cody! ¡Cómo puedes…!
—¡Shhh! —le tapa la boca con la mano y señala hacia delante. Por más que la cabina este cerrada, puede que el conductor nos escuche—Tranquila, no es nada. Cuando lleguemos solo necesito ponerme un segundo mi piyama, tomar mis medicinas y enviarle una imagen a mama de que está todo bien. De lo contrario nos hubiésemos pasado ahí metidos entre esos pijos.
—No puedes culparlo, fue una gran idea —digo en su defensa.
Carter voltea hacia a mi molesta, yo me hago hacia atrás porque siempre es peligroso mantenerse cerca de ella así.
—¿Tu sabias sobre esto?
—No, ¿Qué te hace pensar que si?
—Pues que estés tan de acuerdo con algo así. ¡Me preocupaste, Cody, y…!
—¡Shhh!
La pelinegra toma una gran bocanada de aire antes de soltarla de golpe.
—No te enojes, Cady—Cody pasa una mano por los hombros de su hermana y la estrecha contra si, aunque al principio se resiste termina cediendo—Además, ¿Qué mejor que pasar el resto de la velada con tu hermano menor? Hasta podríamos beber unos tragos.
—Por supuesto que no, eres menor de edad —replica de inmediato, separándose de él—El alcohol no es bueno.
—¿Lo dice La demoledora?
Carter abre en grande los ojos y voltea nuevamente hacia a mí, esta vez realmente molesta.
—¿Le contaste?
Estoy por negarle, aunque en vano. Cody se adelanta.
—En verdad me mostro un video de ti pateándole el culo a un bravucón. ¿Enserio te vuelves loca con alcohol?
Chillo cuando me golpea el brazo de pronto y pongo una mano sobre él. Creo que me lo ha entumecido. Cody se ríe a carcajadas pero enseguida Carter manda una mirada fulminante en su dirección lo que lo hace callar.
—Ya estuvo bien meterse conmigo. ¡Llegaremos y se van a dormir ambos!
Queremos replicar, pero con la mirada que nos envía es suficiente para opacar nuestros reproches. Al menos, ya no tendremos que aguantar la dichosa fiesta.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Carter se rinde de hacernos ir a dormir temprano apenas llegamos, aunque ello no disminuye su molestia. En cambio, nos dirigimos hacia la sala de descanso a beber chocolate caliente junto unos brownies que había dejado hechos por la tarde. Nos la pasamos la siguiente hora hablando sobre la fiesta y mirando una película hasta que finalmente Cody decide despedirse e irse a dormir por su cuenta, no sin antes tomar la dichosa medicina.
Nos quedamos los dos terminando de ver Marley y yo, incluso repartimos entre nosotros pañuelos descartables mientras nos limpiamos las lagrimas. Carter me mira en los créditos con una sonrisa tierna.
—No pensé que te hacían llorar las películas de perros.
—Me gustan los animales. Siempre es triste cuando hay que despedirlos.
—Si, te entiendo—asiente con la cabeza—Cuando éramos niños, Cody y yo recogimos un cachorro de la calle. Rachel pego un grito en el cielo cuando lo vio porque era mestizo y estaba muy sucio. Adam fue quien nos dejo tenerlo. Murió antes de que entrara a la universidad.
—No pensé que tu padre…
—Lo sé, pero increíblemente él también es amante de los animales. Tiene incluso una fundación para los animales de la calle con transito y seguimiento de adopción.
Es evidente mi sorpresa, lo que le causa gracia.
—Después de Pucky, él decidió hacerlo por su cuenta. Creo que fue quien más le dolió que muriese, no salió de su oficina por dos días enteros.
—Bueno, es humano.
Se encoge de hombros, resignada.
—A veces creo que no.
No contesto sin saber que decirle, así que me quedo callado y espero a que ella hable. Parece indecisa sobre algo, pero se acomoda en el sillón para mirarme directamente.
—He tenido una fuerte discusión con Rachel hoy en la tarde… bueno, ayer también.
—Me lo imagine por las caras que se traían. ¿Qué te dijo?
—Lo de siempre. Que odia lo que estudio y que es un desperdicio que esté estudiando literatura en vez de incursionar al negocio familiar—suspira como si el tema la trajera cansada—Quiere que Cody y yo tomemos las riendas del negocio antes que los primos de mi padre se atrevan a apropiarse de la compañía. Al ser el estado de Cody delicado y yo yendo por mi camino, creo que teme que pierdan lo que por años les costó conseguir.
—Pero ese no es tu sueño, ¿cierto?
Menea con la cabeza y la vista puesta en un punto fijo, como si pensara.
—No estoy dispuesta a sujetarme a una vida que no deseo y solo se me ha impuesto por ser la heredera. Ni siquiera lo soy ahora, hasta les falto poco para sacarme del registro familiar.
Se me abren los ojos en grande, pero intento disimular para no incomodarla.
—¿Y qué le has dicho?
Me mira con firmeza y seguridad en sus ojos.
—Que quería ser una mujer independiente como ella lo es. Rachel podrá ser la esposa de Adam White y podrá desvivirse por la imagen de la compañía, pero ella inició su carrera como diseñadora de modas ya casada con mi padre y él le apoyo en ese transcurso y le ha ido de maravillas. Puede que su matrimonio haya sido parte del éxito que la monto en la cima donde esta, pero el talento siempre fue suyo. Si ella pudo hacerlo, yo también puedo tener éxito en mi área, aunque su idea de ser exitosa difiera un poco en la mía.
Nos sonreímos entre ambos, ella porque se ha desahogado y yo orgulloso porque Carter se ha podido enfrentar hacia ellos, o al menos a uno de sus padres.
—¿Cuál es tu sueño?
Se lo piensa un momento antes de contestar.
—Aun no estoy segura que hare luego de la universidad, solo sé que quiero vivir entre libros y frente a un teclado. Lo demás se esclarecerá por si solo en el momento adecuado, pero mientras tanto quiero seguir teniendo este sentimiento de que estoy haciendo lo correcto—se toca el pecho, evidentemente emocionada por sus propias palabras. Está batallando con que las lagrimas no caiga y la voz no se le rompa, pese a que le tiembla. —Y lo ha aceptado, quizá no del todo y aun no le agrade la idea, pero sin dudas mucho mejor que el principio. Quizá por ello Adam me llamo al estrado con él…
—Lo hubiese hecho, de todas formas. No me creo que te deje en la nada con todos ahí mirando sus movimientos..
—Supongo que no. Odia el chismerío y más si es sobre nosotros.
—Puede que eso se interprete que es su forma de quererte.
—Un mal querer—reflexiona—Quiero que me quieran bien, que su forma de querer me haga sentir bien, no que me rompa el corazón.
Pienso en sus palabras y me sienta horrible como se desarrollo todo entre nosotros y la manera en que me exprese hacia ella cuando todo comenzó a volverse confuso. Tiene toda la razón en lo que dice, nunca me lo he puesto a pensar así. Que te quieran no justifica las acciones que te perjudiquen, no todo querer es bueno y no se expresa de la mejor manera, pero no por ello hay que soportarlo.
Me salen las palabras por si solas y con tanta sinceridad que espero que pueda creerme.
—Lo siento. Por todo. Enserio, lo siento.
Carter me sonríe comprensiva y asiente.
—Está bien, Harry. Creo que después de este fin de semana, creo que tengo que hacerlo.
—No, no —meneo con la cabeza, aun serio—No me tienes que perdonar por lo de este fin de semana, sino porque realmente lo hagas. No he soportado lo que tu cuando visitaste a mis padres y creo que no he tenido la oportunidad de agradecértelo. Gracias.
Sigue sonriendo a la vez que asiente. Nos quedamos en silencio un momento hasta que nuestras miradas cruzan y los conflictos y rencores parecen resolverse a en ese instante. Carter estira la mano hacia a mí.
—¿Amigos?
Me sabe amarga la palabra, pero creo que no podría negármele. Así que estrechamos nuestras manos y cerramos el trato.
—Amigos.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Jaeger.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Extra
Carter White & Harry Styles|| by: Jaeger.
- It's raining man:
- Despierto sobresaltado por un estruendo sonido de una trompeta sonando en mi oreja y de pronto quedo impactado contra el suelo. Ni siquiera entiendo bien que sucede, me cuesta ordenar mis pensamientos y no dejo de escuchar la insoportable bocina sonando por toda la habitación. Intento incorporarme como puedo, pero el acolchado cae sobre mí y batallo unos segundos antes de poder levantarme. Lo primero que veo es un hombre mayor de traje negro y el cabello perfectamente peinado hacia atrás, no pierde segundo en fulminarme con la mirada. Me encojo sobre mi mismo sin entender realmente quien es, pero reconozco a Cody a su lado, quien es el que sostiene la trompeta en sus manos con una sonrisa divertida. Escaneo la habitación y encuentro a Carter parada a un costado de su cama con las manos hacia atrás, bien derecha. No me mira, sino hacia el frente. Le echo una mirada a la ventana, ni siquiera ha amanecido.
El señor no pierde mirada en mi y dudo un segundo en que hacer, no es hasta que Cody modula que imite a Carter y eso hago al instante.
—¿Y quién es este pedazo de mierda? —me mira de pies a cabeza acercándose unos pasos. Huelo su colonia francesa. Se queda mirándome, soy más alto que él así que debe levantar la cabeza. Yo me sorprendo por la brusquedad de sus palabras—Soldado White, ¿este es el mequetrefe del que me han hablado?
Estoy por decirle que no soy un mequetrefe hasta que Carter me interrumpe.
—Si, señor—dice en un tono fuerte y seguro, como los militares. Le miro incrédulo.—Es una actividad...
—Ya me sé todo el chismerío, así que ahórratelo—le interrumpe sin dejar de mirarme a los ojos. Trago saliva ante su presencia tan intimidante.—¿Cómo te llamas, niño?
—Ha-Harry Styles.
—Ha-ha-ha-Harry —me imita agudizando la voz, burlándose—¡Habla claro y sin tartamudear! ¡Y ponte recto!
Me da una patada en las piernas, las junto por inercia. Le miro sin comprender del todo, todavía no entiendo que hace este hombre aquí. Me observa unos segundos más antes de dirigirse a la castaña.
—5 minutos para vestirse. ¡Ya!
Carter sale volando hacia su maleta y toma unas prendas antes de correr al baño. Observo aun incrédulo por la situación. Me fijo en el reloj colgado en la pared y ¿¡Las 5 am?!
—¿Qué esperas? ¡Vístete!
Gira sobre sus talones y sale de la habitación, no sin antes decirle a Cody que se asegure de que no me meta al baño para espiar a Carter. ¿Que se cree? ¿Que soy un fisgón?
—Ese es el abuelo White —contesta Cody a la pregunta antes de poder formulársela—Y vístete con algo cómodo que de seguro harán ejercicios.
¿A las 5 de la mañana?
Ni siquiera el entrenamiento de futbol es tan intensivo como este. Que yo les exijo a mis jugadores que tengan un buen entrenamiento y una buena predisposición, pero esto ya es demasiado. Llevamos corriendo alrededor de la mansión al menos treinta minutos antes de ponernos hacer abdominales, lagartijas y sentadillas. Todos son 200. Que puedo mantener el ritmo pese a que todavía mi cuerpo no reacciona del todo, Carter parece tener más dificultad de hacerlo.
—¿Que has estado haciendo que estas toda perezosa? —le regaña sin quitarle la vista encima. Le ha exigido mas a ella que a mí. Carter no deja de sudar ante sus últimas sentadillas—Por eso es que te vinculan con el mequetrefe este. ¡Andando que todavía sigue el entrenamiento!
Le diría que debería calmarse un poco, pero mi esposa fue completamente seria y muy autoritaria al decirme que no contradiga el viejo para nada. Y que va, yo le temo mas a ella que al sujeto.
—¿Ya están cansados?—dice con falsa preocupación—¡Ahora mismo vayan a escalar el muro!
Me muestro incrédulo por su orden. ¿Qué escale el muro? ¡Pero si es altísimo! Sin embargo, Carter no replica y corre hacia el paredón. Me le quedo observando tratando de escalarlo con cierta dificultad. Siento una patada en el culo que me tira hacia delante, sorprendiéndome.
—¡Tu también, o que dejaras que haga todo sola!
—¡Pero es una locura!
Se echa a reír exageradamente.
—Locura era cuando nos bombardeaban con gas lacrimógeno los superiores. No me hagas repetirlo, niño.
No estoy del todo convencido, aun así hago caso a la advertencia de Carter y a las señas que Cody me lanza detrás de su abuelo. Él no hace nada, solo cuenta en su libreta que tal vamos en nuestro entrenamiento.
Corro hacia el paredón e intento escalar usando los bordes de los ladrillos rojos, pero termino cayendo al cabo de unos segundos. Carter ya ha llegado hacia arriba y me dice con la mirada que me apure. Lo hago con mas esfuerzo y llego hacia arriba.
—Esto es una locura —le digo con la respiración agitada.
—Solo durara un poco mas —susurra pasando una mano por su frente llena de sudor. Tiene la cara toda roja por el esfuerzo.
—¿Acaso tu abuelo también te odia?
—Solo a los vagos.
El viejo nos hace saltar con los pies atados por todo el jardín, rodeando las plantas y los arboles. Por poco no me caigo arriba de un rosal y termino con espinas por todo el cuerpo, pero intento no perder el ritmo. He descubierto que si lo hago entonces te pone a hacer el doble de trabajo para ambos, así que aprieto los dientes y sigo.
Al cabo de una hora, termino tirado en el césped boca arriba con la respiración agitada y todo sudado. Creo entender donde Carter aprendió a correr tan rápido. ¿Le habrá enseñado él a pelear? Porque si nos va a hacer que libremos en combate, entonces será mejor correr al paredón y saltar hacia el otro lado. Ni loco vuelvo a dejar que Carter me dé una paliza.
Pero el entrenamiento ha terminado. Me doy cuenta cuando la sonrisa del viejo se hace presente, esta vez no de una manera irónica o sarcástica, sino de cariño. Ayuda a Carter a levantarse y la abraza con fuerza. Puedo verlo desde el suelo sonreír, feliz de tenerla entre sus brazos.
—¡Que estas preciosa!—se separa de ella y le toma de los cachetes, apretándolos. Si, Carter es preciosa, pero no se ve en sus mejores fachas con el cabello alborotado y toda sudada—Mira semejante nieta tengo. ¡Y estas con este cabron bien feo!
Cody no aguanta y se echa a reír mientras que Carter solo le sonríe.
—Abuelo, por favor, se amable con Harry—le pide amablemente, quitando sus manos de su rostro y sosteniéndolas en la suya.
El abuelo me echa una mirada con desprecio que me ofende. ¿Qué le pasa al viejo?
—Sigues siendo ingenua y tonta, mi querida. Pero vamos a casa para que puedas desayunar —le pasa un brazo por la espalda, atrayéndola a él—Imagino que la tarta de pie sigue siendo tu preferida. Te traje una para ti.
—Gracias abuelo.
—Descuida, cielito. Ah, cierto —voltea hacia nosotros con indiferencia—Cody, llévate al pedazo de mierda a darse un baño para que este presentable. No vaya a ser que su cara de niño bonito se arruine y se ponga a chillar. ¿De acuerdo?
Abro la boca para replicarle, es en eso que cruzo miradas con Carter en la que me ruega que no diga nada, así que me trago mis palabras y me levanto. Que está bien que sienta que le arrebato a su nieta, pero que es una materia extracurricular, no es un matrimonio de verdad.
Los veo irse, entrando por la casa.
Cody me pasa una botella de agua que no dudo en beber.
—Descuida. Así es siempre, claro que menos con Carter.
—Así que tiene preferencias, ¿eh?
—Me he acostumbrado a que me quiera menos, supongo que la quiere mucho más porque Carter es igual a nuestra abuela —se encoge de hombros y me pasa una toalla—Vamos a tu cuarto, que en cuanto mas rápido te cambies y te vistas, mas rápido pasaras el incomodo desayuno que se viene y podrán irse.
Me estresa de pensar tener que sentarme a desayunar con este señor si sé que se mantendrá agresivo conmigo.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Si estos días eran incómodos, era porque no había conocido el ambiente que se forma cuando esta el abuelo White. Jack White se crio en una academia militar en la que perduro hasta su adultez temprana como un soldado activo y paso a ser un general con medallas de oro por su valentía y el honor de liderar tropas. Se salió del servicio luego que su hermano falleciera de una neumonía y tuvo que hacerse cargo del negocio familiar al mismo tiempo que empezaba una familia con su fallecida esposa. Como un hombre de negocios, se desenvolvió con gran rapidez en el mercado y logro que su marca se hiciera conocida en Europa y parte del mundo como de las mejores y de las clásicas. Ha mantenido siempre un perfil bajo y sin ánimos de relacionarse con otras personas, a no ser que sea para un negocio conveniente.
Su palabra es un peso pesado para la familia White, pues es el patriarca y todavía el dueño mayoritario de las acciones de la empresa. Puedo ver que a los padres de Carter no le gusta tenerlo presente, pues hasta incluso le ha robado el lugar de la cabecera a su hijo, Adam, sentado del lado derecho junto a su esposa. Carter, Cody y yo nos mantenemos del lado izquierdo. Me gustaría poder tragar algo, pero es casi imposible con la tensión palpante en el ambiente.
—Supe lo de tu fiestita —le dice despectivo a su hijo, bebiendo una copa de vino. ¿Quién bebe vino a las 7 am?— Tuve la intensión de presentarme, pero se veía mas una reunión de vecinos cotilleando que una fiesta de una compañía.
—No era una fiesta de la compañía, era mi cumpleaños—replica Adam sin perder la compostura seria. Apenas y le mira a los ojos.
—Eres la cara de la empresa. Ya estas bastante viejo para hacer tus cumpleañitos como un mocoso—se limpia los labios con la servilleta—He terminado de comer.
Prosigue a sacar un abano y está a punto de prendérselo.
—¿Es necesario que fumes ahora que estamos desayunando? —pregunta Rachel apretando los dientes, como si deseara contenerse.
—Tu cocina es nefasta. Necesito fumar para quitarme el hambre atroz que me ha dejado—empuja el plato lleno hacia delante con desprecio.
Rachel le manda una mirada significativa a Carter, por lo que ella interviene.
—Abuelo, se me ira el apetito si lo prendes. ¿Crees que puedas…?
El señor la mira un segundo antes de dejar el abano y el encendedor arriba de la mesa. Carter le sonríe agradecida.
—Ya estas lo bastante flacucha para permitir que no te alimentes. ¿Acaso no llevas una buena dieta, cariño?
—La cafetería de la universidad sirven buena comida, abuelo. No te preocupes —le calma ella con una sonrisa dulce. Al viejo se le iluminan los ojos y asiente.
Un hombre tan serio y despiadado incluso con su propio hijo cae ante los encantos de unos ojos chocolates. Supongo que también es la personalidad dulce y cariñosa de Carter que lo hace ceder.
—¿Qué hay de ti, Cody? ¿Sigues siendo un chico raro atrapado en su torre? —se dirige hacia el pelinegro con ironía.
—Temo que hasta estas mas actualizado que yo en las redes sociales, abuelo —dice Cody en tono de broma, sin ofenderse por el tono Jack.
—Todavía tengo este celular que me has regalado—levanta uno de un modelo viejo. —Estoy que te lo devuelvo, a ver si así al menos buscas porno.
—¡Jack! —exclama Rachel—No seas maleducado. Tenemos visitas.
El viejo le lanza una mirada antes de mirarme, como si recién notara mi existencia. Hace una mueca de desprecio y tengo que inspirar hondo para callarme.
—Amor mío, ¿tienes que estar con este pelele para todos lados en la universidad?
Carter se pone roja al mirarme y menea la cabeza.
—Menos mal. Esta tan feo como patada en los huevos.
Cody se quiere reír pero se lleva un pedazo de pan a la boca para opacarse. Rachel se soba la frente como si empezase a dolerle mientras que Adam y Carter siguen comiendo como si nada. Espero pacientemente a dejar de ser el centro de atención, en vano porque ahora las preguntas van a mí.
—¿Qué estudias, muchacho?
—Ingeniería industrial.
—¿Y qué más haces? —inquiere con los ojos entrecerrados. Pareciera que sigue poniéndome a prueba, a ver qué tan digno soy de su nieta.
—Soy capitán del futbol. En la secundaria jugaba al básquet y…
—Así que futbol. Con razón pudiste soportar el entrenamiento matutino.
Rachel suelta una exclamación ahogada.
—¿Hiciste que Harry se uniera a tu entrenamiento de locos?
—Si, ¿Qué problema tienes con eso?
—¡Que es nuestro invitado! —golpea con ambos puños la mesa, perdiendo la compostura—¡No puedes sacarlo de la cama solo por tus caprichos de viejo loco!
—Pues lo hice, y que te importa a ti.
—¡Me importa porque dejas mal a esta familia! —Rachel esta toda roja, pareciera a punto de explotar. Enserio, Carter se ve igual a ella cuando se enoja.
—¿Dejar mal a esta familia? —se ríe como si le hubiese contado un excelente chiste—Quien deja mal a esta familia eres tú, que te pavoneas como si fueses la maldita reina cuando te he tenido que dar de comer porque tu familia ni eso se permitía.
—¡Abuelo! —le chilla Carter angustiada.
Vaya desayuno familiar.
Adam deja caer su tasa con fuerza en la mesa, llamando la atención. Esa mirada fulminante y fría con la que nos
observo los dos días anteriores no es nada con la de ahora. Jack se ve de lo mas indiferente, como si nada pudiese afectarle o temerle.
—Te has pasado. No puedes decirle eso a mi esposa.
—Puedo y lo hago, cabroncillo. Que todavía recuerdo que fue ella la que te metió la idea absurda de desheredar a Carter.
Miro a la nombrada, pero esta solo baja la cabeza y se coloca las manos sobre ella, suspirando con pesadez.
—No otra vez…—la escucho murmurar. Siento pena por todo el lio que están armando.
—Que te recuerde que tu también estabas decepcionado de ella —le replica Adam sin quitarle la vista encima—Abstente de meterte en la manera en que crio a mis hijos.
—Son mis nietos. Tengo más derechos que tu.
—No creo que así sea, padre. Si no pudiste con tus propios hijos menos con los míos—LA cosa se pone más tensa cuando Adam se hace hacia atrás y le mira con desprecio—No intentes corregir con mi hija los errores que has tenido con Carrie.
Cody corre la silla para atrás al igual que Carter y Rachel. Les miro sin entender, pero ninguno despega los ojos de los dos hombres enfrentándose a una dura batalla de miradas.
—No te atrevas a decir con tu asquerosa boca el nombre de tu hermana.
—¿Por qué no? A fin de cuentas, fue tu culpa con que haya huido y no que no te quiera ni ver en pintura. —le sonríe malicioso—Que hasta ni un plato de pavo te ha permitido comer, viejo estúpido.
Todo se va completamente a la mierda cuando Jack le asienta un golpe a Adam, y este lejos de retroceder, se lo devuelve con igual o más fuerza. Los gritos de Rachel empiezan a resonar en toda la sala mientras pide que traigan a los de seguridad. Carter chilla que dejen de pelearse, pero ninguno de los hombres da su brazo a torcer porque pronto platillos, tazas y adornos empiezan a volar por todos lados. Nos refugiamos debajo de la mesa los tres a la vez que Rachel se va corriendo en busca de ayuda para detenerlos. Los espiamos dándose patadas entre ellos.
—Amo las reuniones familiares —murmura Cody con evidente sarcasmo.
Carter tiene los ojos llenos de lagrimas y voltea a mirarme con vergüenza.
—Lo siento tanto, pero tanto, Harry…
Me da pena que se sienta tan mal por eso cuando ni siquiera es su culpa. Le sonrió para evitar hacerla sentir peor.
—Pero esta genial. ¿Quién diría que se patearan como en Mark Darcy y Daniel Cleaver?
—It's raining men, hallelujah, it's raining men...—canturrea Cody en voz baja.
Carter le da un golpe en el hombro que logra quitarle una sonrisa burlona. Fuera de la mesa, se sigue escuchando el lio de la pelea.
—Que te pone mal, si siempre han sido así. Se tocan las pelotas hasta que se pelean—alcanzan a tomar un waffle que ha caído y se lo lleva a la boca—Vente más seguido, Harry. Creo que les caes bien porque ni vergüenza tienen.
Carter se golpea la frente con la mano, resignada. Yo empiezo a verle la gracia a todo esto, aunque también me planteo lo siguiente: no voy a lastimar mas a Carter, primero porque no se lo merece, segundo porque tengo miedo que uno de esos dos me agarre.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
La vuelta a la universidad fue muy silenciosa. Carter no me miro a los ojos. Apenas vimos la oportunidad, Cody dijo que fuéramos por nuestras cosas y nos marcháramos, que con todo el lio ocasionado Rachel y Adam nos darían buena nota, a ver si así mantenían nuestro silencio. No me creo poder comentar esto fuera de nosotros, pues Carter se veía a punto de llorar y toda roja por la vergüenza.
Una vez que llegamos a nuestra habitación, se encerró en el baño y de allí no salió la siguiente hora. Escuche el ruido de la ducha caer, al salir tenía los ojos hinchados. De seguro habría llorado, puesto que la ducha ya la había tomado antes de desayunar. Se sienta en la cama mientras yo ordeno nuestra ropa y dejo en el cesto de la ropa sucia las prendas que usamos.
—Harry…—me llama. Le miro y se me estruje el corazón al verla con los ojos lacrimógenos—Lo siento tanto. La has pasado horrible. Yo…
Me muerdo los labios y voy hasta ella, dejando mi mano encima de su hombro. Trato de darle consuelo con ese gesto, aguantándome las ganas que traigo hace bastante.
—No te preocupes. Todas las familias tienen sus momentos…
—Aun así, lo siento. Te han hecho de todo y yo no he podido defenderte.
—Lo has hecho a tu manera, tranquila. Además, tu papa se las cobro con tu abuelo por mí.
Baja la cabeza, aun avergonzada. Yo solo puedo recordar la pelea que se armo entre los dos y se me escapa una risa. Carter levanta la mirada hacia a mí, confundida. Termino por taparme la boca, aun queriendo reírme.
—¿Por qué…?
—Perdón, es que todo eso fue… genial —me rio con gracia, ya no me contengo—Enserio peleaban como en la película de Bridget Jones, y me acuerdo de esa escena y ¡Ja! Iba a apostar por tu papa, pero parecía que tu abuelo estaba en mejores condiciones.
Se le forma una pequeña sonrisa, todavía apenada por como terminaron las cosas. Decido no dejar las cosas ahí.
—Escucha, fuera de lo que paso, creo que fue un gran fin de semana —le sonrió siendo completamente sincero. Carter no me cree ni un pelo—Hasta he entrenado y bajado todos los canapés que me comí en la fiesta. Vi a mis padres, fuimos a patinar y a jugar básquet con la mocosa y Cody, y… bueno, hicimos las paces. Eso es importante.
La mirada de Carter se dulcifica, pese a que todavía se halla sorpresa en ella.
—No sabia que te gustaban las películas comedia románticas.
Me tenso un momento y decido revelarle un secreto vergonzoso, a ver si con eso se siente mejor.
—Mantengamoslo en secreto, ¿Vale?
Asiente extendiendo un poco mas su sonrisa.
—Gracias y… lo siento.
—Descuida, solo invítame a mas cenas familiares para apostar esta vez por tu abuelo. A que puedo ganarme una figura de acción de tu hermano.
Me da un golpe en el brazo, pero de manera leve. Nos sonreímos entre los dos, y creo que ella debe sentir lo mismo que yo: algo ha cambiado entre nosotros y es bueno, realmente bueno.
—¿Quieres ir a desayunar? —le pregunto levantándome de la cama, tomando mi billetera arriba de esta.
—Pero ya hemos desayunado…
—Claro que no. Ninguno de los dos dio demasiados bocados después de la pelea infernal. Venga que te comprare lo que quieras. ¿Brownies y café?
—¿Puede ser también tarta de pie? —pregunta más animada.
—Claro, vente.
Le extiendo la mano. La veo dudar un segundo antes de sonreír apenada y tomarla, caminando justos hacia la salida. Si, definitivamente algo cambio entre nosotros.
Jaeger.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Candeluli!!! Te dejaré el comentario que merece tu bellísimo capítulo muy pronto
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
- La Demoledora demoliendo mis emociones:
- Hola, nena Al fin llegó el momento de leer sobre Harry y Carter y hacerte tu merecido comentario. Aunque me consuela que solo pasaron tres meses desde que subiste y teniendo en cuenta mi media normal, no es mucho—Voy a dejar de ser un gilipollas contigo—declara con seguridad. Yo no volteo—Y lo digo enserio. Perdón por pensar con el pito —pese a que se disculpa, se expresa de mala gana.
No voy a aplaudirle porque ya era hora. Lleva meses tratando mal a Carter sin que ella lo merezca y realmente los motivos que tiene no son justificables. Pero me alegra que haya despertado y esté dispuesto a arreglar las cosas con ella. Claro que en el momento que ve que Carter no reacciona como a él le gustaría vuelve a ponerse todo gilipollas. Es que es para molerlo a palos Se nota que este es un gran punto de inflexión en su relación, presiento que van a cambiar muchas cosas y aunque él es un tarado mi lado shipper cries in shipper
Y me gusta que Carter esté pasando tiempo a solas, lo necesitaba. Además también estoy toda proud porque ha tomado las riendas y no se deja.
Pd: No sé por qué siempre se me olvida que Carter tiene un crush con Edward (quién no, también te digo ) quizás es porque me absorbe la relación que tiene con el gemelo tarado, que no me da pa' más el cerebro
—Eres linda, White. Pero no voy a dejar que pagues, al menos no esta noche—sus dedos se entrelazan con los míos y se me escapa una sonrisa tonta—¿Qué tal si me invitas en la próxima cita?
Primero, que la autoestima de Carter esté tan bajo como para no creerse que le guste a Tyler Segundo, a mí eso de que insistiera en pagar me estaba poniendo nerviosita hasta que dijo que en la próxima invitara ella. Por otro lado, ¿como que me da igual este chico? Por la descripción que diste de él parece buen chico, pero sigue sin llamarme:plz: O sea me alegra que Carter esté saliendo y haciendo lo que quiere. PERO YO QUIERO A HARRY Y CARTERpero ahora todos parecen tener cierto respeto a mí y me saludan en el pasillo con efusión. Me hace sentir como si fuese un gánster y los obligara a ser simpáticos conmigo, pero prefiero eso antes que volver a ser la burla.
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Carter no es consciente de sus proezas. O sea tumbó a un tío de dos metros y no solo es eso, es que cuando está en modo Demoledora es la puta ama (siempre en realidad, pero ahí se multiplica). Me da mucha pena que piense que son simpáticos con ella por miedo pero se conforme porque es mejor a que se burlen. Es una queen en todo momento y sin son simpáticos con ella es porque se dieron cuenta lo genial que es (espero, porque sino aparece Kate la Demoledora)pero es que me imagine como se sentiría ella al saber que su esposo se está viendo conmigo. Intento despejar las ideas absurdas en mi cabeza y disfrutar la noche.
La mierda esta del programa matrimonial les está empezando a afectar cosa mala. Que ya hasta se piensan que es verdad. ¿O es Carter proyectando porque a ella le da celos que Harry se vea con otras chicas? Sea como sea, mi hente no va a llegar viva al final del curso por culpa del programa matrimonial.Ni siquiera él me apoyo cuando decidí no estudiar ingeniera industrial y centrarme en literatura inglesa. El abuelo también me grito y me dijo que era una estúpida por desperdiciar mi talento, pero al menos él no vivía despreciándome por mi elección.
(...)
—Tus zapatillas están gastadas, esos jeans esta pasado de varias temporadas y creo haberte comprado ese sweater hace tres años atrás. ¿No tienes vergüenza de afirmar algo tan descabellado?
(...)
Se me encoge el corazón de solo pensarlo y lo extraño como loca. Extraño tanto compartir con mi hermano que se me caen un par de lágrimas. Es todo tan injusto. Es injusto que hayan aportado gran parte de destrucción a mi autoestima y esperan que aun así hagan lo que les plazca, peor aún es que yo lo permito. No creo merecerlo, en verdad que no. Pero no entiendo porque me falta tanto coraje para enfrentarlos.
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Qué asco de familia. Tanto desprecio solo porque no quiso estudiar la carrera que le impusieron. Es su vida, dejadla decidir por ella. Por otro lado la madre es una víbora de los pies a la cabeza, las ganas que me entraron de rociarla con el té. ¿Y eso de que no le permiten ver a su hermano? Pero bueno, que no se preocupe Carter que los Petrova la adoptan en su granja y la ayudan a secuestrar a Cody. Tienen mucho vino y caballos, allí será feliz—Métete en tus putos asuntos—escupo brusca, dirigiéndole una mirada fulminante en la oscuridad—Como si te importara lo que suceda fuera de tu ombligo.
En serio, qué esperaba Harry. Por mucho que él le prometa que va a dejar de ser gilipollas ha jodido mucho a Carter para que se fíe de su palabra. Y comprendo totalmente la reacción de ella, esa necesidad de mantener un distancia de seguridad porque si se abre piensa que la hará más daño.Observo cómo se crean ondas en el liquido mientras soplo, pensando que el té soy yo y Harry el soplo, porque siempre termina orillándome.
Esta es la metáfora definitiva. Son totalmente ellos Y yo no puedo estar más proud de Carter porque poco a poco va sacando su lado valiente, no se deja intimidar y deja clara su opinión. Lo más bonito de todo es que sigue siendo esa chica tierna que te dan ganas de achuchar cual peluche
Me he quedado atrapada leyendo el resto del tramo. Voy a intentar se coherente ahora (no prometo que lo consiga porque feels). Primero que nada necesitaban esto; hablar las cosas claras, aunque no haya sido de la manera más saludable, pero es que no tienen una relación saludable y de ahí viene el problema principal. Harry no sabe exponer sus emociones de una manera que no sea hiriendo a Carter. Le pueden los celos y se expresa como un neandertal que hace ver que Carter le pertenece, la culpa de no apreciar sus sentimientos por ella pero qué esperaba. Y eso oculta la preocupación genuina (creo) que siente por ella, el dolor que le causa que no confíe en él y que le guste su hermano. Tiene que trabajar en eso. Luego tenemos a Carter, la ha tratado mal durante todo estos meses, se siente utilizada y está herida porque piensa que para Harry todo es un juego lo cual no me extraña porque es lo que ha demostrado. Pero luego no puede evitar sentir cosas por él porque en el fondo ve al otro chico que no es completamente gilipollas. Espero que este sea un punto de inflexión entre ambos y que puedan trabajar a partir de ahí.—Es que has estado apagada estos días, mas retraída. No soy la única que se ha dado cuenta—dice apretando el agarre—Entiendo si no quieres hablarlo, pero puedes hacerlo cuando quieras. Helvia y yo estamos para prestarte el oído.
(...)
—Oye, Carter. Ven a esperar a la camioneta, no puedes quedarte aquí—dice apenas esta frente de mi, utiliza el tono suave para regañar mezclado con amabilidad.
(...)
Lo de Harry es catastrófico, ni siquiera sé cuando me ilusione tanto con él, solo sé que dolía cuando me di cuenta que solo es un juego para él.
(...)
—Si se comporta como el gilipollas de su hermano, vienes y me dices que yo le hago comer mierda. ¿De acuerdo?
Primero, me encanta el vínculo que están creando Olivia, Carter y Helvia. Porque se juntaron por supervivencia en un principio, pero poco a poco van formando una amistad. Me gusta porque entre ellas es todo muy casual, tipo la mayoría de las veces se hacen compañía pero cuando se necesitan ahí están y
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Después Edward, es tan lindo que no se entera de nada O sea está un poco cegato porque es bastante evidente que Carter siente cosas por él, pero es que Edward es medio inocente en esas cosas. Cuando Carter contó por qué se enamoró de Edward pensé "tiene sentido". Fue una de las pocas personas que la trató bien y además tiene la personalidad que a Carter le gustaría tener. Entonces para mí es más que está enamorada de la idea de Edward, que de él (a lo mejor me equivoco). El caso que lo de Harry es catastrófico como ella dice, pero yo siento que es más real
Pasamos a Liam diciéndole a Carter por fin todo lo que necesitaba escuchar, además de Zayn. Me encanta la relación que tienen entre los tres. Es muy bonita y la cuidan y no sé También amo que Ciara siga siendo una perra pero vaya forjando una relación con Carter y se haya relajado. EL MOMENTO DIVINO FUE CUANDO NIALL GRITÓ COMO UN NIÑO, AMO EL BULLYING/NO BULLYING QUE LE HACEN
Update: Ayer te estaba haciendo el comentario y me dio jaqueca, así que tuve que parar
Me leí los dos primeros tramos de la segunda parte antes de tener que dejarlo pero como me quedé absorta no cité nada Así que voy a hacer un mini resumen: Me gustó leer la voz de Harry, así podemos ver qué hay a parte del tarado con tendencias posesivas. Lo veo un poco como un niño que se enfurruña porque no obtiene lo que quiere Pero me da ternura porque lo que quiere es que Carter lo perdone y no lo vea como el subnormal que es. O sea se nota que le duele la imagen que tiene de él. Igual, Harry, tú te la buscaste Pd: Amo que tiene a Helvia en la cabeza en plan Pepito Grillo
Y bueno la parte en la que llegan a la casa, que hicieron una tregua para esos cuatro días y Harry todo ofendido porque se piensa que querrá algo a cambio (repito, tú te la buscaste). LO DE QUE NO DEJEN QUE CARTER VEA A CODY Cómo pueden ser tan cabrones, de verdad. Pero mini punto para Harry cuando fue a buscarlo y Cody y Carter pudieron reencontrarse.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—¿Qué hacías? —el chico se acerca hasta el cuaderno y frunce el ceño al ver que he escrito—¿Por qué tocas lo que no es tuyo?
—Estabas errado en este cálculo. Si utilizas este método, es mucho más efectivo llegar al resultado y la verificación…
—Aun así—voltea hacia a mí con la mirada asesina—No toques mis cosas.
—Cody, no seas maleducado —le regaña su hermana suavemente, pero es suficiente para que el niño enfadoso de un paso atrás—Gracias Harry, pero, como veras, Cody es muy orgulloso y terco.
—Así que es de familia—suelto sin más, provocando que Carter abra la boca en grande.
—Yo no soy así…—masculla por debajo con las mejillas sonrojadas.
—Si, y también eres agresiva.
—Oye, no digas eso de ella —replica Cody, ofendido—Mi hermana no conoce la agresividad, no bromees con eso.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAAJ AMO A CODY. Y Harry lanzando pullas no muy veladas diciendo que ella es agresiva y el hermano todo ofendido. ¿Cómo es que no conoce a la demoledora?
"¿Hubiesemos tenido esta charla antes de llegar aqui, si es que no nos habríamos peleado?"
A ver, Harry, más que pelea ha sido ella mandándote a la mierda por imbécil. Necesita que le parase los pies de una vez. Porque podría tener sentimientos hacia ella, pero la trataba mal y estoy segura que si Carter no le dice hasta aquí, las cosas seguirían igual
CÓMO QUE CODY ESTÁ ENFERMO POR QUÉ ME HACES SUFRIR SIEMPRE CANDELA, BASTANTE TENÍAMOS CON LA FAMILIA IDIOTA Y EL "ESPOSO" IDIOTAaunque mejor me callo porque tampoco puedo echar nada de en cara
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—Me alegro. Debes tenerle paciencia, a veces es difícil lidiar con ella.
—Todo lo contrario, el difícil de lidiar soy yo—replico con amabilidad.
(...)
—Ay cielo, tú y tus bromas.
—No estoy bromeando. No voy a ir.
(...)
—¿Te ha faltado alimento alguna vez?—interrumpe Rachel perdiendo su sonrisa y levantándose, dejando la taza sobre la mesa y acomodando su vestido antes de mirarlo frente a frente, seria y letal. Esa mirada me recuerda a Carter cuando está furiosa. Es intimidante—¿Has tenido faltas en cuanto a educación, atención medica o vestimenta? No, no lo has tenido. Al revés: has obtenido más beneficios que otros chicos de tu edad, así que si vas a decir que te falto algo como "amor" y "atención", déjame decirte que todos estos beneficios significan sacrificios, y ese fue uno. Así que deja de ser un adolescente dramático y prepárate para ir a la boutique, por favor. ¡Viviane!
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Muy fan de Harry metiéndose en el bolsillo a los Lannister de la época moderna y de Cody mandando a la mierda a su madre. Mira, el problema de Rachel y Adam es que se creen que ser padres consiste en cubrir sus necesidades básicas y no puede escudarse en "no has tenido amor ni cariño porque teníamos que sacrificarnos". Señora, si querías pasar tiempo con tus hijos habrías sacado el tiempo, aunque solo fueran cinco minutos al día. NO LA SOPORTO OJALÁ SE VAYA A UNA ISLA DESIERTA Y NO REGRESA MÁS—Es de una chica, una tal Via Lactea —encarna una ceja—¿Es algún tipo de apodo romántico?
Hago una mueca de desagrado. Helvia es como mi hermana y no estoy a favor del incesto.
—Yo no tengo novia. Solo esposa.
Me meo—¡Al menos yo no ando mintiendo para que una chica me pelé!
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Adoro la relación que tienen estos dos, especialmente porque Sam es una mini bitch que le da donde más le duele a cada rato. Pienso adoptarla Después Harry que se intercambió porque quería estar con Carter y lleva todo el día comportándose bien. Vamos a darle un caramelo como premio, se lo merece (espero que no la cague más adelante)
Harry se quedó todo conmocionado cuando Carter le saltó a la espalda. Estoy entre que me río porque parece un adolescente lleno de feromonas y que me voy de feels porque me imaginé el momento—¿Te dan miedo? —pregunta cerrando la puerta y las cortinas rápidamente, ella se ve nerviosa.
—N-no. ¿A ti?
—¡No! Claro que…¡Ay! —chilla por otro trueno, esta vez más cercano.
(...)
Es el olor a coco que desprende el cabello de Carter y la calidez de su cuerpo con apenas rozándonos. Tengo que apartar la mirada de ella cuando levanta la vista hacia a mí. No me siento lo suficientemente valiente como para hacerlo y no querer besarla.
(...)
Asiente rápidamente. Lentamente comienza a acomodarse en mis brazos y yo la recibo fingiendo indiferencia, pese a que es todo menos lo que siento en este momento. Nos tapo bien ante el repentino frio que hace, y me alegra haberme puesto un sweater para dormir. Hubiese sido un fiasco levantarse a buscarlo cuando realmente no quiero separarme de ella ahora.
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A ver que me muero lafkdjgdlñjlñkjdlñ Primero, vamos a darle un punto completo a Harry porque está anteponiendo el bienestar de Carter a sus instintos primitivos y estúpidos. Así me gusta, madurando a gran velocidad (de verdad espero que no se vaya todo al carajo). Después cuando se hacen que no tienen miedo pero sí y se abrazan y Harry se queda todo atontado pero es tonto y finge que se la suda. NO VES QUE NECESITA QUE LE DEMUESTRES QUE LOS SENTIMIENTOS SON REALES, QUÉ TE HEMOS DICHO: DEJA DE SER UNA TUERCA Y REAKTIONA Vale, que sería raro que de pronto se muestre todo enamorado porque Carter no se lo tragaría y ampoco es que vaya a cambiar todo de un día para otro, pero la vena shipper, Candela, que me la sacas con cualquier cosa—Dime por favor que te estás comportando —es lo primero que dice en tono de burla.
—No sé ni para que te llamo…—pongo los ojos en blanco de solo imaginármelo con su sonrisa petulante—Solo quería saber si mi hermano esta sobreviviendo en la casa de su flamante esposa…
Los amo, realmente a Harry le dicen de todo y el otro empeñado diciendo que siempre es amable. Y LO QUE CUENTA EDWARD DE LA FAMILIA DE OLIVIA Pero bueno que ese es otro tema, amo cómo se joden entre los dos. Y cómo Edward le dice las cosas claras, que es lo que necesita Harry. Aunque me da un poco de cosa que le den por todos lados porque se están portando bien en este capítulo—Ahora que sabes eso—aprieto la pantalla para pausar el video y le retiro el celular—Me ayudaras a que tu hermana no beba una sola copa de alcohol. No es nada seguro, pero preveo desastres próximos.
¿Veis que se está portando bien? Incluso intenta que no beba para que no tenga problemas con sus padres, más problemas, quiero decir.Por un momento se me olvida como respirar y todo ocurre como en cámara lenta: Carter baja por las escaleras con un vestido rojo y largo hecho de gaza, con los hombros descubiertos y un corte imperial que remarca su cintura. Lleva el cabello recogido con un mechón ondulado cayendo por el costado de la cara y unos pendientes dorados y redondos que cuelgan en su cuello, decorados con diamantes. Mientras se va acercando, noto que el maquillaje en su rostro, pero no es demasiado fuerte salvo el labial rojo. Me es difícil recordar la última vez que la vi maquillada.
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De nuevo volví a quedarme absorta leyendo el tramo La manera en la que Harry cuida de Carter durante toda la fiesta, pendiente de ella, intentando que se sienta cómoda, defendiéndola, por favor Después cuando aparecen Robin y Anne, esta mujer es que me deja muerta. Porque bien que presume de nuera pero luego la sigue despreciando de la misma forma que siempre. Menos mal que Harry intervino, porque qué ganas de darle una patada. Después el paripé que hacen los White frente a todos, diciendo que están orgullosos de sus hijos cuando no hacen más que despreciar a Carter, váyanse al infierno Y CODY QUE FINGIÓ QUE ESTABA MAL PARA PODER IRSE. O sea, buen plan, pero me hace eso mi hermano y le doy un puñetazo que se queda mal de verdad. No debería bromear con eso. Pero bueno, si la vida te da limones...—Un mal querer—reflexiona—Quiero que me quieran bien, que su forma de querer me haga sentir bien, no que me rompa el corazón.
Así deberían quererla, no sé cómo no ven que su hija es genial. No solo por ella, sino por todo lo que está consiguiendo ella sola, sin la ayuda de nadie, después que ellos le dieran la espalda. Pero al menos parece que Rachel aceptó un poco los deseos de Carter. Espero que de aquí a que acabe la novela todo vaya mejor en esta familia—¿Amigos?
Me sabe amarga la palabra, pero creo que no podría negármele. Así que estrechamos nuestras manos y cerramos el trato.
—Amigos.
Bueno es el primer paso, aunque me da a mí que siendo amigos van a durar bien poquito—Ha-ha-ha-Harry —me imita agudizando la voz, burlándose—¡Habla claro y sin tartamudear! ¡Y ponte recto!
JAJAJAJAJAJA EL ABUELO ESTÁ DEMENTE ME DA ALGO. O sea, creo que es la primera persona que consigui que Harry tartamudee y se quede en estado de shock No me extraña que Carter acabe hasta con una montaña cuando tiene a este abuelo. Pero se nota que la adora, aunque luego le dice que es tonta. POR DIOS AMO LA FORMA EN LA QUE SE METE CON HARRY
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Esta he sido yo durante toda el desayuna familiar. Está gente sí que sabe cómo armar una pelea, por favor. Entiendo un poco que Adam sea como es con el padre que tiene, aunque bueno, eso tampoco justifica sus acciones. Pero la verdad es que a parte de que me hace gracia el abuelo, es bastante gilipollas. O sea me alegra que a Carter la trate bien, pero no sé. Lo mejor de todo ha sido Cody que estaba como yo con su bol imaginario de palomitas—¿Quieres ir a desayunar? —le pregunto levantándome de la cama, tomando mi billetera arriba de esta.
—Pero ya hemos desayunado…
—Claro que no. Ninguno de los dos dio demasiados bocados después de la pelea infernal. Venga que te comprare lo que quieras. ¿Brownies y café?
—¿Puede ser también tarta de pie? —pregunta más animada.
—Claro, vente.
Le extiendo la mano. La veo dudar un segundo antes de sonreír apenada y tomarla, caminando justos hacia la salida. Si, definitivamente algo cambio entre nosotros.
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¿Cómo me dejas así, Candela? Yo quería leer ese desayuno y ver la cara de bobo de Harry con Carter. O sea, las cosas han cambiado mucho entre ellos, a ver tampoco mucho, pero de que Carter no lo tolere a hacer las paces y que se vayan a desayunar juntos es un graaaaan avance. Por favor, por lo que más quieras, no hagas que todo se vaya al garete en la próxima ronda En otras noticias, sé que te costó escribir este capítulo y que no estabas contenta con el resultado, pero yo pienso que te quedó genial. Leer el punto de vista de Harry y la forma en la que se ha desarrollado todo. Ayuda a comprender al personaje y no verlo solo como el gilipollas que se muestra siempre. Y Carter, amo que cada vez se reivindique más Vaya, que el capítulo fue perfecto y como siempre me quedé con ganas de más
indigo.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Nunca había terminado la oportunidad de leer esta novela hasta ahora; la tenía guardada desde hace 6 años aproximadamente, Y ME PINCHES ENCANTA ALV!!
Quiero empezar diciendo que me encanta la novela, nunca había leído algo así, me encanto, creo que nunca había tenido un romance favorito hasta esta novela, PINCHE CARTER Y HARRY me tienen loca AAAAAAAAAAA.
Quiero que la sigan, quiero que la terminen, aunque esto va para laaaarrgo, pero no importa, daré mi vuelta cotidiana por el foro dentro de 3 años, y espero encontrar al menos, un capitulo más, PTM es que me ha encandato, que ondaaaaa.
Reconozco algunas de otras NC y no se ustedes, pero quiero releer More Than Words, esa NC es mi fav y estará siempre en mi corazón.
Estaré pasando por el foro lo que resta del año para releer otras historias, y de verdad me alegro poder leerles(? otra vez.
Les deseo el mayor éxito en el mundo, las tqm!
pd: neta escriben poca madre, por estar leyendo 2 semanas seguidas, estoy casi segura que me chingue los ojos, otra vez.
SALUDOS!!!!
Litzyg
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