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A Match Made In a University | 1D
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Re: A Match Made In a University | 1D
Sé que eso no pasará bc:
A) No hay ninguna viejita en la nc, al menos que te refieras a la maestra vieja de la Marcie, pero creo que eso alegraría a todas
B) No hay ni hubo ningún cartero
A) No hay ninguna viejita en la nc, al menos que te refieras a la maestra vieja de la Marcie, pero creo que eso alegraría a todas
B) No hay ni hubo ningún cartero
Atenea.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Yo hablaba de los juegos del hambre y de Marley y yo(?
Uno ya no puede decir nada porque le saltan encima
Ya me voy(?)
Ofendida, por cierto(?)
Uno ya no puede decir nada porque le saltan encima
Ya me voy(?)
Ofendida, por cierto(?)
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Pero nadie hablo de los juegos del hambre
No te vayas
Perdón :lloro:
Emyliano, sube pues
No te vayas
Perdón :lloro:
Emyliano, sube pues
Atenea.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Yo hablo de todo(?)
Sí, Emilyano. Sube
O te quemamos con leña verde
Sí, Emilyano. Sube
O te quemamos con leña verde
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Hasta ya me echan de la laptop más te vale, Emilyano que para mañana cuando me conecte vea el cap
Buenas noches, chicas
Buenas noches, chicas
Atenea.
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Re: A Match Made In a University | 1D
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Lo siento, me dormi no es mi culpa(? ya lo subo u.u
Lizzie, tranquila, te esperamos
Lizzie, tranquila, te esperamos
hange.
Re: A Match Made In a University | 1D
Ya sube que quiero postear mi comentario a voh(?)
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Bart Simpson
capítulo 15.
Capítulo 15
Olivia Steinfield
Desde que soy notificada sobre la nueva “tarea” que Marcia tiene para las parejas por el resto de la semana, tengo un pequeño problema en ajustarme a las reglas sin protestar. ¿Cinco días con la familia de Edward? Bien, eso no parecía tan malo… Claro, sería difícil, pero estaba segura de que lo soportaría.
Pero luego llegamos a la dichosa mansión. Y, oh, a veces me pregunto por qué soy dueña de tan mala suerte.
Anne, la mama de Edward y Harry, es literalmente la suegra con tendencias de bruja malvada de la que hablan algunas personas. De esas que hay en películas. Al hablarnos, su vos está llena de superioridad, autoridad y burla. Al mirarnos, también. No paso por alto el hecho de que raramente posa sus ojos en Carter y el como la chica parece sentirse mal por ello. Hago una nota mental de alentarla más adelante. No debe sentirse menos porque ella la mire de esa manera. En todo caso, la que parece tener menos moral y modales es la señora Styles.
También estoy consciente de que ha tratado de hacer fallar mis frágiles nervios desde que pisamos la casa. Es realmente una enorme casa, con decoraciones en todos los rincones que gritan la personalidad materialista de la dueña. Su hija, Gemma, no es muy diferente a su madre. Son todos iguales: egocéntricos y burlones. Puedo sacar a Edward de ese grupo, porque aunque me irrite, él no es malo con las personas.
Después de que nos saca de la horrible discusión con su madre, no puedo evitar reclamarle el hecho de que no estoy dispuesta a aguantar que alguien le falte el respeto de esa manera a mis padres. Me importa un comino si es su mama, ella se lo ha buscado.
Y tengo cero tolerancias por las personas con ese carácter.
—¡Tranquilízate! Esto es exacto lo que ella quiere, que le des una razón para acabarte en el reporte y así desapruebes el año. ¿Quieres eso? —increpa Edward con voz firme.
—Nadie puede faltarle así el respeto a mis padres. No le hicieron nada, no le hice nada. ¿Qué demonios le ocurre? —replico tan exaltada como él. No es que se tome demasiado para llegar a romperme.
Tomo varios mechones de mi cabello de manera casi automática y los jalo bruscamente. No es suficiente fuerza para arrancarlos, pero mi doctor dice que es una manía que hace mi cuerpo en plan defensivo, para que por el dolor me haga darme cuenta de que estoy perdiendo el control de mis nervios.
—Lo sé, lo sé y lo siento. Pero no debes escucharla, mi mama a veces dice las cosas sin pensarlas.
—Mald…Demonios —tomo una bocanada de aire cuando la respiración me falla y vuelvo a tirar de mi cabello. — Está siendo demasiado injusta y prejuiciosa. ¿Cómo puede actuar así con Carter? ¡Ella es un ángel…!
—Olivia…—Edward comienza pero yo lo interrumpo con mis quejidos. Sé que probablemente no sea lo mejor, estar teniendo este repentino ataque con él; pero no puedo evitarlo. La mama Styles cruzó la línea y no me calmaré hasta haber desahogado todo mi enojo.
—Basta, ¿okay? Haciendo esto consigues que ella consiga lo que quiere. — dice con firmeza, clavando sus verdes ojos en los míos. — Tranquilízate.
Resoplo con frustración y me cruzo de brazos. Me guardo el pensamiento que cruza por mi cabeza. De pronto, me enfoco en su cuerpo. Lleva una musculosa blanca, la cual está sucia de grasa, al igual que como se encuentra todo el tiempo en el trabajo. Recuerdo como huyó con esa excusa desde que Gemma, su hermana, comenzó a hablar con un tono de voz chillón y exasperante. Una ola de enojo me azota otra vez al recordar que tendremos que pasar la noche bajo el mismo techo que ambas.
—Vamos, te mostraré mi habitación —dice Edward después de unos momentos en silencio.
Me toma de la mano. Me sorprende un poco lo mucho que se ha acostumbrado a hacer eso, el muy travieso. No sé qué le pasa por la cabeza. Desde que jugamos a las veinte preguntas y confesé que no soy muy apreciativa de las demostraciones de afecto, no ha dejado de hacer pequeños actos como ese o el de posar su mano en mi cintura. A pesar de que hago amague de que me suelte, no lo hace y por el contrario, aprieta más su agarre. Obviamente no puedo con su fuerza.
Al parecer se le ha quedado la costumbre. Y es irritante.
—Oye, no dormiré en tu habitación, ¿o sí? —no quiero imaginarme lo que haría la mama Styles.
Noté como me miró como si me deseara cien metros por debajo de la tierra cuando su hijo me presentó, debido a nuestra cercanía. Parecía y estoy segura de que es esas suegras celosas de sus bebes preciados. Me asesinará mientras duermo si lo hago en la misma cama que él. Y no es que quiera hacerlo de todos modos. Mi plan desde un principio es aislarme con Carter en la habitación de huéspedes.
—Si quieres. O puedes dormir con Carter en la habitación de huéspedes —se encoge de hombros. Sí, eso quería escuchar.
—¿Dónde está? —inquiero, preguntándome se estaría muy lejos de las escaleras. Solo por si necesitamos huir de las garras de Anne y su hija.
Antes de que pueda responder, el grito de la voz naturalmente chillona de la hermana de los gemelos nos sobresalta. No queriendo conversar o siquiera mirarla, entro a la habitación que Edward llamó suya y comienzo a inspeccionarlo todo. Esta limpia, pero estoy seguro de que eso es solo porque él no está viviendo aquí. Al vivir con él en el campus, me he dado cuenta de lo asquerosamente desorganizado que es ese niño. Deja las cosas en el suelo, en la cama, debajo de la cama, en su closet –incluso en el mío. Me acerco a lo que parece ser un pequeño mural de fotos. Son de Edward, Harry y lo más probable, sus amigos de la Preparatoria. Hay fotos en la playa, en el bosque, en los bolos; otra que parece fue tomada en esta misma habitación.
—Olivia, tú y Carter irán con mama y Gemma a hacer aérobicos —la ronca voz de Styles me saca de mi burbuja de ensoñación.
Doy un giro de 180 sobre mis talones para mirarlo a los ojos, rogando en mi subconsciente que eso que acabo de escuchar haya sido una de sus bromitas. Pero su mirada verdosa no me dice nada más que la verdad.
—Estas jodiéndome, ¿cierto?
—Créeme, sé que quieres pasar tiempo conmigo y eso, pero-
—Cierra el pico, Styles —lo interrumpo, frunciendo el ceño y ganadme una sonrisa abierta de su parte. — No estoy bromeando.
—Nunca lo haces.
—Ja ja, muy gracioso. ¿Dónde están mis cosas?
—Tu nunca me sigues la corriente, mujer —se lamenta de manera teatral y exagerada.
Pero luego llegamos a la dichosa mansión. Y, oh, a veces me pregunto por qué soy dueña de tan mala suerte.
Anne, la mama de Edward y Harry, es literalmente la suegra con tendencias de bruja malvada de la que hablan algunas personas. De esas que hay en películas. Al hablarnos, su vos está llena de superioridad, autoridad y burla. Al mirarnos, también. No paso por alto el hecho de que raramente posa sus ojos en Carter y el como la chica parece sentirse mal por ello. Hago una nota mental de alentarla más adelante. No debe sentirse menos porque ella la mire de esa manera. En todo caso, la que parece tener menos moral y modales es la señora Styles.
También estoy consciente de que ha tratado de hacer fallar mis frágiles nervios desde que pisamos la casa. Es realmente una enorme casa, con decoraciones en todos los rincones que gritan la personalidad materialista de la dueña. Su hija, Gemma, no es muy diferente a su madre. Son todos iguales: egocéntricos y burlones. Puedo sacar a Edward de ese grupo, porque aunque me irrite, él no es malo con las personas.
Después de que nos saca de la horrible discusión con su madre, no puedo evitar reclamarle el hecho de que no estoy dispuesta a aguantar que alguien le falte el respeto de esa manera a mis padres. Me importa un comino si es su mama, ella se lo ha buscado.
Y tengo cero tolerancias por las personas con ese carácter.
—¡Tranquilízate! Esto es exacto lo que ella quiere, que le des una razón para acabarte en el reporte y así desapruebes el año. ¿Quieres eso? —increpa Edward con voz firme.
—Nadie puede faltarle así el respeto a mis padres. No le hicieron nada, no le hice nada. ¿Qué demonios le ocurre? —replico tan exaltada como él. No es que se tome demasiado para llegar a romperme.
Tomo varios mechones de mi cabello de manera casi automática y los jalo bruscamente. No es suficiente fuerza para arrancarlos, pero mi doctor dice que es una manía que hace mi cuerpo en plan defensivo, para que por el dolor me haga darme cuenta de que estoy perdiendo el control de mis nervios.
—Lo sé, lo sé y lo siento. Pero no debes escucharla, mi mama a veces dice las cosas sin pensarlas.
—Mald…Demonios —tomo una bocanada de aire cuando la respiración me falla y vuelvo a tirar de mi cabello. — Está siendo demasiado injusta y prejuiciosa. ¿Cómo puede actuar así con Carter? ¡Ella es un ángel…!
—Olivia…—Edward comienza pero yo lo interrumpo con mis quejidos. Sé que probablemente no sea lo mejor, estar teniendo este repentino ataque con él; pero no puedo evitarlo. La mama Styles cruzó la línea y no me calmaré hasta haber desahogado todo mi enojo.
—Basta, ¿okay? Haciendo esto consigues que ella consiga lo que quiere. — dice con firmeza, clavando sus verdes ojos en los míos. — Tranquilízate.
Resoplo con frustración y me cruzo de brazos. Me guardo el pensamiento que cruza por mi cabeza. De pronto, me enfoco en su cuerpo. Lleva una musculosa blanca, la cual está sucia de grasa, al igual que como se encuentra todo el tiempo en el trabajo. Recuerdo como huyó con esa excusa desde que Gemma, su hermana, comenzó a hablar con un tono de voz chillón y exasperante. Una ola de enojo me azota otra vez al recordar que tendremos que pasar la noche bajo el mismo techo que ambas.
—Vamos, te mostraré mi habitación —dice Edward después de unos momentos en silencio.
Me toma de la mano. Me sorprende un poco lo mucho que se ha acostumbrado a hacer eso, el muy travieso. No sé qué le pasa por la cabeza. Desde que jugamos a las veinte preguntas y confesé que no soy muy apreciativa de las demostraciones de afecto, no ha dejado de hacer pequeños actos como ese o el de posar su mano en mi cintura. A pesar de que hago amague de que me suelte, no lo hace y por el contrario, aprieta más su agarre. Obviamente no puedo con su fuerza.
Al parecer se le ha quedado la costumbre. Y es irritante.
—Oye, no dormiré en tu habitación, ¿o sí? —no quiero imaginarme lo que haría la mama Styles.
Noté como me miró como si me deseara cien metros por debajo de la tierra cuando su hijo me presentó, debido a nuestra cercanía. Parecía y estoy segura de que es esas suegras celosas de sus bebes preciados. Me asesinará mientras duermo si lo hago en la misma cama que él. Y no es que quiera hacerlo de todos modos. Mi plan desde un principio es aislarme con Carter en la habitación de huéspedes.
—Si quieres. O puedes dormir con Carter en la habitación de huéspedes —se encoge de hombros. Sí, eso quería escuchar.
—¿Dónde está? —inquiero, preguntándome se estaría muy lejos de las escaleras. Solo por si necesitamos huir de las garras de Anne y su hija.
Antes de que pueda responder, el grito de la voz naturalmente chillona de la hermana de los gemelos nos sobresalta. No queriendo conversar o siquiera mirarla, entro a la habitación que Edward llamó suya y comienzo a inspeccionarlo todo. Esta limpia, pero estoy seguro de que eso es solo porque él no está viviendo aquí. Al vivir con él en el campus, me he dado cuenta de lo asquerosamente desorganizado que es ese niño. Deja las cosas en el suelo, en la cama, debajo de la cama, en su closet –incluso en el mío. Me acerco a lo que parece ser un pequeño mural de fotos. Son de Edward, Harry y lo más probable, sus amigos de la Preparatoria. Hay fotos en la playa, en el bosque, en los bolos; otra que parece fue tomada en esta misma habitación.
—Olivia, tú y Carter irán con mama y Gemma a hacer aérobicos —la ronca voz de Styles me saca de mi burbuja de ensoñación.
Doy un giro de 180 sobre mis talones para mirarlo a los ojos, rogando en mi subconsciente que eso que acabo de escuchar haya sido una de sus bromitas. Pero su mirada verdosa no me dice nada más que la verdad.
—Estas jodiéndome, ¿cierto?
—Créeme, sé que quieres pasar tiempo conmigo y eso, pero-
—Cierra el pico, Styles —lo interrumpo, frunciendo el ceño y ganadme una sonrisa abierta de su parte. — No estoy bromeando.
—Nunca lo haces.
—Ja ja, muy gracioso. ¿Dónde están mis cosas?
—Tu nunca me sigues la corriente, mujer —se lamenta de manera teatral y exagerada.
✘✘✘✘
Después de que Edward me dejara en la habitación de huéspedes e irse a su amado vehículo, me visto con unos shorts deportivos y flojos de color azul turquesa, con un shirt del equipo de soccer Alemán. Los únicos zapatos deportivos que encontré fueron los vans azules, así que me los puse —de todos modos, son solo aeróbicos. Cuando salgo al pasillo, me encuentro con una Carter luciendo muy incómoda. No entiendo por qué si la lycra deportiva y la camiseta verde cuello V le queda bastante bien, acentuando las curvas que casi nadie ve.
Me mira y solo basta con segundos para que me dé cuenta de lo que está pensando.
—Gracias por defenderme antes —medio sonrío, tratando de aliviar la tensión en sus hombros a pesar de que yo me encuentro igual o más tensa.
Nos habían gritado, ofendido, ofendido a nuestra familia y prácticamente nos llamaron “poco dignas” para estar con sus hijos (lo que francamente, deja ver lo poco que saben de aquellos dos), ¿y ahora nos invitan a hacer aeróbicos?
Creo que alguien tiene trastornos de personalidad.
—¿Defenderte? Hice que todo empeorara —replica y baja la mirada, su mueca volviéndose una de vergüenza al recordar lo acontecido.
—Claro que no, Carter; solo nos defendimos porque aquellas dos brujas nos atacaban y fue muy lindo de ti intervenir de esa manera. —me encojo de hombros y le sonrío abiertamente cuando me mira otra vez. — Ahora vámonos, o estoy segura de que vendrán a arrastrarnos con sus garras.
Me mira y solo basta con segundos para que me dé cuenta de lo que está pensando.
—Gracias por defenderme antes —medio sonrío, tratando de aliviar la tensión en sus hombros a pesar de que yo me encuentro igual o más tensa.
Nos habían gritado, ofendido, ofendido a nuestra familia y prácticamente nos llamaron “poco dignas” para estar con sus hijos (lo que francamente, deja ver lo poco que saben de aquellos dos), ¿y ahora nos invitan a hacer aeróbicos?
Creo que alguien tiene trastornos de personalidad.
—¿Defenderte? Hice que todo empeorara —replica y baja la mirada, su mueca volviéndose una de vergüenza al recordar lo acontecido.
—Claro que no, Carter; solo nos defendimos porque aquellas dos brujas nos atacaban y fue muy lindo de ti intervenir de esa manera. —me encojo de hombros y le sonrío abiertamente cuando me mira otra vez. — Ahora vámonos, o estoy segura de que vendrán a arrastrarnos con sus garras.
✘✘✘✘
Aproximadamente cuarenta minutos después, estoy segurísima de que nunca querré volver a ver a la mama y hermana de Edward en toda mi vida. Se comportaron, lo que se puede decir “bien”, hasta que llegamos a un parque situado en medio de la urbanización. No éramos las únicas allí, claro está, pero eso no las detiene de insultarnos directa e indirectamente.
—Vaya, Carter, ¿eso usas para ejercitarte? —preguntó condescendiente Gemma desde que nos vio al bajar las escaleras.
—Al menos se ve como una gente decente, a diferencia de ti —fui rápida en responder aquello y no pude evitar sonreír cuando se quedó sin habla.
El camino hacia el parque fue incómodo. Entre las miradas de reojo fulminantes de Gemma y la para nada disimulada y llena de odio actitud de Anne, solo quería darme la vuelta e irme corriendo hacia otra calle. Cualquiera funcionaria. Para el colmo, al parecer el karma quiere reírse de nosotras porque me tocó de pareja Anne mientras a Carter le tocó Gemma.
—Más te vale que te muevas, Olivia, eres demasiado flaca. ¿Acaso no te alimentan en tu casa? —comentó cuando íbamos por la media hora y yo decidí tomar una corta pausa.
—¿Es que eres tan torpe que ni siquiera puedes hacer una rutina de principiante? —espetó Gemma, cuando Carter por accidente se enredó en sus pies al hacer una posición.
Comentarios muy parecidos a esos (y peores) fueron los que escuchamos toda la tarde. Se puede decir que Carter no se defendió esta vez porque recuerda que dependemos de la opinión de la mama Styles para nuestra calificación. Honestamente, admito que me mordí la lengua por la misma razón. Sin embargo, las fulminé con la mirada en cada oportunidad que tuve.
Ahora parecen ser las cinco y media de la tarde y el parque ha quedado relativamente escaso de niños y niñas con sus familias y/o mascotas. En su lugar, jóvenes y adultos comienzan con sus rutinas diarias por todo nuestro alrededor.
—Señor, por favor —escucho que murmura Carter, caminando a mi lado y tomando una botella de agua del suelo.
Suspiro, sintiéndome tan desesperada como ella.
—Tranquila, solo son dos días con ella y este ya está terminándose —susurro de vuelta, mi lado optimista no permitiéndome dejarme ver tan afectada por esto como me sentía.
Nunca me han desesperado tanto como lo hacen esas dos mujeres. Si no fuera por el trabajo físico, mis nervios ya habrían tomado lo mejor de mí.
Antes de que ella pueda responderme, escuchamos un absolutamente desastroso chillido de Gemma que hace que nuestros oídos pidan desesperadamente el silencio. Parece gritar para llamar la atención de un grupo de chicos que cruza junto a nosotras, vistiendo uniformes de soccer y luciendo un poco sudados. Dirijo mi mirada a los chicos y no puedo evitar fruncir el ceño al ver como Gemma sonríe de manera “encantadora” y cambia de peso a su pierna izquierda, obviamente coqueteando con todo lo que tiene.
—¿Y que hace una hermosura como tú por estos lares? —cuestiona uno con voz profunda, el tono de flirteo es casi palpable.
Ruedo los ojos y tomo la botella de agua que esta junto al banco en donde hemos dejado nuestras pertenencias. Uno de los chicos silba significativamente en nuestra dirección y rápidamente, giro mi cabeza hacia la izquierda para ver a una muy tensa Carter, al darse cuenta de que el silbido es dirigido a ella y un chico de cabello rubio cenizo no le quita los ojos de encima. El rostro de la chica, que ya está enrojecido por el ejercicio, toma un tono más brillante de rojo cuando el muchacho se acerca a ella con paso decidido.
De reojo y para mi entretenimiento, observo como Gemma lo nota y una mueca de confusión cruza por sus facciones. Al entender la escena, la confusión es sustituida por algo de envidia y celos. Oh, vaya, eso sí que no me lo esperé.
—Nunca te había visto por aquí, ¿mudada recientemente? —alzo las cejas con interés al habla sin rodeos del muchacho, que sonríe encantadoramente a mi compañera.
—U-um…si, algo a-así, estamos de vi-s-sita —responde Carter con su usual tartamudeo y parece bastante avergonzada.
Para la sorpresa de ambas, el chico sonríe a esto, pero de una manera dulce. Parece que le es tierno el tartamudeo de la pelinegra cuando ella, en cambio, se ve lista para salir corriendo de allí en cualquier momento.
—Pues, estaría encantando de mostrarte el lugar —sonríe y extiende su mano. — Soy Jonah.
—Carter —contesta simplemente y la estrecha de vuelta. Y claro, no evito sonreír en grande cuando el inclina su cabeza y posa un corto beso en el dorso de su mano. Cliché, pero bonito. El entrecejo de Gemma se profundiza y ahora es obvio los celos por su parte. Y eso, por primera vez desde que llegamos aquí, hace que una carcajada escape de mis labios.
—Vaya, Carter, ¿eso usas para ejercitarte? —preguntó condescendiente Gemma desde que nos vio al bajar las escaleras.
—Al menos se ve como una gente decente, a diferencia de ti —fui rápida en responder aquello y no pude evitar sonreír cuando se quedó sin habla.
El camino hacia el parque fue incómodo. Entre las miradas de reojo fulminantes de Gemma y la para nada disimulada y llena de odio actitud de Anne, solo quería darme la vuelta e irme corriendo hacia otra calle. Cualquiera funcionaria. Para el colmo, al parecer el karma quiere reírse de nosotras porque me tocó de pareja Anne mientras a Carter le tocó Gemma.
—Más te vale que te muevas, Olivia, eres demasiado flaca. ¿Acaso no te alimentan en tu casa? —comentó cuando íbamos por la media hora y yo decidí tomar una corta pausa.
—¿Es que eres tan torpe que ni siquiera puedes hacer una rutina de principiante? —espetó Gemma, cuando Carter por accidente se enredó en sus pies al hacer una posición.
Comentarios muy parecidos a esos (y peores) fueron los que escuchamos toda la tarde. Se puede decir que Carter no se defendió esta vez porque recuerda que dependemos de la opinión de la mama Styles para nuestra calificación. Honestamente, admito que me mordí la lengua por la misma razón. Sin embargo, las fulminé con la mirada en cada oportunidad que tuve.
Ahora parecen ser las cinco y media de la tarde y el parque ha quedado relativamente escaso de niños y niñas con sus familias y/o mascotas. En su lugar, jóvenes y adultos comienzan con sus rutinas diarias por todo nuestro alrededor.
—Señor, por favor —escucho que murmura Carter, caminando a mi lado y tomando una botella de agua del suelo.
Suspiro, sintiéndome tan desesperada como ella.
—Tranquila, solo son dos días con ella y este ya está terminándose —susurro de vuelta, mi lado optimista no permitiéndome dejarme ver tan afectada por esto como me sentía.
Nunca me han desesperado tanto como lo hacen esas dos mujeres. Si no fuera por el trabajo físico, mis nervios ya habrían tomado lo mejor de mí.
Antes de que ella pueda responderme, escuchamos un absolutamente desastroso chillido de Gemma que hace que nuestros oídos pidan desesperadamente el silencio. Parece gritar para llamar la atención de un grupo de chicos que cruza junto a nosotras, vistiendo uniformes de soccer y luciendo un poco sudados. Dirijo mi mirada a los chicos y no puedo evitar fruncir el ceño al ver como Gemma sonríe de manera “encantadora” y cambia de peso a su pierna izquierda, obviamente coqueteando con todo lo que tiene.
—¿Y que hace una hermosura como tú por estos lares? —cuestiona uno con voz profunda, el tono de flirteo es casi palpable.
Ruedo los ojos y tomo la botella de agua que esta junto al banco en donde hemos dejado nuestras pertenencias. Uno de los chicos silba significativamente en nuestra dirección y rápidamente, giro mi cabeza hacia la izquierda para ver a una muy tensa Carter, al darse cuenta de que el silbido es dirigido a ella y un chico de cabello rubio cenizo no le quita los ojos de encima. El rostro de la chica, que ya está enrojecido por el ejercicio, toma un tono más brillante de rojo cuando el muchacho se acerca a ella con paso decidido.
De reojo y para mi entretenimiento, observo como Gemma lo nota y una mueca de confusión cruza por sus facciones. Al entender la escena, la confusión es sustituida por algo de envidia y celos. Oh, vaya, eso sí que no me lo esperé.
—Nunca te había visto por aquí, ¿mudada recientemente? —alzo las cejas con interés al habla sin rodeos del muchacho, que sonríe encantadoramente a mi compañera.
—U-um…si, algo a-así, estamos de vi-s-sita —responde Carter con su usual tartamudeo y parece bastante avergonzada.
Para la sorpresa de ambas, el chico sonríe a esto, pero de una manera dulce. Parece que le es tierno el tartamudeo de la pelinegra cuando ella, en cambio, se ve lista para salir corriendo de allí en cualquier momento.
—Pues, estaría encantando de mostrarte el lugar —sonríe y extiende su mano. — Soy Jonah.
—Carter —contesta simplemente y la estrecha de vuelta. Y claro, no evito sonreír en grande cuando el inclina su cabeza y posa un corto beso en el dorso de su mano. Cliché, pero bonito. El entrecejo de Gemma se profundiza y ahora es obvio los celos por su parte. Y eso, por primera vez desde que llegamos aquí, hace que una carcajada escape de mis labios.
✘✘✘✘
Anne pareció no notar nada, ya que desde que estuvo harta comenzó a mandarse mensajes con sus amigas o algo. Unos quince minutos después de que los chicos se fueran, quitando a Jonah, decidimos dirigirnos a la casa. Jonah no se ha despegado del lado de Carter y eso simplemente me encanta. A pesar de que al principio fue su usual tímida y reservada, el chico tiene sus encantos y la ha hecho abrirse y bromear con él. Sin poder evitarlo, me imagino lo que sería verlos juntos.
Muy lindo…
Otra cosa que, en definitiva, ha subido mi buen humor, es la cara de despechada y llena de rabia que trae puesta Gemma. Es lo mejor que ha pasado en este largo día.
La enorme casa de los Styles se cierne a medida que nuestros pasos avanzan. La puerta del Garaje se encuentra levantada, por lo que se puede ver como Edward trabaja con dedicación su vehículo. Ahora ya no trae puesta la musculosa blanca, por lo que no pude prevenirme de posar mis ojos en su abdomen y los tatuajes en el mismo. Para ser un idiota, tiene muy buen físico.
Posteriormente, noto como el otro gemelo está sentado en los escalones del porche de la entrada con una cerveza en su mano. Está dando un largo sorbo cuando nos ve, casi de inmediato su mirada se posa en la parejita que va al frente y entrecierra la mirada con emociones que no se reconocer, pero me confunden.
Avanzo reacia hasta la puerta, mi curiosidad tomando lo mejor de mí, porque presiente que hay algo que no se de Harry y Carter. Estoy caminando hacia el garaje, junto con Anne y Gemma, mientras los otros dos se quedan detrás.
—¿Me puedes dar tu numero?
—Eh, claro, ¿tienes donde anotar? —se hace una pausa y mi mirada se topa con la de Edward, que parece un poco intrigado con la escena delante de nosotros y divertido por la cara de su hermana.
—Gracias. Y, ¿realmente no podemos salir? ¿Ni siquiera mañana temprano? —lo escucho preguntar y muerdo mis labios con anticipación, esperando a que diga que sí.
—Ummm, no; lo siento — se lamenta Carter y yo me pego un palmazo en la frente. No me puedo girar porque eso sería claramente de metiches, así que me quedo mirando “fascinada” el motor del vehículo de Edward.
—¿Segura?
—Es qu-
—Ella no está disponible, Jonah —y es ahí cuando mis ojos se abren a mas no poder, porque es nadie más que Harry quien ha interrumpido la conversación. Llevo ambas manos a mi boca y miro a Edward, el cual luce más o menos igual que yo.
¿Pero qué diablos? ¿No que ellos se llevan mal? ¡Lo escuché burlarse de ella!
—Oh, Harry, yo no…
—Tranquilo, solo no lo olvides.
Muy lindo…
Otra cosa que, en definitiva, ha subido mi buen humor, es la cara de despechada y llena de rabia que trae puesta Gemma. Es lo mejor que ha pasado en este largo día.
La enorme casa de los Styles se cierne a medida que nuestros pasos avanzan. La puerta del Garaje se encuentra levantada, por lo que se puede ver como Edward trabaja con dedicación su vehículo. Ahora ya no trae puesta la musculosa blanca, por lo que no pude prevenirme de posar mis ojos en su abdomen y los tatuajes en el mismo. Para ser un idiota, tiene muy buen físico.
Posteriormente, noto como el otro gemelo está sentado en los escalones del porche de la entrada con una cerveza en su mano. Está dando un largo sorbo cuando nos ve, casi de inmediato su mirada se posa en la parejita que va al frente y entrecierra la mirada con emociones que no se reconocer, pero me confunden.
Avanzo reacia hasta la puerta, mi curiosidad tomando lo mejor de mí, porque presiente que hay algo que no se de Harry y Carter. Estoy caminando hacia el garaje, junto con Anne y Gemma, mientras los otros dos se quedan detrás.
—¿Me puedes dar tu numero?
—Eh, claro, ¿tienes donde anotar? —se hace una pausa y mi mirada se topa con la de Edward, que parece un poco intrigado con la escena delante de nosotros y divertido por la cara de su hermana.
—Gracias. Y, ¿realmente no podemos salir? ¿Ni siquiera mañana temprano? —lo escucho preguntar y muerdo mis labios con anticipación, esperando a que diga que sí.
—Ummm, no; lo siento — se lamenta Carter y yo me pego un palmazo en la frente. No me puedo girar porque eso sería claramente de metiches, así que me quedo mirando “fascinada” el motor del vehículo de Edward.
—¿Segura?
—Es qu-
—Ella no está disponible, Jonah —y es ahí cuando mis ojos se abren a mas no poder, porque es nadie más que Harry quien ha interrumpido la conversación. Llevo ambas manos a mi boca y miro a Edward, el cual luce más o menos igual que yo.
¿Pero qué diablos? ¿No que ellos se llevan mal? ¡Lo escuché burlarse de ella!
—Oh, Harry, yo no…
—Tranquilo, solo no lo olvides.
✘✘✘✘
Después de ducharme y vestirme con unos jogging negros, un polo shirt de bob esponja y unas medias negras, me dirijo hacia la habitación de recreación. Como supuse, Carter se encuentra allí viendo televisión.
—¿Qué fue eso? —pregunto, sentándome a su lado.
—Eh, ¿de qué hablas?
—¡Eso! De Harry. Parecía…cel-
—No lo digas —me interrumpe y yo la miro confundida. — Y no me preguntes, porque no se; él es raro y me exaspera.
—O sea, ¿no hay nada entre ustedes?
—¿Eh? No…—sus ojos se abren con sorpresa y rechazo, entendiendo mi insinuación. — ¡N-no! Por Dios, no me gusta él.
—¿Y quién te gusta, entonces? —la pregunta sale de mis labios antes de que mi cerebro la procese del todo, pero me quedo callada porque me doy cuenta de que eso es justo lo que quería preguntar.
Gracias al cielo que Carter se encuentra aquí conmigo, porque no estoy segura de haber podido soportar a Anne y a Gemma yo sola. Además, gracias a ella tuve una tremenda tarde. Me recuesto del cómodo sillón de cuero y la contemplo, esperando a que se digne a responderme —si es que lo hará. Traga audiblemente y baja la mirada a sus manos, las cuales descansan nerviosamente en su regazo. Cuando abre la boca para hablar, la puerta de la habitación se abre y sus ojos se disparan hacia el intruso. Mis ojos captan de inmediato como un tierno rubor adorna sus mejillas y sus nervios parecen haber incrementado, por como entrelaza los dedos de sus manos y muerde su labio. Automáticamente, mis ojos viajan hacia el intruso y tengo que hacer un enorme esfuerzo para no dejar que mi sorpresa sea visible.
Es Edward. A Carter le gusta Edward.
—¿Qué fue eso? —pregunto, sentándome a su lado.
—Eh, ¿de qué hablas?
—¡Eso! De Harry. Parecía…cel-
—No lo digas —me interrumpe y yo la miro confundida. — Y no me preguntes, porque no se; él es raro y me exaspera.
—O sea, ¿no hay nada entre ustedes?
—¿Eh? No…—sus ojos se abren con sorpresa y rechazo, entendiendo mi insinuación. — ¡N-no! Por Dios, no me gusta él.
—¿Y quién te gusta, entonces? —la pregunta sale de mis labios antes de que mi cerebro la procese del todo, pero me quedo callada porque me doy cuenta de que eso es justo lo que quería preguntar.
Gracias al cielo que Carter se encuentra aquí conmigo, porque no estoy segura de haber podido soportar a Anne y a Gemma yo sola. Además, gracias a ella tuve una tremenda tarde. Me recuesto del cómodo sillón de cuero y la contemplo, esperando a que se digne a responderme —si es que lo hará. Traga audiblemente y baja la mirada a sus manos, las cuales descansan nerviosamente en su regazo. Cuando abre la boca para hablar, la puerta de la habitación se abre y sus ojos se disparan hacia el intruso. Mis ojos captan de inmediato como un tierno rubor adorna sus mejillas y sus nervios parecen haber incrementado, por como entrelaza los dedos de sus manos y muerde su labio. Automáticamente, mis ojos viajan hacia el intruso y tengo que hacer un enorme esfuerzo para no dejar que mi sorpresa sea visible.
Es Edward. A Carter le gusta Edward.
✘✘✘✘
No pego un ojo por más de media hora por toda la noche.
Hay varias razones. Uno) he dejado mi equipo del telescopio en la universidad, pensando que soportaría estar estos días sin observar estrellas —lo que obviamente no me esta resultado. Pasadas las una de la madrugada, decidí sentarme en el borde de la ventana/balcón que hay en la habitación hasta que dieron las cinco. Dos) el hecho de que a Carter le guste el gemelo de su esposo parece picar en mi cerebro. Es que, ¿Cómo no me di cuenta antes? Era obvio. Ahora que lo sé, es incluso más obvio. Edward no se da cuenta porque es un imbécil, como todos los hombres.
Pero aun así. Y es raro, ¿Cómo sería para ella, porque yo estoy…? Ni siquiera quiero pensar en eso. Tres) Mi horrible mala costumbre de estresarme por todo me ataco en la noche y recordé la amenaza de Anne de que reportaría que no nos aceptaba como esposas. Si eso pasa, estoy frita y reprobaré el año. Y no sé qué sea de mí si eso pasa.
Y es por todo eso que cuando decido bajar a tomar el desayuno, después de más horas de tratar de dormir en vano, tengo una cara de zombie malhumorado. Entro y voy directamente a agarrar dos tostadas y una gran taza de café.
—La gente educada dice buenos días —dice la voz irritante de Gemma.
—Solo saludo a la gente igual de educada que yo.
—¿Disculpa?
—Disculpa aceptada.
—Oye, ¿Quién te crees que eres? —gruñe la chica, si es que se puede considerar eso como gruñido. Pero tengo demasiado sueño como para que me importe.
—Cállate, Gemma, tu comenzaste —la calla Edward. Ella rueda los ojos y maldice para sí misma.
—Entonces, Hazz, ¿me quieres decir cómo es eso que te pusiste celoso? —comenta Edward con la boca llena de tostada.
Harry lo fulmina con la mirada de inmediato y yo tengo que morderme el labio para no reír, al recordar lo que paso el día anterior.
—¿No me vas a responder? —lo insta a hablar, obteniendo un bufido como respuesta. —Pero hermano, si tienes problemas de celos tienes que decirlo, no es bueno tener las cosas acumuladas.
Cada vez que Edward abre la boca, mantener mi sonrisa oculta se hace más difícil.
—¿Qué pasa, al celosín de Hazza le comió la lengua el gato? —continua provocando, su sonrisa de lado ampliándose, dejando ver sus hoyuelos.
—Lo que digas —murmura con voz contenida para después salir disparado de la cocina.
En ese momento viene entrando Carter, la cual se sobresalta por la cercanía del muchacho pero no tarda en salir del trance y moverse. Asimismo, Harry solo la mira indiferente y sigue su camino.
En serio, no entiendo a ese idiota. Y ella parece no entenderlo, tampoco, por como frunce el ceño y sacude la cabeza.
Recuerdo mi descubrimiento con amargura cuando Carter posa su mirada en Edward, el cual está sentado a mi lado en el desayunador.
—Buenos días, Carter —dice con voz ronca y otra vez noto el rubor en sus pómulos. Muerdo una tostada y hago un gesto con la mano en forma de saludo.
—Buenos días —medio sonríe, escondiendo su rostro con su voluminoso cabello y pasa a servirse el desayuno.
✘✘✘✘
Es una suerte que el papa de los Styles viva solo a unas cuantas horas, por lo que no estaremos tan ajetreados por el viaje. A medida de despedida (algo hipócrita, si me preguntan), Anne preparo un almuerzo tardío para todos. Para tener complejos de bruja, cocina muy bien.
Emprendemos el viaje a eso de las seis de la tarde para llegar en la noche a la casa de su padre. El sueño que perdí parece regresarme al acomodarme en el auto, por lo que dejo que mis ojos se cierren, con el único deseo de que el papa de ellos no sea tan malo como su madre.
Y no lo es.
El padre de Edward y Harry lo primero que hace, después de abrazar a sus muchachos con la brusquedad característica, es darnos dos abrazos de oso parecidos a los de mi abuelo a Carter y a mí. Puedo decir abiertamente que fue una muy grata sorpresa. Descubrir que Des Styles es un amistoso y divertido hombre fue un gran alivio.
Nos recibe con alegría, la que al principio atribuyo a que está feliz de pasar estos días con sus hijos. Sin embargo, a diferencia de Anne, pregunta sobre nuestras familias con curiosidad genuina y parece interesado en escucharnos. Así como el mismo toma la palabra de vez en cuando, relatando anécdotas de todo tipo.
—Sé que dije que su Directora esta medio loca, al hacerles que se comprometan a esta clase de situación —le dice a Edward mientras alcanza el teléfono con el objetivo de pedir pizza. — Pero realmente estoy agradecido de que les haya tocado con dos jovencitas que parecen tener los pies en la tierra —al decir eso último, nos dedica la mirada por unos segundos, acompañada de su encantadora sonrisa. Puedo encontrar rastros de las de los gemelos en la suya.
Como si él hubiese oprimido un botón, Harry bufa y rueda los ojos, ganándose una mirada fulminante de Edward.
—Sí, claro. —murmura, aunque Des no lo escucha.
El resto de la noche la pasamos tan bien que me encuentro a mí misma deseando que los cinco días hubiesen sido solo con el padre de los chicos. Solo puedo comerme tres pedazos de pizza hasta estar llena y Carter se come cuatro. Los hombres de la casa siguen comiendo y comiendo hasta que las dos cajas se van quedando vacías, mientras Des pregunta cosas triviales sobre la Universidad y como ha sido para todo el hecho de estar “atados”.
Carter no da muchos detalles en la situación. Harry ha vuelto a su actitud cortante, por lo que desvía inteligentemente cualquier pregunta acerca de su matrimonio. Por suerte, parece comprender la indirecta y solo se centra en cuestiones de la universidad.
Cuando Edward comienza a hablar sobre la clase de Mecánica Cuántica que está interesado en tomar (debo admitir que eso me sorprendió y me agradó), mis ojos se posan en la peli-marrón sentada al frente a mí, de manera inconsciente. No creo que ella haya notado que sé su secreto —que le gusta Edward. O si no estoy segura de que no me hablaría con tanta comodidad (dentro de lo que cabe) como lo hace. Ahora soy capaz de notar esa pequeña ilusión que brilla en sus ojos cuando lo mira.
Hm, vaya, ¿y si Harry lo sabe?
Eso definitivamente seria incómodo.
Aun y Harry parezca no querer nada que ver con Carter. Desde la escena con Jonah a mí me huele a gato encerrado, pero ella no quiere decir nada sobre el tema.
Emprendemos el viaje a eso de las seis de la tarde para llegar en la noche a la casa de su padre. El sueño que perdí parece regresarme al acomodarme en el auto, por lo que dejo que mis ojos se cierren, con el único deseo de que el papa de ellos no sea tan malo como su madre.
Y no lo es.
El padre de Edward y Harry lo primero que hace, después de abrazar a sus muchachos con la brusquedad característica, es darnos dos abrazos de oso parecidos a los de mi abuelo a Carter y a mí. Puedo decir abiertamente que fue una muy grata sorpresa. Descubrir que Des Styles es un amistoso y divertido hombre fue un gran alivio.
Nos recibe con alegría, la que al principio atribuyo a que está feliz de pasar estos días con sus hijos. Sin embargo, a diferencia de Anne, pregunta sobre nuestras familias con curiosidad genuina y parece interesado en escucharnos. Así como el mismo toma la palabra de vez en cuando, relatando anécdotas de todo tipo.
—Sé que dije que su Directora esta medio loca, al hacerles que se comprometan a esta clase de situación —le dice a Edward mientras alcanza el teléfono con el objetivo de pedir pizza. — Pero realmente estoy agradecido de que les haya tocado con dos jovencitas que parecen tener los pies en la tierra —al decir eso último, nos dedica la mirada por unos segundos, acompañada de su encantadora sonrisa. Puedo encontrar rastros de las de los gemelos en la suya.
Como si él hubiese oprimido un botón, Harry bufa y rueda los ojos, ganándose una mirada fulminante de Edward.
—Sí, claro. —murmura, aunque Des no lo escucha.
El resto de la noche la pasamos tan bien que me encuentro a mí misma deseando que los cinco días hubiesen sido solo con el padre de los chicos. Solo puedo comerme tres pedazos de pizza hasta estar llena y Carter se come cuatro. Los hombres de la casa siguen comiendo y comiendo hasta que las dos cajas se van quedando vacías, mientras Des pregunta cosas triviales sobre la Universidad y como ha sido para todo el hecho de estar “atados”.
Carter no da muchos detalles en la situación. Harry ha vuelto a su actitud cortante, por lo que desvía inteligentemente cualquier pregunta acerca de su matrimonio. Por suerte, parece comprender la indirecta y solo se centra en cuestiones de la universidad.
Cuando Edward comienza a hablar sobre la clase de Mecánica Cuántica que está interesado en tomar (debo admitir que eso me sorprendió y me agradó), mis ojos se posan en la peli-marrón sentada al frente a mí, de manera inconsciente. No creo que ella haya notado que sé su secreto —que le gusta Edward. O si no estoy segura de que no me hablaría con tanta comodidad (dentro de lo que cabe) como lo hace. Ahora soy capaz de notar esa pequeña ilusión que brilla en sus ojos cuando lo mira.
Hm, vaya, ¿y si Harry lo sabe?
Eso definitivamente seria incómodo.
Aun y Harry parezca no querer nada que ver con Carter. Desde la escena con Jonah a mí me huele a gato encerrado, pero ella no quiere decir nada sobre el tema.
✘✘✘✘
Me quedo estática en el suelo al escuchar las palabras salir de sus bocas.
—Hay un pequeño problema respecto a las habitaciones, muchachos —ha dicho Des una vez que estamos en el segundo piso. — La habitación de huéspedes está habilitada como mi oficina, así que las habitaciones disponibles son las de los chicos. Pueden dormir ellos en una y ustedes en otra; o mixto, como decidan.
Nuestros ojos se disparan a su cara y puedo sentir la perplejidad en todos. Des, sintiendo la tensión, da las buenas noches y se escapa a su habitación, alegando que nosotros somos lo suficientemente maduros para escoger tranquilamente. Y con la sutil amenaza de nada de cositas traumantes a ninguna hora de la noche.
Fácil: obviamente dormiré con Carter, pienso y me encojo de hombros mentalmente.
—Me rehúso a dormir contigo, me pateas cuando estás en el quinto sueño —se queja Edward, frunciendo el ceño de manera infantil.
Ruedo los ojos y suelto un suspiro con exasperación. Genial, lo que me faltaba.
—¿Yo? Eres tú el que parece un gusano y no te dejas de mover —replica Harry, devolviéndole la mirada.
—Pues yo no voy a-
—Nadie te está hablando, Ra-
—Cállate, Hazz; no le hables así. Estas hablando conmigo, no con ella.
—Ese es exactamente mi punto, idiota.
Aprieto los dientes y resoplo, frustrada. Son tan inmaduros que no pueden resolver eso de la mejor manera. Ni loca pienso dormir en la misma cama que Edward, así que espero que se den cuenta de aquello y paren su infantil discusión.
—No pe-peleen, chicos —la bajita voz de Carter, efectivamente, hace que ambos paren de hablar. Al ver que ha obtenido su atención, se pone un poco más nerviosa pero prosigue. — N-no me importaría dormir jun-junto a Harry, si así s-se sienten más co-cómodos.
Creo que mis ojos se saldrán de su lugar. Y que voy a golpearla ahora mismo. Al menos, tengo muchas ganas de hacerlo.
—¿Qué? No, yo no voy a-
—¿Prefieres aguantar sus bocotas discutiendo toda la noche, Olivia? Porque yo estoy muy cansada del viaje, solo quiero dormir —me interrumpe reprochante, pero su voz sigue siendo suave y tímida. — Además, no es como si dormí mucho en la casa de Anne…
Suspiro y la miro con un dilema interior. Pero antes de comunicar mi decisión final, se me adelantan.
—¡Genial! La linda Carter suma otro voto y la mayoría gana, así que buenas noches ustedes dos —Edward sonríe y antes de que pueda decir algo, me toma de la mano y me jala hasta la habitación.
Cuando la puerta se cierra y antes de inspeccionar todo, miro mi maleta junto al armario y luego a su carita de “yo no fui” con los ojos entrecerrados. No pienso dejar que se salga con la suya.
—Bien: tú dormirás en el suelo. —sentencio, cruzándome de brazos.
—¿Qué? No, eso es cruel; el suelo es muy incómodo —se queja como un bebe. — Además, es mi cama. No puedes simplemente ordenarme eso.
—Okay, dormiré yo en el suelo —me encojo de hombros y sonrío con cinismo.
—No seas terca, Olivia, solo es a dormir.
En vez de responder, lo ignoro apropósito y me dedico a ver la habitación que parece con mucha más vida que la que tiene en la casa de su madre. El ambiente decorado con azul marino opaco, blanco y marrón es más hogareño. Tiene unos pocos posters de Pink Floyd, Nickelback y otra banda que no reconozco.
—Olivia, no me ignores.
Reprimo una sonrisa y continúo viendo su habitación.
—Maldición, mujer, ¿no me digas que estas enojada conmigo? —en ese momento, su voz baja una octava y suena como la de un niño. Aguanto la risa, porque si me escucha reír entonces ya habrá ganado.
Después de llamarme tres veces y no obtener respuesta, refunfuña algunas maldiciones contra mi persona por lo bajo y lo escucho decir que ira a cambiarse antes de escuchar cómo se cierra la puerta del baño.
Sigo inspeccionando la habitación y mi vista da con unas fotografías colgando de lo que parece ser un muro en la pared de su escritorio. Fotos de pequeño junto a su hermano y padre, otras con Gemma, sus amigos, fotos de su graduación. Hay una foto en donde esta con tres chicos y dos chicas que llama mi atención. Uno de los que está junto a él tiene los ojos azules más hermosos que haya visto…
—¿Todavía estas enojada? —me sobresalto exageradamente, dando un salto lejos de él, cuando su aliento choca con mi cabello.
—Respeta mi espacio personal, Styles —ruedo los ojos y me encamino hacia la maleta.
—Eres una terca, eso es lo que eres. —refunfuña para sí mismo y escucho como se arroja en la cama.
—Y tú un inmaduro —le devuelvo el cumplido después de salir del baño, con mi pijama del anime de Fairy Tail.
El bufa y apaga la lámpara situada del lado izquierdo de la cama, donde esta tumbado. Yo avanzo hasta el pie de la cama, demasiado incomoda con esto. Es que, rayos, no quiero dormir en la misma cama que él. ¿Y si “por accidente” me…? No, no creo que Edward vaya a hacer eso. Pero todos los hombres son iguales, ¿no? Aunque, ¿Por qué iba a querer el intentar hacer algo conmigo? Y yo siempre puedo golpearlo en sus canicas.
—¿Te vas a quedar ahí toda la noche o vendrás a dormir? —su voz me saca de manera abrupta de mi nube de pensamientos y subo la mirada para observarlo, o lo poco que puedo distinguir por la oscuridad.
Suspiro y resignada avanzo a la cama. Solo serán un par de horas. Además, la cama es lo bastante grande como para que quepamos sin tener que tocarnos.
Así que eso hago. Me dejo caer en la cama y tomo la almohada, poniéndola en el medio de ambos. Nunca he necesitado almohadas para dormir, de todos modos.
—Ese es tu lado, este es el mío —señalo cada uno respectivamente. —No te atrevas a cruzarlo o te pateare ahí debajo.
—Señora, si, señora —se burla y yo ruedo los ojos, girándome y murmurando un buenas noches.
—Hay un pequeño problema respecto a las habitaciones, muchachos —ha dicho Des una vez que estamos en el segundo piso. — La habitación de huéspedes está habilitada como mi oficina, así que las habitaciones disponibles son las de los chicos. Pueden dormir ellos en una y ustedes en otra; o mixto, como decidan.
Nuestros ojos se disparan a su cara y puedo sentir la perplejidad en todos. Des, sintiendo la tensión, da las buenas noches y se escapa a su habitación, alegando que nosotros somos lo suficientemente maduros para escoger tranquilamente. Y con la sutil amenaza de nada de cositas traumantes a ninguna hora de la noche.
Fácil: obviamente dormiré con Carter, pienso y me encojo de hombros mentalmente.
—Me rehúso a dormir contigo, me pateas cuando estás en el quinto sueño —se queja Edward, frunciendo el ceño de manera infantil.
Ruedo los ojos y suelto un suspiro con exasperación. Genial, lo que me faltaba.
—¿Yo? Eres tú el que parece un gusano y no te dejas de mover —replica Harry, devolviéndole la mirada.
—Pues yo no voy a-
—Nadie te está hablando, Ra-
—Cállate, Hazz; no le hables así. Estas hablando conmigo, no con ella.
—Ese es exactamente mi punto, idiota.
Aprieto los dientes y resoplo, frustrada. Son tan inmaduros que no pueden resolver eso de la mejor manera. Ni loca pienso dormir en la misma cama que Edward, así que espero que se den cuenta de aquello y paren su infantil discusión.
—No pe-peleen, chicos —la bajita voz de Carter, efectivamente, hace que ambos paren de hablar. Al ver que ha obtenido su atención, se pone un poco más nerviosa pero prosigue. — N-no me importaría dormir jun-junto a Harry, si así s-se sienten más co-cómodos.
Creo que mis ojos se saldrán de su lugar. Y que voy a golpearla ahora mismo. Al menos, tengo muchas ganas de hacerlo.
—¿Qué? No, yo no voy a-
—¿Prefieres aguantar sus bocotas discutiendo toda la noche, Olivia? Porque yo estoy muy cansada del viaje, solo quiero dormir —me interrumpe reprochante, pero su voz sigue siendo suave y tímida. — Además, no es como si dormí mucho en la casa de Anne…
Suspiro y la miro con un dilema interior. Pero antes de comunicar mi decisión final, se me adelantan.
—¡Genial! La linda Carter suma otro voto y la mayoría gana, así que buenas noches ustedes dos —Edward sonríe y antes de que pueda decir algo, me toma de la mano y me jala hasta la habitación.
Cuando la puerta se cierra y antes de inspeccionar todo, miro mi maleta junto al armario y luego a su carita de “yo no fui” con los ojos entrecerrados. No pienso dejar que se salga con la suya.
—Bien: tú dormirás en el suelo. —sentencio, cruzándome de brazos.
—¿Qué? No, eso es cruel; el suelo es muy incómodo —se queja como un bebe. — Además, es mi cama. No puedes simplemente ordenarme eso.
—Okay, dormiré yo en el suelo —me encojo de hombros y sonrío con cinismo.
—No seas terca, Olivia, solo es a dormir.
En vez de responder, lo ignoro apropósito y me dedico a ver la habitación que parece con mucha más vida que la que tiene en la casa de su madre. El ambiente decorado con azul marino opaco, blanco y marrón es más hogareño. Tiene unos pocos posters de Pink Floyd, Nickelback y otra banda que no reconozco.
—Olivia, no me ignores.
Reprimo una sonrisa y continúo viendo su habitación.
—Maldición, mujer, ¿no me digas que estas enojada conmigo? —en ese momento, su voz baja una octava y suena como la de un niño. Aguanto la risa, porque si me escucha reír entonces ya habrá ganado.
Después de llamarme tres veces y no obtener respuesta, refunfuña algunas maldiciones contra mi persona por lo bajo y lo escucho decir que ira a cambiarse antes de escuchar cómo se cierra la puerta del baño.
Sigo inspeccionando la habitación y mi vista da con unas fotografías colgando de lo que parece ser un muro en la pared de su escritorio. Fotos de pequeño junto a su hermano y padre, otras con Gemma, sus amigos, fotos de su graduación. Hay una foto en donde esta con tres chicos y dos chicas que llama mi atención. Uno de los que está junto a él tiene los ojos azules más hermosos que haya visto…
—¿Todavía estas enojada? —me sobresalto exageradamente, dando un salto lejos de él, cuando su aliento choca con mi cabello.
—Respeta mi espacio personal, Styles —ruedo los ojos y me encamino hacia la maleta.
—Eres una terca, eso es lo que eres. —refunfuña para sí mismo y escucho como se arroja en la cama.
—Y tú un inmaduro —le devuelvo el cumplido después de salir del baño, con mi pijama del anime de Fairy Tail.
El bufa y apaga la lámpara situada del lado izquierdo de la cama, donde esta tumbado. Yo avanzo hasta el pie de la cama, demasiado incomoda con esto. Es que, rayos, no quiero dormir en la misma cama que él. ¿Y si “por accidente” me…? No, no creo que Edward vaya a hacer eso. Pero todos los hombres son iguales, ¿no? Aunque, ¿Por qué iba a querer el intentar hacer algo conmigo? Y yo siempre puedo golpearlo en sus canicas.
—¿Te vas a quedar ahí toda la noche o vendrás a dormir? —su voz me saca de manera abrupta de mi nube de pensamientos y subo la mirada para observarlo, o lo poco que puedo distinguir por la oscuridad.
Suspiro y resignada avanzo a la cama. Solo serán un par de horas. Además, la cama es lo bastante grande como para que quepamos sin tener que tocarnos.
Así que eso hago. Me dejo caer en la cama y tomo la almohada, poniéndola en el medio de ambos. Nunca he necesitado almohadas para dormir, de todos modos.
—Ese es tu lado, este es el mío —señalo cada uno respectivamente. —No te atrevas a cruzarlo o te pateare ahí debajo.
—Señora, si, señora —se burla y yo ruedo los ojos, girándome y murmurando un buenas noches.
✘✘✘✘
—Despierta. —una voz susurra en mis sueños, tratando de sacarme de la inconciencia.
Giro la cabeza, disgustada. ¿Sabe cuánto tiempo he tenido durmiendo mal? No quiero despertarme de este lindo estado, hace demasiado que no duermo así.
Al removerme hacia otro lado en busca de alejarme de la irritante voz, siento mi cabeza chocar con algo firme. Una respiración choca contra mi oreja y el mundo debajo de mi tiembla. Solo después es que identifico aquello como una risa. ¿Pero qué…? Desconcertada y aun medio dormida, decido abrir los ojos. Parpadeo hasta que mis ojos se ajustan y lo primero que veo son dos pares de ojos observándome muy de cerca.
—Buenos días —susurra con voz ronca y que afirma que también se ha levantado.
Es ahí cuando mi cerebro se enciende y caigo en cuenta de que estamos abrazados y mis piernas están enredadas con las suyas. ¿Pero cuando diablos pasó esto? Tan rápido como puedo, lo empujo lejos de mí y me siento en la cama.
—Te dije que no cruzaras a mi lado —gruño en mi voz mañanera, la cual es simplemente horrible.
—No lo hice, tu viniste a mí —sonríe abiertamente, mirándome fijamente. — Todas siempre vienen a mí —sube y baja las cejas repetitivamente.
Sin pensarlo, tomo la almohada y la estampo contra su cara.
Giro la cabeza, disgustada. ¿Sabe cuánto tiempo he tenido durmiendo mal? No quiero despertarme de este lindo estado, hace demasiado que no duermo así.
Al removerme hacia otro lado en busca de alejarme de la irritante voz, siento mi cabeza chocar con algo firme. Una respiración choca contra mi oreja y el mundo debajo de mi tiembla. Solo después es que identifico aquello como una risa. ¿Pero qué…? Desconcertada y aun medio dormida, decido abrir los ojos. Parpadeo hasta que mis ojos se ajustan y lo primero que veo son dos pares de ojos observándome muy de cerca.
—Buenos días —susurra con voz ronca y que afirma que también se ha levantado.
Es ahí cuando mi cerebro se enciende y caigo en cuenta de que estamos abrazados y mis piernas están enredadas con las suyas. ¿Pero cuando diablos pasó esto? Tan rápido como puedo, lo empujo lejos de mí y me siento en la cama.
—Te dije que no cruzaras a mi lado —gruño en mi voz mañanera, la cual es simplemente horrible.
—No lo hice, tu viniste a mí —sonríe abiertamente, mirándome fijamente. — Todas siempre vienen a mí —sube y baja las cejas repetitivamente.
Sin pensarlo, tomo la almohada y la estampo contra su cara.
✘✘✘✘
Si antes estaba segura de que Edward tiene problemas de bipolaridad, ahora estoy segurísima de que tiene problemas mentales. Me quedo sentada en una de las sillas del desayunador, con un sándwich de pollo en una mano y en frente el vaso lleno de jugo de manzana. Observo con curiosidad la escena delante de mí. Debería decir algo, para evitarle la vergüenza a Carter, pero ella también parece estar disfrutándolo —por apenada que parezca.
Y es que Edward ha estado pegándosele como un infante y ayudándola en todo, cuando ella decide que quiere preparar algo de comer para Des por su amable hospitalidad. Ni siquiera me ofrezco a ayudar porque soy un desastre en la cocina. Muerdo mi labio reprimiendo una sonrisa cuando Carter trata de alcanzar los platos en el gabinete, y no lo alcanza aun cuando se alza de puntillas. Da un salto en su lugar y casi se cae cuando Edward avanza detrás de ella y toma los platos. Puedo escuchar una exclamación ahogada de su parte y se tambalea, pero el ruloso la ayuda y le guiña un ojo cuando ella lo mira cuestionante.
—Carter, ¿me dejarías probar una pequeña teoría? —sonríe de una manera que me pone en alerta al instante.
—Eeh... ¿Qué?
—Tranquila, solo déjame ayudarte con la comida y actúa normal —le entrega los platos y le sonríe otra vez.
Eso fue lo que le dijo antes de quedarse pegado a su lado todo el tiempo. Yo me quede sentada tratando de leer la mente de Edward con solo mirarlo. ¿Qué rayos se trae en manos? Pero unos minutos después, mi pregunta se responde con si sola. Harry irrumpe en la cocina cuando Edward está haciéndole cosquillas a Carter para que le pase el cucharon y lo deje mover la pasta. Sus carcajadas resuenan por toda la habitación y me impacta ver lo ilusionada que se ven sus ojos. Vaya, sí que le gusta.
Los ojos de Harold pasan de su hermano a Carter y viceversa y se turnan más serios de lo que he visto antes. No entiendo que cruza por la mente de la peli-marrón al cruzar miradas con él, pero antes de darme cuenta ella ya ha salido por la puerta. ¿Qué…?
—Ed, te agradecería que dejaras a Carter y te ocupes de tu mujer, ¿bien? —mi cabeza gira en dirección a Harry cuando lo escucho decir eso y abro los ojos a mas no poder.
Es ahí cuando Harry también sale de la cocina. Y yo me quedo en mi lugar, sin entender nada aun. ¿Qué acaba de pasar?
Y es que Edward ha estado pegándosele como un infante y ayudándola en todo, cuando ella decide que quiere preparar algo de comer para Des por su amable hospitalidad. Ni siquiera me ofrezco a ayudar porque soy un desastre en la cocina. Muerdo mi labio reprimiendo una sonrisa cuando Carter trata de alcanzar los platos en el gabinete, y no lo alcanza aun cuando se alza de puntillas. Da un salto en su lugar y casi se cae cuando Edward avanza detrás de ella y toma los platos. Puedo escuchar una exclamación ahogada de su parte y se tambalea, pero el ruloso la ayuda y le guiña un ojo cuando ella lo mira cuestionante.
—Carter, ¿me dejarías probar una pequeña teoría? —sonríe de una manera que me pone en alerta al instante.
—Eeh... ¿Qué?
—Tranquila, solo déjame ayudarte con la comida y actúa normal —le entrega los platos y le sonríe otra vez.
Eso fue lo que le dijo antes de quedarse pegado a su lado todo el tiempo. Yo me quede sentada tratando de leer la mente de Edward con solo mirarlo. ¿Qué rayos se trae en manos? Pero unos minutos después, mi pregunta se responde con si sola. Harry irrumpe en la cocina cuando Edward está haciéndole cosquillas a Carter para que le pase el cucharon y lo deje mover la pasta. Sus carcajadas resuenan por toda la habitación y me impacta ver lo ilusionada que se ven sus ojos. Vaya, sí que le gusta.
Los ojos de Harold pasan de su hermano a Carter y viceversa y se turnan más serios de lo que he visto antes. No entiendo que cruza por la mente de la peli-marrón al cruzar miradas con él, pero antes de darme cuenta ella ya ha salido por la puerta. ¿Qué…?
—Ed, te agradecería que dejaras a Carter y te ocupes de tu mujer, ¿bien? —mi cabeza gira en dirección a Harry cuando lo escucho decir eso y abro los ojos a mas no poder.
Es ahí cuando Harry también sale de la cocina. Y yo me quedo en mi lugar, sin entender nada aun. ¿Qué acaba de pasar?
✘✘✘✘
No tengo tiempo de preguntarle a Edward que le pasa por el cerebro porque después de comer, se fue con Harry a no sé dónde, lo más probable es que a visitar a sus amigos del vecindario o del Instituto. Trato como por diez veces sacarle la información, en vano, ya que la oji-marrón parece tener los labios sellados.
Estoy en el sillón comiendo un sándwich de mantequilla de maní y viendo la televisión junto a ella cuando la puerta de la casa se abre. Escucho a un grupo de gente entrando, a juzgar por las varias voces. Los pasos se acercaron y de pronto el grupete de gente entra a la sala de manera brusca. Salto en mi sitio, pero continúo comiendo al mismo tiempo que Carter observa de reojo a los recién llegados.
Hay dos chicas y dos chicos más los gemelos. Una de las chicas tiene bonito cabello rojo, lleva shorts y una blusa sin mangas de nirvana. La otra tiene el cabello negro, una camisa blanca que deja ver su ombligo y unos shorts negros. Y tiene un piercig en el ombligo. Uno de los chicos es un moreno con el cabello rapado y bastante musculatura. Y luego mis ojos se encontraron con unos azul eléctrico. Sin quererlo, detengo el sándwich antes de que llegue a mis labios y me permito observarlo detenidamente. Nariz fina, labios rosados y rellenos de una manera muy...provocadora. Su cabello es negro azabache y enrulado, lo que me dio unas increíbles ganas de tocarlo para confirmar si era tan suave como se veía. Y luego volví a sus ojos, topándome con que él seguía mirándome de una manera divertida. Y después guiña un ojo, una sonrisa apareciendo en su rostro. Es el mismo chico de la foto, reconozco.
Al instante, siento como mis orejas y una parte de mis mejillas se tornaron levemente rojas. Lo suficientemente rojas para que él lo notara. Avergonzada, desvío la mirada y le doy otro mordisco a mi sándwich.
Vaya que es lindo…
—Estas son Olivia y Carter —nos presenta Harry, entrando a la sala con un paquete de cervezas en mano. Se deja caer en uno de los sillones individuales después de posar las cervezas en la mesa en frente de la televisión.
—Hola damas, bienvenidas —el moreno nos sonríe y se sienta en el brazo del sillón de Harry después de tomar una cerveza. — Soy Joshua. Estos son Alexis, Poppy y Shawn —el resto del grupo se presenta y nos sonríe, y mis ojos sin querer se cruzan por más tiempo del necesario con los de Shawn.
—Entonces, nos contaron eso sobre la Universidad que les obligan hacer para pasar de año —espeta Alexis, la pelirroja, sentándose al otro lado de Carter. — ¿Cómo rayos se le puede ocurrir eso a una persona? Entiendo lo de los bebes de juguete… ¿pero esto?
—Hay rumores que dicen que es porque su esposo la dejó —interviene Harry, sonriendo con burla.
Ruedo los ojos irritada ante él.
—Igual, eso de obligarlos a convivir así ya es pasarse de la raya…aunque ustedes no se ven tan malas —eso nos hace sonreír un poco.
—Corrección: no se ven para nada mal —mis nervios crispan al escuchar la voz de Shawn por primera vez. Y lo culpo a él por ser tan hermoso.
—Tengo una pregunta para Carter —comenta Joshua y sus ojos brillan con curiosidad cuando ella dirige su atención a él. — Dime, linda, ¿Cómo es soportar a este ególatra? ¿No has tenido ganas de ahorcarlo o algo así? Porque yo las tengo todo el tiempo y ni siquiera tengo que convivir con él.
—¡Oye!
—¿Qué? Eres como pez globo, inflándote el ego siempre —se encoje de hombros de manera natural y eso es lo que finalmente hace que suelte una enorme carcajada, ganándome una mirada asesina por parte del rizado.
Carter trata de no reírse pero puedo ver las comisuras de su boca elevarse.
—Otra cosa, ¿están atados de verdad? Es decir, es como una clase y todo, ¿no pueden salir con nadie más y eso? —inquiere la otra chica, Poppy, con el ceño fruncido.
Algo me dice que ella es de las que tiene problemas con manutención de abstinencia.
—No necesariamente, las reglas dicen que podemos salir con alguien más siempre y cuando el ‘esposo’ lo sepa porque podría ser tomado como ‘infidelidad’ —explico y le doy una corta pero significativa mirada a Harold.
Los rumores vuelan en la universidad y estoy segura de que ese fue verdad.
—En ese caso, ¿alguna de ustedes tiene novio?
Ambas negamos con la cabeza; Carter intimidada y de seguro recordando lo acontecido en la casa de Anne y yo incómoda con la mirada de Shawn. ¿Qué le ocurre?
—¿Hasta cuándo estarán aquí?
—Eh, dos días más —responde Carter.
Continúan hablando de cosas triviales y de vivencias que ha tenido el grupo aquí cuando estaban de vacaciones. Me pregunto dónde estará Edward metido.
—¿Qué tal si mañana les mostramos un poco del lugar, como ir en bici hacia el parque local?
—No sé montar —me quejo y recuerdo la cantidad de veces que traté de aprender en vano.
—Puedo enseñarte como —dice Shawn, sonriendo simpáticamente. — O puedes irte en una conmigo…
—¿Contigo? No, con mi suerte terminaríamos los dos comiendo asfalto —sacudo la cabeza y me acomodo en el sillón.
—Entonces amortiguaré tu caída —replica juguetón.
No sé por qué pero me río de su chiste malo. Supongo que es reír o babear.
—¿Y? ¿Qué dices?
Estoy riendo pero a punto de responder cuando siento mi cuerpo moverse de su lugar y yo no soy la que hace el movimiento. Frunzo el ceño y miro confundida a mí alrededor, cuando otra vez me sientan. Y ahí es cuando me doy cuenta de que Edward ha entrado a la habitación y se ha sentado en mi lugar. Y me ha sentado encima de él. Intento pararme pero sus brazos están cruzados en mi cintura.
—¿Estás loco? —me giro para mirarlo de frente.
—No, es solo que no hay más espacio donde sentarme —me dedica su sonrisa traviesa.
—Pues te sientas en el suelo, imbécil —siento mi entrecejo fruncirse más y trato de levantarme otra vez, pero él me jala con más fuerza.
—El suelo es muy incómodo. ¿Cuál es tu obsesión con tenerme incómodo, eh? Así fue…
—Cállate —lo interrumpo y ruedo los ojos, resignándome. — Me voy al suelo yo, entonces.
—No seas idiota.
—Estoy aprendiendo de ti —chasqueo la lengua y entrecierro los ojos en su dirección.
Capto como Carter desvía la mirada hacia Alexis y recuerdo sobre sus sentimientos y lo perturbador que debe ser esto para ella, por lo que trato de escapar con más ganas del regazo del idiota. Resulta siendo inútil. Realmente espero que sus sentimientos por Edward sean un simple amor platónico, aunque mi intuición diga lo contrario. No tengo otra alternativa más que cruzarme de brazos y quedarme quieta.
Al volver a ver a Shawn, sus lindos ojos no tienen aquel brillo de diversión de antes y me encuentro con que está mirando en mi dirección con el rostro serio. Desorientada, giro mi cabeza hacia Edward y encuentro una mirada repleta de jactancia mezclada con desafío, acompañado por un entrecejo fruncido.
Ehh… ¿Qué?
Estoy en el sillón comiendo un sándwich de mantequilla de maní y viendo la televisión junto a ella cuando la puerta de la casa se abre. Escucho a un grupo de gente entrando, a juzgar por las varias voces. Los pasos se acercaron y de pronto el grupete de gente entra a la sala de manera brusca. Salto en mi sitio, pero continúo comiendo al mismo tiempo que Carter observa de reojo a los recién llegados.
Hay dos chicas y dos chicos más los gemelos. Una de las chicas tiene bonito cabello rojo, lleva shorts y una blusa sin mangas de nirvana. La otra tiene el cabello negro, una camisa blanca que deja ver su ombligo y unos shorts negros. Y tiene un piercig en el ombligo. Uno de los chicos es un moreno con el cabello rapado y bastante musculatura. Y luego mis ojos se encontraron con unos azul eléctrico. Sin quererlo, detengo el sándwich antes de que llegue a mis labios y me permito observarlo detenidamente. Nariz fina, labios rosados y rellenos de una manera muy...provocadora. Su cabello es negro azabache y enrulado, lo que me dio unas increíbles ganas de tocarlo para confirmar si era tan suave como se veía. Y luego volví a sus ojos, topándome con que él seguía mirándome de una manera divertida. Y después guiña un ojo, una sonrisa apareciendo en su rostro. Es el mismo chico de la foto, reconozco.
Al instante, siento como mis orejas y una parte de mis mejillas se tornaron levemente rojas. Lo suficientemente rojas para que él lo notara. Avergonzada, desvío la mirada y le doy otro mordisco a mi sándwich.
Vaya que es lindo…
—Estas son Olivia y Carter —nos presenta Harry, entrando a la sala con un paquete de cervezas en mano. Se deja caer en uno de los sillones individuales después de posar las cervezas en la mesa en frente de la televisión.
—Hola damas, bienvenidas —el moreno nos sonríe y se sienta en el brazo del sillón de Harry después de tomar una cerveza. — Soy Joshua. Estos son Alexis, Poppy y Shawn —el resto del grupo se presenta y nos sonríe, y mis ojos sin querer se cruzan por más tiempo del necesario con los de Shawn.
—Entonces, nos contaron eso sobre la Universidad que les obligan hacer para pasar de año —espeta Alexis, la pelirroja, sentándose al otro lado de Carter. — ¿Cómo rayos se le puede ocurrir eso a una persona? Entiendo lo de los bebes de juguete… ¿pero esto?
—Hay rumores que dicen que es porque su esposo la dejó —interviene Harry, sonriendo con burla.
Ruedo los ojos irritada ante él.
—Igual, eso de obligarlos a convivir así ya es pasarse de la raya…aunque ustedes no se ven tan malas —eso nos hace sonreír un poco.
—Corrección: no se ven para nada mal —mis nervios crispan al escuchar la voz de Shawn por primera vez. Y lo culpo a él por ser tan hermoso.
—Tengo una pregunta para Carter —comenta Joshua y sus ojos brillan con curiosidad cuando ella dirige su atención a él. — Dime, linda, ¿Cómo es soportar a este ególatra? ¿No has tenido ganas de ahorcarlo o algo así? Porque yo las tengo todo el tiempo y ni siquiera tengo que convivir con él.
—¡Oye!
—¿Qué? Eres como pez globo, inflándote el ego siempre —se encoje de hombros de manera natural y eso es lo que finalmente hace que suelte una enorme carcajada, ganándome una mirada asesina por parte del rizado.
Carter trata de no reírse pero puedo ver las comisuras de su boca elevarse.
—Otra cosa, ¿están atados de verdad? Es decir, es como una clase y todo, ¿no pueden salir con nadie más y eso? —inquiere la otra chica, Poppy, con el ceño fruncido.
Algo me dice que ella es de las que tiene problemas con manutención de abstinencia.
—No necesariamente, las reglas dicen que podemos salir con alguien más siempre y cuando el ‘esposo’ lo sepa porque podría ser tomado como ‘infidelidad’ —explico y le doy una corta pero significativa mirada a Harold.
Los rumores vuelan en la universidad y estoy segura de que ese fue verdad.
—En ese caso, ¿alguna de ustedes tiene novio?
Ambas negamos con la cabeza; Carter intimidada y de seguro recordando lo acontecido en la casa de Anne y yo incómoda con la mirada de Shawn. ¿Qué le ocurre?
—¿Hasta cuándo estarán aquí?
—Eh, dos días más —responde Carter.
Continúan hablando de cosas triviales y de vivencias que ha tenido el grupo aquí cuando estaban de vacaciones. Me pregunto dónde estará Edward metido.
—¿Qué tal si mañana les mostramos un poco del lugar, como ir en bici hacia el parque local?
—No sé montar —me quejo y recuerdo la cantidad de veces que traté de aprender en vano.
—Puedo enseñarte como —dice Shawn, sonriendo simpáticamente. — O puedes irte en una conmigo…
—¿Contigo? No, con mi suerte terminaríamos los dos comiendo asfalto —sacudo la cabeza y me acomodo en el sillón.
—Entonces amortiguaré tu caída —replica juguetón.
No sé por qué pero me río de su chiste malo. Supongo que es reír o babear.
—¿Y? ¿Qué dices?
Estoy riendo pero a punto de responder cuando siento mi cuerpo moverse de su lugar y yo no soy la que hace el movimiento. Frunzo el ceño y miro confundida a mí alrededor, cuando otra vez me sientan. Y ahí es cuando me doy cuenta de que Edward ha entrado a la habitación y se ha sentado en mi lugar. Y me ha sentado encima de él. Intento pararme pero sus brazos están cruzados en mi cintura.
—¿Estás loco? —me giro para mirarlo de frente.
—No, es solo que no hay más espacio donde sentarme —me dedica su sonrisa traviesa.
—Pues te sientas en el suelo, imbécil —siento mi entrecejo fruncirse más y trato de levantarme otra vez, pero él me jala con más fuerza.
—El suelo es muy incómodo. ¿Cuál es tu obsesión con tenerme incómodo, eh? Así fue…
—Cállate —lo interrumpo y ruedo los ojos, resignándome. — Me voy al suelo yo, entonces.
—No seas idiota.
—Estoy aprendiendo de ti —chasqueo la lengua y entrecierro los ojos en su dirección.
Capto como Carter desvía la mirada hacia Alexis y recuerdo sobre sus sentimientos y lo perturbador que debe ser esto para ella, por lo que trato de escapar con más ganas del regazo del idiota. Resulta siendo inútil. Realmente espero que sus sentimientos por Edward sean un simple amor platónico, aunque mi intuición diga lo contrario. No tengo otra alternativa más que cruzarme de brazos y quedarme quieta.
Al volver a ver a Shawn, sus lindos ojos no tienen aquel brillo de diversión de antes y me encuentro con que está mirando en mi dirección con el rostro serio. Desorientada, giro mi cabeza hacia Edward y encuentro una mirada repleta de jactancia mezclada con desafío, acompañado por un entrecejo fruncido.
Ehh… ¿Qué?
- lean <3:
- Bien, ya he subido(?) espro que les guste perdon por no subir anoche, me dormi culpen a Jen
Sigue Dani las quiero <3
hange.
Re: A Match Made In a University | 1D
Emilyanoooooooooooooooooooooooooooooooooooou!!!
Bueh, desde ayer quería comentar tu cap
Ya te había dicho que me encantó. No sé, cara de rata(?) me hace reír demasiado es como toda una mojigata persinada de la rodilla ensangrentada
Y Edward que le quiere hacer cositas pero ella no se deja hacer nada porque es una obsesiva-compulsiva
YA! La diagnostiqué soy re buena
Sí, es obsesiva, solitaria y aislada no sé, me encantan ella y Edwardo(?), hacen una pareja bellísima y horrorosamente perfecta
Me encantó demasiado
No sé, espero que siga la Daqueen.(?) porque yo tengo muchísimo trabajo
Y bueh, eso. Sabes que mis comentarios no son tan largos pero están llenos de amors :(L):
Bye
Bueh, desde ayer quería comentar tu cap
Ya te había dicho que me encantó. No sé, cara de rata(?) me hace reír demasiado es como toda una mojigata persinada de la rodilla ensangrentada
Y Edward que le quiere hacer cositas pero ella no se deja hacer nada porque es una obsesiva-compulsiva
YA! La diagnostiqué soy re buena
Sí, es obsesiva, solitaria y aislada no sé, me encantan ella y Edwardo(?), hacen una pareja bellísima y horrorosamente perfecta
Me encantó demasiado
No sé, espero que siga la Daqueen.(?) porque yo tengo muchísimo trabajo
Y bueh, eso. Sabes que mis comentarios no son tan largos pero están llenos de amors :(L):
Bye
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Aleluya que por fin subiste, digo... pensé que no subirías (?), y en cuanto a tu capítulo...
YA DE DIGO, VOS ME QUERES MATAR ALGUN DÍA, EMILY es que ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy asdnakjsdaksjdnasjkdnasnjakdnas ya te mencione en fb las veces en que me exaltaba por algo que leía, wn y es que tu cap fue tan aksndaskjdnasndasdnj :aah: que lo amé demasiado ;_; pero ahí te va:
Amo a Olivia, aunque se exalte siempre por cada cosa que pase ;_; yyy la pelea con Anne fue tan sakdanjd bueno y la Gemma esa de verdad... creo que no habrá persona que me llegue a caer más mal que ese par de brujas superficiales, materialistas y con pocas neuronas... Y BRUJAS es que se pasaron de verdad :c yo también me hubiese puesto como Olivia si me dijeran alguna de esas cosas, y creanme, no pensaría en las consecuencias Luego Edward y su mal intento por tranquilizarla ¿que no ve que la chabona quiere botar toda la habitación para calmar su estado de enojo? Y Olivia sin querer dormir con él aksjdasjdnajdnsa ay dios JAJAJAJAJA XD. Luego la salida con la bruja madre y la alumna igual a ella que tiene Me enojaron ellas también con cada cosa que decían de las chicas: ¿QUÉ SE CREEN? yyy OMG AKSJDNAJDNASD CARTER ¿QUÉ PENSASTE AL DECIRLE QUE NO AL BOMBOM Y SUPER TIERNO DE JONAH? ESTAS RE MAL DE LA CABEZA, MUJER, APROVECHA QUE ÉL WN ESTÁ RE BUENO Y QUE SE PORTO RE BIEN Y BONITO CONTIGO es que no... con ésta mujer no podre yyy luego Harold y su escena de celos BIPOLAR ESO ES EL WN Y es que nadie logra entenderlo :ccc quiere a la Carty, pero su machismo puede más con él como para aceptarlo yyy luego OLIVIA SE DIO CUENTA DE LOS SENTIMIENTOS DE CARTER POR EL EDWARD adkjasdkasdjasdnsa
No sé, pero amo cuando Edward se pone de jodon con su gemelo JAJAJAJAJA, es genial el wacho y Harold con su cara de culo para no desesperarse y mandarlo a mierda
Yo intuí que el papa de los gemelos no sería malo :jum: es que por favor, las chicas no pueden tener tan mala suerte , pero ay kjansdkjad Des cayó bien sadkjasdjsa ;_; y lo que dijo de las chamacas :aah: yy harold actuando idiota como siempre Y la cara de enamorada que pone Carter cada vez que Edward habla ¿PORQUE LOS HOMBRES NUNCA SE DAN CUENTA? idiotas
Los hombres no pueden ser más inmaduros de verdad, o al menos los dos Styles no (?) TODO POR UNA CAMA, POR UNA HABITACIÓN AHORA OLIVIA DURMIÓ CON EDWARD Y OMG despertaron enrollados y abrazados :aah: aunque me reí la verdad con lo que dijo Edward de "Todos siempre vienen a mí" no podía xDDDDDDDDDDDDDDDDD
EDWARD LO QUE TRAMA ES QUE HAROLD ACEPTE QUE QUIERE A LA CARTY askjdasdn que malo es pero omg askdjnasj es que lo que también causará es que Carter se ilusione más con él
Y cuando llegan los amigos de los chicos:
Luego:
Pero...
Y luego las miradas de rivales entre el Shawn y Edward Que empiece la guerra pues
Amé tu cap, Ems akjsdnajdnajdasnj
pd. ¿CÓMO QUE SIGO YO?????????????
YA DE DIGO, VOS ME QUERES MATAR ALGUN DÍA, EMILY es que ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy asdnakjsdaksjdnasjkdnasnjakdnas ya te mencione en fb las veces en que me exaltaba por algo que leía, wn y es que tu cap fue tan aksndaskjdnasndasdnj :aah: que lo amé demasiado ;_; pero ahí te va:
Amo a Olivia, aunque se exalte siempre por cada cosa que pase ;_; yyy la pelea con Anne fue tan sakdanjd bueno y la Gemma esa de verdad... creo que no habrá persona que me llegue a caer más mal que ese par de brujas superficiales, materialistas y con pocas neuronas... Y BRUJAS es que se pasaron de verdad :c yo también me hubiese puesto como Olivia si me dijeran alguna de esas cosas, y creanme, no pensaría en las consecuencias Luego Edward y su mal intento por tranquilizarla ¿que no ve que la chabona quiere botar toda la habitación para calmar su estado de enojo? Y Olivia sin querer dormir con él aksjdasjdnajdnsa ay dios JAJAJAJAJA XD. Luego la salida con la bruja madre y la alumna igual a ella que tiene Me enojaron ellas también con cada cosa que decían de las chicas: ¿QUÉ SE CREEN? yyy OMG AKSJDNAJDNASD CARTER ¿QUÉ PENSASTE AL DECIRLE QUE NO AL BOMBOM Y SUPER TIERNO DE JONAH? ESTAS RE MAL DE LA CABEZA, MUJER, APROVECHA QUE ÉL WN ESTÁ RE BUENO Y QUE SE PORTO RE BIEN Y BONITO CONTIGO es que no... con ésta mujer no podre yyy luego Harold y su escena de celos BIPOLAR ESO ES EL WN Y es que nadie logra entenderlo :ccc quiere a la Carty, pero su machismo puede más con él como para aceptarlo yyy luego OLIVIA SE DIO CUENTA DE LOS SENTIMIENTOS DE CARTER POR EL EDWARD adkjasdkasdjasdnsa
No sé, pero amo cuando Edward se pone de jodon con su gemelo JAJAJAJAJA, es genial el wacho y Harold con su cara de culo para no desesperarse y mandarlo a mierda
Yo intuí que el papa de los gemelos no sería malo :jum: es que por favor, las chicas no pueden tener tan mala suerte , pero ay kjansdkjad Des cayó bien sadkjasdjsa ;_; y lo que dijo de las chamacas :aah: yy harold actuando idiota como siempre Y la cara de enamorada que pone Carter cada vez que Edward habla ¿PORQUE LOS HOMBRES NUNCA SE DAN CUENTA? idiotas
Los hombres no pueden ser más inmaduros de verdad, o al menos los dos Styles no (?) TODO POR UNA CAMA, POR UNA HABITACIÓN AHORA OLIVIA DURMIÓ CON EDWARD Y OMG despertaron enrollados y abrazados :aah: aunque me reí la verdad con lo que dijo Edward de "Todos siempre vienen a mí" no podía xDDDDDDDDDDDDDDDDD
EDWARD LO QUE TRAMA ES QUE HAROLD ACEPTE QUE QUIERE A LA CARTY askjdasdn que malo es pero omg askdjnasj es que lo que también causará es que Carter se ilusione más con él
Y cuando llegan los amigos de los chicos:
askjasdjnasdAl instante, siento como mis orejas y una parte de mis mejillas se tornaron levemente rojas. Lo suficientemente rojas para que él lo notara. Avergonzada, desvío la mirada y le doy otro mordisco a mi sándwich.
Vaya que es lindo…
Luego:
mis ojos sin querer se cruzan por más tiempo del necesario con los de Shawn.
Pero...
:aah: askjasdkjnasdjnasjnsa—Corrección: no se ven para nada mal —mis nervios crispan al escuchar la voz de Shawn por primera vez. Y lo culpo a él por ser tan hermoso.
No sé, pero Joshua me cayó re bien—¿Qué? Eres como pez globo, inflándote el ego siempre —se encoje de hombros de manera natural y eso es lo que finalmente hace que suelte una enorme carcajada, ganándome una mirada asesina por parte del rizado.
AJÁ, BUENA PREGUNTA pucha aksdnasndjas así o más "no quieren que sea yo uno" asdkjasdjnasda Carter animate con Jonah y Olivia animate con Shawn—En ese caso, ¿alguna de ustedes tiene novio?
Y luego las miradas de rivales entre el Shawn y Edward Que empiece la guerra pues
Amé tu cap, Ems akjsdnajdnajdasnj
pd. ¿CÓMO QUE SIGO YO?????????????
Atenea.
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Re: A Match Made In a University | 1D
AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA LOCO MORI CON SUS COMENTARIOS
eN SERIO chicas, muchas gracias <3 amo que les haya gustado :') me halagan :aah:
Jen, tienes razon, Olivia es una obsesiva *le sigh*
ANDY, aun me estoy riendo por tu comentario, mujer es qe amo tus reacciones xd No, sigue la Dani (intercambiamos turno(?)) y despues creo que vas tu :scratch:
eN SERIO chicas, muchas gracias <3 amo que les haya gustado :') me halagan :aah:
Jen, tienes razon, Olivia es una obsesiva *le sigh*
ANDY, aun me estoy riendo por tu comentario, mujer es qe amo tus reacciones xd No, sigue la Dani (intercambiamos turno(?)) y despues creo que vas tu :scratch:
hange.
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