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A Match Made In a University | 1D
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Re: A Match Made In a University | 1D
hija de shit
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Pasé de página!
Bueh, al rato que no tenga tanta flojera pondré a trabajar al hámster de mi cerebro
Bueh, al rato que no tenga tanta flojera pondré a trabajar al hámster de mi cerebro
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
:vibracionmodeo :vibracionmodeo :vibracionmodeo :vibracionmodeo
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Me gusto la nove, muy original la verdad, espero que la sigan, les mando un beso.
momo12
Re: A Match Made In a University | 1D
Ya estoy escribiendo
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Capitulo 13
Ciara Evans
Camino hacia el cuarto de baño con una toalla en mis manos, es tiempo de que el agua se lleve toda la ansiedad de mí. Antes de entrar echo un vistazo a Savah, al parecer las ampolletas inyectables han servido de mucha ayuda ya que la chica parece estar casi recuperada. Odio cuando padezco de algún resfriado, es tan jodido.
Pongo el seguro de la puerta y abro la llave del agua caliente para después mediarla con agua fría, suelto mi cabello, me desvisto y acto seguido entro a la ducha. Además de quitarme el estrés, el agua caliente me da buenas ideas y bueno, el estúpido marido de mi amiga me debe una muy grande, en primer lugar, me trató como una idiota y en segundo, ya no estoy para soportar tanta estupidez, ni siquiera le importó mi amiga cuando estaba tan enferma, además es un tarado.
Tomo el shampoo de Fresia que mamá me trajo desde mi amada Alemania y hago espuma en mi cabello, después tomo jabón con olor a fresas y lo froto sobre mis brazos, siento las fragancias tan parecidas entrar por mis fosas nasales y al instante es como si un foco se prendiese sobre mi cabeza ya que me ha llegado la mejor idea del mundo.
- Hueles bien – dice Savah desde la cama y me limito a enviarle un beso.
Me pongo el pijama y me acuesto sobre la cama.
- ¿Sabes? Edward me pidió que dejara en paz a cara de rata – comento cepillándome el cabello, al instante la mirada de mi amiga se dirige hacia mí con una expresión rara.
- Me lo pidió igual a mí hace tres días – mete la mano debajo de la almohada y de ahí toma una bolsa cuyo contenido son unas deliciosas pero hipercalóricas papas fritas.
- Le dije que se fuera mucho a ver si ya puso la marrana – mi amiga suelta una carcajada estruendosa, me limito a sonreír ampliamente.
- No sé – introduce su delgada mano a la bolsa ya abierta y toma un puño de papas para después comerlas todas.
- ¿Qué es lo que no sabes? – pregunto colocando el cepillo sobre la cama al igual que he dejado reposar mi mano en la misma.
- Olvídalo, quizá sólo empezó a darme un poco de temperatura. La película está por comenzar así que trae tu trasero hasta acá que necesito ayuda para terminarme las palomitas y la soda de manzana.
Para mí es inevitable que el aliento se me vaya cuando Savah habla de esa manera tan… seria, con respecto a cara de rata y Carty, no me imagino una vida sin alguien de quién reírme.
Me levanto de la cama y camino unos cuantos pasos hasta la otra, me siento a un lado de la morena y me recargo en la cabecera de su cama, la chica toma un bowl con palomitas y lo coloca sobre mis piernas, acto seguido otro se posa en las de ella, trago en seco al imaginarme todas las calorías que estamos por ingerir. Savah come demasiado.
Termino de colocarme delineador sobre las pestañas, acto seguido me aliso la falda de mi uniforme, Savah se vería tan bella en él pero se negó completamente a usarlo y vestir ropa deportiva en lo que su mente se preparaba para tanta tortura social. Espero a que Savah termine de prepararse para ir a clases, Marcie consintió que ella se quedase conmigo mientras estaba enferma pero ahora que se le ve mucho mejor tendrá que irse a su habitación, por consiguiente el idiota regresará y yo terminaré lanzándome por la ventana ya que es pues… un idiota. Sin embargo, la caída no dolería demasiado por ser tan sólo un metro de altura, quizá me encaje una espina en la aorta y muera desangrada, eso es preferible a seguir soportando las quejas del pobre y ardido nerd.
Tomo mi bolso y camino junto a Savah, noto que a lo lejos Jenny y Carty miran en nuestra dirección; la primera se voltea indiferente mientras la segunda sigue mirando hacia nosotras, vacila en dar un paso al frente pero se retracta y se voltea hacia su casillero.
Me despido de Savah y entro a mi primera clase.
Faltan tan sólo cinco minutos para el almuerzo y mis tripitas parecen pelear entre sí, observo el reloj una vez más y tan sólo han transcurrido siete segundos, esto es tan frustrante.
Observo a mi profesor hasta que la campana suena, guardo mis libros en mi bolso y salgo para caminar a grandes zancadas hasta la cafetería y tomar una charola de ensalada con pollo. Adelante Savah levanta su brazo para que me acerque a ella, como siempre agradezco a Dios por tener una amiga a la que le importa un carajo la universidad y sale antes de clase para tener un buen lugar en la fila. Camino hasta ella recibiendo una que otra mala mirada pero, no es mi culpa que sean unos solitarios amargados sin amigos que se salen antes de clase para estar al frente en la fila.
- Gracias por guardarme lugar… otra vez – la abrazo y ella me corresponde.
- Gracias por cuidar de una jodida enferma – finge limpiar una lágrima y se toma del pecho.
- Es lo menos que puedo hacer, entrarás a la escuadra y salvarás mi trasero – la chica suelta una carcajada.
- No será algo permanente – toma una charola y me pasa una a mí.
- Como digas.
Avanzamos y llenamos la bandeja con comida saludable y de buen sabor. Caminamos en dirección a la mesa en la que el infierno espera, ahí ya están casi todos, resoplo al ver a Liam y Zayn platicando como dos viejas de mercado, el moreno se ve tan feliz, cosa que terminará en unas cuantas horas. Sacudo la cabeza para despejar mi mente y finjo una sonrisa – algo que no se le da muy bien a Savah –, cuando llego hasta la mesa planto un beso en la mejilla de Harry mientras le clavo la mirada a Carty pero ella está tan concentrada en su sándwich que al parecer no lo notó, da igual.
Tomo lugar frente a Liam y a un lado de Harold, el grupito de nerds platica entre si mientras los demás nos limitamos a desayunar, veo a unos cuantos metros a mi rubio favorito después de papá. Se trata de Niall, el chico camina como si fuese la última Coca-Cola del mundo cosa que me hace reír, cuando llega besa mi frente, la de Savah y mira mal a Jenny, la chica tan sólo revolotea los ojos totalmente fastidiada.
- ¿Harry? – el chico posa su mirada sobre mí.
- ¿Sí? – toma su lata de refresco y da un sorbo de éste.
- Necesito que me ayudes con algo – hablo más despacio para que los nerdos no puedan escucharme.
- Lo que sea, sólo pídelo – su sonrisa traviesa me hace sonreír a mí también.
- No ha llegado Savah – se queja una tonta.
- Podrías estirar por mientras – me sobo las sienes para que estas estúpidas no me saquen de quicio.
Estamos frente a las gradas haciendo ejercicios de estiramiento, miro a unos cuantos metros a los chicos de fútbol americano y Harry me guiña el ojo así que le respondo igual, esta es la señal para que todo el juego comience.
- ¡Así no se hace, Jeff! – lo escucho regañar al castaño y de inmediato mi corazón comienza a latir más fuerte por la adrenalina que comienza a recorrerme el cuerpo.
- Entonces dime cómo lo hago, genio – se queja el castaño de ojos azules con enojo.
- Déjame pensar cómo tu cerebro diminuto debería hacer esto – se pone la mano en la barbilla y finge pensar, no es como si el cerebro de Harry fuera más grande que el de Jeffrey. Gira sus talones y me encuentra con la mirada, observo a los demás imbéciles y hacen lo mismo que él, debo admitir que a pesar de que Harold es un bobo, es buen actor – ¡Ciara! – me apunta y finjo sorpresa cuando lo volteo a ver – Ven aquí, panquecito de miel.
Me hago la que no sabe nada y empiezo a caminar a pasos pequeños hasta llegar frente a él, antes me aseguro de que todos con él y mis chicas estén viendo. Suspiro y sonrío al castaño.
- Ciara nos ayudará a explicarte, bobo – le dice al chico.
- ¿Ciara? Ella no puede, es una chica – se cruza de brazos.
- Es más fuerte que tú, además eres un idiota – le resta importancia con la mano y se gira hacia mí – Bien, Ciara, no es muy difícil lo que debes hacer. Tan sólo debes parar a Zayn, ¿entendido?
- Bien – asiento y me cruzo de brazos.
- No jugaré con una niñita – se queja el moreno frunciendo el entrecejo.
- ¿Qué? ¿Qué hay de malo con la niñita? – levanto la ceja – Quizá sólo tienes miedo de que la niñita te pateé el trasero.
- Eres una chica y no quiero lastimarte – entrecierra los ojos. Vaya, no quiere lastimarme, como si a él le importara algo así, es un imbécil.
- Y tú eres un gallina – guiño un ojo y el moreno revolotea los ojos cuando los demás se burlan.
- Para esto, Ciara – interviene Liam – Sé lo que intentas hacer, deberías ir a tu práctica en lugar de creerte la fuerte, tan sólo saldrás lastimada. Yo tomaré el lugar de Jeffrey, Harry.
- Vamos, ¿por qué tanta desconfianza de mi rubia? – genial, ahora esto se está volviendo estúpido.
- ¿Tu rubia? – pregunta Liam, revoleo los ojos e intervengo antes de que esto se vuelva algo más ridículo de lo que ya lo es.
- ¡Basta! Tomen sus posiciones y déjense de idioteces – me coloco en mi lugar y le clavo la mirada al moreno.
Suelto un suspiro y me giro para observar cómo Jeff mira todo a regañadientes, me volteo una vez más y espero a que Harold de la indicación. Canalizo mi ira y cuando Josh pasa el balón a Harry me lanzo con todas mis fuerzas al marido idiota de mi mujer tirándolo hostilmente al piso.
El chico me mira totalmente desconcertado porque, no es propio de una chica como yo hacer cosas tan estúpidas como esta pero, él se burló de mí y le advertí que le costaría caro y bueno, no hay nada mejor como humillar a tu rival frente a sus amigos y por qué no, frente a mis chicas, creerán que es un maricón.
- Me las debías – susurro antes de levantarme, transformo totalmente mi mirada a una inocente – ¿Lo hice bien, Harry?
- Lo hiciste perfecto, Ciara – el chico ríe a carcajadas al igual que sus amigos y yo me siento tan… libre.
Camino hasta Harold y lo abrazo, Malik sigue en el piso, si yo fuera él hundiría la cabeza en la tierra tal y como hacen los ñandús de la vergüenza. Echo un vistazo a Liam quien me mira desaprobatoriamente, sabe que él se lo buscó. Le miro de arriba hacia abajo y le hago un gesto de asco, acto seguido le agradezco a Harold y a brinquitos regreso con las animadoras.
- Es un mariquita – ríe una de las chicas. Llego con ella y choco los cinco acompañando su risa.
- Eso no es ni la milésima parte de lo que le haré yo – susurra Savah en mi oreja.
- Quiero presenciar eso – suelta una risita para después beber un poco de su soda.
- Por cierto, una de tus robots se fue hace como cinco minutos a la fuente de sodas, no dudo que la zorra esté acostándose con algún idiota – levanta la ceja – Creo que su nombre es Melanie – se encoje de hombros.
- Bien, traeré a esa zorra a rastras. Les advertí que no se fueran a estas estúpidas, ¡¿qué nadie puede atacar una puta orden?! – les grito a las demás, esta zorra llamada Melanie me ha sacado de mis casillas.
- Tranquila, tampoco es para que vayas por ahí maldiciendo a todo el mundo. Recuerda que alguien como tú debe ser educada y utilizar el lenguaje de la realeza – dice burlona la morena.
- A la mierda los modales, voy por la zorra.
Camino a grandes zancadas dejando a Savah carcajeando. Odio que no obedezcan mis órdenes, ¿acaso son sordas? No, no son sordas, son estúpidas. Continúo mi paso observando bien el lugar pero lo único que puedo ver son alumnos que no alcanzan ni el primer peldaño en la escala de popularidad aquí. Giro por un pasillo y sin éxito sigo mi camino.
- ¡Eres una estúpida! – esa voz chillona es la voz de la zorra – ¡Me tiraste todo el refresco encima! – acelero el paso hasta llegar al pasillo donde se encuentra la idiota, frente a ella Carty sostiene una lata de soda, puedo ver que el labio inferior le tiembla al igual que su mano en la que sostiene una lata de Coca-Cola y sus ojos están cristalizados. Debo admitir que no es gracioso el verla así, al menos no cuando yo no lo provoco.
- Lo siento, no fue mi intención… – intenta disculparse pero los gritos de Melzorra la hacen callar.
- ¡¿Qué demonios estás haciendo aquí?! – levanto la voz para que la alcance a escuchar ya que sus gritos parecieran escucharse hasta China. Melanie me mira sorprendida, seguro la estúpida creía que seguía haciendo mi papel de jugadora de futbol americano.
- Yo… vine por… una soda – se excusa.
- Yo te veo gritándole a Carty – me cruzo de brazos – No veo ninguna maldita soda en tu mano.
- Es que ella vació sobre mí su refresco antes de que yo pudiera llegar a la máquina – entrecierra los ojos y mira de mal modo a la pequeña nerd frente a nosotras.
- Ah, mira que mal. ¡Carty es muy mala! – grito con todo el sarcasmo que puedo.
- Ella es una idiota – solloza.
- ¡La única idiota aquí eres tú! No puedes atacar una maldita orden, vienes “por una soda” – hago las comillas en el aire – Cuando todos sabemos que no eres más que una zorra en busca de un idiota y si no estás en cinco minutos en el campo estirando te dejaré fuera de la escuadra.
- ¡Tú no puedes hacer eso! – chilla.
- ¡Oh, sí! Claro que puedo y no creo que es algo que quieras ver, así que lleva tu maldito trasero al jodido campo – sentencio y la chica revolotea los ojos irritada – Pero antes – así es, no me agrada en lo absoluto – Vas a disculparte con Carty.
- ¿Por qué? Ella es una tonta, mira lo que me hizo – señala su blusa empapada del líquido obscuro.
- Dije que vas a disculparte con Carty – entrecierro los ojos y ella me reta con la mirada – A la una… a las dos – la chica traga en seco, como tragándose su orgullo y yo no puedo estar más feliz de esto – Y a las…
- ¡Está bien!
- Pues adelante – me cruzo de brazos. Melanie mira de pies a cabeza a Carty y acto seguido vuelve a revolotear los ojos.
- Yo… lo siento – dice en voz baja.
- No escuché una mierda, ¿escuchaste tú? – pregunto a Carty quien parece tener miedo hasta del aire, la chica por un momento pensó en asentir pero mi mirada le advirtió que no lo hiciera así que mira a Melanie y niega con la cabeza – Dilo fuerte.
- ¡Bien! ¡Lo siento, no quise gritarte, yo tuve la culpa de que me mojaras! – dice exasperada.
- Espera, lo que en realidad quisiste decir es: yo tuve la culpa porque soy una zorra que no puede obedecer órdenes – corrijo y la chica hace una mueca – Anda, dilo – exijo.
- Lo siento, yo tuve la culpa de que me mojaras porque soy una zorra que no puede obedecer órdenes – dice a regañadientes con la voz quebrada, eso se gana por idiota.
- Genial, eso sí lo escuché. Carty, gracias por empapar a esta estúpida – le sonrío con hipocresía y camino hacia el campo de futbol americano seguida de Melanie.
- Lo que hiciste fue desagradable – dice Liam desde su cama mientras lee su estúpido libro.
- No puedo tomar en serio nada de lo que me dices con tus lentes de nerd – revoleo los ojos y continúo pintándome las uñas. El chico me mira y se quita los lentes antes de seguir hablando.
- Eres tan desagradable – niega la cabeza – No entiendo cómo puedes ser así.
- Muchos piensan lo contrario, ¿sabes? – le sonrío con cinismo.
- No me refiero a eso – revolea los ojos – No niego que eres una chica muy bonita pero, tu actitud es horrible. Crees que todos estamos por debajo de ti y ya es tiempo de que te vayas dando cuenta de la realidad.
- La realidad aquí, amigo, es que eres un imbécil que se cree mi padre, no eres nadie para decirme lo que debo hacer – contesto cortante.
- Es imposible razonar contigo – mira su reloj – Es hora de ir con Stella así que vámonos de una vez, no quiero llegar tarde.
Resoplo con frustración, Marcie cambió la hora de nuestra terapia de pareja para que yo no me excuse con la práctica de porristas y no ir. Me levanto a regañadientes y sigo al castaño, en el camino saluda como a cien personas mientras yo camino rígida y sin ver a nadie, a veces me pregunto qué se siente el tener cientos de amigos que se preocupan por ti, sin embargo, recuerdo que tengo a Savah y dejo de pensar en cosas estúpidas, no es como si necesitara a un ejército completo, sobra y basta con mi morena de fuego.
No me doy cuenta cuando llegamos a la oficina – la cual también es un consultorio –, Liam toca tres veces y de inmediato la mujer abre la puerta recibiéndonos con una sonrisa verdaderamente amplia.
- Hola, chicos – saluda la mujer
- Hola, Stella – Liam le da un pequeño abrazo y yo me limito a cruzarme de brazos.
- ¿Qué hay? – saludo fastidiando a mi estúpido marido. Entramos y tomamos lugar en un sillón frente a ella.
- Bien, chicos, ¿qué tal su trabajo? – pregunta con emoción.
- Genial.
- Lo odio – decimos Liam y yo al mismo tiempo.
- ¿Qué pasa? Parece como si ustedes dos no estuvieran en sincronía el uno con el otro.
- ¿Te parece eso, Stella? – digo con ironía.
- ¿Qué es lo que pasa aquí? – se acomoda en su silla.
- Lo mismo de siempre – contesta el castaño recargando su cabeza en ambas manos.
- ¿No habíamos quedado en algo, Ciara? – pregunta cruzando una pierna sobre la otra.
- No puedo. No puedo hacer lo que me dijiste, por más que intento me es imposible.
- ¿Por qué te es imposible?
- No soporto a Liam, su simple presencia me fastidia, no me agrada y no lo quiero cerca de mí ni hoy ni nunca – Stella me mira entrecerrando los ojos, después su mirada pasa de Liam a mí. Por el rabillo del ojo observo al chico y su expresión es muy seria, como si lo que yo dije le hubiese dolido, pues que bien porque eso es lo que quería.
Lo que restó de la hora me la pasé escuchándolos hablar, me limité a contestar una que otra pregunta y a beber de la Coca-Cola que Stella me ofreció. Cuando por fin terminó la estúpida terapia salí lo más pronto posible de ahí, me irrita todo este asunto de la idea loca de Marcie, la odio a la tipa esa y me alegra que su marido se haya divorciado de la lunática.
Camino a grandes zancadas hasta llegar a mi habitación, tomo mi pijama y ropa interior para meterme a la ducha.
- Oye – escucho la voz de Liam y me detengo sin encararlo – Jamás seré lo suficientemente bueno para ti, ¿cierto?
Su voz está muy seria, juraba que me estaría jodiendo en este momento por mi comportamiento, sin embargo, es todo lo contrario.
- Ni hoy ni nunca – contesto y acto seguido entro al cuarto de baño.
Giro la llave del agua y ésta comienza a caer, siento una opresión en el pecho pero no me retracto de lo que dije, me desvisto y entro a la ducha esperando que cualquier pensamiento que quiera carcomerme la consciencia se vaya.
Me encuentro sentada en un campo de flores mientras a lo lejos veo a Skandar Keynes saludarme, esto es increíble. Sin embargo, puedo escuchar ruido a lo lejos…
- ¡Despierta! – me gritan en la oreja atrayéndome de mi bello sueño.
Después del brinco que di por el grito, me tomo el pecho por el susto que me he llevado, mi pecho sube y baja como loco debido al grito de Liam. Ayer parecía tan maduro y hoy parece un niñito escuchando música a todo volumen.
- Llegarás tarde a clase, maridita – me dice con cinismo y de inmediato busco mi celular para ver la hora.
- ¿Dónde rayos está mi celular? – pregunto intentando reprimir la ira.
- ¡Oh! La canción que tienes para el despertador es horrible así que lo apagué en cuanto sonó y lo guardé en uno de tus cajones para que no jodiera – dice encogiéndose de hombros.
- ¡Eres un imbécil! – me levanto de un salto para matarlo y el idiota sale corriendo de la habitación.
Abro todos los cajones del closet hasta llegar al último, ahí está mi celular, veo la hora y suelto un gritito, básicamente tengo como un minuto y medio para llegar a clase por lo que me visto lo más rápido que puedo e intento maquillarme y peinarme bien, me tomo un poco de tiempo, de cualquier modo llegaré tarde y cinco minutos más no harán la gran diferencia.
Cuando estoy lista salgo corriendo hasta el aula de literatura, es la única clase que comparto con Savah y la tercera que comparto con Liam.
Suspiro antes de tocar la puerta, el profesor la abre de inmediato y me mira con la ceja levantada.
- ¿Puedo pasar? – pregunto aferrando las manos a mi falda. El profesor entrecierra los ojos y se humedece los labios antes de contestar.
- Pasa, Ciara – su voz es como la de un sexy ángel.
Savah me mira confundida pero lo único que atino a hacer es enviarle una mirada envenenada a Liam y tomar asiento junto a mi amiga.
Cuando por fin suena la campana del almuerzo salgo del aula al último y sin prisa, mis ánimos hoy no son tan buenos como días anteriores, seguro que me quedaré viuda porque voy a asesinar al imbécil.
Camino directo a la mesa, ni siquiera tengo hambre, sin embargo, Savahtine tomó doble porción hoy, no sé qué haría sin esta mujer. Me siento a su lado – en medio de ella y Harold – y la chica coloca frente a mí el almuerzo.
- No tengo hambre, Savah – digo sin mirarla.
- No te pregunté así que traga – coloca el tenedor en mi mano y me limito a obedecer.
No pasan ni tres minutos cuando escucho las risas de Niall y Harry, miro al frente y observo a Zayn con Liam, seguro se burlan del moreno todavía porque su expresión de fastidio es épica, sin embargo, la mirada de Liam es más fría de lo común hacia mí, no es como si me preocupara de todos modos.
- Ciara – una voz casi inaudible llama mi atención – Yo… gracias por…
- Ni lo menciones – digo cortante, terminando con lo que Carty comenzaba a decir. La castaña asiente sumisa y sigue con su desayuno.
Sin decir nada más, tomo un bocado e intento dejar toda frustración de lado, me espera un año lleno de purita mierda y debo aprender a manejar esta jodida situación por más que lo odie.
Pongo el seguro de la puerta y abro la llave del agua caliente para después mediarla con agua fría, suelto mi cabello, me desvisto y acto seguido entro a la ducha. Además de quitarme el estrés, el agua caliente me da buenas ideas y bueno, el estúpido marido de mi amiga me debe una muy grande, en primer lugar, me trató como una idiota y en segundo, ya no estoy para soportar tanta estupidez, ni siquiera le importó mi amiga cuando estaba tan enferma, además es un tarado.
Tomo el shampoo de Fresia que mamá me trajo desde mi amada Alemania y hago espuma en mi cabello, después tomo jabón con olor a fresas y lo froto sobre mis brazos, siento las fragancias tan parecidas entrar por mis fosas nasales y al instante es como si un foco se prendiese sobre mi cabeza ya que me ha llegado la mejor idea del mundo.
- Hueles bien – dice Savah desde la cama y me limito a enviarle un beso.
Me pongo el pijama y me acuesto sobre la cama.
- ¿Sabes? Edward me pidió que dejara en paz a cara de rata – comento cepillándome el cabello, al instante la mirada de mi amiga se dirige hacia mí con una expresión rara.
- Me lo pidió igual a mí hace tres días – mete la mano debajo de la almohada y de ahí toma una bolsa cuyo contenido son unas deliciosas pero hipercalóricas papas fritas.
- Le dije que se fuera mucho a ver si ya puso la marrana – mi amiga suelta una carcajada estruendosa, me limito a sonreír ampliamente.
- No sé – introduce su delgada mano a la bolsa ya abierta y toma un puño de papas para después comerlas todas.
- ¿Qué es lo que no sabes? – pregunto colocando el cepillo sobre la cama al igual que he dejado reposar mi mano en la misma.
- Olvídalo, quizá sólo empezó a darme un poco de temperatura. La película está por comenzar así que trae tu trasero hasta acá que necesito ayuda para terminarme las palomitas y la soda de manzana.
Para mí es inevitable que el aliento se me vaya cuando Savah habla de esa manera tan… seria, con respecto a cara de rata y Carty, no me imagino una vida sin alguien de quién reírme.
Me levanto de la cama y camino unos cuantos pasos hasta la otra, me siento a un lado de la morena y me recargo en la cabecera de su cama, la chica toma un bowl con palomitas y lo coloca sobre mis piernas, acto seguido otro se posa en las de ella, trago en seco al imaginarme todas las calorías que estamos por ingerir. Savah come demasiado.
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Termino de colocarme delineador sobre las pestañas, acto seguido me aliso la falda de mi uniforme, Savah se vería tan bella en él pero se negó completamente a usarlo y vestir ropa deportiva en lo que su mente se preparaba para tanta tortura social. Espero a que Savah termine de prepararse para ir a clases, Marcie consintió que ella se quedase conmigo mientras estaba enferma pero ahora que se le ve mucho mejor tendrá que irse a su habitación, por consiguiente el idiota regresará y yo terminaré lanzándome por la ventana ya que es pues… un idiota. Sin embargo, la caída no dolería demasiado por ser tan sólo un metro de altura, quizá me encaje una espina en la aorta y muera desangrada, eso es preferible a seguir soportando las quejas del pobre y ardido nerd.
Tomo mi bolso y camino junto a Savah, noto que a lo lejos Jenny y Carty miran en nuestra dirección; la primera se voltea indiferente mientras la segunda sigue mirando hacia nosotras, vacila en dar un paso al frente pero se retracta y se voltea hacia su casillero.
Me despido de Savah y entro a mi primera clase.
Faltan tan sólo cinco minutos para el almuerzo y mis tripitas parecen pelear entre sí, observo el reloj una vez más y tan sólo han transcurrido siete segundos, esto es tan frustrante.
Observo a mi profesor hasta que la campana suena, guardo mis libros en mi bolso y salgo para caminar a grandes zancadas hasta la cafetería y tomar una charola de ensalada con pollo. Adelante Savah levanta su brazo para que me acerque a ella, como siempre agradezco a Dios por tener una amiga a la que le importa un carajo la universidad y sale antes de clase para tener un buen lugar en la fila. Camino hasta ella recibiendo una que otra mala mirada pero, no es mi culpa que sean unos solitarios amargados sin amigos que se salen antes de clase para estar al frente en la fila.
- Gracias por guardarme lugar… otra vez – la abrazo y ella me corresponde.
- Gracias por cuidar de una jodida enferma – finge limpiar una lágrima y se toma del pecho.
- Es lo menos que puedo hacer, entrarás a la escuadra y salvarás mi trasero – la chica suelta una carcajada.
- No será algo permanente – toma una charola y me pasa una a mí.
- Como digas.
Avanzamos y llenamos la bandeja con comida saludable y de buen sabor. Caminamos en dirección a la mesa en la que el infierno espera, ahí ya están casi todos, resoplo al ver a Liam y Zayn platicando como dos viejas de mercado, el moreno se ve tan feliz, cosa que terminará en unas cuantas horas. Sacudo la cabeza para despejar mi mente y finjo una sonrisa – algo que no se le da muy bien a Savah –, cuando llego hasta la mesa planto un beso en la mejilla de Harry mientras le clavo la mirada a Carty pero ella está tan concentrada en su sándwich que al parecer no lo notó, da igual.
Tomo lugar frente a Liam y a un lado de Harold, el grupito de nerds platica entre si mientras los demás nos limitamos a desayunar, veo a unos cuantos metros a mi rubio favorito después de papá. Se trata de Niall, el chico camina como si fuese la última Coca-Cola del mundo cosa que me hace reír, cuando llega besa mi frente, la de Savah y mira mal a Jenny, la chica tan sólo revolotea los ojos totalmente fastidiada.
- ¿Harry? – el chico posa su mirada sobre mí.
- ¿Sí? – toma su lata de refresco y da un sorbo de éste.
- Necesito que me ayudes con algo – hablo más despacio para que los nerdos no puedan escucharme.
- Lo que sea, sólo pídelo – su sonrisa traviesa me hace sonreír a mí también.
* * *
- No ha llegado Savah – se queja una tonta.
- Podrías estirar por mientras – me sobo las sienes para que estas estúpidas no me saquen de quicio.
Estamos frente a las gradas haciendo ejercicios de estiramiento, miro a unos cuantos metros a los chicos de fútbol americano y Harry me guiña el ojo así que le respondo igual, esta es la señal para que todo el juego comience.
- ¡Así no se hace, Jeff! – lo escucho regañar al castaño y de inmediato mi corazón comienza a latir más fuerte por la adrenalina que comienza a recorrerme el cuerpo.
- Entonces dime cómo lo hago, genio – se queja el castaño de ojos azules con enojo.
- Déjame pensar cómo tu cerebro diminuto debería hacer esto – se pone la mano en la barbilla y finge pensar, no es como si el cerebro de Harry fuera más grande que el de Jeffrey. Gira sus talones y me encuentra con la mirada, observo a los demás imbéciles y hacen lo mismo que él, debo admitir que a pesar de que Harold es un bobo, es buen actor – ¡Ciara! – me apunta y finjo sorpresa cuando lo volteo a ver – Ven aquí, panquecito de miel.
Me hago la que no sabe nada y empiezo a caminar a pasos pequeños hasta llegar frente a él, antes me aseguro de que todos con él y mis chicas estén viendo. Suspiro y sonrío al castaño.
- Ciara nos ayudará a explicarte, bobo – le dice al chico.
- ¿Ciara? Ella no puede, es una chica – se cruza de brazos.
- Es más fuerte que tú, además eres un idiota – le resta importancia con la mano y se gira hacia mí – Bien, Ciara, no es muy difícil lo que debes hacer. Tan sólo debes parar a Zayn, ¿entendido?
- Bien – asiento y me cruzo de brazos.
- No jugaré con una niñita – se queja el moreno frunciendo el entrecejo.
- ¿Qué? ¿Qué hay de malo con la niñita? – levanto la ceja – Quizá sólo tienes miedo de que la niñita te pateé el trasero.
- Eres una chica y no quiero lastimarte – entrecierra los ojos. Vaya, no quiere lastimarme, como si a él le importara algo así, es un imbécil.
- Y tú eres un gallina – guiño un ojo y el moreno revolotea los ojos cuando los demás se burlan.
- Para esto, Ciara – interviene Liam – Sé lo que intentas hacer, deberías ir a tu práctica en lugar de creerte la fuerte, tan sólo saldrás lastimada. Yo tomaré el lugar de Jeffrey, Harry.
- Vamos, ¿por qué tanta desconfianza de mi rubia? – genial, ahora esto se está volviendo estúpido.
- ¿Tu rubia? – pregunta Liam, revoleo los ojos e intervengo antes de que esto se vuelva algo más ridículo de lo que ya lo es.
- ¡Basta! Tomen sus posiciones y déjense de idioteces – me coloco en mi lugar y le clavo la mirada al moreno.
Suelto un suspiro y me giro para observar cómo Jeff mira todo a regañadientes, me volteo una vez más y espero a que Harold de la indicación. Canalizo mi ira y cuando Josh pasa el balón a Harry me lanzo con todas mis fuerzas al marido idiota de mi mujer tirándolo hostilmente al piso.
El chico me mira totalmente desconcertado porque, no es propio de una chica como yo hacer cosas tan estúpidas como esta pero, él se burló de mí y le advertí que le costaría caro y bueno, no hay nada mejor como humillar a tu rival frente a sus amigos y por qué no, frente a mis chicas, creerán que es un maricón.
- Me las debías – susurro antes de levantarme, transformo totalmente mi mirada a una inocente – ¿Lo hice bien, Harry?
- Lo hiciste perfecto, Ciara – el chico ríe a carcajadas al igual que sus amigos y yo me siento tan… libre.
Camino hasta Harold y lo abrazo, Malik sigue en el piso, si yo fuera él hundiría la cabeza en la tierra tal y como hacen los ñandús de la vergüenza. Echo un vistazo a Liam quien me mira desaprobatoriamente, sabe que él se lo buscó. Le miro de arriba hacia abajo y le hago un gesto de asco, acto seguido le agradezco a Harold y a brinquitos regreso con las animadoras.
- Es un mariquita – ríe una de las chicas. Llego con ella y choco los cinco acompañando su risa.
- Eso no es ni la milésima parte de lo que le haré yo – susurra Savah en mi oreja.
- Quiero presenciar eso – suelta una risita para después beber un poco de su soda.
- Por cierto, una de tus robots se fue hace como cinco minutos a la fuente de sodas, no dudo que la zorra esté acostándose con algún idiota – levanta la ceja – Creo que su nombre es Melanie – se encoje de hombros.
- Bien, traeré a esa zorra a rastras. Les advertí que no se fueran a estas estúpidas, ¡¿qué nadie puede atacar una puta orden?! – les grito a las demás, esta zorra llamada Melanie me ha sacado de mis casillas.
- Tranquila, tampoco es para que vayas por ahí maldiciendo a todo el mundo. Recuerda que alguien como tú debe ser educada y utilizar el lenguaje de la realeza – dice burlona la morena.
- A la mierda los modales, voy por la zorra.
Camino a grandes zancadas dejando a Savah carcajeando. Odio que no obedezcan mis órdenes, ¿acaso son sordas? No, no son sordas, son estúpidas. Continúo mi paso observando bien el lugar pero lo único que puedo ver son alumnos que no alcanzan ni el primer peldaño en la escala de popularidad aquí. Giro por un pasillo y sin éxito sigo mi camino.
- ¡Eres una estúpida! – esa voz chillona es la voz de la zorra – ¡Me tiraste todo el refresco encima! – acelero el paso hasta llegar al pasillo donde se encuentra la idiota, frente a ella Carty sostiene una lata de soda, puedo ver que el labio inferior le tiembla al igual que su mano en la que sostiene una lata de Coca-Cola y sus ojos están cristalizados. Debo admitir que no es gracioso el verla así, al menos no cuando yo no lo provoco.
- Lo siento, no fue mi intención… – intenta disculparse pero los gritos de Melzorra la hacen callar.
- ¡¿Qué demonios estás haciendo aquí?! – levanto la voz para que la alcance a escuchar ya que sus gritos parecieran escucharse hasta China. Melanie me mira sorprendida, seguro la estúpida creía que seguía haciendo mi papel de jugadora de futbol americano.
- Yo… vine por… una soda – se excusa.
- Yo te veo gritándole a Carty – me cruzo de brazos – No veo ninguna maldita soda en tu mano.
- Es que ella vació sobre mí su refresco antes de que yo pudiera llegar a la máquina – entrecierra los ojos y mira de mal modo a la pequeña nerd frente a nosotras.
- Ah, mira que mal. ¡Carty es muy mala! – grito con todo el sarcasmo que puedo.
- Ella es una idiota – solloza.
- ¡La única idiota aquí eres tú! No puedes atacar una maldita orden, vienes “por una soda” – hago las comillas en el aire – Cuando todos sabemos que no eres más que una zorra en busca de un idiota y si no estás en cinco minutos en el campo estirando te dejaré fuera de la escuadra.
- ¡Tú no puedes hacer eso! – chilla.
- ¡Oh, sí! Claro que puedo y no creo que es algo que quieras ver, así que lleva tu maldito trasero al jodido campo – sentencio y la chica revolotea los ojos irritada – Pero antes – así es, no me agrada en lo absoluto – Vas a disculparte con Carty.
- ¿Por qué? Ella es una tonta, mira lo que me hizo – señala su blusa empapada del líquido obscuro.
- Dije que vas a disculparte con Carty – entrecierro los ojos y ella me reta con la mirada – A la una… a las dos – la chica traga en seco, como tragándose su orgullo y yo no puedo estar más feliz de esto – Y a las…
- ¡Está bien!
- Pues adelante – me cruzo de brazos. Melanie mira de pies a cabeza a Carty y acto seguido vuelve a revolotear los ojos.
- Yo… lo siento – dice en voz baja.
- No escuché una mierda, ¿escuchaste tú? – pregunto a Carty quien parece tener miedo hasta del aire, la chica por un momento pensó en asentir pero mi mirada le advirtió que no lo hiciera así que mira a Melanie y niega con la cabeza – Dilo fuerte.
- ¡Bien! ¡Lo siento, no quise gritarte, yo tuve la culpa de que me mojaras! – dice exasperada.
- Espera, lo que en realidad quisiste decir es: yo tuve la culpa porque soy una zorra que no puede obedecer órdenes – corrijo y la chica hace una mueca – Anda, dilo – exijo.
- Lo siento, yo tuve la culpa de que me mojaras porque soy una zorra que no puede obedecer órdenes – dice a regañadientes con la voz quebrada, eso se gana por idiota.
- Genial, eso sí lo escuché. Carty, gracias por empapar a esta estúpida – le sonrío con hipocresía y camino hacia el campo de futbol americano seguida de Melanie.
* * *
- Lo que hiciste fue desagradable – dice Liam desde su cama mientras lee su estúpido libro.
- No puedo tomar en serio nada de lo que me dices con tus lentes de nerd – revoleo los ojos y continúo pintándome las uñas. El chico me mira y se quita los lentes antes de seguir hablando.
- Eres tan desagradable – niega la cabeza – No entiendo cómo puedes ser así.
- Muchos piensan lo contrario, ¿sabes? – le sonrío con cinismo.
- No me refiero a eso – revolea los ojos – No niego que eres una chica muy bonita pero, tu actitud es horrible. Crees que todos estamos por debajo de ti y ya es tiempo de que te vayas dando cuenta de la realidad.
- La realidad aquí, amigo, es que eres un imbécil que se cree mi padre, no eres nadie para decirme lo que debo hacer – contesto cortante.
- Es imposible razonar contigo – mira su reloj – Es hora de ir con Stella así que vámonos de una vez, no quiero llegar tarde.
Resoplo con frustración, Marcie cambió la hora de nuestra terapia de pareja para que yo no me excuse con la práctica de porristas y no ir. Me levanto a regañadientes y sigo al castaño, en el camino saluda como a cien personas mientras yo camino rígida y sin ver a nadie, a veces me pregunto qué se siente el tener cientos de amigos que se preocupan por ti, sin embargo, recuerdo que tengo a Savah y dejo de pensar en cosas estúpidas, no es como si necesitara a un ejército completo, sobra y basta con mi morena de fuego.
No me doy cuenta cuando llegamos a la oficina – la cual también es un consultorio –, Liam toca tres veces y de inmediato la mujer abre la puerta recibiéndonos con una sonrisa verdaderamente amplia.
- Hola, chicos – saluda la mujer
- Hola, Stella – Liam le da un pequeño abrazo y yo me limito a cruzarme de brazos.
- ¿Qué hay? – saludo fastidiando a mi estúpido marido. Entramos y tomamos lugar en un sillón frente a ella.
- Bien, chicos, ¿qué tal su trabajo? – pregunta con emoción.
- Genial.
- Lo odio – decimos Liam y yo al mismo tiempo.
- ¿Qué pasa? Parece como si ustedes dos no estuvieran en sincronía el uno con el otro.
- ¿Te parece eso, Stella? – digo con ironía.
- ¿Qué es lo que pasa aquí? – se acomoda en su silla.
- Lo mismo de siempre – contesta el castaño recargando su cabeza en ambas manos.
- ¿No habíamos quedado en algo, Ciara? – pregunta cruzando una pierna sobre la otra.
- No puedo. No puedo hacer lo que me dijiste, por más que intento me es imposible.
- ¿Por qué te es imposible?
- No soporto a Liam, su simple presencia me fastidia, no me agrada y no lo quiero cerca de mí ni hoy ni nunca – Stella me mira entrecerrando los ojos, después su mirada pasa de Liam a mí. Por el rabillo del ojo observo al chico y su expresión es muy seria, como si lo que yo dije le hubiese dolido, pues que bien porque eso es lo que quería.
Lo que restó de la hora me la pasé escuchándolos hablar, me limité a contestar una que otra pregunta y a beber de la Coca-Cola que Stella me ofreció. Cuando por fin terminó la estúpida terapia salí lo más pronto posible de ahí, me irrita todo este asunto de la idea loca de Marcie, la odio a la tipa esa y me alegra que su marido se haya divorciado de la lunática.
Camino a grandes zancadas hasta llegar a mi habitación, tomo mi pijama y ropa interior para meterme a la ducha.
- Oye – escucho la voz de Liam y me detengo sin encararlo – Jamás seré lo suficientemente bueno para ti, ¿cierto?
Su voz está muy seria, juraba que me estaría jodiendo en este momento por mi comportamiento, sin embargo, es todo lo contrario.
- Ni hoy ni nunca – contesto y acto seguido entro al cuarto de baño.
Giro la llave del agua y ésta comienza a caer, siento una opresión en el pecho pero no me retracto de lo que dije, me desvisto y entro a la ducha esperando que cualquier pensamiento que quiera carcomerme la consciencia se vaya.
* * *
Me encuentro sentada en un campo de flores mientras a lo lejos veo a Skandar Keynes saludarme, esto es increíble. Sin embargo, puedo escuchar ruido a lo lejos…
- ¡Despierta! – me gritan en la oreja atrayéndome de mi bello sueño.
Después del brinco que di por el grito, me tomo el pecho por el susto que me he llevado, mi pecho sube y baja como loco debido al grito de Liam. Ayer parecía tan maduro y hoy parece un niñito escuchando música a todo volumen.
- Llegarás tarde a clase, maridita – me dice con cinismo y de inmediato busco mi celular para ver la hora.
- ¿Dónde rayos está mi celular? – pregunto intentando reprimir la ira.
- ¡Oh! La canción que tienes para el despertador es horrible así que lo apagué en cuanto sonó y lo guardé en uno de tus cajones para que no jodiera – dice encogiéndose de hombros.
- ¡Eres un imbécil! – me levanto de un salto para matarlo y el idiota sale corriendo de la habitación.
Abro todos los cajones del closet hasta llegar al último, ahí está mi celular, veo la hora y suelto un gritito, básicamente tengo como un minuto y medio para llegar a clase por lo que me visto lo más rápido que puedo e intento maquillarme y peinarme bien, me tomo un poco de tiempo, de cualquier modo llegaré tarde y cinco minutos más no harán la gran diferencia.
Cuando estoy lista salgo corriendo hasta el aula de literatura, es la única clase que comparto con Savah y la tercera que comparto con Liam.
Suspiro antes de tocar la puerta, el profesor la abre de inmediato y me mira con la ceja levantada.
- ¿Puedo pasar? – pregunto aferrando las manos a mi falda. El profesor entrecierra los ojos y se humedece los labios antes de contestar.
- Pasa, Ciara – su voz es como la de un sexy ángel.
Savah me mira confundida pero lo único que atino a hacer es enviarle una mirada envenenada a Liam y tomar asiento junto a mi amiga.
* * *
Cuando por fin suena la campana del almuerzo salgo del aula al último y sin prisa, mis ánimos hoy no son tan buenos como días anteriores, seguro que me quedaré viuda porque voy a asesinar al imbécil.
Camino directo a la mesa, ni siquiera tengo hambre, sin embargo, Savahtine tomó doble porción hoy, no sé qué haría sin esta mujer. Me siento a su lado – en medio de ella y Harold – y la chica coloca frente a mí el almuerzo.
- No tengo hambre, Savah – digo sin mirarla.
- No te pregunté así que traga – coloca el tenedor en mi mano y me limito a obedecer.
No pasan ni tres minutos cuando escucho las risas de Niall y Harry, miro al frente y observo a Zayn con Liam, seguro se burlan del moreno todavía porque su expresión de fastidio es épica, sin embargo, la mirada de Liam es más fría de lo común hacia mí, no es como si me preocupara de todos modos.
- Ciara – una voz casi inaudible llama mi atención – Yo… gracias por…
- Ni lo menciones – digo cortante, terminando con lo que Carty comenzaba a decir. La castaña asiente sumisa y sigue con su desayuno.
Sin decir nada más, tomo un bocado e intento dejar toda frustración de lado, me espera un año lleno de purita mierda y debo aprender a manejar esta jodida situación por más que lo odie.
- Leer:
- Hola, ¿qué tal?
Espero estén súperdúper(?) perdón si me tardé pero mi inspiración está por los suelos. Espero que les guste y bueh, eso es todo.
Sigue la Prichu.
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Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Jeeeeeeeen! Mujerzuela de mi alma <3 me encanto tu cap e.e La verdad es que me da un poco de pena el pobre de Liam que es el objeto de maltrato de Ciara xd creo que todavia sigue dolido por lo que le hizo en el pasado :c
Ame la parte en que Ciara comenzo a gritarle a la zorra esa xd Carter es solo uso especial de Ciara(?)
En fin, ame el capitulo bebe c:
Espero a Pris
Ame la parte en que Ciara comenzo a gritarle a la zorra esa xd Carter es solo uso especial de Ciara(?)
En fin, ame el capitulo bebe c:
Espero a Pris
Jaeger.
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Re: A Match Made In a University | 1D
Re mala leche Ciara, pero yo se que ya va a cambiar, siganla pronto, un beso.
momo12
Re: A Match Made In a University | 1D
Sigo yo
Espero poder tenerlo antes que termine la semana. Me estoy mudando y estoy echa un desastre.
Espero poder tenerlo antes que termine la semana. Me estoy mudando y estoy echa un desastre.
Invitado
Invitado
Re: A Match Made In a University | 1D
Gracias, Kandushka
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Bart Simpson
Re: A Match Made In a University | 1D
Chicas, no voy a poder subir. Estoy sin Internet ya el lunes vuelo a la universidad y bueno, las cosas cambian. Calculo que dentro de una semana me van a venir a conectar de nuevo Internet. Mientras tanto uso el celular.... espero que entiendan. Besos.
Invitado
Invitado
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