Re: "Mi más preciado tesoro..." (Joe&Tu)

por **claudia12** Jue 15 Dic 2011, 7:23 pm

Me encanta!!! S. I. G. U. E. L. A!!! :)

por **Suzzey** Dom 18 Dic 2011, 12:25 am

Sigue sigue sigue por favorsh

por **andreita** Dom 18 Dic 2011, 10:17 am

por **Karely Jonatika** Lun 19 Dic 2011, 1:10 am

Sí la vida lo puso en mi camino para hacerme feliz, no me permitiría perderlo…no por ahora.

Capítulo 14-.

-Hola princesa –me acerque hasta la puerta de entrada.
-¡Papi! –Corrió a mis brazos-. Viniste por mí –sonrió.
-Claro que sí –tome su mochila y su mano-, ¿cómo te fue hoy?
-Muy bien, la maestra dijo que era muy lista.
-Lo eres –abrí la puerta del auto-, arriba.

Ella subió rápidamente. Gire y subí a su lado.

-Te tengo una noticia.
-¿Qué es?
-¿Recuerdas lo que te dije, lo de ir a vivir a la casa donde estoy trabajando?
-Sí –asintió también con la cabeza.
-Pues mañana será ese día.
-¿Voy a estar contigo todo el tiempo?
-Bueno, tengo que trabajar, pero vamos a pasar mucho más tiempo juntos, más que ahora.
-Pero… ¿tío Kevin y tío Nicholas? –Bajo su rostro.
-Podrás verlos cuando quieras princesa, no voy a alejarte de ellos, ¿qué dices?
-Yo quiero estar contigo –sonrió ampliamente.
-Bien –encendí el auto yendo hasta casa-. Listo, no puedo quedarme más tiempo –mire el reloj-, ya voy un poco tarde, dile a tus tíos que te ayuden a guardar un poco de cosas, guardaremos el resto cuando regrese.
-Sí –me abrazo-, te quiero, papi.
-Y yo amor –acaricie su cabello-, muchísimo.

-Hola –abrace su cuello-, pensé que ya no regresarías.
-Lo siento, fui por Ángel a la escuela –acaricio mi mejilla-, ¿esta Matt?
-No, se acaba de ir –abrace su cuello-, ¿cómo está tu hija?
-Bien –sonrió-, ¿por qué lo preguntas?
-Es muy linda –levante mis hombros.
-Estoy segura que ella diría; tú también eres muy hermosa –me miró fijamente.
-¿Lo estás diciendo por ella o por ti? –Sonreí.
-Por los dos.
-Pues gracias –toque su cabello.
-¿Puedo darte un beso?
-Los besos no se piden, Joseph –enarque una ceja-, se roban –mencione cerca de su rostro.
-De acuerdo, entonces, ¿puedo robarte un beso? –Bromeo.
-No –negué varias veces.
-Bien –se alejó.

Levante mis brazos quejándome. Él rió al ver mi expresión. Estudio su alrededor, al no notar ningún semejante se acercó tomando mi cintura. Observo por un momento mis ojos para después acercarse con sumo cuidado hasta mis labios. Logre sentir su largo y cálido suspiro sobre ellos.

Sonreí también atrayendo su rostro más cercano al mío, esta vez consumando el tan esperado toque. Su beso estaba lleno de ternura. Acariciaba mi espalda con cierta timidez, mientras yo jugaba con su cabello. Unos momentos después se alejó con otro suspiro.

-Timador.
-Seductora –contraataco.
-Touché.
-¿Quieres salir a algún lado?
-¿Por qué? –Lo mire seria.
-No me siento a gusto aquí.
-La que debería sentirse inconforme soy yo –reí-, pero está bien, vamos.
-Pero como veo que tú no eres así, tengo que ser yo el de razón.
-Bien –lo bese de nuevo-, soy una sin vergüenza.
-Sí –tomo mi mano.

La tarde llego a su final más pronto de lo pensado. Matt había llamado en busca de ___(Tn). Ella mintió diciendo que tuvo que salir para comprar un par de cosas. Él le creyó después de unos minutos, a pesar que la noche se veía muy cercana.

-¿Nos veremos mañana? –Pregunte aún en el auto.

Negó con su cabeza. Contemplo hacia a fuera un minuto, posteriormente se acercó hasta mí para dar a mis labios un largo beso.

-Matt dijo que saldríamos mañana –acaricio mi mejilla-, tendremos que esperar hasta pasado mañana –sonrió.
-Claro –apreté la mandíbula.
-Disfrute está tarde –sus ojos brillaron.
-Y yo –susurre.
-Nos vemos mañana –me dio un pequeño beso-, aprovechare cualquier momento –mordió su labio.

Asentí en silencio. Ella bajo del auto entrando a casa sin mirar atrás. Yo, deguste una vez más el último beso de sus labios. Enseguida inicie el recorrido hasta casa. Era temprano, las luces del comedor estaban encendidas y las voces de mi familia penetraron mi interior. Pensar que esta sería la última noche al lado de mis hermanos, por el momento, después de tanto tiempo, me era extremadamente melancólico.

-Hola –mire a todos lados-, muero por besarte, Joseph –apreté mis labios.
-No es un buen momento, ni lugar –retrocedió unos pasos.
-Lo sé –sonreí-, Matt me dijo que te quedaras aquí, con tu hija.
-Sí, dijo que tenía que protegerte día y noche –enarco una ceja-, prometo que lo hare bien.
-Sé que lo harás.
-¡Querida! –Matt llamo desde el auto.
-Me llaman –observe por la ventana-, me llevare un recuerdo.

Me acerque. Él se quedó en completo silencio, pero no hizo ningún movimiento. Levante mi mano hasta su barbilla, atrayendo su rostro al mío. Al instante de encontrarme con su sencilla mirada, mis labios tomaron los suyos. Él no respondió al inicio, sino al final, terminando con mi aliento y gran necesidad.

-Aproveche un momento –reí para después girarme y salir hasta el auto.
-¿Por qué tardaste tanto? –Matt encendió el auto.
-Estaba retocando un poco mi maquillaje –simule una sonrisa.
-¿De verdad? –viró su mirada.
-Sí, ¿por qué lo dudas?
-Alcance a divisar que hablabas con Joseph.
-¡Ah, sí! Estaba dándole un par de órdenes, sobre su hija, como me dijiste que se quedaría aquí, no quiero que este corriendo por toda la casa.
-Lo mismo le dije –comenzó a conducir-, pero pensé que a ti te gustaban mucho los niños.
-Sí, pero hay cosas en casa con las que se debe tener mucho cuidado.

Ángel contemplaba con gran asombro la casa del jardín. No era tan grande como la que compartíamos con Nicholas y Kevin, pero sin duda alguna era hermosa. Estaba hecha solamente de madera y se encontraba amueblada, con cocina, sala, comedor y una habitación. La cual estaba ahora ocupada por Ángel.

No me negué, ya que en casa tenía su propia habitación, además el sofá de la sala se convertía en una cómoda cama.

-¿Te gusta? –Pregunte observándola desde la puerta de la habitación.
-Es muy linda, papi.
-¿Quieres que te ayude a guardar tus cosas?
-Yo puedo –sonrió.
-¿Segura?
-Sí –asintió con la cabeza.
-Está bien, iré a ver si han regresado mis jefes, por favor quédate aquí.

Confirmo de nuevo.

Estaban por pasar las 9 de la noche y se me hacía imposible haber aguardado tanto tiempo sin verla. Se estaba convirtiendo en una adicción, en un deseo que me hacía sentir culpable y al mismo tiempo tan dichoso. Incluso llegue a pensar que después de Ángel, no existiría ninguna mujer más, pero esto cambiaba las cosas, la situación. Ahora era ella la que lograba que me sintiera como un hombre otra vez.

-¿Buscas a alguien?
-Salí a ver si ya habían regresado –sonreí.
-Ya me ves aquí –coloco una mano sobre mi pecho.
-Espera –me aleje-, mi hija está adentro.
-Y mi esposo también –me acerque-, pero está bien, esperaremos hasta mañana.

“Imposible”. Grite para mí mismo. Mi mente no dejaba de pensar en sus labios, esperar hasta mañana no me dejaría dormir en toda la noche.

-Ven –tome su mano.
-¿A dónde me llevas? –Mordió su labio inferior-. Creí que te sentías incomodo aquí.
-Sí, pero no he dejado de pensar en esto –sujete su cintura en un lugar oscuro y solitario.
-Este lugar me aterra.
-Yo te protejo –reí-, para eso soy tu guardaespaldas.
-Perfecto, protégeme entonces –abrazo mi cuello.

La abrace para sentirla más cercana. Sujete sus labios y la bese con un poco de desenfreno. Mis ojos estaban abiertos y los suyos también. Era una nueva sensación, como si mis manos de pronto tuvieran la necesidad de acariciar su piel nítida.

-Lo siento –me aparte completamente.
-¿Por qué? –Sonrió.
-No debí sobrepasarme –pase una mano por mi cabello.
-Te deseo, Joseph.

Sus ojos hablaban también. Mientras más lo pensaba, ese sentir también albergaba de poco a poco lo más íntimo dentro de mí.

-¿Y, tú? –Se aproximó-. ¿Me deseas?
-Sí –sujete su cintura.

por **Karely Jonatika** Lun 19 Dic 2011, 5:33 am

Capítulo 15-.

-¿Me extrañaras? –Abrazo mi cintura.
-Por supuesto –sonreí.
-¿Qué tanto? –Continuó con voz melosa.
-Muchísimo, Matt.
-Yo te extrañare mucho más –me beso-, prometo volver lo más pronto posible.
-Te esperare.

Él tomo sus cosas caminando hasta la puerta.

-Te amo.
-Y yo.

Cruce mis brazos yendo hasta la ventana. En el patio se encontraban diferentes auxiliares de la casa, entre ellos Joseph. Él mantenía una posición firme y silenciosa. Matt se acercó y estrecho su mano, dijo algunas palabras y se alejó, esta vez para subir al auto. Cuando este salió me apresure para bajar las escaleras. La parte inferior de la casa se encontraba de nuevo solitaria.

-Se fue.

Su voz causo que mi cuerpo se sobresaltara.

-Sí –mencione girándome.
-Me hizo prometerle, de nuevo, que te protegería.
-Lo supuse, ¿y tu hija? –Pregunte con una sonrisa.
-En la casa del jardín.
-¿Por qué la dejaste sola? –Camine hasta el patio.
-Estoy en horas de trabajo –me siguió.
-Joseph –lo observe-, Matt se fue, cuando él no está, no existe ningún empleado en esta casa.
-¿Por qué?
-Recuerda –toque la puerta de la casa de jardín-, además no puede estar sola, es muy pequeña.
-Pues… gracias por preocuparte por ella –coloco sus manos en mi cintura.
-Mantente alejado.
-Lo olvide –sonrió.

La puerta a penas se abrió. A dentro se asomó una pequeña cara temerosa, pero esta se esfumo al notar la presencia de Joseph a mis espaldas.

-¿Papi?
-Está bien, linda –tendió su mano-, ven.

Se acercó.

-¿Recuerdas quién es ella?
-Tu jefa –menciono en voz baja.
-Soy ___(Tn).
-Dijiste que no podía salir de la casa –miro a Joseph.
-Lo sé.
-Pero –me incline a su altura-, como yo también fui una niña, sé que es aburrido estar encerrada, así que puedes salir cuando quieras, puedes ir a la casa, entrar a la piscina, jugar en el jardín…
-¿De verdad? –Me miro con una gran sonrisa.
-De verdad –sonreí-, ¿quieres comer algo?

Asintió.

-Pediré que nos preparen algo.
-No es necesario –Joseph hablo-, podemos pedir algo.
-No, claro que no, no me dejaran comer sola, ¿verdad?
-Yo no –Ángel tomo mi mano.
-Vez –reí.
-Está bien.

___(Tn) y Ángel reían juntas al lado de la piscina. Después de comer ellas habían jugado un poco con las muñecas de Ángel. También, los tres habíamos visto un par de películas.

-Mañana te enseñare unas películas que te encantaran –menciono ___(Tn).
-¿Y podremos meternos a la piscina?
-Claro.
-Pero –intervine-, ahora es momento de que esta señorita vaya a dormir.
-Papá –hizo un puchero.
-Lo siento, princesa –la tome en brazos-, pero recuerda que mañana tienes escuela.

Ángel miro hacia ___(Tn).

-No puedo hacer nada –acaricio su mejilla-, mañana podremos hacer todo lo que quieras, ¿sí?
-Sí –cruzo sus brazos.
-Ahora vengo.

Me aparte de su lado para entrar a la casa de jardín, posteriormente deje a Ángel en su habitación.

-Ponte tu pijama y a la cama –saque ropa de su maleta.
-Ella es muy linda –subió a la cama.
-Lo sé.
-¿Te gusta?
-¿Qué? –Reí-. ¿De dónde sacas esas preguntas?
-De la T.V.
-Lo imaginaba –camine hasta ella-, vamos, cámbiate y a dormir.
-No quiero –comenzó a brincar.
-Tendré que llamar a alguien entonces.
-¿A quién?
-Oh, tú lo conoces muy bien.
-El…-se quedó en silencio.
-¡Señor cosquillas! –Comencé a hacerle cosquillas-. ¿Te dormirás?
-No –rió.
-De acuerdo –continué.
-¡Ya, ya!
-Bien, a dormir –me aleje-, iré con la señorita ___(Tn), haz lo que te ordene y apaga la luz.
-Sip –me abrazo.
-Te quiero –bese su frente-, buenas noches.
-Buenas noches.

Salí de la habitación, en la puerta me encontré con ___(Tn). Ella se sonrojo al mirarme. Al parecer había estado observándonos.

-Eres un gran papá –sonrió.
-Hago lo que puedo.
-Lo siento, es que quería darle esto a Ángel –me entrego una muñeca.
-¿De quién es?
-Mía.
-¿Tuya?
-Bueno, era mía, quiero dársela a tu hija.
-No tienes por qué hacerlo, seguramente es especial para ti.
-Lo es, por eso quiero regalársela, además soy muy mayorcita para guardar juguetes.
-Gracias.
-No es nada –salió al patío.

Deje la muñeca sobre la mesa y la seguí. Al acercarme la abrace por la cintura. Ella rió girando su rostro. Me cautivo con su mirada unos segundos, en seguida me beso lentamente. Yo simplemente sujete su cuerpo cerca del mío, sintiendo ese calor que nacía al tenerla conmigo.

-Espera –se alejó.
-¿Qué pasa?
-Ahora soy yo la que se siente incómoda, ¿vamos adentro? –Señalo la casa grande.
-Claro –sujete su mano.
-Y…-me miro mientras entrabamos-, ¿no te gusto?
-¿Lo escuchaste?
-Por suerte.
-No puedo negarlo, eres una mujer muy bella.
-Gracias –beso mis labios.
-Esto es algo que jamás me atrevería hacer.
-¿El qué?
-Besar a una persona casada, en su casa.
-No parece molestarte.
-Si me molesta, pero soy un poco cobarde al no negarme.
-De acuerdo, los dos somos cobardes.
-¿Tú?
-Y tú –sonrió.
-Supongo que esto nos convierte en…-me quede en silencio.
-¿Amantes?

Asentí.

-Pero no lo cambiaría –respondió con sinceridad.
-¿Por qué?
-Me gustas –acaricio mi cabello.
-También me gustas.
-¡Vaya! Hasta que por fin te atreves a decirlo con esas palabras.
-Te lo he demostrado con hechos, ¿no?
-Solo falta uno.
-¿Cuál?
-Ayer dijiste que me deseas –susurro en mi rostro-, ¿cambiaste de opinión?
-No –contemple sus ojos.

Ella me observo por unos minutos. Minutos de completa tensión. Tomo mi mano con fuerza y logro que siguiera cada uno de sus pasos. Subió las escaleras y se detuvo en la primera puerta. Enredo sus brazos en mi cuello y besándome, nos introdujo en una habitación llena de oscuridad, con la excepción de una pequeña lámpara que iluminaba el alrededor.

Juntos tropezamos con la parte inferior de la cama. Se alejó unos centímetros para quitar del camino mi chaqueta y desabotonar unos botones de la camisa y pantalón.

Coloco ambas manos sobre mi pecho y me empujo hasta la cama. Ella giro y logre tener el poder.

En silencio y delicadamente desnudé su cuerpo y aspiré su aroma; tiernamente acaricie su cuerpo con mi propia piel. Sin dejar de recorrer su piel tan tersa con mi sedienta boca, rosaba sus ojos, su cara y sus labios. Mis trémulos labios se deslizaban sutilmente por su cuello, buscando el momento oportuno para llegar a sus senos. Allí quedé por largo tiempo acariciándolos con mis labios y mis manos, para seguir luego mi camino hasta su vientre; suave; delicado y femenino.

Prologando mis caricias recorrí febrilmente su excitada piel con mis dedos y me quedé en su sexo. Fueron instantes de locura total, de gemidos excitantes y respiraciones ahogadas; sentía mis entrañas ardientes y a punto de estallar y las descargas eléctricas que llegaron a mi sexo me enloquecían haciéndome gritar su nombre; lo repetía una y otra vez, mientras la hacia mía una y otra vez, sintiendo como mi esencia penetraba sus entrañas.

Sus manos acariciaban suave y lentamente mi espalda y mis caderas, trayendo a mí nuevamente esas deliciosas y enloquecedoras descargas de deseo y en otro instante de locura inmensa, la convertí en mi jinete preferido. La vi de frente; pude ver sus ojos llenos de deseo.

Cabalgando sobre mí, tan femenina, tan mujer. Enloqueciéndome con sus movimientos rítmicos y sensuales. Cerré mis ojos con ella, llegando a un nivel imposible de describir, sus labios se apoderaron de los míos una vez más.

por **Lulajonatica** Lun 19 Dic 2011, 5:52 am

O.O
Tanto en 2 caps
Matt se fue, Angel y Joe se mudaron a la casa y ahora Joe y la rayis lo hicieron O.O
Siguela!

por **-Lizz-** Lun 19 Dic 2011, 7:54 am

Holii Holii!
Ya llego la más esperada (? #OlvidemosEso.
Pero sí llego E L I Z A B E T H! ... ¡Aplausos! xD' #MiGranSobervia,Ego&Me.
e_e' Ya fue mucho Elizabeth, tranquilízate!.
Ok, ahora sí, prosigo:
¡Ya tienes nueva Lectora!
Bien, como podrás ver, ya dije mi nombre varias veces (?. Puedes decirme Liz, Eli, Lizzie, Beth... Anyway!
Me encantó tu novela, es tan.... ¡FUCKIN' PERFECT!... & con mucho contrabando(? -cjas-
Eso de _____ & el José, me dejó picada!
Cabe mencionar que puedo llegar a tener momentos de locura extrema, pero nada de que preocuparse ;)Sigue ;)

#ElizabethLaQueDanceUntilTomorrow

por **andreita** Lun 19 Dic 2011, 9:45 am

omj no puedo creerlo
me encantaaa
enserio
yo quiero que ell termine con matt
:)
siguela

por **claudia12** Mar 20 Dic 2011, 11:56 pm

Me encantaron los 2 cap's :)
ya que la rayis deje a su marido y se quede con el; papito, sabroso, sexy y súper caliente de JOE <3

por **andreita** Miér 21 Dic 2011, 12:26 pm

queiro a joe y la rayis juntos
siguela

por **Karely Jonatika** Miér 21 Dic 2011, 3:59 pm

Escribiendo Capítulo♥

por **Karely Jonatika** Jue 22 Dic 2011, 3:53 am

Capítulo-.16

Sus manos acariciaban lo largo de mi espalda, mientras mi cabeza reposaba sobre su pecho. El silencio se apoderaba de los dos, pero con su caricia me recordaba que aún estaba allí, a mi lado. Quisiera decir tantas cosas sobre lo sucedido, pero que podrían acabar en el silencio una vez más. Levante mi rostro, lo observe y solo me acaricia tocando mis labios con un solo dedo, delineándolos. Cerré mis ojos al sentir su dulce contacto.

-Eres hermosa –su suave voz me despertó.
-Tu eres perfecto –acaricie su mejilla-, eres guapo, varonil, una gran persona, un gran papá, un excelente amante –mordí mi labio.
-No hagas eso.
-¿Te molesta? –bese su pecho.
-No. Me encanta.
-Entonces lo seguiré haciendo.
-De acuerdo, pero no podré resistirme demasiado.
-No lo hagas, no te contengas.

Su fuerte espalda rodo quedando sobre mí. Sus codos se apoyaban para controlar su peso.

-Bien –susurro-, no lo hare.

Alce mi rostro para tomar sus labios. En mi cuerpo estaba de nuevo ese calor de momento antes. Mis piernas se enredaron en su espalda. La unión más cercana a su cuerpo; lograba sentir su pecho rosando el mío y su excitación en mi vientre. Suspire sobre sus labios al alejarse. Su mirada estaba llena de fuego, el fuego que se demostraba en cada toque.

Una de mis manos abrió campo entre los dos y sin pensarlo, hice que los fuéramos uno solo. Él sonrió con mi contacto. Para entonces no nos importó donde nos encontráramos, simplemente nos dejamos llevar. Con sus movimientos rápidos y con mis movimientos rítmicos.

Mis labios pronunciaron su nombre una y otra vez, mientras los suyos besaban cada centímetro de mi cuerpo. Mi cuello fue su primera parada. Mis pecho la segunda y última. El mismo que se contrajo al sentir los espasmos de ese deseo que ahora se consumía.

Mi espalda se arqueo y sus brazos me levantaron para quedar él de rodillas, con mis piernas aun a su alrededor. Su grito ahogado dio inicio a la respiración agitada de los dos. Beso mi hombro, mi cuello y se detuvo con desesperación sobre mis labios. Su lengua abrió espacio en mi boca para encontrarse con la mía. Ambas danzaron al son de la pasión.

Se alejó para recargar su frente en la mía. Sus ojos se abrieron para regalar una bella mirada. Dio un pequeño beso en mi nariz.

-Gracias –menciono con suavidad.
-¿Por qué? –Acaricie su mejilla.
-Por dejarme sentir esto de nuevo.
-¿Sentir qué? –Sonreí con picardía.
-Sabes perfectamente a que me refiero –roso mis labios.

Abrace su cuello.

-No me molestaría permanecer toda la noche así –agache mi mirada.
-¿Es una indirecta? -Se recostó tomando mi mano para atraerme hasta su pecho de nuevo.
-No. Es verdad.
-___(Tn)…
-¿Sí? –Acaricie su torso.
-No usamos protección –toco mi cabello.
-Lo sé –mencione con tranquilidad.
-¿Y? –Insistió.
-Siempre he querido un hijo –levante mi rostro.
-¿Qué?
-¿A ti no te gustaría?
-Bueno, claro que me gustaría otro hijo, pero tú eres casada…
-Tranquilo Jonas –reí-, solamente estaba bromeando.
-¿Entonces?
-Tomare unos anticonceptivos.

Él guardo silencio, después levanto su rostro hacía el techo. Su expresión cambio tan rápido como un pestañeo.

Extendí mi mano para sujetar su barbilla.

-¿Pasa algo?
-No –negó con su cabeza-, ¿por?
-Reaccionaste diferente.
-No es nada –sonrió.
-¿Seguro?
-Sí –alcanzo mis labios-, creo que será mejor que me vaya.
-¿Tan pronto?
-¿Pronto? –Rió-. Llevamos horas aquí.
-Pues se me han pasado volando.
-Y a mí, pero no quiero que Ángel se despierte y no me vea.
-Tienes razón –me incorpore-, ve.

Él se puso de pie para recoger su ropa del piso.

-¡Vaya! Pero qué lindo paisaje –sonreí mordiendo mi labio inferior.

Una sonrisa lleno su rostro. Jamás había contemplado su rostro sonrojado. Me acerque a él cubriendo mi cuerpo con las sábanas. Él terminaba de abotonar su pantalón.

-Y… ¿si te digo que te estoy deseando de nuevo? –Camine a su alrededor.
-Oh, ¿sí? –Me sujeto por la cintura.
-Aja –sonreí mientras rosaba sus labios-, lástima que tienes que irte –me aleje yendo hasta la cama.
-Eres una tramposa –se quitó de nuevo el pantalón-, ahora ya no puedo irme así.
-Entonces ven aquí, Jonas.

Viéndola acostada, cubierta por unas sábanas que dejan ver su figura. Sus ojos cerrados y su respiración tan tranquila, me confirmaban que se hallaba en un largo y profundo sueño. El sueño que me encantaría compartir a su lado. Deseaba en contra de mi voluntad quedarme en su lado, sentir el calor que su cuerpo irradia. Su perfume. Estuve a punto de caer ante mis pensamientos, pero la razón fue mucho más fuerte.

Acaricie su mejilla, sus labios, su barbilla…todo en ella es perfecto. Ella estaba entrando de poco a poco en mí, cada día con mayor rapidez. Entro en mí sin querer, por casualidad o quizás causalidad no lo entiendo todavía. Pero de apoco va dando todo lo que nadie me había dado en un tiempo, lo que tanto deseaba y nunca lo tenía. Y no sé por qué razón esas cosas están en ella. No sé por qué razón me lo dio ella. Justamente... que es la persona prohibida. Y es algo que no puedo evitar, porque ya está sucediendo y ya no puedo detenerlo. No soy tan fuerte como lo pensaba.

Bese lentamente sus labios, no espere respuesta alguna, simplemente quería tener su sabor por unos momento más. Acaricie su rostro una vez más, ella se quejó y giro su cuerpo para quedar boca abajo. Las sábanas respondieron a su movimiento y dejaron a la vista sus largas piernas.

Agite mi cabeza y apreté mi mandíbula para ponerme de pie y salir sin mirar atrás de la habitación. Cruce los largos pasillos. Baje las escaleras. En seguida me encontraba cruzando lo largo del jardín. El frio se hacía presente, una corriente de viento logro que el calor anterior se desvaneciera.

“Bien, por lo menos lograre dormir”, me dije para mí mismo mientras entraba a la casa y acomodaba el sofá. Después de una pequeña visita en el cuarto de Ángel, me sumergí en el cómodo sofá-cama. Ni siquiera me importo desvestirme, sencillamente me deje llevar por el cansancio que emergía mi cuerpo y las largas horas de desvelo.

-Joseph.

Su voz atrajo mis pensamientos. Su voz se escuchaba distante, pero al mismo tiempo tan cercana.

-Joseph –mi cuerpo se agito.
-¿Qué? –Pregunte aún con mis ojos cerrados.
-Es hora de despertar –Acaricio mi mejilla. Su caricia encendió mi piel.
-Tú…-abrí mis ojos-, ¿qué haces aquí?
-Vine a buscarte para desayunar todos juntos.
-¿Todos? –Me incorpore.
-Sí –sonrió-, tú, Ángel y yo.
-¡Ángel! –Pase ambas manos por mí rostro-. ¡Dios! Olvide por completo que tenía que ir a la escuela –observe mi reloj-, bueno, si me apresuro tal vez lleguemos.
-Tranquilízate, Joseph –rió-, Marco la llevo.
-¿Por qué?
-Parecías realmente tranquilo, ni ella ni yo quisimos interrumpir tu sueño.
-Aja, entonces… ¿por qué dijiste que desayunaríamos con ella?
-Bromeaba, quería reírme un poco.
-¿No te parece qué eres un poco cruel para bromear?
-Sí –sonrió.

Joseph entro al comedor con un atuendo completamente distinto. En lugar de llevar el traje negro de costumbre, llevaba una camiseta a cuadros y unos jeans ajustados, sus ojos no estaban cubiertos por los lentes negros y su sonrisa llenaba su rostro. Se acercó hasta mí para abrazar mi cintura y dar un pequeño beso en mi mejilla.

-Deberías vestirte todos los días así –me gire hasta él-, ahora no tengo apetito de comida, sino de ti –mordí levemente su labio inferior.
-Por atenciones así, tal vez lo haga –beso mis labios.

Aquí el capítulo chicas. Espero que les guste. Muchas gracias por sus firmas y bievenida Liz:D Une beso. Ciao♥

por **Lulajonatica** Jue 22 Dic 2011, 10:38 am

Son re tiernos juntos ♥
Bueno, tiernos a su manera, incluyendo lo sexual XD jajaja
Me quede preguntandome por que el cambio de actitud de Joe despues de hablar de los hijos :S
Siguela!

por **andreita** Jue 22 Dic 2011, 12:34 pm

me enacnta
enserio
pero matt!! arg quiero que desaparesca
siguelaa

por **-Lizz-** Dom 25 Dic 2011, 10:11 am

Uh Uh,...
No creas que me desaparecí!
Leí el capitulo desde mi Celular, pero NO puedo comentar así que tuve que esperar :$

SON UN AMOR ESOS 2! :D
_____ es muy SIMPÁTICA! xD

Siguee!

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