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overcoming. | harry styles.
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Re: overcoming. | harry styles.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:26 pm
pasaste de página, qué hermosa.<3
Kurt.
Re: overcoming. | harry styles.
por hange. Lun 12 Ago 2013, 12:27 pm
wn, tenia días sin saber de ti 
donde estabas?
donde estabas? hange.
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Re: overcoming. | harry styles.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:29 pm
wn, te extrañé tanto. ;-; cortaron el teléfono y por ende el internet, fueron 4 putos días sin mi amor hermoso. ;-;
Kurt.
Re: overcoming. | harry styles.
por hange. Lun 12 Ago 2013, 12:30 pm
y yo que por un momento pensé que dirías que me extrañaste :lloro:
hange.
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Re: overcoming. | harry styles.
por Alazz Lun 12 Ago 2013, 12:31 pm
Holo Deyis.
AMO este fic y si no sigues i kill u :-w-:
AMO este fic y si no sigues i kill u :-w-:
Alazz
Re: overcoming. | harry styles.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:33 pm
LEE BIEN, PUSE "WN, TE EXTRAÑÉ TANTO". NO ME VENGAS CON BABOSADAS.(?) XDDDDDDDDDDDDDD claro que te extrañé. ;-; y ahora te mucho muchísimo más por ser la primera en preguntarme dónde estaba. ._. eres perfecta por eso. ;-; <3'Mily.♡ escribió:y yo que por un momento pensé que dirías que me extrañaste :lloro:
Kurt.
Re: overcoming. | harry styles.
por hange. Lun 12 Ago 2013, 12:34 pm
Ah xdd perdón XD no lo vi .__________. Te amo, Deya <33Kurt. escribió:LEE BIEN, PUSE "WN, TE EXTRAÑÉ TANTO". NO ME VENGAS CON BABOSADAS.(?) XDDDDDDDDDDDDDD claro que te extrañé. ;-; y ahora te mucho muchísimo más por ser la primera en preguntarme dónde estaba. ._. eres perfecta por eso. ;-; <3'Mily.♡ escribió:y yo que por un momento pensé que dirías que me extrañaste :lloro:
PD: Si, lo se :meh: Tu también lo eres <3
hange.
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Re: overcoming. | harry styles.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:35 pm
AY, DEOH, MI ALAZNE, MI AMOR, MI ESPAÑOLA SENSUALONA.<33333 TANTO TIEMPO SIN LEERTE Y AHORA ME VIENES CON ESTO. kjsdahfjhsfkajdshkjfhadskjfa. te extrañé. ;-; and ai lov iu. ;-; me siento demasiado honrada de tenerte en mi humilde morada.(?) no me mates, pls. XD estoy editando últimos datos, don't worreh.Alazz escribió:Holo Deyis.
AMO este fic y si no sigues i kill u :-w-:
Kurt.
Re: overcoming. | harry styles.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:36 pm
JAJAJAJAAJAJ. yo más, mily.<3 y no te preocupes, suele pasar. xd. siempre me reclaman de no haber escrito algo cuando sí lo hice.(?) u.u ahrre. xd.'Mily.♡ escribió:
Ah xdd perdón XD no lo vi .__________. Te amo, Deya <33
PD: Si, lo se :meh:Tu también lo eres <3
pd. lol. tu humildad tan sensual como siempre.(?) <3 gracias. c:
Kurt.
Re: overcoming. | harry styles.
por Alazz Lun 12 Ago 2013, 12:39 pm
NUNCA TE MATARÍA. TE AMO DEYAAAAAA. Me dijo Anni que tenías un fic y fue un "acabo de escribir y me voy a acosar a Deyis" y eso hiceC:Kurt. escribió:AY, DEOH, MI ALAZNE, MI AMOR, MI ESPAÑOLA SENSUALONA.<33333 TANTO TIEMPO SIN LEERTE Y AHORA ME VIENES CON ESTO. kjsdahfjhsfkajdshkjfhadskjfa. te extrañé. ;-; and ai lov iu. ;-; me siento demasiado honrada de tenerte en mi humilde morada.(?) no me mates, pls. XD estoy editando últimos datos, don't worreh.Alazz escribió:Holo Deyis.
AMO este fic y si no sigues i kill u :-w-:
Alazz
la rutina. parte I.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:43 pm
Capítulo I:
La rutina.
Primera parte.
Y así es como comienza mi historia; en un día como todos los otros han sido desde mis 13 años. Caminando por los pasillos, sujetando mis libros de Química con ambos brazos con la mayor fuerza posible, evitando así que cualquier estúpido pase y pueda tirarlos. Justo como me había pasado en todos mis años anteriores. Muchas veces fui avergonzada por “accidentes” como ese.
Con el dedo corazón ajusté mis anteojos que comenzaban a resbalarse por el puente de mi nariz. Mi mirada era fría y algo vaga, sin despegar la vista de enfrente. Honestamente, ya viví muchos años cometiendo el mismo error de mirar a los demás mientras caminaba. Adolescentes “molestos por su falta de su privacidad”, no eran una cosa que los demás podrían llamar su favorita.
Todos a mi alrededor estaban totalmente sumergidos en las conversaciones con sus amigos, riendo y claramente burlándose de cualquier tema sin importancia y, probablemente, coherencia, o de todo aquel inepto que pasase enfrente de ellos —citando el adjetivo que solían utilizar para ofender a los demás—, como yo, por ejemplo, mientras que algunos otros, observadores y con una pizca de misterio, se sumergían intensamente en sus pensamientos, al igual que yo. La única diferencia consistía en que ellos eran mucho más serios o rebeldes —en su mayoría rebeldes—, así que no se preocupaban por llegar tarde a sus respectivas clases. Solté un suspiro, pensando en que nunca podría llegar a ser así de… independiente. Bueno, lo era, pero no en un grado tan alto y demostrativo como ellos. Aunque muy en el fondo, sabía que algún día llegaría a ser así. O al menos eso esperaba.
Llegué al salón y me senté en el primer asiento de la segunda fila. Cabe aclarar que no me senté en el asiento cerca de la puerta; los años anteriores había comprobado que quienquiera que tuviera el suficiente valor para sentarse en él, tendría que soportar la avalancha de compañeros metiéndose en el salón salvajemente por haber llegado tarde. Dirigí mi vista al gran reloj que estaba posicionado en lo alto y medio de la pared norte, unos centímetros arriba del pizarrón, a un lado del pequeño cuadro de madera que contenía en su interior una imagen de Jesús, marcaba cinco minutos para el inicio de la clase. Rodé los ojos y segundos después los cerré fuertemente, mientras que estiraba mis brazos por el pupitre, luego los crucé y posicioné mi cabeza encima del candado que mis dedos entrelazados formaron. Estaba exhausta. La noche anterior no había dormido casi nada, y todo por culpa de mi familia.
Justo un día antes del primer día de clases, a mi tío Tomás se le ocurrió la inoportuna idea de preparar una reunión familiar en su terreno, con el fin de celebrar el principio del último año en el instituto de Cassandra y mío.
Cassandra es mi prima, hija de mi tío Tomás y hermana menor de Alejandra y George. Mis primos menos queridos, hijos de mi ex tío favorito.
La fiesta fue un tremendo infierno. Nunca fui bien tratada de parte de esa familia. Recuerdo muy bien cómo desde que era niña, Alejandra me insultaba y se burlaba de mí siempre que podía, incluyendo todas esas veces en las que se aprovechó de mí cuando aún no sabía nadar. Me hundía la cabeza en la piscina.
Por otro lado, mi relación con Cassie era la mejor para ese entonces, éramos inseparables, casi hermanas, haciendo todo juntas, yendo a casa de la otra casi a diario, no soportábamos tanto tiempo estando separadas; asimismo, nunca le agradé a George. Aunque tampoco es que me haya esforzado demasiado por agradarle, pero en serio me dolió saber que mis familiares no me… apreciaban.
Y entonces fue cuando ambas comenzamos a crecer, y a la edad de 12 años yo fui madurando mi punto de vista y alejándome de todo aquel que me rodeara. Eso aburría a Cassie. Mis calificaciones muy buenas eran restregadas en su cara, puesto que a ella nunca le fue muy bien con sus notas. Y mis tíos cometieron el halagador error de decirle siempre lo mismo: “Cassie, debes ser más como Georgia y sacar la mejor calificación en todas las asignaturas”. Supongo que eso fue lo que causó que Cassie me tomara rencor y comenzara a decir cosas desagradables de mí a mis espaldas, comunicándoselas a mis escasos amigos para que me dejaran de hablar.
Durante todo el día anterior, la gran mayoría de los hombres mayores se tomaron el privilegio de mandarme como se les placiera para llevarles cervezas. Fue demasiado irritante. Prácticamente me pasé actuando como camarera en lugar de como celebrada. Pero yo no podía quejarme ni actuar mal, porque de inmediato mi abuelo me regañaría y las cosas terminarían muy mal. Y así fue, hasta cuarto para las 3 de la madrugada, cuando por fin mi tío me dio permiso para retirarme a mi casa —permiso en sí, porque horas antes le dije que ya me iba, pero, como siempre, él se opuso y actuó como una fiera, dedicándome comentarios desagradables por mi “poco aguante a las fiestas”—.
El timbre que indicaba el inicio de clases me obligó a abrir los ojos rápidamente y a incorporarme correctamente en mi asiento. El salón ya estaba repleto de todos los estudiantes. Justo a tiempo, el profesor Alfred entró por la puerta, detrás de Harry Styles, Zayn Malik y Niall Horan. Tres chicos del grupo de populares del instituto. Con aquellos tres animales me tocaría compartir mi clase de Química por el resto del ciclo escolar. Rodé los ojos al pensar en eso.
—Es el primer día y ya los estoy regañando por llegar tarde; qué decepción, jóvenes —reprochó el profesor, negando cabizbajo, mientras cerraba la puerta tras de sí.
El ambiente se sintió de inmediato distinto. Todos en el salón —especialmente chicas— no despegaban mirada encima de los recién llegados, incluyéndome. Pero yo, a diferencia de los demás, no lo hacía por estar tan al pendiente de ese trío, sino, por estar asesinándolos lo mejor posible con la mirada.
—Pero si usted también llegó tarde, profesor —le devolvió la jugada Zayn, el moreno de los tres y, en ciertas ocasiones, el más tranquilo.
—Lo estábamos esperando, no sea malagradecido —añadió el rizado con una sonrisa que lograba enfermarme en un instante, el que de cierta forma, tenía más odio de mi parte para él por ser tan… Cínico y egocéntrico.
El rubio teñido, es decir, Niall, no mencionó palabra alguna. Permaneció riéndose con una risa sorda, de brazos cruzados, como siempre estuvo acostumbrado a hacer.
Caminaron como acostumbraban hacerlo siempre; irradiando seguridad en sí mismos. Harry al pasar a mi lado sacudió su cabello —aquella acción que erróneamente denominaba “peinar”—. Solté un bufido lo suficiente bajo para que fuera inaudible para todos, excepto, claro, para mí, y puede que un poco para el rizado. Pero si lo escuchó, probablemente lo tomaría como algo fabricado por el viento, yo era invisible para los populares… O quizá para la mayoría del instituto, omitiendo a los profesores y a los alumnos que les dí clases de tutoría.
Los tres chicos pasaron, terminando con su pasarela ridícula, y se sentaron en la parte trasera del salón, el lugar reservado “exclusivamente” para ellos en todas las clases.
La clase pasó lenta y aburrida. Lo suficiente aburrida como para quedarme dormida encima de mi pupitre. Pero como siempre, no lo hice. Agradecí internamente que el profesor Alfred no fuera de esos que gastan todos los minutos de su hora del primer día de clases en presentaciones y, un montón de porquerías más.
Él hablaba tratando de explicar el primer tema en el plan anual escolar, pero era interrumpido cada cerrar de ojos. Regañaba a quienes se pasaban papelitos de un extremo a otro en el aula, así como también a quienes no cerraban la boca y lo único que hacían, era poner al tanto a su acompañante de las travesuras que hicieron en las vacaciones de verano. Mientras tanto, yo, como siempre, permanecí callada, y sola. Me sentía tan sola… Y era irónico, dado a que el salón estaba que reventaba de personas.
Mi estómago rugió por lo bajo e instintivamente llevé mis manos a él, acariciándolo levemente y haciendo una mueca. Volví mi mirada al reloj, calmándome al ver que solo eran dos minutos los que quedaban para estar en ese infierno, porque luego, la hora de la comida llegaba.
Anoche en la fiesta cené sólo un poco; la comida de mi tía Sara daba pena. Lástima que la mujer estaba tan en sus nubes, que no se percataba de que la mayoría de sus invitados después de comer alimento hecho de ella, terminaba en el baño, liberando sus “penas”. O puede que toda su familia ya estuviese lo suficiente acostumbrada como para no quejarse o tomar el mal sabor.
Me daba risa que todas mis tías, no hermanas de mi madre, sino esposas de sus hermanos, trataran de cocinar igual que mi abuela. Lo cual era… Imposible. Por lo que me contaban, mi abuela fue la mejor cocinera, y nunca nadie podría igualársele. Todas trataban, excepto mi tía Isabela y mi tía Claudia. La primera ex esposa de mi tío Robert, mi tío favorito, que desgraciadamente falleció cuando yo tenía 11 años. Ella nunca fue muy unida a nuestra familia. Algunas veces despreciada por mi tío Nicholas. Y por los hijos del mismo, también… Bueno, la mayoría, no todos. Y mi tía Claudia, ex esposa de mi tío John, no necesitaba imitar a mi abuela, pues ella se encargó de estudiar gastronomía.
Apoyé mi codo derecho en la superficie del pupitre, abriendo la palma de mi mano para dejar descansar sobre ella mi mejilla, y por ende, todo el lado derecho de mi cabeza, aún con mi brazo izquierdo descansando en mi regazo. Mis ojos comenzaron a cerrarse levemente, pero por fortuna el timbre me salvó del regaño seguro que el profesor Alfred me daría por quedarme dormida en su clase. Agarré el lápiz no. 2 que estaba a punto de caerse por la orilla de mi pupitre, y lo metí en el medio del libro. Tomé el libro y el manual de laboratorio rápidamente entre mis brazos, y salí del salón lo más rápido posible para evitar encontrarme con alguien más y ahora sí, tiraran mis libros. Escuché el grito del profesor llamándome, pero decidí ignorarlo deseando que quedara claro que “no lo escuché”.
¿Para qué me necesitaba? Era el primer día de clases, y yo no había ni abierto boca en su clase. Quizá conocía mis notas y necesitaba algo… ¿Pero qué? Dudaba mucho que tutoría, por las mismas razones. Cualquiera que fuese esa cosa importante como para llamarme, me lo podría decir al día siguiente.
Con el dedo corazón ajusté mis anteojos que comenzaban a resbalarse por el puente de mi nariz. Mi mirada era fría y algo vaga, sin despegar la vista de enfrente. Honestamente, ya viví muchos años cometiendo el mismo error de mirar a los demás mientras caminaba. Adolescentes “molestos por su falta de su privacidad”, no eran una cosa que los demás podrían llamar su favorita.
Todos a mi alrededor estaban totalmente sumergidos en las conversaciones con sus amigos, riendo y claramente burlándose de cualquier tema sin importancia y, probablemente, coherencia, o de todo aquel inepto que pasase enfrente de ellos —citando el adjetivo que solían utilizar para ofender a los demás—, como yo, por ejemplo, mientras que algunos otros, observadores y con una pizca de misterio, se sumergían intensamente en sus pensamientos, al igual que yo. La única diferencia consistía en que ellos eran mucho más serios o rebeldes —en su mayoría rebeldes—, así que no se preocupaban por llegar tarde a sus respectivas clases. Solté un suspiro, pensando en que nunca podría llegar a ser así de… independiente. Bueno, lo era, pero no en un grado tan alto y demostrativo como ellos. Aunque muy en el fondo, sabía que algún día llegaría a ser así. O al menos eso esperaba.
Llegué al salón y me senté en el primer asiento de la segunda fila. Cabe aclarar que no me senté en el asiento cerca de la puerta; los años anteriores había comprobado que quienquiera que tuviera el suficiente valor para sentarse en él, tendría que soportar la avalancha de compañeros metiéndose en el salón salvajemente por haber llegado tarde. Dirigí mi vista al gran reloj que estaba posicionado en lo alto y medio de la pared norte, unos centímetros arriba del pizarrón, a un lado del pequeño cuadro de madera que contenía en su interior una imagen de Jesús, marcaba cinco minutos para el inicio de la clase. Rodé los ojos y segundos después los cerré fuertemente, mientras que estiraba mis brazos por el pupitre, luego los crucé y posicioné mi cabeza encima del candado que mis dedos entrelazados formaron. Estaba exhausta. La noche anterior no había dormido casi nada, y todo por culpa de mi familia.
Justo un día antes del primer día de clases, a mi tío Tomás se le ocurrió la inoportuna idea de preparar una reunión familiar en su terreno, con el fin de celebrar el principio del último año en el instituto de Cassandra y mío.
Cassandra es mi prima, hija de mi tío Tomás y hermana menor de Alejandra y George. Mis primos menos queridos, hijos de mi ex tío favorito.
La fiesta fue un tremendo infierno. Nunca fui bien tratada de parte de esa familia. Recuerdo muy bien cómo desde que era niña, Alejandra me insultaba y se burlaba de mí siempre que podía, incluyendo todas esas veces en las que se aprovechó de mí cuando aún no sabía nadar. Me hundía la cabeza en la piscina.
Por otro lado, mi relación con Cassie era la mejor para ese entonces, éramos inseparables, casi hermanas, haciendo todo juntas, yendo a casa de la otra casi a diario, no soportábamos tanto tiempo estando separadas; asimismo, nunca le agradé a George. Aunque tampoco es que me haya esforzado demasiado por agradarle, pero en serio me dolió saber que mis familiares no me… apreciaban.
Y entonces fue cuando ambas comenzamos a crecer, y a la edad de 12 años yo fui madurando mi punto de vista y alejándome de todo aquel que me rodeara. Eso aburría a Cassie. Mis calificaciones muy buenas eran restregadas en su cara, puesto que a ella nunca le fue muy bien con sus notas. Y mis tíos cometieron el halagador error de decirle siempre lo mismo: “Cassie, debes ser más como Georgia y sacar la mejor calificación en todas las asignaturas”. Supongo que eso fue lo que causó que Cassie me tomara rencor y comenzara a decir cosas desagradables de mí a mis espaldas, comunicándoselas a mis escasos amigos para que me dejaran de hablar.
Durante todo el día anterior, la gran mayoría de los hombres mayores se tomaron el privilegio de mandarme como se les placiera para llevarles cervezas. Fue demasiado irritante. Prácticamente me pasé actuando como camarera en lugar de como celebrada. Pero yo no podía quejarme ni actuar mal, porque de inmediato mi abuelo me regañaría y las cosas terminarían muy mal. Y así fue, hasta cuarto para las 3 de la madrugada, cuando por fin mi tío me dio permiso para retirarme a mi casa —permiso en sí, porque horas antes le dije que ya me iba, pero, como siempre, él se opuso y actuó como una fiera, dedicándome comentarios desagradables por mi “poco aguante a las fiestas”—.
El timbre que indicaba el inicio de clases me obligó a abrir los ojos rápidamente y a incorporarme correctamente en mi asiento. El salón ya estaba repleto de todos los estudiantes. Justo a tiempo, el profesor Alfred entró por la puerta, detrás de Harry Styles, Zayn Malik y Niall Horan. Tres chicos del grupo de populares del instituto. Con aquellos tres animales me tocaría compartir mi clase de Química por el resto del ciclo escolar. Rodé los ojos al pensar en eso.
—Es el primer día y ya los estoy regañando por llegar tarde; qué decepción, jóvenes —reprochó el profesor, negando cabizbajo, mientras cerraba la puerta tras de sí.
El ambiente se sintió de inmediato distinto. Todos en el salón —especialmente chicas— no despegaban mirada encima de los recién llegados, incluyéndome. Pero yo, a diferencia de los demás, no lo hacía por estar tan al pendiente de ese trío, sino, por estar asesinándolos lo mejor posible con la mirada.
—Pero si usted también llegó tarde, profesor —le devolvió la jugada Zayn, el moreno de los tres y, en ciertas ocasiones, el más tranquilo.
—Lo estábamos esperando, no sea malagradecido —añadió el rizado con una sonrisa que lograba enfermarme en un instante, el que de cierta forma, tenía más odio de mi parte para él por ser tan… Cínico y egocéntrico.
El rubio teñido, es decir, Niall, no mencionó palabra alguna. Permaneció riéndose con una risa sorda, de brazos cruzados, como siempre estuvo acostumbrado a hacer.
Caminaron como acostumbraban hacerlo siempre; irradiando seguridad en sí mismos. Harry al pasar a mi lado sacudió su cabello —aquella acción que erróneamente denominaba “peinar”—. Solté un bufido lo suficiente bajo para que fuera inaudible para todos, excepto, claro, para mí, y puede que un poco para el rizado. Pero si lo escuchó, probablemente lo tomaría como algo fabricado por el viento, yo era invisible para los populares… O quizá para la mayoría del instituto, omitiendo a los profesores y a los alumnos que les dí clases de tutoría.
Los tres chicos pasaron, terminando con su pasarela ridícula, y se sentaron en la parte trasera del salón, el lugar reservado “exclusivamente” para ellos en todas las clases.
La clase pasó lenta y aburrida. Lo suficiente aburrida como para quedarme dormida encima de mi pupitre. Pero como siempre, no lo hice. Agradecí internamente que el profesor Alfred no fuera de esos que gastan todos los minutos de su hora del primer día de clases en presentaciones y, un montón de porquerías más.
Él hablaba tratando de explicar el primer tema en el plan anual escolar, pero era interrumpido cada cerrar de ojos. Regañaba a quienes se pasaban papelitos de un extremo a otro en el aula, así como también a quienes no cerraban la boca y lo único que hacían, era poner al tanto a su acompañante de las travesuras que hicieron en las vacaciones de verano. Mientras tanto, yo, como siempre, permanecí callada, y sola. Me sentía tan sola… Y era irónico, dado a que el salón estaba que reventaba de personas.
Mi estómago rugió por lo bajo e instintivamente llevé mis manos a él, acariciándolo levemente y haciendo una mueca. Volví mi mirada al reloj, calmándome al ver que solo eran dos minutos los que quedaban para estar en ese infierno, porque luego, la hora de la comida llegaba.
Anoche en la fiesta cené sólo un poco; la comida de mi tía Sara daba pena. Lástima que la mujer estaba tan en sus nubes, que no se percataba de que la mayoría de sus invitados después de comer alimento hecho de ella, terminaba en el baño, liberando sus “penas”. O puede que toda su familia ya estuviese lo suficiente acostumbrada como para no quejarse o tomar el mal sabor.
Me daba risa que todas mis tías, no hermanas de mi madre, sino esposas de sus hermanos, trataran de cocinar igual que mi abuela. Lo cual era… Imposible. Por lo que me contaban, mi abuela fue la mejor cocinera, y nunca nadie podría igualársele. Todas trataban, excepto mi tía Isabela y mi tía Claudia. La primera ex esposa de mi tío Robert, mi tío favorito, que desgraciadamente falleció cuando yo tenía 11 años. Ella nunca fue muy unida a nuestra familia. Algunas veces despreciada por mi tío Nicholas. Y por los hijos del mismo, también… Bueno, la mayoría, no todos. Y mi tía Claudia, ex esposa de mi tío John, no necesitaba imitar a mi abuela, pues ella se encargó de estudiar gastronomía.
Apoyé mi codo derecho en la superficie del pupitre, abriendo la palma de mi mano para dejar descansar sobre ella mi mejilla, y por ende, todo el lado derecho de mi cabeza, aún con mi brazo izquierdo descansando en mi regazo. Mis ojos comenzaron a cerrarse levemente, pero por fortuna el timbre me salvó del regaño seguro que el profesor Alfred me daría por quedarme dormida en su clase. Agarré el lápiz no. 2 que estaba a punto de caerse por la orilla de mi pupitre, y lo metí en el medio del libro. Tomé el libro y el manual de laboratorio rápidamente entre mis brazos, y salí del salón lo más rápido posible para evitar encontrarme con alguien más y ahora sí, tiraran mis libros. Escuché el grito del profesor llamándome, pero decidí ignorarlo deseando que quedara claro que “no lo escuché”.
¿Para qué me necesitaba? Era el primer día de clases, y yo no había ni abierto boca en su clase. Quizá conocía mis notas y necesitaba algo… ¿Pero qué? Dudaba mucho que tutoría, por las mismas razones. Cualquiera que fuese esa cosa importante como para llamarme, me lo podría decir al día siguiente.
- me dicen pancha. ah.:
en primer lugar, que se note que no tenía ni idea de qué weá ponerle de nombre al spoiler.(?) lol. lo puse por una historia vergonzosa y cursi. ;-; o bien, puedo decir que lo tomé bc a harry el año pasado cuando vinieron a méxico le pidieron que leyera un trabalenguas en voz alta de pancha plancha con ocho planchas. ahqueyamesalíadeltema. so... no sé si hay errores, pues, lo he editado tantas veces que ya ni sé cómo me llamo.(? espero les guste. c: a mí personalmente amé ponerle de font georgia.(? bc, i mean, la prota se llama georgia y la font se ve re cúl y elegante y... ya me callo. u.u espero les guste, y comenten, mucho, mucho, mucho.(?)
pd. cata, elegí ese encabezado para los caps bc es el mismo de sd, como es obvio, y bueno, lo elegí cause sabes que amo tus gustos perfectos.:3
pd2. alazne, me siento tan dsakfjskdljfaklsjfkla por tenerte. *-* primera vez que una beta lee un fic mío.<3comolavezqueMackcomentómishot.jskahdfjkhfkas.
pd3. las amo, hermosas lectoras. *3*
Última edición por Kurt. el Sáb 09 Nov 2013, 6:04 pm, editado 1 vez
Kurt.
Re: overcoming. | harry styles.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:44 pm
ME ALEGRA SABERLO. YO MÁS, ALAZ.<3333 kdjashfjkfhdk. conque la Lin sabe de mi fic, ¿huh? :emmm: bueh, agradezco que te haya dicho.(?) XDDD kdjhafsjdkfhkjasd. qué hermoso, mi Alazne me acosa.<3 ya colgué el cap, espero te guste. c:Alazz escribió:
NUNCA TE MATARÍA. TE AMO DEYAAAAAA. Me dijo Anni que tenías un fic y fue un "acabo de escribir y me voy a acosar a Deyis" y eso hiceC:
Kurt.
Re: overcoming. | harry styles.
por Alazz Lun 12 Ago 2013, 12:51 pm
Ohmeingad. Deyis escribes genial ;________;
Me caen todos mal pero yo soy feliz C:
Y lo de ser beta es lo de menos, jopé, yo te amo >.<
Me caen todos mal pero yo soy feliz C:
Y lo de ser beta es lo de menos, jopé, yo te amo >.<
Alazz
Re: overcoming. | harry styles.
por Kurt. Lun 12 Ago 2013, 12:54 pm
me sigue sorprendiendo que lean tan rápido. ;-; y no está de menos que seas beta, tu escritura es asom y lo sabes, wn. AJAJAAJJA. ¿cómo que te caen todos mal? xd. yo más, en serio, amor.<3 :CAlazz escribió: Ohmeingad. Deyis escribes genial ;________;
Me caen todos mal pero yo soy feliz C:
Y lo de ser beta es lo de menos, jopé, yo te amo >.<
Kurt.
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