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créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Project: How to be popular
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Project: How to be popular
¿Alguna vez deseaste ser popular?¿Saber que se siente que todos te conozcan?¿Tener a chicas envidiándote siempre? No te preocupes, tal vez eres parte del tan esperado «Proyecto: Cómo ser popular.»
Chicas escogidas al azar de una lista de nerds, serán las afortunadas de convertirse en las nuevas populares. Lizzie encabeza el proyecto, decidió hacerlo por diversión pero nunca pensó que las cosas pudieran dar una vuelta de 360 grados.
La pregunta ahora es… ¿Quién está debajo de quién?
- ficha:
- • Nombre: Project: How to be popular.
• Autor: Colectiva
• Adaptación: No
• Género: General
• Advertencias: Según las escritoras
• Otras páginas: No.
jackson.
Re: Project: How to be popular
No se si ya se puede comentar, pero ¡AL FIN! Re-emocionada por esta idea Karls.
Willa
Re: Project: How to be popular
Willa escribió: No se si ya se puede comentar, pero ¡AL FIN! Re-emocionada por esta idea Karls.
Claro que se puede comentar
jackson.
Re: Project: How to be popular
Hola
Aquí estoy como te lo prometí Karly :)
Esperó el primer capitulo con ansias
Besos
Aquí estoy como te lo prometí Karly :)
Esperó el primer capitulo con ansias
Besos
dione.
Re: Project: How to be popular
Capítulo 1
“Trying to survive the first day.”
códigos by Ⓚ
El primer día de escuela es horrible. Alexander piensa que es aburrido tener que escuchar al director dar el mismo sermón de primer día, como si eso fuera hacer que se comporten todo el año como él quiere. Aleena hablaba de lo divertido que sería asistir a la fiesta disfrazadas de “Los Ángeles de Charlie”, éramos como un “cuarteto de oro” así que eso era inútil.
Había susurros por todos lados, eso quería decir que a todos les importaba muy poco lo que decía él director. Aleena continuaba hablando de esa fiesta que se iba hacer en casa de Alexander, cuando te juntabas con él da por hecho que vivirías mil fiestas sin descansar.
—Y para finalizar, desearles un gran año a todos, y recordarles que hay que pasar por sus horarios con la secretaria Rachel. Y la próxima semana, comenzarán las actividades deportivas de las cuales los mantendremos al tanto —hizo una breve pausa—, ahora si alumnos, pueden retirarse —finalizó y fue cuestión de segundos para que todos se levantaran y comenzaran a caminar fuera.
Todos los alumnos se dirigían a sus salones mientras platicaban, había escuchado rumores sobre una fiesta que haría Alexander en los yates de su padre, sabía que le encantaba hacer fiestas a lo grande así que no me perdería esta.
• • • •
Los únicos que coincidían en sus clases eran Alexander y Ky, era un asco que todos tomáramos distintas carreras. La mayoría nos íbamos a encontrar en las prácticas o periodos libres, así que eso estaba bien para mí.
Estaba con Alexander perdiendo el tiempo, sabía que la primera semana era bastante relajada así que nos encantaba encontrarnos y pasar el rato. Nos estábamos besando hasta que el carraspeo de alguien nos interrumpió.
Mire a la chica esperando que hablara, realmente no tenía estilo parecía un hombre con su ropa.
— ¿Si? Se te perdió algo —no le quitaba la mirada de encima.
—Em… están recargados en mi casillero —señalo la puerta que estaba detrás de nosotros.
Ella solo esperaba a que nos quitáramos, yo no tenía intención de hacerlo pero Alexander asintió y me tomo de la mano para alejarnos de ahí.
—Oye… ¿por qué le sonreíste?
—No seas dramática.
Quería decirle que no era dramática pero eso significaba empezar una pelea el primer día de clases. Respire hondo y continúe caminando sin él.
— ¿Enserio? ¿Te vas sin más?
Asentí sin mirarlo, eso se ganaba por decirme dramática el muy hijo de su mamá.
• • • •
Había optado por sentarme hasta atrás, claramente odiaba estar enfrente y tener a los profesores con su mirada en mí, aunque cuando eran guapos eso no me molestaba en lo absoluto.
La clase transcurría de lo más lentos, pase la mirada por todo el salón y note varios rostros nuevos, pero después investigaría más de ellos.
— ¿Qué? —la voz de Claire llamo la atención de todos.
— ¿Ocurre algo señorita Wes? —cuestionó la profesora.
—No, lo siento —respondió la castaña.
Esto tenía que haber sido acto de Amber, era la única que enviaba papelitos a todos.
El timbre dio fin a la clase de la profesora, me dirigí al primer chico nuevo, me coloque frente de él tapando su salida.
—Hola—le di la sonrisa que enamoraba a todos.
—Mm… hola—se veía incómodo.
— ¿Me preguntaba si podía saber tu nombre? —me acerque más a él.
—Claro, soy James —su sonrisa salió como una mueca.
Iba a decir otra cosa cuando la voz de alguien nos interrumpió— ¿Vienes o no?—el asintió y se alejó de mí, no había visto al chico así que no le di importancia.
Me dirigí al Stanford Faculty Club en donde me encontraría con Aleena. Cuando llegue ella estaba con todos los demás.
Tome asiento a lado de Ky, y deposite un beso en su mejilla.
— ¿Cuándo vas a aceptar ser mi novio?
Todas las miradas de nuestros amigos se dirigieron hacia nosotros. Él se había quedado callado mientras me miraba con cara de asombro.
Comencé a reír, Alexander no parecía muy feliz y eso me hacia sonreír.
—Que amargados, obvio que Ky no va a ser mi novio, ya tengo a un idiota como novio.
—Estoy de acuerdo contigo —susurro a mi lado Ky.
Alexander solo nos mataba con su mirada. Le sonreí y le mostré mi dedo de en medio.
Continuamos hablando de nuestros disfraces para la fiesta que daría Alexander en los yates de su padre, todos sabíamos que no necesitaban invitación para asistir y menos los jóvenes de Stanford.
- Hola:
- Con este primer capítulo damos inicio a la novela, esperemos continúe y no se quede abandonada. Siento haberlas hecho esperar, pero con los exámenes finales y todo eso no me da tiempo de escribir, además estaba corta de inspiración y escribía algo para el capítulo, y terminaba borrándolo.
Esto es lo que salió, espero que les guste. Me encanta verte por aquí, Aira ♥
Sigue; Lexie.
jackson.
Re: Project: How to be popular
Hola, hola.
OMAIGA.
Lindo capítulo, me gusto.
Que coqueta es Lizzie.
Me mato lo de los angeles de charlie, pero son cuatro.
Ky y Lizzie, amor en secreto :lizzena:
Vale, me voy a escribir mi capítulo.
OMAIGA.
Lindo capítulo, me gusto.
Que coqueta es Lizzie.
Me mato lo de los angeles de charlie, pero son cuatro.
Ky y Lizzie, amor en secreto :lizzena:
Vale, me voy a escribir mi capítulo.
lexie.
Re: Project: How to be popular
Hola, Hola.
Quiero decir que nos dejaste en la espera, pero valió la pena.
KY Y LIZZIE.
TENGO QUE SHIPPIARLOS. PERO ELLA ESTA CON ALEXANDER Y ESTOY TIPO
Y los ángeles de charlie, lo malo es que somos cuatro. :lizzena:
Voy a esperar con paciencia -de nuevo- el siguiente capitulo y luego me toca a mi AHHHHH.
Quiero decir que nos dejaste en la espera, pero valió la pena.
KY Y LIZZIE.
TENGO QUE SHIPPIARLOS. PERO ELLA ESTA CON ALEXANDER Y ESTOY TIPO
Y los ángeles de charlie, lo malo es que somos cuatro. :lizzena:
Voy a esperar con paciencia -de nuevo- el siguiente capitulo y luego me toca a mi AHHHHH.
Willa
Re: Project: How to be popular
Hella girlz!
Karly tu capitulo es una masterpiece. JAJAJA Aleena es una idiota ahre insultaba a su propio personaje. Wait, i think que alexander y lizzie son una pareja goals bc sí ahre. Oie no lizzie alejate de ky . Lexie i need capitulo ahre. Yo me estoy muriendo bc soy la ultima y no puedo comenzar bien sin saber como sigue la historia ;-;
Karly tu capitulo es una masterpiece. JAJAJA Aleena es una idiota ahre insultaba a su propio personaje. Wait, i think que alexander y lizzie son una pareja goals bc sí ahre. Oie no lizzie alejate de ky . Lexie i need capitulo ahre. Yo me estoy muriendo bc soy la ultima y no puedo comenzar bien sin saber como sigue la historia ;-;
Invitado
Invitado
Re: Project: How to be popular
Capítulo 2
“hope stanford don't swallow you.”
códigos by Ⓚ
Bambie me dijo que me vería temprano. Si es que Stanford no me tragaba antes, claro. Y es que estoy pérdida, ¿cómo no estarlo?
Es el primer día de clases y descubierto varias cosas:
1. Stanford es enorme.
2. La empatía no es requisito indispensable para ser profesor universitario.
3. Ni para ser alumno.
4. Que en el siglo XXI –y bien entrados ya– vas a tener que hacer colas para todos los trámites.
5. Hay mucha gente guapa en el mundo.
¡Y eso que ni siquiera han pasado 3 horas que llegue!
Con mi equipaje de mano y bolso camino con dirección hacia el elevador del edificio de residencias estudiantiles. Presiono el botón del sexto piso, sin preocuparme de la demás gente que entro conmigo y espero. En cuanto las puertas se abren, salgo inmediatamente y busco la habitación seiscientos sesenta y seis (666).
¿Estupendo, no?
—Será como vivir en un hotel—me dijo Anissa, mi nana—, solo que sin servicio a cuarto.
La verdad es que una residencia de estudiantes lo único que tenía de parecido a un hotel es que no era mi casa. Lo admito, ya no quería estar en casa. Puede haber ido a vivir a un departamento, pero no me gusta estar sola; entonces la residencia de estudiantes era mi opción.
De haber sido por mí, yo viviría en un hotel, donde la vida es hermosa y fácil, sin embargo, mis padres querían que fuera independiente y responsable.
Dos cosas con las que yo no estoy familiarizada.
…
—Te das cuenta de que algo se—digo en cuanto me siento—, ¿verdad?
— ¿A qué te refieres? —me pregunta Bambie, luciendo confundida.
—A nada—replico—, es solo que quería ensayar una escena que impusiera misterio antes de mi clase de teatro de mañana. Recién me dieron mi horario, ¡y la clase es a primera hora!
Por lo general, Bambie no menciona que soy una persona que lleva todas y cada una de las situaciones a sus extremos, lo insinúa pero es lo suficientemente amable para no decírmelo directamente.
—Intenta estudiar derecho, Ivy—manifiesta Wes—. Apuesto que tengo el doble de clases de las que tú tienes.
En cambio, Wesley es una persona sin tapujos, quien me recuerda a menudo que soy una persona desmesurada. De alguna manera se lo agradezco, a pesar de ser algo molesto y/o hiriente siempre.
Siempre he creído que la relación que tienen Bambie y Wes es puramente contradictoria. Ambos son tan opuestos que me resulta chocante el saber de qué ambos están juntos. Aunque supongo que los opuestos se atraen, o algo así.
Dejo escapar un suspiro y me pongo mis lentes de sol para posteriormente echar la cabeza para atrás.
Mientras el sol me empapé todo es posible, en este instante, el cielo de media mañana ofrece un estupendo color azulino que hace pensar en una sola cosa: María la del Barrio (un tele drama mexicano que compre en Amazon por sesenta y dos dólares).
Sé que es algo ridículo, pero como una estudiante de teatro y performance estudio, analizar actuaciones y ver como otros actores se desarrollan con respecto a su papel.
Está bien. Todo eso no es del todo cierto, debo admitir que me fascinan este tipo de cosas ya que incluyen todos los elementos para mantenerte adherido a la historia de principio a fin: venganza, incesto, hijos bastardos, muertes fingidas, desamor y mucho drama.
A parte de las telenovelas, puedo decir que me atrevería a contar los días que faltan para que se acabe el verano y el otoño se filtre entre las hojas, pintándolas de amarillo y rojo. No es que me emocione mucho el otoño, pero al menos me ahorraría el sufrir a causa del insoportable calor sin preocuparme aún por la ausencia del sol así como sucede en invierno. La verdad es que me gusta el sol. Pero prefiero los climas fríos.
Al caer el medio día me dirigí al Stanford Faculty Club donde se encontraba la diabólica trinidad y Aleena.
La diabólica trinidad está conformada por Alexander D’Angelo, mi mejor amigo; Wesley Beckham, mi otro mejor amigo y Kyle Speechley, el amor de mi vida y futuro padre de mis hijos.
Sí, soy bastante exagerada: Kyle y yo no somos nada. Nada. Nada de nada. Si estoy un poco enamorada de él, pero no me atrevería decírselo. Nunca, ni en mis más salvajes sueños.
Nada no es un término correcto: él es mi amigo. Mi amigo con derecho a roce.
Porque decirle a alguien o al mismísimo Kyle que tengo sentimientos hacia el sería una condena a sufrir muchísima vergüenza y por consecuente, una secuencia de eventos desafortunados que nadie quiere ver.
Pensándolo mejor, lo mío con Kyle es más bien un crush. Un total y absoluto crush.
—Hola—saludo a todos los presentes con un beso en la mejilla y acto seguido me siento a esperar a los que faltan.
En cuanto Lizzie llega, planta un beso en la mejilla de Ky y articula la frase:
— ¿Cuándo vas a aceptar ser mi novio?
Una emoción oscura y enorme que amenaza con tragarse mi autocontrol y explotar se manifiesta en mí. Luego de que Lizzie estalla en risas y confiesa que es algo así como un chiste. Me calmo un poco, aunque no del todo.
El tema de inmediato cambio a la fiesta de disfraces que organizaría Alexander en los yates de su padre.
—Propongo que nos vistamos de las chicas de la película Austin Powers. Ya saben cómo de los sesentas. Peinados enormes y lindos vestidos.
…
Al final del día llego a mi habitación y me decido a desempacar. En cuanto abro mi maleta me percato de algo muy importante: no traje mi cepillo de dientes.
¡Mierda!
Lo único que esperaba evitarme en el primer día de clases era olvidar algo en casa o caerme enfrente de la gente, pero eso no importa.
Al menos no me caí enfrente de nadie.
Mi única opción de momento es ir a comprar un cepillo de dientes. Es de noche y hace mucho calor.
¿Qué es lo peor que podría pasar?
Ya había cambiado mi vestido por un pijama, así que lo único que hago es reemplazar mis cómodas pantuflas de unicornio por unas crocs color rosa y ponerme una sudadera que es dos veces más grande que yo.
Salgo a del campus y cruzo la calle para entrar a un 7-eleven.
Me dirijo a los congeladores, lista para tomar un agua voss cuando alguien me toma de la cintura y me tapa la boca.
¡Ayuda!, atino a gritar mentalmente.
Esta persona me levanta del suelo y empiezo a mover los pies frenéticamente. Escucho una pequeña risa y la persona me suelta. Doy la vuelta y descubró a Ky con una sonrisa burlona.
— ¡Kyle! —exclamó, furiosa— ¡casi me matas del susto, idiota! ¿en que estabas pensando?
— ¡Hey! —levanta la mano izquierda y pone la derecha en su estómago—la oportunidad se presentó y yo la tome, no te pongas tan histérica, Ivy.
—Bien. Pero para ser sincera tengo muchas ganas de darte una patada en el centro del culo, hijo de puta—le digo—. Cuando madures, búscame, estaré en los columpios.
Tomo mi agua y le dirijo una última mirada dramática y me dirijo al pasillo de productos para la higiene personal.
— ¿Qué buscas?
—La respuesta de la vida, el universo y todo lo demás.
—Oh, eso es fácil—alardea—. Es 42.
—Yo creo que es Ryan Reynolds—lo contradigo.
Ky rueda los ojos y me dedica una sonrisa.
—Busco un cepillo de dientes. Olvide el mío en casa.
—Y viniste a comprar uno a las diez de la noche, hora donde los violadores afloran los alrededores de las universidades.
—Hace cinco minutos cuando alguien tomo mi cintura y cubrió mi boca con su mano pudo haber sido un violador.
—Ya te he dicho que fue una broma, Ivy, además….
—Y para compensar tu broma me compraras una pizza—digo, interrumpiendo una disculpa que no hacía falta—. Es una orden, Speechley.
Compré mi cepillo —uno negro de cerdas ultra suaves—, y me dirigí junto a Ky a La Casa del Arbol, un restaurante del campus.
En el lugar había varios chicos —ninguno que reconozca— y lo que me pareció ser buena música de fondo. Bohemian Rhapsody de Queen ambienta el lugar haciendo que me emocione más de lo que debo.
—Put a gun against his head, pulled my trigger, now he's dead. Mamaaa, life had just begun, but now I've gone and thrown it all away—canto con emoción, haciendo reír a Kyle.
Pedimos una pizza margarita para los dos; mientras esperamos muevo mi cabeza al ritmo de la música y Ky se pone a hacer bolitas de papel con una servilleta. Me quedo mirándolo un rato, analizando su acción.
Unos momentos después, se pone una bolita de papel en la boca, toma una pajilla y antes de que pueda parpadear, sopló por la pajilla hasta que la bolita llena de saliva se estrella contra mi cara.
—Eres un asco—le digo, riendo mientras me quito la baba de la mejilla.
Pero el no para. Sigue tirándome con todas sus municiones y como no planeo quedarme de brazos, decido imitarlo. Me pongo a elaborar bolitas con mi servilleta y comienzo a escupírselas igual sin poder parar de reír. Tenemos que parar el bombardeo solo porque llega la pizza.
Creo que tengo bolitas de papel babeadas por Kyle por todo el cabello. Un asco, pero fue divertido.
—Entonces… ¿qué tal tu primer día?
—Pudo haber sido peor.
Es el primer día de clases y descubierto varias cosas:
1. Stanford es enorme.
2. La empatía no es requisito indispensable para ser profesor universitario.
3. Ni para ser alumno.
4. Que en el siglo XXI –y bien entrados ya– vas a tener que hacer colas para todos los trámites.
5. Hay mucha gente guapa en el mundo.
¡Y eso que ni siquiera han pasado 3 horas que llegue!
Con mi equipaje de mano y bolso camino con dirección hacia el elevador del edificio de residencias estudiantiles. Presiono el botón del sexto piso, sin preocuparme de la demás gente que entro conmigo y espero. En cuanto las puertas se abren, salgo inmediatamente y busco la habitación seiscientos sesenta y seis (666).
¿Estupendo, no?
—Será como vivir en un hotel—me dijo Anissa, mi nana—, solo que sin servicio a cuarto.
La verdad es que una residencia de estudiantes lo único que tenía de parecido a un hotel es que no era mi casa. Lo admito, ya no quería estar en casa. Puede haber ido a vivir a un departamento, pero no me gusta estar sola; entonces la residencia de estudiantes era mi opción.
De haber sido por mí, yo viviría en un hotel, donde la vida es hermosa y fácil, sin embargo, mis padres querían que fuera independiente y responsable.
Dos cosas con las que yo no estoy familiarizada.
—Te das cuenta de que algo se—digo en cuanto me siento—, ¿verdad?
— ¿A qué te refieres? —me pregunta Bambie, luciendo confundida.
—A nada—replico—, es solo que quería ensayar una escena que impusiera misterio antes de mi clase de teatro de mañana. Recién me dieron mi horario, ¡y la clase es a primera hora!
Por lo general, Bambie no menciona que soy una persona que lleva todas y cada una de las situaciones a sus extremos, lo insinúa pero es lo suficientemente amable para no decírmelo directamente.
—Intenta estudiar derecho, Ivy—manifiesta Wes—. Apuesto que tengo el doble de clases de las que tú tienes.
En cambio, Wesley es una persona sin tapujos, quien me recuerda a menudo que soy una persona desmesurada. De alguna manera se lo agradezco, a pesar de ser algo molesto y/o hiriente siempre.
Siempre he creído que la relación que tienen Bambie y Wes es puramente contradictoria. Ambos son tan opuestos que me resulta chocante el saber de qué ambos están juntos. Aunque supongo que los opuestos se atraen, o algo así.
Dejo escapar un suspiro y me pongo mis lentes de sol para posteriormente echar la cabeza para atrás.
Mientras el sol me empapé todo es posible, en este instante, el cielo de media mañana ofrece un estupendo color azulino que hace pensar en una sola cosa: María la del Barrio (un tele drama mexicano que compre en Amazon por sesenta y dos dólares).
Sé que es algo ridículo, pero como una estudiante de teatro y performance estudio, analizar actuaciones y ver como otros actores se desarrollan con respecto a su papel.
Está bien. Todo eso no es del todo cierto, debo admitir que me fascinan este tipo de cosas ya que incluyen todos los elementos para mantenerte adherido a la historia de principio a fin: venganza, incesto, hijos bastardos, muertes fingidas, desamor y mucho drama.
A parte de las telenovelas, puedo decir que me atrevería a contar los días que faltan para que se acabe el verano y el otoño se filtre entre las hojas, pintándolas de amarillo y rojo. No es que me emocione mucho el otoño, pero al menos me ahorraría el sufrir a causa del insoportable calor sin preocuparme aún por la ausencia del sol así como sucede en invierno. La verdad es que me gusta el sol. Pero prefiero los climas fríos.
Al caer el medio día me dirigí al Stanford Faculty Club donde se encontraba la diabólica trinidad y Aleena.
La diabólica trinidad está conformada por Alexander D’Angelo, mi mejor amigo; Wesley Beckham, mi otro mejor amigo y Kyle Speechley, el amor de mi vida y futuro padre de mis hijos.
Sí, soy bastante exagerada: Kyle y yo no somos nada. Nada. Nada de nada. Si estoy un poco enamorada de él, pero no me atrevería decírselo. Nunca, ni en mis más salvajes sueños.
Nada no es un término correcto: él es mi amigo. Mi amigo con derecho a roce.
Porque decirle a alguien o al mismísimo Kyle que tengo sentimientos hacia el sería una condena a sufrir muchísima vergüenza y por consecuente, una secuencia de eventos desafortunados que nadie quiere ver.
Pensándolo mejor, lo mío con Kyle es más bien un crush. Un total y absoluto crush.
—Hola—saludo a todos los presentes con un beso en la mejilla y acto seguido me siento a esperar a los que faltan.
En cuanto Lizzie llega, planta un beso en la mejilla de Ky y articula la frase:
— ¿Cuándo vas a aceptar ser mi novio?
Una emoción oscura y enorme que amenaza con tragarse mi autocontrol y explotar se manifiesta en mí. Luego de que Lizzie estalla en risas y confiesa que es algo así como un chiste. Me calmo un poco, aunque no del todo.
El tema de inmediato cambio a la fiesta de disfraces que organizaría Alexander en los yates de su padre.
—Propongo que nos vistamos de las chicas de la película Austin Powers. Ya saben cómo de los sesentas. Peinados enormes y lindos vestidos.
Al final del día llego a mi habitación y me decido a desempacar. En cuanto abro mi maleta me percato de algo muy importante: no traje mi cepillo de dientes.
¡Mierda!
Lo único que esperaba evitarme en el primer día de clases era olvidar algo en casa o caerme enfrente de la gente, pero eso no importa.
Al menos no me caí enfrente de nadie.
Mi única opción de momento es ir a comprar un cepillo de dientes. Es de noche y hace mucho calor.
¿Qué es lo peor que podría pasar?
Ya había cambiado mi vestido por un pijama, así que lo único que hago es reemplazar mis cómodas pantuflas de unicornio por unas crocs color rosa y ponerme una sudadera que es dos veces más grande que yo.
Salgo a del campus y cruzo la calle para entrar a un 7-eleven.
Me dirijo a los congeladores, lista para tomar un agua voss cuando alguien me toma de la cintura y me tapa la boca.
¡Ayuda!, atino a gritar mentalmente.
Esta persona me levanta del suelo y empiezo a mover los pies frenéticamente. Escucho una pequeña risa y la persona me suelta. Doy la vuelta y descubró a Ky con una sonrisa burlona.
— ¡Kyle! —exclamó, furiosa— ¡casi me matas del susto, idiota! ¿en que estabas pensando?
— ¡Hey! —levanta la mano izquierda y pone la derecha en su estómago—la oportunidad se presentó y yo la tome, no te pongas tan histérica, Ivy.
—Bien. Pero para ser sincera tengo muchas ganas de darte una patada en el centro del culo, hijo de puta—le digo—. Cuando madures, búscame, estaré en los columpios.
Tomo mi agua y le dirijo una última mirada dramática y me dirijo al pasillo de productos para la higiene personal.
— ¿Qué buscas?
—La respuesta de la vida, el universo y todo lo demás.
—Oh, eso es fácil—alardea—. Es 42.
—Yo creo que es Ryan Reynolds—lo contradigo.
Ky rueda los ojos y me dedica una sonrisa.
—Busco un cepillo de dientes. Olvide el mío en casa.
—Y viniste a comprar uno a las diez de la noche, hora donde los violadores afloran los alrededores de las universidades.
—Hace cinco minutos cuando alguien tomo mi cintura y cubrió mi boca con su mano pudo haber sido un violador.
—Ya te he dicho que fue una broma, Ivy, además….
—Y para compensar tu broma me compraras una pizza—digo, interrumpiendo una disculpa que no hacía falta—. Es una orden, Speechley.
Compré mi cepillo —uno negro de cerdas ultra suaves—, y me dirigí junto a Ky a La Casa del Arbol, un restaurante del campus.
En el lugar había varios chicos —ninguno que reconozca— y lo que me pareció ser buena música de fondo. Bohemian Rhapsody de Queen ambienta el lugar haciendo que me emocione más de lo que debo.
—Put a gun against his head, pulled my trigger, now he's dead. Mamaaa, life had just begun, but now I've gone and thrown it all away—canto con emoción, haciendo reír a Kyle.
Pedimos una pizza margarita para los dos; mientras esperamos muevo mi cabeza al ritmo de la música y Ky se pone a hacer bolitas de papel con una servilleta. Me quedo mirándolo un rato, analizando su acción.
Unos momentos después, se pone una bolita de papel en la boca, toma una pajilla y antes de que pueda parpadear, sopló por la pajilla hasta que la bolita llena de saliva se estrella contra mi cara.
—Eres un asco—le digo, riendo mientras me quito la baba de la mejilla.
Pero el no para. Sigue tirándome con todas sus municiones y como no planeo quedarme de brazos, decido imitarlo. Me pongo a elaborar bolitas con mi servilleta y comienzo a escupírselas igual sin poder parar de reír. Tenemos que parar el bombardeo solo porque llega la pizza.
Creo que tengo bolitas de papel babeadas por Kyle por todo el cabello. Un asco, pero fue divertido.
—Entonces… ¿qué tal tu primer día?
—Pudo haber sido peor.
- ábreme:
- Como verán nada se trago a Ivy... en este capítulo.
Espero que les haya gustado, porque me gusto el resultado final; porque, enserio, pudo haber sido peor.
Lex fuera.Sigue; Willa.
Última edición por lexie. el Lun 26 Sep 2016, 12:33 pm, editado 4 veces
lexie.
Re: Project: How to be popular
Bien, muy bien.
Satisfecha es poco lo que tengo con tu capitulo Lex.
Mi fascino todo.
Y aunque quisiera comentarte algo mucho mejor que esto, estoy haciendo deberes y no tengo mucho tiempo. Tambien estoy en el celular y todo me es difícil
Willa fuera.
Satisfecha es poco lo que tengo con tu capitulo Lex.
Mi fascino todo.
Y aunque quisiera comentarte algo mucho mejor que esto, estoy haciendo deberes y no tengo mucho tiempo. Tambien estoy en el celular y todo me es difícil
Willa fuera.
Willa
Re: Project: How to be popular
Estoy claramente pensando en darte una corona de oro por superar a mi capítulo de sh*t, lo juro tu capítulo me encanto de inicio a fin. Soy una persona que le gusta crear grandes comentarios así que aquí va.
La relación de Ivy and Ky es ¡PRECIOSA! Son como el uno para el otro pero no lo admiten, espero que esa parejita llegue a más.
En pocas palabras me encanto cada palabra escrita en tu capítulo. Espero con ansias el capítulo de Willa
¿En serio? Y eso que no han pasado 3 horas desde que llegaste xD Stanford es una Universidad llena de gente chula, preciosa y bien hecha LoLlexie. escribió:5. Hay mucha gente guapa en el mundo.
Casi como si el mismo diablo quisiera apoderarse de tu cuerpo, so… yo siempre pensando que te ibas a convertir en algo siniestro xDlexie. escribió:Una emoción oscura y enorme que amenaza con tragarse mi autocontrol y explotar se manifiesta en mí.
La relación de Ivy and Ky es ¡PRECIOSA! Son como el uno para el otro pero no lo admiten, espero que esa parejita llegue a más.
En pocas palabras me encanto cada palabra escrita en tu capítulo. Espero con ansias el capítulo de Willa
jackson.
Re: Project: How to be popular
Capítulo 3
“Hello Stanford. Goodbye France.”
códigos by Ⓚ
Lo único que en ese momento le causaba gracia a Wesley era; verme sufrir. Los sollozos de mi madre, el abrazo que me estaba dando mi padre y las miradas orgullosas de mis hermanos hacían que suba el avión de una vez, y tal vez, solo tal vez me quede en Stanford sin visitarlos. También lograban aturdirme y crear un dolor de cabeza, lo cual no quiero.
—Venga padres que no me voy a la guerra— susurre como pude, el fuerte abrazo de mi padre me comenzaba a dejar sin aire y hablar con normalidad me costaba.
—Es cierto, no te vas a la guerra, pero la universidad es eso, una guerra de la cual no te libraras aunque quisieras. Sin embargo; como soy el mejor padre, te mantendré.
Su pequeño e innecesario discurso no haría que cambie de opinión. Yo estaba segura y decidida que iba a estudiar en Stanford, como ellos. No entendía como no podían aceptar que me iba. No les bastaba con tratar de hacerme llegar tarde al vuelo, que dos semanas antes mi madre le haya puesto a mi comida no sé qué cosa para enfermarme, que una semana después cada vez que ordenaba mis maletas, ellos la desordenaban.
—Ya basta, padre. Entiendo que, como soy tu hija menor, me cuides, pero no vas a evitar lo inevitable. — la mirada de esperanza que mantenía mis padres, se fue.
—No, escucha. No has escuchado la mejor parte. — su voz sonó desesperada al ver que me daba vuelta para ya irme al avión y de un momento a otro, él estaba en frente mío. Sus manos se encontraban en mis hombros deteniéndome y todos repentinamente se encontraban en detrás de mi padre para saber mi respuesta. —Dejare que te cases con el hippie de tu novio y los mantendré a ambos.
—No harás que cambie de idea padre, ni tú, ni mi madre, ni mis hermanos— evite rápidamente que mi padre me envolviera entre sus brazos de nuevo, escuchar a mi madre sollozar y evitar las miradas decepcionantes de mis hermanos al ver que no acepte la propuesta de mi padre.
Con Wesley nos dirigimos con rapidez al avión sin mirar atrás. Colocamos las maletas en el portaequipaje y nos sentamos en nuestros respectivos puestos.
—“Su capitán les informa que despegamos en aproximadamente 10 minutos, por favor, abrochar sus cinturones y disfruten del viaje”
—No entiendo como no aceptaste la propuesta, Bambie. Una muy tentadora propuesta— comento Wesley mientras me desordenaba el cabello ferozmente.
—Niño insolente— murmure mientras me alejaba de las grandes manos de Wesley.
Acostumbrarse al verano cálido y seco de Palo Alto, California me sería muy difícil por el simple hecho de estar acostumbrado al invierno frió y húmedo de Francia. También por la poca comunicación que mantendría con mi familia y los cambios de horarios.
¡Benditos cambios de horarios! Pensé.
Al llegar a California, lo que pude llegar a pensar es en el inesperado abrazo de Luke y su aroma penetrando mis fosas nasales. Lo abrace fuertemente, envolviéndolo entre mis brazos alrededor del cuello mientras él me tomaba de la cintura para poder estar más cerca.
—Te extrañe mucho, Luke— le dije en medio del abrazo y los recuerdos que en esos momentos inundaban nuestro alrededor.
—Y yo a ti mi pequeña, Bambie— él me alejo de su cuerpo para verme mejor. — Te ves mejor que hace un año, Bambie.
Luke Diamonds; un chico alto o por lo menos a mí siempre me pareció alto, ya que me gana por una cabeza, su cabello rizado y cortado más arriba de los hombro –que me recordaba de alguna forma a James Potter II- sus penetrantes e hipnotizadores ojos azules que de alguna apariencia me gustaban más de lo que me encantan los de Wesley. Y finalmente, su complexión delgada en la cual aparentaba ser alguien débil, pero realmente era fuerte.
—Tú no has cambiado nada, Luke— lo aleje y le propine un suave, y amistoso golpe en su hombro, haciéndolo reír. — Oye Oye, ¿Por qué te ríes? No le encuentro lo chistoso a esta situación.
—Sigues igual de debilucha que cuando te deje en Francia— se rio nuevamente.
—Ya calla, Luke. Mi abuelo le envía saludos al tuyo, dice que visite Francia—le sonrío mientras él me enseña el camino para irnos a su carro. Sin embargo; continúo con mi relato: — También quiere que lo visite para ganarle en ajedrez. Aunque no lo entiendo, mi abuelo no es tan bueno en ajedrez.
Wesley durante todo el camino del aeropuerto a la universidad había puesto mala cara y se quejaba por todo, lo cual me parecía infantil. Y eso no terminaba ahí, sus expresiones se deformaron al ver que Luke no solo nos dejare en el campus, sino que también nos acompañaría a los dormitorios y a ver nuestros horarios.
Por lo cual me estaba dejando en claro muchas cosas:
1. Luke y Wesley no se llevan bien.
2. Wesley odia a Luke.
3. Luke odia a Wesley.
4. Si Luke sigue conmigo, Wesley le iba a propinar un gran golpe.
5. Y si eso fuera poco, el primer día ellos estarán en problemas.
Ante mis pensamientos de cómo tratar de que Luke y Wesley se llevaran lo mejor posible –inclusive si fuera solo ante mí- me tropecé con un chico alto –aunque naturalmente todos lo son para mí- complexión delgada y algo fuerte. Mis instintos me dicen que no lo vea a los ojos y que me vaya, pero mi cerebro hace todo lo contrario.
— Kyle— susurro tratando de que mi respiración se normalice, mi cerebro trate de asimilarlo y que mi corazón no lata con tal fuerza.
— Hola, Bambie— me sonríe y es en ese momento donde todo nerviosismo se va, y la ira se apodera de mí. Lo miro mal, trato de buscar algo que me ayude a alejarlo de mí y lograr darle un buen golpe.
— ¡¿Hola, Bambie?! ¡¿Eso es lo único que tienes que decir?! ¡Eres un imbécil, Pánfilo! ¡Eres un alcornoque! — comienzo a gritarle, pero no me deja terminar. Sentir sus brazos alrededor de mi cintura y su cabeza en mi cuello, inhalando mi aroma hace que me quede sin palabras, recordando todo lo que quería olvidar, todo lo que pensé a verlo dejado en el pasado.
Después de dos largas y eternas horas de lo sucedido con Kyle, me encuentro en el comedor pensando en Kyle y aguantando los regaños de Wesley de porque desaparecí de la nada, y dejarlo solo con Luke –del cual el disfruta hablar mal de él-. Y particularmente aguantar los gritos de mi padre diciéndome de por qué no lo llame apenas había bajado del avión. Al ver que Ivy se dirigía hacia nosotros hago callar a Wesley y cierro la videoconferencia con mi padre.
— Te das cuenta de que algo se— dice en cuento se sienta—, ¿Verdad?
Mi respiración comienza acelerarse y trato de disimularlo, el pánico se apodera de cada fibra de mi cuerpo, y todo comienza a dar vueltas. Trato de negar con la cabeza, pero me abstengo de hacerlo y le digo:
— ¿A qué te refieres? —le pregunto, tratando de lucir confundida.
— A nada— replica—, es solo que quería ensayar una escena que impusiera misterio antes de mi clase de teatro de mañana. Recién me dieron mi horario, ¡Y la clase es a primera hora!
Suspiro aliviada, es solo una de aquellas situaciones que me hacen durar de mi misma y la capacidad de que ella supiera cosas que prefiero guardarlas para mi persona.
—Intenta estudiar ciencias políticas, Ivy— manifiesta Wesley—. Apesto que tengo el doble de clases de las que tú tienes.
Niego con la cabeza al escuchar lo brutalmente sincero que es y le doy una fuerte patada para que se callara, se queja en voz baja y disimula a la perfección el dolor que le cause.
Al medio día Wesley e Ivy se dirigen Stanford Faculty Club, me preguntan si deseo ir con ellos, pero me niego. Decido ir a la biblioteca y en el camino siento como me toman del brazo, y detienen groseramente mi paso.
— ¿Sabes? Es de mala educación irte sin despedirte, Bambie— su voz hace que lo reconozca al instante, me rió y con fuerza me suelto de su agarre.
— También es de mala educación coger con fuerza el brazo de una dama— le sonrió y él me sonríe.
—Venga padres que no me voy a la guerra— susurre como pude, el fuerte abrazo de mi padre me comenzaba a dejar sin aire y hablar con normalidad me costaba.
—Es cierto, no te vas a la guerra, pero la universidad es eso, una guerra de la cual no te libraras aunque quisieras. Sin embargo; como soy el mejor padre, te mantendré.
Su pequeño e innecesario discurso no haría que cambie de opinión. Yo estaba segura y decidida que iba a estudiar en Stanford, como ellos. No entendía como no podían aceptar que me iba. No les bastaba con tratar de hacerme llegar tarde al vuelo, que dos semanas antes mi madre le haya puesto a mi comida no sé qué cosa para enfermarme, que una semana después cada vez que ordenaba mis maletas, ellos la desordenaban.
—Ya basta, padre. Entiendo que, como soy tu hija menor, me cuides, pero no vas a evitar lo inevitable. — la mirada de esperanza que mantenía mis padres, se fue.
—No, escucha. No has escuchado la mejor parte. — su voz sonó desesperada al ver que me daba vuelta para ya irme al avión y de un momento a otro, él estaba en frente mío. Sus manos se encontraban en mis hombros deteniéndome y todos repentinamente se encontraban en detrás de mi padre para saber mi respuesta. —Dejare que te cases con el hippie de tu novio y los mantendré a ambos.
—No harás que cambie de idea padre, ni tú, ni mi madre, ni mis hermanos— evite rápidamente que mi padre me envolviera entre sus brazos de nuevo, escuchar a mi madre sollozar y evitar las miradas decepcionantes de mis hermanos al ver que no acepte la propuesta de mi padre.
Con Wesley nos dirigimos con rapidez al avión sin mirar atrás. Colocamos las maletas en el portaequipaje y nos sentamos en nuestros respectivos puestos.
—“Su capitán les informa que despegamos en aproximadamente 10 minutos, por favor, abrochar sus cinturones y disfruten del viaje”
—No entiendo como no aceptaste la propuesta, Bambie. Una muy tentadora propuesta— comento Wesley mientras me desordenaba el cabello ferozmente.
—Niño insolente— murmure mientras me alejaba de las grandes manos de Wesley.
¡Benditos cambios de horarios! Pensé.
Al llegar a California, lo que pude llegar a pensar es en el inesperado abrazo de Luke y su aroma penetrando mis fosas nasales. Lo abrace fuertemente, envolviéndolo entre mis brazos alrededor del cuello mientras él me tomaba de la cintura para poder estar más cerca.
—Te extrañe mucho, Luke— le dije en medio del abrazo y los recuerdos que en esos momentos inundaban nuestro alrededor.
—Y yo a ti mi pequeña, Bambie— él me alejo de su cuerpo para verme mejor. — Te ves mejor que hace un año, Bambie.
Luke Diamonds; un chico alto o por lo menos a mí siempre me pareció alto, ya que me gana por una cabeza, su cabello rizado y cortado más arriba de los hombro –que me recordaba de alguna forma a James Potter II- sus penetrantes e hipnotizadores ojos azules que de alguna apariencia me gustaban más de lo que me encantan los de Wesley. Y finalmente, su complexión delgada en la cual aparentaba ser alguien débil, pero realmente era fuerte.
—Tú no has cambiado nada, Luke— lo aleje y le propine un suave, y amistoso golpe en su hombro, haciéndolo reír. — Oye Oye, ¿Por qué te ríes? No le encuentro lo chistoso a esta situación.
—Sigues igual de debilucha que cuando te deje en Francia— se rio nuevamente.
—Ya calla, Luke. Mi abuelo le envía saludos al tuyo, dice que visite Francia—le sonrío mientras él me enseña el camino para irnos a su carro. Sin embargo; continúo con mi relato: — También quiere que lo visite para ganarle en ajedrez. Aunque no lo entiendo, mi abuelo no es tan bueno en ajedrez.
Por lo cual me estaba dejando en claro muchas cosas:
1. Luke y Wesley no se llevan bien.
2. Wesley odia a Luke.
3. Luke odia a Wesley.
4. Si Luke sigue conmigo, Wesley le iba a propinar un gran golpe.
5. Y si eso fuera poco, el primer día ellos estarán en problemas.
Ante mis pensamientos de cómo tratar de que Luke y Wesley se llevaran lo mejor posible –inclusive si fuera solo ante mí- me tropecé con un chico alto –aunque naturalmente todos lo son para mí- complexión delgada y algo fuerte. Mis instintos me dicen que no lo vea a los ojos y que me vaya, pero mi cerebro hace todo lo contrario.
— Kyle— susurro tratando de que mi respiración se normalice, mi cerebro trate de asimilarlo y que mi corazón no lata con tal fuerza.
— Hola, Bambie— me sonríe y es en ese momento donde todo nerviosismo se va, y la ira se apodera de mí. Lo miro mal, trato de buscar algo que me ayude a alejarlo de mí y lograr darle un buen golpe.
— ¡¿Hola, Bambie?! ¡¿Eso es lo único que tienes que decir?! ¡Eres un imbécil, Pánfilo! ¡Eres un alcornoque! — comienzo a gritarle, pero no me deja terminar. Sentir sus brazos alrededor de mi cintura y su cabeza en mi cuello, inhalando mi aroma hace que me quede sin palabras, recordando todo lo que quería olvidar, todo lo que pensé a verlo dejado en el pasado.
— Te das cuenta de que algo se— dice en cuento se sienta—, ¿Verdad?
Mi respiración comienza acelerarse y trato de disimularlo, el pánico se apodera de cada fibra de mi cuerpo, y todo comienza a dar vueltas. Trato de negar con la cabeza, pero me abstengo de hacerlo y le digo:
— ¿A qué te refieres? —le pregunto, tratando de lucir confundida.
— A nada— replica—, es solo que quería ensayar una escena que impusiera misterio antes de mi clase de teatro de mañana. Recién me dieron mi horario, ¡Y la clase es a primera hora!
Suspiro aliviada, es solo una de aquellas situaciones que me hacen durar de mi misma y la capacidad de que ella supiera cosas que prefiero guardarlas para mi persona.
—Intenta estudiar ciencias políticas, Ivy— manifiesta Wesley—. Apesto que tengo el doble de clases de las que tú tienes.
Niego con la cabeza al escuchar lo brutalmente sincero que es y le doy una fuerte patada para que se callara, se queja en voz baja y disimula a la perfección el dolor que le cause.
Al medio día Wesley e Ivy se dirigen Stanford Faculty Club, me preguntan si deseo ir con ellos, pero me niego. Decido ir a la biblioteca y en el camino siento como me toman del brazo, y detienen groseramente mi paso.
— ¿Sabes? Es de mala educación irte sin despedirte, Bambie— su voz hace que lo reconozca al instante, me rió y con fuerza me suelto de su agarre.
— También es de mala educación coger con fuerza el brazo de una dama— le sonrió y él me sonríe.
- Hola:
- Creo que debi esperar mas para poder publicar mi capitulo, solo que a penas vi que Lex publica decidí comenzar a escribirlo. Me quede satisfecha tanto con el inicio como con el final. Espero que también les guste. Quería que Bambie y Wesley narraran en este capitulo, pero como no encontré algo como para que ellos narraran, decidí solo narrarlo desde el punto de vista de Bambie. Willa fuera.
Sigue; lilac.
Última edición por Willa el Vie 03 Jun 2016, 7:11 am, editado 1 vez
Willa
Re: Project: How to be popular
Primero que nada: que bueno que les haya gustado mi capítulo, pensé que era mierda .
Segundo:
Además de Kyle delatado como un total womanizer en los últimos capítulos es oro y me facilita tramas .
Propongo que le paso algo horrible Ky. Ya saben, por ramero.
Luego cuando llega Ivy con su dialogo acusador y Bambie se pone nerviosa
Me encanto tu capítulo, estoy alucinada.
¡Espero el tuyo, lilac!
Segundo:
Esa parte me mato.Papi de Bambie escribió:—Dejare que te cases con el hippie de tu novio y los mantendré a ambos.
Además de Kyle delatado como un total womanizer en los últimos capítulos es oro y me facilita tramas .
Bambie escribió:— ¡¿Hola, Bambie?! ¡¿Eso es lo único que tienes que decir?! ¡Eres un imbécil, Pánfilo! ¡Eres un alcornoque!
Propongo que le paso algo horrible Ky. Ya saben, por ramero.
Luego cuando llega Ivy con su dialogo acusador y Bambie se pone nerviosa
Me encanto tu capítulo, estoy alucinada.
¡Espero el tuyo, lilac!
lexie.
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