Project: How to be popular

— ¡Hola, Bambie! —me saluda con efusividad mi madre mientras que mi padre ve el partido de futbol junto con mis hermanos. 
—Hola, madre. ¿Francia va ganando? ¿Cuánto va? —mi madre niega la cabeza y me sonríe, y yo también lo hago.

—Ya termino el partido, Ayram— me dice con obviedad sin rastro de perder la ternura con la que me miraba. —Tu padre y tus hermanos están así de tranquilos porque no han procesado la noticia de que Francia pasa a finales contra Portugal.

Lanzo una carcajada, pero al instante me arrepiento al saber que probablemente despertaría a alguien.

—Pasar mucho tiempo con hombres te está haciendo daño, madre. Por lo menos antes me tenías a mí.

—Te extrañamos, Bambie. Incluso James te extraña.

Le sonrió y asiento con la cabeza, mi madre está sollozando como cuando me fue a despedir al aeropuerto.

— ¡Ey! No llores, mami. Veras que el tiempo pasa rápido e iré allá a visitarlos, no debes preocuparte. —me limpio las pequeñas lagrimas que estaban a punto de salir y pongo mi mano derecha en la pantalla de la laptop.

—Es mejor que me despida ha de ser tarde en Estados Unidos y tú debes dormir si no quieres que te salgan ojeras. —su mano derecha se posiciona en la mía y antes de que pueda despedirme de ella correctamente; la video llamada se cierra.

***

Jules Caden.

 
“La memoria del corazón elimina los malos y magnífica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado”
Suspiro y miro el reloj asegurándome que la hora no sobrepase de las 13:00 pm. Puesto que, debía arreglarme para ir de visita al departamento de Gene. Confirmo la hora y son las 12:45pm. Cuando escucho el teléfono sonar con insistencia y estoy seguro que es Gene, y por alguna razón siento que no debo responder, pero si no lo hago será peor.
— Hola, mi amor—mi voz suena temblorosa y algo raposa por la falta de habla.
— ¿Por qué tu voz suena así, Michael? —sin tiempo de lograr responderle ella continua en su sermón—: Ni me digas, estoy lo suficientemente segura que te la has pasado leyendo todo el día “Amor en tiempo de cólera”.
—Sabes que es un libro que amo y es inevitable leerlo, Gene.
—Necesito que vengas a mi apartamento, Michael. Vino de visita Melissa y anda fastidiándome, tú la conoces más, creo que el dolor de cabeza aumenta.
La llamada termino con una Gene pidiendo ayuda a su novio.

***

Wesley Beckham.

De lejos logro divisar a una Bambie tranquila y con su celular en mano mientras se ríe, y sonrió de una forma poco convencional ante una persona tan disfuncional como yo.