The Adventure | Saga Harry Potter

por **Xio** Dom 17 Nov 2013, 8:07 am

Ficha

•Título: The Adventure
•Autor: Xiomara Sanchez, yo.
•Adaptación: Se basa en los libros de Harry Potter, del quinto libro en adelante.
•Género: Fantasía
•Contenido: Misterio, aventura, acción y un pelín de romance.
•Advertencias: No.
•Otras páginas: Fanfiction.net

The Adventure | Saga Harry Potter Tumblr_mbmmuxlC6f1rexen5o1_500

La aventura se aproxima, la valentía saldrá a pecho y la muerte junto a la vida lucharán por cuál sería la vencedora.

Cobardía, eso es lo que no tendría que haber. Hay que sacar adelante todo lo que alguien ha hecho, dejar la timidez y volverte en alguien luchador, un héroe.
Una persona honorable, leal y con coraje. Algo así como un guerrero, que lucha por las cosas que quiere y ama.
Tan así tiene que ser una persona, para un final triunfador, para no estar en plena muerte, o tal vez para tener una gloría eterna, para ser mejor persona, para no ser solo alguien del montón.
Pero si eres una persona tímida, eso no llegaría a nada.
Arriésgate, pon en fuego tu conocimiento, honor y valentía. Atrévete.
En muchos lugares la aventura se emprenderá, como en el mundo mágico, el cual está en riesgo.
Ya que, hay alguien que intervendrá en la felicidad del mundo mágico, el Señor Tenebroso.
Él regreso, buscando la inmortalidad. Quiere apoderarse del mundo mágico, dominarlo. Pero tiene un obstáculo principal, Harry Potter.
Por eso, el Señor Tenebroso lo busca, para acabar con él de una buena vez. Aunque también con ayuda de sus seguidores —mortifagos— busca a otra persona, Emily Black, quién no es partidaria del lado oscuro, y niega rotundamente convertirse en mortífaga, como su padre, Sirius Black.
Harry Potter y Emily Black, emprendieron muchas aventuras, ella por el solo hecho de que su padre fue un prisionero de Azkaban, y él, solo por ser el niño que vivió. Como también ahora, emprenderán más de una aventura en su nuevo año de colegio, el colegio Hogwarts de magia y hechicería.
En ese colegio, serás parte de algo muy grande, algo que esperabas ya terminar, algo satisfactorio, tendrás la gloría… conseguirás el triunfo.

Léelo! :

por **Isabel''** Dom 17 Nov 2013, 6:57 pm

Wow! Muy pero muy interesante. Nueva lectora

por **Xio** Dom 17 Nov 2013, 7:11 pm

Isabel'' escribió:Wow! Muy pero muy interesante. Nueva lectora

Oh, sí, la hice muy interesante, para dejar a veces con la intriga, jaja. ¡Vaya, nueva lectora, eso suena bien! mañana si quizá tenga tiempo, subo el primer capítulo :}}
xx :)

por **fckinjoker** Dom 17 Nov 2013, 7:21 pm

¡Me encanta! te ganas una lectora comprometida.

por **Xio** Dom 17 Nov 2013, 7:37 pm

fckinjoker escribió:¡Me encanta! te ganas una lectora comprometida.

Oh, thanks. Que bueno es tener otra lectora, ¡Espectacular! y además comprometida, ¡Extraordinario!
xx, :)

por **Xio** Lun 18 Nov 2013, 7:54 pm

¡Mañana sin falta habrá primer capitulo! Hoy no pude, por razones de fuerza mayor... Ojalá mañana hayan más lectoras, espero...
xx :}

por **Xio** Mar 19 Nov 2013, 7:39 pm

Capítulo 1

The Adventure | Saga Harry Potter Tumblr_mwmq2dOKdX1s2x5oro1_500

''¿Hasta cuándo correrás del peligro sin enfrentarlo?'' palabras fáciles, para un valiente.

Empezaba a anochecer, cuando ella seguía corriendo por las calles de Londres, intentando no chocar con alguien, pero resbalaba o caía al suelo. Aunque no le importaba caerse, volvía a levantarse y corría, para salvar su vida por lo menos.
Perseguida por alguien, ella obviamente corre. Miedo a que la atrapen, miedo de que la obliguen a algo que no quiere, miedo a ser una mortífaga.
Llegó hasta un callejón, allí paró de correr mientras pensaba que ya no iban por ella, estaba agitada y asustada. La tímida chica miró por la calle, y no vio a nadie, allí fue donde ella salió y empezó a correr a su casa, en Grimmauld Place, pero estaba perdida.
Vio a alguien acercase a ella por detrás, pero ella seguía, iba caminando a paso apurado, mirando a todos lados para saber dónde quedaba su hogar. Alguien le toco el hombro, ella paró al instante, y su respiración se agito demasiado, su corazón latía mucho, estaba muy nerviosa.
Ella iba a sacar su varita, era algo así como su escudo ante ''todo'', pero en esta ocasión, en el mundo muggle, no lo sería. No se podía usar magia, y eso ella lo sabía con exactitud.
Se volteó y vio una máscara, una túnica negra, un mortífago, lo que ella más temía ahora. Ella retrocedía cada vez más, vio a sus lados, nada. No había nadie, y ella saco su varita.

—Emily, que gusto de verte otra vez…—Dijo el ''mortífago'' sacándose la máscara, y en eso, la chica queda tiesa, viéndolo, a él, escupiendo sus palabras como siempre lo hacía cuando veía a ''la traidora'' por Hogsmeade, Lucius Malfoy. El hombre que ella más odia, que le repugna, el que una vez casi la mata con un solo ''Avada Kedavra'' aunque no fuese por uno de sus ''amigos'' si se le puede decir, Harry Potter.

Ella no dijo nada, perpleja estaba la muchacha, solo murmuro ''inútil mortífago'' y lo apunto con su varita, el soltó una carcajada.

—Tú, una estúpida traidora, ¿me va a atacar? ¡Eres como tu padre! Una inútil —dicho esto, él la ataca antes, con tan solo un ''Expelliarmus'', ella quedo sin su varita y despegó en el aire, voló hacia atrás y cayó al suelo.

Busca su varita, estaba a tan solo centímetros de ella. Él sonríe con arrogancia y se acerca, pero ella toma su varita, se levanta y corre, hasta que él la ataca y cae otra vez, al suelo, pero esta vez no estaban en plena calle, otro callejón, era pequeño, pero era oportuno para que el al fin ''la mate''.

—Debería matarte en este instante pero… Dejare que el Señor Tenebroso se encargue de ti —dijo tomándola del mentón y apretándolo—, eres insignificante.

Él la ataco otra vez, sin importar quién estuviese mirando —aunque no hubiese nadie, porque era un callejón— ella iba a protegerse, pero fue inútil, fue en vano, ahora, él… No tuvo piedad.
No tuvo más oportunidad, ríndete de una buena vez, estúpida. Pasaba por su mente, pero ella no lo iba a hacer.
Él se detuvo y se alejó un poco, levanto su manga del brazo izquierdo y murmuro unas palabras. Ella tuvo la oportunidad de correr y huir de allí, se levantó de a poco, mientras veía como Lucius solo miraba su brazo y se alejaba de ella y se acercaba al muro sin ''salida'' de allí. Ella avanzó pero casi tropieza, con una piedra de allí. Lucius la miro y entonces, ella corrió, él la persiguió pero ella corría más fuerte aún, con miedo y adrenalina en sus venas. Su mirada iba tan distraída, viendo a ambos lados de ella, buscando ''Grimmauld Place'' hasta que lo halló.
Busco por la calle, viendo hacia atrás de vez en cuando, viendo como pasos se acercaban a ella, pero no era un par de pasos, eran más.
Localizo su casa, estaba parada delante del número once; miró a la izquierda y vio el número diez, y a la derecha estaba el número trece.

Perfecto.

Ella se concentró, pensó y pensó en la dirección de su casa ''Número 12, Grimmauld Place'' y una puerta bastante estropeada surgió de ningún sitio entre los números once y trece, inmediatamente seguida por unas paredes sucias y unas ventanas sombrías.

Al fin llegue.

Con su varita, golpeó una vez la puerta de la casa con ella, y se abrió con un crujido, ella se adentró rápidamente y cerró la puerta, aliviada y muy agitada, se apoyó en la puerta y se fue deslizado, para quedar en el suelo, y se cubrió la cara.

El señor Tenebroso regresó, y me busca…

Aterrada, saco sus manos de su cara, y vio, en el estrecho pasillo de su casa, que Harry Potter estaba allí, viéndola con preocupación, y a la señora Weasley, con la misma expresión que el nombrado anteriormente.

Ella los miro a los ojos, tenía lágrimas cayendo, no lo noto antes, por la adrenalina y miedo, pero si ahora, cuando se sentía a salvo.

Se levantó, y se acercó a ellos, les sonrío con dificultad. Iba a subir, pero Molly Weasley ya la estaba abrazando, ella lloró en los brazos de la mujer, devastada. Luego se separó de ella, y la miró, luego subió por las escaleras que habían a un costado, viendo que la puerta de la base de la cocina y el comedor estaba cerrada, siendo que casi nunca la cierran allí.

Al final, subió y Harry se encontraba atrás de ella, con Molly. Seguramente mostrándole a Potter su habitación, ella lo miró, con algo de despreció y mal humor. En eso, la señora Weasley baja, seguramente a la cocina se dirige, por la reunión que el padre de Emily hablaba siempre esos días.
Harry toca el tirador de la puerta —el cual tenía forma de serpiente—, y la abre. Ella iba a entrar pero Harry lo hizo primero, y vio dos camas, Emily escucho un ruido fuerte, y después, otro más potente, y vio dos brazos posados en el cuello de Harry, ella frunció el ceño y entro, empujando a Harry con quién lo abrazaba, y se encontró con un pelirrojo, con los brazos abiertos y apunto de tenerla entre ellos.

por **fckinjoker** Miér 20 Nov 2013, 2:36 pm

¡DAME MÁS! 8(

por **Xio** Miér 20 Nov 2013, 3:01 pm

fckinjoker escribió:¡DAME MÁS! 8(

¡Oh! Uhm... Otro día subiré más :}
Ya que ahora no estoy con un buen animo como para hacer otro capítulo.
xx :}

por **Xio** Dom 24 Nov 2013, 7:40 pm

Capítulo 2

The Adventure | Saga Harry Potter Tumblr_mwsub2rhtk1s2x5oro2_500

''Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.''

La chica supo de quien se trataba, quién la iba a abrazar era Ronald Weasley. El pelirrojo y la pelinegra se abrazaron, pero luego de unos segundos ella se despega de él, y se sienta en una cama. Una pequeña lechuza se encontraba volando muy agitada por encima de las cabezas del trío de oro, debería de ser Pigwidgeon, la lechuza de Ron.

Ella observo cómo le preguntan muchas cosas a Harry Potter, eso la enfado.

—¡Harry! ¡Ron, ha venido Harry! ¡No te hemos oído llegar! ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Estás enfadado con nosotros? Seguro que sí, ya sé que en nuestras cartas no te contábamos nada, pero es que no podíamos, Dumbledore nos hizo jurar que no te diríamos nada, oh, tengo tantas cosas que contarte, y tú también… ¡Los dementores! Cuando nos enteramos, y lo de la vista del Ministerio… es indignante. He estado buscando información y no pueden expulsarte, no pueden hacerlo, lo estipula el Decreto para la moderada limitación de la brujería en menores de edad en situaciones de amenaza para la vida…

—Déjalo respirar, Hermione —dijo Ron, sonriendo, al mismo tiempo que cerraba la puerta detrás de Harry.

—Bueno, Ron, es que me preocupe mucho por Harry…

—Claro, a todos les importas tú, ¿no? —Menciono Emily, dirigiéndose a Potter—. Todos preocúpense de quién solo lo atacaron dos dementores, pero no se preocupen ni pregunten de alguien que lo ataco un mortífago que casi la mata. Pues… ¡Todos se preocupan del magnífico Harry Potter! —Gritó, y al ver que ninguno decía nada, bufo con enojo.

Hermione soltó a Harry de inmediato, ella iba a hablar pero se oyó un suave zumbido y una cosa blanca salió volando de lo alto de un oscuro armario y se posó con suavidad en el hombro de Harry, él la acarició.

Emily encontró un libro en la cama donde estaba, lo abrió y empezó a leerlo, estaba con mucho polvo, como para que se viera su nombre. Ella muy atenta a lo que los otros tres decían igual leía, hasta que escucho algo que no le gusto para nada.

''¿Ah, sí? ¿Los ha atacado unos dementores a alguno de ustedes este verano?''

Cerró el libro y soltó un gran suspiro que denotaba enojo, y otra vez, el trio de oro, calló de inmediato.

—¿Pasa algo, Emily? —Preguntó Ron mirándola algo triste.

—No, Ronald. No… pasa… nada —dijo arrastrando las palabras y de nuevo abrió el libro pero sin antes, mirar a los tres que estaban delante de ella.

—Uhm… Chicos, no ha funcionado muy bien eso de dejarme con muggles, ¿no creen? —Dijo Harry, haciendo todo lo posible para ignorar y cambiar de ambiente por los comentarios de Emily—, al fin y al cabo he tenido que cuidarme yo solito, ¿no?

—Pues qué pena, Potter —murmuró ella, volviendo a la lectura pero ahora, no le prestaba atención a las ''estupideces'' que dijera Harry.

Pasaron unos minutos y ella pudo ver que Harry se apartó de sus amigos y miro a su alrededor, viendo toda la decoración de aquella habitación.

—¿Y se puede saber por qué Dumbledore tenía tanto interés en mantenerme escondido? —Preguntó Harry, muy nervioso, pero solo Emily lo noto—. ¿Se molestaron en preguntárselo, por casualidad?

Ella vio como Hermione y Ron intercambiaban una mirada que significaba que estaba comportándose como ellos habían imaginado, se le agotaba la paciencia al pobre Harry, pero esas miradas no ayudaron a mejorar su estado de ánimo.

—Le dijimos a Dumbledore que queríamos contarte lo que estaba pasando —contestó Ron—. Se lo dijimos, Harry. Pero ahora Dumbledore está muy ocupado, sólo lo hemos visto dos veces desde que vinimos aquí, y no tenía mucho tiempo para nosotros; nos hizo jurar que no te contaríamos nada importante cuando te escribiéramos. Dijo que las lechuzas podían ser interceptadas.

—De todos modos habría podido mantenerme informado si se lo hubiera propuesto —replicó Harry de manera cortante—. No irás a decirme que no conoce formas de enviar mensajes sin lechuzas, ¿no?

Emily se hartó de todo lo que escuchaba, y miro el libro que tenía antes, lo dejo en la cama, y empezó a cerrar los ojos, estaba cansada, y los chicos, quienes la miraron cuando según se empezó a quedar dormida, empezaron a susurrar, pero Hermione miró a Ron y dijo:

—Yo también pensé lo mismo. Pero él no quería que supieras nada.

—Quizá piense que no se puede confiar en mí —dijo Harry, observando con atención sus expresiones.

—No seas idiota —contestó Ron, que parecía muy desconcertado.

—O que no sé cuidar de mí mismo.

—¡Claro que no piensa nada de eso! —exclamó Hermione agitada.

—¿Entonces por qué tenía que quedarme en casa de los Dursley mientras ustedes dos participaban en todo lo que estaba pasando aquí? —preguntó Harry; las palabras salieron atropelladamente de su boca, y a medida que las pronunciaba, el volumen de su voz iba aumentando—. ¿Por qué ustedes dos están al corriente de lo que está ocurriendo?

—¡Eso no es cierto! —lo interrumpió Ron—. Mamá no nos deja acercarnos a las reuniones; dice que somos demasiado pequeños…

Pero sin poder contenerse más Harry comenzó a gritar.

—¡Ah, ya!, no estaban en las reuniones, ¡Qué bien! pero estaban aquí, ¿Verdad? ¡Han estado juntos! ¡Yo, en cambio, llevo un mes atrapado en casa de los Dursley! ¡Y yo he hecho cosas mucho más importantes que vosotros dos, y Dumbledore lo sabe! ¿Quién salvó la piedra filosofal? ¿Quién se deshizo de Riddle? ¿Quién les salvó la vida cuando los atacaron los dementores? —Soltó todos sus malos pensamientos que había tenido durante el último mes—, ¿Quién tuvo que pasar por delante de dragones y esfinges y de todo tipo de bichos repugnantes el año pasado? ¿Quién vio que él había regresado? ¿Quién tuvo que huir de él? ¡YO! Pero ¿Por qué tenía que saber yo lo que estaba pasando? ¿Por qué iba a molestarse alguien en contarme lo que sucedía? —bufó y mientras gritaba, Hedwig y Pigwidgeon se asustaron por un ruido que salió de un lado, y la primera lechuza se encimo en un armario.

—Harry, nosotros queríamos contártelo, de verdad… —empezó Hermione.

—No creo que eso les preocupara mucho, porque si no me habrían enviado una lechuza, pero claro, Dumbledore les hizo jurar…

—Es verdad, Harry, nos…

—He pasado cuatro semanas confinado en Privet Drive, robando periódicos de los cubos de basura para ver si me enteraba de lo que estaba pasando…

—Nosotros queríamos…

—Supongo que se habrán reído de lo lindo, ¿verdad?, aquí escondidos, juntitos…

—No, Harry, en serio…

—¡Lo sentimos mucho, Harry! —dijo Hermione desesperada; tenía los ojos bañados en lágrimas—. Tienes toda la razón. ¡Yo también estaría furiosa si me hubiera pasado a mí!

Harry la fulminó con la mirada, respirando entrecortadamente; luego volvió a apartarse de ellos y se puso a dar vueltas por la habitación. La lechuza de él ululó.

—A ver, ¿qué es esta casa? —preguntó ahora un poco más calmado. Aunque uno de los que estaba en esa habitación, se veía sumamente molesta por esa pregunta, fue Emily, y a ella se le agoto la paciencia.

Primero, viene ella después de que la atacaron y nadie se preocupa, ni Harry, quién la vio agitada y asustada al entrar a aquella casa. Y segundo, todos se preocupan y les importa San Potter.

A ella, ya no le importaba verse mal diciendo cosas que ella pensaba, cosas malas, pensamientos malos de Harry, ya no le importaba. Tampoco quería ser tan tímida, tan tonta, ella iba a cambiar, pero ahora... Iba a dejar a ''San Potter'' en su lugar.

por **Isabel''** Lun 25 Nov 2013, 5:53 pm

Me encanta, Emily no me está dando muy buena espina. Yo quiero a San Potter ^.^
Jajajaja, esta muy buena, siguela muy pronto :)

por **Xio** Lun 25 Nov 2013, 6:02 pm

Isabel'' escribió:
Me encanta, Emily no me está dando muy buena espina. Yo quiero a San Potter ^.^
Jajajaja, esta muy buena, siguela muy pronto :)

Nooo, Emily es buena jajajjaj, seh, ella no dará buena espina al principio pero luego la amaras! okno, San Potter solo quiere ser su amigo :{
¡Gracias!
Cuando tenga una inspiración máxima la seguiré :}
xx

por **fckinjoker** Mar 26 Nov 2013, 4:19 pm

Quiero v¿er que onda con Emily, asi que para eso necesito que la sigas8(, ¡Me encanta!, que mas puedo decir. Me encanta, me encanta, me encanta.

por **Xio** Mar 26 Nov 2013, 5:48 pm

fckinjoker escribió:Quiero ver que onda con Emily, así que para eso necesito que la sigas8(, ¡Me encanta!, que mas puedo decir. Me encanta, me encanta, me encanta.

Emily será amada de a poco, yo lo sé. Jajajajj, ¡Oh, que genial que te encante! La seguire en unos días más o no lo sé... Cuando tenga tiempo y este inspirada :_

por **Xio** Vie 29 Nov 2013, 7:24 pm

Capítulo 3

The Adventure | Saga Harry Potter Tumblr_mma4adV3Wj1qahhe8o1_500

''El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos.''

Emily, con tan solo abrir los ojos, Harry la miró, y ella se levantó y se puso al lado de Ron, él iba a abrir la boca para hablar, pero se le adelanto.

—El cuartel general de la Orden del Fénix —contestaron Emily y Ron, aunque él contestó de inmediato, los dos se miraron y Ron se preocupó, aquella chica se veía sumamente molesta—, y es mi casa—dijo la chica, arrastrando las palabras.

—¿Y piensa alguien decirme qué demonios es la Orden del Fénix?

—Es una sociedad secreta —se apresuró a responder Hermione—. La dirige Dumbledore; él fue quien la fundó. La forman los que lucharon contra Quien-tú-sabes la última vez.

—¿Quiénes? —inquirió Harry, y se detuvo con las manos metidas en los bolsillos.

—Bastante gente…

—Nosotros dos hemos conocido a unos veinte —le contó Ron, añadiendo a Hermione en la oración—, pero creemos que son más.

—¿Y bien? —preguntó Harry, mirándolos con atención.

—Esto… —dijo Ron—. ¿Qué?

—¡Voldemort! —Exclamó Harry enfurecido, y Ron y Hermione hicieron una mueca de dolor—. ¿Qué pasa? ¿Qué está tramando? ¿Dónde está? ¿Qué vamos a hacer para detenerlo?

—Él ha vuelto. Ha vuelto por ti, Potter —respondió Emily, mirándolo—, y por mí.

Los tres que la miraban ya antes, ahora lo hacían con sorpresa.

—¿Y cómo sabes eso? —Preguntó Harry, incrédulo.

—Aunque la Orden no nos deje participar en sus reuniones —comentó Hermione, nerviosa—. ¿Cómo sabes eso? —añadió, fijándose en la expresión de los ojos de Harry y Emily.

—Lo sé porque… porque escuche a mi padre hablar sobre eso hoy… —mintió.

—En serio es por eso, Emily? —Preguntó Ron, nada convencido.

—¡Pues no, Weasley! —Dijo mirándolo con enojo—, un mortífago me persiguió por todo Londres tratando de al fin encontrarme y llevarme donde ÉL —remarco lo último—, ya que, lo que quiere es a nosotros, Potter.

—No puedo creerte Emily —dijo Harry, negando con la cabeza.

—¡Pero es que tú no puedes ser más tonto que Ron! —exclamó ella apuntando al pelirrojo, quién la miraba con el ceño fruncido.

—Bueno, no se pongan así —se apresuró en decir Hermione—, cálmense.

—Está bien —dijeron Ron y Emily, ella frunció el ceño aún más que el pelirrojo y Hermione bufo—Fred y George han inventado unas orejas extensibles —dijo Ron—. Son muy útiles, y podríamos escuchar lo que dicen allá abajo.

—¿Orejas…? —Preguntó Emily.

—Extensibles, sí. Pero últimamente hemos tenido que dejar de usarlas porque mamá nos descubrió y se puso hecha una fiera. Fred y George tuvieron que esconderlas todas para que mamá no las tirara a la basura —se rió un poco—. Pero las usamos bastante antes de que mamá se diera cuenta de lo que estábamos haciendo. Ahora sabemos que algunos miembros de la Orden están siguiendo a unos conocidos mortífagos, están vigilándolos…

—¿Cómo cuales mortífagos? —preguntó la pelinegra Emily.

—No lo sé —contestó Ron, rascándose la cabeza—, pero hay otros miembros montando guardia en no sé dónde —concluyó Ron—. Siempre están hablando de las guardias.

Harry soltó un bufido. Se puso a pasear de nuevo por la habitación, mirando a cualquier sitio menos a Ron, Emily y Hermione.

—Entonces, ¿qué han estado haciendo ustedes, si no los dejaban entrar en las reuniones?—preguntó—. Decían que estaban muy ocupados.

—Y lo estábamos —contestó Hermione—. Hemos descontaminado esta casa; llevaba muchos años vacía y se había criado de todo. Emily y Sirius son un poco descuidados —dijo mirando a la pelinegra.

—Eh, que yo casi nunca me preocupo de la casa, por los estudios en Hogwarts —repuso Emily a su defensa—, Kreacher es el flojo elfo domestico que tenemos.

—Bueno, hemos conseguido limpiar a fondo la cocina, casi todos los dormitorios y creo que mañana nos toca el sa… ¡Aaaaah!

Con dos fuertes estampidos, Fred y George, los hermanos gemelos de Ron, se habían materializado de la nada en medio de la habitación. Pigwidgeon gorjeó, más alterada que las otras veces, y echó a volar para reunirse con Hedwig en lo alto del armario. Eso hizo que Hermione gritara.

—¡Paren de hacer eso! —ordenó Hermione a los gemelos, que tenían el mismo cabello pelirrojo que Ron, aunque más tupido y ligeramente más corto.

—¡Hola Emily, Harry! —Los saludó George con una radiante sonrisa—. Nos pareció oír sus dulces voces.

—No reprimas tu rabia, Harry, suéltalo todo —le aconsejó Fred, también sonriente—. Quizá haya una o dos personas a ochenta kilómetros de aquí que no te han oído.

—Y también tú, Emily. Suéltalo todo —siguió George.

—Veo que aprobaron los exámenes de Aparición —comentó Harry malhumorado

—Que agradable sorpresa... —dijo Emily, mirándolos.

—Con muy buena nota —confirmó Fred, que tenía en la mano una cosa que parecía un trozo de cuerda muy largo de color carne.

—Habrían tardado unos treinta segundos más si hubieran bajado por la escalera —dijo Ron.

—El tiempo es galeones, hermanito —repuso Fred—. Bueno, Harry, Emily… Están dificultando la recepción. Éstas son las orejas extensibles —añadió ante la expresión de desconcierto de Harry y la pelinegra, y le mostró la cuerda que tenía en la mano y que, según vio Emily, empezó a arrastrarse hasta el rellano—. Estamos intentando oír lo que pasa abajo.

—Tengan mucho cuidado —les recomendó Ron mirando la oreja—, si mamá vuelve a encontrar una de ésas…

—Vale la pena correr el riesgo, la reunión de hoy es importante —dijo Fred.

Entonces se abrió la puerta y por ella entró una larga cabellera pelirroja.

—¡Hola, Harry! —Saludó alegremente la hermana pequeña de Ron, Ginny—. Me pareció oír tu voz. —Miró a Emily, a quién ignoro, y luego, se dirigió a ver a los gemelos Fred y George, y añadió—. No van a conseguir nada con las orejas extensibles. Mamá le ha hecho un encantamiento de impasibilidad a la puerta de la cocina.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó George alicaído.

—Tonks me ha explicado cómo descubrirlo —le contó Ginny—. Sólo tienes que lanzar algo contra la puerta, y si no logra hacer contacto quiere decir que la han impasibilizado. He estado lanzándole bombas fétidas desde lo alto de la escalera, pero salían despedidas antes de tocarla, de modo que no hay forma de que las orejas extensibles puedan pasar por debajo.

Fred exhaló un hondo suspiro y dijo:

—¡Qué lástima! Estaba deseando averiguar qué ha estado haciendo Snape.

—¡Snape! —Saltó Harry—. ¿Está aquí?

—Sí —contestó George, que cerró la puerta con cuidado y se sentó en una de las camas, Fred y Ginny lo siguieron—. Ha venido a dar parte. Es confidencial.

—¡Imbécil! —exclamó Fred sin darse cuenta.

—Ahora está en nuestro bando —le recordó Hermione en tono reprobatorio.

—Eso no significa que no sea un imbécil. Basta con ver cómo los mira —opinó Emily, hablando al fin.

—A Bill tampoco le cae bien —intervino Ginny, como si eso zanjara el asunto.

Emily todavía no estaba segura de que se le hubiera pasado el enfado, todavía tenía una rabia con las palabras de Potter anteriormente. Se dejó caer en una cama, enfrente de los demás.

—¿Bill también está aquí? —preguntó Emily—. ¿No estaba trabajando en Egipto?

—Solicitó un puesto de oficinista para poder volver a casa y colaborar con la Orden —aclaró Fred—. Dice que echa de menos las tumbas, pero —compuso una sonrisita de suficiencia— esto tiene sus compensaciones.

—¿Qué quieres decir?

—¿Te acuerdas de Fleur Delacour? —dijo George—. Ha aceptado un empleo en Gringotts para «pegfeccionag» su inglés…

—Y Bill le ha dado un montón de clases particulares —añadió Fred con tono burlón.

—Charlie también ha entrado en la Orden —prosiguió George—, pero todavía está en Rumania. Dumbledore quiere que entren en la Orden todos los magos extranjeros que sea posible, y Charlie intenta captarlos en sus días libres.

—¿Eso no podía hacerlo Percival? —preguntó Emily, viendo que no lo habían mencionado. Y sabiendo que el tercero de los hermanos Weasley era que trabajaba en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional del Ministerio de Magia.

Al oír las palabras de ella, los Weasley y Hermione intercambiaron miradas cómplices y llenas de misterio.

Harry también quería que saber que pasaba con Percy, por eso, el guardo silencio para escuchar atentamente la respuesta.

—Pase lo que pase, no menciones a Percy delante de mis padres —advirtió Ron a Emily con voz tensa—. Y tú tampoco, Harry.

—¿Por qué no? —preguntó Harry, confundido.

—Porque cada vez que alguien nombra a Percy, papá rompe lo que tenga en las manos y mamá se pone a llorar —contestó Fred.

—Me parece que nos hemos librado de él —dijo George con una expresión muy desagradable en la cara.

—¿Qué ha pasado? —preguntó Harry.

—Percy y papá discutieron —comenzó Fred—. Nunca había visto a papá discutir así con nadie. Normalmente es mamá la que grita.

—Fue la primera semana después de terminar el curso —continuó Ron—. Estábamos a punto de venir a reunirnos con los de la Orden. Percy llegó a casa y nos dijo que lo habían ascendido.

—¿Bromeas? —dijo Harry.

Aunque Emily y Harry sabían que Percy era una persona muy ambiciosa, tenía la impresión de que el hermano de Ron no había logrado mucho éxito con su primer empleo en el Ministerio de Magia. Percy había cometido el grave descuido de no darse cuenta de que su jefe estaba en manos de Lord Voldemort.

—Sí, a todos nos sorprendió —afirmó George—, porque Percy se metió en un buen lío por lo de Crouch, y hubo una investigación y todo. Dijeron que Percy debería haberse dado cuenta de que Crouch estaba chiflado y que habría tenido que informar a algún superior. Pero ya conoces a Percy: Crouch lo había dejado al mando, y él no iba a protestar.

—Entonces, ¿cómo es que lo han ascendido?—pregunto Emily.

—Eso fue exactamente lo que nos preguntamos nosotros —respondió Ron, que parecía encantado de poder mantener una conversación normal ya que Emily se notaba serena y no enojada como antes—. Llegó a casa muy satisfecho de sí mismo, más satisfecho incluso de lo habitual, no sé si podrás imaginártelo…

—Y le dijo a papá que le habían ofrecido un cargo en la oficina del propio Fudge. Un cargo muy importante para tratarse de alguien que sólo hacía un año que había salido de Hogwarts: asistente junior del ministro. Creo que esperaba que papá se quedara muy impresionado —prosiguió Ginny.

—Pero papá no se quedó nada impresionado —comentó Fred con gravedad.

—¿Por qué no? —preguntaron Emily y Harry, al unísono.

—Verán, por lo visto Fudge se pasea hecho una furia por el Ministerio vigilando que nadie tenga ningún contacto con Dumbledore —explicó George.

—Es que últimamente Dumbledore no está muy bien visto en el Ministerio —agregó Fred—. Todos creen que sólo causa problemas al decir que Quien-tú-sabes ha regresado.

—Papá dice que Fudge ha dejado muy claro que todo el que tenga algo que ver con Dumbledore ya puede ir vaciando su mesa —dijo George.

—El problema es que Fudge sospecha de papá, pues sabe que se lleva bien con Dumbledore, y siempre ha creído que papá es un poco raro por su obsesión con los muggles.

—Pero ¿eso qué tiene que ver con Percy? —preguntó Harry confundido.

—A eso quería llegar. Papá cree que Fudge sólo quiere tener a Percy en su oficina porque pretende utilizarlo para espiar a nuestra familia y a Dumbledore.

—Me imagino que eso a Percy le encantó —dijo Emily, cerrando los puños, se volvió a enojar.

—Se puso hecho una fiera. Dijo… Bueno, dijo un montón de cosas terribles. Dijo que había tenido que luchar contra la mala reputación de papá desde que entró a trabajar en el Ministerio, y que papá no tiene ambición y que por eso siempre hemos sido… Bueno, ya sabes, que por eso nunca hemos tenido mucho dinero…

—¡Ese Percival está loco! Un completo idiota —dijo Emily, arrastrando las palabras, ella estaba hecha una fiera en ese entonces, se levanto de la cama en donde estaba.

—Ya, ya —musitó Ron con un hilo de voz—. Y eso no es todo. Dijo que papá era un idiota por relacionarse con Dumbledore, que Dumbledore iba a tener graves problemas y papá se iba a hundir con él, y que él, Percy, sabía dónde estaba su lealtad: con el Ministerio. Y que si papá y mamá iban a convertirse en traidores al Ministerio, él pensaba asegurarse de que todo el mundo supiera que ya no pertenecía a nuestra familia. Hizo el equipaje aquella misma noche y se marchó. Ahora vive aquí, en Londres.

Emily, con eso, se alteró, y maldijo por lo bajo.

¿Cómo pudiste, Percival Ignatius Weasley Prewett? Me deshonras.

Percy siempre había sido el que más le gustaba de todos los hermanos de Ron, pero jamás habría imaginado que pudiera decirle semejantes cosas al señor Weasley. Él podría ser un ‘‘pomposo’’ pero a Emily, le seguía pareciendo interesante.

—Mamá lo ha pasado muy mal —prosiguió Ron—. Ya te imaginas, llorando y eso. Vino a Londres para intentar hablar con Percy, pero él le cerró la puerta en las narices. No sé qué hace Percy cuando se encuentra a papá en el trabajo, supongo que ignorarlo.

—Pero Percy tiene que saber que Voldemort ha regresado —opinó Harry—. No es idiota, tiene que saber que sus padres no se expondrían a perderlo todo si no tuvieran pruebas.

—Sí, bueno, tu nombre también salió en la discusión —siguió explicando Ron, y le lanzó a Harry una mirada furtiva—. Percy dijo que la única prueba que tenían era tu palabra, y…, no sé…, no creía que eso fuera suficiente.

—Percy se toma muy en serio todo lo que dice El Profeta —añadió Hermione con aspereza, y los demás asintieron.

—¿De qué estás hablando? —quiso saber Harry, mirando alrededor. Todos lo observaban con recelo.

—¿No… no recibías El Profeta? —preguntó Hermione, nerviosa.

—¡Sí, claro! —respondió Harry.

—¿Lo has… leído bien? —insistió ella, aún más nerviosa.

—No, pero si la portada…—confesó Harry, poniéndose a la defensiva—. Si tenían que informar de algo relacionado con Voldemort, lo harían en la primera plana, ¿no?

Los otros hicieron una mueca de dolor al oír aquel nombre. Hermione prosiguió:

—Bueno, tendrías que haberlo leído de cabo a rabo para pillarlo, pero… Bueno, el caso es que te mencionan un par de veces por semana.

—Pero yo lo habría visto…

—Si sólo leías la primera plana no —dijo Hermione, moviendo negativamente la cabeza—. No estoy hablando de grandes artículos. Sólo te incluían de pasada, como si fueras un personaje de chiste.

—¿Qué demonios…?

—Es muy desagradable, la verdad —prosiguió Hermione con una voz que denotaba una calma forzada

—Están siguiendo los pasos de Rita.

—Pero ella ya no escribe para el periódico, ¿verdad?

—Oh, no, Rita ha cumplido su promesa. Porque no tiene alternativa, claro —añadió Hermione con satisfacción—. Pero ella sentó las bases de lo que ellos intentan hacer ahora.

—¿Y se puede saber qué intentan hacer? —preguntó Harry, impaciente.

—Bueno, ya sabes que en sus artículos decía que te habías derrumbado por completo y que ibas por ahí diciendo que te dolía la cicatriz y todo eso, ¿no?

—Sí —dijo Harry, que recordaba a la perfección las historias que Rita Skeeter había contado de él.

—Pues ahora te describen como un pobre iluso que sólo quiere llamar la atención y que se cree un gran héroe trágico o algo así —explicó Hermione, muy deprisa, como si de esa forma sus palabras fueran a dolerle menos a su amigo—. No paran de incluir comentarios insidiosos sobre ti. Si aparece alguna historia rocambolesca, dicen algo como: «Una historia digna de Harry Potter», y si alguien sufre un accidente divertido, escriben: «Esperemos que no le quede una cicatriz en la frente, o luego tendremos que idolatrarlo como a…»

—Yo no quiero que me idolatren… —saltó Harry acalorado.

—Pero parece que sí —murmulló Emily—, es obvio que los de El Profeta quieren hacer creer a los magos de que no eres más que un niño estúpido, un poco ridículo, que va por ahí contando cuentos porque le gusta ser famoso y quiere que se hable de él —le dijo— aunque yo pienso lo mismo —susurró.

—Yo nunca he buscado… Yo no quería… ¡Voldemort mató a mis padres! —Farfulló Harry—. ¡Me hice famoso porque él mató a mi familia y porque no consiguió matarme a mí! ¿Quién va a querer ser famoso por algo así? ¿No se dan cuenta de que preferiría no haber…?

—Ya lo sabemos, Harry —dijo Ginny de todo corazón. Y Emily soltó un bufido.

—Y como es lógico no han mencionado ni una sola palabra del ataque de los dementores —añadió
Hermione—. Alguien se lo ha prohibido. Y eso sí habría sido una historia sonada: dementores sueltos… Ni siquiera han informado de que violaste el Estatuto Internacional del Secreto. Creíamos que lo harían, porque eso encaja perfectamente con esa imagen de ti, de fanfarrón estúpido. Creemos que están aguardando el momento de tu expulsión; entonces se van a poner las botas… Si te expulsan, claro —especificó—. Pero no deberían echarte; si se atienen a sus propias normas no pueden hacerlo, no tienen argumentos.

A Emily se le aclaro una duda primordial ‘‘¿A Harry lo echaron de Hogwarts?’’
Ella iba a preguntar acerca de aquello, pero no pudo porque en ese instante se oyeron pasos que subían por la escalera.

—¡Oh!

Fred le dio un fuerte tirón a la oreja extensible; se oyó otro estampido, y él y George se desaparecieron.
Pasados unos segundos, la señora Weasley entró por la puerta del dormitorio.

—La reunión ha terminado, ya pueden bajar a cenar. Todos se mueren de ganas de verte, Harry. Y a ti también, Emily. Tú padre está muy preocupado…—hizo una mueca—. Por cierto, ¿quién ha dejado esas bombas fétidas frente a la puerta de la cocina?

—Crookshanks —dijo Ginny descaradamente—. Le encanta jugar con ellas.

—¡Ah! —dijo la señora Weasley—. Creía que quizá hubiera sido Kreacher; siempre está haciendo cosas raras. Bueno, no olvidéis bajar la voz cuando paséis por el vestíbulo. Ginny, llevas las manos sucias, ¿qué has estado haciendo? Ve y lávatelas antes de cenar, por favor.

Ginny sonrió a los otros y salió con su madre de la habitación, dejando solos a los cuatro.

Ron y Hermione se quedaron mirando a Harry y Emily con aprensión, como si temieran que empezaran a gritar de nuevo ahora que se habían ido los demás. Al verlos tan nerviosos, los dos se sintió un poco avergonzados.

—Miren… —masculló Harry, pero Ron negó con la cabeza, y Hermione dijo en voz baja:

—Ya sabíamos que te enfadarías, Harry, no te culpamos de nada, de verdad. pero tienes que entenderlo, nosotros intentamos persuadir a Dumbledore…

—Sí, ya lo sé —dijo Harry de manera cortante. Buscó un tema de conversación que no estuviera relacionado con el director del colegio, porque cada vez que pensaba en Dumbledore le hervía la sangre.

—¿Quién es Kreacher? —preguntó.

—El elfo doméstico que vive aquí con mi padre y yo —contestó Emily.

—Un auténtico chiflado —dijo Ron, y la pelinegra lo golpeo en el brazo.

—Eso es mentira…—Emily miró a Ron frunciendo el entrecejo.

—No es ningún chiflado, Ron. —Hablo Hermione.

—Su única ambición es que le corten la cabeza y la coloquen en una placa, como hicieron con su madre —repuso Ron con enojo—. ¿Les parece eso normal, chicas?

—Bueno, mira, si es un poco raro, él no tiene la culpa —dijo Hermione.

Ron miró al techo y luego a Harry.

—Hermione todavía anda liada con el PEDDO.

—¿Qué es el PEDDO? —Preguntó Emily, riendo por lo bajo, al escuchar a Ron.

—Es la pe, e, de, de, o, Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros. Y no soy sólo yo, Dumbledore también dice que hemos de ser amables con Kreacher.

—Yo siempre he sido amable con Kreacher, no creo que me haga falta serlo más.

Hubo un silencio, luego Harry y Ron rieron, Emily no supo el porqué.

—¿Podemos ir a comer? —Hablo Ron, cambiando de tema drásticamente.

Salieron de la habitación y fueron hasta el rellano, pero antes de que empezaran a bajar la escalera…

—¡Un momento! —dijo Ron por lo bajo, y extendió un brazo para impedir que Harry y Hermione siguieran caminando—. Todavía están en el vestíbulo, quizá oigamos algo.

Se asomaron con cautela por encima del pasamanos. El lúgubre vestíbulo que había debajo estaba abarrotado de magos y de brujas, entre ellos la guardia de ‘‘San Potter’’. Susurraban con emoción. En el centro del grupo, Emily vio la oscura y grasienta cabeza y la prominente nariz del profesor de Hogwarts que no le agradaba: el profesor Snape. Ella se inclinó un poco más sobre el pasamanos. No le interesaba mucho saber qué hacía Snape en la Orden del Fénix, aunque su padre una vez le haya hablado de eso. En ese instante un delgado trozo de cuerda de color carne descendió ante los ojos de la chica. Miró hacia arriba y vio a Fred y a George en el rellano superior, bajando con cuidado la oreja extensible hacia el oscuro grupo de gente que había abajo. Pero, al cabo de un momento, todos empezaron a desfilar hacia la puerta de la calle y se perdieron de vista.

—¡Maldita sea! —oyó Harry susurrar a Fred mientras recogía de nuevo la oreja extensible.

Oyeron también cómo se abría la puerta de la calle, y luego cómo se cerraba.

—Snape nunca come aquí —le dijo Ron a Harry en voz baja—. Por suerte. ¡Vamos!

—Y no olvides hablar en voz baja en el vestíbulo, Harry —le susurró Hermione.
Cuando pasaban por delante de la hilera de cabezas de elfos domésticos colgadas en la pared, vieron a Lupin, a la señora Weasley y a Tonks junto a la puerta de la calle, cerrando mediante magia los numerosos cerrojos y cerraduras en cuanto los restantes magos hubieron salido.

—Comeremos en la cocina —susurró la señora Weasley al reunirse con ellos al pie de la escalera.

Emily camino hasta la cocina pero vio que Tonks tropezó y vio que las apolilladas cortinas de terciopelo que tenían, se habían separado, dejando ver a una anciana con una gorra negra, su abuela. La anciana gritaba sin parar, como si estuvieran torturándola, pero entonces cayó en la cuenta de que no era más que un retrato de tamaño natural, aunque el más realista y desagradable que había visto en su vida. La anciana echaba espuma por la boca, sus ojos giraban descontrolados y tenía la amarillenta piel de la cara tensa y tirante; los otros retratos que había en el vestíbulo detrás de ellos despertaron y empezaron a chillar también, hasta tal punto que Emily cerró con fuerza los ojos y se tapó las orejas con las manos para protegerse del ruido, ella odiaba que todos empezaran a chillar e hicieran un ruido infernal.
Lupin y la señora Weasley fueron corriendo hacia el retrato e intentaron cerrar las cortinas y tapar a la anciana, pero no podían con ellas y la anciana cada vez gritaba más fuerte y movía sus manos como garras, parecía que intentaba arañarles la cara.

—¡Cerdos! ¡Canallas! ¡Subproductos de la inmundicia y de la cochambre! ¡Mestizos, mutantes, monstruos, fuera de esta casa! ¿Cómo se atreven a contaminar la casa de mis padres?

Tonks seguía disculpándose por su torpeza mientras levantaba la enorme y pesada pierna de trol del suelo. La señora Weasley desistió de su intento de cerrar las cortinas y echó a correr por el vestíbulo, haciéndoles hechizos aturdidores a los otros retratos con su varita; y un hombre de largo cabello negro salió disparado por una puerta que Emily tenía enfrente, era su padre.

—¡Cállate, vieja arpía! ¡Cállate! —bramó, y agarró la cortina que la señora Weasley acababa de soltar.
La anciana palideció de golpe.

—¡Tú! —rugió, mirando con los ojos como platos a aquel hombre—. ¡Traidor, engendro, vergüenza de mi estirpe!

—¡Te digo que te calles! —le gritó el hombre, y haciendo un esfuerzo descomunal, Lupin y él consiguieron cerrar las cortinas.

Cesaron los gritos de la anciana, y aunque todavía resonaba su eco, el silencio fue apoderándose del vestíbulo.
Jadeando ligeramente y apartándose el largo y negro cabello de la cara, Sirius, se dio vuelta.

—Hola, Harry —lo saludó con gravedad, viendo como él se acercaba a Sirius—. Veo que ya has conocido a mi madre…—dijo haciendo una mueca.

—¿Es tú madre? …

—Sí —hizo otra mueca y luego, vio quién estaba al lado de Harry, su hija—. Yo, hija… yo…

—No tienes nada que decir —dijo sonriendo, obviamente con falsedad—, te preocupa más esté cara rajada que yo, TU hija —resaltó la palabra ‘‘tú’’.

—No te he visto en todo el día, ¿Dónde estuviste? —Preguntó él—, siempre me preocuparé más de ti, mi pequeña —la abrazo.

—Ahora te importo… —susurró ella.

—Siempre me has importado, Emily —dijo acariciándole las mejillas.

Ella no soporto más su orgullo, y abrazo a su padre, ella tenía miedo.

por Contenido patrocinado

ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae aka . MP ϟ Ver perfil.	ϟ Stark. aka Cande. MP ϟ Ver perfil.

ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

The Adventure | Saga Harry Potter

The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

O EME JE

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

Re: The Adventure | Saga Harry Potter

ϟ ego. aka Kalgh/Charlie. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Asclepio. aka Gina. MP ϟ Ver perfil.
ϟ mieczyslaw aka Alec. MP ϟ Ver perfil.