feelings -niall horan

Anastasia ''Ana'' Fernández

Anastasia ''Ana'' Fernández

Estábamos por fin sentadas en nuestros sitios. ¿Sabéis donde estaba? En primera fila del segundo escenario, y a seis filas del escenario principal. Lo bueno de este estadio, es que la pista estaba inclinada, se veía de lujo, además, luego cuando vinieran desde la plataforma ‘‘voladora’’, todos nos giraríamos y yo estaría en primera fila.

- Chicas, faltan quince minutos para que salga Camryn. – nos avisó Mir. Ella estaba sentada en la fila de delante de nosotras, es decir que yo estoy en la fila número siete, pues ella en la fila seis pero en el asiento de delante mío.

Nosotras comenzamos a gritar, como todo el mundo. De fondo se escuchaba a Olly Murs, ponían música para hacer tiempo. Al sentarme en mi asiento, me fije en los dos carteles enrollados de mi amiga.

Se podía ver un poco del más grande, podía jurar que llevaba mucha purpurina. Un escalofrió recorrió toda mi columna vertebral, ese cartel me lanzaba malas vibraciones. ¿Por qué llevaba otro cartel cuando ya tenía otro? ¿Y porque era tan grande? ¿Por qué tengo miedo de lo que pueda pasar?

- Eo, Anastasia Fernández, sigues aquí o estas en YoMeMontoOrgiasCon1DY5SOS? – me preguntó riendo mi mejor amiga.

Yo la miré sonrojada.

- ¡No!

- Eh… Hola.. – nos saludó tímidamente una castaña con mechas rubias californianas.

Nosotras tres miramos a mi derecha, ya que Cam estaba en el último asiento de la fila. Las filas eran de seis personas. La rubia junto con otras dos más nos estaban saludando sonrojadas.

- Hola, como os llamáis? – les pregunté yo sonriente.

Y ahí comenzamos a hablar durante esos quince minutos. La morena con mechas rubias que nos habían saludado se llamaba Luz, luego las otras dos rubias son Alejandra y Belén. Hubo un momento en que Mir me llamo y comenzó a decirme chorradas, por el rabillo del ojo podía ver como Cam les decía algo a nuestras nuevas amigas, luego las cuatro se rieron y comenzaron a hablar con nosotras dos.

***

¿Es normal ponerse a llorar mientras la telonera canta? En mi vida y siendo yo, sí.

- ¡Thank You, Barcelona. See you son, bye! – se despidió Camryn efusivamente.

- ¡Por fin, ahora viene lo bueno! – susurró feliz Cam. Mir comenzó a saltar.

Me fije en el escenario, y hubo un momento, no sé ni cómo, que pude ver un poco de cabellera rubia por ahí.

- Chicas. – les llame yo a mis nuevas amigas, a Mir y Cam. Ellas me miraron. – Veis allí. – señalé una puerta en el escenario.

Habían dos puertas en la parte de arriba, y tres abajo. Las puertas de arriba estaban delante de dos plataformas con escaleras que bajaban hacía el escenario. Era enorme. Señale la última puerta de abajo.

Ellas asintieron.

- Va a salir Niall de ahí. – solté yo confiada.

Ellas me miraron negando divertidamente.

De golpe, en las dos pantallas apareció el video de introducción. Cuando termino el video, los gritos de todas en el estadio permanecían ahí, miles de focos comenzaron a cegarnos. Y bum… ¡Aparecieron ellos por aquellas puertas, y acerté, Niall salió por la que yo dije!

Comencé a gritar más fuerte, mientras me quedaba asombrada por los gritos de Cam y Mir. Comenzaron a cantar Up All Night, iban a hacer unas mezclas de los dos tours ya que como el UAN Tour no paso por aquí, así que comencé a saltar como una loca.

***

Los chicos se subieron a la plataforma ‘‘voladora’’ comenzando a venir hacia el segundo escenario, donde por fin estaría en primera feliz. Estaban cantando ‘‘Summer Love’’ mientras sobrevolaban las primeras filas, se estaban acercando donde estaba yo.

Mierda. Primera fila. Me verían. Fui su camarera. Le hable mal a Niall. Mierda.

Parece que Cam pensó lo mismo que yo, porque se tapó la cabeza y la cara con su pancarta. Yo me agaché y fingí que me ataba los cordones, pude ver como miles de zapatos se giraban hacia mí. Escuché los gritos de Luz, Alejandra y Belén; eso me hizo saber que los chicos ya estaban en el segundo escenario.

Levanté mi mirada y vi a Paul enfrente mío, solté un gemido, era igualito a un armario de grande.

Cuando acabo la canción, comenzó la sección de Preguntas de Twitter. Al ver que Niall se acerba a nuestro lado del escenario, ya que era cuadrado, cogí mi teléfono móvil y hice que miraba algo.

Sentí unos golpes en mi espalda, me giré y vi a todo el mundo mirándome, incluida Mir que me había golpeado. Me fije que TODO el mundo me miraba, giré mi mirada hacia delante de mí y vi a los cinco mirándome, Paul me sonreía.

Yo mire confundida a todos lados. Note algo sobre mí, miré hacia arriba y vi como Cam tenía una pancarta con dos flechas señalando hacia abajo, es decir, a mí.

Leí lo que ponía: ‘‘it’s the birthday of this girl, my best friend and sister. Congratulations Ana, you've got 17 years!’’

Mire a la loca de mi mejor amiga. ¡Por eso había tenido un mal presentimiento, me cago en sus muelas! Aparte la pancarta de encima mío y la fulmine con la mirada, ella me guiño un ojo. Todo estaba en completo silencio, mis mejillas se tiñeron del color de la sangre y mire hacia el escenario, donde ellos cinco me miraban.

Harry al reconocerme sonrió y se acercó.

- ¡Felicidades, preciosa! – me felicito.

Después de él, los demás me felicitaron. Yo no me lo podía creer, parecía todo surrealista. Niall seguía mirándome, miro a los chicos de forma rara y estos se apartaron del borde. Él se acercó y se agacho, quedando un poco más alto que yo.

Alargo su mano y la puso sobre mi mejilla, comenzó a acariciarla.

- Felicidades pequeña, me alegra saber que pasas tú aniversario aquí, con nosotros… - suspiró. Puedo jurar por la tumba de mi madre, que me miro los labios. Supongo que porque me estaba mordiendo el inferior. – conmigo.

Luego se levantó y como si nada, siguió con las preguntas de Twitter. Paul me sonrió con ternura, pues seguía empanada como una idiota. Cosa que era, desde nacimiento.

***

Habían vuelto al primer escenario, y en este mismo momento, estaban cantando ‘‘Change My Mind’’, me canción favorita de todo TMH.

- ¡Harry, te violo con amor! – escuché que gritó llorando como una niña pequeña, Mir.

Comencé a reírme, pero luego comencé a llorar más, esta canción era tan bonita. De golpe, Mir se giró y me agarró del peto, la mire asustada, era bipolar.

- ¡Harry me está mirando! Dios… que me ha escuchado. ¿Cómo esto es posible? – me preguntó. La escuche como pude, todo el mundo cantaba.

Levanté mi vista y mire al rizado, pues va a ser verdad, estaba mirando hacia nosotras. Me sonrió, pero algo capto toda mi atención, no solo tocaba el primer solo en esta canción de Niall, sino que él me estaba mirando.

Lean in when you laugh,

We take photographs

There’s no music on

But we dance along

Comencé a cantar a la vez que él, su mirada y la mía chocaban. Tendría que estar tapándome la cara, muerta de vergüenza por que fui su camarera, pero no, estoy cantando a la vez que él. De golpe, una chica me miro y él, al darse cuenta, siguió mirando a otras personas. La chica hizo un ademan de que no era nada, y siguió mirando el concierto.

Suspiré triste, mientras bajaba mi mirada. Aunque hubieran pasado esas cosas antes, seguía siendo su camarera y una simple fan.

***

Y en este momento, estábamos las tres saliendo del estadio. Nos sentamos en unos escalones, esperando a que vinieran o mis hermanos, o papá. Todas las chicas me miraban, susurraban cosas y mi móvil no paraba de vibrar, era por Twitter y Facebook.

¡Ya habían gifs, fotos y videos de lo ocurrido! Dios, que vergüenza.

- Chicas… - solté yo en un susurró ronco. Estaba casi afónica.

- ¿Sí? – me preguntaron con la misma voz que yo.

En ese momento, apareció el coche de papá.

- ¡Vais a morir, hijas de vuestra madre! – grité como pude mientras me levantaba del lugar. Mis instintos asesinos despertaron en mi interior.

Ellas corrieron al coche, mientras miles de chicas nos miraban y alguna hacia fotos. Feel like famous.

***

Juro que no sé cómo acabé así, lo juro. Me miré en el espejo de la habitación de mi mejor amiga, mientras aquellas dos locas se maquillaban. Suspiré.

Unos amigos nuestros, el grupito de siempre, nos habían llamado diciendo que nos viéramos en una discoteca muy famosa y muy exclusiva. Si te vestías bien, elegante y eso, a las mujeres te dejaban pasar gratis. Los hombres pagaban diez euros. El problema era… que aquella discoteca estaba en el piso 74 del hotel Vela, sí, hotel Vela. Donde mañana tengo que ir a trabajar.

De puta madre.

- ¡No me voy a poner esos tacones! – susurré después de toser.

Miré los taconazos negros azulados tipo cocodrilo, eran de infarto, con eso podías caerte y romperte la crisma. Ni de coña me los pongo.

- ¡Combina muy bien con tú ropa y además, ahora eres casi una mujer, así que póntelos! – me dijo Mir mientras se miraba en el espejo de la habitación.

Habíamos pasado por su casa y ahora nos vestíamos en la de mi mejor amiga, habían cogido ropa para ellas y para mí. Yo personalmente odiaba los vestidos así de cortos.
Mir llevaba un vestido rosa de palabra de honor, tenía un cuerpazo, parecía un reloj de arena; de zapatos llevaba unos taconazos negros y en sus brazos, un montón de brazaletes. Como tenía el pelo liso, al maquillarse de esa forma, parecía una súper modelo.

Cam se miró en el espejo y sonrió. Era una belleza latina, puesto que era Chilena pero se mudó cuando era un bebe aquí. Llevaba su pelo recogido en un moño alto, hecho por su madre y recogido en una cinta de color morado brillante. Su vestido era de ese color, recogido con un broche de plata en su hombro izquierdo y dejando el derecho descubierto, le llegaba unos centímetros más arriba de las rodillas. Sus zapatos de tacón, igual de altos que los míos, eran de color plata; a juego con el broche y sus accesorios.

Y yo… parecía un lomo embuchado.

- Me queda fatal, no puedo ir en chándal? – les pregunté haciendo un puchero. Ellas se miraron con los ojos abiertos y me empujaron a la cama. Mientras Cam me aguantaba, mi otra amiga me ponía los tacones.

Cuando acabaron, me pusieron de pie. Me empujaron delante del espejo, no quedándome otra que mirarme. Abrí mis ojos, esa no era yo, parecía una muñeca de porcelana. Era tipo escote corazón. Estaba dividido en dos partes, separadas por un gran cinturón de pedrería. La parte de arriba, que era como ‘‘el corsé o corpiño’’, la tela negra azulada estaba como arrugada y por encima había lunares blancos. La parte de abajo, es decir  la falda, era de tul blanco precioso voluminoso y con un poco de brillantes. Mis tacones, aparte de hacerme alta y parecer que tenía bonitas piernas, conjuntaban con la parte de arriba. Aquellas dos locas, habían aprovechado mi pelo liso para hacerme ondas, luego me maquillaron de forma bonita. Parecía que era guapa.

- Parezco… parezco…una muñequita de esas. – solté mirándome los zapatos.

Ellas pegaron saltitos, yo gemí, no quería que se cayeran o algo. Cogieron sus bolsitos, me dieron uno de color negro azulado y me arrastraron escaleras abajo.

- ¡Estáis preciosas! – gritó su madre aplaudiendo.

Yo me sonrojo mientras las demás reían y asentían. Cam le entregó su móvil y su madre nos hizo fotos, juntas, cada uno por separado y eso… Luego, me obligaron a subirla a mi Instagram, Facebook y Twitter, hoy era mi cumpleaños. Bueno, quedaban todavía 3 horas para que se acabara, puesto que eran las 10 de la noche.

Salimos a la calle, donde nos esperaba Carlos, uno de nuestros amigos para llevarnos en su coche. Comencé a sentir mariposas en mi estómago, me sentía como una princesa, y eso es raro, porque normalmente soy solo Ana, la chica que ama a sus ídolos.