"Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"

Joe: ¿Por qué lo hiciste?

Joseph estaba parado en la puerta, mientras yo lo observaba confundida.

Había desaparecido toda la mañana sin decir nada. A pesar de estar preocupada, no podía esperar más en la empresa. Nataly no podía cuidar más a Amira.

Ahora ella dormía, después de un largo rato, al fin logro dormir.

La noche se estaba hacía cada vez más larga. Estaba preocupada…aun lo estaba. La lluvia no se hizo esperar. El día había permanecido nublado por una razón.

Ahora él estaba aquí.

Me sentía aliviada, pero aun preocupada.

Estaba empapado. Su traje estaba cubierto de lodo y su cara estaba llena de lo que parecían ser lágrimas.

Tu: ¿Dónde estabas? Estaba preocupada por…-me interrumpió.
Joe: ¿Por qué lo hiciste? –Insistió.
Tu: ¿Hacer qué?
Joe: ¿Por qué me mentiste?
Tu: No sé de qué estás hablando Joe, lo mejor será que entres y descanses un poco.

Acerque mi mano hasta la suya. Él la esquivo limpiando una larga lágrima que recorría su mejilla sonrojada y húmeda.

Tu: ¿Qué pasa?
Joe: Es lo mismo que me pregunto yo, ¿qué pasa? ¿Por qué me mentiste todo este tiempo?
Tu: ¿Qué te mentí?
Joe: Amira…ella es mi hija, ¿verdad?
Tu: ¿Qué? ¿De dónde sacaste eso?
Joe: No importa, es mi hija ¿sí o no?
Tu: Yo…yo no entiendo.
Joe: ¡Deja de mentir! ¡Ya lo sé! No tienes por qué mentir más.
Tu: Si lo sabes, ¿por qué quieres que te lo diga? –Dije con un nudo en la garganta.
Joe: ¿Cómo pudiste mentirme? Te he hecho saber que no soy el mismo, te he demostrado cuanto te amo, he confiado en ti todo este tiempo, y resulta que tú solo mentías. Hiciste que pasara tiempo con tu hija, ¡con mi hija! Y tu seguiste mintiendo, ¿cómo pudiste dormir todas estas noches con esa mentira en tu cabeza?
Tu: Como lo he hecho tantas noches –conteste sincera-. Te mentí porque tu no confiaste en mí, no me escuchas, te mentí porque tengo miedo.
Joe: ¿Miedo? ¿Acaso creíste que te quitaría a Amira?

Guarde silencio, bajando mi mirada.

Joe: Sí, lo creíste.
Tu: ¡¿Qué querías que hiciera?!
Joe: ¡Decirme la verdad! ¡Dios! –Cubrió su cara.
Tu: Lo siento…-me acerque a él.
Joe: -Retrocedió-. No lo hagas, no lo hagas por favor.
Tu: Joe, entiéndeme, esto no fue fácil para mí. Te fuiste sin escuchar ninguna de mis palabras. Me dejaste sola cuando más te necesitaba. ¡Te portaste como un animal cuando nos reencontramos!
Joe: Te pedí disculpas. Lo hice un millón de veces. Y a pesar de eso, no confiaste en mi amor. El amor que te estaba entregando día a día.
Tu: Te lo iba a decir –mire sus ojos.
Joe: ¿Ah sí? ¿Cuándo? Tal vez cuando Amira cumpliera ¿18 años?
Tu: No, te lo diría hoy.
Joe: ¡No mientas más! Nunca me lo dirías, nunca lo harías porque no confías en mí.
Tu: ¿Ahora me vas a juzgar? ¿Después de todo lo que me hiciste?
Joe: No era más que un estúpido adolecente, no sabía lo que hacía.
Tu: ¿Hubieran cambiado las cosas si te hubiera dicho que Amira era tu hija? ¿Te habrías quedado conmigo?

Se quedó en silencio.

Tu: No lo hubieras hecho –derrame una lágrima-. Te habrías ido a pesar de todo.
Joe: Yo…yo no sabía lo que hacía.
Tu: Pues ahora deberías saber lo que causaste en mí. Me dejaste sola, me dejaste con el corazón hecho trizas. Me prometiste que me amarías por siempre, pero no fue verdad, simplemente jugaste con mis sentimientos, y me dejaste más sola que nunca. ¡Perdí todo Joe! Te perdí a ti, perdí a mis padres, perdí mi vida cuando te marchaste.
Joe: Eso es cosa del pasado, te pedí perdón, te prometí cambiar.
Tu: ¿Crees que con eso todo cambiaría? Mi corazón está demasiado dañado para confiar de nuevo.
Joe: ¿Por qué hasta ahora? –Cerró sus ojos.
Tu: ¿Qué?
Joe: ¿Por qué decidiste decirme la verdad hasta ahora?
Tu: Yo…yo no lo sé.
Joe: ¿No lo sabes? –Tomo mis hombros-. ¿Me amas?
Tu: Siempre lo he hecho –mire sus ojos.

Dejo caer sus brazos. Llevo una mano a su cara y limpio las gotas de lluvia que caían en ella.
Sus ojos estaban hinchados y sus labios un poco azules por el frío.

Tu: Perdóname, te juro que iba a decírtelo.
Joe: No –negó un par de veces con su cabeza-. Tienes razón, el único culpable he sido yo. Yo solo he echado a perder mi vida.
Tu: Joe…-mi voz se quebró.
Joe: Tengo que irme.
Tu: No, no te vayas, por favor no lo hagas. Te necesito.
Joe: Tengo…tengo que pensar –bajo los escalones de la entrada.
Tu: ¿Qué tienes que pensar? –Camine hasta él.
Joe: No te merezco –se giró hasta mí-. Lo único que he hecho contigo, es hacerte sufrir, no te merezco.
Tu: Yo te amo, no me importa lo que haya pasado, no quiero perderte de nuevo, por favor no lo hagas, por favor dime que tú también me amas –lo abrace con fuerza.

Él se quedó en silencio. Me aparto unos centímetros y acaricio mi mejilla.

Joe: Lo siento.

Mi corazón se encogió al escuchar esas palabras. Se giró para caminar hasta su auto.
Se estaba yendo, me dejaba de nuevo. Me dejaba una vez más, me dejaba llevándose mi alma junto con él.