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"Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
rox >.<
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
sigue siiigueeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Invitado
Invitado
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
Capitulo-.
Narras Tú
Tu: ¿Qué haces aquí? –dije saliendo del vestidor.
Joe: Vine a hablar contigo –me miro serio.
Tu: Yo no tengo nada que hablar.
Tome mis cosas y camine hasta la salida. Él tomo con fuerza mi brazo. Me detuve para enfocar mis ojos en los suyos. Su agarre era mucho más parecido a una caricia. Respire profundamente mientras apartaba mi brazo de su mano. Cruce mis brazos sobre mi pecho y me recargue en la pared para escuchar lo que tenía que decir.
Tu: Está bien, lo que tengas que decir, dilo.
Joe: Escucha, yo más que nadie sé que no tengo porque pedir perdón ni ofrecerte una disculpa, porque lo que viste en mi oficina no fue lo que piensas…-lo interrumpí.
Tu: Entonces, ¿estás diciendo que yo tuve la culpa por malinterpretar las cosas?
Joe: ¡No ___(Tn)! ¡No estoy diciendo eso!
Tu: ¡¿Entonces?!
Joe: Por favor déjame terminar.
Tu: -Me quede en silencio.
Joe: Yo no tengo porque disculparme, pero aun así lo hare.
Tu: Ah –reí para quedar en silencio.
Joe: No, no lo hare por lo que te imaginas. Lo hare porque me fui sin haberte dado una explicación, porque me deje perder muy rápido. Por eso me disculpo.
Tu: Y ahora, ¿qué quieres que pase Joe?
Joe: Quiero que me perdones, quiero que me des una oportunidad, porque no puedo vivir un segundo más sin ti –tomo mis manos.
Tu: Yo…-me quede en silencio.
Joe: Por favor –acaricio mi mejilla-. Por favor déjame demostrarte cuanto te amo, déjame estar contigo que no aguanto más sin poder ver una de tus sonrisas, sin poder sentir una de tus carias, uno de tus besos…
Tu: No es tan fácil –me aleje unos pasos.
Joe: ¿Qué quieres que haga ___(Tn)? ¿Quieres que me arrodille y te pida perdón? Porque si es eso lo haré –se arrodillo en el suelo.
Tu: No –camine hasta el levantándolo-. No quiero que hagas eso.
Joe: ¿Entonces? Solo dime lo que quieres que haga y lo hare, pero por favor, no me alejes de tu lado –acaricio mi mejilla.
Tu: Eres un tonto Joe –golpe levemente su hombro.
Joe: De acuerdo, insúltame, golpéame, si es lo que quieres, pero por favor, por favor…dame otra oportunidad.
Tu: -Sonreí y acaricie su mejilla-. Eres tan lindo Joseph.
Joe: ¿Eso es un sí?
Tu: Sí.
Él me miro sonriente antes de acercarse a abrazarme. Mis pies dejaron de tocar el suelo por un instante. Me dejo de nuevo en mi lugar y acaricio mi mejilla para acercarse a mis labios.
Lleve mis manos alrededor de su cuello y continúe su beso con el mismo entusiasmo.
El lugar estaba vació, así que no me preocupaba en absoluto que alguien pudiera vernos.
Simplemente dejo llevar mis sentimientos y sensaciones en ese beso.
Él llevo sus manos hasta mi cintura, camino unos pasos logrando que chocara contra la pared.
Joe: No sabes cuánto te necesito –se acercó para besarme de nuevo.
Tu: Joe…Joe –puse mis manos en su pecho.
Joe: ¿Qué pasa? –Me miro confundido.
Tu: Alguien puede entrar –sonreí.
Joe: -Miro a todos lados-. Sí, tienes razón.
Tu: Lo mejor será que…-me interrumpió tomándome en sus brazos-. ¡Joe!
Joe: He esperado dos largas semanas sin tenerte a mi lado, no puedo controlarme ahora –dijo con una sonrisa pícara.
Abrió una de las puertas de los camerinos. Me dejo de pie de nuevo y cerró la puerta detrás de el con seguro.
Miré sus ojos de nuevo, está tan cerca, a menos de un metro. Se acercó, rápidamente, como siempre, y en menos de nada siento la yema de sus dedos en mi piel. ¡Dios sí, cómo lo echaba de menos! Estaba frente a mí y pasó sus manos por encima de las mías, sube mi brazo arriba, acaricia mis codos y poco a poco sube hasta mis hombros. Descansa un instante las manos ahí y a la vez las sube por mi cuello, con calma, hasta llegar a mis mejillas, poniendo sus dedos entre mis cabellos. Levantó mi cara para que le devuelva la mirada y me sonríe.
Avanza un paso más y nuestras frentes se tocan, no dejo de mirar sus ojos, me embriagan tanto... entonces subo mis manos a su cintura y lo abrazo, él sonríe y se acerca un poco más, ahora noto su nariz. Sus labios están tan cerca, tan cerca. Suspiro, ansío ese momento como un hambriento ansía un trozo de pan. Y, una vez más, voltea sobre mí y se pone justo detrás, siento su aliento en mi pelo, su espalda, sus brazos... Respira el olor a frutas que queda en mis cabellos, luego aparta los mechones poco a poco y aspira el olor en mi piel, justo en mi nuca.
Entonces me da un beso ahí, suave, rozando mi piel apenas un milímetro. Espera un segundo y me da un beso justo al lado, y al segundo siguiente otro, siguiendo una línea hacia mi cuello, hacia la clavícula. Aparta la tela de la camiseta y sigue, ya llega a la clavícula y mi corazón ya late fuerte, muy fuerte.
Toda mi piel está sensible, en tensión, mi cuerpo lo espera, nervioso, ardiente de deseo. Él para, entonces pasa su mano por mi cintura y me abraza dulcemente, posa sus labios en mi oído derecho, despejado de cabello y susurra. Eriza mi piel con esa voz masculina y medio rasgada, viril, muy segura.
Joe: Me muero de ganas de besar cada poro de tu piel.
Me dice, y yo ya no sé qué hacer, no puedo casi ni respirar. Me tiemblan las piernas, mi cabeza da vueltas y su olor empieza a embriagarme. Entonces él vuelve a su lugar inicial, frente a mí, rozando mi frente, vuelvo a sentir su nariz y entonces sus labios, dulces, suaves apresan los míos, muy lentamente, un beso muy inocente. Yo acelero el ritmo y él se ríe, encantado con mi excitación, pero no me para, toma las riendas y me besa apasionadamente. Apresa mis labios con los suyos y me acaricia con su lengua, pasa una de sus manos por mi pelo mientras la otra me aprieta contra él, abrazándome a su cuerpo.
Separa sus labios de los míos y me mira, sus ojos están llenos de deseo, me desnuda con la mirada y eso me encanta. Poco a poco besa mi mejilla, mi oreja y baja lentamente por mi cuello. Sabe perfectamente que esa zona es muy sensible y aprovecha para acariciarla con su lengua, yo me derrito, no hay nada comparable a esos momentos. Yo suspiro, estoy en otro mundo, en otro lado, sólo con él, no existe nada más. Y entonces, cuando creo que ya no puede haber nada mejor, me coge en brazos, como tantas otras veces y nos vamos a disfrutar, a comernos a besos y a sentirnos completamente, sólo los dos. En esos momentos quisiera que el tiempo se parara eternamente y no tener que volver a nada, sólo quedarme ahí, con él, en sus brazos.
Esta vez me mira y me besa, con ansia, me deja en el suelo, en pleno vestidor y me sonríe.
Joe: ¿Qué quieres hacer hoy? -pregunta.
Apenas puedo hablar, no soy capaz de hilar bien mis pensamientos y no me importa lo más mínimo dónde, sólo le quiero a él.
Tu: Te quiero a ti.
Es lo único cierto, lo único que soy capaz de decir. Él sonríe, lo sabe de sobras, así que se quita la chaqueta y la camiseta y las deja en el pomo de la puerta, vuelve a acercarse a mí y me besa mientras pasa sus manos por mi cintura y va delineando mi figura con sus manos mientras sube mi blusa. Yo no dejo de mirar su cuerpo, me encanta mirarle, no hay nada que pudiera desear mejor que él. Tan cerca de él, ya sin camisetas, aprovecho para desabrochar su pantalón, sé que le encanta que lo haga. Nos quitamos rápidamente los zapatos mientras nos miramos, calcetines fuera también. Entonces llega uno de sus momentos preferidos. Se acerca a mí y empieza a besar mi frente, mis mejillas, mis labios, el cuello, y baja hacia mi clavícula, mi pecho, la parte superior de mi vientre, mi ombligo... y de rodillas en el suelo coge ambos lados del pantalón y lo va bajando poco a poco, subo una pierna y luego la otra.
Entonces él empieza con un reguero de besos empezando por mis tobillos, hasta subir de nuevo a mi boca. Los besos continúan, sobretodo en el cuello, me apasiona. Al estar tan cerca recorro su espalda con mis manos, luego su pecho y con cierta inquietud, pero muy decidida, bajo mi mano suavemente por su vientre hasta llegar a su pantalón. Siento como se eriza su piel y como se entrecorta su respiración, pero nunca dice nada, ni siquiera deja de besarme así que sigo. Aparto ligeramente el elástico del bóxer y meto mi mano, acaricio suavemente y la abarco con mi mano, la muevo arriba y abajo con lentitud. Su respiración se agita. Él entonces me coge en brazos y me apoya en el brazo del sofá. Siento las yemas de sus dedos en mi espalda, muy suavemente, como siempre, y entonces desabrocha mi sujetador. Caen mis tirantes a lado y lado, y yo los dejo caer, y él se encarga de cogerlo y dejarlo en el sofá, en la otra punta. Sus manos acarician mi espalda desnuda, remueve mi pelo y besa mis labios, entre suspiros él pasa una de sus manos mi cintura y sube poco a poco, hasta apresar uno de mis senos. Estoy tan excitada, quiero más, y él lo sabe, pero no va a ir más rápido, al contrario, será todo lento, muy lento. Primero acaricia mis senos, mi cintura, mis brazos... besa mi cuello y de ahí baja unos segundos a mis pechos desnudos, pero de ahí vuelve a mi boca. Lo único que cambia es el recorrido de su mano, en lugar de subir de nuevo, baja lentamente, por mi vientre. Un poco más, un poco más, un poco más...
Las yemas de sus dedos me recorren, nada es comparable a ese momento, es increíble, indescriptible. Estoy lista, él lo sabe, se separa para quitarse los pantalones pero niego con mi cabeza.
Tu: No te los quites.
Él sonríe y vuelve a acercarse. Posa sus manos en mis caderas y lentamente deja caer la última prenda que cubría mi piel, entonces, me coge en brazos, dejando mi cara junto a la suya y desciende mi cuerpo poco a poco, uniéndome a él, mientras suspiro, una y otra vez, y termino gimiendo, no puedo hacer otra cosa, es superior a mí.
En unos minutos estoy apoyada en la pared, con el totalmente pegado a mí, ambos llenos de sudor, recorriéndonos con las manos y apresando nuestros labios. Estoy por desfallecer, ambos estamos cansados y mi cuerpo está a punto de estallar, caliente, nervioso, frenético. Entonces veo su esfuerzo, su cansancio y le pido que me baje, que me deje en el suelo. Lo hace sin resistir, entonces le cojo la mano y lo siento en el sofá, mucho más cómodo, más tranquilo. Me siento sobre él y nos besamos apasionadamente, sus manos recorren mi espalda y después me acaricia las mejillas, la cintura, yo estoy por desmayarme, no voy a poder aguantar mucho más. Cada vez la electricidad es mayor, toda yo tiemblo y entonces... sucede, ese momento en que en sus brazos creo tocar el cielo, esos segundos en que un enorme estallido parece embriagarme, dónde todo se resume a nuestros cuerpos, nuestros labios y lo mucho que le quiero. Respiro, me falta el aire, y miro su cara... no hay nada que me guste más en este mundo que observarle en ese justo instante, cuando él llega, cuando termina.
En sus brazos respiro y beso su cuerpo, sus hombros, su pecho, su cuello, sus mejillas... tengo miedo de que no llegue a comprender todo lo feliz que me hace, todo lo que él consigue con las yemas de sus dedos. Me besa, como tantas otras veces, haciéndome estremecer.
Narras Tú
Tu: ¿Qué haces aquí? –dije saliendo del vestidor.
Joe: Vine a hablar contigo –me miro serio.
Tu: Yo no tengo nada que hablar.
Tome mis cosas y camine hasta la salida. Él tomo con fuerza mi brazo. Me detuve para enfocar mis ojos en los suyos. Su agarre era mucho más parecido a una caricia. Respire profundamente mientras apartaba mi brazo de su mano. Cruce mis brazos sobre mi pecho y me recargue en la pared para escuchar lo que tenía que decir.
Tu: Está bien, lo que tengas que decir, dilo.
Joe: Escucha, yo más que nadie sé que no tengo porque pedir perdón ni ofrecerte una disculpa, porque lo que viste en mi oficina no fue lo que piensas…-lo interrumpí.
Tu: Entonces, ¿estás diciendo que yo tuve la culpa por malinterpretar las cosas?
Joe: ¡No ___(Tn)! ¡No estoy diciendo eso!
Tu: ¡¿Entonces?!
Joe: Por favor déjame terminar.
Tu: -Me quede en silencio.
Joe: Yo no tengo porque disculparme, pero aun así lo hare.
Tu: Ah –reí para quedar en silencio.
Joe: No, no lo hare por lo que te imaginas. Lo hare porque me fui sin haberte dado una explicación, porque me deje perder muy rápido. Por eso me disculpo.
Tu: Y ahora, ¿qué quieres que pase Joe?
Joe: Quiero que me perdones, quiero que me des una oportunidad, porque no puedo vivir un segundo más sin ti –tomo mis manos.
Tu: Yo…-me quede en silencio.
Joe: Por favor –acaricio mi mejilla-. Por favor déjame demostrarte cuanto te amo, déjame estar contigo que no aguanto más sin poder ver una de tus sonrisas, sin poder sentir una de tus carias, uno de tus besos…
Tu: No es tan fácil –me aleje unos pasos.
Joe: ¿Qué quieres que haga ___(Tn)? ¿Quieres que me arrodille y te pida perdón? Porque si es eso lo haré –se arrodillo en el suelo.
Tu: No –camine hasta el levantándolo-. No quiero que hagas eso.
Joe: ¿Entonces? Solo dime lo que quieres que haga y lo hare, pero por favor, no me alejes de tu lado –acaricio mi mejilla.
Tu: Eres un tonto Joe –golpe levemente su hombro.
Joe: De acuerdo, insúltame, golpéame, si es lo que quieres, pero por favor, por favor…dame otra oportunidad.
Tu: -Sonreí y acaricie su mejilla-. Eres tan lindo Joseph.
Joe: ¿Eso es un sí?
Tu: Sí.
Él me miro sonriente antes de acercarse a abrazarme. Mis pies dejaron de tocar el suelo por un instante. Me dejo de nuevo en mi lugar y acaricio mi mejilla para acercarse a mis labios.
Lleve mis manos alrededor de su cuello y continúe su beso con el mismo entusiasmo.
El lugar estaba vació, así que no me preocupaba en absoluto que alguien pudiera vernos.
Simplemente dejo llevar mis sentimientos y sensaciones en ese beso.
Él llevo sus manos hasta mi cintura, camino unos pasos logrando que chocara contra la pared.
Joe: No sabes cuánto te necesito –se acercó para besarme de nuevo.
Tu: Joe…Joe –puse mis manos en su pecho.
Joe: ¿Qué pasa? –Me miro confundido.
Tu: Alguien puede entrar –sonreí.
Joe: -Miro a todos lados-. Sí, tienes razón.
Tu: Lo mejor será que…-me interrumpió tomándome en sus brazos-. ¡Joe!
Joe: He esperado dos largas semanas sin tenerte a mi lado, no puedo controlarme ahora –dijo con una sonrisa pícara.
Abrió una de las puertas de los camerinos. Me dejo de pie de nuevo y cerró la puerta detrás de el con seguro.
Miré sus ojos de nuevo, está tan cerca, a menos de un metro. Se acercó, rápidamente, como siempre, y en menos de nada siento la yema de sus dedos en mi piel. ¡Dios sí, cómo lo echaba de menos! Estaba frente a mí y pasó sus manos por encima de las mías, sube mi brazo arriba, acaricia mis codos y poco a poco sube hasta mis hombros. Descansa un instante las manos ahí y a la vez las sube por mi cuello, con calma, hasta llegar a mis mejillas, poniendo sus dedos entre mis cabellos. Levantó mi cara para que le devuelva la mirada y me sonríe.
Avanza un paso más y nuestras frentes se tocan, no dejo de mirar sus ojos, me embriagan tanto... entonces subo mis manos a su cintura y lo abrazo, él sonríe y se acerca un poco más, ahora noto su nariz. Sus labios están tan cerca, tan cerca. Suspiro, ansío ese momento como un hambriento ansía un trozo de pan. Y, una vez más, voltea sobre mí y se pone justo detrás, siento su aliento en mi pelo, su espalda, sus brazos... Respira el olor a frutas que queda en mis cabellos, luego aparta los mechones poco a poco y aspira el olor en mi piel, justo en mi nuca.
Entonces me da un beso ahí, suave, rozando mi piel apenas un milímetro. Espera un segundo y me da un beso justo al lado, y al segundo siguiente otro, siguiendo una línea hacia mi cuello, hacia la clavícula. Aparta la tela de la camiseta y sigue, ya llega a la clavícula y mi corazón ya late fuerte, muy fuerte.
Toda mi piel está sensible, en tensión, mi cuerpo lo espera, nervioso, ardiente de deseo. Él para, entonces pasa su mano por mi cintura y me abraza dulcemente, posa sus labios en mi oído derecho, despejado de cabello y susurra. Eriza mi piel con esa voz masculina y medio rasgada, viril, muy segura.
Joe: Me muero de ganas de besar cada poro de tu piel.
Me dice, y yo ya no sé qué hacer, no puedo casi ni respirar. Me tiemblan las piernas, mi cabeza da vueltas y su olor empieza a embriagarme. Entonces él vuelve a su lugar inicial, frente a mí, rozando mi frente, vuelvo a sentir su nariz y entonces sus labios, dulces, suaves apresan los míos, muy lentamente, un beso muy inocente. Yo acelero el ritmo y él se ríe, encantado con mi excitación, pero no me para, toma las riendas y me besa apasionadamente. Apresa mis labios con los suyos y me acaricia con su lengua, pasa una de sus manos por mi pelo mientras la otra me aprieta contra él, abrazándome a su cuerpo.
Separa sus labios de los míos y me mira, sus ojos están llenos de deseo, me desnuda con la mirada y eso me encanta. Poco a poco besa mi mejilla, mi oreja y baja lentamente por mi cuello. Sabe perfectamente que esa zona es muy sensible y aprovecha para acariciarla con su lengua, yo me derrito, no hay nada comparable a esos momentos. Yo suspiro, estoy en otro mundo, en otro lado, sólo con él, no existe nada más. Y entonces, cuando creo que ya no puede haber nada mejor, me coge en brazos, como tantas otras veces y nos vamos a disfrutar, a comernos a besos y a sentirnos completamente, sólo los dos. En esos momentos quisiera que el tiempo se parara eternamente y no tener que volver a nada, sólo quedarme ahí, con él, en sus brazos.
Esta vez me mira y me besa, con ansia, me deja en el suelo, en pleno vestidor y me sonríe.
Joe: ¿Qué quieres hacer hoy? -pregunta.
Apenas puedo hablar, no soy capaz de hilar bien mis pensamientos y no me importa lo más mínimo dónde, sólo le quiero a él.
Tu: Te quiero a ti.
Es lo único cierto, lo único que soy capaz de decir. Él sonríe, lo sabe de sobras, así que se quita la chaqueta y la camiseta y las deja en el pomo de la puerta, vuelve a acercarse a mí y me besa mientras pasa sus manos por mi cintura y va delineando mi figura con sus manos mientras sube mi blusa. Yo no dejo de mirar su cuerpo, me encanta mirarle, no hay nada que pudiera desear mejor que él. Tan cerca de él, ya sin camisetas, aprovecho para desabrochar su pantalón, sé que le encanta que lo haga. Nos quitamos rápidamente los zapatos mientras nos miramos, calcetines fuera también. Entonces llega uno de sus momentos preferidos. Se acerca a mí y empieza a besar mi frente, mis mejillas, mis labios, el cuello, y baja hacia mi clavícula, mi pecho, la parte superior de mi vientre, mi ombligo... y de rodillas en el suelo coge ambos lados del pantalón y lo va bajando poco a poco, subo una pierna y luego la otra.
Entonces él empieza con un reguero de besos empezando por mis tobillos, hasta subir de nuevo a mi boca. Los besos continúan, sobretodo en el cuello, me apasiona. Al estar tan cerca recorro su espalda con mis manos, luego su pecho y con cierta inquietud, pero muy decidida, bajo mi mano suavemente por su vientre hasta llegar a su pantalón. Siento como se eriza su piel y como se entrecorta su respiración, pero nunca dice nada, ni siquiera deja de besarme así que sigo. Aparto ligeramente el elástico del bóxer y meto mi mano, acaricio suavemente y la abarco con mi mano, la muevo arriba y abajo con lentitud. Su respiración se agita. Él entonces me coge en brazos y me apoya en el brazo del sofá. Siento las yemas de sus dedos en mi espalda, muy suavemente, como siempre, y entonces desabrocha mi sujetador. Caen mis tirantes a lado y lado, y yo los dejo caer, y él se encarga de cogerlo y dejarlo en el sofá, en la otra punta. Sus manos acarician mi espalda desnuda, remueve mi pelo y besa mis labios, entre suspiros él pasa una de sus manos mi cintura y sube poco a poco, hasta apresar uno de mis senos. Estoy tan excitada, quiero más, y él lo sabe, pero no va a ir más rápido, al contrario, será todo lento, muy lento. Primero acaricia mis senos, mi cintura, mis brazos... besa mi cuello y de ahí baja unos segundos a mis pechos desnudos, pero de ahí vuelve a mi boca. Lo único que cambia es el recorrido de su mano, en lugar de subir de nuevo, baja lentamente, por mi vientre. Un poco más, un poco más, un poco más...
Las yemas de sus dedos me recorren, nada es comparable a ese momento, es increíble, indescriptible. Estoy lista, él lo sabe, se separa para quitarse los pantalones pero niego con mi cabeza.
Tu: No te los quites.
Él sonríe y vuelve a acercarse. Posa sus manos en mis caderas y lentamente deja caer la última prenda que cubría mi piel, entonces, me coge en brazos, dejando mi cara junto a la suya y desciende mi cuerpo poco a poco, uniéndome a él, mientras suspiro, una y otra vez, y termino gimiendo, no puedo hacer otra cosa, es superior a mí.
En unos minutos estoy apoyada en la pared, con el totalmente pegado a mí, ambos llenos de sudor, recorriéndonos con las manos y apresando nuestros labios. Estoy por desfallecer, ambos estamos cansados y mi cuerpo está a punto de estallar, caliente, nervioso, frenético. Entonces veo su esfuerzo, su cansancio y le pido que me baje, que me deje en el suelo. Lo hace sin resistir, entonces le cojo la mano y lo siento en el sofá, mucho más cómodo, más tranquilo. Me siento sobre él y nos besamos apasionadamente, sus manos recorren mi espalda y después me acaricia las mejillas, la cintura, yo estoy por desmayarme, no voy a poder aguantar mucho más. Cada vez la electricidad es mayor, toda yo tiemblo y entonces... sucede, ese momento en que en sus brazos creo tocar el cielo, esos segundos en que un enorme estallido parece embriagarme, dónde todo se resume a nuestros cuerpos, nuestros labios y lo mucho que le quiero. Respiro, me falta el aire, y miro su cara... no hay nada que me guste más en este mundo que observarle en ese justo instante, cuando él llega, cuando termina.
En sus brazos respiro y beso su cuerpo, sus hombros, su pecho, su cuello, sus mejillas... tengo miedo de que no llegue a comprender todo lo feliz que me hace, todo lo que él consigue con las yemas de sus dedos. Me besa, como tantas otras veces, haciéndome estremecer.
Karely Jonatika
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
Chicas necesito ver comentarios para subir más capitulos, y necesito su opinion por favor. (:
Karely Jonatika
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
karely ya te extrañaba y a la nove
tambien!!!!
si ya estan bnn
asi me gusta la nove con todos felices :)
siiguela
tambien!!!!
si ya estan bnn
asi me gusta la nove con todos felices :)
siiguela
andreita
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
muy buena tu nove
muy buena tu nove
rox >.<
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
I LIKEEEE!!
SIGUELAAA!! =D
SIGUELAAA!! =D
•Claudiia Jonas Swift•
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
- Spoiler:
- waaaa!!!!!!
meee encantaa sigeeelaaaa pliisss!!!!
goree!
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
donde estastas??
siiguelaaaaaaaaaaaaaaa
siiguelaaaaaaaaaaaaaaa
andreita
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
rox >.<
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
donde estas?? poruqe no la sigues
porfavorrr
y tus otra noves tambiennn
porfavorrr
y tus otra noves tambiennn
andreita
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
rox >.<
Re: "Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"
__Dos Meses Después___
Algo bueno está sucediendo en mi vida, algo bueno después de tanto tiempo.
Mi relación con Joe se intensifica en cada momento. Los encuentros apasionados eran cada vez más, cada vez mejores, cada vez eran más necesarios. El sentimiento llenaba toda nuestra relación, pero no era el único. Había algo de amor también. Amor de parte de él, una sola pizca de mi parte.
En las noches soñaba con entregarle mi amor sin protestas, sin miedos, sin recordar el pasado, pero era completamente inútil ya que en ese pasado estaba Amira.
Amira y Joe habían pasado muchos tiempos juntos también. Joe estaba cumpliendo su promesa, podía notar como cada vez le era menos difícil estar con ella.
Al verlos juntos mi corazón se estrujaba y me pedía a gritos decir la verdad. Ahora sentía que era necesario, sentía que podía confiar en su amor. En el amor que me había prometido.
Tu: Quiero decirle la verdad a Joe –mire en dirección a Chris.
Chris: ¿Decirle la verdad? –Se paró en seco.
Tu: Sí, quiero que él sepa la verdad, no quiero mentirle ni un minuto más.
Chris: Pues…si es lo que tú quieres –tomo asiento a mi lado.
Tu: ¿No crees que este bien?
Chris: No, está bien. Está bien que confíes en él.
Tu: Entonces… ¿por qué lo dices como si fuera a cometer el error más grande de mí vida?
Chris: No lo estoy diciendo de esa manera…-se quedó en silencio.
Tu: Pero…-insistí.
Chris: Pero, él te ha hecho sufrir tanto tiempo, ¿de verdad crees que merezca saber la verdad?
Tu: Claro que merece saberlo Chris. Le he mentido por largos años, me he mentido a mí misma, le he mentido a mi hija.
Chris: Él te ha hecho sufrir, te dejo cuando más lo necesitabas, ni siquiera escucho lo que tenías que decirle, simplemente te juzgo.
Tu: Pero eso ya es el pasado, ahora él me ha demostrado que realmente le importo. Cuando lo veo con Amira mi corazón se encoje. Esta con su propia hija y ni siquiera lo sabe.
Chris: ¿Y crees que con todo eso ya ha cambiado?
Tu: ¡No lo sé! Lo único que sí sé es que quiero ser sincera, no quiero guardarme esto nunca más.
Chris: ¿Y qué pasara si él escapa de nuevo?
Tu: Él no lo hará.
Chris: ¿Cómo estás tan segura?
Tu: Él es su padre. Él es el padre de mi hija, sé que no lo hará.
Narra Joe
Megan: No sabes de lo que me acabo de enterar –entro a mi oficina.
Joe: No me importa en lo más mínimo –miraba el computador.
Megan: ¿Ni siquiera si tiene que ver con tu amada?
Joe: ¿Qué? –La mire confundido.
Megan: Sí, ¿ahora te interesa?
Joe: Dime lo que tengas que decir de una vez.
Megan: De acuerdo, pero antes que nada –tomo asiento frente a mí-. Ahora sí.
Me quede en silencio.
Megan: Estaba caminando por los pasillos de la sala de fotografía y escuche una plática muy peculiar.
Joe: Ve directamente al punto.
Megan: Esta bien, quería ser un poco más sensible el asunto, pero si tú quieres lo adelantamos. Esa que tú llamas “amor”…te ha estado mintiendo –sonrió.
Joe: ¿Enserio? –Cruce mis brazos sobre el escritorio-. Según tú, ¿en qué me ha mentido?
Megan: Felicidades Joseph, me acabo de enterar que eres padre.
Joe: ¿Qué?
Megan: Como lo escuchas, eres padre, no puedo creer que ella te haya mentido en algo tan importante.
Joe: Eso…eso es imposible.
Megan: No tanto, deberías aclarar algunos puntos con esa chica, pero después de todo me alegro que te hayas enterado por mí. De haber sido por ella no te lo hubiera contado nunca.
Joe: ¿___(Tn) está embarazada?
Megan: ¿Eres idiota? –Se puso de pie-. Acabo de decir que eres padre, ya lo eres. Ah y por cierto –se detuvo mientras caminaba a la puerta-. Muy lindo el nombre de tu hija…Amira…woo que bello –sonrió antes de salir de la oficina.
___(Tn) me mintió. Me mintió. Amira es mi hija. Ella es mi hija.
Sorry por el capitulo tan corto. Tratare de escribir más. ¡Ya se acerca el final!
Karely Jonatika
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» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.