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Enchanted {Harry Styles}
O W N :: Archivos :: Canceladas
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Re: Enchanted {Harry Styles}
¡Soph! nueva lectora aquí amo como escribes, es perfecto nfriuhuirufru Pobre Charlie :/ se desmayó justo cuando iba a reconocer quién era el chico... y ¡bum! todo salió más fácil.
Me gustan tus finales, siempre dejas a las lectoras con intriga y ganas de seguir leyendo, mas lo que encuentro hermoso es cómo desarrollas la historia; desenvolviendo a los personajes de a poco, haciéndonos amarlos u odiarlos según lo que a ti te parezca. nfjkhrn y Hazza weón, tan tierno usando sus dotes de galán con la secretaria Está tan enamorado Sho lo amo
Ha sido tan hermoso todo aunque Byron no me cae bien -ahqueasísellamamimejoramigo, plz-
es tan bruto con Char :C
Bueno, me dejo de molestar :C Te amito muuucho<3
Me gustan tus finales, siempre dejas a las lectoras con intriga y ganas de seguir leyendo, mas lo que encuentro hermoso es cómo desarrollas la historia; desenvolviendo a los personajes de a poco, haciéndonos amarlos u odiarlos según lo que a ti te parezca. nfjkhrn y Hazza weón, tan tierno usando sus dotes de galán con la secretaria Está tan enamorado Sho lo amo
Ha sido tan hermoso todo aunque Byron no me cae bien -ahqueasísellamamimejoramigo, plz-
es tan bruto con Char :C
Bueno, me dejo de molestar :C Te amito muuucho<3
peeta.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Fantasy. escribió:¡Soph! nueva lectora aquí amo como escribes, es perfecto nfriuhuirufru Pobre Charlie :/ se desmayó justo cuando iba a reconocer quién era el chico... y ¡bum! todo salió más fácil.
Me gustan tus finales, siempre dejas a las lectoras con intriga y ganas de seguir leyendo, mas lo que encuentro hermoso es cómo desarrollas la historia; desenvolviendo a los personajes de a poco, haciéndonos amarlos u odiarlos según lo que a ti te parezca. nfjkhrn y Hazza weón, tan tierno usando sus dotes de galán con la secretaria Está tan enamorado Sho lo amo
Ha sido tan hermoso todo :AA:aunque Byron no me cae bien -ahqueasísellamamimejoramigo, plz-
es tan bruto con Char :C
Bueno, me dejo de molestar :C Te amito muuucho<3
ñlkjhgfdsa, Gen es genial tenerte aquí :A:yo no escribo así, antes es al revés :A:la vida de Charlie es sufrida, y si lo pienso, ojala y eso pasara, de ser así, yo estaría la mitad de mi vida en un hospital
Para mí, yo creo que no sé como carajos terminar un capitulo y por eso no se me ocurre nada más que hacer como una especie de introductorio para el próximo ._.
Lo que dices es muy bonito, Gen es realmente lindo que sú lo percibas, en sí, mis p's son como analticos y medio bipolares, por lo que me gusta más ir desarrolandolos y que en un final -eso espero-, terminen con una mentalidad más firme (?)
plz, nadie se resiste a los encantos de Hazza
Es Ryancreo yo me confundo a veces
No molestas te amito more<3
pd; aprovechas de que skalteo, hiciste que tomara en computador solo para esto y i love you for that
Para mí, yo creo que no sé como carajos terminar un capitulo y por eso no se me ocurre nada más que hacer como una especie de introductorio para el próximo ._.
Lo que dices es muy bonito, Gen es realmente lindo que sú lo percibas, en sí, mis p's son como analticos y medio bipolares, por lo que me gusta más ir desarrolandolos y que en un final -eso espero-, terminen con una mentalidad más firme (?)
plz, nadie se resiste a los encantos de Hazza
Es Ryan
No molestas te amito more<3
pd; aprovechas de que skalteo, hiciste que tomara en computador solo para esto y i love you for that
Sophia.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Hola! nueva lectora
Me encantan las noves con nombres cortos, es casi lo primero que me atrae, aparte se llama como una canción de mi Tay ;) la cual amo con todo mi corazón.
Awww el baile de mascara me recuerda al video de love story, aunque ahí no llevan mascara pero ahque lol es que me imagino a Charlie con el vestido del vídeo y es como wow per-fect. Y mi Harry, dios lo amo aunque haya dejado a la pobre de Charlie sola, el pobre lo remedio o intento.
Hubieron muchas partes en la nove en las que pensaba una cosa y después me daba cuenta que no era lo que realmente pensaba eso es genial, es que tu escribes muy bien, realmente esto es muy intrigante, eso me gusta idk pero esta es una de esas noves las cuales terminan enamorándome. No muchas me provocan eso, siéntete privilegiada :meh:
Bueno bye
Cuídate
Me encantan las noves con nombres cortos, es casi lo primero que me atrae, aparte se llama como una canción de mi Tay ;) la cual amo con todo mi corazón.
Awww el baile de mascara me recuerda al video de love story, aunque ahí no llevan mascara pero ahque lol es que me imagino a Charlie con el vestido del vídeo y es como wow per-fect. Y mi Harry, dios lo amo aunque haya dejado a la pobre de Charlie sola, el pobre lo remedio o intento.
Hubieron muchas partes en la nove en las que pensaba una cosa y después me daba cuenta que no era lo que realmente pensaba eso es genial, es que tu escribes muy bien, realmente esto es muy intrigante, eso me gusta idk pero esta es una de esas noves las cuales terminan enamorándome. No muchas me provocan eso, siéntete privilegiada :meh:
Bueno bye
Cuídate
Invitado
Invitado
Re: Enchanted {Harry Styles}
yo más. Esta semana, amore<3Fantasy. escribió: Te amo :AA:Siguela pronto
Sophia.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Camila Swift escribió:Hola! nueva lectora
Me encantan las noves con nombres cortos, es casi lo primero que me atrae, aparte se llama como una canción de mi Tay ;) la cual amo con todo mi corazón.
Awww el baile de mascara me recuerda al video de love story, aunque ahí no llevan mascara pero ahque lol es que me imagino a Charlie con el vestido del vídeo y es como wow per-fect. Y mi Harry, dios lo amo aunque haya dejado a la pobre de Charlie sola, el pobre lo remedio o intento.
Hubieron muchas partes en la nove en las que pensaba una cosa y después me daba cuenta que no era lo que realmente pensaba eso es genial, es que tu escribes muy bien, realmente esto es muy intrigante, eso me gusta idk pero esta es una de esas noves las cuales terminan enamorándome. No muchas me provocan eso, siéntete privilegiada :meh:
Bueno bye
Cuídate
BIENVENIDA
Si te digo la verdad, el titulo es por esa canción. Realmente, la fic/novela es de alguna extraña manera mi percepción de esa canción bc me gustó mucho realmente. Lo de la mascara fue en sí, como una descripción de ese video, es de mis vídeos favoritos y por ello me base mucho en él.
Me alegra que digas todo aquello es muy reconfortante saber que a alguien realmente le guste como escribo c:
Como le dije a Gen, creo que soy la peor para terminar una historia/capitulo/escrito, whatever, por ello los finales siempre son como una especia de mini introducción para el siguiente capitulo.
En sí, creo que describo a Harry como mi cabeza lo ve. Por ello quería hacerlo el siendo "famoso" ya que aunque no describo mucho esa faceta, me lo imagino así: tierno, delicado y más dedicado con su vida personal. Me emociona que digas que es intrigante y gracias realmente por todo lo que dijiste c': aunque la fic tiene demasiada miel.
idk, me caíste bien. Cuídate, besotes<3
Si te digo la verdad, el titulo es por esa canción. Realmente, la fic/novela es de alguna extraña manera mi percepción de esa canción bc me gustó mucho realmente. Lo de la mascara fue en sí, como una descripción de ese video, es de mis vídeos favoritos y por ello me base mucho en él.
Me alegra que digas todo aquello es muy reconfortante saber que a alguien realmente le guste como escribo c:
Como le dije a Gen, creo que soy la peor para terminar una historia/capitulo/escrito, whatever, por ello los finales siempre son como una especia de mini introducción para el siguiente capitulo.
En sí, creo que describo a Harry como mi cabeza lo ve. Por ello quería hacerlo el siendo "famoso" ya que aunque no describo mucho esa faceta, me lo imagino así: tierno, delicado y más dedicado con su vida personal. Me emociona que digas que es intrigante y gracias realmente por todo lo que dijiste c': aunque la fic tiene demasiada miel.
idk, me caíste bien. Cuídate, besotes<3
Sophia.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Not ai lov iou mor XDDSophia. escribió::lima:yo más. Esta semana, amore<3Fantasy. escribió: Te amo :AA:Siguela pronto
Okey, esperaré desesperadamente
peeta.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Perdón por haber desaparecido, realmente no se hace cuanto no he subido. Bueno, el capitulo está casi terminado, el viernes lo subo. Perdón y gracias por leer xx.
Sophia.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Capitulo 8
Ambas miradas se vieron enfrentadas, el iris marrón del muchacho derramaba felicidad palpable para quien quiera que lo mirara por tan solo unos cuantos segundos. Por el contrario, la mirada azulina de la joven demostraba todo lo contrario, fueran cuales fueran las razones de su presencia, estaba segura que discreparía de ellas.
— ¿Qué haces aquí, Mullins? —inquirió con desdén. Observó con atención como su pies se movían, en dirección suya, quizás también preguntándose como lo hacía, debido a la falta de neuronas que tenía.
— ¿Así es cómo recibes a tu primo, Bennett? —La repasó con la mirada, casi analizándola con ello, que si se tratara de cualquier otro no hubiera dudado que luego la reproduciría de una manera inapropiada en su neurosis; pero no, era su primo, el pequeño castaño que tanto había adorado alguna vez en su vida.
—No lo creo necesario. —Un amago de sonrisa roso por sus labios, pero resulto caer más como una especie de mueca que cualquier otra cosa.
Contra los impulsos de la pequeña de nariz respingada, avanzó los pocos pasos que la separaban de ella, rogando internamente para que el gesto no lograra pincharla. Sorprendentemente, los aun débiles brazos de su relativa lo envolvieron casi al instante, después de todo era su primo, ¿no? A través de aquel simple gesto las emociones de ambos pudieron recorrer sus cuerpos, embriagándolos con las mismas. Esperaron unos cuantos minutos, descargándose con ello de todos aquellos sentimientos que tenían reprimidos en todos esos años añorando por un abrazo del otro.
— ¿Estas bien? —Miró el pulcro rostro de Charlotte —. No, no me mires así, sabes que no te será de mucha ayuda.
—Lo estoy.
—Vamos, Char —repuso—. Sabes que no soy idiota, y aunque hayamos pasado varios años a más de cinco mil kilómetros, aun puedo reconocer cuando la pequeña rubia de la familia está mal. —La mirada de la ya mencionada se embriago un poco con unas gotas de melancolía (tal vez hasta algo de arrepentimiento se podía apreciar).
—Lo sé… lo sé —musitó en un tono realmente bajo.
Sus cuerpos se separaron al instante, tan rápido como habían realizado la acción contraria. Charlotte camino rápidamente a la puerta, por suerte, la llave abrió la puerta con total facilidad. Se situó a un lado cuando pasaba por el umbral de la puerta, dejando el espacio necesario para que Stuart —su primo— pasara.
— ¿Quieres algo? —Lo miró, aun con la dirección puesta en la cocina—. ¿Café? ¿Té?
—Café está bien —dijo rápidamente Stuart.
La rubia deposito la taza de café en la pequeña mesa al frente del castaño. Bufó ante la incansable mirada sobre ella, esperando que hablara sin siquiera pedirlo.
—Dime Char: ¿estás bien?
La muchacha tomó asiento, casi fundiéndose al lado del castaño. Miró a aquellas perlas marrones y suspiro con pesadez.
—Sí… después de todo, sí.
Nuevamente, los brazos del castaño la envolvieron, en realidad, podría decirse que su mente almacenaba exitosamente todo lo que aquellas cartas por parte de Benjamín se había encargado de mandar constantemente; una vez cada diecisiete días para ser más precisos. Exprimió las suposiciones de la joven, relatándole detalladamente la situación.
Por otra parte, la mente de la pequeña rubiecita disipaba toda clase de pensamientos. Su interior —para sorpresa propia—, agradecía verdaderamente el hecho de que su primo tuviera pleno conocimiento de todo lo que había sido de su vida a los ojos de otro ser. Aunque claramente no podía negar que le causaba cierto grado de tristeza el no poder decir lo mismo ¿Qué había sido de la vida de Stuart en aquellos cuantos años en los que había perdido casi la totalidad de su contacto?
Unas dos horas más tarde, Benjamín aparcó el automóvil en la entrada trasera de la casa. Afortunadamente, la rubia no tuvo la necesidad de amarrar su lengua para evitar escapar blasfemias en contra de su padre, por el contrario, estaba más que agradecida con la presencia de su primo. Después de todo, las personas son como los pétalos de una flor que esta por marchitar, tal vez puedan reponerse de alguna forma, pero nunca podrán llegar a ser las mismas sin importar lo que venga por delante. Sin poder impedirlo, a su mente llegaron casi al instante las imágenes de sus dos mejores amigos, tal vez podía estar cegada momentáneamente por la emoción que la llenaba con la llegada de su relativo, pero lastimosamente era cierto, de alguna extraña manera la relación con ellos se había debilitado con unos cuantos días sin rastro —hablando de Jack obviamente—.
Fue una noche tranquila, tal vez demasiado para lo que ya acostumbraba Charlotte. Un viento frio proveniente del Norte azotaba sutilmente las ventanas, y la brisa que traía consigo solo complementaban aún más el cálido ambiente que un par de tazas de chocolate caliente con unos cuantos malvaviscos habían creado. A diferencia de apenas unas cuantas horas atrás, la pequeña de nariz respingada se envolvía cómodamente con la diversidad de sabanas a su alrededor; Stuart, por su parte, descansaba en el sofá de su habitación, negándose contundentemente la oportunidad de ocupar la cómoda cama de su tío, Benjamín.
La mirada de Charlotte pasó repetidamente por las llamas del fuego, esperando encontrar algo más en ellas, algo más que solo simples llamas, producidas por un simple fenómeno físico. Por su mente divagaban una gran cantidad de especulaciones, recorriendo cada rincón de lo que esas paredes contenían, y disuadiendo con su paso. Por un momento, la mirada de la joven se concentró con atención en un punto particular —aun dentro de la calidez de las llamas—, enfocó aún más su mirada allí, tratando de desenvolver mentalmente todo lo que eso representaba, ya que sabía que en una parte, muy, muy recóndita de su neurosis estaba algo oculto, especulando e ideando de sobremanera sobre todo aquellos que ocurría a su alrededor. Sin tenerlo esperado, o sin siquiera llamarlos, unos ojos verdes pasaron por sus ojos. Unos dos, tal vez tres o cuatro parpadeos bastaron para reestablecer sus anteriores pensamientos.
«No…», musito para sí misma, y asintió igualmente.
El embrollo que es su mente se había formado en esos escasos segundos era simplemente increíble, sus ojos se habían instalado desde que había dado un paso fuera de aquella crespita y deprimente habitación.
Sin ser consiente, a sus oídos llegó el sonido de su cálida risa, hecho que alerto todo aquello que podía ser alertado del delicado cuerpo. Sus ojos se abrieron cuanto pudieron cuando su neurosis expuso su rostro en las llamas del fuego. Apegó rápidamente su rostro a la almohada que tenía cerca, agradeciéndose de inmediato por ello. Sin saber cómo, apartó rápidamente la taza que aun contenía parte del líquido caliente que hacía solo minutos la llenaba en su totalidad.
Con obvias intenciones, despegó con una rapidez admirable sus pies, en un impulso desesperado por remover todas aquellas imágenes que momentos antes la inundó. Se decía a si misma que solo era, un espejismo causado por la acción del cansancio en su organismo, solo era eso.
«Es el cansancio, solo es eso», repitió incansablemente antes de dejarse llevar, hasta caer profundamente en los dulces y esperados brazos de Morfeo.
Aferró con más firmeza la cadena del pequeño bolso que sostenía sobre su hombro derecho. Un pequeña parte de su neurosis aun recorría las líneas de Historia Europea Contemporánea, repasándolas contantemente en una preparación casi interminable para aquella prueba sorpresa de la que ya se murmuraba en los pasillos.
Definitivamente no comprendía por qué el señor Ashburn dictaba aquella asignatura ¿Para qué le serviría aquello en su carrera como periodista? Quién sabe.
Su mirada repasó nuevamente el horario que tenía entre sus dedos, esperando que con ello las letras que estaban allí contenidas cambiaran con solo eso, en un abrir y cerrar de ojos.
Volvió su mirada al camino, definitivamente no sería nada agradable trastabillar en alguno de aquellos pasillos. Aumentó el ritmo de su paso, con el fin de llegar más prontamente a su clase. Durante el trayecto mantuvo su pensamiento enfocado en sus acciones, incluyendo las próximas que se darían acabo; por un momento, ésta se vio desviada al bululú de muchachas que había a finales del pasillo, buscando incansablemente aquella cabellera: la de su castaña amiga. Al ver su fracaso, retomó su caminata, esta vez con una actitud un poco más decaída que solo un pequeño lapso de tiempo atrás.
— ¿Perdida, Bennett? —La pequeña rubia dio un leve respingo, debido al sobresalto a causa del castaño.
— ¿Qué quieres, Jack?
El muchacho bufó.
—Yo también me alegro de verte, Charlie.
Charlotte extirpó ese pequeño sentimiento de culpa que amenazó con colarse en su corazón. Contó hasta tres para reprimir las intensas ganas de responderle con un comentario, que aunque para muchos no representara nada, para ambos pares de ojos podía representar una clara estacada en el corazón. Este mismo se apretujo en su interior cuando los brazos del muchacho apretaron el pequeño cuerpo de Charlotte y la acercaron mucho más a sí. Sus cuerpos se amoldaron al otro, propinando más fuerza psicológica que física. El revoltijo de pensamientos que consumían a Charlotte en el interior excluyó las preocupaciones anteriores respecto a la posible prueba sorpresa.
—Perdón… —murmuró apaciblemente sobre los cabellos que reposaban sobre el cuello de su amiga.
— ¿Por qué? ¿Por qué te comportaste cómo un idiota o por algo sumamente diferente? —Todo rastro de sarcasmo o mal presagio que momentos atrás pudieran cargar a sus palabras, ahora estaba totalmente vetado de su vocabulario, incluso, la pregunta realizada por la muchacha de cabellos dorados estaba cargada con una pequeña dosis de humor sobre cada una de aquellas letras.
—Primero: no fue totalmente idiota lo que dije —contesto—. ¡Eras realmente insufrible!
El débil golpe que la rubia propino al antebrazo de su amigo fue cubierto por la rasposa risotada por parte del castaño y una sutil, pero estruendosa carcajada de Charlotte.
Pasó su brazo por su espalda, hasta que llegar a ser instalada en su pequeña cintura para rápidamente acercarla a sí. Con cuidado, la muchacha reposó su cabeza sobre el hombro de su castaño amigo, con ese simple y corto lapso de tiempo, por fin comprendió la gran parte de su corazón que había añorado durante días y meses por volver a ver aquellos ojos, intensos y apabullantes, realmente capaces de sacar el aire de los pulmones de cualquiera fémina que gozara del sentido de la vista. Sus ojos buscaron la mirada benévola de su amigo, diciéndole todo y más con ese simple gesto.
Su mirada repasó los anodinos apuntes de su libreta, para su sorpresa —y la de todos los presentes—, la tan esperada prueba sorpresa de las que todos habían si quiera cuchicheado un par de palabras había resultado ser tan solo uno de tantos rumores que suelen rondar por los pasillos de cualquier institución. Con parsimonia, percatándose cuidadosamente de que nada de sus pertenencias se quedara sobre el pequeño escritorio.
Caminó apaciblemente, con la mirada fija en la ya antigua puerta de madera fina.
—Señorita Bennett.
Volvió rápidamente su mirada al profesor Ashbburn, quién sostenía ente sus manos un pequeño paquete de papeles.
—Sí, señor Ashburn —respondió al instante.
—Aquí está los trabajos que debo realizar a causa de su ausencia. —Le entregó las veinte hojas que para los ojos de la rubia representaban el desvelo de unas cuantas semanas.
Le dio las gracias con un simple asentimiento de cabeza, para proseguir a retirarse del aula. Dejo que sus pulmones fueran inundados por el tan esperado aire que necesitaban y paso por el umbral de la puerta. Se dispuso a caminar los pocos pasos que la separaban de su casillero, ya eran las dos menos diez minutos, pero aun así debía soportar una sesión con la psicóloga de la universidad a pedido de los directivos de la misma.
Los constantes murmullos de la multitud no se hicieron esperar, después de todo, las constantes conversaciones tribales por parte de todos los alumnos eran realmente comunes, pero después de segundos analizando dichas voces mientras organizaba todo pulcramente dentro de su casillero, una llamo su atención, adentrándose llenamente en lo más recóndito de su subconsciente.
—Ya te lo he dicho centenares de veces Harry: aléjate, de ella, de mí, de todos, ya has causado bastante sufrimiento durante mucho tiempo. —Los ojos de Charlotte se posaron en la figura femenina que se agazapaba después de una de las amplias columnas de concreto. Aguzó su mirada, analizando la sombra que el cuerpo emanaba; al mismo tiempo, agudizó lo más que pudo su sentido del odio, intentando captar cada una de aquellas palabras que brotaban crípticamente de sus labios —. La decepción y el dolor que has causado es simplemente inimaginable, fueron demasiadas emociones para solo un par de meses, y tenlo por hecho… —su voz se disipó un poco, por lo que Charlotte supuso que debía estar cubriendo sus labios con una mano —, …tal vez Emilie fue lo suficientemente ingenua como para pasar por ello, tú y tus amigos esperaron mucho para abrir la boca, ahora yo me encargaré de que Charlotte este a salvo, tal vez no sabía quién eras cuando deje que pasaras a visitarla aquella vez en el hospital —por un momento su voz tomo un tono susceptible, tal vez hasta cargado con cierto matiz de melancolía—, pero lo sabías… sabias que sí me llegaba a enterar de ello haría todo lo posible para que eso no hubiera pasado… —Su voz se paró de repente, Charlotte maldijo entre dietes al saber que era su culpa: los cuatro libro que había mantenido aferrados a su pecho durante todo el tiempo habían resbalado, ocasionando un fuerte ruido que rápidamente llegó a oídos de la castaña.
Sin saber cómo su neurosis había podido ordenarle a sus extremidades realizar tales acciones, corrió rápidamente, sin dirección aparente. Su cuerpo no parecía responder a lo que su mente dictaba, pero sus acciones seguían llevándole lejos de aquel lugar, a uno más tranquilo, sin el críptico presagio de que sus acciones anteriores no habían sido las más adecuadas.
A sus oídos llego aquel nombre: «Emilie», sabía que en alguna parte de su subconsciente era reconocido, pero después de un pequeño lapso de tiempo analizándolo, su mente no llego a nada, ni siquiera un par de especulaciones a raíz del mismo. Definitivamente, Cloe estaba ocultando algo, que aunque quisiera negarlo, sabía que era como un pequeño tsunami; tarde o temprano colapsaría sobre ellas.
— ¿Qué haces aquí, Mullins? —inquirió con desdén. Observó con atención como su pies se movían, en dirección suya, quizás también preguntándose como lo hacía, debido a la falta de neuronas que tenía.
— ¿Así es cómo recibes a tu primo, Bennett? —La repasó con la mirada, casi analizándola con ello, que si se tratara de cualquier otro no hubiera dudado que luego la reproduciría de una manera inapropiada en su neurosis; pero no, era su primo, el pequeño castaño que tanto había adorado alguna vez en su vida.
—No lo creo necesario. —Un amago de sonrisa roso por sus labios, pero resulto caer más como una especie de mueca que cualquier otra cosa.
Contra los impulsos de la pequeña de nariz respingada, avanzó los pocos pasos que la separaban de ella, rogando internamente para que el gesto no lograra pincharla. Sorprendentemente, los aun débiles brazos de su relativa lo envolvieron casi al instante, después de todo era su primo, ¿no? A través de aquel simple gesto las emociones de ambos pudieron recorrer sus cuerpos, embriagándolos con las mismas. Esperaron unos cuantos minutos, descargándose con ello de todos aquellos sentimientos que tenían reprimidos en todos esos años añorando por un abrazo del otro.
— ¿Estas bien? —Miró el pulcro rostro de Charlotte —. No, no me mires así, sabes que no te será de mucha ayuda.
—Lo estoy.
—Vamos, Char —repuso—. Sabes que no soy idiota, y aunque hayamos pasado varios años a más de cinco mil kilómetros, aun puedo reconocer cuando la pequeña rubia de la familia está mal. —La mirada de la ya mencionada se embriago un poco con unas gotas de melancolía (tal vez hasta algo de arrepentimiento se podía apreciar).
—Lo sé… lo sé —musitó en un tono realmente bajo.
Sus cuerpos se separaron al instante, tan rápido como habían realizado la acción contraria. Charlotte camino rápidamente a la puerta, por suerte, la llave abrió la puerta con total facilidad. Se situó a un lado cuando pasaba por el umbral de la puerta, dejando el espacio necesario para que Stuart —su primo— pasara.
— ¿Quieres algo? —Lo miró, aun con la dirección puesta en la cocina—. ¿Café? ¿Té?
—Café está bien —dijo rápidamente Stuart.
La rubia deposito la taza de café en la pequeña mesa al frente del castaño. Bufó ante la incansable mirada sobre ella, esperando que hablara sin siquiera pedirlo.
—Dime Char: ¿estás bien?
La muchacha tomó asiento, casi fundiéndose al lado del castaño. Miró a aquellas perlas marrones y suspiro con pesadez.
—Sí… después de todo, sí.
Nuevamente, los brazos del castaño la envolvieron, en realidad, podría decirse que su mente almacenaba exitosamente todo lo que aquellas cartas por parte de Benjamín se había encargado de mandar constantemente; una vez cada diecisiete días para ser más precisos. Exprimió las suposiciones de la joven, relatándole detalladamente la situación.
Por otra parte, la mente de la pequeña rubiecita disipaba toda clase de pensamientos. Su interior —para sorpresa propia—, agradecía verdaderamente el hecho de que su primo tuviera pleno conocimiento de todo lo que había sido de su vida a los ojos de otro ser. Aunque claramente no podía negar que le causaba cierto grado de tristeza el no poder decir lo mismo ¿Qué había sido de la vida de Stuart en aquellos cuantos años en los que había perdido casi la totalidad de su contacto?
Unas dos horas más tarde, Benjamín aparcó el automóvil en la entrada trasera de la casa. Afortunadamente, la rubia no tuvo la necesidad de amarrar su lengua para evitar escapar blasfemias en contra de su padre, por el contrario, estaba más que agradecida con la presencia de su primo. Después de todo, las personas son como los pétalos de una flor que esta por marchitar, tal vez puedan reponerse de alguna forma, pero nunca podrán llegar a ser las mismas sin importar lo que venga por delante. Sin poder impedirlo, a su mente llegaron casi al instante las imágenes de sus dos mejores amigos, tal vez podía estar cegada momentáneamente por la emoción que la llenaba con la llegada de su relativo, pero lastimosamente era cierto, de alguna extraña manera la relación con ellos se había debilitado con unos cuantos días sin rastro —hablando de Jack obviamente—.
Fue una noche tranquila, tal vez demasiado para lo que ya acostumbraba Charlotte. Un viento frio proveniente del Norte azotaba sutilmente las ventanas, y la brisa que traía consigo solo complementaban aún más el cálido ambiente que un par de tazas de chocolate caliente con unos cuantos malvaviscos habían creado. A diferencia de apenas unas cuantas horas atrás, la pequeña de nariz respingada se envolvía cómodamente con la diversidad de sabanas a su alrededor; Stuart, por su parte, descansaba en el sofá de su habitación, negándose contundentemente la oportunidad de ocupar la cómoda cama de su tío, Benjamín.
La mirada de Charlotte pasó repetidamente por las llamas del fuego, esperando encontrar algo más en ellas, algo más que solo simples llamas, producidas por un simple fenómeno físico. Por su mente divagaban una gran cantidad de especulaciones, recorriendo cada rincón de lo que esas paredes contenían, y disuadiendo con su paso. Por un momento, la mirada de la joven se concentró con atención en un punto particular —aun dentro de la calidez de las llamas—, enfocó aún más su mirada allí, tratando de desenvolver mentalmente todo lo que eso representaba, ya que sabía que en una parte, muy, muy recóndita de su neurosis estaba algo oculto, especulando e ideando de sobremanera sobre todo aquellos que ocurría a su alrededor. Sin tenerlo esperado, o sin siquiera llamarlos, unos ojos verdes pasaron por sus ojos. Unos dos, tal vez tres o cuatro parpadeos bastaron para reestablecer sus anteriores pensamientos.
«No…», musito para sí misma, y asintió igualmente.
El embrollo que es su mente se había formado en esos escasos segundos era simplemente increíble, sus ojos se habían instalado desde que había dado un paso fuera de aquella crespita y deprimente habitación.
Sin ser consiente, a sus oídos llegó el sonido de su cálida risa, hecho que alerto todo aquello que podía ser alertado del delicado cuerpo. Sus ojos se abrieron cuanto pudieron cuando su neurosis expuso su rostro en las llamas del fuego. Apegó rápidamente su rostro a la almohada que tenía cerca, agradeciéndose de inmediato por ello. Sin saber cómo, apartó rápidamente la taza que aun contenía parte del líquido caliente que hacía solo minutos la llenaba en su totalidad.
Con obvias intenciones, despegó con una rapidez admirable sus pies, en un impulso desesperado por remover todas aquellas imágenes que momentos antes la inundó. Se decía a si misma que solo era, un espejismo causado por la acción del cansancio en su organismo, solo era eso.
«Es el cansancio, solo es eso», repitió incansablemente antes de dejarse llevar, hasta caer profundamente en los dulces y esperados brazos de Morfeo.
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Aferró con más firmeza la cadena del pequeño bolso que sostenía sobre su hombro derecho. Un pequeña parte de su neurosis aun recorría las líneas de Historia Europea Contemporánea, repasándolas contantemente en una preparación casi interminable para aquella prueba sorpresa de la que ya se murmuraba en los pasillos.
Definitivamente no comprendía por qué el señor Ashburn dictaba aquella asignatura ¿Para qué le serviría aquello en su carrera como periodista? Quién sabe.
Su mirada repasó nuevamente el horario que tenía entre sus dedos, esperando que con ello las letras que estaban allí contenidas cambiaran con solo eso, en un abrir y cerrar de ojos.
Volvió su mirada al camino, definitivamente no sería nada agradable trastabillar en alguno de aquellos pasillos. Aumentó el ritmo de su paso, con el fin de llegar más prontamente a su clase. Durante el trayecto mantuvo su pensamiento enfocado en sus acciones, incluyendo las próximas que se darían acabo; por un momento, ésta se vio desviada al bululú de muchachas que había a finales del pasillo, buscando incansablemente aquella cabellera: la de su castaña amiga. Al ver su fracaso, retomó su caminata, esta vez con una actitud un poco más decaída que solo un pequeño lapso de tiempo atrás.
— ¿Perdida, Bennett? —La pequeña rubia dio un leve respingo, debido al sobresalto a causa del castaño.
— ¿Qué quieres, Jack?
El muchacho bufó.
—Yo también me alegro de verte, Charlie.
Charlotte extirpó ese pequeño sentimiento de culpa que amenazó con colarse en su corazón. Contó hasta tres para reprimir las intensas ganas de responderle con un comentario, que aunque para muchos no representara nada, para ambos pares de ojos podía representar una clara estacada en el corazón. Este mismo se apretujo en su interior cuando los brazos del muchacho apretaron el pequeño cuerpo de Charlotte y la acercaron mucho más a sí. Sus cuerpos se amoldaron al otro, propinando más fuerza psicológica que física. El revoltijo de pensamientos que consumían a Charlotte en el interior excluyó las preocupaciones anteriores respecto a la posible prueba sorpresa.
—Perdón… —murmuró apaciblemente sobre los cabellos que reposaban sobre el cuello de su amiga.
— ¿Por qué? ¿Por qué te comportaste cómo un idiota o por algo sumamente diferente? —Todo rastro de sarcasmo o mal presagio que momentos atrás pudieran cargar a sus palabras, ahora estaba totalmente vetado de su vocabulario, incluso, la pregunta realizada por la muchacha de cabellos dorados estaba cargada con una pequeña dosis de humor sobre cada una de aquellas letras.
—Primero: no fue totalmente idiota lo que dije —contesto—. ¡Eras realmente insufrible!
El débil golpe que la rubia propino al antebrazo de su amigo fue cubierto por la rasposa risotada por parte del castaño y una sutil, pero estruendosa carcajada de Charlotte.
Pasó su brazo por su espalda, hasta que llegar a ser instalada en su pequeña cintura para rápidamente acercarla a sí. Con cuidado, la muchacha reposó su cabeza sobre el hombro de su castaño amigo, con ese simple y corto lapso de tiempo, por fin comprendió la gran parte de su corazón que había añorado durante días y meses por volver a ver aquellos ojos, intensos y apabullantes, realmente capaces de sacar el aire de los pulmones de cualquiera fémina que gozara del sentido de la vista. Sus ojos buscaron la mirada benévola de su amigo, diciéndole todo y más con ese simple gesto.
∞
Su mirada repasó los anodinos apuntes de su libreta, para su sorpresa —y la de todos los presentes—, la tan esperada prueba sorpresa de las que todos habían si quiera cuchicheado un par de palabras había resultado ser tan solo uno de tantos rumores que suelen rondar por los pasillos de cualquier institución. Con parsimonia, percatándose cuidadosamente de que nada de sus pertenencias se quedara sobre el pequeño escritorio.
Caminó apaciblemente, con la mirada fija en la ya antigua puerta de madera fina.
—Señorita Bennett.
Volvió rápidamente su mirada al profesor Ashbburn, quién sostenía ente sus manos un pequeño paquete de papeles.
—Sí, señor Ashburn —respondió al instante.
—Aquí está los trabajos que debo realizar a causa de su ausencia. —Le entregó las veinte hojas que para los ojos de la rubia representaban el desvelo de unas cuantas semanas.
Le dio las gracias con un simple asentimiento de cabeza, para proseguir a retirarse del aula. Dejo que sus pulmones fueran inundados por el tan esperado aire que necesitaban y paso por el umbral de la puerta. Se dispuso a caminar los pocos pasos que la separaban de su casillero, ya eran las dos menos diez minutos, pero aun así debía soportar una sesión con la psicóloga de la universidad a pedido de los directivos de la misma.
Los constantes murmullos de la multitud no se hicieron esperar, después de todo, las constantes conversaciones tribales por parte de todos los alumnos eran realmente comunes, pero después de segundos analizando dichas voces mientras organizaba todo pulcramente dentro de su casillero, una llamo su atención, adentrándose llenamente en lo más recóndito de su subconsciente.
—Ya te lo he dicho centenares de veces Harry: aléjate, de ella, de mí, de todos, ya has causado bastante sufrimiento durante mucho tiempo. —Los ojos de Charlotte se posaron en la figura femenina que se agazapaba después de una de las amplias columnas de concreto. Aguzó su mirada, analizando la sombra que el cuerpo emanaba; al mismo tiempo, agudizó lo más que pudo su sentido del odio, intentando captar cada una de aquellas palabras que brotaban crípticamente de sus labios —. La decepción y el dolor que has causado es simplemente inimaginable, fueron demasiadas emociones para solo un par de meses, y tenlo por hecho… —su voz se disipó un poco, por lo que Charlotte supuso que debía estar cubriendo sus labios con una mano —, …tal vez Emilie fue lo suficientemente ingenua como para pasar por ello, tú y tus amigos esperaron mucho para abrir la boca, ahora yo me encargaré de que Charlotte este a salvo, tal vez no sabía quién eras cuando deje que pasaras a visitarla aquella vez en el hospital —por un momento su voz tomo un tono susceptible, tal vez hasta cargado con cierto matiz de melancolía—, pero lo sabías… sabias que sí me llegaba a enterar de ello haría todo lo posible para que eso no hubiera pasado… —Su voz se paró de repente, Charlotte maldijo entre dietes al saber que era su culpa: los cuatro libro que había mantenido aferrados a su pecho durante todo el tiempo habían resbalado, ocasionando un fuerte ruido que rápidamente llegó a oídos de la castaña.
Sin saber cómo su neurosis había podido ordenarle a sus extremidades realizar tales acciones, corrió rápidamente, sin dirección aparente. Su cuerpo no parecía responder a lo que su mente dictaba, pero sus acciones seguían llevándole lejos de aquel lugar, a uno más tranquilo, sin el críptico presagio de que sus acciones anteriores no habían sido las más adecuadas.
A sus oídos llego aquel nombre: «Emilie», sabía que en alguna parte de su subconsciente era reconocido, pero después de un pequeño lapso de tiempo analizándolo, su mente no llego a nada, ni siquiera un par de especulaciones a raíz del mismo. Definitivamente, Cloe estaba ocultando algo, que aunque quisiera negarlo, sabía que era como un pequeño tsunami; tarde o temprano colapsaría sobre ellas.
a lo mejor les pareció aburrido el cap, pero igual ?) ya me he disculpado mucho por mi demora, yo creo que está más largo d normal y procuraré que los siguientes también lo sean. no sé si les vallan a gustar lo que viene, pero eso espero. no sé cuando pueda volver a subir, pero espero que sea lo más pronto posible. love you<3
Sophia.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Aaaaaaay dios!
el cap estuvo genial!
Me dejaste con mucha intriga!
Tienes que seguirla babe!
el cap estuvo genial!
Me dejaste con mucha intriga!
Tienes que seguirla babe!
Pepaa
Re: Enchanted {Harry Styles}
Pepaa escribió:Aaaaaaay dios!
el cap estuvo genial!
Me dejaste con mucha intriga!
Tienes que seguirla babe!
Peppaaaaa!
Me alegra que te haya gustado
La sigo lo más pronto posible besos ♡
Sophia.
Re: Enchanted {Harry Styles}
Holaaaa! Me llamo Emily y tengo 11 años (Si estoy muy pequeña pero bueee...)Antes que nada déjame felicitarte por como escribes... aquí tienes una nueva lectora! De hecho, acabo de hacer mi perfil, por lo cual no he hecho novelas, y me encantaría que me ayudaras a escribir una que es con Zayn, si no puedes, de igual forma me encantaría si me recomendaras a alguien que SI me pueda ayudar :P
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