Cuando Louis tenía a Harry (Larry Stylinson) OS

por **memiabril** Lun 23 Dic 2013, 9:05 am

Ficha

Título: Cuando Louis tenía a Harry.

Adaptación: No.

Género: Romance/Tragedia.

Advertencias: Triste. Un pañuelo no viene mal.

Otras páginas: Sí.

ENJOY!

Cuando Louis tenía dieciocho conoció a un chico llamado Harry.

Las circunstancias en las que se conocieron lo llevaron a pensar varias veces que ese encuentro fue tan atípico como normal teniendo en cuenta cómo fue el desarrollo de su relación posteriormente. Pensándolo mejor, desde algún punto de vista, no se le podía juzgar aquello; es decir, ¿quién no charla con un extraño en el baño? La mayoría de las personas tienden a comentar alguna trivialidad, ¿cierto? Sobre todo cuando te encuentras en un lugar repleto de gente desconocida en un mismo lugar, como en ese momento lo era The X Factor, y te conviene entablar cierta complicidad con alguien, ya sea para compartir tu alegría o tu pena. Louis era de esas personas; aparte de que necesitaba compartir su extrovertida personalidad con alguien o sino enloquecería.

Y resultó ser justamente Harry el que apareció en el momento adecuado. El chico de la mirada verde esmeralda tan brillante como el primer sol de la mañana de verano; transparente como el lago que no ha sido tocado; capaz de derretirte como lo hace la nieve en los primeros días de primavera. Rizos color chocolate, de apariencia suave y que enmarcaban un rostro delicado e infantil. Sin embargo, fue la sonrisa que lo decoraba lo que llamó su atención: perlada, inocente y con el toque extra de dos hoyuelos perfectos (¡su debilidad!). Una sonrisa que le robaría el aliento hasta la más deslumbrante hada.

En un principio, se sintió intimidado y asustado frente a su pequeña observación de los detalles; por favor, sólo lo había observado de reojo y sólo eso bastó para que determine lo perfecto que era. Sin embargo, la sonrisa radiante que destilaba el chico mientras trataba de acomodar con agua su rizado cabello de princesa, lo hizo tomar confianza de sí mismo para acercarse.

Su estrategia era sencilla: acercarse, fingir que sólo estaba allí para observarse en el espejo, formar la frase “¿no es genial estar aquí?” y, por último, decirla. No era nada complicado y era cien por ciento efectiva; sin probabilidad de fallo.

Excepto por unas gotas salpicando su camisa cuando estás a sólo unos pasos de tu objetivo.

─¡Oops! ─exclamó el chico de piel blanquecina y perfilada con un tono de voz tan profundo que rompió cualquier plan de interacción que Louis había trazado cuidadosamente.

─¡Hi! ─Fue la patética e instantánea respuesta que brotó de sus labios sonando dos octavas más chillona que su tono normal.

En ese momento deseo que la tierra se lo tragara; o darse cabezazos contra la pared (lo cual lo harían quedar aún peor frente al hermoso chico); o hundirse en su miseria y salir corriendo despavorido como toda una reina del drama y luego, si se lo cruzaba, fingir demencia.

Pero nuevamente todos sus planes se vieron frustrados con las acciones impredecibles del desconocido; lo único que Louis supo después es que jamás tendría retorno de ese mundo que Harry le había pintado con una sonrisa cálida y poblada de dos adorables hoyuelos mezclada con la expresión intensa de sus ojos verdes abrillantados.

Cuando Louis tenía diecinueve besó a un chico llamado Harry.

No entendía cómo habían llegado a eso.

En realidad, sí lo entendía, sólo que prefería no cuestionarlo y dejarlo ser. Así era él de todas formas, ¿verdad? ¿Qué caso tenía plantearse algo que quedaría guardado en el olvido y que sería de un momento único e irrepetible? Vale, las cosas se le habían ido de la mano y tenía un (gran) porcentaje de la culpa, ¡pero Harry también era culpable!

Podía tener una mirada ingenua y tan malditamente adorable que echarle parte de la culpa era casi injusto, pero el beso había sido cosa de ambos, no de Louis solamente, como su conciencia le estaba haciendo creer. ¡Ni siquiera sabía si…! Vale, sí lo sabía; supo desde el momento en que lo vio en ese baño que le gustaba más de lo que pudiera llegar a admitir. Aun así, la situación se le había ido de las manos y besar a su mejor amigo había sido una equivocación.

Lo había sido, ¿verdad?

Volvió a hundir su cabeza en la almohada, gruñendo. Por primera vez, tenía la respuesta a una pregunta y se negaba a aceptarla. La peor parte de todas, fue haber probado otra faceta de su amigo y saber que también le gustaba. O incluso más que eso. El hecho de que no pudiera comparar el beso recibido de parte de Harry con nadie más que él haya besado antes tenía que ser más que esclarecedor; Louis se negaba a pensar en ello y en la relevancia que podía llegar a tener.

Habían pasado dos días, ¿por qué no lo olvidaba de una vez? ¿Tal vez por haber huido de esa fiesta a las cinco de la madrugada, luego de haber besado a Harry, hacia el lugar seguro que era su casa en Doncaster por el resto del fin de semana? ¿O por haber ignorado a su MEJOR AMIGO en todos estos días, incluso cuando había llegado en la mañana y había subido corriendo hacia su cuarto donde pasó todo el día encerrado?

Quizá no debió haber vuelto hasta no tener una respuesta. ¿Por qué jamás se tomaba su tiempo para meditar las cosas? ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué hizo eso? ¿Por qué huyó si Harry le gustaba tanto como para haber dejado a Hannah?

Miedo fue la palabra que se formó rápidamente en sus pensamientos.

Mierda.

─¿Lou, estás aquí? ─susurró vacilante la voz masculina y profunda que podría reconocer aun estando bajo el agua y con los oídos tapados.

Obviamente, se negó a responder y fingió haberse quedado dormido, ignorando la sensación alborotada de su estómago y el agite de su corazón cuando la mano cálida y grande de Harry tocó ligeramente su espalda. No podía hablar cuando acababa de tener semejante revelación. Escuchó como de los labios rosados y aterciopelados escapaba un suspiro derrotado mientras la parte lateral de su cama se hundía ligeramente. El remordimiento de Louis se acentuó entre sus emociones.

─Lo siento, Lou. Es que yo pensé que… ─Era la primera vez que Tomlinson escuchaba hablar nervioso a Harry; sin embargo, pudo detonar que no sólo había nervios en su tono, sino también ahogo, y él no pudo evitar sentirse peor─. Lo siento ─volvió a repetir más calmado─. No creo que me estés escuchando, pero espero… no, necesito que nada cambie entre nosotros porque no lo soportaría. Yo sé que no soy… que no estoy a tu altura porque eres perfecto, Lou. En serio. Pero lo mejor que me pasó en la vida fue conocerte y cuando nos besamos, y me correspondiste, creí que todo encajaba entre nosotros y que quizá podría… no sé, ¿estar contigo? ─La respiración de Louis se volvía más espesa con cada palabra que le estaba dedicando aquel chico de rulos que se mostraba vulnerable al decirle todo esto (aunque técnicamente pensara que estaba dormido), pero lo más hilarante de la situación es que lo consideraba perfecto, ¡a él! ¡A Louis! Era una locura cuando era evidente que Styles portaba esa palabra mucho mejor que él o que cualquiera. Un sollozo interrumpió sus pensamientos─. Sé que lo arruiné, lo sé, no debí haberte besado, pero… te amo, de verdad lo hago.

Te amo, te amo, te amo. ¿Lo amaba? ¡¿Lo amaba?! ¿A él? ¡Oh, por Dios, claro que a él!

Entonces, Louis no tuvo que pensarlo mucho cuando el hormigueo que recorrió su cuerpo lo pateo a él y a sus miedos fuera de la cama y tomó a Harry entre sus manos, sellando sus labios. No necesitaba más pruebas que esa, ni más huidas.

Por los siguientes días; semanas; meses; Harry no dejó de repetirle lo perfecto que era.

Cuando Louis tenía veinte, ellos se convirtieron en estrellas.

En cuanto cruzó las puertas de la lujosa oficina, confirmó que las cosas se pondrían peores. Los tres rostros serios que representaban a Modest!Magament se encontraban sentados en sus sillas de cuero negro, uno al lado del otro detrás de un escritorio igual de blanco que toda la oficina. En una esquina de la habitación se encontraba una chica de aspecto de modelo, mirándolo especulativamente, sin mostrar ninguna emoción en sus facciones.

─Toma asiento, Louis ─demandó uno de los jefes.

─¿Para qué? ¿Qué está pasando? ─preguntó directo, a la defensiva.

La angustia se acumuló en su garganta como una gran bola de estambre que es imposible de tragar. La mujer rubia, representante de la empresa, le dedicó una mirada reprobatoria frente a su insolencia, pero poco podía importarle a él cuando sus instintos le decían que tenía que salir corriendo en ese preciso instante. Uno de los otros ejecutivos presentes le tendió uno papeles para que los tomara: era un contrato.

─Nos enteramos que tú y el señor Styles son… muy cercanos ─expuso con cierto desagrado que hizo que la sangre de Louis hirviera─, así que comprenderás que no podemos permitir que la imagen se dañe. Contratamos a la señorita Calder para que en los próximos dos años se encargue de que esos rumores que corren entre ustedes queden en ello… en simples rumores ─explicó con petulancia.

Quería golpearlos a los tres, gritar que se vayan a la mierda, que él no iba a aceptar nada de aquello y que se metieran su contrato por donde mejor les cupiera. Pero no podía. Mierda, no podía hacer eso porque ya habían firmado contrato con ellos por cinco largos años y sabía que si los contradecía no sólo saldría perjudicado él teniendo que pagar una suma millonaria, sino que sus compañeros de banda también. En especial Harry, su amado ruloso de ojos verdes y sonrisa templada.

Él le advirtió. Harry le había comentado que presentía que pronto iba a pasar algo que cambiaría las cosas, incluyendo su relación. Louis lo adjudicó a la reciente fama que estaban obteniendo alrededor del mundo; jamás se le ocurrió pensar que sería algo como esto: un asqueroso contrato donde lo obligaban a mostrar una relación falsa y ocultar su verdadero amor.

Firmó y no volteó a mirar hacia atrás porque sus lágrimas comenzaban a agolparse en sus ojos, amenazando con derramarse en cualquier segundo, y él no iba a permitir mostrarse débil ante ellos. De ninguna manera. No cuando estaba decidido a luchar por su amor y no dejar que los derrumben. Podrían esconderlo, pero no separarlos.
Cuando Harry se enteró, sus muñecas empezaron a ser tapadas con heridas que desgarraban el corazón de Louis y sus mejillas quedaban marcadas con las lágrimas saladas de dolor cada vez que los golpeaban con una nueva separación, alejándolos.

Todo sea para conservar las apariencias.

Cuando Louis tenía veintiuno apenas hablaba con Harry.

Fingir que no se amaban les costaba más que respirar. Cuando comenzó toda la histeria de Elounor, también había comenzado una guerra interna entre lo que querían y lo que es podían. Ambos querían estar juntos, pero no podían. Querían besarse, pero no podían. Querían tomarse de las manos, abrazarse, tocarse, pero tampoco podían. Querían, como mínimo, sentarse juntos, pero tampoco podían. Querían mirarse y perderse en su mundo, dedicarse un gesto de apoyo y amor, pero los obligaban a no poder.

Pronto lo que podían se volvió más pesado, más rutinario, más fácil. Podían hablarse, pero, ¿qué se iban a decir? Los te amo antes eran dichos con alegría, con verdadero amor; ahora lo único que traían esas dos palabras eran tristeza, dolor y desesperación. Podían extrañarse, pero igual de doloroso que los te amo. Podían sonreírse, pero el cansancio que se notaba en ambos labios, no hacía bien a ninguno de los dos.

Podían tatuarse, y Harry aceptó esa alternativa, cubriendo su cuerpo de tatuajes que hablaran por él; que expresaran lo que sus ojos apagados y su sonrisa sin hoyuelos ya no lograban demostrar; que llenaran las palabras que ya no dedicaba a su amado porque él nunca pasaba tiempo a su lado. Louis lo acompañó e incluso compartía tatuajes con él porque era una forma de decirse que, aun estando lejos, lo llevaba consigo.

Podían tener adicciones, y Harry decidió que la bebida ahogaría sus lágrimas vivientes; desahogaría su historia en líquido; quemaría su garganta hasta casi ni poder hablar por miedo a que la realidad se hiciera concreta y dura cuando todo lo que él quería era olvidar. El problema es que no lo hacía y siempre terminaba en a la casa que Louis estaba obligado a compartir con Eleanor, repitiendo en los brazos de su amado cuán perfecto era.

Podían sufrir y destruirse porque esa era la única opción.

Cuando Louis tenía veintidós nadie hablaba con Harry.

Fue obligado a casarse. En un rincón de su mente siempre lo supo. Modest! jamás cumplió su palabra, ¿por qué lo haría? Lo habían logrado todo a costa de la fama de One Direction, sin importarles lo que había sobre los cimientos. Apuntaron alto y lograron acorralar a Louis; cortarle las alas y educarlo a su forma para que aprenda a caminar.

Lo habían manipulado y controlado, pero lo peor era que él se había rendido. No supo pelear esta guerra; no supo pelear por su amor y el de Harry. Dejó que todo se autodestruyera y le arrebataran los pedazos: su futuro; su vida; su carrera; y su amor. Sabe que lo que más duele fue ver apagarse esa brillante mirada intensa color verde que sólo era para él; sabe que duele que jamás volverá a escuchar esas dos palabras que le hacían saltar el corazón; sabe que él tiene la culpa de apagar el brillo inocente de su hermosa sonrisa perlada y con hoyuelos (¡su debilidad!).

Louis sabe que, mientras mira la cámara y esconde todos sus sentimientos, lo ha perdido todo. Y allá vuela esa última esperanza de que su caballero de rizos chocolates haga su aparición e impida que se ate a una persona con la cual jamás será capaz de encontrar la felicidad; que rompa con esa mentira que han creado y lo rescate; que junte las piezas que dejó para él cuando se rindió y que son suyas. Que lo perdone por haberlo abandonado y no seguir peleando.

Pero eso no pasa y espera que no se refleje en su fingida sonrisa como su alma se parte un poco más porque ya no hay nadie que le diga que es perfecto.

Cuando Louis cumple veintitrés, Harry ya no está.

Recorre el frío departamento con expresión indescifrable. Tantos años ocultando sus emociones han rendido frutos.

Recuerda los ojos verdes brillando con intensidad, transparente y avasalladora. La sonrisa blanca y pura. Los rulos suaves y espesos. Los hoyuelos que decoraban sus mejillas. Recuerda a aquel que amó y por el que se rindió con nostalgia y un punzante dolor en el pecho que no se va desde que toda esa locura comenzó.
Louis está tranquilo mientras se recuesta en la grande cama que antaño compartían. Está tranquilo por Harry, porque sabe lo que él lo amó con toda su alma y todas sus facetas.

Louis aprieta contra su pecho la última prueba de amor de Harry; una nota que dejó antes de rendirse donde rezan las palabras:

“Sigues siendo perfecto, Lou”.

Fin.

¡Hola, cariños! Este es mi primer fic Larry, <3. No tenía planeado escribir algo triste, pero vi una imagen (en la cual se basa este fic) y no me pude resistir.

Cualquier error (que seguro tendrá), duda, opinión, lo que sea, son bienvenidas a dejarme un lindo comentario.

Besotes con amor. :D.

Mel.

por **LarryStyles** Lun 23 Dic 2013, 11:22 am

:'(
SIGUE SIENDO PERFECTO LOU

Muy hermosoooooooooooo

por **memiabril** Miér 25 Dic 2013, 6:28 pm

LarryStyles escribió::'(
SIGUE SIENDO PERFECTO LOU

Muy hermosoooooooooooo

Graaaaacias, cariño. <3.

por **ValeKuong** Lun 06 Ene 2014, 7:06 pm

Siguela :D

por **memiabril** Jue 13 Feb 2014, 8:02 pm

ValeKuong escribió:
Siguela :D

Hola, cariño.
Lamento comentarte que no tiene continuación, =/.

por Invitado Mar 04 Mar 2014, 11:09 pm

Como pudiste hacer algo tan triste? dios, duele. Las historias que no son AU, bah es decir.. que están basadas en parte de los hechos reales, siempre me hacen mierda. Esta claramente lo logro.
Creo que se a que imagen te referís, aunque no estoy segura, cuando las veo suelo esquivarlas, duelen JAJAJ.
Te habia comentado en el otro os que me gusta la forma en que narras, y lo repito, en realidad me encanta, me gusta como redactas :)
En fin, ojala hagas mas de este tipo, aunque no tan dolorosos JAJA, bye ♥

por **memiabril** Jue 06 Mar 2014, 6:43 am

Debby escribió:Como pudiste hacer algo tan triste? dios, duele. Las historias que no son AU, bah es decir.. que están basadas en parte de los hechos reales, siempre me hacen mierda. Esta claramente lo logro.
Creo que se a que imagen te referís, aunque no estoy segura, cuando las veo suelo esquivarlas, duelen JAJAJ.
Te habia comentado en el otro os que me gusta la forma en que narras, y lo repito, en realidad me encanta, me gusta como redactas :)
En fin, ojala hagas mas de este tipo, aunque no tan dolorosos JAJA, bye ♥

Hola, babe.
Jjajaja, perdón, :(. Es que al principio quería escribir un fic lindo y gracioso, pero después vi esa imagen y ¡oh, this hurt! Y dije: ¿por qué no compartir un poco de mi dolor? :P. Jajajaj, he ahí el resultado.
Después de todo, es el objetivo del fic, jajajaj. Pero, hey, me alegra mucho y demasiado que te guste como narro, a pesar de que este OS está muy feo escrito y tiene millones de errores, lo aprecio muchísimo, <3.
Estoy planeando seguir con el Longfic y próximamente una mini historia, así que tendrás noticias de mí (pero nada doloroso, jajaja).
Besotes con caramelos.

por -Cande* Jue 06 Mar 2014, 7:02 am

Jjajajajajaj, sabes? Te Amodio..
Fue taaaaaaaan triste...
Pero amo los finales asi...
Sinceramente, crep que voy a soñar con el "Sos perfecto Lou"
Muy lindo la verdad :)
Besoss!!
(Y hace otro jeje)
Juli

por **memiabril** Jue 06 Mar 2014, 3:16 pm

Juu.lii escribió:Jjajajajajaj, sabes? Te Amodio..
Fue taaaaaaaan triste...
Pero amo los finales asi...
Sinceramente, crep que voy a soñar con el "Sos perfecto Lou"
Muy lindo la verdad :)
Besoss!!
(Y hace otro jeje)
Juli

Heey, cariño.
JAJAJA, no, solo amame, :(.
Ou, ¿en serio? Supongo que gracias, era el objetivo, después de todo, :P. YO TAMBIÉN, nunca nadie los aprecia lo suficiente, :(. Jjajaja.
Oh, yo ya sueño porque Louis es perfecto, e.e.
Graaacias, cielo, <3. Me alegro que te haya parecido así.
JAJAJ, trataré, ahora voy a ver si me aboco al Longfic que tengo y empiezo a subir un mini-fic, :D.
Besotes con caramelos, linda.

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