Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 12. • Comparte
Página 7 de 12. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8 ... 10, 11, 12
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
:O por supuesto que queremos mas caps!!!! :polli: sube, sube! antes de que cierren el foro.
PD: si es posible que sean 3
PD: si es posible que sean 3
Patu
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
-Totalmente deacuerdo(:pato XD escribió::O por supuesto que queremos mas caps!!!! sube, sube! antes de que cierren el foro.
PD: si es posible que sean 3
obio qeremos caps &' si se puede qe sean tres':$
uncool.
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
SUBE CAP
SUBE CAP
SUBE CAP
SUBE CAP
SUBE CAP
SUBE CAP
SUBE CAP
#Ale
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
Chicas! Aquí estoy otra vez! Ehh!!! foro abierto de nuevo!!!
Bueno, primero que todo, desearles una feliz bienvenida. Segundo, pedirles que dejen el Spam para evitar situaciones futuras (:
Luego de comentarles esto, les traigo una noticia (: Tengo una idea: Por cada dos semanas en la que el foro no estuvo abierto, les subire un cap, más los primeros tres acordados (que les había quedado debiendo) Espero que lo disfruten!!! (:
Bueno, primero que todo, desearles una feliz bienvenida. Segundo, pedirles que dejen el Spam para evitar situaciones futuras (:
Luego de comentarles esto, les traigo una noticia (: Tengo una idea: Por cada dos semanas en la que el foro no estuvo abierto, les subire un cap, más los primeros tres acordados (que les había quedado debiendo) Espero que lo disfruten!!! (:
__________________________________
MARATÓN 1/6
Capitulo 15
Lenin había guardado silencio total durante el camino a casa de Summer, mi amiga parloteaba cosas sin importancia y yo intentaba llevarle la corriente, pero nada me podía quitar el impacto de ver a Chris coqueteando, ¡más aún con Sum! Ella no tiene que nada que decir en esta historia, Summer no está involucrada. ¿Por qué demonios Chris desearía estar con Summer?
-Gracias por traerme-dijo mi amiga a la vez que bajaba del Peugeot de los padres de Lenin
-No es nada-Lenin se mantuvo frío mirando hacia el frente, con la vista perdida en algún lugar del crepúsculo.
Summer me miro, le hice un gesto de mano y prontamente ella corrió hasta su casa. Lenin avanzó en cuanto vio que Sum había entrado
-¿Por qué Chris desearía a Sum?-le pregunté inmediatamente
-No lo sé-rascó su nuca rápido-Aún no se me ocurre que puede tener entre manos-
-¿Le hará daño?-pregunte asustada
-No lo sé-
-Haz algo-le pedí girándome en el asiento para verlo a la cara
-Si hago algo lo más seguro es que todos quienes me buscaban empiecen de nuevo su casería-golpeó el manubrio con una de sus manos
-¡No quiero dejar a Summer expuesta a un peligro así!-
-¡Entonces dile como es Chris!-gritó impotente
-¿Acaso le digo que está involucrado contigo?-
-¡Inventa algo, no sé Helen!-
Guardamos silencio sin tener nada más que decir. Mire por fuera de la ventanilla envuelta completamente por mis pensamientos de poca coherencia, debía inventar una buena historia de por qué conocía a Chris y como sé que él no le conviene a Sum. Mi deber como amiga era advertirle de que tan peligroso podía resultar ese romance, al fin y al cabo, si es que Summer salía con Chris lo más probable es que él lo haya hecho para perjudicar a Lenin.
Bajé del automóvil en cuanto Lenin se detuvo frente a mi casa. Él se bajo junto a mí y corrió hasta el portaequipaje. Ocupó las llaves para abrirlo y sacó una bolsa de tiendas Levi’s.
Suspire y se la recibí rodeando los ojos
-Te prometí que te compraría una chaqueta ¿Cierto?-me sonrió abiertamente
Sonreí igual que él y mire el contenido de la bolsa. Era una casaca negra, parecida a los trajes formales, pero de cuero. Tenía múltiples bolsillos pintados con dorado y un cinturón ajustado a la altura de la cintura con detalles del mismo color.
-Gracias-dije sonriente
-No es nada-Lenin se acercó a abrazarme.
Inhalé la loción de su cuello, era parecida a la nueva de Calvin Klein.
-Hueles bien-dije riendo sin separarnos
-Tu igual-me apretó aún más contra él.
Besé su cuello y me termino por soltar
-¿Te quedarás hoy?-consulté tomando la bolsa bien en mi mano derecha
-Creo que no…-rascó su nuca y observó al piso
-¿Carreras?-intenté de adivinar
-Algo similar-
-Bien…-junté mis cejas de forma involuntaria.
Lenin subió al auto y abrió la ventana.
-Te quiero-me dijo bajo
Sonreí tan ampliamente como para creer que mi mandíbula escaparía de mi boca
-Yo igual-correspondí.
Después de eso vi como su auto se marchaba, perdiéndose en la oscuridad de la noche. Los faroles de luz eléctrica jamás eran suficientes como para iluminar hasta el fondo de la calle.
Entré en la casa a paso lento, después de todo, no tenía mayor prisa.
______________________________
Mamá me dejó fuera de la escuela y se marchó en su automóvil rumbo al trabajo.
Suspire y observé mis opciones de escapar de la escuela: Nulas.
Entré al colegio arrastrando los pies, sin mirar al frente. Necesitaba las vacaciones pronto, pero aún faltaban 3 meses
3 meses no es tanto, me dije a mi misma en un intento de darme aliento. Tan solo 3 meses…
Caí al suelo luego de que unas manos me empujaran con todas sus fuerzas. Aterrice fuertemente, pegándome contra la pared de uno de los lados.
-¿Qué demonios…?-pregunté tomando nuevamente mi bolso sin levantarme
-¡Me llamó!-gritó Summer
-¡Me botaste!-dije en defensa, sacudiéndome un poco el polvo para levantarme
-Lo siento-ella rio bajo y luego se levanto igualmente-¡Pero me llamó!-
-¿Quién te llamó?-pregunté mientras empezaba a caminar, al mismo paso lento y cansado, con rumbo a la sala de clases
-¡Chris!-chilló mientras saltaba como conejo-¡Es tan dulce, tierno, caballero…!-la interrumpí girándome rápidamente para verla
-¡Para tu tren!-puse una mano sobre su hombro, obligándole que se calmara-No lo conoces-
-¡No te pongas como mi madre, Helen!-pidió rodeando los ojos y empezando a caminar.
Corrí para perseguirla y llegar su lado
-¡Tu no lo conoces, yo sí!-exclamé deteniendo su paso
Se quedó en blanco por unos segundos y luego me miro confusa
-¿Qué?-preguntó poniendo una de sus manos sobre mi hombro
Piensa, Helen, Piensa… Una buena mentira debe salir. ¡Ya sé!
-A Chris-aclaré mi voz al darme cuenta de que era temblorosa-Bueno, el chico juega a los “autitos ilegales”-hice gestos con mis dedos-junto con Lenin-
Con eso debe bastar… ¿Verdad?
-Entonces…-junto sus cejas-Tu puedes tocar terreno pantanoso con un chico malo ¿Y yo no?-
-¡Oh, vamos! ¡No es eso! Pero de verdad, no confío en Chris…-
Summer me interrumpió algo más enfadada
-¡Déjame Helen!-su gritó me hizo dar un paso hacia atrás-¡No tengo 5 años, soy mayor que tú!-
Intenté contener aire y pensar en otra excusa que me diera la razón, pero ninguna idea creíble llegaba a mi mente.
-Sum, yo…-
-¡Basta! Déjame en paz-sus palabras se estamparon contra mi cara a la vez que ella daba media vuelta dispuesta a seguir su camino sin mí.
Pensé en correr tras de ella, pero la había enfadado. Summer estaba realmente enojada y de seguro la próxima vez terminaba con su puño cerrado sobre mí mandíbula. Eso no se vería lindo… y estoy segura de que me dolería.
Mis pies se adhirieron a las tablas de maderas bajo de ellos, no me podía mover. Las alumnas pasaban por mi lado observándome extrañadas. Mi vista estaba perdida en la esquina del pasillo, donde había visto como se marchaba Summer
-De verdad, creo que es patético pelearse por un hombre-la voz de Summer me hizo estallar en risa ¡Oye!-gritó desde el otro lado del teléfono-¡Esto es serio!-
-Como digas-rodeé mis ojos mientras tapaba el barniz de uñas rosado y revisaba la pintura sobre el fin de mis dedos
-¡Prométeme que jamás, pero JAMÁS, pelearemos por un chico!-
Suspire
-¿Es tan necesario?-pedí intentando esquivar la absurda promesa
-Es muy necesario-justifico.
-te prometo que jamás pelearé contigo por un chico-dije resignada
-Todo bien-me imaginé a Summer riendo desde el otro lado de la línea telefónica.
-¡Señorita Moore!-la voz de la inspectora atrás de mí me arrojó fuera de los recuerdos
-¿Disculpe?-pregunté desconcertada
Ningún estudiante caminaba por mi lado, esto es un mal presagio.
-¿Tiene ganas de reírse de mí?-su cara inflada al igual que el resto de su cuerpo, se posicionó frente mis narices
-No, no-intenté excusarme
-¿Qué hace aquí?-volvió a pararse bien-¡Las clases comenzaron hace mas de 10 minutos!-busqué en lo más fondo de mi cerebro una excusa, pero nada. Estaba seco como una pasa-¿Acaso está llegando tarde otra vez?-
-¡Claro que no!-exclamé-Tan solo pare al baño, se me hizo tarde-
La inspectora me miró por un segundo más y pasó una de sus manos por su pelo, recogiéndolo en su oreja para apartarlo de su vista
-¡Váyase!-me ordenó
Corrí en cuanto escuché las palabras de mi superiora. Debía mantenerme alejada de los problemas si deseaba quedar fuera de la negra y maldita lista que iba a la freidora de alumnos: La temida lista del consejo escolar. Llevaba años formando parte de aquel especial grupo, estaba empezando a dudar que tuviera algún futuro en la sociedad con todo mi expediente de mala alumna. Tal vez debería optar por el estilo Punk y dejar de formar parte del gobierno para tomar un bando anarquista.
Por lo menos ahora guardaba un plan B para mi futuro, si es que no se cumplía mi plan A: morirme antes de terminar la escuela, en el 21 de diciembre del 2012.
Entré en la sala de clases captando la atención de mi grado, junto con la de la profesora de Historia.
-Disculpe-dije exhausta mientras cerraba la puerta y corría al puesto vacío junto a Summer.
Mire por un segundo a mi compañera de puesto, ella me ignoraba como si no estuviera a su lado. Tenía su vista al frente y ni si quiera salto cuando el chirrido de mi silla resonó fuertemente. Esto iba muy mal.
Chris se aprovecharía de Summer, tenía que alejarle. Como fuera, no importaba el costo que esto supusiera.
JaviOfJonas
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
MARATÓN 2/6
Capitulo 16
Dos días sin hablar con Summer, esto ya no tan solo era malo, ¡si no que pésimo!
Tenía que advertirle que todo se vendría debajo de un momento a otro, que no se hiciera esperanzas con Chris porque él no es como Lenin, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo. Mi cerebro había sido exprimido de ideas y ya nada brillante salía. Necesitaba una ayuda urgente.
Cerré el libro de matemáticas, dejando el lápiz y la goma enredados entre las páginas.
La lluvia golpeaba mi ventana de una forma espantosa pero pacifica. Invierno en Quebec, nada más helado.
Pasé mi mano sobre mi pelo y tire mi cuerpo contra el respaldo de la silla de mi escritorio. Observé a mí alrededor en un impulso inútil. Mi pieza no me daría la respuesta a ninguno de mis problemas: Summer y la estúpida tarea de matemáticas.
Suspire y volví a abrir el libro para seguir con los ejercicios.
____________________________________
-¡Tres!-gritó la misma chica que dirigía las partidas de las carreras. Su nombre era Italia
-¿Qué es eso?-preguntó Lenin mientras inclinaba su cabeza hacia adelante, intentando ver sus contrincantes.
-¿A qué te refieres?-pregunté intentando ver en la misma dirección que Lenin.
-¡Dos!-anunció Italia
Otra vez el gruñido de autos
-Chris-murmuré a la vez que miraba hacia el frente. Así que no mentí cuando le dije a Summer que Chris jugaba con Lenin a las carreras.
-¿Qué hace acá?-Lenin no despegó su vista del automóvil azul perteneciente a Chris
Las banderas en las manos de Italia bajaron hasta tocar el suelo, todos los autos avanzaron exceptuando a Lenin. Lo mire confundida por unos segundos.
-¡Avanza!-grité pegándole en uno de sus brazos
Lenin no reaccionaba, su vista estaba perdida hacia el lado izquierdo.
-¡Lenin!-quité mi cinturón de seguridad e incline mi cuerpo hasta mi novio, él estaba bloqueado, en cero.
Tomé su cara entre mis manos y lo obligué a que me observara. Sus ojos pardos ahora eran un tenue tono gris, mostrando prácticamente algo que no encajaba en su cerebro. Moví su rostro entre mis manos por varios segundos.
Las manos de Lenin se dirigieron hasta las mías y las quitó con suavidad. Su rostro se convirtió en una máscara de frialdad a la vez que soltaba igualmente su cinturón.
Italia llegó a nuestro lado y apoyó uno de sus brazos en el marco de la ventana de Lenin, dejando caer su cabello lacio dentro del automóvil
-¿Todo bien?-preguntó con su acento latino
Lenin la observó con una mirada que a mí me hubiera hecho correr
-¡¿Qué hace Chris aquí?!-su tono de voz explotó haciéndome saltar en el asiento, pero Italia no se movió ni un centímetro
-Sabes que no mando las carreras-contestó ella sin moverse de su posición
-¡He dicho que no iba a competir así!-
-Decidieron incluirlo-Italia se retiró del marco de la ventana y se alejó a un paso lento hasta llegar a la obscura vereda, para perder rastro de su existencia entre la multitud de personas convocadas en el evento.
Lenin dio vuelta totalmente el manubrio y aceleró en sentido contrario, sus labios estaban presionados, sus manos tensas alrededor del volante y no movía músculo innecesario.
-¿Qué sucede?-pregunté mientras intentaba observarlo
-Nada, no te preocupes-su voz fría me asusto
-¿Te retiras?-
-Lo entenderán-
Odiaba cuando debía callar mi boca teniendo tantas preguntas en la punta de la lengua, pero no tenía remedio. Si seguía preguntando lo más seguro es que Lenin se enfade, con Summer enojada me bastaba.
¿Qué hacía aquí Chris? ¿Por qué le molestaba tanto a Lenin tenerlo tan cerca? ¿A qué se refería Italia con que “alguien más mandaba las carreras”? ¿Por qué Lenin se retiro…?
Muchas preguntas rodeaban en mi cerebro en busca de respuestas, pero no las encontrarían, por lo menos no por ahora. Debía callarlas antes de que me desesperara.
La carretera rumbo a casa estaba más vacía que nunca, tan solo los faroles del Peugeot iluminaban el asfalto y a los lados de este se apreciaban las siluetas interminables de grandes y abundantes bosques. Si levantaba la vista podía ver claramente una noche estrellada como ninguna otra, pero poco me interesaba el fascinante paisaje a mis lados, tenía mi vista perdida en algún lugar del rostro de Lenin, habían pasado alrededor de 20 minutos y el cuerpo de él seguía tan tenso como en la carrera, esto era preocupante
-Deja eso, Helen-
Su tono de voz me hizo dar un suspiro a mis adentros, por lo menos Lenin mantenía algo de calma en su interior
-¿A qué te refieres?-consulté sin quitar mi vista de su cara
-Deja de observarme-
Retire mi mirada de su cuerpo y la conduje hasta dentro del automóvil
-Sería más entretenido si miras hacia fuera-Lenin me observó de reojo.
Levanté mi rostro para observarlo, él llevaba una interesante sonrisa sobre sus labios.
Le ordené a una de mis manos gélidas que se acercaran hasta los dedos de Lenin apoyados en la palanca de cambios, envolví su mano con la mía a la vez que Lenin me transmitía calor en nuestro contacto.
En un latido de corazón todo se hizo más rápido.
Un confuso temblor inundo el interior del automóvil, todo dentro de este cayó al suelo y yo rebotaba sin control sobre el asiento. Lenin frenó bruscamente provocando un gran chirrido de derrapado sobre el cemento gris, mientras las llantas gastadas quedaban estampadas en el suelo. En cuanto el automóvil volvió en calma otra vez mire a mí alrededor. Ya no estábamos en la pista de la carretera, estábamos a un lado de ella en dirección contraria, sobre el pasto. Habíamos girado.
Mire confusa a Lenin intentando calmar la increíble ola de adrenalina que había tomado control de mi cuerpo, acelerando mi pulso al doble.
Lenin quitó su cinturón y miro por el espejo retrovisor lateral
-¿Estás bien?-consultó mientras quitaba sus ojos del espejo para observar mi aterrada cara
Inhalé y exhalé aire antes de contestar
-Todo bien-dije para calmarme a mí misma.
-Tenemos compañía-anunció a la vez que abría su puerta.
Quité mi cinturón con un temblor recorriendo mis manos, haciendo algo difícil esa simple tarea.
Salí del Peugeot cuán rápido pude para encontrarme con una escena que causaría un problema.
El automóvil azul eléctrico tuneado de Chris estaba estacionado tras nosotros, a unos 6 o 7 metros. Las luces de su coche estaban encendidas haciendo contraste con su cuerpo que estaba apoyado sobre el capo. Chris llevaba una gorra de Yankee sobre su cabello lacio haciendo algo imposible ver sus gestos.
Lenin estaba en la parte posterior del Peugeot gris, mirando fijamente al chico que poseía unos ojos miel. El chico que le había acarreado más de un problema.
Corrí hasta el lado de Lenin atajándolo por su brazo izquierdo. Me sujete fuertemente de su brazo mientras mi mirada se concentraba en los movimientos de Chris. Entrecerré los ojos en un esfuerzo de ver el rostro del sujeto, las fuertes luces blancas de los faroles me dificultaban la vista.
Una sonrisa traviesa se dibujo sobre sus labios a la vez que se acercaba a un paso lento hasta nosotros.
Tragué saliva intentando contener las ganas de correr.
Mis manos se aferraron aún más al brazo de Lenin, pensé que le cortaría la circulación.
-Deberías estar en la carrera-la voz fría de Lenin interrumpió la insaciable tempestad entre nosotros, al menos una tempestad en palabras.
-Tú igual-Chris estuvo frente Lenin.
El hielo que circulaba en el aire a esas horas se dio el trabajo de helarme los huesos. Debido al frío cada una de sus palabras o alientos era seguido de una pequeña nube borrosa provocada por el calor dentro de sus cuerpos.
-¿Qué haces aquí?-
-La carrera no va si no es de a cuatro corredores-contestó con sequedad Chris.
-Que se consigan otro-
Una pequeña risa salió de la boca de Chris
-Sabes que debes volver-dijo mientras volvía a su expresión seria
-Saben que no competiré contigo-contestó en defensa Lenin.
-¿Harás un berrinche de niño?-noté un tono de burla en su voz.
Lenin contuvo la respiración por unos segundos.
-Veté-ordenó Lenin a la vez que apretaba sus puños
-Vine a buscarte-
-Puedes irte solo-
Chris enarcó una de sus cejas y le dirigió una mirada de amenaza
-Las cosas no funcionan bien solos…-Sus ojos miel se posicionaron sobre mí-¿No es cierto, Helen?-
Pensé que mi cuerpo se achicaba mientras aquel fuerte y amenazante tono de ojos me carcomía por fuera.
Chris me estaba dando una real indirecta que me llegó hasta lo profundo de mi cerebro para quedarse guardado y almacenado en las paredes de este. Chris se refería a la ruptura de mi amistad con Summer, al beso que le di a Philip hace un año y a mi romance con Lenin. La indirecta no podía ser más directa.
El brazo que tenía aferrado de Lenin rodeo mi cuerpo. Quité mis manos de su brazo y me abracé con ambas manos del pecho de él.
-Aquí el asunto va entre nosotros-la voz de Lenin hizo que Chris volteará su vista hacia él.
Me sentí algo aliviada, aunque mi pulso seguía tan acelerado como antes. El daño ya estaba hecho.
-Perfecto-contestó Chris con una sonrisa repentina. Tomó la camisa de Lenin con sus manos, apegando un poco su pecho hasta él-Si el asunto va entre nosotros, deja de escaparte cada vez que me ves-lo soltó bruscamente. Me dirigió una mirada más y luego se volvió hasta su auto dándonos la espalda, se detuvo un momento poniendo rígidos sus músculos -Me aburrí de perseguir-su tono de voz seco me provoco más miedo del que podía soportar. Mi cuerpo fue invadido por un temblor notorio-Esta vez yo escaparé-siguió con su marcha hasta el automóvil
Su paso lento y amenazante influía profundamente la parte de mi cerebro que estaba destinada al miedo. Chris abrió la puerta del conductor y nos miro una vez más, hizo un leve gesto de mano en señal de despedida y se adentro en el auto.
Un sonido de motor calmado inundo la estancia para luego dar paso a la marcha de Chris. Condujo por la carretera hasta perderse totalmente de nuestra vista.
-Qué sarcástico-dijo Lenin volteando su cabeza a la izquierda para verme-No se ira, seguirá merodeando-
Capitulo 16
Dos días sin hablar con Summer, esto ya no tan solo era malo, ¡si no que pésimo!
Tenía que advertirle que todo se vendría debajo de un momento a otro, que no se hiciera esperanzas con Chris porque él no es como Lenin, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo. Mi cerebro había sido exprimido de ideas y ya nada brillante salía. Necesitaba una ayuda urgente.
Cerré el libro de matemáticas, dejando el lápiz y la goma enredados entre las páginas.
La lluvia golpeaba mi ventana de una forma espantosa pero pacifica. Invierno en Quebec, nada más helado.
Pasé mi mano sobre mi pelo y tire mi cuerpo contra el respaldo de la silla de mi escritorio. Observé a mí alrededor en un impulso inútil. Mi pieza no me daría la respuesta a ninguno de mis problemas: Summer y la estúpida tarea de matemáticas.
Suspire y volví a abrir el libro para seguir con los ejercicios.
____________________________________
-¡Tres!-gritó la misma chica que dirigía las partidas de las carreras. Su nombre era Italia
-¿Qué es eso?-preguntó Lenin mientras inclinaba su cabeza hacia adelante, intentando ver sus contrincantes.
-¿A qué te refieres?-pregunté intentando ver en la misma dirección que Lenin.
-¡Dos!-anunció Italia
Otra vez el gruñido de autos
-Chris-murmuré a la vez que miraba hacia el frente. Así que no mentí cuando le dije a Summer que Chris jugaba con Lenin a las carreras.
-¿Qué hace acá?-Lenin no despegó su vista del automóvil azul perteneciente a Chris
Las banderas en las manos de Italia bajaron hasta tocar el suelo, todos los autos avanzaron exceptuando a Lenin. Lo mire confundida por unos segundos.
-¡Avanza!-grité pegándole en uno de sus brazos
Lenin no reaccionaba, su vista estaba perdida hacia el lado izquierdo.
-¡Lenin!-quité mi cinturón de seguridad e incline mi cuerpo hasta mi novio, él estaba bloqueado, en cero.
Tomé su cara entre mis manos y lo obligué a que me observara. Sus ojos pardos ahora eran un tenue tono gris, mostrando prácticamente algo que no encajaba en su cerebro. Moví su rostro entre mis manos por varios segundos.
Las manos de Lenin se dirigieron hasta las mías y las quitó con suavidad. Su rostro se convirtió en una máscara de frialdad a la vez que soltaba igualmente su cinturón.
Italia llegó a nuestro lado y apoyó uno de sus brazos en el marco de la ventana de Lenin, dejando caer su cabello lacio dentro del automóvil
-¿Todo bien?-preguntó con su acento latino
Lenin la observó con una mirada que a mí me hubiera hecho correr
-¡¿Qué hace Chris aquí?!-su tono de voz explotó haciéndome saltar en el asiento, pero Italia no se movió ni un centímetro
-Sabes que no mando las carreras-contestó ella sin moverse de su posición
-¡He dicho que no iba a competir así!-
-Decidieron incluirlo-Italia se retiró del marco de la ventana y se alejó a un paso lento hasta llegar a la obscura vereda, para perder rastro de su existencia entre la multitud de personas convocadas en el evento.
Lenin dio vuelta totalmente el manubrio y aceleró en sentido contrario, sus labios estaban presionados, sus manos tensas alrededor del volante y no movía músculo innecesario.
-¿Qué sucede?-pregunté mientras intentaba observarlo
-Nada, no te preocupes-su voz fría me asusto
-¿Te retiras?-
-Lo entenderán-
Odiaba cuando debía callar mi boca teniendo tantas preguntas en la punta de la lengua, pero no tenía remedio. Si seguía preguntando lo más seguro es que Lenin se enfade, con Summer enojada me bastaba.
¿Qué hacía aquí Chris? ¿Por qué le molestaba tanto a Lenin tenerlo tan cerca? ¿A qué se refería Italia con que “alguien más mandaba las carreras”? ¿Por qué Lenin se retiro…?
Muchas preguntas rodeaban en mi cerebro en busca de respuestas, pero no las encontrarían, por lo menos no por ahora. Debía callarlas antes de que me desesperara.
La carretera rumbo a casa estaba más vacía que nunca, tan solo los faroles del Peugeot iluminaban el asfalto y a los lados de este se apreciaban las siluetas interminables de grandes y abundantes bosques. Si levantaba la vista podía ver claramente una noche estrellada como ninguna otra, pero poco me interesaba el fascinante paisaje a mis lados, tenía mi vista perdida en algún lugar del rostro de Lenin, habían pasado alrededor de 20 minutos y el cuerpo de él seguía tan tenso como en la carrera, esto era preocupante
-Deja eso, Helen-
Su tono de voz me hizo dar un suspiro a mis adentros, por lo menos Lenin mantenía algo de calma en su interior
-¿A qué te refieres?-consulté sin quitar mi vista de su cara
-Deja de observarme-
Retire mi mirada de su cuerpo y la conduje hasta dentro del automóvil
-Sería más entretenido si miras hacia fuera-Lenin me observó de reojo.
Levanté mi rostro para observarlo, él llevaba una interesante sonrisa sobre sus labios.
Le ordené a una de mis manos gélidas que se acercaran hasta los dedos de Lenin apoyados en la palanca de cambios, envolví su mano con la mía a la vez que Lenin me transmitía calor en nuestro contacto.
En un latido de corazón todo se hizo más rápido.
Un confuso temblor inundo el interior del automóvil, todo dentro de este cayó al suelo y yo rebotaba sin control sobre el asiento. Lenin frenó bruscamente provocando un gran chirrido de derrapado sobre el cemento gris, mientras las llantas gastadas quedaban estampadas en el suelo. En cuanto el automóvil volvió en calma otra vez mire a mí alrededor. Ya no estábamos en la pista de la carretera, estábamos a un lado de ella en dirección contraria, sobre el pasto. Habíamos girado.
Mire confusa a Lenin intentando calmar la increíble ola de adrenalina que había tomado control de mi cuerpo, acelerando mi pulso al doble.
Lenin quitó su cinturón y miro por el espejo retrovisor lateral
-¿Estás bien?-consultó mientras quitaba sus ojos del espejo para observar mi aterrada cara
Inhalé y exhalé aire antes de contestar
-Todo bien-dije para calmarme a mí misma.
-Tenemos compañía-anunció a la vez que abría su puerta.
Quité mi cinturón con un temblor recorriendo mis manos, haciendo algo difícil esa simple tarea.
Salí del Peugeot cuán rápido pude para encontrarme con una escena que causaría un problema.
El automóvil azul eléctrico tuneado de Chris estaba estacionado tras nosotros, a unos 6 o 7 metros. Las luces de su coche estaban encendidas haciendo contraste con su cuerpo que estaba apoyado sobre el capo. Chris llevaba una gorra de Yankee sobre su cabello lacio haciendo algo imposible ver sus gestos.
Lenin estaba en la parte posterior del Peugeot gris, mirando fijamente al chico que poseía unos ojos miel. El chico que le había acarreado más de un problema.
Corrí hasta el lado de Lenin atajándolo por su brazo izquierdo. Me sujete fuertemente de su brazo mientras mi mirada se concentraba en los movimientos de Chris. Entrecerré los ojos en un esfuerzo de ver el rostro del sujeto, las fuertes luces blancas de los faroles me dificultaban la vista.
Una sonrisa traviesa se dibujo sobre sus labios a la vez que se acercaba a un paso lento hasta nosotros.
Tragué saliva intentando contener las ganas de correr.
Mis manos se aferraron aún más al brazo de Lenin, pensé que le cortaría la circulación.
-Deberías estar en la carrera-la voz fría de Lenin interrumpió la insaciable tempestad entre nosotros, al menos una tempestad en palabras.
-Tú igual-Chris estuvo frente Lenin.
El hielo que circulaba en el aire a esas horas se dio el trabajo de helarme los huesos. Debido al frío cada una de sus palabras o alientos era seguido de una pequeña nube borrosa provocada por el calor dentro de sus cuerpos.
-¿Qué haces aquí?-
-La carrera no va si no es de a cuatro corredores-contestó con sequedad Chris.
-Que se consigan otro-
Una pequeña risa salió de la boca de Chris
-Sabes que debes volver-dijo mientras volvía a su expresión seria
-Saben que no competiré contigo-contestó en defensa Lenin.
-¿Harás un berrinche de niño?-noté un tono de burla en su voz.
Lenin contuvo la respiración por unos segundos.
-Veté-ordenó Lenin a la vez que apretaba sus puños
-Vine a buscarte-
-Puedes irte solo-
Chris enarcó una de sus cejas y le dirigió una mirada de amenaza
-Las cosas no funcionan bien solos…-Sus ojos miel se posicionaron sobre mí-¿No es cierto, Helen?-
Pensé que mi cuerpo se achicaba mientras aquel fuerte y amenazante tono de ojos me carcomía por fuera.
Chris me estaba dando una real indirecta que me llegó hasta lo profundo de mi cerebro para quedarse guardado y almacenado en las paredes de este. Chris se refería a la ruptura de mi amistad con Summer, al beso que le di a Philip hace un año y a mi romance con Lenin. La indirecta no podía ser más directa.
El brazo que tenía aferrado de Lenin rodeo mi cuerpo. Quité mis manos de su brazo y me abracé con ambas manos del pecho de él.
-Aquí el asunto va entre nosotros-la voz de Lenin hizo que Chris volteará su vista hacia él.
Me sentí algo aliviada, aunque mi pulso seguía tan acelerado como antes. El daño ya estaba hecho.
-Perfecto-contestó Chris con una sonrisa repentina. Tomó la camisa de Lenin con sus manos, apegando un poco su pecho hasta él-Si el asunto va entre nosotros, deja de escaparte cada vez que me ves-lo soltó bruscamente. Me dirigió una mirada más y luego se volvió hasta su auto dándonos la espalda, se detuvo un momento poniendo rígidos sus músculos -Me aburrí de perseguir-su tono de voz seco me provoco más miedo del que podía soportar. Mi cuerpo fue invadido por un temblor notorio-Esta vez yo escaparé-siguió con su marcha hasta el automóvil
Su paso lento y amenazante influía profundamente la parte de mi cerebro que estaba destinada al miedo. Chris abrió la puerta del conductor y nos miro una vez más, hizo un leve gesto de mano en señal de despedida y se adentro en el auto.
Un sonido de motor calmado inundo la estancia para luego dar paso a la marcha de Chris. Condujo por la carretera hasta perderse totalmente de nuestra vista.
-Qué sarcástico-dijo Lenin volteando su cabeza a la izquierda para verme-No se ira, seguirá merodeando-
JaviOfJonas
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
MARATÓN 3/6
Capitulo 17
Dejé el lápiz pasta negro sobre la mesa de la escuela para abrir el cuaderno por el reverso. Corté un pequeño pedazo de papel de forma irregular y volví a tomar el lápiz entre mis dedos.
“Bien, ya no aguanto… ¿Me perdonas?” Terminé de escribir el mensaje para pasarlo con lentitud boca abajo hasta la mesa de Summer.
Mire atentamente a la profesora de Artes Visuales mientras esperaba una respuesta del lado de Summer. Esto era tocar terreno peligroso, si me lograban a encontrar mandando ‘mensajitos’ a la hora de clase lo más seguro es que me gane la anotación temida que me llevaría a la freidora de alumnos.
El papel se deslizó devuelta a mi pupitre, lo tome con cuidado para leer las palabras escritas con lápiz azul por parte de mi amiga
“Te veré en la noche”
Guardé el papel en uno de los bolsillos de la falda a cuadros de la escuela. Gire mi cabeza y mire desconcertada a Sum… ¿A que iba eso de “Te veré en la noche”?
¿Acaso es una advertencia?
Summer sonrió levemente y miro hacia el frente.
_____________________________________________________
Bostece tapando mi boca con una de mis manos y luego me acerque tambaleante hasta el marco de la ventana. Saqué el seguro y la abrí de par en par manteniendo mis manos sobre ellas.
Lenin estaba en el suelo, debajo de la ventana, lanzando piedritas para que lo escuchara. Sonrió por un momento en cuanto me vio salir.
-¿Qué sucede?-consulté apoyando mis ante brazos sobre el marco blanco y gastado de la única ventana en mi pieza.
-Vamos-indicó con su mano el Peugeot que estaba estacionado frente a la casa, no lo pude ver por el hecho de que mi pieza está a un lado del hogar, pero supuse que sería el Peugeot.
-Quiero dormir-refunfuñe bostezando una vez más
-Esto te quitará el sueño-lanzó fuertemente una lata roja hasta la ventana.
Por una cosa de suerte logre atraparla con mi mano izquierda. Suspire en cuanto la tuve entre mis manos
-¿Crees que una coca-cola me quitará el sueño?-pregunté dejando el envase sobre el marco, a un lado mío
-Eso-señaló la bebida-y una noticia que te encantará-
Esas palabras llamaron a mi curiosidad, despertándome la última célula de mi cuerpo.
-Voy a vestirme-dije en cuanto me alejaba de la ventana y corría a mi guarda ropa.
Tomé lo primero que encontré y me lo puse a tientas, era un riesgo encender la luz, mamá podría despertar y si me descubría escapando de casa a media noche, me ganaría un castigo de por vida, literalmente de por vida.
Agarré la chaqueta que me regalo Lenin y la ubique a un lado de la ventana. Pase mi cuerpo por esta y me mantuve afirmada por unos segundos para recobrar el equilibrio.
-Vas bien-dijo Lenin desde abajo del cobertizo.
-¿Tú crees?-pregunté mas asustada que nunca. Otras veces Lenin me ayudaba a bajar
Me pare con cuidado sobre el cobertizo provocando un estruendo enorme. Volví a sentarme sobre la ventana rápidamente. Mas asustada que antes.
-¡No puedo!-exclamé bajo, mirando a Lenin.
Él suspiro tomando el puente de sus narices entre sus dedos.
-Un intento más-pidió volviendo su rostro hasta mí
-¡Ni loca!-le tire la chaqueta. La tomo resignado para ponerla sobre una silla de la terraza-¡Ayúdame!-
-¡Ya voy!-contestó molesto.
Corrió una silla para subirse sobre ella, dio un salto para llegar sobre la mesa, esta siguió tan quieta como antes, los movimientos agiles de Lenin eran increíbles.
Se tomó desde el inicio del cobertizo para luego escalar con suma rapidez. Dando pasos certeros y seguros llego hasta mi lado.
-Súbete a mi espalda-dio media vuelta.
Pase mis manos sobre su cuello, aferrándome fuertemente.
Lenin tomo mis piernas y luego salto fuera del cobertizo.
El tiempo se paso en cámara lenta.
Entre el salto se podía tener una sensación de volar tal como una colibrí, libremente sin preocupaciones. El aire se sentía como una suave brisa, a pesar de que podía mover ramas enteras de los árboles. La chaqueta de Lenin parecía una capa, flameando a la merced del viento.
Y luego todo se hizo más rápido.
Lenin soltó mis piernas dejándome totalmente desprotegida a excepción de mis brazos.
Mi peso no fue aguantado por solamente mis brazos débiles, por lo que me solté cayendo libre. Ahora literalmente flotaba y tan solo me quedaba un metro de altura.
Vi el suelo tan próximo a mí que no tuve opción de reaccionar. Lo siguiente que sentí fue mi cuerpo caer contra el suelo, dejándome pegada como estampilla.
-Auch-dije leve a la vez que levantaba en un leve intento la cabeza.
Lenin estaba unos centímetros adelante mío, parado con suma dignidad e inclinando su cabeza a la derecha
-¿Por qué me soltaste?-pregunté mientras levantaba mi torso con ayuda de mis palmas
-Quería probar tus reflejos-
Le lancé una mirada fastidiada, provocando una leve risa de su parte
-Claramente no tienes buenos reflejos-comentó aun riendo a la vez que me extendía una de sus manos.
La tomé y termine de levantarme con dificultad. Pasé una de mis manos por mi nuca y busqué con la mirada la chaqueta, me había desorientado con el gran golpe que me di segundos antes. Cuando la encontré camine hasta ella, pero antes de llegar a la silla en la que estaba, la chaqueta se levantó por sí misma, flotando mágicamente por el aire. La prenda paso por mi lado, burlándome completamente, para llegar hasta las manos extendidas de Lenin.
Él rio unos segundos más y la acercó hasta mí.
Lo mire furiosa y con zancadas llegué hasta su lado, le quité la chaqueta de sus manos para envolver mi torso con ella.
-No te enojes-me pidió sonriendo
Cerré la cremallera y lo mire incrédula
-¿Qué no me enoje?-pregunté acercándome hasta él-¡Entonces basta de tus jueguitos de maldito niñito!-
Me miro impresionado por unos segundos para luego reaccionar
-Está bien…-dijo leve y comenzó a caminar a paso lento, rodeando la casa hasta llegar al Peugeot estacionado en frente de esta. Lenin abrió la puerta del copiloto y quedó allí parado, esperando que entrara.
Suspire y me acerque hasta él.
La luz del farol que estaba sobre nosotros nos iluminaba dentro de un pequeño radio. El viento golpeaba mi cara y mi cabello fuertemente, haciendo que más de una vez tuviera que apartarlo de mi vista.
Tomé la cara de Lenin envolviéndola con mis manos para levantarla y obligarlo que me observara. Su cara estaba seria, provocándome un escalofrío.
-Discúlpame…-murmuré sin soltar su cara-¿Si?-
Pasaron varios segundos en los que él mantuvo su expresión escalofriante, para luego sonreírme levemente.
-Está bien-contestó
Mire fijamente sus ojos, pero ya no eran pardos, eran grises… Tal y como lo fueron minutos antes de toparnos con Chris unos días atrás.
-Tu… Tus ojos-dije desconcertada mientras intentaba notar algo erróneo en mi vista
-¿Qué tienen?-preguntó juntando sus cejas
-Son grises-murmuré dando un paso hacia atrás
Lenin suspiró por unos segundos
-Es la luz-volvió a sonreír. Dio un paso hacia mí volviendo a la distancia anterior. Tomo mi cara entre sus manos y acaricio mis labios con los suyos, provocando que una sensación en mi columna me desplomará, por suerte Lenin me tomó de los codos a tiempo, antes de que volviera a tocar suelo.
____________________________________
Salí del Peugeot cerrando la puerta de copiloto fuertemente tras de mí. Corrí tan rápido como pude sobre el gastado asfalto.
La voz de Lenin desde el auto me ordenaba que ya no siguiera, pero no hice caso.
Chris sonrío de medio lado antes de volver la cabeza hasta el frente de una forma entretenida.
Apoye mis brazos en el marco de la ventana de su Mazda azul eléctrico para observar a su copiloto
-¡¿Qué demonios haces aquí?!-chillé dentro del automóvil
-¿Qué te sucede, Helen?-me pregunto algo divertida mi amiga-Te dije que te vería en la noche ¿No?-
-¡Pensé que irías a mi casa, no te que te juntarías con este estúpido!-señale a Chris con mi mano derecha
-¡Tenle más respeto!-ordenó Summer inclinando su cuerpo hacia delante para verme sobre el perfil de Chris-¡Ahora es mi novio!-
Chris sonrío a la vez que volteaba su mirada hacia mí para ver cuál sería mi reacción.
Salí del marco de la ventana cruzando mis brazos por sobre mi pecho. Me mantuve rígida al lado del automóvil mirando a Summer.
Italia señalo la partida de la carrera bajando las banderas verdes hasta el piso.
El Mazda de Chris gruño unos segundos antes de alejarse por la carretera del sur de la ciudad. Antes de irse, Summer me hizo un gesto de mano en señal de adiós.
La voz de Lenin me hizo reaccionar. Di media vuelta y corrí hasta dentro del Peugeot, entrando por la puerta de copiloto que Lenin me había abierto nuevamente segundos antes.
El motor rugió para señalar nuestra retrasada partida. Las calles se hacían humo tras nosotros, eran tan solo borrones a nuestro lado. El velocímetro marcaba sobre los 120 y seguía aumentando aún más.
-¿Por qué no me dijiste?-pregunte sin mirar hacia él
-¿Querías que te dijera?-contestó Lenin sin observarme
-Esto es muy peligroso para Summer-
-Summer es mayor que tú-me recordó apretando sus manos alrededor del volante
-¡Se supone que ella no debería estar aquí!-grite volteando mi cuerpo en el asiento para observarlo
-¡Tu tampoco!-
Tome aire unos segundos
-¡No la quiero entre este riesgo!-respondí enfadada
-¡Yo tampoco te quiero entre este riesgo, pero tú eres tan terca que te agrada venir!-me miro de reojo por un momento-¡Summer igual!-
Me callé y quedé incrédula mirando el rostro de perfil de Lenin.
-¿No me quieres aquí?-pregunte más calmada. El comentario anterior me había dejado fuera de lugar.
-¡Claro que no!-tomo aún más fuerte el volante entre sus pálidos dedos y lo giro a la derecha, justo para dar inicio a una larga curva.
Los neumáticos rechinaban por sobre el cemento y quedaban grabados en este-¿Por qué te querría en este riesgo?-la pregunta era retórica. Dejo el manubrio en su lugar obligando al automóvil a seguir la pista.
Guarde mis comentarios. No había nada que preguntar.
-Da vuelta a la derecha-dije bajo-Te dará una salida más rápida-
-Gracias-musitó a la vez que me hacía caso-Luego haré que hables con Summer-
Le mire sonriente.
Capitulo 17
Dejé el lápiz pasta negro sobre la mesa de la escuela para abrir el cuaderno por el reverso. Corté un pequeño pedazo de papel de forma irregular y volví a tomar el lápiz entre mis dedos.
“Bien, ya no aguanto… ¿Me perdonas?” Terminé de escribir el mensaje para pasarlo con lentitud boca abajo hasta la mesa de Summer.
Mire atentamente a la profesora de Artes Visuales mientras esperaba una respuesta del lado de Summer. Esto era tocar terreno peligroso, si me lograban a encontrar mandando ‘mensajitos’ a la hora de clase lo más seguro es que me gane la anotación temida que me llevaría a la freidora de alumnos.
El papel se deslizó devuelta a mi pupitre, lo tome con cuidado para leer las palabras escritas con lápiz azul por parte de mi amiga
“Te veré en la noche”
Guardé el papel en uno de los bolsillos de la falda a cuadros de la escuela. Gire mi cabeza y mire desconcertada a Sum… ¿A que iba eso de “Te veré en la noche”?
¿Acaso es una advertencia?
Summer sonrió levemente y miro hacia el frente.
_____________________________________________________
Bostece tapando mi boca con una de mis manos y luego me acerque tambaleante hasta el marco de la ventana. Saqué el seguro y la abrí de par en par manteniendo mis manos sobre ellas.
Lenin estaba en el suelo, debajo de la ventana, lanzando piedritas para que lo escuchara. Sonrió por un momento en cuanto me vio salir.
-¿Qué sucede?-consulté apoyando mis ante brazos sobre el marco blanco y gastado de la única ventana en mi pieza.
-Vamos-indicó con su mano el Peugeot que estaba estacionado frente a la casa, no lo pude ver por el hecho de que mi pieza está a un lado del hogar, pero supuse que sería el Peugeot.
-Quiero dormir-refunfuñe bostezando una vez más
-Esto te quitará el sueño-lanzó fuertemente una lata roja hasta la ventana.
Por una cosa de suerte logre atraparla con mi mano izquierda. Suspire en cuanto la tuve entre mis manos
-¿Crees que una coca-cola me quitará el sueño?-pregunté dejando el envase sobre el marco, a un lado mío
-Eso-señaló la bebida-y una noticia que te encantará-
Esas palabras llamaron a mi curiosidad, despertándome la última célula de mi cuerpo.
-Voy a vestirme-dije en cuanto me alejaba de la ventana y corría a mi guarda ropa.
Tomé lo primero que encontré y me lo puse a tientas, era un riesgo encender la luz, mamá podría despertar y si me descubría escapando de casa a media noche, me ganaría un castigo de por vida, literalmente de por vida.
Agarré la chaqueta que me regalo Lenin y la ubique a un lado de la ventana. Pase mi cuerpo por esta y me mantuve afirmada por unos segundos para recobrar el equilibrio.
-Vas bien-dijo Lenin desde abajo del cobertizo.
-¿Tú crees?-pregunté mas asustada que nunca. Otras veces Lenin me ayudaba a bajar
Me pare con cuidado sobre el cobertizo provocando un estruendo enorme. Volví a sentarme sobre la ventana rápidamente. Mas asustada que antes.
-¡No puedo!-exclamé bajo, mirando a Lenin.
Él suspiro tomando el puente de sus narices entre sus dedos.
-Un intento más-pidió volviendo su rostro hasta mí
-¡Ni loca!-le tire la chaqueta. La tomo resignado para ponerla sobre una silla de la terraza-¡Ayúdame!-
-¡Ya voy!-contestó molesto.
Corrió una silla para subirse sobre ella, dio un salto para llegar sobre la mesa, esta siguió tan quieta como antes, los movimientos agiles de Lenin eran increíbles.
Se tomó desde el inicio del cobertizo para luego escalar con suma rapidez. Dando pasos certeros y seguros llego hasta mi lado.
-Súbete a mi espalda-dio media vuelta.
Pase mis manos sobre su cuello, aferrándome fuertemente.
Lenin tomo mis piernas y luego salto fuera del cobertizo.
El tiempo se paso en cámara lenta.
Entre el salto se podía tener una sensación de volar tal como una colibrí, libremente sin preocupaciones. El aire se sentía como una suave brisa, a pesar de que podía mover ramas enteras de los árboles. La chaqueta de Lenin parecía una capa, flameando a la merced del viento.
Y luego todo se hizo más rápido.
Lenin soltó mis piernas dejándome totalmente desprotegida a excepción de mis brazos.
Mi peso no fue aguantado por solamente mis brazos débiles, por lo que me solté cayendo libre. Ahora literalmente flotaba y tan solo me quedaba un metro de altura.
Vi el suelo tan próximo a mí que no tuve opción de reaccionar. Lo siguiente que sentí fue mi cuerpo caer contra el suelo, dejándome pegada como estampilla.
-Auch-dije leve a la vez que levantaba en un leve intento la cabeza.
Lenin estaba unos centímetros adelante mío, parado con suma dignidad e inclinando su cabeza a la derecha
-¿Por qué me soltaste?-pregunté mientras levantaba mi torso con ayuda de mis palmas
-Quería probar tus reflejos-
Le lancé una mirada fastidiada, provocando una leve risa de su parte
-Claramente no tienes buenos reflejos-comentó aun riendo a la vez que me extendía una de sus manos.
La tomé y termine de levantarme con dificultad. Pasé una de mis manos por mi nuca y busqué con la mirada la chaqueta, me había desorientado con el gran golpe que me di segundos antes. Cuando la encontré camine hasta ella, pero antes de llegar a la silla en la que estaba, la chaqueta se levantó por sí misma, flotando mágicamente por el aire. La prenda paso por mi lado, burlándome completamente, para llegar hasta las manos extendidas de Lenin.
Él rio unos segundos más y la acercó hasta mí.
Lo mire furiosa y con zancadas llegué hasta su lado, le quité la chaqueta de sus manos para envolver mi torso con ella.
-No te enojes-me pidió sonriendo
Cerré la cremallera y lo mire incrédula
-¿Qué no me enoje?-pregunté acercándome hasta él-¡Entonces basta de tus jueguitos de maldito niñito!-
Me miro impresionado por unos segundos para luego reaccionar
-Está bien…-dijo leve y comenzó a caminar a paso lento, rodeando la casa hasta llegar al Peugeot estacionado en frente de esta. Lenin abrió la puerta del copiloto y quedó allí parado, esperando que entrara.
Suspire y me acerque hasta él.
La luz del farol que estaba sobre nosotros nos iluminaba dentro de un pequeño radio. El viento golpeaba mi cara y mi cabello fuertemente, haciendo que más de una vez tuviera que apartarlo de mi vista.
Tomé la cara de Lenin envolviéndola con mis manos para levantarla y obligarlo que me observara. Su cara estaba seria, provocándome un escalofrío.
-Discúlpame…-murmuré sin soltar su cara-¿Si?-
Pasaron varios segundos en los que él mantuvo su expresión escalofriante, para luego sonreírme levemente.
-Está bien-contestó
Mire fijamente sus ojos, pero ya no eran pardos, eran grises… Tal y como lo fueron minutos antes de toparnos con Chris unos días atrás.
-Tu… Tus ojos-dije desconcertada mientras intentaba notar algo erróneo en mi vista
-¿Qué tienen?-preguntó juntando sus cejas
-Son grises-murmuré dando un paso hacia atrás
Lenin suspiró por unos segundos
-Es la luz-volvió a sonreír. Dio un paso hacia mí volviendo a la distancia anterior. Tomo mi cara entre sus manos y acaricio mis labios con los suyos, provocando que una sensación en mi columna me desplomará, por suerte Lenin me tomó de los codos a tiempo, antes de que volviera a tocar suelo.
____________________________________
Salí del Peugeot cerrando la puerta de copiloto fuertemente tras de mí. Corrí tan rápido como pude sobre el gastado asfalto.
La voz de Lenin desde el auto me ordenaba que ya no siguiera, pero no hice caso.
Chris sonrío de medio lado antes de volver la cabeza hasta el frente de una forma entretenida.
Apoye mis brazos en el marco de la ventana de su Mazda azul eléctrico para observar a su copiloto
-¡¿Qué demonios haces aquí?!-chillé dentro del automóvil
-¿Qué te sucede, Helen?-me pregunto algo divertida mi amiga-Te dije que te vería en la noche ¿No?-
-¡Pensé que irías a mi casa, no te que te juntarías con este estúpido!-señale a Chris con mi mano derecha
-¡Tenle más respeto!-ordenó Summer inclinando su cuerpo hacia delante para verme sobre el perfil de Chris-¡Ahora es mi novio!-
Chris sonrío a la vez que volteaba su mirada hacia mí para ver cuál sería mi reacción.
Salí del marco de la ventana cruzando mis brazos por sobre mi pecho. Me mantuve rígida al lado del automóvil mirando a Summer.
Italia señalo la partida de la carrera bajando las banderas verdes hasta el piso.
El Mazda de Chris gruño unos segundos antes de alejarse por la carretera del sur de la ciudad. Antes de irse, Summer me hizo un gesto de mano en señal de adiós.
La voz de Lenin me hizo reaccionar. Di media vuelta y corrí hasta dentro del Peugeot, entrando por la puerta de copiloto que Lenin me había abierto nuevamente segundos antes.
El motor rugió para señalar nuestra retrasada partida. Las calles se hacían humo tras nosotros, eran tan solo borrones a nuestro lado. El velocímetro marcaba sobre los 120 y seguía aumentando aún más.
-¿Por qué no me dijiste?-pregunte sin mirar hacia él
-¿Querías que te dijera?-contestó Lenin sin observarme
-Esto es muy peligroso para Summer-
-Summer es mayor que tú-me recordó apretando sus manos alrededor del volante
-¡Se supone que ella no debería estar aquí!-grite volteando mi cuerpo en el asiento para observarlo
-¡Tu tampoco!-
Tome aire unos segundos
-¡No la quiero entre este riesgo!-respondí enfadada
-¡Yo tampoco te quiero entre este riesgo, pero tú eres tan terca que te agrada venir!-me miro de reojo por un momento-¡Summer igual!-
Me callé y quedé incrédula mirando el rostro de perfil de Lenin.
-¿No me quieres aquí?-pregunte más calmada. El comentario anterior me había dejado fuera de lugar.
-¡Claro que no!-tomo aún más fuerte el volante entre sus pálidos dedos y lo giro a la derecha, justo para dar inicio a una larga curva.
Los neumáticos rechinaban por sobre el cemento y quedaban grabados en este-¿Por qué te querría en este riesgo?-la pregunta era retórica. Dejo el manubrio en su lugar obligando al automóvil a seguir la pista.
Guarde mis comentarios. No había nada que preguntar.
-Da vuelta a la derecha-dije bajo-Te dará una salida más rápida-
-Gracias-musitó a la vez que me hacía caso-Luego haré que hables con Summer-
Le mire sonriente.
JaviOfJonas
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
MARATÓN 4/6
Capitulo 18
-¿A qué te refieres con que “me invito y eso”?-pregunte a la vez que corría para alcanzar su brazo y obligarla a que se volteara para verme.
-Tan simple como eso-contesto Summer mientras que sus formados rulos castaños caían por sobre sus hombros-Me invito y eso-repitió otra vez
-¿Y tu aceptaste?-pregunte incrédula-¡A ti no te gusta el riesgo!-
-¡Claro que no!-rodeó sus ojos. Solté su brazo de mis manos delicadamente- A Chris le gustan las chicas con riesgos y esas cosas-sonrió mirando hacia el techo del pasillo en el cual estábamos, seguramente recordando algo-Y pues, bueno-se encogió de hombros-Tan simple como eso. Chris me invitó a una carrera, acepte y le ayude-
Enarqué mis cejas y la mire por un momento más
-¡Vamos, Helen!-tomo mi mano obligándole a mis pies que se movieran de las tablas del piso-Se nos hace tarde para química y necesito una compañera-
La mire extrañada esta vez
-Eso significa que-hice gestos con mis dedos en el aire-¿Se acabo el huracán de guerra?-
Mi comentario provocó una risa suelta de parte de Summer
-Sabes que no me puedo enojar por mucho contigo-contesto ella a mi pregunta
-Entonces… todo bien-sonreí y camine a su lado en dirección a la sala de química.
______________________________
La hoja en la que anotaba las formulas químicas estaba al tope. La di vuelta y seguí escribiendo todo lo que me iba dictando Summer después de ver por el microscopio.
-Maldita sea-dijo ella muy bajo-Estas cosas se mueven como locas-
-¿Qué esperabas?-pregunte silenciosa. La profesora odiaba los ruidos que no pertenecían a los instrumentos químicos en su sala-¡Son bacterias!-
-¿Y si las mato?-preguntó quitando su ojo del visor
Le dirigí una mirada de negación
-¡De acuerdo!-levantó sus manos en señal de rendirse-¡Ve tu estas porquerías!-
Del fondo del aula se escucho un ruidoso “Shht” proveniente de la profesora.
-Iré por algún libro que te sirva a la biblioteca. Espérame ¿Si?-Baje del alto banco que estaba alrededor del mesón en el cual descansaban todas las chucherías de la sala.
-¿Crees que podría ir a algún lado con esa vieja refunfuñona vigilando?-pregunto sarcástica a la vez que apuntaba con una de sus manos a sus espaldas, hacia la profesora.
Le sonreí divertida con el tema y me acerqué a paso sigiloso hasta nuestra maestra.
-Voy por unos libros-dije una vez que estuve a su lado
Ella me inspecciono con su mirada perspicaz para luego voltear su vista hacia la clase
-No tardes. Ya llegara la hora de salida y tienen que entregar esto antes de irse-
Salí del aula cerrando la puerta tras de mí. Cruce mis brazos por sobre mi pecho para contra arrestar la ventolera que estaba fuera. Un frío insoportable inundo mi cuerpo, hasta el punto de hacerme imposible mover un músculo.
-Maldición-dije bajo mientras caminaba por los desolados pasillos exteriores-Tuve que haber enviado a Sum por los libros-
Seguí con mi camino hasta la biblioteca sin tomar en cuenta los gélidos alrededores que me tomaban como presa. Las paredes y el suelo estaban aún más heladas que yo.
Giré el picaporte que me daba la entrada a la gran biblioteca de la escuela, en la puerta estaba grabada una frase muy obvia “Bienvenida a la biblioteca”.
Cerré rápidamente la puerta luego de entrar.
Como siempre, todo estaba en su lugar. A mi derecha había un sinfín de mesas con sillas rodeándolas. Tan solo unas pocas alumnas estaban allí, de seguro castigadas, sin contar al viejo bibliotecario sentado en su especial escritorio, a un lado de la entrada.
A la izquierda estaban las grandes e inmensas estanterías, repletas de libros hasta el borde en el que parecía que en cualquier momento los escupirían.
Me abrí paso entre la alfombra que cubría la mayor parte del recinto. Incliné levemente mi cabeza hacia adelante en un gesto de respeto al viejo Josh, el bibliotecario.
Busqué con la mirada por las estanterías algún libro tan viejo como Josh que me fuera útil en química. Entre a un pasillo de sostenedores de libros con la esperanza de toparme con el indicado.
Pero me encontré con algo más interesante: Coraline.
Me acerqué con cuidado hasta su lado, toqué su hombro. Ella me miro con sus enormes ojos verdes, mas asustados que nunca. Exhaló profundamente al reconocer mi rostro.
-Me asustaste-dijo bajo, a la vez que sacaba al azar un libro de la estantería
-Si te asuste significa que estás haciendo alguna maldad-dije en respuesta. Saqué mi mano de su hombro
-¡Adivinas!-sonrió de medio lado
-¿Castigo?-pregunté arqueando una de mis cejas. No me concordaba ver a Coraline en una biblioteca por su voluntad
-¡Sigues adivinando!-sus pies comenzaron a moverse entre la alfombra hasta llegar al fin de la estantería. La seguí a un paso lento
-Bien…-levante los hombros sin importancia
-Toma-me entregó el libro que llevaba en sus manos-No me agradezcas-
Leí la portada “Química de segundo año”
Cuando levante mi rostro vi a Coraline observando a escondidas la salida y a Josh. Claramente planeando su fuga. Dirigió su vista hacia mí
-Entrégame algún libro-pidió volviendo a su posición de maleante a punto de cometer un delito.
Tome algún texto de la estantería más próxima.
Me detuve.
Un hueco había quedado en cuanto saqué el libro. Se podía ver el otro lado de la biblioteca gracias a que no había ningún libro por ambos lados.
El agujero me daba una vista privilegiada al otro lado del lugar, señalando las mesas. Sobre una de las viejas tablas barnizadas pude ver un objeto curioso y familiar: El cubo de Lenin. Este descansaba placenteramente sobre algún libro empolvado.
-¡Helen!-la voz de Coraline me hizo reaccionar.
Me volteé para entregarle el libro y luego intente correr hasta el cubo de juegos. La mano de Coraline aferrada a mi brazo me detuvo.
-Debes hacerme un último favor-pidió con su cara más tierna
-Tienes que esperarme un poco-dije algo aireada. Quería correr y tomar el cubo ahora mismo. Mire a través del agujero a distancia, para comprobar que el cubo seguía allí.
-Retira el libro mientras yo me voy de aquí. Apesta a anciano-
Reí ante ese comentario. Termine por asentir para perderme entre la infinita masa de hojas escritas. Llegué rápidamente hasta allí.
El cubo ya no estaba, pero si pude ver el curioso libro en el que descanso unos segundos antes.
Acerté en decir que su tapa estaba totalmente empolvada.
Lo tome entre mis manos, dejando el libro de Químicas a un lado. Soplé por sobre la tapa para sacar un poco el polvo, luego pase mi mano en un intento de terminar de limpiarlo.
“Edad Media. Piroquinesis”
Un pequeño deja vú cayó a mi entorno sacándome de mi propia estancia.
Todos los recuerdos leídos de los periódicos digitalizados se apropiaron de mi mente. Dejando una oración tras otra, las noticias sobre puestas en sí mismas. Una confusión de letras e información, que a pesar de todo, era entendible.
‘Termine por leer el último periódico de la primera página y detuve el mouse frente a un titular.
“Wells internado en el centro de piroquinesis”’
Mi extraña experiencia termino por escupirme a la realidad tras recordar aquel instante en el que estuve a punto saber toda una verdad desconocida para mí.
Amontoné un libro con otro y corrí hasta Josh.
Dejé rápidamente los libros sobre su escritorio junto con el carné necesario para retirarlos.
Josh los pasó por una extraña máquina que arrojaba unas luces rojas, parecidas a las de supermercado.
Aprovechando el momento, hice señas a Coraline –quién aguardaba impaciente en su escondite- indicándole que era momento de su huida.
Coraline se acercó sigilosa y silenciosa hasta la salida, agachada en cuclillas.
Volteé mi rostro hasta Josh, quién seguía revisando los libros.
-¿A dónde pretende ir?-consulto Josh, observando hacia adelante por sobre sus gafas
-¿Qué?-lo mire inconclusa
-Me refiero a la señorita Coraline, quién parece tener impaciencia por salir a algún lado-
Suspire mientras sentía los pasos de mi amiga alejarse hasta una de las mesas más próximas.
-¡Estuve tan cerca!-exclamó bajo Coraline antes de irse a sentar.
Josh me extendió amablemente los libros juntos con mi carné
-Disfruta los libros. Te recomendaría uno de espionaje para que sepas como hacer buenas señas-Ese último comentario me cayó al estomago. El viejo Josh no era tan estúpido como su cara decía
-Disculpe-intente excusarme a la vez que tomaba los libros
-Calma-me sonrió-No diré nada. Pero en serio, deberías leer un libro de espionaje, son buenos-su sonrisa volvió a aparecer, mostrando un diente de oro
-Gracias-sonreí igualmente-lo tendré en cuenta-
Me apresure a salir para dejar de escuchar los quejos y refunfuños de Coraline. Tenía una tarea que entregar con Summer al final de la clase y tan solo me restaba media hora. El libro extra que me llevé me mantenía curiosa y me obligaba a mantener un paso rápido, deseaba con ansias leerlo.
Además, Coraline tenía toda la razón…. El lugar apestaba a viejo
_____________________________________________
Copié el último texto de la tarea de química y cerré rápidamente el libro que me había entregado Coraline esa misma tarde.
Por una suerte del destino, la profesora de química se había desmayado a causa de una baja de presión por el clima, o algo así. El punto es que nos habían dado hasta mañana para terminar la tarea. Me ofrecí de hacerla yo sola para evitar aprovecharme de Summer en la víspera de su cumpleaños número 14.
Tenía el computador encendido para decirle a mi amiga “Feliz cumpleaños” a través de Facebook. Aunque… sería poco probable que lo viera, pero aún así deseaba ser la primera. Además llevaba el celular para llamarla en el preciso momento que el reloj marcara las 00:00 a.m
Mire al lado de la computadora portátil para observar el libro –que al tal parecer- era de la Edad Media.
Angustiada y con algo de miedo me atreví a tomarlo entre mis dedos.
Antes de hacerlo corrí hasta el velador al otro lado de la pieza para comprobar un detalle que me dejaba fuera de lugar: el cubo.
Al juguete lo pude divisar al fondo de unos papeles dentro del cajón, tomando lugar de la mayor parte del velador. Lo tomé confusa entre mis dedos helados y me arrojé en la cama sosteniéndolo como un objeto preciado.
-Entonces… ¿Cómo te vi en la biblioteca?-pregunte irónicamente al cubo, sabiendo que no obtendría respuesta alguna.
Me mantuve observándolo por segundos que me parecieron interminables en todo su sentido.
Saqué mi cuerpo fuera de la cama para caminar con el cubo hasta el escritorio, lo deje sobre este y abrí con curiosidad el libro extra que había sacado de la biblioteca.
Estaba más que dispuesta a terminar de leer hasta la última línea.
______________________________________________
Me desperté con la mejilla adolorida, igual que mi espalda. Levante mi cuerpo del escritorio, tomando mi cabeza entre una de mis manos.
Abrí bien los ojos para comprender la situación.
-Mierda-murmuré
Me había dormido en el escritorio, leyendo el libro sobre piroquinesis que no me había sacado de ninguna duda, no decía nada raro ni del otro mundo. El libro era una real porquería que tan solo me había quitado tiempo. Lo cerré y tome en mis manos para dejarlo amontonado con el de química. Ambos los devolvería este mismo día.
Mi vista se perdió hasta el cubo que se encontraba a un lado del computador apagado. De seguro la carga se había ido tras pasar toda una noche encendido.
Tome el cubo y camine con el hasta el velador.
Abrí inconscientemente el cajón de este para sacar el regalo de Summer: La foto y un amuleto que había comprado. Aproveché el tiempo y tire el cubo dentro del cajón.
El reloj sobre el velador marcaba las 10: 34 a.m
En otras palabras ¡Estaba atrasada!
Todo mi cuerpo se despertó simultáneamente al recordar que no debía tener un atraso más.
Corrí como desquiciada por mi cuarto mientras me ponía el uniforme que ayer había tirado por ahí luego de llegar de la escuela. Una vez lista moví mis pies hasta la puerta y corrí al cuarto de mi madre considerando que ella también debería estar dormida.
Abrí su cuarto distraída cerrando el chaleco por sobre mi pecho
-¡Mama! ¡Levántate, vamos atrasadas!-termine de cerrar la cremallera y levante la vista para quedarme en blanco-¿Mamá?-mi madre estaba tirada por sobre el piso, en sus manos habían unos medicamentos sin abrir. Su cuerpo estaba inmóvil por sobre la alfombra y con tan solo mirarla podía sentir el frío que corría por sus venas-¡Mama!-corrí hasta su lado con mi vista nublada
Me agaché y tomé su cara entre mis manos temblorosas
-¡Mamá!-grite otra vez. Esperando que despertara
Su boca se abrió levemente debido a la presión de mis manos contra sus mejillas.
-Mamá-pedí una vez más.
Dejé su cabeza sobre el suelo.
Mis ojos soltaban lágrimas como si tan solo sirvieran para aquello. Haciéndome más imposible la vista.
Observe su mano que aferraba las pastillas fuertemente en ella. Me incliné para tomarlas: Medicamentos de yodo.
Salí del cuarto y corrí por un teléfono. Necesitaba con urgencia una ambulancia aquí y ahora.
Capitulo 18
-¿A qué te refieres con que “me invito y eso”?-pregunte a la vez que corría para alcanzar su brazo y obligarla a que se volteara para verme.
-Tan simple como eso-contesto Summer mientras que sus formados rulos castaños caían por sobre sus hombros-Me invito y eso-repitió otra vez
-¿Y tu aceptaste?-pregunte incrédula-¡A ti no te gusta el riesgo!-
-¡Claro que no!-rodeó sus ojos. Solté su brazo de mis manos delicadamente- A Chris le gustan las chicas con riesgos y esas cosas-sonrió mirando hacia el techo del pasillo en el cual estábamos, seguramente recordando algo-Y pues, bueno-se encogió de hombros-Tan simple como eso. Chris me invitó a una carrera, acepte y le ayude-
Enarqué mis cejas y la mire por un momento más
-¡Vamos, Helen!-tomo mi mano obligándole a mis pies que se movieran de las tablas del piso-Se nos hace tarde para química y necesito una compañera-
La mire extrañada esta vez
-Eso significa que-hice gestos con mis dedos en el aire-¿Se acabo el huracán de guerra?-
Mi comentario provocó una risa suelta de parte de Summer
-Sabes que no me puedo enojar por mucho contigo-contesto ella a mi pregunta
-Entonces… todo bien-sonreí y camine a su lado en dirección a la sala de química.
______________________________
La hoja en la que anotaba las formulas químicas estaba al tope. La di vuelta y seguí escribiendo todo lo que me iba dictando Summer después de ver por el microscopio.
-Maldita sea-dijo ella muy bajo-Estas cosas se mueven como locas-
-¿Qué esperabas?-pregunte silenciosa. La profesora odiaba los ruidos que no pertenecían a los instrumentos químicos en su sala-¡Son bacterias!-
-¿Y si las mato?-preguntó quitando su ojo del visor
Le dirigí una mirada de negación
-¡De acuerdo!-levantó sus manos en señal de rendirse-¡Ve tu estas porquerías!-
Del fondo del aula se escucho un ruidoso “Shht” proveniente de la profesora.
-Iré por algún libro que te sirva a la biblioteca. Espérame ¿Si?-Baje del alto banco que estaba alrededor del mesón en el cual descansaban todas las chucherías de la sala.
-¿Crees que podría ir a algún lado con esa vieja refunfuñona vigilando?-pregunto sarcástica a la vez que apuntaba con una de sus manos a sus espaldas, hacia la profesora.
Le sonreí divertida con el tema y me acerqué a paso sigiloso hasta nuestra maestra.
-Voy por unos libros-dije una vez que estuve a su lado
Ella me inspecciono con su mirada perspicaz para luego voltear su vista hacia la clase
-No tardes. Ya llegara la hora de salida y tienen que entregar esto antes de irse-
Salí del aula cerrando la puerta tras de mí. Cruce mis brazos por sobre mi pecho para contra arrestar la ventolera que estaba fuera. Un frío insoportable inundo mi cuerpo, hasta el punto de hacerme imposible mover un músculo.
-Maldición-dije bajo mientras caminaba por los desolados pasillos exteriores-Tuve que haber enviado a Sum por los libros-
Seguí con mi camino hasta la biblioteca sin tomar en cuenta los gélidos alrededores que me tomaban como presa. Las paredes y el suelo estaban aún más heladas que yo.
Giré el picaporte que me daba la entrada a la gran biblioteca de la escuela, en la puerta estaba grabada una frase muy obvia “Bienvenida a la biblioteca”.
Cerré rápidamente la puerta luego de entrar.
Como siempre, todo estaba en su lugar. A mi derecha había un sinfín de mesas con sillas rodeándolas. Tan solo unas pocas alumnas estaban allí, de seguro castigadas, sin contar al viejo bibliotecario sentado en su especial escritorio, a un lado de la entrada.
A la izquierda estaban las grandes e inmensas estanterías, repletas de libros hasta el borde en el que parecía que en cualquier momento los escupirían.
Me abrí paso entre la alfombra que cubría la mayor parte del recinto. Incliné levemente mi cabeza hacia adelante en un gesto de respeto al viejo Josh, el bibliotecario.
Busqué con la mirada por las estanterías algún libro tan viejo como Josh que me fuera útil en química. Entre a un pasillo de sostenedores de libros con la esperanza de toparme con el indicado.
Pero me encontré con algo más interesante: Coraline.
Me acerqué con cuidado hasta su lado, toqué su hombro. Ella me miro con sus enormes ojos verdes, mas asustados que nunca. Exhaló profundamente al reconocer mi rostro.
-Me asustaste-dijo bajo, a la vez que sacaba al azar un libro de la estantería
-Si te asuste significa que estás haciendo alguna maldad-dije en respuesta. Saqué mi mano de su hombro
-¡Adivinas!-sonrió de medio lado
-¿Castigo?-pregunté arqueando una de mis cejas. No me concordaba ver a Coraline en una biblioteca por su voluntad
-¡Sigues adivinando!-sus pies comenzaron a moverse entre la alfombra hasta llegar al fin de la estantería. La seguí a un paso lento
-Bien…-levante los hombros sin importancia
-Toma-me entregó el libro que llevaba en sus manos-No me agradezcas-
Leí la portada “Química de segundo año”
Cuando levante mi rostro vi a Coraline observando a escondidas la salida y a Josh. Claramente planeando su fuga. Dirigió su vista hacia mí
-Entrégame algún libro-pidió volviendo a su posición de maleante a punto de cometer un delito.
Tome algún texto de la estantería más próxima.
Me detuve.
Un hueco había quedado en cuanto saqué el libro. Se podía ver el otro lado de la biblioteca gracias a que no había ningún libro por ambos lados.
El agujero me daba una vista privilegiada al otro lado del lugar, señalando las mesas. Sobre una de las viejas tablas barnizadas pude ver un objeto curioso y familiar: El cubo de Lenin. Este descansaba placenteramente sobre algún libro empolvado.
-¡Helen!-la voz de Coraline me hizo reaccionar.
Me volteé para entregarle el libro y luego intente correr hasta el cubo de juegos. La mano de Coraline aferrada a mi brazo me detuvo.
-Debes hacerme un último favor-pidió con su cara más tierna
-Tienes que esperarme un poco-dije algo aireada. Quería correr y tomar el cubo ahora mismo. Mire a través del agujero a distancia, para comprobar que el cubo seguía allí.
-Retira el libro mientras yo me voy de aquí. Apesta a anciano-
Reí ante ese comentario. Termine por asentir para perderme entre la infinita masa de hojas escritas. Llegué rápidamente hasta allí.
El cubo ya no estaba, pero si pude ver el curioso libro en el que descanso unos segundos antes.
Acerté en decir que su tapa estaba totalmente empolvada.
Lo tome entre mis manos, dejando el libro de Químicas a un lado. Soplé por sobre la tapa para sacar un poco el polvo, luego pase mi mano en un intento de terminar de limpiarlo.
“Edad Media. Piroquinesis”
Un pequeño deja vú cayó a mi entorno sacándome de mi propia estancia.
Todos los recuerdos leídos de los periódicos digitalizados se apropiaron de mi mente. Dejando una oración tras otra, las noticias sobre puestas en sí mismas. Una confusión de letras e información, que a pesar de todo, era entendible.
‘Termine por leer el último periódico de la primera página y detuve el mouse frente a un titular.
“Wells internado en el centro de piroquinesis”’
Mi extraña experiencia termino por escupirme a la realidad tras recordar aquel instante en el que estuve a punto saber toda una verdad desconocida para mí.
Amontoné un libro con otro y corrí hasta Josh.
Dejé rápidamente los libros sobre su escritorio junto con el carné necesario para retirarlos.
Josh los pasó por una extraña máquina que arrojaba unas luces rojas, parecidas a las de supermercado.
Aprovechando el momento, hice señas a Coraline –quién aguardaba impaciente en su escondite- indicándole que era momento de su huida.
Coraline se acercó sigilosa y silenciosa hasta la salida, agachada en cuclillas.
Volteé mi rostro hasta Josh, quién seguía revisando los libros.
-¿A dónde pretende ir?-consulto Josh, observando hacia adelante por sobre sus gafas
-¿Qué?-lo mire inconclusa
-Me refiero a la señorita Coraline, quién parece tener impaciencia por salir a algún lado-
Suspire mientras sentía los pasos de mi amiga alejarse hasta una de las mesas más próximas.
-¡Estuve tan cerca!-exclamó bajo Coraline antes de irse a sentar.
Josh me extendió amablemente los libros juntos con mi carné
-Disfruta los libros. Te recomendaría uno de espionaje para que sepas como hacer buenas señas-Ese último comentario me cayó al estomago. El viejo Josh no era tan estúpido como su cara decía
-Disculpe-intente excusarme a la vez que tomaba los libros
-Calma-me sonrió-No diré nada. Pero en serio, deberías leer un libro de espionaje, son buenos-su sonrisa volvió a aparecer, mostrando un diente de oro
-Gracias-sonreí igualmente-lo tendré en cuenta-
Me apresure a salir para dejar de escuchar los quejos y refunfuños de Coraline. Tenía una tarea que entregar con Summer al final de la clase y tan solo me restaba media hora. El libro extra que me llevé me mantenía curiosa y me obligaba a mantener un paso rápido, deseaba con ansias leerlo.
Además, Coraline tenía toda la razón…. El lugar apestaba a viejo
_____________________________________________
Copié el último texto de la tarea de química y cerré rápidamente el libro que me había entregado Coraline esa misma tarde.
Por una suerte del destino, la profesora de química se había desmayado a causa de una baja de presión por el clima, o algo así. El punto es que nos habían dado hasta mañana para terminar la tarea. Me ofrecí de hacerla yo sola para evitar aprovecharme de Summer en la víspera de su cumpleaños número 14.
Tenía el computador encendido para decirle a mi amiga “Feliz cumpleaños” a través de Facebook. Aunque… sería poco probable que lo viera, pero aún así deseaba ser la primera. Además llevaba el celular para llamarla en el preciso momento que el reloj marcara las 00:00 a.m
Mire al lado de la computadora portátil para observar el libro –que al tal parecer- era de la Edad Media.
Angustiada y con algo de miedo me atreví a tomarlo entre mis dedos.
Antes de hacerlo corrí hasta el velador al otro lado de la pieza para comprobar un detalle que me dejaba fuera de lugar: el cubo.
Al juguete lo pude divisar al fondo de unos papeles dentro del cajón, tomando lugar de la mayor parte del velador. Lo tomé confusa entre mis dedos helados y me arrojé en la cama sosteniéndolo como un objeto preciado.
-Entonces… ¿Cómo te vi en la biblioteca?-pregunte irónicamente al cubo, sabiendo que no obtendría respuesta alguna.
Me mantuve observándolo por segundos que me parecieron interminables en todo su sentido.
Saqué mi cuerpo fuera de la cama para caminar con el cubo hasta el escritorio, lo deje sobre este y abrí con curiosidad el libro extra que había sacado de la biblioteca.
Estaba más que dispuesta a terminar de leer hasta la última línea.
______________________________________________
Me desperté con la mejilla adolorida, igual que mi espalda. Levante mi cuerpo del escritorio, tomando mi cabeza entre una de mis manos.
Abrí bien los ojos para comprender la situación.
-Mierda-murmuré
Me había dormido en el escritorio, leyendo el libro sobre piroquinesis que no me había sacado de ninguna duda, no decía nada raro ni del otro mundo. El libro era una real porquería que tan solo me había quitado tiempo. Lo cerré y tome en mis manos para dejarlo amontonado con el de química. Ambos los devolvería este mismo día.
Mi vista se perdió hasta el cubo que se encontraba a un lado del computador apagado. De seguro la carga se había ido tras pasar toda una noche encendido.
Tome el cubo y camine con el hasta el velador.
Abrí inconscientemente el cajón de este para sacar el regalo de Summer: La foto y un amuleto que había comprado. Aproveché el tiempo y tire el cubo dentro del cajón.
El reloj sobre el velador marcaba las 10: 34 a.m
En otras palabras ¡Estaba atrasada!
Todo mi cuerpo se despertó simultáneamente al recordar que no debía tener un atraso más.
Corrí como desquiciada por mi cuarto mientras me ponía el uniforme que ayer había tirado por ahí luego de llegar de la escuela. Una vez lista moví mis pies hasta la puerta y corrí al cuarto de mi madre considerando que ella también debería estar dormida.
Abrí su cuarto distraída cerrando el chaleco por sobre mi pecho
-¡Mama! ¡Levántate, vamos atrasadas!-termine de cerrar la cremallera y levante la vista para quedarme en blanco-¿Mamá?-mi madre estaba tirada por sobre el piso, en sus manos habían unos medicamentos sin abrir. Su cuerpo estaba inmóvil por sobre la alfombra y con tan solo mirarla podía sentir el frío que corría por sus venas-¡Mama!-corrí hasta su lado con mi vista nublada
Me agaché y tomé su cara entre mis manos temblorosas
-¡Mamá!-grite otra vez. Esperando que despertara
Su boca se abrió levemente debido a la presión de mis manos contra sus mejillas.
-Mamá-pedí una vez más.
Dejé su cabeza sobre el suelo.
Mis ojos soltaban lágrimas como si tan solo sirvieran para aquello. Haciéndome más imposible la vista.
Observe su mano que aferraba las pastillas fuertemente en ella. Me incliné para tomarlas: Medicamentos de yodo.
Salí del cuarto y corrí por un teléfono. Necesitaba con urgencia una ambulancia aquí y ahora.
JaviOfJonas
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
MARATÓN 5/6
Capitulo 19
¿Acaso todos los años tendría que venir a la clínica corriendo para hablar con Charles Stevens sobre la salud de mi madre?
Deje caer mi cuerpo pesadamente sobre una de las sillas en la sala de espera.
El reloj sonaba con un tic-tac interminable, marcando las 1:56 p.m
La sala de espera estaba atestada de gente lloriqueando, caminando de un lado para otro esperando a su respectivo doctor con la esperanza de buenas noticias.
-Deberías haberme llamado, te hubieras ahorrado el viaje en ambulancia-la voz de Lenin a mi izquierda me hizo levantar la cabeza inesperadamente.
El llevaba su uniforme escolar, a su estilo. La corbata colgaba a penas de su cuello con la blusa algo abierta y fuera del pantalón. En uno de sus brazos tenía como presa su chaqueta negra mientras en el hombro traía su mochila. Me regaló una sonrisa a la vez que extendía una bolsa que no había notado.
-¿Qué haces acá?-pregunté extrañada, recibiendo la bolsa blanca de una franquicia de almacenes desconocida
-Escape para venir a verte-cubrió mis temblorosos hombros con su chaqueta.
Antes de salir de la casa corriendo tras mi madre que era llevada al hospital, quite mi chaleco debido al calor que me produjo tal alboroto. Ahora tenía frío.
-Gracias-susurré débilmente
Ocupó lugar en el asiento al lado mío, posando sus codos sobre sus rodillas, inclinó su peso sobre sus brazos.
-En la bolsa te traje algo para que comieras-señalo lo que me había entregado segundos antes.
Abrí la bolsa para encontrarme con patatas fritas y un jugo.
Le sonreí por un segundo
-Gracias, otra vez-me acerqué a su mejilla y le di un beso corto
-¿Qué tal esta tu madre?-preguntó cambiando de posición para quedarse erguido en el asiento
-Supongo que bien-suspire
Lenin levantó sus manos por sobre sus hombros
-Esta vez yo no tuve nada que ver-se defendió antes de que esa idea pasara por mi cabeza
-Lo sé. Dijeron que era una baja de temperatura, o algo así-me encogí de hombros, tirando inconscientemente la chaqueta por sobre mi espalda para quedar amontonada entre esta y el respaldo
-Come algo-dijo tomando la chaqueta para volver a colocarla por sobre mi pecho
Mis piernas tiritaban debido a la corriente de frío que entraba cada vez que alguien abría la puerta. Tuve que haberme puesto un pantalón en vez de la maldita falda a cuadros
-¿Tienes frío?-miro mis piernas por unos segundos y levantó su vista hasta mis ojos
-¿Se nota demasiado?-ahora mis dientes castañeaban.
Tenía que ser tan obvia.
-No te preocupes-paso sus brazos por mis hombros para acercarme hasta él. Su cuerpo siempre era cálido, una eterna primavera acogedora.
Una sensación inexplicable me recorrió el cuerpo que termino dejándome en un re confortable calor.
Lenin acercó su mano hasta la bolsa y me la quitó de las manos. Sacó el paquete de papas fritas para abrirlo con cuidado. Me lo entregó para que comiera.
Rodeé mis ojos y se lo recibí
-¿Sabías que esto es muy insano?-pregunté tomando una papa entre mis dedos fríos como estatua
-¿Sabías que es malo no comer?-giró su rostro hacia mí
-¿Sabías que no comes?-
Él asintió
-Sí, se que yo no como-sonrió haciéndome mofa-Y también se que tú si lo haces. Así que come-
Suspire rendida. Me había ganado.
-¡Helen!-el doctor Charles Stevens estaba parado a un lado de la entrada de urgencias. Su cubre boca blanco lo llevaba bajo su mentón. Una de sus manos estaba ocupada por una pequeña tabla adornada que sujetaba las hojas de información pertenecientes a los pacientes.
Le entregué el paquete de papas fritas a Lenin y corrí hasta su lado. Recibí su mano que estaba extendida hasta mí
-Tu madre está mejor, pero deberá quedarse un par de horas por chequeos médicos. Cosas de rutina-explicó con una sonrisa tranquilizante
-Gracias, doctor-
Lenin llegó hasta mi lado, con el paquete de papitas en sus manos
-Doctor-su harmoniosa voz distrajo la vista de Charles hasta él-¿Acaso es muy malo no comer por un día?-
-Bueno, todo va por el paciente. Pero regularmente es malo-contestó con la misma sonrisa que me había regalado a mí-Si me hablas de patatas fritas-señaló las manos de Lenin-es preferible no comer hasta tener un verdadero desayuno-
Sonreí victoriosa
-Me ganaste-susurró Lenin entre dientes
-Claro que sí-
El doctor Charles nos miro un segundo bastante extrañado y luego volvió a su expresión de serenidad
-Debo irme. Te llamo cualquier cosa, Helen. Vete a clases-miro a Lenin un segundo-tú-dijo hablándole al chico a mi lado-ordénate y ve a clases también-
Lenin entrecerró los ojos.
Intenté aguantar mi risa.
Charles se alejó abriendo las puertas polarizadas de la sala de urgencias para perderse prontamente
-Nadie me dice que hacer-dijo Lenin. Se acercó hasta un basurero y botó las patatas
-¡Oye, me las quería comer!-reclamé quitándole el jugo antes de que terminara como el infeliz paquete de papitas
-Te demoraste demasiado. Me aseguraré de que tengas un buen desayuno-sonrió por unos momentos-Vamos a tu casa y cambia tu ropa. Creo que terminaras como hielo antes de la noche-
__________________________________
Quite la bandeja de mis piernas, dejándola a un lado de la cama, sobre el suelo.
Lenin entró a mi pieza y me miro complacido
-¿Qué tal?-consultó a la vez que se sentaba en el cubre cama
-No sabía que cocinabas tan bien-me extrañe-¿Cómo demonios aprendiste a cocinar sin comer?-
Se encogió de hombros
-Cosas que pasan-comentó riendo.
Reí junto a él.
-¿Ya no tienes frío?-pregunto luego del pequeño momento de risa
-No-negué con mi cabeza.
-Todo bien-me sonrió por unos momentos-Me merezco una recompensa-
Rodeé los ojos divertida.
-Bueno-tomé su cara entre mis manos y acerqué su boca a la mía, jugando tiernamente. Cuando pensé en soltarlo él me acercó aún más a sí, acortando nuestra distancia. El beso estaba tomando un tiempo indefinido, me había dejado en las nubes.
Se lanzó sobre mí para dejarme acostada nuevamente en la cama. Quede presa por su cuerpo.
-Lo que me diste es muy poco-comentó soltando mis labios por unos segundos-quiero más-
_____________________________________________
-¿Qué haces?-consultó Lenin mientras tomaba su chaqueta y la pasaba por sus brazos.
Recogí la bandeja que estaba tirada a un lado de la cama y me encaminé hasta la puerta de mi pieza.
-Debo recoger esto-hice gestos con mi boca para señalar lo que llevaba en mis manos.
-¿Ahora?-termino de colocar su última prenda y camino a mi lado para abrir la puerta por mí, mis manos estaban totalmente ocupadas con la bandeja
-Es de noche-le recordé antes de salir
Lenin fue todo el camino encendiendo y apagando las luces necesarias.
-¿Y?-siguió mis pasos por el pasillo que llevaba a la escalera
-Debería haberla recogido hace un buen tiempo-
Bajé con cuidado los escalones, levantando levemente la bandeja para permitirme algo de vista
-¿Te ayudo?-consultó mientras bajaba a un paso veloz por mi lado
-No te molestes-le sonreí girando mi cabeza para que me viera-Ve a tu casa, tus padres se preocuparan de no ver su automóvil-
Lenin me miro indignado
-¿Estás diciendo que mis padres se preocuparían más por un maldito auto que por su hijo?-
Reí levemente.
Camine despacio hasta la cocina para dejar la bandeja
-Tú nunca llegas a casa a tiempo-comenté entre el trayecto-Estoy segura que para tu familia es normal verte fuera de casa hasta altas horas-mire el reloj. Las 11:38 p.m
-Es cierto-inclinó levemente su cabeza. Se acercó hasta mí.
Dejé la bandeja sobre un mesón libre en la cocina.
Lenin llegó a mi lado para abrazarme, terminando nuestra distancia
-Gracias por lo de esta tarde-comentó a mí oído.
Cerré los ojos intentando quitar de mi mente la escena de hace unas horas
-Te veo luego-dije en respuesta, evitando su comentario
Sonrió suavemente y me miro profundamente
-Es algo normal, todos lo hacen-de seguro lo dijo para tranquilizarme, pero no me quitaba mi angustia
-Lenin. Veté-ordené algo fastidiada
Sentí su risa mientras se apartaba de mis brazos
-Está bien-levantó sus manos-Te amo-dijo alejándose por la puerta de la cocina
-Igual-respondí siguiéndolo hasta el sillón del living, donde lo vi marcharse
-A propósito-se detuvo en el umbral de la puerta principal-Soy estéril-me guiño un ojo con una sonrisa posándose sobre sus labios antes de salir.
Abrí mi boca levemente, totalmente sorprendida.
Eso me eliminaba toda la angustia que había quedado luego de acostarme con él.
Capitulo 19
¿Acaso todos los años tendría que venir a la clínica corriendo para hablar con Charles Stevens sobre la salud de mi madre?
Deje caer mi cuerpo pesadamente sobre una de las sillas en la sala de espera.
El reloj sonaba con un tic-tac interminable, marcando las 1:56 p.m
La sala de espera estaba atestada de gente lloriqueando, caminando de un lado para otro esperando a su respectivo doctor con la esperanza de buenas noticias.
-Deberías haberme llamado, te hubieras ahorrado el viaje en ambulancia-la voz de Lenin a mi izquierda me hizo levantar la cabeza inesperadamente.
El llevaba su uniforme escolar, a su estilo. La corbata colgaba a penas de su cuello con la blusa algo abierta y fuera del pantalón. En uno de sus brazos tenía como presa su chaqueta negra mientras en el hombro traía su mochila. Me regaló una sonrisa a la vez que extendía una bolsa que no había notado.
-¿Qué haces acá?-pregunté extrañada, recibiendo la bolsa blanca de una franquicia de almacenes desconocida
-Escape para venir a verte-cubrió mis temblorosos hombros con su chaqueta.
Antes de salir de la casa corriendo tras mi madre que era llevada al hospital, quite mi chaleco debido al calor que me produjo tal alboroto. Ahora tenía frío.
-Gracias-susurré débilmente
Ocupó lugar en el asiento al lado mío, posando sus codos sobre sus rodillas, inclinó su peso sobre sus brazos.
-En la bolsa te traje algo para que comieras-señalo lo que me había entregado segundos antes.
Abrí la bolsa para encontrarme con patatas fritas y un jugo.
Le sonreí por un segundo
-Gracias, otra vez-me acerqué a su mejilla y le di un beso corto
-¿Qué tal esta tu madre?-preguntó cambiando de posición para quedarse erguido en el asiento
-Supongo que bien-suspire
Lenin levantó sus manos por sobre sus hombros
-Esta vez yo no tuve nada que ver-se defendió antes de que esa idea pasara por mi cabeza
-Lo sé. Dijeron que era una baja de temperatura, o algo así-me encogí de hombros, tirando inconscientemente la chaqueta por sobre mi espalda para quedar amontonada entre esta y el respaldo
-Come algo-dijo tomando la chaqueta para volver a colocarla por sobre mi pecho
Mis piernas tiritaban debido a la corriente de frío que entraba cada vez que alguien abría la puerta. Tuve que haberme puesto un pantalón en vez de la maldita falda a cuadros
-¿Tienes frío?-miro mis piernas por unos segundos y levantó su vista hasta mis ojos
-¿Se nota demasiado?-ahora mis dientes castañeaban.
Tenía que ser tan obvia.
-No te preocupes-paso sus brazos por mis hombros para acercarme hasta él. Su cuerpo siempre era cálido, una eterna primavera acogedora.
Una sensación inexplicable me recorrió el cuerpo que termino dejándome en un re confortable calor.
Lenin acercó su mano hasta la bolsa y me la quitó de las manos. Sacó el paquete de papas fritas para abrirlo con cuidado. Me lo entregó para que comiera.
Rodeé mis ojos y se lo recibí
-¿Sabías que esto es muy insano?-pregunté tomando una papa entre mis dedos fríos como estatua
-¿Sabías que es malo no comer?-giró su rostro hacia mí
-¿Sabías que no comes?-
Él asintió
-Sí, se que yo no como-sonrió haciéndome mofa-Y también se que tú si lo haces. Así que come-
Suspire rendida. Me había ganado.
-¡Helen!-el doctor Charles Stevens estaba parado a un lado de la entrada de urgencias. Su cubre boca blanco lo llevaba bajo su mentón. Una de sus manos estaba ocupada por una pequeña tabla adornada que sujetaba las hojas de información pertenecientes a los pacientes.
Le entregué el paquete de papas fritas a Lenin y corrí hasta su lado. Recibí su mano que estaba extendida hasta mí
-Tu madre está mejor, pero deberá quedarse un par de horas por chequeos médicos. Cosas de rutina-explicó con una sonrisa tranquilizante
-Gracias, doctor-
Lenin llegó hasta mi lado, con el paquete de papitas en sus manos
-Doctor-su harmoniosa voz distrajo la vista de Charles hasta él-¿Acaso es muy malo no comer por un día?-
-Bueno, todo va por el paciente. Pero regularmente es malo-contestó con la misma sonrisa que me había regalado a mí-Si me hablas de patatas fritas-señaló las manos de Lenin-es preferible no comer hasta tener un verdadero desayuno-
Sonreí victoriosa
-Me ganaste-susurró Lenin entre dientes
-Claro que sí-
El doctor Charles nos miro un segundo bastante extrañado y luego volvió a su expresión de serenidad
-Debo irme. Te llamo cualquier cosa, Helen. Vete a clases-miro a Lenin un segundo-tú-dijo hablándole al chico a mi lado-ordénate y ve a clases también-
Lenin entrecerró los ojos.
Intenté aguantar mi risa.
Charles se alejó abriendo las puertas polarizadas de la sala de urgencias para perderse prontamente
-Nadie me dice que hacer-dijo Lenin. Se acercó hasta un basurero y botó las patatas
-¡Oye, me las quería comer!-reclamé quitándole el jugo antes de que terminara como el infeliz paquete de papitas
-Te demoraste demasiado. Me aseguraré de que tengas un buen desayuno-sonrió por unos momentos-Vamos a tu casa y cambia tu ropa. Creo que terminaras como hielo antes de la noche-
__________________________________
Quite la bandeja de mis piernas, dejándola a un lado de la cama, sobre el suelo.
Lenin entró a mi pieza y me miro complacido
-¿Qué tal?-consultó a la vez que se sentaba en el cubre cama
-No sabía que cocinabas tan bien-me extrañe-¿Cómo demonios aprendiste a cocinar sin comer?-
Se encogió de hombros
-Cosas que pasan-comentó riendo.
Reí junto a él.
-¿Ya no tienes frío?-pregunto luego del pequeño momento de risa
-No-negué con mi cabeza.
-Todo bien-me sonrió por unos momentos-Me merezco una recompensa-
Rodeé los ojos divertida.
-Bueno-tomé su cara entre mis manos y acerqué su boca a la mía, jugando tiernamente. Cuando pensé en soltarlo él me acercó aún más a sí, acortando nuestra distancia. El beso estaba tomando un tiempo indefinido, me había dejado en las nubes.
Se lanzó sobre mí para dejarme acostada nuevamente en la cama. Quede presa por su cuerpo.
-Lo que me diste es muy poco-comentó soltando mis labios por unos segundos-quiero más-
_____________________________________________
-¿Qué haces?-consultó Lenin mientras tomaba su chaqueta y la pasaba por sus brazos.
Recogí la bandeja que estaba tirada a un lado de la cama y me encaminé hasta la puerta de mi pieza.
-Debo recoger esto-hice gestos con mi boca para señalar lo que llevaba en mis manos.
-¿Ahora?-termino de colocar su última prenda y camino a mi lado para abrir la puerta por mí, mis manos estaban totalmente ocupadas con la bandeja
-Es de noche-le recordé antes de salir
Lenin fue todo el camino encendiendo y apagando las luces necesarias.
-¿Y?-siguió mis pasos por el pasillo que llevaba a la escalera
-Debería haberla recogido hace un buen tiempo-
Bajé con cuidado los escalones, levantando levemente la bandeja para permitirme algo de vista
-¿Te ayudo?-consultó mientras bajaba a un paso veloz por mi lado
-No te molestes-le sonreí girando mi cabeza para que me viera-Ve a tu casa, tus padres se preocuparan de no ver su automóvil-
Lenin me miro indignado
-¿Estás diciendo que mis padres se preocuparían más por un maldito auto que por su hijo?-
Reí levemente.
Camine despacio hasta la cocina para dejar la bandeja
-Tú nunca llegas a casa a tiempo-comenté entre el trayecto-Estoy segura que para tu familia es normal verte fuera de casa hasta altas horas-mire el reloj. Las 11:38 p.m
-Es cierto-inclinó levemente su cabeza. Se acercó hasta mí.
Dejé la bandeja sobre un mesón libre en la cocina.
Lenin llegó a mi lado para abrazarme, terminando nuestra distancia
-Gracias por lo de esta tarde-comentó a mí oído.
Cerré los ojos intentando quitar de mi mente la escena de hace unas horas
-Te veo luego-dije en respuesta, evitando su comentario
Sonrió suavemente y me miro profundamente
-Es algo normal, todos lo hacen-de seguro lo dijo para tranquilizarme, pero no me quitaba mi angustia
-Lenin. Veté-ordené algo fastidiada
Sentí su risa mientras se apartaba de mis brazos
-Está bien-levantó sus manos-Te amo-dijo alejándose por la puerta de la cocina
-Igual-respondí siguiéndolo hasta el sillón del living, donde lo vi marcharse
-A propósito-se detuvo en el umbral de la puerta principal-Soy estéril-me guiño un ojo con una sonrisa posándose sobre sus labios antes de salir.
Abrí mi boca levemente, totalmente sorprendida.
Eso me eliminaba toda la angustia que había quedado luego de acostarme con él.
JaviOfJonas
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
MARATÓN 6/6
Capitulo 20
Summer me debe estar odiando con toda su alma. ¿Cómo olvide su cumpleaños cuando era lo principal durante mi día de ayer?
Cierto… Lo olvide gracias a mi madre y Lenin.
Guardé el paquete de regalo rosa dentro de mi bolso y lo cerré para colgarlo rápidamente sobre mi hombro. Me lancé escaleras abajo.
Tenía que desayunar pronto y evitarme un atraso.
Abrí el refrigerador para toparme con una grata sorpresa. Tomé la nota escrita en un papel cuadrille, parecía la ortografía de Lenin.
“Te dejé desayuno. Si no te lo comes lo sabré, y tú sabes que lo sabré”
Sonreí levemente y saqué el platillo que contenía un omelette preparado por Lenin la tarde anterior. Lo calenté dentro del microondas.
Camine hasta un mesón por el jarro de jugo. Saqué un vaso y serví una cantidad de jugo de piña dentro de este.
Entre eso logré ver el automóvil de Lenin en la acera.
-O no se fue, o llegó muy temprano-comenté bajo.
El pito que señalaba que la comida ya estaba lista me hizo voltear.
Quité la comida del microondas para caminar con el plato en una de mis manos y el vaso en otra. Me acerqué a la mesa y me senté a comer.
-Qué bueno que me haces caso-Lenin estaba parado en el umbral de la puerta de la cocina.
Lo mire resignada mientras tragaba la comida
-Respondiendo a lo que pensaste hace unos segundos, si me fui a mi casa. De hecho, llegué aquí unos segundos antes de que bajarás-comentó entrando. Se sentó a mi lado
-Que bueno-dije bajo
Lenin se levanto rápidamente y comenzó a rondar por la casa sin sentido alguno.
Seguí comiendo apresurada, se me empezaba a hacer más tarde. Termine mi desayuno y corrí para tirar los trastos sucios dentro del lavaplatos.
-¿Qué es esto?-Lenin entró con el libro que había retirado de la biblioteca.
Encontró el libro sobre piroquinesis
-Maldición-farfulle a la vez que limpiaba una pequeña gota del jugo de piña que se escapaba por una de las comisuras de mi labio
______________________________________________
-Si querías saber más sobre esto, pudiste haberme preguntado-su tono de voz era algo más grave que de costumbre, supuse que debía estar enojado
-Lo siento, pero fue una casualidad-intenté defenderme
Me miro penetrando mi alma con sus ojos pardos
-Prométeme que la próxima vez que quieras saber algo sobre esto me preguntarás a mí-pidió una vez que detuvo el automóvil fuera de mi escuela
-Te lo prometo-le sonreí
Obtuve una sonrisa por respuesta.
Me acerqué a sus labios para tocarlos con los míos antes de entrar a clases, eso me animaría mi mañana.
Salí del automóvil y corrí rápidamente dentro de la escuela.
Lancé un suspiro antes de entrar a mi sala de clases tras una carrera en la que vote todo a mi paso.
Vi a Summer en nuestro usual banco. La mire con cara de pena antes de acercarme hasta ella.
-Me debes estar odiando, lo sé y lo comprendo-dije bajo mientras acomodaba mi bolso en el respaldo de mi silla-Pero mi madre ayer quedó en el hospital, estuve con ella toda la mañana y no quise venir luego de ese episodio-
Summer me miro algo desconfiada
-Pudiste haber ido a mi casa-contestó desviando sus ojos a la mesa
-Bueno-no tenía en mente contarle mí tarde con Lenin, por lo menos no ahora- ¡Feliz cumpleaños!-abrí mi bolso y saqué el paquete rosa para entregárselo a Summer
Ella me observó de pies a cabeza y recibió el paquete con algo de ansias.
Lo abrió para toparse con la foto de Zac autografiada –la había enmarcado para que se viera mejor-
Sum me observó con unos ojos enormes
-¿De dónde la sacaste?-preguntó presionándola contra su pecho
-Me la dio Zac-le sonreí por un momento.
Summer chilló como rata y se levantó de su silla para saltar de un lado a otro.
-¡Tengo una fotografía de Zac Efron autografiada!-su voz retumbo por la sala de clases.
El murmulló ruidoso de nuestras compañeras calló frente el grito de mi amiga
-¡Bien hecho, Summer!-exclamé antes de tomarla de un brazo y obligarla a correr de la clase entera que parecía tiburón tras nosotras, todo por la hermosa fotografía.
_____________________________________
Camine entre la vacía biblioteca y me dirigí hasta una de las esquinas con los dos libros prestados entre mis manos.
Las clases habían acabado por esta semana y era increíble el silencio en la escuela luego de la retirada de las alumnas.
Puse los libros sobre el mesón de Josh.
Él me miro sonriente –mostrando su diente de oro- Reviso los libros por sobre sus gafas antes de hablarme
-Muy bien, Helen-hizo una pausa-Siempre devuelves a tiempo-me extendió el carné
-Gracias-recibí la tarjeta para guardarla en uno de los bolsillos de la falda
-¿Querrás los libros de espionaje?-consultó poniendo los textos que le entregué a un lado, amontonados con otros
-No, gracias Josh-con él tenía una especie de confianza. Debido a mis años de impopularidad anteriores, me había refugiado en la biblioteca, donde hice amistad con Josh y conocí a Summer. Un año después de conocerla me cambie a su clase.
-Bien-siguió con su trabajo de renovar algunos permisos
El celular en mi bolso vibró fuertemente y resonó como nunca antes debido al silencio
Josh me observó molesto unos segundos
-Ya sabes las reglas-comentó
Asentí y tomé el celular.
Corrí fuera de la biblioteca para contestar, era Summer.
-¡Hola!-su grito me dejo casi sorda
-Hola-dije bajo, cambiando el celular de oreja.
Camine rápido hasta la salida, no quería quedarme encerrada otra vez
-¿Aún no te vas?-preguntó algo feliz.
-No-respondí juntando mis cejas-¿Qué sucede?-aumenté mi velocidad para llegar pronto a la recepción
-Nada, nada-demoró en contestar-Chris paso por mí y me preguntaba si tú….-
La interrumpí
-Prefiero irme sola, no deseo subirme a un auto con él-dije algo enfadada.
Supuse que Summer debió enfadarse por mi odio a su novio.
Salí de la escuela para toparme a frente con el Mazda azul eléctrico de Chris. La parejita estaba sobre el auto.
Suspire y cerré la llamada
-¿De verdad que no quieres?-preguntó Sum bajando su ventana
Asentí y fingí una sonrisa.
-¡Te quiero, amiga!-gritó por sobre el motor que comenzó a rugir segundos antes-¡Cuídate!-
-¡Yo me encargaré de aquello!-aseguró Lenin a mi lado
¿Cuándo llegó aquí?
Vi como la cara de Chris cambiaba a una expresión seria total.
El automóvil tuneado dio marcha rápida para perderse en la calle
-¿Tienes frío?-consultó Lenin volteando su cuerpo para verme
Negué con mi cabeza y señalé rápidamente mis piernas
-¡Panty medias!-exclamé sonriente
Lenin rió.
Me tomé de uno de sus brazos mientras caminábamos a un paso lento hasta lo que supuse que sería el Peugeot de sus padres.
-¿Aún no les devuelves el automóvil?-osé en preguntar antes de llegar al transporte que era propiedad de los padres de Lenin
Él negó con su cabeza
-Ya no es necesario-me observó mostrando levemente sus dientes-Me lo regalaron-
-¿Así?-pregunté sorprendida
Supuse que más bien debió decir “Mis padres se resignaron a la idea de que se los devolviera”
Asintió con su cabeza, desviando su mirada hasta un punto especifico de la plaza frente a mi escuela. Los músculos de su cuerpo se tornaron rígidos.
-¿Qué sucede?-pregunté intentando ver
Lenin se detuvo frente al Peugeot, me abrió rápidamente la puerta de copiloto y corrió hasta su asiento, ignorando de por sí mi pregunta
Antes de entrar, mire por sobre el techo del automóvil hasta el punto exacto del parque. Había un pequeño grupo de chicos observándonos cautelosamente.
-¿Qué fue eso?-
Entré cerrando rápidamente la puerta. Lenin ya estaba a mi lado y encendió el motor en cuanto pudo para poner marcha.
-Lenin-pedí que me observará-¿Qué fue?-
-Nada, no te preocupes-su voz forzadamente serena me indicó que entre esos chicos había un factor escondido
-Dime-
-No, Hel-presionó el volante entre sus dedos
Suspire.
Lenin posó una de sus manos sobre mi pierna izquierda, soltando por unos leves segundos el volante y tomando mi total atención
-Cálmate, no fue nada-me regaló una sonrisa.
Observé su cara cautelosamente, un extraño detalle que ya había notado días anteriores se había hecho presente una vez más.
El color gris claro -entre verde- tomó audiencia en sus ojos. Era una pequeña sensación escalofriante, su cara parecía llena de ira o algo por el estilo.
-Bien-dije simulando no haber notado nada.
Este ya había dejado de ser un efecto por la luz.
________________________________
Capitulo 20
Summer me debe estar odiando con toda su alma. ¿Cómo olvide su cumpleaños cuando era lo principal durante mi día de ayer?
Cierto… Lo olvide gracias a mi madre y Lenin.
Guardé el paquete de regalo rosa dentro de mi bolso y lo cerré para colgarlo rápidamente sobre mi hombro. Me lancé escaleras abajo.
Tenía que desayunar pronto y evitarme un atraso.
Abrí el refrigerador para toparme con una grata sorpresa. Tomé la nota escrita en un papel cuadrille, parecía la ortografía de Lenin.
“Te dejé desayuno. Si no te lo comes lo sabré, y tú sabes que lo sabré”
Sonreí levemente y saqué el platillo que contenía un omelette preparado por Lenin la tarde anterior. Lo calenté dentro del microondas.
Camine hasta un mesón por el jarro de jugo. Saqué un vaso y serví una cantidad de jugo de piña dentro de este.
Entre eso logré ver el automóvil de Lenin en la acera.
-O no se fue, o llegó muy temprano-comenté bajo.
El pito que señalaba que la comida ya estaba lista me hizo voltear.
Quité la comida del microondas para caminar con el plato en una de mis manos y el vaso en otra. Me acerqué a la mesa y me senté a comer.
-Qué bueno que me haces caso-Lenin estaba parado en el umbral de la puerta de la cocina.
Lo mire resignada mientras tragaba la comida
-Respondiendo a lo que pensaste hace unos segundos, si me fui a mi casa. De hecho, llegué aquí unos segundos antes de que bajarás-comentó entrando. Se sentó a mi lado
-Que bueno-dije bajo
Lenin se levanto rápidamente y comenzó a rondar por la casa sin sentido alguno.
Seguí comiendo apresurada, se me empezaba a hacer más tarde. Termine mi desayuno y corrí para tirar los trastos sucios dentro del lavaplatos.
-¿Qué es esto?-Lenin entró con el libro que había retirado de la biblioteca.
Encontró el libro sobre piroquinesis
-Maldición-farfulle a la vez que limpiaba una pequeña gota del jugo de piña que se escapaba por una de las comisuras de mi labio
______________________________________________
-Si querías saber más sobre esto, pudiste haberme preguntado-su tono de voz era algo más grave que de costumbre, supuse que debía estar enojado
-Lo siento, pero fue una casualidad-intenté defenderme
Me miro penetrando mi alma con sus ojos pardos
-Prométeme que la próxima vez que quieras saber algo sobre esto me preguntarás a mí-pidió una vez que detuvo el automóvil fuera de mi escuela
-Te lo prometo-le sonreí
Obtuve una sonrisa por respuesta.
Me acerqué a sus labios para tocarlos con los míos antes de entrar a clases, eso me animaría mi mañana.
Salí del automóvil y corrí rápidamente dentro de la escuela.
Lancé un suspiro antes de entrar a mi sala de clases tras una carrera en la que vote todo a mi paso.
Vi a Summer en nuestro usual banco. La mire con cara de pena antes de acercarme hasta ella.
-Me debes estar odiando, lo sé y lo comprendo-dije bajo mientras acomodaba mi bolso en el respaldo de mi silla-Pero mi madre ayer quedó en el hospital, estuve con ella toda la mañana y no quise venir luego de ese episodio-
Summer me miro algo desconfiada
-Pudiste haber ido a mi casa-contestó desviando sus ojos a la mesa
-Bueno-no tenía en mente contarle mí tarde con Lenin, por lo menos no ahora- ¡Feliz cumpleaños!-abrí mi bolso y saqué el paquete rosa para entregárselo a Summer
Ella me observó de pies a cabeza y recibió el paquete con algo de ansias.
Lo abrió para toparse con la foto de Zac autografiada –la había enmarcado para que se viera mejor-
Sum me observó con unos ojos enormes
-¿De dónde la sacaste?-preguntó presionándola contra su pecho
-Me la dio Zac-le sonreí por un momento.
Summer chilló como rata y se levantó de su silla para saltar de un lado a otro.
-¡Tengo una fotografía de Zac Efron autografiada!-su voz retumbo por la sala de clases.
El murmulló ruidoso de nuestras compañeras calló frente el grito de mi amiga
-¡Bien hecho, Summer!-exclamé antes de tomarla de un brazo y obligarla a correr de la clase entera que parecía tiburón tras nosotras, todo por la hermosa fotografía.
_____________________________________
Camine entre la vacía biblioteca y me dirigí hasta una de las esquinas con los dos libros prestados entre mis manos.
Las clases habían acabado por esta semana y era increíble el silencio en la escuela luego de la retirada de las alumnas.
Puse los libros sobre el mesón de Josh.
Él me miro sonriente –mostrando su diente de oro- Reviso los libros por sobre sus gafas antes de hablarme
-Muy bien, Helen-hizo una pausa-Siempre devuelves a tiempo-me extendió el carné
-Gracias-recibí la tarjeta para guardarla en uno de los bolsillos de la falda
-¿Querrás los libros de espionaje?-consultó poniendo los textos que le entregué a un lado, amontonados con otros
-No, gracias Josh-con él tenía una especie de confianza. Debido a mis años de impopularidad anteriores, me había refugiado en la biblioteca, donde hice amistad con Josh y conocí a Summer. Un año después de conocerla me cambie a su clase.
-Bien-siguió con su trabajo de renovar algunos permisos
El celular en mi bolso vibró fuertemente y resonó como nunca antes debido al silencio
Josh me observó molesto unos segundos
-Ya sabes las reglas-comentó
Asentí y tomé el celular.
Corrí fuera de la biblioteca para contestar, era Summer.
-¡Hola!-su grito me dejo casi sorda
-Hola-dije bajo, cambiando el celular de oreja.
Camine rápido hasta la salida, no quería quedarme encerrada otra vez
-¿Aún no te vas?-preguntó algo feliz.
-No-respondí juntando mis cejas-¿Qué sucede?-aumenté mi velocidad para llegar pronto a la recepción
-Nada, nada-demoró en contestar-Chris paso por mí y me preguntaba si tú….-
La interrumpí
-Prefiero irme sola, no deseo subirme a un auto con él-dije algo enfadada.
Supuse que Summer debió enfadarse por mi odio a su novio.
Salí de la escuela para toparme a frente con el Mazda azul eléctrico de Chris. La parejita estaba sobre el auto.
Suspire y cerré la llamada
-¿De verdad que no quieres?-preguntó Sum bajando su ventana
Asentí y fingí una sonrisa.
-¡Te quiero, amiga!-gritó por sobre el motor que comenzó a rugir segundos antes-¡Cuídate!-
-¡Yo me encargaré de aquello!-aseguró Lenin a mi lado
¿Cuándo llegó aquí?
Vi como la cara de Chris cambiaba a una expresión seria total.
El automóvil tuneado dio marcha rápida para perderse en la calle
-¿Tienes frío?-consultó Lenin volteando su cuerpo para verme
Negué con mi cabeza y señalé rápidamente mis piernas
-¡Panty medias!-exclamé sonriente
Lenin rió.
Me tomé de uno de sus brazos mientras caminábamos a un paso lento hasta lo que supuse que sería el Peugeot de sus padres.
-¿Aún no les devuelves el automóvil?-osé en preguntar antes de llegar al transporte que era propiedad de los padres de Lenin
Él negó con su cabeza
-Ya no es necesario-me observó mostrando levemente sus dientes-Me lo regalaron-
-¿Así?-pregunté sorprendida
Supuse que más bien debió decir “Mis padres se resignaron a la idea de que se los devolviera”
Asintió con su cabeza, desviando su mirada hasta un punto especifico de la plaza frente a mi escuela. Los músculos de su cuerpo se tornaron rígidos.
-¿Qué sucede?-pregunté intentando ver
Lenin se detuvo frente al Peugeot, me abrió rápidamente la puerta de copiloto y corrió hasta su asiento, ignorando de por sí mi pregunta
Antes de entrar, mire por sobre el techo del automóvil hasta el punto exacto del parque. Había un pequeño grupo de chicos observándonos cautelosamente.
-¿Qué fue eso?-
Entré cerrando rápidamente la puerta. Lenin ya estaba a mi lado y encendió el motor en cuanto pudo para poner marcha.
-Lenin-pedí que me observará-¿Qué fue?-
-Nada, no te preocupes-su voz forzadamente serena me indicó que entre esos chicos había un factor escondido
-Dime-
-No, Hel-presionó el volante entre sus dedos
Suspire.
Lenin posó una de sus manos sobre mi pierna izquierda, soltando por unos leves segundos el volante y tomando mi total atención
-Cálmate, no fue nada-me regaló una sonrisa.
Observé su cara cautelosamente, un extraño detalle que ya había notado días anteriores se había hecho presente una vez más.
El color gris claro -entre verde- tomó audiencia en sus ojos. Era una pequeña sensación escalofriante, su cara parecía llena de ira o algo por el estilo.
-Bien-dije simulando no haber notado nada.
Este ya había dejado de ser un efecto por la luz.
________________________________
Fin de la maratón (:
Las amoo muchito chicas!
Espero que esten bien y que hayan disfrutado de la maratón!! (:
xoxo
Javi's Jonas
Las amoo muchito chicas!
Espero que esten bien y que hayan disfrutado de la maratón!! (:
xoxo
Javi's Jonas
JaviOfJonas
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
mencantaron'
Ya tenia demaciadas ganas de leer(:
amo esta novela'
Ya qiero saber porqe le cambian los ojos a Lenin porqe la verdad
nunca crei qe fuera por la luz--..
SubeProntoPlxx'
Ya tenia demaciadas ganas de leer(:
amo esta novela'
Ya qiero saber porqe le cambian los ojos a Lenin porqe la verdad
nunca crei qe fuera por la luz--..
SubeProntoPlxx'
uncool.
Re: "Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)
me encanto la maratoooooooo! :bounce: al fin puedo leerte :cheers:
muy buenos caps, y yo tambien quiero saber que pasa con los ojos de lenin :scratch:
gracias por la maraton y cuidate :hug:
muy buenos caps, y yo tambien quiero saber que pasa con los ojos de lenin :scratch:
gracias por la maraton y cuidate :hug:
Patu
Página 7 de 12. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8 ... 10, 11, 12
Temas similares
» "Despertar (Vida de una adolescente aburrida)" (Lenin y Helen)
» EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
» SAVE YOU TONIGHT -NOVELA ZAYLEN CAPÍTULO 26# the sister
» [Resuelto]El Alumno Nuevo (Niall Horan) (Terminada)
» Rock me ( ziall , Larry ) segunda temporada Terminada -epilogo publicado
» EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
» SAVE YOU TONIGHT -NOVELA ZAYLEN CAPÍTULO 26# the sister
» [Resuelto]El Alumno Nuevo (Niall Horan) (Terminada)
» Rock me ( ziall , Larry ) segunda temporada Terminada -epilogo publicado
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 12.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.