"Placeres Nocturnos" (Nick Jonas)

por Invitado Vie 24 Jul 2009, 8:08 pm

Olaaa :P
pues es la primera ves k publiko
una nove akii :D
spero ii les guste :D
staba a punto de publikarla en otro foro
pero las chavas no kisieron k por el nombre
ii los kapitulos :S
en vdd no tiene nda de malo
pk tiene partes mui lindas no solo es
sexo sexo sexo :P

esto es una adaptaciion mui buena :D

spero la diisfruutenn :D

un besoo ((KK))

Gatiita

SINOPSIS

¿Alguna vez has querido saber cómo es ser inmortal? ¿Viajar a través de la noche persiguiendo a los vampiros que se alimentan de los humanos? ¿Tener riqueza y poder ilimitados?

Ésa es mi existencia, una existencia oscura y peligrosa. Juego a ser el héroe para muchos, pero nadie me conoce. Y me encanta cada minuto de ese juego. O eso era lo que pensaba hasta la noche en que me desperté esposado a mi peor pesadilla: Alice (tu). Ella es inteligente, sexy e ingeniosa, y no quiere saber nada con lo paranormal... en otros términos, conmigo.

Mi atracción por Alice Devereaux va contra todo lo que represento. Por no mencionar que la última vez que me enamoré no sólo me costó mi vida humana, sino también mi misma alma. Pero cada vez que la miro, me encuentro deseando intentarlo de nuevo. Queriendo creer que el amor y la lealtad existen.

Lo más inquietante, es que me pregunto si hay una manera de que una mujer como Alice pueda amar a un hombre cuyas cicatrices de batalla lo han marcado profundamente, y cuyo corazón está dañado por una traición tan salvaje que no estoy seguro de que alguna vez lata de nuevo.

Nicholas de Tracia

por Invitado Vie 24 Jul 2009, 9:36 pm

"Placeres Nocturnos" (Nick Jonas) 167695056

osea!!!!!! esta increible!!!!!!!!!!!!

plis siguela pronto!!!!!

por **MaryPeters** Sáb 25 Jul 2009, 1:11 am

Jollen escribió:

osea!!!!!! esta increible!!!!!!!!!!!!

plis siguela pronto!!!!!

estoy muy de acuerdo con ella esta super ahhh siguela :face:

por Invitado Sáb 25 Jul 2009, 7:18 am

por Invitado Dom 26 Jul 2009, 11:13 am

PROLOGO

Una leyenda Griega

Acostumbrado a las riquezas desde el momento de su nacimiento, Nicholas de Tracia manejaba su carisma y su encanto con la misma destreza que empuñaba la espada. Valeroso y audaz, regía a los que lo rodeaban mostrando en toda ocasión el lado más apasionado de su carácter.

Ardiente, salvaje e impaciente, su vida siempre era arriesgada. No conocía el peligro, no establecía límites. El mundo era su alimento y había prometido saciarse.

Con la fuerza de Ares, el cuerpo y el rostro de Adonis y los sensuales dones de Afrodita se veía acosado por toda mujer que posase los ojos en él. Lo deseaban y soñaban con poseer al orgulloso príncipe guerrero cuyas caricias –según se aseguraba– eran lo más cercano al goce paradisíaco que una mujer pudiese conocer.

Pero no era un hombre cuyo corazón se domase con facilidad.

Vivía intensamente, aprovechando cada instante, gozando de todos sus sentidos y satisfaciendo todos y cada uno de sus salvajes deseos. Gozaba dando placer tanto como recibiéndolo.

Las escasas mujeres que habían logrado pasar una noche de éxtasis a su lado, trataban con despótico desprecio a aquéllas que sólo podían soñar con acariciar aquel exquisito cuerpo.

Porque él era la Pasión. El Deseo. Sensual y ardiente.

Un guerrero desde su nacimiento, respetado y temido por todo el que lo conocía. En la época en la que el Imperio Romano era invencible, se encargó él solo de rechazar su avance con la misma destreza que un héroe, y llenó su nombre y su reino de riquezas y gloria. Durante un tiempo, se dijo que sería el soberano de todo el mundo conocido.

Hasta que un brutal acto de traición lo convirtió en el Soberano de la Noche.

Ahora camina por el sombrío reino que separa la Vida del Inframundo. No es ni hombre ni bestia; su naturaleza es completamente diferente.

Es la Soledad. La Oscuridad.

Una sombra nocturna.

Un espíritu incansable y solitario cuyo destino no es otro que salvar a los humanos que lo desprecian y lo temen. No conocerá la paz ni el descanso hasta que encuentre a la mujer que esté dispuesta a no traicionarlo. Un corazón puro que vea más allá de su lado tenebroso y lo devuelva a la luz.

por Invitado Mar 28 Jul 2009, 9:58 am

CAPITULO 1

–Pues yo digo que deberíamos meterlo en un hormiguero y arrojarle unas miguitas de pan.

Alice Devereaux rió ante la sugerencia de Breyda. Su hermana mayor siempre conseguía hacerla reír, sin importar la tragedia en la que estuviese inmersa. Y eso era exactamente lo que estaba haciendo, sentada en el puesto donde Breyda leía el tarot y la líneas de la mano en Jackson Square una fría tarde de domingo, en lugar de estar metida en la cama con las mantas hasta las orejas.

Todavía sonriendo ante la imagen de millones de hormigas mordisqueando el pálido y blandengue cuerpo de Cliff, Alice echó un vistazo a los turistas que atestaban la zona comercial de Nueva Or-leáns, aun en un oscuro día de noviembre.

Tanto las nubes como el cielo tenían un color gris plomizo que casaba a la perfección con el humor huraño de Alice.

La mayoría de los vendedores ambulantes de Jackson Square ni siquiera se molestaba en colocar los puestos durante el invierno, pero su hermana Breyda consideraba que el suyo era un tesoro tan importante como la Catedral de San Louis, que se alzaba tras ellas.
Menudo tesoro...

La sencilla mesa donde echaba las cartas estaba cubierta por una faldilla púrpura que había hecho su madre, añadiendo unos «encantamientos» especiales conocidos tan sólo por su familia.

Madam Breyda, la «Señora de la Luna» –como Brey era conocida–, estaba sentada tras la mesita con una ancha falda de ante verde, un jersey de punto morado y un enorme abrigo negro y plateado.

La extraña indumentaria de su hermana contrastaba enormemente con los vaqueros desgastados de Alice, su jersey rosa de ochos y su polar color café. A diferencia de su extravagante familia, Alice odiaba destacar. Prefería confundirse con el entorno.

–He terminado con los hombres –dijo Alice–. Cliff fue la última parada del tren a ninguna parte. Estoy cansada de desperdiciar mi tiempo y mis energías con ellos. De ahora en adelante, voy a dedicar toda mi atención a la contabilidad.

Brey frunció los labios con disgusto mientras barajaba las cartas del tarot.

–¿Contabilidad? ¿Estás segura de que no te cambiaron al nacer?

Alice soltó una débil carcajada.

–En realidad, estoy segura de que eso fue lo que ocurrió. Me gustaría que mi verdadera familia me reclamara antes de que sea demasiado tarde y se manifieste cualquier rareza.

Breyda se rió de ella, mientras disponía las cartas de tarot para leerlas.

–¿Sabes cuál es tu problema?

–Soy demasiado remilgada e histérica –dijo Alice, con las mismas palabras que su madre y sus ocho hermanas mayores solían usar para referirse a ella.

–Bueno, sí, eso también. Pero estoy pensando que lo que necesitas es ampliar tus horizontes. Deja de ir detrás de esos tipos con corbata apretada, que no dejan de quejarse y llorar a su mami porque no tienen vida. Tú, hermanita, necesitas una sexcapada con un hombre que acelere tu corazón. Me refiero a alguien verdaderamente imprudente y salvaje.

–¿Alguien como Ricardo? –preguntó Alice con una sonrisa, pensando en el marido de Breyda, que era aún más remilgado que ella.

Breyda negó con la cabeza.

–¡Oh, no!, eso es diferente. Mira, en nuestro caso, yo soy la salvaje y la imprudente, la que lo salva de caer en el aburrimiento. Por eso nos complementamos a la perfección. Pero tú no te complementas. Tú y tus novios ocupan los primeros peldaños en la escalera que lleva a la Ciudad del Aburrimiento.

–Oye, me gustan mis tipos aburridos. Son dignos de confianza y no tienes que preocuparte por sus subidas de testosterona. Soy una chica beta; en todo.

Breyda resopló y siguió sacando cartas.

–Me da la sensación de que necesitas unas cuantas sesiones con _________.

Amanda hizo una mueca burlona.

–¡Ja! como si necesitase una cita con una sexóloga que se ha casado con un esclavo sexual griego al que invocó a través de un libro… No, gracias.

A pesar de sus palabras, a Alice le caía bastante bien _________ Alexander. A diferencia de la multitud de amigos extravagantes de Breyda, _________ siempre había sido felizmente normal y con los pies bien plantados en el suelo.

–Por cierto, ¿cómo le va?

–Estupendamente. Nick aprendió a andar hace dos días y ahora no hay quien lo pare.

Amanda sonrió al imaginarse al adorable bebé y a su hermana melliza. Le encantaba hacer de canguro cuando ________ y Joe salían.

–¿Cuándo está previsto que dé a luz?

–A primeros de marzo.

–Supongo que estarán encantados –dijo, con un pequeño aguijonazo de celos. Siempre había deseado una casa llena de niños, pero a los veintidos sus perspectivas parecían ser escasas. Especialmente, porque no encontraba ningún hombre dispuesto a tener descendencia con una mujer cuya familia al completo era demente.

–¿Sabes? –siguió Breyda con esa mirada especulativa que hacía que Alice se estremeciera–. Joe tiene un hermano, también víctima de una maldición que lo condena a permanecer en un libro. Podrías intentar…

–Rotundamente no, gracias. Recuerda que soy la única que aborrece toda esta basura paranormal. Quiero un hombre humano, normal y agradable, no un demonio.

–Ares es un dios griego, no un demonio.

–En mi manual, las dos cosas se parecen bastante.

Créeme, ya me he cansado de vivir en una casa con nueve personas lanzando hechizos y todo ese rollo del abracadabra. Quiero normalidad en mi vida.

–La normalidad es aburrida.

–¿Por qué no la pruebas antes de darle la patada?

Breyda se rió.

–Algún día, hermanita, vas a tener que aceptar la otra mitad de tus genes.

Alice hizo caso omiso de esas palabras mientras sus pensamientos regresaban a su ex-prometido. Había creído sinceramente que Cliff era el hombre de su vida. Un administrativo agradable, tranquilo y medianamente atractivo, al que ella había tomado por su media naranja.
Hasta que el conoció a su familia.

¡Uf! Durante los seis últimos meses había dado largas a la presentación, sabiendo lo que podría ocurrir. Pero él había insistido tanto que, al final, la última noche cedió.
Cerró los ojos y se estremeció al recordar a su hermana gemela, Alicia, recibiéndolo en la puerta ataviada de pies a cabeza con la vestimenta gótica que usaba para perseguir vampiros. El conjunto se completaba con una ballesta que alicia se empeñó en mostrarle, además de su colección completa de shurikens.

«Ésta es especial. Puede abrir la cabeza de un vampiro a más de doscientos metros».

Por si eso no hubiese sido suficiente, su madre y sus tres hermanas mayores estaban preparando un hechizo de protección para Alicia en la cocina.

Y lo peor, lo más horrible, llegó cuando Cliff bebió inadvertidamente de la taza de Alicia, que contenía su poción energética hecha a base de cuajada, tabasco, yema de huevo y hojas de té.

Tuvo arcadas durante una hora.

Más tarde, Cliff la llevó a casa en su coche.

«No puedo casarme con una mujer con semejante familia», le dijo mientras ella le devolvía el anillo de compromiso. «¡Dios Santo! ¿Y si tuviésemos hijos? ¿Te imaginas que ocurriría si alguno de ellos fuese así de rarito?»

CONTINUA

por Invitado Mar 28 Jul 2009, 11:48 pm

wow osea, te juro q me encanto el prologo
osea, quede asi baba

ja ja, plis siguela pronto!!!!!!!!!!!

por **Leelan_Soteria** Miér 29 Jul 2009, 1:18 am

siguela

por Invitado Vie 31 Jul 2009, 7:49 pm

ah ya tiene mucho q no subes cap "Placeres Nocturnos" (Nick Jonas) 2039594227

eso esta mal muy mal

plis siguela!!!!!!!!!!!

por Invitado Sáb 01 Ago 2009, 6:52 pm

CONTINUACION

Echando la cabeza hacia atrás, Alice pensó que aún sería capaz de matar a toda su familia por la vergüenza que le hicieron pasar.

¿Tanto les habría costado comportarse con normalidad tan sólo durante una cena?

¿Por qué?, ¿Por qué no había nacido en una familia corriente, en la que nadie creyese en fantasmas, duendes, demonios ni brujas?

¿Cómo aguantaba su padre, un hombre maravillosamente normal, todas esas necedades? Definitivamente, se merecía que lo santificaran por su paciencia.

–¡Eh, chicas!

Alice abrió los ojos para ver cómo Alicia se acercaba.

Vale, genial.

¿Qué vendría después? ¿La atropellaría un autobús?
El día de hoy va mejorando…

Quería muchísimo a su hermana gemela, pero no en ese preciso momento. En ese momento deseaba que le ocurrieran cosas espantosas. Que le ocurriese algo desagradablemente doloroso.

Como era habitual, Alicia iba vestida íntegramente de negro. Llevaba la abundante y ondulada melena castaña con reflejos cobrizos recogida en una larga coleta y sus ojos, de un azul pálido, lanzaban destellos. Caminaba alegremente.
¡Ay, no! ¡Iba de cacería!

Alice suspiró. ¿Cómo demonios podían proceder del mismo óvulo?

Alicia rebuscó en uno de los bolsillos de su abrigo, sacó un trozo de papel y lo colocó sobre la mesa, frente a Breyda.

–Necesito tus conocimientos. Esto es griego, ¿verdad?

Sin responder a la pregunta, Breyda echó un vistazo a la nota. Frunció el ceño.

–¿De dónde lo has sacado?

–Lo tenía un vampiro que pulverizamos anoche. ¿Qué dice?

–«El Cazador Oscuro está cerca. Desiderius debe prepararse».

Alicia se metió las manos en los bolsillos mientras sopesaba las palabras.

–¿Alguna idea sobre el significado?

Breyda se encogió de hombros mientras le devolvía el papel.

–Nunca he oído hablar de ningún Cazador Oscuro, ni del tal Desiderius.

–Eric dice que «Cazador Oscuro» es una clave con la que se refieren a uno de nosotros. ¿Qué crees? –preguntó Alicia.

Alice ya había escuchado bastante. ¡Por Dios! Cómo odiaba cuando empezaban con toda esa basura ocultista, demoníaca y vampírica. ¿Por qué no maduraban y se incorporaban al mundo real?

–Chicas –dijo levantándose–,las vere luego.

Alicia la agarró del brazo cuando comenzaba a alejarse.

–¡Oye! No estarás todavía dolida por lo de Cliff, ¿verdad?

–Por supuesto que lo estoy. Sé que lo hiciste todo a propósito.

Sin preocuparse en absoluto por haber sido la culpable de la ruptura del compromiso de su hermana, Alicia le soltó el brazo.

–Lo hicimos por tu bien.

–¡Oh, claro! Muy bien –le dijo con una falsa sonrisa–. Gracias por cuidar de mí. ¿Por qué no me metes un dedo en el ojo cuando quieras divertirte?

–Venga, Al –le dijo Alicia con su expresión más adorable, la que conseguía que su padre le perdonara cualquier cosa. Pero con ella no funcionaba; al contrario, la irritaba más–. Puede que no te guste lo que hacemos, pero nos quieres. Y no puedes casarte con un administrativo estirado que no acepta lo que somos.

–¿Lo que somos? –preguntó Alice perpleja–. No me incluyas en esa locura. Yo soy la única con los genes recesivos normales y corrientes

–¡Ali!

Alice se alejó al ver que el novio de Alicia –tan gótico como ella– se acercaba a la carrera. Eric St. James era sólo un par de centímetros más alto que ellas, pero no resultaba extraño, teniendo en cuenta que medían un metro setenta y cinco. Tenía el pelo negro y lo llevaba de punta, con un mechón morado. Podría haber sido muy mono si no llevase un pendiente en la nariz, y si se dedicara a buscar un trabajo a tiempo completo… o a mantenerlo.

¡Y dejase de cazar vampiros, claro!

–Gary ha averiguado algo sobre ese grupo de vampiros –le dijo Eric a Alice–. Vamos a intentar pillarlos antes de que oscurezca.

–¿Estan preparados?

–Chicos, algún día van a matar a un humano sin querer.-dijo Alice- ¿Se acuerdan de aquella ocasión en la que atacasteis a un grupo de fanáticos de Anne Rice y Lestat, en el cementerio?

Eric le dedicó una sonrisa satisfecha.

–Nadie acabó herido, y a los turistas les encantó.

Alicia volvió a dirigirse a Breyda.

–¿Puedes investigar un poco y ver si averiguas algo sobre Desiderius y el Cazador Oscuro?

–Venga, Ali, ¿cuántas veces tengo que decirte que dejes eso? –le dijo Eric enfadado–. Los vampiros están jugando con nosotros. Lo de «Cazador Oscuro» no es más que un término tonto que no significa nada.

Breyda y Alicia lo ignoraron.

–Claro–dijo Brey–, aunque es posible que Gary pudiese ayudarte.

Eric suspiró disgustado.

–Dijo que tampoco lo había oído nunca. –Miró a Alicia indignado–. Lo cual significa que no es nada.

Alicia continuó ignorándolo.

–Puesto que está escrito en griego, apuesto que uno de tus amigos profesores de la universidad podría sernos de más utilidad.

Breyda asintió.

–Esta noche le preguntaré a Joe cuando vaya a casa de _______.

–Gracias. –Alicia miró a Alice que se encontraba a su espalda–. No te preocupes por Cliff. He encontrado al chico perfecto para ti. Lo conocimos hace un par de semanas.

–¡Oh, Señor! –jadeó Alice–. Ni una sola cita a ciegas más preparada por ti. Todavía no me he recuperado de la última, y eso que fue hace cuatro años.

Brey se rió.

–¿Te refieres al domador de caimanes?

–Sí –contestó Alice–. Cocodrilo Mitch; el que intentó que acabase como merienda de su mascota, Big Marthe.

Alicia resopló.

–No es cierto. Sólo intentaba mostrarte lo que hacía para ganarse la vida.

–Déjame decirte algo: el día que dejes que Eric te meta la cabeza entre las mandíbulas de un caimán vivo, podrás protestar. Hasta entonces, siendo yo la experta en la halitosis de caimán, mantengo la opinión de que Mitch sólo buscaba un aperitivo fácil.

Alicia le sacó la lengua antes de agarrar la mano de Eric y salir disparada calle abajo, con él a remolque.
Alice se frotó la frente mientras observaba a aquellos dos haciéndose ojitos el uno al otro; eso probaba que había alguien reservado para cada persona. Sin importar lo rara que pudiese ser esa persona.

Muy mal le tenía que ir para no encontrar a ese alguien.

–Me voy a casa a ponerme de mal humor.

–Escucha –le dijoBreyda antes de que pudiese marcharse–. ¿Por qué no cancelo mi cita de esta noche con ________ y nos vamos tú y yo a hacer algo? ¿Qué tal si nos tomamos unas diminutas salchi-chas a la brasa en honor a Cliff?

Alice sonrió, agradecida por la idea. No era de extrañar que adorase a su familia. A pesar del caos, todos la cuidaban con mucho cariño.

–No, gracias. Puedo hacer las Vienesas a la brasa yo misma. Además, Ali empezará a repartir golpes y se morirá si no le preguntas a Joe por su Cazador Oscuro.

–Vale, pero si cambias de idea, dímelo. ¡Ah!, y mientras estás en casa, ¿por qué no llamas a Tiyana y le dices que prepare un hechizo para encoger el pene de Cliff?

Alice se rió a carcajadas. Vale, había ocasiones en las que tener una hermana que era Suma Sacerdotisa de vudú, resultaba bastante útil.

–Confía en mí, no podría encogérselo más. –Le guiñó un ojo a Breyda–. Nos vemos luego.

CONTINUA

por Invitado Sáb 01 Ago 2009, 6:54 pm

perdon sii no abiia suubiido Cap
esk me deskonekte del mundo de la tecnologia :P

por Invitado Dom 02 Ago 2009, 7:51 am

SIGUELEEEEEEEEEEEE

sigueeeeeeeeee yaaaaaaaaaaaaaa

Nueva lectora!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

por Invitado Dom 02 Ago 2009, 10:52 pm

ja ja, ntp

ah!! plis siguela!! :cheers: :cheers: :cheers: :cheers: :cheers:

yo sigo traumada con el prologo XD

por Invitado Lun 03 Ago 2009, 11:50 am

jajaja xD

por **daniie** Lun 03 Ago 2009, 7:06 pm

omg k bien escribess!!
siguelaa

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