Shut up and love me |Niall Horan & Tu| Parte 1.

-Eso es todo por hoy querido, espero haberte complacido, Dulces sueños – terminé mi monólogo cortando la llamada y tomando una gran bocanada de aire.

Definitivamente esa había sido una de las llamadas mas intensas que había tenido, Julián no se saciaba siempre pedía más y más, y yo ya no hallaba que decirle o que inventar dentro de nuestra situación “romántica” o encuentro sexual, como quieran llamarlo.

-Todo por ti Simón, todo por ti – me repetí limpiando rápidamente la lágrima que se me había escapado de forma inesperada.

Me sentía alguien sucia, de escuchar todas las estupideces que esos hombres dicen, sentir todos esos gemidos o cosas extrañas que hacen desde el otro lado simplemente me perturbaba, me era difícil, muy difícil todo esto.

Cuando logré tranquilizarme, me levanté del sillón dirigiéndome a la puerta para volver nuevamente a la junta en la pieza de Harry. Mientras cerraba la puerta, una voz interrumpió mis pensamientos, espantándome un poco.

-Aquí estás, te he estado buscando un buen rato – me habló Niall llegando a mi lado

-¡Dios, Niall, me has asustado! – comenté llevando una mano a mi corazón que latía agitado mientras lo miraba a los ojos.

-¿Estuviste llorando? – me preguntó con sus dos ojos azulinos bien abierto y con temor en ellos.

Desde pequeña siempre me habían dicho que mis ojos eran como la puerta de mi alma, que en ellos expresaba mucho y las personas que me conocían mucho, con tan solo una mirada podían saber que me pasaba. Hace unos meses Niall se había vuelto parte de ese grupo, siempre sabía con tan solo una mirada como estaba de ánimo, si había llorado o si había reído, cualquier emoción. Me encantaba que me conociera tanto, pero en estos momentos lo odiaba.

-Ya sabes, extraño un poco a mi familia…las llamadas me afectan – le di una media sonrisa, lo que había dicho no era totalmente mentira, ya que en verdad extrañaba a mi familia pero mis lágrimas en ese momento, no se debían a eso, completamente no.

-Hey tranquila – poso una de sus manos en mi cintura atrayéndome más cerca de él, mientras que con la otra acarició suavemente mi mejilla dónde seguro habían rastro de lágrimas – Todo esta bien ¿Si? , no estás sola… estoy aquí contigo, prometo que en cuanto tengamos un tiempo libre iremos con tus padres y visitaremos a Simón.

- ¿Enserio? – le pregunte mirándola emocionada. Hace un buen tiempo que no pasaba por mi casa, y menos por la clínica de Simón. Así que de tan solo imaginar que Niall quería acompañarme a verlos era genial, mis padres adoraban a Niall y que decir de Simón, siempre que estaban juntos se la pasaban genial, veía a reír a Simón como nunca mientras conversaba con Niall y yo tan solo los miraba con una sonrisa plasmada en mi rostro.

Mucho antes de que Niall y yo fuéramos novios oficialmente, el me había acompañado a casa y a visitar a Simón, se había hecho parte de mi mundo de a poco, se fue entrometiendo en él de una forma que solo el sabe hacerlo, con esa magia que tiene dentro de su corazón, es simplemente una persona única. Nadie tiene un corazón más sincero que el de él, y me sentía afortunada de ser la encargada de cuidarlo.

-Muy enserio – me dio una perfecta sonrisa - ¿Qué te parece si vamos a mi habitación y vemos unas películas? Quiero estar contigo, con nadie más

-Me parece perfecto – le sonreí sincera, me empine un poco ya que me ganaba por unos centímetros de altura y unimos nuestros labios en un corto beso.

-Vamos, que esperas – tomo de mi mano y empezamos a correr como niños pequeños por el pasillo mientras íbamos jugando. De seguro despertamos a más de una persona que se estaba quedando en ese piso.

Pasamos la noche viendo películas echados en la cama con un gran pote de palomitas, la comida jamás podía faltar en algún momento de la vida de Niall. Estoy segura que si Niall pudiera comer arriba del escenario mientras canta, lo haría sin ninguna queja. Luego de varias películas, algunos mimos, sin darnos cuenta ambos nos quedamos profundamente dormidos con nuestros cuerpos entrelazados y envueltos en el calor que el otro nos entregaba.

-¡Vamos, Harry! – comente riendo, estábamos ensayando para el concierto que teníamos en algunas horas y era mi parte de bailar con Harry y este no dejaba de hacerme caretas para distraerme.

-Yo no he hecho nada – se hizo el inocente

- Si claro – lo empuje un poquito, y el como siempre lo exagero y se tiro al suelo dramáticamente, con este chico simplemente no se puede trabajar, es un revoltoso.
Yo me senté sobre su estómago y empecé a pincharle el pecho, el rostro, los brazos, sabía que la causaba cosquillas así que era mi forma de molestarlo.

-¡_______ , suficiente! – decía este rojo como un tomate debido a tanta risa

-Levántate entonces, tenemos que seguir ensayando – lo pinche por última vez y me levante de su estómago para estirarle mi mano para que se levantara. Todos los chicos nos miraban y se reían, estas mini peleas con Harry eran habituales siempre ocurrían, así que ellos simplemente seguían ensayando y luego nosotros nos sumábamos.

-Que poco profesional – escuché como le comentó Jessica a Christine, estaba a punto de darme vuelta y preguntarle que pasaba con ella - siempre andaba diciendo comentarios como esos, y ya me estaba hartando – pero Harry me tomo por los hombros y no permitió que me girara.

-No le des importancia, tranquila – me guiño un ojo, yo simplemente bufé – Ahora sigamos con esta coreografía, mis pies gigante se tienen que coordinar.

-Si que tienen que hacerlo – le medio gritó Zayn que estaba al lado derecho de nosotros ensayando con Sarita.

- ¡Shut up Malik! – protesto Harry.

- ¡Vamos chicos, a ensayar! – nos gritó Paul desde abajo del escenario, era hora de que empezara el ensayo general.

Otro concierto había pasado y simplemente había sido genial, y todo había salido perfecto, los chicos se lucieron como siempre y las coreografías en conjunto cada vez mejoran más y permiten mostrar un show de calidad, que cada vez mejora más.

-¿Se te perdió algo? – le pregunte a Jessica en el momento en que la encontré con mi celular en su mano.

- No tienes nada que me pueda importar – dijo con su tono de voz nasal tan molesto – simplemente un tal Iván te estaba llamando

-Pasa eso – le quite el celular de la mano con algo de rabia, siempre se estaba entrometiendo en mis cosas, no era primera vez que la encontraba con mi celular en sus manos.

-Deja de tomar las cosas que no son tuyas – le pidió Charlotte, mientras ordenaba sus cosas dentro del bolso, nos encontrábamos todas dentro del camarín.

-Mira quien habla, la que le quita el novio a su amiga – dijo con sonrisa burlona Christine saliendo en defensa de Jessica.

Todo en el camarín fue silencio, pero yo me estaba aguantando las ganas de a tomar a esas dos por el pelo y darles unas buenas zamarreadas. Jackson el novio de Charlotte hace más de cinco meses. Antes había sido el novio de Jessica, pero su historia había terminado hace más de un año, pero ella seguía gustando de él. Charlotte era amiga de Jessica, y siempre le había interesado Jackson pero jamás se había entrometido ahí, por respeto a su amiga…pero los meses pasaron y Jackson la conquistó ¿Y que va hacer uno contra el amor? Nada. Charlotte le explicó la situación a Jess pero ella jamás pudo entender, y durante el primer mes le hizo la vida imposible a ambos intentando arruinar su reciente noviazgo, pero no lo logró. Desde ese momento que se alejo de nosotras y formo su grupo a parte con Christine, que como perrito faldero atemorizado la había seguido. En un principio todas éramos muy unidas, pero luego de eso todo se fue a la mierda.

-Supéralo e inventen un nuevo argumento, ¡No, mejor no! Se les puede quemar el cerebro – hablé lo más delicada posible que pude, Sarita y Charlotte aguantaron la risa – Vámonos de aquí

Las tres tomamos nuestras cosas y salimos rápidamente de ese camarín, esas dos chicas simplemente eran tóxicas. No dejaban de jugar malas pasadas con cosas de nuestros novios, estoy segura que simplemente era por envidia porque nosotras tres nos encontrábamos felices con nuestras parejas mientras que a ellas nadie las tomaba en cuenta enserio, eran unas regaladas.

-Gracias – me dio un suave apretón Charlotte cuando nos encontrábamos en la van que nos llevaría al hotel, solo quedaba esperar que llegaran las demás personas que viajaban con nosotras.

-No hay de que amiga – le respondí con una sonrisa mientras volvía a concentrarme en mi teléfono.

¿Qué sucede? ______, xx. – le mande un texto a Iván

Tienes dos sesiones hoy, 11:00 con Mike y a las 2 am con Julián (ha vuelto a pagar el doble) Iván, :) – me llegó una rápida respuesta

Esto tenía que se una broma cierto ¿Dos sesiones el mismo día? ¿Nuevamente Julián? ¿Ese hombre no se cansa? Miré la hora y faltaban unos minutos para que fueran las 10 con 30, tenía que aplazar esa primera sesión, o sino de seguro me tocaría de camino al hotel. Y no entendía por que Iván nos agenda va horas tan por la madrugada, pero esa doble paga valía la pena.

Atrasa la de Mike, estaré camino al hotel… mañana exijo mi día libre. _______, xx- volví a teclear rápidamente.

Esta bien, la aplazo una hora ¿Alcanzas? ... Tranquila, te recompensaré con dos días libre, te los mereces, un beso … Iván, :) – al momento de leer la respuesta casi salto de felicidad, sería genial tener dos días libres de esos cerdos asquerosos que tenía por clientes, definitivamente ese Julián me estaba hartando.

Si, alcanzo. ¡Muchas Gracias! No sabes como los disfrutare, un beso … _____, xx – fue mi última respuesta, para luego poner mis auriculares y dejar que las voces de Jonas Brothers con Turn right me envolvieran.

En cuanto llegamos al hotel, un montón de fans nos atacaron con sus gritos, mientras nosotros tan solo sonreíamos e intentábamos pasar lo más rápido posible para entrar al hotel, en el cual los chicos ya se encontraban, habían llegado unos veinte minutos antes que todos los demás. Corrí rápidamente a mi habitación para darme una ducha caliente, y prepararme mentalmente para lo que venía esa noche.

-Un gusto complacerte superman, cuando quieras vuelve a llamar…te estaré esperando solo como a ti te gusta – susurré lentamente y lo más sexy que pude para finalizar mi llamada con Mike.

-Adiós dulzura – se sintió la voz masculina agitada desde el otro lado, rápidamente aleje mi celular y toque la pantalla para cortar la llamada.

Apreté fuerte mi celular entre mis manos, para encogerme y apoyar mi cabeza en mis rodillas, esto simplemente me estaba cansando. Todo el cansancio físico de trabajar bailando casi todo el día, para luego desvelarme por las noches por las llamadas simplemente me estaba pasando la cuenta y lo sentía en mi cuerpo, en mi todo.

-¿Amor? ¿Te pasa algo? – sentí dos manos que se apoyaron en mis rodillas

-Solo estoy cansada, muy cansada – le di la mejor sonrisa que pude, Niall se encontraba en cuclillas frente a mí.

-Oh babe, te estas esforzando demasiado – puso un mechón por detrás de mi oreja, y yo acune mi mano a su suave palma, el sueño me estaba ganando.

- Es mi trabajo, tengo que hacerlo bien – contesté seguida de un suspiro.

-Ven aquí, vamos a descansar los dos juntos – se levantó y de un segundo a otro me levanto entre sus brazos como una bebé. Yo solté una risita tonta, a la par de él.

-¿Me estas secuestrando, príncipe? – le pregunte risueña, el me devolvía todas las energías que me faltaban.

- La secuestraría una y mil veces princesa, usted me tiene vuelto loco – susurró mientras depositaba un beso en mi mejilla y en la punta de mi nariz.

-¿Por qué eres así conmigo? – pregunté en un susurró haciendo que me mirara directamente a los ojos.

- Por que te quiero _______ y mucho, me encanta verte reír, verte feliz sonriendo…cuando me sonríes a mí, todo de ti me encanta, y haré todo lo posible por que esa sonrisa siempre se mantenga ahí, y me hará muy feliz saber que soy el responsable de ella – aún entre sus brazos me acercó más aún a él, dejando que nuestras narices se rozaran suavemente mientras ambos sonreíamos

-También te quiero Niall, mucho mi príncipe –

Ese chico tenía una magia única, hacia aflorar siempre lo mejor de mí, amaba su presencia en mi vida y esperó que se quede mucho tiempo ahí, se esta volviendo algo esencial de mí.