Shut up and love me |Niall Horan & Tu| Parte 1.

-¿Qué demonios ha pasado? – pregunté en cuanto llegué a la clínica de mi hermano. Las ojeras prominentes bajo mis ojos eran imposibles de ocultar, no había podido dormir nada en todo el viaje hasta Londres, los nervios y el llanto simplemente no me dejaban.

-Hija, tranquilízate por favor – me pidió mi papá mientras me abrazaba y me hacía sentarme a un lado de el. Podía ver en su rostro sus facciones cansadas, y sus grandes ojeras al igual que las mías cubriendo la parte baja de sus ojos.

-Papá dime que ha pasado, por favor – le pedí a punto del llanto nuevamente

-Estos últimos días Simón no había estado respondiendo ante los ejercicios y tratamientos – me explicó mi padre lo más tranquilo posible – Los doctores pensaron que era una simple recaída, pero empezaron a notar que Simón estaba sufriendo más dolores de los normales… - suspiró, yo entrelace mi mano con las de él mientras una solitaria lágrima corrió por mi mejilla – Le hicieron unos exámenes y la enfermedad se había ramificado por casi todo su cuerpo, y ayer por la mañana entro en coma.

-Esto no puede estar pasando, no a él papa, no a él – solté todo el llanto que tenía acumulado. Sentí los brazos protectores de mi padre rodeándome a la vez que el también empezaba a llorar.

Cuando mi madre me había dicho por teléfono que Simón había entrado en coma simplemente no lo podía creer ¿Por qué le tenía que estar pasando estas cosas a él? Lo único que el quería era vivir, salir adelante, volver a ser el niño que era antes. Pero esa puta enfermedad no lo dejaba, y ahora lo estaba destruyendo. Pero yo sabía que mi hermano saldría adelante, de alguna forma, el no me dejaría sola, claro que no.

-¿Dónde esta mamá? – pregunté luego de un buen rato

-Durmiendo en una de las salas, tuvimos que darle un tranquilizante – suspiró hondo mi padre mientras se borraba algunas lágrimas de las mejillas – Hija…

-¿Qué sucede? – lo miré fijamente a sus ojos, esos ojos iguales a los de mi hermano

-El doctor ha salido hace unos minutos y me dice que tenemos que estar preparados – las palabras se atragantaron en su garganta – Simón en cualquier momento se puede ir…

-No digas eso papá, no lo digas – negué con la cabeza – mi hermano no se va a ir a ningún lado, el es fuerte y va a salir de esta, no me va a dejar sola… a ninguno de nosotros.

-Pequeña, no sabes como desearía decirte que así será – limpió con sus dedos las lágrimas que corrían por mis mejillas – pero no puedo, tu hermano esta luchando…pero tenemos que estar preparado para todos ¿Si?

-No puedo imaginarme una vida sin él papá – lloriquee nuevamente – El es mi vida, es mi luz…

-Y ustedes son la mía _________ ¿Qué haría yo sin ustedes dos, pequeña? Yo vivo y respiro para ustedes, son mi única razón de vivir junto con tu madre – se le escapó un sollozo – pero tengo que estar preparado para todo en estos momentos…

-No quiero papá, no quiero – me aferre fuerte a su pecho mientras lágrimas y lágrimas salían de mis ojos sin parar

Toda mi vida había estado con Simón, no podía imaginarme una vida sin él. Desde que nació había sido una luz en mi vida, desde pequeños siempre nos cuidamos el uno al otro, jugábamos juntos, hacíamos las travesuras juntos y a medida que fuimos creciendo nos transformamos en el confidente del otro, y desde que el había tenido esa maldita enfermedad nuestra relación se había estrechado aún más. Sus llamadas para desearme suerte en las presentaciones, las mías para desearle un buen día ¿Cómo iba a poder vivir sin él? Simplemente no podría.

-¿Cómo va todo ______? – preguntó Paul desde el otro lado

-Sigue todo igual Paul, no nos han dicho nada, en cuanto tenga noticias te informare si – le explique. No tenía palabras para agradecer todo lo que Paul había hecho desde que le conté todo luego de la llamada de mi madre. Me había conseguido un vuelo inmediato a Londres, me había consolado mientras le contaba la triste noticia, se había comportado como un padre, le debía mucho.

-Estoy contigo cariño ¿Si? Todo estará bien, te llamo en unas horas – se despidió al igual que yo
Corte la llamada y fui a sentarme al lado de mi madre, que ya se encontraba más tranquila y a la espera de noticias igual que todos nosotros. Unos tíos nos estaban acompañando en la clínica igual que los primos más cercanos, y nuestros otros familiares habían estado llamando constantemente, en eso veo que pasa el doctor, en un segundo me pare y fui hacia dónde él.

-Disculpe, doctor Stewart – lo tomé por el brazo - ¿Puedo pedirle algo?

-Claro ________ - los doctores ya me conocían, al igual que yo a ellos - ¿Qué necesitas?

-Se que es muy difícil, pero ¿puede ayudarme a entrar a la pieza de mi hermano? necesito verlo – le suplique

-Ven conmigo – me guiño un ojo, yo simplemente sonreí

Atravesamos algunos pasillos los cuales yo jamás había visitado o visto en todo este tiempo que tengo viniendo a la clínica. Nos cruzamos con varias enfermeras y otros doctores, hasta que finalmente llegamos a una pieza especial que no era en la que acostumbraba estar mi hermano, de seguro estás eran las que estaban especializadas para tratar los casos en el que estaba mi hermano en estos momentos.

-Es aquí _______ - me indicó la puerta café con el nombre de mi hermano por fuera – Solo te daré quince minutos ¿Esta bien?

-Más que bien doctor, Gracias – le sonreí, para luego girar el pomo de la puerta y entrar en la fría habitación.

En cuanto entre me lleve una fuerte impresión, que en un segundo hizo que mi corazón se acelerara pero de tristeza. Ahí inmóvil sobre una camilla blanca y lleno de cables se encontraba mi pequeño hermanito. Una mascarilla cubría su nariz y boca, mientas un montón de cables se introducían por bajo de su bata, de esas típicas que ponen en las clínicas. Una vía entra venosa estaba conectada a su brazo derecho mientras una “mariposa” estaba conectada a su muñeca izquierda por donde le estaban suministrando suero y otro tipo de medicamentos de seguro para aliviar el dolor. La máquina que marcaba el latido de su corazón se mantenía tranquila, al igual que el de su respiración.

-Heeey, estoy aquí – le dije tontamente como si me fuera a escuchar. Tome una silla y me senté a un lado de la camilla a la vez que tomaba su mano algo helada entre las mías – No mes des este susto ¿Si? Yo se que tu saldrás adelante

La única respuesta que tuve fue el sonido de las máquinas, se veía tan tranquilo ahí dormido, tan en paz. Estaba más delgado aún que la última vez que lo había visto, al igual que su piel cada vez era más blanca. Quería ver sus ojos abiertos mirándome con esa luz que siempre tenía en ellos, sonriéndome como solo el sabía hacerlo. Pero en estos momentos eso solo era un sueño, el estaba ahí inmóvil.

-No me dejes sola ¿Vale? – Le pedí mientras una lágrima corría por mi mejilla – Prometimos estar siempre juntos ¿Recuerdas? Teníamos muchos planes a futuro, viajaríamos por Europa los dos solos, iríamos a Disney como siempre quisiste llevarme ¿Recuerdas cierto? No me puedes dejar con todos esos sueños ahí estancados… También hicimos la promesa que a nuestros primeros hijos, le pondríamos el nombre del otro y seríamos los padrinos ¿Cierto? Tenemos muchas cosas que hacer junto hermanito, no me puedes dejar aquí sola

Apoye mi rostro contra su mano y deje que las lágrimas salieran, teníamos tantos sueños por cumplir juntos pero que en estos momentos se veían tan lejanos. Me seguía preguntando por que estás cosas le pasaban a personas como mi hermano, que eran buenas y tenían unas inmensas ganas de vivir. Simplemente no me lo explicaba. Cuando logré calmarme deposite un casto beso en su frente y salí de la habitación, iba a mitad del pasillo cuando sentí que unas enfermeras pasaban rápidamente por mi lado, incluso una de ellas empujándome.

-¿Pero que demonios… - no alcance a terminar la frase cuando vi al doctor Stewart y las dos enfermeras entrar rápidamente en la pieza de mi hermano ¿Qué demonios estaba pasando? Rápidamente fui caminado hacia allá pero un doctor me tomo por los brazos.

-_________, tienes que salir de aquí – me arrastro hacia afuera, era el doctor Collin otro de los que se preocupaba de mi hermano

-¿Qué demonios sucede? ¿Por qué han entrado así en la pieza de mi hermano? – pregunte angustiada - ¡Contésteme!

-No te puedo decir nada, por favor espera afuera – me empujo a la sala de espera dónde estaban mis padres y otros familiares que en cuanto me vieron se acercaron a mí. Pero yo simplemente no podía hablar, esta consternada. Estaba todo bien y de un segundo a otro, un montón de doctores habían entrado en su habitación.

El tiempo pasaba y seguíamos sin saber nada, mi padre se paseaba a de un lado a otro mientras que uno de mis tías intentaba distraer a mi madre y mis primos a mí, pero simplemente no funcionaba. En eso el doctor Stewart sale por las grandes puertas, en un segundo me levante y fui con él al igual que mis padres.

-¿Qué ha pasado con mi hijo doctor? – preguntó rápidamente mi padre que había rodeado con un brazo a mi madre

-Señor Sprouse – habló con tristeza, esto no me sonaba nada bien – Simón ha sufrido un derrame cerebral, lamento decirle que Simón esta en estado vegetal y no tiene ninguna posibilidad de recuperarse.

Solo fui consciente del sollozo de mi madre y como se aferraba al pecho de mi padre, a la vez que sentía como mi primo Gaspar me rodeaba a mí y me sostenía por que si no de seguro estaría en el suelo, ya que mi cuerpo no reaccionaba. Las palabras del doctor hacían eco en mis oídos y cerebro, no salían de ahí Simón esta en estado vegetal, y no tiene ninguna posibilidad de recuperarse mi hermano se había ido, jamás volvería a recibir sus enormes sonrisas, o sus reconfortantes abrazos, jamás.

-Eso no puede ser verdad ¡Tiene que hacer algo! – Le grité al doctor mientras un montón de lágrimas corrían por mis mejillas – El estaba bien, yo lo vi ¡Ustedes no hicieron nada, el esta así por su culpa!

-Prima, tranquilízate – me aferraba entre sus brazos Gaspar

-Lo siento ______, de verdad lo siento – podía ver la tristeza en los ojos del doctor Stewart – Ahora es su decisión…

-¿De que habla? – preguntó está vez mi tía

-Tener a Simón en estado vegetal o desconectarlo – habló lo más tranquilo que pudo el doctor. Esas simples opciones me destruyeron, esto no podía estar pasando. Mi hermano tenía que vivir.

-Desconéctelo – habló seguro mi papá – Es hora de que mi hijo descanse en paz…

-Papá…-hablé sin poder creer todo esto

-Es lo que tu hermano hubiera querido mi amor – me miro con sus ojos cristalinos – Su lucha ha terminado, ahora hay que dejarlo descansar…

-Tienes razón papá – dije entre sollozos mientras daba una pequeña sonrisa, mi mamá estiro su mano y la entrelazo con la mía – Hágalo doctor

El doctor simplemente asintió, se retiró y yo corrí ha refugiarme a los brazos de mi padre y soltar todo el dolor que tenía en mi interior. No podía creer que todo esto estaba pasando, esa decisión era la más difícil que tomaría en mi vida. Pero mi padre tenía razón era hora de que Simón descansara, su lucha había terminado.

-Ya está todo hecho – salió hablarnos esta vez el Doctor Collin

-Gracias doctor ¿Podemos pasar? – Preguntó mi madre recibiendo un asentimiento de parte del doctor - ¿vienes hija?

-No mamá, vayan ustedes – fue mi única respuesta

Se que la última vez que había visto a mi hermano había sido hace tan solo unas horas lleno de cables, pero en mi mente seguía viva su imagen con sus sonrisas y sus ojos llenos de brillo y es así como quería recordarlo, lleno de vida y de luz.

-Tranquila prima, todo va a estar bien – me abrazó mi primo Gaspar. Por un momento desee que fueran los brazos de otra persona, como desearía que Niall estuviera aquí conmigo.

Sentía mi corazón vacío una parte de mí se había ido junto con ese pequeño de 16 años, mi pequeño, el cual jamás volvería a tener a mi lado, jamás.

Bueeeeeeeeno chicas, aquí esta el capítulo
Espero que les guste, y no me intenten matar kajskas
Les quiero decir que de esta escena nació toda la novela, siempre había estado la muerte de Simón, y me imagine todo eso y luego empecé a idear otras cosas para que la novela tuviera sentido y todo. Bueeeeeeeeeno, no les digo más nada que las amo y nuevamente muchas gracias por todos sus hermosos comentarios.

Cambio y fuera

Pepaa