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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
capitulo 26 ------- 18 años
''Entrometido''
Desperté a _____ con una patada en la pierna. Fue suave, nada violento, tampoco quería agredirla. Pero eso no la convenció cuando por accidente terminé botándola de la cama.
—¡Me las pagarás, Harry! —rugió levantándose con rapidez y abalanzándose sobre mí— ¿Por qué hiciste eso?
La posición no era muy sutil, se había lanzado y se subió a mi torso, con ambas piernas a mis costados. Seguro que su idea era que yo no escapara, pero a mi se me ocurrían miles de ideas más y no estaban involucradas con su propósito. Pero me contuve, porque hoy era el gran día.
La tomé de la cintura y con un movimiento delicado la bajé de mí. Me miró perpleja, ni siquiera di indicios de ejercer fuerza o de que ella pesara
.
Hacer ejercicio estaba dando sus frutos.
—Cálmate, _____. ¿Acaso no recuerdas que día es hoy? —entrecerró los ojos e hizo memoria. Sonreí al verla tan concentrada y aparté un mechón de cabello de su frente.
—Sábado —respondió finalmente.
—¿Y qué hay este sábado?
—¡No lo sé! Lo único bueno de ser sábado es que no hay escuela, que terminamos el año escolar ayer y que… ¡Oh, por Dios! ¡Nuestra luna de miel!
Se tapó la boca con las manos del asombro, y de la torpeza de no recordar un día como este. Aún me pregunto cómo es que llegó a la boda correcta.
Le aparté las manos y me incliné sin apartar mis ojos de los suyos, ella no parpadeaba, sólo se limitaba a mirarme con una intensidad que nunca antes había distinguido antes. Mis más profundos pensamientos deseaban que fuera por la misma razón por la cual me he contenido todo este tiempo.
Ladeé mi cabeza y la besé no como otras veces. Este beso era especial porque ambos sabíamos que después de este viaje no volveríamos a ser los mismos. No me separé hasta que ella lo hizo por falta de aire, me quedé mirándola unos minutos más, como intentaba pasar desapercibido el sonrojo de sus mejillas. Era irrelevante que llevásemos una semana de casados, yo desde hace muchos años que conocía el significado de cada uno de los gestos y expresiones de _____.
—El vuelo sale a las diez, y son las ocho. A menos que queramos esperar el siguiente vuelo que es dentro de dos días más, será mejor que nos demos prisa —le dije. Ella se levantó de la cama de un salto, corrió hasta su armario que compartíamos y sacó toda la ropa que encontró.
—_____… allá hará calor, no creo que necesites un chaleco.
—Uhmm… cierto —vaciló unos segundos, dando vueltas por la habitación, hasta que se decidió y del otro armario que tenía, sacó decenas de camisetas, shorts, uno que otro vestido y zapatos. Sacó la maleta que tenía debajo de la cama, todo eso en un minuto y lo metió dentro sin doblar u ordenar, y la cerró. Y ahí tenía todo listo para un viaje de dos semanas al caribe.
—Nunca cambiarás —le dije.
—¿Y tú? No puedes decirme eso, tú estás allí acostado como si fueras un rey, ¡Hace tu maleta!
—Hice mi maleta hace dos días, también arreglé los papeles y los pasaportes de ambos, reservé transporte en cuanto llegásemos al hotel y arreglé unas reservaciones para que visitemos distintos lugares del caribe.
Se quedó en silencio, observándome de arriba a bajo mientras yo le sonreía con sorna.
—Me he casado con una agenda humana —dijo al final.
No me ofendí por su comentario, a menudo le hacia referencia sobre su torpeza o la falta de organización que tenía, y sabía que estaba mal ser cruel con ella, en especial porque que la amaba y era mi esposa, pero llevaba años siendo distante con _____ con el motivo de ocultar mis sentimientos, que se volvió una mala costumbre después de un tiempo. No lo hacía con querer, lo menos que quería era lastimar sus sentimientos, ya que me sentiría inmensamente miserable si eso ocurriera. Por eso, aceptaba con una sonrisa los insultos que se le ocurrieran.
—De todas formas, no te quedes allí. Ayúdame a ordenar mis cosas.
—¿Cuál es la palabra mágica? —hizo un mohín de decirlo, pero prefirió hacerse la desentendida y me dedicó una mirada asesina.
—Ahora, Harry.
—No, gracias. Estoy muy cómodo aquí, en nuestra cama con las sábanas tibias, y el colchón tan suave…
—¡Por favor! ¡Abracadabra! ¡Te amo! ¡Te lo suplico! Vamos, una de esas tiene que ser —exclamó algo más desesperada. _____ era un desastre.
Y lo mejor es que ahora era mi desastre.
—La palabra mágica fue la tercera, y como la dijiste… te ayudaré —sonrió aliviada y me levanté.
Acomodé su ropa, también la doble y le elegí algunos conjuntos con los que sabía se vería hermosa.
Nos vestimos en silencio hasta que bajamos a desayunar. Allí nos esperaban todos, desde Ellen la cocinera que me entregaba las galletas con la ilusión de conquistar a _____ de niños, hasta mis suegros y mi madre.
—¡La pareja del año! —exclamó mi suegra y dio pequeños saltos de emoción. daniela le dijo que se calmara y su madre le respondió con un divertido “No seas amargada, dani”.
Desayunamos rápido, no teníamos mucho tiempo.
No nos entretuvimos con despedidas muy largas ni sentimentales, volveríamos en dos semanas así que no era algo definitivo.
_____ no me dejó conducir de camino al aeropuerto, seguía sin confiar en mí a pesar de haber sacado mi licencia esa semana.
Llegamos justo a tiempo para procesar los documentos y pasar las maletas, abordamos el avión casi corriendo mientras la voz monótona de una mujer anunciaba que en cinco minutos el avión despegaría.
—Genial, iremos al caribe —dijo _____ cuando el avión se puso en marcha.
—Para pasar nuestra luna de miel —añadí, acariciando su mano en su regazo. Pero éstas le temblaban y las tenía sudorosas. Supe que estaba nerviosa, incluso más que yo de pasar dos semanas solos sin nadie conocido a nuestro alrededor, de saber que ya éramos mayores de edad y casados. Podíamos hacer cualquier cosa, la que quisiéramos y nadie nos podría regañar.
Yo también comencé a ponerme nervioso.
Pasamos todas las horas de vuelo durmiendo. Antes de que mi celular se quedara sin señal, recibí un mensaje de Louis que decía:
“Nada de sexo en el avión, eso es muy antihigiénico. Esperen a que estén el hotel :D”
Me hicieron guardar el celular antes de que tuviera la oportunidad de responderle con un grandísimo “IDIOTA”.
_____ se durmió en seguida sobre mi hombro. Me puse a pensar que si las cosas seguían así ella se transformaría en una especie de esposa-hija a la cual tendría que proteger. Me encantaba tenerla a mi lado, pero lamentablemente no podía cuidarla como a una niña. Tendría que madurar.
Ni siquiera pude cuidar a mi madre cuando mi padre la abandonó. No era la persona más indicada para proteger a _____. La amaba y estaría a su lado siempre, pero tenía que admitir que no era el eslabón más fuerte de esta relación.
Organicé la boda, la luna de miel y todo eso sacando la mejor calificación de mi clase, pero esas cosas no implicaban velar por los sentimientos de _____, la persona más importante para mí.
Así que tenía dos opciones, aprender a cuidarla o que ella madurara. Y no sabía cual de las dos era más utópica.
Sin embargo, haría todo lo imposible por que esta relación funcionara. O dejaría de amar a los gatos y _____ de creer en las hadas.
***
El avión se deslizó al aterrizar, fue tan suave que no sentí cuando tocó piso firme y una azafata nos tuvo que despertar.
Lo primero que notamos fue que hacía mucho calor. Al bajarnos, nos recibieron con unas guirnaldas florales que nos colocaron en el cuello. ______ lucía radiante, el ambiente, las flores, el clima, las cosas que descubriría en estas islas se notaba a kilómetros que era lo suyo, así que yo también sonreí cuando nos indicaron que recogiéramos nuestras maletas para ir al hotel y luego visitar la playa para una fiesta de bienvenida que hacían para los turistas.
—¿Crees que habrán bailes y esas cosas? —me preguntó cuando nos subimos a un taxi enviado por el hotel.
—No lo creo, esto no es Hawai, sino el caribe —me golpeó en el hombro y besó mi mejilla enseguida.
—Ya lo sabía, te estaba poniendo a prueba solamente.
Ambos reímos de su mentira.
Me ocupé de todo lo demás, le dije a ______ que podía ir a dar un paseo por la piscina del hotel mientras yo acomodaba nuestras cosas. No se opuso y salió corriendo a jugar con el agua.
Nuestro cuarto era grande, mucho más que el de ______ en su casa. Tenía una cama matrimonial enorme, y casi una sala de estar.
No demoré demasiado en acomodar las cosas. Bajé cuanto antes a la piscina a hacerle compañía a ______, estaría sola y no conocía el idioma y a menos que alguien le hablara en inglés, estaría perdida.
Pero lo que vi fue totalmente distinto a lo que yo imaginé.
No estaba sola, sino que conversaba con alguien con los pies sumergidos en el agua. Por la distancia no pude ver quien era, pero estaba seguro que era un chico.
Y recordé el día que coqueteó con ese chico en aquella tienda y me enojé y la ignoré alrededor de un mes. Fue el peor mes de mi vida, tener que soportar a camila y agonizar por no permitirme si quiera a mirar a _____ por orgullo.
Y ahora sucedía lo mismo.
Con la diferencia de que antes sólo éramos prometidos, ahora éramos marido y mujer, algo legal. Y no podía engañarme, no podía conversar con otros chicos sin mi permiso, simplemente no podía. Yo no miraba a otras chicas, eran invisibles ante mis ojos ¿por qué ella no podía hacer lo mismo con los demás?
Caminé a toda prisa, necesitaba alejarla de aquel estúpido. Ella era mía.
No me preocupé de verle el rostro a ese idiota, sólo lo empujé al agua y tiré del brazo a _____ para que se levantara y se fuera conmigo.
—¡Hey, Harry! ¿Qué te sucede? —me preguntó, como si fuera complicado de entender.
Me reprimí, no le gritaría. Jamás lo haría.
—No hables con otros chicos, es nuestra luna de miel. Nuestra —le dije en un susurro para que las demás personas que observaban mi ataque de celos no se enteraran de lo que ocurría.
—¿Otros chicos? —dijo incrédula.
—¿A quién llamas “otro chico”? ¡Se terminó, quería ser tu amante, pero ahora no! ¡Lo nuestro acabó, Hazza!
Esa voz, esos gritos y esa actitud.
_____ sonrió y acarició mi mejilla mirándome con ternura. Me dio la mano y la apretó fuerte, como cuando yo lo hacía para disculparme.
Louis salió del agua, con la ropa empapada y me fulminó con la mirada.
—¿Por qué hiciste eso, Harry? ¡Creí que teníamos algo especial!
Pero no pude responderle, es que no era posible que él estuviera aquí.
—¿Qué haces aquí, Lou?
—¡Pues animar sus noches! —gritó y todo el mundo nos volteo a ver
''Entrometido''
Desperté a _____ con una patada en la pierna. Fue suave, nada violento, tampoco quería agredirla. Pero eso no la convenció cuando por accidente terminé botándola de la cama.
—¡Me las pagarás, Harry! —rugió levantándose con rapidez y abalanzándose sobre mí— ¿Por qué hiciste eso?
La posición no era muy sutil, se había lanzado y se subió a mi torso, con ambas piernas a mis costados. Seguro que su idea era que yo no escapara, pero a mi se me ocurrían miles de ideas más y no estaban involucradas con su propósito. Pero me contuve, porque hoy era el gran día.
La tomé de la cintura y con un movimiento delicado la bajé de mí. Me miró perpleja, ni siquiera di indicios de ejercer fuerza o de que ella pesara
.
Hacer ejercicio estaba dando sus frutos.
—Cálmate, _____. ¿Acaso no recuerdas que día es hoy? —entrecerró los ojos e hizo memoria. Sonreí al verla tan concentrada y aparté un mechón de cabello de su frente.
—Sábado —respondió finalmente.
—¿Y qué hay este sábado?
—¡No lo sé! Lo único bueno de ser sábado es que no hay escuela, que terminamos el año escolar ayer y que… ¡Oh, por Dios! ¡Nuestra luna de miel!
Se tapó la boca con las manos del asombro, y de la torpeza de no recordar un día como este. Aún me pregunto cómo es que llegó a la boda correcta.
Le aparté las manos y me incliné sin apartar mis ojos de los suyos, ella no parpadeaba, sólo se limitaba a mirarme con una intensidad que nunca antes había distinguido antes. Mis más profundos pensamientos deseaban que fuera por la misma razón por la cual me he contenido todo este tiempo.
Ladeé mi cabeza y la besé no como otras veces. Este beso era especial porque ambos sabíamos que después de este viaje no volveríamos a ser los mismos. No me separé hasta que ella lo hizo por falta de aire, me quedé mirándola unos minutos más, como intentaba pasar desapercibido el sonrojo de sus mejillas. Era irrelevante que llevásemos una semana de casados, yo desde hace muchos años que conocía el significado de cada uno de los gestos y expresiones de _____.
—El vuelo sale a las diez, y son las ocho. A menos que queramos esperar el siguiente vuelo que es dentro de dos días más, será mejor que nos demos prisa —le dije. Ella se levantó de la cama de un salto, corrió hasta su armario que compartíamos y sacó toda la ropa que encontró.
—_____… allá hará calor, no creo que necesites un chaleco.
—Uhmm… cierto —vaciló unos segundos, dando vueltas por la habitación, hasta que se decidió y del otro armario que tenía, sacó decenas de camisetas, shorts, uno que otro vestido y zapatos. Sacó la maleta que tenía debajo de la cama, todo eso en un minuto y lo metió dentro sin doblar u ordenar, y la cerró. Y ahí tenía todo listo para un viaje de dos semanas al caribe.
—Nunca cambiarás —le dije.
—¿Y tú? No puedes decirme eso, tú estás allí acostado como si fueras un rey, ¡Hace tu maleta!
—Hice mi maleta hace dos días, también arreglé los papeles y los pasaportes de ambos, reservé transporte en cuanto llegásemos al hotel y arreglé unas reservaciones para que visitemos distintos lugares del caribe.
Se quedó en silencio, observándome de arriba a bajo mientras yo le sonreía con sorna.
—Me he casado con una agenda humana —dijo al final.
No me ofendí por su comentario, a menudo le hacia referencia sobre su torpeza o la falta de organización que tenía, y sabía que estaba mal ser cruel con ella, en especial porque que la amaba y era mi esposa, pero llevaba años siendo distante con _____ con el motivo de ocultar mis sentimientos, que se volvió una mala costumbre después de un tiempo. No lo hacía con querer, lo menos que quería era lastimar sus sentimientos, ya que me sentiría inmensamente miserable si eso ocurriera. Por eso, aceptaba con una sonrisa los insultos que se le ocurrieran.
—De todas formas, no te quedes allí. Ayúdame a ordenar mis cosas.
—¿Cuál es la palabra mágica? —hizo un mohín de decirlo, pero prefirió hacerse la desentendida y me dedicó una mirada asesina.
—Ahora, Harry.
—No, gracias. Estoy muy cómodo aquí, en nuestra cama con las sábanas tibias, y el colchón tan suave…
—¡Por favor! ¡Abracadabra! ¡Te amo! ¡Te lo suplico! Vamos, una de esas tiene que ser —exclamó algo más desesperada. _____ era un desastre.
Y lo mejor es que ahora era mi desastre.
—La palabra mágica fue la tercera, y como la dijiste… te ayudaré —sonrió aliviada y me levanté.
Acomodé su ropa, también la doble y le elegí algunos conjuntos con los que sabía se vería hermosa.
Nos vestimos en silencio hasta que bajamos a desayunar. Allí nos esperaban todos, desde Ellen la cocinera que me entregaba las galletas con la ilusión de conquistar a _____ de niños, hasta mis suegros y mi madre.
—¡La pareja del año! —exclamó mi suegra y dio pequeños saltos de emoción. daniela le dijo que se calmara y su madre le respondió con un divertido “No seas amargada, dani”.
Desayunamos rápido, no teníamos mucho tiempo.
No nos entretuvimos con despedidas muy largas ni sentimentales, volveríamos en dos semanas así que no era algo definitivo.
_____ no me dejó conducir de camino al aeropuerto, seguía sin confiar en mí a pesar de haber sacado mi licencia esa semana.
Llegamos justo a tiempo para procesar los documentos y pasar las maletas, abordamos el avión casi corriendo mientras la voz monótona de una mujer anunciaba que en cinco minutos el avión despegaría.
—Genial, iremos al caribe —dijo _____ cuando el avión se puso en marcha.
—Para pasar nuestra luna de miel —añadí, acariciando su mano en su regazo. Pero éstas le temblaban y las tenía sudorosas. Supe que estaba nerviosa, incluso más que yo de pasar dos semanas solos sin nadie conocido a nuestro alrededor, de saber que ya éramos mayores de edad y casados. Podíamos hacer cualquier cosa, la que quisiéramos y nadie nos podría regañar.
Yo también comencé a ponerme nervioso.
Pasamos todas las horas de vuelo durmiendo. Antes de que mi celular se quedara sin señal, recibí un mensaje de Louis que decía:
“Nada de sexo en el avión, eso es muy antihigiénico. Esperen a que estén el hotel :D”
Me hicieron guardar el celular antes de que tuviera la oportunidad de responderle con un grandísimo “IDIOTA”.
_____ se durmió en seguida sobre mi hombro. Me puse a pensar que si las cosas seguían así ella se transformaría en una especie de esposa-hija a la cual tendría que proteger. Me encantaba tenerla a mi lado, pero lamentablemente no podía cuidarla como a una niña. Tendría que madurar.
Ni siquiera pude cuidar a mi madre cuando mi padre la abandonó. No era la persona más indicada para proteger a _____. La amaba y estaría a su lado siempre, pero tenía que admitir que no era el eslabón más fuerte de esta relación.
Organicé la boda, la luna de miel y todo eso sacando la mejor calificación de mi clase, pero esas cosas no implicaban velar por los sentimientos de _____, la persona más importante para mí.
Así que tenía dos opciones, aprender a cuidarla o que ella madurara. Y no sabía cual de las dos era más utópica.
Sin embargo, haría todo lo imposible por que esta relación funcionara. O dejaría de amar a los gatos y _____ de creer en las hadas.
***
El avión se deslizó al aterrizar, fue tan suave que no sentí cuando tocó piso firme y una azafata nos tuvo que despertar.
Lo primero que notamos fue que hacía mucho calor. Al bajarnos, nos recibieron con unas guirnaldas florales que nos colocaron en el cuello. ______ lucía radiante, el ambiente, las flores, el clima, las cosas que descubriría en estas islas se notaba a kilómetros que era lo suyo, así que yo también sonreí cuando nos indicaron que recogiéramos nuestras maletas para ir al hotel y luego visitar la playa para una fiesta de bienvenida que hacían para los turistas.
—¿Crees que habrán bailes y esas cosas? —me preguntó cuando nos subimos a un taxi enviado por el hotel.
—No lo creo, esto no es Hawai, sino el caribe —me golpeó en el hombro y besó mi mejilla enseguida.
—Ya lo sabía, te estaba poniendo a prueba solamente.
Ambos reímos de su mentira.
Me ocupé de todo lo demás, le dije a ______ que podía ir a dar un paseo por la piscina del hotel mientras yo acomodaba nuestras cosas. No se opuso y salió corriendo a jugar con el agua.
Nuestro cuarto era grande, mucho más que el de ______ en su casa. Tenía una cama matrimonial enorme, y casi una sala de estar.
No demoré demasiado en acomodar las cosas. Bajé cuanto antes a la piscina a hacerle compañía a ______, estaría sola y no conocía el idioma y a menos que alguien le hablara en inglés, estaría perdida.
Pero lo que vi fue totalmente distinto a lo que yo imaginé.
No estaba sola, sino que conversaba con alguien con los pies sumergidos en el agua. Por la distancia no pude ver quien era, pero estaba seguro que era un chico.
Y recordé el día que coqueteó con ese chico en aquella tienda y me enojé y la ignoré alrededor de un mes. Fue el peor mes de mi vida, tener que soportar a camila y agonizar por no permitirme si quiera a mirar a _____ por orgullo.
Y ahora sucedía lo mismo.
Con la diferencia de que antes sólo éramos prometidos, ahora éramos marido y mujer, algo legal. Y no podía engañarme, no podía conversar con otros chicos sin mi permiso, simplemente no podía. Yo no miraba a otras chicas, eran invisibles ante mis ojos ¿por qué ella no podía hacer lo mismo con los demás?
Caminé a toda prisa, necesitaba alejarla de aquel estúpido. Ella era mía.
No me preocupé de verle el rostro a ese idiota, sólo lo empujé al agua y tiré del brazo a _____ para que se levantara y se fuera conmigo.
—¡Hey, Harry! ¿Qué te sucede? —me preguntó, como si fuera complicado de entender.
Me reprimí, no le gritaría. Jamás lo haría.
—No hables con otros chicos, es nuestra luna de miel. Nuestra —le dije en un susurro para que las demás personas que observaban mi ataque de celos no se enteraran de lo que ocurría.
—¿Otros chicos? —dijo incrédula.
—¿A quién llamas “otro chico”? ¡Se terminó, quería ser tu amante, pero ahora no! ¡Lo nuestro acabó, Hazza!
Esa voz, esos gritos y esa actitud.
_____ sonrió y acarició mi mejilla mirándome con ternura. Me dio la mano y la apretó fuerte, como cuando yo lo hacía para disculparme.
Louis salió del agua, con la ropa empapada y me fulminó con la mirada.
—¿Por qué hiciste eso, Harry? ¡Creí que teníamos algo especial!
Pero no pude responderle, es que no era posible que él estuviera aquí.
—¿Qué haces aquí, Lou?
—¡Pues animar sus noches! —gritó y todo el mundo nos volteo a ver
maleja0412
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
JAJAJJA POBRE LOUIS!
HAZZA QUE MALOTE Y CELOSOTE!
SIGUELAAAA!
HAZZA QUE MALOTE Y CELOSOTE!
SIGUELAAAA!
Invitado
Invitado
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
AHAHAHAH lucho no cambia ahhahahhahahahhahah dios ese lucho jajjjaja okey okey mmm este capi tubo de todo y me encanto!!!! Bien estupendo!!..mm copada. Significa qe sos buena onda, o buena, buena chica entiendes jajjajja lo siento jajaja sigue pronto
ximena_21
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
CAPITULO 27
''Horas, no minutos''
Dejé que Louis y ______ siguieran de amigos en la piscina, en cuanto a mí, fui directo al bar del hotel y pedí el trago más fuerte que tuvieran. Escoció mi garganta como si me estuvieran fusilando en ese preciso momento, pero no era nada comparado con la vergüenza que sentía.
Se suponía que era mi luna de miel con ______, no entendía por qué Louis tuvo que venir a arruinarlo todo. Era mi amigo, gracioso y un chico estupendo, pero no era el momento más adecuado para venir a “animar las noches”, de eso me podía encargar yo sin la ayuda de nadie.
De pronto, mientras bebía, sentí una mano delicada en mi hombro. Supe de inmediato que no era _____, ella sólo iba y me gritaba, o me golpeaba en el hombro o cualquier tipo de cosa infantil que por más años que pasáramos juntos, nunca dejaría de hacer como si fuéramos los mismos niños de ocho años.
Giré mi cabeza lentamente y me encontré con una chica rubia, más o menos de la misma estatura que _____, pero con unos ojos azules muy profundos y bonitos. Sin embargo, era muy femenina y seductora, no tenía la gracia y simpatía que desbordaba mi esposa.
—¿Qué hace un chico como tú bebiendo a estas horas? ¿Quieres que te acompañe? —debía tener más de veinte años, se le notaba en la mirada y en la voz. Además, parecía dispuesta a todo por que la invitara una copa.
No me apetecía hablar con ella, pero tampoco estar solo bebiendo como un condenado horas después de bajarme de un avión, así que no reclamé cuando ella se sentó en la silla que estaba a mi lado.
—¿Cómo te llamas? —me preguntó. Me miraba de arriba abajo, analizando la ropa cara que la madre de ______ me había regalado para el viaje. Seguro pensaba que era su día de suerte.
—Alex —mentí—. Alex _____(Ta).
era el apellido de _____, no creía que se enojara si tomaba prestado su apellido para burlarme de una cualquiera por unos minutos. Estaba seguro que si fuera por ______, me hubiese regalado encantada toda su identidad, le fascinaban este tipo de bromas.
—Yo soy ______(Tn) delavigne —traté de disimular mi asombro lo mejor que pude, a veces para esas cosas era bastante bueno, para ocultar mis sentimientos.
Me dijo su nombre sin habérselo preguntado, y de saber que se llamaba _____(Tn), tampoco lo hubiera hecho. ¿Acaso era posible que se tuviera tantas similitudes con _____?
—¿No eres de aquí, Alex?
—No, soy de Australia —cada vez se acercaba más hacia mí y recargaba todo su pecho sobre el mesón del bar, su escote resistía todo lo que podía por no reventar frente a mí.
—Yo soy de Inglaterra, de Londres —comencé a odiarla tan rápido como hablaba. Me contaba cosas que no preguntaba y eso era desagradable.
Entonces, cerca de la entrada al bar, divisé la melena oscura de ______. Ya no estaba con Louis y parecía algo perdida, seguramente no sabiendo a dónde ir o qué hacer.
Deseé que dejara de lucir como una niña extraviada para que me fuera a rescatar de esa bruja que tenía a mi lado, que se las arreglaba para seguir hablando de sí misma sabiendo que no la estaba escuchando. Pero _____ no era así, ella era una chica todavía.
Y no sabía si amar u odiar esa parte de ella.
Finalmente, me vio. Y agradecí la distancia que nos separaba, porque pareció que un aura oscura la rodeó de repente y que todo su rostro se ponía pálido. Ni siquiera esperó o esquivó a las personas que se le cruzaban, caminó a toda prisa y con decisión hacia mí. Le sonreí como nunca cuando estuvo lo suficientemente cerca como para distinguir las expresiones de mi rostro, le dediqué la sonrisa más inocente y a la vez burlona del mundo. No planeé causarle celos, pero era una pequeña venganza por lo de Louis.
—¡Harry, cariño, te estaba buscando! —exclamó. _____(Tn) se dio vuelta a mirarla y se tapo la boca para reírse de _____.
Eso no me lo esperaba, ______ tampoco. Pero me enfadó muchísimo.
Se había burlado del vestido floreado de ______, del mismo vestido floreado que yo elegí para ella.
—No admiten niños en el bar, ¿por qué no te vas a buscar a tus padres en la piscina? —le dijo a _____(Tn).
—¿Y por qué no te vas a ahogar en ella? —le interrumpí. Me miró incrédula y muy ofendida, seguro nadie en su vida se había resistido a sus encantos. Lástima que yo tenía ojos para una sola chica cuyo nombre era ______.
—Chico malo, me agrada —dijo ______. Ambos no reímos de sus palabras y ella se apoyó en mi hombro para no caerse de tanto reír.
_____(Tn) no parecía entender que sucedía.
—Alex, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué te dijo “Harry”?
—Lo siento, es que está un poco loca y cree que soy la rencarnación de Harry Potter —______ aguantaba las ganas de volver a reírse, pero en cambio, me siguió el juego.
—¡Harry, muéstrame tu varita! —y no pudimos más.
—que estupidos son ambos ahh devuelvanse a la guarderia—dijo (Tn)_____ con un tono de arrogancia
—y tu por que no te regresas al prostibulo de donde saliste?—dijo _____
Al final (Tn)______ se fue indignada y un camarero nos echó del bar. Nuestras carcajadas se oían por toda la isla. Admitía que el alcohol que bebí hizo su parte para decir tantas tonterías juntas, pero fue más el saber que ______ se burlaba conmigo de esa chica lo que me hizo feliz. No estaba enojada y se lo había tomado con humor.
A veces era buena la versión infantil de ella.
—Así que… Alex, ¿quién era ella? —me preguntó de todas formas después de que el camarero nos echara y nos prohibiera volver al bar.
—(Tn)______ —le dije como si nada. Comencé a caminar hasta llegar al ascensor, ______ me siguió el paso y me tomó de la mano. Acaricié sus dedos, disculpándome por lo sucedido en el bar, y ella hizo lo mismo, cosa que interpreté por lo ocurrido con Louis.
Las puertas del ascensor se abrieron y subimos a nuestro cuarto, que estaba en el octavo piso.
—¿Y de dónde salió esa? —insistió con el tema. Tal vez si estaba celosa, podía notar cierto brillo en sus ojos y no eran de felicidad.
—No lo sé, si me lo preguntas así, la verdad es que tampoco me interesa.
Eso no pareció convencerla, pero no dijo nada hasta que nos bajamos del ascensor y estuvimos dentro de nuestro cuarto.
—¿Y Louis? —inquirí cuando lo recordé.
—Oh, se fue a su hotel.
—¿No está aquí? —eso no me lo esperaba.
—Claro que no, dijo que por más que quisiera, no podría dormir sabiendo que sus amigos estarían disfrutando de su luna de miel a metros de su habitación, así que se hospedo en otro. Además, vino con una chica.
Y sabía a quien se refería, era brenda, la amiga de ______. Louis siempre fue acelerado en las relaciones, varias veces estuvo a punto de pedirle de rodillas matrimonio a cinco chicas en un año creyendo que eran su verdadero amor. Sólo esperaba que no ocurriera lo de años anteriores: Que sacara su lado infantil demasiado pronto, eso asustaba un poco a las chicas.
—Bien por nosotros —dije. Nos acostamos en la cama, tenía todo ordenado y no teníamos nada planeado para hoy, las actividades y esas cosas comenzarían mañana, y la verdad, estaba bastante nervioso.
Encendimos la televisión, pero pronto dejamos de prestarle atención. La tensión y la incomodidad eran latentes, quería muchísimo acercarme a ella, pero tenía miedo.
—Harry… pediré algo para comer, ¿ok? —asentí cuando rompió el silencio, se levantó y pidió el servicio a la habitación.
Después de diez minutos, nos dejaron una bandeja con comida suficiente para una semana. Lo primero que vi fue el vino, no acostumbraba a beber, pero los nervios podían conmigo.
_____ también bebió, lo que me sorprendió, ya que ella no lo hacia desde que nos emborrachamos en el campamento. O al menos no de esa forma, bebió tanto como yo y terminamos tirados sobre la cama partiéndonos de la risa.
—¡Alex, ¿tú sabías que estoy casada? —decía con una voz somnolienta y embriagante, como si estuviera a punto de dormirse.
—No, ¿con quién te casaste? —le pregunté, sabiendo que se refería a mí.
—Con un chico, tiene muchos rizos, demasiados. A veces creo que su cabeza no aguantara tantos rizos y un día de estos ¡Bum! Explotara —me dedicó una sonrisa y se colocó sobre mí, me abrazó y reposó su cabeza en mi pecho.
—Debe ser muy feo —le dije, casi perdiendo el conocimiento.
—No lo es, pero tú me recuerdas a él, ¿sabías, Alex? Tu voz, es muy parecida… —por un momento pensé que se había quedado dormida, no se movió ni volvió a hablar por varios minutos, y se quedó allí acostada sobre mí.
Hasta que se removió y susurró bien bajo:
—¿Alex, quieres ser mi amante? Pero no se lo diremos a Harry, o te mataría.
Me hizo mucha gracia que me dijera eso, su voz sonaba como si estuviera en una misión secreta y mientras lo dijo se había encargado de desabrochar el cinturón de mi pantalón.
Si hubiera estado sobrio, me habría dado vergüenza, como esa vez que estuvimos a punto de hacerlo pero se cortó la luz. A pesar de no tenerla en esos momentos, la detuve, no dejé que me quitara los pantalones.
—No, no quiero ser tu amante.
—Como quieras, porque yo tengo a Harry.
—No creo que quiera nada contigo después de que le diga que quisiste ser mi amante —enarcó las cejas y se acomodó hasta quedar con sus labios rozando los míos.
—Yo creo que eso no le importará.
—¿Cómo estás tan segu… —y tuve que dejar las palabras al aire, porque sus manos en mi entrepierna y sus labios en boca fueron suficientes para callarme.
''Horas, no minutos''
Dejé que Louis y ______ siguieran de amigos en la piscina, en cuanto a mí, fui directo al bar del hotel y pedí el trago más fuerte que tuvieran. Escoció mi garganta como si me estuvieran fusilando en ese preciso momento, pero no era nada comparado con la vergüenza que sentía.
Se suponía que era mi luna de miel con ______, no entendía por qué Louis tuvo que venir a arruinarlo todo. Era mi amigo, gracioso y un chico estupendo, pero no era el momento más adecuado para venir a “animar las noches”, de eso me podía encargar yo sin la ayuda de nadie.
De pronto, mientras bebía, sentí una mano delicada en mi hombro. Supe de inmediato que no era _____, ella sólo iba y me gritaba, o me golpeaba en el hombro o cualquier tipo de cosa infantil que por más años que pasáramos juntos, nunca dejaría de hacer como si fuéramos los mismos niños de ocho años.
Giré mi cabeza lentamente y me encontré con una chica rubia, más o menos de la misma estatura que _____, pero con unos ojos azules muy profundos y bonitos. Sin embargo, era muy femenina y seductora, no tenía la gracia y simpatía que desbordaba mi esposa.
—¿Qué hace un chico como tú bebiendo a estas horas? ¿Quieres que te acompañe? —debía tener más de veinte años, se le notaba en la mirada y en la voz. Además, parecía dispuesta a todo por que la invitara una copa.
No me apetecía hablar con ella, pero tampoco estar solo bebiendo como un condenado horas después de bajarme de un avión, así que no reclamé cuando ella se sentó en la silla que estaba a mi lado.
—¿Cómo te llamas? —me preguntó. Me miraba de arriba abajo, analizando la ropa cara que la madre de ______ me había regalado para el viaje. Seguro pensaba que era su día de suerte.
—Alex —mentí—. Alex _____(Ta).
era el apellido de _____, no creía que se enojara si tomaba prestado su apellido para burlarme de una cualquiera por unos minutos. Estaba seguro que si fuera por ______, me hubiese regalado encantada toda su identidad, le fascinaban este tipo de bromas.
—Yo soy ______(Tn) delavigne —traté de disimular mi asombro lo mejor que pude, a veces para esas cosas era bastante bueno, para ocultar mis sentimientos.
Me dijo su nombre sin habérselo preguntado, y de saber que se llamaba _____(Tn), tampoco lo hubiera hecho. ¿Acaso era posible que se tuviera tantas similitudes con _____?
—¿No eres de aquí, Alex?
—No, soy de Australia —cada vez se acercaba más hacia mí y recargaba todo su pecho sobre el mesón del bar, su escote resistía todo lo que podía por no reventar frente a mí.
—Yo soy de Inglaterra, de Londres —comencé a odiarla tan rápido como hablaba. Me contaba cosas que no preguntaba y eso era desagradable.
Entonces, cerca de la entrada al bar, divisé la melena oscura de ______. Ya no estaba con Louis y parecía algo perdida, seguramente no sabiendo a dónde ir o qué hacer.
Deseé que dejara de lucir como una niña extraviada para que me fuera a rescatar de esa bruja que tenía a mi lado, que se las arreglaba para seguir hablando de sí misma sabiendo que no la estaba escuchando. Pero _____ no era así, ella era una chica todavía.
Y no sabía si amar u odiar esa parte de ella.
Finalmente, me vio. Y agradecí la distancia que nos separaba, porque pareció que un aura oscura la rodeó de repente y que todo su rostro se ponía pálido. Ni siquiera esperó o esquivó a las personas que se le cruzaban, caminó a toda prisa y con decisión hacia mí. Le sonreí como nunca cuando estuvo lo suficientemente cerca como para distinguir las expresiones de mi rostro, le dediqué la sonrisa más inocente y a la vez burlona del mundo. No planeé causarle celos, pero era una pequeña venganza por lo de Louis.
—¡Harry, cariño, te estaba buscando! —exclamó. _____(Tn) se dio vuelta a mirarla y se tapo la boca para reírse de _____.
Eso no me lo esperaba, ______ tampoco. Pero me enfadó muchísimo.
Se había burlado del vestido floreado de ______, del mismo vestido floreado que yo elegí para ella.
—No admiten niños en el bar, ¿por qué no te vas a buscar a tus padres en la piscina? —le dijo a _____(Tn).
—¿Y por qué no te vas a ahogar en ella? —le interrumpí. Me miró incrédula y muy ofendida, seguro nadie en su vida se había resistido a sus encantos. Lástima que yo tenía ojos para una sola chica cuyo nombre era ______.
—Chico malo, me agrada —dijo ______. Ambos no reímos de sus palabras y ella se apoyó en mi hombro para no caerse de tanto reír.
_____(Tn) no parecía entender que sucedía.
—Alex, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué te dijo “Harry”?
—Lo siento, es que está un poco loca y cree que soy la rencarnación de Harry Potter —______ aguantaba las ganas de volver a reírse, pero en cambio, me siguió el juego.
—¡Harry, muéstrame tu varita! —y no pudimos más.
—que estupidos son ambos ahh devuelvanse a la guarderia—dijo (Tn)_____ con un tono de arrogancia
—y tu por que no te regresas al prostibulo de donde saliste?—dijo _____
Al final (Tn)______ se fue indignada y un camarero nos echó del bar. Nuestras carcajadas se oían por toda la isla. Admitía que el alcohol que bebí hizo su parte para decir tantas tonterías juntas, pero fue más el saber que ______ se burlaba conmigo de esa chica lo que me hizo feliz. No estaba enojada y se lo había tomado con humor.
A veces era buena la versión infantil de ella.
—Así que… Alex, ¿quién era ella? —me preguntó de todas formas después de que el camarero nos echara y nos prohibiera volver al bar.
—(Tn)______ —le dije como si nada. Comencé a caminar hasta llegar al ascensor, ______ me siguió el paso y me tomó de la mano. Acaricié sus dedos, disculpándome por lo sucedido en el bar, y ella hizo lo mismo, cosa que interpreté por lo ocurrido con Louis.
Las puertas del ascensor se abrieron y subimos a nuestro cuarto, que estaba en el octavo piso.
—¿Y de dónde salió esa? —insistió con el tema. Tal vez si estaba celosa, podía notar cierto brillo en sus ojos y no eran de felicidad.
—No lo sé, si me lo preguntas así, la verdad es que tampoco me interesa.
Eso no pareció convencerla, pero no dijo nada hasta que nos bajamos del ascensor y estuvimos dentro de nuestro cuarto.
—¿Y Louis? —inquirí cuando lo recordé.
—Oh, se fue a su hotel.
—¿No está aquí? —eso no me lo esperaba.
—Claro que no, dijo que por más que quisiera, no podría dormir sabiendo que sus amigos estarían disfrutando de su luna de miel a metros de su habitación, así que se hospedo en otro. Además, vino con una chica.
Y sabía a quien se refería, era brenda, la amiga de ______. Louis siempre fue acelerado en las relaciones, varias veces estuvo a punto de pedirle de rodillas matrimonio a cinco chicas en un año creyendo que eran su verdadero amor. Sólo esperaba que no ocurriera lo de años anteriores: Que sacara su lado infantil demasiado pronto, eso asustaba un poco a las chicas.
—Bien por nosotros —dije. Nos acostamos en la cama, tenía todo ordenado y no teníamos nada planeado para hoy, las actividades y esas cosas comenzarían mañana, y la verdad, estaba bastante nervioso.
Encendimos la televisión, pero pronto dejamos de prestarle atención. La tensión y la incomodidad eran latentes, quería muchísimo acercarme a ella, pero tenía miedo.
—Harry… pediré algo para comer, ¿ok? —asentí cuando rompió el silencio, se levantó y pidió el servicio a la habitación.
Después de diez minutos, nos dejaron una bandeja con comida suficiente para una semana. Lo primero que vi fue el vino, no acostumbraba a beber, pero los nervios podían conmigo.
_____ también bebió, lo que me sorprendió, ya que ella no lo hacia desde que nos emborrachamos en el campamento. O al menos no de esa forma, bebió tanto como yo y terminamos tirados sobre la cama partiéndonos de la risa.
—¡Alex, ¿tú sabías que estoy casada? —decía con una voz somnolienta y embriagante, como si estuviera a punto de dormirse.
—No, ¿con quién te casaste? —le pregunté, sabiendo que se refería a mí.
—Con un chico, tiene muchos rizos, demasiados. A veces creo que su cabeza no aguantara tantos rizos y un día de estos ¡Bum! Explotara —me dedicó una sonrisa y se colocó sobre mí, me abrazó y reposó su cabeza en mi pecho.
—Debe ser muy feo —le dije, casi perdiendo el conocimiento.
—No lo es, pero tú me recuerdas a él, ¿sabías, Alex? Tu voz, es muy parecida… —por un momento pensé que se había quedado dormida, no se movió ni volvió a hablar por varios minutos, y se quedó allí acostada sobre mí.
Hasta que se removió y susurró bien bajo:
—¿Alex, quieres ser mi amante? Pero no se lo diremos a Harry, o te mataría.
Me hizo mucha gracia que me dijera eso, su voz sonaba como si estuviera en una misión secreta y mientras lo dijo se había encargado de desabrochar el cinturón de mi pantalón.
Si hubiera estado sobrio, me habría dado vergüenza, como esa vez que estuvimos a punto de hacerlo pero se cortó la luz. A pesar de no tenerla en esos momentos, la detuve, no dejé que me quitara los pantalones.
—No, no quiero ser tu amante.
—Como quieras, porque yo tengo a Harry.
—No creo que quiera nada contigo después de que le diga que quisiste ser mi amante —enarcó las cejas y se acomodó hasta quedar con sus labios rozando los míos.
—Yo creo que eso no le importará.
—¿Cómo estás tan segu… —y tuve que dejar las palabras al aire, porque sus manos en mi entrepierna y sus labios en boca fueron suficientes para callarme.
maleja0412
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
Ufff la contaste ahí?!! Jajajajja me da risa jajajaj mm esta buenisimo el capi y me rei. Mucho jajajjaj sigue babye :bye:
ximena_21
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
CAPITULO 28
''tu decisión''
era el momento ella lo habia pedido y no iva a dejarme dominar por esto la verdad me hubiera gustado hacer esto en otro momento algo mas romantico pero bueno ella no lo queria de ese modo al parecer
ella de repente se quito su vestido, tomo un camison mio de la mesa de noche y se lo coloco alli estaba ella solo con mi camisa y su ropa interior ella se levanto pero de repente callo al piso
—Creo que no puedes pararte —le dije divertido.
Se incorporó y se sentó derecha sobre mi regazo.
— ¿Estas insinuando que estoy ebria? —me preguntó.
—No lo sé, tú dime.
—Lo que yo te digo es que…adios
y salio corriendo de la habitacion de una forma divertida y bajo las pequeñas escaleras hasta la pequeña cocina del hotel
baje detras de ella y alli estaba en la cocina riendo graciosamente
No pude aguantarme más y me levanté la cabeza para tomar sus labios
Se acercó más a mí, cuando coloqué una de mis manos alrededor de su cintura. Su lengua se mezclo con la mía y el sabor de su boca era una mezcla paradisíaca de alcohol y su propio sabor. Era dulce, y adictivo. Llevó sus manos a mi nuca y el beso se volvió más profundo. Como cada vez que la besaba, mis ojos estaban totalmente cerrados y disfrutando de ello como el resto de mí.
Resbalé mis labios por su mentón y bajé a su cuello.
Gimió levemente y eso fue como apretar el acelerador en mí y no sacar el pie de allí.
Desesperado volví a su boca. Mordió suavemente mi labio superior y luego se alejó para mordisquear mi mandíbula, hasta mi oreja.
—Diablos… —musité apenas audible. Ella iba a volverme loco, completamente loco. La alejé de mí y me puse de pie. Ella me miró sorprendida —Estas ebria ______, mejor te llevo a dormir.
Ella se puso de pie y tambaleándose se acercó hasta mí.
—No estoy tan ebria, como para no recordarlo mañana. Pero ni tan sobria, como para detenerte —dijo algo agitada. Su mirada estaba llena de deseo.
—Estoy tan deseoso de ti hermosa pero quiero que recuerdes este momento
—ya te dije que si lo recordare!!!!
—es tu desicion
—Entonces, hagámoslo cariño —me dijo levantando sus brazos al tiempo que yo me acercaba a ella y la tomaba de la cintura para acercarla de nuevo a mí.
Sus brazos cayeron pesados sobre mis hombros, y se colgó de mí mientras nuestras bocas se fundían en un caliente beso.
Sin dejar de besarnos comencé a caminar a ciegas.
Algunos tropezones, unas risitas de su parte, hasta que chocamos contra una fría mesa de mármol.
_______ soltó agitada mis labios, mientras que yo la subía a la mesa justo frente a mí. Abrí sus piernas y me paré en medio de ellas. Volví a tomar sus labios, mientras mis manos acarician su cuerpo sobre el fino camisón.
—No sabes, no tienes ni la menor idea de cuánto te deseo —le susurré al oído mientras comenzaba a besar su cuello otra vez —Siempre he sido un firme creyente de vivir el momento. En tomar lo que quiero cuando lo deseo. Y ahora mismo, _______, yo te deseo. Quiero saborear cada centímetro de tu cuerpo. Sentir tu respiración sobre mi cuello mientras te hago mía. Explorar con mi lengua cada parte de ti hasta que me ruegues que me detenga.
—No voy a rogarte que te detengas —dijo agitada y divertida —Esta noche, has conmigo lo que quieras.
—Amén —dije y volví a sus labios.
—Amén, amén —musitó rápidamente y apenas audible.
Bajé mis manos hasta el borde de su camisón. Con cuidado acaricie sus muslos y su piel estaba tan caliente como yo este momento por ella.
Sus manos estaban en mi nuca y acariciaban mis cabellos en forma de provocación. Sentí como sus manos resbalaban hacia delante y comenzaban a bajar por mi pecho, mientras nuestras bocas no cesaban. Alejándome apenas para respirar, la acerqué más a mí, logrando más espacio entres sus piernas. Sin ningún problema la tomé en brazos y la subí sobre abdomen. Sentí como sus piernas se cerraban a mí alrededor. Gruñí levemente al sentir, como desesperada intentaba quitarme la camisa de encima.
—Apártate un poco. Así puedo… quitarte esto —habló entre dientes trabajosamente.
Me reí ante su apabullante suplica.
— ¿Estas caliente, cariño? —pregunté agitado, mientras caminaba con ella encima hasta una de las paredes que estaba casi vacía.
— ¿Tú qué crees? —susurró y clavó sus ojos en los míos —Yo también puedo ser una sexo-dependiente como tú, y más si hace tiempo que no lo tengo…
—Juro que voy a encargarme de que lo disfrutes, lo juro…
Gimió cuando la apoyé contra la pared y hundí mis labios en su garganta. Mordisqueé la delicada piel de su cuello, hasta llegar a su oreja.
Su respiración caliente caía sobre mi oreja y nuca. Como había deseado esto, por dios. Yo ya no podía esperar para subir a aquella cama y hacerla mía, como tantas veces quise.
Me moví levemente contra ella, haciendo que se sobresaltara y me apretara con fuerza. Recargando su peso contra la pared, me alejó un poco de ella y con una profunda mirada, se deshizo sin ningún problema de mi camisa. Volvió a acercarse para tomar mi boca. Volví a caminar a ciegas, pero por un mal movimiento, y estar tan inmerso en aquello caímos sobre una mullida alfombra.
Ella quedó sobre mí, pero aun así nuestras bocas no se alejaron ni lo más mínimo. Se alejó de mis labios y comenzó a bajar su boca y lengua por mi cuello, y siguió bajando hasta mi pecho.
—Demonios… —escuché su ahogada voz sobre los músculos de mi abdomen —Estas más bueno que la comida de sal
Reí entré dientes y me senté para sentarla sobre mí y besar su boca. La tomé de la nuca y la acerqué más a mí, como si eso de verdad fuera posible. Sus firmes pechos estaban apretados contra mi pecho, debajo de ese lindo camisón y cubiertos por un sostén.
Ella tenía una forma tan especial de besar, una forma única y extremadamente caliente. Se alejó apenas de mis labios y abrí mis ojos para mirarla. Ella me miraba fijo…
—No vas a detenerme, ¿verdad? Estoy desesperado, estoy por volverme loco… loco —le expliqué agitado mientras veía su forma de mirarme.
Sus labios se curvaron levemente, para formar una misteriosa sonrisa.
Tomó una de mis manos y la dirigió a uno de sus pechos. Me hizo recorrer su cuerpo desde allí, hasta la curva de su trasero.
— ¿Desesperado? —preguntó. Tragué sonoramente.
—Muy desesperado —le aseguré.
—¿Y qué pasó con tus conquistas?
Su suave mano acarició mi pecho y subió hasta mi hombro. Se acercó un poco más a mí y comenzó a pasar su lengua por el costado de mi mandíbula. Gruñí al sentir el calor de sus piernas alrededor mío.
— ¿Yo te excito? —preguntó alejándose un poco.
Ella quería saber aquello, ella necesitaba saberlo.
—No te das una idea de cuánto.
— ¿Entonces, qué estas esperando para subir las escaleras y terminar en aquella cama? —Estaba esperando a que me dieras el permiso carño —dije con una pequeña sonrisa.
Sin ningún problema me puse de pie con ella encima. Mi cabeza dio vueltas al sentir como se envolvía alrededor mío otra vez. El calor de sus muslos internos, quemaron mi cintura en tanto sentía su humedad contra mi estómago.
Comencé a subir las pequeñas escaleras que daban a aquel cuarto, mezclé mi lengua con la suya y mordí con cuidado su labio. Susurró algo que no logré entender, pero me dio tanto placer.
Al fin llegamos allí arriba. Mis manos sostenían con firmeza su trasero, para que pudiera mantenerse sobre mí.
—Voy a devorarte, ______ —le dije con voz ronca.
—Esa idea me tiene loca…
—No más que a mí…
Caminé un poco más hasta que mis pasos se vieron interrumpidos por una pared. Ella gimió, cuando por causa de la pared, posé mi hinchada erección contra la parte de ella en la que ya no podía esperar para enterrarme.
—Oh, Dios —dijo en un leve gemido. Probé la calidez de su boca y escuché sus susurros de placer. Movió sus manos desde mi nuca, a través de mi espalda, hasta encontrar la bragueta de mi pantalón. Echándome hacia atrás ligeramente, observé su cara.
—Ya no puedo esperar a que lo hagas… Hazlo porque voy a volverme loca —me dijo agitada. Entonces la bestia que estaba dentro de mí, pareció salir descontrolada. La apreté más contra la pared y la besé profundamente. Casi salvajemente le arranqué su ropa interior que tenía debajo de ese camisón.
Ese camisón que aun cubría su cuerpo. Pero no quería sacárselo todavía, me gustaba verla con eso puesto.
Metí mis manos entre nosotros y terminé de desabrochar los botones
Y cuando sus piernas se abrieron a mí alrededor, me hundí el ella. Gimió exaltada y se aferro con fuerza a mi espalda.
Me quedé quieto, sintiendo como sus muslos internos me rodeaban más y más. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, y vueltas. Mi rostro estaba escondido en su cuello. Subí mis manos por el costado de sus piernas, alzando un poco más su camisón. Comencé a moverme despacio. Ella boqueó y se arqueó hacia mí.
—Oh, ______… —su nombre salió ronco de mi garganta al sentir el placer de estar dentro de ella. Mis ojos se cerraron y gruñí profundamente. Comencé a moverme un poco más, quería sentirla, necesitaba sentirla.
—Harryyy… —mi nombre salió agitado de sus labios.
Entonces me alejé de su cuello y tomé su boca. Gimió un poco más fuerte que antes y sus manos apretaron mis hombros. Era tan erótico sentirla de esa forma. . Ella estaba completamente vestida, y yo solo tenía puestos mis pantalones. Me alejé apenas de su boca para poder respirar.
—Di que deseabas esto tanto como yo —le dije sin dejar de moverme dentro de ella. Alcé una de mis manos y tomé uno de sus pechos, para acariciarlo sobre la ropa.
—Yo… yo lo deseaba tanto —dijo entre dientes.
Sonreí agitado y capturé sus labios de nuevo. De una manera inexplicable me deshice de su camisón, y al instante de su sostén. Ahora estaba al descubierto para mí. Sus manos se movían suaves por mi espalda, y su respiración caliente caía sobre mi boca. La apreté más contra la pared, haciendo que sus piernas se abrieran un poco más a mí.
Mordió sus labios y cerró sus ojos. Mis caderas no dejaban de empujar en su interior, y no iban a dejar de hacerlo hasta obtener lo que quería de ella. Su boca busco la mía y sus labios tomaron despacio los míos. Me estremecí dentro de ella. Sus manos subieron por mi espalda hasta mi rostro. Acaricio mis mejillas, y secó el sudor de mi frente. Sus gestos me confundieron, y su forma de tocarme más aun. Se alejó de mis labios y levantó un poco su rostro para besar mi nariz. Mis labios quedaron quietos sobre su mentón. y yo segui moviendome hasta Hasta que lo sentí. Ese glorioso momento en que grité y supe que lo estaba haciendo con ella, sin protección ni nada sólo porque ya teníamos el derecho de hacerlo como quisiéramos, cuando quisiéramos y donde se nos diera la gana y en ese momento caminamos juntos a la cama.
Fue como despertar de un limbo, ya que al darme cuenta, la habitación parecía muy ruidosa y estrecha, como si hubiésemos estado encerrados durante horas.
Miré a _____ a los ojos y me di cuenta de que el efecto del alcohol había desaparecido hace bastante rato, tenía los ojos vidriosos pero sonreía igual. Enterró su rostro contra mi cuello y se quedó así, respirando contra mi piel sin mover ningún músculo.
—Creo que debimos casarnos hace años —me dijo de pronto.
No evitamos reírnos. Noté que las sábanas estaban húmedas y pegajosas, pero no me dio asco.
—Entonces agradezcamos habernos casado tan pronto —añadí.
—¿Qué hora es?
—Son las… —observé el reloj que estaba colgado en la pared, mas creí que estaba malo. Hasta que miré por la ventana –olvidamos correr las cortinas- y me di cuenta de que en realidad no estaba averiado—… Son las 11.
_____ se separó un poco y me miró algo dudosa.
—¿A qué hora subimos aquí?
—no lo se como a las siete.
Así que nos quedamos en silencio durante largo tiempo, sin saber que decir. Estaba asombrado, algo que pareció haber ocurrido en un minuto, al parecer demoró unas cuantas horas.
Nada mal, Styles. Nada mal.
awww mientras terminanaba de escribir el capitulo estaba ollendo la cancion don't let me go de harry asi que
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PREGUNTAA!!!!!!!!!!!! ¿que opinan de la cancion?
a mi me encanta y me parece hermosa pero es triste que la alla grabado solito pero aun asi es hermosa
''tu decisión''
era el momento ella lo habia pedido y no iva a dejarme dominar por esto la verdad me hubiera gustado hacer esto en otro momento algo mas romantico pero bueno ella no lo queria de ese modo al parecer
ella de repente se quito su vestido, tomo un camison mio de la mesa de noche y se lo coloco alli estaba ella solo con mi camisa y su ropa interior ella se levanto pero de repente callo al piso
—Creo que no puedes pararte —le dije divertido.
Se incorporó y se sentó derecha sobre mi regazo.
— ¿Estas insinuando que estoy ebria? —me preguntó.
—No lo sé, tú dime.
—Lo que yo te digo es que…adios
y salio corriendo de la habitacion de una forma divertida y bajo las pequeñas escaleras hasta la pequeña cocina del hotel
baje detras de ella y alli estaba en la cocina riendo graciosamente
No pude aguantarme más y me levanté la cabeza para tomar sus labios
Se acercó más a mí, cuando coloqué una de mis manos alrededor de su cintura. Su lengua se mezclo con la mía y el sabor de su boca era una mezcla paradisíaca de alcohol y su propio sabor. Era dulce, y adictivo. Llevó sus manos a mi nuca y el beso se volvió más profundo. Como cada vez que la besaba, mis ojos estaban totalmente cerrados y disfrutando de ello como el resto de mí.
Resbalé mis labios por su mentón y bajé a su cuello.
Gimió levemente y eso fue como apretar el acelerador en mí y no sacar el pie de allí.
Desesperado volví a su boca. Mordió suavemente mi labio superior y luego se alejó para mordisquear mi mandíbula, hasta mi oreja.
—Diablos… —musité apenas audible. Ella iba a volverme loco, completamente loco. La alejé de mí y me puse de pie. Ella me miró sorprendida —Estas ebria ______, mejor te llevo a dormir.
Ella se puso de pie y tambaleándose se acercó hasta mí.
—No estoy tan ebria, como para no recordarlo mañana. Pero ni tan sobria, como para detenerte —dijo algo agitada. Su mirada estaba llena de deseo.
—Estoy tan deseoso de ti hermosa pero quiero que recuerdes este momento
—ya te dije que si lo recordare!!!!
—es tu desicion
—Entonces, hagámoslo cariño —me dijo levantando sus brazos al tiempo que yo me acercaba a ella y la tomaba de la cintura para acercarla de nuevo a mí.
Sus brazos cayeron pesados sobre mis hombros, y se colgó de mí mientras nuestras bocas se fundían en un caliente beso.
Sin dejar de besarnos comencé a caminar a ciegas.
Algunos tropezones, unas risitas de su parte, hasta que chocamos contra una fría mesa de mármol.
_______ soltó agitada mis labios, mientras que yo la subía a la mesa justo frente a mí. Abrí sus piernas y me paré en medio de ellas. Volví a tomar sus labios, mientras mis manos acarician su cuerpo sobre el fino camisón.
—No sabes, no tienes ni la menor idea de cuánto te deseo —le susurré al oído mientras comenzaba a besar su cuello otra vez —Siempre he sido un firme creyente de vivir el momento. En tomar lo que quiero cuando lo deseo. Y ahora mismo, _______, yo te deseo. Quiero saborear cada centímetro de tu cuerpo. Sentir tu respiración sobre mi cuello mientras te hago mía. Explorar con mi lengua cada parte de ti hasta que me ruegues que me detenga.
—No voy a rogarte que te detengas —dijo agitada y divertida —Esta noche, has conmigo lo que quieras.
—Amén —dije y volví a sus labios.
—Amén, amén —musitó rápidamente y apenas audible.
Bajé mis manos hasta el borde de su camisón. Con cuidado acaricie sus muslos y su piel estaba tan caliente como yo este momento por ella.
Sus manos estaban en mi nuca y acariciaban mis cabellos en forma de provocación. Sentí como sus manos resbalaban hacia delante y comenzaban a bajar por mi pecho, mientras nuestras bocas no cesaban. Alejándome apenas para respirar, la acerqué más a mí, logrando más espacio entres sus piernas. Sin ningún problema la tomé en brazos y la subí sobre abdomen. Sentí como sus piernas se cerraban a mí alrededor. Gruñí levemente al sentir, como desesperada intentaba quitarme la camisa de encima.
—Apártate un poco. Así puedo… quitarte esto —habló entre dientes trabajosamente.
Me reí ante su apabullante suplica.
— ¿Estas caliente, cariño? —pregunté agitado, mientras caminaba con ella encima hasta una de las paredes que estaba casi vacía.
— ¿Tú qué crees? —susurró y clavó sus ojos en los míos —Yo también puedo ser una sexo-dependiente como tú, y más si hace tiempo que no lo tengo…
—Juro que voy a encargarme de que lo disfrutes, lo juro…
Gimió cuando la apoyé contra la pared y hundí mis labios en su garganta. Mordisqueé la delicada piel de su cuello, hasta llegar a su oreja.
Su respiración caliente caía sobre mi oreja y nuca. Como había deseado esto, por dios. Yo ya no podía esperar para subir a aquella cama y hacerla mía, como tantas veces quise.
Me moví levemente contra ella, haciendo que se sobresaltara y me apretara con fuerza. Recargando su peso contra la pared, me alejó un poco de ella y con una profunda mirada, se deshizo sin ningún problema de mi camisa. Volvió a acercarse para tomar mi boca. Volví a caminar a ciegas, pero por un mal movimiento, y estar tan inmerso en aquello caímos sobre una mullida alfombra.
Ella quedó sobre mí, pero aun así nuestras bocas no se alejaron ni lo más mínimo. Se alejó de mis labios y comenzó a bajar su boca y lengua por mi cuello, y siguió bajando hasta mi pecho.
—Demonios… —escuché su ahogada voz sobre los músculos de mi abdomen —Estas más bueno que la comida de sal
Reí entré dientes y me senté para sentarla sobre mí y besar su boca. La tomé de la nuca y la acerqué más a mí, como si eso de verdad fuera posible. Sus firmes pechos estaban apretados contra mi pecho, debajo de ese lindo camisón y cubiertos por un sostén.
Ella tenía una forma tan especial de besar, una forma única y extremadamente caliente. Se alejó apenas de mis labios y abrí mis ojos para mirarla. Ella me miraba fijo…
—No vas a detenerme, ¿verdad? Estoy desesperado, estoy por volverme loco… loco —le expliqué agitado mientras veía su forma de mirarme.
Sus labios se curvaron levemente, para formar una misteriosa sonrisa.
Tomó una de mis manos y la dirigió a uno de sus pechos. Me hizo recorrer su cuerpo desde allí, hasta la curva de su trasero.
— ¿Desesperado? —preguntó. Tragué sonoramente.
—Muy desesperado —le aseguré.
—¿Y qué pasó con tus conquistas?
Su suave mano acarició mi pecho y subió hasta mi hombro. Se acercó un poco más a mí y comenzó a pasar su lengua por el costado de mi mandíbula. Gruñí al sentir el calor de sus piernas alrededor mío.
— ¿Yo te excito? —preguntó alejándose un poco.
Ella quería saber aquello, ella necesitaba saberlo.
—No te das una idea de cuánto.
— ¿Entonces, qué estas esperando para subir las escaleras y terminar en aquella cama? —Estaba esperando a que me dieras el permiso carño —dije con una pequeña sonrisa.
Sin ningún problema me puse de pie con ella encima. Mi cabeza dio vueltas al sentir como se envolvía alrededor mío otra vez. El calor de sus muslos internos, quemaron mi cintura en tanto sentía su humedad contra mi estómago.
Comencé a subir las pequeñas escaleras que daban a aquel cuarto, mezclé mi lengua con la suya y mordí con cuidado su labio. Susurró algo que no logré entender, pero me dio tanto placer.
Al fin llegamos allí arriba. Mis manos sostenían con firmeza su trasero, para que pudiera mantenerse sobre mí.
—Voy a devorarte, ______ —le dije con voz ronca.
—Esa idea me tiene loca…
—No más que a mí…
Caminé un poco más hasta que mis pasos se vieron interrumpidos por una pared. Ella gimió, cuando por causa de la pared, posé mi hinchada erección contra la parte de ella en la que ya no podía esperar para enterrarme.
—Oh, Dios —dijo en un leve gemido. Probé la calidez de su boca y escuché sus susurros de placer. Movió sus manos desde mi nuca, a través de mi espalda, hasta encontrar la bragueta de mi pantalón. Echándome hacia atrás ligeramente, observé su cara.
—Ya no puedo esperar a que lo hagas… Hazlo porque voy a volverme loca —me dijo agitada. Entonces la bestia que estaba dentro de mí, pareció salir descontrolada. La apreté más contra la pared y la besé profundamente. Casi salvajemente le arranqué su ropa interior que tenía debajo de ese camisón.
Ese camisón que aun cubría su cuerpo. Pero no quería sacárselo todavía, me gustaba verla con eso puesto.
Metí mis manos entre nosotros y terminé de desabrochar los botones
Y cuando sus piernas se abrieron a mí alrededor, me hundí el ella. Gimió exaltada y se aferro con fuerza a mi espalda.
Me quedé quieto, sintiendo como sus muslos internos me rodeaban más y más. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, y vueltas. Mi rostro estaba escondido en su cuello. Subí mis manos por el costado de sus piernas, alzando un poco más su camisón. Comencé a moverme despacio. Ella boqueó y se arqueó hacia mí.
—Oh, ______… —su nombre salió ronco de mi garganta al sentir el placer de estar dentro de ella. Mis ojos se cerraron y gruñí profundamente. Comencé a moverme un poco más, quería sentirla, necesitaba sentirla.
—Harryyy… —mi nombre salió agitado de sus labios.
Entonces me alejé de su cuello y tomé su boca. Gimió un poco más fuerte que antes y sus manos apretaron mis hombros. Era tan erótico sentirla de esa forma. . Ella estaba completamente vestida, y yo solo tenía puestos mis pantalones. Me alejé apenas de su boca para poder respirar.
—Di que deseabas esto tanto como yo —le dije sin dejar de moverme dentro de ella. Alcé una de mis manos y tomé uno de sus pechos, para acariciarlo sobre la ropa.
—Yo… yo lo deseaba tanto —dijo entre dientes.
Sonreí agitado y capturé sus labios de nuevo. De una manera inexplicable me deshice de su camisón, y al instante de su sostén. Ahora estaba al descubierto para mí. Sus manos se movían suaves por mi espalda, y su respiración caliente caía sobre mi boca. La apreté más contra la pared, haciendo que sus piernas se abrieran un poco más a mí.
Mordió sus labios y cerró sus ojos. Mis caderas no dejaban de empujar en su interior, y no iban a dejar de hacerlo hasta obtener lo que quería de ella. Su boca busco la mía y sus labios tomaron despacio los míos. Me estremecí dentro de ella. Sus manos subieron por mi espalda hasta mi rostro. Acaricio mis mejillas, y secó el sudor de mi frente. Sus gestos me confundieron, y su forma de tocarme más aun. Se alejó de mis labios y levantó un poco su rostro para besar mi nariz. Mis labios quedaron quietos sobre su mentón. y yo segui moviendome hasta Hasta que lo sentí. Ese glorioso momento en que grité y supe que lo estaba haciendo con ella, sin protección ni nada sólo porque ya teníamos el derecho de hacerlo como quisiéramos, cuando quisiéramos y donde se nos diera la gana y en ese momento caminamos juntos a la cama.
Fue como despertar de un limbo, ya que al darme cuenta, la habitación parecía muy ruidosa y estrecha, como si hubiésemos estado encerrados durante horas.
Miré a _____ a los ojos y me di cuenta de que el efecto del alcohol había desaparecido hace bastante rato, tenía los ojos vidriosos pero sonreía igual. Enterró su rostro contra mi cuello y se quedó así, respirando contra mi piel sin mover ningún músculo.
—Creo que debimos casarnos hace años —me dijo de pronto.
No evitamos reírnos. Noté que las sábanas estaban húmedas y pegajosas, pero no me dio asco.
—Entonces agradezcamos habernos casado tan pronto —añadí.
—¿Qué hora es?
—Son las… —observé el reloj que estaba colgado en la pared, mas creí que estaba malo. Hasta que miré por la ventana –olvidamos correr las cortinas- y me di cuenta de que en realidad no estaba averiado—… Son las 11.
_____ se separó un poco y me miró algo dudosa.
—¿A qué hora subimos aquí?
—no lo se como a las siete.
Así que nos quedamos en silencio durante largo tiempo, sin saber que decir. Estaba asombrado, algo que pareció haber ocurrido en un minuto, al parecer demoró unas cuantas horas.
Nada mal, Styles. Nada mal.
awww mientras terminanaba de escribir el capitulo estaba ollendo la cancion don't let me go de harry asi que
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PREGUNTAA!!!!!!!!!!!! ¿que opinan de la cancion?
a mi me encanta y me parece hermosa pero es triste que la alla grabado solito pero aun asi es hermosa
maleja0412
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
Woow genial!! Tienes nueva lectora! Me recuerdas? Jaja me encantó el prólogo y ya me enganché, más tarde la leo hasta donde está
Si quieren pásense por mi novela de Harry&Tu -> https://onlywn.activoforo.com/t46865-contigo-hasta-el-final-harry-styles-tu-semi-hot
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Debbie69Styles
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
JAJAJ SI TE RECUERDO HOLISS :amor: AWW QUE BONITA TE PASATEDebbie69Styles escribió:Woow genial!! Tienes nueva lectora! Me recuerdas? Jaja me encantó el prólogo y ya me enganché, más tarde la leo hasta donde está
Si quieren pásense por mi novela de Harry&Tu -> https://onlywn.activoforo.com/t46865-contigo-hasta-el-final-harry-styles-tu-semi-hot
maleja0412
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
Jaja sii ya leí todo hasta aqui <3 esta genial!!! Podrías subir CAP? Me dejaste con ganas de leer mas... (; sube cuando puedas (:
Debbie69Styles
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
Es hermosa!!!..me encanta,y este capi arrgh!! Hahahab nah bueno,no me conectaba porqeeee....mmm larga. Historia hahhaba :bye:
ximena_21
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
ximena_21 escribió:Es hermosa!!!..me encanta,y este capi arrgh!! Hahahab nah bueno,no me conectaba porqeeee....mmm larga. Historia hahhaba :bye:
Creo q entiendo la canción es hermosa y el capítulo arrgg? :D
maleja0412
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
CAPITULO 29
''Luna de fresas''
Louis se marchó después de tres días, dijo que, más que nada, había ido allí porque tenía muchas cosas que pensar y que la ciudad ni sus padres le dejaban en paz, además quería pasar tiempo con nosotros antes de que nos encontráramos con una sorpresa que nos habían preparado para cuando volviéramos a Inglaterra y que todo quedara patas para arriba. La verdad es que lo había visto muy distraído el poco tiempo que estuvo aquí, parecía en otro planeta y a veces lo veía muy concentrado pensando. Algo se tramaba, y por lo que vi, era algo que no les agradaría a sus padres.
Las dos semanas de luna de miel pasaron rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya nos quedaban dos días para volver y en realidad no quería, ya que eso significaría regresar al trabajo, dar el examen de admisión para la universidad y comunicarle a mi madre lo que quería estudiar finalmente. Sabía que mamá y _____ me apoyarían, pero mis suegros… tenían muchas expectativas de mí y eran como mis segundos padres.
Le aparté un mechón de cabello a _____ del rostro, siempre tenía el cabello cubriéndole los ojos y eso a veces me molestaba, no me dejaba verla en todo su esplendor. Aunque también era una buena excusa para acercarme a ella.
—_____, despierta, hay examen de matemática —le susurré al oído.
Se despertó de golpe y miró a todos lados, seguramente buscando a la maestra.
—¡Dios, no estudié, qué hago, voy a reprobar! —exclamó al borde de perder los nervios. Luego enfocó mejor la vista y se dio cuenta que seguíamos en el caribe, de luna de miel y que aparte eran vacaciones. Me dedicó una mirada asesina y salí corriendo de allí, estábamos en una hamaca colgada entre dos palmeras, en plena playa tropical.
La arena era blanca y el mar tan celeste como el cielo, corrí a través de ese fantástico paisaje sin mirar atrás, sabía de antemano que _____ buscaría venganza por haberla asustado así.
No había muchos turistas por allí, hoy había un recorrido en canoas por las orillas del mar y la mayoría había ido allí. Así que aprovechamos el día para disfrutar de la playa sólo para nosotros, aunque _____ se había quedado dormida nada más recostarse en la hamaca.
De pronto, _____ se lanzó sobre mí y ambos caímos. Rodamos por la arena hasta llegar a la orilla del mar, nos mojamos un poco y en cuanto reaccioné, _____ me tenía acorralado entre sus brazos.
—De aquí no te escapas, Rizos —sonreí al escuchar el apodo que me había puesto.
La miré con intensidad, esperando ponerla nerviosa, pero había olvidado algo: desde nuestra primera vez parecía que ya nada le avergonzaba, y eso era una desventaja para mí, que no podría molestarla por más tiempo.
—Bueno, ya que no puedo escaparme, qué tal si hacemos algo —levantó una ceja y me observó sugerente, esperando mis palabras—. Sabes… siempre me pregunté como sería hacerlo en la playa…
—¡No, Harry, ni siquiera lo pienses! —se levantó de un salto y comenzó a caminar en cualquier dirección con tal de alejarse de mí, sabía que aún le molestaba que me refiriera a tener relaciones en público como si nada, era el único punto a mi favor que tenía.
Me coloqué de pie y fui tras ella, cuando la alcancé la sujete del brazo y la atraje hacia mí.
—Estaba bromeando, aunque admito que me encanta verte así —le dije mientras la abrazaba y me reía su rostro. Tenía las mejillas infladas y enrojecidas, como cuando era niña y hacia escándalos por comer galletas.
—Alguien te podría oír, Harry —me dijo, acercándose a mí.
—Sí, claro. Las toallas y las palmeras son tan chismosas —me golpeó el brazo y me abrazó en seguida. _____ se había puesto muy cariñosa y tierna, nunca en mi vida la había imaginado así. A pesar de continuar con nuestras peleas habituales, era extraño tenerla sólo para mí. Aún no cabía en la felicidad de saber que no sufriría más pensando que ella llegaría a casa de la mano de cualquier chico para presentarlo como su novio, o pelearme con ella y estar meses sin hablarnos. Ahora tenía la certeza que cuando me fuera a acostar por las noches, no me torturaría pensando qué se sentiría besarla o haberle confesado que la amaba, porque ya era mi esposa y nada podía hacerme más feliz que eso.
—Harry, tengo hambre. Vamos al hotel a almorzar —me sugirió.
—No, yo quería ir contigo detrás de esas palmeras que hay por allí, ya sabes, para hacer… —me fulminó con la mirada y me callé, al parecer seguía un poco molesta con lo de la broma y lo de mencionar cosas relacionadas con hacerlo.
—Eres un pervertido, un pervertido que es mi esposo —me agarró del cuello y me besó con una sonrisa. Nos fundimos el uno en el otro por unos minutos, al separarnos, ella chocó su nariz con la mía y me miró directo a los ojos—. Y así como el pervertido que eres, me gustas.
—Ya lo sabía —me jacté, pero ella fingió molestarse y salió corriendo mientras gritaba:
—¡Si me alcanzas antes de que llegue al hotel, te prepararé una sorpresa! —tardé un poco en asimilar sus palabras, pero le ordené a mi piernas a correr a toda velocidad en cuanto me di cuenta de que esa sorpresa podría ser lo que estuve sugiriendo todo ese rato.
(…)
—No me has alcanzado, creo que gané —se burló _____. Su cabello negro se alborotó cuando una corriente de aire cálido pasó y cubrió su rostro.
—La naturaleza se venga de ti —le dije, apartando el pelo. Cuando su rostro quedó descubierto, la besé en los labios y por una fracción de segundos creí que me daría un ataque o algo. Fue suave, silencioso y tan dulce como volar sobre nubes de azúcar, cada minuto que pasaba junto a ella, me convencía más de haber tomado la decisión correcta.
—Harry, sigo teniendo hambre —susurró cuando me aparté unos milímetros de sus labios.
—Ve al cuarto, yo pediré algo.
Subió a la habitación y yo fui a recepción. Pedí un carrito con champagne, fresas, crema y chocolate. Me dijeron que estaría en mi habitación en diez minutos, así que subí en seguida para esperar junto a _____.
Al entrar, _____ veía televisión calmadamente. Cambiaba de canales una y otra vez, sin decidirse por uno.
—¿Qué tienes ganas de ver? —me preguntó.
—No lo sé, tal vez una película romántica —me miró incrédula. La mirada que me dedicó parecía decirlo todo: “¿Estás bromeando?”
—Odio esa clase de películas, lo sabes —espetó.
—Sí, lo sé. Pero también me odiabas a mí, y mira como estamos ahora —me acosté a su lado y la atraje hacia mí de su cintura—. Casados, en una cama compartida, en nuestra luna de miel, a punto de tener sexo…
—No inventes cosas que no suceden, Rizos —me interrumpió divertida.
—Lo último no lo estoy inventando —susurré contra su cuello. Cuando comencé a besar su piel, tocaron la puerta y maldije para mis adentros al recordar las fresas.
Me levanté de prisa y recibí a la persona que me llevaba el carrito. Era una chica castaña que sonrió al verme, parecía una cualquiera. Estaba tan acelerado y con la sangre hirviendo, que prácticamente le lancé la propina y la ignoré, cerrando la puerta con seguro y llevando el carrito con comida al lado de la cama.
—Fresas —se limitó a decir _____.
—Con chocolate —añadí y eso cambió su actitud. _____ amaba el chocolate tanto como las galletas o a
Nana.
Se puso de pie y se acercó al carrito. Tomó una fresa y la sumergió hasta la mitad en la fuente de chocolate, al sacarla, éste comenzó a endurecerse.
—Abre la boca —me ordenó. Me empujó contra la cama y me obligó a sentarme. Ella se sentó sobre mí y acercó la fresa a mis labios—. Vamos, Harry. No está envenenada.
La probé y saboreé el dulce y amargo sabor de la fruta con el chocolate, ella sonreía como nunca. De pronto, mientras seguía masticando, me besó el cuello al mismo tiempo que desabrochaba mi camisa hawaiana.
—Te daré la sorpresa de todas formas —murmuró encogiéndose de hombros. Terminé de comer la fresa y la empujé contra la almohada.
''Luna de fresas''
Louis se marchó después de tres días, dijo que, más que nada, había ido allí porque tenía muchas cosas que pensar y que la ciudad ni sus padres le dejaban en paz, además quería pasar tiempo con nosotros antes de que nos encontráramos con una sorpresa que nos habían preparado para cuando volviéramos a Inglaterra y que todo quedara patas para arriba. La verdad es que lo había visto muy distraído el poco tiempo que estuvo aquí, parecía en otro planeta y a veces lo veía muy concentrado pensando. Algo se tramaba, y por lo que vi, era algo que no les agradaría a sus padres.
Las dos semanas de luna de miel pasaron rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya nos quedaban dos días para volver y en realidad no quería, ya que eso significaría regresar al trabajo, dar el examen de admisión para la universidad y comunicarle a mi madre lo que quería estudiar finalmente. Sabía que mamá y _____ me apoyarían, pero mis suegros… tenían muchas expectativas de mí y eran como mis segundos padres.
Le aparté un mechón de cabello a _____ del rostro, siempre tenía el cabello cubriéndole los ojos y eso a veces me molestaba, no me dejaba verla en todo su esplendor. Aunque también era una buena excusa para acercarme a ella.
—_____, despierta, hay examen de matemática —le susurré al oído.
Se despertó de golpe y miró a todos lados, seguramente buscando a la maestra.
—¡Dios, no estudié, qué hago, voy a reprobar! —exclamó al borde de perder los nervios. Luego enfocó mejor la vista y se dio cuenta que seguíamos en el caribe, de luna de miel y que aparte eran vacaciones. Me dedicó una mirada asesina y salí corriendo de allí, estábamos en una hamaca colgada entre dos palmeras, en plena playa tropical.
La arena era blanca y el mar tan celeste como el cielo, corrí a través de ese fantástico paisaje sin mirar atrás, sabía de antemano que _____ buscaría venganza por haberla asustado así.
No había muchos turistas por allí, hoy había un recorrido en canoas por las orillas del mar y la mayoría había ido allí. Así que aprovechamos el día para disfrutar de la playa sólo para nosotros, aunque _____ se había quedado dormida nada más recostarse en la hamaca.
De pronto, _____ se lanzó sobre mí y ambos caímos. Rodamos por la arena hasta llegar a la orilla del mar, nos mojamos un poco y en cuanto reaccioné, _____ me tenía acorralado entre sus brazos.
—De aquí no te escapas, Rizos —sonreí al escuchar el apodo que me había puesto.
La miré con intensidad, esperando ponerla nerviosa, pero había olvidado algo: desde nuestra primera vez parecía que ya nada le avergonzaba, y eso era una desventaja para mí, que no podría molestarla por más tiempo.
—Bueno, ya que no puedo escaparme, qué tal si hacemos algo —levantó una ceja y me observó sugerente, esperando mis palabras—. Sabes… siempre me pregunté como sería hacerlo en la playa…
—¡No, Harry, ni siquiera lo pienses! —se levantó de un salto y comenzó a caminar en cualquier dirección con tal de alejarse de mí, sabía que aún le molestaba que me refiriera a tener relaciones en público como si nada, era el único punto a mi favor que tenía.
Me coloqué de pie y fui tras ella, cuando la alcancé la sujete del brazo y la atraje hacia mí.
—Estaba bromeando, aunque admito que me encanta verte así —le dije mientras la abrazaba y me reía su rostro. Tenía las mejillas infladas y enrojecidas, como cuando era niña y hacia escándalos por comer galletas.
—Alguien te podría oír, Harry —me dijo, acercándose a mí.
—Sí, claro. Las toallas y las palmeras son tan chismosas —me golpeó el brazo y me abrazó en seguida. _____ se había puesto muy cariñosa y tierna, nunca en mi vida la había imaginado así. A pesar de continuar con nuestras peleas habituales, era extraño tenerla sólo para mí. Aún no cabía en la felicidad de saber que no sufriría más pensando que ella llegaría a casa de la mano de cualquier chico para presentarlo como su novio, o pelearme con ella y estar meses sin hablarnos. Ahora tenía la certeza que cuando me fuera a acostar por las noches, no me torturaría pensando qué se sentiría besarla o haberle confesado que la amaba, porque ya era mi esposa y nada podía hacerme más feliz que eso.
—Harry, tengo hambre. Vamos al hotel a almorzar —me sugirió.
—No, yo quería ir contigo detrás de esas palmeras que hay por allí, ya sabes, para hacer… —me fulminó con la mirada y me callé, al parecer seguía un poco molesta con lo de la broma y lo de mencionar cosas relacionadas con hacerlo.
—Eres un pervertido, un pervertido que es mi esposo —me agarró del cuello y me besó con una sonrisa. Nos fundimos el uno en el otro por unos minutos, al separarnos, ella chocó su nariz con la mía y me miró directo a los ojos—. Y así como el pervertido que eres, me gustas.
—Ya lo sabía —me jacté, pero ella fingió molestarse y salió corriendo mientras gritaba:
—¡Si me alcanzas antes de que llegue al hotel, te prepararé una sorpresa! —tardé un poco en asimilar sus palabras, pero le ordené a mi piernas a correr a toda velocidad en cuanto me di cuenta de que esa sorpresa podría ser lo que estuve sugiriendo todo ese rato.
(…)
—No me has alcanzado, creo que gané —se burló _____. Su cabello negro se alborotó cuando una corriente de aire cálido pasó y cubrió su rostro.
—La naturaleza se venga de ti —le dije, apartando el pelo. Cuando su rostro quedó descubierto, la besé en los labios y por una fracción de segundos creí que me daría un ataque o algo. Fue suave, silencioso y tan dulce como volar sobre nubes de azúcar, cada minuto que pasaba junto a ella, me convencía más de haber tomado la decisión correcta.
—Harry, sigo teniendo hambre —susurró cuando me aparté unos milímetros de sus labios.
—Ve al cuarto, yo pediré algo.
Subió a la habitación y yo fui a recepción. Pedí un carrito con champagne, fresas, crema y chocolate. Me dijeron que estaría en mi habitación en diez minutos, así que subí en seguida para esperar junto a _____.
Al entrar, _____ veía televisión calmadamente. Cambiaba de canales una y otra vez, sin decidirse por uno.
—¿Qué tienes ganas de ver? —me preguntó.
—No lo sé, tal vez una película romántica —me miró incrédula. La mirada que me dedicó parecía decirlo todo: “¿Estás bromeando?”
—Odio esa clase de películas, lo sabes —espetó.
—Sí, lo sé. Pero también me odiabas a mí, y mira como estamos ahora —me acosté a su lado y la atraje hacia mí de su cintura—. Casados, en una cama compartida, en nuestra luna de miel, a punto de tener sexo…
—No inventes cosas que no suceden, Rizos —me interrumpió divertida.
—Lo último no lo estoy inventando —susurré contra su cuello. Cuando comencé a besar su piel, tocaron la puerta y maldije para mis adentros al recordar las fresas.
Me levanté de prisa y recibí a la persona que me llevaba el carrito. Era una chica castaña que sonrió al verme, parecía una cualquiera. Estaba tan acelerado y con la sangre hirviendo, que prácticamente le lancé la propina y la ignoré, cerrando la puerta con seguro y llevando el carrito con comida al lado de la cama.
—Fresas —se limitó a decir _____.
—Con chocolate —añadí y eso cambió su actitud. _____ amaba el chocolate tanto como las galletas o a
Nana.
Se puso de pie y se acercó al carrito. Tomó una fresa y la sumergió hasta la mitad en la fuente de chocolate, al sacarla, éste comenzó a endurecerse.
—Abre la boca —me ordenó. Me empujó contra la cama y me obligó a sentarme. Ella se sentó sobre mí y acercó la fresa a mis labios—. Vamos, Harry. No está envenenada.
La probé y saboreé el dulce y amargo sabor de la fruta con el chocolate, ella sonreía como nunca. De pronto, mientras seguía masticando, me besó el cuello al mismo tiempo que desabrochaba mi camisa hawaiana.
—Te daré la sorpresa de todas formas —murmuró encogiéndose de hombros. Terminé de comer la fresa y la empujé contra la almohada.
PREGUNNTAAA!!!!!
de que pais son? yo soy de colombia
hay perdon por no subir capitulo estos dias -.- fallas de internet y les aviso q hasta la otra semana no subirecap porque me voy a una fica y bueno cero internet les juro q cuando vuelva seguire subiendo capitulos todos los dias en serio :P las amo
maleja0412
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
Noooooooooo quiero seguir leyendo ): Soy de Ecuador xd y que te vaya biennnnnn
Debbie69Styles
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
Argentina argentina!!! Oww te vas !...no importa ,pero te extrañareeeeeeee. :love: estubo hermoso y me hizo reír mucho jajjajaj :P ,toy apurada y eh...chau chau jajajja qe la pases bieen :bye:
ximena_21
Re: ADMITELO NUESTRO DESTINO ES ESTAR JUNTOS HARRY Y TN___(TERMINADA)
ME ENCANTO EL CAP!YA KERO SABER KUAL ES LA SORPRESA Q LES ESPERA EN INGLATERRA!!SOY DE ARGENTINA!SHIGUELA!!!
♥Dani♥
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Destiny Styles
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