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Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
La peor noche de mi vida, nunca había dormido tan mal, de hecho, creo no haber dormido nada, su aroma atrapado en su almohada era sofocante, ya los primeros rayos de luz comenzaban a asomarse entre las cortinas de su habitación, quería irme, quería correr, quería levantarme ir a donde él se encontraba durmiendo y… - Olvídalo ______- me decía mi subconsciente, revisé la hora en el reloj, eran las 6: 45 a.m del día sábado, quizá en un día de escuela levantarse a esta hora era algo razonable, pero un sábado, no lo creo, él debería seguir durmiendo en el gran sofá de cuero de la sala de estar ¿Por qué pienso tanto en él? ¡Sácalo de tu cabeza! –la poca razón que me quedaba estaba haciendo esfuerzos por salir a flote . Es el torpe amigo de Nick, el torpe amigo de tu hermano mayor, él que siempre salía con chicas, cada semana era una diferente, quizá sea su personalidad, tan segura, quizá me siento sobrellevada por tanta seguridad, aunque no se veía el hombre más seguro cuando le pregunté sobre su ex relación, se veía frágil y confundido, algo perdido, ¿Quién pensaría que un hombre como él que exudaba confianza se pudiera sentir así?
Es bueno y divertido, me hace reír… ¡No! _____ Detente, Es mi maestro, él lo dijo, cual otro motivo estaría mal, muy mal.
Tengo que salir de aquí –quité las sábanas que me cubrían de encima y gateé hasta los pies de la cama para poder salir de ella, el suelo estaba frio, abrí la puerta de la habitación despacio, me escabullí por el pasillo para poder llegar hasta la cocina donde se encontraba mi bolso con mi celular, quizá si llamaba a Vanessa ella podría ir a buscarme y llevarme a casa. En mi camino a la cocina pasé por la sala de estar, ahí estaba él, cubierto con una manta, una mano colgaba del sofá, la otra se encontraba sobre su cabeza, su cabello revuelto y su boca entre abierta, su camiseta blanca un poco arrugada, su respiración tranquila y profunda, sus largas y oscuras pestañas que relucían con los pocos rayos que se asomaban por la ventana de daba al balcón, era una imagen digna de recordar, no me sorprende que su ex quisiera más con un hombre así. ¿Qué estoy haciendo? Sonriendo como estúpida admirando a mi maestro de literatura dormir, debo marcharme de aquí, di vuelta sobre mis tobillos en busca de mi bolso, el cual se encontraba en la cimera de la cocina, tiré del bolso torpemente enganchado a una taza la cual cayó al suelo ¿Por qué a mí? Acababa de arruinar la taza donde él me había dado a beber té la noche anterior, me agaché a recoger los trozos rotos.
¿______? – Escuché su voz adormilada desde la sala, me levanté y asomé la cabeza despacio por el espacio de la cocina americana- ¿Qué fue ese ruido? – Se refregó los ojos para después apoyarse sobre sus codos para quedar más levantado- ¿Fuiste tú?
Sí –nerviosa- pero no te preocupes.
¿Qué fue ese ruido? – Sus ojos entrecerrados por lo somnoliento que estaba más lo revuelto de su cabello era adorable de ver- ¿______?
Sólo fue una taza, la rompí – dije avergonzada- no te preocupes yo limpio –
Deja ver – se quitó la manta de encima tirándola a un lado –
No, yo puedo hacerlo – me agaché para poder limpiar antes que llegara-
No, deja – ya se encontraba a mi lado- ¿Qué estabas haciendo?
Yo… - no podía decirle que me sentía incómoda y pensaba en huir- Sólo que no podía seguir durmiendo, me aburrí y vine a buscar mi bolso con mi celular para poder jugar, pero mi bolso estaba enganchado a la taza, cuando lo tiré… adiós taza. –Me encogí de hombros-
Adiós taza –rió y tiró los trozos rotos a la basura-
No te burles – rasqué mi cabeza-
Tengo qué – sonrió y ladeó su cabeza- ¿Qué hora es? –Dijo en un bostezo-
Busqué mi celular dentro de mi bolso para poder ver la hora – Las 7:05 – mordí mi uña-
Estas consiente que me despertaste a las 7 de la mañana un día sábado. –Dijo con los ojos entre cerrados mientras levantaba las cejas-
Perdón – bajé mi mirada avergonzada, para encontrarme en que Joseph no llevaba los pantalones que usaba la noche anterior, debo parecer un tomate en este momento, Dios, estaba solo en boxers, subí mi mirada buscando un punto ciego en el cual pudiera concentrarme. –Joseph- dije avergonzada-
Oh, disculpa –salió de la cocina en busca de sus pantalones, que se encontraban sobre unos de los sofás de cuero más pequeños, se los puso rápidamente. – Listo – apareció en la cocina de nuevo. – Lo lamento, olvidé que me los había quitado- dijo divertido-
No te preocupes, ver a mis maestros en ropa interior es cosa de todos los días. –Dije sarcástica-
-Su expresión se volvió seria- Te compadezco si tuviste que ver al Maestro Campbell en ropa interior – sonrió al final y yo no pude contener la risa-
El maestro Campbell era un hombre calvo, pero muy velludo de 50 o más años con unos, muchos kilos de más, seguramente su imagen en ropa interior no era algo muy agradable al ojo humano o al ojo de cualquier ser vivo. Ambos nos encontrábamos riendo por lo divertido y perturbador que eso sería en el medio de su cocina.
Qué bueno que eso no ha pasado –dije entre risas recobrando mi respiración.
Qué bueno, no es una imagen agradable. – Dijo con cierta expresión de horror en su cara-
¿Qué… acaso tú lo has visto? –dije riendo-
-asintió- No es algo que quiera recordar _____. – Fingiendo pesar-
Vamos… dime – lo tiré del brazo-
Está bien – hizo una pausa- cuando estaba en la escuela, en último año, tú hermano y yo le jugamos una pequeña broma, ¿Ves que el utiliza un cojín que lo coloca en la silla para sentarse en cada clase? –Asentí divertida- Bueno, con tu hermano pensamos que era divertido llenarlo de esa salsa misteriosa que sirven en la cafetería –rió- entonces cuando él se sentó todos sus pantalones terminaron embarrados de salsa.
¿Ustedes de verdad hicieron eso? – dije asombrada-
Eh, sí y después no sé cómo supo que fuimos nosotros, nos obligó a lavar sus pantalones en los lavabos del baño de hombres y él en ropa interior, créeme que no es una imagen linda –reí- sobre todo cuando los demás chicos entraban al baño y nos veían con el maestro sin pantalones a un lado.
No puedo creer que hayan hecho eso. –seguía riendo-
Creo que su venganza fue dejarme a cargo del castigo –sonrió-
Es una buena venganza –dije asintiendo-
Sí –se estiró y bostezó- ¿No tienes hambre? Creo que deberíamos desayunar y después te llevo a casa –frunció el ceño- ya que estoy despierto.
Déjame preparar el desayuno – no debí ofrecerme-
¿De verdad? - Preguntó asombrado-
Sí, digo yo te desperté y ya has hecho mucho por mí, es lo mínimo que podría hacer –Yo debería dejar de hablar sin pensar, pero ya no podía retractarme- ¿Puedo?
Adelante – salió de la cocina, para dar la vuelta y quedar del otro lado de la ventana de la cocina americana, tomó asiento en uno de los banquillos- Sorpréndeme –sonrió-
Me moví por la cocina en mi misión por hacer el desayuno ideal, nunca antes había hecho un desayuno en mi vida, eso era lo que hacía mi mamá, pero no debía ser tan difícil, aunque debo admitir que la mirada expectante de Joseph ponía cierta presión en mí, me hacía sentir torpe, lo cual se representaba en mis constantes choques de mis extremidades con los diferentes muebles que se encontraban en la cocina,
Era un desastre.
¿Segura que puedes hacerlo? –dijo divertido-
Ya te dije que yo haré esto, no te preocupes – Y soy muy orgullosa como para darme por vencido tan rápido, debía ser fácil, había visto a mamá hacerlo, sólo debía imitarla, haría tostadas, huevos revueltos con un poco de jugo de naranja y café para él, creo que lo tengo en la palma de mi mano. Esperen ¿Cómo se revienta un huevo?
Tomé unas rebanadas de pan y las puse en la tostadora, no es tan difícil, busqué los huevos y luego una sartén, encendí la cocina y golpeé con cuidado el primer huevo en la orilla de la sartén, el cual se partió fácilmente, hice lo mismo con los demás, podía hacer esto, lo más difícil ya estaba hecho, esperé que el agua hirviera. Soy genial haciendo el desayuno ¿Por qué no lo hago más a menudo?
Debería traer a mis estudiantes más seguidos, así harían mi desayuno todos los días – dijo divertido con su codo apoyado en la barra y su barbilla en su mano, aunque no me pareció divertido lo que dijo-
Seguro a Alexis le encantaría –dije algo irritada y sarcástica-
¿Qué quieres decir con eso? – Preguntó alzando sus cejas-
Nada –dije seca- sólo que estoy segura que si ella tuviera la oportunidad, creo que haría mucho más que tu desayuno – estaba molesta-
-el rió- Aunque ella quisiera, créeme no es mi tipo. –movió su cabeza de una lado a otro para negarlo-
Seguro – estaba siendo cortante, la verdad no le creía-
¿Qué? – Se encogió de hombros-
No te creo. – Sonreí molesta-
¿Por qué no? –Frunció el ceño-
Porque Alexis es exactamente el tipo de chica con el que hubieras salido si aún estuvieras en la escuela, es igual al tipo de chica que tú y Nick traían a mi casa, populares, rubias y lindas – traté de decir de manera más serena posible, sin demostrar lo celosa que me ponía la idea-
-ladeó su cabeza pensativo- Eso es cierto.
Lo sé – saqué las tostadas ya listas y las puse en un plato, mi desayuno estaba listo y yo molesta-
Pero ya no estoy en la escuela –dijo cuándo puse el plato en frente de él-
No eres estudiante, pero sigues en la escuela – quité la sartén con huevos del fuego y los puse encima de la barra- Tu desayuno – sonreí fingiendo –
No me agrada Alexis, creo que es engreída y me molestó bastante cuando se burló de ti en mi clase –lo miré sorprendida- De hecho la mandé a detención por ello, no me gustó como te trató. –dijo sincero-
Y eso explicaba la presencia de Alexis en el castigo, ella estaba ahí porque ¿él quiso defenderme? Esperen.
Bueno –tomé asiento en uno de los banquillos al lado de él – se supone que yo te agrado y a mí también me castigaste. –Su fundamentos no explicaban sus actos- Además no niegues que con ocho años menos te la tirarías igual – no puedo creer que haya dicho eso, su expresión se volvió incrédula, lo había dejado boquiabierto- perdón –me excusé-
Tienes razón – asintió- ocho años atrás lo hubiera considerado –bebió un poco de café-
pero ya no soy el mismo chico de años atrás, antes era torpe y no me di cuenta que habían más chicas con las cuales pude haber tenido más que una aventura, las chicas como Alexis son solo para pasar el rato ______, en cambio tu… – hubo un silencio, sentí su respiración fuerte- Será mejor que termines tu desayuno, así puedo llevarte a casa.
¿En cambio yo qué? – Fruncí el ceño-
Olvídalo y come – me ordenó- si no desayunas no pienso llevarte a tu casa. –Entrecerré los ojos molesta- No me mires así –rodeé los ojos –
En cambio yo… -continúe, quería escuchar lo que tenía que decir- ¿qué? En cambio…
Olvídalo – me ordenó- por favor.
Bien, lo olvidaré – me levanté del banquillo para meterme en su habitación y recoger mis cosas-
¿Qué haces? -frunció el ceño mirándome raro-
¡Me voy! –Grité desde su habitación, en un segundo apareció en la puerta de esta-
No te puedes ir –lo miré- termina tu desayuno por favor.
No, no pienso quedarme con alguien que no piensa terminar sus conversaciones. –Lo miré desafiante- Ahora si me disculpas quisiera cambiarme ¿puedes salir? –Le mostré la puerta-
No me iré – pasó sus manos por su pelo- ¿Siempre eres así? – Rascó su cabeza-
¿Así cómo? -lo miré confundida-
¿Siempre cuando algo no sale como tú quieres, te largas? Lo hiciste en mi clase.
No. –que molesto- La verdad no tengo porque darte explicaciones, ahora sale, quiero cambiarme – dije molesta-
Ya dije que no te dejaré ir y no saldré de mi propia habitación. – Se apoyó en el marco de la puerta-
Bien –si él no pensaba marcharse yo me cambiaría de todas formas, tomé el dobladillo de la camiseta blanca y comencé a subirla por mi cuerpo, hasta sacármela –
¿Qué, qué haces? – se veía sorprendido.
Me cambio – dije tratando de sonar segura, esperando no estar sonrojada por la vergüenza que sentía de encontrarme en solo sostén en frente de mi maestro.-
______ basta – me detuvo sujetando mi brazo cuando notó que iba a quitarme los shorts negros que él me había prestado para dormir –lo miré a los ojos y me habló suave- ¿por qué haces esto? – me acerqué a él, quería sentir su aroma, quería rozarlo, quería tocarlo, , quería besarlo, moría por hacerlo-
¿En cambio yo qué? – Ladeé mi cabeza-
Sentí su respiración pesada - ______, no hagas esto, no puedo – dijo en un hilo de voz-
¿No puedes qué? – Tomé su mano-
No puedo, eres mi alumna… -mordió su labio-
Si puedes –sonó a suplica, quería que me besará, apuesto que él lo quería tanto como yo pero se sentía culpable, me incliné para besarlo pero él corrió la cara.-
Mantén las distancias _______. Soy tu maestro – me miró herido y dio un paso atrás alejándose de mí, me había rechazado, quería llorar, salió de la habitación.
Se me hizo un gran nudo en la garganta en mi intento de no llorar, me sentía tan frustrada y tan estúpida, soy solo una niña idiota que gusta de su maestro, él me dijo que estaba mal y no lo escuché, fantaseé con él y estaba todo en mi cabeza, él sólo trataba de ser amable conmigo, sólo soy la hermana pequeña de su mejor amigo siempre ha sido igual y nunca me verá de otra forma.
Su capitulo mis fieles lectoras y las nuevas son más que bienvenidas.
Saludos :))
Es bueno y divertido, me hace reír… ¡No! _____ Detente, Es mi maestro, él lo dijo, cual otro motivo estaría mal, muy mal.
Tengo que salir de aquí –quité las sábanas que me cubrían de encima y gateé hasta los pies de la cama para poder salir de ella, el suelo estaba frio, abrí la puerta de la habitación despacio, me escabullí por el pasillo para poder llegar hasta la cocina donde se encontraba mi bolso con mi celular, quizá si llamaba a Vanessa ella podría ir a buscarme y llevarme a casa. En mi camino a la cocina pasé por la sala de estar, ahí estaba él, cubierto con una manta, una mano colgaba del sofá, la otra se encontraba sobre su cabeza, su cabello revuelto y su boca entre abierta, su camiseta blanca un poco arrugada, su respiración tranquila y profunda, sus largas y oscuras pestañas que relucían con los pocos rayos que se asomaban por la ventana de daba al balcón, era una imagen digna de recordar, no me sorprende que su ex quisiera más con un hombre así. ¿Qué estoy haciendo? Sonriendo como estúpida admirando a mi maestro de literatura dormir, debo marcharme de aquí, di vuelta sobre mis tobillos en busca de mi bolso, el cual se encontraba en la cimera de la cocina, tiré del bolso torpemente enganchado a una taza la cual cayó al suelo ¿Por qué a mí? Acababa de arruinar la taza donde él me había dado a beber té la noche anterior, me agaché a recoger los trozos rotos.
¿______? – Escuché su voz adormilada desde la sala, me levanté y asomé la cabeza despacio por el espacio de la cocina americana- ¿Qué fue ese ruido? – Se refregó los ojos para después apoyarse sobre sus codos para quedar más levantado- ¿Fuiste tú?
Sí –nerviosa- pero no te preocupes.
¿Qué fue ese ruido? – Sus ojos entrecerrados por lo somnoliento que estaba más lo revuelto de su cabello era adorable de ver- ¿______?
Sólo fue una taza, la rompí – dije avergonzada- no te preocupes yo limpio –
Deja ver – se quitó la manta de encima tirándola a un lado –
No, yo puedo hacerlo – me agaché para poder limpiar antes que llegara-
No, deja – ya se encontraba a mi lado- ¿Qué estabas haciendo?
Yo… - no podía decirle que me sentía incómoda y pensaba en huir- Sólo que no podía seguir durmiendo, me aburrí y vine a buscar mi bolso con mi celular para poder jugar, pero mi bolso estaba enganchado a la taza, cuando lo tiré… adiós taza. –Me encogí de hombros-
Adiós taza –rió y tiró los trozos rotos a la basura-
No te burles – rasqué mi cabeza-
Tengo qué – sonrió y ladeó su cabeza- ¿Qué hora es? –Dijo en un bostezo-
Busqué mi celular dentro de mi bolso para poder ver la hora – Las 7:05 – mordí mi uña-
Estas consiente que me despertaste a las 7 de la mañana un día sábado. –Dijo con los ojos entre cerrados mientras levantaba las cejas-
Perdón – bajé mi mirada avergonzada, para encontrarme en que Joseph no llevaba los pantalones que usaba la noche anterior, debo parecer un tomate en este momento, Dios, estaba solo en boxers, subí mi mirada buscando un punto ciego en el cual pudiera concentrarme. –Joseph- dije avergonzada-
Oh, disculpa –salió de la cocina en busca de sus pantalones, que se encontraban sobre unos de los sofás de cuero más pequeños, se los puso rápidamente. – Listo – apareció en la cocina de nuevo. – Lo lamento, olvidé que me los había quitado- dijo divertido-
No te preocupes, ver a mis maestros en ropa interior es cosa de todos los días. –Dije sarcástica-
-Su expresión se volvió seria- Te compadezco si tuviste que ver al Maestro Campbell en ropa interior – sonrió al final y yo no pude contener la risa-
El maestro Campbell era un hombre calvo, pero muy velludo de 50 o más años con unos, muchos kilos de más, seguramente su imagen en ropa interior no era algo muy agradable al ojo humano o al ojo de cualquier ser vivo. Ambos nos encontrábamos riendo por lo divertido y perturbador que eso sería en el medio de su cocina.
Qué bueno que eso no ha pasado –dije entre risas recobrando mi respiración.
Qué bueno, no es una imagen agradable. – Dijo con cierta expresión de horror en su cara-
¿Qué… acaso tú lo has visto? –dije riendo-
-asintió- No es algo que quiera recordar _____. – Fingiendo pesar-
Vamos… dime – lo tiré del brazo-
Está bien – hizo una pausa- cuando estaba en la escuela, en último año, tú hermano y yo le jugamos una pequeña broma, ¿Ves que el utiliza un cojín que lo coloca en la silla para sentarse en cada clase? –Asentí divertida- Bueno, con tu hermano pensamos que era divertido llenarlo de esa salsa misteriosa que sirven en la cafetería –rió- entonces cuando él se sentó todos sus pantalones terminaron embarrados de salsa.
¿Ustedes de verdad hicieron eso? – dije asombrada-
Eh, sí y después no sé cómo supo que fuimos nosotros, nos obligó a lavar sus pantalones en los lavabos del baño de hombres y él en ropa interior, créeme que no es una imagen linda –reí- sobre todo cuando los demás chicos entraban al baño y nos veían con el maestro sin pantalones a un lado.
No puedo creer que hayan hecho eso. –seguía riendo-
Creo que su venganza fue dejarme a cargo del castigo –sonrió-
Es una buena venganza –dije asintiendo-
Sí –se estiró y bostezó- ¿No tienes hambre? Creo que deberíamos desayunar y después te llevo a casa –frunció el ceño- ya que estoy despierto.
Déjame preparar el desayuno – no debí ofrecerme-
¿De verdad? - Preguntó asombrado-
Sí, digo yo te desperté y ya has hecho mucho por mí, es lo mínimo que podría hacer –Yo debería dejar de hablar sin pensar, pero ya no podía retractarme- ¿Puedo?
Adelante – salió de la cocina, para dar la vuelta y quedar del otro lado de la ventana de la cocina americana, tomó asiento en uno de los banquillos- Sorpréndeme –sonrió-
Me moví por la cocina en mi misión por hacer el desayuno ideal, nunca antes había hecho un desayuno en mi vida, eso era lo que hacía mi mamá, pero no debía ser tan difícil, aunque debo admitir que la mirada expectante de Joseph ponía cierta presión en mí, me hacía sentir torpe, lo cual se representaba en mis constantes choques de mis extremidades con los diferentes muebles que se encontraban en la cocina,
Era un desastre.
¿Segura que puedes hacerlo? –dijo divertido-
Ya te dije que yo haré esto, no te preocupes – Y soy muy orgullosa como para darme por vencido tan rápido, debía ser fácil, había visto a mamá hacerlo, sólo debía imitarla, haría tostadas, huevos revueltos con un poco de jugo de naranja y café para él, creo que lo tengo en la palma de mi mano. Esperen ¿Cómo se revienta un huevo?
Tomé unas rebanadas de pan y las puse en la tostadora, no es tan difícil, busqué los huevos y luego una sartén, encendí la cocina y golpeé con cuidado el primer huevo en la orilla de la sartén, el cual se partió fácilmente, hice lo mismo con los demás, podía hacer esto, lo más difícil ya estaba hecho, esperé que el agua hirviera. Soy genial haciendo el desayuno ¿Por qué no lo hago más a menudo?
Debería traer a mis estudiantes más seguidos, así harían mi desayuno todos los días – dijo divertido con su codo apoyado en la barra y su barbilla en su mano, aunque no me pareció divertido lo que dijo-
Seguro a Alexis le encantaría –dije algo irritada y sarcástica-
¿Qué quieres decir con eso? – Preguntó alzando sus cejas-
Nada –dije seca- sólo que estoy segura que si ella tuviera la oportunidad, creo que haría mucho más que tu desayuno – estaba molesta-
-el rió- Aunque ella quisiera, créeme no es mi tipo. –movió su cabeza de una lado a otro para negarlo-
Seguro – estaba siendo cortante, la verdad no le creía-
¿Qué? – Se encogió de hombros-
No te creo. – Sonreí molesta-
¿Por qué no? –Frunció el ceño-
Porque Alexis es exactamente el tipo de chica con el que hubieras salido si aún estuvieras en la escuela, es igual al tipo de chica que tú y Nick traían a mi casa, populares, rubias y lindas – traté de decir de manera más serena posible, sin demostrar lo celosa que me ponía la idea-
-ladeó su cabeza pensativo- Eso es cierto.
Lo sé – saqué las tostadas ya listas y las puse en un plato, mi desayuno estaba listo y yo molesta-
Pero ya no estoy en la escuela –dijo cuándo puse el plato en frente de él-
No eres estudiante, pero sigues en la escuela – quité la sartén con huevos del fuego y los puse encima de la barra- Tu desayuno – sonreí fingiendo –
No me agrada Alexis, creo que es engreída y me molestó bastante cuando se burló de ti en mi clase –lo miré sorprendida- De hecho la mandé a detención por ello, no me gustó como te trató. –dijo sincero-
Y eso explicaba la presencia de Alexis en el castigo, ella estaba ahí porque ¿él quiso defenderme? Esperen.
Bueno –tomé asiento en uno de los banquillos al lado de él – se supone que yo te agrado y a mí también me castigaste. –Su fundamentos no explicaban sus actos- Además no niegues que con ocho años menos te la tirarías igual – no puedo creer que haya dicho eso, su expresión se volvió incrédula, lo había dejado boquiabierto- perdón –me excusé-
Tienes razón – asintió- ocho años atrás lo hubiera considerado –bebió un poco de café-
pero ya no soy el mismo chico de años atrás, antes era torpe y no me di cuenta que habían más chicas con las cuales pude haber tenido más que una aventura, las chicas como Alexis son solo para pasar el rato ______, en cambio tu… – hubo un silencio, sentí su respiración fuerte- Será mejor que termines tu desayuno, así puedo llevarte a casa.
¿En cambio yo qué? – Fruncí el ceño-
Olvídalo y come – me ordenó- si no desayunas no pienso llevarte a tu casa. –Entrecerré los ojos molesta- No me mires así –rodeé los ojos –
En cambio yo… -continúe, quería escuchar lo que tenía que decir- ¿qué? En cambio…
Olvídalo – me ordenó- por favor.
Bien, lo olvidaré – me levanté del banquillo para meterme en su habitación y recoger mis cosas-
¿Qué haces? -frunció el ceño mirándome raro-
¡Me voy! –Grité desde su habitación, en un segundo apareció en la puerta de esta-
No te puedes ir –lo miré- termina tu desayuno por favor.
No, no pienso quedarme con alguien que no piensa terminar sus conversaciones. –Lo miré desafiante- Ahora si me disculpas quisiera cambiarme ¿puedes salir? –Le mostré la puerta-
No me iré – pasó sus manos por su pelo- ¿Siempre eres así? – Rascó su cabeza-
¿Así cómo? -lo miré confundida-
¿Siempre cuando algo no sale como tú quieres, te largas? Lo hiciste en mi clase.
No. –que molesto- La verdad no tengo porque darte explicaciones, ahora sale, quiero cambiarme – dije molesta-
Ya dije que no te dejaré ir y no saldré de mi propia habitación. – Se apoyó en el marco de la puerta-
Bien –si él no pensaba marcharse yo me cambiaría de todas formas, tomé el dobladillo de la camiseta blanca y comencé a subirla por mi cuerpo, hasta sacármela –
¿Qué, qué haces? – se veía sorprendido.
Me cambio – dije tratando de sonar segura, esperando no estar sonrojada por la vergüenza que sentía de encontrarme en solo sostén en frente de mi maestro.-
______ basta – me detuvo sujetando mi brazo cuando notó que iba a quitarme los shorts negros que él me había prestado para dormir –lo miré a los ojos y me habló suave- ¿por qué haces esto? – me acerqué a él, quería sentir su aroma, quería rozarlo, quería tocarlo, , quería besarlo, moría por hacerlo-
¿En cambio yo qué? – Ladeé mi cabeza-
Sentí su respiración pesada - ______, no hagas esto, no puedo – dijo en un hilo de voz-
¿No puedes qué? – Tomé su mano-
No puedo, eres mi alumna… -mordió su labio-
Si puedes –sonó a suplica, quería que me besará, apuesto que él lo quería tanto como yo pero se sentía culpable, me incliné para besarlo pero él corrió la cara.-
Mantén las distancias _______. Soy tu maestro – me miró herido y dio un paso atrás alejándose de mí, me había rechazado, quería llorar, salió de la habitación.
Se me hizo un gran nudo en la garganta en mi intento de no llorar, me sentía tan frustrada y tan estúpida, soy solo una niña idiota que gusta de su maestro, él me dijo que estaba mal y no lo escuché, fantaseé con él y estaba todo en mi cabeza, él sólo trataba de ser amable conmigo, sólo soy la hermana pequeña de su mejor amigo siempre ha sido igual y nunca me verá de otra forma.
Su capitulo mis fieles lectoras y las nuevas son más que bienvenidas.
Saludos :))
Loveyoulikealovesongbeibi
Re: Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
a la mierda! me rechazo! siguela! omg! muero en sosten lavio haha
Pao Jonatica Forever :3
Re: Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
Era Lunes y simplemente no me encantaba la idea de ir a la escuela, después de que Joseph me rechazará me dejó en casa, me sentía terrible, el camino a casa fue incómodo y yo estaba herida, el fin de semana había sido horrible, las cosas no mejoraron mucho en casa, cada vez que mamá podía lo traía a colación y lo metía en la conversación, venir a la escuela era una manera de alejarme de las pláticas de mamá pero sin duda tendría que verlo, no quería, no quiero, estoy tan avergonzada y molesta conmigo misma.
Hice mi camino para buscar mis libros de la primera clase a mi casillero, me sentía enferma, saqué mis libros mientras oía el resonar de la campana para que todos entraran a sus salones, me dirigí con las pocas fuerzas que tenía a mi salón, primera clase del día Historia con el Maestro Campbell, sonreí a recordar la historia que Joseph me había contado el sábado en la mañana, aunque eso traía consigo el recuerdo de su rechazo, todo me recordaba a él, iba caminando por los pasillos cuando pasé por fuera de la sala de maestros y ahí estaba él, saliendo de la sala, se me quedó mirando por unos segundos ¿por qué justamente tenía que encontrármelo? Pasé por su lado tratando de ignorarlo, entré al salón un poco antes de que llegara el maestro, sólo quería que este día pase lo más rápido que fuese posible.
En mi constante intento de no toparme con el sujeto en cuestión ¿No tenemos que mencionar su nombre o sí? Bueno, me oculté en la biblioteca, hice mis trabajos pendientes, sin duda el rechazo alegraría a mi mamá si viera que por ello hice mis tareas, como fuese tenía que ir a mi última clase del día, Literatura, pensé mucho en si faltar o no faltar, era mi clase favorita, pero él da la clases así que creo que le resta puntos, si no iba él sabría que es la razón de mi ausencia, debía ser fuerte, no debía demostrar que el pequeño “accidente” que tuvimos me afectaba, él dijo una vez que “era muy orgullosa como para admitir algo” tenía razón ¿por qué he estado todo el día ocultándome de él? Como si estuviera aterrada, me presentaría en su clase y actuaría como que nada ha sucedido, como si él no fuera importante, no le dejaría sentirse importante.
Llegué al salón cuando el comenzaba a cerrar la puerta.
Espera –dije para que no me dejara afuera, él me miró incrédulo, creo que pensaba que no me aparecería en su clase-
¿Pensé que ya no venías? – me dio el paso para poder entrar-
¿Por qué no lo haría Maestro Jonas? - dije mirándolo fijo a los ojos con la mejor de mis sonrisas, le demostraría que no afecta su presencia, entré y tomé asiento al final del salón-
Esperemos que esta vez Miller no salga huyendo del salón –dijo Alexis burlona cuando me vio. Había olvidado que si venía tendría que soportarla a ella también, rodé los ojos y ella rió-
¿Acaso me extrañaste Kent? –Dije segura, no dejaría que nadie me molestará esta vez, -
Chicas ya basta –dijo Joseph en frente del salón-
Alexis se levantó de su asiento para acercarse a Joseph y entregarle lo que sería un regalo, puso su mano en su fuerte brazo, le estaba coqueteando descaradamente en frente de toda la clase y él no parecía tener intención de detenerla, lo hizo conmigo, que haga lo mismo con ella, estaba molesta y celosa viendo el espectáculo, ella reía tonta y coquetamente, quería destruirla.
-Levanté la mano, cosa que Joseph notó-
¿Sí señorita Miller? – Preguntó alzando sus cejas-
¿Podría decirle a la Señorita Kent que deje de molestarlo para empezar la clase? – dije molesta, mi intento de mostrarme fría ante la situación no estaba saliendo como quería-
No me está molestando ______. –Dijo Joseph-
No, es evidente que usted lo disfruta pero ¿Podemos comenzar la clase? – el frunció el ceño-
Señorita Kent, tome asiento por favor. – Ella le hizo caso -
Joseph se puso a escribir en la pizarra ciertos poemas y actividades para que hiciéramos, cada vez que Alexis podía lo llamaba para pedir su ayuda, e intentaba hacer uso de sus recursos para poder coquetearle, eran patéticos, Joseph era patético más aún que esa Barbie sin cerebro, no me sorprende que no entendiera una palabra de lo que debíamos hacer.
Bien chicos, es hora de entregar los trabajos que les pedí la semana pasada ¿Trabajos? ¿Qué trabajos? Yo no sabía de ningún trabajo, rayos.
Joseph pasó por todos los puestos recopilando los trabajos ¿Qué haría? No tenía nada, pasó por el puesto de Alexis y ella entregó el suyo, ¡no!... venía yo.
¿_____ tu trabajo? – preguntó cuándo estaba cerca de mí-
Ehhh… yo no sabía que había un trabajo –dije tratando de excusarme y avergonzada-
La favorita no hizo la tarea – dijo Alexis tratando de molestarme-
¡Cállate Barbie! –Dije molesta, intentó molestarme, supongo que lo logró – Además creo que tú eres la única a la que le interesa ser la favorita, sino no te molestarías en moverle tanto la falda a este.
¡Miller! – Joseph me reprendió-
¿Qué? ¿Cómo si no fuera cierto? – Dije sarcástica- Ella le calienta la sopa y a usted no parece molestarle.
-Joseph me miró molesto- Señorita Miller es su deber saber si hay o no trabajos y no permitiré que le falte el respeto a su compañera en mi clase – Alexis se mostraba dolida, al parecer nadie le había dicho la verdad en su cara-
¿Cómo si no pensara que la Señorita Kent es una fácil? – me burlé rodando los ojos, él había dicho que Alexis era una chica para pasar el rato, nada que lo que decía era mentira-
Discúlpese con su compañera –dijo fuerte y molesto, se podía ver en su rostro lo enojado que estaba, lo miré igual de molesta.
No lo haré – sí soy muy orgullosa para admitir mi error-
Entonces salga de mi clase y diríjase a la oficina del director – Dijo serio y severo-
Cómo sea – me levanté- Usted es una broma como maestro – echaba chispas de lo molesta que estaba, recogí mis cosas y caminé hasta la puerta-
Por favor no golpeé la puerta al salir – Dijo burlón-
Idiota, petulante que era ¿no sé en qué pensaba? Sólo por llevarle la contraria, salí del salón dando un fuerte portazo.
Estaba echando humos ya afuera del salón, después sentí la puerta y vi a Joseph salir.
¿Cuál es tu problema? –Dijo casi gritando-
Ay por favor, no te hagas sabes perfectamente cuál es mi problema –dije entre dientes-
Ven acá –me tomó del brazo fuerte, llevando casi a rastras por los pasillos de la escuela, se detuvo en frente de una puerta –
Suéltame Idiota – me solté de su agarré- Sé perfectamente dónde está la oficina del director no tienes porqué tirarme.
-Abrió la puerta- Entra ahí –me ordenó molesto-
Eso es un closet de limpieza, no entraré ahí – dije rabiosa-
-Se pasó las manos por su pelo exasperado- Sólo hazlo- dijo apretando los dientes-
No y esto estúpido. – estaba dispuesta a irme-
No, no te irás – tiró de mi brazo, metiéndome en el closet del conserje, cerró la puerta-
Déjame salir Jonas – lo golpeé ¿Qué pretendía? –
Guarda silencio – intentó sujetarme para que lo dejara de golpear-
¡No! ya déjame –lo empujé y di una bofetada, estaba molesta-
Joseph puso su mano en su mejilla dónde le había golpeado, se veía muy enojado, su respiración se había vuelto agitada, no sé en qué momento me estaba empujando contra la pared para besarme, era un beso furioso, me empujó con su cuerpo para hacer más presión contra mí, intenté golpearlo para que me dejará, pero a quién engañaba yo quería esto mucho más que él, mordió mi labio inferior y su lengua jugaba con la mía, ambos queríamos esto, lo necesitábamos, estábamos llenos de deseo el uno por el otro, no sé si se debía que ambos estábamos poniendo nuestro orgullo a prueba pero ninguno de los dos parecía querer detenerse, no era algo en lo que yo me molestara en hacer, estaba disfrutando sentir su agarre, sus brazos eran tan fuerte como sospechaba, sus labios suaves y ¡rayos! sí que sabía cómo besar, aunque ambos no queríamos pero necesitábamos respirar, se alejó de mí para respirar, sus labios estaban hinchados, sus ojos oscuros y su peinado de maestro del año todo revuelto, quise reír, no podía aguantarlo, comencé a reír y él me miró divertido, ambos empezamos a reír.-
Créeme que intenté evitar llegar a esto. – Dijo mordiendo su labio -
Lo sé – asentí-
Me vuelves loco _______. - dijo sincero, yo sonreí – Me encantas –él sonrió-
Me acerqué para besarlo y esta vez no me rechazó, era un beso más dulce que el primero, si me había sentido mal durante todo el fin de semana, créanme que esto compensaba todo, era mucho mejor de lo pude haber pensado, imaginado o fantaseado, sonreí sobre sus labios-
¿En qué piensas? – dijo con sus labios sobre los míos-
Nada –sonreí y lo volví a besar-
Tengo que volver a clases –dijo sin separarse de mí--
Tengo que ir a la oficina del director –reí-
Olvida la oficina del director, te veo mañana en detención – me dio una sonrisa pícara y me besó en la frente para después salir del armario y dejarme ahí sonriendo como tarada.
Hice mi camino para buscar mis libros de la primera clase a mi casillero, me sentía enferma, saqué mis libros mientras oía el resonar de la campana para que todos entraran a sus salones, me dirigí con las pocas fuerzas que tenía a mi salón, primera clase del día Historia con el Maestro Campbell, sonreí a recordar la historia que Joseph me había contado el sábado en la mañana, aunque eso traía consigo el recuerdo de su rechazo, todo me recordaba a él, iba caminando por los pasillos cuando pasé por fuera de la sala de maestros y ahí estaba él, saliendo de la sala, se me quedó mirando por unos segundos ¿por qué justamente tenía que encontrármelo? Pasé por su lado tratando de ignorarlo, entré al salón un poco antes de que llegara el maestro, sólo quería que este día pase lo más rápido que fuese posible.
En mi constante intento de no toparme con el sujeto en cuestión ¿No tenemos que mencionar su nombre o sí? Bueno, me oculté en la biblioteca, hice mis trabajos pendientes, sin duda el rechazo alegraría a mi mamá si viera que por ello hice mis tareas, como fuese tenía que ir a mi última clase del día, Literatura, pensé mucho en si faltar o no faltar, era mi clase favorita, pero él da la clases así que creo que le resta puntos, si no iba él sabría que es la razón de mi ausencia, debía ser fuerte, no debía demostrar que el pequeño “accidente” que tuvimos me afectaba, él dijo una vez que “era muy orgullosa como para admitir algo” tenía razón ¿por qué he estado todo el día ocultándome de él? Como si estuviera aterrada, me presentaría en su clase y actuaría como que nada ha sucedido, como si él no fuera importante, no le dejaría sentirse importante.
Llegué al salón cuando el comenzaba a cerrar la puerta.
Espera –dije para que no me dejara afuera, él me miró incrédulo, creo que pensaba que no me aparecería en su clase-
¿Pensé que ya no venías? – me dio el paso para poder entrar-
¿Por qué no lo haría Maestro Jonas? - dije mirándolo fijo a los ojos con la mejor de mis sonrisas, le demostraría que no afecta su presencia, entré y tomé asiento al final del salón-
Esperemos que esta vez Miller no salga huyendo del salón –dijo Alexis burlona cuando me vio. Había olvidado que si venía tendría que soportarla a ella también, rodé los ojos y ella rió-
¿Acaso me extrañaste Kent? –Dije segura, no dejaría que nadie me molestará esta vez, -
Chicas ya basta –dijo Joseph en frente del salón-
Alexis se levantó de su asiento para acercarse a Joseph y entregarle lo que sería un regalo, puso su mano en su fuerte brazo, le estaba coqueteando descaradamente en frente de toda la clase y él no parecía tener intención de detenerla, lo hizo conmigo, que haga lo mismo con ella, estaba molesta y celosa viendo el espectáculo, ella reía tonta y coquetamente, quería destruirla.
-Levanté la mano, cosa que Joseph notó-
¿Sí señorita Miller? – Preguntó alzando sus cejas-
¿Podría decirle a la Señorita Kent que deje de molestarlo para empezar la clase? – dije molesta, mi intento de mostrarme fría ante la situación no estaba saliendo como quería-
No me está molestando ______. –Dijo Joseph-
No, es evidente que usted lo disfruta pero ¿Podemos comenzar la clase? – el frunció el ceño-
Señorita Kent, tome asiento por favor. – Ella le hizo caso -
Joseph se puso a escribir en la pizarra ciertos poemas y actividades para que hiciéramos, cada vez que Alexis podía lo llamaba para pedir su ayuda, e intentaba hacer uso de sus recursos para poder coquetearle, eran patéticos, Joseph era patético más aún que esa Barbie sin cerebro, no me sorprende que no entendiera una palabra de lo que debíamos hacer.
Bien chicos, es hora de entregar los trabajos que les pedí la semana pasada ¿Trabajos? ¿Qué trabajos? Yo no sabía de ningún trabajo, rayos.
Joseph pasó por todos los puestos recopilando los trabajos ¿Qué haría? No tenía nada, pasó por el puesto de Alexis y ella entregó el suyo, ¡no!... venía yo.
¿_____ tu trabajo? – preguntó cuándo estaba cerca de mí-
Ehhh… yo no sabía que había un trabajo –dije tratando de excusarme y avergonzada-
La favorita no hizo la tarea – dijo Alexis tratando de molestarme-
¡Cállate Barbie! –Dije molesta, intentó molestarme, supongo que lo logró – Además creo que tú eres la única a la que le interesa ser la favorita, sino no te molestarías en moverle tanto la falda a este.
¡Miller! – Joseph me reprendió-
¿Qué? ¿Cómo si no fuera cierto? – Dije sarcástica- Ella le calienta la sopa y a usted no parece molestarle.
-Joseph me miró molesto- Señorita Miller es su deber saber si hay o no trabajos y no permitiré que le falte el respeto a su compañera en mi clase – Alexis se mostraba dolida, al parecer nadie le había dicho la verdad en su cara-
¿Cómo si no pensara que la Señorita Kent es una fácil? – me burlé rodando los ojos, él había dicho que Alexis era una chica para pasar el rato, nada que lo que decía era mentira-
Discúlpese con su compañera –dijo fuerte y molesto, se podía ver en su rostro lo enojado que estaba, lo miré igual de molesta.
No lo haré – sí soy muy orgullosa para admitir mi error-
Entonces salga de mi clase y diríjase a la oficina del director – Dijo serio y severo-
Cómo sea – me levanté- Usted es una broma como maestro – echaba chispas de lo molesta que estaba, recogí mis cosas y caminé hasta la puerta-
Por favor no golpeé la puerta al salir – Dijo burlón-
Idiota, petulante que era ¿no sé en qué pensaba? Sólo por llevarle la contraria, salí del salón dando un fuerte portazo.
Estaba echando humos ya afuera del salón, después sentí la puerta y vi a Joseph salir.
¿Cuál es tu problema? –Dijo casi gritando-
Ay por favor, no te hagas sabes perfectamente cuál es mi problema –dije entre dientes-
Ven acá –me tomó del brazo fuerte, llevando casi a rastras por los pasillos de la escuela, se detuvo en frente de una puerta –
Suéltame Idiota – me solté de su agarré- Sé perfectamente dónde está la oficina del director no tienes porqué tirarme.
-Abrió la puerta- Entra ahí –me ordenó molesto-
Eso es un closet de limpieza, no entraré ahí – dije rabiosa-
-Se pasó las manos por su pelo exasperado- Sólo hazlo- dijo apretando los dientes-
No y esto estúpido. – estaba dispuesta a irme-
No, no te irás – tiró de mi brazo, metiéndome en el closet del conserje, cerró la puerta-
Déjame salir Jonas – lo golpeé ¿Qué pretendía? –
Guarda silencio – intentó sujetarme para que lo dejara de golpear-
¡No! ya déjame –lo empujé y di una bofetada, estaba molesta-
Joseph puso su mano en su mejilla dónde le había golpeado, se veía muy enojado, su respiración se había vuelto agitada, no sé en qué momento me estaba empujando contra la pared para besarme, era un beso furioso, me empujó con su cuerpo para hacer más presión contra mí, intenté golpearlo para que me dejará, pero a quién engañaba yo quería esto mucho más que él, mordió mi labio inferior y su lengua jugaba con la mía, ambos queríamos esto, lo necesitábamos, estábamos llenos de deseo el uno por el otro, no sé si se debía que ambos estábamos poniendo nuestro orgullo a prueba pero ninguno de los dos parecía querer detenerse, no era algo en lo que yo me molestara en hacer, estaba disfrutando sentir su agarre, sus brazos eran tan fuerte como sospechaba, sus labios suaves y ¡rayos! sí que sabía cómo besar, aunque ambos no queríamos pero necesitábamos respirar, se alejó de mí para respirar, sus labios estaban hinchados, sus ojos oscuros y su peinado de maestro del año todo revuelto, quise reír, no podía aguantarlo, comencé a reír y él me miró divertido, ambos empezamos a reír.-
Créeme que intenté evitar llegar a esto. – Dijo mordiendo su labio -
Lo sé – asentí-
Me vuelves loco _______. - dijo sincero, yo sonreí – Me encantas –él sonrió-
Me acerqué para besarlo y esta vez no me rechazó, era un beso más dulce que el primero, si me había sentido mal durante todo el fin de semana, créanme que esto compensaba todo, era mucho mejor de lo pude haber pensado, imaginado o fantaseado, sonreí sobre sus labios-
¿En qué piensas? – dijo con sus labios sobre los míos-
Nada –sonreí y lo volví a besar-
Tengo que volver a clases –dijo sin separarse de mí--
Tengo que ir a la oficina del director –reí-
Olvida la oficina del director, te veo mañana en detención – me dio una sonrisa pícara y me besó en la frente para después salir del armario y dejarme ahí sonriendo como tarada.
Loveyoulikealovesongbeibi
Re: Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
awwwww perra de kent aaagh! fgsakjfdsgj me mato! es que gfadjsfsdkj
siguelaaa-!!!!!!!!!!!!!! ese besote que se dieron waaa mori hjfgjsdfg tan sexy tan pasional tan increible que tienes que seguirla ya!
siguelaaa-!!!!!!!!!!!!!! ese besote que se dieron waaa mori hjfgjsdfg tan sexy tan pasional tan increible que tienes que seguirla ya!
Pao Jonatica Forever :3
Re: Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh se besaron! me muero daksjhfkasjd dios siguela! amo tu novela mujerr! :ñomñom:
Classy like Cody
Re: Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
Al día siguiente las cosas estaban mejor que nunca, aunque no habíamos tenido tiempo para hablar de lo que había sucedido, cada vez que me lo topaba en los pasillos él me sonreía y yo le devolvía el gesto, no debíamos levantar sospechas, debíamos aguantarnos, aunque mis ganas de querer besarlo a veces me superaban, varias veces en el día me atrapé a mí misma embobada mirándolo, bueno no era la única, también noté varias veces que él no me quitaba la mirada de encima, había complicidad y era un sensación dulce, pero no podía dejar que mi romance oculto me distrajera de mis obligaciones, había trabajos que hacer, si el rechazo me convirtió en responsable de mis trabajos créanme que estar sobre mariposas todo el tiempo aumentaba mis ganas que querer ser buena, tenía un romance con un maestro, lo mínimo que podía hacer era ser buena alumna, me gusta ese pensamiento, se puede aplicar de muchas maneras.
Me dirigí a la biblioteca de la escuela en busca de algunos textos de apoyo para poder realizar un trabajo de inglés, caminé por las estanterías de la gran biblioteca de la escuela en busca de libros que me pudieran servir, no sabía exactamente lo que buscaba, creo que mi esfuerzo por ser mejor alumna sería más difícil de lo que pensé.
No sé qué hago aquí –dije en un susurro ya cansada de buscar el bendito texto.
¿Necesita ayuda señorita Miller? –escuché un voz que me era realmente familiar, pero no sabía de dónde venía, miré a mi alrededor, era sólo yo y las grandes estanterías con libros.
Aquí – escuché la voz de nuevo ¿Era Joseph? ¿Dónde se encontraba? – me acerqué un pequeño espacio entre unos libros que quedaba justo a la altura de mis ojos, ahí se encontraba al otro lado de la estantería, Joseph era un tonto, pero sin duda me hacía sonreír.
¿Qué haces ahí? – Dije en voz baja-
Quería verte – vi como sonreía por el espacio entre los libros- Vi que entrabas en la biblioteca y no pude aguantarme, tenemos que hablar. –sonrió al final de la oración, cosa que me alegro sino me hubiera preocupado por ese “tenemos que hablar” aunque tenía razón, teníamos que hablar.
¿Hablar? ¿De qué Maestro Jonas? –Dije haciéndome la tonta-
No te hagas sabes a qué me refiero – sonrió coqueto-
No, no sé de qué me habla, quizá pudiera refrescarme un poco la memoria – dije tratando sonar inocente-
-Suspiró- ¿Qué haré contigo _____? –una sonrisa se esbozó en sus labios-
¿Qué quiere hacer conmigo maestro? –Mordí mi labio-
Noté que levantó sus cejas como que no podía creer mi respuesta, después desapareció, no lo vi más por el pequeño espacio en el estante, miré sobre mi hombro para poder verlo entrando en el mismo pasillo dónde yo me encontraba, se acercó –
Eres una alumna terrible –dijo tomándome por la cintura-
Lo sé –sonreí ampliamente, poniendo mis brazos alrededor de su cuello-
He estado esperando todo el día para poder hacer esto – se inclinó para poder unir sus labios con los míos, era una sensación tan cálida, sonrió sobre mis labios.-
¿Eso te refresco la memoria? – Preguntó suave en mi oído-
Negué con la cabeza divertida- para nada-
Me apegó más a él para besarme fuerte, como lo había hecho ayer, pero con menos furia, me apoyó un poco contra el estante con libros, nos estábamos besando en la escuela ¿quién lo pensaría? Ni en mis más locos sueños me hubiera imaginado con el mejor amigo de mi hermano en esta situación.
Eso sí que es un recuerdo vivido –dije una vez que nos separamos, él rió-
¿Qué es lo que hacías en la biblioteca? –frunció el ceño divertido-
Claramente esperando a que llegaras –reí- es broma, buscaba un libro que me ayudara con mi trabajo de inglés.
¿Inglés? –enarcó una ceja pensativo, yo asentí-
Se separó de mí para revisar los libros en las estanterías, después se detuvo mirando hacia arriba y estiró su brazo para alcanzarlo.
Su libro señorita Miller –dijo de forma galante-
Gracias Maestro, es usted de mucha utilidad –dije amable-
¿No qué era una broma de maestro? - esbozó una sonrisa y levantó su ceja-
Que torpe me sentía, me sonrojé y escondí mi mirada apenada- Sabes que no quería… -suspiré- lo lamento. –era sincera, no era que lo pensara, estaba furiosa cuando lo dije-
-tomó mi barbilla con sus dedos levantando mi cara- Sé qué no lo dijiste en serio, no te preocupes –sonrió- Ahora te dejo ¿Qué clase se maestro sería si te impido hacer tus trabajos? –Se encogió de hombros-
Uno excelente. –Lo besé corto en los labios- Uno muy guapo.
Corrección – dijo serio- Soy un Dios Griego. –Río-
Que humilde eres –bromeé-
Recuerda que tenemos una conversación pendiente. – Dijo con una expresión suave en su rostro, yo asentí- Te veo al rato. –me besó en la mejilla para después salir de ahí-
Después de intentar ignorarnos todo el resto del día, tuve que ir a detención, ya saben por mi mala actitud en clases, creo que si lo merecía un poco, pero no era tan malo, Joseph estaba a cargo y después de dos horas dándonos miradas y sonrisas cómplices, ofreció llevarme a casa, sus padres llegaban hoy del crucero así que él tenía que ir de todos modos.
Supongo que te veré al rato –dijo sonriente-
¿Sí? –lo miré confundida-
Creo que mis padres invitaron a cenar a los tuyos –sonrió de lado-
Ah –asentí- entonces nos veremos –sonreí-
Te besaría pero alguien podría vernos –corrió un mechón tras mi oreja-
No te preocupes, nos vemos –bajé del auto-
Última edición por Loveyoulikealovesongbeibi el Mar 11 Jun 2013, 2:44 am, editado 1 vez
Loveyoulikealovesongbeibi
Re: Give me love - Joe&Tú (TERMINADA)
gjkdfghdfgfdssssssssjdhgsfasdhgsdhgds siguela piedad!!!!!mdfhsdkjfsdssssss
Pao Jonatica Forever :3
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