"Pide un deseo" (Nick)

— ¡Pero no pedimos nada!—respondió Katherine y Logan agarró la foto. Al mirarla rió, ya que estaba Kate con un ojo entre cerrado y el otro medio abierto, pero al mirarse a sí mismo, solo vio como había delatado su fascinación por ella. En la foto él, la estaba mirando fijamente y sonriendo levemente.
— La compro—respondió dándole el dinero y guardando la foto en su bolsillo.
— ¿al menos me dejas verla?—preguntó Kate mientras se alejaban del señor.
— No—respondió riendo porque ella le empezó a hacer algunas cosquillas.
— Por favor—se puso frente a Logan y ambos dejaron de caminar.
— De acuerdo, pero no te rías de mi cara—sacó la foto y se la dio, casi esperando que ella hiciera algún comentario desagradable.
— ¿Qué no me ría de tu cara? Tu cara salió perfecta, en cambio la mía—dijo abriendo los ojos con horror y el río.
— Tu cara es perfecta siempre—para evadir alguna respuesta de ella, empezó a caminar de nuevo y Katherine al procesar lo que había dicho Logan levantó la cabeza y lo vio alejarse. Logan volteó completamente y ambos se miraron casi asustados de lo que estaba sucediendo dentro de ellos. En realidad, era Katherine la única asustada. Logan solo sonreía ampliamente y rebosando felicidad.
— Vamos a mi casa—respondió un tanto nerviosa y Logan asintió, ya no tan feliz por cómo había reaccionado ella.
***

Al llegar a la puerta de la gran mansión, Katherine por fin volteó a mirar a Logan, ya que había evitado cualquier tipo de conexión con el toda la vuelta a casa. El la miró fijamente mientras ella parecía pensar que sería lo primero que diría. Había un silencio que Logan no quería interrumpir por miedo a que dijera algo malo. Finalmente ella lo miró a los ojos al igual que él lo estaba haciendo.
— Esta salida fue muy agradable, y me encantaría repetirla—el sonrió.
— No me pareció que mucho te gustara.
— ¿Quieren pasar a almorzar?—le preguntó a ambos una voz después de que la puerta se abriera. Rachel estaba con un delantal sucio y rastros de lo que parecía torta, en su cara.
— Claro—dijeron ambos y se fulminaron con la mirada antes de entrar, como diciéndose que esa conversación todavía no había terminado.
— Estaba preparando la torta para mañana, pero no salió muy bien—les dijo en lo que parecía un resoplido exhausto y frustrado—. Por una vez en mi vida quería hacer algo yo.
— Yo sé cocinar—comentó Logan acercándose a ella—. Te podría enseñar.
— ¿Seguro?—preguntó Rachel haciendo un gesto torcido, y dudando de que ella pudiera llegar a aprender algo.
— Seguro—respondió con confianza y sonrió—. Primero limpiemos la cocina y empecemos de cero.
Katherine se sentó y metió un pedazo de la torta que Rachel había preparado anteriormente en su boca, pero luego empezó a toser de lo feo que le había caído aquella comida. Mientras Logan y Rachel limpiaban la cocina, Katherine se sirvió un poco de espagueti y condimento, lo calentó, se sentó en el taburete del desayunador, para mirar con tranquilidad lo que hacían sus amigos.
— ¿Vas a ayudar?—preguntó Logan mirando a Katherine con la mirada un poco insinuante, con una sonrisa casi traviesa y jugando con la debilidad de Katherine: sus ojos.
— Cocinen ustedes—metió un poco más de comida en su boca y Logan le guiñó el ojo.
— De acuerdo—ambos empezaron a preparar la torta y Katherine observó todo un poco recelosa pero mirándolo todo detalladamente, prestando atención hasta el más disimulado movimiento. Logan sacó un poco de masa del recipiente y se lo metió en la boca.
— ¡Qué asqueroso!—dijo Rachel comentando a lo que hizo y empezaron a reír juguetonamente. Volvieron al trabajo y Katherine como había terminado de comer decidió retirarse, y se había enfurecido un poco ya que nadie había tratado de detenerla.
Fue hasta la sala y prendió la televisión. Entre cambiar y cambiar de canal se había caído dormida sobre el sofá y soñaba con lo que probablemente sucedería mañana en la fiesta.
***
Rachel se había retirado al patio luego de terminar la torta para hablar con algunos servicios que deberían venir mañana para la fiesta. Logan salió de la cocina y se dirigió a la sala donde encontró a Kate frotando sus ojos.
— Parece que alguien tuvo su sueño de belleza.
— Ja-ja—le contestó antipáticamente y él se acercó.
— ¿Qué sucede?—le preguntó un queriendo saber la razón de su mala actitud.
— Nada—se levantó del sillón ya que no quería estar al lado de el por su enojo y él la siguió mientras ella entraba a la cocina.
— ¿Qué sucedió ahora, Katherine?—le preguntó un poco frustrado de siempre soportar las rabietas de Kate.
— A nadie le importa que sucede conmigo ¿verdad?—finalmente volteó a mirar a Logan y el frunció el cejo.
— ¿Qué?—se acercó a ella—. ¿Eso piensas que es lo que siento yo?, ¿de todas las veces que te he dicho cuanto te quiero, has sacado aquello?
— Nunca me has dicho que me quieres. Es lo que siento yo, Logan—ella le dio la espalda para apartar su mirada hacia otro lado y el avanzó un paso más—la cual era la única distancia que ya quedaba entre ellos—, lo que hizo que terminara a escasos centímetros de ella.
— No te quiero, Katherine. Te adoro—Katherine escuchaba la dulce voz de Logan que le decía algo que nunca había escuchado antes—, eres demasiado importante para mí—la rodeó con sus brazos y recargó su mentón en el hombro de ella, mientras le susurraba al oído—: Eres la razón por la que siento tanto odio aquí adentro mío. Te amo tanto, que odio sentirme así porque sé que no te sientes de la misma manera y es horrible, pero puedo vivir con este sentimiento mientras tú sigas sonriendo y solo quiero que sepas que no es como tú crees. Me importas demasiado, y es por eso que en momentos debo ignorarte para no sentirme odiado—ella volteó para mirarlo con sus ojos acuosos y el no entendió lo que sucedía.
— Yo no te odio—le respondió Kate mientras algunas de sus lagrimas acumuladas caían—. Tú también me importas mucho, Logan, pero tengo miedo.
— ¿A qué le tienes miedo, Katherine? Sinceramente no sé que hice mal para que me tengas miedo.
— Tengo miedo de que un día despiertes y te des cuenta de que realmente no sientes tanto amor como dices sentir. Tengo miedo de que cuando te des cuenta, yo esté aun más enamorada y cuando me digas terminé con el corazón roto. Si te digo la verdad, no confío en el amor. Ya que nunca ha sido honesto conmigo. Escúchame cuando te digo que nadie, nadie nunca me ha querido de verdad.
— Es hora de que te reconcilies con tus sentimientos, Katherine. No puedes ir por la vida sin involucrarte con nadie por miedo a ser lastimada. Yo tampoco he tenido siempre las mejores experiencias, pero me he recuperado y he sacado increíble madurez de cada una. No me importa si no me quieres, Katherine porque eso me enseñaría a aprender a no enamorarme demasiado rápido, pero no digas que nadie nunca te amo porque yo lo hago y eso significa que no me tienes en cuenta. Y más vale que me detengas ahora si no quieres que te bese porque realmente quiero hacerlo—ella soltó unas risitas y lo abrazó totalmente enternecida por lo que él había dicho.
— Siempre sabes cómo subirme el ánimo aunque no lo sepas—le confesó y el la rodeó con sus brazos, abrazándola con los sentimientos dentro suyo revolviéndose y haciéndolo sentir demasiado por ella.
— Tú eres la razón por la que sonrío mucho más desde que te conocí. Y si pudiera, me pelearía contigo todo el día con tal de hablarte—soltó algunas risas—. Soy tan cursi que da asco.
— Me gusta lo cursi—se separaron y Rachel entró en ese momento, para observar todo con sorpresa.
— Logan y Kate, sentados en un árbol B-E-S-A-N-D-O-S-E—ella empezó a reír burlonamente mientras Logan y Katherine se sonrojaron.
— Ojala—susurró Logan en el oído de Kate y ella volteó para guiñarle el ojo, pero ninguno sabia que exactamente significaba aquello.