"Pide un deseo" (Nick)

Frotó sus brazos con sus manos y siguió caminando hasta llegar al colegio que para su suerte se encontraba extremadamente cerca. Entró hasta la secretaria con apuro y pidió hablar con el subdirector. Le dijo que debía retirar a Rachel Evans, y que ella era la secretaría de los padres. Que tenían una importante reunión en casa de los Hoffman y luego los confundió con algunas tonterías que hicieron que le permitieran retirarla del colegio, pero solo después de ir a la clase y hacer un interrogatorio a Rachel.
— ¿Qué haces aquí?—preguntó Katherine siguiendo a la apurada Rachel que salía por la puerta del colegio hacia el estacionamiento.
— Debemos resolver esto—apuntó a ambos cuerpos y se agarró la cabeza con una mano—. No es por nada, pero estoy harta de tu cuerpo.
— No sabes cómo hacerlo funcionar.
— ¿Qué?—enarcó una ceja con un poco de enojo.
— No sabes cómo ser alguien sexy…
— No, no lo sé—interrumpió—. Maldita sea, tengo 13 años mentalmente. Probablemente si fuera por mí, desearía ser pequeña niña y no saber nada del amor. Si pudiera, desearía nunca crecer y quedarme como cuando era pequeña para siempre.
— ¿sabes? Yo siempre quise crecer y ahora me volví una niña de nuevo.
— Tampoco soy tan pequeña—frunció el rostro y luego ambas rieron.
— Oye, ¿crees que se pueda revertir?—preguntó Kate con un poco de preocupación.
— Ten fe.
— ¿en qué?
— En que mejorara.
— ¿y que si no mejora?
— ¡TE DIJE QUE TENGAS FE! Es lo único que se puede hacer muchas veces. Dudar no está en mi diccionario. Lo que será, será.
— ¿y qué haremos?—frunció el rostro y luego le agarró por la mano. Salieron corriendo de la mano y Rachel subió el pulgar para pedir taxi.
— Primero vamos al patio de mi casa.
— Mi casa.
— Bah, lo que sea…
— ¿Qué haremos allí?
— Intentaré pedir un deseo de nuevo y si no funciona, tú lo harás.
— ¿Qué paso con la fe?
— Sigue aquí.
El resto del camino hasta la mansión fue en silencio. Rachel seguía pensando en lo que tuvo que hacer con Nick. Había querido decirle toda la verdad, pero era cierto que ella estaba siendo molesta, así que era mejor dejarlo solo y que se quite las molestias de su camino. De una u otra forma, ella no era la persona de la que Nick en realidad estaba enamorado.
Al llegar a la casa de Rachel, le pasaron el dinero al taxista y luego se bajaron para dirigirse a la entrada. Rachel empezó a darse cuenta de lo mucho que extrañaba ser ella. Tantas veces había querido ser diferente. Ser más bella, más grande, hasta muchas veces había deseado ser otra persona y tener otra vida. Pero, ¿Qué sucedería si es que ella hubiera terminado siendo otra persona? No podía imaginarse una vida más perfecta que la suya.
— ¿Qué te pasa?—preguntó Kate viendo que Rachel caminaba sin prestar mucha atención a nada.
— Nada. Estaba pensando nada más—ambas salieron al patio y Kate seguía a Rachel mientras ella caminaba con rapidez. Luego volteó y miró a Kate, quien detuvo su paso porque Rachel paró. Rachel miraba al suelo mientras Kate la miraba sin entender—. ¿sabes? Cuando cambiemos de cuerpo quiero que vivas conmigo. Aquí en mi casa. Esta casa sería mucho mejor contigo en ella—volvió a voltear y caminó hacia el lugar donde había estado la tarde del deseo mientras que Kate solo la miraba con una sonrisa y luego la volvió a seguir—. Es aquí.