♪ Stars ♪ |One Direction| Capítulo 12

Miré el reloj, quedaban cinco minutos para que bajara. Esperaba nerviosa para poder ver la sorpresa de Austin. Odiaba las sorpresas, y él va y me prepara una. Era imposible con este chico.

Me miré una vez más al espejo, iba bien vestida , digo yo.

Cogí el dinero y lo guardé entre la funda del móvil y el Iphone. Luego guardé el teléfono en el bolsillo derecho del pantalón.

-¡Qué guapa vas! - dijo ilusionada Baby , una de mis compañeras en Fireworks y de mis mejores amigas. Entre nosotras tenemos apodos... mi nombre es PJ, por lo que ella se llama así misma "BJ", para que nuestros nombres rimen.

-Guapa no, lo siguiente - rió Lauren , otra de mis compañeras de la banda, y como no, otra de mis mejores amigas.

-¿Qué crees que te haya preparado? - preguntó Joannie . Es la primera de la banda a quién conocí y a quién se le ocurrió el nombre de la banda. También es una de mis mejores amigas.

-No tengo ni idea - me encogí de hombros con una gran sonrisa.

-Pero se nota que tienes ganas, esa sonrisa te delate - Ámber puso una sonrisa pícara que nos hizo reír a todas. Ámber fue la última en entrar a la banda, pero gracias a ella {su tía es nuestra actual manager} llegamos a la fama. Le debemos mucho. También es otra de mis mejores amigas.

-¡PJ! - gritó Joannie alarmada - Ya son las doce, corre, ve abajo.

-Vale, adiós chicas.

-¡Suerte! - gritaron todas mientras cerraba la puerta y corría hacia el vestíbulo. Nikki O'Connor, la tía de Ámber y nuestra manager, ya estaba avisada de que iba a salir. Raramente, no le importó, algo que me parecía extraño, porque se preocupaba mucho por nosotras.

Las puertas del ascensor se abrieron. Respiré hondo y salí con paso firme. Al llegar al vestíbulo, lo único que me encontré fue varias parejas, familias y personas que iban de aquí para allá tranquilamente.

Me puse las gafas de sol para evitar a un millón de fans tras de mí, aunque gracias a Nikki, nuestras fans creían que estábamos en otro hotel al otro lado de Nueva York. Queríamos tener unas vacaciones tranquilas.

Me quedé cerca de la puerta de hotel, esperando esa gran "sorpresa". Creí que se me salía el corazón de susto al notar unos brazos rodeando mi cintura. Rápidamente me di la vuelta, cogí uno de los brazos y lo doblé, haciendo que la persona cayera de rodillas al suelo.

-¡PJ! - gimió la persona, con cierto dolor en su tono de voz. Miré a la persona a quién había atacado y la solté de golpe, preocupada. Aún con ese gorro de lana y esas gafas de sol, lo podía reconocer. Cuando consiguió levantarse, me tiré encima suyo en una especie de abrazo.

-¡Austin!

Él me abrazó de vuelta. No me lo podía creer. Se suponía que Austin estaba en Texas, tranquilamente en su casa. ¿Qué hacía entonces en Nueva York? Lo abracé más fuerte aún, haciendo que volviera a gemir.

-Me estás... matando...

Me separé lo más rápido posible y me sonrojé. Austin sonrió, su sonrisa me mataba. Era encantadora y especial, haría caer a cualquier chica al suelo. Cambié mi sonrisa a una cara enfadada, me debía varias explicaciones.

-¡Austin Carter Mahone! ¿Cómo no se te ocurre decirme que estabas aquí? Llevo sin verte un mes. Es muy distinto poder hablar contigo cara a cara en vez de por Sykpe. La próxima vez que no me digas que estás tan cerca mía, te mato.

-Tranquila, Penny - soltó una carcajada -, si te lo hubiera dicho se habría estropeado la sorpresa. Créeme que quería decírtelo, pero no me dejaban. Todo esto ha sido idea de Nikki, de mi manager y de mi madre.

-¿Michelle?

-¿Tengo otra madre?

-No - me reí -, pero aún no me creo que estés aquí.

-Pero no nos vamos a quedar aquí mucho tiempo. ¿Qué te parece dar una vuelta por Central Park e ir a un Starbucks?

-Me encantaría.

Austin rodeó mi cintura con su brazo. Y pensad que casi le disloco el hombro cuando lo ha hecho antes... es culpa de que nos quieran enseñar defensa personal. Al salir del hotel, el fuerte viento golpeó contra mi cara, haciendo que se me erizara el pelo. ¿Cómo se me ocurre salir por las calles de Nueva York, en febrero y sin abrigo? Austin notó que tenía frío y se quitó el abrigo rojo que llevaba, quedando en con una chaqueta de chándal que le cubría, además de su sudadera.

-No, Austin, vas a pasar frío si me lo pongo. Quédate con la chaqueta tú.

-Claro que no. Con esto -señaló su ropa - tengo suficiente. Pero no quiero que te pongas mala, tus fans me matarían y lo sabes.

-Tus mahomies me matarán a mi si te enfermas.

-No lo creo - me guiñó un ojo y volvió a insistir para que me pusiera la chaqueta. Tras cinco minutos de decir que no quería, acabé cediendo y me la puse. Seguimos caminando un buen rato. Alguna que otra fan se nos había acercado para pedirnos que nos hiciéramos fotos con ellas, pero no pasó mucho más.

-¡Mira eso! - Austin señaló una pista de hielo que había cerca nuestra. Parecía tan emocionado como un niño de siete años. Me cogió fuertemente de la mano y corrió hacia allí, conmigo arrastras. Se paró frente a la cabina y sacó dos tickets. Luego se los dio al hombre que vigilaba los patines, y nos dejó pasar.

-Toma. - me pasó un par de patines de mi talla. Nos conocíamos tanto, que hasta sabía cuando medía mi pie. Me quité los zapatos y me puse los patines. Al terminar, Austin ya estaba junto a la entrada de la pista, que por cierto era al aire libre.

Caminé como un pinguino y entramos al hielo. Se me daba bastante mal, iba cogida de la barra todo el tiempo, tenía miedo de caerme. Cuando por fin conseguí patinar algo, me acerqué a Austin, que patinaba tranquilamente, como si lo hiciera desde hace mucho tiempo. De un momento a otro ya me encontraba - no sabía por qué -, entre los brazos de Austin, que me patinaba hacia atrás haciendo que yo tuviera que patinar lo mejor posible, ya que iba abrazada a él.

-Austin, déjame, me voy a caer.

-No permitiré que te hagas daño... - me cogió con más fuerza y comenzó a patinar mucho más rápido. Asusta, me enganché en él. Pero Austin se soltó, haciendo que yo patinara a gran velocidad sin poder parar. Mientras que Austin patinaba hacia atrás con una sonrisa complacida, chocó con sus patines y cayó. Y yo... bueno yo no podía parar e iba directa hacia mi amigo.

Y así fue como caí encima suya, riendo sin parar.

-Al menos no me he hecho daño - sonreí inocentemente. Austin me sacó la lengua y se levantó, para luego ayudarme a mí. Patinamos hacia la salida, hacia frío y era hora de tomar algo calentito.

Dejamos los patines, nos pusimos los zapatos y caminamos hacia la cafetería más cercana. Austin se quedó callado, mirando mis pies.

-¿Tan feos son mis zapatos? - pregunté divertida.

-Ah, lo siento, no quería molestarte. Es que, sabes que no me gusta que lleves zapatos altos, te ves más alta que yo.

Era cierto. Austin y yo teníamos la misma altura, pero cuando llevaba tacones se me veía mucho más alta que él. Eso no le gustaba, decía que se sentía pequeño.

-¿Cuanto tiempo te quedarás? - le pregunté mientras entrábamos en un Starbucks.

-¿Ya quieres que me vaya?

-Claro que no, tonto - me reí -, al contrario. Cuando más tiempo mejor.

-Pues, hasta que vosotras volváis a Irlanda.

Mi banda y yo éramos de Irlanda. Pocas veces veía a Austin, el cuál había conocido gracias a mi manager y su gran idea de relacionarnos con más artistas. Así es como otras dos de mis compañeras conocieron a sus actuales novios. Sin embargo, lo que Austin y yo tenemos no es más que una gran amistad.

-¿Qué desean tomar? - preguntó la chica que atendía al otro lado de la barra. Era rubia con varias mechas rosas y violetas, y masticaba exageradamente su chicle. Su pintalabios rosa fucsia destacaba mucho.

-Dos frappuccinos de chocolate.

-Claro, decidme vuestros nombres. - la chica rubia levantó la vista y nos miró. Cuando su mirada se fijó en Austin, sonrió coqueta. Gracias a Dios, Austin se mantuvo serio, sin prestarle mucha atención. Pero, por primera vez, sentí algo dentro raro. Sabía que era, no soy tonta, y esa cosa se llamaban... celos.

-Yo soy Carter y ella es Penny.

-Vale. En un minuto os llamó. - le guiñó un ojo a Austin y se marchó a preparar nuestras bebidas. Rodé los ojos y seguí a mi amigo hacia una de las mesas del rincón, donde podríamos hablar tranquilamente.

Me senté junto a él, no nos gustaba estar uno enfrente del otro.

-¿Y qué te cuentas? - me preguntó por primera vez en todo el día.

-No mucho - sonrió de medio lado -, aunque no quiero volver a Irlanda.

-¿No? Hace mucho que no ves a tus padres.

-Ya, pero cuando vuelva, será mucho más tiempo sin verme.

-Oh, la pequeña PJ se preocupa por mí - me sonrió tiernamente y me besó la mejilla, para luego pasar su brazo por mis hombros y abrazarme.


Me despedí de Austin con un beso en la mejilla, pero se giró sin querer y se lo di en la comisura de los labios. Mi cara se volvió roja como un tomate, y pude ver que la suya también lo estaba.

-¿Nos vemos otro día? - preguntó con una dulce sonrisa, intentando ocultar que estaba tan avergonzado como yo.

-¿Qué te parece mañana? Las chicas y yo saldremos de compras. Se que es un rollo para un chico, pero quizá...

-Estaré encantado de ir. Cualquier cosa me llamas, estoy en la habitación 404.

-¿Estás en el hotel? - pregunté sorprendida.

-No, voy a dormir en un banco de la calle - respondió con sarcasmo -. Claro que sí, tonta. ¿Qué te creías? Nos vemos mañana.

Me quedé mirando como se iba hasta que despareció en el ascensor. Suspiré y me giré para entrar en mi habitación, las 304. Vaya, Austin estaba justo encima mío. Al entrar en mi dormitorio, vi como mis amigas se lanzaban encima mía con millones de preguntas.

-¡¿Cuál era la sorpresa?! - preguntó Baby mientras me cogía del brazo y me tiraba en la cama.

-Austin está aquí.

Me tupe que tapar los oídos para no escuchar sus gritos.

-¿¡Y qué habéis hecho!? - preguntó Jo.

-Hemos dado un paseo, patinado sobre hiel y al final hemos ido a un Starbucks.

-¿¡Y os habéis besado!? - preguntó Lauren esta vez.

-¡Pero bueno, claro que no! Sabéis que Austin solo es mi mejor amigo.

-Claro... - Ams rodó los ojos.

-Austin y Penny, sentados bajo el árbol, se dan la mano, luego un beso, se casan y todo eso... - comenzaron a cantar y a bailar. Les empecé a tirar almohadas, y así es como empezó nuestra pelea de almohadas.

Me desperté por culpa del maldito ordenador que no dejaba de sonar. Al final decidí levantarme para ver que pasaba. Vi que tenía el facebook abierto, y alguien me hablaba por el chat, ya que no paraba ese horrible ruido. Abrí la conversación y vi que la que me hablaba era mi hermana mayor, Gemma.

Gemma: Hola, Hazza

Gemma: ¿Estás ahí, hermanito?

Gemma: Harry, responde

Gemma: Harry...

Gemma: Harold...

Gemma: Harry Edward Styles Cox, responde ahora mismo o llamaré a tu casa

En ese mismo momento, mi móvil empezó a sonar. Rodé los ojos y colgué la llamada. Volví a mirar al chat, y como no contestaba la saluda.

Harry: Hola, hermana.

Gemma: ¿¡"Hola hermana"!? ¿¡Dónde estabas!? Llevo escribiéndote durante media hora y no me respondías.

Harry: Tranquila, estaba durmiendo.

Gemma: Dormilón.

Harry: ¿Y bien? ¿Qué querías? Supongo que me habrás despertado por algo.

Gemma: Tengo dos noticias. ¿Quieres saber la buena o la mala?

Harry: La mala.

Gemma: Creo que mejor debes saber la buena.

Harry: Pues entonces dime...

Gemma: ¡Voy a ir a Londres!

Mi hermana Gemma vivía en Irlanda del Norte, en un pueblecito cerca de Belfast, es decir cerca de mis queridísimas Fireworks. Me enfadé un poco, ¿porque viene ella aquí y yo no puedo ir allí? Estaría cerca de mis ídolos.

Harry: Genial...

Gemma: ¿No te alegras, Hazza?

Harry: Claro que me alegro, pero ya sabes que siempre he querido ir allí. Pero estaré feliz de verte. Y dime, cuál es la mala noticia.

Gemma: Te dejo el link...

Me mandó la dirección de una página de internet, y luego se despidió de mi. Hice click en la página y lo que apareció delante de mi, no me gustó nada. Había una preciosa foto de PJ, pero junto a ella, abrazándola muy cariñosamente -demasiado- estaba el mismísimo Austin Mahone. Revisé todas y cada una de las fotos, eran verdaderas. Leí la noticia, para saber más sobre que había entre esos dos.

~ Ayer, veinte de febrero, se estrenó el esperado vídeo de Fireworks, "Something New". No hemos dejado hablar sobre la girl band, que sigue triunfando cada vez más y más, pero no solo con la música. El mismo día del estreno, PJ Black, una de las componentes de la banda, salió por Nueva York acompañada de Austin Mahone, la nueva sensación musical. Rumores decían que ellos dos eran grandes amigos, y por lo que se ven en las fotos, es cierto. Se los puede ver abrazados, patinando sobre hielo y muy tiernos tomando algo caliente para beber. ¿Será que la cantante de Fireworks ha encontrado el amor al fin? ¿O será solo una amistad? ~

Salí de la página. No podía ser posible, Austin Mahone iba a morir. Lo primero que hice fue meterme en mi Tumblr dedicado a Fireworks. Escribí la dirección para que mis seguidores leyeran la noticia, y di mi opinión, que no era muy buena.

Bajé a tomar algo de comer, me daba igual la hora, tomaría simplemente unos cereales. Mientras comía tranquilamente observando lo bonita que era la pared de la cocina (nótese el sarcasmo), mi móvil volvió a sonar. ¿Hoy era el día de las llamadas a Harry o qué? Vi el ID de llamadas, era Jocelyn.

-Hola, rizos - me saludó nada más cogerlo.

-¿Qué pasa, Dark?

-¿Dónde mierda estás? Te estamos esperando aquí todos.

Oh, se me había olvidado que hoy tenía ensayo con White Eskimo. Era una banda de rock, Jocelyn era nuestra jefa, por así decirlo, y ella había formado el grupo. Suspiré pesadamente.

-No me digas que no puedes venir...

-No es eso - volví a suspirar -, es que me acabo de levantar y...

-¿Y?

Tenía que inventarme una excusa.

-Y mi hermana me ha dicho que va a venir de visita en unos días, así que tengo que preparar las cosas para que duerma y esté cómoda. Además, no estoy de humor.

-Bueno... Pues otro día será. Adios, Harold.

-Adiós Jocelyn.

Corté la llamada y dejé el móvil a mi lado. Me recosté en la silla para pensar sobre lo que acaba de leer. No pasa nada Harry, es solamente un rumor como muchos otros más...solo son rumores.