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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Dulce Tentacion Nick & Tu
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Dulce Tentacion Nick & Tu
asdfghjk bueno...
....jonas... i love jonas xD
heehehe esperando capiiis ;) JIJIJ
Siguela cuando puedas ;)
Kisses
....jonas... i love jonas xD
heehehe esperando capiiis ;) JIJIJ
Siguela cuando puedas ;)
Kisses
mary(mariana)
Re: Dulce Tentacion Nick & Tu
Chicas como andan...
Ahora ya tengo todo areglado mañana maraton de tres capitulos........
Disculpen la demora.....
Besitos..
Mel...
Meltabares de jonas
Re: Dulce Tentacion Nick & Tu
CAPÍTULO 6
Justo cuando pensaba que no podía estar más molesto, Nick entró en el
estacionamiento del Motel Starlight y miró con disgusto el deteriorado edificio de
cuatro pisos. Había pensado que las instrucciones estaban mal cuando entró a la
sórdida, y al parecer peligrosa área. O al menos esperaba que lo estuvieran.
Cerró de golpe la puerta de la camioneta y fue a la oficina del motel, notando
más de un vidrio roto en las ventanas de las habitaciones. ¿Qué demonios pensaba
que estaba haciendo quedándose en un lugar así?
El empleado del mostrador le dedicó una mirada aburrida al entrar Nick.
—______ ______—Dijo Nick ásperamente— ¿Qué habitación?
El empleado ni siquiera parpadeo o intentó moverse de su lugar en la silla.
—No tengo a nadie con ese nombre.
— ¿Cómo demonios lo sabrías?—Exigió Nick—Ni siquiera buscaste.
El empleado levantó una taza de papel y escupió un chorro de tabaco en ella.
—El hotel no está lleno. Sabría si alguien con ese nombre estuviera registrado
aquí.
Nick mantuvo su temperamento a raya con dificultad.
—Chica latina curvilínea. Pelo largo, oscuro. Muy bonita. Ojos cafés. De esta
altura—Levantó una mano indicando una altura que llegaba a su hombro.
—Cuarto 417.
Nick no podía decidir si estar feliz de que el tipo le hubiera dado la
información tan fácilmente, o alcanzarlo a través del mostrador, levantarlo por la
camisa y golpearlo hasta quitarle la vida. Pero ya que ______no pasaría otro
minuto en esta cloaca, no le preocuparía el peligro potencial al que se enfrentaba.
No le sorprendió que hubiera un letrero de “fuera de servicio” en el ascensor.
Murmurando por lo bajo, subió cuatro tramos de escaleras. Finalmente en la puerta
de ______, se detuvo y miró fijamente el marco endeble. Un buen viento lo
tiraría.
Golpeó y esperó, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones
vaqueros. Pasaron varios largos segundos. No podía culparla por no abrir; de
hecho, si hubiera abierto a ciegas la puerta, él le habría golpeado su pequeño
trasero.
Se adelantó y golpeó de nuevo.
—______, abre la puerta—Llamó. Se relajó cuando oyó el cerrojo girar. La
puerta crujió al abrirse y se encontró con un par de ojos oscuros, asomándose por la
rendija de dos pulgadas.
— ¿Nick?
—Sí, Ángel, soy yo.
El alivio brilló en sus ojos al abrir la puerta más ampliamente.
— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste dónde encontrarme?
El empujó, pasando hacia adentro de la pequeña sala.
—No te sorprendas tanto. Tenías que saber que te encontraría después de tu
acto de desaparición anoche.
Ella cerró la puerta y dio la vuelta para enfrentarlo.
—Por supuesto, adelante.
Contra toda sensatez, dejó que su mirada bajara por su cuerpo. Maldición,
¿cuándo había desarrollado ese cuerpo mortal? Sacudió su cabeza y se centró en
algún otro sitio. En cualquier lugar, alejado de ella.
— ¿Qué demonios haces aquí?—Demandó—Este lugar no es bueno ni para las
ratas, por amor de Dios.
Ella se encogió de hombros, un movimiento pequeño, delicado, que atraía la
atención a la columna delgada de su cuello.
—Era lo que me podía permitir.
—Recoge tus cosas. Vámonos de aquí.
Cuando no se movió para cumplir con su orden, él fue a la cama donde estaba
su maleta abierta y las cosas al lado ordenadas en pequeños montones. Arrojó todo
en la maleta luego miró a su alrededor para ver si había algo más que hubiera
olvidado.
______le estaba mirando a través de los parpados entrecerrados, los brazos
cruzados sobre el pecho.
—No es que no me guste que hagan el trabajo por mí, pero te importaría
decirme ¿qué demonios estás haciendo?
—Pensé que era obvio. Llevándote lo más lejos posible de aquí.
Ella bajó sus brazos y dio un paso hacia él, lo cual lo hizo retroceder
apresuradamente.
Dios, estaba actuando como un mariquita de “primer-nivel”, pero si lo tocaba,
no sería responsable de lo que sucediera.
Su piel hormigueó con viva conciencia y hambre, cruda y volátil, subió dentro
de sus entrañas. Por un momento la vio cómo estaba la noche anterior. Desnuda,
su piel brillante, su pelo deslizándose como la seda sobre su espalda. Cristo, pero
iba a tener que verter cloro en sus ojos para librarse de esa imagen.
—Te he visto dos veces en las últimas veinticuatro horas y cada vez pareces
decidido a llevarme a otro sitio. ¿A qué se debe, Nick?
Él inhaló.
—Esa es una pregunta “tonta”. Te encontré en un lugar dedicado a actos
sexuales en público. ¿Cómo sino tuviera nada que decir sobre eso? Y ahora estás en
un motel “de-mala-muerte”. Tendrás suerte si no eres violada o asesinada o ambos
en este lugar.
—Ya veo. Y, ¿qué solución propones, enviarme de regreso a Miami?
Ese pensamiento se le había ocurrido, y sin duda lo habría sugerido ya si
supiera por qué estaba aquí en primer lugar.
— ¿Por qué estás aquí?—Preguntó sentándose en la cama.
Ella levantó un hombro y miró lejos, sus ojos brillando con emoción.
—No hay nada para mí en Miami. Pensé que Houston sería un cambio
agradable. No conozco a nadie en ningún otro lugar. Parecía suficientemente lógico
venir aquí.
Donde estaba él.
Aunque no lo dijo, sin duda estaba implícito.
— ¿Estás en algún tipo de problema, Ángel pequeña?—Preguntó suavemente.
Ella le dio una mirada sorprendida.
— ¿Por qué lo preguntas?
—Me parece una pregunta lógica dada tu repentina aparición y tu renuencia a
volver a Miami.
Lo miró acusadoramente.
—Tú nunca volviste.
Ignoró esa declaración. Lo hizo parecer como si él hubiera estado huyendo de
su pasado.
Aunque, ¿no había sido así?
—Puedes quedarte conmigo hasta que encuentres un lugar decente.
Casi gimió al darse cuenta de lo que había dicho. Pero no había otra
alternativa, ninguna que pudiera asegurarle su “bienestar” de todos modos, aunque
la idea de que ella estaría bajo su techo, compartiendo su espacio, y siendo un
recordatorio constante de la noche anterior... Estaba jodido. Ella frunció un poco el
entrecejo mientras lo estudiaba.
—No pareces emocionado ante la idea de tenerme en tu casa.
—Por supuesto que te quedarás conmigo. No es como si nosotros no
hubiéramos vivido juntos antes—Dijo con una media sonrisa.
______había vivido con él, David y Hannah durante casi un año hasta que se
graduó de preparatoria. La verdad era que no la había visto mucho en ese año, o tal
vez solo no había estado prestando atención. Ella y Hannah estaban muy unidas, y
David era extremadamente protector con ella. Con tantos guardianes, seguro que
no necesitaba contratarlo para el trabajo. “No la viste”.
Las palabras de Damon flotaron hacia él. No, no la había visto entonces, pero
estaba condenadamente seguro de que no tenía ese problema ahora.
Ella lo miró burlonamente.
— ¿Realmente crees que quedarme contigo es una buena idea cuando no tengo
ninguna intención de mantener las manos en mi misma?
Él se lo pensó dos veces, seguro de que no la había oído correctamente. Se veía
fresca como una lechuga, su postura relajada y un brillo travieso en sus ojos que le
calentaba hasta los huesos.
Diablos, ¿qué podía decir a eso?
Decidiéndose por la opción B, la cual era ignorarla, adoraba la opción B,
terminó de cerrar su maleta luego se volvió a ella como si nunca hubiera dicho una
palabra sobre sus manos, o no mantenerlas en ella misma.
— ¿Es todo?
Ella asintió.
—Entonces vámonos lejos de aquí. Necesito un trago—O quizá el maldito bar
entero.
Justo cuando pensaba que no podía estar más molesto, Nick entró en el
estacionamiento del Motel Starlight y miró con disgusto el deteriorado edificio de
cuatro pisos. Había pensado que las instrucciones estaban mal cuando entró a la
sórdida, y al parecer peligrosa área. O al menos esperaba que lo estuvieran.
Cerró de golpe la puerta de la camioneta y fue a la oficina del motel, notando
más de un vidrio roto en las ventanas de las habitaciones. ¿Qué demonios pensaba
que estaba haciendo quedándose en un lugar así?
El empleado del mostrador le dedicó una mirada aburrida al entrar Nick.
—______ ______—Dijo Nick ásperamente— ¿Qué habitación?
El empleado ni siquiera parpadeo o intentó moverse de su lugar en la silla.
—No tengo a nadie con ese nombre.
— ¿Cómo demonios lo sabrías?—Exigió Nick—Ni siquiera buscaste.
El empleado levantó una taza de papel y escupió un chorro de tabaco en ella.
—El hotel no está lleno. Sabría si alguien con ese nombre estuviera registrado
aquí.
Nick mantuvo su temperamento a raya con dificultad.
—Chica latina curvilínea. Pelo largo, oscuro. Muy bonita. Ojos cafés. De esta
altura—Levantó una mano indicando una altura que llegaba a su hombro.
—Cuarto 417.
Nick no podía decidir si estar feliz de que el tipo le hubiera dado la
información tan fácilmente, o alcanzarlo a través del mostrador, levantarlo por la
camisa y golpearlo hasta quitarle la vida. Pero ya que ______no pasaría otro
minuto en esta cloaca, no le preocuparía el peligro potencial al que se enfrentaba.
No le sorprendió que hubiera un letrero de “fuera de servicio” en el ascensor.
Murmurando por lo bajo, subió cuatro tramos de escaleras. Finalmente en la puerta
de ______, se detuvo y miró fijamente el marco endeble. Un buen viento lo
tiraría.
Golpeó y esperó, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones
vaqueros. Pasaron varios largos segundos. No podía culparla por no abrir; de
hecho, si hubiera abierto a ciegas la puerta, él le habría golpeado su pequeño
trasero.
Se adelantó y golpeó de nuevo.
—______, abre la puerta—Llamó. Se relajó cuando oyó el cerrojo girar. La
puerta crujió al abrirse y se encontró con un par de ojos oscuros, asomándose por la
rendija de dos pulgadas.
— ¿Nick?
—Sí, Ángel, soy yo.
El alivio brilló en sus ojos al abrir la puerta más ampliamente.
— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste dónde encontrarme?
El empujó, pasando hacia adentro de la pequeña sala.
—No te sorprendas tanto. Tenías que saber que te encontraría después de tu
acto de desaparición anoche.
Ella cerró la puerta y dio la vuelta para enfrentarlo.
—Por supuesto, adelante.
Contra toda sensatez, dejó que su mirada bajara por su cuerpo. Maldición,
¿cuándo había desarrollado ese cuerpo mortal? Sacudió su cabeza y se centró en
algún otro sitio. En cualquier lugar, alejado de ella.
— ¿Qué demonios haces aquí?—Demandó—Este lugar no es bueno ni para las
ratas, por amor de Dios.
Ella se encogió de hombros, un movimiento pequeño, delicado, que atraía la
atención a la columna delgada de su cuello.
—Era lo que me podía permitir.
—Recoge tus cosas. Vámonos de aquí.
Cuando no se movió para cumplir con su orden, él fue a la cama donde estaba
su maleta abierta y las cosas al lado ordenadas en pequeños montones. Arrojó todo
en la maleta luego miró a su alrededor para ver si había algo más que hubiera
olvidado.
______le estaba mirando a través de los parpados entrecerrados, los brazos
cruzados sobre el pecho.
—No es que no me guste que hagan el trabajo por mí, pero te importaría
decirme ¿qué demonios estás haciendo?
—Pensé que era obvio. Llevándote lo más lejos posible de aquí.
Ella bajó sus brazos y dio un paso hacia él, lo cual lo hizo retroceder
apresuradamente.
Dios, estaba actuando como un mariquita de “primer-nivel”, pero si lo tocaba,
no sería responsable de lo que sucediera.
Su piel hormigueó con viva conciencia y hambre, cruda y volátil, subió dentro
de sus entrañas. Por un momento la vio cómo estaba la noche anterior. Desnuda,
su piel brillante, su pelo deslizándose como la seda sobre su espalda. Cristo, pero
iba a tener que verter cloro en sus ojos para librarse de esa imagen.
—Te he visto dos veces en las últimas veinticuatro horas y cada vez pareces
decidido a llevarme a otro sitio. ¿A qué se debe, Nick?
Él inhaló.
—Esa es una pregunta “tonta”. Te encontré en un lugar dedicado a actos
sexuales en público. ¿Cómo sino tuviera nada que decir sobre eso? Y ahora estás en
un motel “de-mala-muerte”. Tendrás suerte si no eres violada o asesinada o ambos
en este lugar.
—Ya veo. Y, ¿qué solución propones, enviarme de regreso a Miami?
Ese pensamiento se le había ocurrido, y sin duda lo habría sugerido ya si
supiera por qué estaba aquí en primer lugar.
— ¿Por qué estás aquí?—Preguntó sentándose en la cama.
Ella levantó un hombro y miró lejos, sus ojos brillando con emoción.
—No hay nada para mí en Miami. Pensé que Houston sería un cambio
agradable. No conozco a nadie en ningún otro lugar. Parecía suficientemente lógico
venir aquí.
Donde estaba él.
Aunque no lo dijo, sin duda estaba implícito.
— ¿Estás en algún tipo de problema, Ángel pequeña?—Preguntó suavemente.
Ella le dio una mirada sorprendida.
— ¿Por qué lo preguntas?
—Me parece una pregunta lógica dada tu repentina aparición y tu renuencia a
volver a Miami.
Lo miró acusadoramente.
—Tú nunca volviste.
Ignoró esa declaración. Lo hizo parecer como si él hubiera estado huyendo de
su pasado.
Aunque, ¿no había sido así?
—Puedes quedarte conmigo hasta que encuentres un lugar decente.
Casi gimió al darse cuenta de lo que había dicho. Pero no había otra
alternativa, ninguna que pudiera asegurarle su “bienestar” de todos modos, aunque
la idea de que ella estaría bajo su techo, compartiendo su espacio, y siendo un
recordatorio constante de la noche anterior... Estaba jodido. Ella frunció un poco el
entrecejo mientras lo estudiaba.
—No pareces emocionado ante la idea de tenerme en tu casa.
—Por supuesto que te quedarás conmigo. No es como si nosotros no
hubiéramos vivido juntos antes—Dijo con una media sonrisa.
______había vivido con él, David y Hannah durante casi un año hasta que se
graduó de preparatoria. La verdad era que no la había visto mucho en ese año, o tal
vez solo no había estado prestando atención. Ella y Hannah estaban muy unidas, y
David era extremadamente protector con ella. Con tantos guardianes, seguro que
no necesitaba contratarlo para el trabajo. “No la viste”.
Las palabras de Damon flotaron hacia él. No, no la había visto entonces, pero
estaba condenadamente seguro de que no tenía ese problema ahora.
Ella lo miró burlonamente.
— ¿Realmente crees que quedarme contigo es una buena idea cuando no tengo
ninguna intención de mantener las manos en mi misma?
Él se lo pensó dos veces, seguro de que no la había oído correctamente. Se veía
fresca como una lechuga, su postura relajada y un brillo travieso en sus ojos que le
calentaba hasta los huesos.
Diablos, ¿qué podía decir a eso?
Decidiéndose por la opción B, la cual era ignorarla, adoraba la opción B,
terminó de cerrar su maleta luego se volvió a ella como si nunca hubiera dicho una
palabra sobre sus manos, o no mantenerlas en ella misma.
— ¿Es todo?
Ella asintió.
—Entonces vámonos lejos de aquí. Necesito un trago—O quizá el maldito bar
entero.
Meltabares de jonas
Re: Dulce Tentacion Nick & Tu
CAPÍTULO 7
______estaba contenta ya que esa iba a ser la última vez que iba a ver ese
hotel. La idea de estar con Nick la confortaba más de lo que quería admitir, pero
la verdad era que él la hacía sentirse segura.
Siempre la había hecho sentirse a salvo.
Además ella tenía la intención de verlo a menudo, y si se quedaba con él, ella
no tendría exactamente que trabajar duro para alcanzar esa meta.
Ahora no se preocuparía con su paranoia de haber sido perseguida desde
Miami. Ya no iba a estar sola.
Se recostó en el sofá en el salón de Nick y dejó escapar un pequeño suspiro de
satisfacción.
Nick se la quedó mirando desde su posición en el sillón reclinable mientras
utilizaba el control remoto y cambiaba de canal por trigésima vez en la última
media hora.
— ¿Por qué te ves tan feliz?
Ella levantó una ceja en su dirección.
— ¿No estás siendo un poco desconfiado? Sólo estaba pensando que es
agradable no estar sola.
Por un momento parecía que iba a decir algo, pero entonces sus labios se
cerraron en una línea firme. Finalmente, bajó el control remoto y volvió la cabeza
en su dirección.
—Tú no estás sola, Ángel—Dijo con voz ronca—Vamos a hacer que funcione
para ti estar por aquí. Puedes quedarte conmigo hasta que estés bien
económicamente y entonces podremos encontrarte un buen lugar para vivir.
¿Todavía no has pensado en lo que vas a hacer?
—Ah, yo ya tengo un trabajo—Dijo alegremente.
— ¿En serio?
Había pensado que él iba a estar más entusiasmado, ya que ella iba a estar
viviendo en su apartamento. Él se la quedó mirando con recelo mientras esperaba a
que se explicara.
—Conseguí un trabajo de camarera cerca del hotel por lo que solamente tenía
que caminar una pequeña distancia para llegar. Por supuesto ahora voy a tener que
conducir.
Nick estaba negando con la cabeza antes de que ella siquiera terminara de
hablar.
—No. No, no, como el infierno no.
— ¿Disculpa?
—Me escuchaste bien. Tú no vas a estar trabajando en ese barrio. Jesús, Ángel,
usa la cabeza. ¿Una joven preciosa caminando al trabajo en esa área? Ni siquiera
quiero que vayas ahí conduciendo. Solamente estarías buscando problemas.
Ella sonrió.
— ¿Lo soy?
Parecía completamente confundido.
— ¿Qué si tú eres, qué?
—Preciosa.
Nick maldijo y cerró los ojos.
— ¿Por qué luchas con tu atracción hacia mí tan arduamente?
—No me siento atraído por ti—Murmuró.
—Mentiroso—Se burló ella—Puede que no quieras desearme. Pero lo haces.
— ¿Por qué haces esto?—Preguntó.
—No hagas preguntas de las cuales no deseas obtener respuesta, Nick.
Abrió su boca y luego la cerró de nuevo. Parecía lo suficientemente frustrado
como para estrangularla.
—Tienes razón. Esto no es algo que deberíamos estar discutiendo.
—Ah, pero me encantaría discutirlo—Insistió—No, aun mejor, me encantaría
prescindir de la conversación por completo y dejar que nuestros cuerpos hablen por
sí mismos.
—Eres incorregible—La incredulidad ensombreció su voz, y la miró casi
perplejo.
Ella sonrió.
—No lo olvides.
—Me has distraído a propósito—Acusó.
Ella le dio una mirada inocente.
—No quiero que aceptes ese trabajo, Ángel. Podrías encontrar otro más cerca
de aquí. Incluso si eso te tomara un par de semanas. Sabes que te voy a ayudar.
—No tengo ninguna duda que lo harías—Dijo con calma—Puedo encontrar un
trabajo aquí, si te hace sentir mejor.
El alivio brilló claramente en su rostro. Realmente se había preocupado.
—Voy a empezar a buscar mañana mientras estés en el trabajo.
Parecía algo disgustado por un momento, y ella se rió.
—Dime por favor que no pensaste que me ibas a estar cuidando las veinticuatro
horas del día.
La fulminó con la mirada y después volvió a ver la T.V.
—Creo que voy a irme a la cama—Dijo mientras se levantaba.
Se estiró perezosamente, exigiendo la atención de Nick de nuevo hacia ella.
Su mirada era cálida en su piel. Ella se acercó al sillón, y antes de que pudiera
reaccionar, se deslizó sobre su regazo, colgando las piernas por el lado del sillón.
Envolvió sus brazos alrededor de su cuello y tiró de él hacia adelante para que se
encontrará con sus labios.
Él estaba tan rígido, e inflexible como el cemento. Su lengua revoloteaba
mojando juguetonamente sus labios cerrados. El golpeteo casi violento de su pulso,
indicó que definitivamente él no era inmune a ella.
—Bésame—Susurró—Olvídate de todo, y solamente recuerda el hecho de que
somos tú y yo. Bésame.
Con un gemido torturado, cedió, abriendo la boca para tomar control del beso.
Ella se derritió en su contra con un profundo suspiro. Sus lenguas se encontraron en
una carrera caliente. Como el chocolate derritiéndose bajo el sol. Dulce. Fuerte. Un
poco salvaje.
Sus dedos se enredaron y tiraron el pelo de su nuca, mientras las manos de él
descansaban en la parte baja de su espalda, los brazos posados en la parte superior
de sus muslos.
Ella quería que los moviera. Quería que él la tocara, y tomara una parte más
activa más allá de devolverle sus besos. Pero sabía que no lo haría, tal y como supo
el preciso instante en que se había terminado.
Él se apartó, su aliento salía entrecortadamente. Sus ojos eran de aspecto
salvaje, con las pupilas dilatadas, por lo que sus ojos marrones se veían negros.
—No, no—Dijo el firmemente—No podemos hacer esto, Ángel.
Silenciosamente, se deslizó de su regazo, poniéndose de pie con piernas
temblorosas. No le iba a mirar la cara, reusaba ver el remordimiento que sabía que
vería en sus ojos.
Ni una sola vez giró a mirarle, caminó rígidamente hacia su dormitorio, con las
manos en puños a sus costados.
—Ángel—Dijo con voz ronca, y necesitada.
Se quedó inmóvil y esperó, pero no la llamó para que regresara. Sus hombros
lentamente cayeron hacia abajo, continuó su camino hacia el dormitorio. Cuando
estaba en el interior, suavemente cerró la puerta detrás de ella.
Con una risa seca, se dejó caer sobre la cama. Era probablemente la primera
mujer a la cual Nick había dicho que no. Él era hombre fácil total y
absolutamente en lo que se refería a las mujeres. Las amaba, las protegía y no le
importaba quien lo supiera.
¿Así que, por qué no la veía? ¿Por qué no podía amarla, desearla, poder verla
más allá del hecho de que era la hermana de David?
Lo que necesitaba era un martillo y luego lo haría entrar en razón a base de
golpes, para que entrara algo de razón en esa dura cabeza que tenía.
Había diferentes tipos de mazos, y tendría que conformarse con el tipo
metafórico. Nick tal vez no la veía, puede ser que no deseara verla, pero no estaba
ciego, ni era inmune a ella como mujer.
Ella tenía una ventaja sobre la mayoría de las mujeres, porque sabía lo que le
gustaba a él. Ahora lo único que necesitaba era usar ese conocimiento en su
ventaja.
______estaba contenta ya que esa iba a ser la última vez que iba a ver ese
hotel. La idea de estar con Nick la confortaba más de lo que quería admitir, pero
la verdad era que él la hacía sentirse segura.
Siempre la había hecho sentirse a salvo.
Además ella tenía la intención de verlo a menudo, y si se quedaba con él, ella
no tendría exactamente que trabajar duro para alcanzar esa meta.
Ahora no se preocuparía con su paranoia de haber sido perseguida desde
Miami. Ya no iba a estar sola.
Se recostó en el sofá en el salón de Nick y dejó escapar un pequeño suspiro de
satisfacción.
Nick se la quedó mirando desde su posición en el sillón reclinable mientras
utilizaba el control remoto y cambiaba de canal por trigésima vez en la última
media hora.
— ¿Por qué te ves tan feliz?
Ella levantó una ceja en su dirección.
— ¿No estás siendo un poco desconfiado? Sólo estaba pensando que es
agradable no estar sola.
Por un momento parecía que iba a decir algo, pero entonces sus labios se
cerraron en una línea firme. Finalmente, bajó el control remoto y volvió la cabeza
en su dirección.
—Tú no estás sola, Ángel—Dijo con voz ronca—Vamos a hacer que funcione
para ti estar por aquí. Puedes quedarte conmigo hasta que estés bien
económicamente y entonces podremos encontrarte un buen lugar para vivir.
¿Todavía no has pensado en lo que vas a hacer?
—Ah, yo ya tengo un trabajo—Dijo alegremente.
— ¿En serio?
Había pensado que él iba a estar más entusiasmado, ya que ella iba a estar
viviendo en su apartamento. Él se la quedó mirando con recelo mientras esperaba a
que se explicara.
—Conseguí un trabajo de camarera cerca del hotel por lo que solamente tenía
que caminar una pequeña distancia para llegar. Por supuesto ahora voy a tener que
conducir.
Nick estaba negando con la cabeza antes de que ella siquiera terminara de
hablar.
—No. No, no, como el infierno no.
— ¿Disculpa?
—Me escuchaste bien. Tú no vas a estar trabajando en ese barrio. Jesús, Ángel,
usa la cabeza. ¿Una joven preciosa caminando al trabajo en esa área? Ni siquiera
quiero que vayas ahí conduciendo. Solamente estarías buscando problemas.
Ella sonrió.
— ¿Lo soy?
Parecía completamente confundido.
— ¿Qué si tú eres, qué?
—Preciosa.
Nick maldijo y cerró los ojos.
— ¿Por qué luchas con tu atracción hacia mí tan arduamente?
—No me siento atraído por ti—Murmuró.
—Mentiroso—Se burló ella—Puede que no quieras desearme. Pero lo haces.
— ¿Por qué haces esto?—Preguntó.
—No hagas preguntas de las cuales no deseas obtener respuesta, Nick.
Abrió su boca y luego la cerró de nuevo. Parecía lo suficientemente frustrado
como para estrangularla.
—Tienes razón. Esto no es algo que deberíamos estar discutiendo.
—Ah, pero me encantaría discutirlo—Insistió—No, aun mejor, me encantaría
prescindir de la conversación por completo y dejar que nuestros cuerpos hablen por
sí mismos.
—Eres incorregible—La incredulidad ensombreció su voz, y la miró casi
perplejo.
Ella sonrió.
—No lo olvides.
—Me has distraído a propósito—Acusó.
Ella le dio una mirada inocente.
—No quiero que aceptes ese trabajo, Ángel. Podrías encontrar otro más cerca
de aquí. Incluso si eso te tomara un par de semanas. Sabes que te voy a ayudar.
—No tengo ninguna duda que lo harías—Dijo con calma—Puedo encontrar un
trabajo aquí, si te hace sentir mejor.
El alivio brilló claramente en su rostro. Realmente se había preocupado.
—Voy a empezar a buscar mañana mientras estés en el trabajo.
Parecía algo disgustado por un momento, y ella se rió.
—Dime por favor que no pensaste que me ibas a estar cuidando las veinticuatro
horas del día.
La fulminó con la mirada y después volvió a ver la T.V.
—Creo que voy a irme a la cama—Dijo mientras se levantaba.
Se estiró perezosamente, exigiendo la atención de Nick de nuevo hacia ella.
Su mirada era cálida en su piel. Ella se acercó al sillón, y antes de que pudiera
reaccionar, se deslizó sobre su regazo, colgando las piernas por el lado del sillón.
Envolvió sus brazos alrededor de su cuello y tiró de él hacia adelante para que se
encontrará con sus labios.
Él estaba tan rígido, e inflexible como el cemento. Su lengua revoloteaba
mojando juguetonamente sus labios cerrados. El golpeteo casi violento de su pulso,
indicó que definitivamente él no era inmune a ella.
—Bésame—Susurró—Olvídate de todo, y solamente recuerda el hecho de que
somos tú y yo. Bésame.
Con un gemido torturado, cedió, abriendo la boca para tomar control del beso.
Ella se derritió en su contra con un profundo suspiro. Sus lenguas se encontraron en
una carrera caliente. Como el chocolate derritiéndose bajo el sol. Dulce. Fuerte. Un
poco salvaje.
Sus dedos se enredaron y tiraron el pelo de su nuca, mientras las manos de él
descansaban en la parte baja de su espalda, los brazos posados en la parte superior
de sus muslos.
Ella quería que los moviera. Quería que él la tocara, y tomara una parte más
activa más allá de devolverle sus besos. Pero sabía que no lo haría, tal y como supo
el preciso instante en que se había terminado.
Él se apartó, su aliento salía entrecortadamente. Sus ojos eran de aspecto
salvaje, con las pupilas dilatadas, por lo que sus ojos marrones se veían negros.
—No, no—Dijo el firmemente—No podemos hacer esto, Ángel.
Silenciosamente, se deslizó de su regazo, poniéndose de pie con piernas
temblorosas. No le iba a mirar la cara, reusaba ver el remordimiento que sabía que
vería en sus ojos.
Ni una sola vez giró a mirarle, caminó rígidamente hacia su dormitorio, con las
manos en puños a sus costados.
—Ángel—Dijo con voz ronca, y necesitada.
Se quedó inmóvil y esperó, pero no la llamó para que regresara. Sus hombros
lentamente cayeron hacia abajo, continuó su camino hacia el dormitorio. Cuando
estaba en el interior, suavemente cerró la puerta detrás de ella.
Con una risa seca, se dejó caer sobre la cama. Era probablemente la primera
mujer a la cual Nick había dicho que no. Él era hombre fácil total y
absolutamente en lo que se refería a las mujeres. Las amaba, las protegía y no le
importaba quien lo supiera.
¿Así que, por qué no la veía? ¿Por qué no podía amarla, desearla, poder verla
más allá del hecho de que era la hermana de David?
Lo que necesitaba era un martillo y luego lo haría entrar en razón a base de
golpes, para que entrara algo de razón en esa dura cabeza que tenía.
Había diferentes tipos de mazos, y tendría que conformarse con el tipo
metafórico. Nick tal vez no la veía, puede ser que no deseara verla, pero no estaba
ciego, ni era inmune a ella como mujer.
Ella tenía una ventaja sobre la mayoría de las mujeres, porque sabía lo que le
gustaba a él. Ahora lo único que necesitaba era usar ese conocimiento en su
ventaja.
Meltabares de jonas
Re: Dulce Tentacion Nick & Tu
CAPÍTULO 8
— ¿Qué es lo que te ha estado jodiendo últimamente, Hudson?—Gray
Montgomery le preguntó.
Nick frunció el ceño mientras le entregaba el menú de nuevo a la camarera. Él
y los otros chicos del trabajo, Gray Montgomery, Nathan Tucker y Connor
Malone, estaban en el lugar donde almorzaban con regularidad, el Cattleman’s,
aunque usualmente no hablaban de asuntos personales.
—Has estado inusualmente irritable. ¿No has echado polvo últimamente?—dijo
Connor arrastrando las palabras.
Dicho esto Nathan frunció el ceño, ya que él seguía un poco susceptible, por el
hecho de que su actual novia fue la última mujer con la cual había estado
involucrado.
—El mundo no gira alrededor de cuándo fue la última vez que eché polvo—
dijo Nick secamente.
Gray parpadeó.
— ¿No lo hace? Pensé que era el hito estándar masculino para pasar el tiempo.
Nathan se echó a reír.
—Es o al menos es eso lo que las mujeres quieren hacerte creer.
—Le dije a la Faith que tenía dolor de cabeza ayer por la noche—dijo Gray con
cara seria—Tengo mi límite. ¡Ella es una fiera!
Nick empezó a reírse a carcajadas, relajándose, ahora que por el momento ya
no era el centro de atención.
Connor gimió y se tapó los oídos.
—No está bien, hombre. No está bien en absoluto. No necesito ese tipo de
información acerca de mi hermana.
—Tu hermana es ardiente—señaló Nick.
Nathan hizo una mueca.
—Voy a tener que estar de acuerdo con Connor por esta vez. Veo demasiado a
Faith como una hermana pequeña como para querer imaginarla como una fiera en
la cama.
Gray soltó un bufido.
—No importa de todos modos, porque con que solo miraras a otra mujer, Julie
te cortaría los huevos.
Todo el mundo se echó a reír cuando Nathan se puso rojo como tomate.
—El hombre está completamente domado—rió Connor.
Nathan sonrió.
—No tengo ningún problema en admitir que me tiene comiendo de su mano.
—Hay cosas peores que tener el amor de una buena mujer—dijo Nick
sinceramente, mientras que Gray y Nathan concordaban con él asintiendo con la
cabeza.
Connor solo lo estudió con curiosidad.
— ¿Así que es por eso que estás mal? ¿Por una mujer?
Nick soltó un gruñido.
—De forma figurada, aunque no es lo que ustedes, gilipollas piensan.
—Ahh—Dijo Gray.
Nick le enseñó el dedo de en medio.
—La hermana de un viejo amigo mío está en la ciudad, y tengo las manos
llenas tratando de mantenerla fuera de problemas.
Gray frunció el ceño.
— ¿De problemas? ¿Qué tipo de problemas?
Era de esperarse que Gray con sus instintos policíacos se pusiera en alerta.
—Ella es una buena chica—dijo Nick con tono de actitud defensiva, que
incluso él podía oír—Y ese es el problema. Es una buena chica que no tiene ni idea
de lo que le puede pasarle a una chica inocente en un gran y extraña ciudad.
Connor frunció el ceño.
—Entonces, ¿Por qué diablos está aquí y dónde está su hermano?
—David murió hace unos años—dijo Nick en voz baja.
Incluso ahora, después de tanto tiempo, le dolía decir en voz alta que David se
había muerto.
—Era la única familia que ______tenía.
—Así que te sientes obligado a cuidar de ella—dijo Connor.
Los demás asintieron comprendiendo.
—Sí, por supuesto—dijo Nick.
Nathan levantó una ceja.
— ¿No va bien?
—Va muy bien. O lo hará tan pronto como dejemos claras unas cuantas reglas.
Gray se atragantó con su bebida y comenzó a toser.
—Sí, buena suerte con eso—dijo resollando.
— ¿Cuántos años tiene de todos modos?—Connor le preguntó.
—Veintitrés—murmuró Nick.
— ¿Es sexy?
—Mucho—dijo antes de que pudiera pensarlo mejor. Después, maldijo—No,
maldita sea, no es sexy. Y no quiero que siquiera miréis en su dirección. ¿Me
entendéis?
Connor levantó las manos en señal de rendición.
—Lo que tú digas, hombre. Te juro que ustedes hacen su mejor esfuerzo para
mantenerme lejos de todas las buenas mujeres. Yo debería estar saliendo con Julie.
No ese estúpido—dijo mientras señaló con el pulgar hacia Nathan.
Este lanzó un bufido.
—Tú no eres lo suficientemente hombre para ella.
Connor frunció el ceño.
— ¿Y supongo que tú si lo eres?
—Ella está conmigo, ¿no es así?—le dijo con aire de suficiencia.
Gray se inclinó hacia adelante, haciendo caso omiso de la disputa entre Connor
y Nathan.
—Así que tú vas a pasar tus noches haciendo de niñera en tu casa o qué. ¿Y qué
pasa durante el día? No es como si pudieras poder estarla vigilándola todo el
tiempo.
—Se queda conmigo hasta que podamos encontrar un piso decente. Está
buscando trabajo.
Por primera vez todos se quedaron cayados por completo, mientras se lo
quedaban mirando. Gray tosió discretamente y Nathan hizo como si se aclarara la
garganta. Los ojos de Connor brillaron con impía diversión.
— ¿Así que hay una chica joven y sexy viviendo contigo, y tú estás de mal
humor?—preguntó Connor.
—Cierra la boca—gruñó Nick.
—Bolas azules—dijo Gray con un gesto sabio—Lo que nuestro hombre tiene es
un caso de bolas azules.
—Vete a la mierda—dijo Nick crudamente—A la mierda todos ustedes.
Ellos se rieron a carcajadas, mientras que Nick se limitó a sacudir la cabeza.
Gray señaló con el dedo en la dirección de Nick.
—Escúchame bien lo que te digo, Hudson. Tu culo está frito.
Después de una tarde de burlas, Nick estaba dispuesto a llegar a casa,
destapar una cerveza fría y ver la televisión. Pero entonces recordó que no tenía
comida en casa, y mientras que él no tenía nada en contra de una pizza, que ya
tenía dos días, se imaginó que ______no iba a pensar lo mismo.
Se detuvo en el supermercado local, apilando un montón de cosas que pensaba
que le gustarían en el carrito y, se dirigió a la caja. Media hora más tarde, se
estacionó en el complejo de su apartamento y frunció el ceño cuando no vio el
pequeño pedazo de hojalata del coche de ______en el lugar de estacionamiento
al lado del suyo.
A lo mejor todavía estaba buscando empleo.
Hizo dos viajes para meter las bolsas de la compra, y no fue hasta que empezó a
recogerlas que vio el pedazo de papel apoyado contra los frascos.
Lo recogió, lo desplegó, observando con la mirada la delicada caligrafía.
Micah,
Me fui a The House a jugar. No me esperes despierto.
Con amor, ______.
Nick dejó caer el papel y fue asaltado de inmediato por un dolor de cabeza.
Mierda santa. ¿Qué demonios creía que estaba haciendo? Aparte de volverlo
completamente loco.
Se pellizcó el puente de la nariz con dos dedos y cerró los ojos para mitigar la
sensación de que alguien lo apuñalaba en los globos oculares.
Estaba hechizado por las imágenes de ______de la primera vez que la había
visto en The House.
¿Qué diablos la iba a encontrar haciendo esta vez?
Damon no estaba allí, así que no podía llamar y pedir que la echara, aunque de
todas formas él no lo haría, pero al menos podría haber hecho que cuidara de ella.
Cole era un buen tipo, pero mierda, había sido el que la había estado azotando la
primera noche. ¿Y qué tipo con un buen par de bolas, que le sirvieran, iba a pasar la
oportunidad de someter una hermosa mujer a su voluntad?
Dejando los alimentos en sus bolsas, tomó sus llaves y se dirigió hacia la
puerta. Él y ______sin duda iban a llegar a un entendimiento. Justamente
después de que su mano calentara su pequeño culo. Y se aseguraría de que la
maldita mocosa no lo disfrutara.
Por desgracia para él, su pene se puso erecto y prestó atención a la idea de
tenerla sobre sus rodillas. Sí, tal vez no le iba a gustar, o tal vez lo haría, pero a él
absolutamente lo haría.
El viaje hacia The House pareció interminable. Estaba casi completamente a
oscuras cuando detuvo su coche, y le irritó con un infierno que el coche de
______ estuviera en unos de los sitios del estacionamiento más cercanos a la
puerta. La pequeña diablilla había estado allí ya un rato.
Caminó hacia el interior, y mientras hacía una inspección rápida de a las
habitaciones de interés común de la planta baja, ya intuía que la iba a encontrar en
el piso de arriba, donde toda la acción se llevaba a cabo. Solamente esperaba con el
infierno que no tuviera que irrumpir en una de las habitaciones privadas y sacarla
de allí. Damon tendría su culo en un cabestrillo, y probablemente estaría excluido
del establecimiento de por vida.
Cuando llegó a la parte superior de las escaleras, se fue derechito a la sala
común. Empujó la puerta y para su alivio no vio a ______ como la atracción otra
vez. Pero eso hizo que se preguntara dónde exactamente estaba.
Allí estaba, en la esquina de la habitación, la vio. Todo el aliento lo dejó en una
carrera dolorosa. Era como si alguien le hubiera dado un puñetazo de lleno en el
diafragma.
La lujuria y la ira luchaban por el aire al mismo tiempo. ______. Desnuda,
con solo cuerdas estrechamente envueltas alrededor de la parte superior de su
cuerpo, por debajo y por encima de sus pechos para que los globos pequeños se
mostraran mejor a la vista de todos. Los pezones, erectos y exuberantes, marrón
oscuro, como el terciopelo. Estaba de rodillas, su largo cabello se deslizaba hacia
delante sobre los hombros. Sus brazos estaban atados detrás de ella, sus rodillas
abiertas, su pose de súplica completa.
Dios, cómo deseaba responder a su petición de dominación.
Tres hombres la rodeaban, sus manos tocando, deslizándose a través de su pelo,
rozando con sus dedos sus pezones. Luego la levantaron sobre sus pies y uno
agarró su barbilla, e inclinó sus labios para que se encontraran con los suyos.
Él se apoderó de su boca. La saqueó hasta que ella se quedó sin aliento. No era
amable con ella, un hecho que enfureció a Nick. Su reacción le dejó perplejo.
Sabía que él no sería amable con ella, pero que otro hombre la tratara tan
bruscamente provocó una rabia profunda en su interior.
Cuando el hombre se alejó de _______, sus labios estaban hinchados y se veían
mallugados. Sus ojos brillaban, y Nick vio una necesidad que no estaba siendo
cumplida. Se veía hambrienta. Como una mujer buscando pero sin encontrar lo que
buscaba.
Los otros dos hombres se dejaron caer, y entonces sus labios se cerraron sobre
sus pezones que estaban erectos. Ella dio un grito que parecía satisfacerlos. Y se
pusieron a lamer como dos hombres muertos de hambre.
La imagen era provocativa y erótica como el infierno.
¿Permitiría ella que la follaran? ¿Es eso lo que quería? ¿Ser dominada y poseída
por varios hombres?
Una parte de él quería solamente mirar mientras la poseían, pero otra parte se
indignó de que la hermana de David estuviera aquí, siendo manoseada por
hombres extraños.
Otra voz susurró profundamente y sombríamente, y sensual y seductora
deslizándose a través de sus venas.
La deseas. Quieres ser el único que sea su dueño. Estás celoso. Estás totalmente loco de
celos.
______ fue levantada por los dos hombres que se habían amamantado de sus
pechos. Cada uno agarró la parte interna de sus rodillas hasta que sus rodillas
estaban separadas y estaba abierta de piernas y vulnerable para el otro hombre.
La adrenalina bombeo a través de las venas de Nick como el trueno. Estaba
fascinado por la vista de la exuberante, carne femenina, abierta, y lista a la
invasión. Ella estaba excitada. Su coño estaba húmedo e hinchado, y empezó a
sudar mientras se imaginaba que guiaba su pene a través de sus pliegues y sin
piedad la abría con sus embestidas.
Sus bolas dolían ferozmente. Su polla estaba increíblemente dura y gritando
para que le diera alivio.
Una mano femenina se deslizó por encima de su brazo y por su estómago,
serpenteando hasta su entrepierna. Sorprendido e irritado por la interrupción, se
volvió para ver a una mujer que estaba a su lado, con los ojos brillando de lujuria.
—Déjame cuidar de esto por ti—murmuró mientras cubría el bulto entre su
piernas—Mientras la miras a ella.
Era tentador ponerla de rodillas, liberar su polla y metérsela en la boca,
mientras observaba a ______. Pero no quería tener nada que lo distrajera.
Gentilmente, él empujó su mano y volvió la mirada hacia ______. Mientras
los dos hombres la mantenían abierta, el primer hombre bajó la cabeza y con su
lengua recorrió su carne hinchada.
Su vientre se arqueó, y estuvo a punto de soltarse de las manos de los dos
hombres. El primero siguió con la boca, profundizando con su lengua, chupando y
alimentándose de su coño.
Nick estaba en peligro de hacer algo que no había hecho desde que era un
adolescente. Si tan solo se movía, iba a correrse en sus pantalones.
¿A qué sabría? ¿Era dulce como parecía, o era caliente y picante como el brillo
travieso en sus ojos?
¿Por qué no pones fin a esto? ¿Por qué estás a punto de masturbarte mientras ves cómo se
follan a ______ una multitud de hombres cachondos?
El hombre comiendo su coño se apartó, lamiéndose los labios como un gato
satisfecho. Mientras que los otros dos hombres la mantenían en su lugar, tomó un
consolador de una de las mesas cercanas. Arrancó el plástico, y brilló
obscenamente a la luz.
Se trasladó de nuevo hacia ______ y se lo deslizó entre sus muslos. Sus largos
dedos probaron su entrada, acariciando de arriba a abajo y luego en el interior,
enterrando su dedo hasta el nudillo.
______ gimió y se resistió hasta que él le dio un golpe a su clítoris. Antes de
que pudiera reaccionar, colocó el consolador y lo metió hasta dentro.
Su grito resonó en la habitación. El hombre se alejó, dejando el falso pene hasta
la empuñadura en su coño. Hizo una seña a los otros dos hombres para que la
bajaran.
La obligaron a que estuviera de rodillas y separaron ligeramente sus muslos.
—Mantenlo dentro—le ordenó el hombre mientras empujó la base del
consolador con su pie.
Ella asintió aceptando, sus ojos bien abiertos y se veían tan malditamente
inocentes que Nick casi se murió al instante.
El hombre tomó un par de pinzas de pezones luego pellizcó un pezón entre sus
dedos antes de colocar una pinza en el suave y aterciopelado punto.
______ se mordió el labio, y Nick casi asintió con aprobación.
Él tragó rápidamente. Ella no era de él, y sin embargo estaba aquí haciendo
como si fuera su amo, en silencio ofreciendo su aprobación, cuando actuaba bien.
Muévete. Ve con ella.
Sus pies estaban hundidos en el cemento. Toda la sangre en su cuerpo se
agrupó en su ingle. Necesitaba llegar al clímax tan desesperadamente que estaba a
punto de volverse loco.
Estaba fascinado por su belleza. Por el erotismo absoluto de la escena que
acontecía ante él.
Las pinzas ya estaban en su lugar, el hombre dio un paso atrás y
metódicamente desabrochó sus jeans. Sin molestarse en quitárselos, metió su mano
y sacó su pene. Con su polla en su puño, se movió de nuevo hacia delante.
Deslizó su mano libre sobre la parte superior de su cabeza, sus dedos se
enredaron en su pelo. Bruscamente, echó su cabeza hacia atrás y guió su polla a su
boca.
Los otros dos hombres también liberaron a sus pollas de sus pantalones, pero se
quedaron a un lado, acariciando sus erecciones con manos impacientes.
Nick vio con fascinación como el primer hombre alimentaba con su polla
profundamente a la boca de ______. Los músculos de su cuello sobresalían
mientras el hombre se empujaba hacia adelante. Cuando ella cerró sus ojos, el tiró
de su cabeza.
—Mírame—ordenó.
Abrió los ojos y lo miró suplicante. Él se retiró, lo que le permitió una rápida
respiración antes de que se la metiera de nuevo. Sus bolas sobresalían en su
barbilla, y Nick podía oír los sonidos de succión que ella hacía.
Entonces su mirada lo encontró. Ella miró por encima del hombre que se
empujaba dentro de su boca y su mirada se conectó a la de Nick. Él se quedó
paralizado, sin saber qué hacer.
La calma entró en sus ojos, como si se sintiera más segura ahora que sabía que
él estaba aquí. Todo su cuerpo se relajó y dejó que su temporal amo follara su boca
con abandono.
Y joder que lo hizo. Una y otra vez se abrió paso en su boca con una brutalidad
que hizo que Nick hiciera una mueca de dolor, y sin embargo no hizo nada para
detenerlo.
Su mirada nunca dejó la de Nick y dejó que el hombre follara su boca.
De repente, el hombre con la polla en su boca la retiró. Los tres hombres se
masturbaron frenéticamente sus erecciones. El semen golpeó sus labios, sus
mejillas, sus pechos, sus hombros y su delgada espalda. Corrió por su cuerpo en
corrientes calientes y espesas.
Finalmente, ordeñaron lo último de sus clímax, moviéndose más cerca para
que todo cayera sobre su piel.
Y aun así ella seguía mirando a Nick con sus oscuros y confiados ojos. Este se
sintió mal, y al mismo tiempo excitado.
Ellos levantaron a _____ mientras le limpiaban el semen de su cuerpo, pero
ella les dijo algo, y con una rápida mirada en dirección de Nick, se alejaron.
Se puso de pie, mirándolo fijamente. Tenía los brazos atados a la espalda, el
dildo seguía alojado en su coño.
—Tú sabes que me deseas—dijo en voz baja, incitante—Dime, Nick, ¿lo
hicieron bien? ¿Fueron demasiado suaves? ¿Me hubieras azotado por la menor
infracción? ¿Quieres que sea tu polla la que este en mi boca? Ven a mí. Libérame—
susurró ella—Tómame.
Una neblina al rojo vivo de necesidad explotó sobre él. Cerró la distancia entre
ellos, su pulso latía con tanta fuerza en sus oídos que le dejaba sordo.
La agarró de los hombros, superado por la lujuria, que lo gobernaba,
murmurando que tomara lo que era suyo.
Con movimientos rápidos y bruscos le dio la vuelta y la echó sobre el brazo de
uno de los lujosos sillones. Mientras alcanzaba la bragueta de sus pantalones con
una mano, estiró la mano entre sus piernas para sacar el consolador de su apretado
coño.
Salió lentamente, sus tejidos inflamados mostrándose reacios a entregar el pene
falso. Salió con un ruido de succión ligero, brillante, con sus fluidos.
Lo tiró a un lado mientras sus dedos, finalmente sacaban su polla y la dejaban
libre de sus pantalones. Estuvo dentro de ella en un instante, montándola,
tomándola por la espalda como un animal en celo.
La extendió, se colocó bien y empujó salvajemente dentro de ella.
El placer estalló a través de él, el alivio tan intenso que estaba mareado. Ella lo
volvía loco. Estaba sin sentido, acariciando, empujando, tratando de castigarla
solamente por qué quería hacerlo.
Se estiró hacia adelante, determinado a que lo tomara completamente. Sus
dedos que eran delgados estaban hechos puño en la parte baja de su espalda, con
sus muñecas tensas en contra de los nudos.
Su cuerpo se estremeció con la fuerza de sus golpes, y se aferró a sus caderas,
tirando de ella para que lo recibiera en cada uno de ellos.
Demasiado pronto, tan sólo unos segundos, se corrió rápidamente con la furia
de una tormenta de fuego, a través de sus bolas, hacia su polla. Cerró los ojos y
contuvo el grito de triunfo cuando se corrió a borbotones en el interior de su
cuerpo.
Nunca nada se había sentido tan primitivo, tan bien, y tan absolutamente
satisfactorio.
Sus piernas temblaron y amenazaron con doblarse. Se apoyó en su cuerpo, con
dificultad para respirar.
Lentamente el recobró la conciencia. Su cuerpo caliente, y dulce temblaba
debajo del suyo, su coño lentamente estaba contrayéndose alrededor de su todavía
duro pene.
Oh, Dios mío. Oh, Dios mío. ¿Qué había hecho?
Había abusado de ella, la había tomado. Se había corrido dentro de ella, por
amor de Dios. Sin condón. Joder. Joder. Joder. La había violado.
Sus manos temblaban sin control, agarró sus caderas y con mucho cuidado
salió, haciendo una mueca por el caliente semen que se filtró de su coño hinchado.
—Oh, Dios mío. Ángel—susurró—Pequeña Ángel. Pequeña, lo siento. Oh,
Dios mío, lo siento tanto.
Desató las cuerdas que unían sus manos y luego suavemente la levantó del sofá
para que pudiera retirar el resto de la cuerda.
No podía, no quería, mirarla a los ojos. Tenía demasiado miedo de lo que
vería. La había utilizado. La había herido. Él quería morirse.
Cuando lo último de la cuerda cayó, se apresuró a ponerse sus pantalones y
después la abrazó. Su corazón latía contra su cuerpo como un pajarito pequeño
tratando de volar por primera vez. Errático. Un poco frenético.
Pasó una mano por su pelo y le dio un beso en la frente.
—Lo siento, Ángel, nena. Nunca quise hacerte daño. Estoy tan malditamente
arrepentido. ¿Estás bien? ¿Yo te...?—tragó saliva— ¿Te he lastimado? Jesús, yo ni
siquiera use un condón. Tal vez debería llevarte al hospital.
— ¿Qué es lo que te ha estado jodiendo últimamente, Hudson?—Gray
Montgomery le preguntó.
Nick frunció el ceño mientras le entregaba el menú de nuevo a la camarera. Él
y los otros chicos del trabajo, Gray Montgomery, Nathan Tucker y Connor
Malone, estaban en el lugar donde almorzaban con regularidad, el Cattleman’s,
aunque usualmente no hablaban de asuntos personales.
—Has estado inusualmente irritable. ¿No has echado polvo últimamente?—dijo
Connor arrastrando las palabras.
Dicho esto Nathan frunció el ceño, ya que él seguía un poco susceptible, por el
hecho de que su actual novia fue la última mujer con la cual había estado
involucrado.
—El mundo no gira alrededor de cuándo fue la última vez que eché polvo—
dijo Nick secamente.
Gray parpadeó.
— ¿No lo hace? Pensé que era el hito estándar masculino para pasar el tiempo.
Nathan se echó a reír.
—Es o al menos es eso lo que las mujeres quieren hacerte creer.
—Le dije a la Faith que tenía dolor de cabeza ayer por la noche—dijo Gray con
cara seria—Tengo mi límite. ¡Ella es una fiera!
Nick empezó a reírse a carcajadas, relajándose, ahora que por el momento ya
no era el centro de atención.
Connor gimió y se tapó los oídos.
—No está bien, hombre. No está bien en absoluto. No necesito ese tipo de
información acerca de mi hermana.
—Tu hermana es ardiente—señaló Nick.
Nathan hizo una mueca.
—Voy a tener que estar de acuerdo con Connor por esta vez. Veo demasiado a
Faith como una hermana pequeña como para querer imaginarla como una fiera en
la cama.
Gray soltó un bufido.
—No importa de todos modos, porque con que solo miraras a otra mujer, Julie
te cortaría los huevos.
Todo el mundo se echó a reír cuando Nathan se puso rojo como tomate.
—El hombre está completamente domado—rió Connor.
Nathan sonrió.
—No tengo ningún problema en admitir que me tiene comiendo de su mano.
—Hay cosas peores que tener el amor de una buena mujer—dijo Nick
sinceramente, mientras que Gray y Nathan concordaban con él asintiendo con la
cabeza.
Connor solo lo estudió con curiosidad.
— ¿Así que es por eso que estás mal? ¿Por una mujer?
Nick soltó un gruñido.
—De forma figurada, aunque no es lo que ustedes, gilipollas piensan.
—Ahh—Dijo Gray.
Nick le enseñó el dedo de en medio.
—La hermana de un viejo amigo mío está en la ciudad, y tengo las manos
llenas tratando de mantenerla fuera de problemas.
Gray frunció el ceño.
— ¿De problemas? ¿Qué tipo de problemas?
Era de esperarse que Gray con sus instintos policíacos se pusiera en alerta.
—Ella es una buena chica—dijo Nick con tono de actitud defensiva, que
incluso él podía oír—Y ese es el problema. Es una buena chica que no tiene ni idea
de lo que le puede pasarle a una chica inocente en un gran y extraña ciudad.
Connor frunció el ceño.
—Entonces, ¿Por qué diablos está aquí y dónde está su hermano?
—David murió hace unos años—dijo Nick en voz baja.
Incluso ahora, después de tanto tiempo, le dolía decir en voz alta que David se
había muerto.
—Era la única familia que ______tenía.
—Así que te sientes obligado a cuidar de ella—dijo Connor.
Los demás asintieron comprendiendo.
—Sí, por supuesto—dijo Nick.
Nathan levantó una ceja.
— ¿No va bien?
—Va muy bien. O lo hará tan pronto como dejemos claras unas cuantas reglas.
Gray se atragantó con su bebida y comenzó a toser.
—Sí, buena suerte con eso—dijo resollando.
— ¿Cuántos años tiene de todos modos?—Connor le preguntó.
—Veintitrés—murmuró Nick.
— ¿Es sexy?
—Mucho—dijo antes de que pudiera pensarlo mejor. Después, maldijo—No,
maldita sea, no es sexy. Y no quiero que siquiera miréis en su dirección. ¿Me
entendéis?
Connor levantó las manos en señal de rendición.
—Lo que tú digas, hombre. Te juro que ustedes hacen su mejor esfuerzo para
mantenerme lejos de todas las buenas mujeres. Yo debería estar saliendo con Julie.
No ese estúpido—dijo mientras señaló con el pulgar hacia Nathan.
Este lanzó un bufido.
—Tú no eres lo suficientemente hombre para ella.
Connor frunció el ceño.
— ¿Y supongo que tú si lo eres?
—Ella está conmigo, ¿no es así?—le dijo con aire de suficiencia.
Gray se inclinó hacia adelante, haciendo caso omiso de la disputa entre Connor
y Nathan.
—Así que tú vas a pasar tus noches haciendo de niñera en tu casa o qué. ¿Y qué
pasa durante el día? No es como si pudieras poder estarla vigilándola todo el
tiempo.
—Se queda conmigo hasta que podamos encontrar un piso decente. Está
buscando trabajo.
Por primera vez todos se quedaron cayados por completo, mientras se lo
quedaban mirando. Gray tosió discretamente y Nathan hizo como si se aclarara la
garganta. Los ojos de Connor brillaron con impía diversión.
— ¿Así que hay una chica joven y sexy viviendo contigo, y tú estás de mal
humor?—preguntó Connor.
—Cierra la boca—gruñó Nick.
—Bolas azules—dijo Gray con un gesto sabio—Lo que nuestro hombre tiene es
un caso de bolas azules.
—Vete a la mierda—dijo Nick crudamente—A la mierda todos ustedes.
Ellos se rieron a carcajadas, mientras que Nick se limitó a sacudir la cabeza.
Gray señaló con el dedo en la dirección de Nick.
—Escúchame bien lo que te digo, Hudson. Tu culo está frito.
Después de una tarde de burlas, Nick estaba dispuesto a llegar a casa,
destapar una cerveza fría y ver la televisión. Pero entonces recordó que no tenía
comida en casa, y mientras que él no tenía nada en contra de una pizza, que ya
tenía dos días, se imaginó que ______no iba a pensar lo mismo.
Se detuvo en el supermercado local, apilando un montón de cosas que pensaba
que le gustarían en el carrito y, se dirigió a la caja. Media hora más tarde, se
estacionó en el complejo de su apartamento y frunció el ceño cuando no vio el
pequeño pedazo de hojalata del coche de ______en el lugar de estacionamiento
al lado del suyo.
A lo mejor todavía estaba buscando empleo.
Hizo dos viajes para meter las bolsas de la compra, y no fue hasta que empezó a
recogerlas que vio el pedazo de papel apoyado contra los frascos.
Lo recogió, lo desplegó, observando con la mirada la delicada caligrafía.
Micah,
Me fui a The House a jugar. No me esperes despierto.
Con amor, ______.
Nick dejó caer el papel y fue asaltado de inmediato por un dolor de cabeza.
Mierda santa. ¿Qué demonios creía que estaba haciendo? Aparte de volverlo
completamente loco.
Se pellizcó el puente de la nariz con dos dedos y cerró los ojos para mitigar la
sensación de que alguien lo apuñalaba en los globos oculares.
Estaba hechizado por las imágenes de ______de la primera vez que la había
visto en The House.
¿Qué diablos la iba a encontrar haciendo esta vez?
Damon no estaba allí, así que no podía llamar y pedir que la echara, aunque de
todas formas él no lo haría, pero al menos podría haber hecho que cuidara de ella.
Cole era un buen tipo, pero mierda, había sido el que la había estado azotando la
primera noche. ¿Y qué tipo con un buen par de bolas, que le sirvieran, iba a pasar la
oportunidad de someter una hermosa mujer a su voluntad?
Dejando los alimentos en sus bolsas, tomó sus llaves y se dirigió hacia la
puerta. Él y ______sin duda iban a llegar a un entendimiento. Justamente
después de que su mano calentara su pequeño culo. Y se aseguraría de que la
maldita mocosa no lo disfrutara.
Por desgracia para él, su pene se puso erecto y prestó atención a la idea de
tenerla sobre sus rodillas. Sí, tal vez no le iba a gustar, o tal vez lo haría, pero a él
absolutamente lo haría.
El viaje hacia The House pareció interminable. Estaba casi completamente a
oscuras cuando detuvo su coche, y le irritó con un infierno que el coche de
______ estuviera en unos de los sitios del estacionamiento más cercanos a la
puerta. La pequeña diablilla había estado allí ya un rato.
Caminó hacia el interior, y mientras hacía una inspección rápida de a las
habitaciones de interés común de la planta baja, ya intuía que la iba a encontrar en
el piso de arriba, donde toda la acción se llevaba a cabo. Solamente esperaba con el
infierno que no tuviera que irrumpir en una de las habitaciones privadas y sacarla
de allí. Damon tendría su culo en un cabestrillo, y probablemente estaría excluido
del establecimiento de por vida.
Cuando llegó a la parte superior de las escaleras, se fue derechito a la sala
común. Empujó la puerta y para su alivio no vio a ______ como la atracción otra
vez. Pero eso hizo que se preguntara dónde exactamente estaba.
Allí estaba, en la esquina de la habitación, la vio. Todo el aliento lo dejó en una
carrera dolorosa. Era como si alguien le hubiera dado un puñetazo de lleno en el
diafragma.
La lujuria y la ira luchaban por el aire al mismo tiempo. ______. Desnuda,
con solo cuerdas estrechamente envueltas alrededor de la parte superior de su
cuerpo, por debajo y por encima de sus pechos para que los globos pequeños se
mostraran mejor a la vista de todos. Los pezones, erectos y exuberantes, marrón
oscuro, como el terciopelo. Estaba de rodillas, su largo cabello se deslizaba hacia
delante sobre los hombros. Sus brazos estaban atados detrás de ella, sus rodillas
abiertas, su pose de súplica completa.
Dios, cómo deseaba responder a su petición de dominación.
Tres hombres la rodeaban, sus manos tocando, deslizándose a través de su pelo,
rozando con sus dedos sus pezones. Luego la levantaron sobre sus pies y uno
agarró su barbilla, e inclinó sus labios para que se encontraran con los suyos.
Él se apoderó de su boca. La saqueó hasta que ella se quedó sin aliento. No era
amable con ella, un hecho que enfureció a Nick. Su reacción le dejó perplejo.
Sabía que él no sería amable con ella, pero que otro hombre la tratara tan
bruscamente provocó una rabia profunda en su interior.
Cuando el hombre se alejó de _______, sus labios estaban hinchados y se veían
mallugados. Sus ojos brillaban, y Nick vio una necesidad que no estaba siendo
cumplida. Se veía hambrienta. Como una mujer buscando pero sin encontrar lo que
buscaba.
Los otros dos hombres se dejaron caer, y entonces sus labios se cerraron sobre
sus pezones que estaban erectos. Ella dio un grito que parecía satisfacerlos. Y se
pusieron a lamer como dos hombres muertos de hambre.
La imagen era provocativa y erótica como el infierno.
¿Permitiría ella que la follaran? ¿Es eso lo que quería? ¿Ser dominada y poseída
por varios hombres?
Una parte de él quería solamente mirar mientras la poseían, pero otra parte se
indignó de que la hermana de David estuviera aquí, siendo manoseada por
hombres extraños.
Otra voz susurró profundamente y sombríamente, y sensual y seductora
deslizándose a través de sus venas.
La deseas. Quieres ser el único que sea su dueño. Estás celoso. Estás totalmente loco de
celos.
______ fue levantada por los dos hombres que se habían amamantado de sus
pechos. Cada uno agarró la parte interna de sus rodillas hasta que sus rodillas
estaban separadas y estaba abierta de piernas y vulnerable para el otro hombre.
La adrenalina bombeo a través de las venas de Nick como el trueno. Estaba
fascinado por la vista de la exuberante, carne femenina, abierta, y lista a la
invasión. Ella estaba excitada. Su coño estaba húmedo e hinchado, y empezó a
sudar mientras se imaginaba que guiaba su pene a través de sus pliegues y sin
piedad la abría con sus embestidas.
Sus bolas dolían ferozmente. Su polla estaba increíblemente dura y gritando
para que le diera alivio.
Una mano femenina se deslizó por encima de su brazo y por su estómago,
serpenteando hasta su entrepierna. Sorprendido e irritado por la interrupción, se
volvió para ver a una mujer que estaba a su lado, con los ojos brillando de lujuria.
—Déjame cuidar de esto por ti—murmuró mientras cubría el bulto entre su
piernas—Mientras la miras a ella.
Era tentador ponerla de rodillas, liberar su polla y metérsela en la boca,
mientras observaba a ______. Pero no quería tener nada que lo distrajera.
Gentilmente, él empujó su mano y volvió la mirada hacia ______. Mientras
los dos hombres la mantenían abierta, el primer hombre bajó la cabeza y con su
lengua recorrió su carne hinchada.
Su vientre se arqueó, y estuvo a punto de soltarse de las manos de los dos
hombres. El primero siguió con la boca, profundizando con su lengua, chupando y
alimentándose de su coño.
Nick estaba en peligro de hacer algo que no había hecho desde que era un
adolescente. Si tan solo se movía, iba a correrse en sus pantalones.
¿A qué sabría? ¿Era dulce como parecía, o era caliente y picante como el brillo
travieso en sus ojos?
¿Por qué no pones fin a esto? ¿Por qué estás a punto de masturbarte mientras ves cómo se
follan a ______ una multitud de hombres cachondos?
El hombre comiendo su coño se apartó, lamiéndose los labios como un gato
satisfecho. Mientras que los otros dos hombres la mantenían en su lugar, tomó un
consolador de una de las mesas cercanas. Arrancó el plástico, y brilló
obscenamente a la luz.
Se trasladó de nuevo hacia ______ y se lo deslizó entre sus muslos. Sus largos
dedos probaron su entrada, acariciando de arriba a abajo y luego en el interior,
enterrando su dedo hasta el nudillo.
______ gimió y se resistió hasta que él le dio un golpe a su clítoris. Antes de
que pudiera reaccionar, colocó el consolador y lo metió hasta dentro.
Su grito resonó en la habitación. El hombre se alejó, dejando el falso pene hasta
la empuñadura en su coño. Hizo una seña a los otros dos hombres para que la
bajaran.
La obligaron a que estuviera de rodillas y separaron ligeramente sus muslos.
—Mantenlo dentro—le ordenó el hombre mientras empujó la base del
consolador con su pie.
Ella asintió aceptando, sus ojos bien abiertos y se veían tan malditamente
inocentes que Nick casi se murió al instante.
El hombre tomó un par de pinzas de pezones luego pellizcó un pezón entre sus
dedos antes de colocar una pinza en el suave y aterciopelado punto.
______ se mordió el labio, y Nick casi asintió con aprobación.
Él tragó rápidamente. Ella no era de él, y sin embargo estaba aquí haciendo
como si fuera su amo, en silencio ofreciendo su aprobación, cuando actuaba bien.
Muévete. Ve con ella.
Sus pies estaban hundidos en el cemento. Toda la sangre en su cuerpo se
agrupó en su ingle. Necesitaba llegar al clímax tan desesperadamente que estaba a
punto de volverse loco.
Estaba fascinado por su belleza. Por el erotismo absoluto de la escena que
acontecía ante él.
Las pinzas ya estaban en su lugar, el hombre dio un paso atrás y
metódicamente desabrochó sus jeans. Sin molestarse en quitárselos, metió su mano
y sacó su pene. Con su polla en su puño, se movió de nuevo hacia delante.
Deslizó su mano libre sobre la parte superior de su cabeza, sus dedos se
enredaron en su pelo. Bruscamente, echó su cabeza hacia atrás y guió su polla a su
boca.
Los otros dos hombres también liberaron a sus pollas de sus pantalones, pero se
quedaron a un lado, acariciando sus erecciones con manos impacientes.
Nick vio con fascinación como el primer hombre alimentaba con su polla
profundamente a la boca de ______. Los músculos de su cuello sobresalían
mientras el hombre se empujaba hacia adelante. Cuando ella cerró sus ojos, el tiró
de su cabeza.
—Mírame—ordenó.
Abrió los ojos y lo miró suplicante. Él se retiró, lo que le permitió una rápida
respiración antes de que se la metiera de nuevo. Sus bolas sobresalían en su
barbilla, y Nick podía oír los sonidos de succión que ella hacía.
Entonces su mirada lo encontró. Ella miró por encima del hombre que se
empujaba dentro de su boca y su mirada se conectó a la de Nick. Él se quedó
paralizado, sin saber qué hacer.
La calma entró en sus ojos, como si se sintiera más segura ahora que sabía que
él estaba aquí. Todo su cuerpo se relajó y dejó que su temporal amo follara su boca
con abandono.
Y joder que lo hizo. Una y otra vez se abrió paso en su boca con una brutalidad
que hizo que Nick hiciera una mueca de dolor, y sin embargo no hizo nada para
detenerlo.
Su mirada nunca dejó la de Nick y dejó que el hombre follara su boca.
De repente, el hombre con la polla en su boca la retiró. Los tres hombres se
masturbaron frenéticamente sus erecciones. El semen golpeó sus labios, sus
mejillas, sus pechos, sus hombros y su delgada espalda. Corrió por su cuerpo en
corrientes calientes y espesas.
Finalmente, ordeñaron lo último de sus clímax, moviéndose más cerca para
que todo cayera sobre su piel.
Y aun así ella seguía mirando a Nick con sus oscuros y confiados ojos. Este se
sintió mal, y al mismo tiempo excitado.
Ellos levantaron a _____ mientras le limpiaban el semen de su cuerpo, pero
ella les dijo algo, y con una rápida mirada en dirección de Nick, se alejaron.
Se puso de pie, mirándolo fijamente. Tenía los brazos atados a la espalda, el
dildo seguía alojado en su coño.
—Tú sabes que me deseas—dijo en voz baja, incitante—Dime, Nick, ¿lo
hicieron bien? ¿Fueron demasiado suaves? ¿Me hubieras azotado por la menor
infracción? ¿Quieres que sea tu polla la que este en mi boca? Ven a mí. Libérame—
susurró ella—Tómame.
Una neblina al rojo vivo de necesidad explotó sobre él. Cerró la distancia entre
ellos, su pulso latía con tanta fuerza en sus oídos que le dejaba sordo.
La agarró de los hombros, superado por la lujuria, que lo gobernaba,
murmurando que tomara lo que era suyo.
Con movimientos rápidos y bruscos le dio la vuelta y la echó sobre el brazo de
uno de los lujosos sillones. Mientras alcanzaba la bragueta de sus pantalones con
una mano, estiró la mano entre sus piernas para sacar el consolador de su apretado
coño.
Salió lentamente, sus tejidos inflamados mostrándose reacios a entregar el pene
falso. Salió con un ruido de succión ligero, brillante, con sus fluidos.
Lo tiró a un lado mientras sus dedos, finalmente sacaban su polla y la dejaban
libre de sus pantalones. Estuvo dentro de ella en un instante, montándola,
tomándola por la espalda como un animal en celo.
La extendió, se colocó bien y empujó salvajemente dentro de ella.
El placer estalló a través de él, el alivio tan intenso que estaba mareado. Ella lo
volvía loco. Estaba sin sentido, acariciando, empujando, tratando de castigarla
solamente por qué quería hacerlo.
Se estiró hacia adelante, determinado a que lo tomara completamente. Sus
dedos que eran delgados estaban hechos puño en la parte baja de su espalda, con
sus muñecas tensas en contra de los nudos.
Su cuerpo se estremeció con la fuerza de sus golpes, y se aferró a sus caderas,
tirando de ella para que lo recibiera en cada uno de ellos.
Demasiado pronto, tan sólo unos segundos, se corrió rápidamente con la furia
de una tormenta de fuego, a través de sus bolas, hacia su polla. Cerró los ojos y
contuvo el grito de triunfo cuando se corrió a borbotones en el interior de su
cuerpo.
Nunca nada se había sentido tan primitivo, tan bien, y tan absolutamente
satisfactorio.
Sus piernas temblaron y amenazaron con doblarse. Se apoyó en su cuerpo, con
dificultad para respirar.
Lentamente el recobró la conciencia. Su cuerpo caliente, y dulce temblaba
debajo del suyo, su coño lentamente estaba contrayéndose alrededor de su todavía
duro pene.
Oh, Dios mío. Oh, Dios mío. ¿Qué había hecho?
Había abusado de ella, la había tomado. Se había corrido dentro de ella, por
amor de Dios. Sin condón. Joder. Joder. Joder. La había violado.
Sus manos temblaban sin control, agarró sus caderas y con mucho cuidado
salió, haciendo una mueca por el caliente semen que se filtró de su coño hinchado.
—Oh, Dios mío. Ángel—susurró—Pequeña Ángel. Pequeña, lo siento. Oh,
Dios mío, lo siento tanto.
Desató las cuerdas que unían sus manos y luego suavemente la levantó del sofá
para que pudiera retirar el resto de la cuerda.
No podía, no quería, mirarla a los ojos. Tenía demasiado miedo de lo que
vería. La había utilizado. La había herido. Él quería morirse.
Cuando lo último de la cuerda cayó, se apresuró a ponerse sus pantalones y
después la abrazó. Su corazón latía contra su cuerpo como un pajarito pequeño
tratando de volar por primera vez. Errático. Un poco frenético.
Pasó una mano por su pelo y le dio un beso en la frente.
—Lo siento, Ángel, nena. Nunca quise hacerte daño. Estoy tan malditamente
arrepentido. ¿Estás bien? ¿Yo te...?—tragó saliva— ¿Te he lastimado? Jesús, yo ni
siquiera use un condón. Tal vez debería llevarte al hospital.
Meltabares de jonas
Re: Dulce Tentacion Nick & Tu
BUENOO CFEO QUE ___ SE SALIO CON LA SUYAAA!!!!.. Y NICK!!... NO TE ARREPIENTAASS!!!.... MIRA QUE CREO QUE ELLA LO DISFRUTO!!!!.. AUNQUE CREO QUE LO ECHASTE A PERDER CUANDO TE ESTABAS DISCULPANDOO!!!... PORFIIISSS SIGUEEELAAA
chelis
Re: Dulce Tentacion Nick & Tu
demasiado buena la escena q hizo la rayis y esos tres tipos ...
oh dios ese fue el sexo mas salvaje de la historia pero fue demasiado estupendo....
lo malo esq el le pide disculpas nah se arrepintió ojala :(
y la rayis no se lo tome a mal y no dejeq nick se le escape de las manos o mejor dicho de las piernas :twisted:siguelaaaaaaaaa
esta de infarto me encantooooooooooooo
oh dios ese fue el sexo mas salvaje de la historia pero fue demasiado estupendo....
lo malo esq el le pide disculpas nah se arrepintió ojala :(
y la rayis no se lo tome a mal y no dejeq nick se le escape de las manos o mejor dicho de las piernas :twisted:siguelaaaaaaaaa
esta de infarto me encantooooooooooooo
ElitzJb
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