Re: † Harmenlock †

por **Jockie.** Lun 01 Jul 2013, 7:30 am

Ya lo veras*-* JajajaIntento acabar el capitulo pronto Y yo

por **Wicked** Mar 02 Jul 2013, 8:04 pm

como yo si me desmalle en la vida real de la desesperación no dudes que te demandare por no seguirla. por cierto frikis arriba

bie

por **Maria1D** Vie 05 Jul 2013, 2:25 pm

no me gusta esta nove................. me encanta jajjajaaj porfa siguela

por **Jockie.** Vie 05 Jul 2013, 2:30 pm

Me has dado ub susuto de muerte JAJAJA Acabo el cap y subo. Por cierto, WELCOME TO THIS SOCIDE OF FRIKIS

por **Jockie.** Vie 05 Jul 2013, 3:26 pm

N[center] † Capítulo 41 †

Lugar: Harmenlock, Londres(Inglaterra)
Hora: 7:37
Personaje: Anastasia West

La chica de cabellos castaños se desmayó, cayendo torpemente hacía delante. La joven de ojos azules la cogió, mientras todos sus sentidos se disparaban. Se notaba con sudor frío en las mejillas y la sangre alejándose de sus mejillas con brusquedad.

—¡Suca! —gritó Lara, poniéndose en pie de un salto y rodeando la cuadrada mesa tan rápido como sus zapatos le permitian.

Suca estaba en los brazos frios de Anne, con el rostro pálido por la sorpresa. Anne levantó la mirada de la joven y vió como Lara se agachaba frente a el rostro de su amiga y le tomaba la temperatura.

—No tiene fiebre —anunció—. Le habrá dado un bajón de azúcar.

Anne asintió, recordando el día en el que Jace se había desmayado después de bajar de una de las atracciones rápides de la feria de Mánchester. Como Megan le había tumbado boca arriba y le había echo el boca a boca. También recordó aquel día, en las clases de primeros axulios como la profesora les había enseñado como despertar a alguien inconsciente.

—Manténla caliente —ordenó Anne, poniéndo boca arriba el cuerpo de la chica.

—¿Cómo?

—No sé. Busca toallas, mantas... lo que sea antes de que la chica se ponga fría. Y llama a una jodida enfermera —gruñó.

Lara asintió y desapareció por el pasillo, transformándose en una borrosa figura para la vista de la joven. Anne volvió a mirar a la castaña y la colocó de manera lateral, encogiendo sus piernas, de tal manera que sus rodillas quedaron a la misma altura que la cadera. Inclinó su cabeza, con la idea de que sus vias aéreas quedarán abiertas. Mantuvo el cuerpo de la joven en esa posición, sintiendo sus manos frías ante la piel caliente que empezaba a helarse lentamente. Si no llegaba pronto Lara con la ayuda y algo para mantenerla en calor, ella podría poner su estado de salud en peligro.

La joven de ojos azules oscuros barajeó la idea de intentar provar sus dones pero se preguntó si sería capaz de controlarlos. Inclinó su cabeza hacia delante, examinando lentamente el rostro de la chica pálida que se encontraba en el suelo y recordó con lentitud por qué ella se había desmayado. Había sido como si Anne fuera un fantasma.

Escuchó los pasos de Lara y los de la enfermera, que llevaba altos tacones. Las puertas se abrieron, chirriando y Anne no levantó la mano por qué sabía que si lo hacía, el enorme parecido con su madre la obligaria a pasar un mal trago.

—¿Qué le ha pasado? —preguntó la enfermera, con cierto deje de acento italiano que le irritó momentaneamente a Anne.

No le hacía falta verla para saber, que la mujer no pasaría de los veintitres años. Que su cabello era rubio, con tonos cobres en las raices y unos preciosos ojos de color verdes. No le hacía falta verla por qué, aquella había sido la chico con la que Louis había estado hablando tan comodamente en el aeropuerto.

—Se ha desmayado —contestó Lara, arrugando el ceño al ver que su amiga no hablaría.

Anne había adaptado una posición extraña con los hombros. Como si fuera un animal salvaje listo para atacar en el instante en el que la presa apareciera.

—¿Ha comido algo? —preguntó Ashley.

—No lo sé —musitó Lara.

Ashley asintió y miro a Anne.

—Muchas gracias por tu ayuda, cielo pero puedo encargarme de ella yo mismo —comentó, colocándola en pie a la desmayada y pasando un brazo por su hombro.

Anne se incorporó, con los ojos lanzando chispas heladas que serian capaz de provocar si no se contenía. La miro por primera vez, pasando la lengua por su paladar y sintiendo el frío metal del piercing.

—No hay de qué —le regaló una sonrisa falsa, llena de tanta tranquilidad que Lara se vió obligada a retroceder—. Me alegro que haya servido de ayuda mis cuatro cursos de asistencia médica.

—¿Eres enfermera? —le cuestionó Ashley, visiblemente sorprendida.

Anne contuvo la risa y señaló con un dedo lleno de anillos plateados a la desmayada.

—Si yo fuera tú —comenzó diciendo—, llevaría a Desiree a la enfermeria antes de que le diera un laptus en la cabeza.

Ashley asintió y se dirigió a la salida, arrastrando los pies de Desiree de maners torpe. Ella leyó su pensamiento y supo que, esta esperaba que ella se presentará voluntaria a llevar a Desiree. No le dió ese gusto y se cruzó de brazos, examinando los pasos torpes y tambaleantes de la enfermera. Era bajita. Diminuta. Delgada. Una pequeña Barbie en miniatura la cual, si Anne se lo proponía podía destruir con un simple golpe.

Finalmente salió, dejando a Anne y a Lara solas en la cafetería, mientras los cocineros y trabajadores se encontraban en la cocina disfrutando del desayuno antes de que el establecimiento se abarrotará por completo de adolescentes hambrientos.

—¿Y eso qué ha sido? —cuestionó Lara, girándose a su amiga la cual tenía la vista nublosa en un tono azul oscuro y sus fracciones parecian más duras.

Parpadeó, durante unos instantes sorpredida y la miró, forzándose a despejar su mente de maneras de destruir a Ashley.

—¿A qué te refieres? —respondió con otra pregunta, sentándose en la silla donde antes estaba Desiree.

—Parecía que la querías matar sin conocerla —farfulló.

Anne arqueó las cejas, con cierto aire cómico y sus ojos recobrando el azul hielo de siempre.

—¿Sabes? Mejor olvídalo —meneó la cabeza, dejando que la cortina de su cabello callerá sobre su pecho—. Supongo que habrá sido realmente raro aunque parecias muy especializada en eso de tratar a personas enfermas...

—Megan es cirujana —la interrumpió Anne, mirando las manos llenas de azuladas venas—. Estuve cuatro años estudiando enfermeria en las vacaciones de primavera y bueno, supongo que las clases de primer auxilios que te dan por las clases de gimnasia ayudaron —se encogió de hombros de manera perezosa—. Supongo que eso lo explicaría todo.

—¿Y tu padre en qué trabaja?

—Empresario —contestó—. Un magnate importante de las empresas de Mánchester del cual, se ve demasiado... ocupado.

—¿Y tu hermano?

—El estudia todavía en la universidad. Estará en su penúltimo curso de medicina.

—¿Y tú?

—¿Yo qué?

—¿Qué haces?

Anne sonrió y echó hacía atrás en la silla, manteniéndose en equilibrio por las dos patas traseras de metal que la sostenian.

—Estoy licenciada en borrachera y fiestas exprés, estudio resaca dominical con sobresalientes y hago un poco de locura demencial en mi tiempo libre.

Lara sonrió ante la broma y meneó la cabeza.

—Venga, ahora en serio.

—Bueno... —hizó un mohín gracioso—. Estudio Bellas Artes y... psicología.

Lara asintió una vez más pensativa y se acomodó el cabello trás la espalda. Anne dejó de balancearse, al ver ante sus ojos el dulce flash que le empezaba a sonar familiar y la corriente de imagenes que le llenaban el cerebro de manera dolorosa. Tan sólo llegó a distinguir a una Ashley sonriente, con un vestido rojo y unos tacones de color blanco. Su brazo alargado y su mano diminuta cogiendo otra de un tono tostado, con largos dedos de pianista. La mano conducia a un brazo lleno de vello castaño claro. Anne distinguió una camisa de franela a cuadros azul cian y azul claro y unos pantalones negros que se ajustaban a la delgada cintura del chico anónimo.

Anne sintió un escalfrío, al ver el rostro del chico. Las fracciones duras suavizadas ligeramente con el cabello peinado hacía arriba. Era Louis.

La adolescente parpadeó seguidamente, intentando eliminar la imagen de ellos dos cogidos de la mano como una parejita feliz y por unos débilos minutos, se permitió sentirse celosa de que Ashley consiguiera una cita con Louis antes que ella.

—...problemas —acabó diciendo Lara, mirando al altavoz de color negro que estaba situado en la esquina alta de las paredes.

La muchacha de cabello regresó a la realidad, torturándose con crueldad todavía ante el saber amargo del amor en su paladar. Miró a su amiga y frunció los labios, preguntándose si podría filtrarse en su mente si se lo proponia y descubrir lo que Lara había dicho mientras ella era torturada con imágenes del futuro.

—No me has escuchado lo más minimo, ¿verdad? —repuso Lara, sonriendo con una pizca de decepción.

—La verdad es que no. ¿Qué decias?

—Que nos acaban de llamar para que vayamos a dirección ahora mismo y que creo que nos hemos metido en serios problemas —repitió la adolescente poniéndose en pie y guardando en su bandolera el blog de dibujo de Suca.

Anne la imitó, limpiándose el polvo invisible de sus piernas y pantalones cortos negros y mirando con atención sus impolutas uñas.

—¿Vamos?

Dejó la revisión de sus uñas, ha sabiendas que estaban perfectas y limpias y se encaminaron a la salida de la cafetería de paredes verde menta claro y suelos de losas blancas a cuadros. Anne vió como Lara retorcía con nerviosismo un trozo de cordón suelto.

—¿Nunca antes de habian mandado a dirección? —preguntó, levantando una ceja en señal de pregunta.

—Claro que si me han mandado a dirección más veces. Lo que pasa es que no... no es agradable estar allí.

Anne sonrió, curvando sus comisuras hacia arriba de una manera pícara y advirtió, observamdo las botas negras de motorista y sus uñas pintadas de negro.

—Pues debo de anunciarte, mi pequeña amiga que, —colocó un brazo, cubriendo sus hombros—si vamos a ser amigas, últimamente iras muchos días a hacer una pequeña visita al despacho del director.

—Vas en broma, ¿verdad?

—Claro que no, Bubu—contestó ella, poniéndose seria.

Lara suspiró, viéndose derrotada ante la idea de tener que visitar a el director Peterson todos los días. Ambas siguieron caminaron hacía el despacho del director.

†~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~†

Ambas se detuvieron frente a la puerta de madera, con una placa reluciente de color dorada donde se podía leer Director Peterson. La secretaria, una mujer de unos treinta y pocos años, les había dejado pasar a regañadientes, analizando a Anne como si fuera un ser místico saca de un relato mágico. La adolescente había comprobado con ensimismamiento que, la mayoría de la gente que trabajaba allí, eran menores de treinta y cinco años. Por lo menos en lo que se refería a las mujeres.

Lara tocó la puerta, esperando a que la voz del director sonará, dándoles autorización para pasar al interior del despacho.

—Antes de entrar, por favor Anne, no hables. Déjame a mi.

La joven miró a su amiga desde abajo y después clavo su mirada en la puerta, entrecerrando los ojos. Esperan poder ver el despacho del director con atención o por lo menos, que una tímida imagen se dibujará en la cabeza.

—Adelante —se escuchó decir del interior.

Lara giró el pomo y entró, con su metro sesenta y poco haciéndose notar, cuando entró Anne detrás suya. La muchacha observó el despacho atentamente, examinandolo todo, como un abogado. Las paredes estaban hechas de madera oscura y brillante, con una simple ventana que daba el acceso a un patio verde. No había cuadros o algún objeto personal que hablará del propietario. Había una mesa de despacho de color negra. En ella había un teléfono, una lamparita de escritorio de color sobrio y un montón de papeles colocados meticulosamente en una esquina. Dos plantas de decoración se encuentraban a los laterales de una estanteria y dos sillas estaban frente a el escritorio. Detrás, se encontraba un sillón de respaldo alto color negro, que miraba a la ventana. Las persianas estaban subidas y permitian que la acida luz del amanecer entraran sin permiso.

—Director Peterson...

La silla se giró y ante ella, se encontraba un chico de veintiseis años. Anne se quedó sorprendida, sintiéndose ligeramente nerviosa ante la belleza griega de aquel chico. Su cabello era de un tono dorado claro, aparentemente blanco y sus ojos eran de un simple color avellana, salpicado por motas naranjas. Vestía un traje de tweet.

—Nos... han dicho que... que teniamos que venir aquí —farfulló Lara, visiblemente nerviosa y sonrojada—. ¿Hay algún problema, Director?

Anne miró la placa de la mesa, donde se veía en tonos blancos Director Benjamin Peterson.

—Tenía que hablar con vosotras... —contestó, señalando con una mano las sillas—. Siéntensen.

Las dos adolescentes obedecieron, sintiéndose embriagadas por la belleza sobrenatural de aquel hombre.

—Bien chicas —sonrió—, me han contado que ha habido un pequeño incidente en la Mánchester.

La sangre de Anne se heló.

—El Cementerio Greendwich... un Croswar... ha sido visto pero... todo salió bien —contestó Lara.

Benjamín asintió, como si las palabras farfulladas de Lara fueran totalmente normales.

—No queremos llamar la atención de los humanos pero... esa no es la razón por la que os he llamado —se echó hacía delante—. Un asesinato en Atenas.

—No sabemos de lo que nos está hablando —mintió Lara, entrecerrando los e intentando aparentar una imagen decidida.

El hombre sonrió, y Anne pensó que se correría en ese mismo instante al ver tanta perfección.

—¿Ah no? —su voz sonó ronca y levemente sexual.

Lara mordió su labio y Anne comprendió que su poder era la seducción. Si continuaba de esa manera, ella se vería obligada a contarle todo. Cada una de las cosas que había escuchado de ellos. Se puso en pie, tirando de su cabello hacia abajo y dijo, con la voz ligeramente temblorosa:

—Tenemos que irnos. Debemos de desempaquetar muchas cosas.

El joven la miró con sorpresa y después asintió con la cabeza, dándoles su aprovación.

por **Wicked** Vie 05 Jul 2013, 8:06 pm

esta genial friki , si algún día escribes un libro yo lo leeria, y si hicieras una firma de autógrafos yo lo pediria a nombre de una friki

bie siguela :bye:

por **LaraB_96** Sáb 06 Jul 2013, 5:00 am

Me encantó el capítulo como siempre! Quiero hablar más contigo:(( ¿cuando te vas a irlanda?:) teamooooooooooodark!<3

por **Jockie.** Sáb 06 Jul 2013, 5:25 am

Al final no voy D: Tengo que estudiar en casa matematicas y mis padres han dicho que eso me ayudara a dejar de ser tan irresponsable Me alegro de que te haya gustado el capitulo! TeAmooooo<3[/color][/font][/i]

por **Zarek** Lun 08 Jul 2013, 12:12 pm

Tienes que seguirla, me encanta no te pierdas mucho.

por **Jockie.** Mar 09 Jul 2013, 10:40 am

† Capítulo 42 †

Lugar: Harmenlock, Londres(Inglaterra)
Hora: 7:37
Personaje: Cindhy Pantheopeaus

La pelirroja giro sobre sus talones, enfundados en sus botas altas. Fulminó con la mirada a aquella masa de alumnos que se encontraban en los pasillos, con sus ojos destellando de puro odio. Ella podía pecibir el hedor al miedo que desprendian sus pieles y sus hormonas. Tan dulces y tambaleantes, como un Santa Claus borracho el día de Navidad. La temían. Ella lo podía percibir. En cada una de sus miradas. No le hacía falta filtrarse en sus mentes como para saber que ella era la asesina de aquel hombre en Grecia.

Y no se equivocaban ya que ella había disfrutado cada segundo de la muerte del hombre entre sus manos. La cálida sensanción de la sangre ardiente en sus manos y el sonido de la desesperación en la boca del hombre. Cada segundo era un hermoso recuerdo que deseaba guardar, como pequeños fragmentos de tesoros. Sujetaba con solo un brazo desnudo los tochos de libros de sus materias de segundo año de universidad, mientras que la otra, desnuda y llena de tatuajes estaba metida en su bolsillo, donde canciones de My Chemical Romance sonaban con fuerza.

A pesar de que la música zumbaba en sus oidos, todavía podía percibir el sonido de los pensamientos de todos, temerosos y cautos del extraño comportamiento. A pesar de que Cindhy había desaparecido tres semanas antes de acabar el trimestre, había conseguido seguir adelanto con sus notas especialmente buenas.

Cindhy se detuvo frente a su taquilla, la cual marcaba el místico número 666. Los del grupo Cristiano de Harmenlock —una asociación de creyentes en Dios que tenian reservado el gimnasio los domingos por la mañana para hacer misas— habían etiquetado a la joven griega como la resurección del pequeño anticristo. Y tal vez no era porque sólo llevaba un pequeño 666 en la nuca o porque en una de las misas de los Domingos del club, Cindhy había incendiado el Gimnasio con ellos dentro por error. Simplemente, infundaba el miedo debastador que a todos enloquecía.

Dejó los libros en el interior de la taquilla, mientras el timbre sonaba, indicando la siguiente clase. La taquilla medía unos dos metros aproximadamente, echa de duro metal rojo oscuro. La puerta tenía un montón de posterts de grupos musicales y un bonito bofeto de Hades, con una enorme capa con hombreras llena de pinchos y el Can Cerbero tumbada a sus pies, con las cabezas mirando hacia el frente.

La joven tiró de mala gana los libros, quitándose los abriculares de manera brusca, con un bufido que se escapó de sus finos labios pintados de rojo fuego.

—Hola C —saludó una voz a su costado, con un tono ronco que provocó que la pelirroja diera un salto.

Giró la cabeza, sorprendida y se encontró con Zayn. Llevaba una camiseta blanca, con cuello de V que mostraba su clavícula y por encima una bonita cazadora oscura. Sus piernas estaban enfundadas en vaqueros de marca oscuros y unas Vans blancas se asomaban por sus pies.

—¿Qué haces aquí? —cuestionó la chica, cerrando la taquilla y mirando para todos lados.

Su mente se había disparado, asustada. Temerosa de que Zayn sacará a relucir el tema de la enfermedad de Cindhy. Cerró los ojos, repitiéndose constántemente que tenía que ser fuerte. Tan sólo una semana más y, por suerte, Cindhy podría cortar con él y mandarle lejos. Lejos y con el corazón destrozado.

—Sólo quería ver a mi preciosa novia —contestó Zayn, inclinándose hacía delante.

—¿Y no te molesta qué... tu popularidad caíga tres pisos del estatus por salir con la reencarnación del Anti-cristo? —cuestionó, alzando una ceja y arrugando con una mano un papel.

—¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando para qué puediera salir contigo? —respondió con otra pregunta Zayn—. ¿Crees qué por qué me etiqueten como bicho raro no voy a besar a mi novia en el pasillo?

Cindhy intentó no sonreir, como en el fondo quería y se limitó a formular una mueca, con el asa se la mochila colgando de su delgaducho hombro. Zayn sonrió, y cogió entre sus manos el rostro de la pelirroja. Ella miró los ojos mieles del chico, ahora de un tono más castaño profundo por culpa de la luz fría del pasillo. Pegó su frente con la de ella y Zayn se aproximo, con los labios entrecerrados. Su aliento, advirtió la adolescente, olía a chicle de fresa y azúcar.

Ella acortó la distancia que los separaba y unió sus labios con los suyos. El murmullo de los pasillos disminuyó, menguando hasta que Cindhy fue capaz de escuchar el silvido irregular de los adolescentes que miraban la escena con estupefacción. El tacto era suave, delicado y lleno de amor. El chico colocó las manos en las caderas de la chica y está, entrelazó sus dedos detrás de la nuca del chico. Finalmente, se separaron por falta de aire y se sonrieron, en una muestra de amor sincero.

Enamóralo y luego destrozalo porque si no, cuando mueras, no te superará le dijo una voz en su cabeza, que se encontraba en el fondo de su mente.

—¿Qué clase tienes, princesa? —le preguntó Zayn, mirándola desde los tres centímetros que él era más alto que ella.

—No me llames princesa, sabes que no lo aguanto —farfullo en réplica la pelirroja.

Zayn la sonrió y le dió un suave apretón en la cadera derecha. Cindhy miró sobre su hombro, hacía el horario arrugado y escrito con caligrafía perezosa.

1°Historia Griega
2°Entrenamiento con dagas
3°Entrenamiento Naturales Nivel Original
4°Almuerzo
5°Matemáticas Avanzadas
6°Clasificación Artes Antiguas

—Historia Griega —contestó, volviendo su atención a el chico de ojos mieles.

Cindhy sabía que lo correcto seria preguntarle que le tocaba a él pero, ella no quería convertirse en una de esas parejas pegajosas que iban a todas las clases juntos y no se separaban.

—¿Y a ti? —preguntó, sintiéndose como una idiota.

—Ni idea —se encogió de hombros—. Creo que Historia Natural o Ciencias Mágicas.

—Eso está en el bloque A3

—¿Y?

—Que estamos en el A8 y si quieres llegar a tiempo más te vale salir corriendo ahora.

—¿Ya me quieres lejos?

—No. Quiero ir a clase y tu vayas a la tuya antes de que sus retorcidas mentes piensen que te he decidido asesinar en el gimnasio.

Zayn rió y le dió un beso en la frente a su novia, antes de teletransportarse en una nube de humo grisácea. Cindhy arrugó la nariz y caminó hacia su clase, la cual ya había empezado desde hace cinco minutos. Tocó la puerta con los nudillos, preguntándose por qué narices tenía que asistir a clase. Vió por el cristal cuadrado de la puerta como el profesor Cooper interrumpía su aburrida explicación sobre la mitología griega.

El hombre, de unos cincuenta y pocos dijo:

—Adelante.

Cindhy entró, con paso majestuoso. Su cabeza alta y la mochila colgando de su hombro, con elegancia.

—Cindhy Partheopeaus —dijo el hombro, sorprendido—. Llega tarde.

—¿En serio? No me había dado ni cuenta —replicó sarcástica, rodando los ojos.

—Partheopeaus...

—¿Qué?

—No voy a tolerar una actitud tan negativa en mi clase

—¿Y qué piensa hacer? ¿Ponerme a mirar la pared toda la clase?

Aquello probocó una carcajada universal de toda la clase.

—Al aula de castigo.

Cindhy arqueó una ceja y el señor Cooper le dió un papel blanco, firmado por él. La joven salió de la clase y se dirigió a paso veloz a el aula. No quería llamar la ateción pero, siempre aquel hombre conseguía sacar el peor lado e Cindhy.

Cruzó el pasillo y se detuvo, al ver a otras dos jóvenes andar en la misma dirección que ella. Una era Celeste. La había reconocido por su cabellera lacia castaña y su cazadora de cuero negra, junto a su pose rebelde que siempre llevaba. La otra era un poco más alta que Celeste, con rizos negros que le caían por la espalda con tirabuzones y la piel lívida. Llevaba una cazadora negra, con unos pantalones negros cortos, una camiseta blanca y unas botas moteras negras, con pinchos a los laterales. Sus delgadas manos estaban metidas en la cazadora y andaba como una depredadora. Otra loba alfa entre aquel rebaño de corderitos inocentes.

Cindhy entró en el aula de castigo. Era pequeña, con paredes pintadas de blanco y un enorme ventanal al fondo, que daba al campus. Se encontraban seis mesas con seis sillas, las cuales dos de ellas estaban ocupadas por Celeste y la chica. Ésta tenía la piel lívida, con unos ojos de color azul hielo rodeados de largas pestañas oscuras.

—El alma de la fiesta —comentó Celeste, echándose hacía atrás con su larga melena lacia

Cindhy la fulminó con la mirada y se sentó en una silla.

—¿Por qué estais aquí? Dadme vuestros nombres, apellidos y curso. Empezemos con la señorita castaña —mandó la profesora.

Celeste se puso en pie, como quien ya está acostumbrado.

—Celeste Camille Benson, Primer Año de Univerdiad de Naturales HalfChemicals. Y estoy aquí porque me pillaron salir del recinto universitario sin autorización.

La profesora negó con la cabeza y señalo a Cindhy. La pelirroja se puso en pie.

—Cindhy Partheopeaus. Segundo año de Universidad de Originals —miró el papel blanco— y estoy aquí por irrespetar al profesor.

Se sentó de nuevo en la silla, mientras la profesora anotaba todo.

—Y ahora tú. No me suena tu cara.

La pelinegra se puso en pie.

—Anastasia Clarisse West. Primer año de Universidad de Notengoniidea y estoy aquí por tirarle un libro a una imbecil.

—¿No sabes a qué grupo perteneces?

—No. ¿Es algún problema no sabes a qué grupo pertenezco?

—No pero...

La mujer se puso en pie y salió por la puerta.

—Entonces eres por ahora una Feezur —repuso Celeste.

—¿Qué es eso?

—Una incognita —dijo Celeste, dándole un suave apretón a su bolígrafo—. Deberias de saberlo.

—Debería de saber muchas cosas —arrugó el ceño—.

—Todos fuimos alguna vez un Feezur.

—Y tu debes de ser como la madre Teresa del internado, ¿no? La madre Teresa HalfChemical —le regaló una sonrisa de lado.

—Más bien una de las dos lobas alfa de este pequeño rebaño de Naturales. Ella es la otra —con un dedo señalo a Cindhy— y algo me dice que tu serás la siguiente en nuestro pequeño grupito de Dominantes.

Anne sonrió, aunque la diversión no llegó a sus ojos de color claros.

—Si tu lo dices...

—Celeste Benson —le tendió la mano.

Anne miró la mano, dibutando nerviosamente.

—Anne West —hizo un gesto con la cabeza.

Celeste quitó la mano.

—Y ella es mi amiga Cindhy Parthe...

—...opeaus —se encogió de hombros, acabando la frase por su amiga.

Anne hizo un gesto con la cabeza.

—Y supongo que tu debes de ser la famosa H ,¿no?

Cindhy perdió color y se quedó mirando a Anne, la cual tenia una sonrisa felina en la cara.

por **darkness.** Mar 09 Jul 2013, 11:21 am

Waoooooooooooooooooooo
Perdon por desaparecerme
LA DESCUBRIO¿? Por dios lo dira?
Hhaha en fiiinnnnaaalall
LO AMEE
Siguela.
Malotas eh ... me quise escapar eh
Hhaha en fin te adoro
BESOTES

por **Jockie.** Mar 09 Jul 2013, 11:26 am

No pasa nada por desaparecer:3 La descubrio. Por ser la primera en comentar puedes elegir de quien sera el siguiente capituko*-* MEALEGRODEQUELOAMOES# La sigo cuando acabe el capitulo. Malotas JAJAJA Yo te idolatre. Besos

por **darkness.** Mar 09 Jul 2013, 11:36 am

JocelyneAdams escribió: No pasa nada por desaparecer:3 La descubrio. Por ser la primera en comentar puedes elegir de quien sera el siguiente capituko*-* MEALEGRODEQUELOAMOES# La sigo cuando acabe el capitulo. Malotas JAJAJA Yo te idolatre. Besos

Ah gracias ME MEREZCO LA MUERTE
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO MIMUNDO DE PONYS SE VIENE ABAJO ... FUE DESCUBIERTAAA
OH NO LOLO QUERIDA SORPRENDEME EN EL PROXIMO CAP ... quiero que sea sorpresaaa
No oooo oooo oooo yo te idolatro primera eh
BECHOTES

por **Jockie.** Mar 09 Jul 2013, 11:40 am

No las des*-* CLARO QUE NO YO ME MEREZCO KA MUERTE POR SER UNA ESCRITORA TAN MALA EN AMBOS SEBTIDOS.Okeys te sorprendo.Yo primero besotes

por **LaraB_96** Mar 09 Jul 2013, 12:16 pm

Me encanta la actitud que tiene Cindhy con Zayn, la adoro, aunque el pobre Zayn lo pase un poco mal. En el fondo se que Cindhy quiere a Zayn. Asique han pillado a Cindhy! Y ahora que pasara?? Quiero que la sigas ya por favooooor.<3
¿Al final no te vas??! o.O Vaya. Lo siento:( Soy una malota, todavía no e ido a correos, es que me da un poco de pereza, pero te juro que el jueves voy sin falta. A partir de ahora te pienso acosa porque te hecho un poquitito de menos.Asique ya sabees. TeAmoPrincesaDeLaOscuridad<333

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