Drugs (Zayn & Kristen)

— ¡¿Qué cosa?! —cuestiona exasperada, más de lo normal, con cierto aire de superioridad, a pesar de que se estaba dirigiendo a uno de los grandes. Aunque eso a él le agrada, sentirse un tanto inferior al momento de hablar con una mujer, pero que en este caso solo era una simple chica.
Bueno, no tan simple.
—Eso, lo que acabas de escuchar, mi pequeña saltamontes— esa simple frase hace hervir la sangre de Kristen. Lo mira con apatía y se acomoda en el asiento.
—Sí, entendí del todo, pero ¿Por qué yo? —demanda cruzándose de piernas y mirándolo fijamente.
—Por el simple hecho de que eres una chica. Y por lo que tengo entendido a él le atraen las chicas, más si son de tu tamaño y calibre.
Sonríe socarronamente y Kristen se limita a bufar.
Odia y apesta este plan con su alma. Estaba acostumbrada a su simple y monótona vida de chica asaltante de bancos y traficante de drogas.
¿Por qué tendría que rebajarse a ese nivel?
—Además también le gustan las hembras de calidad y en tu caso creo que sobrepasas la vara que exige el para estar con una chica. — Kristen le hace un desprecio y respinga la nariz. Gesto típico de ella.
—De todos modos terminare haciéndolo, aunque no quiera. Yo se que eres capaz de amenazarme con un fusil para hacer tus sucios planes. Lo que no entiendo es él “porque”, además de que tienes un ejército entero, preparados para estas situaciones, aunque perfectamente puedes contratar a una chica. O mejor te vistes tú de una, con unos cuantos retoques y además te hacemos una cirugía. ¡Quedarías toda una diva! —se ríe en su cara con la última frase, el solo se limita a soltar un leve sonrisa y se levanta de su asiento.
Él le agrada esta cómica situación, sabía que Kristen terminaría aceptando, así que estas palabras y discusiones estaban de más. Pero a los dos les agradaba pasar este tipo de tiempo juntos, porque, a pesar, de que no se ven mucho, ellos sienten ese afecto que nunca recibieron.
—Entonces ¿Cuándo empezamos? —dice ávido.
—Cuando quieras, estoy disponible cualquier día de la semana, menos los domingos, que tu sabes de previo aviso que ese es mi día. —se frota las manos ansiosa.
—Las cosas son simples, Kristen— la mira serio —Solo quiero uno más y ese chico tiene potencial para muchas cosas. Solo debes mostrarle el mundo de la mafia, el trafico, los asaltos y estarás totalmente ascendida a mi mano derecha, que yo sé que es lo que más anhelas ¿O me equivoco?
Kristen asiente como cuando a un perro le muestran un hueso.
—Entonces quiero que empieces ahora. ¡Ah! Y se me olvidaba, no quiero que lo trates mal, cualquier abuso o mal uso de tu poder o fuerza, ¡Olvídate de ser ascendida!
Vuelve a asentir y toma su mochila, junto con unos papeleos, parte en marcha hasta la Secundaria.
Sabe y esta consiente, de que nada bueno saldrá de todo esto. Pero su espíritu afanoso a vivir la vida de rey que lleva su jefe, la hace olvidar todos los malos detalles y concentrarse en su codicioso y preciado futuro.