† Harmenlock †

Lugar: Greendwich City, Mánchester(Reino Unido)
Hora: 23:30
Personaje: Desiree Benson





[color=snow] Su vista daba vueltas una y otra vez, junto a un suelo que se valanceaba. Todo apestaba a una mezcla de vinagre y polvo. Se estremeció al sentir una corriente de viento frío acariciarle las mejillas.

Sus ojos se entrecerraron. Rendijas verdes que parecian brillar de manera gatuna en la oscuridad. Se sentía helada. Parpadeó seguidamente y apartó la mano de la reja, dándose cuenta de que aún no había entrado en Greendwich y que aquello había sido una visión.

Parpadeó, con sus labios apretados y observando la niebla. Aún le costaba respirar pero, lo conseguía a duras penas. Había visto suficiente y, no, no estaba dispuesta a correr el riesgo de ser disparada y morir.

Anastasia había pasado por allí, por tanto la busca se reducía pero se dificultaba al saber que, un Natural había ido a por ella. Tal vez la habían llevado a el Centro de Naturales en Liverpool, o a Harmenlock directamente o a Cox (Irlanda), un Centro para hacerle las pruebas de Crosward o Natural.

Mordió su labio y se maldijo a si misma por no tener ni idea de como poder rastrearla. Lo único que sabía era que ese era su cementerio, pero no el día. Se limitó a suspirar impacientemente y a alejarse de la verja, antes de que ocurriera algo menos indiseado.

Su boca estaba pastosa, sumergida en una especie de capa de saliva y secación en la parte inferior de la garganta. Tenía sueño, pero no era sólo eso. Aquella visión había chupado todas sus energias de una manera vampírica.

Se sentó en la parada del autobus, mientras sus dedos pulgares volaban raudos por la pantalla, tecleando un mensaje a su hermana melliza Celeste Benson. Probablemente, ella ahora mismo estaría durmiendo pero, no le importó despertarla por una " buena causa ", desde su limitado punto de vista.

Enviado a las 23:32
Necesito que le preguntes a tu novio Harry si han encontrado a alguna "mundana" en el área de Liverpool.
Suca

Pulsó la tecla de enviado y giró el aparato en sus manos y se puso en pie cuando, miró la silueta grande y rectángula del autobús acercándose a su parada. Se puso en pie, en la noche seca y el paronama del cementerio detrás suya.

¿Quién seria la tal Lena? Negó con la cabeza y se subió cuando la puerta pregable se abrió con un chirrido. Sus pies estaban enfundados en unas botas marrones claras, tapadas por una falda larga de color gris y verde, con signos chinos en los costados. Sacó del bolsillo un par de monedas sueltas, sabiendo que le daba justo para ir a la estación de Mánchester y regresar a casa en cuatro horas.

En ese tiempo podría dormir lo suficiente para retomar un poco de fuerzas. Dentro olía a chicle de mascar de fresa y a colonía barata. Estaba todo vacio, sin un alma. La puerta se cerró y ella caminó sigilosa hasta el final, con la falda danzando a su lado. Se sentó en un sitio, sin importarle bien y notó zumbar el teléfono en su bolsillo.

Sacó el teléfono, ahogando un bostezo de cansancio y admiró que era de Celeste.

Recibido a las 23:41
¡No es mi novio! Y, además, Harry no esta. En cuanto lo vea se lo preguntaré y serás informada al respecto.
Cel

La cabeza le daba vueltas. Se apoyo en el respaldo y cerró los ojos. Guardó el teléfono y bostezó.





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Pronto el autobús frenó frente a la parada de trenes de Mánchester. Hacía calor fuera, tal vez por el cielo despejado y la repentina ola de calor que parecía querer arrastrar a Suca. Sus largos cabellos estaban recogidos en un moño alto.

Subió las escaleras, metiéndose en el autobús.