Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 26 de 58. • Comparte
Página 26 de 58. • 1 ... 14 ... 25, 26, 27 ... 42 ... 58
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
QUEREMOS MARATON!
QUEREMOS MARATON!!=D XFA=)
QUEREMOS MARATON!!=D XFA=)
gabby
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
SERÁ QUE PATCH MATO A MI PAPA=??? NOOOO!!!
gabby
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
:affraid: :affraid: :affraid: :affraid: :affraid: :affraid:
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
Vale_Gajardo
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
:OOOOOOOOO dios!! no nos dejes asi!
haha .. t gusta dejarnos en suspenso ella o.o
haha
auch esto se pone emocionante! haha
haha .. t gusta dejarnos en suspenso ella o.o
haha
auch esto se pone emocionante! haha
1DStylesJB
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Vale_Gajardo
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Mierda!!! me dejaste con muchas dudas pero lo q mas quiero es :
1. Volver con patch me tiene podrida q se haga el exquisito :¬¬:
2. Saber quien mando esa carta y quien mato a nuestro padre (hablo en plural por todas las chicas de aca jaja)
Y LA ULTIMA PERO MAS IMPORTANTE DE TODAS QUIERO SABER CUANDO VAS A HACER MARATON!!!
SIGUELA!!!!!!!!
1. Volver con patch me tiene podrida q se haga el exquisito :¬¬:
2. Saber quien mando esa carta y quien mato a nuestro padre (hablo en plural por todas las chicas de aca jaja)
Y LA ULTIMA PERO MAS IMPORTANTE DE TODAS QUIERO SABER CUANDO VAS A HACER MARATON!!!
SIGUELA!!!!!!!!
jb_fanvanu
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Mierda!!! me dejaste con muchas dudas pero lo q mas quiero es :
1. Volver con patch me tiene podrida q se haga el exquisito :¬¬:
2. Saber quien mando esa carta y quien mato a nuestro padre (hablo en plural por todas las chicas de aca jaja)
Y LA ULTIMA PERO MAS IMPORTANTE DE TODAS QUIERO SABER CUANDO VAS A HACER MARATON!!!
SIGUELA!!!!!!!!
1. Volver con patch me tiene podrida q se haga el exquisito :¬¬:
2. Saber quien mando esa carta y quien mato a nuestro padre (hablo en plural por todas las chicas de aca jaja)
Y LA ULTIMA PERO MAS IMPORTANTE DE TODAS QUIERO SABER CUANDO VAS A HACER MARATON!!!
SIGUELA!!!!!!!!
jb_fanvanu
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Mierda!!! me dejaste con muchas dudas pero lo q mas quiero es :
1. Volver con patch me tiene podrida q se haga el exquisito :¬¬:
2. Saber quien mando esa carta y quien mato a nuestro padre (hablo en plural por todas las chicas de aca jaja)
Y LA ULTIMA PERO MAS IMPORTANTE DE TODAS QUIERO SABER CUANDO VAS A HACER MARATON!!!
SIGUELA!!!!!!!!
1. Volver con patch me tiene podrida q se haga el exquisito :¬¬:
2. Saber quien mando esa carta y quien mato a nuestro padre (hablo en plural por todas las chicas de aca jaja)
Y LA ULTIMA PERO MAS IMPORTANTE DE TODAS QUIERO SABER CUANDO VAS A HACER MARATON!!!
SIGUELA!!!!!!!!
jb_fanvanu
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
mmm...no se...chiks....ace muy poco q les puse maraton :suspect: ......voy a consultarlo con la almohada ... ;) bahaahahahahhaha..
mientras tanto les dejo otro cap ......xq manana no voy a estar......si puedo en la noche me paso.
thks por comentar!!
besos!
mientras tanto les dejo otro cap ......xq manana no voy a estar......si puedo en la noche me paso.
thks por comentar!!
besos!
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Capitulo 26:
Vee estuvo fuera de su silla primero.
La perseguí hasta las puertas de la panadería, donde nos apresuramos hacia la cegadora luz del sol. Protegiendo nuestros ojos, miramos a ambos lados por el paseo marítimo.
Corrimos hasta la arena e hicimos lo mismo. La gente se dispersaba por toda la playa, pero no vi ninguna cara familiar.
Mi corazón latía con fuerza, y le pregunte a Vee
—¿Crees que era una broma?
—No me estoy riendo.
—¿Fue Scott?
—Tal vez. Él estaba precisamente aquí, después de todo.
—¿O Marcie? —Marcie era la única persona en la que podía pensar que podría ser imprudente como para llevar esto a cabo.
Vee me dio una mirada penetrante. —¿Cómo una broma? Tal vez.
¿Pero era Marcie tan cruel? ¿E incluso se molestaría en hacerlo? Esto era mucho más complicado que un rápido comentario hiriente: la nota, el anillo–incluso la entrega. Eso tomaba planificación. Marcie parecía el tipo de persona que se aburría después de cinco minutos de planificación.
—Vamos a llegar al fondo de esto —dijo Vee, caminando de vuelta hacia las puertas de la panadería. Una vez dentro, ella señaló a Madeline—. Tenemos que hablar. ¿Cómo lucía el tipo? ¿Bajo? ¿Alto? ¿Cabello marrón? ¿Rubio?
—Llevaba un sombrero y gafas de sol —respondió Madeline, echando miradas furtivas a los otros panaderos, que estaban comenzando a prestar un poco de atención a Vee—. ¿Por qué? ¿Qué había en el sobre?
—Vas a tener que hacerlo mejor que eso —dijo Vee—. ¿Qué llevaba puesto exactamente? ¿Había un logotipo en su gorra? ¿Tenía vello facial?
—No recuerdo —balbuceó Madeline—. Un sombrero negro. O tal vez marrón. Creo que llevaba pantalones vaqueros.
—¿Crees?
—Vamos —le dije, tirando del brazo de Vee—. Ella no recuerda. —Llevé mis ojos a Madeline—. Gracias por tu ayuda.
—¿Ayuda? —dijo Vee—. Ella no fue útil. ¡Ella no puede ir aceptando sobres de chicos extraños y no recordar como lucen!
—Pensaba que era mi novio —le dije.
Madeline asintió con la cabeza vigorosamente. —¡Lo hice! ¡Lo siento mucho! ¡Pensé que era un regalo! ¿Había algo malo en el sobre? ¿Quieres que llame a la policía?
—Queremos recordar cómo se veía el psicópata —replicó Vee.
—¡Jeans negros! —soltó de repente Madeline—. Recuerdo que vestía jeans negros. Quiero decir, estoy casi segura de que los llevaba.
—¿Casi segura? —dijo Vee.
La arrastré fuera y hacia el paseo marítimo. Después de que ella hubiera tenido el tiempo suficiente para enfriarse, dijo:
—Nena, lo siento mucho sobre eso. Debí haber mirado en el sobre primero. La gente es estúpida. Y quien te dio ese sobre es el más estúpido de todos. Felizmente haría de estrella ninja con ellos, si
pudiera.
Sabía que ella estaba tratando de aligerar el ambiente, pero mis pensamientos estaban cinco pasos por delante. No estaba pensando más en la muerte de mi padre. Habíamos llegado a una brecha angosta entre tiendas, y tiré de ella fuera de la acera, resguardándonos entre los edificios.
—Escucha, necesito hablar contigo. Ayer me pareció ver a mi papá. Aquí, en el muelle.
Vee se me quedó mirando, pero no dijo nada.
—Era él, Vee. Era él.
—Nena… —comenzó ella con escepticismo.
—Creo que él todavía está vivo. —El funeral de mi padre había sido con el ataúd cerrado. Tal vez habría habido un error, un malentendido, y no fue mi padre quien había muerto esa noche. Tal vez él estaba sufriendo de amnesia, y es por eso que no había vuelto a casa. Tal vez otra cosa se lo impedía. O alguien...
—No sé cómo decir esto —dijo Vee, mirando hacia arriba, abajo, a todas partes, menos a mí—. Pero él no va a volver.
—Entonces, ¿cómo explicas lo que vi? —le dije a la defensiva, herida porque de entre todas las personas ella no me creía. Las lágrimas me picaban en los ojos, y rápidamente las espanté.
—Fue otra persona. Algún otro tipo que se parece a tu papá.
—Tú no estabas allí. ¡Yo lo vi! —No tenía la intención de decirlo tan bruscamente. Pero no me iba a resignar a los hechos. No después de todo por lo que había pasado. Hace dos meses me había arrojado de las vigas del gimnasio de la escuela. Sabía que había muerto. No podía negar lo que recordaba de esa noche.
Y sin embargo. Y sin embargo sigo viva.
Había una posibilidad de que mi padre estuviera vivo también. Ayer lo había visto. Lo había hecho. Tal vez estaba tratando de comunicarse conmigo, mandándome un mensaje. Él quería que yo supiera que estaba vivo. No quería que renunciara a él.
Vee negó con la cabeza. —No hagas esto.
—No voy a renunciar a él. No hasta que sepa la verdad. Tengo que averiguar lo que sucedió esa noche.
—No, no —dijo Vee con firmeza—. Deja al fantasma de tu padre descansar. Excavar esto no va a cambiar el pasado, no va a hacer que lo revivas.
¿Dejar descansar el fantasma de mi padre? ¿Y yo? ¿Cómo iba yo a descansar hasta saber la verdad? Vee no lo entendía. Ella no era a la que le habían arrancado su padre inexplicable y violentamente. Su familia no estaba hecha añicos. Ella todavía lo tenía todo.
Lo único que me quedaba a mí era la esperanza.
Pasé la tarde del domingo en el Bistro de Enzo en compañía de la tabla periódica de los elementos, lanzando toda mi concentración en la tarea, tratando de desplazar cualquier pensamiento de mi padre o sobre quién había tratado de decirme que la ―“Mano Negra” ” era el responsable de su muerte.
Tenía que ser una broma. El sobre, el anillo, la nota—esto había sido la idea de alguien de una
broma cruel.
Tal vez Scott, tal vez Marcie. Pero sinceramente, no creía que fuera ninguno de ellos. Scott había sonado sincero cuando nos había ofrecido sus condolencias a mí y a mi mamá. Y la crueldad de Marcie era casi siempre inmadura y espontánea.
Como estaba sentada frente a un ordenador y ya había entrado en el sistema, hice una búsqueda en Internet de la “Mano Negra”. Quería demostrarme a mi misma que no había validez en la nota. Probablemente alguien había encontrado el anillo en una tienda de segunda mano, y llegó al inteligente nombre de la “Mano Negra”, me siguió hasta el paseo marítimo, y le pidió a Madeline que me
entregara el sobre. Mirando hacia atrás, ni siquiera importaba que Madeline no pudiera recordar como lucía el chico, porque lo más probable, es que no fuera la persona detrás de la broma. Esa persona había tomado probablemente al azar a alguna persona en el paseo marítimo y le había pagado unos pocos dólares para entregar el sobre. Eso es lo que yo habría hecho. Si yo fuera un enfermo,
retorcido que salía a herir a otras personas.
Una página de enlaces de la “Mano Negra” apareció en el monitor. El primer enlace era para una sociedad secreta que había informado del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en 1914, catapultando al mundo hacia la Primera Guerra Mundial. El siguiente enlace era de una banda de rock.
La “Mano Negra” era también el nombre de un grupo de vampiros en un juego de rol. Por último, en el año 1900, una banda italiana apodada la “Mano Negra” tomó Nueva York por un escándalo. Ni un solo enlace mencionaba Maine. Ninguna imagen mostraba un anillo con un sello de puño.
¿Ves? Me dije. Una broma.
Al darme cuenta de que me había desviado el tema ya que no debía estar pensando en eso, fijé mis ojos de vuelta a la tarea extendida ante mí. Necesitaba llegar a controlar las fórmulas químicas y los cálculos de la masa atómica. Mi primer laboratorio de química había pasado, y con Marcie como mi pareja, me estaba preparando para lo peor, invirtiendo horas extras fuera de la escuela para arrastrar su peso muerto. Marqué unos números en mi calculadora, a continuación, cuidadosamente escribí mi respuesta en la página abierta de mi portátil, repitiendo la respuesta en voz alta en mi cabeza, para bloquear los pensamientos de la “Mano Negra”.
A las cinco, llamé a mi mamá, que estaba en New Hampshire.
—Comprobando —dije—. ¿Cómo va el trabajo?
—Lo mismo de siempre. ¿Tú?
—Estoy en Enzo tratando de estudiar, pero el batido de mango sigue llamándome.
—Ahora me está dando hambre.
—¿Suficiente hambre para volver a casa?
Ella me dio uno de esos ―está fuera de mi control‖ y suspiró. —Ojala pudiera. Vamos a hacer waffles y batidos para el desayuno del sábado.
A las seis, Vee llamó y me dijo de reunirme con ella en el spinning del gimnasio. A las siete y media, ella me dejó en la granja.
Acababa de ducharme y estaba de pie delante de la nevera, cazando los restos de fritos que mi mamá había almacenados allí ayer antes de salir, cuando se produjo un fuerte golpe en la puerta principal.
Miré por la mirilla. En el otro lado de la puerta, Scott Parnell hizo el signo de paz.
—¡Batalla de bandas! —dije en voz alta, golpeando la palma de mi mano en mi frente. Me había olvidado por completo de cancelarlo. Miré hacia abajo a mis pantalones de pijama y gemí.
Después de un intento fallido de esponjar mi pelo mojado, me volví hacia el perno y abrí la puerta.
Scott miró mi pijama. —Se te olvidó.
—¿Estás bromeando? He estado esperando esto todo el día, estoy simplemente corriendo un poco tarde. —Señalé por encima del hombro a la escalera—. Voy a vestirme. Por qué no... ¿Recalientas algunos fritos? Están en un envase azul de Tupperware en la nevera.
Subí las escaleras de dos en dos, cerré la puerta de mi dormitorio, y llamé a Vee.
—Necesito que vengas ahora —dije—. Estoy en camino a la batalla de bandas con Scott.
—¿El punto de esta llamada es que me dé envidia?
Pegué mi oreja a la puerta. Sonaba como si Scott estuviera abriendo y cerrando armarios en la cocina. Por todo lo que sabía, estaba cazando medicamentos recetados o cerveza. Él iba a estar decepcionado en ambos casos, a menos que tuviera esperanzas poco realistas de volar con una de mis pastillas de hierro.
—No estoy tratando de darte celos. No quiero ir sola.
—Dile que no puedes ir.
—Lo que pasa es... de alguna manera quiero ir. —No tenía ni idea de dónde había venido este repentino deseo. Lo único que sabía era que no quería pasar la noche sola. Había tenido en un día lleno de tareas, seguido del spinning, y lo último que quería era quedarme en casa esta noche y comprobar mi lista de tareas del fin de semana. Yo había estado bien todo el día. Hacía bien toda mi vida. Merecía tener un poco de diversión. Scott no era la mejor cita del mundo, pero no estaba en el
último lugar, tampoco—. ¿Vienes o no?
—Tengo que admitir, que suena mucho mejor que conjugar verbos españoles en mi cuarto toda la noche. Voy a llamar a Rixon y ver si quiere venir también.
Colgué e hice un rápido inventario de mi armario. Me decidí por una camisola de seda pálida, una minifalda, medias opacas, y bailarinas. Rocíe perfume en el aire y caminé a través de una suave, esencia frutal a uva.
En el fondo de mi mente, me pregunté por qué estaba gastando el tiempo en arreglarme para Scott. Él no iba a ninguna parte en la vida, no teníamos nada en común, y la mayoría de nuestras
breves conversaciones incluían tirarnos insultos el uno al otro. No sólo eso, sino que Patch me había dicho que me mantuviera alejada de él. Y ahí fue cuando me di cuenta. Las ocasiones fueron, me atrajo Scott por causa de alguna razón psicológica profunda y arraigada participación de desafío y venganza.
Y todo señala de vuelta a Patch.
Tal como lo veía, podía hacer una de estas dos cosas: sentarme en casa y dejar que Patch dictara mi vida, o deshacerme de mi imagen de dominical–estudiosa– buena chica, y tener un poco de diversión. Y, aunque no estaba dispuesta a admitirlo, esperaba que Patch se enterara que había ido a la batalla de bandas con Scott.
Esperaba que el pensamiento de mí con otro hombre lo volviera loco.
Decidida, di la vuelta a mi cabeza, secando mi pelo lo suficiente para dar definición a mis rizos, y entre rápidamente a la cocina.
—Listo —le dije a Scott.
Él me dio el segundo análisis de cuerpo completo de la noche, pero esta vez me sentí mucho más consciente de mí misma.
—Te ves bien, Grey —dijo.
—Al igual que tú. —Sonreí, siendo amistosa, pero me sentí nerviosa. Lo que era ridículo, ya que es de Scott del que estamos hablando. Éramos amigos. Ni siquiera amigos. Conocidos.
—La entrada cuesta diez dólares.
Me quedé allí un momento. —Oh. Cierto. Lo sabía. ¿Podemos pasar por un cajero automático en el camino? —
Tenía un valor de cincuenta dólares de dinero de cumpleaños asentados en mi cuenta corriente. Ya había asignado el dinero para el Cabriolet, pero no era como si retirar diez dólares fuera a matar la oferta. A la velocidad que estaba ahorrando, no sería capaz de comprar el Cabriolet antes de
mi cumpleaños vigésimo quinto de todos modos.
Scott lanzó una licencia de conducir del estado de Maine en el mostrador, con mi foto del anuario copiada en él.
—¿Lista Marlene?
¿Marlene?
—No estaba bromeando acerca de la identificación falsa. No piensas en echarte para atrás, ¿verdad? —Él sonrió como si supiera exactamente cuántos puntos en la presión arterial se me habían disparado con la idea de usar una identificación ilegal, y él habría apostado todo su dinero a que me echaría atrás en cinco segundos. Cuatro, tres, dos...
Cogí la identificación del mostrador.
—Lista.
La perseguí hasta las puertas de la panadería, donde nos apresuramos hacia la cegadora luz del sol. Protegiendo nuestros ojos, miramos a ambos lados por el paseo marítimo.
Corrimos hasta la arena e hicimos lo mismo. La gente se dispersaba por toda la playa, pero no vi ninguna cara familiar.
Mi corazón latía con fuerza, y le pregunte a Vee
—¿Crees que era una broma?
—No me estoy riendo.
—¿Fue Scott?
—Tal vez. Él estaba precisamente aquí, después de todo.
—¿O Marcie? —Marcie era la única persona en la que podía pensar que podría ser imprudente como para llevar esto a cabo.
Vee me dio una mirada penetrante. —¿Cómo una broma? Tal vez.
¿Pero era Marcie tan cruel? ¿E incluso se molestaría en hacerlo? Esto era mucho más complicado que un rápido comentario hiriente: la nota, el anillo–incluso la entrega. Eso tomaba planificación. Marcie parecía el tipo de persona que se aburría después de cinco minutos de planificación.
—Vamos a llegar al fondo de esto —dijo Vee, caminando de vuelta hacia las puertas de la panadería. Una vez dentro, ella señaló a Madeline—. Tenemos que hablar. ¿Cómo lucía el tipo? ¿Bajo? ¿Alto? ¿Cabello marrón? ¿Rubio?
—Llevaba un sombrero y gafas de sol —respondió Madeline, echando miradas furtivas a los otros panaderos, que estaban comenzando a prestar un poco de atención a Vee—. ¿Por qué? ¿Qué había en el sobre?
—Vas a tener que hacerlo mejor que eso —dijo Vee—. ¿Qué llevaba puesto exactamente? ¿Había un logotipo en su gorra? ¿Tenía vello facial?
—No recuerdo —balbuceó Madeline—. Un sombrero negro. O tal vez marrón. Creo que llevaba pantalones vaqueros.
—¿Crees?
—Vamos —le dije, tirando del brazo de Vee—. Ella no recuerda. —Llevé mis ojos a Madeline—. Gracias por tu ayuda.
—¿Ayuda? —dijo Vee—. Ella no fue útil. ¡Ella no puede ir aceptando sobres de chicos extraños y no recordar como lucen!
—Pensaba que era mi novio —le dije.
Madeline asintió con la cabeza vigorosamente. —¡Lo hice! ¡Lo siento mucho! ¡Pensé que era un regalo! ¿Había algo malo en el sobre? ¿Quieres que llame a la policía?
—Queremos recordar cómo se veía el psicópata —replicó Vee.
—¡Jeans negros! —soltó de repente Madeline—. Recuerdo que vestía jeans negros. Quiero decir, estoy casi segura de que los llevaba.
—¿Casi segura? —dijo Vee.
La arrastré fuera y hacia el paseo marítimo. Después de que ella hubiera tenido el tiempo suficiente para enfriarse, dijo:
—Nena, lo siento mucho sobre eso. Debí haber mirado en el sobre primero. La gente es estúpida. Y quien te dio ese sobre es el más estúpido de todos. Felizmente haría de estrella ninja con ellos, si
pudiera.
Sabía que ella estaba tratando de aligerar el ambiente, pero mis pensamientos estaban cinco pasos por delante. No estaba pensando más en la muerte de mi padre. Habíamos llegado a una brecha angosta entre tiendas, y tiré de ella fuera de la acera, resguardándonos entre los edificios.
—Escucha, necesito hablar contigo. Ayer me pareció ver a mi papá. Aquí, en el muelle.
Vee se me quedó mirando, pero no dijo nada.
—Era él, Vee. Era él.
—Nena… —comenzó ella con escepticismo.
—Creo que él todavía está vivo. —El funeral de mi padre había sido con el ataúd cerrado. Tal vez habría habido un error, un malentendido, y no fue mi padre quien había muerto esa noche. Tal vez él estaba sufriendo de amnesia, y es por eso que no había vuelto a casa. Tal vez otra cosa se lo impedía. O alguien...
—No sé cómo decir esto —dijo Vee, mirando hacia arriba, abajo, a todas partes, menos a mí—. Pero él no va a volver.
—Entonces, ¿cómo explicas lo que vi? —le dije a la defensiva, herida porque de entre todas las personas ella no me creía. Las lágrimas me picaban en los ojos, y rápidamente las espanté.
—Fue otra persona. Algún otro tipo que se parece a tu papá.
—Tú no estabas allí. ¡Yo lo vi! —No tenía la intención de decirlo tan bruscamente. Pero no me iba a resignar a los hechos. No después de todo por lo que había pasado. Hace dos meses me había arrojado de las vigas del gimnasio de la escuela. Sabía que había muerto. No podía negar lo que recordaba de esa noche.
Y sin embargo. Y sin embargo sigo viva.
Había una posibilidad de que mi padre estuviera vivo también. Ayer lo había visto. Lo había hecho. Tal vez estaba tratando de comunicarse conmigo, mandándome un mensaje. Él quería que yo supiera que estaba vivo. No quería que renunciara a él.
Vee negó con la cabeza. —No hagas esto.
—No voy a renunciar a él. No hasta que sepa la verdad. Tengo que averiguar lo que sucedió esa noche.
—No, no —dijo Vee con firmeza—. Deja al fantasma de tu padre descansar. Excavar esto no va a cambiar el pasado, no va a hacer que lo revivas.
¿Dejar descansar el fantasma de mi padre? ¿Y yo? ¿Cómo iba yo a descansar hasta saber la verdad? Vee no lo entendía. Ella no era a la que le habían arrancado su padre inexplicable y violentamente. Su familia no estaba hecha añicos. Ella todavía lo tenía todo.
Lo único que me quedaba a mí era la esperanza.
Pasé la tarde del domingo en el Bistro de Enzo en compañía de la tabla periódica de los elementos, lanzando toda mi concentración en la tarea, tratando de desplazar cualquier pensamiento de mi padre o sobre quién había tratado de decirme que la ―“Mano Negra” ” era el responsable de su muerte.
Tenía que ser una broma. El sobre, el anillo, la nota—esto había sido la idea de alguien de una
broma cruel.
Tal vez Scott, tal vez Marcie. Pero sinceramente, no creía que fuera ninguno de ellos. Scott había sonado sincero cuando nos había ofrecido sus condolencias a mí y a mi mamá. Y la crueldad de Marcie era casi siempre inmadura y espontánea.
Como estaba sentada frente a un ordenador y ya había entrado en el sistema, hice una búsqueda en Internet de la “Mano Negra”. Quería demostrarme a mi misma que no había validez en la nota. Probablemente alguien había encontrado el anillo en una tienda de segunda mano, y llegó al inteligente nombre de la “Mano Negra”, me siguió hasta el paseo marítimo, y le pidió a Madeline que me
entregara el sobre. Mirando hacia atrás, ni siquiera importaba que Madeline no pudiera recordar como lucía el chico, porque lo más probable, es que no fuera la persona detrás de la broma. Esa persona había tomado probablemente al azar a alguna persona en el paseo marítimo y le había pagado unos pocos dólares para entregar el sobre. Eso es lo que yo habría hecho. Si yo fuera un enfermo,
retorcido que salía a herir a otras personas.
Una página de enlaces de la “Mano Negra” apareció en el monitor. El primer enlace era para una sociedad secreta que había informado del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en 1914, catapultando al mundo hacia la Primera Guerra Mundial. El siguiente enlace era de una banda de rock.
La “Mano Negra” era también el nombre de un grupo de vampiros en un juego de rol. Por último, en el año 1900, una banda italiana apodada la “Mano Negra” tomó Nueva York por un escándalo. Ni un solo enlace mencionaba Maine. Ninguna imagen mostraba un anillo con un sello de puño.
¿Ves? Me dije. Una broma.
Al darme cuenta de que me había desviado el tema ya que no debía estar pensando en eso, fijé mis ojos de vuelta a la tarea extendida ante mí. Necesitaba llegar a controlar las fórmulas químicas y los cálculos de la masa atómica. Mi primer laboratorio de química había pasado, y con Marcie como mi pareja, me estaba preparando para lo peor, invirtiendo horas extras fuera de la escuela para arrastrar su peso muerto. Marqué unos números en mi calculadora, a continuación, cuidadosamente escribí mi respuesta en la página abierta de mi portátil, repitiendo la respuesta en voz alta en mi cabeza, para bloquear los pensamientos de la “Mano Negra”.
A las cinco, llamé a mi mamá, que estaba en New Hampshire.
—Comprobando —dije—. ¿Cómo va el trabajo?
—Lo mismo de siempre. ¿Tú?
—Estoy en Enzo tratando de estudiar, pero el batido de mango sigue llamándome.
—Ahora me está dando hambre.
—¿Suficiente hambre para volver a casa?
Ella me dio uno de esos ―está fuera de mi control‖ y suspiró. —Ojala pudiera. Vamos a hacer waffles y batidos para el desayuno del sábado.
A las seis, Vee llamó y me dijo de reunirme con ella en el spinning del gimnasio. A las siete y media, ella me dejó en la granja.
Acababa de ducharme y estaba de pie delante de la nevera, cazando los restos de fritos que mi mamá había almacenados allí ayer antes de salir, cuando se produjo un fuerte golpe en la puerta principal.
Miré por la mirilla. En el otro lado de la puerta, Scott Parnell hizo el signo de paz.
—¡Batalla de bandas! —dije en voz alta, golpeando la palma de mi mano en mi frente. Me había olvidado por completo de cancelarlo. Miré hacia abajo a mis pantalones de pijama y gemí.
Después de un intento fallido de esponjar mi pelo mojado, me volví hacia el perno y abrí la puerta.
Scott miró mi pijama. —Se te olvidó.
—¿Estás bromeando? He estado esperando esto todo el día, estoy simplemente corriendo un poco tarde. —Señalé por encima del hombro a la escalera—. Voy a vestirme. Por qué no... ¿Recalientas algunos fritos? Están en un envase azul de Tupperware en la nevera.
Subí las escaleras de dos en dos, cerré la puerta de mi dormitorio, y llamé a Vee.
—Necesito que vengas ahora —dije—. Estoy en camino a la batalla de bandas con Scott.
—¿El punto de esta llamada es que me dé envidia?
Pegué mi oreja a la puerta. Sonaba como si Scott estuviera abriendo y cerrando armarios en la cocina. Por todo lo que sabía, estaba cazando medicamentos recetados o cerveza. Él iba a estar decepcionado en ambos casos, a menos que tuviera esperanzas poco realistas de volar con una de mis pastillas de hierro.
—No estoy tratando de darte celos. No quiero ir sola.
—Dile que no puedes ir.
—Lo que pasa es... de alguna manera quiero ir. —No tenía ni idea de dónde había venido este repentino deseo. Lo único que sabía era que no quería pasar la noche sola. Había tenido en un día lleno de tareas, seguido del spinning, y lo último que quería era quedarme en casa esta noche y comprobar mi lista de tareas del fin de semana. Yo había estado bien todo el día. Hacía bien toda mi vida. Merecía tener un poco de diversión. Scott no era la mejor cita del mundo, pero no estaba en el
último lugar, tampoco—. ¿Vienes o no?
—Tengo que admitir, que suena mucho mejor que conjugar verbos españoles en mi cuarto toda la noche. Voy a llamar a Rixon y ver si quiere venir también.
Colgué e hice un rápido inventario de mi armario. Me decidí por una camisola de seda pálida, una minifalda, medias opacas, y bailarinas. Rocíe perfume en el aire y caminé a través de una suave, esencia frutal a uva.
En el fondo de mi mente, me pregunté por qué estaba gastando el tiempo en arreglarme para Scott. Él no iba a ninguna parte en la vida, no teníamos nada en común, y la mayoría de nuestras
breves conversaciones incluían tirarnos insultos el uno al otro. No sólo eso, sino que Patch me había dicho que me mantuviera alejada de él. Y ahí fue cuando me di cuenta. Las ocasiones fueron, me atrajo Scott por causa de alguna razón psicológica profunda y arraigada participación de desafío y venganza.
Y todo señala de vuelta a Patch.
Tal como lo veía, podía hacer una de estas dos cosas: sentarme en casa y dejar que Patch dictara mi vida, o deshacerme de mi imagen de dominical–estudiosa– buena chica, y tener un poco de diversión. Y, aunque no estaba dispuesta a admitirlo, esperaba que Patch se enterara que había ido a la batalla de bandas con Scott.
Esperaba que el pensamiento de mí con otro hombre lo volviera loco.
Decidida, di la vuelta a mi cabeza, secando mi pelo lo suficiente para dar definición a mis rizos, y entre rápidamente a la cocina.
—Listo —le dije a Scott.
Él me dio el segundo análisis de cuerpo completo de la noche, pero esta vez me sentí mucho más consciente de mí misma.
—Te ves bien, Grey —dijo.
—Al igual que tú. —Sonreí, siendo amistosa, pero me sentí nerviosa. Lo que era ridículo, ya que es de Scott del que estamos hablando. Éramos amigos. Ni siquiera amigos. Conocidos.
—La entrada cuesta diez dólares.
Me quedé allí un momento. —Oh. Cierto. Lo sabía. ¿Podemos pasar por un cajero automático en el camino? —
Tenía un valor de cincuenta dólares de dinero de cumpleaños asentados en mi cuenta corriente. Ya había asignado el dinero para el Cabriolet, pero no era como si retirar diez dólares fuera a matar la oferta. A la velocidad que estaba ahorrando, no sería capaz de comprar el Cabriolet antes de
mi cumpleaños vigésimo quinto de todos modos.
Scott lanzó una licencia de conducir del estado de Maine en el mostrador, con mi foto del anuario copiada en él.
—¿Lista Marlene?
¿Marlene?
—No estaba bromeando acerca de la identificación falsa. No piensas en echarte para atrás, ¿verdad? —Él sonrió como si supiera exactamente cuántos puntos en la presión arterial se me habían disparado con la idea de usar una identificación ilegal, y él habría apostado todo su dinero a que me echaría atrás en cinco segundos. Cuatro, tres, dos...
Cogí la identificación del mostrador.
—Lista.
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Uhhh cada vez mas buena!!! espero q a patch lo maten los celos!!! :twisted:
siguela!!!!!!!!
siguela!!!!!!!!
jb_fanvanu
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Espero qe Patch aparezca por "casualidad" en la batalla de bandas waahhhhhh ezta nove va cada vez meeejoor! ¡¡SIGUEELAA ELLA PORFAAVOOOR!!
Kat
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
AME EL CAP, ELLA!
HEY, SI NO MAL RECUERDO, EN TU FIRMA TIENES HURRICANE
DE 30 SECONDS TO MARS?
AMO ESA CANCION, ADEMAS VA COMO A LA NOVE !!!
HAS VISTO EL VIDEO?? SI QUIERES TE LO MUESTRO SIN CENSURA XD
XOXO
JAVI'S JONAS
PD: SUBE CAP PRONTOOO!
HEY, SI NO MAL RECUERDO, EN TU FIRMA TIENES HURRICANE
DE 30 SECONDS TO MARS?
AMO ESA CANCION, ADEMAS VA COMO A LA NOVE !!!
HAS VISTO EL VIDEO?? SI QUIERES TE LO MUESTRO SIN CENSURA XD
XOXO
JAVI'S JONAS
PD: SUBE CAP PRONTOOO!
JaviOfJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
AWWW DIOS MIOOO JAJAJAJ POR FIN VOY HACER ALGO LOCO JAJAJA
OJALA PATCH MUERA DE CELOS JAJAJJAJAJAJA
SIGUEE PORFISSSS
OJALA PATCH MUERA DE CELOS JAJAJJAJAJAJA
SIGUEE PORFISSSS
issadanger
Página 26 de 58. • 1 ... 14 ... 25, 26, 27 ... 42 ... 58
Temas similares
» Do not make me love you(Tom Riddle & Tu)Segunda Temporada de He just love a time
» If you love something,, let it go (Logan Henderson & tu) [Big Time Love 2º temporada]
» You never love your self as half much as i love you (niall y tu) 1ª TEMPORADA
» "I love You" (Niall Horan y Casey Whitmore) [Terminada]
» Let Me Love You (2° temporada Summer Love)
» If you love something,, let it go (Logan Henderson & tu) [Big Time Love 2º temporada]
» You never love your self as half much as i love you (niall y tu) 1ª TEMPORADA
» "I love You" (Niall Horan y Casey Whitmore) [Terminada]
» Let Me Love You (2° temporada Summer Love)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 26 de 58.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.