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~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
Todo se derrumba
Había tenido una semana maravillosa, los chicos no se separaban de mí y de mi hermana. Ella y Harry llevaban una gran relación, se notaba que se amaban mucho, qué decir de Danielle y Liam, así como de Zayn e Izzy. Niall se estaba llevando demasiado bien con mi hermano, así que los dos se iban de cazanovias por el barco. Se podría decir que éramos los amigos más felices del barco.
Yo no había hablado con Will desde la vez que hablamos sobre nuestras nuevas parejas, admito que lo extrañaba, pero no tanto.
Mi padre salía con la señora Casey casi todos los días y bueno, mi hermano digamos que se enamoró de Gemma, la hermana de Harry .
*Recuerdo*
Estábamos en la habitación de Liam, jugando como siempre y Harry se encontraba platicando con su hermana por chat.
- ¿La quieren conocer? –preguntó él. Chloe y yo nos acercamos a la camarita.
- Hola –nos saludó la chica de cabello oscuro y preciosos ojos.
- Hola –saludamos mi hermana y yo.
- Harry, me ha platicado de ustedes, dice que son muy agradables.
- No mientas, dinos que nos odia y se las verá con nosotras –le dije. Ella sonrió y cuando lo hizo nosotras inmediatamente sonreímos.
- En serio, dice que son geniales, también me platicó que Tomlinson está enamorado de una de ustedes –dijo. Yo al instante me reí y desvié la mirada- Ya sé de cual de las dos, tú eres Jodie, ¿cierto? –preguntó.
- Sí, yo soy la culpable de que Louis delire.
- Me da gusto que él esté enamorado, ya le hacía falta.
- A mí también –admití sonrojada.
- Entonces, tú eres Chloe, la novia de mi hermano –indicó la chica. Mi hermana sonrió.
- Así es…
- Qué bonita historia, conocer a alguien en un elevador y no poder quitarle los ojos de encima desde entonces…
- Admito que desde ese día, no pude ver hacia otro lado que no fueran esos ojos verdes…
- Sí, son hermosos –dijo la chica.
- Tom, me dijo que cantabas. Que tenías una voz asombrosa…
- Dile que no diga mentiras –dijo Gemma.
- ¿Nos cantarías algo? –pedí. Ella se sonrojó pero comenzó a cantar algo llamado I want, la verdad era que tenía una voz genial, y lo que más me encantaba era el sentimiento que le impregnaba.
- ¿Qué artista ven? Me gusta su voz –dijo James, acercándose para ver. Gemma al instante calló.
- Oh, lo siento. No sabía que era una conversación –se disculpó James.
- No importa –le dije yo- Ella es Gemma la hermana de Harry.
- Hola –saludó la chica con una gran sonrisa.
- Hola, yo soy James Flynn, hermano de estas muchachas.
- Es un placer –saludó sonrojada. Miré a mi hermana y ella también notaba que entre estos dos había una conexión importante.
- El placer es todo mío. Debo decirte que tienes una gran voz… me has cautivado con ella.
- He… -ella se sonrojó a más no poder y se rió un poco nerviosa- gracias –mordió sus labios y desvió la mirada. Mi hermana y yo nos separamos de allí disimuladamente y él se sentó frente a la computadora.
James se quedó platicando con ella por dos horas seguidas sin interrupción de nadie, estaba riendo de una forma misteriosa que yo nunca había visto, también se escuchaban las risas de Gemma. Harry miraba a mi hermano y sonreía.
- Al parecer se agradan –le dije a Styles.
- Eso creo, me alegra que mi hermana hable con alguien como tu hermano.
- También a mí –le dije abrazándolo.
- Aunque me ponga celoso –rió.
*Fin del recuerdo*
Hoy era domingo, se suponía que el sábado estaríamos ya en Londres. El tiempo se me había pasado en un parpadeo. Yo estaba muy contenta con Louis y mi hermana con Harry. Todos éramos una gran familia.
Hoy los chicos tendrían una gran concierto en el salón principal, nosotros estábamos en las primeras filas y ellos estaban probando el sonido.
- ¿Qué tal sonamos? –preguntó Louis. Me le acerqué y le di un beso en la mejilla.
- Maravillosamente, no puedo creer que me aprendiera casi todas sus canciones en una semana.
- Sabía que nos amarías.
- Debo decir que sí, pero más a ti.
- Eso me encanta –dijo y me dio un beso en los labios.
- Hola –dijo una chica alta de cabello castaño y de ojos chocolate, tenía una sonrisa tímida y parecía estar nerviosa.
- Hola –saludamos ambos.
- Perdón la interrupción…
- No te preocupes –le dije- ¿qué necesitas?
- Es que… yo soy fan de la banda y… quisiera una foto con… él –dijo apuntando a Louis, casi estaba al borde de las lágrimas- siempre lo he amado, pero mi novio no me dejaba acercarme a pedirle un autógrafo y ahorita me le escapé solo para verte –le dijo a Louis, él me miró un poco apenado.
- Adelante, ¿tienes una cámara? –le pregunté y ella sacó su digital del bolsillo. La tomé y ella se lanzó a los brazos de mi novio y comenzó a llorar.
- No llores –suplicó Louis con una sonrisa abrazándola y acariciando su cabello.
- Perdón, es que es la emoción –dijo ahora riendo la fan de mi hombre.
- ¿Cómo te llamas? –preguntó Louis.
- Soy Angie Gomez o Carter, tengo dos, soy de México –dijo ella sonriente.
(Conversación en español)
- Entonces, hablas español –le dije en español. Ella me miró sorprendida y sonrió.
- ¿Tú también? –preguntó, me encantaba su acento.
- Sí, estudié el idioma pero admito que aún me faltan muchas palabras por conocer.
- Es normal –dijo ella más calmada, Louis nos miraba confundido- el Español es uno de los idiomas más difíciles que hay, utilizamos muchas palabras para todo… hasta para las que no recordamos los nombre.
- Muy cierto –dije sonriendo- ¿Así que amas a Louis? –ella se rió nerviosa.
- Sí, lo siento si te hizo sentir incómoda –se disculpó. Yo le sonreí.
- No te preocupes, creo que me tengo que acostumbrar.
- ¿Supongo que son novios? –dijo ella confundida.
- Sí, es mi novio.
- Lo que daría por salir con alguien como él –dijo mirándolo. Louis solo sonreía pero no decía nada- Por cierto, hace poco vi a Kelly Williams rondando por aquí, ¿no hubo problemas contigo?
- Supongo que por ser una figura pública se sabe de las relaciones que tienen –dije más para mí que para ella-, pues lo único que puedo decir es que… ahora Louis está en buenas manos y yo me encargaré de no lastimarlo y de quererlo y amarlo como se debe… -la chica sonrió y los ojos se iluminaron.
- Eso espero, no quisiera odiar a una chica que ahora se me hace muy agradable.
- Gracias –dije sonriente.
- ¿Me puedo tomar una foto contigo? –preguntó.
- Claro –dije y me acerqué a ella, le di la cámara a Louis y él nos tomó una a ambas.
- Gracias, de verdad espero que sean muy felices juntos.
- Gracias –le dije yo- y una cosa más Angie, no dejes que un chico te corte las ilusiones, él no manda sobre ti, tú puedes amar esta banda y amar a Louis tanto como yo.
- Eres genial –me dijo y me abrazó.
- Gracias –dije y ella le dio un último abrazo a Louis y se fue. Hizo una parada más con mi hermana y con Harry, se tomó unas cuantas fotos más con el resto de la banda y luego se sentó entre las filas del salón.
(De vuelta al inglés)
- ¿Qué tanto hablaban? –preguntó Louis confundido.
- Algo sobre… sus sentimientos por ti –él se sonrojó- los míos por ti –lo abracé- y me dijo que me odiará si te lastimo.
- Yo también me enojaría contigo, pero confío mucho en ti.
- Hazlo –le dije y lo besé- no te lastimaré, tal vez te haga hacer corajes de vez en cuando pero eso ya es muy normal de mí.
- Mientras esos pucheros, no me hagan enojar de verdad estaré bien.
- Perfecto, yo también confío mucho en ti.
- Bueno, ya me tengo que ir. Está por comenzar el concierto.
- De acuerdo, suerte y… canta con todo amor, te amo –dije y le di un pico.
- Gracias –dijo y se fue tras el escenario.
Mi familia y las chicas estaban sentadas justo frente a ellos, me acerqué y después de saludarlos, esperé a que comenzara el espectáculo.
A mi lado llegó la fan de la banda; Angie, me saludó y comenzó a corear conmigo canciones como I Want, Up All Night, Everything about you, What Makes you Beatiful One Thing, Torn… La verdad ella se las sabía mejor que yo, pero a mí me encantaba corear las que me sabía. El público estaba eufórico y mis amigas y mi familia también. Incluso mi padre estaba cantando junto con la señora Carter.
- ¿Conoces a la señora Casey Carter? –preguntó Angie.
- Sí –le dije un poco fuerte, pues la música casi no me dejaba escucharla.
- Es mi mamá –dijo, me sorprendió mucho, pues yo no sabía que tenía una hija- soy Angie Carter.
- Yo soy hija de Connor –le dije- el novio de tu mamá es mi padre.
- ¿En serio eres su hija? –preguntó ilusionada.
- Sí –dije sonriendo. Estuvimos cantando las canciones siguientes hasta que sentí que mi celular vibraba, hacía mucho que ni siquiera lo miraba para ver la hora.
“Esta noche sabrás lo que se siente sufrir por alguien más. Ten cuidado Jodie, yo no lo tendré” –recibí de un número desconocido.
Decidí no responderle pero admito que me había preocupado. Los chicos estaban cantando More Than This en acustico y tanto Angie cómo yo derramamos algunas lágrimas. Louis me miraba un tanto preocupado, pero yo le sonreía para que él se relajara.
Al final del concierto, Izzy subió y nos deleitó con algunas melodías. La verdad es que era genial con ese violín. Después que terminó el público se lastimaba las manos de tanto aplaudir, todos estábamos haciendo una gran ovación a ella pues había sido una gran participación. Cuando bajó del escenario Zayn la abrazó y le dio un gran beso. Luego nosotros la felicitamos.
El salón se comenzó a vaciar y después de unos cuantos autógrafos, los chicos estaban con nosotros.
- Eh chicos –les dije-, creo que ya la habían visto. Ella es Angie Carter, además de ser una gran fan de ustedes, es la hija de la señora Casey Carter, la novia de mi papá.
- ¿Tiene una hija? –preguntaron Chloe y James al mismo tiempo.
- ¿Qué no se los dijo? Comienzo a descubrir que mi madre me niega –dijo negando con la cabeza pero en tono de broma, todos reímos.
- Es un placer Angie –saludó Liam- creo que no necesitamos presentarnos, pues ya nos conoces.
- Cierto –dijo ella.
Estuvimos platicando de ella y de nosotros para conocernos, la verdad es que ella era una chica muy agradable y Niall no le quitaba la vista de encima, creo que lo que más le gustaba era la forma en que ella hablaba el español.
Luego de eso cada quien se fue con su cada cual y Niall se ofreció a acompañar a Angie a su habitación. Louis y los chicos venían jugando frente a nosotras.
- Fue una gran noche –dije.
- Es cierto –dijo Izzy.
- Yo tengo que decirlo –dijo mi hermana- Tocas el violín genial, espectacular, asombroso, fue… hermoso lo que hiciste en el escenario.
- Vaya –dijo sorprendida- gracias.
- De nada –dijo Chloe abrazándola- este ha sido el mejor viaje de mi vida, hasta ahora.
- La verdad sí –dijo Danielle- con sus detallitos, pero ha sido un viaje genial. Conocimos gente, se enamoraron los solterones, cantaron, interpretaron. Definitivamente esto ha sido genial.
Fuimos al camarote de Liam y Danielle para beber algo en lo que conciliábamos el sueño. Cuando nos dimos cuenta de que el cansancio era demasiado, Zayn e Izzy ya se habían ido, Chloe y Harry estaban por irse, Niall no había regresado de con Angie y Louis y yo también estábamos por irnos.
-Ve al camarote –le dije a Louis- iré por algo de ropa al mío.
- ¿No quieres que te acompañe? –preguntó.
- No, estaré bien, solo iré por mi guitarra y mi ropa, en un ratito voy.
- De acuerdo –dijo y me dio un beso en los labios.
En nuestro pasillo vi cómo él se retiraba a paso lento, luego antes de meter la llave a la cerradura de mi camarote, sentí como me daban un golpe en la cabeza y todo en el pasillo se comenzaba a oscurecer.
Había tenido una semana maravillosa, los chicos no se separaban de mí y de mi hermana. Ella y Harry llevaban una gran relación, se notaba que se amaban mucho, qué decir de Danielle y Liam, así como de Zayn e Izzy. Niall se estaba llevando demasiado bien con mi hermano, así que los dos se iban de cazanovias por el barco. Se podría decir que éramos los amigos más felices del barco.
Yo no había hablado con Will desde la vez que hablamos sobre nuestras nuevas parejas, admito que lo extrañaba, pero no tanto.
Mi padre salía con la señora Casey casi todos los días y bueno, mi hermano digamos que se enamoró de Gemma, la hermana de Harry .
*Recuerdo*
Estábamos en la habitación de Liam, jugando como siempre y Harry se encontraba platicando con su hermana por chat.
- ¿La quieren conocer? –preguntó él. Chloe y yo nos acercamos a la camarita.
- Hola –nos saludó la chica de cabello oscuro y preciosos ojos.
- Hola –saludamos mi hermana y yo.
- Harry, me ha platicado de ustedes, dice que son muy agradables.
- No mientas, dinos que nos odia y se las verá con nosotras –le dije. Ella sonrió y cuando lo hizo nosotras inmediatamente sonreímos.
- En serio, dice que son geniales, también me platicó que Tomlinson está enamorado de una de ustedes –dijo. Yo al instante me reí y desvié la mirada- Ya sé de cual de las dos, tú eres Jodie, ¿cierto? –preguntó.
- Sí, yo soy la culpable de que Louis delire.
- Me da gusto que él esté enamorado, ya le hacía falta.
- A mí también –admití sonrojada.
- Entonces, tú eres Chloe, la novia de mi hermano –indicó la chica. Mi hermana sonrió.
- Así es…
- Qué bonita historia, conocer a alguien en un elevador y no poder quitarle los ojos de encima desde entonces…
- Admito que desde ese día, no pude ver hacia otro lado que no fueran esos ojos verdes…
- Sí, son hermosos –dijo la chica.
- Tom, me dijo que cantabas. Que tenías una voz asombrosa…
- Dile que no diga mentiras –dijo Gemma.
- ¿Nos cantarías algo? –pedí. Ella se sonrojó pero comenzó a cantar algo llamado I want, la verdad era que tenía una voz genial, y lo que más me encantaba era el sentimiento que le impregnaba.
- ¿Qué artista ven? Me gusta su voz –dijo James, acercándose para ver. Gemma al instante calló.
- Oh, lo siento. No sabía que era una conversación –se disculpó James.
- No importa –le dije yo- Ella es Gemma la hermana de Harry.
- Hola –saludó la chica con una gran sonrisa.
- Hola, yo soy James Flynn, hermano de estas muchachas.
- Es un placer –saludó sonrojada. Miré a mi hermana y ella también notaba que entre estos dos había una conexión importante.
- El placer es todo mío. Debo decirte que tienes una gran voz… me has cautivado con ella.
- He… -ella se sonrojó a más no poder y se rió un poco nerviosa- gracias –mordió sus labios y desvió la mirada. Mi hermana y yo nos separamos de allí disimuladamente y él se sentó frente a la computadora.
James se quedó platicando con ella por dos horas seguidas sin interrupción de nadie, estaba riendo de una forma misteriosa que yo nunca había visto, también se escuchaban las risas de Gemma. Harry miraba a mi hermano y sonreía.
- Al parecer se agradan –le dije a Styles.
- Eso creo, me alegra que mi hermana hable con alguien como tu hermano.
- También a mí –le dije abrazándolo.
- Aunque me ponga celoso –rió.
*Fin del recuerdo*
Hoy era domingo, se suponía que el sábado estaríamos ya en Londres. El tiempo se me había pasado en un parpadeo. Yo estaba muy contenta con Louis y mi hermana con Harry. Todos éramos una gran familia.
Hoy los chicos tendrían una gran concierto en el salón principal, nosotros estábamos en las primeras filas y ellos estaban probando el sonido.
- ¿Qué tal sonamos? –preguntó Louis. Me le acerqué y le di un beso en la mejilla.
- Maravillosamente, no puedo creer que me aprendiera casi todas sus canciones en una semana.
- Sabía que nos amarías.
- Debo decir que sí, pero más a ti.
- Eso me encanta –dijo y me dio un beso en los labios.
- Hola –dijo una chica alta de cabello castaño y de ojos chocolate, tenía una sonrisa tímida y parecía estar nerviosa.
- Hola –saludamos ambos.
- Perdón la interrupción…
- No te preocupes –le dije- ¿qué necesitas?
- Es que… yo soy fan de la banda y… quisiera una foto con… él –dijo apuntando a Louis, casi estaba al borde de las lágrimas- siempre lo he amado, pero mi novio no me dejaba acercarme a pedirle un autógrafo y ahorita me le escapé solo para verte –le dijo a Louis, él me miró un poco apenado.
- Adelante, ¿tienes una cámara? –le pregunté y ella sacó su digital del bolsillo. La tomé y ella se lanzó a los brazos de mi novio y comenzó a llorar.
- No llores –suplicó Louis con una sonrisa abrazándola y acariciando su cabello.
- Perdón, es que es la emoción –dijo ahora riendo la fan de mi hombre.
- ¿Cómo te llamas? –preguntó Louis.
- Soy Angie Gomez o Carter, tengo dos, soy de México –dijo ella sonriente.
(Conversación en español)
- Entonces, hablas español –le dije en español. Ella me miró sorprendida y sonrió.
- ¿Tú también? –preguntó, me encantaba su acento.
- Sí, estudié el idioma pero admito que aún me faltan muchas palabras por conocer.
- Es normal –dijo ella más calmada, Louis nos miraba confundido- el Español es uno de los idiomas más difíciles que hay, utilizamos muchas palabras para todo… hasta para las que no recordamos los nombre.
- Muy cierto –dije sonriendo- ¿Así que amas a Louis? –ella se rió nerviosa.
- Sí, lo siento si te hizo sentir incómoda –se disculpó. Yo le sonreí.
- No te preocupes, creo que me tengo que acostumbrar.
- ¿Supongo que son novios? –dijo ella confundida.
- Sí, es mi novio.
- Lo que daría por salir con alguien como él –dijo mirándolo. Louis solo sonreía pero no decía nada- Por cierto, hace poco vi a Kelly Williams rondando por aquí, ¿no hubo problemas contigo?
- Supongo que por ser una figura pública se sabe de las relaciones que tienen –dije más para mí que para ella-, pues lo único que puedo decir es que… ahora Louis está en buenas manos y yo me encargaré de no lastimarlo y de quererlo y amarlo como se debe… -la chica sonrió y los ojos se iluminaron.
- Eso espero, no quisiera odiar a una chica que ahora se me hace muy agradable.
- Gracias –dije sonriente.
- ¿Me puedo tomar una foto contigo? –preguntó.
- Claro –dije y me acerqué a ella, le di la cámara a Louis y él nos tomó una a ambas.
- Gracias, de verdad espero que sean muy felices juntos.
- Gracias –le dije yo- y una cosa más Angie, no dejes que un chico te corte las ilusiones, él no manda sobre ti, tú puedes amar esta banda y amar a Louis tanto como yo.
- Eres genial –me dijo y me abrazó.
- Gracias –dije y ella le dio un último abrazo a Louis y se fue. Hizo una parada más con mi hermana y con Harry, se tomó unas cuantas fotos más con el resto de la banda y luego se sentó entre las filas del salón.
(De vuelta al inglés)
- ¿Qué tanto hablaban? –preguntó Louis confundido.
- Algo sobre… sus sentimientos por ti –él se sonrojó- los míos por ti –lo abracé- y me dijo que me odiará si te lastimo.
- Yo también me enojaría contigo, pero confío mucho en ti.
- Hazlo –le dije y lo besé- no te lastimaré, tal vez te haga hacer corajes de vez en cuando pero eso ya es muy normal de mí.
- Mientras esos pucheros, no me hagan enojar de verdad estaré bien.
- Perfecto, yo también confío mucho en ti.
- Bueno, ya me tengo que ir. Está por comenzar el concierto.
- De acuerdo, suerte y… canta con todo amor, te amo –dije y le di un pico.
- Gracias –dijo y se fue tras el escenario.
Mi familia y las chicas estaban sentadas justo frente a ellos, me acerqué y después de saludarlos, esperé a que comenzara el espectáculo.
A mi lado llegó la fan de la banda; Angie, me saludó y comenzó a corear conmigo canciones como I Want, Up All Night, Everything about you, What Makes you Beatiful One Thing, Torn… La verdad ella se las sabía mejor que yo, pero a mí me encantaba corear las que me sabía. El público estaba eufórico y mis amigas y mi familia también. Incluso mi padre estaba cantando junto con la señora Carter.
- ¿Conoces a la señora Casey Carter? –preguntó Angie.
- Sí –le dije un poco fuerte, pues la música casi no me dejaba escucharla.
- Es mi mamá –dijo, me sorprendió mucho, pues yo no sabía que tenía una hija- soy Angie Carter.
- Yo soy hija de Connor –le dije- el novio de tu mamá es mi padre.
- ¿En serio eres su hija? –preguntó ilusionada.
- Sí –dije sonriendo. Estuvimos cantando las canciones siguientes hasta que sentí que mi celular vibraba, hacía mucho que ni siquiera lo miraba para ver la hora.
“Esta noche sabrás lo que se siente sufrir por alguien más. Ten cuidado Jodie, yo no lo tendré” –recibí de un número desconocido.
Decidí no responderle pero admito que me había preocupado. Los chicos estaban cantando More Than This en acustico y tanto Angie cómo yo derramamos algunas lágrimas. Louis me miraba un tanto preocupado, pero yo le sonreía para que él se relajara.
Al final del concierto, Izzy subió y nos deleitó con algunas melodías. La verdad es que era genial con ese violín. Después que terminó el público se lastimaba las manos de tanto aplaudir, todos estábamos haciendo una gran ovación a ella pues había sido una gran participación. Cuando bajó del escenario Zayn la abrazó y le dio un gran beso. Luego nosotros la felicitamos.
El salón se comenzó a vaciar y después de unos cuantos autógrafos, los chicos estaban con nosotros.
- Eh chicos –les dije-, creo que ya la habían visto. Ella es Angie Carter, además de ser una gran fan de ustedes, es la hija de la señora Casey Carter, la novia de mi papá.
- ¿Tiene una hija? –preguntaron Chloe y James al mismo tiempo.
- ¿Qué no se los dijo? Comienzo a descubrir que mi madre me niega –dijo negando con la cabeza pero en tono de broma, todos reímos.
- Es un placer Angie –saludó Liam- creo que no necesitamos presentarnos, pues ya nos conoces.
- Cierto –dijo ella.
Estuvimos platicando de ella y de nosotros para conocernos, la verdad es que ella era una chica muy agradable y Niall no le quitaba la vista de encima, creo que lo que más le gustaba era la forma en que ella hablaba el español.
Luego de eso cada quien se fue con su cada cual y Niall se ofreció a acompañar a Angie a su habitación. Louis y los chicos venían jugando frente a nosotras.
- Fue una gran noche –dije.
- Es cierto –dijo Izzy.
- Yo tengo que decirlo –dijo mi hermana- Tocas el violín genial, espectacular, asombroso, fue… hermoso lo que hiciste en el escenario.
- Vaya –dijo sorprendida- gracias.
- De nada –dijo Chloe abrazándola- este ha sido el mejor viaje de mi vida, hasta ahora.
- La verdad sí –dijo Danielle- con sus detallitos, pero ha sido un viaje genial. Conocimos gente, se enamoraron los solterones, cantaron, interpretaron. Definitivamente esto ha sido genial.
Fuimos al camarote de Liam y Danielle para beber algo en lo que conciliábamos el sueño. Cuando nos dimos cuenta de que el cansancio era demasiado, Zayn e Izzy ya se habían ido, Chloe y Harry estaban por irse, Niall no había regresado de con Angie y Louis y yo también estábamos por irnos.
-Ve al camarote –le dije a Louis- iré por algo de ropa al mío.
- ¿No quieres que te acompañe? –preguntó.
- No, estaré bien, solo iré por mi guitarra y mi ropa, en un ratito voy.
- De acuerdo –dijo y me dio un beso en los labios.
En nuestro pasillo vi cómo él se retiraba a paso lento, luego antes de meter la llave a la cerradura de mi camarote, sentí como me daban un golpe en la cabeza y todo en el pasillo se comenzaba a oscurecer.
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
- Te dije que de alguna forma u otra, no saldrías ilesa de esto –alcancé a escuchar, traté de parpadear para aclarar mi vista nublada pero no podía. Mi cabeza dolió y traté de parar el dolor con mis manos, pero no podía. Estaba atada. Cerré los ojos fuertemente y cuando los abrí, pude notar en dónde estaba.
- ¿Qué? –dije asustada. En un rápido movimiento, inspeccioné la habitación en la que estaba, era un camarote pequeño y sin luz, yo estaba atada de manos y pies sobre la cama con todo mi cuerpo desnudo - ¿Dónde? –pregunté aún asustada.
- Sh… tú no te vas a ir de aquí hasta que seas mía –dijo alguien frente a mí, mi cabeza dolía tanto que no podía distinguir la voz.
- ¡Auxilio! –comencé a gritar desesperadamente, mi cuerpo se movía en espasmos incontrolables, las lágrimas corrían como riachuelos por mis mejillas.
- No te escucharán –dijo y una música extraña azotó la habitación, estaba demasiado alto, casi juraría que no escuchaba ni mis propios sentimientos, reconocí la canción era Bittersweet de apocalyptica.
- ¡Auxilio! –grité aún más fuerte. Gritaba llorando y asustada a más no poder, la cuerda que me amordazaba la boca casi no me dejaba respirar.
- No escaparás –se escuchó cerca de mi oído. Me moví lejos de donde provenía la voz y traté con desesperación desatarme. La voz de Amy de Evanescence apoderaba ahora la habitación.
Estaba agitada y asustada, cansada de tanto luchar contra esas cuerdas. Sentí que alguien acariciaba con un solo dedo mi tobillo, hasta llegar a mis muslos desnudos.
- ¡No! –gritaba y me movía con desesperación. Ese delicado dedo se tornó en una mano fría y firme tocando todo a su paso, lastimando cada una de mis terminaciones nerviosas. Alguien jalaba mi cabello, mientras otra persona se encargaba de tocar todo mi cuerpo desnudo. Me sentía tan indefensa y tonta allí, sin poder desatarme y sin poder sentir otra cosa que no fueran esas manos frías acariciando mi cuerpo desnudo, en partes indebidas.
- ¡Déjame ya, no me toques! –gritaba desesperada. Sentí cómo ponían una mano en mi frente, giraban mi cara hacia el lado derecho, besaron mi cuello y luego se acercaron a mi boca mordiendo mi labio inferior.
- ¡No, asqueroso pedazo de idiota! –gritaba yo moviendo mis cara a todos los lados posibles. Seguían presionando mi cara hacia un lado, casi sentía cómo mordían mi oreja y estiraban mi cabello.
Luego de estar luchando contra eso, la música se apagó y todo se quedó en silencio.
- Haré esto cada noche por el resto del viaje –me dijo la voz misteriosa y distorsionada -. Me llego a enterar que le dijiste a alguien y morirás.
- ¡Prefiero morir que dejar que me hagas esto! –le grité.
- ¡No me importa si mueres tú o no, pero te importará si matamos a tu novio o alguno de tus amigos! –me gritó la voz de una mujer.
Yo me quedé callada, estaba agotada, me dolía todo mi cuerpo y sentía que mis partes femeninas estaban desgarradas por la forma en que me tocaron. Tan sucia y descaradamente.
- ¡Déjenme ya! –supliqué, las lágrimas corrían más rápidamente y mi corazón palpitaba de una forma acelerada. Sentía que mi piel no daba para más, ardía como si me estuvieran prendiendo fuego.
- ¡Recuérdalo, cada noche por el resto del viaje! –gritó de nuevo esa voz.
Sentí que me quedaba dormida otra vez y no pude más, me rendía y cerré los ojos.
Al despertar traía la ropa del día anterior, la luz se asomaba por la ventanilla. Mis manos estaban rojas y mis muñecas estaban amoratadas. Me levanté y al sentarme sobre la cama sentí cómo mi cuerpo temblaba y mis piernas dolían. Me puse mis zapatos y a paso lento y tembloroso salí de la habitación.
Caminando me di cuenta de que estaba en el primer piso, subí al elevador y me encontré con el chico.
- Buenos días, ¿estás bien Jodie? –me preguntó el chico amablemente, yo ni siquiera lo miré.
Al llegar a mi piso, metí la llave de mi camarote en la cerradura y abrí la puerta. Adentro estaba Louis, Harry y mi hermana.
- ¿Dónde estuviste? –preguntó mi novio preocupado- Te estuvimos buscando toda la noche.
No lo miré y no saludé a nadie, me sentía lo suficientemente débil y sucia como para mantener esta conversación. Caminé a la habitación y ellos me siguieron, me quité los zapatos, tomé una toalla y entré al baño, emparejé la puerta y abrí la regadera. Yo aún tenía la ropa puesta cuando el agua me empapaba. Las lágrimas salían con la misma fluidez que las gotas del agua al recorrer mi cuerpo.
- Amor, ¿estás bien? –preguntó Louis desde la puerta. No respondí, ¿qué le iba a decir? ¿La verdad? Claro que no. Tal vez me creería y… qué con eso, no podría borrar lo que hicieron y tampoco curaría las heridas que me causaron. Tampoco encontraría a quienes me hicieron esto, ni siquiera los vi.
- Amor… ¿Qué pasó? –giré mi cabeza para verlo y él estaba viéndome, ahora estaba más cerca de la regadera.
Me senté en el piso de la regadera y recargué mi cabeza en donde el agua aún me pudiera mojar.
- Jodie, ¿qué tienes? –preguntó ahora cerca de mí. Él cerró la llave y yo agaché la cabeza. Las lágrimas seguían sobre mis mejillas y mi cabello empapado no me permitía verlo. Él tocó mi mano y yo la aparté de él.
Me sentía tan poco digna de su tacto, me sentía sucia. Él no se merecía a alguien sucia y usada, él se merecía a alguien limpio, sin ninguna mancha en su cuerpo. No alguien como yo. Se acercó a mí y trató de abrazarme, yo me hice pequeña me estremecí ante su tacto. Él se alejó de mí y se me quedó mirando, yo observaba mi reflejo en el suelo del baño, tenía un aspecto terrible. El maquillaje corrido y la cara pálida, mis labios los tenía adoloridos, así como cada parte de mi cuerpo lo estaba.
- ¿Qué pasó, por qué no quieres hablar? –preguntó él a mi lado, pero sin tocarme. No respondí.
- Jodie… amor, me preocupas –dijo un tanto alarmado. Puso su mano mi hombro.
- No… -susurré- no me toques –pedí, a lo cual él inmediatamente alejó su mano de mí y entrecerró los ojos.
- ¿Por qué? –preguntó en un susurro también.
- Ya no más –susurré de nuevo.
Él se puso de pie y se sentó en la tina que estaba frente a mí, solo observándome. Yo me quedé allí empapada, sintiendo como el mundo se me venía abajo. No soportaba sentirme tan poco mujer, tan vacía y tan utilizada. Todo me dolía, pero no se comparaba con el dolor que sentía en mi corazón, me habían violado. Mi autoestima estaba por los suelos, ¿quién se interesaría en alguien cómo yo?
Cerré los ojos y dejé que mi mente se apagara, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie, admito que prefería estar muerta que estar así.
- No lo sé –se escuchó la voz de mi novio a lo lejos- no me habla, no quiere que la toque.
- ¿Pero por qué? –dijo Chloe.
- No lo sé, ni siquiera me mira a los ojos –dijo preocupado- Iré a dar una vuelta, quisiera darle un poco de espacio hasta que ella esté lista para hablar conmigo.
- Está bien –dijo ella- trataré de hablar con ella.
- Por favor –pidió Louis- cualquier cosa, me dices.
- De acuerdo –dijo ella.
Unos minutos después, con los ojos entreabiertos noté cómo se acercaba mi hermana con una toalla a mí. Mis espesas pestañas no me permitían ver su expresión, y yo la verdad no la miraría a los ojos. Chloe me cubrió con ella y me levantó del suelo, caminé a paso lento pues me dolía al caminar. Temblaba y no precisamente de frío.
Caminé hacia mi cama y me tiré sobre ella. Mi hermana buscó algo de ropa para mí. La puso sobre la cama y luego salió de la habitación para que yo me cambiara. Obedecí, pero me puse los pantalones menos rotos que encontré y una playera y luego una sudadera sobre ella, para ocultar los moretones de las muñecas. Tomé mi celular y lo metí en la bolsa de la sudadera. Me puse unos lentes oscuros y salí de la habitación.
- ¿Jodie? –dijo mi hermana desde el silloncito cuando vio que me acercaba a la puerta- ¿Quieres hablar? –preguntó.
- No –susurré y abrí la puerta. Cerré la puerta tras de mí y caminé a paso lento por el pasillo. Me encontré con Liam, Niall y con Zayn.
- ¡Jodie! –dijo Niall cerca de mí, me abrazó a lo cual yo me estremecí- ¿Estás bien? –preguntó cuando notó que yo estaba llorando.
- ¿Qué pasa? –preguntó Liam preocupado.
- Déjame, solo… no me toques –pedí y Niall se alejó de mí por lo menos tres pasos. Caminé lejos de ellos y no me dijeron nada. Solo me dejaron ir. Me puse la gorrita de la sudadera (polera), entré al elevador y salí hacia el bar más cercano.
(Narra Louis)
Estuve esperando a Jodie unas horas después de la presentación en el camarote, pero no aparecía. Fui al de ella y me dijeron que no la habían visto que se suponía que estaría conmigo. Le dije que yo la había escoltado hasta la entrada del camarote pero que allí me había separado de ella.
Salimos a buscarla, pero era imposible buscar en todo el barco, había áreas en las que nosotros no podíamos entrar. No le dijimos nada al padre de ella para que no se preocupara, pero ya eran las diez de la mañana y ella no aparecía.
Estaba en su camarote cuando escuché que abrían la puerta. Jodie entró, traía la misma ropa de anoche, su cabello estaba enmarañado, estaba pálida y su maquillaje estaba corrido. Caminaba lentamente, de hecho parecía que le dolía al caminar.
- ¿Dónde estuviste? –pregunté- Te estuvimos buscando toda la noche.
Ella no respondió y caminó un poco más rápido a la habitación. Todos la seguimos pero no dijimos nada, ella se quitó los zapatos y tomó una toalla. Entró al baño y abrió la regadera, me quedé afuera esperando respuesta o algo de ella pero no había nada.
- Amor, ¿estás bien? –volví a preguntar, ahora estaba dentro del baño pero aún lejos de ella. Jodie miraba el suelo y parecía llorar, aunque las gotas de la regadera no me dejaban distinguir muy bien. Caminé un poco más, para acercarme a ella.
- Amor, ¿qué pasó? –pregunté preocupado, ella no miraba hacia algo en especial, tampoco abría la boca. Ella se sentó en el suelo de la regadera y recargó su cabeza en una de las paredes, cerré el agua y ella aún estaba llorando.
- Jodie, ¿qué tienes? –pregunté aún más cerca de ella. Traté de tomar su mano y cuando la toqué, ella la alejó de mí. Me acerqué para abrazarla, necesitaba abrazarla, algo no andaba bien. Cuando lo hice ella se hizo pequeña y comenzó a sollozar, me alejé de ella y se calmó.
- ¿Qué pasó, por qué no quieres hablar? –pregunté y dejé mi mano en su hombro.
- No… -susurró a penas y la escuché- no me toques –pidió. Eso me sorprendió mucho, pero la obedecí.
- ¿Por qué? –pregunté alarmado, estaba bastante preocupado, ¿qué tenía?
- Ya no más –suplicó llorosa.
Me puse de pie y me senté en la tina, me quedé unos minutos observándola. Ella parecía estar muerta en vida, solo miraba el suelo y no decía nada. ¿Qué le había pasado a mi mujer?, ¿qué fue lo que la rompió?, ¿Qué la hacía aborrecer mi tacto?, ¿Por qué no me contaba lo que tenía?, ¿No me tenía confianza?, ¿Necesitaba tiempo? Ella cerró sus ojos y parecía estar dormida, sabía que no me permitiría levantarla de allí así que salí del baño silenciosamente.
- ¿Qué tiene? –me preguntó Chloe una vez afuera del baño.
- No lo sé, ni siquiera me mira a los ojos –dije bastante preocupado, lo pensé bien y le dije- Iré a dar una vuelta, quisiera darle un poco de espacio hasta que ella esté lista para hablar conmigo –aunque la verdad estaría preocupado por ella todo el día.
- Está bien –dijo Chloe- trataré de hablar con ella.
- Por favor –pedí- cualquier cosa me dices.
- De acuerdo –dijo y salí de la habitación.
Harry se fue conmigo, íbamos caminando en silencio hacia nuestro camarote. Por una extraña razón Harry estaba tan serio como yo. Metí la llave a la cerradura y me serví un trago, también le serví uno a él. Nos sentamos en el sillón y comenzamos a tomarlo en silencio.
- ¿Le habrá pasado algo? –preguntó Harry.
- Creo que sí –susurré- lo que no comprendo es por qué no quiere decir qué.
- Tal vez tiene miedo –dijo Harry.
- ¿De qué? –pregunté aún más preocupado. Styles me miraba con cierta tristeza, su frente se arrugaba un poco y fruncía la boca, confundido.
- No lo sé –susurró también.
- Cuando la vi en el baño, sentí cómo el corazón se me apachurraba. No podía verla tan indefensa y lastimada allí. Hubieras visto la expresión de su cara cuando traté de abrazarla.
- ¿Cuál era? –preguntó.
- Comenzó a llorar y se alejó de mí, cómo si estuviera asustada de que yo le hiciera algo.
Nos quedamos un rato más en silencio y luego se escuchó que tocaban en la puerta de nuestro camarote, rápido me levanté a abrir, con la esperanza de que fuera Jodie quien tocaba. Pero no, eran tan solo Niall, Liam y Zayn. Traían también la cara de preocupación.
- Oye… -dijo Liam antes de decir hola- ¿qué le pasa a Jodie? –preguntó.
- ¿Por qué? –pregunté, ya una vez que estábamos sentados los cinco en la salita.
- Ahorita que veníamos caminando, nos encontramos con ella y sabes que cuando la veo siempre la abrazo, -dijo Niall, yo asentí- la abracé y comenzó a llorar. Luego me pidió que no la tocara y me alejé un poco de ella. Jodie sin decir nada solo se fue, ni siquiera nos sonrió ni nada.
- Yo tampoco sé qué le pasa –le informé- anoche no durmió aquí, la estuvimos buscando, ¿verdad Harry?
- Cierto, tampoco durmió con nosotros. Estuvimos buscándola y James tampoco la vio.
- ¿Qué le estará pasando? –se preguntó Harry a si mismo.
- No lo sé, pero estoy preocupado. No quiere hablar conmigo, no me deja tocarla ni siquiera me mira a la cara.
- Pues veremos qué pasa, no te preocupes –dijo Liam con una mano sobre mi hombro- verás que todo saldrá bien. Trataremos de ver que está pasando.
- Gracias Liam, de verdad quiero saber qué la tiene así. Me rompe el corazón verla tan frágil –dije preocupado.
- A todos se nos rompe el corazón –dijo Niall.
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
Muerta
(Narra Jodie)
Después de mi efusivo encuentro con Niall, salí al elevador y subí a la cubierta. Allí me senté en una de las bancas y me quedé observando el mar. Hoy unos nubarrones se comenzaban a acumular en el cielo, el sol salía pero luego se ocultaba. Yo siempre había amado los días nublados y hoy no sería un día como esos.
Me puse los audífonos de mi celular, me concentré tanto en el mar que no noté cuando el tiempo pasaba. Abrí la galería de mi celular y observé las fotos que tenía. Estaba saturado de fotos con los chicos y más con Louis, quien siempre salía haciendo caras o dándome un beso en un ojo o en la mejilla. Mis sonrisas parecían tan sinceras en ese momento, ahora yo las notaba lejanas y difíciles de volver a esbozar.
- Hola –saludó Angie, la fan, a mi lado.
- Hola –susurré.
- ¿Estás bien? –preguntó con una gran sonrisa.
- Sí –susurré lentamente, un nudo en mi garganta no me dejaba hablar con claridad.
- ¿Qué pasa? –dijo preocupada.
- Nada, ¿qué te trae por aquí? –traté de aclarar mi garganta.
- Nada en especial, solo te vi muy solita aquí y te quise saludar.
- Ah –dije, cómo hacer que se fuera, sin ser grosera y que tampoco se llevara una mala imagen de mí.
- Creo… que por algo estás solita, ¿quieres que me vaya? –preguntó, esta chica leía mis pensamientos. Una lágrima pasó por mis mejillas y ella lo notó- Jodie, ¿qué tienes? –preguntó asustada.
- Nada –susurré y mordí mis labios. Ella se acercó a mí y me abrazó. No me aparté de ella, pues era mujer. Comencé a llorar desesperadamente, me apreté a su blusa, ella acariciaba mi cabello.
- Tranquila… ya pasó… ya pasó… -susurraba una y otra vez. Luego de estar así por unos minutos, me separé de ella y observé hacia el mar, que ahora se encontraba un tanto oscuro por los nubarrones.
- ¿Quieres hablar de algo? –preguntó.
- En realidad, ahora sí me gustaría estar sola, por unos minutos –pedí, ella me sonrió y me dio un fuerte abrazo.
- Si necesitas algo solo dímelo –pidió y luego se fue.
Unas chispitas comenzaron a caer sobre mí, moví la camilla hacia un lugar donde no cayera el agua directamente, pero aún así, cuando las gotas caían al suelo de la cubierta me salpicaban un poco.
“Amo a mi novio, pero me da miedo decirle una terrible realidad” –envié a Will. Sabía que él me respondería, él era el único que podría guardar mis secretos.
“¡Iris, ha pasado mucho tiempo! Si amas tanto a tu novio y él te ama, no debes de tener miedo a decirle la verdad” –recibí. Amaba tanto la canción I Found a Boy de nuevo. Sabía que él era como mi ángel, alguien en quien confiaría cuando no tuviera con quien hablar.
“¿Pero y si esa verdad no le gusta y me deja de amar como dice hacerlo?, ¿Qué tal si lo decepciono o simplemente dejo de gustarle?” –envié.
“Pues a menos que le des la sorpresa de que eres hombre, no creo que te deje de amar. Iris, no hay cosa tan grave como para que un hombre te deje de amar de un día para otro” –recibí.
“No me siento digna de sus sentimientos, él me ha dado todo para estar con él y yo no le podré dar lo mismo. Estoy vacía, usada, sucia” –envié.
“Iris, la verdad no sé qué es lo que está pasando con ustedes las mujeres. Mi novia también está atravesando por una crisis y me preocupa” –recibí. Estas eran demasiadas coincidencias, realmente esperaba que a su novia no le estuviera pasando lo mismo que a mí.
“Cuida mucho a tu novia –pedí- no dejes que nada la aplaste, no dejes que ella se aplaste a si misma. Ámala, mímala. No sé porqué situación esté pasando, espero que no sea algo tan malo como me pasa a mí. De verdad espero que tu situación con ella se resuelva” –envié.
“Yo también espero que se resuelva, no me gusta verla tan triste. No sé si le estará pegando depresión, casi me da miedo que se quite la vida” –recibí.
Quitarse la vida, ¡qué salida tan fácil! Pero no para mí. No me importa lo que hay más allá de la muerte, no creo rencarnar en un animal u otra persona, tampoco creería vivir en el cielo, pero tampoco en un infierno, ¡Qué complicada es mi mente! Preferiría, estar en el ataúd y punto.
“No permitas que eso pase, tal vez lo único que necesita es tiempo. No lo sé, las mujeres somos tan diferentes. Yo… realmente no sé lo que quiero, eso de quitarse la vida me suena tan tentador ahora” –envié.
“¡Jamás, nunca, jamás digas eso Iris! No viviría con la conciencia tan intranquila y pensando que tú morirás. ¿Qué sería algo tan… malo, como para pensar en quitarse la vida?” –recibí.
“No me conoces realmente, al fin soy solo alguien más que te envía mensajes. Algo, de lo que no tienes salida y que se repetirá una y otra vez hasta que no tengas opción” –envié.
“Iris, no te entiendo. Por favor sé clara conmigo… prometimos ser sinceros con nosotros. Mi novia no me habla y no me dice qué le pasa. Ahora tú también estás en una crisis y no me quieres decir la verdad” –me envió.
“En lo de tu novia, no sé realmente qué le pase por la cabeza, espero que pronto te cuente su realidad. ¿Para qué contarte la mía si no puedes hacer nada para remediarlo? Solo te haré sentir impotente e inútil desde aquél lado tuyo, donde no harás nada más que escuchar y rogar porque yo esté bien y eso solo será si en verdad te preocupo” –envié.
“Claro que me preocupo, tal vez no pueda hacer nada desde aquí, pero por lo menos habrás hablado con alguien. Eso es lo que le trato de hacer entender a mi novia, pero parece que no le importa” –recibí. Esa chica comenzaba a desesperarme, pero sentía que me mordía la lengua, pues yo también le estaba ocultando la verdad a Louis.
“Will eres realmente amable y me encanta hablar contigo. Discúlpame si no te hablé durante estos días, ya me hacía falta tener una conversación contigo” –envié.
“Prometí siempre estar aquí para ti, además yo también te extrañaba un poco. Lamento no haber hablado contigo antes” –recibí.
“No habría diferencia entre ayer, mañana u hoy. No sonrío cómo antes, pero… gracias por hablar conmigo” –envié.
“Ahora, volvemos al tema ¿puedes contarme eso que no le quieres decir a tu novio?” –recibí. ¿Decirle la verdad a Will? Sé que no se lo podría decir a Louis pero, no estaba segura.
“Bueno, es que me enteré que, alguien abusó sexualmente de su hermana, no encuentro la forma de decírselo… pero a la vez tengo miedo de que me odie por no decirle la verdad” –envié.
“¡Santo Dios! Eso es un acto tan cobarde y tan horrible, lo siento tanto. Sin dudar, se lo debes de decir, no creo que se enoje contigo por decir algo como eso, al contrario debe de estar agradecido por que lo dijiste ¿conoces al chico que abusó de ella?” –preguntó.
“No, solo me enteré de que la habían violado, ella se siente como basura, sin remedio y tiene muchas ganas de acabar con su vida así como yo también las siento” –envié.
“¡No lo hagan, Morir nunca es la solución! Iris, tú no tienes nada que ver con su situación, abstente de hacer cosas tan estúpidas. Dile que el mundo sigue girando, que todo estará bien, trata de hablar con ella. Convéncela que se puede salir de esto. Llama a la policía, díselo a quien más confianza le tengas” –recibí.
“No nos creerán, Will. Simplemente tenemos miedo a que esa gente lastime a nuestros seres queridos y hagan con nosotras lo que quieren” –envié.
Miré hacia el mar y no había nadie en la cubierta, solo dos chicos enamorados que jugaban bajo la lluvia. Abracé mis rodillas frente a mí y luego mi celular vibró de nuevo.
“¿Hagan con nosotras lo que quieren? –leí- ¿También abusaron de ti?” –recibí. Bueno, por mis palabras lo había descubierto.
“Sí, y si no hago lo que quieren matarán a mis amigos. No quiero que nada malo les pase. No me importa que acaben con las sensaciones que mi cuerpo aún siente, al final así es como me siento, solo como un cuerpo y nada más” –envié.
“Iris, que… idiota, pendejo, estúpido ¿te hizo eso? Te juro que estoy tan molesto. ¿Cómo puede haber gente tan mala en el mundo? ¿Cómo…? Ni siquiera encuentro las palabras para decirte lo… enfadado que estoy” –recibí.
“Te dije que no querías saber mi realidad, por eso quiero morir. Para no traerle problemas a nadie, para no preocupar a nadie, para acabar con esto de una vez” –envié.
“No, esa no es la solución, porque no solo morirás tú sino tu familia, tus amigos y lo más importante matarás a tu novio. Yo moriría si mi novia se quitara la vida, me iría junto con ella, ¿para qué quedarme en el mundo si no estaría con ella? Definitivamente esa no es la solución. Iris, lucha, lucha por lo que realmente quieres, lucha por salir adelante. Ese tipo no está bien, llama a la policía Iris” –pidió. Mis lágrimas estaban empapando de nuevo mi ropa.
“No quiero que ellos sufran, trataré de luchar, trataré de superar esto. Pero me siento tan sucia, tan usada, no creo que él se merezca estar con alguien cómo yo” –envié.
“Él si de verdad te ama, no verá lo que pasó, sino valorará que estés luchando por salir adelante” –recibí.
“Espero que él sea como tú, que me entienda y me de tiempo. Aún así no le quiero decir la verdad, no quiero que sepa aún que soy una chica violada” –envié.
“Entonces, espera hasta que los dos estén bien y puedan hablar tranquilamente. Iris por favor, no dejes que te vuelvan a tocar. Eso está muy mal, no dejes, no permitas que lo hagan” –recibí.
Ya no le respondí, estuve allí viendo cómo la lluvia no cesaba y abracé mis piernas frente a mí una vez más. Mis lágrimas corrían de nuevo por mis mejillas. La noche invadió el barco y las luces comenzaban a encenderse. Tomé mi celular y caminé hacia dentro, allí me encontré con mi hermano quien me veía preocupado.
Se acercó a mí y yo retrocedí un paso hacia atrás. Entramos al elevador y él solo me miraba, pero no me preguntaba nada. James también de vez en cuando me miraba pero solo se limitaba a picar los botones por nosotros. Mi hermano se bajó en nuestro piso y yo esperé a que las puertas se cerraran. Él me miró extrañado pero no dijo nada.
Luego de salir del elevador caminé al saloncito donde los chicos ensayaban con la esperanza de que no hubiera nadie allí. Al entrar solo estaba Niall y parecía escribir en una libreta algo y luego tocaba la guitarra.
- Hola –me saludó cuando entré.
- Hola –susurré.
- ¿Estás bien? –preguntó.
- No en realidad, pero no importa –susurré y me senté en el piano- ¿puedo? –pregunté.
- Claro –dijo y se quedó callado.
“No, i can’t take one more step towards you… cuz all that’s waiting is regret, don’t you know i’m not your ghost anymore, you lost the love I loved the most, I learn to live half alive, and now you want me one more time...
And who do you think you are, running round living scars, collecting your jar of hearts, and tearing love a part, you’re gonna catch a cold from the ice inside your soul, so don’s come back for me, who do you think you are...
I hear you’re asking all around find anywhere to be found, but i have growth to strong, to ever fall back to your arms, I learn to live... half alive...
Allí en esa parte comencé a sollozar, tan fuerte que no podía seguir cantando. Niall se levantó rápidamente para abrazarme, pero una vez cerca de mí se detuvo y no lo hizo.
- Estoy bien –traté de decir.
- Jodie, sabes que puedes hablar conmigo o con cualquiera de los chicos, sobre lo que te pasa.
- Estaré bien –volví a decir. Niall tomó mi mano y me llevó al silloncito, me dio su guitarra y sonrió.
- Toca algo para mí, sé que eres buena y te ayudará.
No sabía qué tocarle así que le comencé a tocar pedacitos de canciones que hacía mucho tiempo me sabía.
“It’s a damn cold night, trying to figure out this life, won’t you take me by the hand, take me somewhere new, i don’t know who you are, but i’m with you… -Avril Lavigne.
“I know i’m not perfect, but at the end of the day, who is... she wanted someone that’s perfect, OK, but can you tell me who is?... –Bruno Mars.
“I never thought i found someone to move me, someone who could see right through me, and find the way into my head where even angels fear to tread –en esa canción a él se le iluminaron los ojos.
“I’m scared today, more than I told you I was yesterday give me a moment to catch my bass, and hold me every second left... proud of me that’s the only way I want you to be, look at me and loud: What you see? I don’t make it alone, I need something to hold... Kiss me on my shoulder and tell me it’s not over... promisse you always come home to you, remind me that i’m older...
Sentí cómo mi celular vibraba e interrumpí mis melodías aleatorias, le di la guitarra a Niall para poder leer el mensaje.
“Es de noche y si no quieres que les pase algo a tus amigo, más te vale que aparezcas por el corredor sur del primer piso, en la entrada B, frente al extintor” –era del mismo número desconocido de ayer.
Sentí cómo una fuerte corriente eléctrica azotaba mi cuerpo, no quería ir. Eso era obvio pero tampoco quería tentar a estos tipos.
“Smile, though your heart is aching, smile... even though is braking, when there are clouds in the sky you get by... –comencé a cantar a capella- if you smile through your pain is sorrow, smile and maybe tomorrow, you’ll see the sun come shining through –susurré- for you...
-Me tengo que ir –le dije y él me sonrió.
- Está bien, estaré aquí… cada noche a esta hora si quieres hablar –dijo amablemente.
- Gracias, pero no vendré –le dije y le di la espalda para salir de allí.
- Jodie, estamos preocupados por ti… ¿qué está pasando?
- Nada que ustedes puedan evitar.
- Jodie…
No fui a mi camarote, para así no tener que ocultarme de Louis. Entré al elevador y me llevaron al primer piso. Caminé hacia el corredor sur y me paré en la entrada B frente al extintor. Me recargué y luego bajé mi cuerpo hasta estar en el suelo completamente, abracé mis rodillas frente a mí y luego sentí cómo mi celular volvía a vibrar.
“Si abres los ojos estarás muerta, ciérralos” –pedían. Obedientemente cerré los ojos y recargué la cabeza en la pared, sentí cómo me ponían algo en la cara, algo mojado, después no supe nada.
(Narra Jodie)
Después de mi efusivo encuentro con Niall, salí al elevador y subí a la cubierta. Allí me senté en una de las bancas y me quedé observando el mar. Hoy unos nubarrones se comenzaban a acumular en el cielo, el sol salía pero luego se ocultaba. Yo siempre había amado los días nublados y hoy no sería un día como esos.
Me puse los audífonos de mi celular, me concentré tanto en el mar que no noté cuando el tiempo pasaba. Abrí la galería de mi celular y observé las fotos que tenía. Estaba saturado de fotos con los chicos y más con Louis, quien siempre salía haciendo caras o dándome un beso en un ojo o en la mejilla. Mis sonrisas parecían tan sinceras en ese momento, ahora yo las notaba lejanas y difíciles de volver a esbozar.
- Hola –saludó Angie, la fan, a mi lado.
- Hola –susurré.
- ¿Estás bien? –preguntó con una gran sonrisa.
- Sí –susurré lentamente, un nudo en mi garganta no me dejaba hablar con claridad.
- ¿Qué pasa? –dijo preocupada.
- Nada, ¿qué te trae por aquí? –traté de aclarar mi garganta.
- Nada en especial, solo te vi muy solita aquí y te quise saludar.
- Ah –dije, cómo hacer que se fuera, sin ser grosera y que tampoco se llevara una mala imagen de mí.
- Creo… que por algo estás solita, ¿quieres que me vaya? –preguntó, esta chica leía mis pensamientos. Una lágrima pasó por mis mejillas y ella lo notó- Jodie, ¿qué tienes? –preguntó asustada.
- Nada –susurré y mordí mis labios. Ella se acercó a mí y me abrazó. No me aparté de ella, pues era mujer. Comencé a llorar desesperadamente, me apreté a su blusa, ella acariciaba mi cabello.
- Tranquila… ya pasó… ya pasó… -susurraba una y otra vez. Luego de estar así por unos minutos, me separé de ella y observé hacia el mar, que ahora se encontraba un tanto oscuro por los nubarrones.
- ¿Quieres hablar de algo? –preguntó.
- En realidad, ahora sí me gustaría estar sola, por unos minutos –pedí, ella me sonrió y me dio un fuerte abrazo.
- Si necesitas algo solo dímelo –pidió y luego se fue.
Unas chispitas comenzaron a caer sobre mí, moví la camilla hacia un lugar donde no cayera el agua directamente, pero aún así, cuando las gotas caían al suelo de la cubierta me salpicaban un poco.
“Amo a mi novio, pero me da miedo decirle una terrible realidad” –envié a Will. Sabía que él me respondería, él era el único que podría guardar mis secretos.
“¡Iris, ha pasado mucho tiempo! Si amas tanto a tu novio y él te ama, no debes de tener miedo a decirle la verdad” –recibí. Amaba tanto la canción I Found a Boy de nuevo. Sabía que él era como mi ángel, alguien en quien confiaría cuando no tuviera con quien hablar.
“¿Pero y si esa verdad no le gusta y me deja de amar como dice hacerlo?, ¿Qué tal si lo decepciono o simplemente dejo de gustarle?” –envié.
“Pues a menos que le des la sorpresa de que eres hombre, no creo que te deje de amar. Iris, no hay cosa tan grave como para que un hombre te deje de amar de un día para otro” –recibí.
“No me siento digna de sus sentimientos, él me ha dado todo para estar con él y yo no le podré dar lo mismo. Estoy vacía, usada, sucia” –envié.
“Iris, la verdad no sé qué es lo que está pasando con ustedes las mujeres. Mi novia también está atravesando por una crisis y me preocupa” –recibí. Estas eran demasiadas coincidencias, realmente esperaba que a su novia no le estuviera pasando lo mismo que a mí.
“Cuida mucho a tu novia –pedí- no dejes que nada la aplaste, no dejes que ella se aplaste a si misma. Ámala, mímala. No sé porqué situación esté pasando, espero que no sea algo tan malo como me pasa a mí. De verdad espero que tu situación con ella se resuelva” –envié.
“Yo también espero que se resuelva, no me gusta verla tan triste. No sé si le estará pegando depresión, casi me da miedo que se quite la vida” –recibí.
Quitarse la vida, ¡qué salida tan fácil! Pero no para mí. No me importa lo que hay más allá de la muerte, no creo rencarnar en un animal u otra persona, tampoco creería vivir en el cielo, pero tampoco en un infierno, ¡Qué complicada es mi mente! Preferiría, estar en el ataúd y punto.
“No permitas que eso pase, tal vez lo único que necesita es tiempo. No lo sé, las mujeres somos tan diferentes. Yo… realmente no sé lo que quiero, eso de quitarse la vida me suena tan tentador ahora” –envié.
“¡Jamás, nunca, jamás digas eso Iris! No viviría con la conciencia tan intranquila y pensando que tú morirás. ¿Qué sería algo tan… malo, como para pensar en quitarse la vida?” –recibí.
“No me conoces realmente, al fin soy solo alguien más que te envía mensajes. Algo, de lo que no tienes salida y que se repetirá una y otra vez hasta que no tengas opción” –envié.
“Iris, no te entiendo. Por favor sé clara conmigo… prometimos ser sinceros con nosotros. Mi novia no me habla y no me dice qué le pasa. Ahora tú también estás en una crisis y no me quieres decir la verdad” –me envió.
“En lo de tu novia, no sé realmente qué le pase por la cabeza, espero que pronto te cuente su realidad. ¿Para qué contarte la mía si no puedes hacer nada para remediarlo? Solo te haré sentir impotente e inútil desde aquél lado tuyo, donde no harás nada más que escuchar y rogar porque yo esté bien y eso solo será si en verdad te preocupo” –envié.
“Claro que me preocupo, tal vez no pueda hacer nada desde aquí, pero por lo menos habrás hablado con alguien. Eso es lo que le trato de hacer entender a mi novia, pero parece que no le importa” –recibí. Esa chica comenzaba a desesperarme, pero sentía que me mordía la lengua, pues yo también le estaba ocultando la verdad a Louis.
“Will eres realmente amable y me encanta hablar contigo. Discúlpame si no te hablé durante estos días, ya me hacía falta tener una conversación contigo” –envié.
“Prometí siempre estar aquí para ti, además yo también te extrañaba un poco. Lamento no haber hablado contigo antes” –recibí.
“No habría diferencia entre ayer, mañana u hoy. No sonrío cómo antes, pero… gracias por hablar conmigo” –envié.
“Ahora, volvemos al tema ¿puedes contarme eso que no le quieres decir a tu novio?” –recibí. ¿Decirle la verdad a Will? Sé que no se lo podría decir a Louis pero, no estaba segura.
“Bueno, es que me enteré que, alguien abusó sexualmente de su hermana, no encuentro la forma de decírselo… pero a la vez tengo miedo de que me odie por no decirle la verdad” –envié.
“¡Santo Dios! Eso es un acto tan cobarde y tan horrible, lo siento tanto. Sin dudar, se lo debes de decir, no creo que se enoje contigo por decir algo como eso, al contrario debe de estar agradecido por que lo dijiste ¿conoces al chico que abusó de ella?” –preguntó.
“No, solo me enteré de que la habían violado, ella se siente como basura, sin remedio y tiene muchas ganas de acabar con su vida así como yo también las siento” –envié.
“¡No lo hagan, Morir nunca es la solución! Iris, tú no tienes nada que ver con su situación, abstente de hacer cosas tan estúpidas. Dile que el mundo sigue girando, que todo estará bien, trata de hablar con ella. Convéncela que se puede salir de esto. Llama a la policía, díselo a quien más confianza le tengas” –recibí.
“No nos creerán, Will. Simplemente tenemos miedo a que esa gente lastime a nuestros seres queridos y hagan con nosotras lo que quieren” –envié.
Miré hacia el mar y no había nadie en la cubierta, solo dos chicos enamorados que jugaban bajo la lluvia. Abracé mis rodillas frente a mí y luego mi celular vibró de nuevo.
“¿Hagan con nosotras lo que quieren? –leí- ¿También abusaron de ti?” –recibí. Bueno, por mis palabras lo había descubierto.
“Sí, y si no hago lo que quieren matarán a mis amigos. No quiero que nada malo les pase. No me importa que acaben con las sensaciones que mi cuerpo aún siente, al final así es como me siento, solo como un cuerpo y nada más” –envié.
“Iris, que… idiota, pendejo, estúpido ¿te hizo eso? Te juro que estoy tan molesto. ¿Cómo puede haber gente tan mala en el mundo? ¿Cómo…? Ni siquiera encuentro las palabras para decirte lo… enfadado que estoy” –recibí.
“Te dije que no querías saber mi realidad, por eso quiero morir. Para no traerle problemas a nadie, para no preocupar a nadie, para acabar con esto de una vez” –envié.
“No, esa no es la solución, porque no solo morirás tú sino tu familia, tus amigos y lo más importante matarás a tu novio. Yo moriría si mi novia se quitara la vida, me iría junto con ella, ¿para qué quedarme en el mundo si no estaría con ella? Definitivamente esa no es la solución. Iris, lucha, lucha por lo que realmente quieres, lucha por salir adelante. Ese tipo no está bien, llama a la policía Iris” –pidió. Mis lágrimas estaban empapando de nuevo mi ropa.
“No quiero que ellos sufran, trataré de luchar, trataré de superar esto. Pero me siento tan sucia, tan usada, no creo que él se merezca estar con alguien cómo yo” –envié.
“Él si de verdad te ama, no verá lo que pasó, sino valorará que estés luchando por salir adelante” –recibí.
“Espero que él sea como tú, que me entienda y me de tiempo. Aún así no le quiero decir la verdad, no quiero que sepa aún que soy una chica violada” –envié.
“Entonces, espera hasta que los dos estén bien y puedan hablar tranquilamente. Iris por favor, no dejes que te vuelvan a tocar. Eso está muy mal, no dejes, no permitas que lo hagan” –recibí.
Ya no le respondí, estuve allí viendo cómo la lluvia no cesaba y abracé mis piernas frente a mí una vez más. Mis lágrimas corrían de nuevo por mis mejillas. La noche invadió el barco y las luces comenzaban a encenderse. Tomé mi celular y caminé hacia dentro, allí me encontré con mi hermano quien me veía preocupado.
Se acercó a mí y yo retrocedí un paso hacia atrás. Entramos al elevador y él solo me miraba, pero no me preguntaba nada. James también de vez en cuando me miraba pero solo se limitaba a picar los botones por nosotros. Mi hermano se bajó en nuestro piso y yo esperé a que las puertas se cerraran. Él me miró extrañado pero no dijo nada.
Luego de salir del elevador caminé al saloncito donde los chicos ensayaban con la esperanza de que no hubiera nadie allí. Al entrar solo estaba Niall y parecía escribir en una libreta algo y luego tocaba la guitarra.
- Hola –me saludó cuando entré.
- Hola –susurré.
- ¿Estás bien? –preguntó.
- No en realidad, pero no importa –susurré y me senté en el piano- ¿puedo? –pregunté.
- Claro –dijo y se quedó callado.
“No, i can’t take one more step towards you… cuz all that’s waiting is regret, don’t you know i’m not your ghost anymore, you lost the love I loved the most, I learn to live half alive, and now you want me one more time...
And who do you think you are, running round living scars, collecting your jar of hearts, and tearing love a part, you’re gonna catch a cold from the ice inside your soul, so don’s come back for me, who do you think you are...
I hear you’re asking all around find anywhere to be found, but i have growth to strong, to ever fall back to your arms, I learn to live... half alive...
Allí en esa parte comencé a sollozar, tan fuerte que no podía seguir cantando. Niall se levantó rápidamente para abrazarme, pero una vez cerca de mí se detuvo y no lo hizo.
- Estoy bien –traté de decir.
- Jodie, sabes que puedes hablar conmigo o con cualquiera de los chicos, sobre lo que te pasa.
- Estaré bien –volví a decir. Niall tomó mi mano y me llevó al silloncito, me dio su guitarra y sonrió.
- Toca algo para mí, sé que eres buena y te ayudará.
No sabía qué tocarle así que le comencé a tocar pedacitos de canciones que hacía mucho tiempo me sabía.
“It’s a damn cold night, trying to figure out this life, won’t you take me by the hand, take me somewhere new, i don’t know who you are, but i’m with you… -Avril Lavigne.
“I know i’m not perfect, but at the end of the day, who is... she wanted someone that’s perfect, OK, but can you tell me who is?... –Bruno Mars.
“I never thought i found someone to move me, someone who could see right through me, and find the way into my head where even angels fear to tread –en esa canción a él se le iluminaron los ojos.
“I’m scared today, more than I told you I was yesterday give me a moment to catch my bass, and hold me every second left... proud of me that’s the only way I want you to be, look at me and loud: What you see? I don’t make it alone, I need something to hold... Kiss me on my shoulder and tell me it’s not over... promisse you always come home to you, remind me that i’m older...
Sentí cómo mi celular vibraba e interrumpí mis melodías aleatorias, le di la guitarra a Niall para poder leer el mensaje.
“Es de noche y si no quieres que les pase algo a tus amigo, más te vale que aparezcas por el corredor sur del primer piso, en la entrada B, frente al extintor” –era del mismo número desconocido de ayer.
Sentí cómo una fuerte corriente eléctrica azotaba mi cuerpo, no quería ir. Eso era obvio pero tampoco quería tentar a estos tipos.
“Smile, though your heart is aching, smile... even though is braking, when there are clouds in the sky you get by... –comencé a cantar a capella- if you smile through your pain is sorrow, smile and maybe tomorrow, you’ll see the sun come shining through –susurré- for you...
-Me tengo que ir –le dije y él me sonrió.
- Está bien, estaré aquí… cada noche a esta hora si quieres hablar –dijo amablemente.
- Gracias, pero no vendré –le dije y le di la espalda para salir de allí.
- Jodie, estamos preocupados por ti… ¿qué está pasando?
- Nada que ustedes puedan evitar.
- Jodie…
No fui a mi camarote, para así no tener que ocultarme de Louis. Entré al elevador y me llevaron al primer piso. Caminé hacia el corredor sur y me paré en la entrada B frente al extintor. Me recargué y luego bajé mi cuerpo hasta estar en el suelo completamente, abracé mis rodillas frente a mí y luego sentí cómo mi celular volvía a vibrar.
“Si abres los ojos estarás muerta, ciérralos” –pedían. Obedientemente cerré los ojos y recargué la cabeza en la pared, sentí cómo me ponían algo en la cara, algo mojado, después no supe nada.
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
Al despertar estaba atada en la misma cama, la luz no estaba encendida y sentía cómo tocaban mis piernas, la música estaba a todo volumen y mis lágrimas ya habían empapado mis mejillas.
- Te portas bien –dijo la voz en mi oído.
- No dañes a nadie –pedí con voz entrecortada.
- No puedo creer que te importen más los demás que tú misma.
- Eso se hace cuando de verdad amas a tus seres queridos –dije sollozando. Luego sentí cómo me daban una cachetada, callé. Me tocaron nuevamente y aunque yo gritara auxilio, nadie me escucharía. Luego que terminaron conmigo, desperté nuevamente. Ahora estaba acostada pero no tenía la ropa puesta, me vestí y salí temblorosa y adolorida del camarote ese.
Aún era de noche, acomodé mi cabello y traté de cambiar la expresión de mi cara. Ahora parecía que no tenía nada fuera de lo normal. Subí a mi piso y luego caminé lentamente a mi habitación.
Abrí la puerta y dentro estaba el cuerpo inmóvil de Louis en mi sillón y asomé la cabeza al cuarto y allí estaban Chloe y Harry dormidos. Me acerqué a Louis, parecía tener los ojos hinchados de llorar, me senté en la mesita frente a él.
No se merecía a una chica como yo. Alguien que iba a que la violaran por su voluntad. Pero… ¿para que prolongar lo inevitable? No quería que le tocaran ni un pelo. Así que si tenía que vender prácticamente mi cuerpo para eso, lo haría.
Toqué su frente y acaricié su mejilla. Él era lo mejor que me había pasado, trataría de actuar normal con él, ojala que él no me preguntara nada sobre mi actitud. Él despertó y al verme no esperó ni dos segundos y me abrazó.
- Jodie –susurró en mi oído, yo me estremecí un poco pero no me alejé de él. Las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos, por más que tratara no podía ser yo misma- Te amo y mucho. Me preocupas –dijo.
- Lo siento –dije.
- No, no –dijo moviendo mi cabello para poderme ver a los ojos- no te disculpes, estaremos bien. Si quieres hablar de algo en especial, puedes hablar conmigo. Siempre puedes contar conmigo, no me enojaré, no te regañaré… pero dime…
Ahora fui yo quien lo abracé no pude más y lloré con gran desesperación. Este hombre era un regalo que alguien me había enviado. Estaba cansada, me dolía todo tanto fuera como dentro de mi cuerpo.
- Vámonos –pidió- vamos a dormir.
Tomó mi mano y nos dirigió a su camarote. Al entrar noté que las camas seguían juntas, él preparó la cama y luego yo subí a ella, él apagó la luz y yo comencé a temblar, pues sentía que me habían cambiado de camarote y ahora me encontraba en el del primer piso.
- P… prende la luz –pedí.
- ¿Por qué? –preguntó casi a mi lado.
- Por… por favor –pedí. Él encendió la luz y se quedó parado allí frente al switch- ¿Podríamos dormir con la luz encendida? –él entrecerró los ojos, pero luego se encogió de hombros y se subió a la cama. Yo abracé mis piernas frente a mí y cerré los ojos fuertemente.
Esperaba que Louis se acercara para abrazarme o tocarme algo, pero no lo hizo, de hecho se acostó frente a mí se quedó mirándome. El agotamiento estaba ganando la batalla contra mí, así que me quedé dormida con la mirada de Louis sobre mí.
…
- ¡No, ya no me toques! –grité.
- ¡Jodie soy yo! –escuchaba.
- ¡Déjame en paz, no quiero que me toques, ya no quiero que me toques! –volví a gritar.
- ¡Jodie, soy yo Louis! –gritaban tratando de tomar mis brazos.
- ¡No!, ¡Él no me haría esto!, ¡Déjame ya! –grité de nuevo- ¡Auxilio!
- ¡Jodie! –gritaron de nuevo.
- ¡No! –grité de nuevo, sentí cómo me aprisionaban y no me permitían moverme, solté una de mis manos y le pegué una cachetada a quien quiera que estaba frente a mí. De repente sentí cómo todo mi cuerpo estaba libre. Abrí los ojos y vi la escena que estaba viviendo.
…
Yo estaba sentada con los brazos rodeando mis rodillas, cerca de la cabecera. Frente a mí estaba Louis con una mano sobre su enrojecida mejilla, observándome un poco asustado.
- ¿Louis? –dije asustada, ¿era realmente él? Le había pegado, yo le había pegado a mi Louis. Me acerqué a él, pero él se alejó de mí.
- ¿Qué te está pasando? –preguntó asustado.
- Lou, lo siento… es que…
Él confundido negó con la cabeza, se levantó y salió de la habitación. Yo estaba tan sorprendida de lo que había pasado que comencé a llorar nuevamente. Tomé mis cosas, me cambié y salí de la habitación.
Fui al bar-casino más cercano y pedí lo más fuerte que tuvieran. Por regla no podía tomar nada si no había comido, así que mentí y me dejaron la botella en la mesa.
- ¿Qué tenemos aquí? –dijo una voz conocida.
- Lárgate de aquí –pedí a Dean, quien para ese entonces, ya estaba sentado en la silla de enfrente.
- ¿Qué tienes Jodie? –preguntó.
- Nada que te importe –dije.
- ¿Problemas con tu prometido? –preguntó.
- No –dije más furiosa, me dolía el corazón por lo que le había hecho a Louis. No se merecía que le pegara, ¿qué me había pasado?
- ¿Qué te pasa entonces? –preguntó.
- Nada –dije tomando un poco más de mi vasito.
- Sabes que a mí no me puedes mentir –dijo tratando de tomar mi mano.
- Ya lo sé –dije sirviéndome otro poco- Pero también sé que eres un idiota, al cual no le contaré nada de lo que me pasa nunca.
- Yo solo te diré que… sé exactamente lo que te pasa y lo que pasará esta noche…
¿Está noche? Era él quien estaba abusando de mí.
- ¡Eres un imbécil! –le grité- ¡Cobarde! –grité con los ojos llorosos.
- Grita lo que quieras, nadie te escuchará –esa era la frase que siempre me decían.
- ¡Eres un estúpido Dean, te odio! –le grité y traté de pegarle, él detuvo mi mano y me acercó a sí.
- Pórtate mal… y hoy te irá peor tanto a ti cómo a tus amigos… yo solo te estoy avisando.
- No harás nada pendejo, ahora que sé quien eres –le dije molesta.
- Eso ya lo veremos –dijo y me dio un golpe en el brazo, el cual me dolió.
Él se fue y yo seguí allí terminando mi botella. Yo no sentía que había algún efecto de alcohol sobre mí, caminé hacia la barra y la pagué. Luego salí de allí hacia la cubierta, en las sillas de playa estaban mi hermana, Izzy y Danielle recostadas, ahora Angie se les unía.
- Jodie, ¿dónde has estado? –preguntó Chloe.
- Por ahí –fue lo único que dije- ¿han visto a Louis? –pregunté.
- Pensé que estaría contigo –dijo Angie.
- No, en la mañana tuvimos una pequeña pelea.
- Oh, que malo –dijo Izzy- Supongo que ahora está con los chicos entonces, en el salón.
- Supongo que sí –le dije y caminé hacia mi cuarto, necesitaba urgentemente un baño.
Después de ducharme, me puse mis jeans de siempre, mis converse y una playera holgada, no me maquillé ni nada en especial. Me puse el anillo y allí fue cuando noté algo que nunca había visto, en el interior traía algo grabado “I’m yours”, eso me hizo derramar unas cuantas lágrimas. Louis de verdad me amaba y yo aquí jugando a las muñequitas de papel.
Yo le demostraría a ese idiota que no estaría jugando conmigo. Tomé mis cosas, las eché a una mochilita y me dirigí al saloncito, hablaría con Louis a toda costa.
Al llegar noté que todos miraban preocupados a Louis, quien parecía vomitar todo lo que traía dentro en un bote.
- ¿Qué pasó? –pregunté, todos se sorprendieron al verme.
- Algo le hizo daño a Louis, no ha dejado de vomitar desde que comimos –informó Harry.
- ¿Qué comió? –pregunté.
- Lo mismo que nosotros, mariscos, pero solo a él le hicieron daño –dijo Niall.
- Estoy bien –dijo mi pálido novio. Estaba amarillo y la boca parecía tenerla blanca, sudaba frío, se veía realmente mal.
- Debe de haber un doctor por aquí –dije preocupada, tomé el teléfono que allí dentro había y marqué al servicio del barco.
- Hola, buenas tardes. ¿Disculpe hay un doctor con el que me puedan comunicar o algún área en especial a la cual pueda ir? ____________________, lo que pasa es que mi novio está enfermo y no deja de vomitar ____________; claro nosotros llegamos allí. Gracias.
- ¿Qué te dijeron? –preguntó Zayn.
- Que hay una enfermería en el primer piso, en el corredor norte, entrada D.
- Vamos pues –dijo Liam. Se acercaron a Louis y trataron de levantarlo, Harry sostenía el bote en el que él vomitaba mientras caminaban.
En la mesita había cinco platos de mariscos iguales, me acerqué al que estaba más cerca del lugar de Louis.
- ¿Este se comió Louis? –le pregunté a Zayn. Él asintió y también me lo llevé.
Mientras caminábamos, Louis tropezaba y de repente se desvanecía. Casi sentía que se me moría.
- Estarás bien –le dije- lo prometo –él me miraba, pero parecía perderse en el camino, ahora pasaba de vomitar saliva a vomitar verde. Eso no era normal.
Llegamos al consultorio y rápidamente lo subieron a una camilla. El doctor llegó con nosotros.
- Soy Andrew Strokes, ¿qué pasó? –preguntó debido a Louis-, este chico viene muy mal.
Lou no parecía ni poder sostener la mirada fija, estaba pálido y temblando.
- Estábamos comiendo y de repente comenzó a vomitar, le dimos agua y un limón, pero sigue vomitando –informó Liam.
- ¿Qué comió? –preguntó el doctor.
- Esto –le dije y le mostré el plato, el doctor lo observó y luego lo olfateó.
- Todos comimos lo mismo, pero a nosotros no nos hizo daño –dijo Harry. El doctor probó un pequeño mordisco de eso que había en el plato y respingó.
- No, esto… tiene veneno, sabe a… -nos comenzó a decir combinaciones químicas, no pregunten qué, pues siempre reprobé química.
- Ahora vengo –dijo y se fue.
- ¿Veneno? –dijeron todos confundidos.
- ¿Lo querían matar? –se preguntó para si mismo Harry. Louis parecía que se desvanecía en la camilla, luego un poco de vómito salió por su boca, giré su rostro y lo limpié.
- Amor, estarás bien –besé su frente. ¿Veneno? Esto definitivamente era obra de Dean, no puedo creer que fueran capaces de matar a alguien. Luego de medio segundo el doctor volvió con una inyección y una bolsa de solución.
- Le dolerá un poquito –dijo y le metió la inyección en la débil vena que sobresalía en su antebrazo.
Louis se quedó dormido y luego le pusieron el catéter en la mano, colgaron la solución en un tubo a su lado y una enfermera trajo una garrita así como un recipiente con agua tibia.
- Necesita descansar, estará bien –dijo el doctor- pero… no sé si tenga enemigos. El chef del restaurante o alguien más lo odie, como para hacer esto.
- Gracias Doctor –dije. Él se fue y la enfermera se le acercó a mi novio- Yo lo hago –me ofrecí.
- Bueno –dijo la chica y me dio las cosas. Mojé la garrita y comencé a limpiar la humedecida frente de mi novio con ella. Parecía estar tan mal, estaba dormido pero temblaba un poco.
- Estarás bien –susurré en su oído.
- ¿Quién haría esto? –dijo Niall preocupado.
- No lo sé, pero esto no se quedará así –dije, todos me miraron preocupados y aunque yo sabía perfectamente quién era, no se los diría. Esto era entre Dean y yo.
Los chicos salieron a decirles a las chicas lo que había pasado y yo me quedé allí con Louis. Él despertó y se me quedó viendo.
- Hola –susurré frente a él. Me hizo media sonrisa- Siento mucho lo de en la mañana.
- No importa, parecías estar dormida.
- Lo estaba –dije tomándole una mano.
- Estabas asustada y soñando algo muy feo –dijo apretando mi mano.
- Sí –dije desviando la mirada.
- ¿Dónde estoy? –preguntó.
- Oh, estas… en un consultorio médico. Los mariscos que comiste te hicieron daño.
- No vuelvo a concederme un antojo –dijo riendo. Yo también sonreí.
- No fueron los mariscos, alguien trató de envenenarte –le informé, él se me quedó viendo.
- No fui yo –le dije y él sonrió.
- Pues quien quiera que fuera, no tuvo éxito, ¿pero por qué alguien me querría muerto? –dijo fundiéndose en sus pensamientos.
- No lo sé –dije. Aunque sabía perfectamente que era por mí. Dean me quería para él solo. Yo no quería hacer nada con él, nunca más. Pero tampoco permitiría que lastimara otra vez a Louis o alguien más de mi familia.
Estuve allí toda la tarde esperando a que él se recuperara y cuando por fin pudo recuperar la fuerza lo dieron de alta y lo llevamos al camarote. Danielle estaba más o igual de preocupada que yo. Quería matar a cualquiera que le hiciera esto, nada me costaba decirle la verdad pero no podía. Tal vez y los podrían dañar.
Me llegó un mensaje a mi celular.
“Todo lo que le pasó a tu prometido se hubiera podido evitar si tu te hubieras portado bien. Si no vienes esta noche allí frente el extintor, el siguiente será James” –recibí.
Disimuladamente, en la noche me salí de la habitación y caminé hacia el elevador. Luego fui al corredor sur y en la entrada B frente al extintor me paré con los ojos cerrados. Sentí cómo me ponían en pañuelo y yo me quedaba dormida.
Al despertar, podía sentir cómo me pellizcaban los muslos. Me asqueaba a mi misma por esto, ahora no tenía una cuerda que me amordazara la boca. Pero no abría la boca en todo el proceso, si tenía que hacer esto para que él nos dejara en paz lo haría.
- Te portas bien, se nota que no quieres que dañemos a tus amigos –dijo.
- Eres un idiota, acaba de una vez –pedí.
- Sht, sht… haré esto cuantas veces quiera –dijo mordiendo mi oreja. Yo me reí, aunque las lágrimas estaban ya sobre mis mejillas.
- Amarrándome y amenazándome es la única forma en la que puedes tener esto de mí –le dije.
Sentí cómo una cachetada hacía que girara mi cabeza hacia otro lado.
- Pegas cómo niña –le dije.
- ¡Soy una niña! –dijo Kelly.
- Genial –dije para mi misma- los pobrecitos sin amor, se juntan para violar a la chica que se les fue y que les quitó al imbécil que las adoraba.
- Idiota –sentí cómo me daban un puñetazo en el vientre. Ahogadamente comencé a toser.
- ¿Quieres sufrir más? –preguntó Kelly.
Sentí cómo me tocaban con más fuerza y además me estaban lastimando por todo mi cuerpo. Ahora sí me dolía mucho y yo lloraba con desesperación.
- ¡Ah! –comencé a gritar y llorar, me amarraron la boca y lloré ahogadamente.
Al despertar, me costaba trabajo ponerme de pie. Aún estaba oscuro y salí de la habitación trastabillando. Presioné el botón del elevador temblorosa y al abrirse las puertas caí hacia dentro en los brazos de James, el chico del elevador.
- ¿Señorita? –preguntó asustado. Me separé de él y me recargué en la pared del elevador. Caí hasta el piso de este.
- A mi piso –susurré. Él presionó el botón y me ayudó a levantarme.
- ¿Qué tomaste? –preguntó preocupado.
- Nada –dije. Toqué mi nariz y me ardía, algo rojo salió de ella- Demonios –dije limpiándome la sangre de ella.
- ¿Qué te hicieron? –preguntó.
- Nada –susurré de nuevo. Salí del elevador y entré a mi camarote, dentro no había nadie, me imagino que estarían con Louis.
Me desvestí y noté que mi cuerpo estaba lleno de moretones, pasando por mi espalda y atravesando mi vientre. Mis muñecas también estaban llenas de ellos. Entré a la regadera y me duché lentamente, estaba tan débil que sentía que en cualquier momento me desmayaría. No había comido nada durante tres días seguidos.
Salí del baño y me puse una pantalonera y una playera de manga larga, usé calcetines y me metí a la cama, revisé mi celular y tenía tres mensajes nuevos.
“¿Dónde estás? Te hemos estado buscando y Louis no deja de preguntar por ti” –Charly.
“Mañana es el último día, tranquila, si te portas bien te dejaremos descansar y el sábado amanecerás sin una violación nueva, si no vienes te mataremos, sabes que somos capaces de eso” –Dean y Kelly.
“Hola Iris, no sé cómo te encuentres pero en verdad estoy preocupado por ti. Responde si estás sana y salva. Te quiero mucho y espero tu respuesta” –Will.
“Hola Will, si tuviera que responder solo si estoy sana y salva no te respondería. Trato de sobrevivir” –envié.
“¿Qué ha pasado con el bastardo ese? Dime por favor que ya no lo volviste a ver, que es un idiota pudriéndose en la cárcel, dímelo por favor” –recibí inmediatamente.
“Lamento decirte que sigue suelto y haciendo de las suyas conmigo. No puedo evitarlo, ahora yo soy quien va a él, para que me haga lo que me tenga que hacer y luego poder irme” –envié.
“¡Iris, no! Eso no debe de ser así, te estás lastimando a ti misma, habla con alguien por favor, no me obligues a buscarte… por favor, haz algo, dile a tu familia, a tu novio a tus amigos, a quien sea que esté cerca de ti” –recibí.
“No puedo hacer eso” –envié.
“¡Claro que puedes, claro que puedes! –recibí- él tiene que pagar cada noche en la que te hace sentir miserable, él tiene que pagar cada gota, cada lágrima que derramas, él no se puede salir con la suya Iris” –recibí.
“Me siento tan poco mujer, tan sucia, tan… idiota por hacer lo que ese estúpido quiere, así ya nadie querrá tenerme. Nadie querrá salir con alguien como yo” –envié.
“¡Iris tú no tienes la culpa de lo que ese loco te está haciendo! Te aseguro que tu novio, si es que realmente te ama, te protegerá y no dejará que nada como eso vuelva a pasarte” –recibí.
Sentía cómo mis sollozos rompían el silencio en el que se sumía la habitación. Estaba molesta conmigo misma y llorosa por las palabras que Will me dedicaba.
“Will, no quiero seguir con esto. De verdad que no quiero, pero lo tengo que hacer” –envié.
“¡Tú no tienes la obligación de hacer nada que tú no quieras! Estoy llorando tan solo de pensar que esto le puede pasar a alguien tan cercano a mí. Me derrumbaría si a mi novia, a mi hermana, a mis amigas, a alguien cercano le pasara algo así. Estoy llorando por ti, Iris deja de hacer lo que ese tipo quiere” –recibí.
“Quisiera morir en este instante, de verdad lo quisiera. ¿Cómo siguió tu novia?” –pregunté.
“Pues, hoy la vi. A veces está como si nada le pasara, pero luego desaparece o simplemente no me cuenta toda la verdad, no sé que está pasándole. Está muy distante” –recibí.
“Espero que pronto vuelva a ser la chica esa de quien tú te enamoraste y vivas otra vez una linda historia de amor, si haces boda me invitas y ahora sí seré tu dama de honor” –envié, quería cambiar el tema.
“Si me llego a casar con ella te aseguro que te invitaré. Verás cómo ella sí te agradaría, pero por favor… mantente viva para esa fecha tan especial para mí” –recibí.
“Me mantendré viva solo porque quiero ir a tu boda –reí, me sorprendí de esa sensación en mi estómago- te quiero mucho Will y luego te cuento cómo termina esto” –envié.
“Espero que termine en un final feliz. De verdad estoy harto de leer mensajes que dicen que te quieres matar o algo así. Por favor, vuelve a ser la chica que me hacía sonreír todos los días. Te necesito” –recibí.
“Yo también te necesito. Gracias por escucharme con este tema. Gracias por apoyarme siempre y por tratar de protegerme” –envié.
“Siempre estaré aquí para apoyarte en todo. Cuídate muñequita, te quiero muchísimo y por favor, termina con esto ya”
- Te portas bien –dijo la voz en mi oído.
- No dañes a nadie –pedí con voz entrecortada.
- No puedo creer que te importen más los demás que tú misma.
- Eso se hace cuando de verdad amas a tus seres queridos –dije sollozando. Luego sentí cómo me daban una cachetada, callé. Me tocaron nuevamente y aunque yo gritara auxilio, nadie me escucharía. Luego que terminaron conmigo, desperté nuevamente. Ahora estaba acostada pero no tenía la ropa puesta, me vestí y salí temblorosa y adolorida del camarote ese.
Aún era de noche, acomodé mi cabello y traté de cambiar la expresión de mi cara. Ahora parecía que no tenía nada fuera de lo normal. Subí a mi piso y luego caminé lentamente a mi habitación.
Abrí la puerta y dentro estaba el cuerpo inmóvil de Louis en mi sillón y asomé la cabeza al cuarto y allí estaban Chloe y Harry dormidos. Me acerqué a Louis, parecía tener los ojos hinchados de llorar, me senté en la mesita frente a él.
No se merecía a una chica como yo. Alguien que iba a que la violaran por su voluntad. Pero… ¿para que prolongar lo inevitable? No quería que le tocaran ni un pelo. Así que si tenía que vender prácticamente mi cuerpo para eso, lo haría.
Toqué su frente y acaricié su mejilla. Él era lo mejor que me había pasado, trataría de actuar normal con él, ojala que él no me preguntara nada sobre mi actitud. Él despertó y al verme no esperó ni dos segundos y me abrazó.
- Jodie –susurró en mi oído, yo me estremecí un poco pero no me alejé de él. Las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos, por más que tratara no podía ser yo misma- Te amo y mucho. Me preocupas –dijo.
- Lo siento –dije.
- No, no –dijo moviendo mi cabello para poderme ver a los ojos- no te disculpes, estaremos bien. Si quieres hablar de algo en especial, puedes hablar conmigo. Siempre puedes contar conmigo, no me enojaré, no te regañaré… pero dime…
Ahora fui yo quien lo abracé no pude más y lloré con gran desesperación. Este hombre era un regalo que alguien me había enviado. Estaba cansada, me dolía todo tanto fuera como dentro de mi cuerpo.
- Vámonos –pidió- vamos a dormir.
Tomó mi mano y nos dirigió a su camarote. Al entrar noté que las camas seguían juntas, él preparó la cama y luego yo subí a ella, él apagó la luz y yo comencé a temblar, pues sentía que me habían cambiado de camarote y ahora me encontraba en el del primer piso.
- P… prende la luz –pedí.
- ¿Por qué? –preguntó casi a mi lado.
- Por… por favor –pedí. Él encendió la luz y se quedó parado allí frente al switch- ¿Podríamos dormir con la luz encendida? –él entrecerró los ojos, pero luego se encogió de hombros y se subió a la cama. Yo abracé mis piernas frente a mí y cerré los ojos fuertemente.
Esperaba que Louis se acercara para abrazarme o tocarme algo, pero no lo hizo, de hecho se acostó frente a mí se quedó mirándome. El agotamiento estaba ganando la batalla contra mí, así que me quedé dormida con la mirada de Louis sobre mí.
…
- ¡No, ya no me toques! –grité.
- ¡Jodie soy yo! –escuchaba.
- ¡Déjame en paz, no quiero que me toques, ya no quiero que me toques! –volví a gritar.
- ¡Jodie, soy yo Louis! –gritaban tratando de tomar mis brazos.
- ¡No!, ¡Él no me haría esto!, ¡Déjame ya! –grité de nuevo- ¡Auxilio!
- ¡Jodie! –gritaron de nuevo.
- ¡No! –grité de nuevo, sentí cómo me aprisionaban y no me permitían moverme, solté una de mis manos y le pegué una cachetada a quien quiera que estaba frente a mí. De repente sentí cómo todo mi cuerpo estaba libre. Abrí los ojos y vi la escena que estaba viviendo.
…
Yo estaba sentada con los brazos rodeando mis rodillas, cerca de la cabecera. Frente a mí estaba Louis con una mano sobre su enrojecida mejilla, observándome un poco asustado.
- ¿Louis? –dije asustada, ¿era realmente él? Le había pegado, yo le había pegado a mi Louis. Me acerqué a él, pero él se alejó de mí.
- ¿Qué te está pasando? –preguntó asustado.
- Lou, lo siento… es que…
Él confundido negó con la cabeza, se levantó y salió de la habitación. Yo estaba tan sorprendida de lo que había pasado que comencé a llorar nuevamente. Tomé mis cosas, me cambié y salí de la habitación.
Fui al bar-casino más cercano y pedí lo más fuerte que tuvieran. Por regla no podía tomar nada si no había comido, así que mentí y me dejaron la botella en la mesa.
- ¿Qué tenemos aquí? –dijo una voz conocida.
- Lárgate de aquí –pedí a Dean, quien para ese entonces, ya estaba sentado en la silla de enfrente.
- ¿Qué tienes Jodie? –preguntó.
- Nada que te importe –dije.
- ¿Problemas con tu prometido? –preguntó.
- No –dije más furiosa, me dolía el corazón por lo que le había hecho a Louis. No se merecía que le pegara, ¿qué me había pasado?
- ¿Qué te pasa entonces? –preguntó.
- Nada –dije tomando un poco más de mi vasito.
- Sabes que a mí no me puedes mentir –dijo tratando de tomar mi mano.
- Ya lo sé –dije sirviéndome otro poco- Pero también sé que eres un idiota, al cual no le contaré nada de lo que me pasa nunca.
- Yo solo te diré que… sé exactamente lo que te pasa y lo que pasará esta noche…
¿Está noche? Era él quien estaba abusando de mí.
- ¡Eres un imbécil! –le grité- ¡Cobarde! –grité con los ojos llorosos.
- Grita lo que quieras, nadie te escuchará –esa era la frase que siempre me decían.
- ¡Eres un estúpido Dean, te odio! –le grité y traté de pegarle, él detuvo mi mano y me acercó a sí.
- Pórtate mal… y hoy te irá peor tanto a ti cómo a tus amigos… yo solo te estoy avisando.
- No harás nada pendejo, ahora que sé quien eres –le dije molesta.
- Eso ya lo veremos –dijo y me dio un golpe en el brazo, el cual me dolió.
Él se fue y yo seguí allí terminando mi botella. Yo no sentía que había algún efecto de alcohol sobre mí, caminé hacia la barra y la pagué. Luego salí de allí hacia la cubierta, en las sillas de playa estaban mi hermana, Izzy y Danielle recostadas, ahora Angie se les unía.
- Jodie, ¿dónde has estado? –preguntó Chloe.
- Por ahí –fue lo único que dije- ¿han visto a Louis? –pregunté.
- Pensé que estaría contigo –dijo Angie.
- No, en la mañana tuvimos una pequeña pelea.
- Oh, que malo –dijo Izzy- Supongo que ahora está con los chicos entonces, en el salón.
- Supongo que sí –le dije y caminé hacia mi cuarto, necesitaba urgentemente un baño.
Después de ducharme, me puse mis jeans de siempre, mis converse y una playera holgada, no me maquillé ni nada en especial. Me puse el anillo y allí fue cuando noté algo que nunca había visto, en el interior traía algo grabado “I’m yours”, eso me hizo derramar unas cuantas lágrimas. Louis de verdad me amaba y yo aquí jugando a las muñequitas de papel.
Yo le demostraría a ese idiota que no estaría jugando conmigo. Tomé mis cosas, las eché a una mochilita y me dirigí al saloncito, hablaría con Louis a toda costa.
Al llegar noté que todos miraban preocupados a Louis, quien parecía vomitar todo lo que traía dentro en un bote.
- ¿Qué pasó? –pregunté, todos se sorprendieron al verme.
- Algo le hizo daño a Louis, no ha dejado de vomitar desde que comimos –informó Harry.
- ¿Qué comió? –pregunté.
- Lo mismo que nosotros, mariscos, pero solo a él le hicieron daño –dijo Niall.
- Estoy bien –dijo mi pálido novio. Estaba amarillo y la boca parecía tenerla blanca, sudaba frío, se veía realmente mal.
- Debe de haber un doctor por aquí –dije preocupada, tomé el teléfono que allí dentro había y marqué al servicio del barco.
- Hola, buenas tardes. ¿Disculpe hay un doctor con el que me puedan comunicar o algún área en especial a la cual pueda ir? ____________________, lo que pasa es que mi novio está enfermo y no deja de vomitar ____________; claro nosotros llegamos allí. Gracias.
- ¿Qué te dijeron? –preguntó Zayn.
- Que hay una enfermería en el primer piso, en el corredor norte, entrada D.
- Vamos pues –dijo Liam. Se acercaron a Louis y trataron de levantarlo, Harry sostenía el bote en el que él vomitaba mientras caminaban.
En la mesita había cinco platos de mariscos iguales, me acerqué al que estaba más cerca del lugar de Louis.
- ¿Este se comió Louis? –le pregunté a Zayn. Él asintió y también me lo llevé.
Mientras caminábamos, Louis tropezaba y de repente se desvanecía. Casi sentía que se me moría.
- Estarás bien –le dije- lo prometo –él me miraba, pero parecía perderse en el camino, ahora pasaba de vomitar saliva a vomitar verde. Eso no era normal.
Llegamos al consultorio y rápidamente lo subieron a una camilla. El doctor llegó con nosotros.
- Soy Andrew Strokes, ¿qué pasó? –preguntó debido a Louis-, este chico viene muy mal.
Lou no parecía ni poder sostener la mirada fija, estaba pálido y temblando.
- Estábamos comiendo y de repente comenzó a vomitar, le dimos agua y un limón, pero sigue vomitando –informó Liam.
- ¿Qué comió? –preguntó el doctor.
- Esto –le dije y le mostré el plato, el doctor lo observó y luego lo olfateó.
- Todos comimos lo mismo, pero a nosotros no nos hizo daño –dijo Harry. El doctor probó un pequeño mordisco de eso que había en el plato y respingó.
- No, esto… tiene veneno, sabe a… -nos comenzó a decir combinaciones químicas, no pregunten qué, pues siempre reprobé química.
- Ahora vengo –dijo y se fue.
- ¿Veneno? –dijeron todos confundidos.
- ¿Lo querían matar? –se preguntó para si mismo Harry. Louis parecía que se desvanecía en la camilla, luego un poco de vómito salió por su boca, giré su rostro y lo limpié.
- Amor, estarás bien –besé su frente. ¿Veneno? Esto definitivamente era obra de Dean, no puedo creer que fueran capaces de matar a alguien. Luego de medio segundo el doctor volvió con una inyección y una bolsa de solución.
- Le dolerá un poquito –dijo y le metió la inyección en la débil vena que sobresalía en su antebrazo.
Louis se quedó dormido y luego le pusieron el catéter en la mano, colgaron la solución en un tubo a su lado y una enfermera trajo una garrita así como un recipiente con agua tibia.
- Necesita descansar, estará bien –dijo el doctor- pero… no sé si tenga enemigos. El chef del restaurante o alguien más lo odie, como para hacer esto.
- Gracias Doctor –dije. Él se fue y la enfermera se le acercó a mi novio- Yo lo hago –me ofrecí.
- Bueno –dijo la chica y me dio las cosas. Mojé la garrita y comencé a limpiar la humedecida frente de mi novio con ella. Parecía estar tan mal, estaba dormido pero temblaba un poco.
- Estarás bien –susurré en su oído.
- ¿Quién haría esto? –dijo Niall preocupado.
- No lo sé, pero esto no se quedará así –dije, todos me miraron preocupados y aunque yo sabía perfectamente quién era, no se los diría. Esto era entre Dean y yo.
Los chicos salieron a decirles a las chicas lo que había pasado y yo me quedé allí con Louis. Él despertó y se me quedó viendo.
- Hola –susurré frente a él. Me hizo media sonrisa- Siento mucho lo de en la mañana.
- No importa, parecías estar dormida.
- Lo estaba –dije tomándole una mano.
- Estabas asustada y soñando algo muy feo –dijo apretando mi mano.
- Sí –dije desviando la mirada.
- ¿Dónde estoy? –preguntó.
- Oh, estas… en un consultorio médico. Los mariscos que comiste te hicieron daño.
- No vuelvo a concederme un antojo –dijo riendo. Yo también sonreí.
- No fueron los mariscos, alguien trató de envenenarte –le informé, él se me quedó viendo.
- No fui yo –le dije y él sonrió.
- Pues quien quiera que fuera, no tuvo éxito, ¿pero por qué alguien me querría muerto? –dijo fundiéndose en sus pensamientos.
- No lo sé –dije. Aunque sabía perfectamente que era por mí. Dean me quería para él solo. Yo no quería hacer nada con él, nunca más. Pero tampoco permitiría que lastimara otra vez a Louis o alguien más de mi familia.
Estuve allí toda la tarde esperando a que él se recuperara y cuando por fin pudo recuperar la fuerza lo dieron de alta y lo llevamos al camarote. Danielle estaba más o igual de preocupada que yo. Quería matar a cualquiera que le hiciera esto, nada me costaba decirle la verdad pero no podía. Tal vez y los podrían dañar.
Me llegó un mensaje a mi celular.
“Todo lo que le pasó a tu prometido se hubiera podido evitar si tu te hubieras portado bien. Si no vienes esta noche allí frente el extintor, el siguiente será James” –recibí.
Disimuladamente, en la noche me salí de la habitación y caminé hacia el elevador. Luego fui al corredor sur y en la entrada B frente al extintor me paré con los ojos cerrados. Sentí cómo me ponían en pañuelo y yo me quedaba dormida.
Al despertar, podía sentir cómo me pellizcaban los muslos. Me asqueaba a mi misma por esto, ahora no tenía una cuerda que me amordazara la boca. Pero no abría la boca en todo el proceso, si tenía que hacer esto para que él nos dejara en paz lo haría.
- Te portas bien, se nota que no quieres que dañemos a tus amigos –dijo.
- Eres un idiota, acaba de una vez –pedí.
- Sht, sht… haré esto cuantas veces quiera –dijo mordiendo mi oreja. Yo me reí, aunque las lágrimas estaban ya sobre mis mejillas.
- Amarrándome y amenazándome es la única forma en la que puedes tener esto de mí –le dije.
Sentí cómo una cachetada hacía que girara mi cabeza hacia otro lado.
- Pegas cómo niña –le dije.
- ¡Soy una niña! –dijo Kelly.
- Genial –dije para mi misma- los pobrecitos sin amor, se juntan para violar a la chica que se les fue y que les quitó al imbécil que las adoraba.
- Idiota –sentí cómo me daban un puñetazo en el vientre. Ahogadamente comencé a toser.
- ¿Quieres sufrir más? –preguntó Kelly.
Sentí cómo me tocaban con más fuerza y además me estaban lastimando por todo mi cuerpo. Ahora sí me dolía mucho y yo lloraba con desesperación.
- ¡Ah! –comencé a gritar y llorar, me amarraron la boca y lloré ahogadamente.
Al despertar, me costaba trabajo ponerme de pie. Aún estaba oscuro y salí de la habitación trastabillando. Presioné el botón del elevador temblorosa y al abrirse las puertas caí hacia dentro en los brazos de James, el chico del elevador.
- ¿Señorita? –preguntó asustado. Me separé de él y me recargué en la pared del elevador. Caí hasta el piso de este.
- A mi piso –susurré. Él presionó el botón y me ayudó a levantarme.
- ¿Qué tomaste? –preguntó preocupado.
- Nada –dije. Toqué mi nariz y me ardía, algo rojo salió de ella- Demonios –dije limpiándome la sangre de ella.
- ¿Qué te hicieron? –preguntó.
- Nada –susurré de nuevo. Salí del elevador y entré a mi camarote, dentro no había nadie, me imagino que estarían con Louis.
Me desvestí y noté que mi cuerpo estaba lleno de moretones, pasando por mi espalda y atravesando mi vientre. Mis muñecas también estaban llenas de ellos. Entré a la regadera y me duché lentamente, estaba tan débil que sentía que en cualquier momento me desmayaría. No había comido nada durante tres días seguidos.
Salí del baño y me puse una pantalonera y una playera de manga larga, usé calcetines y me metí a la cama, revisé mi celular y tenía tres mensajes nuevos.
“¿Dónde estás? Te hemos estado buscando y Louis no deja de preguntar por ti” –Charly.
“Mañana es el último día, tranquila, si te portas bien te dejaremos descansar y el sábado amanecerás sin una violación nueva, si no vienes te mataremos, sabes que somos capaces de eso” –Dean y Kelly.
“Hola Iris, no sé cómo te encuentres pero en verdad estoy preocupado por ti. Responde si estás sana y salva. Te quiero mucho y espero tu respuesta” –Will.
“Hola Will, si tuviera que responder solo si estoy sana y salva no te respondería. Trato de sobrevivir” –envié.
“¿Qué ha pasado con el bastardo ese? Dime por favor que ya no lo volviste a ver, que es un idiota pudriéndose en la cárcel, dímelo por favor” –recibí inmediatamente.
“Lamento decirte que sigue suelto y haciendo de las suyas conmigo. No puedo evitarlo, ahora yo soy quien va a él, para que me haga lo que me tenga que hacer y luego poder irme” –envié.
“¡Iris, no! Eso no debe de ser así, te estás lastimando a ti misma, habla con alguien por favor, no me obligues a buscarte… por favor, haz algo, dile a tu familia, a tu novio a tus amigos, a quien sea que esté cerca de ti” –recibí.
“No puedo hacer eso” –envié.
“¡Claro que puedes, claro que puedes! –recibí- él tiene que pagar cada noche en la que te hace sentir miserable, él tiene que pagar cada gota, cada lágrima que derramas, él no se puede salir con la suya Iris” –recibí.
“Me siento tan poco mujer, tan sucia, tan… idiota por hacer lo que ese estúpido quiere, así ya nadie querrá tenerme. Nadie querrá salir con alguien como yo” –envié.
“¡Iris tú no tienes la culpa de lo que ese loco te está haciendo! Te aseguro que tu novio, si es que realmente te ama, te protegerá y no dejará que nada como eso vuelva a pasarte” –recibí.
Sentía cómo mis sollozos rompían el silencio en el que se sumía la habitación. Estaba molesta conmigo misma y llorosa por las palabras que Will me dedicaba.
“Will, no quiero seguir con esto. De verdad que no quiero, pero lo tengo que hacer” –envié.
“¡Tú no tienes la obligación de hacer nada que tú no quieras! Estoy llorando tan solo de pensar que esto le puede pasar a alguien tan cercano a mí. Me derrumbaría si a mi novia, a mi hermana, a mis amigas, a alguien cercano le pasara algo así. Estoy llorando por ti, Iris deja de hacer lo que ese tipo quiere” –recibí.
“Quisiera morir en este instante, de verdad lo quisiera. ¿Cómo siguió tu novia?” –pregunté.
“Pues, hoy la vi. A veces está como si nada le pasara, pero luego desaparece o simplemente no me cuenta toda la verdad, no sé que está pasándole. Está muy distante” –recibí.
“Espero que pronto vuelva a ser la chica esa de quien tú te enamoraste y vivas otra vez una linda historia de amor, si haces boda me invitas y ahora sí seré tu dama de honor” –envié, quería cambiar el tema.
“Si me llego a casar con ella te aseguro que te invitaré. Verás cómo ella sí te agradaría, pero por favor… mantente viva para esa fecha tan especial para mí” –recibí.
“Me mantendré viva solo porque quiero ir a tu boda –reí, me sorprendí de esa sensación en mi estómago- te quiero mucho Will y luego te cuento cómo termina esto” –envié.
“Espero que termine en un final feliz. De verdad estoy harto de leer mensajes que dicen que te quieres matar o algo así. Por favor, vuelve a ser la chica que me hacía sonreír todos los días. Te necesito” –recibí.
“Yo también te necesito. Gracias por escucharme con este tema. Gracias por apoyarme siempre y por tratar de protegerme” –envié.
“Siempre estaré aquí para apoyarte en todo. Cuídate muñequita, te quiero muchísimo y por favor, termina con esto ya”
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
Jueves te odio
(Narra Jodie)
Cuando desperté sentí que mis muslos dolían mucho, ni siquiera me podía parar bien. Me puse los jeans más flojos que encontré, una playera negra y peiné mi cabello en una coleta, no me maquillé.
Salí de la habitación y encontré en la salita a Chloe y a Harry viendo algo en la televisión.
- Buenos días –saludó mi hermana.
- Hola –dije y abrí el pequeño refrigerador, saqué la leche y bebí del envase. Luego me serví otro poco en un vaso.
- ¿Dónde has estado estos días? –preguntó.
- Por allí –dije buscando algo de galletas o cereal en la cocina. Mi estómago rogaba una manzana o un pan.
- ¿Dónde es por allí? –preguntó Harry- Estamos preocupados por ti. Tienes idea lo difícil que es cubrirte el paso con tu papá, se me están agotando las excusas –dijo apenado.
- No necesito que me cubras –dije un poco molesta.
- ¿Qué te está pasando? –preguntó mi hermana- Louis no deja de preguntar por ti. Todos estamos preocupados por ti.
- ¡Estoy bien! –dije comiendo una galleta.
- Creo… que vuelvo después – dijo Harry, o sea que Chloe hablaría conmigo. Salió y cerró la puerta tras de sí.
- Dime la verdad –dijo molesta.
- No puedo decírtelo –dije con los ojos cristalinos.
- ¿Por qué no? –dijo molesta.
- ¡Porque no! –dije tratando de calmarme.
- ¿Estás engañando a Louis? –preguntó de golpe. Eso me sorprendió tanto que tosí.
- ¡Por supuesto que no! –le grité- Amo a Louis, más de lo que te imaginas, haría cualquier cosa, créeme Chloe, cualquier cosa por protegerlo.
- ¿Entonces, por qué no lo miras ni a la cara?, ¿por qué actúas tan extraño con todos nosotros?
- Porque… no merezco su cariño –se me salió decirle. Cerré la boca de golpe, sabía que después de decir eso vendrían más preguntas.
- ¿Por qué lo dices? –preguntó preocupada.
- Porque de verdad no lo merezco, él ha sido muy bueno conmigo. Me quiere y me respeta. Yo no… soy tan santa y tan buena como a él le gustaría.
- ¿De qué estás hablando? –preguntó confundida y desesperada.
- No lo entenderías –dije comiendo más.
- ¿Hace cuanto que no tocabas la comida? –preguntó.
- Como tres, cuatro días –le dije.
- Estás pálida y flaca, tus labios están blancos y tienes ojeras –dijo- ¿te estás metiendo algo?
- ¡Chloe deja de hacer conclusiones, tú solo estás fantaseando! –pedí furiosa- Nunca me he metido nada, no he bebido, no engaño a Louis y tampoco soy anoréxica si es lo que piensas.
- ¿Qué tienes entonces? –preguntó molesta.
- Nada –susurré. Ella se sentó en el sillón molesta y yo terminé mi vaso de leche y me salí del camarote.
Después de debatirme un rato con mi misma, decidí ir a visitar a Louis. Toqué un par de veces y luego de dentro salió Harry.
- ¿Puedo entrar? –pregunté, él se hizo a un lado.
Entré a la habitación y Louis estaba viendo una película, estaba recostado, cuando entré me dio una mirada fugaz y luego vio hacia la pantalla de nuevo, como si no hubiera visto nada. Me recargué en el marco de la puerta y mordí mis labios.
- ¿Cómo sigues? –pregunté. Él tragó saliva y sin mirarme contestó.
- Mejor.
- Que bien –dije mirando su cuarto. Él no decía nada solo seguía mirando su película, me recordó a Dean cuando me quedaría con él.
- ¿Dónde has estado? –preguntó. ¿Qué le respondería ahora?
- Resolviendo algunos asuntos –dije saliéndome por la tangente.
- ¿Qué tipo de asuntos? –preguntó.
- Unos importantes de los cuales no puedes saber –dije sin encontrar una excusa lo suficientemente buena para decirle.
- “no puedo saber” –repitió- ¿por qué no? –insistió.
- Porque… no sería bueno que lo supieras.
- ¿Me estás engañando con alguien? –preguntó.
- ¿Qué? –dije sorprendida.
- Te vi con Dean en el bar el otro día –su mirada azul me penetraba duro en el corazón, jamás había observado esa decepción por mí.
- No te engaño con nadie y menos con él –la verdad no sabía si lo que hacía Dean conmigo fungía como un engaño. Pero me sentía una basura como si realmente lo engañara.
- ¿Entonces porqué te ocultas de mí? No dejas que me acerque a ti, tampoco dejas que te toque y a penas y me miras a los ojos, Jodie, ¿qué tienes? –se sentó en la cama y yo estaba como pegada al marco de la puerta.
- Nada –desvié la mirada.
- No tengo mucho tiempo conociéndote, pero tengo noches y días junto a ti, sé cuando mientes. Ahora dime la verdad.
- Es que no puedo decírtelo –dije con un nudo en la garganta.
- ¿Por qué? –dijo más desesperado.
- No… no puedo –repetí.
- ¿No confías en mí? Que… -él también luchaba por contener su enojo.
- Louis… no quiero que te molestes y perdón si te he lastimado, de verdad que no es mi intención.
- ¿Entonces por qué lo haces? –dijo con ojos cristalinos- ¿Porqué me lastimas?
- No es mi intención hacerlo… lo que más quiero es protegerte –le dije.
- No haces un buen trabajo –dijo limpiándose una desgraciada lágrima que paseaba por su mejilla.
Luché por quedarme parada donde estaba, tenía muchas ganas de correr a abrazarlo. Tenía ganas de decirle lo que pasaba pero… ¿y si lo volvían a lastimar? ¿qué tal si esta vez lo mataban? ¿qué tal si no era él, era Harry, Zayn, Niall, Liam o incluso James o mi padre? ¿Qué tal si en vez de tomarme a mí… tomaban a Chloe o a Izzy o Danielle, incluso Angie, quien ya era parte del club?
Miré mi anillo y lo toqué un par de veces, me dañaba mucho lo que iba a hacer. Pero yo no quería que esto empeorara y Louis terminara lastimado, no se merecía otra Kelly en su vida.
- No me regreses el anillo –pidió Lou, ahora estaba frente a mí- Si vas a terminar conmigo… no me regreses el anillo. Ese es solo tuyo –me dijo.
- Louis yo… no quiero terminar contigo… pero… entenderé que tú si quieres hacerlo.
- Tampoco quiero terminar, pero me estás obligando a hacerlo –dijo molesto- ¿Qué te ha pasado? Antes, eras una gran chica, hablabas y me contabas todos tus secretos. Ahora, huyes de mí, guardas secretos que no deberías guardar y te encierras en no sé que mundo que no me dejas entrar. Me estás alejando, no sé por qué. Pero… he sufrido tanto que… no quiero volver a sentir ese dolor.
- No mereces sentir ese dolor –dije honestamente, me quité el anillo y lo metí a su bolsillo- Tampoco merezco ser parte de tu vida, no soy lo suficientemente buena para ti.
- Jodie…
- No Louis –le dije- estarás bien sin mí. De hecho, estarás mejor sin mí. Mi padre tenía razón, cuando despertaras no te gustaría lo que verías a tu lado.
Me alejé de él y al salir al pasillo rompí en llanto. Me sentí tan mal por perder a la única persona que me había amado tal y como yo era. Mi corazón se había hecho pedacitos y mi mente no daba para más, me senté allí en su puerta y abracé mis rodillas. Luego escuché la tonada de una canción conocida pero a pura guitarra.
What the hell’s going on, have you gone undercover? You were here now you’re not. been replaced by another, cause it’s still your face but there’s something strange not the one i remember, can you please explain, Did they wipe your brain? Is this gonna be forever?
Cuz everything you say, everything you do if freaking me out, you know we used to be the same, who the hell are you? You’re freaking me out, and i swear i though i knew you, but all that was yesterday. Now you’ve turned it around. What’s that about?
Corrí de allí, si seguía escuchando esa canción terminaría ahogada en mis propias lágrimas. Subí por las escaleras y llegué a la cubierta. Era medio día así que el sol estaba en su mero punto.
Estaba llorando aún, pensando en qué hacer. Si realmente quería recuperar a Louis tenía qué decirle la verdad, pero si lo hacía lo podrían matar.
¡Qué dilema! Sentí cómo mi celular vibraba y lo saqué de mi bolsillo.
“¿Cómo estás Iris? Comienzo a preguntarme si la única mujer que vale la pena es mi madre y mi hermana” –dijo él.
“Estoy a punto de arrancarme el corazón. Créeme, ellas son las únicas que valen la pena, tu madre y tus hermanas” –envié.
“¿Aún no le dices a nadie lo que pasa? Ya díselos no sé por qué su afán de ustedes las mujeres a ocultar la verdad, yo odio que no me digan la verdad” –recibí.
“Yo no te he mentido nunca, te dije que abusan de mí y lo sabes bien. Nunca te he ocultado nada. Soy más sincera contigo que conmigo misma” –envié.
“Sé que no me mientes pero ya dile a tu familia lo que está pasando, ¿conoces al tipo que te hace esto?” –preguntó.
“Por desgracias sí, no solo es uno son dos o tal vez tres” –envié.
“Bola de canallas, qué les pasa por la mente. Que idiotas, te juro que me siento tan impotente de no poder golpearlos y defenderte. Ninguna mujer se merece lo que tú estás sufriendo” –recibí.
“Ninguna lo merece, de verdad lo sé. ¿Qué si lo que hago lo hago para proteger a los seres que quiero?” –envié.
“¿Te vendes para protección de tus seres queridos? Esa sí no me la sabía” –recibí.
“No me vendo, hago lo que me piden” –envié.
“No me parece correcto por ninguna forma en la que la mires, nada es correcto si se hace contra la voluntad de alguien, nada. Iris, abre los ojos, no quieras esconderte en las excusas, eso está mal por cualquier lado que lo quieras ver” –recibí. Cuanta razón tenía él.
Estaba discerniendo ese mensaje cuando noté que Louis caminaba por la cubierta, Kelly lo acompañaba y parecían caminar a paso lento. Él tenía la mirada fría y ella parecía disfrutar de estar a su lado. ¡Qué rápido se había encontrado con ella! Más bien, ¡qué rápido la zorra lo había engatusado!
Ella cuando me vio se puso frente a él y le plantó un besote. Rodeó su cuello con sus manos y lo acercó más a sí. Él no parecía responder el beso pero tampoco se separaba. Caminé a su lado con la cabeza gacha.
- Oh, Jodie, tiempo sin verte –dijo la sínica.
- Cierto –dije y no me detuve.
- Jodie… -susurró Louis.
- No te detengas por mí –le supliqué- al fin y al cabo, tu fuiste quien terminó conmigo. Mereces estar con alguien más.
- ¡Qué mejor que yo! –dijo la rubia.
- No exageres –reí- le dije con “alguien” no con “algo más”.
A la rubia se le borró la sonrisa y Louis se quería carcajear, pero se mordió los labios y desvió la mirada.
- Adiós “odioso asesino de cámaras” –hacía tanto tiempo que no lo llamaba así que hasta yo misma me sorprendí de mi tono.
- Adiós –contestó. La rubia me tomó del brazo y se acercó a mi oído.
- Lo pagarás esta noche –susurró lentamente.
Caminé a un paso apresurado y llegué al camarote de mi padre, dentro se encontraban la señora Casey, su hija Angie y mi hermano.
- Hija, ¿dónde te has metido? –preguntó mi padre preocupado, me abrazó pero yo rápidamente me quité de él.
- Por ahí –dije y me senté en el silloncito. Angie me observaba y mi hermano también lo hacía.
- ¿Qué? –les pregunté una vez desesperada.
- ¿Puedo hablar contigo? –pidió Angie. Después de un gran suspiro y una patada de debajo de la mesa por parte de mi hermano acepté.
Entramos al cuarto y yo me recosté en la cama de mi padre. Ella se sentó frente a mí.
- ¿Cómo sigues? –preguntó.
- Estoy bien –le dije y cerré los ojos.
- Estás pálida y mucho más delgada que cuando te conocí. Esa noche del concierto tú me dijiste que no dejara que nada me aplastara y que mi novio no podía mandarme en nada. Nadie podría obligarme a querer algo o a odiar algo.
- Eso qué tiene que ver conmigo –pregunté aún con los ojos cerrados.
- No lo sé, pero supuse que tú deberías de ser una mujer fuerte y de un gran corazón. Merecedora del de Louis, es mi amor platónico y tú eres casi como mi hermana. No… sé porqué situación estés pasando. Pero quiero que sepas que siempre estaré aquí para apoyarte.
- Gracias –dije, solo así.
Después de un rato sentí cómo me comenzaba a quedar dormida. Jamás había sentido tanta paz como la sentía esta noche, estaba completamente en los brazos de Morfeo, simplemente durmiendo. No me importaba el exterior, no me importaba lo que estaría haciendo Louis con Kelly, no me importaba lo feliz que eran los chicos con sus novias, no me importaba cuanto amaba Harry a mi hermana, no me importaba cuan enamorado estaba James de Gemma. No me importaba nada. Simplemente… quería dormir.
(Narra Jodie)
Cuando desperté sentí que mis muslos dolían mucho, ni siquiera me podía parar bien. Me puse los jeans más flojos que encontré, una playera negra y peiné mi cabello en una coleta, no me maquillé.
Salí de la habitación y encontré en la salita a Chloe y a Harry viendo algo en la televisión.
- Buenos días –saludó mi hermana.
- Hola –dije y abrí el pequeño refrigerador, saqué la leche y bebí del envase. Luego me serví otro poco en un vaso.
- ¿Dónde has estado estos días? –preguntó.
- Por allí –dije buscando algo de galletas o cereal en la cocina. Mi estómago rogaba una manzana o un pan.
- ¿Dónde es por allí? –preguntó Harry- Estamos preocupados por ti. Tienes idea lo difícil que es cubrirte el paso con tu papá, se me están agotando las excusas –dijo apenado.
- No necesito que me cubras –dije un poco molesta.
- ¿Qué te está pasando? –preguntó mi hermana- Louis no deja de preguntar por ti. Todos estamos preocupados por ti.
- ¡Estoy bien! –dije comiendo una galleta.
- Creo… que vuelvo después – dijo Harry, o sea que Chloe hablaría conmigo. Salió y cerró la puerta tras de sí.
- Dime la verdad –dijo molesta.
- No puedo decírtelo –dije con los ojos cristalinos.
- ¿Por qué no? –dijo molesta.
- ¡Porque no! –dije tratando de calmarme.
- ¿Estás engañando a Louis? –preguntó de golpe. Eso me sorprendió tanto que tosí.
- ¡Por supuesto que no! –le grité- Amo a Louis, más de lo que te imaginas, haría cualquier cosa, créeme Chloe, cualquier cosa por protegerlo.
- ¿Entonces, por qué no lo miras ni a la cara?, ¿por qué actúas tan extraño con todos nosotros?
- Porque… no merezco su cariño –se me salió decirle. Cerré la boca de golpe, sabía que después de decir eso vendrían más preguntas.
- ¿Por qué lo dices? –preguntó preocupada.
- Porque de verdad no lo merezco, él ha sido muy bueno conmigo. Me quiere y me respeta. Yo no… soy tan santa y tan buena como a él le gustaría.
- ¿De qué estás hablando? –preguntó confundida y desesperada.
- No lo entenderías –dije comiendo más.
- ¿Hace cuanto que no tocabas la comida? –preguntó.
- Como tres, cuatro días –le dije.
- Estás pálida y flaca, tus labios están blancos y tienes ojeras –dijo- ¿te estás metiendo algo?
- ¡Chloe deja de hacer conclusiones, tú solo estás fantaseando! –pedí furiosa- Nunca me he metido nada, no he bebido, no engaño a Louis y tampoco soy anoréxica si es lo que piensas.
- ¿Qué tienes entonces? –preguntó molesta.
- Nada –susurré. Ella se sentó en el sillón molesta y yo terminé mi vaso de leche y me salí del camarote.
Después de debatirme un rato con mi misma, decidí ir a visitar a Louis. Toqué un par de veces y luego de dentro salió Harry.
- ¿Puedo entrar? –pregunté, él se hizo a un lado.
Entré a la habitación y Louis estaba viendo una película, estaba recostado, cuando entré me dio una mirada fugaz y luego vio hacia la pantalla de nuevo, como si no hubiera visto nada. Me recargué en el marco de la puerta y mordí mis labios.
- ¿Cómo sigues? –pregunté. Él tragó saliva y sin mirarme contestó.
- Mejor.
- Que bien –dije mirando su cuarto. Él no decía nada solo seguía mirando su película, me recordó a Dean cuando me quedaría con él.
- ¿Dónde has estado? –preguntó. ¿Qué le respondería ahora?
- Resolviendo algunos asuntos –dije saliéndome por la tangente.
- ¿Qué tipo de asuntos? –preguntó.
- Unos importantes de los cuales no puedes saber –dije sin encontrar una excusa lo suficientemente buena para decirle.
- “no puedo saber” –repitió- ¿por qué no? –insistió.
- Porque… no sería bueno que lo supieras.
- ¿Me estás engañando con alguien? –preguntó.
- ¿Qué? –dije sorprendida.
- Te vi con Dean en el bar el otro día –su mirada azul me penetraba duro en el corazón, jamás había observado esa decepción por mí.
- No te engaño con nadie y menos con él –la verdad no sabía si lo que hacía Dean conmigo fungía como un engaño. Pero me sentía una basura como si realmente lo engañara.
- ¿Entonces porqué te ocultas de mí? No dejas que me acerque a ti, tampoco dejas que te toque y a penas y me miras a los ojos, Jodie, ¿qué tienes? –se sentó en la cama y yo estaba como pegada al marco de la puerta.
- Nada –desvié la mirada.
- No tengo mucho tiempo conociéndote, pero tengo noches y días junto a ti, sé cuando mientes. Ahora dime la verdad.
- Es que no puedo decírtelo –dije con un nudo en la garganta.
- ¿Por qué? –dijo más desesperado.
- No… no puedo –repetí.
- ¿No confías en mí? Que… -él también luchaba por contener su enojo.
- Louis… no quiero que te molestes y perdón si te he lastimado, de verdad que no es mi intención.
- ¿Entonces por qué lo haces? –dijo con ojos cristalinos- ¿Porqué me lastimas?
- No es mi intención hacerlo… lo que más quiero es protegerte –le dije.
- No haces un buen trabajo –dijo limpiándose una desgraciada lágrima que paseaba por su mejilla.
Luché por quedarme parada donde estaba, tenía muchas ganas de correr a abrazarlo. Tenía ganas de decirle lo que pasaba pero… ¿y si lo volvían a lastimar? ¿qué tal si esta vez lo mataban? ¿qué tal si no era él, era Harry, Zayn, Niall, Liam o incluso James o mi padre? ¿Qué tal si en vez de tomarme a mí… tomaban a Chloe o a Izzy o Danielle, incluso Angie, quien ya era parte del club?
Miré mi anillo y lo toqué un par de veces, me dañaba mucho lo que iba a hacer. Pero yo no quería que esto empeorara y Louis terminara lastimado, no se merecía otra Kelly en su vida.
- No me regreses el anillo –pidió Lou, ahora estaba frente a mí- Si vas a terminar conmigo… no me regreses el anillo. Ese es solo tuyo –me dijo.
- Louis yo… no quiero terminar contigo… pero… entenderé que tú si quieres hacerlo.
- Tampoco quiero terminar, pero me estás obligando a hacerlo –dijo molesto- ¿Qué te ha pasado? Antes, eras una gran chica, hablabas y me contabas todos tus secretos. Ahora, huyes de mí, guardas secretos que no deberías guardar y te encierras en no sé que mundo que no me dejas entrar. Me estás alejando, no sé por qué. Pero… he sufrido tanto que… no quiero volver a sentir ese dolor.
- No mereces sentir ese dolor –dije honestamente, me quité el anillo y lo metí a su bolsillo- Tampoco merezco ser parte de tu vida, no soy lo suficientemente buena para ti.
- Jodie…
- No Louis –le dije- estarás bien sin mí. De hecho, estarás mejor sin mí. Mi padre tenía razón, cuando despertaras no te gustaría lo que verías a tu lado.
Me alejé de él y al salir al pasillo rompí en llanto. Me sentí tan mal por perder a la única persona que me había amado tal y como yo era. Mi corazón se había hecho pedacitos y mi mente no daba para más, me senté allí en su puerta y abracé mis rodillas. Luego escuché la tonada de una canción conocida pero a pura guitarra.
What the hell’s going on, have you gone undercover? You were here now you’re not. been replaced by another, cause it’s still your face but there’s something strange not the one i remember, can you please explain, Did they wipe your brain? Is this gonna be forever?
Cuz everything you say, everything you do if freaking me out, you know we used to be the same, who the hell are you? You’re freaking me out, and i swear i though i knew you, but all that was yesterday. Now you’ve turned it around. What’s that about?
Corrí de allí, si seguía escuchando esa canción terminaría ahogada en mis propias lágrimas. Subí por las escaleras y llegué a la cubierta. Era medio día así que el sol estaba en su mero punto.
Estaba llorando aún, pensando en qué hacer. Si realmente quería recuperar a Louis tenía qué decirle la verdad, pero si lo hacía lo podrían matar.
¡Qué dilema! Sentí cómo mi celular vibraba y lo saqué de mi bolsillo.
“¿Cómo estás Iris? Comienzo a preguntarme si la única mujer que vale la pena es mi madre y mi hermana” –dijo él.
“Estoy a punto de arrancarme el corazón. Créeme, ellas son las únicas que valen la pena, tu madre y tus hermanas” –envié.
“¿Aún no le dices a nadie lo que pasa? Ya díselos no sé por qué su afán de ustedes las mujeres a ocultar la verdad, yo odio que no me digan la verdad” –recibí.
“Yo no te he mentido nunca, te dije que abusan de mí y lo sabes bien. Nunca te he ocultado nada. Soy más sincera contigo que conmigo misma” –envié.
“Sé que no me mientes pero ya dile a tu familia lo que está pasando, ¿conoces al tipo que te hace esto?” –preguntó.
“Por desgracias sí, no solo es uno son dos o tal vez tres” –envié.
“Bola de canallas, qué les pasa por la mente. Que idiotas, te juro que me siento tan impotente de no poder golpearlos y defenderte. Ninguna mujer se merece lo que tú estás sufriendo” –recibí.
“Ninguna lo merece, de verdad lo sé. ¿Qué si lo que hago lo hago para proteger a los seres que quiero?” –envié.
“¿Te vendes para protección de tus seres queridos? Esa sí no me la sabía” –recibí.
“No me vendo, hago lo que me piden” –envié.
“No me parece correcto por ninguna forma en la que la mires, nada es correcto si se hace contra la voluntad de alguien, nada. Iris, abre los ojos, no quieras esconderte en las excusas, eso está mal por cualquier lado que lo quieras ver” –recibí. Cuanta razón tenía él.
Estaba discerniendo ese mensaje cuando noté que Louis caminaba por la cubierta, Kelly lo acompañaba y parecían caminar a paso lento. Él tenía la mirada fría y ella parecía disfrutar de estar a su lado. ¡Qué rápido se había encontrado con ella! Más bien, ¡qué rápido la zorra lo había engatusado!
Ella cuando me vio se puso frente a él y le plantó un besote. Rodeó su cuello con sus manos y lo acercó más a sí. Él no parecía responder el beso pero tampoco se separaba. Caminé a su lado con la cabeza gacha.
- Oh, Jodie, tiempo sin verte –dijo la sínica.
- Cierto –dije y no me detuve.
- Jodie… -susurró Louis.
- No te detengas por mí –le supliqué- al fin y al cabo, tu fuiste quien terminó conmigo. Mereces estar con alguien más.
- ¡Qué mejor que yo! –dijo la rubia.
- No exageres –reí- le dije con “alguien” no con “algo más”.
A la rubia se le borró la sonrisa y Louis se quería carcajear, pero se mordió los labios y desvió la mirada.
- Adiós “odioso asesino de cámaras” –hacía tanto tiempo que no lo llamaba así que hasta yo misma me sorprendí de mi tono.
- Adiós –contestó. La rubia me tomó del brazo y se acercó a mi oído.
- Lo pagarás esta noche –susurró lentamente.
Caminé a un paso apresurado y llegué al camarote de mi padre, dentro se encontraban la señora Casey, su hija Angie y mi hermano.
- Hija, ¿dónde te has metido? –preguntó mi padre preocupado, me abrazó pero yo rápidamente me quité de él.
- Por ahí –dije y me senté en el silloncito. Angie me observaba y mi hermano también lo hacía.
- ¿Qué? –les pregunté una vez desesperada.
- ¿Puedo hablar contigo? –pidió Angie. Después de un gran suspiro y una patada de debajo de la mesa por parte de mi hermano acepté.
Entramos al cuarto y yo me recosté en la cama de mi padre. Ella se sentó frente a mí.
- ¿Cómo sigues? –preguntó.
- Estoy bien –le dije y cerré los ojos.
- Estás pálida y mucho más delgada que cuando te conocí. Esa noche del concierto tú me dijiste que no dejara que nada me aplastara y que mi novio no podía mandarme en nada. Nadie podría obligarme a querer algo o a odiar algo.
- Eso qué tiene que ver conmigo –pregunté aún con los ojos cerrados.
- No lo sé, pero supuse que tú deberías de ser una mujer fuerte y de un gran corazón. Merecedora del de Louis, es mi amor platónico y tú eres casi como mi hermana. No… sé porqué situación estés pasando. Pero quiero que sepas que siempre estaré aquí para apoyarte.
- Gracias –dije, solo así.
Después de un rato sentí cómo me comenzaba a quedar dormida. Jamás había sentido tanta paz como la sentía esta noche, estaba completamente en los brazos de Morfeo, simplemente durmiendo. No me importaba el exterior, no me importaba lo que estaría haciendo Louis con Kelly, no me importaba lo feliz que eran los chicos con sus novias, no me importaba cuanto amaba Harry a mi hermana, no me importaba cuan enamorado estaba James de Gemma. No me importaba nada. Simplemente… quería dormir.
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
Malentendido
(Narra Jodie)
Desperté de golpe asustada por el tiempo, la noche había llegado y yo no estaba en el lugar de encuentro. ¿Qué pasaría si yo no me presentaba? Miré a mi alrededor y mi padre estaba dormido a mi lado, James no se encontraba allí. Me levanté corriendo y salí de la habitación. No estaba tampoco en la salita.
Salí corriendo de la habitación y bajé corriendo las escaleras, llegué al primer piso y revisé mi celular.
“Has sido impuntual, tu hermano pagará” –estaba en mi bandeja de entrada.
“No, no, no, no, ¡Ya llegué! Me quedé dormida, pero ya llegué, no le hagan nada por favor, ya llegué” –mientras lo escribía, estaba temblando y estaba llorando.
Me senté como comúnmente lo hacía y cerré los ojos fuertemente, esperé unos minutos y no había nada. Comencé a llorar otra vez desesperadamente, esperando y rogando que llegaran y me llevaran a mí en vez de él. Luego de estar sollozando, sentí que el pañuelo rodeaba mi boca y mi nariz, aspiré profundo de él y me quedé dormida.
…
- ¡Ah! –sentí cómo me golpeaban en el estómago.
- ¡Con que algo en vez de alguien! –gritó la rubia frente a mí. Comenzó a golpearme con más fuerza en el cuerpo, mientras Dean se encargaba de tocarme en todos los lados posibles.
- Te dije que hoy te arrepentirías –gritó esta furiosa. Sentí cómo si desgarraran algo dentro de mí, ¿Qué fue? Ni idea.
- ¡Ya basta! –lloré. Sentí que en vez de lágrimas corría sangre y salía de mi nariz. Todo se oscureció de nuevo y no vi nada, sentí cómo mi cuerpo no sentía más que el latir de la sangre por toda mi piel.
- Kelly, esto es suficiente… lo hemos hecho por cinco días, al principio no sentía nada, pero ahora me da lástima, ha sido suficiente –dijo él.
- ¡Claro que no! Si estás en el negocio, el negocio tiene que terminar.
- ¿Cómo quieres que termine, muerta? –preguntó.
- Sería la mejor opción, así sabemos que ella no hablará –dijo Kelly, yo a penas y los podía escuchar, el taladrar de mi oreja no me dejaba en paz.
- No, Kelly, ella no podrá hablar de esto. No puede, por más que trate de decir o hacer algo, te juro que no lo hará.
- ¿Cómo lo sabes? –preguntó la rubia.
- Solo lo sé –dijo. Me pusieron de nuevo el pañuelo en la cara y me quedé dormida.
Al despertar mi cuerpo no respondía, mis piernas dolían como nunca y mi cabeza no me dejaba pensar con claridad. Escuchaba un pitido en mis oídos y cuando me puse de pie, caí al suelo.
Me levanté y trastabillé un poco. Llegué al elevador y aunque había gente mirándome, no me decían nada. Salí del elevador, temblorosa y lastimada, entré temerosa al camarote, esperando que no hubiera nadie dentro. Para mi suerte no había nadie allí.
Entré directa al baño, me desvestí lentamente y tuve mucho cuidado con la ropa interior, pues casi sentía que la tenía pegada a mi piel. Al terminar de quitármela, comencé a llorar desesperadamente.
- ¿Jodie? –Se escuchó en la puerta, no hice caso y seguí llorando a grito abierto- ¿Jodie estás bien? –escuché que la puerta se abría, yo estaba en el suelo escupiendo un poco de sangre.
- ¡Dios, Jodie! –era Harry quien me veía.
(Narra Harry)
Muy temprano en la mañana Chloe y yo fuimos a desayunar con los chicos. Louis parecía estar triste y molesto a la vez, era obvio que extrañaba a Jodie. Nosotros no dijimos nada cuando nos informó que habían terminado. Decidimos dejar a su criterio todo eso del amor. Chloe se llevaba de maravilla conmigo, la verdad era que la amaba con locura, estaba ciego de ella.
Después del desayuno fuimos a dar una vuelta en la cubierta pero Chloe me pidió que fuera por su cámara a su camarote. Al entrar a este, escuché que alguien estaba llorando desesperadamente. ¿Qué pasará allí? –me pregunté, conocí esos sollozos, era Jodie.
- ¿Jodie? –dije desde la puerta, los gritos comenzaban a aumentar- ¿Jodie estás bien? –pregunté de nuevo, ella seguía sin responder y decidí entrar.
Fue allí cuando la vi, estaba en el suelo, montones y montones de moretones, rodeaban su espalda y sus piernas, de su nariz y boca salía sangre. Estaba temblando y estaba pálida y delgada.
- ¡Dios, Jodie! –grité y corrí hacia ella. Me metí en el agua, no me importó mojarme por ella, ni siquiera le presté atención a su desnudez- ¿Qué te hicieron? –pregunté asustado. Ella no respondía. La tomé en mis brazos y traté de caminar con ella, aunque era un poco pesada.
Estaba por salir del baño, cuando tropecé y caí encima de ella. Jodie pareció no dolerle y yo caí sobre mis codos, admito que me dolió, ella me miró y estaba llorando. Preocupado también derramé algunas lágrimas, me estaba levantando…
- ¿Qué estás haciéndole? –preguntó Chloe en la entrada del cuarto.
- ¡No es lo que parece! –grité inmediatamente y me levanté de encima de Jodie.
- ¡Te diré lo que parece! –dijo ella molesta- ¡No la toques! –gritó furiosa.
- Yo no hice nada, déjame explicarte lo que pasó.
- ¡No! –dijo ella con los ojos cristalinos.
- ¡Chloe, espera! –pedí. Era cierto, esta no era una imagen nada bonita. Jodie en el suelo desnuda y mojada, además de llena de restos de sangre y yo sobre ella mojado.
- ¡Harry, vete antes de que llame a la policía, seguridad o lo que sea que haya aquí! –gritó.
- ¡Déjame decirte lo que pasó! –pedí desesperado.
- ¡Vete! –dijo llorando, me partió el corazón verla así y esperando a que yo me moviera del lado de su hermana, miré a Jodie y ella estaba casi desmayada.
Caminé rápidamente y salí de allí, fui a mi camarote. Pensar en decirle lo que pasaba a Louis solo lo preocuparía, no sabía qué le estaba pasando a Jodie, así que esperaría hasta que todo este problema se aclarara.
(Narra Jodie)
Luego que Chloe descubrió en una escena nada bonita a Harry y correrlo, se acercó a mí y me puso una toalla encima.
- Dime qué pasó –dijo furiosa.
- Harry no hizo nada –fue lo único que se me salió.
- ¿Quién lo hizo entonces? –dijo ayudándome a levantarme.
- Te lo diré el sábado cuando lleguemos a Londres, ahora no –susurré.
- Jodie estoy harta y asustada. No sé qué te está pasando, tienes una semana rara, qué te está pasando, con quién te juntas, quién te está amenazando, qué es lo que pasa –dijo llorando- hermanita, qué pasa…
- No te lo diré –dije de nuevo.
Me levanté de la cama y busqué ropa interior limpia y también algo para ponerme durante el día, hoy era viernes, hoy sería el último día de todo esto. Suspiré y mi estómago comenzó a gruñir de una forma rara.
- No saldrás hoy de aquí hasta que me lo digas –dijo mi hermana totalmente decidida.
- No evitarás que salga –le dije mirándola fijamente, pero rápidamente desvié la mirada.
- ¿Harry te hizo esto? –preguntó.
- No –dije rápida y claramente- él me sacó de la ducha solamente.
- No lo sé, ¿qué tal si solo lo estás cubriendo?
- No lo hago, ¿por qué lo haría?
- No lo sé, tal vez para salvar su pellejo –dijo ella molesta- ¿estás enamorada de él?
- Sigues haciendo suposiciones idiotas, métete en la cabeza que el único que me gusta y amo es Louis y Harry es tuyo y solamente tuyo, no sería capaz de dañar ni a una mosca –dije metiendo con cuidado mis piernas al calzón. Me puse unos jeans y una playera negra desgarrada. Me recosté en la salita y me quedé dormida.
(Narra Harry)
Habían pasado ya cuatro horas desde que vi a Chloe, y discutí con ella. Estaba realmente desesperado por aclarar lo que había pasado. No dudé más y fui a su camarote. Toqué un par de veces y ella fue quien me abrió.
- ¿Podemos hablar? –pedí.
- No –dijo molesta.
- ¿Por qué no? –dije molesto también, no podía ser que no me dejara explicarle.
- Jodie no me dice todo lo que pasa, no sé si ella te está protegiendo pero… yo sé lo que vi.
- Pues viste mal –dije molesto- yo no le hice nada, cuando entré a la habitación, ella lloraba a grito abierto, entré para verla y estaba hincada sobre el suelo, sangrando. Hubieras visto mi expresión al verla, me asusté y corrí a ayudarla. No la dañaría, nunca dañaría a nadie de ninguna forma.
- Harry… no lo sé…
- Dime algo, ¿Jodie te dijo que fui yo? –pregunté sin temor a equivocarme.
- No –dijo desviando la mirada.
- ¿Por qué no confías en mí entonces? –pregunté molesto.
- Es que…
- Gracias por demostrarme la confianza, de verdad –molesto me di media vuelta y me fui. No podía creer que ella pensara que yo sería capaz de dañar a su hermana de esa forma. ¿Qué pude haber hecho, violarla? ¡Jamás!
Entré a mi camarote y le pedí a Louis dar una vuelta por la cubierta. Estábamos tan cansados de la situación con nuestras chicas, que decidimos enjuagarnos las ideas con un poco de natación. Al cabo de unos minutos todos nuestros amigos estaban allí, solo nosotros. Los originales: Zayn, Izzy, Liam y Danielle, Niall, solo Louis y yo. Los únicos en los que en realidad podíamos confiar.
(Narra Jodie)
Había despertado solo para comer y volver a dormir, no tenía ganas de nada, no quería ver a nadie y tampoco estaba dispuesta a aprovechar mi último día en las instalaciones del crucero, solo quería que anocheciera pronto, terminar con mi atroz situación y despertar al día siguiente en Londres.
Eran las ocho de la noche y estaba preparándome para la última noche. ¿Loca? Sí, sí lo estaba por ir a pararme frente el extintor y esperar que me tocaran ya y poder irme más pronto.
“Hoy es más temprano, así podrás llegar a tu camarote sin que nadie se de cuenta y nadie salga herido, has hecho un buen trabajo, te queremos aquí a las nueve” –recibí.
Después de un gran suspiro, agarré mi cabello en una coleta y salí a la salita, me paré en seco cuando vi que no estaba sola. Estaban mi padre, la señora Casey, Angie, James y Chloe.
- ¿A dónde? –preguntó mi hermana.
- Eso no te importa –le gruñí.
- Hey, ese tono –me reprendió mi padre.
- Solo tengo que salir a respirar y despedirme del barco –le dije mirando a mi padre, él entrecerró los ojos.
- Tú no vas a ningún lado, quédate, veremos una película –dijo mi hermana.
- No, tengo que salir ya –dije buscando una excusa.
- ¿A dónde vas? –preguntó de nuevo.
- Chloe… déjame salir, necesito salir –pedí casi las lágrimas salían de mis ojos, la voz se me quebró en la última frase. Cómo rogaba que ellos me ataran a la cama y pidieran que me quedara, pero estaría toda la noche sufriendo por el paradero de los chicos, temiendo por su vida.
- No vas a ninguna parte –dijo molesta.
- ¡Tú no eres mi madre, Chloe! –le grité, no hallaba más excusas. Ella se puso la mano en la boca y comenzó a llorar. Caminé a la puerta pero ella se puso de pie.
- ¡No saldrás de aquí! –gruño molesta.
- Yo iré con ella –dijo Angie y abrió la puerta- Estaremos bien –dijo y me sacó de la habitación.
Caminamos en silencio por el corredor y luego recibí otro mensaje I Found a Boy.
“Iris, no sé por lo que estás pasando ahora pero de verdad, prométeme que serás una gran mujer, que eres una gran mujer y que le demostrarás a tu novio que lo vales. Prométeme que no dejarás que nadie te toque sin tu consentimiento. ¡Prométeme que lo denunciarás!” –recibí.
Cómo me gustaría prometerle eso. Cómo me gustaría decirle toda la verdad. Angie me observaba, me abrazó y las lágrimas corrieron a toda velocidad por mis mejillas.
- No sé qué está pasando, pero necesito saber que estarás bien cuando te deje aquí en el pasillo…
Me separé de ella confundida.
- Sé que vas al primer piso y te sientas frente al extintor de la entrada B. Te he seguido, pero nunca he estado lo suficientemente como para saber qué pasa después.
- Estaré bien, solo será hoy… prometo que solo será hoy –ella acarició mi mejilla.
- Todo saldrá bien –susurró y me abrazó de nuevo.
(Narra Jodie)
Desperté de golpe asustada por el tiempo, la noche había llegado y yo no estaba en el lugar de encuentro. ¿Qué pasaría si yo no me presentaba? Miré a mi alrededor y mi padre estaba dormido a mi lado, James no se encontraba allí. Me levanté corriendo y salí de la habitación. No estaba tampoco en la salita.
Salí corriendo de la habitación y bajé corriendo las escaleras, llegué al primer piso y revisé mi celular.
“Has sido impuntual, tu hermano pagará” –estaba en mi bandeja de entrada.
“No, no, no, no, ¡Ya llegué! Me quedé dormida, pero ya llegué, no le hagan nada por favor, ya llegué” –mientras lo escribía, estaba temblando y estaba llorando.
Me senté como comúnmente lo hacía y cerré los ojos fuertemente, esperé unos minutos y no había nada. Comencé a llorar otra vez desesperadamente, esperando y rogando que llegaran y me llevaran a mí en vez de él. Luego de estar sollozando, sentí que el pañuelo rodeaba mi boca y mi nariz, aspiré profundo de él y me quedé dormida.
…
- ¡Ah! –sentí cómo me golpeaban en el estómago.
- ¡Con que algo en vez de alguien! –gritó la rubia frente a mí. Comenzó a golpearme con más fuerza en el cuerpo, mientras Dean se encargaba de tocarme en todos los lados posibles.
- Te dije que hoy te arrepentirías –gritó esta furiosa. Sentí cómo si desgarraran algo dentro de mí, ¿Qué fue? Ni idea.
- ¡Ya basta! –lloré. Sentí que en vez de lágrimas corría sangre y salía de mi nariz. Todo se oscureció de nuevo y no vi nada, sentí cómo mi cuerpo no sentía más que el latir de la sangre por toda mi piel.
- Kelly, esto es suficiente… lo hemos hecho por cinco días, al principio no sentía nada, pero ahora me da lástima, ha sido suficiente –dijo él.
- ¡Claro que no! Si estás en el negocio, el negocio tiene que terminar.
- ¿Cómo quieres que termine, muerta? –preguntó.
- Sería la mejor opción, así sabemos que ella no hablará –dijo Kelly, yo a penas y los podía escuchar, el taladrar de mi oreja no me dejaba en paz.
- No, Kelly, ella no podrá hablar de esto. No puede, por más que trate de decir o hacer algo, te juro que no lo hará.
- ¿Cómo lo sabes? –preguntó la rubia.
- Solo lo sé –dijo. Me pusieron de nuevo el pañuelo en la cara y me quedé dormida.
Al despertar mi cuerpo no respondía, mis piernas dolían como nunca y mi cabeza no me dejaba pensar con claridad. Escuchaba un pitido en mis oídos y cuando me puse de pie, caí al suelo.
Me levanté y trastabillé un poco. Llegué al elevador y aunque había gente mirándome, no me decían nada. Salí del elevador, temblorosa y lastimada, entré temerosa al camarote, esperando que no hubiera nadie dentro. Para mi suerte no había nadie allí.
Entré directa al baño, me desvestí lentamente y tuve mucho cuidado con la ropa interior, pues casi sentía que la tenía pegada a mi piel. Al terminar de quitármela, comencé a llorar desesperadamente.
- ¿Jodie? –Se escuchó en la puerta, no hice caso y seguí llorando a grito abierto- ¿Jodie estás bien? –escuché que la puerta se abría, yo estaba en el suelo escupiendo un poco de sangre.
- ¡Dios, Jodie! –era Harry quien me veía.
(Narra Harry)
Muy temprano en la mañana Chloe y yo fuimos a desayunar con los chicos. Louis parecía estar triste y molesto a la vez, era obvio que extrañaba a Jodie. Nosotros no dijimos nada cuando nos informó que habían terminado. Decidimos dejar a su criterio todo eso del amor. Chloe se llevaba de maravilla conmigo, la verdad era que la amaba con locura, estaba ciego de ella.
Después del desayuno fuimos a dar una vuelta en la cubierta pero Chloe me pidió que fuera por su cámara a su camarote. Al entrar a este, escuché que alguien estaba llorando desesperadamente. ¿Qué pasará allí? –me pregunté, conocí esos sollozos, era Jodie.
- ¿Jodie? –dije desde la puerta, los gritos comenzaban a aumentar- ¿Jodie estás bien? –pregunté de nuevo, ella seguía sin responder y decidí entrar.
Fue allí cuando la vi, estaba en el suelo, montones y montones de moretones, rodeaban su espalda y sus piernas, de su nariz y boca salía sangre. Estaba temblando y estaba pálida y delgada.
- ¡Dios, Jodie! –grité y corrí hacia ella. Me metí en el agua, no me importó mojarme por ella, ni siquiera le presté atención a su desnudez- ¿Qué te hicieron? –pregunté asustado. Ella no respondía. La tomé en mis brazos y traté de caminar con ella, aunque era un poco pesada.
Estaba por salir del baño, cuando tropecé y caí encima de ella. Jodie pareció no dolerle y yo caí sobre mis codos, admito que me dolió, ella me miró y estaba llorando. Preocupado también derramé algunas lágrimas, me estaba levantando…
- ¿Qué estás haciéndole? –preguntó Chloe en la entrada del cuarto.
- ¡No es lo que parece! –grité inmediatamente y me levanté de encima de Jodie.
- ¡Te diré lo que parece! –dijo ella molesta- ¡No la toques! –gritó furiosa.
- Yo no hice nada, déjame explicarte lo que pasó.
- ¡No! –dijo ella con los ojos cristalinos.
- ¡Chloe, espera! –pedí. Era cierto, esta no era una imagen nada bonita. Jodie en el suelo desnuda y mojada, además de llena de restos de sangre y yo sobre ella mojado.
- ¡Harry, vete antes de que llame a la policía, seguridad o lo que sea que haya aquí! –gritó.
- ¡Déjame decirte lo que pasó! –pedí desesperado.
- ¡Vete! –dijo llorando, me partió el corazón verla así y esperando a que yo me moviera del lado de su hermana, miré a Jodie y ella estaba casi desmayada.
Caminé rápidamente y salí de allí, fui a mi camarote. Pensar en decirle lo que pasaba a Louis solo lo preocuparía, no sabía qué le estaba pasando a Jodie, así que esperaría hasta que todo este problema se aclarara.
(Narra Jodie)
Luego que Chloe descubrió en una escena nada bonita a Harry y correrlo, se acercó a mí y me puso una toalla encima.
- Dime qué pasó –dijo furiosa.
- Harry no hizo nada –fue lo único que se me salió.
- ¿Quién lo hizo entonces? –dijo ayudándome a levantarme.
- Te lo diré el sábado cuando lleguemos a Londres, ahora no –susurré.
- Jodie estoy harta y asustada. No sé qué te está pasando, tienes una semana rara, qué te está pasando, con quién te juntas, quién te está amenazando, qué es lo que pasa –dijo llorando- hermanita, qué pasa…
- No te lo diré –dije de nuevo.
Me levanté de la cama y busqué ropa interior limpia y también algo para ponerme durante el día, hoy era viernes, hoy sería el último día de todo esto. Suspiré y mi estómago comenzó a gruñir de una forma rara.
- No saldrás hoy de aquí hasta que me lo digas –dijo mi hermana totalmente decidida.
- No evitarás que salga –le dije mirándola fijamente, pero rápidamente desvié la mirada.
- ¿Harry te hizo esto? –preguntó.
- No –dije rápida y claramente- él me sacó de la ducha solamente.
- No lo sé, ¿qué tal si solo lo estás cubriendo?
- No lo hago, ¿por qué lo haría?
- No lo sé, tal vez para salvar su pellejo –dijo ella molesta- ¿estás enamorada de él?
- Sigues haciendo suposiciones idiotas, métete en la cabeza que el único que me gusta y amo es Louis y Harry es tuyo y solamente tuyo, no sería capaz de dañar ni a una mosca –dije metiendo con cuidado mis piernas al calzón. Me puse unos jeans y una playera negra desgarrada. Me recosté en la salita y me quedé dormida.
(Narra Harry)
Habían pasado ya cuatro horas desde que vi a Chloe, y discutí con ella. Estaba realmente desesperado por aclarar lo que había pasado. No dudé más y fui a su camarote. Toqué un par de veces y ella fue quien me abrió.
- ¿Podemos hablar? –pedí.
- No –dijo molesta.
- ¿Por qué no? –dije molesto también, no podía ser que no me dejara explicarle.
- Jodie no me dice todo lo que pasa, no sé si ella te está protegiendo pero… yo sé lo que vi.
- Pues viste mal –dije molesto- yo no le hice nada, cuando entré a la habitación, ella lloraba a grito abierto, entré para verla y estaba hincada sobre el suelo, sangrando. Hubieras visto mi expresión al verla, me asusté y corrí a ayudarla. No la dañaría, nunca dañaría a nadie de ninguna forma.
- Harry… no lo sé…
- Dime algo, ¿Jodie te dijo que fui yo? –pregunté sin temor a equivocarme.
- No –dijo desviando la mirada.
- ¿Por qué no confías en mí entonces? –pregunté molesto.
- Es que…
- Gracias por demostrarme la confianza, de verdad –molesto me di media vuelta y me fui. No podía creer que ella pensara que yo sería capaz de dañar a su hermana de esa forma. ¿Qué pude haber hecho, violarla? ¡Jamás!
Entré a mi camarote y le pedí a Louis dar una vuelta por la cubierta. Estábamos tan cansados de la situación con nuestras chicas, que decidimos enjuagarnos las ideas con un poco de natación. Al cabo de unos minutos todos nuestros amigos estaban allí, solo nosotros. Los originales: Zayn, Izzy, Liam y Danielle, Niall, solo Louis y yo. Los únicos en los que en realidad podíamos confiar.
(Narra Jodie)
Había despertado solo para comer y volver a dormir, no tenía ganas de nada, no quería ver a nadie y tampoco estaba dispuesta a aprovechar mi último día en las instalaciones del crucero, solo quería que anocheciera pronto, terminar con mi atroz situación y despertar al día siguiente en Londres.
Eran las ocho de la noche y estaba preparándome para la última noche. ¿Loca? Sí, sí lo estaba por ir a pararme frente el extintor y esperar que me tocaran ya y poder irme más pronto.
“Hoy es más temprano, así podrás llegar a tu camarote sin que nadie se de cuenta y nadie salga herido, has hecho un buen trabajo, te queremos aquí a las nueve” –recibí.
Después de un gran suspiro, agarré mi cabello en una coleta y salí a la salita, me paré en seco cuando vi que no estaba sola. Estaban mi padre, la señora Casey, Angie, James y Chloe.
- ¿A dónde? –preguntó mi hermana.
- Eso no te importa –le gruñí.
- Hey, ese tono –me reprendió mi padre.
- Solo tengo que salir a respirar y despedirme del barco –le dije mirando a mi padre, él entrecerró los ojos.
- Tú no vas a ningún lado, quédate, veremos una película –dijo mi hermana.
- No, tengo que salir ya –dije buscando una excusa.
- ¿A dónde vas? –preguntó de nuevo.
- Chloe… déjame salir, necesito salir –pedí casi las lágrimas salían de mis ojos, la voz se me quebró en la última frase. Cómo rogaba que ellos me ataran a la cama y pidieran que me quedara, pero estaría toda la noche sufriendo por el paradero de los chicos, temiendo por su vida.
- No vas a ninguna parte –dijo molesta.
- ¡Tú no eres mi madre, Chloe! –le grité, no hallaba más excusas. Ella se puso la mano en la boca y comenzó a llorar. Caminé a la puerta pero ella se puso de pie.
- ¡No saldrás de aquí! –gruño molesta.
- Yo iré con ella –dijo Angie y abrió la puerta- Estaremos bien –dijo y me sacó de la habitación.
Caminamos en silencio por el corredor y luego recibí otro mensaje I Found a Boy.
“Iris, no sé por lo que estás pasando ahora pero de verdad, prométeme que serás una gran mujer, que eres una gran mujer y que le demostrarás a tu novio que lo vales. Prométeme que no dejarás que nadie te toque sin tu consentimiento. ¡Prométeme que lo denunciarás!” –recibí.
Cómo me gustaría prometerle eso. Cómo me gustaría decirle toda la verdad. Angie me observaba, me abrazó y las lágrimas corrieron a toda velocidad por mis mejillas.
- No sé qué está pasando, pero necesito saber que estarás bien cuando te deje aquí en el pasillo…
Me separé de ella confundida.
- Sé que vas al primer piso y te sientas frente al extintor de la entrada B. Te he seguido, pero nunca he estado lo suficientemente como para saber qué pasa después.
- Estaré bien, solo será hoy… prometo que solo será hoy –ella acarició mi mejilla.
- Todo saldrá bien –susurró y me abrazó de nuevo.
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
¡Eres tú!
Luego que Angie se fue, quedaban pocos minutos para que me fueran a recoger frente al extintor. Salí a la cubierta y le di una vuelta completa corriendo. Luego pasé al casino-bar que estaba en el segundo piso y tomé mi último caballito de tequila y un vasito de whisky.
Faltaban cinco minutos para que fuera la última vez y llegué allí para estar a tiempo. Puntual para ser violada, qué genial. Me senté allí y decidí enviarle un mensaje a Alan con toda la verdad sobre mí.
“Mi nombre es Jodie Iris Flynn, vivía en Nueva York, pero voy rumbo a Londres en un crucero llamado Princess, hice que mi prometido Louis Tomlinson, me botara para que no se enterara de que mi exnovio Dean Dempsey estaba abusando sexualmente de mí, por una semana, junto con la exnovia de mi prometido Kelly Williams. Ahora estoy frente a su puerta para que abuse de mí por última vez, ¿por qué lo hice? Para proteger a mi novio y mis amigos de las locuras de estos dos, amenazaron con matar a cualquiera de mi familia y amigos si no lo hacía, ahora estoy por venderme por última vez” –era un mensaje largo, así que le piqué a enviar y se enviara completo de una vez por todas. Al final, yo no quería que Will también terminara desconfiando de mí. Al fin y al cabo si mañana salía en los noticieros con un encabezado de: “Chica violada en la habitación del Princess”. Will sabría quién era y ahora sabría a quién demandar cuando yo ya no estuviese viva.
Metí mi celular al bolsillo y esperé a que él me respondiera pero no lo hizo, cerré mis ojos y sentí cómo ponían el pañuelo en mi nariz.
(Narra Louis)
Estaba cambiándome de ropa en el camarote y guardando todas mis cosas en la maleta, por que mañana llegaríamos a Londres, Harry y los chicos estaban en la habitación hablando con nosotros.
Mientras guardaba mis cosas sentí un bultito en mi pantalón, metí la mano y era el anillo de compromiso. Me entristecí al verlo, pero… ¿y si no era un error lo que había pasado?, ¿Qué me estaría ocultando que fuera tan importante como para no decírmelo? Mi celular comenzó a vibrar y a timbrar en el tono de Look After You, indicio de que era mi amiga Iris.
“Mi nombre es Jodie Iris Flynn, vivía en Nueva York, pero voy rumbo a Londres en un crucero llamado Princess, hice que mi prometido Danny Jones, me botara para que no se enterara de que mi exnovio Dean Dempsey estaba abusando sexualmente de mí, por una semana, junto con la exnovia de mi prometido Kelly Williams. Ahora estoy frente a su puerta para que abuse de mí por última vez, ¿por qué lo hice? Para proteger a mi novio y mis amigos de las locuras de estos dos, amenazaron con matar a cualquiera de mi familia y amigos si no lo hacía, ahora estoy por venderme por última vez” –leí y volví a leer el mensaje como cinco veces.
Estaba en shock leyendo y releyendo el mensaje. No dejaba de repetir el mismo inicio: Mi nombre es Jodie Iris Flynn… ¡Era Jodie! Todo este tiempo, mi amiga misteriosa, de la que en un principio me había enamorado, era ella.
- ¿Louis estás bien? –preguntó Liam, rompiendo mi trance.
Sentí cómo un montón de recuerdos y letras venían a mi cabeza. Jodie + Iris = Abuso sexual.
Rápidamente comencé a llamar a ese número. ¿Por qué nunca se me ocurrió antes? Timbres y timbres y no respondían. Toda la semana sufriendo de violación. Mi vida estaba sufriendo, el ser que yo más amaba estaba sufriendo ahora mismo.
- Louis, ¿qué te pasa? –dijo Harry cuando notó que yo estaba desesperado marcando el mismo número.
- Llamen a este número, ya –rugí- 0448711782488 rápido, a penas conteste me lo dan.
Todos obedecieron y estaban riendo.
- ¿Ganaste algo en una rifa?
- ¡No! –dije asustado.
- No contestan –dijo Niall.
- Tampoco a mí –dijo Harry.
- Nop –dijo Zayn.
- ¡Demonios, dónde estás! –grité y volví a marcar. Ahora me mandaba a buzón.
- ¿Qué pasa? –preguntó Zayn.
- El número es el de Jodie, está en peligro, necesito encontrarla ya –le aventé el celular a Zayn, con el mensaje en la pantalla. Él lo terminó de leer y se lo dio a Niall y él a Harry junto con Liam. Yo estaba pensando en lo que estarían haciéndole ahora.
- ¡A buscarla! –dijo Zayn furioso. Todos corrimos hacia la puerta y luego tocamos en el camarote de Jodie, salió su padre.
- ¿Dónde está Jodie? –pregunté alarmado.
- No lo sé, salió de aquí con Angie –dijo.
- Si la ve… no deje que se vaya a ningún lado. Tampoco deje que se vayan Dean o Kelly –pedí.
- ¿Por qué? –preguntó mi suegro intrigado.
- Hágalo –pedí y corrí, todos nos separamos, unos por las escaleras y Harry y yo por el elevador. Subimos a la cubierta y le dimos la vuelta completa y nada.
- Louis –dijo Harry agitado- en la mañana tuve una pelea con Chloe…
- Eso no me interesa ahora Harry –le dije enojado.
- Espera, déjame terminar –pidió-, ella me mandó a su camarote por la cámara. Al entrar escuché que alguien lloraba y entré al baño para ver qué pasaba. Jodie estaba hincada y sangrando, tenía todo el cuerpo lleno de moretones y sangraba por cada orificio de su cuerpo.
- ¿Por qué no me lo dijiste? –pregunté asustado y molesto.
- Porque yo no sabía lo que le pasaba –dijo excusándose.
A lo lejos divisé a Angie hablando con una chica, corrimos hacia ella y cuando me vio se le formó una gran sonrisa.
- Angie –dije tratando de no sonar tan nervioso.
- Hola chicos –dijo ella sonriente.
- Necesito que me digas… -el aliento se me iba- ¿dónde está Jade? –pregunté.
- No lo sé –dijo borrando la sonrisa que tenía.
- Angie… por favor –dije, las lágrimas casi me consumían- ¿Dónde está? –pregunté de nuevo- Ella puede estar en peligro… dime dónde está.
- En el primer piso, corredor sur, entrada B… frente un extintor, en el camarote 120-A.
- ¿Cómo es que…? –pregunté confundido. Pues ella sabía santo y seña del lugar.
- Una vez la seguí, pero no dije nada hasta que ella estuviera lista, no sé qué es lo que pasa allí.
- Gracias –dije y la abracé, ella sonrió un poco y corrí hacia ese lugar.
Llamé a Liam, Zayn y Niall nos alcanzarían allá. También llamamos a los de seguridad y una vez que estuvimos todos frente a esa puerta, un policía la abrió y entraron ellos primero.
- ¡Aléjese de ella! –gritaron adentro. No pude más y entré para ver a mi mujer.
Ella estaba desmayada en la cama atada de las manos y vestida a medias, solo tenía el sostén y la ropa interior. Me desgarró el alma verla así. Kelly estaba contra la pared y un policía estaba poniéndole las esposas. Dean estaba al lado de la cama con el pantalón desabrochado, mirándome.
La furia corrió por mis venas. ¿Cómo pudo hacerle eso a una mujer? ¿Cómo había gente tan mala en el mundo? ¡Cómo hacerle eso alguien que alguna vez había sido tu mujer! ¿Cómo fregados?
Corrí hacia él y lo tumbé, ya en el suelo le di tantos puñetazos en la cara que me dolían los nudillos, él sangraba de la nariz, boca y ojos. No me importaba si lo había matado, se merecía eso y mucho más. Pero al parecer solo estaba desmayado, los policías ni evitaron que le pegara, al parecer ellos también lo querían hacer pero la ley se los prohibía. Me levanté de él y me acerqué a mi chica. Los policías tomaron fotos de la escena. Pero prometieron taparle el rostro a Jodie y omitir el nombre de ella en la publicidad.
Les mostré la evidencia, los mensajes y les enseñé el celular de ella donde venían los mensajes de amenaza y ese tipo de cosas, Angie también les dijo su versión y todo eso y unas cuantas cosas más pasaron.
Se llevaron a Jodie al consultorio médico en una camilla, pero taparon su rostro para que nadie viera quién era y no se causara una gran polémica allí en el barco. Yo iba tomando su mano pero ella parecía estar muerta, no movía ni un músculo… lo único que me hacía sentir mejor era que estaba calientita.
La recostaron y le pusieron un suero. Parecía estar molesta y además preocupada. No pude evitarlo pero se me rompió el corazón verla así, mis lágrimas caían sobre su hombro. Liam me daba palmaditas en la espalda, Zayn estaba serio y Harry y Niall estaban sosteniendo la otra mano de Jodie. Al cabo de unos minutos Danielle e Izzy llegaron allí.
- Lo siento tanto –dijo Danielle y me abrazó. Mis sollozos se volvieron incontrolables y la voz no me salía. Tenía un nudo enorme en la garganta que no me podía quitar.
- Tranquilo Louis, ahora Jodie está a salvo y nada la podrá lastimar –me dijo Izzy. La castaña se me acercó y me abrazó también.
- ¿Por qué nunca nos dijo? –se preguntaba Danielle.
- Ella… -dije cuando por fin pude hablar- me dijo a mí, ella era la chica con la que yo hablaba por mensajes de texto, la chica sin nombre. Ella me dijo que la violaron, pero yo no sabía que era Jodie hasta que ella me dijo su nombre completo.
- ¡Tú eres “él”! –exclamó Harry- Jodie también hablaba con alguien por mensajes, si la hubieras visto cuando hablaba con él, sonreía de una forma tan… especial –exclamó. Recordar sus risas, su mirada tierna, su cabello enmarañado, sus frases nada amables y su expresión de fuerte… me volvió a quebrar, ahora estaba frente a mí: en una camilla con la piel pálida y las venas alteradas, su boca era blanca y de sus ojos salían lágrimas, aún cuando estaba inconciente. Rompí en llanto y luego escuchamos que se abría la puerta. Entraron su padre y sus hermanos.
- ¡Hija! –dijo su padre, me hice a un lado y él llegó rápidamente a ella. La abrazó y lloró allí a su lado, Niall me abrazó a mí y también lloré, me sentía tan inútil… ella dándome todas las señales y yo más despistado que nunca no lo noté.
- ¡Jodie! –gritaba su hermana, puso su cara en su pecho y lloró con más fuerza- ¡Sabía que algo te pasaba, por qué no me dijiste!
- Ya hija, ella tiene que descansar –le dijo su padre. James estaba parado a su lado, su boca estaba cerrada, él no lloraba pero estaba serio. Acarició su frente y luego se hizo a un lado.
- Buenas noches, bueno casi días –dijo el doctor viendo su reloj- Mire su hija sufre de una anemia terrible, necesita estas vitaminas, estas inyecciones y además una dieta especial.
- De acuerdo –dijo el señor Flynn, se hicieron a un lado y comenzaron a hablar entre ellos. James me abrazó y estuvimos hablando un rato.
Todos habían recibido su merecido. Dean y Kelly serían juzgados en Londres, donde la pena por violación era mayor. Pero yo ya no quería saber nada de eso. Pedí dar mi declaración por escrito y se nos dio el derecho de mantenernos a raya y libres de cualquier acusación o escándalo.
En la mañana el barco ancló y todos los pasajeros comenzaron a bajar. Nuestras cosas estaban listas. El padre de Jodie no me permitió verla cuando despertara, me dijo que ella lo que menos necesitaba ahora eran hombres a su lado. Lo único que le pedí, fue que me dejara ponerle el anillo y así lo hizo, le puse el anillo y le di un beso en la frente. Harry y Chloe no hablaron, al parecer solo se dieron un abrazo. No sé qué pasaría con su relación.
Yo le di mi número de celular a James, él prometió decirle todo lo que pasó a Jodie cuando despertara. Le dije que estaría al pendiente de cualquier cosa nueva.
(Narra Jade)
Al despertar estaba en una camioneta, me asusté y comencé a mirar a todos lados.
- He –dijo James a mi lado- Tranquila, tranquila –susurró. Miré a quienes iban conmigo y eran solo mi hermano, Chloe y mi padre. Mis cosas venían también allí.
- Solo somos nosotros hija –dijo mi padre- Hemos llegado a Londres –dijo mirando por la ventana. Asomé la cabeza por la ventana y comencé a ver los bellos paisajes de la hermosa ciudad, a lo lejos se veía el London Eye. Era hermoso. El día era nublado como todos mis días favoritos, yo usaba una sudadera blanca con unos sellos extraños en el pecho. Olía al perfume de Louis.
- ¿Qué… pasó? –pregunté pues no recordaba nada.
- Bueno, nos enteramos de lo que pasaba con Dean, te rescatamos antes de que pasara lo de anoche y… ahora él está por ir a la cárcel, junto con la loca de su amiga.
- ¿Kelly? –pregunté.
- Sí –dijo mi hermana- No te preocupes, hermanita, la desgreñé antes de que se la llevaran. Hubieras visto a Sue cuando la vio, creo que la dejó pelona de tanto cabello que le arrancó.
Hice media sonrisa y ella tomó mi mano.
Recargué mi cabeza en la ventana y me sumí en la depresión nuevamente, ¿qué habrá pasado con Louis?, ¿se habrá enterado de mi verdadera historia?, ¿lo volvería a ver, sin que estuviera en la televisión o en tiendas de discos?
Después de pasar por muchos parques y edificios hermosamente hechos, llegamos a un vecindario con casas que parecían ser mansiones.
Llegamos a una en especial, tenía un gran jardín y estaba lleno de flores de muchos colores. Bajamos de la camioneta y mi padre no me dejó sacar nada del auto, él cargó mis cosas y mi hermano me acompañó a la puerta.
- Estarás bien, lo prometo –dijo mi hermano. Abrió la puerta y entramos.
Frente a mí estaban las escaleras y a mi lado la sala, era amplia y de color marrón con rojo. A mi lado izquierdo parecía estar la cocina, y al lado de las escaleras un corredor que daba al jardín trasero, caminé hacia allá y detrás había una piscina y un amplio jardín con un Kiosco incluido. Eso me sorprendió mucho.
Luego que Angie se fue, quedaban pocos minutos para que me fueran a recoger frente al extintor. Salí a la cubierta y le di una vuelta completa corriendo. Luego pasé al casino-bar que estaba en el segundo piso y tomé mi último caballito de tequila y un vasito de whisky.
Faltaban cinco minutos para que fuera la última vez y llegué allí para estar a tiempo. Puntual para ser violada, qué genial. Me senté allí y decidí enviarle un mensaje a Alan con toda la verdad sobre mí.
“Mi nombre es Jodie Iris Flynn, vivía en Nueva York, pero voy rumbo a Londres en un crucero llamado Princess, hice que mi prometido Louis Tomlinson, me botara para que no se enterara de que mi exnovio Dean Dempsey estaba abusando sexualmente de mí, por una semana, junto con la exnovia de mi prometido Kelly Williams. Ahora estoy frente a su puerta para que abuse de mí por última vez, ¿por qué lo hice? Para proteger a mi novio y mis amigos de las locuras de estos dos, amenazaron con matar a cualquiera de mi familia y amigos si no lo hacía, ahora estoy por venderme por última vez” –era un mensaje largo, así que le piqué a enviar y se enviara completo de una vez por todas. Al final, yo no quería que Will también terminara desconfiando de mí. Al fin y al cabo si mañana salía en los noticieros con un encabezado de: “Chica violada en la habitación del Princess”. Will sabría quién era y ahora sabría a quién demandar cuando yo ya no estuviese viva.
Metí mi celular al bolsillo y esperé a que él me respondiera pero no lo hizo, cerré mis ojos y sentí cómo ponían el pañuelo en mi nariz.
(Narra Louis)
Estaba cambiándome de ropa en el camarote y guardando todas mis cosas en la maleta, por que mañana llegaríamos a Londres, Harry y los chicos estaban en la habitación hablando con nosotros.
Mientras guardaba mis cosas sentí un bultito en mi pantalón, metí la mano y era el anillo de compromiso. Me entristecí al verlo, pero… ¿y si no era un error lo que había pasado?, ¿Qué me estaría ocultando que fuera tan importante como para no decírmelo? Mi celular comenzó a vibrar y a timbrar en el tono de Look After You, indicio de que era mi amiga Iris.
“Mi nombre es Jodie Iris Flynn, vivía en Nueva York, pero voy rumbo a Londres en un crucero llamado Princess, hice que mi prometido Danny Jones, me botara para que no se enterara de que mi exnovio Dean Dempsey estaba abusando sexualmente de mí, por una semana, junto con la exnovia de mi prometido Kelly Williams. Ahora estoy frente a su puerta para que abuse de mí por última vez, ¿por qué lo hice? Para proteger a mi novio y mis amigos de las locuras de estos dos, amenazaron con matar a cualquiera de mi familia y amigos si no lo hacía, ahora estoy por venderme por última vez” –leí y volví a leer el mensaje como cinco veces.
Estaba en shock leyendo y releyendo el mensaje. No dejaba de repetir el mismo inicio: Mi nombre es Jodie Iris Flynn… ¡Era Jodie! Todo este tiempo, mi amiga misteriosa, de la que en un principio me había enamorado, era ella.
- ¿Louis estás bien? –preguntó Liam, rompiendo mi trance.
Sentí cómo un montón de recuerdos y letras venían a mi cabeza. Jodie + Iris = Abuso sexual.
Rápidamente comencé a llamar a ese número. ¿Por qué nunca se me ocurrió antes? Timbres y timbres y no respondían. Toda la semana sufriendo de violación. Mi vida estaba sufriendo, el ser que yo más amaba estaba sufriendo ahora mismo.
- Louis, ¿qué te pasa? –dijo Harry cuando notó que yo estaba desesperado marcando el mismo número.
- Llamen a este número, ya –rugí- 0448711782488 rápido, a penas conteste me lo dan.
Todos obedecieron y estaban riendo.
- ¿Ganaste algo en una rifa?
- ¡No! –dije asustado.
- No contestan –dijo Niall.
- Tampoco a mí –dijo Harry.
- Nop –dijo Zayn.
- ¡Demonios, dónde estás! –grité y volví a marcar. Ahora me mandaba a buzón.
- ¿Qué pasa? –preguntó Zayn.
- El número es el de Jodie, está en peligro, necesito encontrarla ya –le aventé el celular a Zayn, con el mensaje en la pantalla. Él lo terminó de leer y se lo dio a Niall y él a Harry junto con Liam. Yo estaba pensando en lo que estarían haciéndole ahora.
- ¡A buscarla! –dijo Zayn furioso. Todos corrimos hacia la puerta y luego tocamos en el camarote de Jodie, salió su padre.
- ¿Dónde está Jodie? –pregunté alarmado.
- No lo sé, salió de aquí con Angie –dijo.
- Si la ve… no deje que se vaya a ningún lado. Tampoco deje que se vayan Dean o Kelly –pedí.
- ¿Por qué? –preguntó mi suegro intrigado.
- Hágalo –pedí y corrí, todos nos separamos, unos por las escaleras y Harry y yo por el elevador. Subimos a la cubierta y le dimos la vuelta completa y nada.
- Louis –dijo Harry agitado- en la mañana tuve una pelea con Chloe…
- Eso no me interesa ahora Harry –le dije enojado.
- Espera, déjame terminar –pidió-, ella me mandó a su camarote por la cámara. Al entrar escuché que alguien lloraba y entré al baño para ver qué pasaba. Jodie estaba hincada y sangrando, tenía todo el cuerpo lleno de moretones y sangraba por cada orificio de su cuerpo.
- ¿Por qué no me lo dijiste? –pregunté asustado y molesto.
- Porque yo no sabía lo que le pasaba –dijo excusándose.
A lo lejos divisé a Angie hablando con una chica, corrimos hacia ella y cuando me vio se le formó una gran sonrisa.
- Angie –dije tratando de no sonar tan nervioso.
- Hola chicos –dijo ella sonriente.
- Necesito que me digas… -el aliento se me iba- ¿dónde está Jade? –pregunté.
- No lo sé –dijo borrando la sonrisa que tenía.
- Angie… por favor –dije, las lágrimas casi me consumían- ¿Dónde está? –pregunté de nuevo- Ella puede estar en peligro… dime dónde está.
- En el primer piso, corredor sur, entrada B… frente un extintor, en el camarote 120-A.
- ¿Cómo es que…? –pregunté confundido. Pues ella sabía santo y seña del lugar.
- Una vez la seguí, pero no dije nada hasta que ella estuviera lista, no sé qué es lo que pasa allí.
- Gracias –dije y la abracé, ella sonrió un poco y corrí hacia ese lugar.
Llamé a Liam, Zayn y Niall nos alcanzarían allá. También llamamos a los de seguridad y una vez que estuvimos todos frente a esa puerta, un policía la abrió y entraron ellos primero.
- ¡Aléjese de ella! –gritaron adentro. No pude más y entré para ver a mi mujer.
Ella estaba desmayada en la cama atada de las manos y vestida a medias, solo tenía el sostén y la ropa interior. Me desgarró el alma verla así. Kelly estaba contra la pared y un policía estaba poniéndole las esposas. Dean estaba al lado de la cama con el pantalón desabrochado, mirándome.
La furia corrió por mis venas. ¿Cómo pudo hacerle eso a una mujer? ¿Cómo había gente tan mala en el mundo? ¡Cómo hacerle eso alguien que alguna vez había sido tu mujer! ¿Cómo fregados?
Corrí hacia él y lo tumbé, ya en el suelo le di tantos puñetazos en la cara que me dolían los nudillos, él sangraba de la nariz, boca y ojos. No me importaba si lo había matado, se merecía eso y mucho más. Pero al parecer solo estaba desmayado, los policías ni evitaron que le pegara, al parecer ellos también lo querían hacer pero la ley se los prohibía. Me levanté de él y me acerqué a mi chica. Los policías tomaron fotos de la escena. Pero prometieron taparle el rostro a Jodie y omitir el nombre de ella en la publicidad.
Les mostré la evidencia, los mensajes y les enseñé el celular de ella donde venían los mensajes de amenaza y ese tipo de cosas, Angie también les dijo su versión y todo eso y unas cuantas cosas más pasaron.
Se llevaron a Jodie al consultorio médico en una camilla, pero taparon su rostro para que nadie viera quién era y no se causara una gran polémica allí en el barco. Yo iba tomando su mano pero ella parecía estar muerta, no movía ni un músculo… lo único que me hacía sentir mejor era que estaba calientita.
La recostaron y le pusieron un suero. Parecía estar molesta y además preocupada. No pude evitarlo pero se me rompió el corazón verla así, mis lágrimas caían sobre su hombro. Liam me daba palmaditas en la espalda, Zayn estaba serio y Harry y Niall estaban sosteniendo la otra mano de Jodie. Al cabo de unos minutos Danielle e Izzy llegaron allí.
- Lo siento tanto –dijo Danielle y me abrazó. Mis sollozos se volvieron incontrolables y la voz no me salía. Tenía un nudo enorme en la garganta que no me podía quitar.
- Tranquilo Louis, ahora Jodie está a salvo y nada la podrá lastimar –me dijo Izzy. La castaña se me acercó y me abrazó también.
- ¿Por qué nunca nos dijo? –se preguntaba Danielle.
- Ella… -dije cuando por fin pude hablar- me dijo a mí, ella era la chica con la que yo hablaba por mensajes de texto, la chica sin nombre. Ella me dijo que la violaron, pero yo no sabía que era Jodie hasta que ella me dijo su nombre completo.
- ¡Tú eres “él”! –exclamó Harry- Jodie también hablaba con alguien por mensajes, si la hubieras visto cuando hablaba con él, sonreía de una forma tan… especial –exclamó. Recordar sus risas, su mirada tierna, su cabello enmarañado, sus frases nada amables y su expresión de fuerte… me volvió a quebrar, ahora estaba frente a mí: en una camilla con la piel pálida y las venas alteradas, su boca era blanca y de sus ojos salían lágrimas, aún cuando estaba inconciente. Rompí en llanto y luego escuchamos que se abría la puerta. Entraron su padre y sus hermanos.
- ¡Hija! –dijo su padre, me hice a un lado y él llegó rápidamente a ella. La abrazó y lloró allí a su lado, Niall me abrazó a mí y también lloré, me sentía tan inútil… ella dándome todas las señales y yo más despistado que nunca no lo noté.
- ¡Jodie! –gritaba su hermana, puso su cara en su pecho y lloró con más fuerza- ¡Sabía que algo te pasaba, por qué no me dijiste!
- Ya hija, ella tiene que descansar –le dijo su padre. James estaba parado a su lado, su boca estaba cerrada, él no lloraba pero estaba serio. Acarició su frente y luego se hizo a un lado.
- Buenas noches, bueno casi días –dijo el doctor viendo su reloj- Mire su hija sufre de una anemia terrible, necesita estas vitaminas, estas inyecciones y además una dieta especial.
- De acuerdo –dijo el señor Flynn, se hicieron a un lado y comenzaron a hablar entre ellos. James me abrazó y estuvimos hablando un rato.
Todos habían recibido su merecido. Dean y Kelly serían juzgados en Londres, donde la pena por violación era mayor. Pero yo ya no quería saber nada de eso. Pedí dar mi declaración por escrito y se nos dio el derecho de mantenernos a raya y libres de cualquier acusación o escándalo.
En la mañana el barco ancló y todos los pasajeros comenzaron a bajar. Nuestras cosas estaban listas. El padre de Jodie no me permitió verla cuando despertara, me dijo que ella lo que menos necesitaba ahora eran hombres a su lado. Lo único que le pedí, fue que me dejara ponerle el anillo y así lo hizo, le puse el anillo y le di un beso en la frente. Harry y Chloe no hablaron, al parecer solo se dieron un abrazo. No sé qué pasaría con su relación.
Yo le di mi número de celular a James, él prometió decirle todo lo que pasó a Jodie cuando despertara. Le dije que estaría al pendiente de cualquier cosa nueva.
(Narra Jade)
Al despertar estaba en una camioneta, me asusté y comencé a mirar a todos lados.
- He –dijo James a mi lado- Tranquila, tranquila –susurró. Miré a quienes iban conmigo y eran solo mi hermano, Chloe y mi padre. Mis cosas venían también allí.
- Solo somos nosotros hija –dijo mi padre- Hemos llegado a Londres –dijo mirando por la ventana. Asomé la cabeza por la ventana y comencé a ver los bellos paisajes de la hermosa ciudad, a lo lejos se veía el London Eye. Era hermoso. El día era nublado como todos mis días favoritos, yo usaba una sudadera blanca con unos sellos extraños en el pecho. Olía al perfume de Louis.
- ¿Qué… pasó? –pregunté pues no recordaba nada.
- Bueno, nos enteramos de lo que pasaba con Dean, te rescatamos antes de que pasara lo de anoche y… ahora él está por ir a la cárcel, junto con la loca de su amiga.
- ¿Kelly? –pregunté.
- Sí –dijo mi hermana- No te preocupes, hermanita, la desgreñé antes de que se la llevaran. Hubieras visto a Sue cuando la vio, creo que la dejó pelona de tanto cabello que le arrancó.
Hice media sonrisa y ella tomó mi mano.
Recargué mi cabeza en la ventana y me sumí en la depresión nuevamente, ¿qué habrá pasado con Louis?, ¿se habrá enterado de mi verdadera historia?, ¿lo volvería a ver, sin que estuviera en la televisión o en tiendas de discos?
Después de pasar por muchos parques y edificios hermosamente hechos, llegamos a un vecindario con casas que parecían ser mansiones.
Llegamos a una en especial, tenía un gran jardín y estaba lleno de flores de muchos colores. Bajamos de la camioneta y mi padre no me dejó sacar nada del auto, él cargó mis cosas y mi hermano me acompañó a la puerta.
- Estarás bien, lo prometo –dijo mi hermano. Abrió la puerta y entramos.
Frente a mí estaban las escaleras y a mi lado la sala, era amplia y de color marrón con rojo. A mi lado izquierdo parecía estar la cocina, y al lado de las escaleras un corredor que daba al jardín trasero, caminé hacia allá y detrás había una piscina y un amplio jardín con un Kiosco incluido. Eso me sorprendió mucho.
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
Vivir y Extrañar
Entré de nuevo y ayudé a mi padre a bajar las cosas de la camioneta. Luego de eso entré a mi habitación y vi que allí estaban las cajas de mis cosas. La habitación era grande y espaciosa, tenía una pequeña terraza que daba al jardín trasero, perfectamente podría saltar desde mi terraza a la piscina. Eso lo intentaría después.
Abrí una puerta que allí estaba y era un baño solo para mí, ¡genial! Ya no discutiría con Charly sobre eso. Me recosté en la cama y abracé una almohada que allí se encontraba.
- Hola –dijo mi padre en la entrada del cuarto.
- Hola –respondí. Él entró y se sentó sobre mi cama.
- Siento tanto que hayas tenido que pasar por eso.
- No importa ya –dije.
- ¿Por qué lo hiciste? –preguntó. Yo miré mi celular, aún tenía la imagen de Danny de fondo.
- Por amor, supongo –dije.
- Hija, conociste a ese chico hace un mes… diste todo… todo… por él. Casi… mueres…
- No solo lo hice por él, lo hice por todos. No podía dejar que los lastimaran, no permitiría que tocaran a mi familia – me senté, crucé las piernas frente a mí.
- ¿Por qué sufrir algo tan… grave?
- Papá… no quiero hablar sobre esto… nunca. Ya pasó… no quiero volver a hablar sobre ese barco, no quiero volver a hablar sobre Dean, no quiero volver a… hablar, de esto.
- Es tu decisión hija, pero… prométeme… que no me ocultarás nada más –pidió.
- Lo prometo –dije rápidamente, él entrecerró los ojos.
- No lo prometas por que te lo pido, promételo porque en verdad lo harás.
- Te he dicho que lo prometo –le dije y lo abracé. Él me estrechó en sus brazos y acarició mi cabello. Luego de un gran suspiro, él se levantó y se puso en la puerta.
- ¿Quieres dormir un poco? –preguntó.
- En realidad no –dije con media sonrisa-, simplemente quiero desempacar, escuchar a Simple Plan a todo volumen sin que me regañes, y comer muchísimos Hot-Cakes. Muero de hambre –le informé.
- Cierto, acerca de eso… el doctor nos dijo que… tendrías cierta dieta, pues debido a esa semana y tanto sangrado… pues…
- Oh, pues dame lo que dijo el doctor y listo –dije con media sonrisa.
- Bueno, ahora voy a la cocina –dijo y bajó sonriente.
No sabía cómo me sentía en estos momentos. ¿Triste? No, todo había acabado de una vez por todas. ¿Débil? No, ya había descansado lo suficiente. ¿Mujer? Mmm… ¿eso cómo se siente? La verdad es que no sentía absolutamente nada, esta semana había acabado con mi corazón. Cada sentimiento había sido destrozado de una forma salvaje y atroz. Se podría decir que en estos momentos estaba seca.
Mi padre me trajo el minicomponente que me había comprado y con una especie de conexión especial, lo conectó al enchufe de la luz que había en mi cuarto. Lo encendí y puse mi disco de Simple Plan, repetí como diez veces la canción de Welcome to My Life, pero no me importó, también conecté mi celular y puse la canción de Summer Paradise… me recordaba mucho a Danny. Me gustaría comprar el disco nuevo.
Bajé las escaleras trotando y entré a la cocina con una gran sonrisa. Mi hermana estaba sentada en el comedor admirando la gran cocina que teníamos.
- Hola –le dije sonriendo.
- ¡Jade! –dijo y corrió a mis brazos, lloró en mi hombro y luego me besó la frente- Lo siento tanto, ¿por qué no me dijiste nada? –la miré sin ninguna expresión.
- Porque no deberías saberlo… no era el momento –dije.
- ¿Cuándo me dirías, cuando estuvieras muerta? –preguntó, suspiré y caminé un paso hacia atrás.
- Charlotte, deja de… molestarme… no necesito un juez, no necesito… a mi verdugo… necesito… a mi hermana –mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
- Lo siento –dijo ella y se lanzó a mis brazos- Prometo no sacar este tema, jamás.
- Gracias –dije- Ahora prepárate unos hot-cakes… tengo hambre –dije empujándola.
- No hay comida en ningún lado –dijo abriendo la nevera, estaba vacía- yo también tengo hambre.
- ¿Qué comeré? Me merezco algo bueno –dije abrazándola.
- ¿Quieren ir a comer algo? –preguntó mi padre amablemente.
- Claro –dijimos ambas. Ella tomó mi mano y caminamos a la puerta, James ya estaba afuera. Atravesamos el jardín y puse la mano en la puerta de la camioneta.
- Hem… caminaremos –dijo mi padre. Miré a mi hermana y ella desvió la mirada.
Estuvimos caminando por cinco minutos y por cada casa que pasábamos yo me quedaba maravillada. Este vecindario era realmente hermoso. Yo me había enamorado de él, pasamos por un parque muy bonito y había niños jugando tranquilamente.
Paramos frente a una casa color azul y con una cerca color blanco. Mi padre entró sin decir nada y mis hermanos lo siguieron, yo pasé dudosa pero los seguí. Él tocó el timbre y al cabo de medio minuto, Angie nos atendió.
- ¿Angie? –dije dudosa.
- Hola –dijo sonriente- pasen –indicó con la mano.
- ¿Qué? –dije aún confundida.
- En cuanto comas te lo explicaremos –dijo la chica. Yo trataba de ser amable y no molestarme debido a la falta de datos en las pláticas de mi padre. Pero yo tampoco había sido tan honesta últimamente.
Entramos a la cocina y la señora Casey, estaba preparando algo que olía realmente delicioso. Cómo es que acabábamos de llegar y ella ya estaba cocinando algo…
- Hola –dijo mi padre y se acercó a la señora y le dio un beso. Yo me quedé en blanco viéndolo pero no dije nada, solo miré hacia otro lado.
- Ya casi está lista –dijo y siguió meneando algo en la cacerola.
- Iré… a tomar algo de aire –le dije.
- Yo iré contigo –se ofreció Angie.
- Nosotros también vamos –dijo James, incluyendo en sus palabras a Charly.
- Vamos pues –dije y caminé hacia la puerta.
Atravesamos la calle y nos sentamos en unos columpios cercanos que estaban vacíos. Angie y Charly estaban a mis lados y James estaba dándome vuelo.
- ¿Quieren explicarme… qué pasó allí en la casa?
- Bueno, tu papá lleva saliendo con mi mamá cerca de seis meses, esto… se torna algo serio y… los trajo a todos aquí para que se fueran acostumbrando a la idea de… una boda…
- ¿Tú lo sabías? –le pregunté a Charly. Ella asintió.
- Sí, sólo que no sabíamos cómo responderías… -dijo James a mi espalda.
- Pues sólo te diré que… me alegra que papá haya encontrado alguien especial. ¿No que eras mexicana? –le pregunté a Angie.
- Lo soy… bueno mitad mexicana, mi madre lo es. Mi padre es de aquí –dijo ella sonriendo.
- ¿Y sí eres fan de McFLY o solo lo inventaste para acercarte a mí? –pregunté.
- Claro que lo soy, y también amo a Danny… eso es una total verdad –dijo ella. Me puse un poco celosa, cómo querer a mi futura hermanastra si ella amaba a mi… ¿exprometido? Miré mi mano y vi que traía el anillo puesto. Me sorprendí tanto que me caí del columpio.
- ¡Jade! –gritaron todos.
Estaba tirada en la arena y ellos se acercaron a mí asustados. Yo me comencé a reír, ¿quién se cae de un columpio? Ellos se acercaron preocupados y se pusieron a mi lado.
- Creo… que tengo mucho tiempo sin subir a un columpio.
- Un poco de equilibrio te hizo falta –dijo Angie riendo.
- Cierto –dije riendo también- ¿Alguien podría decirme lo que en realidad quiero saber?
- ¿Qué? –preguntó mi hermana.
- Danny estuvo contigo desde que se enteró lo que Dean y Kelly te hicieron, estaba destrozado… le molestó un poco que no le dijeras la verdad, pero ahora… creo que te extraña –dijo James- La sudadera es de él y le pidió a mi padre que te dejara conservar el anillo.
- Ah –dije- ¿Qué pasó con Dougie hermanita?
- Bueno, no… he hablado con él. Después del malentendido… quedamos como amigos y nos dimos un abrazo pero… no se aclaró nada. No sé si ya no somos nada.
- Deberías hablar con él… se nota que te quiere y tú… cabecita dura, no me hacías caso cuando te dije que él no tenía nada que ver con lo que me pasaba.
- Ya, no quiero hablar de eso… me haces extrañarlo –dijo ella agachando la mirada.
- Llámalo –le di mi celular. Ella lo tomó y sonrió, pero luego me lo regresó.
- No… mejor otro día, hoy debe de estar cansado.
- Mañana sin falta –le dije y me levanté de la arena- Tengo hambre –dije honestamente, todos rieron y se levantaron después de mí.
Estuvimos en la casa de la familia Carter durante algunas horas. La comida que había preparado era deliciosa y se portaba muy amable con todos nosotros. La señora me agradaba.
Al terminar decidimos irnos, la puesta de sol estaba muy hermosa. Subí a mi terraza y comencé a tomar fotos de todo. Mi celular comenzó a vibrar y timbrar con la canción de I Found a Boy.
Mi corazón se aceleró y corrí a mi escritorio para poder tomarlo y leerlo.
“Hola Jade. Es un hermoso nombre, espero estés realmente bien. No pude responder ayer por que no tuve el valor suficiente. Espero me perdones. Realmente ruego que te encuentres bien, moriría si no me respondieras…” –recibí. Alan era tan tierno y pues, es verdad ayer le había mandado un mensaje realmente importante.
“Hola Alan. No te preocupes, estoy bien y creo que desde hoy todo mejorará. Ya estoy en Londres y los tipos esos se pudrirán en la cárcel. Mi exnovio supo la verdad y mi familia y amigos, están concientes de lo que pasó en realidad. Espero hablar algún día con Danny” –envié.
“Sé que todo se arreglará… una chica como tú existe una en mil millones. Si él te ama como yo lo haría, sería un tonto si no te apoyara” –recibí.
“Alan, eres un gran hombre. De verdad no sé de donde saliste, a veces pienso que eres un ángel enviado por un ser superior para protegerme. También te has convertido en mi conciencia, me has ayudado en mucho” –envié.
“No tienes nada que agradecer… prometí estar para ti siempre y aquí me tendrás cada que lo necesites, amor” –recibí.
¿Amor? Eso no me lo esperaba… me incomodó un poco no pensaba decírselo.
“Gracias Alan, por todo lo que has hecho por mí. Quisiera que Danny fuera como tú, por lo menos en este aspecto… no lo comparo, lo amo tal y cómo es. Es solo que me da tanto miedo enfrentarlo ahora que sabe toda la verdad” –envié.
Me recosté en la cama y abracé una almohada.
“Pues esperemos que reaccione de la mejor manera posible, entienda lo que pasó, te comprenda y esté dispuesto a aclarar todos sus sentimientos contigo. Que te diga lo hermosa que eres por dentro y por fuera, que te haga saber lo mucho que te quiere y que no le de vergüenza ni miedo decirte que “eso” que pasó, no es nada comparado con el gran amor que siente por ti, que velará por ti, que eres lo más importante para él y que no hay nada que no quiera más que abrazarte y decirte cuanto te ama” –recibí.
Alan se estaba comportando extraño, desearía realmente que sus palabras fueran ciertas y que Danny me dijera todo lo que él dijo.
“Ruego por que tus palabras se cumplan” –envié.
“Se cumplirán, lo prometo. Jade tengo que decirte algo importante… me gustaría conocerte, vivo en Londres también y cuando supe que venías me puse de lo más contento. ¿Me permitirías conocerte?” –recibí.
¿Conocer a Alan? Por supuesto que sí. Pero no iría sola, no quería que pasara nada parecido a lo que pasó en el barco. Le pediría a mi hermana que me acompañara.
“¿Conocerte? Claro que sí, pero por favor… que sea en un lugar bastante conocido y con mucha gente, sabes lo que me pasó, es genial que vivas en Londres, ya tengo un amigo aquí” –envié.
“No haría nada para dañarte, Jade. No tienes idea de lo que haría por protegerte. Claro, yo siempre seré tu amigo. ¿Te parece si nos vemos mañana en el Starbucks del centro, Calle Benet núm. 234 a las 7 pm?” –recibí.
“Me parece perfecto, llevaré una boina negra y una camisa azul marino con estampado en negro de Converse, también unos jeans azules y mis converse serán rojos, tengo ojos azules y cabellera castaña, para que me reconozcas, ¿tú qué llevarás?” –envié.
La verdad es que me causaba cierta ilusión conocer a mi amigo misterioso. Que tal si era un galán, no… la verdad no sería tan galán como mi hermoso pecoso. Pero igual y me emocionaba conocerlo.
“Me reconocerás al instante de verme. Espero y no te decepciones de mí. Te quiero mucho Jade Iris Flynn, que descanses, ya estoy ansioso por que sea mañana” –recibí.
“Yo también estoy muy emocionada. Te quiero mucho Alan, gracias por todo. Que descanses y te veo mañana”
Entré de nuevo y ayudé a mi padre a bajar las cosas de la camioneta. Luego de eso entré a mi habitación y vi que allí estaban las cajas de mis cosas. La habitación era grande y espaciosa, tenía una pequeña terraza que daba al jardín trasero, perfectamente podría saltar desde mi terraza a la piscina. Eso lo intentaría después.
Abrí una puerta que allí estaba y era un baño solo para mí, ¡genial! Ya no discutiría con Charly sobre eso. Me recosté en la cama y abracé una almohada que allí se encontraba.
- Hola –dijo mi padre en la entrada del cuarto.
- Hola –respondí. Él entró y se sentó sobre mi cama.
- Siento tanto que hayas tenido que pasar por eso.
- No importa ya –dije.
- ¿Por qué lo hiciste? –preguntó. Yo miré mi celular, aún tenía la imagen de Danny de fondo.
- Por amor, supongo –dije.
- Hija, conociste a ese chico hace un mes… diste todo… todo… por él. Casi… mueres…
- No solo lo hice por él, lo hice por todos. No podía dejar que los lastimaran, no permitiría que tocaran a mi familia – me senté, crucé las piernas frente a mí.
- ¿Por qué sufrir algo tan… grave?
- Papá… no quiero hablar sobre esto… nunca. Ya pasó… no quiero volver a hablar sobre ese barco, no quiero volver a hablar sobre Dean, no quiero volver a… hablar, de esto.
- Es tu decisión hija, pero… prométeme… que no me ocultarás nada más –pidió.
- Lo prometo –dije rápidamente, él entrecerró los ojos.
- No lo prometas por que te lo pido, promételo porque en verdad lo harás.
- Te he dicho que lo prometo –le dije y lo abracé. Él me estrechó en sus brazos y acarició mi cabello. Luego de un gran suspiro, él se levantó y se puso en la puerta.
- ¿Quieres dormir un poco? –preguntó.
- En realidad no –dije con media sonrisa-, simplemente quiero desempacar, escuchar a Simple Plan a todo volumen sin que me regañes, y comer muchísimos Hot-Cakes. Muero de hambre –le informé.
- Cierto, acerca de eso… el doctor nos dijo que… tendrías cierta dieta, pues debido a esa semana y tanto sangrado… pues…
- Oh, pues dame lo que dijo el doctor y listo –dije con media sonrisa.
- Bueno, ahora voy a la cocina –dijo y bajó sonriente.
No sabía cómo me sentía en estos momentos. ¿Triste? No, todo había acabado de una vez por todas. ¿Débil? No, ya había descansado lo suficiente. ¿Mujer? Mmm… ¿eso cómo se siente? La verdad es que no sentía absolutamente nada, esta semana había acabado con mi corazón. Cada sentimiento había sido destrozado de una forma salvaje y atroz. Se podría decir que en estos momentos estaba seca.
Mi padre me trajo el minicomponente que me había comprado y con una especie de conexión especial, lo conectó al enchufe de la luz que había en mi cuarto. Lo encendí y puse mi disco de Simple Plan, repetí como diez veces la canción de Welcome to My Life, pero no me importó, también conecté mi celular y puse la canción de Summer Paradise… me recordaba mucho a Danny. Me gustaría comprar el disco nuevo.
Bajé las escaleras trotando y entré a la cocina con una gran sonrisa. Mi hermana estaba sentada en el comedor admirando la gran cocina que teníamos.
- Hola –le dije sonriendo.
- ¡Jade! –dijo y corrió a mis brazos, lloró en mi hombro y luego me besó la frente- Lo siento tanto, ¿por qué no me dijiste nada? –la miré sin ninguna expresión.
- Porque no deberías saberlo… no era el momento –dije.
- ¿Cuándo me dirías, cuando estuvieras muerta? –preguntó, suspiré y caminé un paso hacia atrás.
- Charlotte, deja de… molestarme… no necesito un juez, no necesito… a mi verdugo… necesito… a mi hermana –mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
- Lo siento –dijo ella y se lanzó a mis brazos- Prometo no sacar este tema, jamás.
- Gracias –dije- Ahora prepárate unos hot-cakes… tengo hambre –dije empujándola.
- No hay comida en ningún lado –dijo abriendo la nevera, estaba vacía- yo también tengo hambre.
- ¿Qué comeré? Me merezco algo bueno –dije abrazándola.
- ¿Quieren ir a comer algo? –preguntó mi padre amablemente.
- Claro –dijimos ambas. Ella tomó mi mano y caminamos a la puerta, James ya estaba afuera. Atravesamos el jardín y puse la mano en la puerta de la camioneta.
- Hem… caminaremos –dijo mi padre. Miré a mi hermana y ella desvió la mirada.
Estuvimos caminando por cinco minutos y por cada casa que pasábamos yo me quedaba maravillada. Este vecindario era realmente hermoso. Yo me había enamorado de él, pasamos por un parque muy bonito y había niños jugando tranquilamente.
Paramos frente a una casa color azul y con una cerca color blanco. Mi padre entró sin decir nada y mis hermanos lo siguieron, yo pasé dudosa pero los seguí. Él tocó el timbre y al cabo de medio minuto, Angie nos atendió.
- ¿Angie? –dije dudosa.
- Hola –dijo sonriente- pasen –indicó con la mano.
- ¿Qué? –dije aún confundida.
- En cuanto comas te lo explicaremos –dijo la chica. Yo trataba de ser amable y no molestarme debido a la falta de datos en las pláticas de mi padre. Pero yo tampoco había sido tan honesta últimamente.
Entramos a la cocina y la señora Casey, estaba preparando algo que olía realmente delicioso. Cómo es que acabábamos de llegar y ella ya estaba cocinando algo…
- Hola –dijo mi padre y se acercó a la señora y le dio un beso. Yo me quedé en blanco viéndolo pero no dije nada, solo miré hacia otro lado.
- Ya casi está lista –dijo y siguió meneando algo en la cacerola.
- Iré… a tomar algo de aire –le dije.
- Yo iré contigo –se ofreció Angie.
- Nosotros también vamos –dijo James, incluyendo en sus palabras a Charly.
- Vamos pues –dije y caminé hacia la puerta.
Atravesamos la calle y nos sentamos en unos columpios cercanos que estaban vacíos. Angie y Charly estaban a mis lados y James estaba dándome vuelo.
- ¿Quieren explicarme… qué pasó allí en la casa?
- Bueno, tu papá lleva saliendo con mi mamá cerca de seis meses, esto… se torna algo serio y… los trajo a todos aquí para que se fueran acostumbrando a la idea de… una boda…
- ¿Tú lo sabías? –le pregunté a Charly. Ella asintió.
- Sí, sólo que no sabíamos cómo responderías… -dijo James a mi espalda.
- Pues sólo te diré que… me alegra que papá haya encontrado alguien especial. ¿No que eras mexicana? –le pregunté a Angie.
- Lo soy… bueno mitad mexicana, mi madre lo es. Mi padre es de aquí –dijo ella sonriendo.
- ¿Y sí eres fan de McFLY o solo lo inventaste para acercarte a mí? –pregunté.
- Claro que lo soy, y también amo a Danny… eso es una total verdad –dijo ella. Me puse un poco celosa, cómo querer a mi futura hermanastra si ella amaba a mi… ¿exprometido? Miré mi mano y vi que traía el anillo puesto. Me sorprendí tanto que me caí del columpio.
- ¡Jade! –gritaron todos.
Estaba tirada en la arena y ellos se acercaron a mí asustados. Yo me comencé a reír, ¿quién se cae de un columpio? Ellos se acercaron preocupados y se pusieron a mi lado.
- Creo… que tengo mucho tiempo sin subir a un columpio.
- Un poco de equilibrio te hizo falta –dijo Angie riendo.
- Cierto –dije riendo también- ¿Alguien podría decirme lo que en realidad quiero saber?
- ¿Qué? –preguntó mi hermana.
- Danny estuvo contigo desde que se enteró lo que Dean y Kelly te hicieron, estaba destrozado… le molestó un poco que no le dijeras la verdad, pero ahora… creo que te extraña –dijo James- La sudadera es de él y le pidió a mi padre que te dejara conservar el anillo.
- Ah –dije- ¿Qué pasó con Dougie hermanita?
- Bueno, no… he hablado con él. Después del malentendido… quedamos como amigos y nos dimos un abrazo pero… no se aclaró nada. No sé si ya no somos nada.
- Deberías hablar con él… se nota que te quiere y tú… cabecita dura, no me hacías caso cuando te dije que él no tenía nada que ver con lo que me pasaba.
- Ya, no quiero hablar de eso… me haces extrañarlo –dijo ella agachando la mirada.
- Llámalo –le di mi celular. Ella lo tomó y sonrió, pero luego me lo regresó.
- No… mejor otro día, hoy debe de estar cansado.
- Mañana sin falta –le dije y me levanté de la arena- Tengo hambre –dije honestamente, todos rieron y se levantaron después de mí.
Estuvimos en la casa de la familia Carter durante algunas horas. La comida que había preparado era deliciosa y se portaba muy amable con todos nosotros. La señora me agradaba.
Al terminar decidimos irnos, la puesta de sol estaba muy hermosa. Subí a mi terraza y comencé a tomar fotos de todo. Mi celular comenzó a vibrar y timbrar con la canción de I Found a Boy.
Mi corazón se aceleró y corrí a mi escritorio para poder tomarlo y leerlo.
“Hola Jade. Es un hermoso nombre, espero estés realmente bien. No pude responder ayer por que no tuve el valor suficiente. Espero me perdones. Realmente ruego que te encuentres bien, moriría si no me respondieras…” –recibí. Alan era tan tierno y pues, es verdad ayer le había mandado un mensaje realmente importante.
“Hola Alan. No te preocupes, estoy bien y creo que desde hoy todo mejorará. Ya estoy en Londres y los tipos esos se pudrirán en la cárcel. Mi exnovio supo la verdad y mi familia y amigos, están concientes de lo que pasó en realidad. Espero hablar algún día con Danny” –envié.
“Sé que todo se arreglará… una chica como tú existe una en mil millones. Si él te ama como yo lo haría, sería un tonto si no te apoyara” –recibí.
“Alan, eres un gran hombre. De verdad no sé de donde saliste, a veces pienso que eres un ángel enviado por un ser superior para protegerme. También te has convertido en mi conciencia, me has ayudado en mucho” –envié.
“No tienes nada que agradecer… prometí estar para ti siempre y aquí me tendrás cada que lo necesites, amor” –recibí.
¿Amor? Eso no me lo esperaba… me incomodó un poco no pensaba decírselo.
“Gracias Alan, por todo lo que has hecho por mí. Quisiera que Danny fuera como tú, por lo menos en este aspecto… no lo comparo, lo amo tal y cómo es. Es solo que me da tanto miedo enfrentarlo ahora que sabe toda la verdad” –envié.
Me recosté en la cama y abracé una almohada.
“Pues esperemos que reaccione de la mejor manera posible, entienda lo que pasó, te comprenda y esté dispuesto a aclarar todos sus sentimientos contigo. Que te diga lo hermosa que eres por dentro y por fuera, que te haga saber lo mucho que te quiere y que no le de vergüenza ni miedo decirte que “eso” que pasó, no es nada comparado con el gran amor que siente por ti, que velará por ti, que eres lo más importante para él y que no hay nada que no quiera más que abrazarte y decirte cuanto te ama” –recibí.
Alan se estaba comportando extraño, desearía realmente que sus palabras fueran ciertas y que Danny me dijera todo lo que él dijo.
“Ruego por que tus palabras se cumplan” –envié.
“Se cumplirán, lo prometo. Jade tengo que decirte algo importante… me gustaría conocerte, vivo en Londres también y cuando supe que venías me puse de lo más contento. ¿Me permitirías conocerte?” –recibí.
¿Conocer a Alan? Por supuesto que sí. Pero no iría sola, no quería que pasara nada parecido a lo que pasó en el barco. Le pediría a mi hermana que me acompañara.
“¿Conocerte? Claro que sí, pero por favor… que sea en un lugar bastante conocido y con mucha gente, sabes lo que me pasó, es genial que vivas en Londres, ya tengo un amigo aquí” –envié.
“No haría nada para dañarte, Jade. No tienes idea de lo que haría por protegerte. Claro, yo siempre seré tu amigo. ¿Te parece si nos vemos mañana en el Starbucks del centro, Calle Benet núm. 234 a las 7 pm?” –recibí.
“Me parece perfecto, llevaré una boina negra y una camisa azul marino con estampado en negro de Converse, también unos jeans azules y mis converse serán rojos, tengo ojos azules y cabellera castaña, para que me reconozcas, ¿tú qué llevarás?” –envié.
La verdad es que me causaba cierta ilusión conocer a mi amigo misterioso. Que tal si era un galán, no… la verdad no sería tan galán como mi hermoso pecoso. Pero igual y me emocionaba conocerlo.
“Me reconocerás al instante de verme. Espero y no te decepciones de mí. Te quiero mucho Jade Iris Flynn, que descanses, ya estoy ansioso por que sea mañana” –recibí.
“Yo también estoy muy emocionada. Te quiero mucho Alan, gracias por todo. Que descanses y te veo mañana”
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
¡No ma…!
Era de mañana y había despertado con una gran sonrisa, pues hoy conocería a mi mejor amigo Will. Me levanté y caminé hacia mi baño, abrí la regadera y salió el agua a temperatura perfecta. Mi cuerpo se relajó y comencé a cantar emocionada, I Found a Boy, Falling in Love, I need a Woman, Need you now, tonight-tonight, Never Have I Ever entre otras.
Salí del baño y me puse una playera de béisbol azul y unos jeans negros desgarrados de la rodilla. Mis usuales converse negros. Alisé mi cabello y me maquillé como comúnmente lo hacía.
Bajé a la planta de abajo y mi padre estaba acomodando la comida en la alacena, me acerqué a él y comencé a ayudarle.
- Buen día hija –me saludó.
- Hola papi –dije y lo abracé. Me dio un beso en la frente.
- Harry llamó a tu hermana –dijo sonriente. Yo también sonreí.
- ¿Qué dijo? –pregunté.
- La quiere ver hoy… creo que irán a un Starbucks, esta tarde…
- Oh… -dije pensando en mi salida con Will- ¿Puedo ir? –pregunté.
- No lo sé… dile para ver si ella te quiere llevar –me aconsejó.
- Iré a verla –dije sonriente, caminé escaleras arriba y escuché música en su habitación. Eran Fall Out Boy, la canción de I Don’t Care. Entré sin tocar y ella estaba escogiendo algo de ropa, elegí una playera blanca estampada en negro y se la lancé, ella la atrapó y sonrió. Seguimos cantando y cuando terminó ella bajó el volumen.
- Buen día –le dije.
- Qué bonita te ves hoy –me dijo.
- Gracias. Papá me dijo que Harry te había llamado.
- Sí, me dijo que quería hablar conmigo… -se sonrojó.
- ¿A dónde irán? –pregunté, tenía la esperanza de que me dijera que al Starbucks.
- Iremos a un Starbucks que está en el centro… me dijo que pasaría por mí.
Me senté en su cama y crucé las piernas frente a mí, comencé a jugar con mi celular y luego me le quedé viendo.
- ¿Hay algo que me quieras decir? –preguntó. Yo me sonrojé un poco.
- ¿Recuerdas al chico con el que te dije que hablaba?
- Sí… -dijo cambiándose de blusa.
- Bueno… quedé de ir a conocerlo hoy en el mismo Starbucks al que tú irás… me preguntaba si… ¿puedo ir contigo? –dije apenada.
- Está bien –dijo solo así.
- ¿Qué?
- Te dije que está bien –sacó unos jeans de su ropero- Sé que quieres conocer a ese chico, además… Harry y yo estaremos allí para protegerte, así que… ¿por qué no?
- ¡Gracias, gracias! –dije emocionada y me levanté a abrazarla.
Después de eso estuvimos cantando un poco y tocando guitarra. Me encantaba cuando ella tocaba la guitarra, era genial, pero misteriosamente le llamaba la atención aprender a tocar un bajo.
- ¿Estás muy enamorada de Harry? –pregunté.
- Creo que eso es algo obvio… -dijo sonrojada, se sentó a mi lado y tomó mi mano- ¿Recuerdas cuanto amaba el disco de My Chemical Romance que me regalaste?
- Creo que duraste horas para poder abrirlo…
- Exacto. Mi amor por Harry llega a tal grado, me da tanto miedo abrir su envoltura, conocerlo más, enamorarme a fondo de él. Viví una experiencia maravillosa en el viaje. Pero no sé si él quiere conocerme realmente ahora fuera…
- Bueno, creo que por algo te llamó hoy… -dije sonriéndole.
- ¿Crees que quiera algo serio conmigo? –preguntó.
- Sería un tonto si no… -dije para darle ánimos.
- Ahora, ¿puedo hacerte yo una pregunta? –dijo con ojos suplicantes.
- Claro –dije haciendo media sonrisa.
- ¿Prometes ser sincera? –rodé los ojos. Asentí- ¿Estás enamorada del chico de los mensajes o de Louis?
- Es una pregunta difícil de responder, al principio me enamoré del chico de los mensajes… por que era la única persona que era amable y era el único que me entendía. Luego conocí a Louis y me enamoré perdidamente de él. No puedo evitar sentir lo que siento con él… perdí mi virginidad con él –dije apenada. Mi hermana sonrió- Debo decir que solo a él… le permitiría volver a tocarme –tragué saliva-. No trato de ser fuerte… me romperé al verlo, pero de verdad siento la necesidad de estar con él.
- ¿Por qué conocer entonces al chico de los mensajes?
- Porque quiero hacerlo. Ha sido un gran amigo para mí, quisiera ver quién está detrás de tanta amabilidad y tantos mensajes –dije riendo.
- Espero que sea lo que esperas –dijo recostándose a mi lado- Tengo sueño.
- Creo que nos tendremos que acostumbrar a esto del horario –dije yo recostándome a su lado.
Estuvimos acomodando sus cosas y luego fuimos a mi cuarto a pegar todos mis posters, debo decir que nos quedó genial. Una pared estaba cubierta de todos ellos y en la otra había repisas donde podía poner todos mis discos y mi guitarra.
Ayudamos a mi hermano con su cuarto y también le ayudamos a mi padre. Luego movimos algunas cosas en la sala y acomodamos sus cosas. Encendimos el televisor y nos pusimos a ver una película que estaban pasando. Era Amor a Segunda vista con Hugh Grant y Sandra Bullock.
Me estaba quedando dormida pero un mensaje y la tonada de I Found a Boy me despertaron.
“Hola, la verdad es que estoy muy ansioso porque me veas hoy. Te quiero mucho y… prométeme que, no importa lo que pase hoy… seguiremos siendo amigos” –recibí.
“Hola, yo también estoy ansiosa, no sé por qué dices eso, pero lo prometo” –envié.
Observé el reloj y ya eran las cinco de la tarde. Me levanté y corrí al baño me duché y luego me puse a ver mi ropa. Tenía lista la ropa que había especificado, pero… podría cambiar. Usé un vestido bonito y corto hasta la rodilla, no era muy formal, de hecho era de mezclilla azul. Usé unas botas cafés de piso y un cinto que detallaba mi cintura. Me puse el anillo de Danny y ricé mi cabello. Delineé mis ojos y pinté mis labios de un rojo delicado. No tan fuerte. Perfumé mi cuerpo. Tomé mi mariconera y eché dentro mi celular, mi camara y mi mp3.
Salí de la habitación y toqué la puerta de mi hermana. Al entrar, ella se estaba poniendo la blusa blanca que le había sugerido yo hace poco, también se puso una falda negra muy bonita y unos converse rojos. Ella alisó su cabello y traía sus mejillas bastante sonrojadas.
Bajamos juntas las escaleras y mi padre nos esperaba abajo. James también nos observaba.
- ¿Irás con Chloe? –me preguntó mi padre.
- Sí –dije sonriendo.
- Cuídense mucho, las quiero aquí a las doce a más tardar, juntas por favor –pidió mi padre.
- Sí papá –dijimos las dos.
Nos sentamos en la sala a ver videos en MTV mientras llegaba Harry por nosotras. Mi celular vibró de nuevo y la canción comenzó.
“Te veré en escasos minutos. Me sentaré frente a ti, tomaré tu mano izquierda y te entregaré una servilleta con algo escrito, así sabrás que soy yo” –recibí.
En la casa se escuchó el timbre y mi corazón comenzó a latir con rapidez. A mi hermana se le pareció encender algo bajo sus mejillas, pues se sonrojó. Mi padre fue quien abrió.
- Hola señor Flynn.
- Hola Harry, pasa –dijo mi padre. El aludido entró hasta los inicios de la escalera. Mi hermana y yo nos pusimos de pie y caminamos a él. Él venía con una chaqueta negra y debajo traía una camisa blanca, con un estampado bastante interesante. Sus jeans negros y unos tenis negros
- Hola –saludamos ambas.
- ¿Listas? –preguntó Harry.
- Sí –contestamos.
- Harry, las quiero aquí a las 12. Juntas… y por favor, sanas y salvas –pidió mi padre.
- Cuente con eso señor Flynn.
- Está bien –dijo mi padre- Que se diviertan.
Salimos y vimos un hermoso Audi gris. Él nos abrió la puerta del copiloto y yo entré al asiento trasero, luego entró mi hermana y por último Harry.
- ¿Qué les pareció su nueva casa? –preguntó él.
- Es muy hermosa –dije.
- Sí, la verdad es muy linda y mucho más grande que nuestro apartamento. Incluso tenemos piscina –dijo mi hermana.
- ¡Piscina! –dijo Harry emocionado- ¡Nos tienen que invitar, a los chicos les encantará, excepto a Zayn!
- Cuando gusten –dije pensando en Louis inmediatamente.
Mientras conducía nos estuvo mostrando diversos paisajes de Londres. La ciudad de noche era realmente bella. El London Eye relucía entre todo eso. De repente noté el gran Starbucks que estaba frente a nosotros. Se estacionó frente a este y se puso unas gafas de sol.
- Sé que es muy raro que use lentes y más si es de noche –dijo él- pero deben de recordar que somos un poco más conocidos en este lado del océano –comentó Harry.
- Cierto, por la banda y todo eso –dije.
- Sí, así que no se asusten ni se incomoden si de vez en cuando llegan fans a saludarme o a querer tomarse una foto conmigo –pidió.
- No te preocupes, comprenderemos –dijo Chloe.
- Bueno, ahora sí bajemos –dijo saliendo él del auto.
Chloe esperó a que él abriera la puerta y luego bajó, hicieron el asiento hacia delante y bajé yo.
Entramos al Starbucks y Harry escogió una mesa para cuatro, estaba en la esquina del establecimiento, donde casi nadie pasaba la mirada. La verdad era muy cómodo el lugar. Había gente pero no demasiada. Harry se levantó y pidió nuestros cafés. Yo estaba demasiado nerviosa y no dejaba de darle vueltas a mi celular.
- Llegará –dijo mi hermana tomando mi mano.
- No es eso lo que me preocupa… es solo que, siento un extraño presentimiento.
- Todo saldrá bien –dijo mi hermana. Sus ojos grises relucían como nunca.
Harry llegó con nuestros pedidos y luego se sentó frente a nosotras con una sonrisa tímida. Sabía que ellos tenían cosas que hablar así que preferí levantarme.
- Iré a aquella mesita –señalé una al otro extremo del establecimiento- sé que ustedes tienen que hablar y pues yo estoy esperando a alguien. Gracias por traerme Harry –dije y lo abracé.
- Un placer –dijo en mi oído. Me separé de él y caminé a paso lento a la mesita. Al sentarme me puse los audífonos y comencé a tararear la música que tenía allí.
Pasaron los minutos y se hicieron las 7: 15. Me molestaba tanto la impuntualidad. Sé que solo eran 15 minutos… pero esos minutos eran de gran valor para mí.
Puse mis manos al frente y cerré mis ojos. Estuve así solo pensando en todo lo que me había pasado en este viaje. Me había enamorado perdidamente de un chico odioso, asesino de cámaras, que era un cantante de una banda famosa de Pop. Me había propuesto matrimonio y luego por falta de detalles, terminamos. Como me gustaría verlo ahora.
Sentí que alguien se sentaba conmigo. Bajé las manos de mi cara y lentamente abrí mis ojos. Un chico con unas grandes gafas oscuras estaba sentado frente a mí.
- ¿Louis? –dije sorprendida. Él me hizo media sonrisa.
- Hola Jodie –saludó. Tomó mi mano izquierda y me puso una servilleta bajo esta. Mi corazón comenzó a latir de una forma totalmente desbocada y mordí mis labios para acallar el titiritar de mis dientes. Bajé la mirada y con las manos temblorosas la abrí.
“Tal vez no soy yo a quien querías ver sentado frente a ti. Tal vez soy alguien a quien querías borrar de tu vida. Tal vez soy solo un intruso que se cruzó entre tus mensajes. No sé cómo pasó, si fue cosa del destino, si fue solo por azar o si simplemente te equivocaste al enviar ese primer mensaje. Fui tu amigo por un mes completo. Fui tu novio por día y medio y tu prometido por dos semanas. Hola Jodie Iris Flynn… mi nombre es Louis William Tomlinson y es un placer irrumpir entre tus mensajes”
Leí una y otra vez la misma servilleta. ¿Era él? Mi mejor amigo, del que en un principio me había enamorado. Al que le había dicho toda la verdad, el que me daba consejos para enamorar a Louis, osea… ¿él mismo? Cómo…
- ¡No ma…! –pronuncié.
Levanté la mirada y sus ojos azules me observaban con mucho detenimiento. Estaba preocupado por mi reacción y yo estaba en shock.
- ¿Todo el tiempo… fuiste tú? –dije entrecortadamente, a penas y se escuchó lo que dije.
- Al parecer sí –dijo mordiendo sus labios. Dejé la servilleta frente a mí y observé mi celular. Marqué su número y al primer timbrazo, Louis sacó su celular del bolsillo y me mostró la pantalla. Esta decía: Iris – Llamando.
- ¿Lo sabías? –dije aún nerviosa.
- No… -tragó saliva- me enteré de que eras tú cuando me enviaste el último mensaje. No tienes idea de cómo me sentí cuando supe que eras tú y que eran: Dean y Kelly quienes…
- Shh –supliqué. Nos quedamos unos minutos en silencio. Observé a la mesa de Chloe y ellos estaban frente a frente. Él tomaba su mano y ella sonreía.
Una lágrima comenzó a salir por mi mejilla. Mi corazón no sabía qué sentir, tristeza no, emoción, no lo sé… pena por mí misma… creo que era eso.
- Lo siento –me disculpé-, por no decirte la verdad…
- No importa ya… -dijo él, tenía las manos pegadas a la mesa. No movía ningún músculo- yo tampoco quise prestar atención a las señales que me dabas. Lamento no estar allí a tiempo.
- No me hubieras detenido –excusé.
- Lo sé, lo hacías para protegernos… como te dije aquella vez: Te preocupas primero por todos y al último por ti. Esto no fue valiente… fue realmente peligroso.
Mordí mis labios y limpié mis lágrimas. Suspiré y miré hacia la ventana, desde allí se veía el London Eye.
- ¿Te gustaría conocerlo? –preguntó.
- ¿Me llevarías ahora? –pregunté.
- Sí –susurró.
- Espera aquí –dije y me levanté de la mesa.
Caminé hacia la mesa de Harry y Chloe. Ellos me miraron y sonrieron.
- Iré con Louis a dar una vuelta, los veo en la entrada de la casa a las 12.
- Te quiero puntual hermanita –dijo Chloe.
- Espero lo mismo de ti –le dije.
Caminé un poco hacia la puerta y Louis me siguió. Salimos y una corriente fría me hizo temblar.
- Dijiste que traerías Converse y Jeans… -dijo Lou mirándome de pies a cabeza- traes un vestido muy bonito y botas.
- Cállate y llévame –dije tratando de no reírme. Él sonrió y me dirigió a su auto, me abrió la puerta del copiloto y entré rápidamente en él. Luego él subió y se quitó las gafas.
(Narra Harry)
Después que Jodie se fue a sentar sola. Puse mi celular frente a mí y lo comencé a girar.
- Creo… bueno no creo… sé que te debo una disculpa por no creerte cuando me afirmabas que no tenías nada que ver con lo que le pasaba a Jodie.
- Disculpa aceptada –dije. La miré y ella me hizo media sonrisa.
- Lo siento de verdad –exclamó de nuevo.
- No importa ya –le dije.
- Harry…
- Chloe… déjame hablar a mí esta vez –pedí. Ella asintió- Tengo miedo… me enamoré de ti en un elevador, pasé contigo cerca de un mes, dormí contigo… en todas las formas posibles –reí al recordar las escenitas pasionales que vivíamos día con día- ahora, estoy frente a ti, tratando de… enamorarte de nuevo y poderte pedir que regreses conmigo. Sé que estuvimos ambos mal, sé que nos equivocamos y sé que tal vez nuestra relación ha sido apresurada… pero… estoy dispuesto a seguir descubriendo el enigma que eres. El acertijo más difícil que alguna vez puedo descifrar, la rosa más hermosa que pueda cultivar. Simplemente… quiero…
- Yo también quiero regresar… -dijo ella- también quiero estar contigo en todas las formas posibles, de día, de noche, frío, calor… salud, enfermedad…
- Riqueza… pobreza… -exclamé.
- Exacto… -dijo ella sonriendo. Tomé su mano y le sonreí.
- ¿Volverías a ser mi chica?, ¿Mi Chloe Styles?
- Por supuesto que sí –dijo y se sentó a mi lado. Me dio un tierno pero corto beso- Te daría un beso más apasionado… pero estamos en público y no sé cómo se lleve esto de la publicidad.
- Pues… tu hermana ya se fue y… nosotros tenemos hasta las 12 como cenicienta para llegar a tu casa –dije tentándola.
- Genial –dijo ella. Tomé su mano y salimos del establecimiento.
(Narra Jodie)
Todo el camino fue silencioso. No había más que música en su estéreo. Yo le subí y comencé a cantar. Salió una canción de Mcfly que tanto me fascinaba One for the Radio y comencé a cantarla, la verdad es que me había enamorado de esa canción. La cantaba a todo pulmón y Louis también lo hacía.
Antes de bajar del auto, que por cierto era un hermoso Aston Martin negro, sacó una chaqueta negra.
- Ponte esto –dijo mostrándomela- No quiero que te resfríes o algo.
La tomé y me la puse, al cabo de medio segundo él abrió la puerta y me ayudó a salir de él. Caminamos y no había mucha gente en la fila. Nos formamos y después de unos minutos fue nuestro turno.
- Es muy hermoso –dije cuando estábamos subiendo.
- Espera a que lleguemos arriba –dijo sonriendo.
Me recargué en el barandal de la esfera y me quedé callada. No sabía cómo comenzar el tema de nuestra relación… no sabía si seguiríamos siendo amigos o qué pasaría con nosotros. Por fin llegamos a la cima y pude ver la hermosura de Londres por la noche.
Era todo tan magníficamente hecho. Las luces, el Támesis, los edificios. Todo… pero yo estaba un tanto incómoda. Ahora, si no fuera por todo lo que pasó en el barco estuviera besando a mi prometido con todo el derecho, sin ninguna mancha en mi conciencia.
- Jodie, quisiera hablar contigo… es algo importante.
- Adelante –dije sin mirarlo. Mi corazón se aceleraba.
- Sé que has pasado por situaciones muy difíciles. Sé que tal vez no quieras que nadie te toque por el resto de tu vida. Sé que… te sientes indigna de mí. Sé que piensas que yo no te voy a querer como te quise al principio de nuestra relación. Tal vez pienses que yo me siento menos atraído a ti, o que simplemente no siento atracción por ti. No quiero que pienses que, siento lástima por ti. Por que no lo hago.
Me puse de frente a él y él observó mis ojos.
- No sé qué decirte ahora… -dijo con ojos cristalinos- te pasó algo horrible. Algo que a ninguna mujer le debería de pasar. Pero fuiste fuerte, valiente y… -sus voz se quebraba- discúlpame por no haber estado allí cuando me necesitabas –una lágrima salió de su mejilla.
Caminé al otro lado de la esfera, quedé frente a él a unos cinco pasos de distancia, agaché la cabeza y comencé a sollozar.
Estaba debatiéndome por ir y abrazarlo. Realmente quería ir a decirle cuanto lo amaba y cuanta felicidad me daba el hecho de saber que él y Will eran el mismo.
Levanté la mirada y él me observaba, no sonreía solo me miraba. Un suspiro ahogado salió de mí y corrí a él. Rápidamente me tomó en sus brazos y comenzamos a llorar juntos en un abrazo.
- Te amo –susurré en su oído-. No importa lo que haya pasado, no importa cuantas veces ese tipo me haya tocado. Nunca he sentido, lo que tú me hiciste sentir aquella primera vez. Solo tú puedes tocarme, solo tú puedes amarme, solo tú estas tatuado en mi piel. Solo tú puedes ser el dueño de este pequeño y quebrado corazón. Solo tus manos están marcadas en mí, no solo en mi piel, sino en mi mente, alma y corazón. Louis, tú eres mi odioso asesino de cámaras… tú eres mi… prometido… mi novio… mi mejor amigo.
- ¡Jodie! –dijo él en un sollozo.
Me separé de él un poco y pegué mis labios a los de él. Sentí la corriente eléctrica al instante y mi piel se comenzó a erizar como aquella primera vez. Puso sus manos en mis mejillas y acercó mi cara más a la de él. Yo puse mis manos en su chaqueta y lo acerqué a mí.
Nuestro beso se tornó más serio, metió sus manos entre mi cabello. Sus labios y los míos se movían en total sincronía. De mis ojos salían lágrimas de felicidad y de los de él también. Casi podía sentir que mis labios sangraban y la calidez que sus manos transmitían en mi piel, eran un potente sanador de heridas. Algo que había sellado esa cicatriz que tanto había tardado en curar.
Nos separamos y él me abrazó, puse mi cara en su hombro y suspiré su delicado perfume.
- Extrañé tanto tus labios –dijo él- Te extrañé tanto Jodie.
- Yo también a ti –susurré-, no vuelvas a terminar conmigo.
- No lo haré –dijo besando mi frente- ¿Aún quieres ser mi futura esposa?
- Claro que sí. Pero ten paciencia en cuestión del sexo, amor. Me costará un poco de trabajo.
- No importa –dijo él sonriendo- te daré el tiempo necesario.
- Gracias –dije y lo besé nuevamente.
Era de mañana y había despertado con una gran sonrisa, pues hoy conocería a mi mejor amigo Will. Me levanté y caminé hacia mi baño, abrí la regadera y salió el agua a temperatura perfecta. Mi cuerpo se relajó y comencé a cantar emocionada, I Found a Boy, Falling in Love, I need a Woman, Need you now, tonight-tonight, Never Have I Ever entre otras.
Salí del baño y me puse una playera de béisbol azul y unos jeans negros desgarrados de la rodilla. Mis usuales converse negros. Alisé mi cabello y me maquillé como comúnmente lo hacía.
Bajé a la planta de abajo y mi padre estaba acomodando la comida en la alacena, me acerqué a él y comencé a ayudarle.
- Buen día hija –me saludó.
- Hola papi –dije y lo abracé. Me dio un beso en la frente.
- Harry llamó a tu hermana –dijo sonriente. Yo también sonreí.
- ¿Qué dijo? –pregunté.
- La quiere ver hoy… creo que irán a un Starbucks, esta tarde…
- Oh… -dije pensando en mi salida con Will- ¿Puedo ir? –pregunté.
- No lo sé… dile para ver si ella te quiere llevar –me aconsejó.
- Iré a verla –dije sonriente, caminé escaleras arriba y escuché música en su habitación. Eran Fall Out Boy, la canción de I Don’t Care. Entré sin tocar y ella estaba escogiendo algo de ropa, elegí una playera blanca estampada en negro y se la lancé, ella la atrapó y sonrió. Seguimos cantando y cuando terminó ella bajó el volumen.
- Buen día –le dije.
- Qué bonita te ves hoy –me dijo.
- Gracias. Papá me dijo que Harry te había llamado.
- Sí, me dijo que quería hablar conmigo… -se sonrojó.
- ¿A dónde irán? –pregunté, tenía la esperanza de que me dijera que al Starbucks.
- Iremos a un Starbucks que está en el centro… me dijo que pasaría por mí.
Me senté en su cama y crucé las piernas frente a mí, comencé a jugar con mi celular y luego me le quedé viendo.
- ¿Hay algo que me quieras decir? –preguntó. Yo me sonrojé un poco.
- ¿Recuerdas al chico con el que te dije que hablaba?
- Sí… -dijo cambiándose de blusa.
- Bueno… quedé de ir a conocerlo hoy en el mismo Starbucks al que tú irás… me preguntaba si… ¿puedo ir contigo? –dije apenada.
- Está bien –dijo solo así.
- ¿Qué?
- Te dije que está bien –sacó unos jeans de su ropero- Sé que quieres conocer a ese chico, además… Harry y yo estaremos allí para protegerte, así que… ¿por qué no?
- ¡Gracias, gracias! –dije emocionada y me levanté a abrazarla.
Después de eso estuvimos cantando un poco y tocando guitarra. Me encantaba cuando ella tocaba la guitarra, era genial, pero misteriosamente le llamaba la atención aprender a tocar un bajo.
- ¿Estás muy enamorada de Harry? –pregunté.
- Creo que eso es algo obvio… -dijo sonrojada, se sentó a mi lado y tomó mi mano- ¿Recuerdas cuanto amaba el disco de My Chemical Romance que me regalaste?
- Creo que duraste horas para poder abrirlo…
- Exacto. Mi amor por Harry llega a tal grado, me da tanto miedo abrir su envoltura, conocerlo más, enamorarme a fondo de él. Viví una experiencia maravillosa en el viaje. Pero no sé si él quiere conocerme realmente ahora fuera…
- Bueno, creo que por algo te llamó hoy… -dije sonriéndole.
- ¿Crees que quiera algo serio conmigo? –preguntó.
- Sería un tonto si no… -dije para darle ánimos.
- Ahora, ¿puedo hacerte yo una pregunta? –dijo con ojos suplicantes.
- Claro –dije haciendo media sonrisa.
- ¿Prometes ser sincera? –rodé los ojos. Asentí- ¿Estás enamorada del chico de los mensajes o de Louis?
- Es una pregunta difícil de responder, al principio me enamoré del chico de los mensajes… por que era la única persona que era amable y era el único que me entendía. Luego conocí a Louis y me enamoré perdidamente de él. No puedo evitar sentir lo que siento con él… perdí mi virginidad con él –dije apenada. Mi hermana sonrió- Debo decir que solo a él… le permitiría volver a tocarme –tragué saliva-. No trato de ser fuerte… me romperé al verlo, pero de verdad siento la necesidad de estar con él.
- ¿Por qué conocer entonces al chico de los mensajes?
- Porque quiero hacerlo. Ha sido un gran amigo para mí, quisiera ver quién está detrás de tanta amabilidad y tantos mensajes –dije riendo.
- Espero que sea lo que esperas –dijo recostándose a mi lado- Tengo sueño.
- Creo que nos tendremos que acostumbrar a esto del horario –dije yo recostándome a su lado.
Estuvimos acomodando sus cosas y luego fuimos a mi cuarto a pegar todos mis posters, debo decir que nos quedó genial. Una pared estaba cubierta de todos ellos y en la otra había repisas donde podía poner todos mis discos y mi guitarra.
Ayudamos a mi hermano con su cuarto y también le ayudamos a mi padre. Luego movimos algunas cosas en la sala y acomodamos sus cosas. Encendimos el televisor y nos pusimos a ver una película que estaban pasando. Era Amor a Segunda vista con Hugh Grant y Sandra Bullock.
Me estaba quedando dormida pero un mensaje y la tonada de I Found a Boy me despertaron.
“Hola, la verdad es que estoy muy ansioso porque me veas hoy. Te quiero mucho y… prométeme que, no importa lo que pase hoy… seguiremos siendo amigos” –recibí.
“Hola, yo también estoy ansiosa, no sé por qué dices eso, pero lo prometo” –envié.
Observé el reloj y ya eran las cinco de la tarde. Me levanté y corrí al baño me duché y luego me puse a ver mi ropa. Tenía lista la ropa que había especificado, pero… podría cambiar. Usé un vestido bonito y corto hasta la rodilla, no era muy formal, de hecho era de mezclilla azul. Usé unas botas cafés de piso y un cinto que detallaba mi cintura. Me puse el anillo de Danny y ricé mi cabello. Delineé mis ojos y pinté mis labios de un rojo delicado. No tan fuerte. Perfumé mi cuerpo. Tomé mi mariconera y eché dentro mi celular, mi camara y mi mp3.
Salí de la habitación y toqué la puerta de mi hermana. Al entrar, ella se estaba poniendo la blusa blanca que le había sugerido yo hace poco, también se puso una falda negra muy bonita y unos converse rojos. Ella alisó su cabello y traía sus mejillas bastante sonrojadas.
Bajamos juntas las escaleras y mi padre nos esperaba abajo. James también nos observaba.
- ¿Irás con Chloe? –me preguntó mi padre.
- Sí –dije sonriendo.
- Cuídense mucho, las quiero aquí a las doce a más tardar, juntas por favor –pidió mi padre.
- Sí papá –dijimos las dos.
Nos sentamos en la sala a ver videos en MTV mientras llegaba Harry por nosotras. Mi celular vibró de nuevo y la canción comenzó.
“Te veré en escasos minutos. Me sentaré frente a ti, tomaré tu mano izquierda y te entregaré una servilleta con algo escrito, así sabrás que soy yo” –recibí.
En la casa se escuchó el timbre y mi corazón comenzó a latir con rapidez. A mi hermana se le pareció encender algo bajo sus mejillas, pues se sonrojó. Mi padre fue quien abrió.
- Hola señor Flynn.
- Hola Harry, pasa –dijo mi padre. El aludido entró hasta los inicios de la escalera. Mi hermana y yo nos pusimos de pie y caminamos a él. Él venía con una chaqueta negra y debajo traía una camisa blanca, con un estampado bastante interesante. Sus jeans negros y unos tenis negros
- Hola –saludamos ambas.
- ¿Listas? –preguntó Harry.
- Sí –contestamos.
- Harry, las quiero aquí a las 12. Juntas… y por favor, sanas y salvas –pidió mi padre.
- Cuente con eso señor Flynn.
- Está bien –dijo mi padre- Que se diviertan.
Salimos y vimos un hermoso Audi gris. Él nos abrió la puerta del copiloto y yo entré al asiento trasero, luego entró mi hermana y por último Harry.
- ¿Qué les pareció su nueva casa? –preguntó él.
- Es muy hermosa –dije.
- Sí, la verdad es muy linda y mucho más grande que nuestro apartamento. Incluso tenemos piscina –dijo mi hermana.
- ¡Piscina! –dijo Harry emocionado- ¡Nos tienen que invitar, a los chicos les encantará, excepto a Zayn!
- Cuando gusten –dije pensando en Louis inmediatamente.
Mientras conducía nos estuvo mostrando diversos paisajes de Londres. La ciudad de noche era realmente bella. El London Eye relucía entre todo eso. De repente noté el gran Starbucks que estaba frente a nosotros. Se estacionó frente a este y se puso unas gafas de sol.
- Sé que es muy raro que use lentes y más si es de noche –dijo él- pero deben de recordar que somos un poco más conocidos en este lado del océano –comentó Harry.
- Cierto, por la banda y todo eso –dije.
- Sí, así que no se asusten ni se incomoden si de vez en cuando llegan fans a saludarme o a querer tomarse una foto conmigo –pidió.
- No te preocupes, comprenderemos –dijo Chloe.
- Bueno, ahora sí bajemos –dijo saliendo él del auto.
Chloe esperó a que él abriera la puerta y luego bajó, hicieron el asiento hacia delante y bajé yo.
Entramos al Starbucks y Harry escogió una mesa para cuatro, estaba en la esquina del establecimiento, donde casi nadie pasaba la mirada. La verdad era muy cómodo el lugar. Había gente pero no demasiada. Harry se levantó y pidió nuestros cafés. Yo estaba demasiado nerviosa y no dejaba de darle vueltas a mi celular.
- Llegará –dijo mi hermana tomando mi mano.
- No es eso lo que me preocupa… es solo que, siento un extraño presentimiento.
- Todo saldrá bien –dijo mi hermana. Sus ojos grises relucían como nunca.
Harry llegó con nuestros pedidos y luego se sentó frente a nosotras con una sonrisa tímida. Sabía que ellos tenían cosas que hablar así que preferí levantarme.
- Iré a aquella mesita –señalé una al otro extremo del establecimiento- sé que ustedes tienen que hablar y pues yo estoy esperando a alguien. Gracias por traerme Harry –dije y lo abracé.
- Un placer –dijo en mi oído. Me separé de él y caminé a paso lento a la mesita. Al sentarme me puse los audífonos y comencé a tararear la música que tenía allí.
Pasaron los minutos y se hicieron las 7: 15. Me molestaba tanto la impuntualidad. Sé que solo eran 15 minutos… pero esos minutos eran de gran valor para mí.
Puse mis manos al frente y cerré mis ojos. Estuve así solo pensando en todo lo que me había pasado en este viaje. Me había enamorado perdidamente de un chico odioso, asesino de cámaras, que era un cantante de una banda famosa de Pop. Me había propuesto matrimonio y luego por falta de detalles, terminamos. Como me gustaría verlo ahora.
Sentí que alguien se sentaba conmigo. Bajé las manos de mi cara y lentamente abrí mis ojos. Un chico con unas grandes gafas oscuras estaba sentado frente a mí.
- ¿Louis? –dije sorprendida. Él me hizo media sonrisa.
- Hola Jodie –saludó. Tomó mi mano izquierda y me puso una servilleta bajo esta. Mi corazón comenzó a latir de una forma totalmente desbocada y mordí mis labios para acallar el titiritar de mis dientes. Bajé la mirada y con las manos temblorosas la abrí.
“Tal vez no soy yo a quien querías ver sentado frente a ti. Tal vez soy alguien a quien querías borrar de tu vida. Tal vez soy solo un intruso que se cruzó entre tus mensajes. No sé cómo pasó, si fue cosa del destino, si fue solo por azar o si simplemente te equivocaste al enviar ese primer mensaje. Fui tu amigo por un mes completo. Fui tu novio por día y medio y tu prometido por dos semanas. Hola Jodie Iris Flynn… mi nombre es Louis William Tomlinson y es un placer irrumpir entre tus mensajes”
Leí una y otra vez la misma servilleta. ¿Era él? Mi mejor amigo, del que en un principio me había enamorado. Al que le había dicho toda la verdad, el que me daba consejos para enamorar a Louis, osea… ¿él mismo? Cómo…
- ¡No ma…! –pronuncié.
Levanté la mirada y sus ojos azules me observaban con mucho detenimiento. Estaba preocupado por mi reacción y yo estaba en shock.
- ¿Todo el tiempo… fuiste tú? –dije entrecortadamente, a penas y se escuchó lo que dije.
- Al parecer sí –dijo mordiendo sus labios. Dejé la servilleta frente a mí y observé mi celular. Marqué su número y al primer timbrazo, Louis sacó su celular del bolsillo y me mostró la pantalla. Esta decía: Iris – Llamando.
- ¿Lo sabías? –dije aún nerviosa.
- No… -tragó saliva- me enteré de que eras tú cuando me enviaste el último mensaje. No tienes idea de cómo me sentí cuando supe que eras tú y que eran: Dean y Kelly quienes…
- Shh –supliqué. Nos quedamos unos minutos en silencio. Observé a la mesa de Chloe y ellos estaban frente a frente. Él tomaba su mano y ella sonreía.
Una lágrima comenzó a salir por mi mejilla. Mi corazón no sabía qué sentir, tristeza no, emoción, no lo sé… pena por mí misma… creo que era eso.
- Lo siento –me disculpé-, por no decirte la verdad…
- No importa ya… -dijo él, tenía las manos pegadas a la mesa. No movía ningún músculo- yo tampoco quise prestar atención a las señales que me dabas. Lamento no estar allí a tiempo.
- No me hubieras detenido –excusé.
- Lo sé, lo hacías para protegernos… como te dije aquella vez: Te preocupas primero por todos y al último por ti. Esto no fue valiente… fue realmente peligroso.
Mordí mis labios y limpié mis lágrimas. Suspiré y miré hacia la ventana, desde allí se veía el London Eye.
- ¿Te gustaría conocerlo? –preguntó.
- ¿Me llevarías ahora? –pregunté.
- Sí –susurró.
- Espera aquí –dije y me levanté de la mesa.
Caminé hacia la mesa de Harry y Chloe. Ellos me miraron y sonrieron.
- Iré con Louis a dar una vuelta, los veo en la entrada de la casa a las 12.
- Te quiero puntual hermanita –dijo Chloe.
- Espero lo mismo de ti –le dije.
Caminé un poco hacia la puerta y Louis me siguió. Salimos y una corriente fría me hizo temblar.
- Dijiste que traerías Converse y Jeans… -dijo Lou mirándome de pies a cabeza- traes un vestido muy bonito y botas.
- Cállate y llévame –dije tratando de no reírme. Él sonrió y me dirigió a su auto, me abrió la puerta del copiloto y entré rápidamente en él. Luego él subió y se quitó las gafas.
(Narra Harry)
Después que Jodie se fue a sentar sola. Puse mi celular frente a mí y lo comencé a girar.
- Creo… bueno no creo… sé que te debo una disculpa por no creerte cuando me afirmabas que no tenías nada que ver con lo que le pasaba a Jodie.
- Disculpa aceptada –dije. La miré y ella me hizo media sonrisa.
- Lo siento de verdad –exclamó de nuevo.
- No importa ya –le dije.
- Harry…
- Chloe… déjame hablar a mí esta vez –pedí. Ella asintió- Tengo miedo… me enamoré de ti en un elevador, pasé contigo cerca de un mes, dormí contigo… en todas las formas posibles –reí al recordar las escenitas pasionales que vivíamos día con día- ahora, estoy frente a ti, tratando de… enamorarte de nuevo y poderte pedir que regreses conmigo. Sé que estuvimos ambos mal, sé que nos equivocamos y sé que tal vez nuestra relación ha sido apresurada… pero… estoy dispuesto a seguir descubriendo el enigma que eres. El acertijo más difícil que alguna vez puedo descifrar, la rosa más hermosa que pueda cultivar. Simplemente… quiero…
- Yo también quiero regresar… -dijo ella- también quiero estar contigo en todas las formas posibles, de día, de noche, frío, calor… salud, enfermedad…
- Riqueza… pobreza… -exclamé.
- Exacto… -dijo ella sonriendo. Tomé su mano y le sonreí.
- ¿Volverías a ser mi chica?, ¿Mi Chloe Styles?
- Por supuesto que sí –dijo y se sentó a mi lado. Me dio un tierno pero corto beso- Te daría un beso más apasionado… pero estamos en público y no sé cómo se lleve esto de la publicidad.
- Pues… tu hermana ya se fue y… nosotros tenemos hasta las 12 como cenicienta para llegar a tu casa –dije tentándola.
- Genial –dijo ella. Tomé su mano y salimos del establecimiento.
(Narra Jodie)
Todo el camino fue silencioso. No había más que música en su estéreo. Yo le subí y comencé a cantar. Salió una canción de Mcfly que tanto me fascinaba One for the Radio y comencé a cantarla, la verdad es que me había enamorado de esa canción. La cantaba a todo pulmón y Louis también lo hacía.
Antes de bajar del auto, que por cierto era un hermoso Aston Martin negro, sacó una chaqueta negra.
- Ponte esto –dijo mostrándomela- No quiero que te resfríes o algo.
La tomé y me la puse, al cabo de medio segundo él abrió la puerta y me ayudó a salir de él. Caminamos y no había mucha gente en la fila. Nos formamos y después de unos minutos fue nuestro turno.
- Es muy hermoso –dije cuando estábamos subiendo.
- Espera a que lleguemos arriba –dijo sonriendo.
Me recargué en el barandal de la esfera y me quedé callada. No sabía cómo comenzar el tema de nuestra relación… no sabía si seguiríamos siendo amigos o qué pasaría con nosotros. Por fin llegamos a la cima y pude ver la hermosura de Londres por la noche.
Era todo tan magníficamente hecho. Las luces, el Támesis, los edificios. Todo… pero yo estaba un tanto incómoda. Ahora, si no fuera por todo lo que pasó en el barco estuviera besando a mi prometido con todo el derecho, sin ninguna mancha en mi conciencia.
- Jodie, quisiera hablar contigo… es algo importante.
- Adelante –dije sin mirarlo. Mi corazón se aceleraba.
- Sé que has pasado por situaciones muy difíciles. Sé que tal vez no quieras que nadie te toque por el resto de tu vida. Sé que… te sientes indigna de mí. Sé que piensas que yo no te voy a querer como te quise al principio de nuestra relación. Tal vez pienses que yo me siento menos atraído a ti, o que simplemente no siento atracción por ti. No quiero que pienses que, siento lástima por ti. Por que no lo hago.
Me puse de frente a él y él observó mis ojos.
- No sé qué decirte ahora… -dijo con ojos cristalinos- te pasó algo horrible. Algo que a ninguna mujer le debería de pasar. Pero fuiste fuerte, valiente y… -sus voz se quebraba- discúlpame por no haber estado allí cuando me necesitabas –una lágrima salió de su mejilla.
Caminé al otro lado de la esfera, quedé frente a él a unos cinco pasos de distancia, agaché la cabeza y comencé a sollozar.
Estaba debatiéndome por ir y abrazarlo. Realmente quería ir a decirle cuanto lo amaba y cuanta felicidad me daba el hecho de saber que él y Will eran el mismo.
Levanté la mirada y él me observaba, no sonreía solo me miraba. Un suspiro ahogado salió de mí y corrí a él. Rápidamente me tomó en sus brazos y comenzamos a llorar juntos en un abrazo.
- Te amo –susurré en su oído-. No importa lo que haya pasado, no importa cuantas veces ese tipo me haya tocado. Nunca he sentido, lo que tú me hiciste sentir aquella primera vez. Solo tú puedes tocarme, solo tú puedes amarme, solo tú estas tatuado en mi piel. Solo tú puedes ser el dueño de este pequeño y quebrado corazón. Solo tus manos están marcadas en mí, no solo en mi piel, sino en mi mente, alma y corazón. Louis, tú eres mi odioso asesino de cámaras… tú eres mi… prometido… mi novio… mi mejor amigo.
- ¡Jodie! –dijo él en un sollozo.
Me separé de él un poco y pegué mis labios a los de él. Sentí la corriente eléctrica al instante y mi piel se comenzó a erizar como aquella primera vez. Puso sus manos en mis mejillas y acercó mi cara más a la de él. Yo puse mis manos en su chaqueta y lo acerqué a mí.
Nuestro beso se tornó más serio, metió sus manos entre mi cabello. Sus labios y los míos se movían en total sincronía. De mis ojos salían lágrimas de felicidad y de los de él también. Casi podía sentir que mis labios sangraban y la calidez que sus manos transmitían en mi piel, eran un potente sanador de heridas. Algo que había sellado esa cicatriz que tanto había tardado en curar.
Nos separamos y él me abrazó, puse mi cara en su hombro y suspiré su delicado perfume.
- Extrañé tanto tus labios –dijo él- Te extrañé tanto Jodie.
- Yo también a ti –susurré-, no vuelvas a terminar conmigo.
- No lo haré –dijo besando mi frente- ¿Aún quieres ser mi futura esposa?
- Claro que sí. Pero ten paciencia en cuestión del sexo, amor. Me costará un poco de trabajo.
- No importa –dijo él sonriendo- te daré el tiempo necesario.
- Gracias –dije y lo besé nuevamente.
Miika_Directioner
Re: ~Messages~ (Louis Tomlinson Y Jodie Flynn)
Not Alone
Habían pasado tres meses desde que llegamos a Londres. Nos estábamos acomodando muy bien en esta ciudad. Mi padre estaba formalmente comprometido con la señora Casey y habían decidido mudarse a nuestra casa. Aún recuerdo cuando Louis me presentó a su familia.
*Recuerdo*
- ¿Estás seguro de esto? –pregunté.
- Claro que sí –dijo él tomando mi mano en la entrada de su casa- ¿tienes miedo?
- Bastante –admití riendo. Él me dio un beso en la frente.
- Tranquila, verás que todo saldrá bien –me animó.
- Eso espero –tomé un gran suspiro y él abrió la puerta.
- ¿Mamá? Estoy aquí –gritó Tomlinson.
- Ahora bajamos –se escuchó desde las escaleras. Caminamos a la sala y me quedé parada. Luego noté a la señora de mediana altura y cabello lacio que venía con una inmensa sonrisa hacia nosotros.
- Hola –saludó la señora.
- Hola señora Tomlinson –saludé.
- Dime Jay, hija –me abrazó. Yo sonreí- No estés nerviosa, pequeña. Louis ya nos contó que sale contigo desde hace tiempo y además nos contó de ese anillo que tienes en la mano izquierda.
- Bueno, yo…
- Ya vine –interrumpió una chica de cabello castaño claro, ojos grandes- Perdón por la interrupción.
- No te preocupes –le dije, ella también me abrazó.
- Soy Lottie, hermana de este chico.
- Un placer soy Jodie –sonreí.
- Así que… ¿De verdad quieres a despertar todos los días de tu vida con este chico? –dijo como si fuera lo peor del mundo.
- Amor, algo me dice que tenemos que terminar ahora –dije mirando a Louis. Él me abrazó.
- ¡Lottie, no me la espantes! –le dijo riendo. Ella sonrió y su madre también nos acompañó en la risa.
- Y ellas son las demás –mencionó señalando las escaleras. Demasiadas mujeres sin duda tendría que ganarme a todas.
*Fin del Recuerdo*
Louis y Harry vivían juntos así que era muy normal que yo me quedara con ellos o Chloe también. Zayn, Liam, Danielle, e Izzy eran parte de nuestra familia así que los veíamos todos los días. Gemma conoció a mi hermano en persona y se enamoraron. Al parecer hoy él y ella tendrían una cita. Me daba mucho gusto por ellos. Angie conoció a un chico realmente agradable llamado Niall Horan, sí señores… ellos dos quedaron más que enamorados desde el barco.
Estábamos en casa de Liam y Danielle. Había una cena para todas las familias y debo decir que todo estaba preparado y listo. La casa era hermosa y estaba decorada de una forma magnífica. Todos aquí eran bastante agradables.
Era la noche y todos estábamos sentados en la mesa. Cada quien reía de su propio asunto. Todos nos estábamos divirtiendo. Repentinamente se escuchó el sonido de un cubierto contra el cristal de una copa. Todos buscamos el lugar de donde provenía semejante sonido. Era Harry quien estaba de pie.
- Quisiera decir algo… -dijo nervioso y sonrojado. El lugar se quedó en completo silencio.
- Ya rizos dilo –dijo mi Louis, mi prometido.
- Bueno, es que… Chloe y yo tenemos un anuncio que darles.
El silencio y el ambiente se tensaron un poco.
- Bueno, es que… hay cómo decir esto… -Harry estaba demasiado nervioso.
- Yo les diré, amor. Siéntate –lo instó Chloe. Ella se puso de pie.
- Harry y yo estamos esperando un bebé. Estoy embarazada –todos, completamente todos nos quedamos con cara de: “¿Qué?”
- ¿Seré abuelo? –dijo mi padre entrecortadamente.
- ¿Seremos abuelos? –dijo la madre de Harry.
- ¿Tía? –dije yo.
- ¡Harry Styles! –gritaron mis cuatro chicos preferidos- ¿Hijos de Harry? Por Dios esto será genial… -Zayn se puso de pie y lo abrazó- ¿Se imaginan un hijo de este ser? –todos lo miramos y nos quedamos callados.
- Será la aventura más grande –pronunció Harry.
Todos nos levantamos y comenzamos a felicitarlos. La verdad es que estábamos muy felices por ellos. Una criaturita hermosa venía en camino y sería el ser más amado del planeta tierra.
Al finalizar la cena cada quien se fue retirando. Louis y yo nos quedamos al final para ayudarle a Liam y a Danielle a recoger. Ella y yo estábamos lavando la loza, mientras Liam y Louis recogían los envases de las bebidas.
- ¿Cómo ves lo de Harry y Chloe? –preguntó.
- Creo que será genial tener un sobrinito. Me da mucho gusto por ellos. Tal vez pronto sea su boda.
- Tal vez –dijo ella sonriendo.
- Danielle… puedo decirte algo… -dije dudosa. Ella me miró y sonrió.
- Claro que puedes, nena –me instó.
- Bueno… ¿crees que está bien que yo vuelva a tener relaciones con Louis? –dije un tanto apenada y sonrojada.
- ¿Crees estar lista para eso? –preguntó.
- Supongo que lo estoy… lo he estado pensando y creo que él ha esperado lo suficiente, además de que a mi también me gustaría.
- Entonces, estará bien que lo intenten. Se merecen el uno al otro. Además Louis te quiere mucho y te respeta mucho, él no haría nada que tú no quisieras. Guíalo en eso. Ayúdalo, para que así ninguno de los dos salga lastimado.
- Gracias Danielle –dije sonriendo.
- De nada Jodie, cuando quieras hablar aquí estaré.
Terminamos de recoger la casa y nos despedimos de los chicos. Subimos a su auto e íbamos en camino. Recargué mi cabeza en la ventana, nerviosa y apenada traté de hablar con él.
- Sabes, estoy cansada y no quiero ir a mi casa… ¿te importaría si me quedo contigo hoy? –pregunté. Él sonrió y tomó mi mano.
- Me encantaría que pasaras la noche en mi casa.
- Gracias, amor –dije apretando su mano.
Al llegar subimos en silencio las escaleras pues pensamos que Harry y Chloe ya estarían dormidos. Entramos a su cuarto y él comenzó a sacar las cosas de su cama, yo entré a su baño y me saqué los zapatos. Me quité los aretes, collar y anillos. Me desabroché la blusa y me dejé la de tirantes, busqué entre su ropa un boxer de él y me lo puse. En resumidas cuentas, traía solo la blusa de tirantes, su boxer y mi ropa interior, decidí quitarme el sostén, para hacerlo más fácil. Respiré hondo un par de veces para darme ánimo, acomodé mi cabello y mordí mis labios; pues recordé la primera vez que me quedé con él.
Apagué la luz del baño y nuestro cuarto ya estaba a oscuras. Caminé lentamente a mi lado de la cama. Me metí entre las sábanas y moví la mano para atentar el cuerpo de Louis, solo que no estaba allí.
- ¿Lou? –susurré. La puerta del cuarto se abrió.
- ¿Jodie?
- Aquí estoy –dije desde la cama. Él no me veía aún bien.
- Chloe y Harry no se quedarán aquí, al parecer tienen algo planeado. Creo que hoy él le propone matrimonio –dijo él sentándose frente a mí.
- Perfecto –susurré- Está bien –dije en voz alta.
- Bueno, iré a cambiarme y ahorita regreso para dormir. Sé que estás cansada.
Se puso de pie y caminó hacia el baño. Me levanté rápidamente y tomé su mano.
- ¿Qué? –susurró.
- Sé que has sido paciente por mí… sé que eres fuerte y te resistes a tocarme de la forma en que tú quisieras… por eso; quisiera que hoy… intentáramos hacerlo, intentáramos…
- ¿Es lo que realmente quieres? –preguntó- No quiero que lo hagas solo porque sepas que yo quiero hacerlo.
- No, amor –dije-. Yo soy la que quiere intentarlo, lo hago por ambos, por que yo quiero y por que tú lo mereces. ¿Quieres intentar? –pregunté.
Él pasó su mano por mi mejilla y me sonrió, me dio un beso tierno pero corto.
- Claro que quiero –dijo en un susurro.
Tomé su mano y lo guié al pie de nuestra cama. Comencé a alzar su camisa y él dejó que lo hiciera, luego le desabroché el cinturón y el pantalón. Comencé a bajarlo lentamente y él puso sus manos en mi boxer. Subimos a la cama y él comenzó a besar mis labios, nuestro beso era delicado y lento. La dulzura de sus labios era tal que empalagaba. Estaba impregnada de su olor en mi mente y corazón. Nada se comparaba con este momento. Él encontró el borde de mi blusa y comenzó a alzarla. La aventó fuera de la cama y luego me comenzó a bajar el boxer y mi prenda interior al mismo tiempo. Yo encontré el borde de su ropa interior y también la bajé. Sabía que venía el momento de la verdad. Él comenzó lento y suave, admito que comencé a temblar un poco, no sé si por miedo o por la sensación que él me hacía sentir. Mi mente divagaba y él mordía mis labios dulcemente, comenzó a aumentar la velocidad y yo sentí de nuevo esa electricidad, ese calor que hacía tiempo no había sentido. Así comencé a recordad cada noche que había pasado con él, cada caricia, cada sonrisa, cada rose de piel contra piel, cada beso, cada abrazo, todo lo recordaba. Puse mis manos en su espala y la rasguñé como aquella noche. Él hizo un especie de gruñido que me emocionó y lo apreté más a mí.
- ¡Louis! –grité.
- ¿Sí? –dijo él agitado.
- Me has hecho recordar lo que es ser mujer –dije mordiendo sus labios.
- Ese era mi objetivo –susurró.
Cuando terminamos él recostó su cabeza en mi pecho y la agitación nos dejó bastante cansados. Nos estuvimos unos minutos solo así, relajando el cuerpo.
- 21 de abril de 2012 –pronunció. (Fecha pasada por el día en que la escribí)
- ¿Qué pasa con esa fecha? –pregunté.
- Nuestra boda –susurró- ¿Quieres casarte conmigo ese día?
Yo estaba tan emocionada y tan contenta que no me salían las palabras busqué sus labios y lo besé.
- Por supuesto que sí –susurré.
La vida y el amor son tan complejos. Quien iba a pensar que encontraría a mi verdadero amor a través de la pantalla de un celular o por equivocación cuando lanzó mi cámara al mar. Este chico pecoso se había ganado mi corazón a base de sufrimiento y penas. Sufrí de la peor manera, pero él siguió aquí para demostrarme que uno puede mantener la frente en alto a pesar de todo.
No había nada comparado con el amor que sentíamos el uno por el otro. Yo no sabía cómo era su mundo, lo que sería extrañarlo en sus próximas giras, verlo rodeado de montones y montones de fans. Nunca le habían hecho preguntas sobre mí. En fin, yo no conocía su mundo. Pero estaría dispuesta a estar con él para descubrirlo. Mis exhibiciones serían muy pronto y él decía estar orgulloso de mí. ¡Qué más podía pedir! Tenía un prometido maravilloso, al cual yo amaba de sobremanera, amigos leales y verdaderos. Una familia nueva y totalmente unida. Alguien venía en camino a unírsenos. Esto era todo lo que podía pedir.
- ¿Amor, te gustaría tener un hijo? –preguntó Louis rompiendo con mis pensamientos.
- La verdad sí. Quisiera dos –dije riendo.
- ¿Te gustaría practicar ahora? –preguntó.
- Será un placer –dije riendo. Él se separó de mí y caminó hacia la puerta.
- Ahora vengo –me dijo. Me puse una camisa de él y me volví a meter entre las sábanas. Mi celular comenzó a vibrar y la canción de I Found a Boy, me hizo reír.
“TE AMO CON TODA MI ALMA JODIE IRIS FLYNN” –recibí.
THE END.
Miika_Directioner
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