Re: Una noche lo cambio todo (Joe y tú)

por **Monse_Jonas** Dom 09 Feb 2014, 11:13 pm

Chicas espero les guste el capitulo, el que sigue haha, no sé como le haré para escribirlo, sinceramente :lloro: :lloro: :lloro: :lloro:

por **vosyasabes** Lun 10 Feb 2014, 10:01 am

Naaaaaaaaaaa! quiero mas please ♥

por **hellomynameis** Mar 11 Feb 2014, 1:37 pm

Porfavor síguela :( que triste sabía que algo así pasaría

por ***annie d' jonas*** Miér 12 Feb 2014, 9:45 am

Hay dios eh llorado como nunca siguee

por **ale_princess** Sáb 15 Feb 2014, 8:24 pm

super triste el cap...siguela por fis

por ***annie d' jonas*** Dom 16 Feb 2014, 10:11 am

Sigueeeee

por **Monse_Jonas** Dom 16 Feb 2014, 8:17 pm

Capitulo 73

El día más difícil

Ya habían pasado casi dos meses desde que Hunter salió del hospital, pero su estado era igual… o peor, pero el trataba de ocultarlo, aunque el doctor ya te había dicho que el final estaba cerca. Por eso mismo tratabas de que sus últimos días fueran buenos.
Tú: ¿Cómo amaneciste?
Hunter: Bien, contigo al lado muy bien.
Tú: Me alegra escuchar eso. Te traigo el desayuno.
Hunter: No, hay que desayunar en la terraza.
Tú; ¿Estas seguro? Hace frio.
Hunter: Si.
Tú: Esta bien—Le diste un beso.
Hunter: ¿Sabes que es lo bueno de estar enfermo?
Tú: ¿Qué?
Hunter: Que me complaces en todo.
Tú: Jaja, que chistosito, aún sino estuvieras enfermo te complacería. Pero ahora voy a pedir que preparen la mesa de la terraza.
Hunter: No estera, ven.
Tú: ¿Qué pasa?—Lo miraste preguntándote qué sería lo que quería.
Hunter: _____, ambos sabemos que cada vez estoy más cerca de morir y por eso mismo quiero, necesito que me prometas algo.
Tú: Hunter…
Hunter: Por favor.
Tú: Esta bien ¿Qué es?
Hunter: Quiero que me prometas que vas a seguir con todos tus planes como siempre.
Tú: Hunter, te lo prometo.
Hunter: Gracias amor.
Tú: Bueno, ahora voy por el desayuno. —Saliste de la habitación y trataste de no llorar, el tan solo pensar que ibas a perder a Hunter, te destrozaba, por más que querías negarte a creer eso, sabías que algún día eso llegaría a pasar. Lamentablemente ya no había nada que hacer.

Después del desayuno en la terraza ambos fueron a caminar por el lago que estaba cerca de los viñedos de Hunter.
Hunter: Esto me gusta—Te dijo Hunter tomándote de la mano.
Tú: Si, a mí también. Te amo Hunter.
Hunter: Y yo a ti, gracias por hacerme tan feliz ______.
Tú: No tienes porque darme las gracias, tu también me haces muy feliz a mí.
Hunter: Perdóname.
Tú: ¿Por qué?
Hunter: Por dejarte.
Tú: No es tu culpa—Agachaste la cabeza.
Hunter: Traté con cuanto tratamiento me dijeron, pro nada funcionó. Nunca quise que nadie supiera lo de mi enfermedad, por eso para todos fue una sorpresa, pero es que lo único que quería era tener una vida tranquila, sólo eso. Y luego apareciste tú… y cambiaste todo mi mundo. Lo único que quería era estar contigo. Sabía que era egoísta de mi parte, pero era lo que quería, además de que no anhelaba tu compasión. Por eso jamás te dije nada, ni siquiera cuando ya estábamos comprometidos. Sabía que no me dejarías porque me amas tanto como yo a ti, pero no quería verte sufrir, no como ahora. Todas las noches te escucho llorar y eso me destroza, no quiero irme y dejarte _____. Te lo juro, pero todo mi dinero no puede contra el cáncer. Y lo que más me duele es que esta enfermedad también te esta arrastrando a ti y eso me destroza. Me destroza pensar que no vas a cumplir tu promesa, te conozco también y sé lo sensible que eres y que yo no podré estar ahí para consolarte. Tengo que confesar que al principio quise alejarme de ti, no quería que tú estuvieras involucrada, pero lo cierto es que te quería en mi vida en tiempo que estuviera saludable, y sé que eso suena egoísta pero es la verdad. Hubiese deseado que el día e la boda pensaras que me fui y que no quería estar contigo, que me odiarás a verte así, tratando de sonreís cuando lo único que quieres es derrumbarte, pero estas jugando un papel de chica fuerte que cada vez admiro más y sinceramente me esta matando. —Tus lágrimas caían al suelo, no podías mirar a Hunter. —Te amo _____ y si alguna vez te arrepientes de haber estado conmigo te entenderé. Tu gira empezada en dos días y ahora estas aquí perdiendo tu tiempo y tu vida con una persona que probablemente le quedan 72 horas de vida.
Tú: ¡Cállate! —Levantaste la mirada y te encontraste con sus hermosos ojos azules torturados por su enfermedad y por una culpa que no tenía porque cargar. —Te amo Hunter, y si crees que algún día me voy a arrepentir de haberte conocido o de haberme casado contigo, que poco me conoces, eres el amor de mi vida, y me estoy muriendo por dentro al ver como tú te mueres y yo no puedo hacer nada, ¿Qué acaso no sabes cuanto te amo? Daria mi vida por ti y sinceramente cruce los dedos cuando me hiciste prometer aquello, y lo hice porque no quiero, no quiero perderte, todos los días me despierto con el miedo de que tú no vuelvas a despertar, de que no vuelva a escuchar tu vos, de que no vuelva a sentir tus brazos alrededor de los míos. Me quiero morir contigo Hunter—Te lanzaste sobre sus brazos y lloraste como una pequeña perdida, la cual no sabe en donde están sus padres y tiene miedo. Hunter te acariciaba el cabello.
Hunter: Cariño, no podemos hacer nada para cambiar lo que esta pasando, pero si podemos disfrutar el tiempo que nos queda juntos, así que lo mejor es irnos a la casa que ya casi oscurece y arreglarnos, recuerda que tenemos un invitado.
Tú: Joe.
Hunter: Si, Joe.
Tú: Ok, vamos.

Volvieron a la casa y se arreglaron para recibir a Joe, el cual había sido invitado por Hunter para cenar.
Joe: Buenas noches.
Tú: Gracias por haber venido Joe.
Joe: No hay de qué. ¿Y Hunter?
Tú: En la sala, descansando.
Joe: ¿Cómo esta?
Tú: Cada vez peor… No le queda mucho—Joe te abrazó.
Joe: Tranquila _____, a Hunter no le gustaría verte así.
Tú: Tienes razón, vamos.

Después de platicar un rato, los tres pasaron al comedor en donde disfrutaron una rica cena acompañada de una buena plática. Después pasaron al salón y tomaron un café, con galletas, todo era muy europeo y eso a Joe se le hacía muy elegante, pero tú ya estabas acostumbra.
Te disculpaste un momento y Joe y Hunter se quedaron solos, lo cual a Hunter le pareció perfecto porque quería hablar con Joe.
Hunter: Joe, quiero pedirte un favor.
Joe: Cato, el que quieras.
Hunter: Quiero que por favor cuides de _____, el día que yo me muera. Yo sé que tú la amas y también sé que lo único que quieres es verla feliz, así que te pido de favor que no te separes de ella después de mi muerte.
Joe: Claro, cuenta con eso.
Hunter: Gracias, Joe, eres un buen amigo.
Joe: No tienes nada que agradecer, al contrario más bien yo te debo agradecer a ti que hayas y sigas haciendo tan feliz a ____. Ella te ama y tú has hecho lo que yo por imbécil no pude.
En ese momento regresaste.
Tú: ¿De qué platican he?
Hunter: cosas de hombre amor.
Joe: Así es—Tomó un sorbo de su café.
Tú: Pues que malos son.—Miraste a Hunter e cual estaba más pálido que de costumbre. —¿Estas bien amor?
Hunter: Estoy muy cansado, me voy a descansar.
Tú: Te ayudo.
Joe: Yo, me marcho, ya es tarde.
Hunter: Gracias por haber venido Joe. Eres un buen amigo. Me encantó conocerte, en el mundo no hay muchas personas tan buenas como tú. —Tú miraste a otro lado para ocultar tus lágrimas, últimamente siempre que tenían visitas Hunter así eso, se despedía como si nunca más fuese a volver a verlos y aunque eso podía ser verdad a ti te dolía tan sólo de pensar en eso.
Joe: Hunter… No sé que decirte—Joe se acercó a él y lo abrazó.
Hunter: Sólo cumple tu promesa y descansaré tranquilo.
Joe: Por mi vida que lo haré.
Hunter: Gracias.
Joe se fue y Hunter y tú se fueron a la cama. No podías dormir tenías miedo de que hunter ya no volviera a abrir los ojos y ya no te mirara con eso lindo ojos azules y te sonriera igual que todas las mañanas al despertar.

A las ocho de la mañana llegó la enfermera de confianza de Hunter, la cual la visitaba desde que dejó su tratamiento y de la cual tú no tenías idea hasta después de que te enteraste de todo.
Enfermera: Listo, con esto ya no sentirá más dolor. —Te dijo cuando salieron de la habitación.
Tú: No falta mucho ¿Verdad? —Ésta te miró con lastima.
Enfermera: No, lo siento.
Tú: ¿Cuánto? —Preguntaste con un nudo en la garganta, en realidad sin querer escuchar aquello.
Enfermera: Cada vez lo veo peor. Yo diría que es cuestión de horas. —Te derrumbaste ahí mismo y lloraste, la enfermera trató de consolarte, pero hasta ella misma sabía que eso era imposible.

Todo ese día Hunter estuvo en la cama, más pálido que de costumbre y sin poder levantarse, se veía débil, como un niño indefenso. Tú creíste que lo mejor sería llamar a Estefano, ya que sentías que no faltaba mucho para el final.
Éste llego una hora después de que lo llamaste y se quedó toda la tarde con su amigo. Se marchó cuando el sol ya empezaba a esconderse de la vista de todos.
Cuando fuiste a ver a Hunter, lo encontraste dormido, te acercaste a él para saber si aún respiraba y en efecto aún lo hacía. Después de verlo por un rato, descendiste las escaleras y te fuiste directo al piano, el cual Hunter había pedido que colocaran en un kiosco que estaba cerca del mar, ya que le gustaba sentarse ahí y oírte tocar The faul in our star mientras miraba el mar y se relajaba.
Comenzaste a tocar algunas notas que le gustaban a Hunter y después te detuviste apoyando tu cabeza en el piano.
Hunter: ¿Por qué te detienes? —Levantaste la cabeza de golpe y caminaste hasta él.
Tú: ¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando.
Hunter: Quería estar contigo, y sabía que te encontraría aquí.
Tú: Vamos a dentro, hace frio.
Hunter: No, toca, para mí, por favor.
Tú: Esta bien.
Hunter: Te amo, _____, te amo con toda mi alma y créeme que me iré muy feliz de haber estado contigo mis últimos minutos.
Tú: No te despidas —Le pusiste un dedo en los labios.
Hunter: Ya es hora, pero antes quiero escucharte tocar.—Tus ojos se inundaron pero hiciste lo que este te pidió. Hunter se sentó en una silla mirándote, escuchando como las olas reventaban en el frio de diciembre.
Trataste de ocultar tus lágrimas y tocaste y cantaste, como si de eso dependiera tu vida.
(Escuchen la canción U_U)

With you… —Terminaste de cantar y lo miraste, tenía una enorme sonrisa en sus labios y una vocecita en tu interior te dijo “Se fue” Colocaste tu cabeza en el piano y lloraste desconsoladamente, minutos después levantaste la cabeza y lo volviste a mirar, caminaste a la casa y llamaste a unos trabajadores para que lo llevaran a la habitación. Tú llamaste a la funeraria y te sentaste a esperar en las escaleras de la entrada.
Estabas ida, algunos empleados te llamaban pero tú no contestabas, era como si no estuvieras ahí, ni siquiera los faroles de un carro te hicieron volver.
Cuando el ama de llaves vio que era Joe, corrió hasta él y le contó lo que había sucedido. Éste corrió hasta ti.
Joe: _____, ¿Estas bien? —Giraste la cabeza hasta él.
Tú: Se fue Joe, se fue. —Joe se acercó para abrazarte y tú aceptaste ese abrazó. De nuevo te sentías como muerta en vida. Como todo el dolor caía en tus hombros sin poder evitarlo.

por **hellomynameis** Dom 16 Feb 2014, 10:05 pm

Llorando a las 10 de la nice por tu culpa :( que triste :( vaya manera de entonar el fin de semana :( síguela Porfavor :((((

por **vosyasabes** Mar 18 Feb 2014, 9:28 pm

No porfavor!! No la dejes asii :( quiero otro cap

por **jonatika_4ever_hilda** Miér 19 Feb 2014, 2:50 pm

:lloro: :lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Que triste! en verdad :(
pero siquiera se fue feliz u.u

por ***annie d' jonas*** Miér 19 Feb 2014, 4:22 pm

Sigueeeeeee plizz

por ***annie d' jonas*** Vie 21 Feb 2014, 1:11 pm

sigueee :lloro:

por **Monse_Jonas** Vie 21 Feb 2014, 10:34 pm

mañana subo capi chicas xD

por **hellomynameis** Sáb 22 Feb 2014, 8:54 am

Siiiiiiiiiiiii*-*

por **Monse_Jonas** Dom 23 Feb 2014, 11:36 pm

Canción Del Capitulo: My Inmortal.

Capitulo 74

El adiós.

Eran las nueve de la mañana y te encontrabas en el cementerio mirando la tumba de Hunter, la cual estaba repleta de flores. Sus trabajadores habían ido a despedirse de él, tu familia estaba ahí, Joe y Estefano igual. Era poca gente pero era gente que en verdad querían a Hunter.
Joe: Vámonos _____.
Tú: No, Joe, no me quiero ir.
Joe: Ve a descansar _____.
Tú: No, no quiero, quiero esta aquí.
Joe: Entonces me quedo contigo.
Tú: No, vete, déjame sola.
Joe; Esta bien, pero te espero en el coche.
Tú: Si —Recordaste todas las cosas que habías vivido con Hunter y que nunca más vivirías de nuevo, desde hace dos días lo único que hacías era llorar, parecías una muerta en vida, las ojeras eran muy notorias y tus ojos estaban muy hinchados.
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Después de un rato te fuiste al carro en el cual te esperaba Joe.
Joe: ¿Vamos a comer a algún lado?
Tú: No, quiero irme a casa.
Joe: Entonces vamos a tu casa. —Lo miraste.
Tú: No, a casa, a mi casa con Hunter.
Joe: _____, eso no te hace bien, tienes que alejarte un tiempo de ahí.
Tú: Joe… no empieces, quiero estar ahí y punto.
Joe: Esta bien.
Cuando llegaron a la casa Joe se quiso quedar contigo un rato pero tú te negaste y Joe te dio tu espacio.
Les habías pedido a todos tus empleados que se tomaran el día libre. Querías estar sola. Pero el silencio lo único que hacía era aumentar tu depresión. Te dirigiste a la barra del bar que había en la sala de estar y tomaste una botella de whisky, la empinaste en tu boca y comenzaste a tomártela así.
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Cuando terminaste esa botella tomaste más, hasta quedarte dormida.
Martha: ¡Señora!—Martha corrió hasta ti para levantarte ya que te habías quedado allí toda la noche.
Tú: Déjeme—Le dijiste con un dolor de cabeza terrible.
Martha: Tomó mucho señora.
Tú: No importa. Estoy bien.
Joe: ¿_____? ¡_____!—Joe había llegado a tu casa para desayunar contigo y te había encontrado así. —¿Qué significa esto _____?—Joe le ayudó a Martha para levantarte.
Tú: No fue para tanto, sólo unas copitas—Joe miró al suelo.
Joe: _____, te tomaste dos botellas de whisky.
Tú: Quería olvidarme de todo—Las lágrimas ya salían de tus ojos.
Joe: Necesita una ducha—Le dijo a Martha. Ésta asintió. Joe te cargo y te llevó escaleras arriba.
Tú:¿A dónde vamos?
Joe: A tu recamara, necesitas un baño.
Tú: Shhh… no grites, me duele la cabeza.
Joe: Estas borracha como no te va a doler. —Llegaron a tu recamara y Joe abrió la puerta del baña para después introducirte en la ducha.
Tú: Hahaha, esta fría.
Joe: Es lo que necesitas.
Tú: No—Te quisiste salir pero Joe no te dejó.
Joe: No, no vas a salir.
Tú: Tengo frío.
Joe: No me importa no vas a salir.
Tú: Entonces ven conmigo—Lo miraste de la misma manera que cuando lo querías seducir.
Joe: No _____. —Te dijo muy serio.
Tú: Yo sé que aún me deseas Joe. —Le dijiste seductoramente.
Joe: Estas borracha _____.
Tú: No, no tanto como para no ver que quieres entras aquí, conmigo y hacerme el amor. Tienes el camino libre Joe. Mi esposo esta MUERTO.
Joe: _____, ya, deja de comportarte de esa manera.
Tú: ¿Por qué? —Te encaste en la bañera y te quitaste la blusa observándolo.
Joe: Para…
Tú: ¿Seguro?—Te ibas a quitar el sostén.
Joe: _____, pareces una ramera. —Miraste a Joe con furia en los ojos.
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Tú: ¡LÁRGATE DE MI CASA! VETE, YA, NO TE QUIERO VER OTRA VEZ, VETE.
Martha iba entrando junto con otra chica cuando Joe estaba por salir.
Martha: Dios… —Miró a Joe.
Joe: _____, esta muy ebria, por favor no la dejen sola. Dios, yo me tengo que ir, pero por favor, manténgame al tanto, quiero saber cómo esta.
Martha: ¿Se tiene que ir del país?
Joe: Si, tengo compromisos, los cuales tengo que cumplir.
Martha: ¿Cuándo va a volver?
Joe: En tres meses.
Martha: Ok, yo lo mantendré al tanto.
Joe: Eso espero. Cuídela bien, y aléjela del alcohol.
Martha: Claro que si, señor.
Joe se fue, pero antes te hecho un vistazo, estabas llorando en la tina.
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Él no quería irse pero tenía que hacerlo, tenía que volver a su trabajo, tenía que terminar una gira que había pospuesto para estar contigo mientras Hunter seguía mal.
Dejarle le dolía, pero tenía que hacerlo.

*Una semana después*
Tú: ¡Todos los que me aman me dejan!—Estabas paseando por la sala con una botella de coñac en la mano.
Martha: Señora, por favor, no siga, esto le hace daño.
Tú: Usted déjeme en paz, no le pagó para que me diga cómo vivir mi vida.
Martha: Al señor Joe no le va a gustar que le diga cómo se encuentra —La miraste furiosa y te acercaste a ella.
Tú: Usted no le va a decir nada ¿me oye? Porque si le dice algo, acerca de cómo estoy, la corro a usted, su esposo y sus hijos, ¿me oye? Y yo que sepa ustedes no tienen a dónde más ir.
Martha: Esta bien señora—Martha bajó la cabeza y se fue.

*Días después*
Joe: ¿Cómo esta _____? Martha.
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Martha: Bie…bien, ella esta bien, muy tranquila, ya va superando su depresión.
Joe: Me alegro, me alegro de escuchar eso. ¿Y dónde pasó las festividades decembrinas? —Joe se encontraba en Argentina para unos conciertos que tenía que dar por haya.
Martha: Aquí, con todos nosotros, su familia la llamó y platicaron mucho, ella estaba muy contenta. Como ve esta bien.
Joe: si, muy pronto iré a visitarla, me alegró mucho ella de que ya esté mejor.
Martha: Si, a ella le sentaría bien que viniera a verla.
Joe: Si, bueno, gracias Martha, ahora me tengo que ir.
Martha: Ok, que tenga buena tarde.
Joe: Igual. —Martha colgó y tú estabas a un lado de ella.
Tú: Muy bien Martha, muy bien, usted si sabe mentir.
Martha: Señora ya deje de tomar por favor.
Tú: Usted no se meta. Shhh. Es mi vida.
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Martha: El señor Joe dijo que vendría a verla. —Miraste a Martha algo enojada.
Tú: Hágalo que desista.
Martha: Pero señora, esta preocupado por usted.
Tú: Su trabajo esta en riesgo Martha, y no sólo el de usted sino también el de su esposo e hijos. ¡ASÍ QUE MEJOR CALLESE!
En el último mes habías cambiado mucho, siempre estabas tomando, nunca estabas en tus cinco sentidos, Las festividades las habías pasado sola porque les pediste a todos que se fueran. Incluso antes de navidad ordenaste que quitaran todo lo alusivo a esa fecha y ése día les pediste a todos que se fueran o los despedirías. Hanare, creía que estabas en un retiro, que por eso no le contestabas pero en realidad les estabas mintiendo a todos, hasta ti.

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