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Far away for you {Larry Stylinson}
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
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Far away for you {Larry Stylinson}
Nombre: Far away for you.
Autor: AllyLerman
Adaptacion: No.
Genero: Drama.
Advertencias: Antes de leer, pongan esta canción.
Otras paginas: No.
Autor: AllyLerman
Adaptacion: No.
Genero: Drama.
Advertencias: Antes de leer, pongan esta canción.
Otras paginas: No.
Far away for you
- No vas a dejarla, ¿cierto? – Pregunto Harry a través de la línea.
Louis suspiro, cerrando con fuerza los ojos mientras su mano apretaba con fuerza el teléfono de su oficina. Le costaba demasiado decirle esto a su mejor amigo, quien no solo tenía ese rol en su vida, sino uno más importante. Paso años antes de darse cuenta que sus sentimientos por el castaño de cabellera de rulos iban más allá que amistad.
Lo difícil era decirle que no podía dejar a Eleanor a dos semanas de la boda, donde las empresas Tomlinson y Calder se unirían para formar una sola y acabar con la competencia. Además, no se atrevía a confesarle la verdad a su padre; su madre lo seguiría recibiendo con los brazos abiertos, estaría un poco desconcertada pero seguiría dándole el amor que siempre obtuvo por su parte. En cambio, su padre era más difícil, sabía que el jamás se lo perdonaría, y mucho menos por un hombre.
- Responde, maldita sea – la voz ahogada del oji-verde le hizo sentirse la persona más horrible del mundo. El había ilusionado a Harry, no le había advertido que tal vez nada podrían sacar de aquello, que solo lo considerara como una aventura; pero no pudo, no se atrevió, era un cobarde.
- Harry, escúchame – murmuro con la voz llena de nerviosismo. No tardo en aclarársela – Las cosas están difíciles ahora, no creo que…
- ¿No te atreves a decirle a todos lo nuestro? ¿Es eso?
Harry estaba sentando en su cama, con el móvil en su oído y mirando hacia el suelo mientras lagrimas derrochaban de sus ojos y redondeaban sus mejillas rojas. Su corazón prácticamente estaba quebrándose al darse cuenta lo estúpido que había sido, no debió haber confiado en Louis, no tuvo que confiar en sus palabras; jamás creyó que este pudiera hacerle algo así, después de todos los momentos que habían pasado, tanto como amistad y romance, no creyó que el jugaría así con su corazón, sabiendo lo sensible y delicado que era.
Sin esperar más, corto la llamada que se había quedado en silencio. La noche anterior había confesado a su familia su oscura verdad, no dijo de quien estaba enamorado ni en una relación, pero aclaro de que amaba a un hombre. Su madre se echó a llorar, preguntándose que había echo mal, su hermana solo se encerró en su cuarto, y por más raro que le pareció pero que también le dio las fuerzas necesarias para seguir, su padrastro Robín, le aseguro que pasara lo que pasara, siempre seria parte de la familia sin importar que. Hasta ese momento, había sido el único apoyo que Harry había tenido por parte de su familia. Entendía que a su madre le llevaría tiempo, su hermana también tenía que pensar bien las cosas; le sería difícil hablar con su padre – si es que Gemma no le había dicho ya – pero lo haría en cuanto las dos mujeres que más amaba lo llegaran a comprender y a apoyar.
Había llamado a Louis para darle la buena noticia, pensando que eso lo animaría a que soltara toda la verdad y rompiera su compromiso con Eleanor, pero el solo escuchar el tono de voz del castaño, se dio cuenta de que este no pensaba seguir con el plan que tenían en mente. Entendía que a Louis le había costado más llegar a aceptarse a sí mismo, Harry siempre había tenido claro que le gustaban los hombres tanto como las mujeres, pero su amigo no se sentía atraído por las de sexo femenino; años había estado obligándose a acostarse con cualquier cantidad de mujeres, tratando de ignorar la atracción por los de su mismo sexo, y sobre todo, por su mejor amigo.
Gemma salió de su cuarto escuchando el llanto familiar, se asomó por el cuarto de su hermano menor y lo observo como colocaba sus manos sobre su rostro para llorar desconsoladamente. Se acercó con lentitud y sin más, lo abrazo dándole todo su apoyo y cariño. Aun le costaba comprender muchas cosas, pero Harry era su hermano y siempre lo seria.
***
El día de la boda, Louis esperaba sin ánimos a que Eleanor se dignara a llegar al altar. Volteo a su costado y miro a sus amigos, quienes estaban como “hombres de honor” o algo por el estilo, habían insistido en estar a su lado el día de la boda como las amigas de Eleanor, por lo que no le dejo otra alternativa que sumarlos al lado de Harry, solo que este último aun no había llegado. Sabía que podía decirle a Niall que tomara su puesto, quizás a Zayn o a Liam, pero esperaba con ansiedad a que Harry llegara.
Era egoísta pedir que él estuviera para darle apoyo para que avanzara a un matrimonio que lo haría infeliz, le había echo daño y a pesar de que lo había llamado constantemente, el castaño no había contestado una sola vez. No se atrevió a ir a la casa de los Styles por miedo a un escándalo y también se revelara su secreto; era un maldito cobarde y sabía que lo pagaría tarde o temprano.
Eleanor comenzó a caminar hacia el altar enredando su brazo con el de su padre. Louis se forzó a sonreír, aunque su mueca fue más de disgusto que de otra cosa. No podía hacer nada, ya había tomado su decisión.
- Deberías sonreír bien, podría notar que prefieres estar en el infierno antes que ella.
La voz conocida lo hizo sobresaltarse, al voltear a su costado una vez más, observo el rostro sonriente de Harry marcando sus hoyuelos tan propios de él, solo que sus ojos mostraban un abismo de tristeza, tanto que llego a tocarle el corazón.
- Estas aquí – susurro volviendo a mirar a la novia.
- No podía fallarte – contesto en el mismo tono de voz.
La ceremonia avanzo con lentitud y dolor para Harry, observando como la persona que había amado tanto tiempo se estaba cansando con alguien más. Había sido masoquista ir a la boda y presentarse como el padrino, pero Gemma y su madre lo habían apoyado para ir y cerrar la historia tras haberle contado todo.
Por más que rezo y rezo, teniendo la mínima esperanza de que Louis se diera cuenta del error que estaba cometiendo, todo se destruyó al escuchar como este aceptaba.
Louis Tomlinson se había casado, y él había obtenido el corazón roto.
Los Tomlinson caminaban por el Central Park, aprovechando a que el padre de la familia había viajado por negocios y disponía de tiempo para pasear con su hijo y esposa. Eleanor no había resultado ser tan mala chica como pensaba, pero no podía amarla de ninguna forma y apenas la toleraba; su hijo había llegado para darle más alegría a su vida, donde antes había estado sumergido en el trabajo, descuidando su matrimonio y su vida social.
Luego del casamiento, Harry se había marchado esa misma noche hacia los Estados Unidos, desapareciendo del mapa por más que lo había buscado durante años. Después de un tiempo, comprendió que era mejor dejarlo en el pasado y seguir con su vida. Sin embargo, por mucho que intentara quitar de sus sueños y pensamientos al castaño de rulos, solía recordarlo en las noches donde su mente se relajaba y lo llevaban hacia los años en que habían compartido, en las veces que se habían demostrado su amor mutuamente y en las promesas rotas que había echo.
- ¡Papi, papi! – lo llamo su hijo, William, de seis años. - ¡Quiero un helado!
- Will, es invierno – replico Eleanor - ¿Qué te parece una buena chocolatada en el hotel? ¿No suena más atractivo?
- ¡Pero…!
- Tu madre tiene razón, William – sentencio Louis mirando con reproche a su hijo, pero luego embozo una sonrisa – Tomaras toda la chocolatada que quieras y con todos los malvaviscos que alcancen.
El niño chillo de felicidad mientras Eleanor le decía en susurros a su marido que podría llegar a hacerle mal al estómago, pero el oji-azul le quito importancia explicándole que mientras eso lo hiciera feliz y se quedara tranquilo unos momentos, serviría. Su hijo era completamente igual a él, todo un Tomlinson e igual de hiperactivo como solía serlo cuando era niño.
Mientras caminaba por un puente detrás de su esposa e hijo, quienes iban adelante hablando y con las manos entrelazadas, observo una familia de lejos que jugaban con un perro del lado izquierdo. Se paralizo al reconocer la cabellera rizada de su amigo, después de tantos años.
Su corazón se estrujo al verlo más maduro, sin los rasgos infantiles y echo todo un hombre, con una sonrisa implantada en su rostro y sosteniendo una balón en sus manos. Dos niños intentaban quitarle el objeto de su mano, pero este lo levantaba en alto y presumía de su altura, según lo que escuchaba. Pudo observar que los niños eran exactamente igual a él, solo que uno de ellos tenía los ojos azules y el otro más verdes. Una muchacha, nomás de veintitantos se acercó con una niña de apenas dos años en sus brazos. Harry le sonrió abiertamente y noto en sus ojos esa chispa de alegría y emoción al verla.
Unas lágrimas corrieron sobre su mejilla al darse cuenta de que el castaño lo había olvidado, dejado en el pasado y se había vuelto a enamorar de alguien más. Sonrió mientras quitaba sus lágrimas con su mano cuando el rizado tomo a su hija entre sus manos y la alzo hacia arriba, provocando risitas por parte de la niña.
Harry había conseguido lo que siempre había querido, una familia feliz y llena de amor para dar; solo verlos a esa distancia se podía de dar cuenta de cuanto era lo que se querían entre todos ellos, sobre todo en las miradas que compartían la muchacha y él.
Dirigió su mirada hacia su familia y se dio cuenta que, a pesar de tener que haber dejado al amor de su vida atrás, jamás se arrepentiría de haberse casado con Eleanor; gracias a ello, tenía a la persona que amaba más que a su propia vida. Troto un poco más hasta alcanzarlos y le tomo la otra mano a su hijo, sonriéndole cuanto este lo volteo a ver.
Mientras tanto, Harry le pasaba a la niña a su esposa desde hace siete años y medio, de quien se había enamorado y casado después de conocerla cuatro meses. Su relación había sido tan rápida que apenas se habían dado cuenta que los gemelos habían nacido para la fecha exacta de su aniversario, mientras que la pequeña había nacido hacía dos años atrás. Poco les había importado los prejuicios y su familia, eran felices junto con los niños y teniéndose el uno al otro.
Sintió una necesidad profunda, ordenándole con desesperación que girara. Al hacerlo, se preguntó con un toque de nervios y emoción si era el: Louis Tomlinson, su mejor amigo en la adolescencia.
- Papa, ¿podemos ir a casa? Tenemos frió – al escuchar al mayor de los gemelos, quito su vista del hombre parecido a su amigo y miro a su hijo.
- Sí, tenemos frió – coincidió el hermano.
- Vamos a casa entonces – respondió con una sonrisa en su rostro.
A pesar de haber amado a Louis como nunca había amado a alguien, ni siquiera como amaba a su esposa, sabía que había sido lo correcto el irse y tratar de olvidar su pasado. Tenía la familia perfecta, con sus peleas y problemas comunes como en todas, pero era feliz al lado de ellos.
Había aprendido a decirle “adiós” a ese amor que jamás hubiera podido ser, pero sin embargo, pertenecería en su memoria hasta el día en que se volviera a reencontrar con Louis.
Louis suspiro, cerrando con fuerza los ojos mientras su mano apretaba con fuerza el teléfono de su oficina. Le costaba demasiado decirle esto a su mejor amigo, quien no solo tenía ese rol en su vida, sino uno más importante. Paso años antes de darse cuenta que sus sentimientos por el castaño de cabellera de rulos iban más allá que amistad.
Lo difícil era decirle que no podía dejar a Eleanor a dos semanas de la boda, donde las empresas Tomlinson y Calder se unirían para formar una sola y acabar con la competencia. Además, no se atrevía a confesarle la verdad a su padre; su madre lo seguiría recibiendo con los brazos abiertos, estaría un poco desconcertada pero seguiría dándole el amor que siempre obtuvo por su parte. En cambio, su padre era más difícil, sabía que el jamás se lo perdonaría, y mucho menos por un hombre.
- Responde, maldita sea – la voz ahogada del oji-verde le hizo sentirse la persona más horrible del mundo. El había ilusionado a Harry, no le había advertido que tal vez nada podrían sacar de aquello, que solo lo considerara como una aventura; pero no pudo, no se atrevió, era un cobarde.
- Harry, escúchame – murmuro con la voz llena de nerviosismo. No tardo en aclarársela – Las cosas están difíciles ahora, no creo que…
- ¿No te atreves a decirle a todos lo nuestro? ¿Es eso?
Harry estaba sentando en su cama, con el móvil en su oído y mirando hacia el suelo mientras lagrimas derrochaban de sus ojos y redondeaban sus mejillas rojas. Su corazón prácticamente estaba quebrándose al darse cuenta lo estúpido que había sido, no debió haber confiado en Louis, no tuvo que confiar en sus palabras; jamás creyó que este pudiera hacerle algo así, después de todos los momentos que habían pasado, tanto como amistad y romance, no creyó que el jugaría así con su corazón, sabiendo lo sensible y delicado que era.
Sin esperar más, corto la llamada que se había quedado en silencio. La noche anterior había confesado a su familia su oscura verdad, no dijo de quien estaba enamorado ni en una relación, pero aclaro de que amaba a un hombre. Su madre se echó a llorar, preguntándose que había echo mal, su hermana solo se encerró en su cuarto, y por más raro que le pareció pero que también le dio las fuerzas necesarias para seguir, su padrastro Robín, le aseguro que pasara lo que pasara, siempre seria parte de la familia sin importar que. Hasta ese momento, había sido el único apoyo que Harry había tenido por parte de su familia. Entendía que a su madre le llevaría tiempo, su hermana también tenía que pensar bien las cosas; le sería difícil hablar con su padre – si es que Gemma no le había dicho ya – pero lo haría en cuanto las dos mujeres que más amaba lo llegaran a comprender y a apoyar.
Había llamado a Louis para darle la buena noticia, pensando que eso lo animaría a que soltara toda la verdad y rompiera su compromiso con Eleanor, pero el solo escuchar el tono de voz del castaño, se dio cuenta de que este no pensaba seguir con el plan que tenían en mente. Entendía que a Louis le había costado más llegar a aceptarse a sí mismo, Harry siempre había tenido claro que le gustaban los hombres tanto como las mujeres, pero su amigo no se sentía atraído por las de sexo femenino; años había estado obligándose a acostarse con cualquier cantidad de mujeres, tratando de ignorar la atracción por los de su mismo sexo, y sobre todo, por su mejor amigo.
Gemma salió de su cuarto escuchando el llanto familiar, se asomó por el cuarto de su hermano menor y lo observo como colocaba sus manos sobre su rostro para llorar desconsoladamente. Se acercó con lentitud y sin más, lo abrazo dándole todo su apoyo y cariño. Aun le costaba comprender muchas cosas, pero Harry era su hermano y siempre lo seria.
***
El día de la boda, Louis esperaba sin ánimos a que Eleanor se dignara a llegar al altar. Volteo a su costado y miro a sus amigos, quienes estaban como “hombres de honor” o algo por el estilo, habían insistido en estar a su lado el día de la boda como las amigas de Eleanor, por lo que no le dejo otra alternativa que sumarlos al lado de Harry, solo que este último aun no había llegado. Sabía que podía decirle a Niall que tomara su puesto, quizás a Zayn o a Liam, pero esperaba con ansiedad a que Harry llegara.
Era egoísta pedir que él estuviera para darle apoyo para que avanzara a un matrimonio que lo haría infeliz, le había echo daño y a pesar de que lo había llamado constantemente, el castaño no había contestado una sola vez. No se atrevió a ir a la casa de los Styles por miedo a un escándalo y también se revelara su secreto; era un maldito cobarde y sabía que lo pagaría tarde o temprano.
Eleanor comenzó a caminar hacia el altar enredando su brazo con el de su padre. Louis se forzó a sonreír, aunque su mueca fue más de disgusto que de otra cosa. No podía hacer nada, ya había tomado su decisión.
- Deberías sonreír bien, podría notar que prefieres estar en el infierno antes que ella.
La voz conocida lo hizo sobresaltarse, al voltear a su costado una vez más, observo el rostro sonriente de Harry marcando sus hoyuelos tan propios de él, solo que sus ojos mostraban un abismo de tristeza, tanto que llego a tocarle el corazón.
- Estas aquí – susurro volviendo a mirar a la novia.
- No podía fallarte – contesto en el mismo tono de voz.
La ceremonia avanzo con lentitud y dolor para Harry, observando como la persona que había amado tanto tiempo se estaba cansando con alguien más. Había sido masoquista ir a la boda y presentarse como el padrino, pero Gemma y su madre lo habían apoyado para ir y cerrar la historia tras haberle contado todo.
Por más que rezo y rezo, teniendo la mínima esperanza de que Louis se diera cuenta del error que estaba cometiendo, todo se destruyó al escuchar como este aceptaba.
Louis Tomlinson se había casado, y él había obtenido el corazón roto.
Diez años después.
Los Tomlinson caminaban por el Central Park, aprovechando a que el padre de la familia había viajado por negocios y disponía de tiempo para pasear con su hijo y esposa. Eleanor no había resultado ser tan mala chica como pensaba, pero no podía amarla de ninguna forma y apenas la toleraba; su hijo había llegado para darle más alegría a su vida, donde antes había estado sumergido en el trabajo, descuidando su matrimonio y su vida social.
Luego del casamiento, Harry se había marchado esa misma noche hacia los Estados Unidos, desapareciendo del mapa por más que lo había buscado durante años. Después de un tiempo, comprendió que era mejor dejarlo en el pasado y seguir con su vida. Sin embargo, por mucho que intentara quitar de sus sueños y pensamientos al castaño de rulos, solía recordarlo en las noches donde su mente se relajaba y lo llevaban hacia los años en que habían compartido, en las veces que se habían demostrado su amor mutuamente y en las promesas rotas que había echo.
- ¡Papi, papi! – lo llamo su hijo, William, de seis años. - ¡Quiero un helado!
- Will, es invierno – replico Eleanor - ¿Qué te parece una buena chocolatada en el hotel? ¿No suena más atractivo?
- ¡Pero…!
- Tu madre tiene razón, William – sentencio Louis mirando con reproche a su hijo, pero luego embozo una sonrisa – Tomaras toda la chocolatada que quieras y con todos los malvaviscos que alcancen.
El niño chillo de felicidad mientras Eleanor le decía en susurros a su marido que podría llegar a hacerle mal al estómago, pero el oji-azul le quito importancia explicándole que mientras eso lo hiciera feliz y se quedara tranquilo unos momentos, serviría. Su hijo era completamente igual a él, todo un Tomlinson e igual de hiperactivo como solía serlo cuando era niño.
Mientras caminaba por un puente detrás de su esposa e hijo, quienes iban adelante hablando y con las manos entrelazadas, observo una familia de lejos que jugaban con un perro del lado izquierdo. Se paralizo al reconocer la cabellera rizada de su amigo, después de tantos años.
Su corazón se estrujo al verlo más maduro, sin los rasgos infantiles y echo todo un hombre, con una sonrisa implantada en su rostro y sosteniendo una balón en sus manos. Dos niños intentaban quitarle el objeto de su mano, pero este lo levantaba en alto y presumía de su altura, según lo que escuchaba. Pudo observar que los niños eran exactamente igual a él, solo que uno de ellos tenía los ojos azules y el otro más verdes. Una muchacha, nomás de veintitantos se acercó con una niña de apenas dos años en sus brazos. Harry le sonrió abiertamente y noto en sus ojos esa chispa de alegría y emoción al verla.
Unas lágrimas corrieron sobre su mejilla al darse cuenta de que el castaño lo había olvidado, dejado en el pasado y se había vuelto a enamorar de alguien más. Sonrió mientras quitaba sus lágrimas con su mano cuando el rizado tomo a su hija entre sus manos y la alzo hacia arriba, provocando risitas por parte de la niña.
Harry había conseguido lo que siempre había querido, una familia feliz y llena de amor para dar; solo verlos a esa distancia se podía de dar cuenta de cuanto era lo que se querían entre todos ellos, sobre todo en las miradas que compartían la muchacha y él.
Dirigió su mirada hacia su familia y se dio cuenta que, a pesar de tener que haber dejado al amor de su vida atrás, jamás se arrepentiría de haberse casado con Eleanor; gracias a ello, tenía a la persona que amaba más que a su propia vida. Troto un poco más hasta alcanzarlos y le tomo la otra mano a su hijo, sonriéndole cuanto este lo volteo a ver.
Mientras tanto, Harry le pasaba a la niña a su esposa desde hace siete años y medio, de quien se había enamorado y casado después de conocerla cuatro meses. Su relación había sido tan rápida que apenas se habían dado cuenta que los gemelos habían nacido para la fecha exacta de su aniversario, mientras que la pequeña había nacido hacía dos años atrás. Poco les había importado los prejuicios y su familia, eran felices junto con los niños y teniéndose el uno al otro.
Sintió una necesidad profunda, ordenándole con desesperación que girara. Al hacerlo, se preguntó con un toque de nervios y emoción si era el: Louis Tomlinson, su mejor amigo en la adolescencia.
- Papa, ¿podemos ir a casa? Tenemos frió – al escuchar al mayor de los gemelos, quito su vista del hombre parecido a su amigo y miro a su hijo.
- Sí, tenemos frió – coincidió el hermano.
- Vamos a casa entonces – respondió con una sonrisa en su rostro.
A pesar de haber amado a Louis como nunca había amado a alguien, ni siquiera como amaba a su esposa, sabía que había sido lo correcto el irse y tratar de olvidar su pasado. Tenía la familia perfecta, con sus peleas y problemas comunes como en todas, pero era feliz al lado de ellos.
Había aprendido a decirle “adiós” a ese amor que jamás hubiera podido ser, pero sin embargo, pertenecería en su memoria hasta el día en que se volviera a reencontrar con Louis.
Fin
AllyLerman
Re: Far away for you {Larry Stylinson}
Dios, estoy llorando demasiado. Y la canción tristisima sencillamente no ayuda.
Osea, escribis hermoso, me encanto la historia, pero no puedo con un final tan triste. Soy de las que sufren mucho en los fics o OS de Larry.
Louis tendría que haber sido valiente, y dejar todo por Hazza (?
Mis Larry feels estan sufriendo desesperadamente :'(
Igualmente me encanto :)
un beso ♥
Osea, escribis hermoso, me encanto la historia, pero no puedo con un final tan triste. Soy de las que sufren mucho en los fics o OS de Larry.
Louis tendría que haber sido valiente, y dejar todo por Hazza (?
Mis Larry feels estan sufriendo desesperadamente :'(
Igualmente me encanto :)
un beso ♥
Invitado
Invitado
Re: Far away for you {Larry Stylinson}
Allison, te odio! no sabes cuanto ame el shot y eso que no soy de leer Stylinson, pero casi me largo a llorar y encima con esa cancion :c esa pelicula es tan... tan... D:
La ame, sinceramente, la ame <3
La ame, sinceramente, la ame <3
Jaeger.
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