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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Mariposas (Harry Styles y _____ Black)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Mariposas (Harry Styles y _____ Black)
Estare esperando el fin de semanaaaaaaaaaa :D :D :D
Ciin :)
CAPÍTULO 9. PARTE II
En el capítulo anterior....
Apreté el volante entre mis manos mientras los observaba a través del parabrisas de mi auto.
_____ y Niall estaban sentados en la banca de un pequeño parque. El viento desordenó sus morenos cabellos, Niall se acercó a ella y acarició su mejilla mientras le quitaba despacio lo mechones de cabello que cubrían su rostro.
―¡Mierda!― Murmuré golpeando el volante con mis manos.
Era una maldita escena romántica y yo estaba en primera fila. Tomé mi móvil del bolsillo y marque su número.
―Hazza― Saludó melosa.
―Ashley, en diez minutos voy para tu casa―
―¿En serio?― Chilló emocionada ―Genial, te esta-―
Corté la llamada, no tenía ni tiempo ni ganas de escuchar sus parloteos. Observé por última vez por el parabrisas y la ira recorrió mi cuerpo, pisé el acelerador con fuerza arrancando de una y provocando un fuerte chillido de las llantas contra el concreto.
―¡Desgraciados!― Grité.
Y la imagen de Niall acercándose poco a poco a ______, para besarla regreso a mi mente.
(Este es el último párrafo del ultimo capitulo, pero recomendaría que lo leyeseis entero para refrescar la memoria :) Cap 9. Parte 1. Besitos!)
―¡Harry!― Chilló la rubia abriendo la puerta ―¿Y a que se debe esta sor-―
No dejé que continuara parloteando y estampé mis labios sobre los suyos. Ella envolvió mis hombros con sus brazos e ingresamos a la casa, cerré la puerta con mi pie e hice que la rubia enredara sus piernas en mi cintura.
―¿Tu cuarto?― Murmuré con voz ronca separándome de ella.
―Arriba ¡Ah!― Gimió al sentir mis dientes clavarse en su cuello.
―La segunda puerta― Murmuró mientras me quitaba la camisa y besaba mi cuello.
La tiré sobre la cama y me acomodé sobre su cuerpo.
―¡Ah! ¡Harry!― Gimió al sentir mis manos apretar sus voluptuosos senos.
Mordí su cuello y deposité varios besos mientras acariciaba sus piernas, metí mis manos por debajo de su vestidito y se lo quite de prisa. Sus blanquecinos senos se alzaron frente a mis ojos, pase la lengua por la aureola y la rubia se removió inquieta debajo de mi cuerpo, la observé de reojo morder su labio inferior, seguí succionando el duro pezón y cerré mis ojos al sentir como acariciaba mi espalda.
―Harry―
Abrí los ojos al sentir esa voz, tan suave y distinta a la mujer que compartía la cama ahora conmigo. Sus ojos celestes se clavaron en los míos, los observe detenidamente por unos segundos y fue inevitable no compararlas.
Ashley tenía el cabello un poco más largo y de un color dorado, pero carecía de ese aroma a cerezos que me encantaba, su rostro era más afinado y con rasgos más felinos, _____ poseía rasgos más delicados y el rostro más redondeado.
Ashley enmarcaba sus ojos celestes con un seductor maquillaje y sus labios eran más finos y de un color rojo intenso, ______ odiaba usar demasiado maquillaje.
El cuello de Ashley era más delgado y largo, sus senos eran más grandes que los de ______ pero la morena poseía la cintura más pronunciada y las caderas más anchas, junto con un trasero de infarto. Ashley tenía las piernas más largas y torneadas y su piel era más bronceada que la de _______.
―¿Harry?―
______ era más baja y a pesar de tener casi la misma complexidad física que Ashley, _______ siempre se veía más frágil y delicada.
―Harry ¿Qué ocurre?― Murmuró la rubia.
―Nada― Dije levantándome de encima de la rubia.
―¿Harry?― Susurró preocupada a mis espaldas.
Me senté en la cama y apreté el puente de mi nariz con mi dedo índice y pulgar mientras cerraba los ojos.
―¿Qué te ocurre?―
―Debo irme― Bufé levantándome de la cama.
―Pero... Pero ¿Por qué?― Chilló histérica.
Tomé mi camisa del suelo y me vestí de prisa.
―Harry... No te vayas― Me dijo.
―Lo siento― Me disculpé, ni siquiera sabía porque lo hacía ―Debo irme― Anuncié mientras salía.
¡Mierda! ¿Qué rayos ocurría conmigo? Esa maldita mata color morena se metió en mi cabeza y ahora no lograba sacarla ni siquiera con otras mujeres.
¡Maldita ______!
.
.
.
―Niall― Me quejé ―Deja de hacer eso, o pensaran otra cosa―
―¿Y eso qué?― Comento burlón mientras acomodaba mi cabello detrás de mi oreja.
―Na- ¡Mierda!― Chillé.
―¿Que ocurre?―
―Tengo una basura en el ojo― Dije pestañando varias veces mientras frotaba mi dedo contra mi ojo.
―A ver, estate quieta― Me regañó tomando mi rostro entre sus manos y alejando mi propia mano de mi ojo.
―Niall-―
―Quieta― Me regañó, acercando su rostro poco a poco al mío.
A unos pocos centímetro de mi, sopló despacio sobre mi ojo y quitó la pequeña basurita que me molestaba.
―Ya esta― Chillé ―Gracias― Dije pasando mi mano por mi ojo varias veces.
―De nada―
―Nailler― Escuché una delicada y suave voz detrás de nosotros.
Al voltear pude ver a una bonita y delicada pelinegra como de nuestra edad, tenía el cabello laceo y largo por la cintura, un flequillo negro y unos ojos color perla muy extraños pero muy hermosos. Era bajita y tenía la piel muy blanca, un tierno sonrojo adornaba su rostro y jugaba con sus dedos mientras nos observaba.
―¡Vanessa!― El grito del rubio me quito de mis pensamientos casi dejándome sorda.
Lo vi moverse de prisa y acercarse a la morena.
―_____, ella es Vanessa― Dijo el rubio con una enorme sonrisa enseñando su blanca dentadura, mientras pasaba un brazo por los hombros de la pelinegra.
―Un gusto, Vanessa. Niall me ha hablado mucho sobre ti― Dije levantándome de la banca y acercándome a ellos.
―El gusto es mío, _____. Me alegro mucho al fin conocerte, Niall también me ha comentado mucho sobre ti― Respondió educada con voz suave y delicada.
―¿A poco no es hermosa, _____?― Me dijo Niall codeándome despacio con su brazo y mirándome con los ojos entrecerrados.
Vi como Vanessa se tensaba y su cara paso a un color granate.
―Si, Niall, es muy bonita― Contesté con una sonrisa.
―Gra... Gra-―
―¡Vanessa!― Grito Niall mientras se acercaba a ella.
Si, Vanessa se había desmayado.
.
.
Apresuré más el paso mientras prácticamente corría por los desolados corredores escolares, era muy extraño que no hubiera nadie, no era tan tarde. Doblé en la esquina y apreté mi bolso contra mi cuerpo evitando que se cayera. Odiaba de verdad llegar tarde, pero mi despertador no había sonado esta mañana. Suspiré una vez en la puerta del salón, acomode mi uniforme y mi cabello y abrí la puerta.
La cosa se puso aún más extraña al ingresar al salón de clases, no había nadie allí dentro, excepto por él, quien ni siquiera se molesto en mirarme, seguía escribiendo y resolviendo algunos ejercicios. Me acerqué a paso tembloroso a mi mesa, la cual compartía con él y dejé mi bolso sobre ella mientras me sentaba en el banco.
El silencio comenzó a incomodarme, más aún teniéndolo tan cerca, su perfume había impregnado el ambiente y eso solo lograba asustarme más de lo que ya estaba.
―¿Por qué no ha llegado nadie?― Al fin me decidí a preguntar, pero mi voz se escucho baja y temblorosa.
Él no me respondió pero vi como curvaba sus labios en una media sonrisa, logrando que me asustara aún más de lo que estaba. Acomodé mi falda escolar y me levante de mi asiento.
―¿A dónde crees que vas?―
Su voz provocó que un escalofrío recorriera mi columna vertebral, seguí caminando ignorando sus palabras y el hecho de sentir su mirada perforando mi nuca.
―_____― Su voz sonó como una amenaza ―Vuelve aquí― Ordenó con voz seria y fuerte.
Apreté los puños y seguí caminando, no alcance a dar dos pasos cuando sentí sus dedos incrustarse con fuerza en mi brazo derecho.
―¡Ah―! Grité al sentir mi espalda chocar contra la dura pared ―¡Suéltame, Harry!― Grité.
―Shh, molesta― Susurró llamándome por ese apodo tan espantoso que solo a él se le ocurría para su novia, si eso era lo que yo era antes.
―¡Suéltame!― Chillé histérica removiéndome entre sus brazos.
―Quieta― Ordenó entre dientes.
Sus manos apretaron mis muñecas contra la mesa, sujetándolas por encima de mi cabeza y mi espalda golpeo contra la mesa, me queje al sentir el golpe en mi espalda y sentí el fuerte y musculoso cuerpo de Harry colocarse sobre el mío en aquel pupitre escolar.
―¿Qué crees que haces?―
―Demostrarte que siempre serás mía― Murmuró apretando los dientes y sentí sus labios estamparse contra los míos en un profundo beso.
Intenté quitármelo de encima pero solo logré que su cuerpo se apretara más contra el mío y sus manos hicieran más presión en mis muñecas. Mordió mi labio inferior y aprovechó cuando me queje para meter su lengua en mi boca.
―¡No!― Grité mientras sentía sus labios succionar la piel de mi cuello.
Con una mano sostuvo mis muñecas sobre mi cabeza y con la otra acaricio despacio mi pierna izquierda, subiendo la falda escolar en el proceso.
―No, Harry. Por favor― Murmuré cerrando los ojos con fuerza.
―Sé que te va a gustar― Comentó orgulloso en mi oído y sentí su lengua recorrer los pliegues de mi oreja.
Su mano se coló por dentro de mi falda y acaricio mi intimidad por sobre la tela de mi ropa interior.
―Sino, no estarías tan húmeda― Comentó con sorna.
Rozó nuestros cuerpos y sentí su erección chocar contra mi intimidad.
―Esto es lo que provocas en mi, molesta―
―¡No, Harry! ¡Suéltame!― Chillé mientras sentía mis ojos humedecerse.
Sentí un cosquilleo en mi bajo vientre y mordí mi labio inferior evitando gemir al sentir sus labios acariciar mi pezón. No sabía en qué momento había desabrochado los botones de mi camisa, ni cuando logro bajar mi sostén, solo era consciente del placer que su boca me provocaba y sabía que me estaba gustando y demasiado.
―Harry, no... Déjame― Susurré bajito.
―Sabes que no quieres― Se burló de mi y me besó el cuello despacio, pasando lentamente la lengua en círculos.
Cerré mis ojos al sentir los pequeños y delicados besos y las suaves caricias que hacía con su mano libre por sobre mi intimidad aún cubierta por la tela.
―Siempre serás mía, Black―
Abrí los ojos de golpe al escuchar el ruido de su cremallera bajarse y vi su sonrisa torcida y macabra.
―Eres mía―
.
.
―¡No!― Grité.
Suspiré y cerré los ojos mientras me llevaba una mano al pecho sintiendo los latidos acelerados de mi corazón. Estaba sudada y respiraba agitadamente, pero agradecía el hecho de que me encontrará en mi habitación, en mi cama. Observé el despertador a mi lado, las dos de la mañana.
Respiré más tranquila y volví a recostarme en la cama.
―Fue solo una pesadilla―
Apreté el volante entre mis manos mientras los observaba a través del parabrisas de mi auto.
_____ y Niall estaban sentados en la banca de un pequeño parque. El viento desordenó sus morenos cabellos, Niall se acercó a ella y acarició su mejilla mientras le quitaba despacio lo mechones de cabello que cubrían su rostro.
―¡Mierda!― Murmuré golpeando el volante con mis manos.
Era una maldita escena romántica y yo estaba en primera fila. Tomé mi móvil del bolsillo y marque su número.
―Hazza― Saludó melosa.
―Ashley, en diez minutos voy para tu casa―
―¿En serio?― Chilló emocionada ―Genial, te esta-―
Corté la llamada, no tenía ni tiempo ni ganas de escuchar sus parloteos. Observé por última vez por el parabrisas y la ira recorrió mi cuerpo, pisé el acelerador con fuerza arrancando de una y provocando un fuerte chillido de las llantas contra el concreto.
―¡Desgraciados!― Grité.
Y la imagen de Niall acercándose poco a poco a ______, para besarla regreso a mi mente.
(Este es el último párrafo del ultimo capitulo, pero recomendaría que lo leyeseis entero para refrescar la memoria :) Cap 9. Parte 1. Besitos!)
Capítulo IX. Parte II.
―¡Harry!― Chilló la rubia abriendo la puerta ―¿Y a que se debe esta sor-―
No dejé que continuara parloteando y estampé mis labios sobre los suyos. Ella envolvió mis hombros con sus brazos e ingresamos a la casa, cerré la puerta con mi pie e hice que la rubia enredara sus piernas en mi cintura.
―¿Tu cuarto?― Murmuré con voz ronca separándome de ella.
―Arriba ¡Ah!― Gimió al sentir mis dientes clavarse en su cuello.
―La segunda puerta― Murmuró mientras me quitaba la camisa y besaba mi cuello.
La tiré sobre la cama y me acomodé sobre su cuerpo.
―¡Ah! ¡Harry!― Gimió al sentir mis manos apretar sus voluptuosos senos.
Mordí su cuello y deposité varios besos mientras acariciaba sus piernas, metí mis manos por debajo de su vestidito y se lo quite de prisa. Sus blanquecinos senos se alzaron frente a mis ojos, pase la lengua por la aureola y la rubia se removió inquieta debajo de mi cuerpo, la observé de reojo morder su labio inferior, seguí succionando el duro pezón y cerré mis ojos al sentir como acariciaba mi espalda.
―Harry―
Abrí los ojos al sentir esa voz, tan suave y distinta a la mujer que compartía la cama ahora conmigo. Sus ojos celestes se clavaron en los míos, los observe detenidamente por unos segundos y fue inevitable no compararlas.
Ashley tenía el cabello un poco más largo y de un color dorado, pero carecía de ese aroma a cerezos que me encantaba, su rostro era más afinado y con rasgos más felinos, _____ poseía rasgos más delicados y el rostro más redondeado.
Ashley enmarcaba sus ojos celestes con un seductor maquillaje y sus labios eran más finos y de un color rojo intenso, ______ odiaba usar demasiado maquillaje.
El cuello de Ashley era más delgado y largo, sus senos eran más grandes que los de ______ pero la morena poseía la cintura más pronunciada y las caderas más anchas, junto con un trasero de infarto. Ashley tenía las piernas más largas y torneadas y su piel era más bronceada que la de _______.
―¿Harry?―
______ era más baja y a pesar de tener casi la misma complexidad física que Ashley, _______ siempre se veía más frágil y delicada.
―Harry ¿Qué ocurre?― Murmuró la rubia.
―Nada― Dije levantándome de encima de la rubia.
―¿Harry?― Susurró preocupada a mis espaldas.
Me senté en la cama y apreté el puente de mi nariz con mi dedo índice y pulgar mientras cerraba los ojos.
―¿Qué te ocurre?―
―Debo irme― Bufé levantándome de la cama.
―Pero... Pero ¿Por qué?― Chilló histérica.
Tomé mi camisa del suelo y me vestí de prisa.
―Harry... No te vayas― Me dijo.
―Lo siento― Me disculpé, ni siquiera sabía porque lo hacía ―Debo irme― Anuncié mientras salía.
¡Mierda! ¿Qué rayos ocurría conmigo? Esa maldita mata color morena se metió en mi cabeza y ahora no lograba sacarla ni siquiera con otras mujeres.
¡Maldita ______!
.
.
.
―Niall― Me quejé ―Deja de hacer eso, o pensaran otra cosa―
―¿Y eso qué?― Comento burlón mientras acomodaba mi cabello detrás de mi oreja.
―Na- ¡Mierda!― Chillé.
―¿Que ocurre?―
―Tengo una basura en el ojo― Dije pestañando varias veces mientras frotaba mi dedo contra mi ojo.
―A ver, estate quieta― Me regañó tomando mi rostro entre sus manos y alejando mi propia mano de mi ojo.
―Niall-―
―Quieta― Me regañó, acercando su rostro poco a poco al mío.
A unos pocos centímetro de mi, sopló despacio sobre mi ojo y quitó la pequeña basurita que me molestaba.
―Ya esta― Chillé ―Gracias― Dije pasando mi mano por mi ojo varias veces.
―De nada―
―Nailler― Escuché una delicada y suave voz detrás de nosotros.
Al voltear pude ver a una bonita y delicada pelinegra como de nuestra edad, tenía el cabello laceo y largo por la cintura, un flequillo negro y unos ojos color perla muy extraños pero muy hermosos. Era bajita y tenía la piel muy blanca, un tierno sonrojo adornaba su rostro y jugaba con sus dedos mientras nos observaba.
―¡Vanessa!― El grito del rubio me quito de mis pensamientos casi dejándome sorda.
Lo vi moverse de prisa y acercarse a la morena.
―_____, ella es Vanessa― Dijo el rubio con una enorme sonrisa enseñando su blanca dentadura, mientras pasaba un brazo por los hombros de la pelinegra.
―Un gusto, Vanessa. Niall me ha hablado mucho sobre ti― Dije levantándome de la banca y acercándome a ellos.
―El gusto es mío, _____. Me alegro mucho al fin conocerte, Niall también me ha comentado mucho sobre ti― Respondió educada con voz suave y delicada.
―¿A poco no es hermosa, _____?― Me dijo Niall codeándome despacio con su brazo y mirándome con los ojos entrecerrados.
Vi como Vanessa se tensaba y su cara paso a un color granate.
―Si, Niall, es muy bonita― Contesté con una sonrisa.
―Gra... Gra-―
―¡Vanessa!― Grito Niall mientras se acercaba a ella.
Si, Vanessa se había desmayado.
.
.
Apresuré más el paso mientras prácticamente corría por los desolados corredores escolares, era muy extraño que no hubiera nadie, no era tan tarde. Doblé en la esquina y apreté mi bolso contra mi cuerpo evitando que se cayera. Odiaba de verdad llegar tarde, pero mi despertador no había sonado esta mañana. Suspiré una vez en la puerta del salón, acomode mi uniforme y mi cabello y abrí la puerta.
La cosa se puso aún más extraña al ingresar al salón de clases, no había nadie allí dentro, excepto por él, quien ni siquiera se molesto en mirarme, seguía escribiendo y resolviendo algunos ejercicios. Me acerqué a paso tembloroso a mi mesa, la cual compartía con él y dejé mi bolso sobre ella mientras me sentaba en el banco.
El silencio comenzó a incomodarme, más aún teniéndolo tan cerca, su perfume había impregnado el ambiente y eso solo lograba asustarme más de lo que ya estaba.
―¿Por qué no ha llegado nadie?― Al fin me decidí a preguntar, pero mi voz se escucho baja y temblorosa.
Él no me respondió pero vi como curvaba sus labios en una media sonrisa, logrando que me asustara aún más de lo que estaba. Acomodé mi falda escolar y me levante de mi asiento.
―¿A dónde crees que vas?―
Su voz provocó que un escalofrío recorriera mi columna vertebral, seguí caminando ignorando sus palabras y el hecho de sentir su mirada perforando mi nuca.
―_____― Su voz sonó como una amenaza ―Vuelve aquí― Ordenó con voz seria y fuerte.
Apreté los puños y seguí caminando, no alcance a dar dos pasos cuando sentí sus dedos incrustarse con fuerza en mi brazo derecho.
―¡Ah―! Grité al sentir mi espalda chocar contra la dura pared ―¡Suéltame, Harry!― Grité.
―Shh, molesta― Susurró llamándome por ese apodo tan espantoso que solo a él se le ocurría para su novia, si eso era lo que yo era antes.
―¡Suéltame!― Chillé histérica removiéndome entre sus brazos.
―Quieta― Ordenó entre dientes.
Sus manos apretaron mis muñecas contra la mesa, sujetándolas por encima de mi cabeza y mi espalda golpeo contra la mesa, me queje al sentir el golpe en mi espalda y sentí el fuerte y musculoso cuerpo de Harry colocarse sobre el mío en aquel pupitre escolar.
―¿Qué crees que haces?―
―Demostrarte que siempre serás mía― Murmuró apretando los dientes y sentí sus labios estamparse contra los míos en un profundo beso.
Intenté quitármelo de encima pero solo logré que su cuerpo se apretara más contra el mío y sus manos hicieran más presión en mis muñecas. Mordió mi labio inferior y aprovechó cuando me queje para meter su lengua en mi boca.
―¡No!― Grité mientras sentía sus labios succionar la piel de mi cuello.
Con una mano sostuvo mis muñecas sobre mi cabeza y con la otra acaricio despacio mi pierna izquierda, subiendo la falda escolar en el proceso.
―No, Harry. Por favor― Murmuré cerrando los ojos con fuerza.
―Sé que te va a gustar― Comentó orgulloso en mi oído y sentí su lengua recorrer los pliegues de mi oreja.
Su mano se coló por dentro de mi falda y acaricio mi intimidad por sobre la tela de mi ropa interior.
―Sino, no estarías tan húmeda― Comentó con sorna.
Rozó nuestros cuerpos y sentí su erección chocar contra mi intimidad.
―Esto es lo que provocas en mi, molesta―
―¡No, Harry! ¡Suéltame!― Chillé mientras sentía mis ojos humedecerse.
Sentí un cosquilleo en mi bajo vientre y mordí mi labio inferior evitando gemir al sentir sus labios acariciar mi pezón. No sabía en qué momento había desabrochado los botones de mi camisa, ni cuando logro bajar mi sostén, solo era consciente del placer que su boca me provocaba y sabía que me estaba gustando y demasiado.
―Harry, no... Déjame― Susurré bajito.
―Sabes que no quieres― Se burló de mi y me besó el cuello despacio, pasando lentamente la lengua en círculos.
Cerré mis ojos al sentir los pequeños y delicados besos y las suaves caricias que hacía con su mano libre por sobre mi intimidad aún cubierta por la tela.
―Siempre serás mía, Black―
Abrí los ojos de golpe al escuchar el ruido de su cremallera bajarse y vi su sonrisa torcida y macabra.
―Eres mía―
.
.
―¡No!― Grité.
Suspiré y cerré los ojos mientras me llevaba una mano al pecho sintiendo los latidos acelerados de mi corazón. Estaba sudada y respiraba agitadamente, pero agradecía el hecho de que me encontrará en mi habitación, en mi cama. Observé el despertador a mi lado, las dos de la mañana.
Respiré más tranquila y volví a recostarme en la cama.
―Fue solo una pesadilla―
readergirl
Re: Mariposas (Harry Styles y _____ Black)
Harry sigue siendo un tonto... aunque me alegro que no hiciera nada con ashley :P
y niall... asi que la novela era naruhina jajajaja
espero que todo se solucione pronto entre hazza y la rayis...
please siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
y niall... asi que la novela era naruhina jajajaja
espero que todo se solucione pronto entre hazza y la rayis...
please siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
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