You can count on me. |Harry Styles & Boo Flecker|

Biología no es la mejor clase, de hecho es la más aburrida. Al menos Boo, así lo pensaba. Observaba detenidamente como su compañera, (solo así podía catalogarla), se pintaba las uñas con toda la discrepción posible. Claro, era fácil perderse con cualquier cosa en este tipo de clases, en las que lo único que hacen los profesores es hablar de la fotosíntesis de una planta, cuya información te dan en primaria. Boo observó rápidamente la hora.

Bien, tan solo treinta y un segundos más. -pensó.

Boo era ese tipo de chicas que pensaba que al menos, ya que te tienes que levantar temprano, podrías aprobechar las clases. Pero ese no era su problema por asistir o no a clases. Su problema eran sus compañeros. Día y noche se burlaban de ella sin ninguna razón a simple vista. Cada día repasaba las etapas de su vida pensando en qué había hecho mal en el pasado, y después de unos minutos de precisión y concentración, siempre llega a la misma conclusión.

Nada. Ella no ha hecho absolutamente nada.

¿Por qué el odio hacia ella? Bueno, simple. En todos los institutos hay una persona que tiene que ser diferente, rara, que tiene que destacar para ser la víctima de sus compañeros. Entonces, en el suyo no lo había, por eso escogían a cualquier persona, y eso era lo que más le molestaba a Boo, que la acosaran sin tener ninguna razón coherente.
Muchas veces a optado por decirselo a sus padres, incluso lo ha hecho, pero tiene los típicos padres que se pasan el día fuera por asuntos de trabajo y no saben ni que día cumple su propia hija. Su hermano, Justin, simplemente la ignora. ¿Qué le ha hecho a él? Nada, tampoco le ha hecho nada, pero su reputación en el instituto le avergüenza, tanto, que hasta llega al punto de ser uno más de aquellos que la atormentan.

Sin darse cuenta, el timbre por fin se hace presente en sus oídos. La música celestial, el pase a su libertad, la opción de irse a casa. ¿Realmente valía la pena ir? ¿Realmente valía la pena entrar y ver como su hermano la ignora? Recapacitó la idea y optó por coger un camino distinto. Recogió sus cosas y se puso el bolso en el hombro, cabizbaja salió por la puerta hasta que sintió empujones. Levantó la vista.

-A ver si miras por dónde vas, ¿eh? -le dijo Emma.

-Yo...erhm...lo siento, no quería dart...-paró de hablar cuando la empujaron al suelo.

-Creo que alguien debería de enseñarte modales, ¿no, Jus? -le preguntó a su ''hermano'', también conocido como el novio de Emma. Él la miró con un poco de pena, luego habló.

-Si, quizás...-la miró de nuevo y bajó la vista- quizás sea eso lo que necesite. -todos se dieron la vuelta y se fueron riéndose de Boo. Ella miró al suelo un segundo, perdida en sus pensamientos. La verdad es que esto ya no le molestaba, se lo habían hecho muchas veces, y no era nada en comparación a lo que de verdad le hacían normalmente. Se levantó y salió por aquellas puertas a paso veloz, sin mirar a nadie.

***

-¿De verdad piensas que soy tan fea? -le preguntó Boo- ¿Hay algo demasiado malo en mi? -repitió tirándole de nuevo una miga de pan al ave que acababa de posarse a un lado del banco. -No sé ni por qué te hablo. Sé que tú tampoco me vas a contestar.

Boo solía ser muy desconfiada. Desde pequeña había estado sola, no obstante, nadie le hacía daño tanto física como psicológicamente. Las cosas habían dado un cambio radical, e incluso su hermano le hablaba antes. Ellos tenían una muy buena relación, pero después de todo lo que le hacía pasar, no creía poder llegar a llevar de nuevo una amistad así. Él la había defraudado. Llevó sus manos a la cara y la frotó levemente inclinándose sobre el banco.

-Por qué, por qué, por qué...-se repetía a sí misma, al mismo tiempo que se balanceaba.

-Disculpa, ¿se puede? -preguntó una dulce voz. Boo levantó el rostro y se quedó fascinada a lo que veía ante sus ojos. Al parecer la chica también lo había notado.

-¿Cóm..cómo..es posible? -la obsevó detalladamente- Eres igual a mi. -repitió casi en un susurro.

-Lo siento señorita, si lo que piensa es que somos hermanas gemelas o algo así para conseguir más dinero, no creo que le sirva, pero relamente somos idénticas. -Boo frunció el ceño.

-¿Por qué acaso iba a ganar más dinero haciéndome pasar por una hermana tuya? -preguntó con indignación.

-Oye, por favor, ¿podrías ser más amable al hablarle a una princesa? Yo te he hablado con respeto. -¿princesa? Boo se levantó sobresaltada.