Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.

por **NotesOfLove~** Miér 07 Nov 2012, 5:12 pm

Nombre: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Autor: NotesOfLove~ Yo (?
Adaptación: No.
Género: Romance y algo de drama. También es algo cómica.
Advertencias: No de momento.
Otras páginas: No.

Sinopsis:
Thirteen Reasons Why Smile.

Mis piernas flaquean, y mis rodillas se doblan. Parpadeo y repentinamente, la luz se apacigua. Cierro mis ojos y con expresión de ceguedad, una mueca se asoma en mi rostro.
Aprieto los puños mientras trato de sostenerme en pie. Pero no sé puede, es complicado. El impacto duele y parece que todo dentro de mí se quebró. En cuestión de segundos.
Pero no hay problema, pues lo único que no se quebró con mi caída fue mi corazón. Que, de todas formas, ya estaba quebrado antes. Gracias a ti.

Hola, Bueno. Me presento otra vez. Mi nombre es Sol, y como siempre... les traigo novelas (? Si quieren el link de mi otra nove, se los dejo: https://onlywn.activoforo.com/t19819p60-notes-of-love-niall-horan-y-jane-summer-tu?highlight=notes+of+love. En fiiiiiiiiiin, Millones de abrazos psicológicos y buenos días a todas!
Ah, no me olvido de mi típica frase: MAMÁ, ESTOY EN UN FORO (?. Y NO me pidan dinosaurios, porque se me agotaron ._.

por **~TortuguitaIrlandesa~** Miér 07 Nov 2012, 6:30 pm

Primera Lectora!!

Sol, ya me tienes super mega recontra hiper picada con tu otra nove & algo me dice que con esta será igual (doble trauma) haha =)
Ojala subas pronto el primer capi =) muero por leer xD xD

P.D: como que ya no hay dinosaurios?? o.O pero aun tienes unicornios?? xD
Un abrazo & un beso!

por **NotesOfLove~** Miér 07 Nov 2012, 6:42 pm

Hola, primera lectora! Pues aprecio muchísimo que te gusten mis noves! Akjska, no más dinosaurios... Pero creo que aún tengo el unicornio que te debo. Allí va, vuela pequeño *inserte el unicornio volando* Crecen tan rápido! En fin, muy pronto la sigo. Besos!

por **~TortuguitaIrlandesa~** Miér 07 Nov 2012, 6:55 pm

Wooohooo!! gracias por el unicornio, no te preocupes yo lo cuidaré muuuuy bien =D hahaha & creo que le pondré POCITO tú que dices? hehe

por **NotesOfLove~** Miér 07 Nov 2012, 7:25 pm

JAJAJAJ, sería excelente! A Nialler va a gustarle muchísimo!

por **NotesOfLove~** Dom 11 Nov 2012, 5:16 pm

Capítulo I.
La oscuridad era infinitamente cegadora. Parecía apaciguadora y tentadora. Extrañamente, un sentimiento me abrazaba y me obligaba a permanecer de aquella manera. Calmada, bajo control.
Pero la otra parte de mí estaba a punto de colapsar. Tantas emociones sufridas en tan poco tiempo, estaba logrando colmar el vaso hasta la orilla.
Con escaso esfuerzo de mi parte, mis ojos se fueron abriendo con lentitud. La luz cegó mis ojos, obligándome a cerrarlos casi al instante de haberlos abierto y suspiré silenciosamente.
Me había costado un mundo salir de ese pequeño trance en el que había quedado sumida, justo después de quedarme dormida en sofá de mi apartamento. Parecía estar dentro de un extraño sueño del que no tenía ni la mínima intención de despertar.
Pero ahora, estaba oficialmente despierta y con pocas ganas de permanecer durmiendo un rato más. Simplemente, quería disfrutar de la suave brisa veraniega que el precioso viernes me ofrecía.
Me incorporé, pero no del todo. Pues aún permanecía sentada en el sofá, con intenciones de levantarme y pocas ganas de hacerlo. Pero después de todo, me agradecería a mí misma haber salido a respirar aire fresco.
Me incorporé con torpeza y gruñí por lo bajo al tropezarme con una de mis zapatillas favoritas. Qué había sido lanzada sin cuidado gracias a mí, apenas y me había a costado sobre el sofá.
–Torpe zapatilla sin vida. –Recriminé estúpidamente. Cómo si fuera una novedad para mí, el saber que era una simple zapatilla y que por mucho que yo insistiera, no hablaría.
Incómoda, como sí alguien estuviese observándome y riéndose por la vergonzosa escena de hacía un momento, me senté en el sofá una vez más y entre suspiros, me coloqué las zapatillas.
Me incorporé una vez más y mientras tomaba el abrigo beige del perchero cercano a la entrada, abrí la puerta con la mano derecha y salí.
El clima en Venecia era excepcional durante el verano, pero los inviernos solían ser los peores. Sobre todo cuando soplaban los fuertes vientos, que volaban varías chapas desde los barrios más cadenciados de Italia.
Pero durante el verano, lo máximo que podrías notar fuera de tono, eran las brisas frías y tajantes, que se producían cuando una lluvia venía en camino. Y al parecer, eso estaba a punto de pasar.
Sujeté mi abrigó con fuerza, mientras mantenía mi cabeza gacha y mi cabello suelto revoloteaba junto al viento en una danza, que parecía no tener fin.
¬Podía ver de reojo como la gran mayoría de las personas entraban a sus casas a desgano y hasta algunas me observaban con desdén, como sí salir a dar un paseo justo antes de una tormenta fuera pecado.
Igualmente, les devolvía la mirada con amargura y seguía con la frente en alto. Porque sí había un defecto en mí, era el orgullo que mantenía en mi interior. Que aunque era imposible de notar apenas me conocías, después de un tiempo ya no era ningún tipo de novedad. Porque mi torpe orgullo, siempre colmaba todo lo que me había tomado trabajo construir.
Y aunque lo aborreciera totalmente, me era imposible dejarlo a un lado. Siempre era más fuerte que yo, y de esa forma, perdía constantemente a las personas más importantes en mí vida. O bueno, al menos a algunas de ellas.
Se diría que mi orgullo era algo así como mi propio enemigo, y que yo misma, me jugaba malas pasadas. Pero ya era tarde para cambiarlo, pues estaba destinada a ser de esta forma.
Mientras que también tenía virtudes. De manera que, no podía considerarme una mala persona del todo. Pues era muy bondadosa y bastante honesta. A veces, demasiado.
Era poco discreta y algo directa, pero las personas que me apreciaban enserio, me aceptaban así.
Y ese era el beneficio de tener defectos, pues quién te quería de verdad, los soportaría a pesar de cualquier cosa.
Y en cuanto a mí físicamente, tal vez no sería la chica perfecta, pero no dejaba mucho que desear.
Mi cabello castaño claro tenía raíces oscuras y denotaba un brillo ensordecedor, pues me encargaba muy bien de que así sea. Lo lavaba cada día con ampollas especiales, que lo mantenían en su escencia. Largo, lacio y con algunas pequeñas ondas en las puntas. Tenía ojos miel, con pequeños destellos más claros de un color verde bastante llamativo. Y mis mejillas siempre ardían de color rosa, y muchísimo más cuando alguien me hacía algún tipo de cumplido. Y aunque aborrecía eso en mí, era inevitable.
Mi piel era algo pálida, debido a que detestaba tomar sol y lo evitaba a toda costa. Y mi nariz respingada, era pequeña y se parecía bastante a la de mí hermana.
Mis pestañas eran largas y llamativas. Tenía una marca de nacimiento cercana al cuello, que era pequeña y tenía una forma algo extraña. Era algo así como una mancha de café o de cappuccino. Pues era un color similar.
Mi cuerpo no era el de una modelo, necesariamente. Tampoco me encargaba de mantenerlo en forma, debo admitir. Pero hacía lo posible para no sobrepasarme con la comida, de manera que tenía buena forma. No la que me gustaría, pero la tenía.
Según mi hermana, mi sonrisa era lo más hermoso que mi rostro tenía. Y solía decirme que cuando sonreía, opacaba cualquier otra parte de mi rostro. Pero aunque ella me lo repetía cada vez que se planteaba el tema, ella parecía ser la única que de verdad lo creía. Ni a mí misma me agradaba, la verdad.
Pero después la típica discusión de hora y media que teníamos cuando ella mencionaba que tenía que sonreír, terminaba cediendo y dándole la razón. Pero cabe mencionar que lo hacía solo para que se calle. Porque cuando quería, mi hermana podía ser la más insistente del mundo. Y ella siempre terminaría ganando. De modo que me ahorraba un largo rato, y le daba el gusto de tener la razón.
Cuando me cansé de dar vueltas por el parque, que a estas alturas ya estaba más que desierto, me decidí a caminar de vuelta hacía mi apartamento. En el cual, suponía, debía estar esperándome Liz, mi hermana.
Ambas habíamos nacido en Oxford, Inglaterra. Pero después de que nuestros padres decidieran que Tennessee era el prototipo de lugar perfecto para vivir, nosotras decidimos seguir nuestro propio camino, terminando en Venecia, Italia como destino final.
Y aunque cada una tuviera su Pent-house, estábamos bastante alejadas una de la otra. Y ya que a la hora de mudarnos, mi hermana había insistido en irse lejos del centro, ahora parecía gustarle más mi apartamento, que se hallaba justo en el centro de la gran Venecia. Y tal vez sería por eso, que se pasaba noche y día en mi apartamento, invadiendo mi paz y estorbando en todos mis planes.
Aunque ella era la menor, a veces no lo parecía. Porque aunque era bastante molesta, era la más madura de las dos, y me tocaba reconocerlo. Yo estaba a punto de cumplir mis veinte años y adentrarme en mi nueva vida como veinteañera, y ella aún tenía sus dieciocho. Y en un par de meses, le tocarían los diecinueve.
Pero no los aparentaba. Y no era porque, casualmente, pareciese más grande. Sí no, que tenía unas increíbles mejillas regordetas, que hacían que su rostro se volviera el de una pequeña de doce años. Y aún así, seguía siendo ella la que había heredado la belleza en la familia. Y a mí… a mí no me tocaba nada de lo bueno.
Mi madre tenía la inteligencia, mientras que mi padre era el honor de la casa debido a sus empresas mundialmente reconocidas. Y mi hermana, era naturalmente hermosa. ¿Y yo? Bueno, era la que manchaba el apellido de la familia, totalmente.
Eso era lo que me irritaba bastante, pero había aprendido a llevarlo bastante bien, ya que había vivido casi veinte años de mi vida de la misma forma. Se podría decir que ya me había acostumbrado.
No me dedicaba a estudiar, de hecho estaba evaluando seriamente la posibilidad de volver a Inglaterra e intentar ingresar a la universidad de artes, para estudiar fotografía. Mientras que mi adorada hermana, ya tenía gran parte de su futuro planeado. Y yo me limitaba a oírla, bostezar y asentir torpemente.
En otras palabras, ella era la chica perfecta. La niña prodigio, la hija favorita. La de las mejores calificaciones, la que tocaba el piano a la perfección, mientras que hablaba cinco diferentes idiomas. El prototipo de hija, hermana, amiga y novia ideal. Y sí, la envidiaba terriblemente.
Ya que mientras ella podía conseguir todo lo que quería con tan solo poner su cara angelical, yo no podía adquirir ni la mitad de lo que ella tenía.
Abrí rápidamente las pesadas puertas de cristal, haciendo que la pequeña campanilla que se hallaba sobre la puerta suene. Mailén caminó con pasos cortos y rápidos hacía mí y me sonrío con sus típicos aires de simpatía.
Mailén era la portera del gran edificio, y quien se encargaba de administrar todos los papeles de varías empresas con fines fotográficos. Pues su prima pertenecía al club de fotografía más conocido en Italia y además, le facilitaba otro trabajo. Por lo que Mailén era portera y además, era algo así como una secretaria.
–Hola Louí –Saludó con media sonrisa. Su característico acento Italiano se hizo presente al momento de pronunciar aquellas dos simples palabras, y la dulzura con la que las pronunció llenó mis oídos. Su voz era la de una niña de diez años, que solo quería un poco de vida social. Aunque no era eso, pues ella tenía muchísimas amigas en la ciudad. Y estaba segura de que fuera de la ciudad, también las tenía.
–Hola Mailén. –Saludé también. – ¿Qué tal va tu día? –Me decidí por ser amable, ya que ella siempre lo era conmigo.
–Normal. –Se encogió de hombros. –Ya sabes, lo de siempre. –Inquirió después. – ¿Y el tuyo?
–Bueno, digamos que… –Hice una pausa dramática y solté el aire contenido. –Igual.
–Genial. –Se dio media vuelta sonriendo y entendí que ya debía irme.
Toqué el botón del ascensor y me recargué en una pierna mientras esperaba con impaciencia. No tenía paciencia para nada, y eso irritaba a las personas.
Apenas la campanilla sonó y el ascensor abrió sus puertas, me adentré con rapidez y suspiré amargamente. Tenía ganas de tirarme en mi cama y mientras leía un libro, olvidarme completamente del mundo.
Pero por más que quisiera, sabía que con mi hermana allí, se me haría imposible. Por lo que me resigné a la idea y salí del ascensor.
Abrí la puerta cuidadosamente y al percatarme de que mi hermana no estaba allí, rápidamente corrí a mi habitación y me aventé a la cama. Sin más, cerré mis ojos e intenté dormir.
Pero en ese momento, la puerta principal rechinó y supuse instantáneamente que mi hermana habría llegado.
Cerré los ojos con más fuerza, obligándome a no abrirlos pasase lo que pasase.
–Louise –Llamó mi hermana, desde el otro extremo de la habitación. Había calculado rápidamente que me hallaba sobre la cama, y había corrido hasta allí para fastidiarme la vida.
–Cállate. –Inquirí con desdén, aún sin abrir los ojos. –Perturbas mi paz.
–Eres un fastidio. –Acusó, mientras se sentaba a mi lado. Obligándome a abrir los ojos.

Hola, bueno. Es el primer capítulo y aaaaaaaaaaaaaah! Ojalá les guste. ¿Quieren hacerme alguna pregunta? Les dejo mi ask: http://ask.fm/StuckInHisDayDream. LIBRE EXPRESIÓN! Okya :D

por **Zarek** Dom 11 Nov 2012, 5:19 pm

Que buena esta, esta muy interesante, siento que me va a gustar, siguela cuando puedas. Si necesitas chicas, aquí me tienes para Zayn. :)

por **NotesOfLove~** Dom 11 Nov 2012, 8:05 pm

Hola! Bienvenida. Bueno, la verdad, si quieres estar con Zayn, envíame tu descripción por MP y te pondré con él :)

por **NotesOfLove~** Vie 16 Nov 2012, 7:43 pm

Capítulo II.
–Gracias, siempre he tenido un extraño presentimiento de que así era. –Me senté sobre la cama y la miré con desdén.

–Sabes que lo que he dicho solo fue una broma. –Dijo con sorna. –Tienes un serio problema. Te tomas todo muy literal. –Hice una mueca, seguida de un bostezo.

– ¿A sí? Pues yo creo que el problema no es mío. –Contraataqué, removiéndome con incomodidad sobre la cama y sentándome como indio. –Después de todo, no soy yo quien dice las cosas como si de verdad las sintiera.

– ¿Podemos terminar de una vez con todo esto? Llevamos semanas peleando. –Rodó los ojos con fastidio y me observó con detenimiento. –Antes no era así. ¿Por qué de repente siento que me odias? –Suspiré y giré mi rostro, corriendo mi mirada de la suya.

–Yo… –Suspiré pesadamente y bajé la cabeza. –Yo no te odio. –Afirmé.

–Pues has un esfuerzo para que no lo parezca. –Inquirió, incorporándose erguidamente. Como siempre. Con su frente en alto y sus hombros para atrás, Caminaba como una modelo.

–Pero que te parezca a ti no significa que así sea. –Paró en seco su pequeña y corta caminata hacia la puerta de mi habitación y después de una pausa, se giró hacia mí.

–Pero te conozco, Louise. Sé que hay algo más que no quieres que sepa. Y me preocupa saber que es. –Me dirigió una corta mirada de insuficiencia y complacida con su propia respuesta, se largó de mi habitación.

Luego de ese corto diálogo con mi hermana, en el que las miradas frustrantes e incómodas hicieran presencia y se adueñaran totalmente de la habitación, cerré los ojos con impotencia y me dormí. Tenía un terrible dolor de cabeza, como si hubiera bebido muchísimo la noche anterior y tuviera una terrible resaca.
Por otro lado, sentía la impotencia de no tener nada para hacer. No sabía qué hacer, más bien.
No quería decirle a mi hermana que había arruinado mi vida, pero tampoco podía callarme más. Había aguantado casi veinte años de mi vida y lo peor, era que yo no tenía la culpa de nada.
Tenía que alejarme de alguna forma y evitar a toda costa que ella quisiera seguirme. Tenía que irme y olvidarme por completo de los veinte últimos años y adentrarme a una nueva vida.
Apenas desperté, Liz no se encontraba en mi casa. Y supuse casi instantáneamente que debido a la pequeña discusión de hacía un rato, había querido estar sola un tiempo. O bueno, al menos lejos de mí.
Cerré mis ojos con fuerza, y me aterré apenas y sonó el timbre de mi apartamento.
Está bien, no conocía a muchas personas, lo que me llevó a pensar que sería Liz. Pero por otro lado, ella tenía las llaves de mi apartamento y a menos que las hubiera perdido, no sería ella.
Podía ser cualquiera. ¿Qué tal si me secuestraban, me llevaban Rusia y me obligaban a preparar pastelitos para una banda de mafiosos? Tal vez, eso no sería lo peor.
Pero como valiente que soy, tomé coraje y me acerqué a la puerta principal.
Antes de tomar el pomo de la puerta entre mis manos, suspiré y cerré los ojos con fuerza.
El timbre sonó una vez más y mientras mis manos sudaban, abrí la puerta con lentitud. Una lentitud bastante desesperante, debo admitir. Pero a la persona que se hallaba al otro lado de la puerta no parecía importarle.
Sin embargo, apuré la velocidad con la que abría la puerta y me quedé perpleja al verlos allí parados.
Mi padre estaba recostado en una de las paredes blancas que daba al próximo apartamento, con un diario en mano y un abrigo negro que le tapaba parte del cuello y llegaba hasta sus rodillas. Mi madre, a diferencia de él, estaba de espaldas a mí, y observando por el gran ventanal que había al final del corredor, en el que se podía ver claramente el centro de Venecia.
Sus manos estaban en los bolsillos traseros de sus jeans azules y traía una blusa negra, que juraba haberle comprado yo misma.
Tenía unas zapatillas deportivas blancas, que hacían conjunto con las letras que la remera traía. Además, los aros de mi madre eran igualmente blancos.
Su cabello estaba diferente a la última vez que la había visto.
Tenía un ligero alisado, pero sus ondas seguían intactas. Se podría decir que estaba más aplastado que antes.
Se notaba que lo había teñido hacía poco, pues su color castaño relucía como nunca. Y estaba en buena forma. Por lo que deduje que alejarse un poco de nosotras, le había sentado de maravilla.
Mi padre se encontraba también, en perfectas condiciones. Se notaba que se habían relajado bastante y que no les habíamos hecho mucha falta.
Aunque mi pensamiento fue erróneo. Pues en el momento en el que bajé mi cabeza, mi madre se abalanzó sobre mí y me apretujó con fuerza.
– ¡Mi niña ya está hecha toda una mujer! –Exclamó, separándose cortamente de mí. Me observó de pies a cabeza y sonrió abiertamente.

– ¡Mamá! ¡Ya casi tengo veinte! –Reclamé avergonzada. Soltó una pequeña risa y miró a mi padre. Quien cerró el diario y se incorporó correctamente.

– ¡Cuánto has crecido! –Se acercó a mí y me apegó a sí. –No tienes una idea de lo que te hemos extrañado. –Se separó de mí y tomó sus maletas. No las había notado hasta el momento, y estaban bien escondidas a un lado de la puerta. En donde, desde adentro, no podían verse.

–También los he extrañado mucho. –Susurré, aún sin poder creérmelo. –Pasen, pasen. –Me hice a un lado y les permití el paso total a mí apartamento. Me sonrieron y entraron.

– ¡Qué linda casa tienes! –Argumentó mi madre, observando cada rincón del apartamento. –Es muy grande.

–Sí, bueno. Es un pent-house. –Me encogí de hombros y sonreí. – ¿Qué hacen aquí? Pensé que estarían en Tennessee, deshidratándose a causa del calor. –Pregunté, mientras caminaba hacia el sofá y me lanzaba a este.

–Oh, no. –Negó, mi madre. –Ya quisieras librarte de nosotros. –Sonrió, dejando al descubierto sus dientes extremadamente blancos.

–Sí, claro. –Respondí con sarcasmo. –Saben que los amo. –Sonreí, para finalizar.

–Mejor que así sea. –Se unió mi padre. Quién miraba cada rincón con detenimiento. Hasta que halló la PlayStation 3, conectada al enorme plasma que se hallaba en la pared de piedra del living. Era la zona más moderna que el pent-house tenía, y por eso deducí que mi padre se volvería loco al verlo. Era fiel amante de la tecnología. – ¡Mira, Elizabeth! ¡Pero sí es la PlayStation 3! –Gritó con euforia. Solté una firme carcajada al ver a mi madre rodar los ojos con indignación y ella rió a continuación.

–Lo siento, hija. Es que tu padre ha estado queriendo esa basura desde hace meses. ¡Pero no le permití comprársela! –Bufó.

–Lizzie, Esto no es basura. –Reclamó mi padre, quien ya había encendido la PlayStation y se sentó en el suelo.

–Oh, no. Claro que no. Lo siento, cariño. –Respondió con ignorancia. Se sentó a mi lado en el sofá y me miró sonriente.

–Aún no me has dicho que hacen aquí. –Arquee una ceja. Desdibujó su sonrisa y se removió con incomodidad en el sofá. – ¿Qué ocurre? ¿Algo anda mal?

–No, no. Claro que no. –Medio sonrió, incómoda. –Las extrañábamos, eso es todo. –Finalizó sin estar del todo convencida. Algo más había. Suspiré con resignación y asentí. – ¿Y tu hermana?

–No sé. Hoy estuvo aquí y luego… se fue. –Recordé la discusión de esta tarde y me rasqué la nuca con culpabilidad.

– ¿Y tienes su número? –Elevó cortamente su pierna derecha y la pasó por sobre la izquierda, después comenzó a mecer su pie de arriba abajo con nerviosismo. Algo me decía que había algo más, de lo que no se había tomado el trabajo de contarme.

–Um, Sí. Está en un papel, pegado con un imán en la heladera. –Mi madre asintió y reprimiendo una sonrisa, se levantó del sofá y se dirigió a la cocina.

–Wow, Louí. ¡Estos sí que son gráficos! –Soltó mi padre, con una enorme sonrisa. Mientras que sus manos ocupaban el control y el personaje animado de la PlayStation, movía la pelota de un lado a otro en el famoso juego de Football FIFA.

–Sabía que te gustaría. De hecho, en cuanto compré los juegos pensé en ese especialmente para ti. Tenía en mente que algún día vendrían y quería que tengas un buen momento al cual recordar. –Reí silenciosamente.

– ¿Y qué otros tienes? –Se incorporó con emoción, colocándole la pausa al juego y me observó con impaciencia.

–Me recuerdas a un pequeño niño. –Reí. –Allá, en aquella repisa, hay cientos. –Enfaticé. Y al hacerlo, mi padre corrió como un desquiciado y abrió las puertas vidriadas con rapidez.

–Está loco. –Oí detrás. Giré mi rostro y me encontré con el de Liz, con las mejillas sonrojadas y el cabello enmarañado. Claramente, una Liz desconocida.

–Tal vez. –Me encogí de hombros y oí su melodiosa risa. – ¿Qué haces aquí?

–Mamá me llamó. –Sonrió. –Tenemos que pasar un buen rato en familia. Hace mucho que quiero uno así. –Añadió.

–Sí. Pediré unas pizzas. –Pero su mano se chocó con la mía y me impidió el paso.

–Tranquila, tengo todo bajo control. –Sonrió abiertamente y se retiró hacia la cocina. Y allí estaba nuevamente la Liz que tanto detestaba. Yo quería hacer algo básico, pero ella siempre lo haría mejor. Fuera lo que fuese.
Medio sonreí con sorna y me incorporé con rapidez. Me dirigí a mi habitación y cerré la puerta atrás de mí.

Y fue cuando caí en mi cama, que decidí casi instantáneamente que me iría de allí cuanto antes. Quizá en un par de meses.
Inglaterra me llamaba y yo, por primera vez en mi vida, atendería el llamado.

–Louí, ven a cenar. –Me llamó mi hermana, con un pequeño grito ahogado. Su voz sonaba tan dulce y melosa, que hasta llegaba a odiarla con solo oír tres simples palabras.
Me levanté de la cama y con movimientos torpes e incapaces de dominar firmemente mi cuerpo, tomé el pomo de la puerta y la abrí.

–Oh, Ahí estás. –Mencionó mi madre sonriendo. –Ven aquí. –Me acerqué con el ceño fruncido y me senté a un lado de ella. Frente a mi hermana y a mi padre.

– ¿Qué es eso? –Pregunté, observando el plato con cierta amargura.

–Cociné camarones con salsa blanca. –Sonrió Liz, como si fuera una primicia que había sido ella quien había cocinado tal exquisitez.

– ¡Anda, come! –Me insistió mi madre. –No sabes lo rico que está esto. –Pronunció después. Limpiándose el dorso de los labios con una servilleta, que más tarde colocó sobre su regazo.

–Sí, ya. –Tomé los cubiertos junto al plato y pinché un camarón. –Algo me dice que esto está vivo, aún. –Solté asqueada. Mi hermana rodó los ojos con arrogancia y suspiró.

–Si no quieres, no comas. ¡Qué simple! –Me pateó por debajo de la mesa y suspiré. – ¿Qué hacen por aquí? No me tragaré el cuento de que nos extrañaban. Sé que hay más. –Habló sin filtros.

–Bueno. –Mi padre recuperó su típica postura erguida y se limpió los labios con la servilleta. Luego observó a mi madre, quien le rogó con la mirada algún tipo de cosa totalmente incomprensible. Mi padre se aclaró la garganta y suspiró. –Tenemos algo que comunicarles, niñas.

–Que sea rápido. –Agregué medio sonriendo.

–Antes de que tu nacieras –Señaló a Liz y bajó la vista. –El mismo día que… ¡Ay, Por favor Elizabeth! ¡No sé cómo se hace esto! –Arrugó la nariz, gesto en el que me parecía mucho a él.

–Ay, eres un llorón. –Reprochó. –Deja que yo lo haga. –Se aclaró la garganta y prosiguió: –Louise, tienes un hermano gemelo. –Colocó sus dos manos sobre la mesa y las unió con nerviosismo. Solté una carcajada hueca y la miré con incredulidad.

– ¿Adónde está la cámara?

– ¿Qué cámara? –Frunció el ceño.

–La cámara. Ya sabes, la de los programas en donde hacen algún tipo de broma y los suben. Como en Mtv.

–No, Louí. No es broma. Tú tienes un hermano.

– ¿Qué? No, ¿Qué? –Me incorporé correctamente en la silla y suspiré. –Aver, ¿Qué les parece si me dicen la verdad?

–Algo me dice que no mienten, Louise. –Añadió mi hermana, entrometiéndose.

–Tú ni me hables, mira. –Inquirí con desdén. – ¿Cómo es que nunca supe de él? ¿Cómo es que no vive con nosotros? ¿Acaso hacen bebés por todo el mundo? –Elevé mi ceja con delicadeza y reí sarcásticamente.

–Zayn, su nombre es Zayn. –Mi padre bajó la mirada y pestañeó. Podía percibir como intentaba ocultar sus lágrimas, y eso me hizo creer que no mentían. Al menos, no del todo. –Tal vez no lo recuerdes porque eras muy pequeña. Pero eran completamente unidos. Eran, prácticamente, uno solo. Siempre se compartían los juguetes, y a pesar de ser pequeños, el siempre te defendía cuando te regañábamos. –Habló con un hilo de voz. Por alguna razón sentí mi corazón estrujarse, y las lágrimas no tardaron en escurrirse por mis mejillas. –Pero un día, cuando ambos cumplían sus tres años, perdí de vista a Zayn. Estaba a mi cuidado y de repente desapareció. Lo perdí, hija.

– ¿Qué? –Pregunté con perplejidad. No podía moverme y solo me acompañaba el acelerado sonido de mi corazón. –No, no. Eso no es posible. –Me mordí el labio inferior y negué.

–Si, hija. Si pasó. –Bajó la mirada totalmente avergonzado y apretó los ojos.

– ¿Qué saben de él?

–Se encuentra en Londres. Pero es todo lo que sabemos.

– ¿Por qué no me dijeron antes? ¡¿Por qué mierda no podían encontrar el puto momento exacto para decírmelo todo?! –Me paré de la silla y golpee con el puño la mesa. – ¡Ustedes no saben nada, no entienden nada! No saben cómo me siento. ¡Y me importa una mierda no recordarlo! Es como si de repente, hubiese perdido la mitad de mi cuerpo. Y ahora, entiendo porque me sentí vacía durante toda mi vida.

Hola! Les dejo el segundo capítulo, ojalá les guste! Beeeeeeeeeesos.

por **~TortuguitaIrlandesa~** Vie 16 Nov 2012, 9:21 pm

Perdón, perdón, enserio lamento mucho no haber pasado antes =(

Pero ya me tienes aquí tan picada y emocionada como siempre
Un hermano gemelo?? o.O Dios eso no me lo esperaba ni de chiste ¿Ahora que pasara? muero por saber que sucederá xD =D
Ojala la sigas pronto =D
Te mando un beso!! & POCITO manda saludos! haha xD

P.D: si necesitas chicas, ya sabes que yo estoy más puesta que un calcetín =D

por **NotesOfLove~** Vie 16 Nov 2012, 9:53 pm

~TortuguitaIrlandesa~ escribió:Perdón, perdón, enserio lamento mucho no haber pasado antes =(

Pero ya me tienes aquí tan picada y emocionada como siempre
Un hermano gemelo?? o.O Dios eso no me lo esperaba ni de chiste ¿Ahora que pasara? muero por saber que sucederá xD =D
Ojala la sigas pronto =D
Te mando un beso!! & POCITO manda saludos! haha xD

P.D: si necesitas chicas, ya sabes que yo estoy más puesta que un calcetín =D

Hooooooooooola! ¿Cómo estás? Pero, sí! Ni te preocupes por no haber pasado! No hay problema. Akajska, ¡Me alegro que te haya gustado! Ya la voy a seguir. Y claro, dime con quien quieres estar y te pondré. :) No necesitas enviarme tu descripción, tengo la tuya de la otra nove :DDDDDDDDd Besos!

por **~TortuguitaIrlandesa~** Vie 16 Nov 2012, 10:13 pm

NotesOfLove~ escribió:
~TortuguitaIrlandesa~ escribió:Perdón, perdón, enserio lamento mucho no haber pasado antes =(

Pero ya me tienes aquí tan picada y emocionada como siempre
Un hermano gemelo?? o.O Dios eso no me lo esperaba ni de chiste ¿Ahora que pasara? muero por saber que sucederá xD =D
Ojala la sigas pronto =D
Te mando un beso!! & POCITO manda saludos! haha xD

P.D: si necesitas chicas, ya sabes que yo estoy más puesta que un calcetín =D

Hooooooooooola! ¿Cómo estás? Pero, sí! Ni te preocupes por no haber pasado! No hay problema. Akajska, ¡Me alegro que te haya gustado! Ya la voy a seguir. Y claro, dime con quien quieres estar y te pondré. :) No necesitas enviarme tu descripción, tengo la tuya de la otra nove :DDDDDDDDd Besos!

Algo ocupada con la escuela haha pero he estado que es lo importante xD ¿Y tú?
Oh! enserio muchas gracias & si se pudiera me gustaría estar con Liam! =D

por **NotesOfLove~** Vie 16 Nov 2012, 10:43 pm

~TortuguitaIrlandesa~ escribió:
NotesOfLove~ escribió:
~TortuguitaIrlandesa~ escribió:Perdón, perdón, enserio lamento mucho no haber pasado antes =(

Pero ya me tienes aquí tan picada y emocionada como siempre
Un hermano gemelo?? o.O Dios eso no me lo esperaba ni de chiste ¿Ahora que pasara? muero por saber que sucederá xD =D
Ojala la sigas pronto =D
Te mando un beso!! & POCITO manda saludos! haha xD

P.D: si necesitas chicas, ya sabes que yo estoy más puesta que un calcetín =D

Hooooooooooola! ¿Cómo estás? Pero, sí! Ni te preocupes por no haber pasado! No hay problema. Akajska, ¡Me alegro que te haya gustado! Ya la voy a seguir. Y claro, dime con quien quieres estar y te pondré. :) No necesitas enviarme tu descripción, tengo la tuya de la otra nove :DDDDDDDDd Besos!

Algo ocupada con la escuela haha pero he estado que es lo importante xD ¿Y tú?
Oh! enserio muchas gracias & si se pudiera me gustaría estar con Liam! =D

Claro que sí! Estás con Liam :D Te entiendo, yo ya estoy con los éxamenes finales._. aksjska, LA ESCUELA ME DISTRAE DE LO IMPORTANTE (?

por **~TortuguitaIrlandesa~** Vie 16 Nov 2012, 10:47 pm

De nuevo gracias! =D hehe
Ay ya sé haha los profes piensan que uno no tiene prioridades?
Novelas que escribir & leer? hahaha xD

por **Luci.** Vie 16 Nov 2012, 11:27 pm

¡Hola!
Nueva lectora me llamo Luci c: tengo 14 y soy de Perú :p
Me ha encantado tu novela por lo poco que hay y me gusta mucho tu forma de escribir :p
Te pondría un comentario mas largo pero es tarde y como soy niña buena me ir a dormir JAJAJAJA okno la verdad es que tengo flojera. Luego te pongo uno gigante c:
-Luci xxo
PD: Si necesitas chica para Nialler, aquí tienes una. Avísame y te envió mi ficha por MP.

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Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.

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