Tú jugaste con mi corazón: Liam Payne y tú. |Necesito chicas |

Soy una aspirante a actriz de veintiún años. Vivo en la vieja ciudad de Oxford. Desde hace mucho tiempo que me esfuerzo porque mis sueños se cumplan en esta ciudad, pero luego de una serie de inconvenientes y con ayuda de mi padre, encuentro a un crítico de cine que me lleva hacia Londres. Pero no todo es gratis en este mundo, ni tan fácil. Según Mike O’Connor –Un gran cineasta- tengo potencial para participar en su nueva película, pero no como protagonista, por lo que me da una misión.

-Debes ir a la Universidad de Artes de Wolverhampton y fingir ser una estudiante común y corriente.
-Eso es fácil –había dicho con total naturalidad.
-Pero allí no termina todo. –Acomodó sus gafas por encima de su nariz- Debes enamorar a este chico –Me enseñó una foto- Su nombre es Liam, Liam Payne.
-¿Enamorarlo? Pero... ¿no se supone que terminará herido? Esos no son mis planes.
-Pero sí los míos. Él es el ex novio de mi hija, la hizo sufrir demasiado, por lo que como dice el refrán, “ojo por ojo, diente por diente”.
-¿Qué pasa si no acepto?
-A mí no me difiere en absoluto. Tengo miles de chicas con más experiencia que tú dispuestas a obtener el papel protagónico. Hasta a la mismísima Penélope Cruz. No es problema para mí, pero sí para ti. No creo que oportunidades como estas vuelvan a tocar a tu puerta, ___.
Miré la fotografía y luego de un gran suspiro acepté.
-Sabía que dirías que sí. –Sonrió triunfante- Ahora, te explicaré una serie de cosas. Primero, ya no te llamas ___ ___, ni siquiera sabes quien es ella. Ahora eres Charlotte Cyliane, una chica francesa de diecinueve años, la cual viaja por primera vez hacia otro país sin la dependencia de sus padres. Además, estudiarás en la Universidad y tus notas serás destacadas al igual que tu popularidad allí.
-Pero... yo no sé hablar francés. Apenas si puedo sobrellevar el español.
-Apprendre.
-¿Qué? –Fruncí el ceño.
-Aprenderás.

Y así fue como todo comenzó todo, ahora era una francesa en una gran infraestructura buscando a su presa. Me parecía despiadado el plan y más aún me lo pareció cuando me terminé enamorando de un chico menor que yo. Aquel de los ojos cafés que me hipnotizaban. Liam James Payne. Hasta su nombre sonaba como una melodía. Pero ¿cómo reaccionaría el ante la verdad? ¿Se enteraría? ¿Dejaría que ello sucediera? Por supuesto que no, evitaría que él conociera mi verdadera personalidad a más no poder.

¿Fracasaría en esta nueva aventura? Una frase de Bill Cosby resonó en mi cabeza: “Para tener éxito, su deseo de éxito debe ser mayor que su miedo al fracaso.”

Y aquí estaba, Universidad de Artes de Wolverhampton. Luego de dos meses estudiando francés y a Liam Payne me sentía preparada o por lo menos lista.
Los nervios me carcomían. Me afiancé a mi valija y la arrastré hacia la entrada de aquella gran infraestructura. Crucé el campus poblado de árboles, mesas y espacios verdes con dos o tres cafeterías. En mi camino pude notar con un simple vistazo que todo allí se dividía en tres “clases sociales” –por así decirlo- en primer lugar, ricos y populares; en segundo, clase media o “raros” y por último, “los becados” ocupaban la parte de pobres e inadaptados sociales quienes nunca obtendrán una vida sin la dependencia del gobierno. Ideas totalmente erróneas, pero seguramente sacadas de la mente de la líder de las porristas.

Practiqué como debía decir “Hola, mi nombre es Charlotte Cyliane y me preguntaba si podían ayudarme a encontrar mi clase” en francés. Luego de varios intentos y acomodamientos mentales de verbos, adjetivos y sustantivos, caminé hacia un pequeño grupo de chicas, las cuales se encontraban hablando animadamente. Parecían “normales” ante los otros tres grupos sociales.

-Bonjour, mon nom est Charlotte Cyliane et je me demandais si on pouvait m'aider à trouver ma classe.
Tal vez debería de haber hablado en mi idioma natal –el inglés- pero así mi actuación sería más creíble. Las cuatro chicas se giraron sobresaltadas y me miraron incrédulas.
-¡Hola! ¿Eres nueva? –me preguntó una chica de ojos brillantes de color verdoso. Fruncí el ceño e hice una mueca fingiendo que estaba tratando de asimilar sus palabras.
-Hola... –dije con “dificultad”- mi nombre es Charlotte Cyliane –sonreí- soy... em... ¿nueva? Y quería que... em... me ayudar –sí, mi inglés no debía de ser perfecto o levantaría sospechas- a encontrar mi clase...
-¡Eres francesa! ¡Bonjour! –exclamó emocionada una morocha- ¿Cuál es tu clase?
-¡Bonjour! –sonreí- Ésta... –saqué un papel de mi bolsillo derecho y se lo entregué.
-Te toca la 308 A, Español. –Asentí- Justo con esos chicos –los señaló- ¡Louis! ¡Harry! ¡Vengan! –hizo unas señas raras y volteé a verlos. Ellos son los mejores amigos de Liam, esto será pan comido.
Los chicos se acercaron rápidamente hacia nosotras.
-¡Hola! –dijeron ambos en forma de melodía.
-Hola chicos, miren, ella es Charlotte ¿cierto? –me miró y asentí- es de Francia, le guiñó un ojo a Harry.
-Oh –él me miró y tomó mi mano para depositar un beso en el dorso- Bonjour, mon nom est Harry Styles.
-Bonjour, Harry. Enchanté de faire votre connaissance.
-¿Qué te dijo? –indagó nuevamente la chica de ojos verdes.
-Que es un placer conocerme –dijo él sin despegar sus ojos de mí.
-¿Sabes francés, Hazza? –indagó una castaña.
-Nunca dejarás de sorprenderte con Harry Styles, pequeña –él le guiñó un ojo.
-Yo soy Louis –dijo el otro amigo de Liam, quien raramente estaba muy callado. Según tenía entendido él es muy inquieto y charlatán.
-Hola... Louis.
-¡Habla en nuestro idioma! –dijo él señalándome sorprendido.
-Sí... –dijeron las chicas- y tiene clase de español con ustedes, así que pórtense bien con ella –me dieron un beso en la mejilla al igual que a los chicos y comenzaron a caminar en dirección contraria a nosotros.
-¡Esperen! –grité con un acento francés fingido- ¿Cómo... em... son sus nom...nombres?
-Ella es Brittany –señaló a la castaña- Claudine –señaló a la morocha- y yo –continuó la chica de ojos verdosos- soy Caitlin. Es un gusto, Charlotte. Nos vemos en la cena de bienvenida.
-Okey, gracias.

¿Fiesta de bienvenida? Mejor aún.

-Bueno, belle dame –“Bella dama”. Styles es un conquistador masivo, recordé- Se nos hace tarde, vayamos a clases. –Asentí levemente con una sonrisa.

Suspiré lentamente al ver el letrero que decía “308 A” en la puerta de color blanco. Tenía la etapa de convencimiento aprobada. Ahora seguía la de “alumna obediente y aplicada”
Louis abrió la puerta dejándome pasar a lo que le sonreí tímidamente. Harry me llevó hacia donde se encontraba el profesor y le dijo algunas palabras que no escuché a lo que el “Señor Kellan” asintió.

-Alumnos, hagan el favor de hacer silencio –dijo a la clase. Todas las miradas se posaron en mí incomodándome un poco- Tendrán una compañera nueva este año, su nombre es Charlotte Cyliane y es de Francia –Todos expresaron un gran “O” a conjunto.
-Hola... –saludé con la mano mientras que con la mirada buscaba a Liam.
-“No está aquí” –dijo mi mente.
-Mlle Bon, asseyez-vous s'il vous plaît –dijo el profesor y fruncí el ceño tratando de entender lo que me decía. Seguramente era que vaya a buscar asiento.

Dos largas horas de español básico y ya estaba aturdida. Todo se trataba de las formas básicas de saludo ¡Y nadie podía hacerlo! El profesor –como era nueva- me hizo algunas preguntas y quedó “sorprendido” con mi conocimiento del idioma. Completamente raro. Apenas si llego a entenderlo, pero por lo menos sabía más que aquellos chicos.

Mi maleta ya estaba en la que sería mi habitación, era... linda. Ahora ¿cómo debía encontrar a Liam? No podía preguntarle a nadie si habían visto a Liam Payne, ya que tendría que inventar una excusa y ninguna era muy coherente que digamos. Así que dejaría que las cosas fluyan, lo conocería, de eso no había duda, pero lo haría de una forma “natural”.