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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
ahhh no se han dado cuenta que la rayiz no esta :happuy:
Maldito Sebastian!! :muere:
Me cae mal, lo odio :misery:
Y esas hermanas son tan malas como dicen??
Y en donde se encuentra la rayiz??? :suspect:
Siguela!!!
Maldito Sebastian!! :muere:
Me cae mal, lo odio :misery:
Y esas hermanas son tan malas como dicen??
Y en donde se encuentra la rayiz??? :suspect:
Siguela!!!
aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
Sebastian es el malo de la historia, el villano, y todo eso... pero no puedo evitar pensar que debe ser super-sexy!!
Seguila me encanto...
Con respecto al comentario anterior que me respondiste citando... encerio vas a seguir adaptando? libros?
Un beso!
Seguila me encanto...
Con respecto al comentario anterior que me respondiste citando... encerio vas a seguir adaptando? libros?
Un beso!
I.am.rayita (Anto!!!)
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
chelis escribió: :gasp: QUE SUSTO NOS DIO SEBASTIAN :imdead:
:misery: NO ME GUSTAN LOS SUEÑOS DE _____!!! CREO QUE SON PREMOVISIONES O COMO SE LLAME :xd:
Y ME ENCANTA COMO SE LLEVAN IZZY Y ALEC
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Lo sé!
Sebastian da miedo de más!
JAJAJAJAJ premoniciones (?
Será que le están tratando de decir algo! (?
Siiiiiiiiiiiii, ellos son los mejores hermanos! :hug:
\^.^/
Ya la sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
Valeefor1D ツ escribió:Siguela :ilusion:
Kiss xx.
\^.^/
Ya la sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
aranzhitha escribió:ahhh no se han dado cuenta que la rayiz no esta :happuy:
Maldito Sebastian!! :muere:
Me cae mal, lo odio :misery:
Y esas hermanas son tan malas como dicen??
Y en donde se encuentra la rayiz??? :suspect:
Siguela!!!
:P :P :P :P :P :P :P :P
Ntp, pronto se enterarán! :fiu: & no será agradable!
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii :twisted: :twisted: :twisted:
Sebastian Muere! :fiu: :muere: :muere: :muere:
JAJAJAJAJAJ
Ya verás que pasa! ;)
\^.^/
Ya la sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
I.am.rayita (Anto!!!) escribió:Sebastian es el malo de la historia, el villano, y todo eso... pero no puedo evitar pensar que debe ser super-sexy!!
Seguila me encanto...
Con respecto al comentario anterior que me respondiste citando... encerio vas a seguir adaptando? libros?
Un beso!
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Sabes que a mí me pasa lo mismo con respecto a Sebastian!
No puedo evitar pensar que es super guapo!
No puedo esperar para ver quién encarnara a Sebastian en las peliculas! :amor:
PD:Siiiiiiiiiiiiiii, de echo tengo varios libros en la mira! ;) aún no decido cual, pero si aún dará lata por aquí un tiempo más! *.* Te gustaría!(?
\^.^/
Ya la sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
• El Fuego Prueba al Oro - Capitulo 8 (Parte 2) •
Magnus la miró con suspicacia por un momento, luego se encogió de hombros. Hoy tenía el pelo engominado en un millón de puntas agudas y sus ojos estaban sombreados con maquillaje negro, lo que los hacía más felinos que nunca. Él se acercó a la pared, ya murmurando algo en latín; la familiar silueta del portal, su forma de puerta arcana delineada con símbolos destellantes comenzó a tomar forma. Se levantó viento, frío y agudo, echando hacia atrás los mechones del cabello de Isabelle. Jocelyn dio un paso al frente en primer lugar, y caminó a través del portal. Fue como ver a alguien desaparecer en la cresta de una ola de agua: una neblina plateada pareció tragarla, nublando el color de su cabello rojizo mientras ella desaparecía en el interior con un débil destello.
Isabelle fue la siguiente. Estaba acostumbrada a la sensación de revoltijo en el estómago que provocaba ser transportada por un Portal. Era como un rugido insonoro en sus oídos y nada de aire en los pulmones. Cerró los ojos, luego los abrió de nuevo cuando el remolino la soltó y cayó sobre la maleza seca. Se puso de pie, cepillándose la hierba muerta de sus rodillas y vio a Jocelyn mirándola. La madre de ____(tn) abrió la boca… y la volvió a cerrar cuando apareció Alec desplomándose sobre la vegetación junto a Isabelle y, a continuación, Magnus, mientras la brillante forma del Portal se cerraba tras él.
Incluso el viaje a través del Portal, no había desarreglado los picos en el cabello de Magnus. Se atusó uno con orgullo.
―Comprobado ―le dijo a Isabelle.
―¿Magia?
―Gel para el cabello. $3.99 en Ricky’s.
Isabelle le puso los ojos en blanco y se giró para comprobar su nuevo entorno.
Estaban encima de una colina y su parte más alta estaba cubierta de maleza seca y césped marchito. Más abajo, había árboles ennegrecidos por el otoño y, a la distancia, Isabelle vio un cielo sin nubes y la parte superior del Puente Verrazano-Narrows, que conecta Nueva York con Brooklyn. Cuando se giró, Isabelle vio el monasterio tras ella, alzándose por encima del follaje reseco. Era un gran edificio de ladrillo rojo, con la mayoría de las ventanas rotas o entabladas. Estaba marcado, aquí y allí, con grafiti. Los buitres, perturbados por la llegada de los viajeros, circundaban el campanario en ruinas.
Isabelle entrecerró los ojos, preguntándose si había un glamour que desprender. Si era así, era uno muy fuerte. Por más que lo intentaba, no podía ver otra cosa que la ruinosa construcción tras ella.
―No hay glamour ―dijo Jocelyn, sobresaltando a Isabelle―. Lo que ves es lo que obtienes.
Jocelyn caminó hacia allí, sus botas aplastando la vegetación seca frente a ella.
Después de un momento, Magnus se encogió de hombros y la siguió, e Isabelle y Alec fueron detrás. No había ningún camino; las ramas crecían enredadas, oscuras contra el aire claro, y el follaje bajo sus pies crujía por la sequedad. Mientras se acercaban al edificio, Isabelle vio que los parches de césped reseco estaban quemados con pentagramas y que había círculos rúnicos pintados con aerosol sobre la hierba.
―Mundanos ―dijo Magnus, apartando una rama del camino de Isabelle―. Jugando sus pequeños juegos con magia, sin realmente entenderla. A menudo son atraídos por lugares como éste, centros de poder, sin saber realmente el por qué. Beben, pasan el rato, y pintan las paredes con aerosol como si pudieras dejar una huella humana en la magia. No puedes. ―Ya habían alcanzado una puerta tapiada en el muro de ladrillo―. Aquí estamos.
Isabelle miró fijamente la puerta. Una vez más, no había sentido que la cubriera algún glamour, aunque si se concentraba fuerte, se hacía visible un débil resplandor, como la luz del sol rebotando sobre el agua. Jocelyn y Magnus intercambiaron una mirada y ella se volteó hacia Isabelle.
―¿Estás lista?
Isabelle asintió y, sin más preámbulos, Jocelyn dio un paso adelante y se desvaneció a través de las tablas de la puerta. Magnus miró expectante a Isabelle.
Alec se acercó más y ella sintió el roce de su mano sobre el hombro.
―No te preocupes ―dijo―. Vas a estar bien, Iz.
Ella levantó la barbilla
―Lo sé ―dijo, y siguió a Jocelyn a través de la puerta.
____(tn) contuvo el aliento, pero antes que pudiera responder, hubo pasos en la escalera, y Nicholas apareció al final del pasillo. Sebastian la dejó ir de inmediato y dio una vuelta a su alrededor. Con una sonrisa lobuna, le alborotó el cabello.
―Me alegro de verte, hermanita.
____(tn) se quedó sin habla. Sin embargo, Nicholas no; se movió hacia ellos en silencio. Llevaba una chaqueta de cuero negro, una camiseta blanca y jeans, y estaba descalzo.
―¿Estabas abrazando a ____(tn)? ―miraba a Sebastian, atónito.
Sebastian se encogió de hombros.
―Es mi hermana. Estoy complacido de verla.
―Tú no abrazas a las personas ―dijo Nicholas.
―Me quedé sin tiempo para cocinar un guiso.
―No fue nada ―intervino ____(tn), agitando una mano desdeñosa hacia su hermano―. Me tropecé. Él sólo impidió que me cayera.
Si Sebastian estaba sorprendido al oírla defenderlo, no lo demostró. Su rostro era inexpresivo mientras ella cruzaba el pasillo hacia Nicholas, quien la besó en la mejilla. Sus dedos se sentían fríos contra la piel.
―¿Qué estás haciendo aquí arriba? ―preguntó Nicholas.
―Buscándote. ―Se encogió de hombros―. Me desperté y no podía encontrarte. Pensé que tal vez estabas durmiendo.
―Veo que has descubierto el alijo de ropa. ―Sebastian indicó la camisa con un gesto―. Te gustan.
Nicholas la lanzó una mirada.
―Vamos a preparar algo de comer ―le dijo a ____(tn)―. Nada del otro mundo. Pan y queso. ¿Quieres almorzar?
Así fue como, varios minutos más tarde, ____(tn) se encontró instalada en la gran mesa de vidrio y acero. Por los comestibles esparcidos sobre la mesa, se imaginó que su segunda suposición había sido correcta. Estaban en Venecia. Había pan, quesos italianos, salami y posciutto, uvas y mermelada de higo, y botellas de vino italiano. Nicholas se sentó frente a ella, Sebastian en la cabecera de la mesa. Le recordó, bizarramente, la noche que conoció a Valentine, en Renwick’s en Nueva York, como se había puesto entre Nicholas y ____(tn) a la cabecera de la mesa, cómo les había ofrecido vino y les había dicho que eran hermano y hermana.
Ahora le echó un vistazo a su hermano de verdad. Pensé en cómo lo vería su madre cuando lo miraba a él. Valentine. Pero Sebastian no era una copia al carbón del padre de ambos. Ella había visto fotografías de Valentine cuando tenía su edad. El rostro de Sebastian suavizaba los rasgos duros de su padre con la belleza frágil de su madre; era alto, pero menos ancho de hombros, más ágil y felino. Tenía los pómulos y la suave boca de Jocelyn, los ojos oscuros y el cabello rubio blanquecino de Valentine.
Entonces, él levantó la vista, como si la hubiera sorprendido mirándolo.
―Más vino ―le ofreció la botella.
____(tn) asintió, aunque nunca le había gustado mucho el sabor del vino y, desde Renwick’s lo odiaba. Se aclaró la garganta mientras Sebastian le llenaba el vaso.
―Entonces… ―empezó―. Este lugar… ¿es suyo?
―Era de nuestro padre ―dijo Sebastian, bajando la botella―. De Valentine. Se mueve, dentro y fuera de los mundos, el nuestro y otro. Él solía utilizarlo como retiro, así como de medio de transporte. Me trajo aquí unas cuantas veces, me mostró cómo entrar y salir y cómo hacerlo viajar.
―No hay puerta de entrada.
―La hay, si sabes cómo encontrarla ―dijo Sebastian―. Papá fue muy listo con este lugar.
____(tn) miró a Nicholas, quien sacudió la cabeza.
―Él nunca me lo mostró. Nunca imaginé que existía siquiera.
―Es muy… piso de soltero ―comentó ____(tn)―. Nunca habría pensado en Valentine…
―¿Como dueño de televisores de pantalla plana? ―Nicholas le sonrió―. No recibes canales, pero puedes ver DVD. Además, en la mansión teníamos una vieja nevera que funcionaba con luz mágica. Aquí tiene un frigorífico Sub-Zero.
―Eso era para Jocelyn ―dijo Sebastian.
____(tn) levantó la mirada.
―¿Qué?
―Todas las cosas modernas. Los aparatos. Y la ropa. Como esa camisa que llevas. Eran para nuestra madre. En caso de que ella quisiera regresar. ―Los ojos oscuros de Sebastian encontraron los suyos. Ella se sentía un poco enferma. Este es mi hermano y estamos hablando de nuestros padres. Se sintió mareada, estaban sucediendo demasiadas cosas, demasiado rápido como para procesarlo. Nunca había tenido tiempo para pensar en Sebastian como su viviente y respirante hermano. En el momento en que descubriera quién era él en realidad, estaba muerto.
―Lo siento si es extraño ―dijo Nicholas en forma de disculpa, indicando su camisa―. Podemos comprar otras ropas.
____(tn) tocó ligeramente la manga. La tela era sedosa, fina, cara. Bueno, eso explicaba… todo acerca de su talla, todo acerca de los colores que le convenían.
Porque ella se parecía a su madre.
Inspiró profundo.
―Está bien ―dijo―. Es sólo… ¿qué hacen los dos exactamente? Sólo viajar dentro de este departamento y…
―¿Ver el mundo? ―completó Nicholas con ligereza―. Hay cosas peores…
―Pero no pueden hacer eso para siempre.
Sebastian no había comido mucho, pero bebió dos copas de vino. Estaba por la tercera, y sus ojos estaban brillantes.
―¿Por qué no?
―Bueno, porque… porque la Clave los está buscando a los dos, y no pueden pasarse la eternidad corriendo y ocultándose… ―La voz de ____(tn) se fue apagando mientras miraba de uno al otro. Estaban intercambiando una mirada, la mirada de dos personas que saben algo, juntos, que nadie más sabe. No era una mirada que Nicholas hubiera compartido con otra persona, delante de ella, en un largo tiempo.
Sebastian habló en voz baja y lenta.
―¿Estás haciendo una pregunta o una observación?
―Ella tiene derecho a conocer nuestros planes ―dijo Nicholas―. Vino aquí sabiendo que no podía regresar.
―Un salto de fe ―comentó Sebastian, haciendo correr un dedo por el borde de su vaso. Era algo que ____(tn) había visto hacer a Valentine―. En ti. Ella te ama. Ésa es la razón por la que está aquí. ¿O no?
―¿Y qué si lo es? ―preguntó ____(tn). Supuso que podía fingir que había otra razón, pero los ojos de Sebastian eran oscuros y afilados, y dudaba que él le fuera a creer―. Yo confío en Nicholas.
―Pero no en mí.
____(tn) escogió sus siguientes palabras con extremo cuidado.
―Si Nicholas confía en ti, entonces quiero confiar en ti ―dijo―. Y eres mi hermano. Eso cuenta como algo. ―La mentira sabía amarga en su boca―. Pero no te conozco en realidad.
―Entonces, tal vez debería pasar un poco de tiempo, para que llegues a conocerme ―dijo Sebastian―. Y entonces, te diremos nuestros planes.
Te diremos. Nuestros planes. En su mente, estaban él y Nicholas; no había un Nicholas y ____(tn).
―No me gusta dejarla en la oscuridad ―dijo Nicholas.
―Bueno, démosle una semana. Qué diferencia hace una semana.
Nicholas le echó un vistazo.
―Hace dos semanas, tú estabas muerto.
―Bueno, yo no estaba sugiriendo dos semanas ―dijo Sebastian―. Eso sería una locura.
La boca de Nicholas se curvó en la esquina. Miró a ____(tn).
―Estoy dispuesta a esperar que confíes en mí ―dijo, sabiendo que era lo correcto y listo decir. Odiando decirlo―. Por mucho tiempo que eso tome.
―Una semana ―dijo Nicholas.
―Una semana ―coincidió Sebastian―. Y eso significa que debe quedarse aquí, en el departamento, sin comunicarse con nadie. Nada de desbloquear la puerta para ella, nada de entrar y salir.
Nicholas se reclinó hacia atrás.
―¿Qué pasa si yo estoy con ella?
Sebastian le dirigió una larga mirada por debajo de sus pestañas. Su mirada era calculadora. Estaba decidiendo qué tanto le permitiría hacer a Nicholas, se percató ____(tn). Estaba decidiendo cuánta correa soltarle a su "hermano".
―Bien ―dijo, al fin, con una voz rica en condescendencia―. Si tú estás con ella.
____(tn) bajó la mirada hacia su copa de vino. Oyó que Nicholas respondía en un murmullo, pero no podía mirarlo. La idea de un Nicholas a quien le permitieran hacer cosas, a Nicholas, quien siempre hizo lo que se le dio la gana, le revolvió el estómago. Quería levantarse y romper la botella de vino sobre la cabeza de Sebastian, pero sabía que era imposible. Corta a uno, y el otro sangra.
―¿Cómo está el vino? ―Era la voz de Sebastian con una corriente subterránea de plena diversión en su tono.
Ella apuró la copa, atragantándose con el sabor amargo.
―Delicioso.
Isabelle surgió en un paisaje extraterrestre. Una llanura verde oscuro se extendía ante ella bajo un cielo bajo gris-negruzco. Se puso la capucha del equipo y se asomó, fascinada. Nunca había visto una extensión de cielo o una llanura tan grande; era brillante, con el tono de una joya, como la sombra del musgo. Cuando Isabelle dio un paso adelante, se dio cuenta de que era musgo; que crecía alrededor de las rocas negras esparcidas sobre la tierra del color del carbón.
―Es una planicie volcánica ―le explicó Jocelyn. Estaba de pie junto a Isabelle, y el viento extraía mechones rojo-dorado de su cabello de su moño bien sujeto. Se parecía tanto a ____(tn) que era espeluznante―. Éstos fueron lechos de lava una vez. Toda el área probablemente es volcánica en cierto grado. Para trabajar con adamas, las Hermanas necesitan un increíble calor en sus fraguas.
―Entonces, uno pensaría que estaría un poco más cálido ―murmuró Isabelle. Jocelyn le lanzó una mirada seca, y comenzó a caminar en, lo que le pareció a Isabelle, una dirección elegida al azar. Se apresuró a seguirla.
―A veces, te pareces tanto a tu madre que me asombras un poco, Isabelle.
―Lo tomaré como un cumplido. ―Isabelle estrechó los ojos. Nadie insultaba a su familia.
―No lo dije como un insulto.
Isabelle mantuvo sus ojos sobre el horizonte, donde el oscuro cielo se reunía con el suelo enjoyado de verde.
―¿Qué tan bien conoces a mis padres?
Jocelyn le dio una rápida mirada de reojo.
―Bastante bien, cuando estábamos todos juntos en Idris. No los había visto por años, hasta hace poco.
―¿Los conocías cuando se casaron?
El camino que tomó Jocelyn había comenzado a inclinarse hacia arriba, por lo que su respuesta fue un poco sin aliento.
―Sí.
―¿Estaban… enamorados?
Jocelyn se detuvo en seco y se giró para mirar a Isabelle.
―¿Isabelle, de qué se trata esto?
―¿De amor? ―sugirió Isabelle, después de una pausa momentánea.
―No sé por qué pensarías que soy una experta en eso.
―Bueno, te la has arreglado para mantener a Luke rondándote toda su vida, básicamente, antes de aceptar casarte con él. Eso es impresionante. Desearía tener ese tipo de poder sobre un tipo.
―Así es ―afirmó Jocelyn―. Lo tienes, quiere decir. Y no es algo que desear. ―Se pasó las manos por el cabello e Isabelle sintió un pequeño sobresalto. Por mucho que Jocelyn se pareciera a su hija, sus largas y finas manos, flexibles y delicadas, eran las de Sebastian. Isabelle recordó haber rebanado una de esas manos, en un valle de Idris, cortando a través de piel y hueso―. Tus padres no son perfectos, Isabelle, porque nadie es perfecto. Son personas complicadas. Y acaban de perder un hijo. Así que, si esto es porque tu padre permanece en Idris…
―Mi padre engañó a mi madre ―barbotó Isabelle y casi se cubrió la boca con la mano. Había conservado ese secreto, lo mantuvo por años, y decírselo en voz alta a Jocelyn le pareció una traición, a pesar de todo.
El rostro de Jocelyn cambió. Ahora estaba lleno de simpatía.
―Lo sé.
Isabelle tomó una bocanada de aire.
―¿Todo el mundo lo sabe?
Jocelyn negó con la cabeza.
―No. Unas pocas personas. Yo estaba… en una posición privilegiada para saberlo. No puedo decir más que eso.
―¿Quién era? ―exigió Isabelle―. ¿Con quién la engañó?
―No es nadie que tú conozcas, Isabelle…
―¡Tú no sabes a quién conozco! ―Isabelle alzó la voz―. Y deja de decir mi nombre de ese modo, como si fuera una niñita.
―No es mi privilegio el decírtelo ―dijo Jocelyn rotundamente, y comenzó a caminar de nuevo.
Isabelle revoloteó tras ella, aun cuando el camino tomaba una curva aún más pronunciada hacia arriba, una pared de color verde alzándose para encontrarse con el cielo tormentoso.
―Tengo todo el derecho a saberlo. Son mis padres. Y si no me lo dices, yo…
Se detuvo, respirando con fuerza. Había alcanzado la cima de la elevación y, de algún modo, frente a ella, surgió una fortaleza del suelo, como una flor de rápido crecimiento. Estaba tallada en adamas blanco-plateado, reflejando el cielo estriado de nubes. Unas torres rematadas con electro se alzaban hacia el cielo y la fortaleza estaba rodeada por un muro alto, también de adamas, en el cual había una sola puerta, formada por dos grandes hojas establecidas en ángulo sobre el suelo, de modo que parecían un monstruoso par de tijeras.
―La Ciudadela de Adamantio ―presentó Jocelyn.
―Gracias ―replicó Isabelle―. Me di cuenta de ello.
Jocelyn hizo ese sonido con el que Isabelle estaba familiarizada en sus propios padres. Estaba bastante segura que era la palabra parental para "Adolescentes".
Entonces, Jocelyn comenzó a bajar la colina, hacia la fortaleza.
Isabelle, cansada de revolotearle al acecho, la sobrepasó. Era más alta que la madre de ____(tn), tenía las piernas más largas y no veía la razón para esperar a Jocelyn si la otra mujer iba a insistir en tratarla como a una niña. Avanzó a zancadas por la colina, aplastando el musgo bajo sus botas y se agachó para pasar a través de las puertas tijera…
Y se congeló. Estaba de pie sobre un pequeño afloramiento de roca. Frente a ella, la tierra se derramaba en un vasto abismo, al fondo del cual bullía un río de lava rojo- dorada que circundaba la fortaleza. Cruzando el abismo, demasiado lejos para saltar (incluso para un Cazador de Sombras), estaba la única entrada visible a la fortaleza, un puente levadizo cerrado.
―Algunas cosas… ―dijo Jocelyn a su lado―. No son tan simples como parecen por primera vez.
Isabelle dio un brinco, luego la miró.
―Por lo tanto, no es el lugar para sorprender a alguien.
Jocelyn simplemente cruzó sus brazos sobre su pecho y enarcó las cejas. Seguramente, Hodge te enseñó el método adecuado para acercarse a la Ciudadela de Adamantio ―comentó―. Después de todo, está abierta a todas las Cazadoras de Sombras mujeres en buena relación con la Clave.
―Por supuesto que sí ―afirmó Isabelle con rapidez, luchando mentalmente por recordar. Sólo aquellas con sangre Nefilim… Alargó la mano y se quitó uno de los palillos de metal del cabello. Cuando retorció su base, hizo un pop y un clic, y se desplegó, transformándose en una daga que tenía una Runa de Valor en la hoja.
Isabelle extendió las manos sobre el abismo.
―Ignis aurum probat ―pronunció y usó la daga para cortarse la palma izquierda; sintió un rápido dolor punzante y la sangre corrió desde el corte, una corriente rubí que salpicó el abismo bajo sus pies. Hubo un destello de luz azul y un ruido crujiente.
El puente levadizo estaba bajando con lentitud. Isabelle sonrió y limpió la hoja de su cuchillo en el equipo. Después, con otra vuelta, lo convirtió en un delgado palillo de metal otra vez. Se lo volvió a deslizar en el cabello.
―¿Sabes lo que eso significa? ―preguntó Jocelyn, con los ojos sobre el puente levadizo.
―¿Qué?
―Lo que acabas de decir. El lema de las Hermanas de Hierro.
El puente levadizo estaba casi plano.
―Significa "El fuego prueba al oro".
―Correcto ―dijo Jocelyn―. No se refieren sólo a las forjas y al trabajo en metal. Se refiere a que la adversidad prueba la fortaleza del carácter de uno. En tiempos difíciles, en tiempos oscuros, algunas personas brillan.
―¿Ah, sí? ―inquirió Izzy―. Bueno, estoy harta de tiempos oscuros y difíciles. Tal vez, no quiero brillar.
El puente levadizo se estrelló frente a sus pies.
―Si eres en algo como tu madre ―dijo Jocelyn―. No serás capaz de evitarlo.
Isabelle fue la siguiente. Estaba acostumbrada a la sensación de revoltijo en el estómago que provocaba ser transportada por un Portal. Era como un rugido insonoro en sus oídos y nada de aire en los pulmones. Cerró los ojos, luego los abrió de nuevo cuando el remolino la soltó y cayó sobre la maleza seca. Se puso de pie, cepillándose la hierba muerta de sus rodillas y vio a Jocelyn mirándola. La madre de ____(tn) abrió la boca… y la volvió a cerrar cuando apareció Alec desplomándose sobre la vegetación junto a Isabelle y, a continuación, Magnus, mientras la brillante forma del Portal se cerraba tras él.
Incluso el viaje a través del Portal, no había desarreglado los picos en el cabello de Magnus. Se atusó uno con orgullo.
―Comprobado ―le dijo a Isabelle.
―¿Magia?
―Gel para el cabello. $3.99 en Ricky’s.
Isabelle le puso los ojos en blanco y se giró para comprobar su nuevo entorno.
Estaban encima de una colina y su parte más alta estaba cubierta de maleza seca y césped marchito. Más abajo, había árboles ennegrecidos por el otoño y, a la distancia, Isabelle vio un cielo sin nubes y la parte superior del Puente Verrazano-Narrows, que conecta Nueva York con Brooklyn. Cuando se giró, Isabelle vio el monasterio tras ella, alzándose por encima del follaje reseco. Era un gran edificio de ladrillo rojo, con la mayoría de las ventanas rotas o entabladas. Estaba marcado, aquí y allí, con grafiti. Los buitres, perturbados por la llegada de los viajeros, circundaban el campanario en ruinas.
Isabelle entrecerró los ojos, preguntándose si había un glamour que desprender. Si era así, era uno muy fuerte. Por más que lo intentaba, no podía ver otra cosa que la ruinosa construcción tras ella.
―No hay glamour ―dijo Jocelyn, sobresaltando a Isabelle―. Lo que ves es lo que obtienes.
Jocelyn caminó hacia allí, sus botas aplastando la vegetación seca frente a ella.
Después de un momento, Magnus se encogió de hombros y la siguió, e Isabelle y Alec fueron detrás. No había ningún camino; las ramas crecían enredadas, oscuras contra el aire claro, y el follaje bajo sus pies crujía por la sequedad. Mientras se acercaban al edificio, Isabelle vio que los parches de césped reseco estaban quemados con pentagramas y que había círculos rúnicos pintados con aerosol sobre la hierba.
―Mundanos ―dijo Magnus, apartando una rama del camino de Isabelle―. Jugando sus pequeños juegos con magia, sin realmente entenderla. A menudo son atraídos por lugares como éste, centros de poder, sin saber realmente el por qué. Beben, pasan el rato, y pintan las paredes con aerosol como si pudieras dejar una huella humana en la magia. No puedes. ―Ya habían alcanzado una puerta tapiada en el muro de ladrillo―. Aquí estamos.
Isabelle miró fijamente la puerta. Una vez más, no había sentido que la cubriera algún glamour, aunque si se concentraba fuerte, se hacía visible un débil resplandor, como la luz del sol rebotando sobre el agua. Jocelyn y Magnus intercambiaron una mirada y ella se volteó hacia Isabelle.
―¿Estás lista?
Isabelle asintió y, sin más preámbulos, Jocelyn dio un paso adelante y se desvaneció a través de las tablas de la puerta. Magnus miró expectante a Isabelle.
Alec se acercó más y ella sintió el roce de su mano sobre el hombro.
―No te preocupes ―dijo―. Vas a estar bien, Iz.
Ella levantó la barbilla
―Lo sé ―dijo, y siguió a Jocelyn a través de la puerta.
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____(tn) contuvo el aliento, pero antes que pudiera responder, hubo pasos en la escalera, y Nicholas apareció al final del pasillo. Sebastian la dejó ir de inmediato y dio una vuelta a su alrededor. Con una sonrisa lobuna, le alborotó el cabello.
―Me alegro de verte, hermanita.
____(tn) se quedó sin habla. Sin embargo, Nicholas no; se movió hacia ellos en silencio. Llevaba una chaqueta de cuero negro, una camiseta blanca y jeans, y estaba descalzo.
―¿Estabas abrazando a ____(tn)? ―miraba a Sebastian, atónito.
Sebastian se encogió de hombros.
―Es mi hermana. Estoy complacido de verla.
―Tú no abrazas a las personas ―dijo Nicholas.
―Me quedé sin tiempo para cocinar un guiso.
―No fue nada ―intervino ____(tn), agitando una mano desdeñosa hacia su hermano―. Me tropecé. Él sólo impidió que me cayera.
Si Sebastian estaba sorprendido al oírla defenderlo, no lo demostró. Su rostro era inexpresivo mientras ella cruzaba el pasillo hacia Nicholas, quien la besó en la mejilla. Sus dedos se sentían fríos contra la piel.
―¿Qué estás haciendo aquí arriba? ―preguntó Nicholas.
―Buscándote. ―Se encogió de hombros―. Me desperté y no podía encontrarte. Pensé que tal vez estabas durmiendo.
―Veo que has descubierto el alijo de ropa. ―Sebastian indicó la camisa con un gesto―. Te gustan.
Nicholas la lanzó una mirada.
―Vamos a preparar algo de comer ―le dijo a ____(tn)―. Nada del otro mundo. Pan y queso. ¿Quieres almorzar?
Así fue como, varios minutos más tarde, ____(tn) se encontró instalada en la gran mesa de vidrio y acero. Por los comestibles esparcidos sobre la mesa, se imaginó que su segunda suposición había sido correcta. Estaban en Venecia. Había pan, quesos italianos, salami y posciutto, uvas y mermelada de higo, y botellas de vino italiano. Nicholas se sentó frente a ella, Sebastian en la cabecera de la mesa. Le recordó, bizarramente, la noche que conoció a Valentine, en Renwick’s en Nueva York, como se había puesto entre Nicholas y ____(tn) a la cabecera de la mesa, cómo les había ofrecido vino y les había dicho que eran hermano y hermana.
Ahora le echó un vistazo a su hermano de verdad. Pensé en cómo lo vería su madre cuando lo miraba a él. Valentine. Pero Sebastian no era una copia al carbón del padre de ambos. Ella había visto fotografías de Valentine cuando tenía su edad. El rostro de Sebastian suavizaba los rasgos duros de su padre con la belleza frágil de su madre; era alto, pero menos ancho de hombros, más ágil y felino. Tenía los pómulos y la suave boca de Jocelyn, los ojos oscuros y el cabello rubio blanquecino de Valentine.
Entonces, él levantó la vista, como si la hubiera sorprendido mirándolo.
―Más vino ―le ofreció la botella.
____(tn) asintió, aunque nunca le había gustado mucho el sabor del vino y, desde Renwick’s lo odiaba. Se aclaró la garganta mientras Sebastian le llenaba el vaso.
―Entonces… ―empezó―. Este lugar… ¿es suyo?
―Era de nuestro padre ―dijo Sebastian, bajando la botella―. De Valentine. Se mueve, dentro y fuera de los mundos, el nuestro y otro. Él solía utilizarlo como retiro, así como de medio de transporte. Me trajo aquí unas cuantas veces, me mostró cómo entrar y salir y cómo hacerlo viajar.
―No hay puerta de entrada.
―La hay, si sabes cómo encontrarla ―dijo Sebastian―. Papá fue muy listo con este lugar.
____(tn) miró a Nicholas, quien sacudió la cabeza.
―Él nunca me lo mostró. Nunca imaginé que existía siquiera.
―Es muy… piso de soltero ―comentó ____(tn)―. Nunca habría pensado en Valentine…
―¿Como dueño de televisores de pantalla plana? ―Nicholas le sonrió―. No recibes canales, pero puedes ver DVD. Además, en la mansión teníamos una vieja nevera que funcionaba con luz mágica. Aquí tiene un frigorífico Sub-Zero.
―Eso era para Jocelyn ―dijo Sebastian.
____(tn) levantó la mirada.
―¿Qué?
―Todas las cosas modernas. Los aparatos. Y la ropa. Como esa camisa que llevas. Eran para nuestra madre. En caso de que ella quisiera regresar. ―Los ojos oscuros de Sebastian encontraron los suyos. Ella se sentía un poco enferma. Este es mi hermano y estamos hablando de nuestros padres. Se sintió mareada, estaban sucediendo demasiadas cosas, demasiado rápido como para procesarlo. Nunca había tenido tiempo para pensar en Sebastian como su viviente y respirante hermano. En el momento en que descubriera quién era él en realidad, estaba muerto.
―Lo siento si es extraño ―dijo Nicholas en forma de disculpa, indicando su camisa―. Podemos comprar otras ropas.
____(tn) tocó ligeramente la manga. La tela era sedosa, fina, cara. Bueno, eso explicaba… todo acerca de su talla, todo acerca de los colores que le convenían.
Porque ella se parecía a su madre.
Inspiró profundo.
―Está bien ―dijo―. Es sólo… ¿qué hacen los dos exactamente? Sólo viajar dentro de este departamento y…
―¿Ver el mundo? ―completó Nicholas con ligereza―. Hay cosas peores…
―Pero no pueden hacer eso para siempre.
Sebastian no había comido mucho, pero bebió dos copas de vino. Estaba por la tercera, y sus ojos estaban brillantes.
―¿Por qué no?
―Bueno, porque… porque la Clave los está buscando a los dos, y no pueden pasarse la eternidad corriendo y ocultándose… ―La voz de ____(tn) se fue apagando mientras miraba de uno al otro. Estaban intercambiando una mirada, la mirada de dos personas que saben algo, juntos, que nadie más sabe. No era una mirada que Nicholas hubiera compartido con otra persona, delante de ella, en un largo tiempo.
Sebastian habló en voz baja y lenta.
―¿Estás haciendo una pregunta o una observación?
―Ella tiene derecho a conocer nuestros planes ―dijo Nicholas―. Vino aquí sabiendo que no podía regresar.
―Un salto de fe ―comentó Sebastian, haciendo correr un dedo por el borde de su vaso. Era algo que ____(tn) había visto hacer a Valentine―. En ti. Ella te ama. Ésa es la razón por la que está aquí. ¿O no?
―¿Y qué si lo es? ―preguntó ____(tn). Supuso que podía fingir que había otra razón, pero los ojos de Sebastian eran oscuros y afilados, y dudaba que él le fuera a creer―. Yo confío en Nicholas.
―Pero no en mí.
____(tn) escogió sus siguientes palabras con extremo cuidado.
―Si Nicholas confía en ti, entonces quiero confiar en ti ―dijo―. Y eres mi hermano. Eso cuenta como algo. ―La mentira sabía amarga en su boca―. Pero no te conozco en realidad.
―Entonces, tal vez debería pasar un poco de tiempo, para que llegues a conocerme ―dijo Sebastian―. Y entonces, te diremos nuestros planes.
Te diremos. Nuestros planes. En su mente, estaban él y Nicholas; no había un Nicholas y ____(tn).
―No me gusta dejarla en la oscuridad ―dijo Nicholas.
―Bueno, démosle una semana. Qué diferencia hace una semana.
Nicholas le echó un vistazo.
―Hace dos semanas, tú estabas muerto.
―Bueno, yo no estaba sugiriendo dos semanas ―dijo Sebastian―. Eso sería una locura.
La boca de Nicholas se curvó en la esquina. Miró a ____(tn).
―Estoy dispuesta a esperar que confíes en mí ―dijo, sabiendo que era lo correcto y listo decir. Odiando decirlo―. Por mucho tiempo que eso tome.
―Una semana ―dijo Nicholas.
―Una semana ―coincidió Sebastian―. Y eso significa que debe quedarse aquí, en el departamento, sin comunicarse con nadie. Nada de desbloquear la puerta para ella, nada de entrar y salir.
Nicholas se reclinó hacia atrás.
―¿Qué pasa si yo estoy con ella?
Sebastian le dirigió una larga mirada por debajo de sus pestañas. Su mirada era calculadora. Estaba decidiendo qué tanto le permitiría hacer a Nicholas, se percató ____(tn). Estaba decidiendo cuánta correa soltarle a su "hermano".
―Bien ―dijo, al fin, con una voz rica en condescendencia―. Si tú estás con ella.
____(tn) bajó la mirada hacia su copa de vino. Oyó que Nicholas respondía en un murmullo, pero no podía mirarlo. La idea de un Nicholas a quien le permitieran hacer cosas, a Nicholas, quien siempre hizo lo que se le dio la gana, le revolvió el estómago. Quería levantarse y romper la botella de vino sobre la cabeza de Sebastian, pero sabía que era imposible. Corta a uno, y el otro sangra.
―¿Cómo está el vino? ―Era la voz de Sebastian con una corriente subterránea de plena diversión en su tono.
Ella apuró la copa, atragantándose con el sabor amargo.
―Delicioso.
***********************************
Isabelle surgió en un paisaje extraterrestre. Una llanura verde oscuro se extendía ante ella bajo un cielo bajo gris-negruzco. Se puso la capucha del equipo y se asomó, fascinada. Nunca había visto una extensión de cielo o una llanura tan grande; era brillante, con el tono de una joya, como la sombra del musgo. Cuando Isabelle dio un paso adelante, se dio cuenta de que era musgo; que crecía alrededor de las rocas negras esparcidas sobre la tierra del color del carbón.
―Es una planicie volcánica ―le explicó Jocelyn. Estaba de pie junto a Isabelle, y el viento extraía mechones rojo-dorado de su cabello de su moño bien sujeto. Se parecía tanto a ____(tn) que era espeluznante―. Éstos fueron lechos de lava una vez. Toda el área probablemente es volcánica en cierto grado. Para trabajar con adamas, las Hermanas necesitan un increíble calor en sus fraguas.
―Entonces, uno pensaría que estaría un poco más cálido ―murmuró Isabelle. Jocelyn le lanzó una mirada seca, y comenzó a caminar en, lo que le pareció a Isabelle, una dirección elegida al azar. Se apresuró a seguirla.
―A veces, te pareces tanto a tu madre que me asombras un poco, Isabelle.
―Lo tomaré como un cumplido. ―Isabelle estrechó los ojos. Nadie insultaba a su familia.
―No lo dije como un insulto.
Isabelle mantuvo sus ojos sobre el horizonte, donde el oscuro cielo se reunía con el suelo enjoyado de verde.
―¿Qué tan bien conoces a mis padres?
Jocelyn le dio una rápida mirada de reojo.
―Bastante bien, cuando estábamos todos juntos en Idris. No los había visto por años, hasta hace poco.
―¿Los conocías cuando se casaron?
El camino que tomó Jocelyn había comenzado a inclinarse hacia arriba, por lo que su respuesta fue un poco sin aliento.
―Sí.
―¿Estaban… enamorados?
Jocelyn se detuvo en seco y se giró para mirar a Isabelle.
―¿Isabelle, de qué se trata esto?
―¿De amor? ―sugirió Isabelle, después de una pausa momentánea.
―No sé por qué pensarías que soy una experta en eso.
―Bueno, te la has arreglado para mantener a Luke rondándote toda su vida, básicamente, antes de aceptar casarte con él. Eso es impresionante. Desearía tener ese tipo de poder sobre un tipo.
―Así es ―afirmó Jocelyn―. Lo tienes, quiere decir. Y no es algo que desear. ―Se pasó las manos por el cabello e Isabelle sintió un pequeño sobresalto. Por mucho que Jocelyn se pareciera a su hija, sus largas y finas manos, flexibles y delicadas, eran las de Sebastian. Isabelle recordó haber rebanado una de esas manos, en un valle de Idris, cortando a través de piel y hueso―. Tus padres no son perfectos, Isabelle, porque nadie es perfecto. Son personas complicadas. Y acaban de perder un hijo. Así que, si esto es porque tu padre permanece en Idris…
―Mi padre engañó a mi madre ―barbotó Isabelle y casi se cubrió la boca con la mano. Había conservado ese secreto, lo mantuvo por años, y decírselo en voz alta a Jocelyn le pareció una traición, a pesar de todo.
El rostro de Jocelyn cambió. Ahora estaba lleno de simpatía.
―Lo sé.
Isabelle tomó una bocanada de aire.
―¿Todo el mundo lo sabe?
Jocelyn negó con la cabeza.
―No. Unas pocas personas. Yo estaba… en una posición privilegiada para saberlo. No puedo decir más que eso.
―¿Quién era? ―exigió Isabelle―. ¿Con quién la engañó?
―No es nadie que tú conozcas, Isabelle…
―¡Tú no sabes a quién conozco! ―Isabelle alzó la voz―. Y deja de decir mi nombre de ese modo, como si fuera una niñita.
―No es mi privilegio el decírtelo ―dijo Jocelyn rotundamente, y comenzó a caminar de nuevo.
Isabelle revoloteó tras ella, aun cuando el camino tomaba una curva aún más pronunciada hacia arriba, una pared de color verde alzándose para encontrarse con el cielo tormentoso.
―Tengo todo el derecho a saberlo. Son mis padres. Y si no me lo dices, yo…
Se detuvo, respirando con fuerza. Había alcanzado la cima de la elevación y, de algún modo, frente a ella, surgió una fortaleza del suelo, como una flor de rápido crecimiento. Estaba tallada en adamas blanco-plateado, reflejando el cielo estriado de nubes. Unas torres rematadas con electro se alzaban hacia el cielo y la fortaleza estaba rodeada por un muro alto, también de adamas, en el cual había una sola puerta, formada por dos grandes hojas establecidas en ángulo sobre el suelo, de modo que parecían un monstruoso par de tijeras.
―La Ciudadela de Adamantio ―presentó Jocelyn.
―Gracias ―replicó Isabelle―. Me di cuenta de ello.
Jocelyn hizo ese sonido con el que Isabelle estaba familiarizada en sus propios padres. Estaba bastante segura que era la palabra parental para "Adolescentes".
Entonces, Jocelyn comenzó a bajar la colina, hacia la fortaleza.
Isabelle, cansada de revolotearle al acecho, la sobrepasó. Era más alta que la madre de ____(tn), tenía las piernas más largas y no veía la razón para esperar a Jocelyn si la otra mujer iba a insistir en tratarla como a una niña. Avanzó a zancadas por la colina, aplastando el musgo bajo sus botas y se agachó para pasar a través de las puertas tijera…
Y se congeló. Estaba de pie sobre un pequeño afloramiento de roca. Frente a ella, la tierra se derramaba en un vasto abismo, al fondo del cual bullía un río de lava rojo- dorada que circundaba la fortaleza. Cruzando el abismo, demasiado lejos para saltar (incluso para un Cazador de Sombras), estaba la única entrada visible a la fortaleza, un puente levadizo cerrado.
―Algunas cosas… ―dijo Jocelyn a su lado―. No son tan simples como parecen por primera vez.
Isabelle dio un brinco, luego la miró.
―Por lo tanto, no es el lugar para sorprender a alguien.
Jocelyn simplemente cruzó sus brazos sobre su pecho y enarcó las cejas. Seguramente, Hodge te enseñó el método adecuado para acercarse a la Ciudadela de Adamantio ―comentó―. Después de todo, está abierta a todas las Cazadoras de Sombras mujeres en buena relación con la Clave.
―Por supuesto que sí ―afirmó Isabelle con rapidez, luchando mentalmente por recordar. Sólo aquellas con sangre Nefilim… Alargó la mano y se quitó uno de los palillos de metal del cabello. Cuando retorció su base, hizo un pop y un clic, y se desplegó, transformándose en una daga que tenía una Runa de Valor en la hoja.
Isabelle extendió las manos sobre el abismo.
―Ignis aurum probat ―pronunció y usó la daga para cortarse la palma izquierda; sintió un rápido dolor punzante y la sangre corrió desde el corte, una corriente rubí que salpicó el abismo bajo sus pies. Hubo un destello de luz azul y un ruido crujiente.
El puente levadizo estaba bajando con lentitud. Isabelle sonrió y limpió la hoja de su cuchillo en el equipo. Después, con otra vuelta, lo convirtió en un delgado palillo de metal otra vez. Se lo volvió a deslizar en el cabello.
―¿Sabes lo que eso significa? ―preguntó Jocelyn, con los ojos sobre el puente levadizo.
―¿Qué?
―Lo que acabas de decir. El lema de las Hermanas de Hierro.
El puente levadizo estaba casi plano.
―Significa "El fuego prueba al oro".
―Correcto ―dijo Jocelyn―. No se refieren sólo a las forjas y al trabajo en metal. Se refiere a que la adversidad prueba la fortaleza del carácter de uno. En tiempos difíciles, en tiempos oscuros, algunas personas brillan.
―¿Ah, sí? ―inquirió Izzy―. Bueno, estoy harta de tiempos oscuros y difíciles. Tal vez, no quiero brillar.
El puente levadizo se estrelló frente a sus pies.
―Si eres en algo como tu madre ―dijo Jocelyn―. No serás capaz de evitarlo.
Hello! :)
Bueno puede dejarles capi! *.*
Espero que les guste! ;)
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Es raro leer a Sebastian, la rayiz & el Nicho como una familia!
Las leo mañana! *.*
Que tengan un lindo inicio de Semana! :)
\^.^/
Lu wH!;*
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
si es muy raro leer a Nicho, la rayiz y Sebastian!
Quien era la amante del papa de Iz???
Que malo que tenga que llevar todo ese dolor!!!
Awww siguela!!!
Quien era la amante del papa de Iz???
Que malo que tenga que llevar todo ese dolor!!!
Awww siguela!!!
aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
RAROOO???? ES RARUSUSUSUMIIII!!!!
VERLOS COMO UNA FAMILIAAAA
PEROQUE TRAMARAAANNN????
VERLOS COMO UNA FAMILIAAAA
PEROQUE TRAMARAAANNN????
chelis
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
Hola
Me siento como en otro mundo cuando lei a la rayis, al Nicho y al maldito de Sebastian
Se me revuelve el estomago :suspect:
Pero todo sea por salvar al Nicho, si yo fuera la rayis haria lo mismo
La mami de la rayis ayudando a Izzy, y ni siquiera sabe en lo que esta metida la rayis
Bueno siguela pronto
Kiss xx.
Me siento como en otro mundo cuando lei a la rayis, al Nicho y al maldito de Sebastian
Se me revuelve el estomago :suspect:
Pero todo sea por salvar al Nicho, si yo fuera la rayis haria lo mismo
La mami de la rayis ayudando a Izzy, y ni siquiera sabe en lo que esta metida la rayis
Bueno siguela pronto
Kiss xx.
Val x.
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
Umm ami tampoco me gusta mucho el sabor del vino! si fuera la rayis empezaria a comunicarme con Simon. Lo unico que falta que por alguna razon magica, los anillos dejen de servir!
Ah, y si me gustaria que adaptes otros libros!
SEGUILA! un beso...
Ah, y si me gustaria que adaptes otros libros!
SEGUILA! un beso...
I.am.rayita (Anto!!!)
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
Heeey tenes Twitter??
I.am.rayita (Anto!!!)
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Almas Perdidas - NicholasJ&TU (Adaptación)- TERMINADA!
:ilusion: OTROOO
chelis
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