Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 1 de 5. • Comparte
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
"A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
WEEE HOLA OTRA VEZ!!!
Nombre: A corazon abierto
Autor: Faby Evans Jonas
Adaptación: Si
Género: Drama y Romance, Hot
Advertencias: No
Otras Páginas: No
A Corazón Abierto
Él era arrogante y salvaje. Ella era su tormento y su tentación.
Con su actitud y su mirada arrebatadora, estaba claro que el ranchero Nick Jonas era un tipo peligroso, justo la clase de hombre de la que _____ ______ había jurado alejarse. Había acudido a su rancho en busca de tranquilidad, así que caer rendida en sus brazos no figuraba en su agenda.
Jamás nadie había desatado el deseo de Nick como lo hacía ______. Por mucho que ella se obstinara en negar la atracción que había entre ellos, Nick conseguiría hacerla suya, en cuerpo y alma...
Nombre: A corazon abierto
Autor: Faby Evans Jonas
Adaptación: Si
Género: Drama y Romance, Hot
Advertencias: No
Otras Páginas: No
A Corazón Abierto
Él era arrogante y salvaje. Ella era su tormento y su tentación.
Con su actitud y su mirada arrebatadora, estaba claro que el ranchero Nick Jonas era un tipo peligroso, justo la clase de hombre de la que _____ ______ había jurado alejarse. Había acudido a su rancho en busca de tranquilidad, así que caer rendida en sus brazos no figuraba en su agenda.
Jamás nadie había desatado el deseo de Nick como lo hacía ______. Por mucho que ella se obstinara en negar la atracción que había entre ellos, Nick conseguiría hacerla suya, en cuerpo y alma...
Última edición por Faby Evans Jonas el Mar 24 Abr 2012, 8:46 pm, editado 1 vez
Faby Evans Jonas
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
:O:O:O:O
TE AMENAZARE!! :O:O:O:O:O
SIGUELAAAAAAA YAAAAAAAAAA MISMO FABIANAAA!! YAAAAAAAAAAAA!!! :O:O
que interesante!! :O:O:O siguelaaaaaaaa!!!
tkm :hug:
TE AMENAZARE!! :O:O:O:O:O
SIGUELAAAAAAA YAAAAAAAAAA MISMO FABIANAAA!! YAAAAAAAAAAAA!!! :O:O
que interesante!! :O:O:O siguelaaaaaaaa!!!
tkm :hug:
LittleVickJ♥
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
:O
Siguelaaa ya mismitooooo
sube el cap, y ve arreglando mas q sere yo la q amenaze esta vez :)
Siguelaaa ya mismitooooo
sube el cap, y ve arreglando mas q sere yo la q amenaze esta vez :)
♥..:Tiff:..♥
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
ay no que susto me dieron ya!!! haha bienvenidas a las nuevas y a las ciegas lectoras(sorry se me salio)
1
-¡Ven aquí y dale un abrazo a esta vieja vaquera!
______ ______ se echó a reír. Había oído aquella voz conocida antes incluso de mirar al otro lado de la terminal del pequeño aeropuerto de Mystery, Montana.
-¡Hazel!
Tirando de su maleta con ruedas, _____ se dirigió a aquella mujer menuda y mayor que ella que llevaba el pelo plateado elegantemente recogido. Su tía abuela seguía siendo tan extravagante como _____ recordaba. La atractiva y poderosa ganadera vestía unos vaqueros descoloridos remetidos en polvorientas botas camperas y un elegante sombrero vaquero con banda de cocodrilo.
-¿Qué tal está mi famosa tía? -le preguntó _____ entre risas mientras se abrazaban.
-¡Cómo una rosa! ¡Mejor que nunca!
«El aire limpio y fresco de la montaña es el responsable», se dijo _____ para sus adentros. Aquello era ciertamente lo opuesto a su vida reciente, siempre enfrascada en los libros de cuentas, comiéndose las uñas en la trastienda de su tiendecita del barrio francés de Nueva Orleáns.
-¡Vaya! ¡Deja que te mire! -exclamó Hazel, separando a ____-. Tesoro, me encanta lo que te has hecho en el pelo. La última vez que te vi, acababas de graduarte en la universidad y llevabas el pelo prácticamente rapado, ¿te acuerdas?
-¿Que si me acuerdo? ¿Bromeas? ¡Pero si no parabas de preguntarme si me había enrolado en los marines!
-El pelo largo y las mechas rubias te sientan de maravilla con ese cutis de los ______(ta) que tienes —dijo Hazle con satisfacción, contemplando admirada a su sobrina nieta-. Has sacado los ojos azules como zafiros de mi padre. Dios mío, estás realmente preciosa.
Hazel achicó sus ojos azul grisáceo como si viera en ella más de lo que ______ hubiera querido. ______ se preguntó si su tía abuela estaría tomando nota de los signos de estrés crónico que acusaba su rostro, particularmente sus ojos «azules como zafiros», rodeados de oscuros cercos. Sus ojeras delataban los muchos días de incesante angustia y las numerosas noches de insomnio que había pasado.
-Bueno, vamos, señorita de ciudad -dijo Hazel, tomándola de la mano libre y tirando de ella hacia el aparcamiento—. He aparcado justo enfrente de la puerta. No esperes encontrar por aquí Jaguars con chófer. He traído mi viejo y polvoriento Cadillac con la rejilla llena de mosquitos y un par de cuernos de vaca adornando el capó.
-Jaguars con chófer? -repitió _____, sorprendida-. Pero tía Hazel, a mí no me va tan bien.
-¡Oh, vamos, no seas modesta! Tu madre me ha dicho que estás a punto de abrir tu segunda tienda. Tu imperio de lencería se ha convertido prácticamente en un conglomerado empresarial. Estoy muy orgullosa de ti, cariño. Supongo que ahora hay dos auténticos genios para los negocios en la familia. Así que no permitas que esos vaqueros míos se burlen de ti despiadadamente por tus tiendas de ropa interior.
-«Todo por Milady» -contestó _____, citando el texto del folleto publicitario que ella misma había escrito- «ofrece una línea completa de lencería íntima femenina, la moda más lujosa y actual para la mujer más exigente»
Hazel hizo girar los ojos.
-¡Oh, cielos! ¡Lencería íntima femenina! Eso mis vaqueros no lo han visto ni en pintura.
Salieron al exterior bañado por el sol del atardecer de aquel hermoso día de junio. A _____ la sorprendió que, en efecto, tal y como había dicho, hubiera aparcado justo enfrente de la puerta. Su Cadillac Fleetwood canela y negro estaba estacionado a dos metros de la entrada principal. El pequeño aparcamiento estaba casi vacío.
-La única razón de que llamen «aeropuerto» a este descampado alquitranado -le informó Hazel a su sobrina nieta mientras metían el equipaje en el maletero- es que vienen algunos vuelos de Helena. Ahora estás en mitad de la nada, niña. Y yo diría que es justo lo que necesitas. Tu madre no deja de decirme que trabajas de sol a sol, siete días a la semana.
_____ logró esbozar una débil sonrisa.
-Me alegra estar aquí, tía Hazel, contigo. Pero confieso que no estoy tan segura respecto a tu rancho de vacaciones. Eso me inquieta un poco.
-¿Y se puede saber por qué?
-Bueno, ya sabes... No estoy de humor para codearme con una panda de turistas.
-¡Bah! ¡Tonterías! Además, Nick os mantendrá tan ocupados que no os quedará mucho tiempo para hablar.
-¿Nick? ¿Quién es Nick?
-Sí, mujer, ¿no te acuerdas? Te hablé de él cuando me llamaste. Es el que entrena y cruza los caballos de todos los rancheros del valle de Mystery. En verano también lleva el rancho para turistas, de mayo a septiembre. Con ayuda, claro -a Nick le pareció ver un destello malévolo en los ojos de su tía cuando esta añadió-: Además, es uno de los solteros más codiciados del valle. Tiene ojos de donjuán, como solíamos decir las chicas de mi edad. A mí me recuerda a Gregory Peck en sus días de gloria.
-¡Oh, por favor!
Hazel la miró con fingido asombro.
-«Oh, por favor», ¿qué?
-Tía Hazel, sé perfectamente que detrás de esa carita inocente hay una mente que no deja de maquinar. Te dije que no vendría si pensabas convertirme en una de tus víctimas. Mamá me ha contado un montón de cosas sobre tus manejos amorosos, y ya te dije que no quería formar parte de...
-¿Manejos? ¿Qué manejos? -protestó Hazel-. Yo solo he... facilitado un romance o dos, tal vez, nada más...
-¿Así llamas tú a cuatro bodas en un año? Mi madre dice que hasta haces muescas para contarlas.
-Oh, ya conoces a Sarah -dijo Hazel con fastidio-. A tu madre siempre le ha gustado exagerar un poco.
-Sí, ya. En cualquier caso, a mí no intentes «facilitarme» nada, ¿de acuerdo? Un poco de diversión, vale, estoy dispuesta a probarla. Pero, créeme, un romance, como tú dices, es lo último que necesito.
-Bueno, no hace falta que te pongas así -le reprendió Hazel—. Yo solo he dicho que Nick es muy guapo, y vas tú y entras en erupción como el Vesubio.
-Lo siento -suspiró ______, preguntándose si se habría excedido. Últimamente tendía a hacerlo.
Hazel siguió parloteando acerca del rancho de vacaciones Mystery mientras _____ intentaba prestarle atención. Fuera, la luz cegadora de la tarde iba adquiriendo los dulces tonos del atardecer. Los blancos retazos de nubes que vagaban por el cielo azul y las majestuosas montañas formaban una vista del Oeste propia de una postal. Mystery, Montana, era de una belleza natural auténticamente sublime.
De pronto, ______ se dio cuenta de que Hazel le había hecho una pregunta.
-Perdona, ¿qué has dicho, tía Hazel?
-He dicho que el rancho está de camino a mi casa. Cómo de todos modos mañana te vas allí, ¿por qué no nos pasamos ahora y dejamos las maletas en tu habitación? Es casi hora de cenar y Nick ya habrá vuelto. Así podrás conocerlo -_____ le lanzó una mirada suspicaz-. Nada de trucos de casamentera -le aseguró Hazel-. De veras. Solo quiero que le eches un vistazo al sitio, nada más.
-De acuerdo —dijo _____, animándose un poco-. Tienes razón. Así no tendremos que andar sacando y metiendo las maletas innecesariamente.
Una sonrisa iluminó el rostro agrietado por la intemperie de Hazel.
-¡Así me gusta! Tal vez incluso podamos elegirte un caballo -a ____ le pareció notar de nuevo aquel brillo malévolo en la mirada de su tía cuando esta añadió-: Si hay algo para lo que Nick Jonas tiene buen ojo, es para los caballos.
Como si solo recordara aquel lugar en sueños, _____ se dio cuenta de pronto de que había olvidado lo hermoso que era el valle de Mystery, con su rompecabezas de verdes pastos y campos de labor que salían como radios del centro de una rueda formada por la pequeña ciudad de Mystery, cuya población ascendía a cuatro mil habitantes. Diez minutos después de penetrar en el valle a través del sinuoso paso de montaña, Hazel desvió su Cadillac hacia un camino de tierra que llevaba a un rancho mucho más pequeño que el suyo, el Lazy M, que dominaba el valle.
-Mira, ahí está Nick -dijo Hazel, tocando el claxon mientras paraba el coche frente a un pilón de piedra alargado.
Junto a un gran corral rodeado por una empalizada había un grupo de personas de ambos sexos y diversas edades, la mayoría de las cuales tenían, al igual que _____, el inconfundible aspecto de los habitantes de las grandes ciudades. Aquellas personas estaban mirando algo... o a alguien. El Cadillac avanzó unos cuantos metros y _____ pudo ver a un hombre alto, atlético y tostado por el sol que, al parecer, estaba enseñándole a aquella gente cómo se apretaba una cincha, utilizando para ello un caballo alazán de prominente pecho.
-Este es el segundo grupo de la temporada –le explicó Hazel mientras ambas salían del coche—. Nick tiene un grupo nuevo cada tres semanas. Así no hay nadie que se quede rezagado.
Nick Jonas sonrió y saludó a Hazel agitando la mano, se excusó ante el grupo y se acercó a las recién llegadas.
Incluso desde la distancia que los separaba, _____ notó que era, en efecto, muy guapo y, sin embargo, experimentó casi una reacción adversa hacia su propia atracción, y no pudo evitar pensar en la vieja perogrullada: «gato escaldado, del agua fría huye»
-¡Eh, Hazel, condenada cuatrera! -gritó él alegremente-. ¿Qué vienes a robarme ahora?
-¿Yo, a robarte? Tú eres quien le roba caballos con esparaván a las viejecitas indefensas.
Durante este intercambio de cariñosos insultos, él recorrió rápidamente con la mirada a _____. Por alguna razón, _____ recordó el comentario de Hazel acerca de su buen ojo para los caballos.
-Nick Jonas -dijo Hazel, haciendo las presentaciones-, esta es mi sobrina nieta de Nueva Orleáns, ______ _____, aunque todo el mundo la llama ____. No distingue un caballo de una alubia, pero espero que tú le pongas remedio a eso durante las próximas semanas.
-Seguro que podremos hacer de ella una auténtica vaquera -le aseguró él a Hazel—. Encantado de conocerte, ____.
Sus dientes blancos y fuertes brillaron en una sonrisa lobuna, y ____ experimentó una vaga y desagradable sensación de haber vivido ya aquel momento. Aquel hombre poseía una confianza en sí mismo que rayaba la arrogancia y que recordaba a los aires que se daba Mitch, el ex marido de Lyndie. Pero mientras que Mitch era todo apariencia sin nada de sustancia, algo le decía a _____ que tuviera cuidado con aquel vaquero. Tal vez resultara ser lo que aparentaba.
La mirada de Nick la dejó paralizada. De pronto, irritada consigo misma, le lanzó una sonrisa helada y displicente y desvió la mirada hacia los caballos que había en el corral, junto a la espaciosa casa de piedra del rancho. Confiaba en que su desdén resultara evidente.
-Lo mismo digo -dijo con aspereza e indiferencia, sin apartar la mirada del corral.
-Ya me parecía -le pareció a ____ que mascullaba él.
Hazel alzó la voz y sugirió alegremente:
-Nick, tal vez podríais elegir el caballo de ____ ya que está aquí.
Juntos se acercaron al corral.
-Esa pequeña yegua baya con las patas blancas es una de mis favoritas -le dijo él a ____-. Por supuesto, todos son buenos. No son precisamente caballos de doma, pero son mansos y fiables. Van bien.
_____ se arriesgó a echarle un vistazo más largo. El se había quitado el sombrero y un mechón de pelo negro como el azabache le caía sobre la frente. Los ojos que la observaban eran del color de la escarcha. No, no tenía los rasgos de Mitch. Pero su sonrisa seductora y su aplomo le recordaban las cualidades por las que se había enamorado locamente de Mitch. Y con solo recordar a su ex marido le ardía la sangre.
-¿Adónde van bien? -preguntó ella con aspereza.
Él le lanzó una mirada inquisitiva a Hazel.
-A donde yo los llevo —replicó él, poniendo un ligero énfasis en el «yo»
Hazel, cuya expresión delataba lo poco que le gustaba el cariz que estaba tomando la conversación, volvió a intervenir.
-¿Sabes, cariño?, acabo de acordarme de que debes de estar agotada del viaje. Puedes elegir tu caballo mañana. ¿Por qué no le echamos un vistazo rápido a tu habitación y nos vamos al Lazy M?
-Ese es justo el bálsamo que necesito -dijo _____.
Nick pareció querer añadir algo acerca del bálsamo que él le daría si estuviera en su mano, pero afortunadamente solo dijo:
-Por aquí -y las condujo hacia un edificio de madera de escasa altura que se levantaba entre la casa principal y la hilera de cuadras.
-Este es el barracón -abrió una puerta-. El edificio ha sido remodelado y ahora hay habitaciones privadas. Como verás, son muy sencillas, pero están limpias como la patena. Y hay muchísima agua caliente.
____ entró en la habitación. Su traje pantalón negro, de corte italiano, parecía absolutamente fuera de lugar junto a la cama de troncos toscamente lijados y la estera que cubría el suelo. Ya se sentía como un pez fuera del agua, pero aquella sensación se agudizó cuando, al darse la vuelta, se topó con la mirada de halcón del vaquero.
Resultaba imposible interpretar su expresión. Era como Mitch: un mensaje en clave. Sin embargo, a ____ le pareció advertir una sonrisa irónica en sus labios, como si él también notara el contraste entre aquella sencilla habitación y su apariencia.
Azorada, _____ pasó la mano por la gruesa y áspera manta de lana de la cama.
-Bueno, no esperaba el Ritz, así que supongo que esto servirá para sus propósitos -dijo desdeñosamente.
Los ojos grises de Nick se iluminaron con un destello irónico.
-Para mis propósitos siempre ha servido de perlas.
A Hazel le dio un ataque de tos.
-Cirios, no sé qué me ha pasado -se disculpó cuando se le pasó el ataque.
-Creo que... que voy a traer mi maleta -dijo _____.
-Deja que te ayude -se ofreció él.
-Gracias, pero puedo apañármelas —le aseguró ella, saliendo sin darse la vuelta para mirarlo.
El se quedó mirándola hasta que dobló la esquina.
-Vaya, ni que fuera de puro satén -masculló en voz baja.
Hazel sonrió.
-Lo es -él alzó una ceja-. Tiene una tienda de lencería, ¿recuerdas? Él le devolvió la sonrisa.
-Ah, sí. Bueno, pues o tiene un alto concepto de sí misma, o una opinión muy pobre del resto del mundo.
-Ni una cosa ni otra -insistió Hazel—. Es una chica estupenda. Dale un poco de tiempo, nada más.
Nick esbozó una sonrisa burlona. El gris de sus ojos se hizo más intenso.
-¿Sabes qué, Hazel?, puede que tenga la nariz un poquito respingona, pero el resto de ella está muy pero que muy bien.
-Buen chico -dijo Hazel-. Tú sigue pensando así, y más tarde o más temprano las cosas se pondrán... interesantes. Él achicó los ojos.
-¿Interesantes? Eh, Hazel, que yo solo llevo el rancho y procuro llevarme bien con la gente que viene. No tengo ningún interés ulterior en tu sobrina.
-Pues más te vale que lo vayas teniendo -dijo Hazel. Él se quedó boquiabierto. Pero, antes de que pudiera responder, Hazel añadió-: ¡Calla! Aquí viene.
-¿Se puede saber qué demonios estás tramando? -masculló él.
-Lo de siempre -susurró ella, disimulando una sonrisa-. Solo lo de siempre.
manana la sigo, tengo que subir en mis noves :D
1
-¡Ven aquí y dale un abrazo a esta vieja vaquera!
______ ______ se echó a reír. Había oído aquella voz conocida antes incluso de mirar al otro lado de la terminal del pequeño aeropuerto de Mystery, Montana.
-¡Hazel!
Tirando de su maleta con ruedas, _____ se dirigió a aquella mujer menuda y mayor que ella que llevaba el pelo plateado elegantemente recogido. Su tía abuela seguía siendo tan extravagante como _____ recordaba. La atractiva y poderosa ganadera vestía unos vaqueros descoloridos remetidos en polvorientas botas camperas y un elegante sombrero vaquero con banda de cocodrilo.
-¿Qué tal está mi famosa tía? -le preguntó _____ entre risas mientras se abrazaban.
-¡Cómo una rosa! ¡Mejor que nunca!
«El aire limpio y fresco de la montaña es el responsable», se dijo _____ para sus adentros. Aquello era ciertamente lo opuesto a su vida reciente, siempre enfrascada en los libros de cuentas, comiéndose las uñas en la trastienda de su tiendecita del barrio francés de Nueva Orleáns.
-¡Vaya! ¡Deja que te mire! -exclamó Hazel, separando a ____-. Tesoro, me encanta lo que te has hecho en el pelo. La última vez que te vi, acababas de graduarte en la universidad y llevabas el pelo prácticamente rapado, ¿te acuerdas?
-¿Que si me acuerdo? ¿Bromeas? ¡Pero si no parabas de preguntarme si me había enrolado en los marines!
-El pelo largo y las mechas rubias te sientan de maravilla con ese cutis de los ______(ta) que tienes —dijo Hazle con satisfacción, contemplando admirada a su sobrina nieta-. Has sacado los ojos azules como zafiros de mi padre. Dios mío, estás realmente preciosa.
Hazel achicó sus ojos azul grisáceo como si viera en ella más de lo que ______ hubiera querido. ______ se preguntó si su tía abuela estaría tomando nota de los signos de estrés crónico que acusaba su rostro, particularmente sus ojos «azules como zafiros», rodeados de oscuros cercos. Sus ojeras delataban los muchos días de incesante angustia y las numerosas noches de insomnio que había pasado.
-Bueno, vamos, señorita de ciudad -dijo Hazel, tomándola de la mano libre y tirando de ella hacia el aparcamiento—. He aparcado justo enfrente de la puerta. No esperes encontrar por aquí Jaguars con chófer. He traído mi viejo y polvoriento Cadillac con la rejilla llena de mosquitos y un par de cuernos de vaca adornando el capó.
-Jaguars con chófer? -repitió _____, sorprendida-. Pero tía Hazel, a mí no me va tan bien.
-¡Oh, vamos, no seas modesta! Tu madre me ha dicho que estás a punto de abrir tu segunda tienda. Tu imperio de lencería se ha convertido prácticamente en un conglomerado empresarial. Estoy muy orgullosa de ti, cariño. Supongo que ahora hay dos auténticos genios para los negocios en la familia. Así que no permitas que esos vaqueros míos se burlen de ti despiadadamente por tus tiendas de ropa interior.
-«Todo por Milady» -contestó _____, citando el texto del folleto publicitario que ella misma había escrito- «ofrece una línea completa de lencería íntima femenina, la moda más lujosa y actual para la mujer más exigente»
Hazel hizo girar los ojos.
-¡Oh, cielos! ¡Lencería íntima femenina! Eso mis vaqueros no lo han visto ni en pintura.
Salieron al exterior bañado por el sol del atardecer de aquel hermoso día de junio. A _____ la sorprendió que, en efecto, tal y como había dicho, hubiera aparcado justo enfrente de la puerta. Su Cadillac Fleetwood canela y negro estaba estacionado a dos metros de la entrada principal. El pequeño aparcamiento estaba casi vacío.
-La única razón de que llamen «aeropuerto» a este descampado alquitranado -le informó Hazel a su sobrina nieta mientras metían el equipaje en el maletero- es que vienen algunos vuelos de Helena. Ahora estás en mitad de la nada, niña. Y yo diría que es justo lo que necesitas. Tu madre no deja de decirme que trabajas de sol a sol, siete días a la semana.
_____ logró esbozar una débil sonrisa.
-Me alegra estar aquí, tía Hazel, contigo. Pero confieso que no estoy tan segura respecto a tu rancho de vacaciones. Eso me inquieta un poco.
-¿Y se puede saber por qué?
-Bueno, ya sabes... No estoy de humor para codearme con una panda de turistas.
-¡Bah! ¡Tonterías! Además, Nick os mantendrá tan ocupados que no os quedará mucho tiempo para hablar.
-¿Nick? ¿Quién es Nick?
-Sí, mujer, ¿no te acuerdas? Te hablé de él cuando me llamaste. Es el que entrena y cruza los caballos de todos los rancheros del valle de Mystery. En verano también lleva el rancho para turistas, de mayo a septiembre. Con ayuda, claro -a Nick le pareció ver un destello malévolo en los ojos de su tía cuando esta añadió-: Además, es uno de los solteros más codiciados del valle. Tiene ojos de donjuán, como solíamos decir las chicas de mi edad. A mí me recuerda a Gregory Peck en sus días de gloria.
-¡Oh, por favor!
Hazel la miró con fingido asombro.
-«Oh, por favor», ¿qué?
-Tía Hazel, sé perfectamente que detrás de esa carita inocente hay una mente que no deja de maquinar. Te dije que no vendría si pensabas convertirme en una de tus víctimas. Mamá me ha contado un montón de cosas sobre tus manejos amorosos, y ya te dije que no quería formar parte de...
-¿Manejos? ¿Qué manejos? -protestó Hazel-. Yo solo he... facilitado un romance o dos, tal vez, nada más...
-¿Así llamas tú a cuatro bodas en un año? Mi madre dice que hasta haces muescas para contarlas.
-Oh, ya conoces a Sarah -dijo Hazel con fastidio-. A tu madre siempre le ha gustado exagerar un poco.
-Sí, ya. En cualquier caso, a mí no intentes «facilitarme» nada, ¿de acuerdo? Un poco de diversión, vale, estoy dispuesta a probarla. Pero, créeme, un romance, como tú dices, es lo último que necesito.
-Bueno, no hace falta que te pongas así -le reprendió Hazel—. Yo solo he dicho que Nick es muy guapo, y vas tú y entras en erupción como el Vesubio.
-Lo siento -suspiró ______, preguntándose si se habría excedido. Últimamente tendía a hacerlo.
Hazel siguió parloteando acerca del rancho de vacaciones Mystery mientras _____ intentaba prestarle atención. Fuera, la luz cegadora de la tarde iba adquiriendo los dulces tonos del atardecer. Los blancos retazos de nubes que vagaban por el cielo azul y las majestuosas montañas formaban una vista del Oeste propia de una postal. Mystery, Montana, era de una belleza natural auténticamente sublime.
De pronto, ______ se dio cuenta de que Hazel le había hecho una pregunta.
-Perdona, ¿qué has dicho, tía Hazel?
-He dicho que el rancho está de camino a mi casa. Cómo de todos modos mañana te vas allí, ¿por qué no nos pasamos ahora y dejamos las maletas en tu habitación? Es casi hora de cenar y Nick ya habrá vuelto. Así podrás conocerlo -_____ le lanzó una mirada suspicaz-. Nada de trucos de casamentera -le aseguró Hazel-. De veras. Solo quiero que le eches un vistazo al sitio, nada más.
-De acuerdo —dijo _____, animándose un poco-. Tienes razón. Así no tendremos que andar sacando y metiendo las maletas innecesariamente.
Una sonrisa iluminó el rostro agrietado por la intemperie de Hazel.
-¡Así me gusta! Tal vez incluso podamos elegirte un caballo -a ____ le pareció notar de nuevo aquel brillo malévolo en la mirada de su tía cuando esta añadió-: Si hay algo para lo que Nick Jonas tiene buen ojo, es para los caballos.
Como si solo recordara aquel lugar en sueños, _____ se dio cuenta de pronto de que había olvidado lo hermoso que era el valle de Mystery, con su rompecabezas de verdes pastos y campos de labor que salían como radios del centro de una rueda formada por la pequeña ciudad de Mystery, cuya población ascendía a cuatro mil habitantes. Diez minutos después de penetrar en el valle a través del sinuoso paso de montaña, Hazel desvió su Cadillac hacia un camino de tierra que llevaba a un rancho mucho más pequeño que el suyo, el Lazy M, que dominaba el valle.
-Mira, ahí está Nick -dijo Hazel, tocando el claxon mientras paraba el coche frente a un pilón de piedra alargado.
Junto a un gran corral rodeado por una empalizada había un grupo de personas de ambos sexos y diversas edades, la mayoría de las cuales tenían, al igual que _____, el inconfundible aspecto de los habitantes de las grandes ciudades. Aquellas personas estaban mirando algo... o a alguien. El Cadillac avanzó unos cuantos metros y _____ pudo ver a un hombre alto, atlético y tostado por el sol que, al parecer, estaba enseñándole a aquella gente cómo se apretaba una cincha, utilizando para ello un caballo alazán de prominente pecho.
-Este es el segundo grupo de la temporada –le explicó Hazel mientras ambas salían del coche—. Nick tiene un grupo nuevo cada tres semanas. Así no hay nadie que se quede rezagado.
Nick Jonas sonrió y saludó a Hazel agitando la mano, se excusó ante el grupo y se acercó a las recién llegadas.
Incluso desde la distancia que los separaba, _____ notó que era, en efecto, muy guapo y, sin embargo, experimentó casi una reacción adversa hacia su propia atracción, y no pudo evitar pensar en la vieja perogrullada: «gato escaldado, del agua fría huye»
-¡Eh, Hazel, condenada cuatrera! -gritó él alegremente-. ¿Qué vienes a robarme ahora?
-¿Yo, a robarte? Tú eres quien le roba caballos con esparaván a las viejecitas indefensas.
Durante este intercambio de cariñosos insultos, él recorrió rápidamente con la mirada a _____. Por alguna razón, _____ recordó el comentario de Hazel acerca de su buen ojo para los caballos.
-Nick Jonas -dijo Hazel, haciendo las presentaciones-, esta es mi sobrina nieta de Nueva Orleáns, ______ _____, aunque todo el mundo la llama ____. No distingue un caballo de una alubia, pero espero que tú le pongas remedio a eso durante las próximas semanas.
-Seguro que podremos hacer de ella una auténtica vaquera -le aseguró él a Hazel—. Encantado de conocerte, ____.
Sus dientes blancos y fuertes brillaron en una sonrisa lobuna, y ____ experimentó una vaga y desagradable sensación de haber vivido ya aquel momento. Aquel hombre poseía una confianza en sí mismo que rayaba la arrogancia y que recordaba a los aires que se daba Mitch, el ex marido de Lyndie. Pero mientras que Mitch era todo apariencia sin nada de sustancia, algo le decía a _____ que tuviera cuidado con aquel vaquero. Tal vez resultara ser lo que aparentaba.
La mirada de Nick la dejó paralizada. De pronto, irritada consigo misma, le lanzó una sonrisa helada y displicente y desvió la mirada hacia los caballos que había en el corral, junto a la espaciosa casa de piedra del rancho. Confiaba en que su desdén resultara evidente.
-Lo mismo digo -dijo con aspereza e indiferencia, sin apartar la mirada del corral.
-Ya me parecía -le pareció a ____ que mascullaba él.
Hazel alzó la voz y sugirió alegremente:
-Nick, tal vez podríais elegir el caballo de ____ ya que está aquí.
Juntos se acercaron al corral.
-Esa pequeña yegua baya con las patas blancas es una de mis favoritas -le dijo él a ____-. Por supuesto, todos son buenos. No son precisamente caballos de doma, pero son mansos y fiables. Van bien.
_____ se arriesgó a echarle un vistazo más largo. El se había quitado el sombrero y un mechón de pelo negro como el azabache le caía sobre la frente. Los ojos que la observaban eran del color de la escarcha. No, no tenía los rasgos de Mitch. Pero su sonrisa seductora y su aplomo le recordaban las cualidades por las que se había enamorado locamente de Mitch. Y con solo recordar a su ex marido le ardía la sangre.
-¿Adónde van bien? -preguntó ella con aspereza.
Él le lanzó una mirada inquisitiva a Hazel.
-A donde yo los llevo —replicó él, poniendo un ligero énfasis en el «yo»
Hazel, cuya expresión delataba lo poco que le gustaba el cariz que estaba tomando la conversación, volvió a intervenir.
-¿Sabes, cariño?, acabo de acordarme de que debes de estar agotada del viaje. Puedes elegir tu caballo mañana. ¿Por qué no le echamos un vistazo rápido a tu habitación y nos vamos al Lazy M?
-Ese es justo el bálsamo que necesito -dijo _____.
Nick pareció querer añadir algo acerca del bálsamo que él le daría si estuviera en su mano, pero afortunadamente solo dijo:
-Por aquí -y las condujo hacia un edificio de madera de escasa altura que se levantaba entre la casa principal y la hilera de cuadras.
-Este es el barracón -abrió una puerta-. El edificio ha sido remodelado y ahora hay habitaciones privadas. Como verás, son muy sencillas, pero están limpias como la patena. Y hay muchísima agua caliente.
____ entró en la habitación. Su traje pantalón negro, de corte italiano, parecía absolutamente fuera de lugar junto a la cama de troncos toscamente lijados y la estera que cubría el suelo. Ya se sentía como un pez fuera del agua, pero aquella sensación se agudizó cuando, al darse la vuelta, se topó con la mirada de halcón del vaquero.
Resultaba imposible interpretar su expresión. Era como Mitch: un mensaje en clave. Sin embargo, a ____ le pareció advertir una sonrisa irónica en sus labios, como si él también notara el contraste entre aquella sencilla habitación y su apariencia.
Azorada, _____ pasó la mano por la gruesa y áspera manta de lana de la cama.
-Bueno, no esperaba el Ritz, así que supongo que esto servirá para sus propósitos -dijo desdeñosamente.
Los ojos grises de Nick se iluminaron con un destello irónico.
-Para mis propósitos siempre ha servido de perlas.
A Hazel le dio un ataque de tos.
-Cirios, no sé qué me ha pasado -se disculpó cuando se le pasó el ataque.
-Creo que... que voy a traer mi maleta -dijo _____.
-Deja que te ayude -se ofreció él.
-Gracias, pero puedo apañármelas —le aseguró ella, saliendo sin darse la vuelta para mirarlo.
El se quedó mirándola hasta que dobló la esquina.
-Vaya, ni que fuera de puro satén -masculló en voz baja.
Hazel sonrió.
-Lo es -él alzó una ceja-. Tiene una tienda de lencería, ¿recuerdas? Él le devolvió la sonrisa.
-Ah, sí. Bueno, pues o tiene un alto concepto de sí misma, o una opinión muy pobre del resto del mundo.
-Ni una cosa ni otra -insistió Hazel—. Es una chica estupenda. Dale un poco de tiempo, nada más.
Nick esbozó una sonrisa burlona. El gris de sus ojos se hizo más intenso.
-¿Sabes qué, Hazel?, puede que tenga la nariz un poquito respingona, pero el resto de ella está muy pero que muy bien.
-Buen chico -dijo Hazel-. Tú sigue pensando así, y más tarde o más temprano las cosas se pondrán... interesantes. Él achicó los ojos.
-¿Interesantes? Eh, Hazel, que yo solo llevo el rancho y procuro llevarme bien con la gente que viene. No tengo ningún interés ulterior en tu sobrina.
-Pues más te vale que lo vayas teniendo -dijo Hazel. Él se quedó boquiabierto. Pero, antes de que pudiera responder, Hazel añadió-: ¡Calla! Aquí viene.
-¿Se puede saber qué demonios estás tramando? -masculló él.
-Lo de siempre -susurró ella, disimulando una sonrisa-. Solo lo de siempre.
manana la sigo, tengo que subir en mis noves :D
Faby Evans Jonas
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
Lo de siempre! =)
AY NICHOLAS K TE PILLE!! ¬¬ PILLIN!! xD
SIGUELAAAAAAAAA FABYYY
AY NICHOLAS K TE PILLE!! ¬¬ PILLIN!! xD
SIGUELAAAAAAAAA FABYYY
LittleVickJ♥
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
por q la sigue mañana y no hoy
mira q yo quiero mas cap :D
Sigelaaa!!!
mira q yo quiero mas cap :D
Sigelaaa!!!
♥..:Tiff:..♥
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
hola :hi: soy nueva lectora tienes ke sewirla a mi me encantan las noves de vakeros y esta no sera la excepción
MissKeynes96
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
Ay pobre de ti como no la sigas, linda =)
Te metere la cucaracha por el cerebro =)
Y espera.. k anoche no me dio tiempo de decirte una cosa...
MUA-JA-JA :risa: :risa: :risa: :risa: el respaldo voló :risa: :risa: :risa: :risa: :risa: pagaria por verlo :risa: :risa: :risa: :risa: fue en el momento de "feeling" :risa: :risa: :risa: hahah el sentimiento de "FIN" :risa: :risa: :risa:
Siguelaaaaaa!! :risa: :risa: :risa: :risa:
Te metere la cucaracha por el cerebro =)
Y espera.. k anoche no me dio tiempo de decirte una cosa...
MUA-JA-JA :risa: :risa: :risa: :risa: el respaldo voló :risa: :risa: :risa: :risa: :risa: pagaria por verlo :risa: :risa: :risa: :risa: fue en el momento de "feeling" :risa: :risa: :risa: hahah el sentimiento de "FIN" :risa: :risa: :risa:
Siguelaaaaaa!! :risa: :risa: :risa: :risa:
Última edición por ViicKy* el Jue 07 Oct 2010, 7:46 am, editado 1 vez
LittleVickJ♥
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
FABY
NEW READER :study: :P
SIGUELA!!
SIGUELA!!
NEW READER :study: :P
SIGUELA!!
SIGUELA!!
Lucecita (adrii)
Re: "A Corazon Abierto" (Nick y tu) Adaptación.
bienvenidass espero les guste!!! aqui va otro cap
2
Mientras arrastraba la maleta con ruedas por el camino de tierra en dirección al barracón, ______ empezó a preguntarse dónde se había metido.
Un par de semanas antes, en el sofocante barrio francés de Nueva Orleáns, pasar un par de semanas de vacaciones en un rancho para turistas le había parecido una idea excelente. Ahora ya no se lo parecía tanto. Ahora, con sus elegantes zapatos de tacón alto, tenía que vérselas con un camino apisonado por los cascos de los caballos y con el traicionero mapa de carreteras de cierto señor Jonas.
Jonas le había causado una impresión mucho más profunda de lo que ella quería admitir. Su mirada morosa, de pesadas pestañas, había encendido dentro de ella algo que, muy a su pesar, parecía deseo. Sin embargo, no estaba dispuesta a recorrer de nuevo aquella autopista hacia el infierno. Ni ahora, ni nunca. La lencería fina estaba muy bien para mujeres casadas o para las chicas solteras y sin compromisos, pero ella era una mujer de negocios, y las prendas que vendía no eran más que el producto con el que negociaba. Eran los pertrechos de un mundo que no era el suyo.
-Señorita -dijo una voz profunda junto a su oído.
Él había aparecido a su lado como por arte de encantamiento. ____ se volvió y vio los ojos gris hielo de Nick Jonas.
Él agarró la maleta y se la echó al hombro sin esfuerzo, como si fuera su silla preferida.
-No es necesario, de verdad, puedo yo sola -balbució ella, siguiéndolo como una colegiala.
-Por lo que me ha dicho Hazel, tengo la impresión de que tú sola puedes prácticamente con todo -respondió él hoscamente.
Se volvió y sus ojos se encontraron. Ella se quedó de nuevo helada por su mirada. Hazel apareció en la puerta del barracón, sonriendo.
-Esta noche hay baile al viejo estilo en la taberna de Mystery. ¿Vas a ir, Nick?
______ se estremeció para sus adentros. De pronto se sentía como si estuviera en el instituto, esperando que un chico la invitara a bailar por primera vez. Y no aparecía ninguno.
-Ya sabes que a mí me tira el monte, no la taberna, Hazel —respondió él con aspereza. La tía abuela de _____ soltó un soplido.
-Antes de lo de Katherine, frecuentabas mucho la taberna. Y ya va siendo hora de que salgas otra vez.
A _____ le pareció que Nick Jonas le lanzaba a Hazel una de esas miradas congeladas que ella empezaba a reconocer. Pero a Hazel nadie le paraba los pies. Hazel era la matriarca de Mystery, Montana.
La familia ______(ta), cuyos orígenes se remontaban al siglo pasado, había colonizado el valle en toda su extensión. Entre los ganaderos, el nombre de los _______(ta) era como el toque del rey Midas. Incluso _____ sabía lo persuasiva que podía ser su tía abuela. En medio de un periodo de expansión financiera y crisis fiscal, a ella la había incitado a dejarlo todo para pasar tres semanas en un rancho para turistas, y eso que ella ni siquiera sabía montar a caballo.
-Nos veremos en el baile -declaró Hazel.
Nick se quedó parado y observó fijamente a las dos mujeres con la pesada maleta de _____ todavía cargada al hombro.
-Madre mía, si las miradas mataran... —murmuró _____ en cuando estuvo de nuevo en el interior del Cadillac de Hazel, lejos de la mirada y el oído de Nick Jonas.
-Solo necesita un empujoncito, nada más. _____ miró a su tía abuela.
-Hazel, ya te he dicho que nada de tejemanejes. Te aseguro que no me hacen falta, sobre todo teniendo en cuenta que me convenciste de que viniera aquí para tomarme un descanso. Y, además, Nick Jonas está colgado de esa tal Katherine y está claro que no necesita que ninguna mujer se le eche encima.
-Lo que le hace falta es quitarse de la cabeza a Katherine. Ese asunto no fue culpa suya. Ella era una necia muy testaruda. No había forma de enseñarle a respetar a un caballo. Y me da igual que fuera tan guapa. ¿Qué se le ha perdido a Nick con una mujer que no sabe respetar a un caballo? -dijo Hazel malévolamente.
-Estoy totalmente perpleja. ¿Qué tiene eso que ver conmigo? -preguntó _____-. Porque déjame decirte que yo sí que respeto a los caballos. A decir verdad, los respeto tanto que me dan un miedo atroz. Así que deja que Katherine y Nick arreglen sus asuntos sin meterme a mí por medio.
-Nick tiene que ir esta noche al baile y mover un poco el esqueleto. Le sentará bien. Antes era el auténtico donjuán de Mystery. Y, créeme, las damas no se quejaban.
_____ dejó escapar un cansino suspiro.
-Sé perfectamente a qué te refieres, Hazel, pero este donjuán en particular por mí que se lo quede Katherine.
-Katherine está muerta -______ la miró asombrada-. Sí —prosiguió Hazel—. Murió en el monte, con Nick. Se decía que él estaba enamorado de ella. Incluso había rumores de boda. Pero, como te decía, Katherine no sentía ningún respeto por los caballos. Le parecía que no eran mejores que los hombres, que siempre estaban a su disposición. Cuando el puma atacó, ella no comprendió que estaba protegiendo a su carnada. Ignoró todas las advertencias de su montura y, en mi opinión, por eso la tiró el caballo y encontró la muerte en ese precipicio.
_____ sintió un golpe en el estómago. De pronto sintió compasión por Nick, algo que se había jurado a sí misma no volver a sentir por un hombre.
-No imaginaba algo así -dijo suavemente-. Dios mío, qué mal lo habrá pasado Nick.
-Sí. Sobre todo, porque es de esos hombres a los que les gusta tenerlo todo bajo control -dijo Hazel solemnemente.
-Tal vez deberías dejarlo en paz, Hazel. A fin de cuentas, seguramente se sentirá culpable y...
-¿Culpable? ¿Y por qué iba a sentirse culpable? No fue culpa suya. El caballo se detuvo y empezó a relinchar. Ella no debió forzar al pobre animal. Pero esa Katherine era de las que nunca aceptan un no por respuesta, y obligó a ese pobre animal asustado a precipitarse hacia su muerte y la de ella.
-Qué horror. No me extraña que Nick sea tan frío.
-Antes no era así. Pero ahora se pasa la vida castigándose.
-Es terrible.
Hazel respiró hondo mientras conducía el Cadillac por los polvorientos caminos de grava en dirección a su rancho. De vez en cuando, le lanzaba a _____ una mirada penetrante.
-A ti tiene que darte igual que Nick Jonas se haya curado o no. La cuestión es que trabaja demasiado. Es como si estuviera huyendo de algo. Y yo solo quiero asegurarme que se toma un respiro y sale un poco por ahí a divertirse, nada más. El éxito es inútil si uno no puede pasárselo bien de vez en cuando.
______ se quedó pensativa, reflexionando sobre su propia situación. Su divorcio había sido de dominio público y extremadamente humillante, pero peor aún era la inexpresable conmoción que le había producido la traición de Mitch, el repentino descubrimiento de que su «encantador y amante esposo» no solo llevaba años robándole dinero, sino que además utilizaba sus fondos para mantener a su amante. Engañar a su esposa, traicionar sus votos nupciales y la confianza de ______, todo ello no había significado más para Mitch que matar una mosca.
De pronto, sintiendo la necesidad de confesarse con Hazel, dijo:
-¿Sabes, Hazel?, yo antes no trabajaba como una esclava. Solía divertirme, pero ahora... en fin, supongo que se me han quitado las ganas. Creo comprender lo que siente Nick Jonas. Últimamente, para mí el trabajo se ha convertido en el único antídoto que funciona, ¿comprendes? A veces creo que, después de pasar por el divorcio, el infierno es un concepto redundante.
Hazel la miró de nuevo inquisitivamente y luego asintió.
-Tienes que olvidarte de eso, ¿me oyes, tesoro? Lo hecho, hecho está, y ya no puede cambiarse. Acuérdate que antes la gente venía al Oeste a empezar de cero. A partir de ahora tienes que pensar en el mañana. Y unas semanas en el rancho es justo lo que necesitas.
A pesar del impresionante panorama que ofrecía el verano, _____ volvió a sentir frío por dentro al recordar una imagen muy diferente y mucho más fea del último otoño en Nueva Orleáns. Había regresado a casa inesperadamente de un viaje de negocios a Manhattan. Nada la había preparado para sufrir la conmoción que supuso abrir la puerta de su casa y ver al hombre al que amaba desnudo y sacudido por los dulces estertores del orgasmo con una mujer cuya existencia ella ni siquiera sospechaba.
Durante los arduos meses siguientes, ______ había procurado con todas sus fuerzas quitarse esa imagen de la cabeza, intentando concentrarse en las cosas buenas de su vida y desterrar las malas. Pero el divorcio de su madre le había dejado cicatrices indelebles. De alguna forma, el trabajo le parecía el único modo de recuperarse. Por lo menos, ella no se quedaría en la ruina, como le había pasado a su madre cuando su padre se largó con una mujer más joven. Su madre se había quedado desvalida, sin oficio, ni trabajo, y con una niña de cinco años a la que criar. Para ______, el trabajo era un modo de restañar su orgullo, como lo había sido para su madre volver a la escuela y rehusar el dinero de los _______(ta) para criar a su hija.
Sin embargo, por más que lo intentaba, a ______ le parecía que los malos pensamientos siempre le ganaban la partida. Los «buenos momentos» que había compartido con Mitch le parecían ya una neblina informe en el recuerdo, mientras que los límites afilados de la fealdad del divorcio seguían causándole un profundo dolor.
«Tienes que dejar de pensar así», se dijo, «o este viaje no servirá de nada»
-He dicho que si se te ha comido la lengua el gato. Cielos, cuando eras pequeña todo el mundo te llamaba «riachuelo» porque borboteabas y hablabas tan deprisa como el agua pendiente abajo.
______ esbozó una sonrisa.
-Lo había olvidado.
A pesar de sus esfuerzos por mantener el aplomo, ______ sintió el consabido aguijón de las lágrimas contenidas. A pesar de que Hazel la miraba, se dejó vencer momentáneamente y una lágrima se deslizó por su mejilla.
-Cariño -dijo Hazel suavemente-, dicen que el mejor modo de curar un forúnculo es sajarlo. Si quieres hablar de algo, de lo que sea, no tienes más que decirlo, ¿me oyes? Soy una vieja pesada, es cierto, pero también sé escuchar.
-Estoy bien -balbució _____, enjugándose con determinación la lágrima-. Siento haberme puesto a llorar. Te aseguro que no he venido para pasarme el día cabizbaja y llorosa.
-Guárdate esas disculpas para quien no te quiera. A ti lo que te hace falta es distraerte. Pero no creas que quiero emparejarte con Nick Jonas. No es eso. Para Nick, tengo mis propios propósitos. Solo quiero que saque a la luz otra vez el donjuán que lleva dentro. Y, dado que yo ya tengo cierta edad, no puedo hacerlo yo misma, así que tendré que apañármelas para que las chicas del baile intenten animarlo un poco.
_____ no pudo disimular una sonrisa.
-¿Desde cuándo te descartas a ti misma por la edad?
Hazel sonrió.
-Tienes razón. Puede que sea vieja, pero no estoy muerta. Y ese Nick Jonas es un trozo de solomillo que sería una pena desperdiciar.
______ se encogió de hombros.
-Supongo que es una pena que yo sea vegetariana.
-Por ahora -dijo Hazel, y pisó el acelerador.
La habitación de _____ en el Lazy M era tan lujosa como la de un hotel de cinco estrellas, pero, por fortuna, carente de pretensiones. _______ hundió los dedos en la gruesa alfombra Tabriz, se miró en el espejo de pino labrado a mano y se preguntó si podría pasar por una nativa de Montana.
Se había puesto las botas camperas de su tía abuela, las que Hazel se ponía todos los días, como demostraban sus arañazos cubiertos de barro, y llevaba también unos vaqueros y una sencilla camiseta de algodón blanca. La transformación le parecía completa hasta que Hazel llamó a la puerta y le dio un sombrero negro de chica y unos largos pendientes de turquesas.
-Ahora estás lista para el baile -declaró Hazel, calándose su Stetson hecho a mano.
-Lástima que Mitch no esté aquí -masculló ______ de camino al Cadillac—. Me gustaría pisotearlo mientras bailo.
El baile se celebraba en la vieja taberna de Mystery, cuya construcción databa de alrededor de 1910. Había cola para entrar, pero en cuanto el Cadillac se detuvo, un joven muy flaco con sombrero blanco de vaquero le abrió la puerta a Hazel, ayudó a bajar a la célebre ganadera y de inmediato fue a aparcar el coche.
-Eres toda una celebridad —dijo _______ mientras la gente se apartaba para dejarlas pasar.
-Cuando se es más vieja que Dios, la gente te sigue la corriente -dijo Hazel, haciéndole un guiño. ______ sonrió y dijo:
-Sí, ya.
La banda ya estaba tocando un baile vaquero de dos pasos. El local estaba repleto de parejas que se divertían, y ______ de pronto se sintió sola. Para quitarse aquella idea de la cabeza, jugó a hacerse la turista. Observó el exquisito artesonado de madera de abeto y quedó impresionada al ver la pista de baile de tarima de roble, pulida hasta parecer una pista de hielo por el roce de las botas camperas durante casi un siglo.
-Allá donde fueres... —dijo Hazel, dándole un vaso que acababa de servirle el camarero. ______ dio un sorbo y empezó a toser.
-¡Esto es whisky!
-Como te decía, querida, allá donde fueres, haz lo que vieres -repitió Hazel, sonriendo malévolamente.
-Es que no suelo beber... -______ probó otro trago. El siguiente no le supo tan mal.
-Querida, lo que no mata, hace más fuerte.
-Sí, lo sé. Pero yo ya estoy harta de tener que ser fuerte.
Hazel le lanzó otra mirada picara.
-Para eso estás aquí esta noche. Esta noche, no tienes por qué ser fuerte. Suéltate un poco la melena y... ¡Ay, hablando del rey de Roma...! ¡Ahí está Nick Jonas!
______ miró al otro lado de la pista llena de gente. Vio a Nick entre la neblina del humo, apoyado en la barra como un pistolero. Esa tarde, al conocerlo, le había parecido alto, pero al verlo entre la gente se lo pareció aún más.
-¡Mira! ¡Nos ha visto! ¡Viene hacia aquí! -exclamó Hazel entusiasmada.
De pronto, a _____ el whisky empezó a saberle de maravilla. Otro trago y estaba lista para encontrarse con aquellos ojos plateados.
-Señorita ______, Hazel -dijo él, llevándose la mano al ala del sombrero negro de vaquero.
-¿Qué haces que no estás en la pista, dando taconazos? -preguntó Hazel.
-Te estaba esperando —dijo él y, tomándola del brazo, la condujo a la pista.
_____ los observó mientras bailaban. Nick y su tía bailaban como si llevaran toda la vida haciéndolo. Mientras giraban y reían por la pista llena de gente, ella siguió aferrada a su whisky. Empezaba a sentirse osada e inquieta a cada segundo que pasaba. ¿Y para eso se había ido de vacaciones? Debería haberse quedado en su casa. Era menos duro para su ego pasarse el día inclinada sobre sus libros que apretujada en un bar, esperando que algún vaquero la sacara a bailar.
Nick acompañó de nuevo a Hazel hasta la barandilla de madera que separaba el bar de la pista de baile. _____ se apoyó contra la barandilla, esperando el momento en que la sacaría a bailar. No sabía bailar a dos pasos pero de repente tenía ganas de intentarlo. Notó que Nick le decía algo al oído a Hazel. La ganadera se echó a reír. Luego, él se fue como un enigmático pistolero que se disipara en la niebla.
-En fin, me está bien empleado -masculló ______.
-¿Qué dices, querida? -preguntó Hazel.
-Nada.
Hazel miró con sorpresa el vaso vacío de ______.
-¡Vaya, te has quedado seca! -se alejó hacia la barra antes de que _______ pudiera impedírselo.
Pasó otra hora antes de que volviera a ver a Nick Jonas. Lo vio bailando en la pista con una morena que se le echaba encima sin ningún pudor.
-¿No te parece que es un poco joven para él? -masculló sobre su vaso.
-¿Quién?
______ iba a señalar a Nick, pero el vals se había acabado y la banda acometió un baile vaquero.
-¿Bailas?
Ella alzó los ojos y vio que Nick estaba a su lado, mirándola con expresión inquisitiva. _______ tardó un momento en darse cuenta de lo que había hecho Hazel. La famosa ganadera debía de haber adivinado que, tras pasarse una hora mirando bailar a las parejas y luego de haberse echado al coleto un par de tragos, ______ estaría ligeramente beoda y hasta deseando que le pidieran bailar.
«No seas paranoica», se dijo mientras tomaba a Nick del brazo.
En la pista le costó seguirlo. Luego, de pronto, exclamó:
-¡Ya lo tengo! ¡En realidad, son tres pasos, no dos!
Él se echó a reír. Sus dientes eran muy blancos. Al verlos, _____ se estremeció.
-Ya le vas pillando el truco -sonrió él.
-La verdad es que es divertido -confesó ella.
-Pues claro que sí. Si no, ¿para qué íbamos a bailar?
Ella alzó la mirada y notó su mirada bajo la sombra del ala baja del sombrero.
-Será mejor que tenga cuidado -dijo en broma-. Una se acostumbra enseguida a divertirse y se olvida de trabajar.
-¿Y por qué trabajas tanto? Pensaba que eras tu propia jefa.
-Por eso precisamente trabajo tanto. Estoy ampliando el negocio y no encuentro socio capitalista, así que me está costando mucho esfuerzo encontrar financiación y... -soltó una risita y se tapó la boca con la mano-. Perdona, no quiero aburrirte.
-No me aburres —dijo él, sin dejar de mirarla. Ella se echó a reír en voz alta.
-Pero es todo muy técnico. No entenderás nada.
-Puede que no haya estudiado Gestión y Administración de Empresas en una de esas elegantes universidades de la costa este, pero algo entiendo de...
Ella le puso la mano en la boca. Él intentó contener su enfado y tensó los labios, y ______ se preguntó cómo sería borrarle el enojo de la boca a besos.
-Mira, no quiero que te enfades. Estoy aquí de vacaciones. Para divertirme. Así que, vamos a divertirnos.
Él la hizo girar de nuevo alrededor de la pista antes de volver a hablar.
-¿De veras quieres divertirte? -parecía haber estado sopesando una idea durante un rato y haberse decidido al fin.
-Claro -dijo ella alegremente.
-¿Has visto el viejo molino de maíz?
-Creo que nunca he visto un molino de maíz... y menos aún el de Mystery.
-Entonces, vamos -él dejó de bailar y la tomó de la mano.
El whisky debía de haberla afectado de verdad, porque de pronto _____ se oyó decir:
-¿Y qué hacéis en el molino?
-Bañarnos desnudos -respondió él. Ella se tomó la noticia con más calma de la que esperaba.
-Pero tú no lo entiendes, yo no puedo... Él la detuvo.
-Claro que puedes. Solo tienes que quitarte la ropa y saltar. Es muy fácil.
-¿Quitarme la ropa? —repitió ella, aturdida-. No creo que pueda quitarme la...
-Eh, vamos, que eres la reina de la lencería. Pensaba que te gustaría exhibir tu mercancía —contestó él.
-El hecho de que venda lencería no significa que vaya por ahí...
-Claro que sí -insistió él suavemente y, agarrándola del brazo, la llevó hacia la puerta.
-Claro que no -contestó ella, pero se dejó llevar.
-Entonces, te ofrezco un trato. Te dejo que te dejes puesto todo lo que vendes en la tienda.
-Pues te vas a llevar un buen chasco, porque yo solo me pongo ropa interior de color beige y siempre la más cómoda. Las virguerías se las dejo a las dientas.
Él pareció contener una sonrisa.
-Yo soy un vaquero, señorita. Me gustan las cosas sencillas. En realidad, preferiría que te quedaras como Dios te trajo al mundo y...
-Eso ni lo sueñes -dijo ella. Él sonrió.
-Entonces, tendré que conformarme con esa ropa interior tan cómoda y de color beige. Además, tienes que considerarlo en términos publicitarios. Hazlo por el negocio. Exhibir la mercancía atrae a los clientes.
Ella no supo qué contestar. Nick la enlazó por la cintura y un instante después se hallaron fuera del local.
-¿No crees que debería haberle dicho a Hazel adonde íbamos? -preguntó antes de montarse en una vieja camioneta de color rojo descolorido.
-Tú nunca has vivido en un pueblo, ¿no? -dijo él, sentándose tras el volante.
-No -respondió ella con más brío del necesario.
-Pues créeme, todo el mundo, incluyendo Hazel, sabe que vamos al molino.
-¿Y eso cómo puede ser? -murmuró ella, estupefacta-. ¿Es que tienen teléfonos móviles y yo no los he visto?
-No los necesitan. Tenemos a Hazel _______(ta), y aquí todo el mundo le cuenta a Hazel lo que pasa en el pueblo. Y, si le concierne a ella, más aún -él sonrió como un depredador y dijo-: Bueno, ¿estás lista?
Ella lo miró en la oscuridad. De pronto le dieron ganas de echar a correr.
—Supongo —musitó, preguntándose qué locura le había entrado de repente.
-Solo hago esto porque Hazel confía en ti. Porque yo, que lo sepas, nunca me voy con extraños -farfulló _____ mientras la camioneta avanzaba zarandeándose por el camino de montaña sin pavimentar.
-Yo no soy un extraño -dijo Nick-. Pregúntale a Hazel.
-Hazel dice que antes eras el terror de las chicas. Y hasta yo, que soy de ciudad, sé lo que eso significa.
-De eso hace mucho tiempo -dijo él casi susurrando.
-Sí, eso también me lo dijo Hazel.
El silencio se apoderó de la cabina de la camioneta. Era tan denso y opresivo que _______ se alegró de que la silueta del molino apareciera al fin en la cima de la colina.
-Hemos llegado.
Nick detuvo el coche junto a un edificio de piedra rústica. Un pequeño río desembocaba junto a él, haciendo girar la noria. Bajo esta había una amplia e incitante poza sobre la que rielaba la luz opalescente de la luna.
______ abrió la puerta de la camioneta y salió. De pronto, el crujido de la noria y el chapaleo del agua le pusieron los nervios de punta. Al igual que el hombre alto que permanecí a junto a ella.
¿Y... y qué hacéis aquí? -preguntó con voz áspera
-Nadar. Espera, te lo enseñaré.
Nick se sacó la camisa que llevaba remetida en los pantalones y se la quitó por la cabeza. A la luz de la luna, ______ vio los músculos prominentes de su pecho. Había también un ligero reguero de vello negro que se estrechaba allí donde sus músculos abdominales formaban una parrilla y desaparecía bajo la cinturilla del pantalón. Cuando él echó mano al botón de los vaqueros, ella levantó una mano.
-Si yo voy a hacer un pase de lencería, tú también. Déjatelos puestos —le ordenó, señalando los calzoncillos blancos que se le veían por la bragueta abierta.
-¿Seguro que nunca has hecho esto? -preguntó él, sonriendo. Ella asintió.
-Seguro.
Nick se quitó el sombrero y las botas y al fin se quedó con los calzoncillos puestos y los brazos cruzados, como si esperaba impaciente que ella lo siguiera.
_____ sintió un nudo de ansiedad en la garganta, pero el whisky le susurró al oído que no se había vuelto tarumba y que era perfectamente normal darse un baño con un hombre al que había conocido esa tarde.
-Qué demonios, estamos en el campo, ¿no? ¿Qué hay de malo en volver a la naturaleza si estoy de vacaciones? -masculló, quitándose el sombrero.
-Así me gusta -la animó él.
-Pero voy a dejarme la camiseta puesta -dijo ella.
A él le pareció de perlas.
-Por supuesto. No faltaría más.
Ella bajó los ojos y se miró. Si se dejaba puesta la camiseta, sería peor aún, o mejor, dependiendo de la perspectiva, que si se quedaba desnuda. Sin embargo, su sentido del pudor no le permitió quitársela.
-¿Sabes?, creo que me estás tendiendo una trampa -dijo con recelo.
-¿Yo? ¿Por qué? -le susurró él al oído y, tomándola de la mano, la atrajo hacia sí y ambos cayeron al agua del estanque.
-¡Se...se...serás idiota! —tartamudeó ella, jadeando al sentir el intenso frío del agua procedente del deshielo de las Montañas Rocosas.
-Será mejor que te muevas -contestó él.
Enfurecida, ella intentó hundirle la cabeza. Él se echó a reír y hasta dejó que le hiciera un par de ahogadillas como si así ella pudiera disipar su rabia.
-A que no haces esto -Nick se acercó nadando a la noria y, agarrándose a una de sus aspas, dejó que lo levantara un par de metros por encima del agua. Luego, se tiró al estanque como desde un trampolín.
-¿Que no? -dijo ella, aceptando el desafío. Estaba tiritando y se comportaba como una niña, pero debía reconocer que hacía mucho tiempo que no se sentía tan libre.
Se agarró a un aspa de la noria. Tras un par de segundos, se apartó de ella con un impulso y cayó en el agua oscura y fría. Cuando volvió a emerger, gritó, riendo:
-¡Madre mía! ¡Está helada!
Nick se acercó a ella y le rodeó el talle con los brazos. Su torso era como un hierro al rojo vivo, pero a _____ le sentó bien su calor.
-¿Es así como ligas con todas esas chicas? ¿Dejándolas en estado de hipotermia? -dijo ella.
-No —contestó él, mirándola mientras se desligaban por el agua—. El whisky siempre me daba buenos resultados. Pero me imaginaba que tú eras un potro difícil de domar.
-¡Ja! -_____ le hundió la cabeza en el agua y se alejó nadando. Volvió a agarrarse a la noria, esta vez más tiempo, y se zambulló de nuevo-. ¿Sabes? -dijo alegremente, nadando de espaldas-, esto es muy divertido. Hasta me estoy acostumbrado a la temperatura del agua.
-Por desgracia, en cuanto sales te hielas otra vez —dijo él, siguiéndola con la mirada.
-Lo estoy deseando —contestó ella, salpicándolo. Se echó a reír y casi se alegró cuando él la tomó de nuevo por la cintura para darle calor—. He de confesarte una cosa -balbució, quitándose el agua de los ojos-. Nadie lo diría por cómo me gano la vida ahora mismo, pero de pequeña era un marimacho. Y además siempre quise tener un hermano mayor. Para hacer cosas así. Ahora me siento como si tuviera uno.
Él la atrajo hacia sí.
-Siento decirte esto, pero no tengo ninguna intención de ser tu hermano mayor.
Ella lo miró. La luz de la luna cabrilleaba en el agua y en las gotas prendidas en el vello de su pecho. Estaba más tentador a cada momento y, sin embargo, en la cabeza de ______ no sonaban campanas de alarma. Ella temía que fuera por culpa del whisky.
—Lo digo en serio —insistió—. Era un cumplido. Siempre quise tener amigos chicos para hacer travesuras. Después de cinco años de matrimonio, creía al fin que mi marido me haría compañía, pero ¡ cielos, qué equivocada estaba! -sonrió y lo salpicó ligeramente-. Esto es justamente lo que me había recomendado el médico.
—Me alegro —contestó él con voz áspera, mirándola fijamente.
—¿Por qué me miras así? -preguntó ella con voz lenta y quizá un tanto más seductora de lo que pretendía.
—¿Cómo lo conociste?
—¿A quién? -preguntó ella, desconcertada.
—A tu marido.
Ella estuvo a punto de echarse a reír.
—En la lectura de un libro. ¿Te imaginas algo más soso? Eso debería haberme puesto sobre aviso, ¿no crees? —se deslizó en el agua-. Luego, después de eso, él decidió escribir la Gran Novela Americana y yo, tonta de mí, hice todo cuanto pude por apoyarlo. Hasta cuando se gastó todo el dinero que mi pequeño negocio, seguí creyendo que se merecía más. Yo pensaba que necesitaba viajar más, ampliar sus miras para poder escribir. Yo tenía que ser la perfecta compañera, y eso significaba dar, dar y dar hasta que me quedé sin nada. Pero yo no iba a acabar sola y pobre como mi madre, o eso creía entonces —esbozó una triste sonrisa-. Así que, como ahora estoy sola, trabajo
todo el día para no ser tampoco pobre -se produjo un largo silencio. Solo se oían los crujidos de la noria y el suave chapaleo del agua que caía, para aliviar la tensión, ______ le arrojó un poco de agua
—. Bueno, ¿qué te parece como confesión fraternal?
-No me parece que haya nada de fraternal en ello.
-¿Ah, no? -preguntó ella, frunciendo el ceño-. ¿Crees que le contaría eso a un tipo con el que estuviera saliendo? Yo creo que no. Eso es solo para hermanos, chaval.
La mirada de él se torno más intensa. Hasta a la luz brumosa de la luna, ______ podía verlo escrutar su cara.
-Tú no puedes ser mi hermanita -dijo él con voz baja y seductora-. Eso es imposible. Porque, en primer lugar, yo ya tengo una hermana pequeña. Se llama Becky.
-Estoy segura de que es una joven muy afortuna... -balbució ella, sin saber qué decir.
-Y, segundo, a ella nunca he querido hacerle esto.
Sus brazos se cerraron alrededor de ______. Comprimiéndola contra su pecho, inclinó lentamente la cabeza hacia ella. El ardor de su boca sorprendió a ______. El contraste entre sus labios fríos y su lengua caliente le hizo proferir un gemido involuntario.
Su beso se hizo más profundo. Ella notó el sabor del whisky en el aliento dé Nick y el olor masculino de su piel. Contra su voluntad abrió la boca como si tuviera sed de él y solo quisiera beber. El ancho pecho de Bruce se comprimía contra ella como una manta en la nieve. Todo era excesivo, casi imposible de resistir, y _____ se sintió arrastrada inexorablemente, como si pudiera cobijarse en aquel pecho y hallar abrigo en él para siempre.
La lengua de Nick recorrió la piel húmeda y suave del cuello de ______, produciendo en ésta escalofríos que nada tenían que ver con la fresca noche de Montana. Ella apretó instintivamente los pechos contra el torso de él y sus pezones, endurecidos por el frío, rozaron seductoramente la tela húmeda de su sujetador y los pectorales duros y cálidos de Nick.
Ella deslizó una mano por la espalda de él y le apretó las nalgas. Él dejó escapar un gruñido y deslizó los dedos hasta su entrepierna, incitándola a tocar su miembro erecto. Pero ella sabía que estaba excitado sin necesidad de verificarlo. Nick se comprimió contra ella. Su miembro era como una porra de policía.
De pronto, ______ comprendió que estaba perdiendo la cabeza y se apartó. Su mirada de perplejidad pareció refrenar a Nick. Su ardor se disipó de repente. Ella parecía haber despertado de un sueño para encontrarse en brazos de un muñeco de nieve. Nick se apartó, pero siguió mirándola, aunque ahora sus ojos tenían una expresión de censura y reproche.
-Tenemos que irnos —dijo bruscamente, sacándola del agua como si fuera una muñeca de trapo.
-¿Por qué? -jadeó ella, desorientada por el repentino cambio de humor de él y por la ráfaga de aire helado que rozó su cuerpo mojado.
-Haz lo que te conviene, niña. Ponte la ropa —respondió él hoscamente.
Ella lo miró fijamente. Se le notaban las nalgas bajo la tela mojada de los calzoncillos. Él se dio la vuelta y la miró con el ceño fruncido. ______ contuvo el aliento. Si lo que veía entre sus piernas era el resultado de un baño de agua fría, dudaba que ella pudiera hacerse con ello, ni siquiera en ese momento.
-¿Quieres un poco ahora? -preguntó él. Ella abrió la boca y sacudió la cabeza-. Entonces, vístete -se dio la vuelta y empezó a ponerse los pantalones y la camisa. Ella buscó precipitadamente sus vaqueros. Empapada y tiritando, logró ponérselos con gran esfuerzo-. Las botas puedes ponértelas en la camioneta -la condujo hacia el coche tomándola del codo y la ayudó a subir.
Sentándose a su lado, él encendió el motor.
-¿He...he...he hecho algo mal? -tartamudeó ella. Él la miró fijamente. Su cara era como una máscara de piedra a la luz del salpicadero-. Cre...ere...creía que nos estábamos divirtien...
Él la interrumpió.
-¿Sabes cómo se despierta un oso pardo después de hibernar? —ella sacudió la cabeza, abriendo mucho los ojos—. Con hambre —gruñó él—. Con tanta hambre que no puede pensar más que en lo que desea.
-¿Y tú qué deseas? -susurró ella, asustada.
Él la miró con dureza. No hizo falta que respondiera. Incluso en el silencio _____ pudo oír el eco de dos palabras que parecían lanzar sobre ella una maldición y una alabanza.
«A ti»
2
Mientras arrastraba la maleta con ruedas por el camino de tierra en dirección al barracón, ______ empezó a preguntarse dónde se había metido.
Un par de semanas antes, en el sofocante barrio francés de Nueva Orleáns, pasar un par de semanas de vacaciones en un rancho para turistas le había parecido una idea excelente. Ahora ya no se lo parecía tanto. Ahora, con sus elegantes zapatos de tacón alto, tenía que vérselas con un camino apisonado por los cascos de los caballos y con el traicionero mapa de carreteras de cierto señor Jonas.
Jonas le había causado una impresión mucho más profunda de lo que ella quería admitir. Su mirada morosa, de pesadas pestañas, había encendido dentro de ella algo que, muy a su pesar, parecía deseo. Sin embargo, no estaba dispuesta a recorrer de nuevo aquella autopista hacia el infierno. Ni ahora, ni nunca. La lencería fina estaba muy bien para mujeres casadas o para las chicas solteras y sin compromisos, pero ella era una mujer de negocios, y las prendas que vendía no eran más que el producto con el que negociaba. Eran los pertrechos de un mundo que no era el suyo.
-Señorita -dijo una voz profunda junto a su oído.
Él había aparecido a su lado como por arte de encantamiento. ____ se volvió y vio los ojos gris hielo de Nick Jonas.
Él agarró la maleta y se la echó al hombro sin esfuerzo, como si fuera su silla preferida.
-No es necesario, de verdad, puedo yo sola -balbució ella, siguiéndolo como una colegiala.
-Por lo que me ha dicho Hazel, tengo la impresión de que tú sola puedes prácticamente con todo -respondió él hoscamente.
Se volvió y sus ojos se encontraron. Ella se quedó de nuevo helada por su mirada. Hazel apareció en la puerta del barracón, sonriendo.
-Esta noche hay baile al viejo estilo en la taberna de Mystery. ¿Vas a ir, Nick?
______ se estremeció para sus adentros. De pronto se sentía como si estuviera en el instituto, esperando que un chico la invitara a bailar por primera vez. Y no aparecía ninguno.
-Ya sabes que a mí me tira el monte, no la taberna, Hazel —respondió él con aspereza. La tía abuela de _____ soltó un soplido.
-Antes de lo de Katherine, frecuentabas mucho la taberna. Y ya va siendo hora de que salgas otra vez.
A _____ le pareció que Nick Jonas le lanzaba a Hazel una de esas miradas congeladas que ella empezaba a reconocer. Pero a Hazel nadie le paraba los pies. Hazel era la matriarca de Mystery, Montana.
La familia ______(ta), cuyos orígenes se remontaban al siglo pasado, había colonizado el valle en toda su extensión. Entre los ganaderos, el nombre de los _______(ta) era como el toque del rey Midas. Incluso _____ sabía lo persuasiva que podía ser su tía abuela. En medio de un periodo de expansión financiera y crisis fiscal, a ella la había incitado a dejarlo todo para pasar tres semanas en un rancho para turistas, y eso que ella ni siquiera sabía montar a caballo.
-Nos veremos en el baile -declaró Hazel.
Nick se quedó parado y observó fijamente a las dos mujeres con la pesada maleta de _____ todavía cargada al hombro.
-Madre mía, si las miradas mataran... —murmuró _____ en cuando estuvo de nuevo en el interior del Cadillac de Hazel, lejos de la mirada y el oído de Nick Jonas.
-Solo necesita un empujoncito, nada más. _____ miró a su tía abuela.
-Hazel, ya te he dicho que nada de tejemanejes. Te aseguro que no me hacen falta, sobre todo teniendo en cuenta que me convenciste de que viniera aquí para tomarme un descanso. Y, además, Nick Jonas está colgado de esa tal Katherine y está claro que no necesita que ninguna mujer se le eche encima.
-Lo que le hace falta es quitarse de la cabeza a Katherine. Ese asunto no fue culpa suya. Ella era una necia muy testaruda. No había forma de enseñarle a respetar a un caballo. Y me da igual que fuera tan guapa. ¿Qué se le ha perdido a Nick con una mujer que no sabe respetar a un caballo? -dijo Hazel malévolamente.
-Estoy totalmente perpleja. ¿Qué tiene eso que ver conmigo? -preguntó _____-. Porque déjame decirte que yo sí que respeto a los caballos. A decir verdad, los respeto tanto que me dan un miedo atroz. Así que deja que Katherine y Nick arreglen sus asuntos sin meterme a mí por medio.
-Nick tiene que ir esta noche al baile y mover un poco el esqueleto. Le sentará bien. Antes era el auténtico donjuán de Mystery. Y, créeme, las damas no se quejaban.
_____ dejó escapar un cansino suspiro.
-Sé perfectamente a qué te refieres, Hazel, pero este donjuán en particular por mí que se lo quede Katherine.
-Katherine está muerta -______ la miró asombrada-. Sí —prosiguió Hazel—. Murió en el monte, con Nick. Se decía que él estaba enamorado de ella. Incluso había rumores de boda. Pero, como te decía, Katherine no sentía ningún respeto por los caballos. Le parecía que no eran mejores que los hombres, que siempre estaban a su disposición. Cuando el puma atacó, ella no comprendió que estaba protegiendo a su carnada. Ignoró todas las advertencias de su montura y, en mi opinión, por eso la tiró el caballo y encontró la muerte en ese precipicio.
_____ sintió un golpe en el estómago. De pronto sintió compasión por Nick, algo que se había jurado a sí misma no volver a sentir por un hombre.
-No imaginaba algo así -dijo suavemente-. Dios mío, qué mal lo habrá pasado Nick.
-Sí. Sobre todo, porque es de esos hombres a los que les gusta tenerlo todo bajo control -dijo Hazel solemnemente.
-Tal vez deberías dejarlo en paz, Hazel. A fin de cuentas, seguramente se sentirá culpable y...
-¿Culpable? ¿Y por qué iba a sentirse culpable? No fue culpa suya. El caballo se detuvo y empezó a relinchar. Ella no debió forzar al pobre animal. Pero esa Katherine era de las que nunca aceptan un no por respuesta, y obligó a ese pobre animal asustado a precipitarse hacia su muerte y la de ella.
-Qué horror. No me extraña que Nick sea tan frío.
-Antes no era así. Pero ahora se pasa la vida castigándose.
-Es terrible.
Hazel respiró hondo mientras conducía el Cadillac por los polvorientos caminos de grava en dirección a su rancho. De vez en cuando, le lanzaba a _____ una mirada penetrante.
-A ti tiene que darte igual que Nick Jonas se haya curado o no. La cuestión es que trabaja demasiado. Es como si estuviera huyendo de algo. Y yo solo quiero asegurarme que se toma un respiro y sale un poco por ahí a divertirse, nada más. El éxito es inútil si uno no puede pasárselo bien de vez en cuando.
______ se quedó pensativa, reflexionando sobre su propia situación. Su divorcio había sido de dominio público y extremadamente humillante, pero peor aún era la inexpresable conmoción que le había producido la traición de Mitch, el repentino descubrimiento de que su «encantador y amante esposo» no solo llevaba años robándole dinero, sino que además utilizaba sus fondos para mantener a su amante. Engañar a su esposa, traicionar sus votos nupciales y la confianza de ______, todo ello no había significado más para Mitch que matar una mosca.
De pronto, sintiendo la necesidad de confesarse con Hazel, dijo:
-¿Sabes, Hazel?, yo antes no trabajaba como una esclava. Solía divertirme, pero ahora... en fin, supongo que se me han quitado las ganas. Creo comprender lo que siente Nick Jonas. Últimamente, para mí el trabajo se ha convertido en el único antídoto que funciona, ¿comprendes? A veces creo que, después de pasar por el divorcio, el infierno es un concepto redundante.
Hazel la miró de nuevo inquisitivamente y luego asintió.
-Tienes que olvidarte de eso, ¿me oyes, tesoro? Lo hecho, hecho está, y ya no puede cambiarse. Acuérdate que antes la gente venía al Oeste a empezar de cero. A partir de ahora tienes que pensar en el mañana. Y unas semanas en el rancho es justo lo que necesitas.
A pesar del impresionante panorama que ofrecía el verano, _____ volvió a sentir frío por dentro al recordar una imagen muy diferente y mucho más fea del último otoño en Nueva Orleáns. Había regresado a casa inesperadamente de un viaje de negocios a Manhattan. Nada la había preparado para sufrir la conmoción que supuso abrir la puerta de su casa y ver al hombre al que amaba desnudo y sacudido por los dulces estertores del orgasmo con una mujer cuya existencia ella ni siquiera sospechaba.
Durante los arduos meses siguientes, ______ había procurado con todas sus fuerzas quitarse esa imagen de la cabeza, intentando concentrarse en las cosas buenas de su vida y desterrar las malas. Pero el divorcio de su madre le había dejado cicatrices indelebles. De alguna forma, el trabajo le parecía el único modo de recuperarse. Por lo menos, ella no se quedaría en la ruina, como le había pasado a su madre cuando su padre se largó con una mujer más joven. Su madre se había quedado desvalida, sin oficio, ni trabajo, y con una niña de cinco años a la que criar. Para ______, el trabajo era un modo de restañar su orgullo, como lo había sido para su madre volver a la escuela y rehusar el dinero de los _______(ta) para criar a su hija.
Sin embargo, por más que lo intentaba, a ______ le parecía que los malos pensamientos siempre le ganaban la partida. Los «buenos momentos» que había compartido con Mitch le parecían ya una neblina informe en el recuerdo, mientras que los límites afilados de la fealdad del divorcio seguían causándole un profundo dolor.
«Tienes que dejar de pensar así», se dijo, «o este viaje no servirá de nada»
-He dicho que si se te ha comido la lengua el gato. Cielos, cuando eras pequeña todo el mundo te llamaba «riachuelo» porque borboteabas y hablabas tan deprisa como el agua pendiente abajo.
______ esbozó una sonrisa.
-Lo había olvidado.
A pesar de sus esfuerzos por mantener el aplomo, ______ sintió el consabido aguijón de las lágrimas contenidas. A pesar de que Hazel la miraba, se dejó vencer momentáneamente y una lágrima se deslizó por su mejilla.
-Cariño -dijo Hazel suavemente-, dicen que el mejor modo de curar un forúnculo es sajarlo. Si quieres hablar de algo, de lo que sea, no tienes más que decirlo, ¿me oyes? Soy una vieja pesada, es cierto, pero también sé escuchar.
-Estoy bien -balbució _____, enjugándose con determinación la lágrima-. Siento haberme puesto a llorar. Te aseguro que no he venido para pasarme el día cabizbaja y llorosa.
-Guárdate esas disculpas para quien no te quiera. A ti lo que te hace falta es distraerte. Pero no creas que quiero emparejarte con Nick Jonas. No es eso. Para Nick, tengo mis propios propósitos. Solo quiero que saque a la luz otra vez el donjuán que lleva dentro. Y, dado que yo ya tengo cierta edad, no puedo hacerlo yo misma, así que tendré que apañármelas para que las chicas del baile intenten animarlo un poco.
_____ no pudo disimular una sonrisa.
-¿Desde cuándo te descartas a ti misma por la edad?
Hazel sonrió.
-Tienes razón. Puede que sea vieja, pero no estoy muerta. Y ese Nick Jonas es un trozo de solomillo que sería una pena desperdiciar.
______ se encogió de hombros.
-Supongo que es una pena que yo sea vegetariana.
-Por ahora -dijo Hazel, y pisó el acelerador.
La habitación de _____ en el Lazy M era tan lujosa como la de un hotel de cinco estrellas, pero, por fortuna, carente de pretensiones. _______ hundió los dedos en la gruesa alfombra Tabriz, se miró en el espejo de pino labrado a mano y se preguntó si podría pasar por una nativa de Montana.
Se había puesto las botas camperas de su tía abuela, las que Hazel se ponía todos los días, como demostraban sus arañazos cubiertos de barro, y llevaba también unos vaqueros y una sencilla camiseta de algodón blanca. La transformación le parecía completa hasta que Hazel llamó a la puerta y le dio un sombrero negro de chica y unos largos pendientes de turquesas.
-Ahora estás lista para el baile -declaró Hazel, calándose su Stetson hecho a mano.
-Lástima que Mitch no esté aquí -masculló ______ de camino al Cadillac—. Me gustaría pisotearlo mientras bailo.
El baile se celebraba en la vieja taberna de Mystery, cuya construcción databa de alrededor de 1910. Había cola para entrar, pero en cuanto el Cadillac se detuvo, un joven muy flaco con sombrero blanco de vaquero le abrió la puerta a Hazel, ayudó a bajar a la célebre ganadera y de inmediato fue a aparcar el coche.
-Eres toda una celebridad —dijo _______ mientras la gente se apartaba para dejarlas pasar.
-Cuando se es más vieja que Dios, la gente te sigue la corriente -dijo Hazel, haciéndole un guiño. ______ sonrió y dijo:
-Sí, ya.
La banda ya estaba tocando un baile vaquero de dos pasos. El local estaba repleto de parejas que se divertían, y ______ de pronto se sintió sola. Para quitarse aquella idea de la cabeza, jugó a hacerse la turista. Observó el exquisito artesonado de madera de abeto y quedó impresionada al ver la pista de baile de tarima de roble, pulida hasta parecer una pista de hielo por el roce de las botas camperas durante casi un siglo.
-Allá donde fueres... —dijo Hazel, dándole un vaso que acababa de servirle el camarero. ______ dio un sorbo y empezó a toser.
-¡Esto es whisky!
-Como te decía, querida, allá donde fueres, haz lo que vieres -repitió Hazel, sonriendo malévolamente.
-Es que no suelo beber... -______ probó otro trago. El siguiente no le supo tan mal.
-Querida, lo que no mata, hace más fuerte.
-Sí, lo sé. Pero yo ya estoy harta de tener que ser fuerte.
Hazel le lanzó otra mirada picara.
-Para eso estás aquí esta noche. Esta noche, no tienes por qué ser fuerte. Suéltate un poco la melena y... ¡Ay, hablando del rey de Roma...! ¡Ahí está Nick Jonas!
______ miró al otro lado de la pista llena de gente. Vio a Nick entre la neblina del humo, apoyado en la barra como un pistolero. Esa tarde, al conocerlo, le había parecido alto, pero al verlo entre la gente se lo pareció aún más.
-¡Mira! ¡Nos ha visto! ¡Viene hacia aquí! -exclamó Hazel entusiasmada.
De pronto, a _____ el whisky empezó a saberle de maravilla. Otro trago y estaba lista para encontrarse con aquellos ojos plateados.
-Señorita ______, Hazel -dijo él, llevándose la mano al ala del sombrero negro de vaquero.
-¿Qué haces que no estás en la pista, dando taconazos? -preguntó Hazel.
-Te estaba esperando —dijo él y, tomándola del brazo, la condujo a la pista.
_____ los observó mientras bailaban. Nick y su tía bailaban como si llevaran toda la vida haciéndolo. Mientras giraban y reían por la pista llena de gente, ella siguió aferrada a su whisky. Empezaba a sentirse osada e inquieta a cada segundo que pasaba. ¿Y para eso se había ido de vacaciones? Debería haberse quedado en su casa. Era menos duro para su ego pasarse el día inclinada sobre sus libros que apretujada en un bar, esperando que algún vaquero la sacara a bailar.
Nick acompañó de nuevo a Hazel hasta la barandilla de madera que separaba el bar de la pista de baile. _____ se apoyó contra la barandilla, esperando el momento en que la sacaría a bailar. No sabía bailar a dos pasos pero de repente tenía ganas de intentarlo. Notó que Nick le decía algo al oído a Hazel. La ganadera se echó a reír. Luego, él se fue como un enigmático pistolero que se disipara en la niebla.
-En fin, me está bien empleado -masculló ______.
-¿Qué dices, querida? -preguntó Hazel.
-Nada.
Hazel miró con sorpresa el vaso vacío de ______.
-¡Vaya, te has quedado seca! -se alejó hacia la barra antes de que _______ pudiera impedírselo.
Pasó otra hora antes de que volviera a ver a Nick Jonas. Lo vio bailando en la pista con una morena que se le echaba encima sin ningún pudor.
-¿No te parece que es un poco joven para él? -masculló sobre su vaso.
-¿Quién?
______ iba a señalar a Nick, pero el vals se había acabado y la banda acometió un baile vaquero.
-¿Bailas?
Ella alzó los ojos y vio que Nick estaba a su lado, mirándola con expresión inquisitiva. _______ tardó un momento en darse cuenta de lo que había hecho Hazel. La famosa ganadera debía de haber adivinado que, tras pasarse una hora mirando bailar a las parejas y luego de haberse echado al coleto un par de tragos, ______ estaría ligeramente beoda y hasta deseando que le pidieran bailar.
«No seas paranoica», se dijo mientras tomaba a Nick del brazo.
En la pista le costó seguirlo. Luego, de pronto, exclamó:
-¡Ya lo tengo! ¡En realidad, son tres pasos, no dos!
Él se echó a reír. Sus dientes eran muy blancos. Al verlos, _____ se estremeció.
-Ya le vas pillando el truco -sonrió él.
-La verdad es que es divertido -confesó ella.
-Pues claro que sí. Si no, ¿para qué íbamos a bailar?
Ella alzó la mirada y notó su mirada bajo la sombra del ala baja del sombrero.
-Será mejor que tenga cuidado -dijo en broma-. Una se acostumbra enseguida a divertirse y se olvida de trabajar.
-¿Y por qué trabajas tanto? Pensaba que eras tu propia jefa.
-Por eso precisamente trabajo tanto. Estoy ampliando el negocio y no encuentro socio capitalista, así que me está costando mucho esfuerzo encontrar financiación y... -soltó una risita y se tapó la boca con la mano-. Perdona, no quiero aburrirte.
-No me aburres —dijo él, sin dejar de mirarla. Ella se echó a reír en voz alta.
-Pero es todo muy técnico. No entenderás nada.
-Puede que no haya estudiado Gestión y Administración de Empresas en una de esas elegantes universidades de la costa este, pero algo entiendo de...
Ella le puso la mano en la boca. Él intentó contener su enfado y tensó los labios, y ______ se preguntó cómo sería borrarle el enojo de la boca a besos.
-Mira, no quiero que te enfades. Estoy aquí de vacaciones. Para divertirme. Así que, vamos a divertirnos.
Él la hizo girar de nuevo alrededor de la pista antes de volver a hablar.
-¿De veras quieres divertirte? -parecía haber estado sopesando una idea durante un rato y haberse decidido al fin.
-Claro -dijo ella alegremente.
-¿Has visto el viejo molino de maíz?
-Creo que nunca he visto un molino de maíz... y menos aún el de Mystery.
-Entonces, vamos -él dejó de bailar y la tomó de la mano.
El whisky debía de haberla afectado de verdad, porque de pronto _____ se oyó decir:
-¿Y qué hacéis en el molino?
-Bañarnos desnudos -respondió él. Ella se tomó la noticia con más calma de la que esperaba.
-Pero tú no lo entiendes, yo no puedo... Él la detuvo.
-Claro que puedes. Solo tienes que quitarte la ropa y saltar. Es muy fácil.
-¿Quitarme la ropa? —repitió ella, aturdida-. No creo que pueda quitarme la...
-Eh, vamos, que eres la reina de la lencería. Pensaba que te gustaría exhibir tu mercancía —contestó él.
-El hecho de que venda lencería no significa que vaya por ahí...
-Claro que sí -insistió él suavemente y, agarrándola del brazo, la llevó hacia la puerta.
-Claro que no -contestó ella, pero se dejó llevar.
-Entonces, te ofrezco un trato. Te dejo que te dejes puesto todo lo que vendes en la tienda.
-Pues te vas a llevar un buen chasco, porque yo solo me pongo ropa interior de color beige y siempre la más cómoda. Las virguerías se las dejo a las dientas.
Él pareció contener una sonrisa.
-Yo soy un vaquero, señorita. Me gustan las cosas sencillas. En realidad, preferiría que te quedaras como Dios te trajo al mundo y...
-Eso ni lo sueñes -dijo ella. Él sonrió.
-Entonces, tendré que conformarme con esa ropa interior tan cómoda y de color beige. Además, tienes que considerarlo en términos publicitarios. Hazlo por el negocio. Exhibir la mercancía atrae a los clientes.
Ella no supo qué contestar. Nick la enlazó por la cintura y un instante después se hallaron fuera del local.
-¿No crees que debería haberle dicho a Hazel adonde íbamos? -preguntó antes de montarse en una vieja camioneta de color rojo descolorido.
-Tú nunca has vivido en un pueblo, ¿no? -dijo él, sentándose tras el volante.
-No -respondió ella con más brío del necesario.
-Pues créeme, todo el mundo, incluyendo Hazel, sabe que vamos al molino.
-¿Y eso cómo puede ser? -murmuró ella, estupefacta-. ¿Es que tienen teléfonos móviles y yo no los he visto?
-No los necesitan. Tenemos a Hazel _______(ta), y aquí todo el mundo le cuenta a Hazel lo que pasa en el pueblo. Y, si le concierne a ella, más aún -él sonrió como un depredador y dijo-: Bueno, ¿estás lista?
Ella lo miró en la oscuridad. De pronto le dieron ganas de echar a correr.
—Supongo —musitó, preguntándose qué locura le había entrado de repente.
-Solo hago esto porque Hazel confía en ti. Porque yo, que lo sepas, nunca me voy con extraños -farfulló _____ mientras la camioneta avanzaba zarandeándose por el camino de montaña sin pavimentar.
-Yo no soy un extraño -dijo Nick-. Pregúntale a Hazel.
-Hazel dice que antes eras el terror de las chicas. Y hasta yo, que soy de ciudad, sé lo que eso significa.
-De eso hace mucho tiempo -dijo él casi susurrando.
-Sí, eso también me lo dijo Hazel.
El silencio se apoderó de la cabina de la camioneta. Era tan denso y opresivo que _______ se alegró de que la silueta del molino apareciera al fin en la cima de la colina.
-Hemos llegado.
Nick detuvo el coche junto a un edificio de piedra rústica. Un pequeño río desembocaba junto a él, haciendo girar la noria. Bajo esta había una amplia e incitante poza sobre la que rielaba la luz opalescente de la luna.
______ abrió la puerta de la camioneta y salió. De pronto, el crujido de la noria y el chapaleo del agua le pusieron los nervios de punta. Al igual que el hombre alto que permanecí a junto a ella.
¿Y... y qué hacéis aquí? -preguntó con voz áspera
-Nadar. Espera, te lo enseñaré.
Nick se sacó la camisa que llevaba remetida en los pantalones y se la quitó por la cabeza. A la luz de la luna, ______ vio los músculos prominentes de su pecho. Había también un ligero reguero de vello negro que se estrechaba allí donde sus músculos abdominales formaban una parrilla y desaparecía bajo la cinturilla del pantalón. Cuando él echó mano al botón de los vaqueros, ella levantó una mano.
-Si yo voy a hacer un pase de lencería, tú también. Déjatelos puestos —le ordenó, señalando los calzoncillos blancos que se le veían por la bragueta abierta.
-¿Seguro que nunca has hecho esto? -preguntó él, sonriendo. Ella asintió.
-Seguro.
Nick se quitó el sombrero y las botas y al fin se quedó con los calzoncillos puestos y los brazos cruzados, como si esperaba impaciente que ella lo siguiera.
_____ sintió un nudo de ansiedad en la garganta, pero el whisky le susurró al oído que no se había vuelto tarumba y que era perfectamente normal darse un baño con un hombre al que había conocido esa tarde.
-Qué demonios, estamos en el campo, ¿no? ¿Qué hay de malo en volver a la naturaleza si estoy de vacaciones? -masculló, quitándose el sombrero.
-Así me gusta -la animó él.
-Pero voy a dejarme la camiseta puesta -dijo ella.
A él le pareció de perlas.
-Por supuesto. No faltaría más.
Ella bajó los ojos y se miró. Si se dejaba puesta la camiseta, sería peor aún, o mejor, dependiendo de la perspectiva, que si se quedaba desnuda. Sin embargo, su sentido del pudor no le permitió quitársela.
-¿Sabes?, creo que me estás tendiendo una trampa -dijo con recelo.
-¿Yo? ¿Por qué? -le susurró él al oído y, tomándola de la mano, la atrajo hacia sí y ambos cayeron al agua del estanque.
-¡Se...se...serás idiota! —tartamudeó ella, jadeando al sentir el intenso frío del agua procedente del deshielo de las Montañas Rocosas.
-Será mejor que te muevas -contestó él.
Enfurecida, ella intentó hundirle la cabeza. Él se echó a reír y hasta dejó que le hiciera un par de ahogadillas como si así ella pudiera disipar su rabia.
-A que no haces esto -Nick se acercó nadando a la noria y, agarrándose a una de sus aspas, dejó que lo levantara un par de metros por encima del agua. Luego, se tiró al estanque como desde un trampolín.
-¿Que no? -dijo ella, aceptando el desafío. Estaba tiritando y se comportaba como una niña, pero debía reconocer que hacía mucho tiempo que no se sentía tan libre.
Se agarró a un aspa de la noria. Tras un par de segundos, se apartó de ella con un impulso y cayó en el agua oscura y fría. Cuando volvió a emerger, gritó, riendo:
-¡Madre mía! ¡Está helada!
Nick se acercó a ella y le rodeó el talle con los brazos. Su torso era como un hierro al rojo vivo, pero a _____ le sentó bien su calor.
-¿Es así como ligas con todas esas chicas? ¿Dejándolas en estado de hipotermia? -dijo ella.
-No —contestó él, mirándola mientras se desligaban por el agua—. El whisky siempre me daba buenos resultados. Pero me imaginaba que tú eras un potro difícil de domar.
-¡Ja! -_____ le hundió la cabeza en el agua y se alejó nadando. Volvió a agarrarse a la noria, esta vez más tiempo, y se zambulló de nuevo-. ¿Sabes? -dijo alegremente, nadando de espaldas-, esto es muy divertido. Hasta me estoy acostumbrado a la temperatura del agua.
-Por desgracia, en cuanto sales te hielas otra vez —dijo él, siguiéndola con la mirada.
-Lo estoy deseando —contestó ella, salpicándolo. Se echó a reír y casi se alegró cuando él la tomó de nuevo por la cintura para darle calor—. He de confesarte una cosa -balbució, quitándose el agua de los ojos-. Nadie lo diría por cómo me gano la vida ahora mismo, pero de pequeña era un marimacho. Y además siempre quise tener un hermano mayor. Para hacer cosas así. Ahora me siento como si tuviera uno.
Él la atrajo hacia sí.
-Siento decirte esto, pero no tengo ninguna intención de ser tu hermano mayor.
Ella lo miró. La luz de la luna cabrilleaba en el agua y en las gotas prendidas en el vello de su pecho. Estaba más tentador a cada momento y, sin embargo, en la cabeza de ______ no sonaban campanas de alarma. Ella temía que fuera por culpa del whisky.
—Lo digo en serio —insistió—. Era un cumplido. Siempre quise tener amigos chicos para hacer travesuras. Después de cinco años de matrimonio, creía al fin que mi marido me haría compañía, pero ¡ cielos, qué equivocada estaba! -sonrió y lo salpicó ligeramente-. Esto es justamente lo que me había recomendado el médico.
—Me alegro —contestó él con voz áspera, mirándola fijamente.
—¿Por qué me miras así? -preguntó ella con voz lenta y quizá un tanto más seductora de lo que pretendía.
—¿Cómo lo conociste?
—¿A quién? -preguntó ella, desconcertada.
—A tu marido.
Ella estuvo a punto de echarse a reír.
—En la lectura de un libro. ¿Te imaginas algo más soso? Eso debería haberme puesto sobre aviso, ¿no crees? —se deslizó en el agua-. Luego, después de eso, él decidió escribir la Gran Novela Americana y yo, tonta de mí, hice todo cuanto pude por apoyarlo. Hasta cuando se gastó todo el dinero que mi pequeño negocio, seguí creyendo que se merecía más. Yo pensaba que necesitaba viajar más, ampliar sus miras para poder escribir. Yo tenía que ser la perfecta compañera, y eso significaba dar, dar y dar hasta que me quedé sin nada. Pero yo no iba a acabar sola y pobre como mi madre, o eso creía entonces —esbozó una triste sonrisa-. Así que, como ahora estoy sola, trabajo
todo el día para no ser tampoco pobre -se produjo un largo silencio. Solo se oían los crujidos de la noria y el suave chapaleo del agua que caía, para aliviar la tensión, ______ le arrojó un poco de agua
—. Bueno, ¿qué te parece como confesión fraternal?
-No me parece que haya nada de fraternal en ello.
-¿Ah, no? -preguntó ella, frunciendo el ceño-. ¿Crees que le contaría eso a un tipo con el que estuviera saliendo? Yo creo que no. Eso es solo para hermanos, chaval.
La mirada de él se torno más intensa. Hasta a la luz brumosa de la luna, ______ podía verlo escrutar su cara.
-Tú no puedes ser mi hermanita -dijo él con voz baja y seductora-. Eso es imposible. Porque, en primer lugar, yo ya tengo una hermana pequeña. Se llama Becky.
-Estoy segura de que es una joven muy afortuna... -balbució ella, sin saber qué decir.
-Y, segundo, a ella nunca he querido hacerle esto.
Sus brazos se cerraron alrededor de ______. Comprimiéndola contra su pecho, inclinó lentamente la cabeza hacia ella. El ardor de su boca sorprendió a ______. El contraste entre sus labios fríos y su lengua caliente le hizo proferir un gemido involuntario.
Su beso se hizo más profundo. Ella notó el sabor del whisky en el aliento dé Nick y el olor masculino de su piel. Contra su voluntad abrió la boca como si tuviera sed de él y solo quisiera beber. El ancho pecho de Bruce se comprimía contra ella como una manta en la nieve. Todo era excesivo, casi imposible de resistir, y _____ se sintió arrastrada inexorablemente, como si pudiera cobijarse en aquel pecho y hallar abrigo en él para siempre.
La lengua de Nick recorrió la piel húmeda y suave del cuello de ______, produciendo en ésta escalofríos que nada tenían que ver con la fresca noche de Montana. Ella apretó instintivamente los pechos contra el torso de él y sus pezones, endurecidos por el frío, rozaron seductoramente la tela húmeda de su sujetador y los pectorales duros y cálidos de Nick.
Ella deslizó una mano por la espalda de él y le apretó las nalgas. Él dejó escapar un gruñido y deslizó los dedos hasta su entrepierna, incitándola a tocar su miembro erecto. Pero ella sabía que estaba excitado sin necesidad de verificarlo. Nick se comprimió contra ella. Su miembro era como una porra de policía.
De pronto, ______ comprendió que estaba perdiendo la cabeza y se apartó. Su mirada de perplejidad pareció refrenar a Nick. Su ardor se disipó de repente. Ella parecía haber despertado de un sueño para encontrarse en brazos de un muñeco de nieve. Nick se apartó, pero siguió mirándola, aunque ahora sus ojos tenían una expresión de censura y reproche.
-Tenemos que irnos —dijo bruscamente, sacándola del agua como si fuera una muñeca de trapo.
-¿Por qué? -jadeó ella, desorientada por el repentino cambio de humor de él y por la ráfaga de aire helado que rozó su cuerpo mojado.
-Haz lo que te conviene, niña. Ponte la ropa —respondió él hoscamente.
Ella lo miró fijamente. Se le notaban las nalgas bajo la tela mojada de los calzoncillos. Él se dio la vuelta y la miró con el ceño fruncido. ______ contuvo el aliento. Si lo que veía entre sus piernas era el resultado de un baño de agua fría, dudaba que ella pudiera hacerse con ello, ni siquiera en ese momento.
-¿Quieres un poco ahora? -preguntó él. Ella abrió la boca y sacudió la cabeza-. Entonces, vístete -se dio la vuelta y empezó a ponerse los pantalones y la camisa. Ella buscó precipitadamente sus vaqueros. Empapada y tiritando, logró ponérselos con gran esfuerzo-. Las botas puedes ponértelas en la camioneta -la condujo hacia el coche tomándola del codo y la ayudó a subir.
Sentándose a su lado, él encendió el motor.
-¿He...he...he hecho algo mal? -tartamudeó ella. Él la miró fijamente. Su cara era como una máscara de piedra a la luz del salpicadero-. Cre...ere...creía que nos estábamos divirtien...
Él la interrumpió.
-¿Sabes cómo se despierta un oso pardo después de hibernar? —ella sacudió la cabeza, abriendo mucho los ojos—. Con hambre —gruñó él—. Con tanta hambre que no puede pensar más que en lo que desea.
-¿Y tú qué deseas? -susurró ella, asustada.
Él la miró con dureza. No hizo falta que respondiera. Incluso en el silencio _____ pudo oír el eco de dos palabras que parecían lanzar sobre ella una maldición y una alabanza.
«A ti»
Faby Evans Jonas
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Temas similares
» Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
» Caricias del Corazón (Nick y Tu) Adaptación. (terminada)
» cosmic keg.
» Nick, el orgulloso -Nick & tú- Adaptación
» INTREPIDO CORAZÓN (Adaptación) Joe y Tu TERMINADA
» Caricias del Corazón (Nick y Tu) Adaptación. (terminada)
» cosmic keg.
» Nick, el orgulloso -Nick & tú- Adaptación
» INTREPIDO CORAZÓN (Adaptación) Joe y Tu TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 1 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.