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"Camino al Amor" (Nick y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
Capitulo 10
___ recorrió la habitación, asegurándose de que todo estuviera dispuesto para la fiesta. Las flores. La música. Los aperitivos. Las bebidas. En la cocina esperaba un magnífico bufé. Nada de comida caliente, sólo ensaladas y marisco, más una sección de deliciosos postres, todos ellos preparados por el mejor restaurante de la ciudad.
Drake no esperaba que cocinara en ocasiones como aquella, pero incluso seleccionar y encargar la comida suponía un enorme trabajo. Drake no era partidario de contratar camareros para sus fiestas. Prefería tenerlo todo dispuesto en mesas estratégicamente colocadas en diferentes zonas del salón y en la terraza. Le gustaba crear un ambiente relajado e informal en el que la gente tuviera algo que cenar, además de charlar. Había descubierto que era más fácil que los invitados se mezclaran si tenían que servirse ellos mismos la comida.
Y tenía razón. Sus fiestas siempre eran un gran éxito. Drake había desarrollado también su propia rutina como anfitrión. Después de abrir personalmente la puerta durante la primera hora de la fiesta, se dedicaba a circular continuamente, charlando y gastando bromas a todos los invitados para hacer que todo el mundo se sintiera especial. ____ se encargaba de dar la bienvenida a los rezagados y de asegurarse de que no faltaban aperitivos, ni hielo ni comida.
Francamente, a pesar de todas las ganas que supuestamente tenía de verla, ____ no iba a poder pasar mucho tiempo con él durante la velada. Estaba mirando satisfecha a su alrededor cuando advirtió que el arreglo de flores australianas del vestíbulo estaba un poco inclinado. Corrió hacia allí, cambió de posición un par de flores y retrocedió para inspeccionar el resultado.
-Deja de preocuparte, querida. ____ miró por encima del hombro y vio a Drake saliendo por fin del dormitorio, arreglado ya para la noche. Se había vestido todo de negro. Estaba muy elegante y, sí, suponía que también sexy. Ocho días atrás, seguramente se lo habría parecido.
¿Pero por qué no se lo parecía en aquel momento? Normalmente, habría alabado su aspecto, pero descubrió que las palabras no acudían a sus labios. Volvió a acercarse a las flores, a pesar de que sabía que estaban perfectas. -No vuelvas a tocar las flores -le aconsejó Drake-. Están perfectas. Todo está perfecto. Ahora, arréglate tú antes de que empiece a llegar la gente. Por mucho que me gustes con esos pantalones cortos, estoy deseando verte con el modelito que te he comprado. Me alegro de que te hayas comprado un vestido exclusivo. No habría sido bueno para mi imagen que esta noche apareciera alguna invitada con el mismo vestido que mi novia.
-Sí, sería una catástrofe, ¿verdad? -replicó sin poder contenerse. Tenía los nervios a punto de explotar. Aquella semana había sido la más larga y agitada de su vida. Drake le había dado tiempo, pero no le había servido de nada. Para el viernes, su cabeza estaba todavía más llena de recuerdos de lo que había vivido en Hideaway y su cuerpo estaba tenso, con una frustración que jamás había conocido.
Haciendo un esfuerzo para distraerse de sus fantasías sobre Nick, había trabajado como un demonio en la oficina. Se había quedado hasta tarde todos los días y había sido tan eficiente que ni siquiera Fran había podido encontrarle ningún defecto a su trabajo.
El día anterior había pasado horas buscando un modelo que pudiera gustarle a Drake. Y no se quejaba. Gracias a aquella larga expedición había conseguido olvidarse un poco de Nick. Al final había elegido un vestido de satén de color malva que no era demasiado revelador porque sobre el corpiño se extendía una capa de encaje rosado. Desgraciada o quizá afortunadamente, no tenía ningunos zapatos a juego y había tardado una hora más en encontrar unas sandalias de color malva y rosado. Había terminado gastándose más de los quinientos dólares que Drake le había dado, y había tenido que añadir dinero de su bolsillo. Pero necesitaba animarse un poco y además quena complacer a Drake.
Seguramente porque se sentía culpable. Muchas de las cosas que había hecho aquella semana habían estado inspiradas por un sentimiento de culpabilidad. Aquella mañana, se había levantado temprano y había ido a casa de Drake extraordinariamente pronto, asumiendo con entusiasmo los preparativos de la fiesta y decidiendo no pensar en Nick ni un segundo más.
Y había funcionado hasta cierto punto. Incluso se había convencido a sí misma de que si bebía lo suficiente, aquella noche podría acostarse con Drake después de la fiesta y aliviar en parte su horrible frustración.
Pero en el momento en el que Drake había llegado de la oficina, alrededor de las cinco de la tarde, contentísimo porque había conseguido como cliente a un antiguo campeón olímpico, ____ lo había encontrado infinitamente irritante. Sobre todo cuando le había dicho que había invitado a aquel cliente a la fiesta.
¿Como si no fuera a ir ya suficiente gente! De modo que ____ se había alegrado de que Drake desapareciera durante la hora anterior en su dormitorio para ducharse, afeitarse y vestirse; pero desde que había vuelto a aparecer, estaba consiguiendo irritarla otra vez.
Drake la fulminó con la mirada, con expresión fría y furiosa. ____ sacudió la cabeza. Estaba actuando tal y como Mel había actuado con Ron. La diferencia era que en el caso de Mel, ella al menos iba a salir con el hombre que le gustaba, mientras que ella nunca volvería a ver a Nick. -Lo siento -le dijo con un suspiro-. No me pediste que viniera para esto. Sólo estoy cansada y un poco nerviosa. Ya sabes que no me gusta hablar con desconocidos, especialmente cuando son ricos y famosos. Sobre todo porque sé muy poco de deportes. ¿En qué dices que es campeón ese
cliente?
-En realidad es ex campeón. De surfing.
-¡Surfng! -exclamó ____ con incredulidad. Drake la miró con recelo.
-Sí, lo sé, nadie podría imaginarse que un surfista pudiera ser rico. Pero créeme, Mitch lo es.
-Mitch -repitió ella-. Parece un nombre americano.
-Pues es australiano de pura cepa. Y es el propietario de la cadena Aus-Surf. Empezó con una
pequeña tienda hace unos años, después de que un accidente lo obligara a retirarse. Ahora Aus- Surf tiene franquicias en toda Australia. Estoy seguro de que las has visto. Están por todas partes.
-Sí, sí, ya sé cuáles son -vendían equipos de surf, ropa y accesorios. -En este momento lo están haciendo de una forma excelente -continuó explicándole Drake-. Al principio, mucha gente pensaba que los artículos que vendían eran demasiado llamativos, pero la gente del surf los adora. Por supuesto, a mí jamás se me ocurriría ponerme nada parecido. Deberías haber visto cómo iba hoy vestido nuestro multimillonario. ¿Té puedes creer que llevaba una camisa verde limón?
-No -contestó pensativa. Pero podía imaginarse a Nick con una camisa como aquella. Estaría maravilloso. Estaría maravilloso con cualquier cosa que se pusiera. ___ suspiró. ¿No iba a poder dejar de pensar nunca en él? -Lo sé, lo sé -dijo Drake-. Lo siento, estoy empezando a desvariar. Ve a arreglarte. Yo iré a buscar el hielo. ____ se dirigió a la habitación de invitados, donde había dejado sus cosas, sintiendo cómo la depresión se cernía sobre ella. Lo único que le apetecía en aquel momento era marcharse, alejarse de Drake y de su fiesta. Y volver a Hideaway Beach. Con Nick. Y no le importaba que sólo quisiera sexo de ella. Eso era todo lo que ella quería de él. Y eso era lo único en lo que podía pensar.
A veces se arrepentía de haber abandonado su cama durante la madrugada del domingo. Debería haberse quedado, por lo menos durante el fin de semana. Había demasiadas cosas que no había hecho con él y demasiadas cosas que todavía anhelaba hacer Como hacer el amor bajo la ducha. O en el mar. O atando a Nick a la cama, para tenerlo completamente a su merced y volverlo loco de placer.
-¡____! -la llamó Drake-. No oigo la ducha. Date prisa. Te queda poco tiempo. ___ apretó los ojos con fuerza. ¿Qué diablos estaba haciendo, entregándose a aquellos pensamientos? Eran estúpidos. Fútiles. ¡Y tan frustrantes! Pero, oh, qué excitación despertaban. Y qué calor. Todavía podía sentirlo, extendiéndose sobre su piel. Un calor intenso que nacía entre sus muslos. Sabía, sin necesidad de comprobarlo, que estaba completamente húmeda. Lo había estado durante toda la semana.
Gimió mientras se desnudaba para meterse en la ducha. -¡Guau! -exclamó Drake cuando, cincuenta minutos después, ____ salió de la ducha. ___ forzó una sonrisa mientras Drake caminaba lentamente hacia ella, con los ojos iluminados. -¿Debo entender que cuento con tu aprobación? -¡Y no sabes cuánto! -le rodeó la cintura con los brazos y la atrajo hacia él-. Me gustaría poder mantenerte a mi lado toda la noche. No puedo permitir que te pasees sola por la fiesta con un aspecto tan delicioso, sobre todo teniendo como invitados a hombres como Mitch.
-No creo que tengas que preocuparte por hombres como Mitch -murmuró ella, al tiempo que intentaba no mostrar el desagrado que le producía sentir las manos de Drake sobre ella. Consiguió no apartarse, pero al mismo tiempo comprendió que no había ninguna esperanza de que se acostara con Drake aquella noche. -Se le considera un hombre muy atractivo -insistió Drake-. Ahora mismo está buscando un ático para sustituir el que tuvo que cederle a su última amiga. Lo llevó a los tribunales por haber roto su compromiso y haberla abandonado y ganó. -Bien por ella -dijo ___-. Debería haber más mujeres así. -Oh, no lo sé. Los hombres como ése son un buen objetivo de las cazafortunas. La chica en cuestión dijo que había renunciado a su trabajo para vivir con él y que esperaba convertirse en su esposa. Dijo que él le había prometido matrimonio, pero que cuando ella intentó fijar una fecha para la boda, él le explicó que había cambiado de opinión y la echó de su casa. Mitch se defendió alegando que ella mentía y que sólo se quedaba en su casa cuando él estaba de viaje. Admitió que se había acostado con ella, pero sólo una vez. Si vieras a la mujer en cuestión, no le concederías mucha credibilidad. Supongo que recortarás el caso. Salió en todos los periódicos de Sydney.
-No. Ya sabes que no leo muchos periódicos, y rara vez veo las noticias. Son siempre tan tristes. -Es cierto. Aun así, fue tu propia firma de abogados la que llevó el caso. O debería decir mejor el adorable Nigel. No me extraña que lo perdieran. -No tengo mucho contacto con los clientes de Nigel -contestó, molesta por el desprecio con el que Drake hablaba del abogado-. Aun así, creo que eso debió de ser antes de que yo empezara a trabajar en la firma. Recuerda que sólo llevo cinco meses con Fran.
-Es cierto. Creo que fue antes. Pero se habló mucho sobre el caso. Dios mío, dan ganas de comerte -gimió, hundiendo la cabeza en su cuello. -Drake, por favor -protestó ella, desasiéndose de sus brazos-. He tardado siglos en maquillarme y en peinarme.
Drake retrocedió y la miró con los ojos entrecerrados.
-¿No pretenderás volver a rechazarme esta noche, verdad?
____ se sintió atenazada por el pánico.
-Tú... Me dijiste que no me presionarías.
-¿De verdad? Tonto de mí. Muy bien, ____, no te presionaré. Pero si yo fuera tú, no continuaría
jugando a esto durante mucho tiempo. No soy un hombre paciente.
-No he dicho que no vaya a acostarme contigo esta noche.
-Oh, qué generosa por tu parte.
-Drake, por favor, no seas así. Si de verdad me quisieras, lo comprenderías.
-Y si tú me quisieras de verdad, no tendrías ningún problema para acostarte conmigo, lo harías encantada.
-Para las mujeres no es tan fácil.
-Para algunas sí.
____ oyó con inmenso alivio que llamaban a la puerta.
-Dejaremos esta conversación para más tarde -dijo Drake, agarrándola con firmeza del brazo y conduciéndola a través del vestíbulo-. Hasta entonces, intenta sonreír. -¡Ben! -exclamó alegremente en cuanto abrió la puerta-. ¡Y Tracy! Esto sí que es una sorpresa. Pero de lo más agradable, te lo aseguro. ____ sonrió a Bob, al que ya conocía. Trabajaba como vendedor para la misma agencia de Drake. Tenía unos cuarenta años, era calvo, gordito y estaba divorciado. Y no se perdía una sola fiesta.
No tenía la menor idea de quién era Tracy, pero tenía que reconocer que era una rubia muy atractiva. De unos treinta años, llevaba un vestido corto y ceñido de cuero y encaje negro con un generoso escote en forma de uve. El pelo se lo había recogido en lo alto de la cabeza y llevaba dos pendientes que colgaban casi hasta sus hombros. No llevaba sujetador y era difícil ignorar los pezones que se adivinaban bajo el encaje.
-Creo que no nos conocemos -____ se dirigió a la rubia. -Tracy es la nueva recepcionista -la informó Drake con cierta brusquedad-. Ésta es ___, mi novia.
____ le sonrió a Tracy y esta le devolvió una dulce sonrisa.
-Bob, sinvergüenza -comentó Drake entre risas-. No sabía que estabas saliendo con Tracy.
-Y no estamos saliendo, ¿verdad, querida? -contestó Bob-. Tracy se ha ofrecido amablemente a acompañarme esta noche cuando me he quejado por no tener con quién venir. -Lo he hecho encantada -contestó la rubia alegremente-. Y quién sabe, quizá repita. Vaya, vaya, así que esta es tu casa, ¿eh, Drake? -pasó por delante de ellos, mostrando una vista trasera tan provocativa como la delantera. El top llevaba la espalda al descubierto, mostrando una figura envidiable. Un trasero firme, caderas estrechas y unas piernas interminables.
La hizo sentirse a ___ un poco infantil con su vestido. De pronto, deseó haberse comprado un modelo menos discreto. La llegada de nuevos invitados le sirvió de distracción y pronto pudo concentrarse en las labores de anfitriona y olvidarse de aquellas tontas envidias. Drake delegó en ella la tarea de abrir la puerta antes de lo normal, lo que la mantuvo muy ocupada. Intentó no preocuparse por el hecho de que no hubiera vuelto a sonreírle ni a hablarle personalmente desde su último altercado. Entendía que estuviera enfadado con ella. Y también que si no accedía a acostarse con él aquella noche, tendrían que poner fin a su relación.
Era un dilema al que ___ tenía que enfrentarse. Hasta entonces, se tomaría un par de copas de Chardonnay y esperaría a que hiciera efecto el alcohol. Con un poco de suerte, podría volver a encontrar atractivo a Drake.
Para las diez de la noche, la fiesta estaba en pleno apogeo, aunque no había aparecido todavía el nuevo y flamante cliente de Drake. Seguramente no pensaba ir. ____ imaginaba que los hombres como él recibían todo tipo de invitaciones. Aun así, Drake se iba a llevar una gran desilusión.
Cuando sonó el timbre otra vez, ____ corrió a abrir, esperando que se tratara de Mitch. Para entonces, estaba dando cuenta ya de la tercera copa de vino. Abrió la puerta al tiempo que se llevaba la copa a los labios.
Pero no era el esperado Mitch el que estaba al otro lado, Era Nick, con un aspecto mucho más atractivo del que ____ recordaba. Para empezar, se había afeitado y vestido elegantemente, con unos pantalones chinos y una camisa color azul.
___ abrió los ojos como platos al verlo. Y también la boca. La mano se le quedó paralizada. Y de su cabeza desapareció todo pensamiento coherente.
Seguire acomodando :D
___ recorrió la habitación, asegurándose de que todo estuviera dispuesto para la fiesta. Las flores. La música. Los aperitivos. Las bebidas. En la cocina esperaba un magnífico bufé. Nada de comida caliente, sólo ensaladas y marisco, más una sección de deliciosos postres, todos ellos preparados por el mejor restaurante de la ciudad.
Drake no esperaba que cocinara en ocasiones como aquella, pero incluso seleccionar y encargar la comida suponía un enorme trabajo. Drake no era partidario de contratar camareros para sus fiestas. Prefería tenerlo todo dispuesto en mesas estratégicamente colocadas en diferentes zonas del salón y en la terraza. Le gustaba crear un ambiente relajado e informal en el que la gente tuviera algo que cenar, además de charlar. Había descubierto que era más fácil que los invitados se mezclaran si tenían que servirse ellos mismos la comida.
Y tenía razón. Sus fiestas siempre eran un gran éxito. Drake había desarrollado también su propia rutina como anfitrión. Después de abrir personalmente la puerta durante la primera hora de la fiesta, se dedicaba a circular continuamente, charlando y gastando bromas a todos los invitados para hacer que todo el mundo se sintiera especial. ____ se encargaba de dar la bienvenida a los rezagados y de asegurarse de que no faltaban aperitivos, ni hielo ni comida.
Francamente, a pesar de todas las ganas que supuestamente tenía de verla, ____ no iba a poder pasar mucho tiempo con él durante la velada. Estaba mirando satisfecha a su alrededor cuando advirtió que el arreglo de flores australianas del vestíbulo estaba un poco inclinado. Corrió hacia allí, cambió de posición un par de flores y retrocedió para inspeccionar el resultado.
-Deja de preocuparte, querida. ____ miró por encima del hombro y vio a Drake saliendo por fin del dormitorio, arreglado ya para la noche. Se había vestido todo de negro. Estaba muy elegante y, sí, suponía que también sexy. Ocho días atrás, seguramente se lo habría parecido.
¿Pero por qué no se lo parecía en aquel momento? Normalmente, habría alabado su aspecto, pero descubrió que las palabras no acudían a sus labios. Volvió a acercarse a las flores, a pesar de que sabía que estaban perfectas. -No vuelvas a tocar las flores -le aconsejó Drake-. Están perfectas. Todo está perfecto. Ahora, arréglate tú antes de que empiece a llegar la gente. Por mucho que me gustes con esos pantalones cortos, estoy deseando verte con el modelito que te he comprado. Me alegro de que te hayas comprado un vestido exclusivo. No habría sido bueno para mi imagen que esta noche apareciera alguna invitada con el mismo vestido que mi novia.
-Sí, sería una catástrofe, ¿verdad? -replicó sin poder contenerse. Tenía los nervios a punto de explotar. Aquella semana había sido la más larga y agitada de su vida. Drake le había dado tiempo, pero no le había servido de nada. Para el viernes, su cabeza estaba todavía más llena de recuerdos de lo que había vivido en Hideaway y su cuerpo estaba tenso, con una frustración que jamás había conocido.
Haciendo un esfuerzo para distraerse de sus fantasías sobre Nick, había trabajado como un demonio en la oficina. Se había quedado hasta tarde todos los días y había sido tan eficiente que ni siquiera Fran había podido encontrarle ningún defecto a su trabajo.
El día anterior había pasado horas buscando un modelo que pudiera gustarle a Drake. Y no se quejaba. Gracias a aquella larga expedición había conseguido olvidarse un poco de Nick. Al final había elegido un vestido de satén de color malva que no era demasiado revelador porque sobre el corpiño se extendía una capa de encaje rosado. Desgraciada o quizá afortunadamente, no tenía ningunos zapatos a juego y había tardado una hora más en encontrar unas sandalias de color malva y rosado. Había terminado gastándose más de los quinientos dólares que Drake le había dado, y había tenido que añadir dinero de su bolsillo. Pero necesitaba animarse un poco y además quena complacer a Drake.
Seguramente porque se sentía culpable. Muchas de las cosas que había hecho aquella semana habían estado inspiradas por un sentimiento de culpabilidad. Aquella mañana, se había levantado temprano y había ido a casa de Drake extraordinariamente pronto, asumiendo con entusiasmo los preparativos de la fiesta y decidiendo no pensar en Nick ni un segundo más.
Y había funcionado hasta cierto punto. Incluso se había convencido a sí misma de que si bebía lo suficiente, aquella noche podría acostarse con Drake después de la fiesta y aliviar en parte su horrible frustración.
Pero en el momento en el que Drake había llegado de la oficina, alrededor de las cinco de la tarde, contentísimo porque había conseguido como cliente a un antiguo campeón olímpico, ____ lo había encontrado infinitamente irritante. Sobre todo cuando le había dicho que había invitado a aquel cliente a la fiesta.
¿Como si no fuera a ir ya suficiente gente! De modo que ____ se había alegrado de que Drake desapareciera durante la hora anterior en su dormitorio para ducharse, afeitarse y vestirse; pero desde que había vuelto a aparecer, estaba consiguiendo irritarla otra vez.
Drake la fulminó con la mirada, con expresión fría y furiosa. ____ sacudió la cabeza. Estaba actuando tal y como Mel había actuado con Ron. La diferencia era que en el caso de Mel, ella al menos iba a salir con el hombre que le gustaba, mientras que ella nunca volvería a ver a Nick. -Lo siento -le dijo con un suspiro-. No me pediste que viniera para esto. Sólo estoy cansada y un poco nerviosa. Ya sabes que no me gusta hablar con desconocidos, especialmente cuando son ricos y famosos. Sobre todo porque sé muy poco de deportes. ¿En qué dices que es campeón ese
cliente?
-En realidad es ex campeón. De surfing.
-¡Surfng! -exclamó ____ con incredulidad. Drake la miró con recelo.
-Sí, lo sé, nadie podría imaginarse que un surfista pudiera ser rico. Pero créeme, Mitch lo es.
-Mitch -repitió ella-. Parece un nombre americano.
-Pues es australiano de pura cepa. Y es el propietario de la cadena Aus-Surf. Empezó con una
pequeña tienda hace unos años, después de que un accidente lo obligara a retirarse. Ahora Aus- Surf tiene franquicias en toda Australia. Estoy seguro de que las has visto. Están por todas partes.
-Sí, sí, ya sé cuáles son -vendían equipos de surf, ropa y accesorios. -En este momento lo están haciendo de una forma excelente -continuó explicándole Drake-. Al principio, mucha gente pensaba que los artículos que vendían eran demasiado llamativos, pero la gente del surf los adora. Por supuesto, a mí jamás se me ocurriría ponerme nada parecido. Deberías haber visto cómo iba hoy vestido nuestro multimillonario. ¿Té puedes creer que llevaba una camisa verde limón?
-No -contestó pensativa. Pero podía imaginarse a Nick con una camisa como aquella. Estaría maravilloso. Estaría maravilloso con cualquier cosa que se pusiera. ___ suspiró. ¿No iba a poder dejar de pensar nunca en él? -Lo sé, lo sé -dijo Drake-. Lo siento, estoy empezando a desvariar. Ve a arreglarte. Yo iré a buscar el hielo. ____ se dirigió a la habitación de invitados, donde había dejado sus cosas, sintiendo cómo la depresión se cernía sobre ella. Lo único que le apetecía en aquel momento era marcharse, alejarse de Drake y de su fiesta. Y volver a Hideaway Beach. Con Nick. Y no le importaba que sólo quisiera sexo de ella. Eso era todo lo que ella quería de él. Y eso era lo único en lo que podía pensar.
A veces se arrepentía de haber abandonado su cama durante la madrugada del domingo. Debería haberse quedado, por lo menos durante el fin de semana. Había demasiadas cosas que no había hecho con él y demasiadas cosas que todavía anhelaba hacer Como hacer el amor bajo la ducha. O en el mar. O atando a Nick a la cama, para tenerlo completamente a su merced y volverlo loco de placer.
-¡____! -la llamó Drake-. No oigo la ducha. Date prisa. Te queda poco tiempo. ___ apretó los ojos con fuerza. ¿Qué diablos estaba haciendo, entregándose a aquellos pensamientos? Eran estúpidos. Fútiles. ¡Y tan frustrantes! Pero, oh, qué excitación despertaban. Y qué calor. Todavía podía sentirlo, extendiéndose sobre su piel. Un calor intenso que nacía entre sus muslos. Sabía, sin necesidad de comprobarlo, que estaba completamente húmeda. Lo había estado durante toda la semana.
Gimió mientras se desnudaba para meterse en la ducha. -¡Guau! -exclamó Drake cuando, cincuenta minutos después, ____ salió de la ducha. ___ forzó una sonrisa mientras Drake caminaba lentamente hacia ella, con los ojos iluminados. -¿Debo entender que cuento con tu aprobación? -¡Y no sabes cuánto! -le rodeó la cintura con los brazos y la atrajo hacia él-. Me gustaría poder mantenerte a mi lado toda la noche. No puedo permitir que te pasees sola por la fiesta con un aspecto tan delicioso, sobre todo teniendo como invitados a hombres como Mitch.
-No creo que tengas que preocuparte por hombres como Mitch -murmuró ella, al tiempo que intentaba no mostrar el desagrado que le producía sentir las manos de Drake sobre ella. Consiguió no apartarse, pero al mismo tiempo comprendió que no había ninguna esperanza de que se acostara con Drake aquella noche. -Se le considera un hombre muy atractivo -insistió Drake-. Ahora mismo está buscando un ático para sustituir el que tuvo que cederle a su última amiga. Lo llevó a los tribunales por haber roto su compromiso y haberla abandonado y ganó. -Bien por ella -dijo ___-. Debería haber más mujeres así. -Oh, no lo sé. Los hombres como ése son un buen objetivo de las cazafortunas. La chica en cuestión dijo que había renunciado a su trabajo para vivir con él y que esperaba convertirse en su esposa. Dijo que él le había prometido matrimonio, pero que cuando ella intentó fijar una fecha para la boda, él le explicó que había cambiado de opinión y la echó de su casa. Mitch se defendió alegando que ella mentía y que sólo se quedaba en su casa cuando él estaba de viaje. Admitió que se había acostado con ella, pero sólo una vez. Si vieras a la mujer en cuestión, no le concederías mucha credibilidad. Supongo que recortarás el caso. Salió en todos los periódicos de Sydney.
-No. Ya sabes que no leo muchos periódicos, y rara vez veo las noticias. Son siempre tan tristes. -Es cierto. Aun así, fue tu propia firma de abogados la que llevó el caso. O debería decir mejor el adorable Nigel. No me extraña que lo perdieran. -No tengo mucho contacto con los clientes de Nigel -contestó, molesta por el desprecio con el que Drake hablaba del abogado-. Aun así, creo que eso debió de ser antes de que yo empezara a trabajar en la firma. Recuerda que sólo llevo cinco meses con Fran.
-Es cierto. Creo que fue antes. Pero se habló mucho sobre el caso. Dios mío, dan ganas de comerte -gimió, hundiendo la cabeza en su cuello. -Drake, por favor -protestó ella, desasiéndose de sus brazos-. He tardado siglos en maquillarme y en peinarme.
Drake retrocedió y la miró con los ojos entrecerrados.
-¿No pretenderás volver a rechazarme esta noche, verdad?
____ se sintió atenazada por el pánico.
-Tú... Me dijiste que no me presionarías.
-¿De verdad? Tonto de mí. Muy bien, ____, no te presionaré. Pero si yo fuera tú, no continuaría
jugando a esto durante mucho tiempo. No soy un hombre paciente.
-No he dicho que no vaya a acostarme contigo esta noche.
-Oh, qué generosa por tu parte.
-Drake, por favor, no seas así. Si de verdad me quisieras, lo comprenderías.
-Y si tú me quisieras de verdad, no tendrías ningún problema para acostarte conmigo, lo harías encantada.
-Para las mujeres no es tan fácil.
-Para algunas sí.
____ oyó con inmenso alivio que llamaban a la puerta.
-Dejaremos esta conversación para más tarde -dijo Drake, agarrándola con firmeza del brazo y conduciéndola a través del vestíbulo-. Hasta entonces, intenta sonreír. -¡Ben! -exclamó alegremente en cuanto abrió la puerta-. ¡Y Tracy! Esto sí que es una sorpresa. Pero de lo más agradable, te lo aseguro. ____ sonrió a Bob, al que ya conocía. Trabajaba como vendedor para la misma agencia de Drake. Tenía unos cuarenta años, era calvo, gordito y estaba divorciado. Y no se perdía una sola fiesta.
No tenía la menor idea de quién era Tracy, pero tenía que reconocer que era una rubia muy atractiva. De unos treinta años, llevaba un vestido corto y ceñido de cuero y encaje negro con un generoso escote en forma de uve. El pelo se lo había recogido en lo alto de la cabeza y llevaba dos pendientes que colgaban casi hasta sus hombros. No llevaba sujetador y era difícil ignorar los pezones que se adivinaban bajo el encaje.
-Creo que no nos conocemos -____ se dirigió a la rubia. -Tracy es la nueva recepcionista -la informó Drake con cierta brusquedad-. Ésta es ___, mi novia.
____ le sonrió a Tracy y esta le devolvió una dulce sonrisa.
-Bob, sinvergüenza -comentó Drake entre risas-. No sabía que estabas saliendo con Tracy.
-Y no estamos saliendo, ¿verdad, querida? -contestó Bob-. Tracy se ha ofrecido amablemente a acompañarme esta noche cuando me he quejado por no tener con quién venir. -Lo he hecho encantada -contestó la rubia alegremente-. Y quién sabe, quizá repita. Vaya, vaya, así que esta es tu casa, ¿eh, Drake? -pasó por delante de ellos, mostrando una vista trasera tan provocativa como la delantera. El top llevaba la espalda al descubierto, mostrando una figura envidiable. Un trasero firme, caderas estrechas y unas piernas interminables.
La hizo sentirse a ___ un poco infantil con su vestido. De pronto, deseó haberse comprado un modelo menos discreto. La llegada de nuevos invitados le sirvió de distracción y pronto pudo concentrarse en las labores de anfitriona y olvidarse de aquellas tontas envidias. Drake delegó en ella la tarea de abrir la puerta antes de lo normal, lo que la mantuvo muy ocupada. Intentó no preocuparse por el hecho de que no hubiera vuelto a sonreírle ni a hablarle personalmente desde su último altercado. Entendía que estuviera enfadado con ella. Y también que si no accedía a acostarse con él aquella noche, tendrían que poner fin a su relación.
Era un dilema al que ___ tenía que enfrentarse. Hasta entonces, se tomaría un par de copas de Chardonnay y esperaría a que hiciera efecto el alcohol. Con un poco de suerte, podría volver a encontrar atractivo a Drake.
Para las diez de la noche, la fiesta estaba en pleno apogeo, aunque no había aparecido todavía el nuevo y flamante cliente de Drake. Seguramente no pensaba ir. ____ imaginaba que los hombres como él recibían todo tipo de invitaciones. Aun así, Drake se iba a llevar una gran desilusión.
Cuando sonó el timbre otra vez, ____ corrió a abrir, esperando que se tratara de Mitch. Para entonces, estaba dando cuenta ya de la tercera copa de vino. Abrió la puerta al tiempo que se llevaba la copa a los labios.
Pero no era el esperado Mitch el que estaba al otro lado, Era Nick, con un aspecto mucho más atractivo del que ____ recordaba. Para empezar, se había afeitado y vestido elegantemente, con unos pantalones chinos y una camisa color azul.
___ abrió los ojos como platos al verlo. Y también la boca. La mano se le quedó paralizada. Y de su cabeza desapareció todo pensamiento coherente.
Seguire acomodando :D
♥..:Tiff:..♥
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
Aaaaaaaaaaaaaa yo lo sabiaaaaaaaaa
Mas o cumplire mis amenazas
Mas o cumplire mis amenazas
Faby Evans Jonas
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
Capitulo 11
Nick supo, en cuanto volvió a ver a ____, por qué había vuelto a Sydney. Le bastó con verla para quedarse sin respiración. Pero la sorpresa que reflejó el rostro de ___ le indicó que ella no esperaba un reencuentro. Enfrentarse a la dura realidad de que para ella no había significado nada más que una noche de sexo le resultó mucho más doloroso de lo que había imaginado. Pero al menos ya tenía la respuesta para algunas de sus preguntas. El viaje a Sydney serviría para detener cualquier fantasía estúpida sobre la posibilidad de que hubiera habido algo especial entre ellos, o, como su romántica mente se empeñaba en hacerle ver, que ____ fuera su único y verdadero amor.
¡Y pensar que incluso había comenzado a considerar aquella estúpida idea! La sorpresa inicial de ___ no tardó en dar paso a una aterrada confusión. -Ni por un momento me imaginé que me seguirías... -balbuceó-. Pensé que no te importaba... Pero ¿cómo demonios te has enterado de que estaría aquí? Me refiero a que... no hay ninguna forma de... Oh, Dios mío, ya lo entiendo. Te lo ha dicho Nigel, ¿verdad? -de pronto abrió sus enormes ojos alarmada-. No pensarás contarle a Drake lo de la noche del sábado, ¿verdad?
El miedo a que descubriera su infidelidad le demostró a Ncik que Drake continuaba siendo lo más importante en la vida de ____. Lo cual lo llevaba otra vez a la cuestión del por qué. ¿Sería por amor o por dinero? A Nick cada vez le resultaba más difícil creer que fuera por amor. Drake podía ser un vendedor de éxito, y razonablemente atractivo, pero también era un mujeriego. Le había bastado estar con él durante una hora para darse cuenta. La forma en la que había coqueteado con la recepcionista de su oficina había sido evidente. Y si la rubia del congreso era la primera mujer con la que había engañado a ____, Nick estaría dispuesto a comerse el sombrero.
Pero a lo mejor ____ ya lo sabía. Y quizá había decidido cerrar los ojos a las actividades extra conyugales de Drake a cambio de lo que él pudiera darle. No por vez primera, Nick pensó que quizá cuando ____ averiguara quién era realmente él, cambiara de prioridades. Y se dio cuenta también de que él mismo estaría dispuesto a cualquier cosa con tal de acostarse otra vez con ella. Estaría dispuesto a darle todo lo que Zoe quisiera.
-No, no voy a hablarle a Drake de nosotros -le prometió-. Así que no tienes por qué preocuparte. La cuestión es, ____, que no soy exactamente... -¡Mitch! -lo interrumpió Drake antes de que pudiera informar a ____ de su identidad y estatus financiero-. Así que al final has venido. Y estás intentando quitarme a mi chica, ¡qué vergüenza! -¿Este es Mitch? -exclamó ___, claramente asombrada-. ¿El mismo Mitch del que me estabas hablando antes? -El mismo -le confirmó Drake, deslizando el brazo por su cintura y estrechándola posesivamente contra él-. ¿Por qué, querida? ¿Quién creías que era? -Él se ha presentado como Nick -dijo fríamente. Nick se preguntó qué demonios le habría contado Drake a _____ para que lo mirara con tanto desprecio. -Mitch es el apodo que tenía en mis días de surfista -se precipitó a explicarle-. Pero Nick es mi verdadero nombre. Nick Jonas. -Mitch te sienta mejor -insistió Drake. -Si me perdonáis -dijo ___ bruscamente-. Tengo que sacar la comida de la nevera. Estoy segura de que tendréis muchas cosas de las que hablar. Nick se habría pateado a sí mismo mientras la veía alejarse. Diablos, no podía haber llevado peor aquel asunto. Jamás debería haber aceptado la invitación de Drake. Había sido un error táctico.
¿Por qué no había previsto que ____ se enfadaría cuando descubriera quién era realmente él? A nadie le gustaba que lo engañaran. Eso sólo demostraba lo que pasaba cuando los hombres se dedicaban a pensar con su cuerpo, en vez de con el cerebro.
-No te preocupes por ___ -dijo Drake, haciéndole a Nick un gesto y cerrando la puerta tras él-. Esta noche está de muy mal humor. En realidad lleva así toda la semana. Por fin algo que a Nick le gustaba oír. Eso significaba que quizá ____ no había sido capaz de sacarlo tan fácilmente de su mente. A lo mejor ella también había estado pensando en él. -Vamos, Mitch. Te serviré una copa -Drake condujo a Nick hacia una mesa con varias botellas de licor-. ¿Cuál es tu veneno? ¿Te apetece un whisky con hielo? -Una cerveza sin alcohol. Nunca bebo alcohol, es una costumbre que conservo de mis días de surfista. -¿De verdad? Tengo que reconocer que me sorprende. Entonces vamos a acercarnos al bar. En el bar tengo toda clase de bebidas frías. Hola, Alex, Babs -saludó a una pareja que permanecía en la penumbra de una esquina. Era difícil saber si estaban bailando. Lo que sí hacían era besarse-. ¿Os divertís? Magnífico. Si queréis, puedo cambiar la música -en aquel momento sonaba un blues de lo más sensual de fondo.
-Ya lo hemos hecho -contestaron al unísono, separándose un instante para tomar aire. El bar estaba en una esquina del salón; además del mueble que guardaba las bebidas, tenía un mostrador de mármol gris y taburetes de acero, un reflejo del estilo frío y minimalista del resto de los muebles.
-Siéntate -le ofreció Drake, señalando los taburetes.
Nick decidió permanecer de pie. Drake sacó una lata de cerveza y se la sirvió en un vaso.
-Yo pensaba que los surfistas eran aficionados a las juergas.
-No tardé en descubrir que las resacas no son compatibles con el deporte -aceptó la cerveza y bebió un trago, preguntándose cómo podría deshacerse le aquel estúpido. -¿Y qué me dices de las mujeres? -insistió Drake-. ¡No me digas que eras uno de esos abnegados atletas que prescinden del sexo antes de la competición por miedo a que les roben la energía!
-No puedo decir que suscriba esa teoría en particular -contestó Nick secamente y Drake soltó una carcajada. -Yo tampoco. De hecho, creo que el sexo es la más estimulante de las actividades. A veces, si es con la mujer adecuada, cuanto más tengo más quiero. Nick sintió una punzada de celos ante aquella revelación. Hasta que se dio cuenta de que probablemente Drake no estuviera hablando de ___. -Bueno, hay que reconocer que tienes una novia muy atractiva -comentó Nick. -¿Qué? Ah, sí, ___ es bastante guapa. Pero para serte sincero, en cuestiones de sexo es un poco remilgada. -¿Ah sí? -Nick tuvo que hacer un gran esfuerzo para disimular su sorpresa. Lo último que habría dicho de ____ era que era una mujer remilgada con el sexo. -Ya sabes cómo son estas cosas. Tú eres un hombre de mundo -Drake bajó la voz hasta convertirla en un suspiro conspirador-. A algunas mujeres les gusta el sexo completamente edulcorado. A otras, sin embargo, de cualquier forma y en cualquier lugar. Desde que era un adolescente, comprendí que las primeras son para casarse con ellas y las segundas sólo para divertirse.
-Presumo que la rubia que hemos visto hoy en la oficina es sólo para divertirse entonces -dijo Nick-. ¿Cómo se llama? ¿Tracy? -Eh, tío, mantén la boca cerrada. No queremos que ___ te oiga. Y no sólo eso, ¿sabes que Tracy se ha presentado aquí esta noche? Ha aparecido inesperadamente con uno de mis amigos. Casi me muero. Afortunadamente, he podido evitarla durante toda la noche.
-Me temo que se acaba de terminar tu suerte -dijo Nick, mirando por encima del hombro de Drake-. Porque tu rubia se dirige hacia aquí. Está sola y parece que ha estado bebiendo. -¡Oh, no! Hazme un favor, ¿quieres, Mitch? Entretén a ____ en la cocina mientras yo me encargo de Tracy. -¿Estás seguro de que quieres que la entretenga? -preguntó Nick arrastrando las palabras-. Pues déjame advertirte que, al contrario que a tu rubia, encuentro a ___ extremadamente atractiva.
-Eso está bien, Mitch. Pero yo le confiaría a ____ al hombre más atractivo del mundo y aunque tú estás bastante bien, no creo que estés en la liga. Pero haz lo que puedas, amigo, y procura tener a ____ entretenida. Aunque no creo que consigas nada... Ah, Tracy, cariño, llevo toda la noche esperando el momento de hablar contigo.
Nick no oyó lo que contestó la encantadora Tracy. Él ya estaba buscando el camino hacia la cocina. Mientras se dirigía hacia allí, pensó que era asombroso que en otra época le hubieran gustado aquel tipo de fiestas. En aquel momento, las encontraba tan pretenciosas como aburridas. Después de pasar un par de salones, encontró por fin la cocina. ___ estaba frente a un mostrador y al lado de un enorme frigorífico de dos puertas, quitando el plástico a las fuentes de la comida y murmurando algo para sí. Paró un momento para servirse una copa de Chardonnay y tomó un buen trago antes de continuar trabajando. No pareció oírlo entrar. Y estaba de espaldas a él.
Nick cerró la puerta suavemente y se dirigió hacia ella. ____ por fin debió oír algo, porque giró de repente y abrió sus adorables ojos de par en par. -No te atrevas a tocarme -exigió con voz atragantada-. Como me pongas la mano encima, gritaré.
-No he venido aquí a tocarte. He venido para hablar contigo.
-No tengo nada que decir.
-Pues bien, yo tengo muchas cosas que decirte. No sé lo que te habrá contado Drake sobre mí, pero apostaría a que ha sido algo relacionado con el caso que me llevó el año pasado a los tribunales, a juzgar por cómo has reaccionado al verme. Sólo quiero darte mi versión de lo ocurrido.
-¿Y por qué voy a querer oír tu versión? Creo que ya he oído suficientes cosas de ti. -Nunca te he mentido, salvo cuando te dije que no era el propietario de la casa de Hideaway Beach. Todo lo demás era cierto. -Lo cual no es demasiado, si no recuerdo mal. Me hiciste pensar que eras una especie de vagabundo. -Si te hubieras quedado, al día siguiente te hubiera dicho toda la verdad. -Oh, vamos. No esperarás que te crea, ¿verdad?
-Estoy deseando que lo hagas.
-¿Por qué?
Nick clavó la mirada en sus ojos.
-Porque lo que compartimos la otra noche fue algo digno de recordar ___. Y no sólo fue sexo,
-aunque también lo fue, y magnífico. Hubo algo... especial. Y creo que tenemos la obligación de explorar más profundamente nuestra relación. Por un instante, Nick estuvo seguro de que había conseguido convencerla. Pero no tardó en comprender que no era así. -¿Te importaría que te recordara que ya tengo una relación con un hombre al que amo? -Eso es basura y lo sabes. Cualquiera que os viera juntos se daría cuenta de que lo que hay entre vosotros no es amor.
-¡Tú no sabes nada sobre Drake y sobre mí! -protestó con fiereza.
-Sé más de lo que puedes imaginarte. Para empezar, sé que tu amigo es un mujeriego.
-Ya veo. Has estado hablando con Nigel, ¿verdad? De acuerdo, Drake me engañó una vez, me dijo que lo sentía y lo he perdonado.
-¿Una vez? Oh, vamos.
____ se sonrojó ligeramente y Nick pudo darse cuenta de que. ni siquiera ella lo creía.
-Y de todas formas, ¿quién eres tú para juzgar a otro hombre? Tú también eres un mujeriego.
-Yo no he engañado a ninguna de las mujeres con las que he salido.
-No, porque no has estado con ellas tiempo suficiente. Te deshaces de ellas en cuanto te aburres. Y cuando ellas no están aburridas, tienes que darles dinero. Esa es la clase de hombre que eres. ¿Por qué demonios iba a elegirte a ti en vez de a Drake?
Nick estaba empezando a enfadarse. Y a sentirse competitivo. Y cuando Nick se enfadaba y se sentía competitivo, a menudo se olvidaba de los convencionalismos. Y de ser amable. Lo único que le importaba era ganar. Entrecerró los ojos y la sangre comenzó a rugir en su cerebro.
-No puedes haber olvidado tan rápidamente lo que ocurrió el sábado por la noche -estalló con rudeza-. ¿Tengo que recordarte cuántos orgasmos tuviste? ¿Cómo gritabas, cómo llegaste incluso a suplicarme en una ocasión? No te bastaba con nada. Y te fuiste porque te daba miedo quedarte. Tenías miedo de que te gustara demasiado. Y en el fondo de tu corazón sabes que quieres más de lo mismo. Aunque no tuvieras otra razón, me preferirías a mí por el sexo. Porque, enfréntate a ello, cariño, el sexo entre el bueno de Drake y tú no es nada que vaya a pasar a la historia.
___ palideció. -¿Y tú... cómo sabes eso? -Te sorprendería saber lo que sentí cuando estuve dentro de ti. Era casi como si fueras virgen.
_____ se sonrojó.
-En una relación hay mucho más que el sexo -señaló ella nerviosa.
-¡Eso díselo a los viejos!
-Tú no eres el hombre al que quiero.
-No seas ridícula. Claro que soy lo que quieres. Puedo verlo en tus ojos.
Y era cierto. Su voz decía una cosa, pero su mirada contaba una historia muy diferente. El desprecio desapareció para ser sustituido por un anhelo angustioso.
Nick ya no podía resistirlo más. Tenía que tocarla. Tenía que besarla.
-____ -gimió, y la estrechó en sus brazos.
Tratare de seguir acomodando
pero la gripa me tiene mal y no me deja concentrar :|
no quiero q cumplan con las amenazas de solo pensarlo :(
Nick supo, en cuanto volvió a ver a ____, por qué había vuelto a Sydney. Le bastó con verla para quedarse sin respiración. Pero la sorpresa que reflejó el rostro de ___ le indicó que ella no esperaba un reencuentro. Enfrentarse a la dura realidad de que para ella no había significado nada más que una noche de sexo le resultó mucho más doloroso de lo que había imaginado. Pero al menos ya tenía la respuesta para algunas de sus preguntas. El viaje a Sydney serviría para detener cualquier fantasía estúpida sobre la posibilidad de que hubiera habido algo especial entre ellos, o, como su romántica mente se empeñaba en hacerle ver, que ____ fuera su único y verdadero amor.
¡Y pensar que incluso había comenzado a considerar aquella estúpida idea! La sorpresa inicial de ___ no tardó en dar paso a una aterrada confusión. -Ni por un momento me imaginé que me seguirías... -balbuceó-. Pensé que no te importaba... Pero ¿cómo demonios te has enterado de que estaría aquí? Me refiero a que... no hay ninguna forma de... Oh, Dios mío, ya lo entiendo. Te lo ha dicho Nigel, ¿verdad? -de pronto abrió sus enormes ojos alarmada-. No pensarás contarle a Drake lo de la noche del sábado, ¿verdad?
El miedo a que descubriera su infidelidad le demostró a Ncik que Drake continuaba siendo lo más importante en la vida de ____. Lo cual lo llevaba otra vez a la cuestión del por qué. ¿Sería por amor o por dinero? A Nick cada vez le resultaba más difícil creer que fuera por amor. Drake podía ser un vendedor de éxito, y razonablemente atractivo, pero también era un mujeriego. Le había bastado estar con él durante una hora para darse cuenta. La forma en la que había coqueteado con la recepcionista de su oficina había sido evidente. Y si la rubia del congreso era la primera mujer con la que había engañado a ____, Nick estaría dispuesto a comerse el sombrero.
Pero a lo mejor ____ ya lo sabía. Y quizá había decidido cerrar los ojos a las actividades extra conyugales de Drake a cambio de lo que él pudiera darle. No por vez primera, Nick pensó que quizá cuando ____ averiguara quién era realmente él, cambiara de prioridades. Y se dio cuenta también de que él mismo estaría dispuesto a cualquier cosa con tal de acostarse otra vez con ella. Estaría dispuesto a darle todo lo que Zoe quisiera.
-No, no voy a hablarle a Drake de nosotros -le prometió-. Así que no tienes por qué preocuparte. La cuestión es, ____, que no soy exactamente... -¡Mitch! -lo interrumpió Drake antes de que pudiera informar a ____ de su identidad y estatus financiero-. Así que al final has venido. Y estás intentando quitarme a mi chica, ¡qué vergüenza! -¿Este es Mitch? -exclamó ___, claramente asombrada-. ¿El mismo Mitch del que me estabas hablando antes? -El mismo -le confirmó Drake, deslizando el brazo por su cintura y estrechándola posesivamente contra él-. ¿Por qué, querida? ¿Quién creías que era? -Él se ha presentado como Nick -dijo fríamente. Nick se preguntó qué demonios le habría contado Drake a _____ para que lo mirara con tanto desprecio. -Mitch es el apodo que tenía en mis días de surfista -se precipitó a explicarle-. Pero Nick es mi verdadero nombre. Nick Jonas. -Mitch te sienta mejor -insistió Drake. -Si me perdonáis -dijo ___ bruscamente-. Tengo que sacar la comida de la nevera. Estoy segura de que tendréis muchas cosas de las que hablar. Nick se habría pateado a sí mismo mientras la veía alejarse. Diablos, no podía haber llevado peor aquel asunto. Jamás debería haber aceptado la invitación de Drake. Había sido un error táctico.
¿Por qué no había previsto que ____ se enfadaría cuando descubriera quién era realmente él? A nadie le gustaba que lo engañaran. Eso sólo demostraba lo que pasaba cuando los hombres se dedicaban a pensar con su cuerpo, en vez de con el cerebro.
-No te preocupes por ___ -dijo Drake, haciéndole a Nick un gesto y cerrando la puerta tras él-. Esta noche está de muy mal humor. En realidad lleva así toda la semana. Por fin algo que a Nick le gustaba oír. Eso significaba que quizá ____ no había sido capaz de sacarlo tan fácilmente de su mente. A lo mejor ella también había estado pensando en él. -Vamos, Mitch. Te serviré una copa -Drake condujo a Nick hacia una mesa con varias botellas de licor-. ¿Cuál es tu veneno? ¿Te apetece un whisky con hielo? -Una cerveza sin alcohol. Nunca bebo alcohol, es una costumbre que conservo de mis días de surfista. -¿De verdad? Tengo que reconocer que me sorprende. Entonces vamos a acercarnos al bar. En el bar tengo toda clase de bebidas frías. Hola, Alex, Babs -saludó a una pareja que permanecía en la penumbra de una esquina. Era difícil saber si estaban bailando. Lo que sí hacían era besarse-. ¿Os divertís? Magnífico. Si queréis, puedo cambiar la música -en aquel momento sonaba un blues de lo más sensual de fondo.
-Ya lo hemos hecho -contestaron al unísono, separándose un instante para tomar aire. El bar estaba en una esquina del salón; además del mueble que guardaba las bebidas, tenía un mostrador de mármol gris y taburetes de acero, un reflejo del estilo frío y minimalista del resto de los muebles.
-Siéntate -le ofreció Drake, señalando los taburetes.
Nick decidió permanecer de pie. Drake sacó una lata de cerveza y se la sirvió en un vaso.
-Yo pensaba que los surfistas eran aficionados a las juergas.
-No tardé en descubrir que las resacas no son compatibles con el deporte -aceptó la cerveza y bebió un trago, preguntándose cómo podría deshacerse le aquel estúpido. -¿Y qué me dices de las mujeres? -insistió Drake-. ¡No me digas que eras uno de esos abnegados atletas que prescinden del sexo antes de la competición por miedo a que les roben la energía!
-No puedo decir que suscriba esa teoría en particular -contestó Nick secamente y Drake soltó una carcajada. -Yo tampoco. De hecho, creo que el sexo es la más estimulante de las actividades. A veces, si es con la mujer adecuada, cuanto más tengo más quiero. Nick sintió una punzada de celos ante aquella revelación. Hasta que se dio cuenta de que probablemente Drake no estuviera hablando de ___. -Bueno, hay que reconocer que tienes una novia muy atractiva -comentó Nick. -¿Qué? Ah, sí, ___ es bastante guapa. Pero para serte sincero, en cuestiones de sexo es un poco remilgada. -¿Ah sí? -Nick tuvo que hacer un gran esfuerzo para disimular su sorpresa. Lo último que habría dicho de ____ era que era una mujer remilgada con el sexo. -Ya sabes cómo son estas cosas. Tú eres un hombre de mundo -Drake bajó la voz hasta convertirla en un suspiro conspirador-. A algunas mujeres les gusta el sexo completamente edulcorado. A otras, sin embargo, de cualquier forma y en cualquier lugar. Desde que era un adolescente, comprendí que las primeras son para casarse con ellas y las segundas sólo para divertirse.
-Presumo que la rubia que hemos visto hoy en la oficina es sólo para divertirse entonces -dijo Nick-. ¿Cómo se llama? ¿Tracy? -Eh, tío, mantén la boca cerrada. No queremos que ___ te oiga. Y no sólo eso, ¿sabes que Tracy se ha presentado aquí esta noche? Ha aparecido inesperadamente con uno de mis amigos. Casi me muero. Afortunadamente, he podido evitarla durante toda la noche.
-Me temo que se acaba de terminar tu suerte -dijo Nick, mirando por encima del hombro de Drake-. Porque tu rubia se dirige hacia aquí. Está sola y parece que ha estado bebiendo. -¡Oh, no! Hazme un favor, ¿quieres, Mitch? Entretén a ____ en la cocina mientras yo me encargo de Tracy. -¿Estás seguro de que quieres que la entretenga? -preguntó Nick arrastrando las palabras-. Pues déjame advertirte que, al contrario que a tu rubia, encuentro a ___ extremadamente atractiva.
-Eso está bien, Mitch. Pero yo le confiaría a ____ al hombre más atractivo del mundo y aunque tú estás bastante bien, no creo que estés en la liga. Pero haz lo que puedas, amigo, y procura tener a ____ entretenida. Aunque no creo que consigas nada... Ah, Tracy, cariño, llevo toda la noche esperando el momento de hablar contigo.
Nick no oyó lo que contestó la encantadora Tracy. Él ya estaba buscando el camino hacia la cocina. Mientras se dirigía hacia allí, pensó que era asombroso que en otra época le hubieran gustado aquel tipo de fiestas. En aquel momento, las encontraba tan pretenciosas como aburridas. Después de pasar un par de salones, encontró por fin la cocina. ___ estaba frente a un mostrador y al lado de un enorme frigorífico de dos puertas, quitando el plástico a las fuentes de la comida y murmurando algo para sí. Paró un momento para servirse una copa de Chardonnay y tomó un buen trago antes de continuar trabajando. No pareció oírlo entrar. Y estaba de espaldas a él.
Nick cerró la puerta suavemente y se dirigió hacia ella. ____ por fin debió oír algo, porque giró de repente y abrió sus adorables ojos de par en par. -No te atrevas a tocarme -exigió con voz atragantada-. Como me pongas la mano encima, gritaré.
-No he venido aquí a tocarte. He venido para hablar contigo.
-No tengo nada que decir.
-Pues bien, yo tengo muchas cosas que decirte. No sé lo que te habrá contado Drake sobre mí, pero apostaría a que ha sido algo relacionado con el caso que me llevó el año pasado a los tribunales, a juzgar por cómo has reaccionado al verme. Sólo quiero darte mi versión de lo ocurrido.
-¿Y por qué voy a querer oír tu versión? Creo que ya he oído suficientes cosas de ti. -Nunca te he mentido, salvo cuando te dije que no era el propietario de la casa de Hideaway Beach. Todo lo demás era cierto. -Lo cual no es demasiado, si no recuerdo mal. Me hiciste pensar que eras una especie de vagabundo. -Si te hubieras quedado, al día siguiente te hubiera dicho toda la verdad. -Oh, vamos. No esperarás que te crea, ¿verdad?
-Estoy deseando que lo hagas.
-¿Por qué?
Nick clavó la mirada en sus ojos.
-Porque lo que compartimos la otra noche fue algo digno de recordar ___. Y no sólo fue sexo,
-aunque también lo fue, y magnífico. Hubo algo... especial. Y creo que tenemos la obligación de explorar más profundamente nuestra relación. Por un instante, Nick estuvo seguro de que había conseguido convencerla. Pero no tardó en comprender que no era así. -¿Te importaría que te recordara que ya tengo una relación con un hombre al que amo? -Eso es basura y lo sabes. Cualquiera que os viera juntos se daría cuenta de que lo que hay entre vosotros no es amor.
-¡Tú no sabes nada sobre Drake y sobre mí! -protestó con fiereza.
-Sé más de lo que puedes imaginarte. Para empezar, sé que tu amigo es un mujeriego.
-Ya veo. Has estado hablando con Nigel, ¿verdad? De acuerdo, Drake me engañó una vez, me dijo que lo sentía y lo he perdonado.
-¿Una vez? Oh, vamos.
____ se sonrojó ligeramente y Nick pudo darse cuenta de que. ni siquiera ella lo creía.
-Y de todas formas, ¿quién eres tú para juzgar a otro hombre? Tú también eres un mujeriego.
-Yo no he engañado a ninguna de las mujeres con las que he salido.
-No, porque no has estado con ellas tiempo suficiente. Te deshaces de ellas en cuanto te aburres. Y cuando ellas no están aburridas, tienes que darles dinero. Esa es la clase de hombre que eres. ¿Por qué demonios iba a elegirte a ti en vez de a Drake?
Nick estaba empezando a enfadarse. Y a sentirse competitivo. Y cuando Nick se enfadaba y se sentía competitivo, a menudo se olvidaba de los convencionalismos. Y de ser amable. Lo único que le importaba era ganar. Entrecerró los ojos y la sangre comenzó a rugir en su cerebro.
-No puedes haber olvidado tan rápidamente lo que ocurrió el sábado por la noche -estalló con rudeza-. ¿Tengo que recordarte cuántos orgasmos tuviste? ¿Cómo gritabas, cómo llegaste incluso a suplicarme en una ocasión? No te bastaba con nada. Y te fuiste porque te daba miedo quedarte. Tenías miedo de que te gustara demasiado. Y en el fondo de tu corazón sabes que quieres más de lo mismo. Aunque no tuvieras otra razón, me preferirías a mí por el sexo. Porque, enfréntate a ello, cariño, el sexo entre el bueno de Drake y tú no es nada que vaya a pasar a la historia.
___ palideció. -¿Y tú... cómo sabes eso? -Te sorprendería saber lo que sentí cuando estuve dentro de ti. Era casi como si fueras virgen.
_____ se sonrojó.
-En una relación hay mucho más que el sexo -señaló ella nerviosa.
-¡Eso díselo a los viejos!
-Tú no eres el hombre al que quiero.
-No seas ridícula. Claro que soy lo que quieres. Puedo verlo en tus ojos.
Y era cierto. Su voz decía una cosa, pero su mirada contaba una historia muy diferente. El desprecio desapareció para ser sustituido por un anhelo angustioso.
Nick ya no podía resistirlo más. Tenía que tocarla. Tenía que besarla.
-____ -gimió, y la estrechó en sus brazos.
Tratare de seguir acomodando
pero la gripa me tiene mal y no me deja concentrar :|
no quiero q cumplan con las amenazas de solo pensarlo :(
♥..:Tiff:..♥
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
ayyyy aayyyyy aaayyyy AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!
IDIOTA ESE DRAKE, Q SE MUERA!!!
ay tiff q mal q estes tan enferma :( no te amenazare... por hoy pero es q me tiene frustrada esta nove!!!
yo quiero mas cap :)
espero te mejores
IDIOTA ESE DRAKE, Q SE MUERA!!!
ay tiff q mal q estes tan enferma :( no te amenazare... por hoy pero es q me tiene frustrada esta nove!!!
yo quiero mas cap :)
espero te mejores
Faby Evans Jonas
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
faby mas bn queras decir por esta noche no te amenazare haha
pero grax espero mañana sentirme mejor, ahora mi mejor amigo son los pañuelos :S y ya te aliviaste?
Aqui les dejo un ultimo cap de la noche, la estornudadera no me deja concentrar mañana la sigo :D
Capitulo 12
Durante un momento de locura, ____ se entregó a sus brazos y dejó que la besara, que deslizara la lengua entre sus labios, en las profundidades de su boca. La excitación fue inmediata, y sobrecogedora. La cabeza le daba vueltas cuando Nick comenzó a deslizar las manos por su espalda y la estrechó contra él para que pudiera sentir su erección.
Sólo el hecho de que alguien abriera la puerta en aquel momento la salvó de la humillación de perderse totalmente. -Oh. Lo siento. Pensaba que este era el baño -dijo una voz masculina-. Pero no os preocupéis por mí. Me voy. Afortunadamente, aquella momentánea interrupción obligó a Nick a apartar rápidamente los labios y empujó a ____ a la cordura. Cuando Nick intentó volver a besarla, ella apartó la boca.
-No -dijo. A ella misma la impresionó la firmeza de su voz-. Suéltame, Nick.
-No es eso lo que quieres.
-Sí, claro que es lo que quiero. Suéltame si no quieres que empiece a gritar.
Nick dejó caer los brazos con expresión desconcertada.
-¿Pero por qué, por el amor de Dios? ¿No acabo de demostrarte que es a mí a quien deseas y no a Drake? -¿Es que no has oído nada de lo que he te he dicho? De acuerdo, sí, puedes excitarme. Pero sólo es sexo. Y yo espero más de un novio que simple sexo. Y Drake me lo da. -¿Te da más qué? -gruñó Nick-. ¿Más dinero? ¿Más restaurantes de cinco estrellas? ¿Más modelos caros? -señaló el vestido de ___ y ésta se sonrojó violentamente. -Así que eso es -el atractivo rostro de Nick se endureció-. ¿Y por qué no me lo has dicho, cariño? ¿Te gusta el lujo? Yo puedo darte todo tipo de lujos. Puedo darte lo que desees. Dímelo y te cubriré de diamantes... Créeme, puedo darte muchas más cosas que tu novio.
-No sé si sentirme insultada o halagada -respondió ____ con voz fría-. En cualquier caso, la respuesta es no. No estoy en venta. Y ahora, por favor, vete. Y no vuelvas. Y también te agradecería que alquilaras tu ático a través de otro agente. Drake no necesita hacer negocios con alguien tan inmoral como usted, señor Mitchell.
-¡Inmoral! ¿Y me llamas inmoral... ? Tendrías que saber... En ese momento sonó el teléfono, poniendo fin a la acalorada respuesta de Nick. ____ corrió a contestar, alegrándose de tener una razón legítima para no presenciar su ridículo ataque. Cualquiera pensaría que estaba sinceramente ofendido por lo que le había dicho. Cosa que sería una locura. Aquel hombre era un depredador del sexo. Un hombre sin honor ni decencia que no tenía el más mínimo reparo en seducir a la novia de otro hombre.
Descolgó el teléfono, colocándose deliberadamente de espaldas a Nick.
-¿Sí?
-___, me alegro de que hayas contestado tú.
-¡Mel! ¿Por qué me llamas a esta hora? ¿Tienes algún problema? ¿Jonathon se ha pasado de la raya? -Mel había salido aquella noche con su nuevo amigo. -No, en absoluto. Ha sido un perfecto caballero, desgraciadamente -musitó Mel-. La cuestión es que al llegar a casa me he encontrado con que tenías un mensaje de Betty en el contestador, diciéndote que llamaras a casa de tu padre en cuanto llegaras. Al parecer ha habido una emergencia.
-Oh, no. No le ha pasado nada a mi padre, ¿verdad? ¿No habrá tenido un infarto? -preguntó ____, con voz atragantada. -No, qué va -dijo Mel. ___ exhaló un suspiro de alivio-. Tu padre se ha resbalado esta tarde en el establo y se ha roto un tobillo, así que no ha podido ordeñar esta mañana. Betty me ha dicho que ella nunca ha sabido hacerlo y que probablemente podrá encontrar a alguien del pueblo que lo haga mañana por la tarde, pero que hoy no ha conseguido localizar a nadie. Sabe que sería un gran favor, pero se preguntaba si podrías ir esta noche a tu casa y ordeñarlas mañana por la mañana. Al parecer, tu padre dice que tú podrías hacerlo con una sola mano y los ojos vendados.
-Caramba. Todo un cumplido, viniendo de mi padre -la relación de ____ con su padre era muy tensa. Desde que ella había tomado la decisión de marcharse a vivir a Sydney, no aprobaba nada de lo que hacía su hija. Aquella Navidad, ___ había llevado a Drake a su casa y tampoco le había caído muy bien.
-Sé a qué te refieres -dijo Me¡ secamente-. Si me padre me hiciera algún cumplido, creo que me desmayaría. -Ahora mismo también estoy a punto de desmayarme -dijo ___ con pesar-. Y estoy al límite. Me gustaría que alguien pudiera llevarme a casa de mi padre. -Lo siento, ___, yo no puedo. Y tampoco Jonathon. Nos hemos tomado una Botella de vino en la cena. Lo siento. Sabes que lo haría si pudiera. -No te preocupes. Ya encontraré a alguien. Y siempre puedo pedírselo a Drake. Está completamente sobrio. Él no bebe en estas fiestas hasta que todo el mundo se va a casa. -¿Y no le importará? -Probablemente sí, pero aun así, si se lo pido amablemente, sé que lo hará. De todas formas, gracias por llamar, Mel. Ahora mismo llamaré a Betty y le diré que voy para allá. Miró el reloj de la cocina. Eran las diez y media. Y hasta su casa había casi tres horas. Si conseguía salir a las once, llegaría allí a las dos de la mañana. Y tendría que levantarse al amanecer para ordeñar.
-Llámame mañana y cuéntame lo que ha pasado -le pidió Mel. -Lo haré. Adiós. ____ llamó a su casa directamente y Betty estaba tan encantada de que estuviera dispuesta a acudir a su rescate que ____ tuvo que interrumpir la conversación. -Ahora tengo que irme, Betty Espero llegar cerca de las dos -colgó el teléfono y permaneció allí, mordiéndose el labio. A Drake no le iba a hacer ninguna gracia tener que llevarla. -Yo te llevaré. ___ dio media vuelta al oír la voz de Nick. Casi se había olvidado de que estaba allí. Casi. Había hecho todo lo posible para ignorarlo, para fingir que su cuerpo no continuaba vibrando por sus besos.
Naturalmente, estuvo a punto de aceptar su ofrecimiento. Nick Jonas era una gran tentación. Y él lo sabía.
Pero ya era hora, decidió ___, de que alguna mujer le diera un golpe a su ego.
-¿Todavía estás ahí? Pensaba que a estas alturas ya te habrías ido a casa.
-No voy a ir a ninguna parte sin ti.
-Por el amor de Dios, ¡déjame en paz! -salió de la cocina a grandes zancadas y buscó a Drake.
Su nivel de frustración aumentó al no encontrarlo por ninguna parte. Nadie parecía haberlo visto desde hacía tiempo. Bob le comentó que hacía unos quince minutos lo había visto hablando con Tracy cerca del mueble bar.
-A lo mejor ha ido al baño -sugirió alguien. ___ corrió al pasillo que conducía al dormitorio principal. Drake siempre utilizaba su propio baño en aquellas situaciones. El dormitorio era la única parte de la casa a la que no ofrecía acceso durante las fiestas.
La puerta del dormitorio estaba cerrada y ____ bajó la mano hacia el picaporte.
-¿Estás segura de que quieres entrar sin llamar?
___ giró bruscamente la cabeza y descubrió a Nick a sólo unos metros de ella, observándola.
-¿Te importaría meterte en tus asuntos?
-Eso es lo que estoy haciendo. Tú eres asunto mío. Eres la razón por la que he venido a Sydney, por la que he venido a esta fiesta. Mira, te pido perdón por las cosas que te he dicho en la cocina. Jamás se me ha ocurrido pensar que fueras una mujer a la que se pudiera comprar. Imagino que sólo tenía la esperanza de que lo fueras.
-Pues siento no poder complacerte. En cualquier caso, en esta fiesta puedes encontrar muchas mujeres de ese tipo.
-No quiero simplemente sexo, ___. Lo que quiero es poder disfrutarlo contigo.
-Oh, por favor. Ahórrame las mentiras -y comenzó a girar el picaporte.
-No te metas ahí, ___ -le advirtió Nick.
-¿Por qué?
-Un compañero de trabajo de Drake, Bob, acaba de decirme que él tampoco encuentra a la chica con la que ha venido. Es la recepcionista de su oficina. Se llama Tracy. Es rubia, con los senos muy grandes.
___ ya no pudo seguir conteniendo su furia.
-Si yo fuera un hombre, te pegaría un puñetazo por lo que estás insinuando.
-Si me demuestras que estoy equivocado, te dejaré hacerlo.
____ lo fulminó con la mirada y abrió la puerta sin llamar. La habitación estaba vacía. -No está aquí. Y tampoco está Tracy. Entra y compruébalo por ti mismo. Nick lo hizo. Recorrió la habitación con sus hermosos ojos, hasta que estos aterrizaron sobre una puerta que también estaba cerrada. -Creo que ya es hora de que lo veas por ti misma -gruñó y comenzó a cruzar la habitación a grandes zancadas. -No, ¡no lo hagas! -gimió ___, corriendo tras él. De pronto, comenzó a temer lo que podía haber detrás de aquella puerta cerrada. Pero Nick era demasiado rápido para ella. No llamó. Ni siquiera hizo ninguna advertencia. Levantó el pie y le dio una patada a la puerta para abrirla. Drake alzó bruscamente la cabeza y miró horrorizado a aquel inesperado intruso. Tracy al principio no levantó la cabeza. Continuó haciendo lo que estaba haciendo durante algunos segundos, prueba de su estado de embriaguez, o de su completa dedicación. Pero ni siquiera cuando paró pareció sentirse en absoluto avergonzada de lo que estaba haciendo, ni de que la hubieran descubierto de rodillas y con los senos al descubierto.
Se levantó lentamente y se colocó el top de encaje que apenas cubría sus senos con una sonrisa de suficiencia. -¡Caramba! -dijo burlona. ___ se sentía como si estuviera en medio de una comedia mientras observaba a Drake subiéndose frenéticamente los calzoncillos. Era el único sentimiento que le producía aquella escena. Ya no amaba a Drake. Ni siquiera le gustaba. Si de verdad lo quisiera, en aquel momento estaría enfurecida. Y herida. Y, francamente, lo único que realmente la humillaba era que Nick estuviera a su lado. Y que tuviera razón. Drake la engañaba constantemente.
Se sintió como una estúpida.
-___ -gimió Drake suplicante, con el rostro rojo como una remolacha.
-Sí, lo sé -contestó ella fríamente-. Sólo era sexo -se volvió hacia Nick-. ¿Tu oferta sigue abierta? Me refiero a lo de conducir, claro -añadió cortante.
-Por supuesto.
-Entonces, vamos -lo instó al tiempo que giraba sobre sus talones.
Nick se quedó mirando fijamente a ___ durante un segundo, sin estar muy seguro de si le gustaba el cambio que se había operado en ella. Su dura frialdad. El brillo acerado de sus ojos. La amarga asertividad.
La ___ que él había conocido la semana anterior no era así. -No tengo coche -dijo, agarrándola del brazo cuando la alcanzó en el pasillo-. He venido en taxi. -No importa. Llevaremos mi coche. Tengo que ir a buscar mis cosas a la habitación de invitados.
-¿A la habitación de los invitados? Pero yo pensaba...
-¿Pues no pienses! Lo único que tienes que hacer es conducir.
pero grax espero mañana sentirme mejor, ahora mi mejor amigo son los pañuelos :S y ya te aliviaste?
Aqui les dejo un ultimo cap de la noche, la estornudadera no me deja concentrar mañana la sigo :D
Capitulo 12
Durante un momento de locura, ____ se entregó a sus brazos y dejó que la besara, que deslizara la lengua entre sus labios, en las profundidades de su boca. La excitación fue inmediata, y sobrecogedora. La cabeza le daba vueltas cuando Nick comenzó a deslizar las manos por su espalda y la estrechó contra él para que pudiera sentir su erección.
Sólo el hecho de que alguien abriera la puerta en aquel momento la salvó de la humillación de perderse totalmente. -Oh. Lo siento. Pensaba que este era el baño -dijo una voz masculina-. Pero no os preocupéis por mí. Me voy. Afortunadamente, aquella momentánea interrupción obligó a Nick a apartar rápidamente los labios y empujó a ____ a la cordura. Cuando Nick intentó volver a besarla, ella apartó la boca.
-No -dijo. A ella misma la impresionó la firmeza de su voz-. Suéltame, Nick.
-No es eso lo que quieres.
-Sí, claro que es lo que quiero. Suéltame si no quieres que empiece a gritar.
Nick dejó caer los brazos con expresión desconcertada.
-¿Pero por qué, por el amor de Dios? ¿No acabo de demostrarte que es a mí a quien deseas y no a Drake? -¿Es que no has oído nada de lo que he te he dicho? De acuerdo, sí, puedes excitarme. Pero sólo es sexo. Y yo espero más de un novio que simple sexo. Y Drake me lo da. -¿Te da más qué? -gruñó Nick-. ¿Más dinero? ¿Más restaurantes de cinco estrellas? ¿Más modelos caros? -señaló el vestido de ___ y ésta se sonrojó violentamente. -Así que eso es -el atractivo rostro de Nick se endureció-. ¿Y por qué no me lo has dicho, cariño? ¿Te gusta el lujo? Yo puedo darte todo tipo de lujos. Puedo darte lo que desees. Dímelo y te cubriré de diamantes... Créeme, puedo darte muchas más cosas que tu novio.
-No sé si sentirme insultada o halagada -respondió ____ con voz fría-. En cualquier caso, la respuesta es no. No estoy en venta. Y ahora, por favor, vete. Y no vuelvas. Y también te agradecería que alquilaras tu ático a través de otro agente. Drake no necesita hacer negocios con alguien tan inmoral como usted, señor Mitchell.
-¡Inmoral! ¿Y me llamas inmoral... ? Tendrías que saber... En ese momento sonó el teléfono, poniendo fin a la acalorada respuesta de Nick. ____ corrió a contestar, alegrándose de tener una razón legítima para no presenciar su ridículo ataque. Cualquiera pensaría que estaba sinceramente ofendido por lo que le había dicho. Cosa que sería una locura. Aquel hombre era un depredador del sexo. Un hombre sin honor ni decencia que no tenía el más mínimo reparo en seducir a la novia de otro hombre.
Descolgó el teléfono, colocándose deliberadamente de espaldas a Nick.
-¿Sí?
-___, me alegro de que hayas contestado tú.
-¡Mel! ¿Por qué me llamas a esta hora? ¿Tienes algún problema? ¿Jonathon se ha pasado de la raya? -Mel había salido aquella noche con su nuevo amigo. -No, en absoluto. Ha sido un perfecto caballero, desgraciadamente -musitó Mel-. La cuestión es que al llegar a casa me he encontrado con que tenías un mensaje de Betty en el contestador, diciéndote que llamaras a casa de tu padre en cuanto llegaras. Al parecer ha habido una emergencia.
-Oh, no. No le ha pasado nada a mi padre, ¿verdad? ¿No habrá tenido un infarto? -preguntó ____, con voz atragantada. -No, qué va -dijo Mel. ___ exhaló un suspiro de alivio-. Tu padre se ha resbalado esta tarde en el establo y se ha roto un tobillo, así que no ha podido ordeñar esta mañana. Betty me ha dicho que ella nunca ha sabido hacerlo y que probablemente podrá encontrar a alguien del pueblo que lo haga mañana por la tarde, pero que hoy no ha conseguido localizar a nadie. Sabe que sería un gran favor, pero se preguntaba si podrías ir esta noche a tu casa y ordeñarlas mañana por la mañana. Al parecer, tu padre dice que tú podrías hacerlo con una sola mano y los ojos vendados.
-Caramba. Todo un cumplido, viniendo de mi padre -la relación de ____ con su padre era muy tensa. Desde que ella había tomado la decisión de marcharse a vivir a Sydney, no aprobaba nada de lo que hacía su hija. Aquella Navidad, ___ había llevado a Drake a su casa y tampoco le había caído muy bien.
-Sé a qué te refieres -dijo Me¡ secamente-. Si me padre me hiciera algún cumplido, creo que me desmayaría. -Ahora mismo también estoy a punto de desmayarme -dijo ___ con pesar-. Y estoy al límite. Me gustaría que alguien pudiera llevarme a casa de mi padre. -Lo siento, ___, yo no puedo. Y tampoco Jonathon. Nos hemos tomado una Botella de vino en la cena. Lo siento. Sabes que lo haría si pudiera. -No te preocupes. Ya encontraré a alguien. Y siempre puedo pedírselo a Drake. Está completamente sobrio. Él no bebe en estas fiestas hasta que todo el mundo se va a casa. -¿Y no le importará? -Probablemente sí, pero aun así, si se lo pido amablemente, sé que lo hará. De todas formas, gracias por llamar, Mel. Ahora mismo llamaré a Betty y le diré que voy para allá. Miró el reloj de la cocina. Eran las diez y media. Y hasta su casa había casi tres horas. Si conseguía salir a las once, llegaría allí a las dos de la mañana. Y tendría que levantarse al amanecer para ordeñar.
-Llámame mañana y cuéntame lo que ha pasado -le pidió Mel. -Lo haré. Adiós. ____ llamó a su casa directamente y Betty estaba tan encantada de que estuviera dispuesta a acudir a su rescate que ____ tuvo que interrumpir la conversación. -Ahora tengo que irme, Betty Espero llegar cerca de las dos -colgó el teléfono y permaneció allí, mordiéndose el labio. A Drake no le iba a hacer ninguna gracia tener que llevarla. -Yo te llevaré. ___ dio media vuelta al oír la voz de Nick. Casi se había olvidado de que estaba allí. Casi. Había hecho todo lo posible para ignorarlo, para fingir que su cuerpo no continuaba vibrando por sus besos.
Naturalmente, estuvo a punto de aceptar su ofrecimiento. Nick Jonas era una gran tentación. Y él lo sabía.
Pero ya era hora, decidió ___, de que alguna mujer le diera un golpe a su ego.
-¿Todavía estás ahí? Pensaba que a estas alturas ya te habrías ido a casa.
-No voy a ir a ninguna parte sin ti.
-Por el amor de Dios, ¡déjame en paz! -salió de la cocina a grandes zancadas y buscó a Drake.
Su nivel de frustración aumentó al no encontrarlo por ninguna parte. Nadie parecía haberlo visto desde hacía tiempo. Bob le comentó que hacía unos quince minutos lo había visto hablando con Tracy cerca del mueble bar.
-A lo mejor ha ido al baño -sugirió alguien. ___ corrió al pasillo que conducía al dormitorio principal. Drake siempre utilizaba su propio baño en aquellas situaciones. El dormitorio era la única parte de la casa a la que no ofrecía acceso durante las fiestas.
La puerta del dormitorio estaba cerrada y ____ bajó la mano hacia el picaporte.
-¿Estás segura de que quieres entrar sin llamar?
___ giró bruscamente la cabeza y descubrió a Nick a sólo unos metros de ella, observándola.
-¿Te importaría meterte en tus asuntos?
-Eso es lo que estoy haciendo. Tú eres asunto mío. Eres la razón por la que he venido a Sydney, por la que he venido a esta fiesta. Mira, te pido perdón por las cosas que te he dicho en la cocina. Jamás se me ha ocurrido pensar que fueras una mujer a la que se pudiera comprar. Imagino que sólo tenía la esperanza de que lo fueras.
-Pues siento no poder complacerte. En cualquier caso, en esta fiesta puedes encontrar muchas mujeres de ese tipo.
-No quiero simplemente sexo, ___. Lo que quiero es poder disfrutarlo contigo.
-Oh, por favor. Ahórrame las mentiras -y comenzó a girar el picaporte.
-No te metas ahí, ___ -le advirtió Nick.
-¿Por qué?
-Un compañero de trabajo de Drake, Bob, acaba de decirme que él tampoco encuentra a la chica con la que ha venido. Es la recepcionista de su oficina. Se llama Tracy. Es rubia, con los senos muy grandes.
___ ya no pudo seguir conteniendo su furia.
-Si yo fuera un hombre, te pegaría un puñetazo por lo que estás insinuando.
-Si me demuestras que estoy equivocado, te dejaré hacerlo.
____ lo fulminó con la mirada y abrió la puerta sin llamar. La habitación estaba vacía. -No está aquí. Y tampoco está Tracy. Entra y compruébalo por ti mismo. Nick lo hizo. Recorrió la habitación con sus hermosos ojos, hasta que estos aterrizaron sobre una puerta que también estaba cerrada. -Creo que ya es hora de que lo veas por ti misma -gruñó y comenzó a cruzar la habitación a grandes zancadas. -No, ¡no lo hagas! -gimió ___, corriendo tras él. De pronto, comenzó a temer lo que podía haber detrás de aquella puerta cerrada. Pero Nick era demasiado rápido para ella. No llamó. Ni siquiera hizo ninguna advertencia. Levantó el pie y le dio una patada a la puerta para abrirla. Drake alzó bruscamente la cabeza y miró horrorizado a aquel inesperado intruso. Tracy al principio no levantó la cabeza. Continuó haciendo lo que estaba haciendo durante algunos segundos, prueba de su estado de embriaguez, o de su completa dedicación. Pero ni siquiera cuando paró pareció sentirse en absoluto avergonzada de lo que estaba haciendo, ni de que la hubieran descubierto de rodillas y con los senos al descubierto.
Se levantó lentamente y se colocó el top de encaje que apenas cubría sus senos con una sonrisa de suficiencia. -¡Caramba! -dijo burlona. ___ se sentía como si estuviera en medio de una comedia mientras observaba a Drake subiéndose frenéticamente los calzoncillos. Era el único sentimiento que le producía aquella escena. Ya no amaba a Drake. Ni siquiera le gustaba. Si de verdad lo quisiera, en aquel momento estaría enfurecida. Y herida. Y, francamente, lo único que realmente la humillaba era que Nick estuviera a su lado. Y que tuviera razón. Drake la engañaba constantemente.
Se sintió como una estúpida.
-___ -gimió Drake suplicante, con el rostro rojo como una remolacha.
-Sí, lo sé -contestó ella fríamente-. Sólo era sexo -se volvió hacia Nick-. ¿Tu oferta sigue abierta? Me refiero a lo de conducir, claro -añadió cortante.
-Por supuesto.
-Entonces, vamos -lo instó al tiempo que giraba sobre sus talones.
Nick se quedó mirando fijamente a ___ durante un segundo, sin estar muy seguro de si le gustaba el cambio que se había operado en ella. Su dura frialdad. El brillo acerado de sus ojos. La amarga asertividad.
La ___ que él había conocido la semana anterior no era así. -No tengo coche -dijo, agarrándola del brazo cuando la alcanzó en el pasillo-. He venido en taxi. -No importa. Llevaremos mi coche. Tengo que ir a buscar mis cosas a la habitación de invitados.
-¿A la habitación de los invitados? Pero yo pensaba...
-¿Pues no pienses! Lo único que tienes que hacer es conducir.
♥..:Tiff:..♥
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!! lo vio!!
bye bye drake!!!
hhaha me encanta!!!!!
quiero massssss cappsssssssss
tifffff suuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuubeeeeeeeee
bye bye drake!!!
hhaha me encanta!!!!!
quiero massssss cappsssssssss
tifffff suuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuubeeeeeeeee
Faby Evans Jonas
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
Capitulo 13 parte 1
___ se derrumbó en al asiento de pasajeros, con la cabeza vuelta hacia la ventanilla y los ojos cerrados. Fingía dormir. Después de explicarle a Nick lo que ocurría y darle la dirección de la granja, no había dicho una sola palabra. No tenía ganas de hablar. Lo único que le apetecía era pensar, algo que no podría hacer si Nick volvía a repetir esa tontería de que había ido a Sydney para verla otra vez y todas esas cosas. Así que mantuvo los ojos cerrados mientras evocaba los acontecimientos de la noche una y otra vez, intentando encontrarles algún sentido.
Por lo menos había visto la verdad con sus propios ojos. Y, curiosamente, en vez de estar deprimida por la abominable conducta de Drake, en realidad se sentía aliviada. Lo que Drake había hecho la estaba obligando a hacer lo que tenía que haber hecho desde el principio.
Dejarlo. Se había aferrado a su relación como si fuera mejor estar con cualquier hombre, incluso con uno que la engañaba, que no estar con ningún hombre en absoluto. Lo cual había sido una estupidez por su parte. Ella creía que después de lo ocurrido con Greg, no volvería a dejar que ningún hombre la engañara. Pero Drake la había engañado incluso más que el propio Greg.
Pero Drake no sólo la había engañado a ella. Había engañado a Fran, a Mel. Incluso Betty había pensado que era encantador. Pero no había conseguido engañar a otros hombres. A su padre no le había gustado ni una pizca. Y, por supuesto, tampoco a Nick.
Nick...
___ tomó aire y lo soltó lentamente.
¿Qué demonios iba a hacer con Nick?
Sabía que su amabilidad tenía un motivo oculto. Con él siempre había sido así. Cuando la había ayudado a levantarse después de su caída, o cuando le había comprado aquellos huevos, o cuando la había rescatado del mar no lo había hecho porque fuera un buen chico. Sino porque quería acostarse con ella.
Sí, con los hombres como Nick Jonas todo tenía un precio. Y lo que más irritaba a ___ de él era su hipocresía. Si al menos le hubiera dicho la verdad sin ningún tipo de florituras románticas... Por qué no llamaba a las cosas por su nombre? El no tenía ningún interés en profundizar su relación con ella. Lo único que quería era más sexo. Esa era la cuestión de fondo.
¿Y ella, qué quería ella?, le preguntó aquella maliciosa vocecilla interior de la que no había tenido noticias hasta que Nick se le había metido en la cabeza. ¿Ella era capaz de ser completamente sincera consigo misma? Tenía que admitirlo. Ella también deseaba que Nick reclamara su recompensa. Quería que la abrazara como lo había hecho en la cocina de Drake. Quería que terminara lo que estaba haciendo antes de que los interrumpieran.
De pronto, se le ocurrió pensar que si no hubiera aparecido aquel invitado en la cocina, habría terminado haciendo lo mismo que Drake. Habría hecho el amor con Nick allí mismo, sin importarle que alguien pudiera descubrir lo que estaba haciendo.
Un escalofrío le recorrió la espalda y la hizo erguirse en el asiento, abriendo los ojos como platos.
_____ la miró preocupado.
-¿Has tenido una pesadilla?
-Sí -contestó nerviosa, estremecida por sus pensamientos-. Terrible.
-¿Quieres hablarme de ella?
-¡No!
-Mejor así. Lo mejor que se puede hacer con las pesadillas es olvidarlas.
Ojalá pudiera olvidar ella la suya, pensó ___ desesperadamente.
-Estamos a punto de llegar al desvío de Moss Vale. Te has despertado justo a tiempo. Quería despertarte para preguntarte un par de cosas antes de que lleguemos a tu casa. No quiero meter la pata con tus parientes. En primer lugar, ¿quién es Mel? ¿Tu hermana?
-No, mi compañera de piso -contestó ____, encantada de poder hablar de cuestiones tan prácticas con él-. No tengo hermanos.
-¿Y Betty? ¿Quién es Betty?
-El ama de llaves de mi padre. Mi padre es viudo.
-¿Y Betty vive en tu casa?
-No ella tiene su propia casa en Moss Vale. Aunque cuando consigue convencer a mi padre para que juegue al Scrabble con ella, se queda hasta tarde. Es una fanática de los juegos de mesa. El Scrabble es su última obsesión.
-Parece una mujer de carácter. -Y lo es. También es una mujer muy amable. Yo la adoro -había sido Betty la que había ayudado a ___ a recuperar la confianza en sí misma cuando era una adolescente. -¿Y hay alguna posibilidad de que llegue a casarse con tu padre? -Dios mío, no. Betty sólo tiene cuarenta años. Y es muy atractiva. Mi padre ya se acerca a los cincuenta, está gordo y es muy aburrido. Además, no tiene ningún interés en casarse. Para él, mi madre fue la única mujer. Desde que ella murió, se convirtió en un hombre triste.
-Es una pena. Tú no estabas pensando en casarte con Drake, ¿verdad? -La última persona de la que me apetece hablar en este momento es Drake. -Lo comprendo. Lo que ha pasado esta noche no debe de haber sido muy agradable para ti. Pero al menos as has dado cuenta de que no te quiere. ¿Pero tú todavía lo amas?
____ suspiró.
-No me apetece hablar de nada de esto, Nick. Estoy demasiado cansada y demasiado harta.
-De acuerdo. De momento aparcaremos el tema. Pero no creas que no voy a volver a sacarlo. Quiero saberlo todo sobre ti, ____. Lo que piensas, lo que sientes, lo que deseas. Tenemos un asunto pendiente y yo estoy dispuesto a zanjarlo de un modo y otro.
Por un instante, ____ se preguntó si estaría siendo sincero. Pero acababa de ser testigo de hasta dónde podía llegar el cinismo y sabía que los halagos podían formar parte de una estrategia de seducción. Nick no quería saberlo todo sobre ella. Lo único que quería era sexo.
Pero ____ no podía dejar de preguntarse si el sexo podría llegar a ser tan adictivo como para que se tomara tantos esfuerzos por ella. Quizá le resultaba especialmente atractiva por lo que él mismo había dicho, porque la encontraba prácticamente virginal. Quizá fuera eso lo que le gustaba. A lo mejor, durante años, sólo había salido con mujeres desinhibidas y con mucha experiencia y encontraba refrescante su relativa inocencia. Quizá lo que realmente lo atraía era la idea de sorprenderla todavía más, de introducirla en todos aquellos eróticos deleites que todavía no había probado. En cosas como las que había visto aquella noche en la habitación de Drake.
____ no sabía si la idea la atraía o le parecía repugnante. Afloró en su mente la imagen de ella misma de rodillas en frente de Nick, totalmente desnuda. Él también estaba desnudo, hundía las manos en su pelo y observaba lo que ella le estaba haciendo, la observaba llevándolo hasta
el límite.
____ tragó saliva compulsivamente al pensar en ello.
-¿___?
-¿Sí? -contestó con voz atragantada.
-Estamos llegando a Moss Vale. ¿Ahora hacia dónde tenemos que ir?
Una buena pregunta. ___ le dio la dirección y justo a las dos de la madrugada, Nick estaba aparcando frente a la vivienda de la granja. Antes de que hubiera tenido tiempo de apagar el motor, Betty salió a darles la bienvenida. ____ abrió la puerta de pasajeros y sonrió a la mujer que la había salvado cuando tanto lo necesitaba. Su queridísima Betty. ___ la quería casi tanto como había querido a su madre. -Hola -la saludó saliendo del coche y poniéndose de puntillas para besarla. Betty era realmente alta. Debía de medir cerca de un metro ochenta. En alguna ocasión, le había explicado a ____ que su altura era uno de los motivos por los que nunca se había casado, aunque ___ sabía perfectamente que su soltera se debía a que era una mujer demasiado independiente para enfrentarse al matrimonio.
-No tenías por qué haberte quedado. Yo podía haberme ocupado de todo -le dijo ___. -Como si pudiera haberme ido a la cama sabiendo que ibas a venir. ¡Eh, mírala! -exclamó Betty, tomando a ____ de la mano y alejándose unos centímetros para poder admirarla mejor-. Estás preciosa. Pero me siento fatal al haberos sacado a Drake y a ti de esa fiesta -se inclinó hacia el coche, dónde continuaba Nick sentado-. Drake, yo...
Se interrumpió al darse cuenta de que no era Drake el que estaba detrás del volante y miró a ___ confundida.
-Betty, este es Nick. Nick, esta es Betty -los presentó.
Nick salió entonces del coche.
-Hola, Betty Encantado de conocerte. Y antes de que te precipites a sacar conclusiones, ___ y yo sólo somos buenos amigos. -¿Con tu aspecto? -contestó, Betty, riendo-. Me cuesta creerlo. Y al padre de ____ también le costará. ¿Qué ha pasado con Drake? -No me preguntes por él. Hemos terminado. -Mejor, no has perdido una gran cosa, amor. Si te sirve de consuelo, nunca me ha gustado. Y a tu padre tampoco.
-Pero... ¿no me dijiste que era encantador?
-Y lo era. Pero era un encanto puramente superficial.
-Desde luego –confirmó Nick. ___ se volvió hacia él. -No creo que seas el más indicado para hacer valoraciones de ese tipo -se dirigió nuevamente hacia Betty-. Lo siento, Betty. Ya sabes cómo es a veces la amistad, por mucho que te aprecies, es imposible no discutir.
-Sé a qué te refieres. Tu padre y yo somos el mejor ejemplo de lo que estás diciendo. -Por cierto, ¿cómo está papá? ¿Y cuánto tiempo deberá estar de baja? -Semanas. Pero sobrevivirá. En cuanto le dije que ibas a venir, aceptó tomarse los analgésicos que le había mandado el médico y ahora está completamente dormido. Pero mañana quiero que intentes hacerlo entrar en razón. Tú y yo sabemos que esta granja ya sólo es un motivo de preocupación y que tu padre puede permitirse el lujo de cerrarla. Ya es hora de que la venda y le han hecho muy buenas ofertas, pero tengo la sensación de que no quiere hacerlo porque piensa que tú estás muy atada a este lugar.
-¿Yo? -ella siempre había odiado la granja-. No entiendo por qué puede pensar una cosa así. -No estoy segura. Quizá por tu madre. Siempre dice que el jardín te recuerda mucho a ella. -Oh, ya entiendo -____ nunca se lo había dicho a su padre, pero a su madre nunca le había gustado aquel lugar. Nunca. El jardín era su único placer. Pero sin su madre, aquel rincón había dejado de albergar recuerdos agradables para ___.
-Ya entiendo lo que quieres decir.
___ se derrumbó en al asiento de pasajeros, con la cabeza vuelta hacia la ventanilla y los ojos cerrados. Fingía dormir. Después de explicarle a Nick lo que ocurría y darle la dirección de la granja, no había dicho una sola palabra. No tenía ganas de hablar. Lo único que le apetecía era pensar, algo que no podría hacer si Nick volvía a repetir esa tontería de que había ido a Sydney para verla otra vez y todas esas cosas. Así que mantuvo los ojos cerrados mientras evocaba los acontecimientos de la noche una y otra vez, intentando encontrarles algún sentido.
Por lo menos había visto la verdad con sus propios ojos. Y, curiosamente, en vez de estar deprimida por la abominable conducta de Drake, en realidad se sentía aliviada. Lo que Drake había hecho la estaba obligando a hacer lo que tenía que haber hecho desde el principio.
Dejarlo. Se había aferrado a su relación como si fuera mejor estar con cualquier hombre, incluso con uno que la engañaba, que no estar con ningún hombre en absoluto. Lo cual había sido una estupidez por su parte. Ella creía que después de lo ocurrido con Greg, no volvería a dejar que ningún hombre la engañara. Pero Drake la había engañado incluso más que el propio Greg.
Pero Drake no sólo la había engañado a ella. Había engañado a Fran, a Mel. Incluso Betty había pensado que era encantador. Pero no había conseguido engañar a otros hombres. A su padre no le había gustado ni una pizca. Y, por supuesto, tampoco a Nick.
Nick...
___ tomó aire y lo soltó lentamente.
¿Qué demonios iba a hacer con Nick?
Sabía que su amabilidad tenía un motivo oculto. Con él siempre había sido así. Cuando la había ayudado a levantarse después de su caída, o cuando le había comprado aquellos huevos, o cuando la había rescatado del mar no lo había hecho porque fuera un buen chico. Sino porque quería acostarse con ella.
Sí, con los hombres como Nick Jonas todo tenía un precio. Y lo que más irritaba a ___ de él era su hipocresía. Si al menos le hubiera dicho la verdad sin ningún tipo de florituras románticas... Por qué no llamaba a las cosas por su nombre? El no tenía ningún interés en profundizar su relación con ella. Lo único que quería era más sexo. Esa era la cuestión de fondo.
¿Y ella, qué quería ella?, le preguntó aquella maliciosa vocecilla interior de la que no había tenido noticias hasta que Nick se le había metido en la cabeza. ¿Ella era capaz de ser completamente sincera consigo misma? Tenía que admitirlo. Ella también deseaba que Nick reclamara su recompensa. Quería que la abrazara como lo había hecho en la cocina de Drake. Quería que terminara lo que estaba haciendo antes de que los interrumpieran.
De pronto, se le ocurrió pensar que si no hubiera aparecido aquel invitado en la cocina, habría terminado haciendo lo mismo que Drake. Habría hecho el amor con Nick allí mismo, sin importarle que alguien pudiera descubrir lo que estaba haciendo.
Un escalofrío le recorrió la espalda y la hizo erguirse en el asiento, abriendo los ojos como platos.
_____ la miró preocupado.
-¿Has tenido una pesadilla?
-Sí -contestó nerviosa, estremecida por sus pensamientos-. Terrible.
-¿Quieres hablarme de ella?
-¡No!
-Mejor así. Lo mejor que se puede hacer con las pesadillas es olvidarlas.
Ojalá pudiera olvidar ella la suya, pensó ___ desesperadamente.
-Estamos a punto de llegar al desvío de Moss Vale. Te has despertado justo a tiempo. Quería despertarte para preguntarte un par de cosas antes de que lleguemos a tu casa. No quiero meter la pata con tus parientes. En primer lugar, ¿quién es Mel? ¿Tu hermana?
-No, mi compañera de piso -contestó ____, encantada de poder hablar de cuestiones tan prácticas con él-. No tengo hermanos.
-¿Y Betty? ¿Quién es Betty?
-El ama de llaves de mi padre. Mi padre es viudo.
-¿Y Betty vive en tu casa?
-No ella tiene su propia casa en Moss Vale. Aunque cuando consigue convencer a mi padre para que juegue al Scrabble con ella, se queda hasta tarde. Es una fanática de los juegos de mesa. El Scrabble es su última obsesión.
-Parece una mujer de carácter. -Y lo es. También es una mujer muy amable. Yo la adoro -había sido Betty la que había ayudado a ___ a recuperar la confianza en sí misma cuando era una adolescente. -¿Y hay alguna posibilidad de que llegue a casarse con tu padre? -Dios mío, no. Betty sólo tiene cuarenta años. Y es muy atractiva. Mi padre ya se acerca a los cincuenta, está gordo y es muy aburrido. Además, no tiene ningún interés en casarse. Para él, mi madre fue la única mujer. Desde que ella murió, se convirtió en un hombre triste.
-Es una pena. Tú no estabas pensando en casarte con Drake, ¿verdad? -La última persona de la que me apetece hablar en este momento es Drake. -Lo comprendo. Lo que ha pasado esta noche no debe de haber sido muy agradable para ti. Pero al menos as has dado cuenta de que no te quiere. ¿Pero tú todavía lo amas?
____ suspiró.
-No me apetece hablar de nada de esto, Nick. Estoy demasiado cansada y demasiado harta.
-De acuerdo. De momento aparcaremos el tema. Pero no creas que no voy a volver a sacarlo. Quiero saberlo todo sobre ti, ____. Lo que piensas, lo que sientes, lo que deseas. Tenemos un asunto pendiente y yo estoy dispuesto a zanjarlo de un modo y otro.
Por un instante, ____ se preguntó si estaría siendo sincero. Pero acababa de ser testigo de hasta dónde podía llegar el cinismo y sabía que los halagos podían formar parte de una estrategia de seducción. Nick no quería saberlo todo sobre ella. Lo único que quería era sexo.
Pero ____ no podía dejar de preguntarse si el sexo podría llegar a ser tan adictivo como para que se tomara tantos esfuerzos por ella. Quizá le resultaba especialmente atractiva por lo que él mismo había dicho, porque la encontraba prácticamente virginal. Quizá fuera eso lo que le gustaba. A lo mejor, durante años, sólo había salido con mujeres desinhibidas y con mucha experiencia y encontraba refrescante su relativa inocencia. Quizá lo que realmente lo atraía era la idea de sorprenderla todavía más, de introducirla en todos aquellos eróticos deleites que todavía no había probado. En cosas como las que había visto aquella noche en la habitación de Drake.
____ no sabía si la idea la atraía o le parecía repugnante. Afloró en su mente la imagen de ella misma de rodillas en frente de Nick, totalmente desnuda. Él también estaba desnudo, hundía las manos en su pelo y observaba lo que ella le estaba haciendo, la observaba llevándolo hasta
el límite.
____ tragó saliva compulsivamente al pensar en ello.
-¿___?
-¿Sí? -contestó con voz atragantada.
-Estamos llegando a Moss Vale. ¿Ahora hacia dónde tenemos que ir?
Una buena pregunta. ___ le dio la dirección y justo a las dos de la madrugada, Nick estaba aparcando frente a la vivienda de la granja. Antes de que hubiera tenido tiempo de apagar el motor, Betty salió a darles la bienvenida. ____ abrió la puerta de pasajeros y sonrió a la mujer que la había salvado cuando tanto lo necesitaba. Su queridísima Betty. ___ la quería casi tanto como había querido a su madre. -Hola -la saludó saliendo del coche y poniéndose de puntillas para besarla. Betty era realmente alta. Debía de medir cerca de un metro ochenta. En alguna ocasión, le había explicado a ____ que su altura era uno de los motivos por los que nunca se había casado, aunque ___ sabía perfectamente que su soltera se debía a que era una mujer demasiado independiente para enfrentarse al matrimonio.
-No tenías por qué haberte quedado. Yo podía haberme ocupado de todo -le dijo ___. -Como si pudiera haberme ido a la cama sabiendo que ibas a venir. ¡Eh, mírala! -exclamó Betty, tomando a ____ de la mano y alejándose unos centímetros para poder admirarla mejor-. Estás preciosa. Pero me siento fatal al haberos sacado a Drake y a ti de esa fiesta -se inclinó hacia el coche, dónde continuaba Nick sentado-. Drake, yo...
Se interrumpió al darse cuenta de que no era Drake el que estaba detrás del volante y miró a ___ confundida.
-Betty, este es Nick. Nick, esta es Betty -los presentó.
Nick salió entonces del coche.
-Hola, Betty Encantado de conocerte. Y antes de que te precipites a sacar conclusiones, ___ y yo sólo somos buenos amigos. -¿Con tu aspecto? -contestó, Betty, riendo-. Me cuesta creerlo. Y al padre de ____ también le costará. ¿Qué ha pasado con Drake? -No me preguntes por él. Hemos terminado. -Mejor, no has perdido una gran cosa, amor. Si te sirve de consuelo, nunca me ha gustado. Y a tu padre tampoco.
-Pero... ¿no me dijiste que era encantador?
-Y lo era. Pero era un encanto puramente superficial.
-Desde luego –confirmó Nick. ___ se volvió hacia él. -No creo que seas el más indicado para hacer valoraciones de ese tipo -se dirigió nuevamente hacia Betty-. Lo siento, Betty. Ya sabes cómo es a veces la amistad, por mucho que te aprecies, es imposible no discutir.
-Sé a qué te refieres. Tu padre y yo somos el mejor ejemplo de lo que estás diciendo. -Por cierto, ¿cómo está papá? ¿Y cuánto tiempo deberá estar de baja? -Semanas. Pero sobrevivirá. En cuanto le dije que ibas a venir, aceptó tomarse los analgésicos que le había mandado el médico y ahora está completamente dormido. Pero mañana quiero que intentes hacerlo entrar en razón. Tú y yo sabemos que esta granja ya sólo es un motivo de preocupación y que tu padre puede permitirse el lujo de cerrarla. Ya es hora de que la venda y le han hecho muy buenas ofertas, pero tengo la sensación de que no quiere hacerlo porque piensa que tú estás muy atada a este lugar.
-¿Yo? -ella siempre había odiado la granja-. No entiendo por qué puede pensar una cosa así. -No estoy segura. Quizá por tu madre. Siempre dice que el jardín te recuerda mucho a ella. -Oh, ya entiendo -____ nunca se lo había dicho a su padre, pero a su madre nunca le había gustado aquel lugar. Nunca. El jardín era su único placer. Pero sin su madre, aquel rincón había dejado de albergar recuerdos agradables para ___.
-Ya entiendo lo que quieres decir.
♥..:Tiff:..♥
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
uuuuuiiii la rayita!!!!
quiero massss o mirire despues de matarte!!!
quiero massss o mirire despues de matarte!!!
Faby Evans Jonas
Re: "Camino al Amor" (Nick y tu)
La otra parte no era mucho xD
-Sabía que podía contar contigo. Esta ___ es una chica sensata, ¿eh? -le comentó a Nick.
-Mmm -contestó él. A ___ no le pasó desapercibido su sarcasmo.
-¿Pero dónde viviría entonces mi padre?
-No sé. Supongo que en Moss Vale. No creo que quiera separarse de todos sus amigos.
-¡Amigos! Pero si tú eres la única amiga que tiene mi padre.
-Te sorprenderías, señorita. Tu padre se ha convertido en una persona muy popular en la bolera últimamente. -¿Mi padre? A mi padre nunca le han gustado esos sitios. -Quizá no le gustaban, pero yo me lo llevé un día que lo encontré medio deprimido y al parecer ha descubierto una nueva faceta de su personalidad. Lo del tobillo ha sido una pena, porque esta semana quería llevarlo a la peluquería y a comprarse algo de ropa. Pero supongo que eso tendrá que esperar.
____ sonrió. Al parecer, Betty era una experta en convertir a los patitos feos en cisnes. -Pero ya está bien. Estoy segura de que os apetecerá una taza de té y algo de comer después del viaje. Y acabo de sacar del horno unos bizcochos de mermelada de fresa.
-¡Fantástico! -exclamó Nick, frotándose las manos-. Estoy hambriento.
-No deberías haberte molestado -la regañó ___.
-Tenía que hacer algo para mantenerme despierta y es difícil jugar sola al Scrabble. Tú no sabrás jugar, ¿verdad, Nick? -¡Claro que sé! En Shelley Bay llegué a ser campeón. Pero soy más famoso todavía por mi capacidad para devorar bizcochos recién hechos. Así que llévame a la cocina inmediatamente. ¿Vamos, ___? -dijo agarrándola del brazo mientras Betty entraba en la casa.
_____ bajó la mirada hacia su mano. -Tengo que ir a buscar mi bolsa -se separó de él y dio media vuelta para sacar sus cosas del coche. -Déjame llevártela -se ofreció Nick. -No, gracias. Si no te hubiera dejado llevarme las cosas la primera vez, no me hubiera buscado tantos problemas.
-¿Crees que soy un problema?
-Sé que eres un problema.
-Mmm. ¿Y qué crees que eres tú para mí?
-¿Un desafío?
-Nunca lo había pensado, pero es posible que tengas razón.
-Eso, o un estímulo nuevo para tu ya saciado apetito sexual.
-¡Un estímulo!
-Sí. Supongo que piensas que tienes muchas cosas que enseñarme.
-¿Y puedo? -Indudablemente.
-¿Pero me dejarías hacerlo?
-No, si puedo evitarlo. No quiero que vuelvan a hacerme daño.
-¿Queréis entrar de una vez? -les gritó Betty desde la puerta.
-Sí, ya vamos -contestó Nick. Agarró a ____ del brazo y le dijo, bajando la voz-: No te haré daño. Te lo prometo. No te haré nada que no quieras que te haga. ____ soltó una carcajada. Porque ese era precisamente el problema. No había nada que no le apeteciera que Nick le hiciera.
seguire acomodando
-Sabía que podía contar contigo. Esta ___ es una chica sensata, ¿eh? -le comentó a Nick.
-Mmm -contestó él. A ___ no le pasó desapercibido su sarcasmo.
-¿Pero dónde viviría entonces mi padre?
-No sé. Supongo que en Moss Vale. No creo que quiera separarse de todos sus amigos.
-¡Amigos! Pero si tú eres la única amiga que tiene mi padre.
-Te sorprenderías, señorita. Tu padre se ha convertido en una persona muy popular en la bolera últimamente. -¿Mi padre? A mi padre nunca le han gustado esos sitios. -Quizá no le gustaban, pero yo me lo llevé un día que lo encontré medio deprimido y al parecer ha descubierto una nueva faceta de su personalidad. Lo del tobillo ha sido una pena, porque esta semana quería llevarlo a la peluquería y a comprarse algo de ropa. Pero supongo que eso tendrá que esperar.
____ sonrió. Al parecer, Betty era una experta en convertir a los patitos feos en cisnes. -Pero ya está bien. Estoy segura de que os apetecerá una taza de té y algo de comer después del viaje. Y acabo de sacar del horno unos bizcochos de mermelada de fresa.
-¡Fantástico! -exclamó Nick, frotándose las manos-. Estoy hambriento.
-No deberías haberte molestado -la regañó ___.
-Tenía que hacer algo para mantenerme despierta y es difícil jugar sola al Scrabble. Tú no sabrás jugar, ¿verdad, Nick? -¡Claro que sé! En Shelley Bay llegué a ser campeón. Pero soy más famoso todavía por mi capacidad para devorar bizcochos recién hechos. Así que llévame a la cocina inmediatamente. ¿Vamos, ___? -dijo agarrándola del brazo mientras Betty entraba en la casa.
_____ bajó la mirada hacia su mano. -Tengo que ir a buscar mi bolsa -se separó de él y dio media vuelta para sacar sus cosas del coche. -Déjame llevártela -se ofreció Nick. -No, gracias. Si no te hubiera dejado llevarme las cosas la primera vez, no me hubiera buscado tantos problemas.
-¿Crees que soy un problema?
-Sé que eres un problema.
-Mmm. ¿Y qué crees que eres tú para mí?
-¿Un desafío?
-Nunca lo había pensado, pero es posible que tengas razón.
-Eso, o un estímulo nuevo para tu ya saciado apetito sexual.
-¡Un estímulo!
-Sí. Supongo que piensas que tienes muchas cosas que enseñarme.
-¿Y puedo? -Indudablemente.
-¿Pero me dejarías hacerlo?
-No, si puedo evitarlo. No quiero que vuelvan a hacerme daño.
-¿Queréis entrar de una vez? -les gritó Betty desde la puerta.
-Sí, ya vamos -contestó Nick. Agarró a ____ del brazo y le dijo, bajando la voz-: No te haré daño. Te lo prometo. No te haré nada que no quieras que te haga. ____ soltó una carcajada. Porque ese era precisamente el problema. No había nada que no le apeteciera que Nick le hiciera.
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