¿Dispuesta a amar a alguien que desea tu sangre? [Niall Horan & Tú]

¿Qué hacían Alison y mi padre aquí? Se supone que no se enterarían de esto...

— ¿Hazza? —Susurré a mi hermano, quien se encontraba sentado a mi lado.

— ¿Qué pasa, ___? —Respondió molesto.

— ¿Por qué papá y Alison están aquí?

—Bufó—. Estás paranoica ____. ¿Dónde están? —Me observó intimidante.

— Harry, están por... —No llegué a terminar la frase. Ambos ya no se encontraban allí, y hacía menos de cinco minutos, sí que lo estaban—. Por allá. —Apunté a la nada.

— Sí ___. Y yo soy Peter pan. —Volvió a bufar.

— Te prometo que allí estaban. No sé a dónde han ido.

— ___, de verdad que estás algo aturdida aún. Podría llevarte a algún psicólogo... si quieres.

— ¿Psicólogo? No, no, no. Estás loco hermano, si crees que iré a un loquero.

— No es un loquero, tontita. Te daría un apoyo, puede que esto te haya traumado.

— Ya Harry, cierra el pico.


El funeral de mamá acabó. Todos lloraban, a excepción mía. Ya había lagrimeado lo suficiente, como para volver a caer ahí.


— Lo lamento tanto, cariño —Me abrazó alguna amiga de mamá. Ni idea de quién era.

— ¡Oh ___! —Xime llegó junto a Justin, derramando una que otra lágrima—. Lo siento, lo siento mucho —Me abrazó por la cintura y yo a ella por sobre los hombros.

— Está bien, Xime, está bien. —Acaricié su espalda, tranquilizándole un poco.


~Con Nialler~

— ¿Qué has dicho, Niall?

— Lo que han oído, chicos. No puedo estar más seguro de que han sido Taylor y Alice.

— Niall, lo que estás diciendo es realmente algo serio, no puedes acusarlas sólo porque no se llevan...

— ¡Demonios Zayn! ¡Te digo que no es por eso! Estoy completamente seguro. Y no es porque no me lleve con ellas, es por como reaccionaron al estar aquí. Oh vamos, no me digas que te has tragado su estúpida excusa de venir aquí para vernos... —Dijo furioso el rubio.

— Yo... —Zayn se quedó sin palabras. Abrazaba a Oma por la cintura, quien apoyaba la cabeza en su hombro.

— Ya Zayn, no sigas —Le detuvo Dani—. Niall. —Miró al rubio, quien se encontraba de brazos cruzados, y molesto. ¿Por qué no le creían? —. Te pasaste. No dudo que Taylor y Alice son unas idiotas y probablemente hayan hecho eso, pero no te da derecho a acusarlas, sin siquiera saber si están aquí o en algún extraño lugar de Europa.


Niall reflexionó. Dani tenía razón. Odiaba que alguien tuviera la razón, cuando él sabía perfectamente que no la tenía. El rubio bufó enojado, haciendo que Dani revoleara los ojos.


— ¿Dónde está Louis? —Preguntó de pronto Oma, rompiendo el incómodo silencio.

— En su habitación, supongo —Respondió Zayn.

— Iré a verle. —Dani sonrió y fue escaleras arriba, dirigiéndose al cuarto de Lou—. ¿Louis? —Tocó la puerta.

— Adelante —Se oyó un susurro desde dentro de la habitación.


La chica entró, observando toda la habitación. Había algunos cuadros rotos, y estaba bastante desordenado. Se entristeció al ver a Louis en su balcón, que daba hacia la parte trasera de la casa. Odiaba ver a su chico así, aunque bueno, él no sabía que era SU chico.



— ¿Estás bien, Lou? —Preguntó temerosa Dani.

— ¿Me ves bien?

— Lo siento... sólo preguntaba...

— Pues no vuelvas a hacerlo.

— No es mi culpa que Karlis se haya ido, Louis. No te desquites de tu rabia conmigo. —El castaño se giró, mirándola con rabia. Mierda, la había fregado—. Yo... lo lamento. No fue mi intención decirlo... —Le recorrió un escalofrío. Louis pasó de tener una mirada furiosa, a una fría, y al segundo, sus ojos se aguaron.

— La extraño, Dani. La extraño —Se abalanzó sobre su amiga y la abrazó, apoyando su cabeza en el pecho de la chica.

— Lo sé, Louis. Lo sé. Pero no puedes vivir lamentándote, ¿Sabes? —Dani acariciaba el castaño cabello de Louis—. Alguien llegará a ti, y verás que no te enamorarás sólo una vez. Louis —Llamó la atención del ojiazul. Había dejado de llorar, pero sus ojos aún brillaban tenuemente a la poca luz del sol que se asomaba por la ventana—. Vivirás eternamente —Rieron—. Habrá mil y un chicas a lo largo de tu vida, y no siempre estarás con la indicada —Interiormente, deseaba que sólo hubiese una chica desde ahora, ella.

— Gracias Dani. Eres la mejor —Volvió a abrazar a su amiga, y besó su mejilla.