Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 13 de 15. • Comparte
Página 13 de 15. • 1 ... 8 ... 12, 13, 14, 15
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
aaaaa estan emparejadossss!!!!! aaaa
no puedo creer lo que le paso a cael y a amaranda!! sigueeeeelaaaaaaa
no puedo creer lo que le paso a cael y a amaranda!! sigueeeeelaaaaaaa
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Capítulo 17
Nicholas se apoyó contra la pared con sus ojos cerrados. Su cabeza palpitaba por el cansancio y la tensión. ¿Cómo podía alguien atrapar a un funcionario público en el departamento de policía sin quemarse?
Aún si lo atrapaban, ¿Podrían limpiar el nombre de ____(tu)? Él no estaba particularmente preocupado por sí mismo. Él podía ser transferido a una remota parte del mundo durante algunas décadas y después trasladarlo de nuevo aquí. Pero ella…
Él la olió en el mismo momento en que regresó al cuarto. Él mantuvo los ojos cerrados mientras saboreaba su aroma. No había nada apaciguador para él. Nada más suave. Sus pies apenas hicieron ruido sobre el suelo cuando cruzó el cuarto y se arrodilló a su lado.
Ella le apartó el pelo de la frente, prendiendo fuego a su cuerpo con su toque cuidadoso. Y entonces presionó sus labios contra los de él. Nicholas siseó ante el sabor de ella cuando le devolvió el beso.
Pero cuando ella trató de alcanzar a bragueta, él atrapó su mano en la suya y la apartó.
Él abrió sus ojos para encontrarse con el ceño fruncido de ella.
- ¿Hice algo malo?
- No, amor. Pero no podemos tener sexo hasta que estés segura de que quieres emparejarte conmigo. Así es como sellamos el pacto. Una diminuta penetración, intencionada o no, y eres mía. Para siempre.
Ella le mordisqueó la boca con sus dientes.
- ¿Eso sería tan malo?
Él acarició los labios de ella con la lengua.
- No. De ningún modo. Pero ya te dije que quiero que tengas unos cuantos días para que realmente lo consideres. Una vez que estemos emparejados no hay manera de volver atrás-. Sin mencionar el hecho de que como Dark-Hunter él no se suponía que estuviese en absoluto emparejado.
- Vale- ella se echó atrás.- Así que ¿Cuál es nuestro plan de juego?
- Eso es en lo que he estado intentando pensar. Quiero decir, si tenemos razón, y estoy seguro de que es así, tenemos un motivo y un nombre. Esto explica por qué la policía está tan interesada en ahorcarnos y cómo se escaparon con todo esto.
- Y si tienes razón y sus hijos son ambos Daimons, él no quiere que ellos mueran como su esposa, lo cual explica por qué quiere limpiar Seattle de Dark Hunters.
Él asintió, entonces tuvo un mal presentimiento atravesándolo, haciendo que se incorporara.
- Tenemos que sacar a Erika de aquí.
- ¿Qué?
- Necesitamos que Erika se vaya. La primera cosa. No quiero que ellos la usen como rehén.
- ¿No están todos los escuderos en peligro?
Él negó con la cabeza.
- Piensa en ello, ____(tu). Yo maté a su esposa.
- Él quiere tu sangre más que los demás.
- Sí, y así es cómo vamos a cogerle.
Stryker entró en su estudio en Kalosis para encontrar el reloj que marcaba las horas humanas sobre su repisa. Pronto iba a amanecer y Trates no había regresado…
¿Qué podía haberle retenido?
No era que su segundo al mando se hubiese ido demasiado tiempo. Sintiéndose estúpido incluso por preocuparse, Stryker recogió el sfora de su escritorio y puso el pequeño orbe de cristal en la cuna de su mano. La palabra Atlante para “ojo” el sfora era una forma para que esos en Kalosis mantuviesen vigilados a los humanos o a cualquiera sobre la tierra o aquí.
- ¿Dónde estás, Trates?- masculló mientras lo buscaba.
Él no encontró nada.
Stryker frunció el ceño.
- Muéstrame a Trates,- ordenó al orbe mágico.
No había nada excepto remolinos de niebla roja y dorada.
Él agarró bola en su mano mientras conjuraba una imagen del Daimon que buscaba en su mente.
- Muéstrame lo que le ha ocurrido.
Él agarró el orbe con más suavidad para ver como la niebla se disolvía en imágenes de Trates y Paul. Al principio parecían estar hablando… hasta que Paul lo apuñaló por la espalda.
Durante un completo minuto, Stryker no pudo respirar pasmado con incredulidad. Finalmente el entumecimiento que le dejó incapacitado se disolvió en furia. Con un profundo gruñido, arrojó el orbe contra la pared y este se rompió en mil pedazos.
Trates estaba muerto.
Un inimaginable dolor se desgarró a través de él y ni siquiera sabía por qué. Cierto era que Trates había estado con él durante miles de años y le había servido bien, pero él solo era un criado para Stryker. Nada más.
Aún así la pena que sentía le decía la verdad. Él había estado preocupado por el hombre. A pesar de todo, Trates había sido un buen amigo para él, y ahora se había ido.
Asesinado por una mano humana.
Si había alguna cosa que Stryker odiaba más que a un Dark-Hunter, era un ser humano. Él al menos podía respetar a los Dark-Hunters como dignos adversarios.
Pero los humanos…
Eran ganado para ser asesinados y comidos. Y ahora una de las vacas se había atrevido a atacarlos. Muy bien, esa era la manera en la que Paul quería jugar, entonces las reglas habían cambiado. La tregua se había terminado.
Su cólera encendida, él dejó su estudio y se dirigió hacia el vestíbulo, dónde convocó a sus soldados. En segundos el cuarto entero se llenó de Spathis.
Él dirigió la mirada hacia donde sus guerreros de élite, Iluminati, permanecían de pie a la izquierda de su trono mientras él ascendía por el estrado hasta quedarse ante su regio asiento. Por sus habilidades y su inclemencia, los miembros de sus Illuminati se habían ascendido en de rango para ser guardaespaldas para La Destructora. O, más exactos, para ser las Valquirias y el cortejo personal de Stryker.
- Davyn,- dijo él al varón que estaba en el centro de ellos.
Davyn había sido una vez un íntimo amigo para su hijo, Urian, antes de que Urian le hubiese traicionado y se hubiese puesto del lado de Acheron y sus bastardos Hunters.
Al igual que Urian, el daimon tenía el pelo rubio y largo, atado en su cuello con un cordón negro. Dando un paso adelante, Davyn colocó su puño derecho en su hombro izquierdo y se inclinó de modo ligeramente respetuoso.
- ¿My Lord?
- Eres mi nuevo segundo al mando.
Enderezando su columna vertebral, Davyn miró alrededor nerviosamente.
- ¿My Lord?
- Me has oído perfectamente. Todos lo habéis oído. Davyn será mi nueva mano derecha y todos le tratareis en consecuencia.
Davyn inclinó su cabeza con decisión.
- Gracias, My Lord. ¿Pero puedo inquirir en lo que se refiere a qué le ha ocurrido a Trates?
Stryker apretó sus dientes cuando sus virulentas emociones amenazaron con alcanzarle. Pero él no mostraría debilidad ante su gente. Ellos confiaban en él para ser fuertes y él sería una sólida roca para ellos.
- Nuestro hermano ha caído a mano de los humanos.
Maldiciones y susurros de sorpresa llenaron la sala cuando las noticia se extendió ante la gente como un paño mortuorio.
- El experimento con humanos está cerrado. Si vamos a morir, entonces moriremos como soldados peleando contra el ejército de Artemisa, cara a cara con nuestros dignos enemigos. No moriremos siendo apuñalados por la espalda por ganado. Tan pronto como Acheron se marche de Seattle, será el momento de alimentar el zoológico, y empezaremos con Paul Heilig y sus hijos.
- Pero, My Lord,- dijo Arista desde su lugar con los Illuminati- Sus hijos son uno de los nuestros.
- Ya no. Demando venganza contra en el humano y su progenie. Quiero su cabeza y las vidas de sus hijos.
Él golpeó su mano derecha contra su pecho antes de sostenerla en alto en un saludo a Trates, quien había muerto cumpliendo con sus órdenes.
Su ejército siguió su ejemplo.
- Dormid bien,- les dijo él. - Y estad preparados para atacar.
____(tu) estaba cansada y más que lista para irse a la cama cuando dejó su pequeño cuarto para dirigirse cruzando el pasillo hacia el cuarto de baño. Todo lo que quería era una toalla para su cara para ayudarla a despertar de modo que pudiera formular un plan de ataque contra el Jefe Heilig.
Como este solo era usado por los dos que estaban en el sótano, no se le ocurrió tocar antes de abrir la puerta.
Ella se congeló instantáneamente. Acheron estaba de espaldas al espejo intentando aplicar un ungüento a lo largo de toda su columna vertebral. Pero fue la vista de su leonada, musculosa espalda la que la mantuvo cautivada. Nunca en su vida había visto algo igual. Estaba en carne viva y sangrante, con crueles verdugones cubriendo cada pulgada de ella. Estos desaparecían debajo de su cinturón e incluso se curvaban alrededor de sus bíceps, pero en cierta forma habían evitado golpear su pequeño tatuaje del dragón.
- Lo siento,- se excusó rápidamente. Ella sabía que debería dejarlo con su privacidad y aún así sus pies todavía no la obedecían. Todo lo que ella podía hacer era clavar los ojos en su devastada piel y tratar de imaginar lo mucho que debía de dolerle.
Antes de que pudiera perder su coraje, dio un paso adelante y tendió la mano hacia el tubo.
Él se movió tan rápidamente que ella apenas le vio antes de él hubiese agarrado su camisa del toallero.
- Ash,- dijo ella, tratando de alcanzar el tubo otra vez. – Puedo ayudarte a aplicar eso.
Con su cara vacía de expresión, él enrolló su camiseta para ponérsela.
- Está bien. No me gusta que personas me toquen.
Ella se moría por saber qué le había ocurrido, pero debido a su conducta y el aura de “no te metas conmigo o te mato”- que llevaba alrededor de él como un guante, ella se contuvo de preguntar.
Había algo sumamente poderoso y al mismo tiempo altamente vulnerable en él. Más que eso, él exudaba una ola antinatural de sexo en estado puro. Él era completamente apremiante, cautivador. Y una parte de ella realmente buscaba tocarle.
Él se apartó del camino de ella como si conociese sus pensamientos y estuviese extremadamente incómodo por ellos.
Como se dirigió hacia la puerta, ella lo detuvo.
- ¿Ash?
- ¿qué?
- ¿Cómo castigas a un Dark-Hunter que quebranta las reglas?
Él frunció el ceño ante ella.
- Depende de la regla y las circunstancias. ¿Tienes algo en mente?
Ella cerró con fuerza su mano, asustada de que él pudiese ver su palma y la marca que allí se encontraba.
- No. Solo preguntaba.
- Ya veo.
Otra vez, él se volvió para salir, entonces se detuvo en el umbral. Sus extraños ojos de plata ardieron dentro de ella.
- Pero sabes algo, ____(tu)… yo personalmente no creo que alguien deba ser castigado por querer compartir su vida con alguien-. Su mirada se volvió vacía como si pensara en algo de su pasado. - Nadie debería tener que pagar por amar en carne o en sangre.
Y con eso, él la dejó sola para que pensara en lo que acababa de decir.
Nicholas tenía razón. Acheron era un hombre espeluznante. Y eso le hacía preguntarse qué precio debió haber pagado él para mantener esa visión.
Cuando trató de alcanzar una toalla para lavarse, ella oyó a Ash llamando a la puerta al otro lado del pasillo.
- Hey,- le dijo a Nicholas en ese extraño acento suyo.- Solo quería hacerte saber que tengo que irme ahora.
- Si acabas de llegar.
- Lo sé. Ya te dije que mi tiempo aquí era extremadamente limitado. Pero no te preocupes. Regresaré en pocos días.
- ¿No te preocupes?- preguntó Nicholas, su voz goteando con sarcasmo.- ¿Por qué habría de preocuparme? Sólo tenemos a los humanos y a los Daimons cayendo del cielo para asesinarnos. Nada inquietante acerca de todo esto.
- Sí, bueno, podría ser peor
- ¿Cómo así?
- Podrías ser emparejado con una humana.
El estómago de ____(tu) golpeó el suelo ante esas palabras. Sus ojos abiertos desmesuradamente, ella se trasladó a la puerta para ver a Acheron dirigiéndose hacia el vestíbulo mientras Nicholas lo observaba irse con cara severa.
Ella rápidamente acortó la distancia entre ellos y esperó hasta que Ash hubiese desaparecido de su vista.
- ¿Crees que lo sabe?- susurró ella.
- No tengo ni idea.
Con el corazón martilleando, ella volvió la mirada hacia el vestíbulo para asegurarse que Ash realmente se hubiese ido. Él se había ido, pero esas palabras permanecieron dejándolos a los dos incómodos.
Hasta tal punto, que cuando el teléfono de Nicholas sonó dos segundos más tarde, realmente hizo que saltara.
Nicholas frunció el ceño cuando vio el número de Cael. Dadas sus anteriores palabras, él estaba bastante asombrado de que su amigo lo llamase tan pronto.
Abriendo el teléfono, contestó.
- ¿Sí?
- Oye, Rave. Tenemos un serio problema.
- Me doy cuenta de ello.
- No, leopardo, no eres tú. Yo solo acabo de tener una visita del jefe de policía, quien se dejó caer con dos Daimons.
Nicholas se volvió frío con temor cuando volvió a mirara a Susam, quien le miraba con curiosidad y el ceño fruncido.
- ¿Qué?
- Ya me has oído. Dejaron el lugar patas arriba y asesinaron a la hermana de Amaranda.
Nicholas se sobresaltó ante las noticias. Garantizar la protección de los apolitas nunca había sido una de sus órdenes, pero aún así odiaba ver que alguien era asesinado tan innecesariamente.
- ¿Qué acerca de ti? ¿Estás bien?
- Estoy herido, pero sobreviviré.
- ¿Y tu esposa?
Cael hizo una pausa. Cuando volvió a hablar su voz estaba quebrada.
- Gracias, Rave.
- ¿Por qué?
- Por la amabilidad de preguntarme por ella sin veneno en tu voz.
Nicholas miró a ____(tu). Él realmente empezaba a entender la estupidez de Cael.
- Sí, bueno, quizás no me guste. Pero hemos sido amigos por mucho tiempo.
- Lo sé, por eso te llamo. Mientras estaban aquí descubrí algunas cosas interesantes.
- ¿Como que yo asesiné a la esposa del Jefe de Policía la cual era un Daimon?
- Si,- dijo Cael, su voz colmada de incredulidad.- ¿Cómo lo supiste?
- Simple ___(d)rte.
- Pues bien, esto mejora. Él te quiere a ti igual y no esperará a mañana.
Nicholas se imaginaba lo que vendría ahora, también.
- ¿Le dijiste dónde estaba?
- Tú me conoces mejor que eso. Le dije que estabas en el Last Supper Club. Supongo que él estará allí ahora, buscándote. El tipo no se detendrá hasta que estés muerto.
Nicholas se mofó de su tono directo.
- No creo que vaya a detenerse hasta que todos nosotros estemos muertos, Celta.
- Probablemente.
Nicholas apartó el teléfono y comprobó la identificación de llamada otra vez cuando las palabras de Jack y su anterior encuentro pasó a través de su mente.
- Solo por curiosidad. ¿Cómo sé que eres realmente tú?
Cael hizo una pausa antes de que él contestase.
- Porque sé que tienes tres guantes tejidos. Fue el último par que tu madre te hizo, y en la noche que cobraste tu venganza, encontraste el tercer guante que ella había hecho corresponder a los otros dos porque ella sabía que ibas a perder pronto el izquierdo. Por alguna razón, siempre perdías el izquierdo.
Era Cael. Él era la única persona que sabía que Nicholas todavía los tenía.
- ¿Oye, Celta?
- ¿Sí?
- Gracias por no haberme delatado al Jefe. Te debo una.
- No te preocupes. Solo asegúrate de asesinar al bastardo antes de que él asesine a alguien más.- y con eso Cael colgó el teléfono.
Amaranda clavó los ojos en su marido con el miedo sosteniéndola de cerca.
- ¿Estás seguro que eso fue lo correcto?
- Sí. Nicholas necesita saber quién lo está persiguiendo para darle caza. Y necesitamos que el jefe muera antes de que se de cuenta de que estamos vivos y le diga a alguien que él nos había matado a ambos.
Amaranda se introdujo a si misma entre sus brazos, dónde él al sintió temblar contra él.
- Siento tanto haberte hecho esto, bebé. Yo solo no quería verte sufrir.
- Lo sé.
Él recostó su cabeza de modo que pudiera descansar su mejilla contra su pelo y dejar que su toque apaciguara el miedo que él sentía también, acerca de un futuro que era incluso más incierto que el que habían tenido antes.
Todos estos siglos, él había sido el cazador. Ahora él iba a ser la presa.
Nicholas devolvió el teléfono a su bolsillo.
- ¿Qué pasa?
- Era Cael confirmando nuestras sospechas. Es el jefe e hirió a Cael y a su esposa intentando encontrarme.
- ¿Qué hacemos?- preguntó ella, su voz llena de preocupación.
Nicholas le frotó el brazo para darle ánimos.
- Le daremos lo que quiere.
Ella se vio consternada cuando apartó su brazo de golpe.
- No creo que esté siguiendo esta línea de suicidio que estás planeando. ¿De qué estás hablado?
- Voy a enfrentarme a él de una vez y por todas y acabar con esto.
- Whoa,- dijo ella, marcando el tono de él con una cantidad igual de determinación.- Espera un momento, Clint Eastwood. Esto no es algún espagueti wester con mala música sonando de fondo mientras te enfrentas a pleno sol. Hablamos del jefe de policía. Un hombre que puede arrestarte.
- Yeah.
____(tu) rechinó los dientes. Por su tono de voz ella podía asegurar que no la estaba escuchando.
Así que ella silbó.
Él se encogió como si eso le causase un inaguantable dolor.
- No hagas eso. Siendo ambos leopardo y Dark-Hunter, tengo los oídos doblemente sensibles.
- Bien. Ahora ya sé como obtener tu atención. Y volviendo a lo que estaba diciendo. ¿Qué piensas hacer?
- Ir a su casa.
- Oh, bravo. Ese es un buen plan. ¿Quieres enfrentarte a él con una pistola de malvavisco mientras estamos allí?
Él le dio una mirada de aviso.
- Deja el sarcasmo lo suficiente como para pensar acerca de ello. Si no voy, él no va a descansar hasta que me encuentre. No quiero que más personas inocentes mueran mientras me oculto de él. Soy luchador entrenado, ____(tu), con siglos de experiencia de batalla respaldándome. En cierta forma dudo que tenga mucho de lo que preocuparme.
Uh-hum. Los hombres y sus egos. . .
- ¿Y quién estaba sentado en la jaula del gato cuando yo lo encontré?
Sus facciones se pusieron tirantes de rabia.
- Me atraparon por sorpresa. Esta vez la sorpresa estará sobre él.
Ella dejó escapar un irritado suspiro. Él era tan terco. Quería estrangularle, pero sabía de antemano que estaba peleando en una causa perdida. Él iba a hacerlo a su manera aunque ella discutiera
- Bien entonces. Voy contigo.
- No, no vienes.
- ¿Por qué no?- preguntó ella fingiendo inocencia.- ¿Por qué tal vez es una idea estúpida?
- ____(tu)—
- No me digas ____(tu), no eres mi padre.
- No. Soy tu compañero.
Ella inclinó la cabeza ante su actitud.
- No hasta que hagamos el acto, tío. Y no lo hemos hecho, y si sigues así, no lo vamos, de ninguna manera, Sr. Flojo. Así que si tú vas, yo voy. Después de todo, entre nosotros dos, yo soy la única con el del hacha más grande para dejar caer… sobre la cabeza del hombre. Él me quitó todo lo que tenía, y maldito si no le pago con la misma moneda.
Nicholas quiso discutir, pero él conocía el determinado brillo en esos ojos azules. Además, ella era una luchadora condenadamente buena. Sería agradable tenerla a su lado, aunque el pensamiento de perderla era lisiante para él.
- De acuerdo, pero quiero que me prometas que si algo sale mal, saldrás de allí inmediatamente y regresarás aquí en busca de protección.
- Hecho. “Súper ____(tu) se Convierte en El Conejo Aterrado. Corriendo a esconderse”
- ¿Qué es eso?
- Un titular absurdo. Finalmente parece que los hago bien, también. Leo va a estar impresionado.
Nicholas negó con la cabeza ante ella. No necesitaban un estúpido titular. Lo que ellos necesitaban ahora era un jodido milagro.
Y una caballería.
Desafortunadamente, decir caballería había sido subir las escaleras y más probablemente salir de la ciudad.
Pero de todos modos, de una manera u otra, esto estaba a punto de terminar.
Al menos para él.
Cuando subieron las escaleras, Nicholas se detuvo cuando se encontró cara a cara con su padre y Phoenix.
- ¿Nos dejas?- se burló su padre.- ¿Puedo aspirar a que sea permanente?
Él no respondió cuando se abrió paso entre ellos.
____(tu) se detuvo mientras observaba a Nicholas salir del cuarto. Incapaz de aguantarlo, se volvió contra el padre de él.
- Usted es un grosero bastardo.
- ¡Cómo te atreves!
- Oh, adelante,- lo incitó ella. - Pégueme, máteme. En realidad no me importa. ¿Pero como puede quedarse ahí como un santo y juzgarle cuando no ha hecho otra cosa que no fuese intentar encontrar a alguien a quién amar? ¿Cómo puede odiar a su hijo por eso?
Ella se volvió hacia Phoenix.
- ¿Su propio hermano? Dios mío, tú lo mataste. Y en lugar de odiarte por lo que le has hecho, él te ha perdonado. ¿Por qué no puedes corresponderle? ¿No crees que él también esté herido? ¿Qué cada mañana cuando se va a dormir, él ve esa noche lo mismo que vosotros lo haceis? Le he escuchado hablar de su madre y de su hermana, le he sostenido cuando las pesadillas le atormentaban, y sé cuánto las hecha de menos. Yo he perdido a todo el mundo que alguna vez ha significado algo para mí, y no sé cómo Nicholas ha aguantado todo este tiempo solo. Él va a salir ahora probablemente a morir. Y estoy segura de que eso no significa nada para vosotros, pero si lo hace para mí. Usted debería estar orgulloso del hijo que ha criado. Él es más hombre que cualquiera que alguna vez haya conocido.
- ¿qué sabes tú, humana?
____(tu) negó con la cabeza cuando las lágrimas llenaron sus ojos. Ella no podía soportar el pensamiento de que Nicholas fuese herido. De qué muy bien le podría ocurrir en las próximas horas. Ella ya había perdido demasiado en esta batalla.
- No sé nada, realmente. Solo sé que si yo tuviera un hijo… un hermano, pelearía cielo e infierno para mantenerlo a salvo, y estaría condenadamente agradecida de que, habiendo perdido tantos en mi familia, todavía tuviese uno más. Maldito si yo lo pierdo a él también.
Curvando los labios ante ellos, ella salió detrás de Nicholas.
Gareth entrecerró sus ojos cuando observó irse a la humana.
- Estúpida, humana.
- No, Papá.- dijo Dorian detrás de cuando dio un par de pasos saliendo de entre las sombras. – Creo que ella es más inteligente que todos nosotros juntos.
Nicholas se apoyó contra la pared con sus ojos cerrados. Su cabeza palpitaba por el cansancio y la tensión. ¿Cómo podía alguien atrapar a un funcionario público en el departamento de policía sin quemarse?
Aún si lo atrapaban, ¿Podrían limpiar el nombre de ____(tu)? Él no estaba particularmente preocupado por sí mismo. Él podía ser transferido a una remota parte del mundo durante algunas décadas y después trasladarlo de nuevo aquí. Pero ella…
Él la olió en el mismo momento en que regresó al cuarto. Él mantuvo los ojos cerrados mientras saboreaba su aroma. No había nada apaciguador para él. Nada más suave. Sus pies apenas hicieron ruido sobre el suelo cuando cruzó el cuarto y se arrodilló a su lado.
Ella le apartó el pelo de la frente, prendiendo fuego a su cuerpo con su toque cuidadoso. Y entonces presionó sus labios contra los de él. Nicholas siseó ante el sabor de ella cuando le devolvió el beso.
Pero cuando ella trató de alcanzar a bragueta, él atrapó su mano en la suya y la apartó.
Él abrió sus ojos para encontrarse con el ceño fruncido de ella.
- ¿Hice algo malo?
- No, amor. Pero no podemos tener sexo hasta que estés segura de que quieres emparejarte conmigo. Así es como sellamos el pacto. Una diminuta penetración, intencionada o no, y eres mía. Para siempre.
Ella le mordisqueó la boca con sus dientes.
- ¿Eso sería tan malo?
Él acarició los labios de ella con la lengua.
- No. De ningún modo. Pero ya te dije que quiero que tengas unos cuantos días para que realmente lo consideres. Una vez que estemos emparejados no hay manera de volver atrás-. Sin mencionar el hecho de que como Dark-Hunter él no se suponía que estuviese en absoluto emparejado.
- Vale- ella se echó atrás.- Así que ¿Cuál es nuestro plan de juego?
- Eso es en lo que he estado intentando pensar. Quiero decir, si tenemos razón, y estoy seguro de que es así, tenemos un motivo y un nombre. Esto explica por qué la policía está tan interesada en ahorcarnos y cómo se escaparon con todo esto.
- Y si tienes razón y sus hijos son ambos Daimons, él no quiere que ellos mueran como su esposa, lo cual explica por qué quiere limpiar Seattle de Dark Hunters.
Él asintió, entonces tuvo un mal presentimiento atravesándolo, haciendo que se incorporara.
- Tenemos que sacar a Erika de aquí.
- ¿Qué?
- Necesitamos que Erika se vaya. La primera cosa. No quiero que ellos la usen como rehén.
- ¿No están todos los escuderos en peligro?
Él negó con la cabeza.
- Piensa en ello, ____(tu). Yo maté a su esposa.
- Él quiere tu sangre más que los demás.
- Sí, y así es cómo vamos a cogerle.
Stryker entró en su estudio en Kalosis para encontrar el reloj que marcaba las horas humanas sobre su repisa. Pronto iba a amanecer y Trates no había regresado…
¿Qué podía haberle retenido?
No era que su segundo al mando se hubiese ido demasiado tiempo. Sintiéndose estúpido incluso por preocuparse, Stryker recogió el sfora de su escritorio y puso el pequeño orbe de cristal en la cuna de su mano. La palabra Atlante para “ojo” el sfora era una forma para que esos en Kalosis mantuviesen vigilados a los humanos o a cualquiera sobre la tierra o aquí.
- ¿Dónde estás, Trates?- masculló mientras lo buscaba.
Él no encontró nada.
Stryker frunció el ceño.
- Muéstrame a Trates,- ordenó al orbe mágico.
No había nada excepto remolinos de niebla roja y dorada.
Él agarró bola en su mano mientras conjuraba una imagen del Daimon que buscaba en su mente.
- Muéstrame lo que le ha ocurrido.
Él agarró el orbe con más suavidad para ver como la niebla se disolvía en imágenes de Trates y Paul. Al principio parecían estar hablando… hasta que Paul lo apuñaló por la espalda.
Durante un completo minuto, Stryker no pudo respirar pasmado con incredulidad. Finalmente el entumecimiento que le dejó incapacitado se disolvió en furia. Con un profundo gruñido, arrojó el orbe contra la pared y este se rompió en mil pedazos.
Trates estaba muerto.
Un inimaginable dolor se desgarró a través de él y ni siquiera sabía por qué. Cierto era que Trates había estado con él durante miles de años y le había servido bien, pero él solo era un criado para Stryker. Nada más.
Aún así la pena que sentía le decía la verdad. Él había estado preocupado por el hombre. A pesar de todo, Trates había sido un buen amigo para él, y ahora se había ido.
Asesinado por una mano humana.
Si había alguna cosa que Stryker odiaba más que a un Dark-Hunter, era un ser humano. Él al menos podía respetar a los Dark-Hunters como dignos adversarios.
Pero los humanos…
Eran ganado para ser asesinados y comidos. Y ahora una de las vacas se había atrevido a atacarlos. Muy bien, esa era la manera en la que Paul quería jugar, entonces las reglas habían cambiado. La tregua se había terminado.
Su cólera encendida, él dejó su estudio y se dirigió hacia el vestíbulo, dónde convocó a sus soldados. En segundos el cuarto entero se llenó de Spathis.
Él dirigió la mirada hacia donde sus guerreros de élite, Iluminati, permanecían de pie a la izquierda de su trono mientras él ascendía por el estrado hasta quedarse ante su regio asiento. Por sus habilidades y su inclemencia, los miembros de sus Illuminati se habían ascendido en de rango para ser guardaespaldas para La Destructora. O, más exactos, para ser las Valquirias y el cortejo personal de Stryker.
- Davyn,- dijo él al varón que estaba en el centro de ellos.
Davyn había sido una vez un íntimo amigo para su hijo, Urian, antes de que Urian le hubiese traicionado y se hubiese puesto del lado de Acheron y sus bastardos Hunters.
Al igual que Urian, el daimon tenía el pelo rubio y largo, atado en su cuello con un cordón negro. Dando un paso adelante, Davyn colocó su puño derecho en su hombro izquierdo y se inclinó de modo ligeramente respetuoso.
- ¿My Lord?
- Eres mi nuevo segundo al mando.
Enderezando su columna vertebral, Davyn miró alrededor nerviosamente.
- ¿My Lord?
- Me has oído perfectamente. Todos lo habéis oído. Davyn será mi nueva mano derecha y todos le tratareis en consecuencia.
Davyn inclinó su cabeza con decisión.
- Gracias, My Lord. ¿Pero puedo inquirir en lo que se refiere a qué le ha ocurrido a Trates?
Stryker apretó sus dientes cuando sus virulentas emociones amenazaron con alcanzarle. Pero él no mostraría debilidad ante su gente. Ellos confiaban en él para ser fuertes y él sería una sólida roca para ellos.
- Nuestro hermano ha caído a mano de los humanos.
Maldiciones y susurros de sorpresa llenaron la sala cuando las noticia se extendió ante la gente como un paño mortuorio.
- El experimento con humanos está cerrado. Si vamos a morir, entonces moriremos como soldados peleando contra el ejército de Artemisa, cara a cara con nuestros dignos enemigos. No moriremos siendo apuñalados por la espalda por ganado. Tan pronto como Acheron se marche de Seattle, será el momento de alimentar el zoológico, y empezaremos con Paul Heilig y sus hijos.
- Pero, My Lord,- dijo Arista desde su lugar con los Illuminati- Sus hijos son uno de los nuestros.
- Ya no. Demando venganza contra en el humano y su progenie. Quiero su cabeza y las vidas de sus hijos.
Él golpeó su mano derecha contra su pecho antes de sostenerla en alto en un saludo a Trates, quien había muerto cumpliendo con sus órdenes.
Su ejército siguió su ejemplo.
- Dormid bien,- les dijo él. - Y estad preparados para atacar.
____(tu) estaba cansada y más que lista para irse a la cama cuando dejó su pequeño cuarto para dirigirse cruzando el pasillo hacia el cuarto de baño. Todo lo que quería era una toalla para su cara para ayudarla a despertar de modo que pudiera formular un plan de ataque contra el Jefe Heilig.
Como este solo era usado por los dos que estaban en el sótano, no se le ocurrió tocar antes de abrir la puerta.
Ella se congeló instantáneamente. Acheron estaba de espaldas al espejo intentando aplicar un ungüento a lo largo de toda su columna vertebral. Pero fue la vista de su leonada, musculosa espalda la que la mantuvo cautivada. Nunca en su vida había visto algo igual. Estaba en carne viva y sangrante, con crueles verdugones cubriendo cada pulgada de ella. Estos desaparecían debajo de su cinturón e incluso se curvaban alrededor de sus bíceps, pero en cierta forma habían evitado golpear su pequeño tatuaje del dragón.
- Lo siento,- se excusó rápidamente. Ella sabía que debería dejarlo con su privacidad y aún así sus pies todavía no la obedecían. Todo lo que ella podía hacer era clavar los ojos en su devastada piel y tratar de imaginar lo mucho que debía de dolerle.
Antes de que pudiera perder su coraje, dio un paso adelante y tendió la mano hacia el tubo.
Él se movió tan rápidamente que ella apenas le vio antes de él hubiese agarrado su camisa del toallero.
- Ash,- dijo ella, tratando de alcanzar el tubo otra vez. – Puedo ayudarte a aplicar eso.
Con su cara vacía de expresión, él enrolló su camiseta para ponérsela.
- Está bien. No me gusta que personas me toquen.
Ella se moría por saber qué le había ocurrido, pero debido a su conducta y el aura de “no te metas conmigo o te mato”- que llevaba alrededor de él como un guante, ella se contuvo de preguntar.
Había algo sumamente poderoso y al mismo tiempo altamente vulnerable en él. Más que eso, él exudaba una ola antinatural de sexo en estado puro. Él era completamente apremiante, cautivador. Y una parte de ella realmente buscaba tocarle.
Él se apartó del camino de ella como si conociese sus pensamientos y estuviese extremadamente incómodo por ellos.
Como se dirigió hacia la puerta, ella lo detuvo.
- ¿Ash?
- ¿qué?
- ¿Cómo castigas a un Dark-Hunter que quebranta las reglas?
Él frunció el ceño ante ella.
- Depende de la regla y las circunstancias. ¿Tienes algo en mente?
Ella cerró con fuerza su mano, asustada de que él pudiese ver su palma y la marca que allí se encontraba.
- No. Solo preguntaba.
- Ya veo.
Otra vez, él se volvió para salir, entonces se detuvo en el umbral. Sus extraños ojos de plata ardieron dentro de ella.
- Pero sabes algo, ____(tu)… yo personalmente no creo que alguien deba ser castigado por querer compartir su vida con alguien-. Su mirada se volvió vacía como si pensara en algo de su pasado. - Nadie debería tener que pagar por amar en carne o en sangre.
Y con eso, él la dejó sola para que pensara en lo que acababa de decir.
Nicholas tenía razón. Acheron era un hombre espeluznante. Y eso le hacía preguntarse qué precio debió haber pagado él para mantener esa visión.
Cuando trató de alcanzar una toalla para lavarse, ella oyó a Ash llamando a la puerta al otro lado del pasillo.
- Hey,- le dijo a Nicholas en ese extraño acento suyo.- Solo quería hacerte saber que tengo que irme ahora.
- Si acabas de llegar.
- Lo sé. Ya te dije que mi tiempo aquí era extremadamente limitado. Pero no te preocupes. Regresaré en pocos días.
- ¿No te preocupes?- preguntó Nicholas, su voz goteando con sarcasmo.- ¿Por qué habría de preocuparme? Sólo tenemos a los humanos y a los Daimons cayendo del cielo para asesinarnos. Nada inquietante acerca de todo esto.
- Sí, bueno, podría ser peor
- ¿Cómo así?
- Podrías ser emparejado con una humana.
El estómago de ____(tu) golpeó el suelo ante esas palabras. Sus ojos abiertos desmesuradamente, ella se trasladó a la puerta para ver a Acheron dirigiéndose hacia el vestíbulo mientras Nicholas lo observaba irse con cara severa.
Ella rápidamente acortó la distancia entre ellos y esperó hasta que Ash hubiese desaparecido de su vista.
- ¿Crees que lo sabe?- susurró ella.
- No tengo ni idea.
Con el corazón martilleando, ella volvió la mirada hacia el vestíbulo para asegurarse que Ash realmente se hubiese ido. Él se había ido, pero esas palabras permanecieron dejándolos a los dos incómodos.
Hasta tal punto, que cuando el teléfono de Nicholas sonó dos segundos más tarde, realmente hizo que saltara.
Nicholas frunció el ceño cuando vio el número de Cael. Dadas sus anteriores palabras, él estaba bastante asombrado de que su amigo lo llamase tan pronto.
Abriendo el teléfono, contestó.
- ¿Sí?
- Oye, Rave. Tenemos un serio problema.
- Me doy cuenta de ello.
- No, leopardo, no eres tú. Yo solo acabo de tener una visita del jefe de policía, quien se dejó caer con dos Daimons.
Nicholas se volvió frío con temor cuando volvió a mirara a Susam, quien le miraba con curiosidad y el ceño fruncido.
- ¿Qué?
- Ya me has oído. Dejaron el lugar patas arriba y asesinaron a la hermana de Amaranda.
Nicholas se sobresaltó ante las noticias. Garantizar la protección de los apolitas nunca había sido una de sus órdenes, pero aún así odiaba ver que alguien era asesinado tan innecesariamente.
- ¿Qué acerca de ti? ¿Estás bien?
- Estoy herido, pero sobreviviré.
- ¿Y tu esposa?
Cael hizo una pausa. Cuando volvió a hablar su voz estaba quebrada.
- Gracias, Rave.
- ¿Por qué?
- Por la amabilidad de preguntarme por ella sin veneno en tu voz.
Nicholas miró a ____(tu). Él realmente empezaba a entender la estupidez de Cael.
- Sí, bueno, quizás no me guste. Pero hemos sido amigos por mucho tiempo.
- Lo sé, por eso te llamo. Mientras estaban aquí descubrí algunas cosas interesantes.
- ¿Como que yo asesiné a la esposa del Jefe de Policía la cual era un Daimon?
- Si,- dijo Cael, su voz colmada de incredulidad.- ¿Cómo lo supiste?
- Simple ___(d)rte.
- Pues bien, esto mejora. Él te quiere a ti igual y no esperará a mañana.
Nicholas se imaginaba lo que vendría ahora, también.
- ¿Le dijiste dónde estaba?
- Tú me conoces mejor que eso. Le dije que estabas en el Last Supper Club. Supongo que él estará allí ahora, buscándote. El tipo no se detendrá hasta que estés muerto.
Nicholas se mofó de su tono directo.
- No creo que vaya a detenerse hasta que todos nosotros estemos muertos, Celta.
- Probablemente.
Nicholas apartó el teléfono y comprobó la identificación de llamada otra vez cuando las palabras de Jack y su anterior encuentro pasó a través de su mente.
- Solo por curiosidad. ¿Cómo sé que eres realmente tú?
Cael hizo una pausa antes de que él contestase.
- Porque sé que tienes tres guantes tejidos. Fue el último par que tu madre te hizo, y en la noche que cobraste tu venganza, encontraste el tercer guante que ella había hecho corresponder a los otros dos porque ella sabía que ibas a perder pronto el izquierdo. Por alguna razón, siempre perdías el izquierdo.
Era Cael. Él era la única persona que sabía que Nicholas todavía los tenía.
- ¿Oye, Celta?
- ¿Sí?
- Gracias por no haberme delatado al Jefe. Te debo una.
- No te preocupes. Solo asegúrate de asesinar al bastardo antes de que él asesine a alguien más.- y con eso Cael colgó el teléfono.
Amaranda clavó los ojos en su marido con el miedo sosteniéndola de cerca.
- ¿Estás seguro que eso fue lo correcto?
- Sí. Nicholas necesita saber quién lo está persiguiendo para darle caza. Y necesitamos que el jefe muera antes de que se de cuenta de que estamos vivos y le diga a alguien que él nos había matado a ambos.
Amaranda se introdujo a si misma entre sus brazos, dónde él al sintió temblar contra él.
- Siento tanto haberte hecho esto, bebé. Yo solo no quería verte sufrir.
- Lo sé.
Él recostó su cabeza de modo que pudiera descansar su mejilla contra su pelo y dejar que su toque apaciguara el miedo que él sentía también, acerca de un futuro que era incluso más incierto que el que habían tenido antes.
Todos estos siglos, él había sido el cazador. Ahora él iba a ser la presa.
Nicholas devolvió el teléfono a su bolsillo.
- ¿Qué pasa?
- Era Cael confirmando nuestras sospechas. Es el jefe e hirió a Cael y a su esposa intentando encontrarme.
- ¿Qué hacemos?- preguntó ella, su voz llena de preocupación.
Nicholas le frotó el brazo para darle ánimos.
- Le daremos lo que quiere.
Ella se vio consternada cuando apartó su brazo de golpe.
- No creo que esté siguiendo esta línea de suicidio que estás planeando. ¿De qué estás hablado?
- Voy a enfrentarme a él de una vez y por todas y acabar con esto.
- Whoa,- dijo ella, marcando el tono de él con una cantidad igual de determinación.- Espera un momento, Clint Eastwood. Esto no es algún espagueti wester con mala música sonando de fondo mientras te enfrentas a pleno sol. Hablamos del jefe de policía. Un hombre que puede arrestarte.
- Yeah.
____(tu) rechinó los dientes. Por su tono de voz ella podía asegurar que no la estaba escuchando.
Así que ella silbó.
Él se encogió como si eso le causase un inaguantable dolor.
- No hagas eso. Siendo ambos leopardo y Dark-Hunter, tengo los oídos doblemente sensibles.
- Bien. Ahora ya sé como obtener tu atención. Y volviendo a lo que estaba diciendo. ¿Qué piensas hacer?
- Ir a su casa.
- Oh, bravo. Ese es un buen plan. ¿Quieres enfrentarte a él con una pistola de malvavisco mientras estamos allí?
Él le dio una mirada de aviso.
- Deja el sarcasmo lo suficiente como para pensar acerca de ello. Si no voy, él no va a descansar hasta que me encuentre. No quiero que más personas inocentes mueran mientras me oculto de él. Soy luchador entrenado, ____(tu), con siglos de experiencia de batalla respaldándome. En cierta forma dudo que tenga mucho de lo que preocuparme.
Uh-hum. Los hombres y sus egos. . .
- ¿Y quién estaba sentado en la jaula del gato cuando yo lo encontré?
Sus facciones se pusieron tirantes de rabia.
- Me atraparon por sorpresa. Esta vez la sorpresa estará sobre él.
Ella dejó escapar un irritado suspiro. Él era tan terco. Quería estrangularle, pero sabía de antemano que estaba peleando en una causa perdida. Él iba a hacerlo a su manera aunque ella discutiera
- Bien entonces. Voy contigo.
- No, no vienes.
- ¿Por qué no?- preguntó ella fingiendo inocencia.- ¿Por qué tal vez es una idea estúpida?
- ____(tu)—
- No me digas ____(tu), no eres mi padre.
- No. Soy tu compañero.
Ella inclinó la cabeza ante su actitud.
- No hasta que hagamos el acto, tío. Y no lo hemos hecho, y si sigues así, no lo vamos, de ninguna manera, Sr. Flojo. Así que si tú vas, yo voy. Después de todo, entre nosotros dos, yo soy la única con el del hacha más grande para dejar caer… sobre la cabeza del hombre. Él me quitó todo lo que tenía, y maldito si no le pago con la misma moneda.
Nicholas quiso discutir, pero él conocía el determinado brillo en esos ojos azules. Además, ella era una luchadora condenadamente buena. Sería agradable tenerla a su lado, aunque el pensamiento de perderla era lisiante para él.
- De acuerdo, pero quiero que me prometas que si algo sale mal, saldrás de allí inmediatamente y regresarás aquí en busca de protección.
- Hecho. “Súper ____(tu) se Convierte en El Conejo Aterrado. Corriendo a esconderse”
- ¿Qué es eso?
- Un titular absurdo. Finalmente parece que los hago bien, también. Leo va a estar impresionado.
Nicholas negó con la cabeza ante ella. No necesitaban un estúpido titular. Lo que ellos necesitaban ahora era un jodido milagro.
Y una caballería.
Desafortunadamente, decir caballería había sido subir las escaleras y más probablemente salir de la ciudad.
Pero de todos modos, de una manera u otra, esto estaba a punto de terminar.
Al menos para él.
Cuando subieron las escaleras, Nicholas se detuvo cuando se encontró cara a cara con su padre y Phoenix.
- ¿Nos dejas?- se burló su padre.- ¿Puedo aspirar a que sea permanente?
Él no respondió cuando se abrió paso entre ellos.
____(tu) se detuvo mientras observaba a Nicholas salir del cuarto. Incapaz de aguantarlo, se volvió contra el padre de él.
- Usted es un grosero bastardo.
- ¡Cómo te atreves!
- Oh, adelante,- lo incitó ella. - Pégueme, máteme. En realidad no me importa. ¿Pero como puede quedarse ahí como un santo y juzgarle cuando no ha hecho otra cosa que no fuese intentar encontrar a alguien a quién amar? ¿Cómo puede odiar a su hijo por eso?
Ella se volvió hacia Phoenix.
- ¿Su propio hermano? Dios mío, tú lo mataste. Y en lugar de odiarte por lo que le has hecho, él te ha perdonado. ¿Por qué no puedes corresponderle? ¿No crees que él también esté herido? ¿Qué cada mañana cuando se va a dormir, él ve esa noche lo mismo que vosotros lo haceis? Le he escuchado hablar de su madre y de su hermana, le he sostenido cuando las pesadillas le atormentaban, y sé cuánto las hecha de menos. Yo he perdido a todo el mundo que alguna vez ha significado algo para mí, y no sé cómo Nicholas ha aguantado todo este tiempo solo. Él va a salir ahora probablemente a morir. Y estoy segura de que eso no significa nada para vosotros, pero si lo hace para mí. Usted debería estar orgulloso del hijo que ha criado. Él es más hombre que cualquiera que alguna vez haya conocido.
- ¿qué sabes tú, humana?
____(tu) negó con la cabeza cuando las lágrimas llenaron sus ojos. Ella no podía soportar el pensamiento de que Nicholas fuese herido. De qué muy bien le podría ocurrir en las próximas horas. Ella ya había perdido demasiado en esta batalla.
- No sé nada, realmente. Solo sé que si yo tuviera un hijo… un hermano, pelearía cielo e infierno para mantenerlo a salvo, y estaría condenadamente agradecida de que, habiendo perdido tantos en mi familia, todavía tuviese uno más. Maldito si yo lo pierdo a él también.
Curvando los labios ante ellos, ella salió detrás de Nicholas.
Gareth entrecerró sus ojos cuando observó irse a la humana.
- Estúpida, humana.
- No, Papá.- dijo Dorian detrás de cuando dio un par de pasos saliendo de entre las sombras. – Creo que ella es más inteligente que todos nosotros juntos.
Belieber&Smiler♥
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
tienes q seguirla n la puedes dejar ahi
qieres q muera de ansiedad??
siguelaaaaaaaaaa xfa!! :D
qieres q muera de ansiedad??
siguelaaaaaaaaaa xfa!! :D
maru!!
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Nooooooooooo me morireeee
Siguelaaaaa plisssss
Siguelaaaaa plisssss
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Hey no, no la puedes dejar ahi
lo mas segura esk muera de la anciedad xfa siguelaaaaa
sube cap yaaaaa
x l k mas quieras siguelaaaaaaaaaaaa
siguelaaaaaaaaaa
lo mas segura esk muera de la anciedad xfa siguelaaaaa
sube cap yaaaaa
x l k mas quieras siguelaaaaaaaaaaaa
siguelaaaaaaaaaa
Invitado
Invitado
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
ahh sigueeeeeee sto se pone cada vez mas interesant y emocionante aahhhhh!! sigueee
*annie d' jonas*
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Capítulo 18
____(tu) aspiró profundamente cuando se dirigió hacia la casa del Jefe en el 18 de Avenue South, no muy lejos de South Lucille Street. La noche, estaba completamente tranquila con la luz de luna espolvoreando cada casa convirtiéndolas en sombras.
- Es difícil creer cuan trágico puede ser el mundo cuando se ve de esta manera, ¿verdad?
- Sí.- Nicholas estuvo de acuerdo. – Es por lo que no me molesta ser un Dark Hunter. Hay algo en la serenidad de noche que apacigua el alma.
____(tu) sonrió divertida.
- Pensé que tú no tenías alma.
Él la miró de reojo mientras conducía.
- Hablaba metafóricamente.
- Ooo, esa es una enorme palabra para ti.
Por su cara podía asegurar que disfrutaba de sus bromas.
- Se amable conmigo, o puede que te deje aquí sola.
- Considerando lo cerca que está de amanecer, no creo que quieras enemistarte conmigo, ¿verdad?
Él le dedicó una fingida mirada taciturna que era positivamente maravillosa. A ella realmente le gustaba que él pudiera entender sus y seguirle la corriente. Demasiada gente confundía sus comentarios sarcásticos con el desprecio. Pero ese era su mecanismo de defensa. Nicholas no sólo lo entendía, él parecía disfrutarlo realmente.
Antes de que ella pudiera decir algo más, él detuvo el coche un bloque por encima de la casa y apagó el motor.
- No creo que debamos darle ninguna advertencia.
____(tu) no podía estar más de acuerdo. Personalmente, ella ni siquiera pensaba que debieran estar allí. Ella recorrió la mirada alrededor del oscuro y silencioso barrio de la clase media. No hubo una sola luz sola en ninguna de las casas. Ningún movimiento. Nada que le dijera que ella y Nicholas no eran las últimas dos personas vivas sobre la tierra.
Esto era un poco extraño.
- ¿Crees que aún están en casa?- preguntó ella.
- No lo sé. Amanecerá en poco tiempo. Estoy seguro que el Jefe tiene que trabajar, así es que si no están, estoy seguro que no andarán muy lejos.
Ella asintió, luego frunció el ceño cuando un pensamiento le pasó por la cabeza.
- Esta puede ser una pregunta estúpida, ¿Pero podrías llevarme la corriente?
- Claro.
- ¿Qué vamos a hacer exactamente aquí?
Él la miró arqueando una ceja.
-El plan pelear con los tipos malos y ganar el día.
Ella asintió ante su tono seco.
- Buen concepto, ¿Alguna idea de cómo llevarlo a cabo?
- Ninguna.
Él salió del coche y cerró la puerta de golpe.
Boqueando, ____(tu) saltó del mismo y lo alcanzó al otro lado de la carretera.
- Espera un momento. Estás de broma, ¿verdad?
- No – dijo él con toda sinceridad. - Voy irrumpir en su casa y luego enfrentarle.
Ella casi se ríe ante eso.
- ¿Puedo decirte cuán estúpido pienso que es tu plan?
- Acabas de hacerlo. Él dejó las llaves en la palma de ella que llevaba la marca de emparejamiento y plegó sus dedos sobre ellos. – Siéntete libre de regresar en cualquier momento. De hecho, realmente deseo que lo hagas.
Él empezó a alejarse.
Ella tiró de él para detenerlo cuando el miedo pasaba a través de ella.
- Vas a conseguir que te maten, Nicholas, ¿Lo entiendes?
Un tic apareció en su mandíbula.
- Pelear con los daimons es lo que hago, ____(tu). Es por lo que fui creado.- él levantó la mirada hacia el cielo que se volvía más claro a cada minuto que pasaba.- Además, es una cuestión discutible. No tengo tiempo de regresar al Serengeti antes de que amanezca. Esto acaba hoy. En mis términos. No los de él.
- Al amanecer. Vaya un cliché.
Él negó con la cabeza cuando se volvió y caminó hacia la casa del jefe.
____(tu) se quedó allí indecisa. Cada parte de ella gritaba por que cogiese el coche de Phoenix y se largase. Que condujese hasta que todo aquello hubiese quedado atrás.
Pero cuando miró a Nicholas, quien se dirigía con decisión hacia la casa del jefe, supo que no podía hacerlo. Él había estado solo durante todos estos siglos. Si él realmente se estaba dirigiendo hacia su destino, entonces él iría con él.
Eres una idiota.
Sí, lo era. Y quizás también moriría esa mañana. Pero al menos se habría enfrentado al hombre que era responsable de las muertes de Angie y Jimmy. Se lo debía tanto a ella misma como a ellos. Quería mirar de frente al hombre responsable de su destino a los ojos y decirle personalmente la clase de bastardo que era.
Metiendo las llaves en su bolsillo, ella corrió para alcanzar a Nicholas.
Nicholas no esperaba que ____(tu) se uniese a él, pero cuando la sintió tirando de su mano, no pudo evitar sonreír interiormente. Él enlazó sus dedos con los de ella antes de que la rodease y se dirigieran hacia la casa del jefe.
- ¿Crees que tiene sistema de alarma?- susurró ____(tu) cuando Nicholas halló una ventana lo suficientemente baja para mirar por ella.
- Probablemente.
- ¿Entonces cómo entramos?
Él cubrió el cristal con la mano y cerró sus ojos para sentir si había alguna energía eléctrica alrededor de la ventana. La había. Colocó ambas manos sobre el cristal y usó sus poderes para interferir con la conexión eléctrica. Luego despechó la ventana y la abrió.
Solo les recibió el silencio pues la alarma parecía no detectar ninguna intrusión.
____(tu) negó con la cabeza ante él.
- ¿Cómo lo haces?
- Es un mago, Mama,- dijo él, citando la canción de Heart, con una sonrisa abierta antes levantarla e introducirla al interior.
Tan pronto como ella estuvo a salvo, se unió a ella, luego deslizó la ventana y la cerró. Se tomó un minuto para reacomodar las cortinas en su lugar.
La casa estaba completamente oscura y silenciosa. Cortinas de un marrón oscuro ribeteado de oro se cerraban sobre cada ventana de modo que no pudiese penetrar ningún rayo de sol. Definitivamente la residencia de la bestias nocturnas que tenían una seria alergia a la luz del día.
La casa estaba decorada con una mezcla de mobiliario contemporáneo y antiguo. Pero aun así, parecía una casa común. Había fotos en la pared de Paul, sus hijos, y su esposa.
____(tu) clavó los ojos en las fotos, especialmente en la de los chicos. Parecían tan normales. Hasta que te dabas cuenta de que su ropa era idéntica a la que ella había llevado siendo niña. Sus hijos no eran los veinteañeros que parecían. Ellos tenían que estar al final de los treinta.
De repente, ella y Nicholas oyeron el chirrido de la puerta del garaje al abrirse. Alguien volvía a casa.
- ¿Qué hacemos?- jadeó ella nerviosa, mirando alrededor por un lugar en el que esconderse.
- Vamos a esperar – dijo Nicholas en voz alta.
Indiferente al peligro que estaban enfrentando, él se apoyó contra el brazo del sofá de cuero color café con los brazos cruzados sobre el pecho. Cruzando también los tobillos parecía a todas luces alguien que esperaba a que un hijo descarriado volviese a casa después de haber pasado toda la noche fuera.
Ella no podía concebir su exteriorizada calma. Y realmente no le estaba su estrategia. Era una buena cosa que el hombre no trabajara para el Pentágono. Lo de “Lo resolveré como me parezca” simplemente no iba con ella.
- No te preocupes, Ben - un hombre dicho, cerrar una puerta que ella estaba segura guiada para el garaje. – Lo cogeremos.
- No puedo creer que ese bastardo mintiera.- las voces se acercaban más.
____(tu) retrocedió hacia las sombras y murmuró una pequeña plegaria para que todo saliese bien.
- Como ya dije, no me preocupa. Él pagó por su mentira. Cogeremos a Kontis y a los demás. Acuérdate de mis palabras.
- Recordadas y anotadas.- dijo Nicholas en un tono sarcástico cuando los dos hombres se les unieron en el cuarto.
Paul y Ben se pararon en seco.
- ¿Qué estás haciendo aquí?- exigió Paul, su cara paso del pálido al rojo.
Nicholas no se movió ni parpadeó siquiera.
- Oí que me estabas buscando. Así que prefería ahorrarte el problema de buscarme.
A Paul pareció recuperar el control de sí mismo al tiempo que adoptaba la postura y el tono calmado de Nicholas.
- Hmm… interante. ¿Así que, qué hacemos ahora? ¿Acabamos con esto?
Nicholas se encogió de hombros.
- Claro. ¿Por qué no?
- No me gusta ese plan,- dijo Paul, intercambiando una mirada presumida con su hijo.
Bueno, al menos ella y Paul estaban completamente de acuerdo en algo. A ella tampoco le gustaba la idea.
- ¿No? Preguntó Nicholas poniendo la mano en su barbilla introspectivamente.- ¿Entonces que propones?
- Que te matemos.
Ese plan todavía le gustaba menos.
Afortunadamente, Nicholas estaba de acuerdo
- Tengo que decir que no me gusta su plan. Sobre todo...- vaciló como si buscase la palabra correcta mientras agitaba la mano alrededor de su cara en círculos.-…esa parte de mi muerte, creo.- su cara se volvió mortalmente fervorosa cuando se cruzó otra vez de brazos.- Preferiría matarte a ti.
La amenaza no pareció preocuparle a Paul en absoluto.
- No puedes hacer eso.
- ¿Por qué no?
Él dio un paso hacia ellos.
- Si muero, vosotros dos nunca seréis absueltos de los asesinatos. Siempre estaréis perseguidos por la policía.
Nicholas se rió.
- Siempre. Ese es un concepto que ni siquiera eres capaz de asimilar.- Él se puso serio.- Confía en mí, humano. Eso toma un significado completamente nuevo en mi mundo. Pero eso no viene al caso. Creo que realmente subestimas a tu gente y el alcance de su atención. Más que eso, realmente sobreestimas el que yo de una mierda por ellos. Soy un Were Hunter, gilipollas. He pasado seiscientos años siendo perseguido por cosas más espeluznantes y más listas que tú.
- Creo que te equivocas. Creo que tú realmente subestimas a los de mi clase.
Nicholas se detuvo cuando sintió algo extraño recorriéndole la columna. Era como si hubiese múltiples Daimons en la casa, pero no podía ser. Él no había sentido nada cuando entraron ellos y Ben estaba frente a él…
- ¿De veras?
- ¡Nicholas!
Nicholas se volvió para ver a ____(tu) en manos de otro Daimon. ¡Diablos! ¿Cómo pudieron meterse después de él?
Pero entonces lo supo. Él podía sentir la presencia de un Daimon, pero realmente no podía precisar el lugar. Debían de haber abierto algún portal en algún lugar de la casa.
Ahora no había manera de decir cuantos de ellos podría haber quizás allí.
Paul sonrió con aire satisfecho.
- Te presento a mi cuñado. Él algunas veces viaja con mis hijos para evitar que se hagan daño.
Nicholas fulminó al Daimon con la mirada, pero sabía que si se movía para recuperar a ____(tu), el Daimon podría arrancarle la garganta.
- Déjala ir.
Sonriendo burlonamente, el Daimon negó con la cabeza.
- ¿Porqué deberíamos hacerlo?- preguntó Paul, atrayendo la atención de Nicholas de nuevo al jefe. – Nosotros tenemos ahora todas las cartas.
Nicholas encerró su mirada en la de ____(tu), cuya cara estaba llena de pánico, y él odió que ella estuviese en peligro.
Ella intentó lanzar al Daimon sobre su cuerpo o romper su presa, pero no pudo hacerlo. Él la sujetaba con tanta fuerza que la única manera de liberarse sería matarle y desde que ella cubría el corazón del Daimon…
Estaban jodidos.
Sonriendo, Paul se dirigió hacia las cortinas y movió hacia atrás un panel muy ligeramente.
- Oh mirad. El amanecer. Qué fantástica oportunidad-. Él se volvió lanzándole una siniestra sonrisa a Nicholas.- ¿Por qué no ves esto por ti mismo, Dark Hunter?
- Sabes que no puedo.
- Cierto. Pero realmente creo que vas a hacerlo.
- Y una mierda.
- Bien entonces.- él miró más allá de Nicholas al Daimon.- ¿Terrence? Mata a la zorra y toma su alma.
- ¡No!- gritó Nicholas. – No te atrevas a hacerle daño.
- Si no te gusta este panorama, ¿Qué tal este? Mueres dolorosamente a fin de que pueda disfrutar de tu sufrimiento y a cambio dejo irse a ____(tu) con un documento escrito que diga que tú mataste a todos los estudiantes de los que mi esposa e hijos se alimentaron. Tú mueres, mi esposa es vengada, mis hijos están protegidos, y ____(tu) vive, tan pronto como jure olvidarse de mí y de todo lo que ha visto.
Nicholas bufó ante la sola idea.
- Eso requería que yo confiara en ti. No tengo garantías de que si yo muero, ella viva.
- No tienes más elección que confiar en mí, Dark-Hunter.
Nicholas maldijo, odiaba el hecho de que Paul estuviese en lo cierto.
- ¿Y cómo se llevaría eso a cabo exactamente?
- Simple. Ambos vais hacia la ventana. Ella la abre, tú te fríes y entonces ella puede salir a través de ella y marcharse. Obviamente ni Terrance ni Ben podrán ir tras ella.
Nicholas le dio un par de vueltas en su mente, luego negó con la cabeza.
- Vacía tu arma así de modo que sepa que no le disparás por la espalda cuando corra por el césped. Eres jefe de policía. No es como si alguien fuera a preguntarte.
Por su cara, era obvio que a Paul no le gustó la idea, pero estuvo de acuerdo.
- No puedes hacer esto,- dijo ____(tu), su voz una mezcla de miedo y cólera. - No te ayudaré a morir.
-Sí, lo harás, ____(tu),- dijo Nicholas serenamente. – Es la ley de la selva. Haces lo que tienes que hacer para sobrevivir. Y tu supervivencia depende de mi muerte.
- Ni siquiera estás tratando de sobrevivir. ¿No deberías estar peleando por ello?
- No. Estoy permitiendo que mi compañera sobreviva. Esa es nuestra forma de ser.
____(tu) apretó los dientes cuando el dolor y el pesar la destrozaban. No era su manera de ser. Ella no quería tener que matarle para vivir. Eso no estaba bien.
Nicholas miró al jefe.
- Dale a ella las balas.
¡No! su mente lloró cuando intentó pelear con Terrence. Maldito el bastardo y su condenado Bondo. Ella tenía que liberarse de él. Tenía que hacerlo. No podía dejar morir a Nicholas.
No de esa manera.
Paul sacó el arma de la pequeña funda de a su espalda y la descargó en su mano. Luego le dio las balas a ____(tu).
Nicholas estrechó su mirada fija en Paul.
- Dispara contra la pared para que me asegure que está vacío.
Con cara disgustada, Paul hizo lo que él le pidió. El arma solo dio un “clic” probando que estaba vacía.
- ¿Satisfecho?
- De que su arma está vacía, sí. Con esta solución, apenas.
Él se volvió a mirar a ____(tu).
Ella dejó de forcejear. Su corazón se congeló ante la amarga determinación que vio reflejada en sus ojos negros. La sombría determinación que marcaba sus hermosas facciones.
- No lo hagas, Nicholas. Podemos encontrar otra manera de salir de esto.
Nicholas le ofreció una reconfortante sonrisa, pero lo que quería en realidad era tocarla por una última vez. Sentir la suavidad de su piel.
- Está bien. He tenido una vida realmente larga.
____(tu) sintió como las lágrimas le picaban tras los ojos. No podía creer que estuviese dispuesto ha hacer eso por ella. Que se condenase a si mismo a ser una Sombra para salvar su vida.
Y en ese momento, ella se dio cuenta de que realmente le amaba.
Más que eso, ella no quería vivir si él moría.
El Daimon la condujo a la ventana.
- Abra el pasador, ____(tu),- dijo Paul con sarcasmo. – Después Nicholas podrá unirse a ti en la ventana para ayudarte a salir.
Ella separó las cortinas solo lo suficiente para que su mano pudiese alcanzar el pasador. Pero al hacerlo, un pensamiento la golpeó. Ella sabía como salir de esa.
Cómo salvar Nicholas.
- Ya está abierto.- dijo ella.
Asintiendo, Terrence se alejó de la ventana para ponerse a salvo en una esquina de la habitación cercana a Paul.
- Bien.- dijo Paul con una sonrisa. – Ahora ve a comprobar la luz del día, Dark Hunter.
Con el corazón latiendo a toda velocidad, ____(tu) sintió a Nicholas a su espalda cuando se le acercaba. Ella cerró sus ojos y saboreó la fuerza de él. El calor de su cuerpo calentando el de ella.
Y su convicción aumentó.
- Sé que acabo de conocerte, ____(tu) – susurró Nicholas contra su oreja. -Pero creo que te amo.
Ella congeló su mano sobre el pasador cuando una ola de cólera la recorrió. En lugar de calentarla, esas palabras pasaron sobre ella como hielo. Mirándole sobre su hombro, ella lo fulminó con la mirada.
- ¿Lo crees? ¿Crees que me amas? ¿No lo sabes?
Con cara perpleja, la miró ceñudo.
- ¿Por qué estás tan enfadada? Estoy tratando de morir aquí… por ti. Noblemente.
- Entonces deberías haberte muerto y no abrir la boca para joderme. ¿Lo crees? ¿Piensas? ¿Qué es eso? Obviamente es solo deseo por tu parte, por que si huvieses pensado por un simple segundo, habrías sabido que me molestaría. ¡Ugh!- queriendo matarle realmente, ella agarró la pesada cortina y antes de que alguien se diese cuenta de lo que estaba haciendo, tiró de ella con todas sus fuerzas.
La barra de las cortinas se soltó de la pared. Todavía enfadada con el bestia que tenía detrás de ella, retrocedió un paso a fin de que la cortina cayese sobre Nicholas para protegerle cuando el cuarto se inundo con la luz del día.
Los Daimons gritaron de dolor cuando la luz los alcanzó y estallaron en fuego. ____(tu) escudó su propia cara del horror de sus muertes. Si sólo pudiese proteger su nariz. El hedor a carne quemada era nauseabundo.
Y en menos de un minuto, ambos estaban muertos. Negros montones de ceniza sobre la verde alfombra Persa.
- ¡Ben!- gritó Paul lleno de angustia - ¡No! – él se volvió contra ella con su ardiente furia.- ¡Tú, jodida perra! Te mataré por esto.
Él se abalanzó sobre ella, sólo para tener a Nicholas, ahora en forma de leopardo, lanzándose a por él. Lo dos de ellos le pega al piso duro. Nicholas le pegó un cruel mordisco en el hombro.
Girándose, Paul se puso en pie y mantuvo su brazo herido pegado a él, entonces corrió en tropel al interior de la casa, hacia la escalera, con Nicholas pisándole los talones.
____(tu) les siguió, entonces se detuvo en seco cuando un hombre enormemente alto salió de las sombras en lo alto del rellano. Él estaba vestido con un par de pantalones vaqueros, un jersey negro de cuello alto y una cazadora de motocicleta. Nicholas se quedó a medio camino subiendo las escaleras mientras Paul continuaba adelante hacia el lado del hombre.
-Stryker,- jadeó él, empezando a señalar hacia abajo a ellos.- ¡Mátalos!
____(tu) se quedó con la boca abierta cuando reconoció el nombre del Daimon.
Así que ese era el infame líder que Jack había mencionado. Alto y delgado, con pelo completamente negro y llevando un par de gafas de sol negras, él no se parecía a los otros daimons que eran todos rubios.
Pero aún así era una vista impresionante. Un aura de brutal y frío poder emanaba de él. Tenía un aire que decía que valoraba la crueldad y que estaba allí por sangre.
La sangre de ellos.
Nicholas cambió a forma humana, conjurando sus ropas antes de enfrentar al daimon.
- ¿Por qué debería matarlos?- preguntó Stryker a Paul en un tono aburrido.
La cólera de Paul se transformó en una mirada de confusión.
- Él es un Dark-Hunter. Muerte a todos los Dark Hunters…¿correcto?
No había error posible en el temor que se notaba ahora en su voz.
- Ese es mi lema.- asintió Stryker.- Pero hoy parece que mi agenda es un poco diferente.
Él agarró a Paul por la garganta y lo lanzó contra la pared, dónde lo sujetó a tanta altura que los pies del hombre más bajo no tocaban el ___(d)lo.
Paul agarró la mano de Stryker entre las suyas mientras su cara se volvía roja mientras intentaba soltarse.
La cara entera de Stryker reflejaba la furia del infierno.
- Estás mintiendo bastardo. Traicionaste mi confianza y me apuñalaste por la espalda.
- No hice nada de eso,- Paul se ahogó en audibles sollozos. – Yo-yo- yo no le toqué.
- Sí, lo hiciste.- Stryker lo separó de la pared, para luego volver a golpearlo ruidosamente otra vez. - Cuando apuñalaste a Trates, mi mano derecha, mi segundo al mando, tú en esencia me apuñalaste. A mí. Y nadie me apuñala. ¿Entiendes, patético estúpido? Si dejara que vivieras después de lo que has hecho, me volvería débil, ineficaz a los ojos de mis hombres, y no puedo permitirlo.
Nicholas dio un paso subiendo las escaleras.
- ¡Alto!- lo amenazó Stryker. - Esto no te concierne, Dark-Hunter. Tú y tu mujer sois libres de iros.
Nicholas negó con la cabeza.
- No puedo y lo sabes. Incluso aunque es un saco de mierda, yo hice el juramento de salvar a los humanos de los Daimons.
Stryker dejó escapar un suspiro cansado antes de encararle con dureza
- ¡Spathis!
Antes de que pudieran moverse, veinte Demonios aparecieron en el cuarto. Tres estaban por ____(tu) mientras el resto estaba en las escaleras entre Stryker y Nicholas.
Nicholas corrió hacia ellos solo para que ellos se moviesen para mantenerlo en lo bajo de las escaleras alejado de ella.
Ella ni siquiera trató de pelear, ya que era obvio que los Spathis eran más que capaces de patear sus traseros y tomar sus nombres.
Stryker se volvió a Paul y abrió su boca para exponer sus colmillos.
- Antes de que te mate, quiero que sepas que en el minuto en el que el sol se ponga esta noche, daré rienda suelta a mis guerreros sobre cada humano al que has ayudado. Cada uno, como castigo por tu traición. Ningún patético cazará a uno de mis Daimons. Jamás.
Los ojos de Paul se salían de sus órbitas
- No. ¿Cómo puedes hacer esto? Nosotros íbamos a combinar nuestros hombres y regir Seattle. ¡Éramos aliados!
- ¿Eso crees? ¿Después de que hayas matado a Trates? Pero ahora tengo un aliado mucho mejor que tú.
Sin otra palabra, Stryker se quitó sus gafas y luego hundió sus colmillos en la garganta de Paul.
Asqueada por la vista, ____(tu) giró su cara y cerró sus ojos con fuerza un instante antes de que ella oyese el doloroso grito de Paul. Este se oyó en toda la casa y mandó escalofríos hasta su alma. A pesar de todo lo que había hecho, ella todavía sintió ástima por él. Nadie mereció morir de esa manera.
Ella incluso podía oír sus pies golpeando contra la pared mientras él continuaba rogando piedad mientras Nicholas trataba de abrirse paso a la fuerza entre los Daimons para ayudar a Paul. Pero era inútil.
De repente todo se quedó en absoluto silencio.
Esto hizo eco a través de la casa y le puso a ella los pelos de punta. ¿Eran ellos los siguientes?
Hubo un ruido contundente sobre el rellano.
Sintiéndose mareada, ella se giró para ver a Paul descansando sobre el suelo a los pies de Stryker mientras él se pasaba su antebrazo por la cara para quitar la sangre de Paul de sus labios y barbilla.
Volviendo a ponerse sus gafas, él pasó despreocupadamente por encima del cuerpo y caminó con parsimonia escaleras abajo hasta detenerse frente a Nicholas. Stryker se relamió los labios mientras hacía una mueca como si el sabor no fuese con él
- Lo que un gusano. Su patética alma apenas se puede calificar como inservible
- ¡Tú bastardo!- Nicholas trató de alcanzarlo pero los daimons no le dejaban.
Stryker meramente se rió.
- Sí, y yo gozo con ese título.
- ¿Lo matamos, My Lord?- preguntó uno de los daimons.
Stryker ladeó la cabeza como considerándolo.
- Hoy no, Davyn. Hoy, mostramos un poco de misericordia a nuestro digno adversario. Después de todo, él me enseñó que no puedes confiar en el ganado humano. Sólo otros inmortales conocen las reglas de la guerra.
Él penetró a través de las tropas de Daimons para colocarse delante de Nicholas.
- Tengo que decir que me has impresionado, Kontis. Has sobrevivido a todo lo que he lanzado sobre ti. Y la manera en que te has manejado aquí…, realmente, me he preguntado como saldrías de esto.
Sus rudas facciones se suavizaron cuando miró a ____(tu) a continuación
- Me recuerdas a mi propia esposa. Ella era un infierno de mujer, y al igual que tú se peleaba conmigo aunque estuviésemos peleando con otros.
Por alguna razón ella aun no podía comenzar a entender, ella realmente sintió una punzada de compasión por él. Era obvio que había amado mucho a su esposa.
- Solo hay una cosa que siempre he respetado. La fuerza -. Él devolvió su atención a Nicholas. – Pelearemos esta batalla otra noche, Primo. Por ahora… paz.
Y con eso, el portal se abrió y Stryker pasó a través de él. Los Daimons los soltaron a ella y Nicholas y rápidamente fueron trás de él.
____(tu) se quedó allí, completamente aturdida por lo que había visto y oído.
- ¿Es parte de la maldición?
- No-. Nicholas se veía igual de perplejo que ella.- Creo que hemos podido ser testigos de primera vez que han hecho esto los Daimons.
____(tu) dejó escapar un largo suspiro.
- Diablos. Ha sido un día infernal y aún no son ni las seis y media.
- Dímelo a mí.
Simplemente agradecidos de que ambos estuvieran vivos, ella le sonrió y se empujó a si misma a sus brazos. Cerrando los ojos, lo mantuvo cerca… hasta que sus anteriores palabras se repitieron en su cabeza.
- ¿Crees que me amas?
- No vamos a comenzar con eso otra vez, ¿Verdad?
- Sí, lo haremos. ¿Cuán despiadado es eso? Aquí estaba yo pensando que significaba algo para tú por que estabas dispuesto a morir por mí, y lo siguiente que averiguo es que ni siquiera sabes si me amas o no. ¿Qué preferías morir a permanecer vivo y qué? ¿Estar emparejado conmigo? Muchas gracias. No estabas haciendo ninguna declaración de lealtad. Estarías dispuesto a morir por cualquier bollito que conocieras.
Él la miró con el ceño fruncido.
- Eso no es verdad. Si fuese algún bollito no habría intentado hacer esto significativo.
- ¿Pero habrías muerto de todas maneras por ella?
- No he dicho eso.
- ¡Lo insinuaste!
Cuando abrió la boca para seguir discutiendo, él capturó sus labios con los de él y la besó apartándola de la luz del sol.
____(tu) se ablandó cuando su lengua se enredó con la de ella. Su cabeza empezó a dar vueltas cuando sus emociones empezaron a mezclarse hasta llegar a una sola…
La única que amaba a este hombre.
Nicholas lamió los labios de ella de forma juguetona antes de que volviera a presionar su frente contra la de ella.
- ¿Te sientes mejor?
- No sé. Creo que necesito otro beso para asegurarme.
Riéndose, él la acogió en sus brazos y la besó otra vez.
Yeah, eso lo estaba consiguiendo. Ella definitivamente se sentía mejor. Al menos hasta que se dio cuenta de algo.
- ¿Cómo vamos a volver a casa?
- Parece que vas a ser tú quien conduzca.- Él miró hacia el rellano de las escaleras dónde estaba Paul.- Tenemos que salir y llamar a la policía.
- Yeah, yo ya no quiero estar más aquí. Ya he visto suficiente muerte para una temporada.
Él la besó una última vez antes de retroceder un par de pasos y convertirse en leopardo.
____(tu) se detuvo cuando bajó la mirada y sonrió. Así que ahora esta era su vida…
Era demasiado bizarro incluso para ella.
- Sabes, siempre he querido acariciar a un gato salvaje.
- Nena, puedes acariciarme siempre que quieras.
Era tan extraño tener su voz en su cabeza.
- No eres como Ash, que puedes leer mis pensamientos o esas cosas, ¿verdad?
- No.
Oh, gracias a dios. Ella no sabía por qué, pero la idea había rondado en su cabeza. Aliviada, se inclinó y hundió su mano en su suave y peluda piel. Y luego estornudó, y estornudó otra vez.
- Recuérdame. Benadryl. Creo que podemos necesitar comprar algunas acciones en la compañía.
Sorbiendo, se enderezó y se dirigió hacia la puerta solo para darse cuenta de que el sol era todavía doloroso para Nicholas aún en forma de leopardo.
Él realmente retrocedió con un siseo en vez de pasar por la puerta.
El corazón de ____(tu) se dolió cuando se quitó su abrigo para envolverlo alrededor de él.
- Eso no ayudará.
Ella jadeó al oír la voz de Dorian o Phoenix. Levantando la mirada, ella se encontró a los gemelos en la sala de estar, junto con su padre. Temerosa de que estuvieran allí para hacerle algo a Nicholas ya que él no tenía la protección del santuario aquí, ella se colocó entre ellos.
- ¿Qué estáis haciendo aquí?
Gareth se adelantó con ese paso relajado y predatorio que le recortaba a Nicholas. Entrecerrando su mirada fija, él husmeó el aire alrededor de ella como si captase algo que lo extrañase.
Nicholas inmediatamente se transformó a su forma humana.
- Déjala ir. Tu pelea es conmigo, no con ella.
Antes de que Nicholas o ella pudiesen moverse, Gareth agarró su mano y le dio la vuelta para ver la marca de emparejamiento. Sus dedos se le clavaron en la muñeca.
- ¿Le amas?
- Eso no es asunto suyo.
-Déjala ir.- gruñó Nicholas.
Gareth no hizo. En lugar de eso, volvió esa mirada fría hacia Nicholas.
- Sería tan fácil matarte aquí y ahora.- Y entonces algo extraño destelló en sus ojos. - A pesar de lo que tú crees, quise a tu madre más que a mi vida. Quería unirme a ella, pero ella se negó. Su mayor temor era el que muriésemos y os dejásemos a todo vosotros huérfanos. Pensé en eso por la noche. Lo enfadada que habría estado de saber lo que habíamos hecho contigo.
____(tu) levantó la mirada para ver la angustia en los ojos de Nicholas.
Gareth volvió su mirada hacia ella.
- Estabas en lo cierto y me alegro de que él te tenga.- Él soltó su muñeca. - No espero que nos perdones. Pero ahora necesitas que os llevemos a casa por la luz del día.
Gareth le tendió la mano a Nicholas.
Nicholas vaciló cuando todo el dolor de su pasado lo bañó. A fin de cuentas, él todavía era ese niño que amaba a su padre. Ese niño que solo quería ir a casa otra vez. Pero la casa que él había conocido había sido hecha pedazos trescientos años atrás. No había manera de regresar a la familia que él había conocido.
Él miró a ____(tu), cuyos amables ojos esperaban expectantes a que respondiese a su padre. Ella era su familia ahora, y él sabía que haría cualquier cosa por esa mujer.
Pero para protegerla… para amarla, él tendría que vivir.
Él no estaba listo para perdonarlo todo, ni mucho menos. Todavía, su padre estaba haciendo un esfuerzo, y él no era el tipo de hombre que rehusaba una oferta honesta.
Inseguro de su futuro, Nicholas tomó la mano de su padre.
- ¿Phoenix? Trae a ____(tu) a casa.
____(tu) observó como Nicholas y Gareth se desvanecían.
- ¿Qué está haciendo?
- Cálmate,- le dijo Dorian.- Nadie va a lastimarle.
- Bueno, yo podría,- dijo Phoenix en un tono hosco.- ¿Dónde diablos es mi coche?
____(tu) se rió cuando sacó las llaves de su bolsillo y las mantuvo en el aire.
- Un Bloque más arriba.
- ¿Está dañado?
- No.
Phoenix dejó escapar un suspiro aliviado cuando Dorian se rió.
Dorian tomó las llaves.
- Lo llevaré a casa.- dijo Dorian y después desapareció de la habitación.
Phoenix trató de alcanzar a ____(tu).
- ¿Confías en mí?
- Ni un poco, pero confío en que Nicholas te arranque la cabeza si dejas que algo me suceda.
Él bajó la mirada a su palma marcada
- No contestaste la pregunta de mi padre. ¿Le amas?
- ¿Por qué te importa?
- Porque si lo haces, únete con él. Acepta mi palabra en eso. El peor infierno imaginable es saber que has perdido lo que más deseabas por que ser un cobarde. No cometas mi error.
Y en ese momento, ella descubrió un nuevo profundo respeto por Phoenix.
Poniéndose se puntillas, lo besó en la mejilla.
- Gracias.
Él asintió antes de que ella pusiese su mano en la de él. En un instante ellos estaban de vuelta en el Serengeti.
Las siguientes dos semanas pasaron como un borrón mientras regresaban a sus vidas.
Con ayuda de Leo, junto con la ayuda de los Escuderos que trabajaban para asuntor Internos en Seattle, fueron capaces de poner todas las muertes de las que se culpaba a ____(tu) y las que le pertenecían a Nicholas dónde correspondían.
Sobre los hombros de Paul.
A ella se le permitió incluso escribir su historia y publicarla por la Prensa Asociada. Y tan pronto como su escrito acerca de haber sobrevivido cuarenta y ocho horas con un loco asesino en serie que era también jefe de policía golpeó los grandes sindicatos, los periódicos de todo el país quisieron contratarla para que trabajase con ellos.
Y para ser honestos, ella realmente lo consideraba. Tener un trabajo legítimo otra vez era todo lo que había soñado.
Pero para hacer eso, tendría que dejar a Nicholas…
Era una tarde fría, en la que soplaba una suave brisa, cuando enterraron juntos a Angie y Jimmy. A causa de ser de día, Nicholas no pudo estar con ella en forma humana. Pero él había insistido en que ella lo llevase como un gato a fin de que pudiese estar a su lado.
Esa fue la cosa más amable que alguien había hecho alguna vez por ella. Ella mantuvo la cesta de viaje del gato cubierta con una tela oscura, y durante el servicio ella lo acarició a través de los barrotes.
Cuando terminó y ellos volvieron a su casa, él la había sostenido durante horas mientras lloraba y recordaba todos los años que había pasado con ellos dos.
Y con cada hora que ella y Nicholas pasaban juntos, ella se daba cuenta de que lo amaba incluso más.
- ¿____(tu)?
Ella salió de sus pensamientos cuando oyó la voz de Nicholas. Levantándose de su silla delante del ordenador, ella se dirigió hacia el vestíbulo, luego bajó hacia el balcón de modo que pudiera mirar hacia abajo a la habitación donde Nicholas estaba.
- ¿Sí?
- El Post al teléfono. Tienen que tener una respuesta.
Ella vio el miedo en sus ojos. Todavía no se habían emparejado oficialmente. Nicholas quería que ella tuviese todo el tiempo que necesitara, pero su fecha límite se acercaba amenazadoramente, y si no se emparejaban pronto, él sería impotente.- De acuerdo, se la daré.
Nicholas tragó cuando vio a ____(tu) regresar a la oficina de él. Él tenía la furtiva sospecha de que ella estaba a punto de aceptar el trabajo en D.C. Después de todo, era su sueño.
Pero su sueño le mataba. Él no quería que se fuera. Quería que se quedara.
Se fuerte. Como animal, sabía que no podías meter a alguien en una jaula y esperar que vivieran. Ella tenía que tener libertad de hacer su propia vida… con o sin él.
Su corazón latía apresuradamente, él volvió a su dormitorio y acarició el teléfono. Parte de él quería escuchar su conversación, pero no le haría eso a ella.
Dependía de ella darle las noticias.
Sentándose, él recogió el libro que había estado leyendo y trató de centrarse en ello. No podía. Todo lo que conseguía era pensar en cómo sería su vida sin ella.
Y ya conocía la respuesta. Él había estado viviendo de esa manera durante siglos.
La puerta de su habitación se abrió. Levantó la mirada para ver entrar a ____(tu) con una mirada sombría en su cara.
Era eso. Venía a comunicárselo y entonces haría las maletas. Preparándose a si mismo, observó como se acercaba a un lado de la cama y le tendía su último artículo. Sin duda este la consolidaría como una verdadera periodista otra vez.
Él se esforzó en ocultar su dolor cuando lo recogió para leerlo y su corazón se deslizó a su estómago.
YO ME CASÉ CON EL HOMBRE GATO DE SEATTLE
Así es, mi marido tiene una caja de arena. Al menos no se extravía en la noche…
- ¿Qué diablos es esto?
- Mi artículo.
- No entiendo.
Ella se rió.
- Tengo que devolvérselo a Leo. Lo he llamado y me dijo que podía tener mi antiguo trabajo.
- Pensé que odiabas ese trabajo.
- Ya no. Acabo de darme cuenta de que podría divertirme mucho más trabajando para él que para el Post o el Wall Street Journal. Sin mencionar, que puedo abrazar al más guapo hombre gato de la ciudad.
Nicholas todavía no podía creerlo.
- ¿Te quedas?
- ¿Estás sordo, gatito? Sí. ¿Ahora vas a hacer de mí una mujer decente, o qué?
Nicholas se rió cuando tiró de ella hacia él e hizo desaparecer la ropa de ambos.
- Sí, pequeña. Intentaré asegurarme de que nunca te extravíes, jamás.
____(tu) se estremeció cuando el aire frío acarició su piel, seguido inmediatamente por el calor de la mano de Nicholas cuando él la deslizaba bajando por su columna vertebral. Su pelo se apartó de su cara recogiéndose en una cola de caballo a fin de que ella no estornudase demasiado.
Ella se rió de su consideración. Presionándose contra él, ella bajó su cabeza a fin de que pudiese saborear sus labios. Todavía era difícil de creer para ella que después de esto ya nunca estaría otra vez sola.
Nicholas estaría allí para ella.
Él era su familia. Al igual que Leo, y incluso Otto y Kyl. Ellos eran algo parecido a sus primos homicidas, pero eran familia. Eso era más de lo que ella nunca había esperado.
No, Nicholas era más de lo que ella alguna vez había esperado. ¿Cómo podía ser el Sr. Injusto, ser tan correcto? Esto no tenía sentido y sin embargo, él lo era. Ella no podía imaginarse estar así de cómoda con ningún otro hombre. Él era perfecto para ella.
Cuanto más descubría de él, más le amaba.
Los sentidos de Nicholas se revolucionaron rápidamente cuando saboreó la dulzura de su boca. En todos estos siglos, él nunca había pensado en tener otra compañera y todavía, aquí estaba ella.
____(tu). Suave, irritante, hermosa. Ella era más de lo que él había soñado alguna vez.
Apartándose, acarició su mejilla con la de ella e inspiró la esencia floral de su pelo…
Al menos hasta que ella estornudó.
Él sonrió antes de girarla en sus brazos.
- ¿Qué estamos haciendo?- preguntó ella.
-El ritual,- respiró en su oreja. Él tendió su mano marcada ante ella. –Pon tu palma marcada contra la mía.
____(tu) lo hizo, entonces él entrelazó sus dedos con los de ella y acarició su cuello con su rasposa mejilla. Ella adoraba la sensación de su piel raspando la de ella. Esto enviaba escalofríos por todo ella.
-Ahora necesito que me guíes al interior de tu cuerpo.
____(tu) bufó como se dio cuenta de que con su brazo cruzando sobre su pecho mientras él estaba detrás de ella, era más fácil decirlo que hacerlo.
- Para que conste, no soy Stretch Armstrong. ¿Cómo se supone que he de hacerlo?
Él se rió antes de besar su mejilla y hacer que todo su cuerpo ardiera cuando él ahuecó su pecho en su mano libre y acarició su pezón con los callos de su palma.
- Puedo hacerlo yo entonces, pero tú tienes que decirme que me aceptas como tu compañero.
- Eso es por lo que estamos desnudos, ¿no?
- ____(tu),- dijo él, su tono gravemente serio. - Éste es un paso importante para mi gente. Por nuestras leyes, no me está permitido tomar a una mujer como mi compañera a menos que ella me acepte a mí y nuestros caminos al cien por cien. No soy un Katagario, imponiéndote mi voluntad a la fuerza. Soy Arcadio y nosotros nunca rompemos lo sagrado de esto.
Ella se reclinó de modo que pudiese encontrar la mirada de medianoche de Nicholas.
- Nunca he estado más segura acerca de algo en mi vida, Nicholas. Te quiero como mi compañero.
- ¿Para la eternidad?
- Para la eternidad.
Sus facciones se suavizaron cuando sumergió su cabeza para mordisquear la parte de atrás de su cuello. ____(tu) tembló un instante antes de que él se deslizase por sí mismo profundamente en su. Su mano ardió cuando se elevó sobre las puntas de sus pies, entonces se dejó resbalar hacia abajo encima de él, acogiéndole hasta su empuñadura.
Él mantuvo una mano en su cadera mientras su brazo cruzaba su cuerpo, sujetándola contra él. Era el momento más increíble de su vida. Así que esto era emparejarse…
Ella quería eso.
Nicholas gruñó profundamente en su garganta mientras empujó contra sus caderas, y ella le encontraba golpe a golpe. Ella estaba tan caliente y mojada que casi lo condujo al borde, pero él quería cronometrarlo cuidadosamente. Ésta era la primera vez que harían el amor como los compañeros y él quería que se corrieran juntos.
Ella era suya. Una oleada de posesividad le consumió. Mientras vivieran, él nunca más podría tomar a otra mujer. Solo ____(tu) lo sostendría, y no era solamente porque los Destinos lo decretaran. Era porque la amaba. Profundamente. Con cada parte de sí mismo.
Había habido un tiempo cuando ese tipo de compromiso, lo hubiese enviado a salir corriendo por la puerta, pero después de todos estos siglos, él estaba deseando tenerla en su vida.
Ella no era simplemente otra amante que tomar y dejar. Ella era una compañera. Una amiga. Solo ella sabía como le gustaba que le acariciase las orejas. Y aunque esto hacía que le picase la mano, ella siempre se aseguraba de acariciarlas en la noche mientras se tendían en la cama. Justo como estaba haciendo ahora.
Su toque enviaba escalofríos sobre él, y cuándo se corrieron juntos, fue el momento más maravilloso de toda su vida.
Él rápidamente soltó su mano antes de que su unión fuese más allá. Él no estaba listo para unirse a ella completamente todavía.
No hasta que ella estuviera tan comprometida a él como él lo estaba a ella.
Ella todavía tenía su propia vida para vivir y él no quería entrar por la fuerza allí. Habiendo sido su vida arrebatada por el egoísmo de una persona, él no iba a hacerle lo mismo a ella.
- Te amo, ____(tu),- dijo él, besándola amablemente en la mejilla.
____(tu) ronroneó mientras continuaba acariciando su oreja con la mano.
- Yo también te amo, Nicholas.
____(tu) aspiró profundamente cuando se dirigió hacia la casa del Jefe en el 18 de Avenue South, no muy lejos de South Lucille Street. La noche, estaba completamente tranquila con la luz de luna espolvoreando cada casa convirtiéndolas en sombras.
- Es difícil creer cuan trágico puede ser el mundo cuando se ve de esta manera, ¿verdad?
- Sí.- Nicholas estuvo de acuerdo. – Es por lo que no me molesta ser un Dark Hunter. Hay algo en la serenidad de noche que apacigua el alma.
____(tu) sonrió divertida.
- Pensé que tú no tenías alma.
Él la miró de reojo mientras conducía.
- Hablaba metafóricamente.
- Ooo, esa es una enorme palabra para ti.
Por su cara podía asegurar que disfrutaba de sus bromas.
- Se amable conmigo, o puede que te deje aquí sola.
- Considerando lo cerca que está de amanecer, no creo que quieras enemistarte conmigo, ¿verdad?
Él le dedicó una fingida mirada taciturna que era positivamente maravillosa. A ella realmente le gustaba que él pudiera entender sus y seguirle la corriente. Demasiada gente confundía sus comentarios sarcásticos con el desprecio. Pero ese era su mecanismo de defensa. Nicholas no sólo lo entendía, él parecía disfrutarlo realmente.
Antes de que ella pudiera decir algo más, él detuvo el coche un bloque por encima de la casa y apagó el motor.
- No creo que debamos darle ninguna advertencia.
____(tu) no podía estar más de acuerdo. Personalmente, ella ni siquiera pensaba que debieran estar allí. Ella recorrió la mirada alrededor del oscuro y silencioso barrio de la clase media. No hubo una sola luz sola en ninguna de las casas. Ningún movimiento. Nada que le dijera que ella y Nicholas no eran las últimas dos personas vivas sobre la tierra.
Esto era un poco extraño.
- ¿Crees que aún están en casa?- preguntó ella.
- No lo sé. Amanecerá en poco tiempo. Estoy seguro que el Jefe tiene que trabajar, así es que si no están, estoy seguro que no andarán muy lejos.
Ella asintió, luego frunció el ceño cuando un pensamiento le pasó por la cabeza.
- Esta puede ser una pregunta estúpida, ¿Pero podrías llevarme la corriente?
- Claro.
- ¿Qué vamos a hacer exactamente aquí?
Él la miró arqueando una ceja.
-El plan pelear con los tipos malos y ganar el día.
Ella asintió ante su tono seco.
- Buen concepto, ¿Alguna idea de cómo llevarlo a cabo?
- Ninguna.
Él salió del coche y cerró la puerta de golpe.
Boqueando, ____(tu) saltó del mismo y lo alcanzó al otro lado de la carretera.
- Espera un momento. Estás de broma, ¿verdad?
- No – dijo él con toda sinceridad. - Voy irrumpir en su casa y luego enfrentarle.
Ella casi se ríe ante eso.
- ¿Puedo decirte cuán estúpido pienso que es tu plan?
- Acabas de hacerlo. Él dejó las llaves en la palma de ella que llevaba la marca de emparejamiento y plegó sus dedos sobre ellos. – Siéntete libre de regresar en cualquier momento. De hecho, realmente deseo que lo hagas.
Él empezó a alejarse.
Ella tiró de él para detenerlo cuando el miedo pasaba a través de ella.
- Vas a conseguir que te maten, Nicholas, ¿Lo entiendes?
Un tic apareció en su mandíbula.
- Pelear con los daimons es lo que hago, ____(tu). Es por lo que fui creado.- él levantó la mirada hacia el cielo que se volvía más claro a cada minuto que pasaba.- Además, es una cuestión discutible. No tengo tiempo de regresar al Serengeti antes de que amanezca. Esto acaba hoy. En mis términos. No los de él.
- Al amanecer. Vaya un cliché.
Él negó con la cabeza cuando se volvió y caminó hacia la casa del jefe.
____(tu) se quedó allí indecisa. Cada parte de ella gritaba por que cogiese el coche de Phoenix y se largase. Que condujese hasta que todo aquello hubiese quedado atrás.
Pero cuando miró a Nicholas, quien se dirigía con decisión hacia la casa del jefe, supo que no podía hacerlo. Él había estado solo durante todos estos siglos. Si él realmente se estaba dirigiendo hacia su destino, entonces él iría con él.
Eres una idiota.
Sí, lo era. Y quizás también moriría esa mañana. Pero al menos se habría enfrentado al hombre que era responsable de las muertes de Angie y Jimmy. Se lo debía tanto a ella misma como a ellos. Quería mirar de frente al hombre responsable de su destino a los ojos y decirle personalmente la clase de bastardo que era.
Metiendo las llaves en su bolsillo, ella corrió para alcanzar a Nicholas.
Nicholas no esperaba que ____(tu) se uniese a él, pero cuando la sintió tirando de su mano, no pudo evitar sonreír interiormente. Él enlazó sus dedos con los de ella antes de que la rodease y se dirigieran hacia la casa del jefe.
- ¿Crees que tiene sistema de alarma?- susurró ____(tu) cuando Nicholas halló una ventana lo suficientemente baja para mirar por ella.
- Probablemente.
- ¿Entonces cómo entramos?
Él cubrió el cristal con la mano y cerró sus ojos para sentir si había alguna energía eléctrica alrededor de la ventana. La había. Colocó ambas manos sobre el cristal y usó sus poderes para interferir con la conexión eléctrica. Luego despechó la ventana y la abrió.
Solo les recibió el silencio pues la alarma parecía no detectar ninguna intrusión.
____(tu) negó con la cabeza ante él.
- ¿Cómo lo haces?
- Es un mago, Mama,- dijo él, citando la canción de Heart, con una sonrisa abierta antes levantarla e introducirla al interior.
Tan pronto como ella estuvo a salvo, se unió a ella, luego deslizó la ventana y la cerró. Se tomó un minuto para reacomodar las cortinas en su lugar.
La casa estaba completamente oscura y silenciosa. Cortinas de un marrón oscuro ribeteado de oro se cerraban sobre cada ventana de modo que no pudiese penetrar ningún rayo de sol. Definitivamente la residencia de la bestias nocturnas que tenían una seria alergia a la luz del día.
La casa estaba decorada con una mezcla de mobiliario contemporáneo y antiguo. Pero aun así, parecía una casa común. Había fotos en la pared de Paul, sus hijos, y su esposa.
____(tu) clavó los ojos en las fotos, especialmente en la de los chicos. Parecían tan normales. Hasta que te dabas cuenta de que su ropa era idéntica a la que ella había llevado siendo niña. Sus hijos no eran los veinteañeros que parecían. Ellos tenían que estar al final de los treinta.
De repente, ella y Nicholas oyeron el chirrido de la puerta del garaje al abrirse. Alguien volvía a casa.
- ¿Qué hacemos?- jadeó ella nerviosa, mirando alrededor por un lugar en el que esconderse.
- Vamos a esperar – dijo Nicholas en voz alta.
Indiferente al peligro que estaban enfrentando, él se apoyó contra el brazo del sofá de cuero color café con los brazos cruzados sobre el pecho. Cruzando también los tobillos parecía a todas luces alguien que esperaba a que un hijo descarriado volviese a casa después de haber pasado toda la noche fuera.
Ella no podía concebir su exteriorizada calma. Y realmente no le estaba su estrategia. Era una buena cosa que el hombre no trabajara para el Pentágono. Lo de “Lo resolveré como me parezca” simplemente no iba con ella.
- No te preocupes, Ben - un hombre dicho, cerrar una puerta que ella estaba segura guiada para el garaje. – Lo cogeremos.
- No puedo creer que ese bastardo mintiera.- las voces se acercaban más.
____(tu) retrocedió hacia las sombras y murmuró una pequeña plegaria para que todo saliese bien.
- Como ya dije, no me preocupa. Él pagó por su mentira. Cogeremos a Kontis y a los demás. Acuérdate de mis palabras.
- Recordadas y anotadas.- dijo Nicholas en un tono sarcástico cuando los dos hombres se les unieron en el cuarto.
Paul y Ben se pararon en seco.
- ¿Qué estás haciendo aquí?- exigió Paul, su cara paso del pálido al rojo.
Nicholas no se movió ni parpadeó siquiera.
- Oí que me estabas buscando. Así que prefería ahorrarte el problema de buscarme.
A Paul pareció recuperar el control de sí mismo al tiempo que adoptaba la postura y el tono calmado de Nicholas.
- Hmm… interante. ¿Así que, qué hacemos ahora? ¿Acabamos con esto?
Nicholas se encogió de hombros.
- Claro. ¿Por qué no?
- No me gusta ese plan,- dijo Paul, intercambiando una mirada presumida con su hijo.
Bueno, al menos ella y Paul estaban completamente de acuerdo en algo. A ella tampoco le gustaba la idea.
- ¿No? Preguntó Nicholas poniendo la mano en su barbilla introspectivamente.- ¿Entonces que propones?
- Que te matemos.
Ese plan todavía le gustaba menos.
Afortunadamente, Nicholas estaba de acuerdo
- Tengo que decir que no me gusta su plan. Sobre todo...- vaciló como si buscase la palabra correcta mientras agitaba la mano alrededor de su cara en círculos.-…esa parte de mi muerte, creo.- su cara se volvió mortalmente fervorosa cuando se cruzó otra vez de brazos.- Preferiría matarte a ti.
La amenaza no pareció preocuparle a Paul en absoluto.
- No puedes hacer eso.
- ¿Por qué no?
Él dio un paso hacia ellos.
- Si muero, vosotros dos nunca seréis absueltos de los asesinatos. Siempre estaréis perseguidos por la policía.
Nicholas se rió.
- Siempre. Ese es un concepto que ni siquiera eres capaz de asimilar.- Él se puso serio.- Confía en mí, humano. Eso toma un significado completamente nuevo en mi mundo. Pero eso no viene al caso. Creo que realmente subestimas a tu gente y el alcance de su atención. Más que eso, realmente sobreestimas el que yo de una mierda por ellos. Soy un Were Hunter, gilipollas. He pasado seiscientos años siendo perseguido por cosas más espeluznantes y más listas que tú.
- Creo que te equivocas. Creo que tú realmente subestimas a los de mi clase.
Nicholas se detuvo cuando sintió algo extraño recorriéndole la columna. Era como si hubiese múltiples Daimons en la casa, pero no podía ser. Él no había sentido nada cuando entraron ellos y Ben estaba frente a él…
- ¿De veras?
- ¡Nicholas!
Nicholas se volvió para ver a ____(tu) en manos de otro Daimon. ¡Diablos! ¿Cómo pudieron meterse después de él?
Pero entonces lo supo. Él podía sentir la presencia de un Daimon, pero realmente no podía precisar el lugar. Debían de haber abierto algún portal en algún lugar de la casa.
Ahora no había manera de decir cuantos de ellos podría haber quizás allí.
Paul sonrió con aire satisfecho.
- Te presento a mi cuñado. Él algunas veces viaja con mis hijos para evitar que se hagan daño.
Nicholas fulminó al Daimon con la mirada, pero sabía que si se movía para recuperar a ____(tu), el Daimon podría arrancarle la garganta.
- Déjala ir.
Sonriendo burlonamente, el Daimon negó con la cabeza.
- ¿Porqué deberíamos hacerlo?- preguntó Paul, atrayendo la atención de Nicholas de nuevo al jefe. – Nosotros tenemos ahora todas las cartas.
Nicholas encerró su mirada en la de ____(tu), cuya cara estaba llena de pánico, y él odió que ella estuviese en peligro.
Ella intentó lanzar al Daimon sobre su cuerpo o romper su presa, pero no pudo hacerlo. Él la sujetaba con tanta fuerza que la única manera de liberarse sería matarle y desde que ella cubría el corazón del Daimon…
Estaban jodidos.
Sonriendo, Paul se dirigió hacia las cortinas y movió hacia atrás un panel muy ligeramente.
- Oh mirad. El amanecer. Qué fantástica oportunidad-. Él se volvió lanzándole una siniestra sonrisa a Nicholas.- ¿Por qué no ves esto por ti mismo, Dark Hunter?
- Sabes que no puedo.
- Cierto. Pero realmente creo que vas a hacerlo.
- Y una mierda.
- Bien entonces.- él miró más allá de Nicholas al Daimon.- ¿Terrence? Mata a la zorra y toma su alma.
- ¡No!- gritó Nicholas. – No te atrevas a hacerle daño.
- Si no te gusta este panorama, ¿Qué tal este? Mueres dolorosamente a fin de que pueda disfrutar de tu sufrimiento y a cambio dejo irse a ____(tu) con un documento escrito que diga que tú mataste a todos los estudiantes de los que mi esposa e hijos se alimentaron. Tú mueres, mi esposa es vengada, mis hijos están protegidos, y ____(tu) vive, tan pronto como jure olvidarse de mí y de todo lo que ha visto.
Nicholas bufó ante la sola idea.
- Eso requería que yo confiara en ti. No tengo garantías de que si yo muero, ella viva.
- No tienes más elección que confiar en mí, Dark-Hunter.
Nicholas maldijo, odiaba el hecho de que Paul estuviese en lo cierto.
- ¿Y cómo se llevaría eso a cabo exactamente?
- Simple. Ambos vais hacia la ventana. Ella la abre, tú te fríes y entonces ella puede salir a través de ella y marcharse. Obviamente ni Terrance ni Ben podrán ir tras ella.
Nicholas le dio un par de vueltas en su mente, luego negó con la cabeza.
- Vacía tu arma así de modo que sepa que no le disparás por la espalda cuando corra por el césped. Eres jefe de policía. No es como si alguien fuera a preguntarte.
Por su cara, era obvio que a Paul no le gustó la idea, pero estuvo de acuerdo.
- No puedes hacer esto,- dijo ____(tu), su voz una mezcla de miedo y cólera. - No te ayudaré a morir.
-Sí, lo harás, ____(tu),- dijo Nicholas serenamente. – Es la ley de la selva. Haces lo que tienes que hacer para sobrevivir. Y tu supervivencia depende de mi muerte.
- Ni siquiera estás tratando de sobrevivir. ¿No deberías estar peleando por ello?
- No. Estoy permitiendo que mi compañera sobreviva. Esa es nuestra forma de ser.
____(tu) apretó los dientes cuando el dolor y el pesar la destrozaban. No era su manera de ser. Ella no quería tener que matarle para vivir. Eso no estaba bien.
Nicholas miró al jefe.
- Dale a ella las balas.
¡No! su mente lloró cuando intentó pelear con Terrence. Maldito el bastardo y su condenado Bondo. Ella tenía que liberarse de él. Tenía que hacerlo. No podía dejar morir a Nicholas.
No de esa manera.
Paul sacó el arma de la pequeña funda de a su espalda y la descargó en su mano. Luego le dio las balas a ____(tu).
Nicholas estrechó su mirada fija en Paul.
- Dispara contra la pared para que me asegure que está vacío.
Con cara disgustada, Paul hizo lo que él le pidió. El arma solo dio un “clic” probando que estaba vacía.
- ¿Satisfecho?
- De que su arma está vacía, sí. Con esta solución, apenas.
Él se volvió a mirar a ____(tu).
Ella dejó de forcejear. Su corazón se congeló ante la amarga determinación que vio reflejada en sus ojos negros. La sombría determinación que marcaba sus hermosas facciones.
- No lo hagas, Nicholas. Podemos encontrar otra manera de salir de esto.
Nicholas le ofreció una reconfortante sonrisa, pero lo que quería en realidad era tocarla por una última vez. Sentir la suavidad de su piel.
- Está bien. He tenido una vida realmente larga.
____(tu) sintió como las lágrimas le picaban tras los ojos. No podía creer que estuviese dispuesto ha hacer eso por ella. Que se condenase a si mismo a ser una Sombra para salvar su vida.
Y en ese momento, ella se dio cuenta de que realmente le amaba.
Más que eso, ella no quería vivir si él moría.
El Daimon la condujo a la ventana.
- Abra el pasador, ____(tu),- dijo Paul con sarcasmo. – Después Nicholas podrá unirse a ti en la ventana para ayudarte a salir.
Ella separó las cortinas solo lo suficiente para que su mano pudiese alcanzar el pasador. Pero al hacerlo, un pensamiento la golpeó. Ella sabía como salir de esa.
Cómo salvar Nicholas.
- Ya está abierto.- dijo ella.
Asintiendo, Terrence se alejó de la ventana para ponerse a salvo en una esquina de la habitación cercana a Paul.
- Bien.- dijo Paul con una sonrisa. – Ahora ve a comprobar la luz del día, Dark Hunter.
Con el corazón latiendo a toda velocidad, ____(tu) sintió a Nicholas a su espalda cuando se le acercaba. Ella cerró sus ojos y saboreó la fuerza de él. El calor de su cuerpo calentando el de ella.
Y su convicción aumentó.
- Sé que acabo de conocerte, ____(tu) – susurró Nicholas contra su oreja. -Pero creo que te amo.
Ella congeló su mano sobre el pasador cuando una ola de cólera la recorrió. En lugar de calentarla, esas palabras pasaron sobre ella como hielo. Mirándole sobre su hombro, ella lo fulminó con la mirada.
- ¿Lo crees? ¿Crees que me amas? ¿No lo sabes?
Con cara perpleja, la miró ceñudo.
- ¿Por qué estás tan enfadada? Estoy tratando de morir aquí… por ti. Noblemente.
- Entonces deberías haberte muerto y no abrir la boca para joderme. ¿Lo crees? ¿Piensas? ¿Qué es eso? Obviamente es solo deseo por tu parte, por que si huvieses pensado por un simple segundo, habrías sabido que me molestaría. ¡Ugh!- queriendo matarle realmente, ella agarró la pesada cortina y antes de que alguien se diese cuenta de lo que estaba haciendo, tiró de ella con todas sus fuerzas.
La barra de las cortinas se soltó de la pared. Todavía enfadada con el bestia que tenía detrás de ella, retrocedió un paso a fin de que la cortina cayese sobre Nicholas para protegerle cuando el cuarto se inundo con la luz del día.
Los Daimons gritaron de dolor cuando la luz los alcanzó y estallaron en fuego. ____(tu) escudó su propia cara del horror de sus muertes. Si sólo pudiese proteger su nariz. El hedor a carne quemada era nauseabundo.
Y en menos de un minuto, ambos estaban muertos. Negros montones de ceniza sobre la verde alfombra Persa.
- ¡Ben!- gritó Paul lleno de angustia - ¡No! – él se volvió contra ella con su ardiente furia.- ¡Tú, jodida perra! Te mataré por esto.
Él se abalanzó sobre ella, sólo para tener a Nicholas, ahora en forma de leopardo, lanzándose a por él. Lo dos de ellos le pega al piso duro. Nicholas le pegó un cruel mordisco en el hombro.
Girándose, Paul se puso en pie y mantuvo su brazo herido pegado a él, entonces corrió en tropel al interior de la casa, hacia la escalera, con Nicholas pisándole los talones.
____(tu) les siguió, entonces se detuvo en seco cuando un hombre enormemente alto salió de las sombras en lo alto del rellano. Él estaba vestido con un par de pantalones vaqueros, un jersey negro de cuello alto y una cazadora de motocicleta. Nicholas se quedó a medio camino subiendo las escaleras mientras Paul continuaba adelante hacia el lado del hombre.
-Stryker,- jadeó él, empezando a señalar hacia abajo a ellos.- ¡Mátalos!
____(tu) se quedó con la boca abierta cuando reconoció el nombre del Daimon.
Así que ese era el infame líder que Jack había mencionado. Alto y delgado, con pelo completamente negro y llevando un par de gafas de sol negras, él no se parecía a los otros daimons que eran todos rubios.
Pero aún así era una vista impresionante. Un aura de brutal y frío poder emanaba de él. Tenía un aire que decía que valoraba la crueldad y que estaba allí por sangre.
La sangre de ellos.
Nicholas cambió a forma humana, conjurando sus ropas antes de enfrentar al daimon.
- ¿Por qué debería matarlos?- preguntó Stryker a Paul en un tono aburrido.
La cólera de Paul se transformó en una mirada de confusión.
- Él es un Dark-Hunter. Muerte a todos los Dark Hunters…¿correcto?
No había error posible en el temor que se notaba ahora en su voz.
- Ese es mi lema.- asintió Stryker.- Pero hoy parece que mi agenda es un poco diferente.
Él agarró a Paul por la garganta y lo lanzó contra la pared, dónde lo sujetó a tanta altura que los pies del hombre más bajo no tocaban el ___(d)lo.
Paul agarró la mano de Stryker entre las suyas mientras su cara se volvía roja mientras intentaba soltarse.
La cara entera de Stryker reflejaba la furia del infierno.
- Estás mintiendo bastardo. Traicionaste mi confianza y me apuñalaste por la espalda.
- No hice nada de eso,- Paul se ahogó en audibles sollozos. – Yo-yo- yo no le toqué.
- Sí, lo hiciste.- Stryker lo separó de la pared, para luego volver a golpearlo ruidosamente otra vez. - Cuando apuñalaste a Trates, mi mano derecha, mi segundo al mando, tú en esencia me apuñalaste. A mí. Y nadie me apuñala. ¿Entiendes, patético estúpido? Si dejara que vivieras después de lo que has hecho, me volvería débil, ineficaz a los ojos de mis hombres, y no puedo permitirlo.
Nicholas dio un paso subiendo las escaleras.
- ¡Alto!- lo amenazó Stryker. - Esto no te concierne, Dark-Hunter. Tú y tu mujer sois libres de iros.
Nicholas negó con la cabeza.
- No puedo y lo sabes. Incluso aunque es un saco de mierda, yo hice el juramento de salvar a los humanos de los Daimons.
Stryker dejó escapar un suspiro cansado antes de encararle con dureza
- ¡Spathis!
Antes de que pudieran moverse, veinte Demonios aparecieron en el cuarto. Tres estaban por ____(tu) mientras el resto estaba en las escaleras entre Stryker y Nicholas.
Nicholas corrió hacia ellos solo para que ellos se moviesen para mantenerlo en lo bajo de las escaleras alejado de ella.
Ella ni siquiera trató de pelear, ya que era obvio que los Spathis eran más que capaces de patear sus traseros y tomar sus nombres.
Stryker se volvió a Paul y abrió su boca para exponer sus colmillos.
- Antes de que te mate, quiero que sepas que en el minuto en el que el sol se ponga esta noche, daré rienda suelta a mis guerreros sobre cada humano al que has ayudado. Cada uno, como castigo por tu traición. Ningún patético cazará a uno de mis Daimons. Jamás.
Los ojos de Paul se salían de sus órbitas
- No. ¿Cómo puedes hacer esto? Nosotros íbamos a combinar nuestros hombres y regir Seattle. ¡Éramos aliados!
- ¿Eso crees? ¿Después de que hayas matado a Trates? Pero ahora tengo un aliado mucho mejor que tú.
Sin otra palabra, Stryker se quitó sus gafas y luego hundió sus colmillos en la garganta de Paul.
Asqueada por la vista, ____(tu) giró su cara y cerró sus ojos con fuerza un instante antes de que ella oyese el doloroso grito de Paul. Este se oyó en toda la casa y mandó escalofríos hasta su alma. A pesar de todo lo que había hecho, ella todavía sintió ástima por él. Nadie mereció morir de esa manera.
Ella incluso podía oír sus pies golpeando contra la pared mientras él continuaba rogando piedad mientras Nicholas trataba de abrirse paso a la fuerza entre los Daimons para ayudar a Paul. Pero era inútil.
De repente todo se quedó en absoluto silencio.
Esto hizo eco a través de la casa y le puso a ella los pelos de punta. ¿Eran ellos los siguientes?
Hubo un ruido contundente sobre el rellano.
Sintiéndose mareada, ella se giró para ver a Paul descansando sobre el suelo a los pies de Stryker mientras él se pasaba su antebrazo por la cara para quitar la sangre de Paul de sus labios y barbilla.
Volviendo a ponerse sus gafas, él pasó despreocupadamente por encima del cuerpo y caminó con parsimonia escaleras abajo hasta detenerse frente a Nicholas. Stryker se relamió los labios mientras hacía una mueca como si el sabor no fuese con él
- Lo que un gusano. Su patética alma apenas se puede calificar como inservible
- ¡Tú bastardo!- Nicholas trató de alcanzarlo pero los daimons no le dejaban.
Stryker meramente se rió.
- Sí, y yo gozo con ese título.
- ¿Lo matamos, My Lord?- preguntó uno de los daimons.
Stryker ladeó la cabeza como considerándolo.
- Hoy no, Davyn. Hoy, mostramos un poco de misericordia a nuestro digno adversario. Después de todo, él me enseñó que no puedes confiar en el ganado humano. Sólo otros inmortales conocen las reglas de la guerra.
Él penetró a través de las tropas de Daimons para colocarse delante de Nicholas.
- Tengo que decir que me has impresionado, Kontis. Has sobrevivido a todo lo que he lanzado sobre ti. Y la manera en que te has manejado aquí…, realmente, me he preguntado como saldrías de esto.
Sus rudas facciones se suavizaron cuando miró a ____(tu) a continuación
- Me recuerdas a mi propia esposa. Ella era un infierno de mujer, y al igual que tú se peleaba conmigo aunque estuviésemos peleando con otros.
Por alguna razón ella aun no podía comenzar a entender, ella realmente sintió una punzada de compasión por él. Era obvio que había amado mucho a su esposa.
- Solo hay una cosa que siempre he respetado. La fuerza -. Él devolvió su atención a Nicholas. – Pelearemos esta batalla otra noche, Primo. Por ahora… paz.
Y con eso, el portal se abrió y Stryker pasó a través de él. Los Daimons los soltaron a ella y Nicholas y rápidamente fueron trás de él.
____(tu) se quedó allí, completamente aturdida por lo que había visto y oído.
- ¿Es parte de la maldición?
- No-. Nicholas se veía igual de perplejo que ella.- Creo que hemos podido ser testigos de primera vez que han hecho esto los Daimons.
____(tu) dejó escapar un largo suspiro.
- Diablos. Ha sido un día infernal y aún no son ni las seis y media.
- Dímelo a mí.
Simplemente agradecidos de que ambos estuvieran vivos, ella le sonrió y se empujó a si misma a sus brazos. Cerrando los ojos, lo mantuvo cerca… hasta que sus anteriores palabras se repitieron en su cabeza.
- ¿Crees que me amas?
- No vamos a comenzar con eso otra vez, ¿Verdad?
- Sí, lo haremos. ¿Cuán despiadado es eso? Aquí estaba yo pensando que significaba algo para tú por que estabas dispuesto a morir por mí, y lo siguiente que averiguo es que ni siquiera sabes si me amas o no. ¿Qué preferías morir a permanecer vivo y qué? ¿Estar emparejado conmigo? Muchas gracias. No estabas haciendo ninguna declaración de lealtad. Estarías dispuesto a morir por cualquier bollito que conocieras.
Él la miró con el ceño fruncido.
- Eso no es verdad. Si fuese algún bollito no habría intentado hacer esto significativo.
- ¿Pero habrías muerto de todas maneras por ella?
- No he dicho eso.
- ¡Lo insinuaste!
Cuando abrió la boca para seguir discutiendo, él capturó sus labios con los de él y la besó apartándola de la luz del sol.
____(tu) se ablandó cuando su lengua se enredó con la de ella. Su cabeza empezó a dar vueltas cuando sus emociones empezaron a mezclarse hasta llegar a una sola…
La única que amaba a este hombre.
Nicholas lamió los labios de ella de forma juguetona antes de que volviera a presionar su frente contra la de ella.
- ¿Te sientes mejor?
- No sé. Creo que necesito otro beso para asegurarme.
Riéndose, él la acogió en sus brazos y la besó otra vez.
Yeah, eso lo estaba consiguiendo. Ella definitivamente se sentía mejor. Al menos hasta que se dio cuenta de algo.
- ¿Cómo vamos a volver a casa?
- Parece que vas a ser tú quien conduzca.- Él miró hacia el rellano de las escaleras dónde estaba Paul.- Tenemos que salir y llamar a la policía.
- Yeah, yo ya no quiero estar más aquí. Ya he visto suficiente muerte para una temporada.
Él la besó una última vez antes de retroceder un par de pasos y convertirse en leopardo.
____(tu) se detuvo cuando bajó la mirada y sonrió. Así que ahora esta era su vida…
Era demasiado bizarro incluso para ella.
- Sabes, siempre he querido acariciar a un gato salvaje.
- Nena, puedes acariciarme siempre que quieras.
Era tan extraño tener su voz en su cabeza.
- No eres como Ash, que puedes leer mis pensamientos o esas cosas, ¿verdad?
- No.
Oh, gracias a dios. Ella no sabía por qué, pero la idea había rondado en su cabeza. Aliviada, se inclinó y hundió su mano en su suave y peluda piel. Y luego estornudó, y estornudó otra vez.
- Recuérdame. Benadryl. Creo que podemos necesitar comprar algunas acciones en la compañía.
Sorbiendo, se enderezó y se dirigió hacia la puerta solo para darse cuenta de que el sol era todavía doloroso para Nicholas aún en forma de leopardo.
Él realmente retrocedió con un siseo en vez de pasar por la puerta.
El corazón de ____(tu) se dolió cuando se quitó su abrigo para envolverlo alrededor de él.
- Eso no ayudará.
Ella jadeó al oír la voz de Dorian o Phoenix. Levantando la mirada, ella se encontró a los gemelos en la sala de estar, junto con su padre. Temerosa de que estuvieran allí para hacerle algo a Nicholas ya que él no tenía la protección del santuario aquí, ella se colocó entre ellos.
- ¿Qué estáis haciendo aquí?
Gareth se adelantó con ese paso relajado y predatorio que le recortaba a Nicholas. Entrecerrando su mirada fija, él husmeó el aire alrededor de ella como si captase algo que lo extrañase.
Nicholas inmediatamente se transformó a su forma humana.
- Déjala ir. Tu pelea es conmigo, no con ella.
Antes de que Nicholas o ella pudiesen moverse, Gareth agarró su mano y le dio la vuelta para ver la marca de emparejamiento. Sus dedos se le clavaron en la muñeca.
- ¿Le amas?
- Eso no es asunto suyo.
-Déjala ir.- gruñó Nicholas.
Gareth no hizo. En lugar de eso, volvió esa mirada fría hacia Nicholas.
- Sería tan fácil matarte aquí y ahora.- Y entonces algo extraño destelló en sus ojos. - A pesar de lo que tú crees, quise a tu madre más que a mi vida. Quería unirme a ella, pero ella se negó. Su mayor temor era el que muriésemos y os dejásemos a todo vosotros huérfanos. Pensé en eso por la noche. Lo enfadada que habría estado de saber lo que habíamos hecho contigo.
____(tu) levantó la mirada para ver la angustia en los ojos de Nicholas.
Gareth volvió su mirada hacia ella.
- Estabas en lo cierto y me alegro de que él te tenga.- Él soltó su muñeca. - No espero que nos perdones. Pero ahora necesitas que os llevemos a casa por la luz del día.
Gareth le tendió la mano a Nicholas.
Nicholas vaciló cuando todo el dolor de su pasado lo bañó. A fin de cuentas, él todavía era ese niño que amaba a su padre. Ese niño que solo quería ir a casa otra vez. Pero la casa que él había conocido había sido hecha pedazos trescientos años atrás. No había manera de regresar a la familia que él había conocido.
Él miró a ____(tu), cuyos amables ojos esperaban expectantes a que respondiese a su padre. Ella era su familia ahora, y él sabía que haría cualquier cosa por esa mujer.
Pero para protegerla… para amarla, él tendría que vivir.
Él no estaba listo para perdonarlo todo, ni mucho menos. Todavía, su padre estaba haciendo un esfuerzo, y él no era el tipo de hombre que rehusaba una oferta honesta.
Inseguro de su futuro, Nicholas tomó la mano de su padre.
- ¿Phoenix? Trae a ____(tu) a casa.
____(tu) observó como Nicholas y Gareth se desvanecían.
- ¿Qué está haciendo?
- Cálmate,- le dijo Dorian.- Nadie va a lastimarle.
- Bueno, yo podría,- dijo Phoenix en un tono hosco.- ¿Dónde diablos es mi coche?
____(tu) se rió cuando sacó las llaves de su bolsillo y las mantuvo en el aire.
- Un Bloque más arriba.
- ¿Está dañado?
- No.
Phoenix dejó escapar un suspiro aliviado cuando Dorian se rió.
Dorian tomó las llaves.
- Lo llevaré a casa.- dijo Dorian y después desapareció de la habitación.
Phoenix trató de alcanzar a ____(tu).
- ¿Confías en mí?
- Ni un poco, pero confío en que Nicholas te arranque la cabeza si dejas que algo me suceda.
Él bajó la mirada a su palma marcada
- No contestaste la pregunta de mi padre. ¿Le amas?
- ¿Por qué te importa?
- Porque si lo haces, únete con él. Acepta mi palabra en eso. El peor infierno imaginable es saber que has perdido lo que más deseabas por que ser un cobarde. No cometas mi error.
Y en ese momento, ella descubrió un nuevo profundo respeto por Phoenix.
Poniéndose se puntillas, lo besó en la mejilla.
- Gracias.
Él asintió antes de que ella pusiese su mano en la de él. En un instante ellos estaban de vuelta en el Serengeti.
Las siguientes dos semanas pasaron como un borrón mientras regresaban a sus vidas.
Con ayuda de Leo, junto con la ayuda de los Escuderos que trabajaban para asuntor Internos en Seattle, fueron capaces de poner todas las muertes de las que se culpaba a ____(tu) y las que le pertenecían a Nicholas dónde correspondían.
Sobre los hombros de Paul.
A ella se le permitió incluso escribir su historia y publicarla por la Prensa Asociada. Y tan pronto como su escrito acerca de haber sobrevivido cuarenta y ocho horas con un loco asesino en serie que era también jefe de policía golpeó los grandes sindicatos, los periódicos de todo el país quisieron contratarla para que trabajase con ellos.
Y para ser honestos, ella realmente lo consideraba. Tener un trabajo legítimo otra vez era todo lo que había soñado.
Pero para hacer eso, tendría que dejar a Nicholas…
Era una tarde fría, en la que soplaba una suave brisa, cuando enterraron juntos a Angie y Jimmy. A causa de ser de día, Nicholas no pudo estar con ella en forma humana. Pero él había insistido en que ella lo llevase como un gato a fin de que pudiese estar a su lado.
Esa fue la cosa más amable que alguien había hecho alguna vez por ella. Ella mantuvo la cesta de viaje del gato cubierta con una tela oscura, y durante el servicio ella lo acarició a través de los barrotes.
Cuando terminó y ellos volvieron a su casa, él la había sostenido durante horas mientras lloraba y recordaba todos los años que había pasado con ellos dos.
Y con cada hora que ella y Nicholas pasaban juntos, ella se daba cuenta de que lo amaba incluso más.
- ¿____(tu)?
Ella salió de sus pensamientos cuando oyó la voz de Nicholas. Levantándose de su silla delante del ordenador, ella se dirigió hacia el vestíbulo, luego bajó hacia el balcón de modo que pudiera mirar hacia abajo a la habitación donde Nicholas estaba.
- ¿Sí?
- El Post al teléfono. Tienen que tener una respuesta.
Ella vio el miedo en sus ojos. Todavía no se habían emparejado oficialmente. Nicholas quería que ella tuviese todo el tiempo que necesitara, pero su fecha límite se acercaba amenazadoramente, y si no se emparejaban pronto, él sería impotente.- De acuerdo, se la daré.
Nicholas tragó cuando vio a ____(tu) regresar a la oficina de él. Él tenía la furtiva sospecha de que ella estaba a punto de aceptar el trabajo en D.C. Después de todo, era su sueño.
Pero su sueño le mataba. Él no quería que se fuera. Quería que se quedara.
Se fuerte. Como animal, sabía que no podías meter a alguien en una jaula y esperar que vivieran. Ella tenía que tener libertad de hacer su propia vida… con o sin él.
Su corazón latía apresuradamente, él volvió a su dormitorio y acarició el teléfono. Parte de él quería escuchar su conversación, pero no le haría eso a ella.
Dependía de ella darle las noticias.
Sentándose, él recogió el libro que había estado leyendo y trató de centrarse en ello. No podía. Todo lo que conseguía era pensar en cómo sería su vida sin ella.
Y ya conocía la respuesta. Él había estado viviendo de esa manera durante siglos.
La puerta de su habitación se abrió. Levantó la mirada para ver entrar a ____(tu) con una mirada sombría en su cara.
Era eso. Venía a comunicárselo y entonces haría las maletas. Preparándose a si mismo, observó como se acercaba a un lado de la cama y le tendía su último artículo. Sin duda este la consolidaría como una verdadera periodista otra vez.
Él se esforzó en ocultar su dolor cuando lo recogió para leerlo y su corazón se deslizó a su estómago.
YO ME CASÉ CON EL HOMBRE GATO DE SEATTLE
Así es, mi marido tiene una caja de arena. Al menos no se extravía en la noche…
- ¿Qué diablos es esto?
- Mi artículo.
- No entiendo.
Ella se rió.
- Tengo que devolvérselo a Leo. Lo he llamado y me dijo que podía tener mi antiguo trabajo.
- Pensé que odiabas ese trabajo.
- Ya no. Acabo de darme cuenta de que podría divertirme mucho más trabajando para él que para el Post o el Wall Street Journal. Sin mencionar, que puedo abrazar al más guapo hombre gato de la ciudad.
Nicholas todavía no podía creerlo.
- ¿Te quedas?
- ¿Estás sordo, gatito? Sí. ¿Ahora vas a hacer de mí una mujer decente, o qué?
Nicholas se rió cuando tiró de ella hacia él e hizo desaparecer la ropa de ambos.
- Sí, pequeña. Intentaré asegurarme de que nunca te extravíes, jamás.
____(tu) se estremeció cuando el aire frío acarició su piel, seguido inmediatamente por el calor de la mano de Nicholas cuando él la deslizaba bajando por su columna vertebral. Su pelo se apartó de su cara recogiéndose en una cola de caballo a fin de que ella no estornudase demasiado.
Ella se rió de su consideración. Presionándose contra él, ella bajó su cabeza a fin de que pudiese saborear sus labios. Todavía era difícil de creer para ella que después de esto ya nunca estaría otra vez sola.
Nicholas estaría allí para ella.
Él era su familia. Al igual que Leo, y incluso Otto y Kyl. Ellos eran algo parecido a sus primos homicidas, pero eran familia. Eso era más de lo que ella nunca había esperado.
No, Nicholas era más de lo que ella alguna vez había esperado. ¿Cómo podía ser el Sr. Injusto, ser tan correcto? Esto no tenía sentido y sin embargo, él lo era. Ella no podía imaginarse estar así de cómoda con ningún otro hombre. Él era perfecto para ella.
Cuanto más descubría de él, más le amaba.
Los sentidos de Nicholas se revolucionaron rápidamente cuando saboreó la dulzura de su boca. En todos estos siglos, él nunca había pensado en tener otra compañera y todavía, aquí estaba ella.
____(tu). Suave, irritante, hermosa. Ella era más de lo que él había soñado alguna vez.
Apartándose, acarició su mejilla con la de ella e inspiró la esencia floral de su pelo…
Al menos hasta que ella estornudó.
Él sonrió antes de girarla en sus brazos.
- ¿Qué estamos haciendo?- preguntó ella.
-El ritual,- respiró en su oreja. Él tendió su mano marcada ante ella. –Pon tu palma marcada contra la mía.
____(tu) lo hizo, entonces él entrelazó sus dedos con los de ella y acarició su cuello con su rasposa mejilla. Ella adoraba la sensación de su piel raspando la de ella. Esto enviaba escalofríos por todo ella.
-Ahora necesito que me guíes al interior de tu cuerpo.
____(tu) bufó como se dio cuenta de que con su brazo cruzando sobre su pecho mientras él estaba detrás de ella, era más fácil decirlo que hacerlo.
- Para que conste, no soy Stretch Armstrong. ¿Cómo se supone que he de hacerlo?
Él se rió antes de besar su mejilla y hacer que todo su cuerpo ardiera cuando él ahuecó su pecho en su mano libre y acarició su pezón con los callos de su palma.
- Puedo hacerlo yo entonces, pero tú tienes que decirme que me aceptas como tu compañero.
- Eso es por lo que estamos desnudos, ¿no?
- ____(tu),- dijo él, su tono gravemente serio. - Éste es un paso importante para mi gente. Por nuestras leyes, no me está permitido tomar a una mujer como mi compañera a menos que ella me acepte a mí y nuestros caminos al cien por cien. No soy un Katagario, imponiéndote mi voluntad a la fuerza. Soy Arcadio y nosotros nunca rompemos lo sagrado de esto.
Ella se reclinó de modo que pudiese encontrar la mirada de medianoche de Nicholas.
- Nunca he estado más segura acerca de algo en mi vida, Nicholas. Te quiero como mi compañero.
- ¿Para la eternidad?
- Para la eternidad.
Sus facciones se suavizaron cuando sumergió su cabeza para mordisquear la parte de atrás de su cuello. ____(tu) tembló un instante antes de que él se deslizase por sí mismo profundamente en su. Su mano ardió cuando se elevó sobre las puntas de sus pies, entonces se dejó resbalar hacia abajo encima de él, acogiéndole hasta su empuñadura.
Él mantuvo una mano en su cadera mientras su brazo cruzaba su cuerpo, sujetándola contra él. Era el momento más increíble de su vida. Así que esto era emparejarse…
Ella quería eso.
Nicholas gruñó profundamente en su garganta mientras empujó contra sus caderas, y ella le encontraba golpe a golpe. Ella estaba tan caliente y mojada que casi lo condujo al borde, pero él quería cronometrarlo cuidadosamente. Ésta era la primera vez que harían el amor como los compañeros y él quería que se corrieran juntos.
Ella era suya. Una oleada de posesividad le consumió. Mientras vivieran, él nunca más podría tomar a otra mujer. Solo ____(tu) lo sostendría, y no era solamente porque los Destinos lo decretaran. Era porque la amaba. Profundamente. Con cada parte de sí mismo.
Había habido un tiempo cuando ese tipo de compromiso, lo hubiese enviado a salir corriendo por la puerta, pero después de todos estos siglos, él estaba deseando tenerla en su vida.
Ella no era simplemente otra amante que tomar y dejar. Ella era una compañera. Una amiga. Solo ella sabía como le gustaba que le acariciase las orejas. Y aunque esto hacía que le picase la mano, ella siempre se aseguraba de acariciarlas en la noche mientras se tendían en la cama. Justo como estaba haciendo ahora.
Su toque enviaba escalofríos sobre él, y cuándo se corrieron juntos, fue el momento más maravilloso de toda su vida.
Él rápidamente soltó su mano antes de que su unión fuese más allá. Él no estaba listo para unirse a ella completamente todavía.
No hasta que ella estuviera tan comprometida a él como él lo estaba a ella.
Ella todavía tenía su propia vida para vivir y él no quería entrar por la fuerza allí. Habiendo sido su vida arrebatada por el egoísmo de una persona, él no iba a hacerle lo mismo a ella.
- Te amo, ____(tu),- dijo él, besándola amablemente en la mejilla.
____(tu) ronroneó mientras continuaba acariciando su oreja con la mano.
- Yo también te amo, Nicholas.
Belieber&Smiler♥
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
lloreeeeee.
amo demasiado estas novesss!!!
siguelaaa plissss
amo demasiado estas novesss!!!
siguelaaa plissss
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
jajajjajjajajaja Hay algo que nos les dije !!! muahaha...ya se van a dar cuenta :twisted: muahhaaahaahahahaha xD
Belieber&Smiler♥
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
aa y mañana les subo cap!
PD:Muahahahhahahahahahahaha xD
PD:Muahahahhahahahahahahaha xD
Belieber&Smiler♥
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ADEMAS DE DEJARME LLORANDOO ME DEJAS CON LA INTRIGAAAAAAAAAAA :crybaby: :crybaby: :crybaby:
QUIERO CAAAAAPPPP
QUIERO CAAAAAPPPP
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Maravilloso cap
me encantooooo
me fascinooooo
hey y k no nos dijiste????? :scratch: espero k no sea malo
Xfa siguelaaaaaa
sube capppp
sube yaaaaaa
quiero y necesito cap
siguelaaaaaaaaaaaaa
me encantooooo
me fascinooooo
hey y k no nos dijiste????? :scratch: espero k no sea malo
Xfa siguelaaaaaa
sube capppp
sube yaaaaaa
quiero y necesito cap
siguelaaaaaaaaaaaaa
Invitado
Invitado
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
woa woa woa woa !!!
nenixxxx sigueeee
qieroooo mas qiero saber !
si tienen hijos o ella decid darle la libertad al gatito con botasss!
kierop saber! :lol!:
nenixxxx sigueeee
qieroooo mas qiero saber !
si tienen hijos o ella decid darle la libertad al gatito con botasss!
kierop saber! :lol!:
*annie d' jonas*
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
yaaaaaaaa!!!!! quuiero capppp o morireeeeeeeeeee :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby:
Faby Evans Jonas
Página 13 de 15. • 1 ... 8 ... 12, 13, 14, 15
Temas similares
» En el lado oscuro de la Luna
» "DARK LOVER!" .. (NICK JONAS & (TN) _____ )..Adaptación [TERMINADA]
» El Lado Oscuro
» El Lado Oscuro
» El Lado Oscuro
» "DARK LOVER!" .. (NICK JONAS & (TN) _____ )..Adaptación [TERMINADA]
» El Lado Oscuro
» El Lado Oscuro
» El Lado Oscuro
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 13 de 15.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.