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El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Oh muchas gracias x dedicarme el cap
estubo realmente super
me encanto....¡¡¡¡
Oh Dios tu nove cada vez es mas interesante y buena
xfa siguelaaaaaa
sube cap...¡¡¡¡
estubo realmente super
me encanto....¡¡¡¡
Oh Dios tu nove cada vez es mas interesante y buena
xfa siguelaaaaaa
sube cap...¡¡¡¡
Invitado
Invitado
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
espera, Nick gautier es Jack Gautier, cierto?
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Vamos xfa siguelaaaaaaaaaaaa
sube cap
quiero y necesito con urgencia capiii....¡¡¡¡¡
sube yaaaa xfisss
sube cap
quiero y necesito con urgencia capiii....¡¡¡¡¡
sube yaaaa xfisss
Invitado
Invitado
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
HOLA!!! :D nueva lectora!!!! :study: me encanta tu nove!! siguela porfavor!!!
Invitado
Invitado
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Faby Jonas escribió:espera, Nick gautier es Jack Gautier, cierto?
Correectooo!! xD
Belieber&Smiler♥
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Capítulo 11
____(tu) se despertó repentinamente. Al principio ella no podía decir que era lo que la había molestado. Pero cuando recordó dónde estaba, se dio cuenta de que Nicholas se movía inquieto mientras dormía. Ella comenzó a desentenderse del asunto y volver a dormir, pero algo en la manera en que él se movía le recordó a alguien atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar.
- ¿Nicholas?- lo sacudió suavemente.
Antes de que ella pudiese parpadear, él la agarró con fuerza y la volteó sobre él, hasta tenerla de espaldas. Su respiración era rasgada cuando él emitió un sonoro gruñido tan fiero que ella mitad esperaba que él le desgarrase la garganta.
- ¡Nicholas! – gritó ella, asustada de que la pudiese lastimar antes de que recuperase todo el sentido.
Él se congeló durante unos diez segundos antes de tocarla con suavidad. Él sumergió su cabeza para inspirar profundamente su pelo como si saborease su perfume.
- ¿____(tu)?
- Sí.
Él se echó hacia atrás y corrió sus manos sobre ella como asegurándose de que él no le había roto nada.
- ¿No te lastimé, verdad?
- No.- susurró ella, tratando de ignorar simplemente que tan bien se sentían sus manos vagando por su cuerpo.- ¿Tú estás bien?
- Sí-. Él se levantó del colchón y se movió hacia la puerta.
Ella no podía realmente verle hasta que él abrió la puerta y la luz de fuera iluminó su postura. Él se había quitado la camisa y no llevaba más nada que unos pantalones vaqueros negros cuando cruzó el vestíbulo hasta el cuarto de baño.
____(tu) no se movió mientras esperaba su regreso. Cuando volvió a la cama, su pelo estaba húmedo como si se hubiese lavado la cara y luego hubiese pasado sus manos a través de él. Él se pasó el dorso de su mano sobre la cara antes de que cerrase la puerta y se reuniera con ella en la cama.
Él le dio la espalda como si nada hubiese sucedido. Pero incluso así ella podía sentir su desasosiego. Había un aura de profunda tristeza y alguna otra cosa que ella realmente no podía situar. Sus acciones le recordaban a un rudo chiquillo que miraba el mundo a través de unos ojos hambrientos. Uno que no quería nada más que la bondad y que todavía cada vez que alguien intentaba ofrecérsela, él la rechazaba antes de que tuviesen la oportunidad de herirlo otra vez.
Allí en la oscuridad, el dolor de Nicholas la alcanzó e hizo que quisiese consolarlo.
- ¿Quieres hablar de ello?
Nicholas seguía allí tendido con la visión de la pesadilla todavía atormentándolo. Él realmente odiaba dormir. Era la única vez que él era verdaderamente vulnerable. Despierto, él podía controlar sus pensamientos y sus emociones. Pero tan pronto como se dormía, todas las cosas que él quería olvidar regresaban a él con cruel claridad. Si pudiese, expulsaría esos recuerdos de él completamente.
Pero eran sus recuerdos y sus sentimientos. Dos cosas que a él no le gustaba compartir con nadie.
-No realmente.
Él podría sentir la decepción de ____(tu). Pero lo que lo confundía era su gentil bondad que era una total incógnita para él. No entendía por que era tan importante para ella intentar apaciguar su desasosiego.
Ella se dio la vuelta en el colchón de modo que quedó de cara a su espalda. Cuando habló, su tono era bajo y reconfortante.
- Sabes, cuando era una niñita, solía tener esos horribles sueños acerca de…- ella vaciló como si considerara el siquiera continuar. Con una suave risa, ella admitió su pesadilla.- Bien, de acuerdo, las muñecas de mi madre cobraban vida mientras yo dormía. Era un poco estúpido, pero solía asustarme muchísimo.
Nicholas dejó escapar un cansado suspiro incluso aunque él apreciaba lo que estaba intentando hacer.
- Te lo aseguro, no estaba soñando con muñecas, ____(tu).
- Lo sé. Pero cada vez que me despertaba de mi pesadilla, mi madre siempre me hacía contarle lo que había soñado – no importa cuan estúpido pareciera. Ella dijo que cuando hablas de ello, lo sacas de tu mente a fin de que puedas soñar con cosas agradables en vez de eso.
- No quiero hablar de ello.
Pero entonces él sintió su mano en su pelo, acariciándole suavemente.
- De acuerdo.
Nicholas cerró sus ojos cuando una extraña emoción lo traspasó. No podía recordar la última vez que alguien le había ofrecido consuelo. La última vez una mujer lo había tocado de esa manera. Ella movió su mano más bajo, sobre su hombro y de ahí a su brazo, dónde ella suavemente le acarició el bíceps. Su contacto…no, su bondad lo chamuscaba con calor.
____(tu) no dijo una sola palabra cuando le acarició la espalda. Ella meramente yació allí, confortándole, haciendo deslizar su mano a lo largo de su piel. Recordándole que no estaba solo en la oscuridad. Recordándole que estaba bien ser humano. Él no sintió que lo juzgara. Ella no no pensaba que era débil o ineficaz.
Y antes de que se percatase de lo que estaba haciendo, le estaba hablando de su pesadilla.
- Es siempre el mismo recuerdo…- susurró él. - Conocía a Isabeau en el lago dónde la ví por primera vez. Ella era la hija de un comerciante en el pueblo que no estaba muy distante del nuestro. Ella y un grupito de sus amigos habían estado merendando en el campo cuando mis hermanos y yo estábamos de paso. Nos habían llamado por gestos, y Dorian se había dirigido hacia ellos.
Nicholas todavía podía ver ese día tan claramente en su mente. Había sido un día perfecto y cálido día de primavera. Lo tres habían ido al pueblo a por suministros y estaban de camino a casa. Él y Dorian iban a caballo mientras que Phoenix conducía la carreta.
Las mujeres habían estado riéndose y bebiendo vino…mucho vino. Antes de que Nicholas y sus hermanos hubiesen pasado, las mujeres habían estado bañándose en el lago. Después habían trepado para tomar el sol sobre los bancos. Medio vestidas en empapadas chemises que caían de sus hombros desnudos exponiendo sus mejores atributos y mareadas de sus juegos, las mujeres realmente les habían abucheado a él y a sus hermanos.
Pero él omitió esos detalles de su historia cuando se la contó a ____(tu).
- Desde que el Phoenix tenía compañera, él había seguido adelante mientras Dorian y yo nos uníamos a las mujeres. Nos ofrecieron comida y vino.- y otras cosas que era mejor no mencionar, pensó Nicholas. - No sé por qué, pero me sentí instantáneamente atraído por Isabeau. Había algo en ella que parecía más vivaz que el resto de sus compañeras.
____(tu) sintió una inexplicable puñalada de celos ante sus palabras. A ella no le gustaba la idea de él haciendo cabriolas con otra mujer. Pero ella se mantuvo callada mientras seguía hablanco.
- Después de que empezara a hacerse tarde, las mujeres empacaron todo para volver a casa. Así que Isabeau y yo hicimos planes para reencontrarnos en pocos días. A solas.
- Y lo hicisteis.
-Sí, y ella no era virgen-. Él se rió brevemente, con amargura. -Ella era una mujer con un fuerte apetito y yo no puse objeciones a ser su plato principal.
____(tu) tuvo que forzarse a ella misma a no tirar bruscamente de su pelo ante lo que a eso se refería. Bastardo.
Pero entonces él había pagado con creces por su alianza con esa pequeña fulana. Eso era algo que ____(tu) no desearía ni a su peor enemigo.
Nicholas aspiró profundamente antes de que él continuase.
-Una cosa llevó a otra y lo siguiente que supe es que nos estábamos viendo con frecuencia.
Ella frunció el ceño ante sus palabras.
- ¿No temías dejarla embarazada?
- No. Lo Weres no podemos tener hijos con alguien que no sea nuestra compañera. Desde que no estábamos emparejados, no había posibilidad de ello.
____(tu) le concedería ese punto, pero el embarazo no era la única cosa por la que estar preocupado.
- No quiero ser grosera pero, ¿Qué hay de las enfermedades de transmisión sexual? Dado lo rápido que se lanzó a tus brazos, ¿No te asustó la posibilidad de que ella te dejase algún regalito?
Él bufó.
- No. Otra vez, mi gente no pueden tener esas enfermedades. Nuestra magia nos mantiene inmunes del resto. Las únicas enfermedades humanas que compartimos son el cáncer y los resfriados comunes.
Que afortunado. ____(tu) tuvo que refrenar el sarcástico comentario. Ella no quería que él se alejase mientras le contaba su historia.
- Así que, ¿Cuánto tiempo estuvisteis viéndoos?
- Aproximadamente cuatro meses. Y al cabo de un rato, ya me había aburrido de ella. Ella insistía en decirme que me casara con ella y yo me mantenía alejándola.
- ¿Por qué ella no era tu compañera?
- Exactamente. No había razón para meterla en mi mundo cuando ella realmente no podría ser parte de él. Y yo no quería atarme a alguien que no fuese mi compañera. Solía tener la estúpida idea de que un día tendría una compañera, niños y viviría feliz desde entonces.
El corazón de ____(tu) se sacudió con fuerza ante el daño que hacían esas palabras.
- No es una idea tan estúpida, Nicholas. Sabes, un montón de personas tienen esa mismo pensamiento.
- Ya,- dijo él en un tono que decía que pensaba que esas personas eran tontas. - De cualquier manera, cuando la marca finalmente apareció en nuestras manos, pensé que era demasiado bueno para ser verdad. Ella me había estado diciendo durante meses que me amaba. No estaba seguro de si la amé o no, pero disfrutaba de su compañía así que me declaré tan pronto como ví la marca. Isabeau se asustó, por supuesto. Ella pensó que era la marca del diablo y yo traté de decirle que no se preocupara, pero ella se fue corriendo antes de que le pudiese explicar.
- ¿Fuiste tras ella?
-No,- dijo él para su sorpresa. - Algo en mi interior me decía que la dejase sola… ella había estado realmente histérica antes de que saliera corriendo. Así es que fui a casa y esa noche mi madre vio la marca en mi palma y me preguntó acerca de ella. Le dije la verdad y traté de hacerla entender cuan perturbada se había sentido Isabeau. Ella me aseguró que Isabeau solo había sido cogida por sorpresa. Y que yo le debía a ambos, a ella y a mí, que le contase la verdad de quién era yo y lo que éramos. Ella estaba segura de que una mujer que me amara aceptaría la verdad de eso y se aliaría con nosotros.
Él rodó sobre su espalda hasta quedarse con la vista pegada en el techo. Ella podía sentir la culpa y la rabia dentro de él, extendiéndose hasta tocar el corazón de ella.
- No tienes idea de cuando deseé poder regresar en el tiempo y cambiar aquella noche. Eso fue probablemente por que Artemisa me quitó la habilidad de viajar en el tiempo. Dios sabe, que esto me remuerde constantemente y estoy seguro que de poder, regresaría y haría algo estúpido.
Acarició su brazo apaciguadoramente.
- ¿Eso es lo que sueñas?
Él volvió su cabeza para encontrar su mirada fija.
- En parte. Siempre veo a mi madre cuando me instó a ir a Isabeau y traerla de regreso a nuestro pueblo, y entonces salta a la noche en que me convertí en un Dark-Hunter. Sigo viendo la cara aterrada de Isabeau en mi mente cuando maté a su padre mientras ella gritaba y se acurrucaba acobardada en una esquina.
Ella dudó en hacer la siguiente pregunta, pero ella quería saber la respuesta.
- ¿Mataste a Isabeau, también?
-Sí.
____(tu) retrocedió ante eso con el corazón martilleándole. Ella había visto a Nicholas en acción, pero aun así él no pensó en que pudiese ser así de frío.
Él se sobresaltó como todavía pudiese ver su pasado.
- Mientras su padre moría, Isabeau encontró algún coraje. Agarró una pequeña espada de la pared y se lanzó contra mí con ella. No iba armado así que traté de esquivar su balanceo, pero ella me golpeó en el brazo con la hoja. Actuando por instinto, la alejé de mí de un golpe y acuné mi brazo. Ella tropezó de vuelta con la chimenea y dejó caer la espada cuando la cola de su vestido prendió fuego. Traté de alcanzarla para ayudarla, pero ella me mordió y salió corriendo en busca de la puerta mientras el fuego se propagaba por la espalda de su traje. Cuando corrí tras ella, más hombres se interpusieron entre nosotros y me atacaron. Para cuando los había matado, era muy tarde para Isabeau. La encontré tendida en un montón no lejos de la casa. Cuando le dí la vuelta, me dí cuenta de que ella estaba todavía viva. Sus ojos llamearon cuando me vió, después me escupió en la cara y murió en mis brazos. No puedo sacar la imagen de su cara quemada de mis sueños. El odio en sus ojos cuando me escupió. Sigo pensando que de alguna manera tenía que haber sabido que eso iba a pasar. Que pude haber hecho algo para salvarlos a todos.
- No fue culpa tuya, Isabeau era estúpida.
- No,- dijo él, sus ojos oscuros ardiendo en los de ella. - Ella era simplemente una mujer de su tiempo quién estaba convencida de que yo era el diablo y que venía a robar su alma. Nunca debí haberla tocado.
-Pero entonces no habrías encontrado a tu compañera.
- Si, ¿Y qué bien me hizo encontrarla?
Él tenía razón. Suspirando, ____(tu) apretó su mano en la de ella.
- Lo siento, Nicholas. Todo el mundo merece tener a alguien que lo ame.
Por su cara ella podía decir que él no estaba de acuerdo con eso. En lugar de odiar a Isabeau por su ignorancia y estupidez, era obvio que se odiaba a si mismo por meterla en todo ese lío. Cómo deseaba que ella pudiese aliviar esa culpabilidad suya. Pero no había nada que ella pudiese hacer. Él tendría que aprender a perdonarse a sí mismo algún día.
- ¿Qué hay acerca de ti?- le preguntó él en voz baja mientras jugaba con sus dedos.
- ¿Qué hay acerca de mí?
- ¿Amaste a alguien alguna vez?
____(tu) se mordió el labio cuando su propia pena y tristeza la alcanzaron.
- No. No realmente -. Y no era por falta de intentarlo por su parte. Ella solo parecía no poder encontrar a alguien en sintonía con ella. Alguien que la hiciese reír… alguien con quien hacerse vieja. - Al menos no como tú lees en los libros o ves en las películas. Siempre me he preguntado que sería ser barrida de mis pies por algún desconocido sexualmente atractivo. Tener esa persona sin al que no puedo imaginar vivir y hacer mía-. Ella suspiró tristemente cuando una imagen de eso pasó por su mente. Oh, que no daría ella por tener ese sentimiento solo una vez en su vida.
- Sí, es una estupidez.
-No,- dijo ella en serio. - Eso existe. Lo vi con Jimmy y Angie. Ellos estaban tan enamorados que había veces que tenía que salir del cuarto para alejarme de lo celosa que me sentía. No era que envidiase su felicidad, era solo difícil verlos tan felices mientras no tenía a nadie en mi vida.
____(tu) sintió una amarga sonrisa jugando en la comisura de sus labios. –
- Cuando era pequeña, recuerdo haber ido a ver Urban Cowboy con mi madre. ¿Recuerdas la escena final cuando John Travolta golpeó al tipo malo por lastimar a Debra Winger y luego la llevó afuera? Siempre me pregunté que debería sentirse.
Sus callosos dedos continuaron jugando con los de ellas.
- Bueno, considerando el hecho de que él no se la lleva al final, eso sería difícil.
____(tu) se quedó atónita ante sus palabras.
- ¿Qué?
- Ella consigue que la lleven en brazos al final de Oficial y Caballero. No Urban Cowboy. Bud y Sissy salen andando del brazo al final de esa.
-Oh-. ____(tu) frunció el ceño mientras pensaba en ello. Él realmente tenía razón y ella estaba asombrada de que lo supiese. Ella empezó a darle una mirada fija que regaña. – Por cierto, encuentro fascinante que sepas eso.
Su sonrisa abierta fue taimada cuando se llevó la mano de ella a su pecho mientras su pulgar acariciaba su palma y enviaba pequeñas ondas de placer a través de ella.
- No lo hagas. Recuerda que vivo con una chica que recientemente ha entrado en la pubertad. Erika ve esas películas repetidas veces y luego llora y continúa durante horas aproximadamente acerca de que los hombres así no existen y que sonos todos unos cerdos insensibles que deberíamos ser castrados.
____(tu) se rió. Ella ya podía ver a Erika aburriendo al pobre Nicholas, quien más probablemente se vería completamente perplejo por el ataque.
-Sabes, ella es asombrosamente astuta a veces.
-Gracias.
Ella comenzó a inclinar su peso en broma hacia su lado.
- Solo bromeaba.
- Seguro que lo hacías. Admítelo, tú estás de acuerdo con ella .
-Algunos días,- bromeó ella. -Después de todo, algunas veces sois un poco auto-absorventes.
- Claro, como si fuésemos los únicos.
____(tu) se detuvo un momento cuando se dio cuenta de lo cómoda que se sentía con él. Ella no había bromeado así en mucho tiempo. Y se sentía realmente bien. Relamiéndose los labios, ella clavó los ojos en sus manos unidas y se preguntó si Nicholas incluso se daba cuenta de lo que estaba haciendo.
El aliento de Nicholas se quedó atrapado en su garganta cuando vio la tierna mirada en la cara de ____(tu). Con lo oscuro que estaba el cuarto, él sabía que ella no podía verlo tan bien, pero él tenía una perfecta visión de su cara. Y era hermosa. Sus ojos azules estaban teñidos con círculos oscuros, pero de ningún modo substraían sus rasgos angelicales. Su largo cabello rubio era un completo desorden y todavía él no había visto nada tan sexy en su vida.
En ese instante, él supo que debería levantarse e ir a dormir a alguna otra parte, pero no quería dejarla. Ella había tenido razón, hablarle de su pesadilla le había hecho sentirse mejor. Mucho mejor. Las obsesivas imágenes se habían ido, reemplazaron por su indecisa sonrisa y su gentil y graciosa voz.
Y en el rincón más profundo de su mente estaba la pregunta de cómo habría sido su vida si Isabel hubiese sido un poco más parecida a ____(tu)…
Sin pensar, él ahuecó su cara en su mano y observó como ella cerraba sus ojos para saborear su contacto. Su piel lo fascinaba con su suavidad. Antes de que pudiese detenerse a sí mismo inclinó la cabeza y capturó sus labios con los de él. Su sabor invadía cada parte de su cuerpo. Su beso era tierno y precioso, y allí en la oscuridad hizo a un lado las sombras de su pasado y alivió el dolor que había vivido por mucho tiempo en su interior.
____(tu) suspiró mientras saboreaba a Nicholas. Sus bigotes le irritaban la piel y picaban sus labios, pero ella todavía no quería ceder esa boca. Había algo acerca de él que quería poseer. Algo que la hacía adicta de una manera que ella no creía posible.
Su corazón latió apresuradamente cuando él dejó sus labios para mordisquear su cuello. Los escalofríos se propagaron a través de ella. Sus colmillos mordieron amablemente su piel que había estado sensibilizada por su bigote. Ella envolvió los brazos alrededor de él, deleitándose en los firmes músculos y moldeándose bajo sus manos cuando él se movía. Era tan agradable no estar solo en la oscuridad. Era tan agradable tan solo el sujetar a alguien, pero especialmente a este hombre que la había protegido y confortado.
El deseo se propulsó en el interior de su cuerpo cuando lo trataba de alcanzar a é. Pero cuando cambió de posición, su pelo cayó en su cara.
Su nariz comenzó a arder inmediatamente al igual que sus ojos empezaron a llorar y ella aspiró. Solo para estornudar después.
Nicholas dejó escapar un irritado suspiro cuando se incorporó.
- ¿Eres realmente alérgica a mí, verdad?
Ella casi sorbió por la nariz.
-Sólo a tu pelo.
- Bien entonces. Lo rasuraré.
- No te atrevas…- ella se frenó a si misma y la intensidad acalorada de su voz.- Quiero decir…
Sus ojos brillaron con humor.
– Sé lo que quieres decir.
____(tu) inclinó la cabeza cuando su pelo se retiró inmediatamente hacia atrás recogiéndose en una cola de caballo sin que ninguno de ellos lo tocara.
- ¿Cómo has hecho eso?- preguntó temerosa.
Él le guiñó un ojo.
-Magia.
Y antes de que pudiese hablar otra vez, él regresó a sus labios para besar sus párpados. Su cuerpo ardió como él levantó la camiseta de ella y expuso su estómago. Él sumergió su cabeza para arañarle la piel suavemente con sus colmillos. Ella tembló y gimió ante la sensación de sus labios calientes en su fresca piel. Nada alguna vez se había sentido mejor.
Nicholas gruñó ante el sabor de ____(tu). Él quería bañarse en su perfume. Restregarse contar ella hasta que ella cubriese cada parte de él. Y cuando ella alcanzó a bajar entre ellos para ahuecarle en sus manos, él en realidad vio las estrellas.
Él se movió más allá arriba de su cuerpo para recapturar sus labios mientras ella lentamente le desabotonaba la bragueta para liberarle. Incapaz de aguantarlo, él cerró sus ojos e hizo desaparecer las ropas de sus cuerpos.
Una ligera, agradable sonrisa, llenó sus oídos.
- Sabes, ese pequeño talento podría arrastrarte en la mayoría de los estados.
- Si te gusta romper algunas esposas… yo no me siento inclinado a resistirme al arresto.
Ella se rió otra vez como ella abrigó su cuerpo alrededor del de él y luego lo hizo volverse sobre su espalda. Sus ojos oscuros y semi cerrados, sobrepasaron su estómago, luego se deslizaron junto con su cuerpo por el de él. Nicholas rechifló cuando el placer se desgarraba a través de él. Los cabellos del centro del cuerpo de ella hacían cosquillas en su estómago mientras ella se humedecía como una agradable promesa para él.
Su corazón latía a toda velocidad, él ahuecó sus senos en sus manos cuando ella se inclinó hacia adelante para delinear su mandíbula con la lengua.
____(tu) se deleitó en la sensación de la picazón de sus bigotes en sus labios. Una parte de ella estaba consternada de que ella se besuqueara con un tipo al que apenas conocía, y aún así ella sentía como si lo hubiese conocido una eternidad. Había algo acerca de él que la llamaba. Algo en su interior que quería solo estar con él… al menos en ese momento. No, estaba equivocada. Ella se sentía conectada a él. No era solo atracción. Era algo más.
Ella no sabía por qué tener relaciones sexuales con él parecía tan importante, pero era algo que tenía que hacer.
Él corrió sus manos calientes por su espalda antes de que la levantase muy ligeramente para acariciarla suavemente entre las piernas. ____(tu) gimió como ella lentamente montó sus dedos. Había pasado tanto tiempo desde que un hombre la había tocado así. Casi había olvidado simplemente lo bien que se sentía.
Queriendo saborear más de a él, ella arrastró sus labios de su mandíbula hasta su pecho a fin de que pudiese lamer su pezón. Ella se rió ligeramente cuando sintió como los escalofríos se extendían por su cuerpo.
Nicholas no podía pensar correctamente cuando ____(tu) se abría paso bajo su cuerpo. Su dulce boca obraba la mágia más asombrosa en él inflamando su propia mágia e incrementándola. El sexo siempre revigorizaba a los de su clase. Él observó como ella se movía hasta arrodillarse entre sus muslos. Él apartó el pelo de la cara de su cara solo para que ella le cogiese la mano y se la llevase a la boca.
Su cuerpo entero ardió cuando ella gentilmente le chupó los dedos. Y cuando se apartó, él en realidad quiso lloriquear hasta que ella tomó la punta de él en su boca.
Arqueando su espalda, él enterró la mano en su pelo mientras ella pasaba su lengua alrededor de él, tomando su pene aún más profundo en su boca. Algo dentro de él se hizo pedazos al verla saborearlo. Nunca había estado en su naturaleza el dejar que nadie se le acercara. Y aún así se encontró derritiéndose dulcemente por ella. Ella era el tipo de mujer por la que un hombre pelearía. De la clase que mantendría junto a él costase lo que costase.
Ese pensamiento le asustó. Él era un Dark-Hunter. Las mujeres eran una curiosidad pasajera para ellos. Una necesidad biológica. Pero cuando observaba a ____(tu), se dio cuenta de que no quería salir de su vida. Quería pasar más días con ellas así… preferiblemente sin gente tratando de matarlos. Sobre todo, quería llegar a saber todo de ella.
____(tu) se detuvo cuando atrapó la mirada velada de Nicholas. Había algo tan tierno en su expresión que realmente la dejaba sin aliento. Él se veía tan bien allí tendido en la cama, su postrado cuerpo simplemente esperando por ella.
Retrocediendo, ella ignoró su irritada nariz congestionada, y le dio un lago lametazo a desde la base de su pene hasta la punta, deleitándose con el sabor salobre de su cuerpo. Ella ardía por él. Él tiró de ella sobre su cuerpo a fin de que pudiera besarla.
Ella corrió sus manos sobre sus duros brazos, descubriendo cada hondura y curva de músculo. Incapaz de soportarlo más, sopesó su peso de modo que el centro de su cuerpo se apretaba contra la punta del de él. Retrocediendo en su beso, ella lentamente se deslizó poco a poco por la longitud de su eje hasta que él la empaló completamente.
Ella rechinó los dientes antes la increíble sensación de su dura longitud dentro de ella. Elevó su mirada para engancharla a la suya cuando se levantó y luego se deslizó de regreso para acogerle hasta la empuñadura.
Nicholas gruñó cuando el placer se desgarraba a través de él. Él levantó sus caderas, conduciéndose aun más profundamente en ella mientras ella lo montaba a un paso enfebrecido. Todo su cuerpo estaba ardiendo cuando ahuecó sus senos en sus manos.
____(tu) cubrió sus manos con las de ella cuando su placer la alcanzó. Nunca en su vida había sentido mejor a un hombre en su interior. Ella aligeró sus embestidas, queriendo notarle aun más profundo. Y entonces lo sintió… ese momento mágico cuando su mundo entero explotó en lazos de luminoso éxtasis.
Nicholas gruñó cuando sintió su orgasmo. Sus poderes de Were Hunter fueron disparados por eso, y cuando cobraron fuerza, su propio placer creció hasta que se unió a la liberación de ella.
Arrojando la cabeza hacia atrás, él gimió en voz alta. ____(tu) se derrumbó sobre él, cubriendo su cuerpo con el de ella mientras ambos luchaban por respirar.
Su cuerpo entero estaba cubierto por una fina película de sudor, él la abrazó, su corazón latiendo a toda velocidad, su magia chasqueando. La respiración de ella se derramaba sobre su piel en ligeros soplidos mientras él la sujetó y se maravillaba de la ternura que ella evocaba dentro de él.
-Eso fue asombroso- dijo él quedamente.
- No tienes ni idea – dijo ella mientras sus dedos jugaban con su pezón derecho.
-Oh, creo que sí- bromeó él, acariciándola con la nariz hasta que tuvo sus labios otra vez. El calor que sentía por ella lo deleitaba y le asustaba. No se suponía que él se sintiese así, y especialmente no hacia un Escudero. Se suponían que no se tendrían que tocar, y aún así él no era capaz de detenerse a si mismo.
Los ojos de ____(tu) se ampliaron cuando se dio cuenta que él ya se estaba poniendo otra vez duro. Retrocediendo, ella miró hacia abajo para ver que no se lo había imaginado.
Asombrada, ella encontró su diabólica sonrisa.
- Bienvenida al mundo de los Were-Hunters, pequeña. No somos iguales a los hombres humanos.
- No bromees…- antes de que pudiese moverse él se había sentado con ella en sus brazos.
-Ahora deja que te muestre como un gato ama a una mujer.
Ella se puso rígida instantáneamente.
- No me la brutalidad.
- Bien, a mi tampoco.
Él la puso de cara a la pared y colocó sus manos allí para soportar su peso cuando él se aproximó a sus muslos desde atrás. ____(tu) se volvió a mirarle sobre su hombro antes de que él apartase el pelo de su cuello y mordisqueara la piel allí. Los escalofríos estallaron sobre ella. ¿Qué pasaba con él que la hacía que ardiese por él?
Cuando él se presionó a sí mismo más cerca de ella, ella pudo sentir su anterior liberación comenzando a gotear fuera de ella. Hasta que él bajó su mano alrededor de su estómago para hallar su centro. Él amablemente separó sus pliegues hasta que la pudo acariciar.
____(tu) gimió cuando sus músculos se sacudieron con fuerza en respuesta a su cálido toque. Él se llevó un pellizco de su piel a los sus colmillos un instante antes de que se condujese profundamente al interior de ella otra vez.
Ella apretó sus manos en puños contra la pared cuando un placer inimaginable la llenó. Él se condujo tan profundo en su interior que ella juraría que en realidad tocaba su vientre. Sus dedos la acariciaban al tiempo de sus embestidas mientras su aliento caliente chamuscaba su cuello.
Nicholas cerró sus ojos cuando se movió incluso más rápido contra ella. Ésta era una posición que la mayor parte de su clase solo reservaba para el ritual de emparejamiento, y él nunca lo había usado con ninguna otra mujer antes. Él no estaba seguro por qué lo hacía ahora pero él quería saber aunque solo fuese una sola vez lo que era hacer el amor a una mujer de esa manera.
Y él no podía pensar en nadie mejor que ____(tu) para esa experiencia.
____(tu) se empujó fuera de la pared y se apoyó contra él mientras él continuaba introduciéndose a sí mismo a la fuerza en ella. Él se sentía tan increíblemente bien allí. Ella cayó hacia atrás en sus brazos de modo que ella podía llegar hasta su cabeza y hundir su mano en su sedoso pelo incluso aunque hiciese picar su piel. él movió sus labios a fin de que pudiese mordisquear el lóbulo de su oreja mientras ella le masajeaba el cuero cabelludo, y los escalofríos la consumían. Ningún hombre se había sentido mejor. Y su cuerpo se ponía más y más caliente.
Ella aferró su presa en su pelo un instante antes de que ella lloriquease de éxtasis. Él todavía mantenía su mano sepultada entre sus piernas, estrujando cada pequeño temblor de placer de su cuerpo hasta que ella cayó adelante y le suplicó misericordia.
Él movió sus manos y luego las colocó en sus caderas mientras aligeraba sus embates hasta que él, también, encontrase su liberación. Él se mantuvo profundamente dentro de ella mientras le acaricia con la nariz y lamía la carne de su espalda.
____(tu) tembló mientras Nicholas la sujetaba mientras estaba todavía dentro de ella. Sus cuerpos todavía unidos, él se la llevó con él de vuelta al colchón.
- Sabes,- dijo ella cuando lentamente flotaba de vuelta a su cuerpo. – A parte de las alergias, creo que podría acostumbrarme a ti siendo un gato.
Él se rió amablemente en su oreja antes de él meneara sus caderas contra las de ella. Ella gimió ante la sensación de él haciendo una equis en su profundo interior.
Entonces de repente la manta estaba otra vez sobre ellos.
- ¿Nicholas?
- ¿Sí?
- ¿Crees que alguna vez nuestras vidas volverán a la normalidad?
Nicholas guardó silencio mientras consideraba eso. El concepto de normalidad para él era de hecho ridículo. Pero él sabía que eso no era lo que ella le preguntaba.
Ella quería que ella le dijese que todo iría bien.
- Estoy seguro que recuperarás tu vida, ____(tu)-. Contestó Nicholas. El único problema era que él sabía que él, también, volvería a ser un Dark-Hunter, pero después de pasar ese día con ella, él no pensaba que su vida fuese a ser otra vez la misma. ¿Cómo podría?
Él había compartido cosas con ella que nunca había compartido con otro ser viviente. Más que eso, ella había tocado una parte de él que ni siquiera sabía que todavía tenía.
Pero también sabía que eso era el fin, él iba a tener que alejarse de ella. Eso era todo lo que él podía hacer. Él fue un Dark-Hunter y ella era humana.
Y esa realidad rompió que el corazón que él pensó que había muerto hacía más de trescientos años.
Cael se despertó sobresaltado como un sentido de presentimiento que lo aterrorizaba. Amaranda se dio vuelta en cama para quedar mirándole con una expresión de preocupación en su cara.
- ¿Estás bien, bebé?
Él no podía hablar mientras trataba de arrancar su sueño en su mente consciente. Uno de sus poderes como Dark-Hunter era el poder de precognición.
Todavía la visión se le escapaba completamente. Excepto por una cosa que él recordaba claramente.
La muerte de Amaranda.
Él la atrajo a sus brazos y la sujetó cuando el dolor le atormentaba. Él no podía perderla. No podía.
- ¿Cael? Empiezas a asustarme.
Todavía, él no podía hablar, no mientras él la veía muerta a sus pies. Y como en el pasado, el pensamiento de su muerte debilitaba sus poderes de Dark Hunter. Él podía sentirlos debilitándose, incluso cuando los extraía personalmente de ella.
- ¿Cael?
-Está bien, Randa – dijo él, finalmente. Pero en su interior no lo estaba. Él ya había perdido a todo el mundo que alguna vez había significado algo para él. Él no quería sentir otra vez esa pena.
¿Y aún así, qué elección tenía?
Ella iba a morir. Su tiempo juntos era tan finito que él ni siquiera podía dejarse a si mismo el pensar en ello.
Apretando sus brazos alrededor de ella, depositó un gentil beso en su mejilla.
- Vuelve a dormir, amor.
Él se apartó de ella a regañadientes.
Ella le miró ceñuda.
- ¿A dónde vas?
- Al cuarto de baño.
Cael tomó su plaid y lo envolvió alrededor de sus caderas antes de que abrir la puerta y atravesar el pasillo hacia el cuarto de baño.
Él sólo había dado algunos pasos cuando sintió un prenatural escalofrío bajando por su columna vertebral. Él se volvió al mismo tiempo que una puerta se abría a su derecha para mostrar a un hombre casi tan alto como él. Y aunque él hombre tenía el pelo negro, él exudaba la exencia y el aura de un Daimon.
Pero a diferencia de un Daimon, este hombre tenía remolineantes ojos de plata que Cael sólo había visto en un otro ser.
Acheron Parthenopaeus.
- ¿Quién eres?
El hombre sonrió para mostrarle un par de colmillos.
-Stryker.
- Tú no tienes cabida aquí.
Él arqueó una ceja ante lo que eso se refería.
- Yo pensaba, que como Daimon, tenía más derecho a estar aquí que un Dark Hunter. ¿Dime, por qué está el enemigo viviendo en paz en una comuna de Apolitas?
- Eso no es asunto tuyo.
- ¿No?
Cael permaneció ante el Daimon solo para que hubiese desaparecido. Dos latidos más tarde, apareció a espaldas de Cael.
- No soy tu enemigo, Cael.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Sé un montón de cosas acerca de tí, incluyendo tu matrimonio con Amaranda. Más que eso, sé a lo que más temes.
Él frunció sus labios ante el daimon.
- No sabes una mierda de mí.
- Oh no, eso no es cierto. ¿Pero dime algo? ¿Si yo te dijera que hay una manera de salvarla, la aceptarías?
El corazón de Cael dejó literalmente de palpitar.
- No dejaré que se convierta en Daimon.
- ¿Y si hay otra manera de salvarla?
¿Por qué le daba esperanzas?
- ¿Qué otra manera?
Stryker se movió hasta quedarse delante de él. Así de cerca Cael podía sentir el calor de su cuerpo.
- Únete a mi ejército, Cael, y te daré el secreto que necesitas para mantener a Amaranda viva como apolita después de su cumpleaños.
Él miró con sospecha a Stryker.
- ¿Qué ejército?
- Los Illuminati. Servimos a la diosa Apollymi, enemigo mortal de Artemisa y Acheron.
Cael se tensó ante esas palabras que le pedían que traicionase a las dos personas a quienes debía lealtad.
- Hice mi juramento a Artemisa. No me retractaré de ello. Nunca.
Stryker se desentendió de él.
- Una pena entonces. Espero que tu juramento te acompañe después de que tu bella esposa se desintegre en tus brazos.
Cael se tragó su aliento cuando el ___(d)ño regresó con la claridad del cristal y otra vez él sintió menguar sus poderes.
Stryker le entregó un pequeño medallón.
- Piensa en mi oferta, Dark Hunter, y si cambias de idea…
- No lo haré.
Stryker le dio una mala sonrisa.
- Como ya dije, si cambias de idea, usa el medallón para llamarme.
Cael no se movió cuando el daimon convocó un bolt-hole y se marchó por él. Él bajó la mirada al medallón de oro que tenía un dragón volando en el centro de un sol en llamas. Era el signo universal de los antiguos Spathis.
¿Hablaba en serio ese Daimon? ¿Podría haber una forma de salvar la vida de Amaranda?
Él está mintiendo Cael. No seas tonto.
¿Pero y si no lo hacía?
Cerrando con fuerza su puño sobre el medallón, Cael fue al cuarto de baño, después regresó a su dormitorio. Él se quedó observando la cama, clavando los ojos en Amaranda, quien se había vuelto a dormir. Su largo cabello rubio estaba extendido en abanico a su alrededor mientras tendía de lado completamente desnuda.
Él extendió una mano y tocó su suave brazo. Ella significaba el mundo para él. Antes de que la hubiese conocido, no había sido más que una concha vacía que había sido incapaz de sentir cualquier cosa en absoluto. Ella le había enseñado a reírse otra vez. A respirar. Él le debía todo a ella y el pensamiento de vivir aun un minuto sin ella lo laceraba de dolor.
Él puso el medallón en el tocador, después se deshizo de su plaid y se unió a ella en la cama. Si estuviera despierta, ella estaría enojada con él por pensar siquiera en romper su juramento.
Disfrutemos lo que tenemos y agradezcámoslo por eso, Cael. No desees más de lo que los Destinos han decretado para nosotros.
Su compasión y su fuerza estaban sólo una parte de por qué el la amaba tanto.
Y por eso no quería perderla.
Tragando el nudo que se le había formado en la garganta, él jaló de su cuerpo caliente contra el suyo.
Y cuando cerró los ojos, el habría podido jurar que oyó la voz de Stryker en su cabeza.
Una palabra sola, Cael, y nunca tendrás que perderla. Solo una.
Cael susurró una plegaria pidiendo fuerza y coraje. Pero al final, su poder de visionar el futuro fue lo que le asustó. Porque en su corazón, él sabía la verdad.
Él haría cualquier cosa para conservar a la mujer que tenía a su lado. La única pregunta era qué le pediría exactamente Stryker por salvar la vida de su esposa.
____(tu) se despertó repentinamente. Al principio ella no podía decir que era lo que la había molestado. Pero cuando recordó dónde estaba, se dio cuenta de que Nicholas se movía inquieto mientras dormía. Ella comenzó a desentenderse del asunto y volver a dormir, pero algo en la manera en que él se movía le recordó a alguien atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar.
- ¿Nicholas?- lo sacudió suavemente.
Antes de que ella pudiese parpadear, él la agarró con fuerza y la volteó sobre él, hasta tenerla de espaldas. Su respiración era rasgada cuando él emitió un sonoro gruñido tan fiero que ella mitad esperaba que él le desgarrase la garganta.
- ¡Nicholas! – gritó ella, asustada de que la pudiese lastimar antes de que recuperase todo el sentido.
Él se congeló durante unos diez segundos antes de tocarla con suavidad. Él sumergió su cabeza para inspirar profundamente su pelo como si saborease su perfume.
- ¿____(tu)?
- Sí.
Él se echó hacia atrás y corrió sus manos sobre ella como asegurándose de que él no le había roto nada.
- ¿No te lastimé, verdad?
- No.- susurró ella, tratando de ignorar simplemente que tan bien se sentían sus manos vagando por su cuerpo.- ¿Tú estás bien?
- Sí-. Él se levantó del colchón y se movió hacia la puerta.
Ella no podía realmente verle hasta que él abrió la puerta y la luz de fuera iluminó su postura. Él se había quitado la camisa y no llevaba más nada que unos pantalones vaqueros negros cuando cruzó el vestíbulo hasta el cuarto de baño.
____(tu) no se movió mientras esperaba su regreso. Cuando volvió a la cama, su pelo estaba húmedo como si se hubiese lavado la cara y luego hubiese pasado sus manos a través de él. Él se pasó el dorso de su mano sobre la cara antes de que cerrase la puerta y se reuniera con ella en la cama.
Él le dio la espalda como si nada hubiese sucedido. Pero incluso así ella podía sentir su desasosiego. Había un aura de profunda tristeza y alguna otra cosa que ella realmente no podía situar. Sus acciones le recordaban a un rudo chiquillo que miraba el mundo a través de unos ojos hambrientos. Uno que no quería nada más que la bondad y que todavía cada vez que alguien intentaba ofrecérsela, él la rechazaba antes de que tuviesen la oportunidad de herirlo otra vez.
Allí en la oscuridad, el dolor de Nicholas la alcanzó e hizo que quisiese consolarlo.
- ¿Quieres hablar de ello?
Nicholas seguía allí tendido con la visión de la pesadilla todavía atormentándolo. Él realmente odiaba dormir. Era la única vez que él era verdaderamente vulnerable. Despierto, él podía controlar sus pensamientos y sus emociones. Pero tan pronto como se dormía, todas las cosas que él quería olvidar regresaban a él con cruel claridad. Si pudiese, expulsaría esos recuerdos de él completamente.
Pero eran sus recuerdos y sus sentimientos. Dos cosas que a él no le gustaba compartir con nadie.
-No realmente.
Él podría sentir la decepción de ____(tu). Pero lo que lo confundía era su gentil bondad que era una total incógnita para él. No entendía por que era tan importante para ella intentar apaciguar su desasosiego.
Ella se dio la vuelta en el colchón de modo que quedó de cara a su espalda. Cuando habló, su tono era bajo y reconfortante.
- Sabes, cuando era una niñita, solía tener esos horribles sueños acerca de…- ella vaciló como si considerara el siquiera continuar. Con una suave risa, ella admitió su pesadilla.- Bien, de acuerdo, las muñecas de mi madre cobraban vida mientras yo dormía. Era un poco estúpido, pero solía asustarme muchísimo.
Nicholas dejó escapar un cansado suspiro incluso aunque él apreciaba lo que estaba intentando hacer.
- Te lo aseguro, no estaba soñando con muñecas, ____(tu).
- Lo sé. Pero cada vez que me despertaba de mi pesadilla, mi madre siempre me hacía contarle lo que había soñado – no importa cuan estúpido pareciera. Ella dijo que cuando hablas de ello, lo sacas de tu mente a fin de que puedas soñar con cosas agradables en vez de eso.
- No quiero hablar de ello.
Pero entonces él sintió su mano en su pelo, acariciándole suavemente.
- De acuerdo.
Nicholas cerró sus ojos cuando una extraña emoción lo traspasó. No podía recordar la última vez que alguien le había ofrecido consuelo. La última vez una mujer lo había tocado de esa manera. Ella movió su mano más bajo, sobre su hombro y de ahí a su brazo, dónde ella suavemente le acarició el bíceps. Su contacto…no, su bondad lo chamuscaba con calor.
____(tu) no dijo una sola palabra cuando le acarició la espalda. Ella meramente yació allí, confortándole, haciendo deslizar su mano a lo largo de su piel. Recordándole que no estaba solo en la oscuridad. Recordándole que estaba bien ser humano. Él no sintió que lo juzgara. Ella no no pensaba que era débil o ineficaz.
Y antes de que se percatase de lo que estaba haciendo, le estaba hablando de su pesadilla.
- Es siempre el mismo recuerdo…- susurró él. - Conocía a Isabeau en el lago dónde la ví por primera vez. Ella era la hija de un comerciante en el pueblo que no estaba muy distante del nuestro. Ella y un grupito de sus amigos habían estado merendando en el campo cuando mis hermanos y yo estábamos de paso. Nos habían llamado por gestos, y Dorian se había dirigido hacia ellos.
Nicholas todavía podía ver ese día tan claramente en su mente. Había sido un día perfecto y cálido día de primavera. Lo tres habían ido al pueblo a por suministros y estaban de camino a casa. Él y Dorian iban a caballo mientras que Phoenix conducía la carreta.
Las mujeres habían estado riéndose y bebiendo vino…mucho vino. Antes de que Nicholas y sus hermanos hubiesen pasado, las mujeres habían estado bañándose en el lago. Después habían trepado para tomar el sol sobre los bancos. Medio vestidas en empapadas chemises que caían de sus hombros desnudos exponiendo sus mejores atributos y mareadas de sus juegos, las mujeres realmente les habían abucheado a él y a sus hermanos.
Pero él omitió esos detalles de su historia cuando se la contó a ____(tu).
- Desde que el Phoenix tenía compañera, él había seguido adelante mientras Dorian y yo nos uníamos a las mujeres. Nos ofrecieron comida y vino.- y otras cosas que era mejor no mencionar, pensó Nicholas. - No sé por qué, pero me sentí instantáneamente atraído por Isabeau. Había algo en ella que parecía más vivaz que el resto de sus compañeras.
____(tu) sintió una inexplicable puñalada de celos ante sus palabras. A ella no le gustaba la idea de él haciendo cabriolas con otra mujer. Pero ella se mantuvo callada mientras seguía hablanco.
- Después de que empezara a hacerse tarde, las mujeres empacaron todo para volver a casa. Así que Isabeau y yo hicimos planes para reencontrarnos en pocos días. A solas.
- Y lo hicisteis.
-Sí, y ella no era virgen-. Él se rió brevemente, con amargura. -Ella era una mujer con un fuerte apetito y yo no puse objeciones a ser su plato principal.
____(tu) tuvo que forzarse a ella misma a no tirar bruscamente de su pelo ante lo que a eso se refería. Bastardo.
Pero entonces él había pagado con creces por su alianza con esa pequeña fulana. Eso era algo que ____(tu) no desearía ni a su peor enemigo.
Nicholas aspiró profundamente antes de que él continuase.
-Una cosa llevó a otra y lo siguiente que supe es que nos estábamos viendo con frecuencia.
Ella frunció el ceño ante sus palabras.
- ¿No temías dejarla embarazada?
- No. Lo Weres no podemos tener hijos con alguien que no sea nuestra compañera. Desde que no estábamos emparejados, no había posibilidad de ello.
____(tu) le concedería ese punto, pero el embarazo no era la única cosa por la que estar preocupado.
- No quiero ser grosera pero, ¿Qué hay de las enfermedades de transmisión sexual? Dado lo rápido que se lanzó a tus brazos, ¿No te asustó la posibilidad de que ella te dejase algún regalito?
Él bufó.
- No. Otra vez, mi gente no pueden tener esas enfermedades. Nuestra magia nos mantiene inmunes del resto. Las únicas enfermedades humanas que compartimos son el cáncer y los resfriados comunes.
Que afortunado. ____(tu) tuvo que refrenar el sarcástico comentario. Ella no quería que él se alejase mientras le contaba su historia.
- Así que, ¿Cuánto tiempo estuvisteis viéndoos?
- Aproximadamente cuatro meses. Y al cabo de un rato, ya me había aburrido de ella. Ella insistía en decirme que me casara con ella y yo me mantenía alejándola.
- ¿Por qué ella no era tu compañera?
- Exactamente. No había razón para meterla en mi mundo cuando ella realmente no podría ser parte de él. Y yo no quería atarme a alguien que no fuese mi compañera. Solía tener la estúpida idea de que un día tendría una compañera, niños y viviría feliz desde entonces.
El corazón de ____(tu) se sacudió con fuerza ante el daño que hacían esas palabras.
- No es una idea tan estúpida, Nicholas. Sabes, un montón de personas tienen esa mismo pensamiento.
- Ya,- dijo él en un tono que decía que pensaba que esas personas eran tontas. - De cualquier manera, cuando la marca finalmente apareció en nuestras manos, pensé que era demasiado bueno para ser verdad. Ella me había estado diciendo durante meses que me amaba. No estaba seguro de si la amé o no, pero disfrutaba de su compañía así que me declaré tan pronto como ví la marca. Isabeau se asustó, por supuesto. Ella pensó que era la marca del diablo y yo traté de decirle que no se preocupara, pero ella se fue corriendo antes de que le pudiese explicar.
- ¿Fuiste tras ella?
-No,- dijo él para su sorpresa. - Algo en mi interior me decía que la dejase sola… ella había estado realmente histérica antes de que saliera corriendo. Así es que fui a casa y esa noche mi madre vio la marca en mi palma y me preguntó acerca de ella. Le dije la verdad y traté de hacerla entender cuan perturbada se había sentido Isabeau. Ella me aseguró que Isabeau solo había sido cogida por sorpresa. Y que yo le debía a ambos, a ella y a mí, que le contase la verdad de quién era yo y lo que éramos. Ella estaba segura de que una mujer que me amara aceptaría la verdad de eso y se aliaría con nosotros.
Él rodó sobre su espalda hasta quedarse con la vista pegada en el techo. Ella podía sentir la culpa y la rabia dentro de él, extendiéndose hasta tocar el corazón de ella.
- No tienes idea de cuando deseé poder regresar en el tiempo y cambiar aquella noche. Eso fue probablemente por que Artemisa me quitó la habilidad de viajar en el tiempo. Dios sabe, que esto me remuerde constantemente y estoy seguro que de poder, regresaría y haría algo estúpido.
Acarició su brazo apaciguadoramente.
- ¿Eso es lo que sueñas?
Él volvió su cabeza para encontrar su mirada fija.
- En parte. Siempre veo a mi madre cuando me instó a ir a Isabeau y traerla de regreso a nuestro pueblo, y entonces salta a la noche en que me convertí en un Dark-Hunter. Sigo viendo la cara aterrada de Isabeau en mi mente cuando maté a su padre mientras ella gritaba y se acurrucaba acobardada en una esquina.
Ella dudó en hacer la siguiente pregunta, pero ella quería saber la respuesta.
- ¿Mataste a Isabeau, también?
-Sí.
____(tu) retrocedió ante eso con el corazón martilleándole. Ella había visto a Nicholas en acción, pero aun así él no pensó en que pudiese ser así de frío.
Él se sobresaltó como todavía pudiese ver su pasado.
- Mientras su padre moría, Isabeau encontró algún coraje. Agarró una pequeña espada de la pared y se lanzó contra mí con ella. No iba armado así que traté de esquivar su balanceo, pero ella me golpeó en el brazo con la hoja. Actuando por instinto, la alejé de mí de un golpe y acuné mi brazo. Ella tropezó de vuelta con la chimenea y dejó caer la espada cuando la cola de su vestido prendió fuego. Traté de alcanzarla para ayudarla, pero ella me mordió y salió corriendo en busca de la puerta mientras el fuego se propagaba por la espalda de su traje. Cuando corrí tras ella, más hombres se interpusieron entre nosotros y me atacaron. Para cuando los había matado, era muy tarde para Isabeau. La encontré tendida en un montón no lejos de la casa. Cuando le dí la vuelta, me dí cuenta de que ella estaba todavía viva. Sus ojos llamearon cuando me vió, después me escupió en la cara y murió en mis brazos. No puedo sacar la imagen de su cara quemada de mis sueños. El odio en sus ojos cuando me escupió. Sigo pensando que de alguna manera tenía que haber sabido que eso iba a pasar. Que pude haber hecho algo para salvarlos a todos.
- No fue culpa tuya, Isabeau era estúpida.
- No,- dijo él, sus ojos oscuros ardiendo en los de ella. - Ella era simplemente una mujer de su tiempo quién estaba convencida de que yo era el diablo y que venía a robar su alma. Nunca debí haberla tocado.
-Pero entonces no habrías encontrado a tu compañera.
- Si, ¿Y qué bien me hizo encontrarla?
Él tenía razón. Suspirando, ____(tu) apretó su mano en la de ella.
- Lo siento, Nicholas. Todo el mundo merece tener a alguien que lo ame.
Por su cara ella podía decir que él no estaba de acuerdo con eso. En lugar de odiar a Isabeau por su ignorancia y estupidez, era obvio que se odiaba a si mismo por meterla en todo ese lío. Cómo deseaba que ella pudiese aliviar esa culpabilidad suya. Pero no había nada que ella pudiese hacer. Él tendría que aprender a perdonarse a sí mismo algún día.
- ¿Qué hay acerca de ti?- le preguntó él en voz baja mientras jugaba con sus dedos.
- ¿Qué hay acerca de mí?
- ¿Amaste a alguien alguna vez?
____(tu) se mordió el labio cuando su propia pena y tristeza la alcanzaron.
- No. No realmente -. Y no era por falta de intentarlo por su parte. Ella solo parecía no poder encontrar a alguien en sintonía con ella. Alguien que la hiciese reír… alguien con quien hacerse vieja. - Al menos no como tú lees en los libros o ves en las películas. Siempre me he preguntado que sería ser barrida de mis pies por algún desconocido sexualmente atractivo. Tener esa persona sin al que no puedo imaginar vivir y hacer mía-. Ella suspiró tristemente cuando una imagen de eso pasó por su mente. Oh, que no daría ella por tener ese sentimiento solo una vez en su vida.
- Sí, es una estupidez.
-No,- dijo ella en serio. - Eso existe. Lo vi con Jimmy y Angie. Ellos estaban tan enamorados que había veces que tenía que salir del cuarto para alejarme de lo celosa que me sentía. No era que envidiase su felicidad, era solo difícil verlos tan felices mientras no tenía a nadie en mi vida.
____(tu) sintió una amarga sonrisa jugando en la comisura de sus labios. –
- Cuando era pequeña, recuerdo haber ido a ver Urban Cowboy con mi madre. ¿Recuerdas la escena final cuando John Travolta golpeó al tipo malo por lastimar a Debra Winger y luego la llevó afuera? Siempre me pregunté que debería sentirse.
Sus callosos dedos continuaron jugando con los de ellas.
- Bueno, considerando el hecho de que él no se la lleva al final, eso sería difícil.
____(tu) se quedó atónita ante sus palabras.
- ¿Qué?
- Ella consigue que la lleven en brazos al final de Oficial y Caballero. No Urban Cowboy. Bud y Sissy salen andando del brazo al final de esa.
-Oh-. ____(tu) frunció el ceño mientras pensaba en ello. Él realmente tenía razón y ella estaba asombrada de que lo supiese. Ella empezó a darle una mirada fija que regaña. – Por cierto, encuentro fascinante que sepas eso.
Su sonrisa abierta fue taimada cuando se llevó la mano de ella a su pecho mientras su pulgar acariciaba su palma y enviaba pequeñas ondas de placer a través de ella.
- No lo hagas. Recuerda que vivo con una chica que recientemente ha entrado en la pubertad. Erika ve esas películas repetidas veces y luego llora y continúa durante horas aproximadamente acerca de que los hombres así no existen y que sonos todos unos cerdos insensibles que deberíamos ser castrados.
____(tu) se rió. Ella ya podía ver a Erika aburriendo al pobre Nicholas, quien más probablemente se vería completamente perplejo por el ataque.
-Sabes, ella es asombrosamente astuta a veces.
-Gracias.
Ella comenzó a inclinar su peso en broma hacia su lado.
- Solo bromeaba.
- Seguro que lo hacías. Admítelo, tú estás de acuerdo con ella .
-Algunos días,- bromeó ella. -Después de todo, algunas veces sois un poco auto-absorventes.
- Claro, como si fuésemos los únicos.
____(tu) se detuvo un momento cuando se dio cuenta de lo cómoda que se sentía con él. Ella no había bromeado así en mucho tiempo. Y se sentía realmente bien. Relamiéndose los labios, ella clavó los ojos en sus manos unidas y se preguntó si Nicholas incluso se daba cuenta de lo que estaba haciendo.
El aliento de Nicholas se quedó atrapado en su garganta cuando vio la tierna mirada en la cara de ____(tu). Con lo oscuro que estaba el cuarto, él sabía que ella no podía verlo tan bien, pero él tenía una perfecta visión de su cara. Y era hermosa. Sus ojos azules estaban teñidos con círculos oscuros, pero de ningún modo substraían sus rasgos angelicales. Su largo cabello rubio era un completo desorden y todavía él no había visto nada tan sexy en su vida.
En ese instante, él supo que debería levantarse e ir a dormir a alguna otra parte, pero no quería dejarla. Ella había tenido razón, hablarle de su pesadilla le había hecho sentirse mejor. Mucho mejor. Las obsesivas imágenes se habían ido, reemplazaron por su indecisa sonrisa y su gentil y graciosa voz.
Y en el rincón más profundo de su mente estaba la pregunta de cómo habría sido su vida si Isabel hubiese sido un poco más parecida a ____(tu)…
Sin pensar, él ahuecó su cara en su mano y observó como ella cerraba sus ojos para saborear su contacto. Su piel lo fascinaba con su suavidad. Antes de que pudiese detenerse a sí mismo inclinó la cabeza y capturó sus labios con los de él. Su sabor invadía cada parte de su cuerpo. Su beso era tierno y precioso, y allí en la oscuridad hizo a un lado las sombras de su pasado y alivió el dolor que había vivido por mucho tiempo en su interior.
____(tu) suspiró mientras saboreaba a Nicholas. Sus bigotes le irritaban la piel y picaban sus labios, pero ella todavía no quería ceder esa boca. Había algo acerca de él que quería poseer. Algo que la hacía adicta de una manera que ella no creía posible.
Su corazón latió apresuradamente cuando él dejó sus labios para mordisquear su cuello. Los escalofríos se propagaron a través de ella. Sus colmillos mordieron amablemente su piel que había estado sensibilizada por su bigote. Ella envolvió los brazos alrededor de él, deleitándose en los firmes músculos y moldeándose bajo sus manos cuando él se movía. Era tan agradable no estar solo en la oscuridad. Era tan agradable tan solo el sujetar a alguien, pero especialmente a este hombre que la había protegido y confortado.
El deseo se propulsó en el interior de su cuerpo cuando lo trataba de alcanzar a é. Pero cuando cambió de posición, su pelo cayó en su cara.
Su nariz comenzó a arder inmediatamente al igual que sus ojos empezaron a llorar y ella aspiró. Solo para estornudar después.
Nicholas dejó escapar un irritado suspiro cuando se incorporó.
- ¿Eres realmente alérgica a mí, verdad?
Ella casi sorbió por la nariz.
-Sólo a tu pelo.
- Bien entonces. Lo rasuraré.
- No te atrevas…- ella se frenó a si misma y la intensidad acalorada de su voz.- Quiero decir…
Sus ojos brillaron con humor.
– Sé lo que quieres decir.
____(tu) inclinó la cabeza cuando su pelo se retiró inmediatamente hacia atrás recogiéndose en una cola de caballo sin que ninguno de ellos lo tocara.
- ¿Cómo has hecho eso?- preguntó temerosa.
Él le guiñó un ojo.
-Magia.
Y antes de que pudiese hablar otra vez, él regresó a sus labios para besar sus párpados. Su cuerpo ardió como él levantó la camiseta de ella y expuso su estómago. Él sumergió su cabeza para arañarle la piel suavemente con sus colmillos. Ella tembló y gimió ante la sensación de sus labios calientes en su fresca piel. Nada alguna vez se había sentido mejor.
Nicholas gruñó ante el sabor de ____(tu). Él quería bañarse en su perfume. Restregarse contar ella hasta que ella cubriese cada parte de él. Y cuando ella alcanzó a bajar entre ellos para ahuecarle en sus manos, él en realidad vio las estrellas.
Él se movió más allá arriba de su cuerpo para recapturar sus labios mientras ella lentamente le desabotonaba la bragueta para liberarle. Incapaz de aguantarlo, él cerró sus ojos e hizo desaparecer las ropas de sus cuerpos.
Una ligera, agradable sonrisa, llenó sus oídos.
- Sabes, ese pequeño talento podría arrastrarte en la mayoría de los estados.
- Si te gusta romper algunas esposas… yo no me siento inclinado a resistirme al arresto.
Ella se rió otra vez como ella abrigó su cuerpo alrededor del de él y luego lo hizo volverse sobre su espalda. Sus ojos oscuros y semi cerrados, sobrepasaron su estómago, luego se deslizaron junto con su cuerpo por el de él. Nicholas rechifló cuando el placer se desgarraba a través de él. Los cabellos del centro del cuerpo de ella hacían cosquillas en su estómago mientras ella se humedecía como una agradable promesa para él.
Su corazón latía a toda velocidad, él ahuecó sus senos en sus manos cuando ella se inclinó hacia adelante para delinear su mandíbula con la lengua.
____(tu) se deleitó en la sensación de la picazón de sus bigotes en sus labios. Una parte de ella estaba consternada de que ella se besuqueara con un tipo al que apenas conocía, y aún así ella sentía como si lo hubiese conocido una eternidad. Había algo acerca de él que la llamaba. Algo en su interior que quería solo estar con él… al menos en ese momento. No, estaba equivocada. Ella se sentía conectada a él. No era solo atracción. Era algo más.
Ella no sabía por qué tener relaciones sexuales con él parecía tan importante, pero era algo que tenía que hacer.
Él corrió sus manos calientes por su espalda antes de que la levantase muy ligeramente para acariciarla suavemente entre las piernas. ____(tu) gimió como ella lentamente montó sus dedos. Había pasado tanto tiempo desde que un hombre la había tocado así. Casi había olvidado simplemente lo bien que se sentía.
Queriendo saborear más de a él, ella arrastró sus labios de su mandíbula hasta su pecho a fin de que pudiese lamer su pezón. Ella se rió ligeramente cuando sintió como los escalofríos se extendían por su cuerpo.
Nicholas no podía pensar correctamente cuando ____(tu) se abría paso bajo su cuerpo. Su dulce boca obraba la mágia más asombrosa en él inflamando su propia mágia e incrementándola. El sexo siempre revigorizaba a los de su clase. Él observó como ella se movía hasta arrodillarse entre sus muslos. Él apartó el pelo de la cara de su cara solo para que ella le cogiese la mano y se la llevase a la boca.
Su cuerpo entero ardió cuando ella gentilmente le chupó los dedos. Y cuando se apartó, él en realidad quiso lloriquear hasta que ella tomó la punta de él en su boca.
Arqueando su espalda, él enterró la mano en su pelo mientras ella pasaba su lengua alrededor de él, tomando su pene aún más profundo en su boca. Algo dentro de él se hizo pedazos al verla saborearlo. Nunca había estado en su naturaleza el dejar que nadie se le acercara. Y aún así se encontró derritiéndose dulcemente por ella. Ella era el tipo de mujer por la que un hombre pelearía. De la clase que mantendría junto a él costase lo que costase.
Ese pensamiento le asustó. Él era un Dark-Hunter. Las mujeres eran una curiosidad pasajera para ellos. Una necesidad biológica. Pero cuando observaba a ____(tu), se dio cuenta de que no quería salir de su vida. Quería pasar más días con ellas así… preferiblemente sin gente tratando de matarlos. Sobre todo, quería llegar a saber todo de ella.
____(tu) se detuvo cuando atrapó la mirada velada de Nicholas. Había algo tan tierno en su expresión que realmente la dejaba sin aliento. Él se veía tan bien allí tendido en la cama, su postrado cuerpo simplemente esperando por ella.
Retrocediendo, ella ignoró su irritada nariz congestionada, y le dio un lago lametazo a desde la base de su pene hasta la punta, deleitándose con el sabor salobre de su cuerpo. Ella ardía por él. Él tiró de ella sobre su cuerpo a fin de que pudiera besarla.
Ella corrió sus manos sobre sus duros brazos, descubriendo cada hondura y curva de músculo. Incapaz de soportarlo más, sopesó su peso de modo que el centro de su cuerpo se apretaba contra la punta del de él. Retrocediendo en su beso, ella lentamente se deslizó poco a poco por la longitud de su eje hasta que él la empaló completamente.
Ella rechinó los dientes antes la increíble sensación de su dura longitud dentro de ella. Elevó su mirada para engancharla a la suya cuando se levantó y luego se deslizó de regreso para acogerle hasta la empuñadura.
Nicholas gruñó cuando el placer se desgarraba a través de él. Él levantó sus caderas, conduciéndose aun más profundamente en ella mientras ella lo montaba a un paso enfebrecido. Todo su cuerpo estaba ardiendo cuando ahuecó sus senos en sus manos.
____(tu) cubrió sus manos con las de ella cuando su placer la alcanzó. Nunca en su vida había sentido mejor a un hombre en su interior. Ella aligeró sus embestidas, queriendo notarle aun más profundo. Y entonces lo sintió… ese momento mágico cuando su mundo entero explotó en lazos de luminoso éxtasis.
Nicholas gruñó cuando sintió su orgasmo. Sus poderes de Were Hunter fueron disparados por eso, y cuando cobraron fuerza, su propio placer creció hasta que se unió a la liberación de ella.
Arrojando la cabeza hacia atrás, él gimió en voz alta. ____(tu) se derrumbó sobre él, cubriendo su cuerpo con el de ella mientras ambos luchaban por respirar.
Su cuerpo entero estaba cubierto por una fina película de sudor, él la abrazó, su corazón latiendo a toda velocidad, su magia chasqueando. La respiración de ella se derramaba sobre su piel en ligeros soplidos mientras él la sujetó y se maravillaba de la ternura que ella evocaba dentro de él.
-Eso fue asombroso- dijo él quedamente.
- No tienes ni idea – dijo ella mientras sus dedos jugaban con su pezón derecho.
-Oh, creo que sí- bromeó él, acariciándola con la nariz hasta que tuvo sus labios otra vez. El calor que sentía por ella lo deleitaba y le asustaba. No se suponía que él se sintiese así, y especialmente no hacia un Escudero. Se suponían que no se tendrían que tocar, y aún así él no era capaz de detenerse a si mismo.
Los ojos de ____(tu) se ampliaron cuando se dio cuenta que él ya se estaba poniendo otra vez duro. Retrocediendo, ella miró hacia abajo para ver que no se lo había imaginado.
Asombrada, ella encontró su diabólica sonrisa.
- Bienvenida al mundo de los Were-Hunters, pequeña. No somos iguales a los hombres humanos.
- No bromees…- antes de que pudiese moverse él se había sentado con ella en sus brazos.
-Ahora deja que te muestre como un gato ama a una mujer.
Ella se puso rígida instantáneamente.
- No me la brutalidad.
- Bien, a mi tampoco.
Él la puso de cara a la pared y colocó sus manos allí para soportar su peso cuando él se aproximó a sus muslos desde atrás. ____(tu) se volvió a mirarle sobre su hombro antes de que él apartase el pelo de su cuello y mordisqueara la piel allí. Los escalofríos estallaron sobre ella. ¿Qué pasaba con él que la hacía que ardiese por él?
Cuando él se presionó a sí mismo más cerca de ella, ella pudo sentir su anterior liberación comenzando a gotear fuera de ella. Hasta que él bajó su mano alrededor de su estómago para hallar su centro. Él amablemente separó sus pliegues hasta que la pudo acariciar.
____(tu) gimió cuando sus músculos se sacudieron con fuerza en respuesta a su cálido toque. Él se llevó un pellizco de su piel a los sus colmillos un instante antes de que se condujese profundamente al interior de ella otra vez.
Ella apretó sus manos en puños contra la pared cuando un placer inimaginable la llenó. Él se condujo tan profundo en su interior que ella juraría que en realidad tocaba su vientre. Sus dedos la acariciaban al tiempo de sus embestidas mientras su aliento caliente chamuscaba su cuello.
Nicholas cerró sus ojos cuando se movió incluso más rápido contra ella. Ésta era una posición que la mayor parte de su clase solo reservaba para el ritual de emparejamiento, y él nunca lo había usado con ninguna otra mujer antes. Él no estaba seguro por qué lo hacía ahora pero él quería saber aunque solo fuese una sola vez lo que era hacer el amor a una mujer de esa manera.
Y él no podía pensar en nadie mejor que ____(tu) para esa experiencia.
____(tu) se empujó fuera de la pared y se apoyó contra él mientras él continuaba introduciéndose a sí mismo a la fuerza en ella. Él se sentía tan increíblemente bien allí. Ella cayó hacia atrás en sus brazos de modo que ella podía llegar hasta su cabeza y hundir su mano en su sedoso pelo incluso aunque hiciese picar su piel. él movió sus labios a fin de que pudiese mordisquear el lóbulo de su oreja mientras ella le masajeaba el cuero cabelludo, y los escalofríos la consumían. Ningún hombre se había sentido mejor. Y su cuerpo se ponía más y más caliente.
Ella aferró su presa en su pelo un instante antes de que ella lloriquease de éxtasis. Él todavía mantenía su mano sepultada entre sus piernas, estrujando cada pequeño temblor de placer de su cuerpo hasta que ella cayó adelante y le suplicó misericordia.
Él movió sus manos y luego las colocó en sus caderas mientras aligeraba sus embates hasta que él, también, encontrase su liberación. Él se mantuvo profundamente dentro de ella mientras le acaricia con la nariz y lamía la carne de su espalda.
____(tu) tembló mientras Nicholas la sujetaba mientras estaba todavía dentro de ella. Sus cuerpos todavía unidos, él se la llevó con él de vuelta al colchón.
- Sabes,- dijo ella cuando lentamente flotaba de vuelta a su cuerpo. – A parte de las alergias, creo que podría acostumbrarme a ti siendo un gato.
Él se rió amablemente en su oreja antes de él meneara sus caderas contra las de ella. Ella gimió ante la sensación de él haciendo una equis en su profundo interior.
Entonces de repente la manta estaba otra vez sobre ellos.
- ¿Nicholas?
- ¿Sí?
- ¿Crees que alguna vez nuestras vidas volverán a la normalidad?
Nicholas guardó silencio mientras consideraba eso. El concepto de normalidad para él era de hecho ridículo. Pero él sabía que eso no era lo que ella le preguntaba.
Ella quería que ella le dijese que todo iría bien.
- Estoy seguro que recuperarás tu vida, ____(tu)-. Contestó Nicholas. El único problema era que él sabía que él, también, volvería a ser un Dark-Hunter, pero después de pasar ese día con ella, él no pensaba que su vida fuese a ser otra vez la misma. ¿Cómo podría?
Él había compartido cosas con ella que nunca había compartido con otro ser viviente. Más que eso, ella había tocado una parte de él que ni siquiera sabía que todavía tenía.
Pero también sabía que eso era el fin, él iba a tener que alejarse de ella. Eso era todo lo que él podía hacer. Él fue un Dark-Hunter y ella era humana.
Y esa realidad rompió que el corazón que él pensó que había muerto hacía más de trescientos años.
Cael se despertó sobresaltado como un sentido de presentimiento que lo aterrorizaba. Amaranda se dio vuelta en cama para quedar mirándole con una expresión de preocupación en su cara.
- ¿Estás bien, bebé?
Él no podía hablar mientras trataba de arrancar su sueño en su mente consciente. Uno de sus poderes como Dark-Hunter era el poder de precognición.
Todavía la visión se le escapaba completamente. Excepto por una cosa que él recordaba claramente.
La muerte de Amaranda.
Él la atrajo a sus brazos y la sujetó cuando el dolor le atormentaba. Él no podía perderla. No podía.
- ¿Cael? Empiezas a asustarme.
Todavía, él no podía hablar, no mientras él la veía muerta a sus pies. Y como en el pasado, el pensamiento de su muerte debilitaba sus poderes de Dark Hunter. Él podía sentirlos debilitándose, incluso cuando los extraía personalmente de ella.
- ¿Cael?
-Está bien, Randa – dijo él, finalmente. Pero en su interior no lo estaba. Él ya había perdido a todo el mundo que alguna vez había significado algo para él. Él no quería sentir otra vez esa pena.
¿Y aún así, qué elección tenía?
Ella iba a morir. Su tiempo juntos era tan finito que él ni siquiera podía dejarse a si mismo el pensar en ello.
Apretando sus brazos alrededor de ella, depositó un gentil beso en su mejilla.
- Vuelve a dormir, amor.
Él se apartó de ella a regañadientes.
Ella le miró ceñuda.
- ¿A dónde vas?
- Al cuarto de baño.
Cael tomó su plaid y lo envolvió alrededor de sus caderas antes de que abrir la puerta y atravesar el pasillo hacia el cuarto de baño.
Él sólo había dado algunos pasos cuando sintió un prenatural escalofrío bajando por su columna vertebral. Él se volvió al mismo tiempo que una puerta se abría a su derecha para mostrar a un hombre casi tan alto como él. Y aunque él hombre tenía el pelo negro, él exudaba la exencia y el aura de un Daimon.
Pero a diferencia de un Daimon, este hombre tenía remolineantes ojos de plata que Cael sólo había visto en un otro ser.
Acheron Parthenopaeus.
- ¿Quién eres?
El hombre sonrió para mostrarle un par de colmillos.
-Stryker.
- Tú no tienes cabida aquí.
Él arqueó una ceja ante lo que eso se refería.
- Yo pensaba, que como Daimon, tenía más derecho a estar aquí que un Dark Hunter. ¿Dime, por qué está el enemigo viviendo en paz en una comuna de Apolitas?
- Eso no es asunto tuyo.
- ¿No?
Cael permaneció ante el Daimon solo para que hubiese desaparecido. Dos latidos más tarde, apareció a espaldas de Cael.
- No soy tu enemigo, Cael.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Sé un montón de cosas acerca de tí, incluyendo tu matrimonio con Amaranda. Más que eso, sé a lo que más temes.
Él frunció sus labios ante el daimon.
- No sabes una mierda de mí.
- Oh no, eso no es cierto. ¿Pero dime algo? ¿Si yo te dijera que hay una manera de salvarla, la aceptarías?
El corazón de Cael dejó literalmente de palpitar.
- No dejaré que se convierta en Daimon.
- ¿Y si hay otra manera de salvarla?
¿Por qué le daba esperanzas?
- ¿Qué otra manera?
Stryker se movió hasta quedarse delante de él. Así de cerca Cael podía sentir el calor de su cuerpo.
- Únete a mi ejército, Cael, y te daré el secreto que necesitas para mantener a Amaranda viva como apolita después de su cumpleaños.
Él miró con sospecha a Stryker.
- ¿Qué ejército?
- Los Illuminati. Servimos a la diosa Apollymi, enemigo mortal de Artemisa y Acheron.
Cael se tensó ante esas palabras que le pedían que traicionase a las dos personas a quienes debía lealtad.
- Hice mi juramento a Artemisa. No me retractaré de ello. Nunca.
Stryker se desentendió de él.
- Una pena entonces. Espero que tu juramento te acompañe después de que tu bella esposa se desintegre en tus brazos.
Cael se tragó su aliento cuando el ___(d)ño regresó con la claridad del cristal y otra vez él sintió menguar sus poderes.
Stryker le entregó un pequeño medallón.
- Piensa en mi oferta, Dark Hunter, y si cambias de idea…
- No lo haré.
Stryker le dio una mala sonrisa.
- Como ya dije, si cambias de idea, usa el medallón para llamarme.
Cael no se movió cuando el daimon convocó un bolt-hole y se marchó por él. Él bajó la mirada al medallón de oro que tenía un dragón volando en el centro de un sol en llamas. Era el signo universal de los antiguos Spathis.
¿Hablaba en serio ese Daimon? ¿Podría haber una forma de salvar la vida de Amaranda?
Él está mintiendo Cael. No seas tonto.
¿Pero y si no lo hacía?
Cerrando con fuerza su puño sobre el medallón, Cael fue al cuarto de baño, después regresó a su dormitorio. Él se quedó observando la cama, clavando los ojos en Amaranda, quien se había vuelto a dormir. Su largo cabello rubio estaba extendido en abanico a su alrededor mientras tendía de lado completamente desnuda.
Él extendió una mano y tocó su suave brazo. Ella significaba el mundo para él. Antes de que la hubiese conocido, no había sido más que una concha vacía que había sido incapaz de sentir cualquier cosa en absoluto. Ella le había enseñado a reírse otra vez. A respirar. Él le debía todo a ella y el pensamiento de vivir aun un minuto sin ella lo laceraba de dolor.
Él puso el medallón en el tocador, después se deshizo de su plaid y se unió a ella en la cama. Si estuviera despierta, ella estaría enojada con él por pensar siquiera en romper su juramento.
Disfrutemos lo que tenemos y agradezcámoslo por eso, Cael. No desees más de lo que los Destinos han decretado para nosotros.
Su compasión y su fuerza estaban sólo una parte de por qué el la amaba tanto.
Y por eso no quería perderla.
Tragando el nudo que se le había formado en la garganta, él jaló de su cuerpo caliente contra el suyo.
Y cuando cerró los ojos, el habría podido jurar que oyó la voz de Stryker en su cabeza.
Una palabra sola, Cael, y nunca tendrás que perderla. Solo una.
Cael susurró una plegaria pidiendo fuerza y coraje. Pero al final, su poder de visionar el futuro fue lo que le asustó. Porque en su corazón, él sabía la verdad.
Él haría cualquier cosa para conservar a la mujer que tenía a su lado. La única pregunta era qué le pediría exactamente Stryker por salvar la vida de su esposa.
Belieber&Smiler♥
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
aa y bienvenida ANN_JB!!!
espero leerte muy seguidoo!!!
espero leerte muy seguidoo!!!
Belieber&Smiler♥
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