El Lado Oscuro

por EJ Jue 09 Ene 2014, 2:38 pm

FICHA DE LA NOVELA

+ Nombre:
El Lado Oscuro

+ Autor:
Elisenda Junyent (EJ)

+ Género:
Suspense y drama. Tiene una parte romántica.

+ Advertencias:
Esta novela está escrita por mi, ni plagio ni copia. Se acepta cualquier tipo de crítica, pero siempre evitando los insultos hacia la autora (yo) o alguien. Si quieren que sus nombres aparezcan en la novela solo díganlo, pero aquí solo me deben decir el nombre ya que seré yo quién les de la edad, el carácter y forma de ser. Intentaré no ser mala con nadie y les pondré personajes 'del lado más apropiado' de la historia. Espero y deseo que les guste.

Sinopsis.

Mi nombre es Luna McCarney, vivo en Holmes Chapel, Inglaterra. Tengo 19 años y mi vida es un puro desastre, no hay más que decir. ¿Por qué? yo también me suelo hacer esa misma pregunta pero encuentro la respuesta en los ojos de todos los que me rodean. Esa es mi afición, leer los ojos.

Hace ya un par de meses que vivo en mi propio piso, un piso pequeño pero dulce. No me puedo quejar, ya que además tengo una piscina comunitaria y unas estupendas vistas de los bosques que rodean el pueblo. Trabajo en una panadería desde mi mudanza, junto a la dueña del lugar, Bárbara, una mujer mayor y envidiable, es una de las mejores personas que he conocido nunca: adorable, sincera, cariñosa, responsable... a la vez es divertida, atrevida y juguetona. Desde pequeña me ha tratado como su nieta, y yo a ella como mi abuela.

Ese ruido tan molesto que me despierta cada mañana empieza sonar, me remuevo un poco en mi lugar mientras el estruendo encima de la mesita de noche me impide vivir.

- ¡Maldito despertador! Déjame soñar con mi príncipe - levanto la cabeza mirando ese objeto -, otra vez ganas tú, pero mañana cinco minutos más. - Siempre hablo así con ese viejo colega, lleva años levantándome y aunque sea objeto de odio matutino, me alegro que nunca me falle.

por EJ Vie 10 Ene 2014, 12:38 am

CAPITULO 1

Con mis pies ya en el suelo, me dirijo hacia la ventana para abrir las gruesas cortinas. Agradezco la calidez del Sol encima de mi piel, hago contacto con el aire fresco de este otoño y dejo la ventana entreabierta para ventilar. Salgo una vez duchada y vestida con dirección a la cocina, me preparo rápidamente una taza de leche caliente con cacao en polvo y mis cereales favoritos, lo tomo y cojo todo para salir.

El aire remueve un poco mi pelo, dejando a este con un aspecto alborotado, parecido al de un león pero con muchos y largos rizos. Sienta bien este clima, amo esta estación, es mi favorita. Ver como las hojas caen de los arboles, dejando a estos desnudos ante la reaparición del frío, los colores anaranjados, amarillentos y rojizos presiden las calles. La gente respira tranquila el aire, los más pequeños vuelven de sus vacaciones para emprender otro curso más sus clases, otros sus trabajos... y otras personas nos dirigimos hacia la panadería de prestigio en Holmes Chapel. Me encantaría seguir con los estudios, ir a la universidad y estudiar Bellas Artes. La crisis en mi familia me impide pagar la educación superior, pero no me preocupa, de panadera también me divierto, y veo sonreír diariamente a gente al salir con su desayuno en mano. Ya he llegado después de mi paseo a mi central de felicidad, entro con mis llaves, Bárbara llega un poco antes de las ocho, y yo media hora antes.

Preparo todo, meto en el horno las pastas recién hechas y huelo el ambiente. Este enriquecedor aroma penetra mi nariz, termino de preparar todo y entra ella por la puerta, con su gran sonrisa, hoy más que nunca. Gira el cartel de la puerta, señalando la abertura un día más este negocio, me sorprendo al ver que por detrás aparece un chico. Harry, Harry Styles. Uno de mis cinco ídolos, de ese grupo que ahora tanto triunfa, los llamados One Direction. Sonrío tontamente al recordar que cando me conoció a penas teníamos cinco años: él, sereno y fuerte, se acercó a mi para limpiarme todo el chocolate que una, ahora amiga, me tiró por encima. Siempre me ha gustado un poco, pero nada más allá de verlo como un héroe. Ahora lo veo siempre que voy a casa de mis padres, donde aún están colgadas todas esas imágenes y cartulinas de ellos. No me los lleve porqué a mi madre también le gustan, y así se acordaría siempre de cuando cantábamos juntas sus canciones para la cena.
- Luna, ¡buenos días preciosidad! - Ella tan radiante. - te presento a Harry Styles, por lo que sé vas a saltar como una loca -se gira en dirección a el chico -, ella es una gran 'fan' vuestra. -hace una breve pausa i se da cuenta del error- ¡Perdón! Quise decir 'Directioner', así se hace llamar. - Todo esto me hace sonrojar.
- Encantada Harry, Bárbara voy a retener los gritos. Esto está pasando. Qué fuerte. Oh Dios mío, madre del amor hermoso... Respira Luna, respira. - Hablaba para mí misma mientras ellos se carcajeaban de la situación. Nunca creí que Bárbara me lo presentara, ha sido todo una gran sorpresa. Es una lástima que él no recuerde esos tiempos antes de mozos.
- Todo un placer, mm... ¿Así que que tu eres Luna? Que sepas que ocupas mi lugar en este sitio, substituta - dijo borde. Por favor que no sea egocéntrico ni creído, por favor. Me miró serio, y se rió. - ¡Es broma, mujer! Menuda cara, me caes bien. Hoy os ayudaré a tu y a Bárbara para recordar mis viejos tiempos por aquí, ahora que tenemos un...
- Descanso de varios meses - Lo interrumpí -, hasta que sigáis componiendo y comencéis la siguiente gira mundial. - Me sonrió dándome a conocer en primera persona sus famosos hoyuelos, en verdad son adorables.

Nos ponemos a trabajar y ya entra la gente, servimos a todos, de tanto en tanto cruzamos miradas, nos ayudamos, un buen equipo. La jornada se terminó y se fue él, luego yo y quizá unos minutos más tarde Bárbara. Llego a casa y preparo una cena ligera, y antes de mi té diario suena el timbre. En instinto propio al ver la hora que marca mi reloj me extraño. Miro por el rabillo de la puerta antes de ver quién es.
- ¿Josh? - Sale una voz fina de dentro de mi, una sonrisa gobierna en su rostro.

por EJ Vie 10 Ene 2014, 12:39 am

CAPITULO 2:

Sonrío de oreja a oreja, el batería de la misma banda que Harry, es mi mejor amigo. Lo conozco des de los catorce y siempre ha estado a mi lado. Siempre tomo a las personas más cercanas para ser mi verdadera familia, él es como un hermano.
- Tierra llamando a Luna, ¿sigues en la Tierra o en el cielo? - Siempre con sus chistes malos, ya estoy bastante acostumbrada.
- Ese ha sido de los peores, creo que has logrado batir el Guinnes World Record del peor chiste de la historia... - Me río de el, y este después de fulminarme con una mirada de rayos x se carcajea de él mismo. Lo hago pasar, tomamos el te junto. Ingleses malotes, ya no son las cinco, son las nueve.
- ¿Qué tal con París? - Remarcando ese nombre tan repipi. Sí, señoras y señores. Siempre me reiré del ridículo nombre de la novia de Josh, aunque me cae muy bien, es muy simpática.
- Te encanta reírte de su nombre, ¿verdad?
- Ya sabes que sí, y mucho. - Nos sonreímos -
- Bien, de hecho estamos en lo mejor: quedamos muchas veces, viene a mis conciertos al recibir mis invitaciones...
- Y mientras que le den por detrás a mi mejor amiga, que es directioner y aún no ha podido asistir a ningún concierto de sus mayores ídolos.¿Cierto?
- No te enfades Luna.
- Pues si me enfado y mucho. - Cruzo mis brazos y giro mi cara para que no vea como me estoy riendo de su cara. Nunca me enfadaría por eso.
- Luna, por favor escúchame. Sabes que eres mi mejor amiga, y ella es mi novia. Os quiero a las dos, pero de formas diferentes - dice él en tono curioso -, pero los chicos me la presentaron y puedo invitarla siempre, a ti no... - Ya no me aguanto más y estallo a reírme. Josh frunce el ceño, interrogativo por la situación.
- ¡Tonto! Nunca me enfadaría por eso, ya lo sabia. A propósito, hoy he conocido a Harry. Es incluso mejor que en las fotos,¡y creí que eso era imposible!
- ¿Cómo que le has conocido?
- Pues verás, hoy ha venido hasta la panadería para ayudar a Bárbara. Y dentro del lote entra la parte donde me lo ha presentado ella, y bueno hemos hablado un poco, pero nada más.
- ¿Nada más? - Levanta una ceja y sonríe maliciosamente.
- ¡No! No me gusta, es atractivo. Pero nada más que eso, ni tan solo le conozco Joshie...
- Ya estamos con eso. Los científicos han probado que si al cabo de cinco meses de que te empiece a gustar una persona sigues ganando confianza con esa, ya te estás enamorando. Así que, cinco meses, Luna. Cinco meses.
- Y también decían que la Tierra era plana y cuando se terminaba, te caías al vacío.
- Me tengo que ir, ya es tarde. No tienes razón y lo sabes.
- ¿A qué te refieres moreno? - Abro la puerta y antes de cruzar esta, dice -
- A quién más bien diría yo. - No puedo evitar un cambio repentino en mi rostro, y no precisamente es la felicidad lo que produce esta fachada. - No, no. Luna, ya está. Es pasado, y el pasado...
- Se queda en el pasado, lo sé. - Me abraza, me da un beso en la mejilla y cierra la puerta.

Estoy pensando. ¿Y si mi vida no hubiera sido de ese modo? ¿Y si no hubiese llegado él con sus locas ideas? ¿Y si no le hubiera hecho caso alguno? Intento dejar todo esto a un lado y me voy a la cama, necesito un descanso.

- ¡Buenos días mundo! Somos viernes, las ocho de la mañana y empiezo en 3,2,1... - Y entra el primer cliente, con lo que Harry y Bárbara se ríen de mi actuación.
- Hola Señor Thestrue, ¿qué desea? - Sonrío al hombre de unos cuarenta y pocos.
- Buenos días señorita McCarney - Él sí es definitivamente alguien con clase. -, desearía tomar, a ser posible, uno de sus famosos y deliciosos dulces otoñados junto a un café con leche y dos cucharadas y media de azúcar, bien calentito. Por favor.
- Bien, tome asiento donde usted encuentre mayor comodidad, ahora le sirvo.
- Le deseo mi mayor agradecimiento hacia su persona. - Se va, y se sienta en una mesa que toca la pared, saca el diario, y lee.
- Perdone, señorita McCarney, aquí tiene su orden. - Dice Harry burlándose.
- Harry - le pego en el hombro -, te va a oír. - Nos reímos y cojo la bandeja con el pedido del señor Troy Thestrue. Camino hacia su mesa, y le sirvo todo. Él agradece asintiendo con la cabeza y yo me retiro.
- Eres una estrecha, así no conseguiremos más clientes. Urgencias, por favor necesito un poco de escote y minifalda, sí... ajá... ¡Dense prisa! - Me río de su comentario.
- Styles los escotes están pasados de moda, ahora ya no hacen falta ni camisetas.
- ¡En pelotas! - nos reímos. Bárbara atiende a un grupo de mujeres que se reúnen todos los viernes y el dueño del rizado pelo habla conmigo. Estamos haciendo el pan de la tanda del medio día, todos hacen su almuerzo junto al pan, y eso implica que necesitamos a este.
- Si vas tan lento, nunca terminarás.
- Oye, no soy lento. Soy más rápido que tú - hace un puchero -.
- Sí,sí. Caracol.
- No hables, tu pan sabe a alcachofa podrida.
- El tuyo no es nada a comparación del mio - le saco la lengua y se hace el ofendido. -
- Pues hagan la masa juntos, ¡al menos así tendremos pan! - Exclama Bárbara. -
- Perdón... - Decimos a la vez, y sonreímos cómplices.

Y otra vez, se cierra la puerta, ya no hay luz en la calle. Hoy salgo yo antes que nadie, somos viernes, no debo desperdiciarlo. Me dirijo a Nando's con mi moto y solo entrar hago la cola, pido cuando es mi turno y me siento al lado de la ventana.
- ¡Tía buena! - Siento na voz.
- ¡Guapa!, ¡Sexy! - Siento otra.
- ¡Señorita atienda a estos jóvenes, están aclamando-la - dice una voz ronca, Harry. Me giro disimuladamente mientras mastico mis patatas fritas. Están ellos. Los cinco. Me da algo. ¡Dios! ¡Sí! Son ellos, están aquí. Ellos se ríen al ver mi cara roja y mi boca entreabierta, se me va a escapar la baba o las patatas, y entraran las moscas.
- No... puede... ser... - Trago saliva y siguen riendo. - ¡Qué fuerte! ¡NO! - Suelto un grito de seguidora mega histérica y eufórica. Ellos aún se ríen más. -Paro en seco, respiro hondo. - Hola, soy Luna McCarney.
- Soy Louis Tomlinson - me mira divertido. -
- No. - Me miran todos con cara de infarto. - Tu eres Tommo. - Nos reímos, nos desplazamos a una mesa más grande y en un abrir y cerrar de ojos tengo sus números de teléfono. Pasan de ídolos a amigos en un instante.
- Y dime, ¿Qué hay de tu pasado? - Pregunta Liam, con su tierna cara.

¿Qué puedo decir?

por Invitado Vie 10 Ene 2014, 7:05 am

hola aquí primera lectora :shakeitbb:
me encantaron los capítulos
y esta parte

- Y dime, ¿Qué hay de tu pasado? - Pregunta Liam, con su tierna cara.

¿Qué puedo decir?

seanah que habrá hecho El Lado Oscuro 2278276204

siguela porque me encanta :niña:
P.D.:me llamo Ariana
P.D.2:soy de Bolivia
P.D.3:siguela

por EJ Vie 10 Ene 2014, 3:25 pm

CAPITULO 3:

- Bien, todo mi pasado es indescriptible. Creo realmente que mi vida es única. - Lo digo en el sentido de que desearía no tenerla. Pero eso no les conviene saber a ellos. Ellos sonríen y siguen el interrogatorio.
- ¿Cuál es tu comida favorita? - Ese comilón rubio es divertido.
- Esa es una muy buena pregunta, pero ¿estamos en un interrogatorio o entrevista? - río -, amo la fruta, ¡de cualquier tipo! - sonríen. Siguen con sus preguntas y me relajo un poco, les hago yo preguntas... y así hasta que se cierra el negocio por lo que debemos separarnos. Son encantadores, tal y como siempre los soñé, pero con algunos toques que nunca pensé o esperé de ellos. Y ahora caminamos hacia la salida.
- Bueno chicos, ¡conocerlos ha sido genial! - Todos reímos. Me besan las mejillas y Louis incluso las aprieta como una abuela de pueblo a lo que todo el mundo estalla a carcajadas. Los veo irse y voy camino de casa.

Por fin, se me hizo eterno el viaje de vuelta. Quizás sea porqué ya es medianoche, me lavo los dientes como siempre,pero repentinamente un mensaje instantáneo llega a mi teléfono, dice así "Buenas noches Luna Estelar, ¡te mandamos un abrazo grandioso!" y junto a esto hay una foto de todos lavándose los dientes. Me hago una foto y se la envío como respuesta, les digo además "Abrazos a todos, ¡y lávense mejor los dientes que los veo muy feos!". Sonrío al pensar que deben estar riéndose a la vez, en especial Niall y Louis, que sin enterarse logran hacer cosas iguales y al mismo tiempo, menudo par. Me acuesto y me siento feliz por el buen trato de los chicos conmigo, les he cogido mucha confianza en tan solo unas horas. Son unos locos.

Se me olvidó correr las cortinas anoche y el señor Sol decide entrar por la ventana sin aviso previo para despertarme. Miro el reloj, las nueve de la mañana, sábado en mi calendario. Me preparo, como ligero y salgo a correr un rato. Al llegar al parque diviso a los niños jugando, los padres charlando y otras personas simplemente se divierten leyendo o paseando sus mascotas. Sigo la calle para toparme con Harry y la que, según vi en las fotos de Internet, es Gemma, su hermana.
- ¡Buenos días señorita! - Dice él.
- ¡Buenos días tenga usted señor Styles! - Reímos, y Gemma pese su inicial cara interrogativa se une a nosotros.
- Te presento a Gemma, mi hermana. Gemma, ella es Luna. Trabaja con Bárbara en la panadería, es una lentorra. - Dice burlón.
- Lo dice el caracol andante. - Correspondo y me mira extraño mientras Gemma se ríe junto a mi.
- Encantada Luna, un placer.
- Ya sabia de ti, Harry se olvidó de la parte que soy directioner... El gusto es mío - sonrío.
- En realidad no, él ya me había dicho de ti...
- ¡Gemma! - Grita el rulado chico, a lo que nos reímos de él como niñas pequeñas. - No confundamos las cosas, yo te conté que la conocí. Nada más. - Dice ya tranquilo.
- Así que nada más... eso implica que escondes algo Styles... - Digo y Gemma se une a mi burla.
- A alguien se le suben los colores a las mejillas - aprieta sus cachetes - ¿A qué si?
- Sois malvadas y crueles, las dos.... Y os lleváis bien... Mi situación es terrible. - Reímos todos de su comentario. Hablamos un par de minutos y agrego a Gemma en mis contactos. Considerando que he conocido a mis ídolos y algún familiar, mi lista no para de crecer. Me gusta. Nos despedimos y sigo con el ejercicio hasta completar mi hora de recorrido. Me ducho y visto, ahora las tareas. Una vez la escoba, los trapos, el espirador y todo lo demás está listo aparece por el jardín Harry, se quita la chaqueta.
- ¡Me presto a ayudarte! - Dice como si fuera militar.
- Me temo que no necesito soldados, ni mucho menos ayuda de mis invitados. - Digo en tono de sargenta.
- Tu eres como una prima, eres mi seguidora así que somos familia. - Coge los trapos - ¡Así que, manos a la obra!
Limpiamos todo, mientras él me cuenta sus historias y yo le explico algunas anécdotas graciosas. Ahora toca los cristales y una vez limpios, él pega sus manos por la parte exterior, dejando adrede sus manos marcadas. Le cierro la puerta y el lucha por entrar, lava las machas y me pide perdón, se arrodilla en el césped del jardín para finalmente empezar a disculparse mientras en medio de las frases ladra como un perro cuando llora. Lo abro y nos reímos. Terminamos todo, y como premio vamos a cocinar un bizcocho para postres de la comida, le invito a quedarse y sin vacilar ni por medio segundo, acepta, nos reímos continuamente. Además he descubierto que el 'mujeriego', el 'gay', la 'estrella engreída'... no es ni más ni menos que un buen chico con sentimientos. Él admite coquetear mucho, pero solo se sobrepasa con las personas que de verdad quiere. Lo ha admitido él solo, eso me da risa porqué Harry quiere a todo el mundo, incluso se casaría con un microondas creo yo.

Empezamos con la masa del bizcocho y realmente al probarla cruda está buenísima, pero Harry no resiste la tentación de tirarme el bol lleno a la cabeza, lego yo le tiro harina... y así hasta dejar una cocina irreconocible. Nos reímos mucho, hasta terminar en el suelo dando palmas riendo como si fuéramos unas morsas o focas en un circo.
- Oye, Luna.

por EJ Sáb 11 Ene 2014, 12:45 pm

CAPITULO 4:
- Dime Harry. - Lo miro aún riéndome.
- Verás, como eres directioner querría preguntarte una cosa, si quieres, claro.
- Claro, dime. - Lo miro atentamente. El suspira y dice.
- ¿Qué lado es el mejor? ¿Izquierdo o derecho? - Hay un enorme silencio, y me empiezo a reír. - Es broma. ¿Piensas que juego con las mujeres? - dice él.
- Bueno, es complicado - él asiente -, cuando vemos fotos de ti borracho y con varias chicas nos molesta porqué en muchos casos, sabemos todos, las fiestas no se terminan donde las fotos. Además parece que a pesar de salir con alguien, te es complicado no mantener relaciones con ella, ya me entiendes -río para mi-, pero por muy mujeriego que seas nosotras te queremos y lo haremos siempre. Lo que no queremos es encontrarnos una lista en Google igual o peor que la de Taylor... -Ahora nos reímos. - Que no digo que ella no sea buena persona, todo lo contrario, pero se pilla demasiado rápido de los chicos y así solo consigue romper una y otra relación. Vaya, des de mi punto de vista.
- Pero me veis mujeriego ¿cierto? - Alza una ceja.
- No del todo, solo en parte. Sabes que no jugarías con los sentimientos de nadie, confiamos en ti, pero nos cuesta verte con diferentes chicas ¿entiendes? - Él, asiente con la cabeza y mira el suelo dejando un largo y sonoro suspiro. - Te queremos Super Hazza, sabemos que nunca nos decepcionarás. - Me mira y sonríe de lado.
- Gracias Luna, necesitaba tu opinión - dice algo afligido -, no os decepcionaré, lo prometo. - Me mira y yo le lanzo un trozo de la masa que había a mi lado a la cara, esta se pega y se restriega suavemente, se desliza por la cara de Harry, éste muestra su rostro con sorpresa. Reprendemos la guerra de masa de bizcocho.
- ¡Basta Harry! - Digo riendo mientras él me hace cosquillas. Él para y me mira. - Eres malo y un ser cruel, te envenenaré para que no vuelvas a ver jamás el Sol.
-¡ No soy ni malo, ni cruel! - Grita y se vuelve a abalanzar para hacerme más cosquillas.
Una vez hemos terminado la guerra nos ponemos de pie, el rulado enciende mi radio y suenan sus canciones con las versiones acústicas que yo me descargué. Él sonríe y lo deja sonar.
- ¡Madre de Dios! Si que se lo pasan bien algunos - Dice Josh entrando por el jardín. Algún día tendré que poner una valla de seguridad, ¡no para de entrar gente!
- Buenos días Joshie. - Harry está atónito frente a la confianza entre Josh y yo, él me abraza y deposita un beso en mi frente. - Hemos estado intentando cocinar.
- Eso se ve a simple vista... Tierra llamando a Harry Styles ¿Está ahí usted o no?
- ¿Os conocéis? - Nos mira interrogativo.
- Des de hace ya mucho, no le hablas de mi Josh. te creía mi amigo. - Nos reímos todos.
- Luna y yo somos papá e hija, o algo parecido.
- Yo más bien diría bisabuelo e bisnieta. - Josh me mira y se hace el ofendido. - Luna 1, Josh 0.
- Nunca me lo imaginé, ¡eso es estupendo! - Nos mira Harry.
- Bueno será mejor que limpie esto...
- Limpiemos, todos. - Dice el rulado mientras el otro asiente.

Hablamos de todo y finalmente conseguimos terminar de hacer el bizcocho y comemos todos juntos. Una vez terminamos, lavamos los platos, aquí se desencadena la guerra de la espuma, pero lego seguimos. Suena un móvil.
- ¿Diga? - Contesta el cantante. Se aleja caminando y habla dos minutos. Josh y yo nos miramos, Josh empieza ha hacer un playback inventando lo que debe estar diciendo Harry.
- Sí, un unicornio. Eso es lo que deseo para navidad. Santa Claus se rompió una pierna, este año mariquitas y arañas, son lo último en moda... - Sigue diciendo mientras me río, entonces Harry vuelve.
- Me debo ir, en casa me reclaman. - Nos levantamos del sofá, Josh le da la mano y yo lo acompaño hasta la puerta. - Adiós hermosa directioner. - Me guiña uno de sus ojos verdes y besa mis mejillas.
- Ve con cuidado, hay muchas fans alocadas sueltas a esta hora. - Digo mientras él se aleja riendo. Cierro la puerta y me giro para ver a Josh.
- Adiós hermosa directioner - dice imitando a Harry. - Mm... te creía más inocente, eres una acosadora de famosos. - Nos reímos.
- ¿Debería ir a buscar una cuerda y amarrarte a una silla? ¿Prefieres que te viole?
- Casi que salgo corriendo. - Me abraza de lado. - Te propongo un maratón de pelis, hace mucho que no vemos las de Disney...
- Cierto, voy por las palomitas, tu escoge las 'pelis' y el orden. ¡Rápido! - Salgo corriendo y él empieza a buscar en el armario de las películas la sección de Disney. Saco la bolsa de palomitas y la pongo al microondas, espero los tres minutos y medio (para que se hagan más, siempre he pensado que es una tontería que no se hagan todas a pesar de que sigues las instrucciones al pie de la letra), al terminar este tiempo pongo el contenido de la bolsa en un bol y tiro mucha sal (cosa que también les falta). Me siento al lado de Josh y le da al play.
- Sorprende-me - le digo y el sonríe. Miro a la pantalla, Buddy y Buzz, Toy Story 1. - ¡Toy Story! -reímos.
- No me digas ¿en serio? - Dice él sarcásticamente.

Ya se ha hecho de noche, Josh se ha quedado dormido después de llorar junto a mi porqué Simba murió. ¡¿Por qué?! Es muy triste, pero a la vez es mi película preferida de dibujos, me enamora. El batería de la banda británica duerme y ronca, tiene el sueño pesado. Lo acomodo al sofá para estirarlo y lo tapo con una manta, le doy un beso en la frente. A continuación lavo el bol de las palomitas que rellenamos tantas veces, él siempre se termina solo las palomitas, no me da tiempo a comerlas. Sonrío al pensar eso. Suena el teléfono de casa respondo.
- ¿Diga? - pregunto sin saber lo que me espera.
- Bueno, bueno. Cuanto tiempo querida.
- Lo mismo digo.
- Ya te cuidas mucho, tu voz suena mejor que hace unos meses.
- La tuya ha cambiado mucho, aunque sigues igual, creo.
- He cambiado. -Dice en un tono serio.
- ¿A mejor, o a peor? Si es que eso es posible. - Digo muy flojo.
- A mejor, cree en mi, sabes que...
- Que siempre vas a estar ahí ¿cierto? - Completo su frase.
- Sí. - Se produce un silencio.
- Pero en ese momento te cambiaste de lado.
- Tu estabas a mi lado, Luna, sabes perfectamente que quién se fue fuiste tú.
- Hace años tu no eras como entonces, y creo que sigues siendo igual. Adiós. - Cuelgo el teléfono.

por EJ Lun 13 Ene 2014, 1:10 pm

CAPITULO 5:

Su llamada me ha puesto de los nervios, ni yo misma he entendido el final de la conversación. Vuelve a sonar el teléfono.
- ¿Qué? - Digo con la voz más firme que puedo imitar.
- ¿Está Harry por ahí, Luna? - Es Niall, soy una chica afortunada.
- Ah, ¡Niall! - Exclamo al reconocer su voz, él se ríe.
- Sí, el mismo. Creértelo, te está llamando Niall James Horan.
- No estoy acostumbrada a recibir llamadas de cantantes irlandeses - reímos -, ya hace rato que se ha ido. ¿Ha pasado algo? - Me estoy empezando a preocupar.
- No, bueno, sí. No.
- ¡Aclárate! ¿Sí o no? - Pregunto mientras me río.
- Le hicimos una broma y se marchó muy enojado con todos, creí que vendría a tu casa.
- ¿Hace ya mucho rato de eso?
- Se la gastamos cuando llego, hace unas horas. Se fue unos minutos más tarde.
- No os preocupéis, seguro aparece pronto. Si sé algo de él os envío un mensaje - digo para tranquilizarlos a todos -, de seguro está por ahí ligando, ya sabemos como es Harry. - se oyen las risas de todos al otro lado del teléfono. -
- Gracias, si lo encontramos igual te informamos. Adiós pequeña directioner.
- Adiós duendecillo, buenas noches. - Cuelgo el teléfono. Niall me ha tirado un piropo, sí. Lo ha hecho. Estoy feliz.

Camino hacia la sala de estar y Josh continua roncando, esta vez con más intensidad. En un movimiento rápido lo tiro del sofá y pega un salto de golpe.
- ¡Seas quién seas no me vas a tocar un pelo! - Dice, mirando hacia los lados hasta verme en el suelo riéndome de su reacción. - Como te odio Luna. - Se sienta de brazos cruzados y mira el horizonte. Voy hacia él y lo abrazo.
- Perdón Joshie, no quise asustarte, pero solo verte roncar me dieron ganas de ver que hacías si te tiraba al suelo - digo en voz baja -, perdón. ¿Me perdonas? - Lo miro y pongo cara de cachorro.
- Esta vez no te va a servir tu... - me sigue mirando mientras sigo mi papel -, Luna, basta - mira para otro lado y me pongo enfrente -, vale, solo por esta vez. - Me abraza mientras nos reímos. En un abrir y cerrar de ojos estoy en el suelo, me la ha jugado. Me quedo boquiabierta frente su increíble contraataque y decido empezar la guerra de las almohadas. Vaya, cuantas guerras en un solo día.

Josh se ha ido y inmediatamente después de su marcha, me preparo y voy a buscar a Harry. A Josh ya le he contado y dice que estará atento. Salgo por la puerta trasera, doblo a la derecha y choco con alguien.
- ¡Perdón!, ¡Tengo prisa! - Digo siguiendo mi camino con grandes zancadas.
- ¿Me abandonas? - Me giro y veo el dueño de la voz. - ¿A dónde vas?
- Iba a... - Me quedo pensando. Es ridículo este momento.
- ¿A...? - Pregunta levantando una ceja y me pongo roja.
- A buscarte, Niall y los demás estaban preocupados, por ti. - Me mira y sonríe.
- Así que salías con este frío con a penas una chaqueta y una linterna a buscarme porqué estabas preocupada... - Habla lento, como siempre, pero ahora más que nunca me está poniendo muy nerviosa, él ha avanzado poco a poco hasta quedar delante de mi. - Te ves muy tierna, pero estoy bien, tranquila. - Coloca sus manos en mis hombros, dirijo mi mirada directamente a sus ojos. Puedo ver en un pequeño rincón el enojo, supongo que por la broma, y además veo algo de tristeza. Me fijo un poco más y veo el fondo de sus ojos, está rojizo. Ha llorado, aún tiene la mirada hinchada. Le sonrío y le abrazo.
- Nos has dado un susto muy grande, antes de desaparecer debes avisarnos como mínimo -ríe a mi comentario -, ¿estás bien?
- Sí - responde dudoso -, ¿por qué esa pregunta?
- Porqué se ve de lejos que no lo has pasado nada bien este rato - trago saliva -, llevas los ojos bastante rojos... - Él tan solo deja ir un suspiro y me vuelve a abrazar, lo oigo sollozar flojo, pero se intenta mantener firme. Lo hago caminar poco a poco, sin dejar el abrazo, hasta casa para poder estar mejor. Nos sentamos y el dueño de las lágrimas solo esconde su cabeza detrás de mi cuello. De vez en cuando siento una gota correr por mi cuello, y se muy bien que no es mía. - Harry, tranquilo. Ya ha pasado todo ¿sí? - intento tranquilizarlo, él asiente con la cabeza. Acaricio su amplia espalda y dejo que se duerma en mi cama después del llanto. Lo arropo y justo entonces se duerme, se le ve más tranquilo. Deposito un beso en su frente y acaricio con mi mano su mejilla. Me estiro en el sofá y envío un mensaje a los chicos "Harry está aquí,ahora duerme más tranquilo. No se que habrá pasado pero no lo ha pasado 'muy bien' que digamos. No se preocupen por él, buenas noches. Un beso a todos", al minuto recibo respuesta "Nos alegramos de que al menos no le haya pasado nada, anima a Harry con tu estilo Luna...", tecleo rápido una respuesta "Sois unos cerditos, nunca haría eso. A dormir, que es tarde.", "Jajaja nos amas... Buenas noches bonita". Me quedo en el sofá hasta que mis parpados se cierran y caigo en las manos de Morfeo, el rey de los sueños.

Siento una mano en mi mejilla, no hago caso. Siento unos labios gruesos en mi cuello, en mi mejilla y más tarde en mi frente.
- Dormilona, despierta. - Dice con un tono de voz dulce. Abro los ojos lentamente y los froto con mis manos.
- Creí que me dormí en el sofá. - Estoy en mi habitación. ¿Soy sonámbula?
- Me desperté y baje, como estabas durmiendo te puse conmigo aquí para que durmieras más a gusto. Se te veía incómoda ahí. No te molesta ¿verdad? -Pregunta algo tímido.
- No, no pasa nada. Pero quería que tuvieras la cama para ti - es algo estrecha pese a ser de matrimonio.
- Mejor compartirla contigo, gracias por todo Luna. - Sonrío ante su agradecimiento. - Nunca nadie me había dicho que todo había pasado sin ni siquiera preguntarme por lo que paso...
- Es que lo que te haya pasado no tengo porqué saberlo yo, no soy nadie para meterme en tú vida, Hazza. - Lo miro mientras levanto mi espalda y la acomodo a la pared. Las ventanas están cerradas, pero las cortinas están a los lados dejando pasar la cálida y tímida luz, cada vez nos adentramos más en el frío del invierno.
- Sí eres alguien, eres la única persona que he conocido después de recibir la fama y el dinero que no se interesa en mi vida privada.
- ¿Y por qué debería hacerlo? - Miro sus ojos, ya no están tan hinchados pero aún queda rastro del dolor.
- No lo sé, es lo que suelen hacer tanto las directioners, como la prensa, la familia y ahora incluso los amigos. - En nombrar el último grupo su cara se endurece. Le acaricio la mejilla y él lo agradece, cierra las ojos.
- No te preocupes, todos se equivocan porqué son personas, no creo que nadie te quiera daño alguno y más si son familia, seguidores o amigos - remarco amigos. Él abre los ojos y me abraza.
- Te invito a desayunar por ahí, ¿te apetece ir? - No dudo ni un instante en contestar.

por EJ Mar 14 Ene 2014, 12:35 pm

CAPITULO 6:

- No, bueno. ¿Por qué no? Antes me voy a duchar, ¿te molesta? - le pregunto.

- Para nada, ¿puedo ver la tele? - Me formula la pregunta.

- ¡Claro! Hay un armario lleno de pelis al lado derecho, si quieres ver alguna solo tienes que escoger - sonrío.

- Eso haré - me devuelve la sonrisa y va saliendo -, no te tardes, conozco muy bien las mujeres... -

- No te preocupes. - Salgo disparada y me ducho rápidamente, pienso en que hoy por primera vez me siento mejor. Tomo la ropa y antes de lo previsto aparece en número desconocido en la pantalla de mi móvil. - ¿Hola?

- Hace tiempo que quiero hablar contigo, por favor escúchame.

- No quiero escucharte.

- No tienes motivos para decir eso.

- Tengo demasiados.

- Nombra tres y te dejo colgar.

- Uno, no eres nadie para llamarme continuamente.

- Lo fui una vez, y en el fondo sabes que los sigo siendo. - Intento arrinconar sus palabras.

- Dos, estoy ocupada.

- ¿Con qué?, ¿Con quién? ¿Luna? Tu no deberías salir mucho.

- Saldré siempre y cuando me apetezca. Tres, te escuché durante demasiado tiempo, estoy cansada de escuchar lo mismo, ahora estoy bien.

- ¿Sin mi? - Colgué ante su pregunta.

Me visto rápido y bajo a el salón para encontrarme con un Harry durmiente mientras se proyecta en la televisión 'Tres metros sobre el cielo', supongo que se durmió porqué está en español y el no lo entiende. Lo tapo y salgo a buscar el desayuno, será mejor que nadie nos vea. Si la prensa sabe que los chicos están aquí no hay duda de que sospecharían y sacarían falsas conclusiones de ver a Harry conmigo. De camino me cruzo con Ariana, una amiga de la infancia.

- ¿Luna? - Me pregunta boquiabierta. Hace un año que se fue según tengo entendido, a la universidad de Oxford. Siempre estuvo mejor que yo con el dinero, tenía de todo y incluso me regalaba cosas muy caras y que odiaba aceptarle. Siempre ha sido alguien muy sonriente, con muchos amigos y una vida completamente envidiable. Ahora lleva el pelo largo y rubio suelto junto con unas mechas californianas al final de color rosa chicle. Sus ojos son de un color entre marrón y mielo que siempre me han transmitido alegría, y ahora más que nunca. Le sonrío.

- Cuanto tiempo Ari, ¿qué tal la universidad?

- Genial, bueno suspendí una... -Dice cabizbaja.

- No me digas. ¿Geografía? - Me sonríe tontamente y responde. -

- Sí, ya sabes.

- Las viejas costumbres nunca se pierden según veo - nos reímos -, a propósito, ¿qué tal tus padres? Hace tiempo que no los veo.

- Nadie te veía des de hace tiempo - golpe bajo, ella siempre estuvo allí. Yo no. -, pero están genial, ahora se han trasladado a un pueblo cercano a la universidad, así que solo vienen los fines de semana y me traen con ellos.

- Está bien, me gustó verte Ari, llámame que nos tenemos que poner al día. - Digo mientras avanzo, pero al pasar a su lado me coge del brazo.

- ¿Estás mejor? - Tierra trágame, llévate mi cuerpo y mi alma a donde sea lejos de todo lo que paso, no quiero seguir así. No quiero preguntas, quiero respuestas.

- Eso creo, adiós. ¡Nos vemos pronto! - No lo creo del todo, y creo que ella aún menos. A pesar de todo nos sonreímos, sé que algún día tendré que vomitar todo a alguien porqué ni a un psicólogo me atrevo a contarle. Es algo extraño y que me hace un poco de vergüenza.

Llego a casa con unas pastas y chocolate desecho para hacerlo. Me pongo a ello mientras el rulado sigue con su siesta. Supongo que ayer lo pasó mal y se volvió a despertar llorando, por eso desperté junto a él, tuvo que venir a buscarme pero estaba demasiado dormida como para decirme algo. Luego se quedó hasta la madrugada y se recompuso. Me gustaría no tener el sueño tan pesado y haber podido ayudarle y animarle, me gusta hacer eso con todo el mundo. Es mi costumbre.

Una vez está la mesa puesta me siento en el suelo ya que Harry ocupa todo el sofá, mirándole mientras duerme. Se ve muy tierno: su rostro no está para nada tensado, está más bien relajado, calmado. Le acaricio las mejillas para que despierte un poco. Él se remueve un poco y abre lentamente una mirada penetrante hacia mi, sus ojos verdes y claros se dirigen a los míos en el mismo instante en que levanta sus párpados. Parpadea un poco.

- Buenos días, la mesa está servida. - Le digo calmada.

- Creí que saldríamos a desayunar... ¿No te apetecía? - Dice él con su voz ronca.

- No es eso - sonrío -, ¿te gusta el chocolate desecho caliente?

- Me encanta. Entonces, ¿por qué? - Dice tranquilamente. Su mirada no se aleja ni un segundo de mi.

- Creí y pensé que si la prensa sabe que los chicos y tú andáis por aquí no darían ni un minuto en publicar portadas con fotos de 'Harry Styles y su nuevo ligue, la chica misteriosa ¿quién será?' - Él se ríe y estallamos juntos a carcajadas por mi voz que imita a la de un típico periodista de prensa rosa.

- Eso para mi no es problema, tú eres mi amiga y además directioner. - Para mi si lo sería, pienso para mis adentros.

- ¿Vamos? - le ayudo a levantarse y el estira sus brazos, luego los deja caer y huele el aire.

- Que dulce aroma, tu casa aún huele mejor con el olor a chocolate. - Nos sentamos y charlamos tranquilamente mientras comemos. - Comes muy poco, te voy a dejar sin nada como no avances, caracol.

- El caracol eres tú, no yo. - Aclaro poniéndome una galleta en la boca después de meterla en la taza del delicioso contenido creado por los dioses. Me encanta. Tomo la taza y hago un gran sorbo, luego suelto un suspiro. Yo no he tomado chocolate, he tomado un zumo de manzana, me encanta y al parecer a Harry también, es una tentación irresistible.

- ¿Puedo preguntarte algo? - Dice él.

- Dispara vaquero - contesto.

- ¿Por qué tu no comes chocolate desecho? Vaya, si no te gustaba no tenias que comprarlo, yo me conformo con lo que sea mientras se pueda comer. - Me río y él se une a mi.

Terminamos y decidimos salir a dar una vuelta. Yo me pongo unos lentes y un gorro además del abrigo para que nadie sepa quien soy. Harry lleva unos lentes parecidos. Salimos y estamos callados. El silencio no es para nada incómodo: siento su respiración tranquila, el aire golpeando algunas ventanas, el sonido de algún vehículo y unos niños en la lejanía... Una mano me agarra.

por EJ Miér 15 Ene 2014, 1:07 pm

Capitulo 7:

'Eso' oculto en mí, lo que más temo.

Me sobresalto y giro mi cabeza para observar la atadura que Harry hace poco a poco con nuestros dedos y manos, me sonrojo un poco por su acto. Sé que coger la mano a alguien es algo 'normal' para él, pero yo no acostumbro a tener ese tipo de atención tan amigable que él me proporciona. Lo miro expectante de una justificación justa al acto pero solo topo con esos ojos que están puestos en los míos. Son inexplicables todos los secretos que hay dentro de estos verdes centros de visión, recorren algunos colores azulados en el fondo dándoles aún más intensidad. ¿Quién diría que algo tan insignificante tiene tanto poder? Es genial poder ver los ojos de los demás. Desconecto la relación entre nuestras miradas y paso a observar sus hoyuelos, su bonita nariz, la perfecta y blanca dentadura dentro de esos carnosos labios rojizos. Retiro mi vista de ese punto. No debo fijarme en él, Harry es famoso, el dinero le sale por las orejas y al igual las mujeres, merece a una modelo que sea muy hermosa, delgada, divertida, simpática, buena persona... y que pueda darle algo a él. ¡Que hermoso sería enamorarme! dice una parte de mi, ¡Que penoso sería verme! dice la otra. Sigo caminando con los comentarios de mi conciencia hasta divisar a alguien muy conocido, demasiado conocido. Bárbara y su sonrisa se acercan a nosotros.
- ¡Buenos días capitana! - Digo a la mujer.
- Buenos días cadetes. Así que dando una vuelta por el lugar, ¿eh? - Se pregunta.
- Sí, un rato de paseo no hace mal. - Dice Harry.
- ¿Quiere que la ayudemos? - Decimos a la vez el dueño de los rizos y rulos al mismo tiempo que yo. Bárbara va llena de bolsas. Harry separa mi mano y deja correr aire entre estas, por un momento creí que llevábamos pegamento especial de manera que nunca se despegarían. Bárbara nos mira un momento y habla calmada:
- Bueno no estaría mal, pero no quiero serles una molestia, mejor otro día. - Pero es tarde porque Harry y yo nos hemos repartido las bolsas que anteriormente estaban en manos de la anciana mujer. - Creo que lo dije tarde... - Todos reímos a su comentario y la seguimos. - El tiempo es bueno, pero no durará mucho. Creo que esta noche va a llover, y no será poco. - Dice Bárbara comentando el cielo que hasta el momento no presenta más que unas pequeñas nubes blancas.
- No creo que llueva, hace muy buen tiempo. - Añade Harry. Bárbara nos inicia una clase de medio ambiente y climas hasta llegar a su casa. La pequeña puerta de madera es abierta por la mujer, el joven rulado me cede el paso como todo caballero a una damisela, pero yo, yo no soy damisela. Paso sonriendo a dentro de la casa y dejo las bolsas en la cocina. Nos despedimos de Bárbara con un par de besos en las mejillas, ella aprieta las nuestras diciendo:
- ¡Hay que ver que tan bonitas mejillas tenéis!, mis nietos las tienen muy poco blandas y si se lo hago les puedo hacer daño. Voy a desahogarme con ustedes. - Nos reímos y nos despedimos finalmente para salir cerrando la puerta detrás de mi. Solo cerrar la puerta ya vuelvo a sentir ese contacto en la piel de mis extremidades superiores, un fuerte agarre que me llena de alegría. Nos reímos un momento, no sé el motivo pero ¿a quién le importa? En el fondo, me importa a mí, Ya vuelvo a estar estúpida, no como seguidora de One Direction o como pos-adolescente hormonada, sino como algo peor.

Llegamos a casa y preparamos juntos la comida.
- Harry eres un pésimo cocinero, no sabes cortar la verdura.
- No quiero verdura. Quiero patatas fritas. - Hace un puchero como si tuviera tres años.
- De segundo habrá patatas fritas, pero solo si te comes toda la verdura.
- Está bien. - Dice antes de refunfuñar por lo bajito, me río por dentro de su comportamiento. Hacemos la comida poco a poco y con buena letra para que nos salga delicioso. Ahora tocan las patatas y mientras hago unas, él arrasa con todas las de la plata cuando no miro. No miro, pero escucho.
- ¡Harry! - me giro de golpe para encontrármelo con una patata a punto de aterrizar en su boca. - Deja esa patata donde estaba lentamente si no quieres morir entre terrible sufrimiento. - Él obedece y yo me giro. En un momento sé que lo va ha hacer y cuando me giro está masticando con los ojos cerrados para disfrutar más del sabor. - No tienes solución, eres un caso perdido. - Me mira mientras deja ver su mejor curva, la de su sonrisa. Una sonrisa de oreja a oreja, y traviesa como la de un niño pequeño jugando.

Él arrasa con todo lo que hay en su plato verde, luego con las patatas y la carne. Me mira y dice:
- ¿Aún vas por la verdura? A penas tenías nada en el plato, ¡come más! - me mira preocupado -, Luna ¿tienes algún problema con la comida?
- Claro, ¿no lo ves? Soy alérgica a comer, a respirar, a estudiar, a... - él se ríe. Me encanta ser tan veloz en esquivar comentarios, es igual que el deporte. Reflejos y velocidad resultan una buena combinación.
- Ahora en serio, en el tiempo que llevo conociéndote...
- Solo una semana y algo, no es un centenario Hazza. - Le digo riéndome.
- Estás esquivando mi pregunta.
- No lo hago. - Es demasiado inteligente, debo resistir. Él es una de las personas que me gustaría que supiesen de mi, pero no ahora.
- Luna... - Dice en tono paciente.
- Dime -sonrío mientras él levanta una ceja -, no tengo nada malo. No te preocupes.
- No tienes algo malo, tienes un gran secreto. - Me atraganto con su aclaración. ¿Dónde ha aprendido a intimidar a sus seguidoras así?
- No me acoses caracol...
- No te pido que me lo digas, simplemente sé que quieres hacerlo pero hay algo en ti misma que te lo prohíbe. - Me mira seriamente y con una mirada láser penetra en la parte que más temo de mi misma, mis sentimientos.

por EJ Jue 16 Ene 2014, 2:56 pm

CAPITULO 8:

Tiemblo, estoy temblando. Mis manos tiemblan, mis pies tiemblas, las piernas tiemplan, mi boca produce un sonido raro al intentar hablar, tiritan mis dientes haciendo mayor estruendo. Él me mira serio y no sé que responder, no aguanto mi mirada encima de la suya, los nervios se apoderan de mi. Tengo miedo.
- ¿A caso tienes miedo, Luna? - Me mira reflexivo, bajo mi mirada al suelo y evito el llanto, resisto tanto como puedo. Escucho como él se levanta, llega a mi y me hace repetir su acción. Me coge con sumo cuidado y me acerca a su cuerpo para protegerme.

No quiero que nadie en este mundo sepa nada, ni mis padres ni nadie saben que pasó. Nadie. Ninguna persona. Excepto una. Me duele pensar en el hecho de lo que ocurrió ese año, en como sucedieron las cosas e iba perdiéndome a mi misma hace a penas unos meses. En la recuperación después del gran golpe de mi vida. Después de mi 'muerte'. Así lo llamo, porqué me hizo sentir, perdón, digo, no me hizo sentir nada, todo lo que había en mí misma desapareció por completo.

No lo hagas, Luna. Soy fuerte. Puedo con esto.

Mierda, no debo llorar.

Me digo a mi misma todo la historia, por dentro. No puedo evitar repetir en mi memoria cada imagen de los días en el lado oscuro. Esos terribles y horripilantes acontecimientos cuando yo no era yo. No ser yo misma, suena pésimo, se escucha como si de un chiste o de una broma se tratara. Siento como los brazos de Harry me agarran cada vez más y más fuerte.

- Llora, Luna -dice en mi oído en un tono bajo-, te ayudará.
- N-no quiero- me niego.
- ¿Por qué?, ¿No confías en mi? - dice interrogándome-, nos conocemos des de hace poco, muy poco pero la confianza que me has dado en este pequeño instante no la he logrado nunca jamás con nadie. Confía en mi.
- No es eso, confío plenamente en ti. Siento lo mismo, te has hecho alguien muy cercano y que me hace reír mucho y un montón de cosas. Confío en ti. - Digo en un hilo de voz al borde de la desesperación por tener alas y salir literalmente volando de esta situación.
- ¿Entonces?, ¿Por qué no quieres llorar frente a mi?
- Porqué si lloro vas a preocuparte, al igual que cualquier persona que conozco. No te puedo hacer eso, ni a ti ni a nadie. No quiero ser un problema ni causar pena en los demás, soy feliz. Sí, lo soy. - Digo segura.
- ¿Me estás intentando convencer a mi, o a ti misma? - Porqué Dios en su sano juicio hizo nacer a tan perfecta criatura que lea mejor mis sentimientos que yo.
- No lo sé, ya no lo sé. - Digo dos veces lo mismo. Los brazos de Harry se mueven recorriendo mi espalda, me coge en brazos y me lleva a la habitación. Me tumba y yo me quedo ahí. Se acuesta encima mio, apoyándose en sus codos. Lo obligo a caer y nos tapa con una manta. Lo abrazo, y él a mi. Siento interminables sentimientos, de un lado a otro. Me estoy volviendo loca. O ya lo estaba. Me besa el cuello, y la clavícula delicadamente, no me muerde, no me ataca. Besa mis mejillas, mi nariz, mi frente y mis orejas.
- Todo estará bien Luna, llora porqué deseo estar a tu lado siempre que lo necesites, quiero que tengas un hombro donde llorar. Por favor, déjame ayudarte. - Me mira a los ojos, yo abro los míos al notar su mirada. - Por favor... - Dice ya suplicándome. Cierro fuerte los ojos e intento mantener la respiración normal, pero se agita a cada segundo.

Siento algo deslizarse por mi mejilla, una lágrima. Dos... Tres... Cuatro... Cinco... Seis... Siete... no las puedo contar ya. Mi acompañante me besa aún con más ganas, me abraza y susurra en mi oído:
- Desahógate Luna, no quiero que lo pases mal. Quiero y estoy aquí para ayudarte. Sé que lo que te digo no es mucho, pero tampoco se tus razones y me cuesta entenderlo. Sé que tu - vuelve a empezar igual-, cuando lloré me entendiste sin saber la respuesta, solo actúas a partir de las preguntas. Pero a mi me cuesta más, quiero poder saber más de ti. Déjame conocerte, sentir todo lo que has sentido y sigues sintiendo.
- Soy un monstruo - digo sollozando, con n¡la voz quebrada. Sus palabras me hacen sentir mejor pero hay miles de otras que me hacen sentir peor. Todas esas palabras que aquella persona me dedicó, todo lo que hizo, todo. A pesar de seguir llorando, veo que Harry no deja de hacerme lado, de estar conmigo, tapados con mi manta de estrellas mientras me besa y abraza. Me siento protegida, me siento cómoda por primera vez des de ese toque. Intento hablar aunque no me salga mi voz normal: - perdóname, no quiero molestarte, llenarte de pena y tristeza por mi pasado. Eso ya ocurrió y nunca podré borrarlo, pero soy incapaz de dejarlo ahí. No sé vivir, solo sé morir.
- Luna... - Dice mirándome con su ternura.
- Sólo, gracias. Por esto, pero creo que no haces nada aquí. Sólo te quito tu tiempo, quiero que estés divirtiéndote por ahí con los chicos, pasándotelo en grande junto aquellos que merecen estar a tu lado.
- ¿A caso crees no merecerme? Vengo del mismo sitio que tú, vivo en el mismo mundo que..
- No - le interrumpo-, no pertenecemos a un mismo mundo.
- Sí. Que sea famoso, tenga dinero o cualquier de esas cosas es mínimo.
- Harry tu deberías ocupar tu tiempo con modelos de revista, entre los tuyos.
- Maldita sea Luna, no soy ellos, no soy de ellos, no soy como ellos. Soy solo yo, un chico que trabajaba en una panadería y se hizo famoso cantando con un grupo, pero sigo siendo un chico. Solo soy un adolescente, y tengo lo mismo que tu: dos ojos, dos orejas -va tocando cuando va nombrando las cosas-, unos labios, una nariz y un par de cejas, unas mejillas, una barbilla...
- Tu aún tienes corazón.

por EJ Dom 19 Ene 2014, 2:38 pm

CAPITULO 9

Me mira boquiabierto al decirle lo que falta en mi.

- Luna si estás viva, tienes corazón. Además - pone su mano derecha en mi pecho izquierdo -, yo siento aquí debajo un corazón latiendo. Hace... Boom-boom... Boom-boom... - Dice mientras siento los latidos. Aún sangro lágrimas, caen y se deslizan desde mis ojos hasta la almohada donde reposo. - Eres una persona, y tienes sentimientos.

- Hace ya mucho que no siento absolutamente nada, Harry, estoy hueca por dentro. Soy como una cueva sin salida. - Digo con una voz aguda.

- Pero si alguien quiere, como yo, puede llenar la cueva de todo lo que esta necesite. Y más si la cueva es su más fiel seguidora -me pica uno de sus verdes ojos. Sonrío. - Te voy a ayudar, no te haré daño, solo te ayudaré a volver a sentir todas las cosas del mundo. - Es tan tierno, lo dice con tanta sinceridad, con tanto cariño y afecto. Me gusta ser su amiga, es genial.

Lo abrazo después de esas últimas palabras.

- Te quiero Harry Edward Styles, gracias por ser así aunque te pida que te alejes de mi. - Lo abrazo más fuerte, él a mi igual.

- Nunca lo hubiera hecho.-suspira- Siento haberte hecho pensar en 'eso'-se disculpa-.

- Al contrario, creo que me he desahogado tanto como he podido, lo siento soy bastante egoísta... te he hecho perder la tarde -digo mirando la ventana, con el cielo oscuro como fondo de esta las estrellas-.

- No eres egoísta, y deja de decirte cosas feas. Eres perfecta a tu manera -voy a hablar pero el añade-, y no hay nada más que decir -nos sonreímos-.

- Garcías - susurro. Beso su pecho y sigo el abrazo.

Abro mis ojos, lunes. Y Harry. Lunes y Harry. Nos quedamos dormidos, supongo. Él se ha molestado en taparme y quitarme los zapatos para que duerma mejor, y se ha tumbado a mi lado. Lo tapo un poco más con la manta para que no note el frío de la mañana y deposito un beso en su frente. Me levanto y miro la hora. Hoy no podré salir a correr, pero deberé correr hasta la panadería. Son las siete y cuarto de la mañana, antes de las ocho debo estar ahí. Me ducho en cinco minutos, me visto y peino los otros diez y me voy sin desayunar. Dejo a Harry durmiendo, será mejor que descanse, pero para que no se preocupe escribo una nota 'Estoy en la panadería trabajando, buenos días dormilón' y cierro el mensaje con un corazón y mi nombre. Lo pego en la puerta de la habitación de modo que se vea desde la cama donde yace el príncipe de los sueños. Si hace un par de años me decían que iba a dormir con él, creo que estaría muerta. Sonrío pensando en eso y salgo dando grandes zancadas.

Ocho menos veinte de la mañana y abro la puerta de la panadería. Que raro, Bárbara ya esta ahí. Y los chicos también.

- ¡Buenos días mundo! - Digo sonriendo.

- Demasiado contenta. ¿Qué te ha hecho Styles? - Me quedo boquiabierta. No.

- ¡Se lo ha hecho!

- Lo han hecho... Espero que con protección ¿no? - dice Liam. -

- No me ha hecho nada y no hemos hecho absolutamente nada de nada, y menos esas cosas que se imaginan -digo con cara de asco haciendo salir sus risas-, no soy tan mala.

- No sé yo... No me fío. - Pasamos unos minutos hablando y preparando todo. Se abre la puerta y entra Harry aún medio dormido y bosteza. Los chicos lo miran.

- ¿Qué tal se está en la cama de Luna? - Dice Niall picarón.

- Harry Edward Styles ¿Por qué me traicionas? ¡Me has puesto los cuernos con ella! - Dice fingiendo Louis. Todos reímos.

- La cama de Luna es perfecta y calentita. No te he puesto los cuernos Louis... ¡¿Por qué desconfías de mi?! Creí que era alguien para ti... - Dice fingiendo también. No paramos de reír.

- ¿Cómo que durmieron juntos? Osea, no malinterpreten, quiero decir que ¿qué pasó para que Harry se quedará ayer también a dormir? - Dice Liam mirándonos. Harry me mira y yo a él, intento no parecer alarmada.

por EJ Lun 20 Ene 2014, 12:03 pm

CAPITULO 10:

- Bueno pues, es eso de... -intento hablar-.

- Nos quedamos dormidos, hablamos hasta las tantas y nos quedamos fritos -Harry inventa muy bien las excusas, además parece convencido de lo que dice.

- Toda la tarde dándole a la lengua, uno se cansa -dice Zayn asintiendo con la cabeza, todos lo miramos un segundo y estallamos a carcajadas.

- Jóvenes de hoy en día, no hay quien os entienda -añade Bárbara que esta a mi lado.

Me paso la mañana trabajando, haciendo el pan junto a Bárbara y el rulado mientras los demás hablan y hablan sin parar de cosas sin sentido y cambiando los temas constantemente, es alucinante ver que se podrían estar hablando por horas solo para saber porqué las agujas de un reloj giran hacia un lado y no hacia el otro. Son tontos, pero los mejores tontos que he conocido.

- ¿Qué estás pensando pequeña? -dice Liam con un tono de voz suave y tranquilo, como siempre. Se ha acercado mientras yo veía como un pasmarote la escena del grupo hablando sin que me diera cuenta.

- Nada -sonrío-.

- Esa sonrisa es muy maliciosa... ¿qué te da tanta risa? - Levanta una ceja.

- Pues veros a todos, hablando de cosas tontas y cerca de mi. Si hace un par o tres de años me dicen que los iba a conocer me da un ataque al corazón como mínimo -reímos-.

- Nos caes muy bien, además yo creo que Harry y tú os lleváis demasiado bien.

- Liam no insinúes. Harry es buena persona y lo he descubierto en pocos días, al igual que ustedes, pero él se me ha hecho más cercano, no lo sé. ¿Me entiendes?

- Que bonito el amor, se siente en el aire.

- ¡Liam! -lo golpeo en el hombro-, no digas eso, no es cierto. Solo amigos, estamos en las respectivas friendzone.

- Lo que tu digas, vais a terminar juntos.

- Eres un poco pesado. Ya te he dicho que no, y hasta el momento no siento nada por él.

- Pero vais a terminar juntos.

- Leeyum, me ayudas a comprender que soñar es gratuito.

- ¡Lo sueñas! ¡Te gustaría salir con él! - grita y todos se giran hacia nosotros. Harry lleva cara de espasmo y sale enfadado de la panadería.

- No es cierto Liam, ya te dije. No siento nada más que amistad por él -lo miro con mi mirada firme, pero sin ser seria y el baja la cabeza-, voy por él. - Salgo de ahí y lo veo prácticamente corriendo hacia no sé donde. - ¡Harry! - Digo corriendo hacia él. Acelera el paso y yo decido correr hasta llegar y tocar su hombro. Se gira hacia mi y veo su enfado. Una nariz arrugada, las cejas forzadas por el enojo y ni rastro de lo que podría ser una sonrisa. Estamos a cerca de la panadería, pero aún así él grita:

- ¡Eres una puta igual que las demás!, ¡Solo unos días y se supone que me amas!, ¡¿Qué más quieres?! - Chilla frente mi rostro. - ¡Solo quieres mi fama y mi dinero! ¡Eres una egoísta y una egocéntrica! -Increíbles palabras.

- ¡Harry! Solo estaba bromeando ella dijo que no sentía nada, tranquilízate -dice Liam detrás mío, y por lo que veo por el reflejo de un escaparate están todos los demás. Harry flexiona su cara y mira mi rostro, pero antes de que me toque me alejo y me voy a la panadería.

- Llevas cara de infarto, Luna solo está enfadado, no sabe lo que dice. Ve a casa y descansa - me ordena Bárbara-, y no vuelvas hasta que estés mejor. Ni siquiera Bárbara conoce la historia de mi pasado que con un Harry como este s evuelve a presentar ante mi. - Asiento con la cabeza, recojo mi abrigo y salgo por la puerta trasera, me dirijo a las calles que ellos menos deben conocer hasta llegar a mi casa. Me encierro y mis pensamientos vuelven a torturarme, otra vez.

Lleno la bañera con agua caliente y espuma, me desnudo y entro en el clima acuático. Veo mi pasado y veo mis pocos días de felicidad hasta que los gritos y reproches vuelven hoy a mis oídos. Apago el móvil cansada de que suene y he desconectado el timbre al entrar, igual he cerrado todas las puertas y me he encerrado aquí en esta pequeña sauna para lavar mis males como me enseñaron ha hacer hace unos meses.

Dejo caer mis lágrimas sin parar recordando los gritos, no me siento bien. No solo los de hoy, sino los de todos los días.

- ¡Eres una puta!

- ¡De esta no te salvas, me las pagarás!

- ¡Ven aquí cobarde, to voy a dar tu merecido!

- Te amo.

- ¡Cállate y déjame hacer a mi, yo sé lo que es mejor!

- No te vayas de mi lado.

- Tu voz suena mejor que la de estos últimos meses.

- Se que te he fallado, pero por favor vuelve, te necesito, me necesitas.

- ¡Escúchame de una vez perra asquerosa!

Lloro, sollozo y me hundo. Cuento hasta diez lento, por cada número una razón por la que ser feliz, por la que querer vivir. ¿Esas razones existen?

por Invitado Lun 20 Ene 2014, 5:45 pm

Hola perdon por dejarte forever alone es que estoy de vacaciones y casi nunca me puedo conectar.
no te preocupes ya vendran mas lectoras,yo puedo leer el futuro y se que si. :-w-:

solo siguela
P.D.:puedo con estar con el sexy rubio
P.D.2:no importa si no solo pregunto

por EJ Mar 21 Ene 2014, 12:20 pm

CAPITULO 11:

Se siente bien debajo del agua ya tibia que llena este vacío. Los ojos cerrados y no respirar por largos segundos sin pensamientos, nada aparece en mi mente.

Algo me levanta del agua, siento unos brazos fuertes amarrándose a mi espalda.

- Perdóname, por favor. Estaba enojado, solo dije cosas que no pensaba y no las pienso, en serio -genial, me he olvidado de ir a cerrar la puerta trasera y de seguro por ahí ha entrado-. Lo siento -aprieta más su agarre hacia mi.-

- Si has venido solo por eso ya te puedes ir, no me haces daño.

- Solo hace falta verte, Luna, llevas aquí toda la tarde llorando en silencio y lo sé porqué no he dejado de observar tu llanto desde que he llegado. De eso hace ya un ben rato, pero no quise molestarte porqué se que no te gusta el hecho de que alguien te vea llorar ¿cierto? - Dejo el abrazo y lo miro nerviosamente.

- Jack no debes estar aquí, ya no. - Sus ojos miel se posan en mi mirada. Siguen siendo hermosos, pero siguen siendo parte de un demonio.

- ¡¿Qué dices?! -me agarra el brazo-, tú a mi no me mandas y menos me echas.

- Vete, por favor. Otra vez no -tengo miedo pero no quiero mostrarlo-.

- Aunque escondas tu temor se que sigue ahí, sé que te hice mal.

- Me destruiste -aclaro-.

- Yo solo, creí que te gustaría.

- Vete. Ahora. -cierro mis ojos y siento su furia en el aire. Agarra más fuerte mi brazo.

- Jacky, así me llamabas a todas horas, me abrazabas y me querías.

- Ya no siento eso, no siento nada -me defiendo-.

- ¡Mentira! -grita-, sigues amándome como cuando nos conocimos.

- Sigo odiándote por cambiarme.

- Cambiaste tú sola -remarca la frase. Su mirada se acerca junto a su rostro. Aparto y giro mi cabeza. - Besa mis labios -me acerca peligrosamente y de manera poco tierna a él. Choca nuestros labios y juega con los míos. En el siguiente intento de separarme solo consigo un mayor agarre por su parte, entra su lengua en mi boca y intenta jugar con la mía, esta última no se mueve. Lo único que soy capaz de hacer es probar de gritar. - Shh... ámame, Luna, hazlo -me ordena. Le doy un golpe en su entrepierna y en el momento en que se separa para retorcerse salgo corriendo. Corro por el pasillo y siento sus zancadas detrás de mi.

- ¿Luna? - dice el dueño de la voz y los ojos que se posan sobre mi cuerpo desnudo, lo empujo hacia la librería, la aparto y lo hago pasar a el pequeño rincón de la pared, paso después de él y pongo la librería en frente nuestro para que no se vea nada.

- ¡Ven aquí maldita zorra! Te acordarás de mi toda tu vida... Voy a hacerte otra vez todo, y luego te haré sentir todo el daño que tu me haces con tus palabras. Te quiero, no, te amo. -Harry me mira atónito, noto su mirada en mi. Intento no llorar, y hasta el momento aguanto. El rulado, pese al poco espacio de este hueco, me abraza y acaricia mi desnuda espalda.- Luna ¿Dónde estás? -se pasea por el salón. Todos los libros tapan mi escondite, ahora para dos personas. Suena el timbre y oigo la voz de Josh gritar mi nombre, y también oigo la voz de París pronunciarme. Se notan felices. Jack se detiene y se silencia. Hay varios intentos más por parte de la pareja, y al cabo de un rato todo vuelve al silencio. Siento la puerta cerrarse y espero abrazada a Harry un buen rato.

- ¡Te pillé! -salta Jack. ¿Me crees tan estúpida como para salir tan rápidamente? - Se ha ido. Puta zorra de mierda. - Ahora si se cierra la puerta y una vez ya es de noche salgo de la mano de Harry y con este delante de mi, caminando poco a poco y mirando a los lados.

- No digas nada si no quieres, en serio.

por Invitado Jue 23 Ene 2014, 2:23 pm

ay no que chingados hace Jack ahi
yo siendo ella le diria algo asi como
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y que se joda el muy cabron.

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