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El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)

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El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu) - Página 5 Empty Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)

Mensaje por Belieber&Smiler♥ Lun 27 Sep 2010, 5:07 am

Capítulo 6
   
____(tu) estaba un poco confundida por la inmensa propiedad de los Addams. No se necesitaba demasiado para perderse en los diez mil metros cuadrados de la construcción que tenía algunas áreas de seguridad y algunas abiertas al público.
Una de las primeras cosas que hizo Leo fue hacerle un escáner electrónico de una mano y la impresión de retina que le permitiría acceder a las áreas cerradas. También les permitiría encontrarla si se escapaba, o, su parte favorita de todas, identificar sus restos si los Daimons llegaban a ponerle las manos encima para torturarla y acabar con ella. Ella también necesitaría obtener una copia de sus registros dentales para sus archivos… solo por si acaso.

Sí, ella realmente disfrutaba el prospecto de ser parte de este mundo. ¡Quizás pudieran manejar algunos rituales de caza simplemente para divertirse y practicar!
Pero una de las partes más interesantes del edificio era el frente, la cual era un pequeño café y una pastelería en Pioneer Square. Este era en tono oscuro, con paneles revestidos de pino y un techo negro. Aun así, todavía se las ingeniaba para tener un pasado estilo de moda hogareña. Y bastante espeluznante, ya que era uno en los que ella había comido en varias ocasiones en el pasado con Angie y Jimmy cada vez que bajaban por aquí a la tienda de antigüedades de la esquina que Angie adoraba.

Mientras ellos le mostraban los alrededores de la tienda, desde atrás las escenas de personas inocentes iban y venían sin darse cuenta de lo que pasaba en el área comercial Twinlight Zone. Apenas unas horas antes, ella había sido una de ellos, también.

De hecho, con excepción del pequeño comedor, el mostrador, el área de la panadería, y un pequeño almacén, el resto del monstruoso edificio era esencialmente el centro de mando para los Escuderos con base en Seattle. Había computadoras de alta tecnología que mantenían virtualmente el control de todo. Dónde vivían, compraban, y patrullaban. Había bases de datos de los negocios locales que poseían. Listas de quienes trabajaban para la ciudad, estado, y el gobierno federal, y esos que eran asignados a algún particular Dark-Hunter en el área.

Aparentemente, había nueve principales Dark Hunters en diversas partes de la ciudad mientras otros seis estaban asignados a las áreas alejadas del centro como Bainbridge Island, Bremerton, y Redmond.
Allí también había un hospital que se encargaba de los Dark Hunters o Escuderos que fuesen heridos de manera que no pudiesen curarse a si mismos pudiesen visitar a un médico sin extrañar a los -ords-. Ords era el término que utilizaban para -ordinario- que eran las personas que no tenían ni idea de la existencia de su mundo. Personalmente, ____(tu) quería volver a ser un ord, pero ella sabía que era mejor no preguntar.

Pero lo que la fascinó mayormente fue el único hombre solitario quien sentado en una oficina monitoreaba todas las bandas de emergencia locales. Él había sido el único en decirle que nadie había llamado a los policías que habían llegado a su casa, cuando ella y Nicholas habían sido atacados. Si hubiese sido, él lo habría sabido. Ellos habían sido envidados desde otra parte, lo cual dejaba la pregunta, ¿Quién los había enviado?

-Aquí, ____(d).

Ella se volvió para encontrar a Leo detrás de ella con lo que parecía ser una guía telefónica encuadernada en cuero en su mano.

-¿Qué es eso?
-El manual del Escudero sobre el que te hablé.

Él se lo tendió y ella casi lo deja caer. Aquella cosa enorme debía pesar al menos quince libras y olía a las bolas de alcanfor que infestaban el viejo armario de cedro de su abuela.

-Tienes que estar de broma-.

Él le dedicó una mirada sombría.


- Y también se te examinará de esto-.

Ella boqueó.

- Solo bromeaba-. Sonrió él. -Pero te aclarará exactamente quienes y que somos. Ahí dentro también hay mucha información sobre los Daimons, Apolitas, y los números de emergencia para ciudad importante-.

- ¿Y los Dark-Hunters? ¿Hay algo acerca de ellos?

-Oh, claro. Montones de cosas acerca de ellos. Su historia y orígenes. Si vas a nuestro sitio Web, Dark Hunter.com, hay una base de datos on-line que te dice los nombres de todos los Dark-Hunters, así como también una página de su perfil y edad-

- ¿De veras?

Él sintió.

Ahora eso podría ser útil.

- ¿Es seguro? Creo que tener todo eso vía on-line sería una invitación para los Hackers.

Arrugando el ceño, él negó con la cabeza.

-No realmente, pero tenemos nuestros propios Hackers que mantienen a raya al resto. Y si alguien, quizás, encuentra la manera de traspasar nuestras defensas, se encontrará con que tienen una grosera visita.

- ¿Déjame adivinar, de Otto?

- No… estas personas hacen que Otto parezca educado.

Ahora eso era algo que le encantaría ver, pero no llamando a su puerta.
____(tu) trató de balancear el libro en una mano para hojearlo, pero era demasiado grande para eso. Así que recurrió a hacer más preguntas.

-¿Que hay acerca de los Escuderos? ¿Habla la Web de ellos?

-Solo de un puñado. Mantenemos un perfil inferior por regla general. Y hay muchos más de nosotros que Dark-Hunters. Se cuentan por miles desde que somos diez mil en todo el mundo-. Él golpeó ligeramente la cubierta del tomo y le guiñó el ojo. -Feliz lectura.

____(tu) le gruñó

- Te odio Leo.

Él le dedicó una traviesa sonrisa.

-Yeah, lo sé.

Suspirando, ____(tu) decidió encontrar una habitación tranquila en la que leer. Ella abrió la primera puerta que alcanzó y se detuvo en seco cuando se encontró a Nicholas en ____(d)lo, quien dormía sobre un futón rojo.

Esto era todo lo que ella podía hacer para contener el aliento mientras lo veía tendido boca abajo, envuelto en las sábanas blancas que no hacían sino realzar el color café claro de su piel. Y el hombre era café claro en todas partes. Esa oscura, sombra leonada parecía ser su tono de piel natural.
Fue suficiente para poner su corazón a mil. Él era puro músculo. Todo hombre –un transformista… leopardo… de alguna manera. E incluso por extraño que fuese, la mayor parte de las heridas de bala en su espalda no eran ya nada más que fruncidas cicatrices. Leo le había dicho que los Dark Hunters se curaban rápido, pero diablos, realmente no desaprovechaban ninguna hora en reparar esas heridas.
Él abrió un ojo negro para mirarla.

-¿Necesitas algo? Su voz le tuvo una calidad retumbante para alguien que estaba profundamente dormido
-Pensé que este cuarto estaba vacío. Lo siento.

Él se desperezó antes de que él se diese vuelta, y la sábana resbaló para darle a ella una agradable vista de una cadera desnuda y una huella de pelo negro que corrió de su ombligo hacia una zona de pelo más espeso. Una parte malvada de sí misma esperaba que la sábana se deslizase abajo otros pocos milímetros a fin de que ella pudiese vislumbrar al resto de él.
De acuerdo, ella sabía que él se veía realmente bien desnudo, pero antes había estado demasiado ocupada para notar los detalles más finos de su cuerpo. Ahora ella sentía un poco ávida y si el hombre quería correr de un lado a otro desnudo…
Pues bien, lejos de ella el quejarse.

-No hay problema-. Bostezó él mientras se rascaba el brazo que hacía poco tiempo había tenido alojado una bala. Ahora parecía tan sano como el resto de él. -¿Te encuentras mejor?

Su pregunta y la preocupación que oyó en su profunda voz la sorprendieron. Por qué debería incluso preocuparse, y todavía una parte de ella estaba agradecida de que incluso si él no lo hubiese hecho, al menos lo fingiese. Habiendo pasado toda su edad adulta a solas, ella realmente deseaba tener a alguien solo para ella.
Alguien a quién amar y que no tuviera que compartir. Era egoísta, pero ella realmente quería encontrar a esa persona que la pudiese amar incondicionalmente.

-Honestamente no lo sé. ¿Qué tal estás tú?

Él bajó la mirada y pasó la mano por su musculoso y perfecto pecho, perfecto.

-Bastante recuperado.

Era tan extraño tratar de reconciliar este hombre el que ella había visto asesinar cruelmente al medio apolita tiempo atrás. Un escalofrío bajó por su columna vertebral ante el recuerdo. Nicholas quizás estuviese actuando amistosamente con ella por el momento, pero él era un asesino cruel. Ni siquiera había parpadeado o vacilado en tomar las vidas de esos hombres en su casa. Justificado o no, era un desalentador pensamiento el saber que la vida significaba tan poco para él.
Repentinamente inquieta, retrocedió hacia el pasillo.

-Bien, no te entretendré. Probablemente necesitas dormir más.

Él levantó la sábana y dobló su expuesta pierna bajo ella.

-Sí.

Asintiendo, cerró la puerta y regresó hacia la sala en la que había estado antes que contenía las computadoras que Leo le había dicho que eran para el uso general de los Escuderos.
Kyl estaba allí solo, escribiendo furiosamente en uno de ellos.

- ¿Puedo utilizar uno?- preguntó ella con vacilación. Kyl, al igual que Otto, todavía actuaba como si quisiera matarla.

Él levantó la mirada pero no dejó de teclear.

-El que está a tu izquierda.

Ella se sentó, colocó el libro a su lado, entonces utilizó el ratón. Tan pronto como la pantalla se encendió, intentó probar el sitio que Leo le había mencionado, sólo para acabar en una página porno.

-Cielo santo. No creo que sea esta.

Kyl la miró ceñudamente a ella.

- ¿Qué?
-Leo dijo que había una web Dark-Hunter, pero creo que no tengo el URL correcto.

Él se rió de ella.

-¿No pusiste el guión entre Dark y Hunter, verdad?

Ella miró el campo y se percató de que él estaba en lo cierto.

- No.
-Pongo y prueba otra vez.

____(tu) lo hizo y respiró un poco más tranquila cuando la página correcta subió. Era toda blanca y negra.

- Qué tan monocromático.

Kyl bufó.

-Es más cómodo para los ojos de los Dark-Hunters. Son bastante más sensitivos que los ojos humanos. Con el fondo negro les es más fácil de leer.

Hmmm, eso era interesante.

- ¿Por qué es diferente su vista?
- Si leíste tu manual, el cual deberías utilizar para buscar información y no como tope para la puerta, habrías visto que puesto que cazan durante la noche, tienen una vista especial nocturna. Sus ojos están todo el tiempo dilatados, así que la luz brillante es molesta para ellos. Es por eso qué muchos de ellos traen puestas gafas de sol oscuras incluso adentro.

Archivado eso en su cerebro solo en caso de que tuviese que cegar a alguno de ellos, ____(tu) hizo clic en los perfiles de Dark-Hunter y se detuvo cuando vio el nombre de Nicholas Kontis. Oh, era demasiado para resistirse. Haciendo clic sobre eso, leyó rápidamente lo que decía sobre él.
Esto era realmente fascinante. Él nació en la Antigua Grecia – en el 304 a.c. para ser precisos. Diablos, él era una vieja momia. Ella esperaba que se viese así de bien con dos mil años encima.

Ella sin embargo lo dudaba.

Pero a medida que leía, se dio cuenta de que los Were Hunters, los transformistas en todo esto, no tenían una duración de vida normal. Más bien, vivían durante cientos de años y, a diferencia de los humanos, no tenían que vivir cronológicamente. Ellos podían moverse a través del tiempo.
Impresionante, pero eso también implicaba una pregunta importante.

- ¿Está la familia de Ravin todavía viva?

Kyl hizo una pausa en su mecanografía.

-Técnicamente sí, pero no, no realmente-.
- ¿Qué quieres decir?

-Nicholas es un Were-Hunter. Son primos de los Apolitas y de los Daimons que son cazados por los Dark-Hunters. Desde que comparten la misma línea de sangre, muchos de los Were-Hunter llevan santuarios para proteger a los Daimons de los Dark-Hunters. Por eso, Nicholas fue denunciado cuando se convirtió en un Dark-Hunter. No le está permitido acercarse a sus parientes en ninguna reencarnación.

El corazón de ____(tu) se encogió. Habiendo haberle vuelto la espalda su padre, ella entendía completamente el dolor del rechazo. Pero al menos ella nunca había conocido a su padre. ¿Cuánto peor debería ser el que alguien a quien quisiera le volviese la espalda?

-Aquí en Seattle. Su padre posee uno de los santuarios simplemente algunos bloques más arriba.

Se quedó con la boca abierta ante lo que a eso se refería.

- ¿Y ninguno de ellos ha hablado siquiera con él?

Él le dio una risa medio extraña.

- Nooo-. Él alargó la palabra significativamente. -Ellos ni siquiera pronuncian su nombre. Él está completamente muerto para ellos.
-Si se sintieron tan mal acerca de esto, ¿Por qué se convirtió en un Dark-Hunter?

Kyl se encogió de hombros.

-Tendrás que preguntárselo a él.
- ¿Oye, Kyl?

Ambos se volvieron hacia la puerta donde Jack estaba.

- ¿Has oído alguna cosa acerca de Brian?
- ¿No, por qué?
-Lo enviamos para averiguar sobre Cael, pero aún no ha regresado y no contesta a su teléfono-.

Kyl miró con ceño.

-Eso es extraño-.

Jack estaba de acuerdo con él.

-Nosotros pensamos lo mismo, también, y ya está atardeciendo. ¿Deberíamos enviar a alguien tras él?

Kyl vaciló.

- ¿Se ha puesto ya el sol?
-Hace diez minutos.

Él maldijo.

____(tu) estaba perpleja por su hostilidad.

- ¿Eso es malo?

Ambos hombres la miraron con estupefacción. Pero fue Kyl quien contestó.

-Solo un poco. A la puesta del sol, los Daimons están libres de salir-. Él dejó escapar un cansado suspiro. -Tío, a veces realmente extraño mi casa.
- ¿Tu casa? preguntó ella.
-Nueva Orleans. Allá abajo, los Daimons son bastante más tranquilos y ____(d)len tomarse su tiempo antes de cazar. Aquí arriba, son demasiado hiperactivos. Tan pronto como el sol se pone, demandan fiestas-. Él miró a Jack. -¿Cuántos de los Ritos de Sangre están cerca de aquí ahora mismo?
- Tú y Leo. Otto debería volver en un rato y Jessica más tarde esta noche.

Kyl acarició su barbilla mientras consideraba eso. -Avísame en el mismo momento en que Otto regrese y nos pasaremos a ver que pasa con Brian.

Había algo en su conducta que la sobresaltó. Él estaba asustado y trataba por todos los medios no mostrarlo. Después de que Jack saliese, ella se levantó y se acercó a él.

-¿Qué no has dicho?

Su cara se volvió estoica y fría.

- Nada.

Sí. Claro. ____(tu) ladeó la cabeza y entrecerró sus ojos en él.

-Mírame, Kyl. No me engañas. Solía ser una de las mejores periodistas de este país y si hay una cosa que conozco, es el lenguaje corporal. Y el tuyo me dice que mientes en eso de -nada-

Él bajó la mirada y suspiró. Una profunda tristeza oscureció sus ojos mientras se restregaba su bíceps derecho.

-Probablemente no debería decirte esto ya que sólo te asustará, ¿Pero qué diablos? Si estoy en lo cierto, necesitarás saberlo-. Él se detuvo algunos segundos como si reuniese sus pensamientos antes de hablar otra vez. -Tuvimos una mala situación hace aproximadamente dieciocho meses en Nueva Orleans. Una situación realmente mala. Perdimos un montón de buena gente en el transcurso de una noche, incluyendo uno de mis mejores amigos y su madre.

Era obvio que todavía estaba embrujado por esa noche y su corazón saltó por él. No había nada peor que ocuparse de una tragedia.

- ¿Y crees que esto va a ser lo mismo?

Su mirada fija la quemó.

- Es solo un presentimiento que tengo. Sé que ____(d)na absurdo. Pero soy un criollo con una larga línea de personas que conocen el mojo. Como diría mi abuela, ' puedo sentir el mal en el viento.' Es lo mismo que sentirías si alguien caminase sobre tu tumba.

De acuerdo, ahora él estaba realmente empezando a asustarla.
De repente, hubo un fuerte estruendo afuera que sonaba como si alguien estuviese tratando de destruir la pared.
____(tu) saltó cuando su corazón se alojó en su misma garganta. ¿Dios mío, qué ocurría ahora?

Kyl se deslizó de su asiento, fuera cuarto. ____(tu) lo siguió pisándole los talones cuando la dirigió de regreso al muelle de carga donde había un Saleen S7 rojo que alguien había chocado en un Dumpster.
La puerta del caro coche deportivo se abrió para mostrar a una joven alrededor de los veinte, vestida en forma gótica. Iba toda de negro excepto por sus medias rojo sangre y sus botas de motero con llamas dibujadas en ellas, ella estaba bastante mona cuando se lanzó del coche con los ojos azule brillante mirando despavorida a su alrededor.

- ¡Maldición, Erika! - gritó Nicholas desde atrás de ____(tu) cuando se unió a ellos. - ¿Qué le has hecho a mi coche?

____(tu) se tapó el oído con el dedo y se encogió de miedo mientras Nicholas bramaba como si se estuviese muriendo de dolor. Ella se volvió para verlo vestido con un par de vaqueros negros y una camisa negra abierta en el cuello. La mirada en su cara prometía el Armagedon a la chica que había dañado lo que parecía ser una preciada posesión.
A Erika le traía sin cuidado su rabia cuando recorrió el muelle y lanzó su peluda bufanda negra sobre su hombro antes de enfrentarlo.

-Métete tu coche, Rave, exactamente por encima del esfínter. Te puedes comprar otros. Yo, por otra parte, soy completamente irreemplazable.

Sus ojos realmente volvieron rojos cuando un músculo en su mandíbula empezó a palpitar.

-Para mí no lo eres. No soy tu papaíto, niñita.
-Oh, cállate,- dijo Erika en un tono que recordaba a una chica de pueblo de los ‘80.
- ¿Por qué no me preguntas por qué estoy conduciendo el coche de setecientos cincuenta caballos de fuerza y no mi pequeño y adorable Escarabajo, huh?

Nicholas la ignoró cuando se acercó a su coche el cual toda la parte izquierda de la defensa hundida. Él se pasó las manos a través del pelo como para no envolverlas alrededor de su pequeño y delgado cuello y estrangularla.

-¿Por qué diablos estabas en mi coche?

Todavía en el muelle no lejos de ____(tu), Erika puso las manos en sus caderas mientras miraba a Nicholas, quien ahora inspeccionaba el interior de su coche.

-Por que los Daimons intentaron comerme, ¿vale? Alguien vino a casa y tocó el timbre solo algunos minutos después de que se pusiera el sol… Pensé que eras tú, así que abrí la puerta, y allí estaba, así que cerré de golpe, me di la vuelta, y había tres de ellos. Dentro. de. casa-. Ella intercaló cada palabra con una palmada.

Cerrando la puerta del coche, Nicholas clavó los ojos en ella.

- ¿Me estás oyendo, Rave? preguntó Erika cuando él no respondió. -Estaban en tu casa. Tu. Casa. Y solo dime, ¿Cómo diablos lograron entrar, eh? Pensé que tenían que ser invitados a entrar.

Ella miró a ____(tu), luego a Jack, antes de volver a Nicholas.

- ¿Los has invitado a entrar y has olvidado decírmelo? Sé que yo no lo hice. No soy tan estúpida. Pero entraron y quiero saber cómo.

Nicholas estaba consternado como se dirigió hacia la escalera de metal.

- ¿Cómo escapaste?

-Agarré esa arma redonda que tenías en la pared y la lancé al que tenía más cerca, luego corrí gritando como un demonio para el garaje. ¡Tienes ____(d)rte de tenerme todavía!

____(tu) sintió el grotesco dolor que Nicholas tenía en su cara cuando él le dio a Erika una mirada que decía que él no se sentía particularmente afortunado de que no se la hubiesen comido.

-Pregunta,- ____(tu) preguntó a Nicholas. -¿Esta es la misma Erika que Dark Angel?

Erika le dio a ella una mirada que lo confirmaba.

Rabia, oscura y severa, se cernió sobre ____(tu) instantáneamente. De no ser por esta pequeña gótica energúmena, su vida no habría terminado en la rampa sin retorno de esa tarde

- Oh, olvídalo, Nicholas. ¡La voy a matar por ti!

Kyl la agarró cuando se lanzó hacia la chica

Chillando, Erika se retrocedió tres pasos.

- ¿Quién eres tú?

Ella peleó contra el agarre de Kyl, pero el pequeño sodomita era más fuerte de lo que parecía.

- Psycho ____(tu) y yo tengo una obsesión por tu pequeña cabeza egoísta
- Coge número,- gruñó Kyl en su oreja.

Erika levantó la barbilla como si se acabase de dar cuenta de algo realmente malvado

- ¿Psycho ____(tu)? ¿La lunática que me envió un correo electrónico más temprano? ¿Esa eres tú?

De repente alguien silbo.

-Señoras,- gruñó Leo desde donde estaba al lado de Jack y Patricia. -Céntrense un minuto. Nicholas, deja el coche. Tenemos un problema más importante aquí. ¿Cómo eludió Erika, Miss No Puedo Conducir un Coche Si Mi Vida Depende de ello, un grupo de Daimons?

Kyl finalmente soltó a ____(tu).

- No podría.

Todos maldijeron cuando se dieron cuenta de que era una trampa.

-Entrad dentro,- dijo Leo rápidamente.
-Es un lugar público,- gruñó Kyl. -Aquí no tenemos protección. Ellos pueden entrar.

Leo lo atravesó con la mirada.

- ¿Tienes una idea mejor?
- No.

Erika y Jack ya corrían hacia la puerta que Patricia les abría.
Cuando Kyl y Leo hicieron lo propio para unirse a ellos, ____(tu), quién advirtió la mirada en la cara de Nicholas, se detuvo en el muelle.
Patricia cerró la puerta.

- ¿Qué?- preguntó ____(tu) cuando Nicholas volteó su cabeza como si él escuchase algo.

Cuando habló, su voz sonaba un tanto distante.

- Aquí hay algo extraño.

Esa tenía que ser la declaración del año.

-¿Tú crees? Para tu información, no he visto normalidad desde que dejé mi casa esta mañana.

Él le dedicó una falsa sonrisa irritada.

-No. Quiero decir que hay algo realmente equivocado con esto

Antes de que pudiese preguntar que quería decir, una brillante bola de luz parpadeó intermitentemente cerca de su coche. Dos segundos después, una docena de hombres y mujeres salían de esto como en una mala película de extraterrestres.
Todos eran altos, rubios, y además impresionantemente hermosos. Vestidos todos de negro, parecían ángeles excepto por el hecho de que inmediatamente atacaron a Nicholas.

-Supongo que esos son Daimons.

Nicholas gruñó cuando lanzó al primero en atacarle al ____(d)lo. Sacó un cuchillo de su bota, para luego clavárselo al Daimon en medio del pecho. Gritando, el Daimon se desintegró en un polvo de oro que manchó las botas de Nicholas.
Él la miró con sequedad cuando Otro Daimon se le acercaba por detrás.

-No, son señoras de Avon-. Él codeó a aquél en la garganta, luego se volvió para enfrentarle.

____(tu) echó a correr hacia el interior para conseguir ayuda, sólo para encontrar su camino bloqueado por otro Daimon. Él abrió su boca y le siseó.

-Oh, usa algo de Listerine,- gruñó ella antes de patearle con dureza en la zona que sabía se haría más daño.

Encogiéndose, se tambaleó de vuelta.
Aliviada de que esa maniobra surtiese efecto tanto en los no muertos como en los vivos, ella alcanzó la puerta solo para darse cuenta de que Nicholas estaba en problemas. Le tenían sujeto contra la pared. Su boca y su nariz sangraban profusamente.

-Sujetadle,- dijo una de las mujeres alegremente cuando sacó una empuñadura. Presionó un botón y esta se extendió hasta convertirse en una espada.
Reaccionando por puro instinto, porque si hubiese pensado en ello un instante lo habría hecho de otra manera, ____(tu) se lanzó sobre la hembra Daimon, golpeándola para apartarla de Nicholas. Maldiciendo, la mujer balanceó la espada hacia ella. ____(tu) saltó hacia atrás, a los brazos de otro.

Ella oyó un agudo gruñido antes de quedar libre. Nicholas había hecho trizas al Daimon que la había estado sujetando, luego fue a por la mujer con la espada. El Daimon hembra se balanceó y atinó mal. Como ella trató de recobrar el equilibrio para dirigirle otro golpe, Nicholas la cogió por el antebrazo y se lo dobló tras ella.
La espada voló de su agarre y traqueteó por el ____(d)lo yendo a parar no lejos de los pies de ____(tu). Ella rápidamente la recogió y cambió de dirección hacia el hombre que se abalanzaba sobre ella. Giró en espiral la espada, y la clavó directamente en su corazón. Él se desintegró en polvo de oro.
Con el corazón martilleando, se giró para enfrentar al próximo.

-¡Retirada! gritó una segunda hembra. Ella agitó su mano para formar otra bola de luz.

Los Demonios que quedaban entraron precipitadamente en eso.

____(tu) echó a correr tras ellos pero se detuvo al darse cuenta de que Nicholas no estaba preocupado en absoluto en seguirlos.

- ¿No deberíamos ir tras de ellos?

Negando con la cabeza, se limpió la sangre de los labios antes de volverse hacia ____(tu). -No. Confía en mí. Tú nunca querrías seguir a un Daimon al interior de un bolt-hold. Eso te hace pasar directamente a un banquete en el vestíbulo central de los Daimons, dónde el pobre tonto que les siga es rápidamente servido como aperitivo-.

-Oh, eso sería malo.
-Sí. Sí, lo sería-. Nicholas sonrió a pesar de que todo su cuerpo le dolía. Tenía que otorgarle crédito, se había defendido a si misma realmente bien y incluso había logrado mantener su humor. -¿Dónde aprendiste a pelear con una espada?

Ella giró en espiral la espada alrededor de ella como una experta, y ya que él había vivido una vez a mediados de la Edad Media y las Edades Oscuras, él tenía mucho conocimiento de primera mano de los aficionados a la espada.

-La Sociedad de Anacronismo Creativo. Viví en el Reino de Meridies durante seis años.

Él se rascó la mandíbula cuando reconoció el área del sur de Estados Unidos. Allí abundaban los escuderos e incluso algunos Dark Hunters quienes eran miembros de la SCA.

- Sí, pero Un Tir patearía vuestros traseros en Pensic.
- No mientras yo luché para ellos, no lo hacían-. No había pronunciado esas palabras cuando la espada se le resbaló y casi se rebana un trozo de su pierna. Ella se enderezó inmediatamente y sujetó la espada todavía en una indignante manera que decía, tenía la intención de hacer eso.

Él se rió a pesar de sí mismo. Ella ciertamente tenía mucha de sal y vinagre en su personalidad, y le cautivaba. No había nada que él apreciase más en la vida que alguien que podía mantener su espíritu cuando todas las probabilidades estaban en su contra.

-Vamos, Xena Princesa Guerrera, necesitamos entrar.

Ella le hizo una pedorreta antes de apoyarse la espada sobre el hombro y unirse emocionada para unírsele a él. Él abrió la puerta y la dejó entrar a ella primero.

Tan pronto como entraron en el edificio oyeron los gritos y sonidos de gente peleando en el interior.
Nicholas se apresuró a adelantarla, hacia la sala de mando. Había Daimons en todas partes. Él agarró al que tenía más cerca, el cual peleaba con Jack, lo hizo girar a su alrededor, y lo golpeó ruidosamente contra la pared. Nicholas hizo aparecer un cuchillo en su mano a fin de que pudiese apuñalar al Daimon.
Después fue a por el que estaba con Patricia. Antes de que él la pudiese alcanzar, el Daimon hincó sus dientes en su cuello y se lo desgarró. Maldiciendo, Nicholas disparó una explosión psíquica desde su mano para golpear al Daimon haciéndolo retroceder. Patricia calló al ____(d)lo cuando Nicholas se lanzó a sí mismo y atrapó al Daimon por la cintura.
Los dos cayeron al ____(d)lo.
Cuando forcejearon, el Daimon hincó sus dientes en el hombro de Nicholas. El siseo, lo apuñaló, luego lo lanzó de una patada. El Daimon empezó a escupir fuera la venenosa sangre del Dark-Hunter, pero era tarde. El Daimon estaba muerto tres segundos después.

Nicholas se volvió justo cuando otro Daimon explotaba detrás de él. Su mirada encontró de ____(tu).

- Gracias.

Ella le asintió con la cabeza.
Los ojos de Nicholas ardieron cuando vio a otro Daimon dirigiéndose hacia ____(tu). Reaccionando por instinto, él lanzó su cuchillo, directamente al corazón del Daimon.
____(tu) se volvió con un jadeo justo para ver al Daimon explotar.

- Gracias a ti, también,- dijo ella en un tono jadeante.
- En cualquier momento.

De repente, Erika se lanzó a sí misma a Nicholas, quien la atrapó contra su cuerpo cuando el Daimon que la había estado persiguiendo dio un patinazo al detenerse. Haciéndola a un lado, Nicholas se abalanzó sobre él, solo para que se desvaneciese en otro bolt-hold. Todos los Daimons restantes apoyaron su causa.

-¿Cómo hacen eso? Preguntó ____(tu).

Nicholas devolvió su cuchillo a la bota.

- Magia. Ciertos miembros pueden llamar o convocar un bolt-hold desde Kalosis y si su guardián los necesita o los cree dignos, entonces lo abren.
- Eso me recuerda a un hombre viejo al mando, riéndose de ellos-.
Nicholas bufó. -No. Imagínate que una hermosa diosa de hielo que quieran ellos o no decide tenerlos en su mundo.

En cierta forma a ____(tu) le gustaba más la idea del hombre viejo.

Nicholas frunció el ceño cuando vio a Patricia, tendida sobre la tierra mientras su hijo, Jack, trataba de detener el flujo sanguíneo de su cuello. Él se abrió paso hacia ellos.

-Tenemos que poneros a todos vosotros a salvo.

Jack le miró dudosamente.

- ¿Dónde es a salvo? Ellos entraron aquí como si no fuésemos nada-

La cara de Nicholas se volvió de piedra.

- El Serengeti. Como santuario, es el único lugar en el que no pueden abrir una brecha-. Él recogió a Patricia en sus brazos. - Os encontraré a todos allí, y si fuese vosotros, me daría prisa.
- ¿Necesitas ayuda? le ofreció.

Nicholas vaciló.

- Será un poco apretado, pero bueno, necesito a alguien que presione sobre la herida.
- No soy claustrofóbica.

Por su cara ella podía decir él estaba agradecido.

- Entonces, retracta esa espada y vámonos.

____(tu) hizo lo que él le dijo, entonces lo siguió a su destrozado coche. Ella entró primero. Nicholas colocó cuidadosamente a Patricia en su regazo.

- No presiones demasiado fuerte.

Su corazón perdió el ritmo ante la vista del cuello de la mujer inconsciente. Honestamente, ella no sabía cómo podía estar todavía viva.

- ¿Lo conseguirá?
- Espero que sí por el bien de su familia. Los Addams son una de las más importantes familias de Escuderos, y ella es su cabeza de familia.

Nicholas se trasladó al otro lado, entró, y puso en marcha el coche. Él ciertamente sabía como manejarse en una crisis. Y podía rivalizar con la habilidad de cualquier conductor de carreras cuando metía y sacaba su coche del tráfico.
Gracias a Dios, no tuvieron que ir más allá de diez bloques antes de que alcanzaran el afamado Club Serengeti de Seattle. Las ventanas estaban tintadas de negro de modo que ella no podía decir si había alguien dentro o no. No parecía haber ningún coche en la zona que pudiese pertenecer a los clientes o trabajadores

- ¿Está abierto?

Nicholas metió su coche en el aparcamiento y salió. Él no le contestó hasta que abrió la puerta de ella.

-Abre al atardecer y los dueños viven aquí.

Antes de que ella pudiese indagar acerca de la extraña nota en su voz, él quitó a Patricia de su regazo y la llevó a través de la puerta trasera del club.
Preguntándose por que la puerta no estaba cerrada con llave, ____(tu) lo siguió por un pequeño corredor, hacia un área de oficinas.

- ¡Disculpadme! chasqueó una atractiva pelirroja cuando los vió .
- ¿Quienes son ustedes y que hacen aquí?

Nicholas no vaciló o se detuvo en llevar a Patricia hacia una puerta a su derecha.

-Tráeme a Dorian. Ahora.

La mujer lo desdeñó con sarcasmo.

- ¿Y quién eres tú?
- No te preocupes por eso. Simplemente ve a por Dori.

Con los brazos en jarra, la mujer parecía que quisiese darle de latigazos. Ella le dedicó una directa mirada -vete-al-infierno- a ____(tu) antes de salir.
Nicholas se detuvo ante una puerta. ____(tu) lo rodeó para abrirle, luego se apartó para dejarle pasar a lo que parecía ser una clínica. Él puso a Patricia muy cuidadosamente en la cama del hospital que estaba más cercana a la puerta.

- ¿Hay un médico aquí? preguntó ____(tu).
-Sí.

Justo cuando ella empezó a parpadear, un hombre apareció directamente frente a ella. De la nada. Él simplemente se ¡poof! en el cuarto como algún extraño efecto de programa de televisión. Con pelo negro hasta los hombros, él tenía un notable parecido con Nicholas.

- ¿Qué estás haciendo aquí? Exigió él hablando entre dientes.

La cara de Nicholas era completamente estoica.

-Los Addams han sido atacados por Daimons. Patricia necesita atención médica inmediatamente o se morirá. Los demás llegarán aquí tan pronto como puedan.

El hombre, quién se suponía debía ser Dorian, clavó una irritada mirada en ____(tu).

- No la conozco.
-Ella es una Escudera nueva.

Hubo una fuerte conmoción en el exterior antes de que se abriese la puerta. Jack entró junto a una mujer afro americana que corrió hacia la cama. La mujer empezó a examinar a Patricia, ____(tu) creía que era ella la doctora.

- ¿Quién más está herido? le preguntó la doctora a Jack.
- La mayoría de nosotros. Pero mamá es la única que está seriamente herida. ¿Se pondrá bien? Necesitas esperar fuera con los demás, Jack-.

Él se puso pálido.

El hombre, quien todavía no se había identificado, cogió a Jack del brazo y lo condujo hacia la puerta.

- Creo que todos debemos salir y dejar que Alberta haga su trabajo.-____(tu) lo sintió por el chico cuando las lágrimas inundaron sus ojos.
-Estará bien, Jack,- dijo ella, rezando que tuviese razón. Habiendo perdido a su madre con la edad de Jack, ella no podía soportar pensar que él perdiese a la suya.
Nicholas lo miró.
-Si, Jack. Alberta no dejará que nada le ocurra a tu madre. Ella estará de nuevo en pie, gritándote, realmente pronto-.

Jack asintió valientemente con la cabeza cuando salió andando del cuarto.
____(tu) siguió a Nicholas al pasillo donde se paró en seco. Mirando alrededor de él, ella contuvo el aliento al ver a un grupo de hombres extremadamente guapos pero cabreados.

Un hombre mayor quien parecía rondar los sesenta frunció sus labios al ver a Nicholas antes de que escupiese a sus pies.

-Sabes que no eres bien recibido aquí. Nunca.

Un aire de excesivo cansancio cayó sobre Nicholas, como si él no quisiese tratar con esto ahora mismo.

-Era una emergencia.

Eso no pareció aliviar al hombre en absoluto, y fue entonces cuando se dií cuenta de que era el santuario que poseía su familia.

-Deberías haber dejado que los humanos la trajeran.

-Papá.

Él siseó al hombre que se había unido a ellos en la clínica.

- No lo defiendas, Dorian. De no ser por las leyes del santuario, ya saborearía su sangre.

Las facciones de Nicholas se endurecieron cuando se se acercó a su padre. La cólera se mezclaba muy dentro de él hiriéndolo. No se habían visto el uno al otro en más de un siglo, y todavía su padre no podía mirarle sin fruncir los labios. Nicholas recordó un tiempo cuando él había respetado a este hombre. Cuando él se habría desvivido por él.
Parte de él odiaba a su padre por el hecho de que él solo se había quedado allí de pie mientras Phoenix lo mató hacía ya tantos siglos. Pero otra parte era el niño que una vez había admirado muchísimo a ese hombre. El niñito que solía montar sobre sus hombros y jugar con él. Esa parte había querido algún tipo de con____(d)lo por la muerte de su familia.
En lugar de eso, le habían matado, también. Su padre incluso le había pateado en el ____(d)lo y le había escupido. Él miró el escupitajo al lado de su bota. Su padre todavía le despreciaba.
Y eso despertaba una potente rabia dentro de él. Fue en lo que él enfocó la atención ahora.

-¿Qué te corroe más, viejo? ¿El hecho de que te traicioné, o el hecho que tuve las pelotas para corregirlo cuando tú no lo hiciste?

Él se lanzó sobre Nicholas sólo para que Dorian le detuviese.

-No lo hagas, Papá. Él ya no vale la pena-.

Nicholas sonrió siniestramente. Dorian no tenía ni idea de lo acertado que había estado.

-Sí, Papá, el que yo esté aquí no merece la pena-.
-Fuera- gruñó su padre, su voz gruesa con el odio, -Y no regreses jamás.
- No te preocupes.

Nicholas se dirigió hacia la puerta para darse cuenta de que ____(tu) todavía iba detrás de él. ¿En qué diablos estaba pensando ella?

-Tienes que quedarte aquí con los demás.
-Me parece que no.
-____(tu)…
-Mira,- dijo ella severamente, -tú has sido el único que me ha metido en todo esto. No te ofendas, Otto, Kyl, y Jessica me miran como si quieran matarme. Yo quiero matar a Erika y tú eres el único de ellos que parece ser inmune a las balas. Así que puestos a escoger, tú pareces mi apuesta más segura de continuar mi supervivencia.

Aunque sus facciones eran fieras, había un destello de humor en sus ojos negros.

- Confía en mí, no lo soy. Voy a salir de aquí para meterme en la guarida del león. Si te quedas aquí, esos tipos malos no te podrán coger. Pero si vienes conmigo, pueden hacerlo-.

Tal vez él tenía razón, pero algo en su interior le decía que tenía que quedarse con él, y si había una cosa en su vida en la que ella había aprendido a confiar, era en su interior.

-Nicholas.
-Escúchale, humana,- dijo una voz quebradiza detrás de ella. -Conseguir que mueran personas inocentes es lo que se le da mejor.

Una pena tan profunda que le llegó a ella inundó los ojos de Nicholas antes de que él la escondiese.

-Vete al infierno, Phoenix.

____(tu) se volvió para ver a un hombre detrás de ella que era el doble exacto de Dorian. La única razón por la que supo que no era él era por que llevaba un par de pantalones vaqueros y una camisa color denim abotonada baja en lugar de los pantalones plisados y la camisa negra que Dorian había tenido puesta.
Phoenix entrecerró sus ojos antes de que Nicholas abriese la puerta y saliese por ella. ____(tu) salió detrás de él justo cuando Otto y Leo llegaban desde atrás del callejón.

- ¿A dónde vas, Nicholas? preguntó Otto.
-A averiguar sobre Cael.

Leo frunció el ceño.

-Nosotros íbamos a ir allí tam—
- No,- dijo Nicholas en un tono que no admitía discusión. -Tenemos ya a un Escudero desaparecido y creo que está muerto. No hay ninguna necesidad de hacer que muera otro de ustedes. Yo me encargaré de esto.

Otto se mofó.

- ¿Estás loco? No puedes pelear al lado de Cael. Solo os debilitaríais el uno al otro.

Eso no pareció afectar a Nicholas en absoluto.

- Tendré unos buenos quince minutos antes de que estar en su presencia me debilite. Lo mismo que Cael. Créeme, cualquiera de nosotros dos puede hacer una gran cantidad de daño a cualquiera que nos pudiese atacar en esa cantidad de tiempo. Estoy convencido de que estaremos bien-.

Otto negó con la cabeza.

-Entonces voy contigo.
-Yo también,- dijo Leo.

Nicholas gruñó ante su irrazonable insistencia de unirse a él. Él no podía soportar la idea de que alguien muriese innecesariamente. Si tuviese más de tiempo, él lo perdería discutiendo con ellos. Pero él ya tenía un mal presentimiento acerca de uno de los muy pocos amigos que él había tenido todos estos siglos. Lo último que él quería era ver a Cael muerto, y él estaba demasiado cansado para discutir más ya. Él necesitaba ir allí y enterarse si Cael seguía con vida. Y si Cael estaba muerto, entonces él quería ir en busca de los que responsables.

-Bien.

Sin otra palabra, él se metió en su coche, sólo para encontrar a ____(tu) acomodándose en el lado del pasajero.

- ¿Qué estás haciendo?

Ella le dio una mirada indiferente.

-Te lo dije. Voy contigo.

Como si él realmente quisiera eso. En verdad, todo lo que quería ahora mismo era estar solo para ocuparse del revuelo de en este mismo día.

- Creí que irías en el coche con Otto ya, en contra del sentido común, ellos también van.

Ella dejó escapar un bufido muy poco digno.

-Y yo te dije a ti que ese hombre busca una razón para matarme. Sin mencionar que él, a diferencia de ti, no es Kevlar.

Nicholas suspiró como puso el coche en marcha y lo sacó del aparcamiento. Él podía ser inmune a las balas, pero no era completamente invencible. Podían cortar de un tajo su cabeza y matarle con bastante facilidad. Pero optó por no preocuparla con semejantes trivialidades.

-¿A dónde vamos? Preguntó ____(tu).
-A Rabean.

Cael vivía arriba de la universidad, en el sótano de un menos que refinado club que era propiedad de una familia de Apolitas. Nicholas había estado diciéndole a Cael durante años que él jugaba con nitro teniendo el enemigo tan cerca.

-Al carajo-, decía el siempre. -Me gusta el peligro. Además, todo lo que tengo que hacer es vestirme, subir las escaleras, matar algunos Daimons, y volver a casa. No puedes desaprovechar eso.

Nicholas sólo esperaba que su amigo no pagase ahora por su arrogancia

-¿Estás bien?

Él se volvió hacia ____(tu).

-Bien.
-Sabes, cuando las personas dicen estar bien, generalmente quieren decir “déjame en paz que no tengo la más remota gana de hablar de lo que me pasa”
- Y algunas veces solo quiere decir que estás bien y no hay nada más que hablar

Ella frunció la cara cuando consideraba eso. Él podía decir que ella no compraba eso.

-Tal vez, pero ¿Puedo hacer una pregunta?

Nicholas se encogió de hombros.

-Es un país libre, lo cual quiere decir que no tengo que contestarla.

Por su cansada cara él supo que no le había gustado su respuesta. Pero después de algunos minutos, ella se volvió hacia él.

- ¿Sabiendo cómo te tratan, por qué llevaste a Patricia con tu familia cuando podrías haberla llevado a un hospital?

Irritado al recordar lo mucho que su familia le odiaba, Nicholas apretó sus manos sobre el volante. Había olvidado el hecho de que ____(tu) era periodista, lo cual la hacía observadora y curiosa – dos cosas que eran letales para un hombre que no le gustaba hablar de su pasado o su presente. Demonios, él tendría mantenerse en guardia cerca de ella.

También sabía que cuando se trata con tales bestias, no tenía sentido sopesar los riesgos. Ella lo perseguiría hasta que le diese una respuesta… o él la matase.
Nah, ellos ya tenían bastantes problemas sin hacer eso. Además, ella le atraía de una rara manera. Especialmente la curva suave de sus labios y la forma en que subían muy ligeramente cada vez que esperaba que él le contestase.
Eso era casi suficiente para hacerle sucumbir…

Pero al final, él le respondió con la verdad

-Uno, ella no habría estado a salvo en un hospital. Los Daimons pueden entrar una y otra vez allí desde que es dominio público, y tengo el presentimiento de que habrían vuelto para acabar con ella desde que ella es alguien de importancia en el mundo de los Escuderos. La única protección que tiene un humano contra ellos es la protección de su casa. Ningún Daimon puede entrar en una residencia privada a menos que se les invite. Dos, y lo más importante, ¿Puedes imaginarte alguna explicación para el desgarro de su cuello? Creo que un médico común podría preocuparse un poco al ver que parecen ser dientes humanos y sin ser todavía humanos en el cuello de una mujer. Esta era la manera más fácil de conseguir ayuda lejos de atraer atención no deseada de alguien como, oh digamos, una periodista.
- Quizás puedas tener un punto con eso,- admitió ella en un gruñido.

____(tu) se cayó cuando vio la luz de las farolas cruzar la cara de Nicholas. Él era realmente un hombre atractivo. Pero no se trataba solo de su apariencia. Había algo más en él. Algo doloroso y al mismo tiempo fiero. Eso hacía que ella quisiese consolarle, especialmente desde que ella entendía perfectamente que era estar sola en el mundo.
No pienses en ello. Su mente tenía razón. Ella tenía muchas más cosas importantes en las que enfocar su atención en el presente que en lo bueno que estaba y en lo atraída que se sentía por él.

Sus pensamientos fueron a Erika.

- ¿Así que, Cómo crees que se metieron en tu casa?
- Diablos si lo sé. Alguien habría tenido que estar dentro de la casa para invitarlos a entrar. Ella jura que no lo hizo, y eso maldición no es seguro para mí.

Eso no era reconfortante.

- ¿Tienes alguna idea de qué buscaban los Daimons esta noche? ¿Es esto normal para ellos?
- No,- dijo él sinceramente. -Es altamente inusual en ellos atacar de esta manera. Normalmente ellos atacan a algunos humanos y nosotros los matamos antes de que crezcan mucho más. Desde que su meta es seguir viviendo, normalmente se escapan de nosotros, no hacia nosotros. Y nunca los he viso atacar antes a los Escuderos con tal facilidad-.

Ella digirió eso y se preguntó por qué era ahora diferente. ¿Cuál era el catalizador? ¿Podía ser ese tal Stryker que Kyl había mencionado antes o era alguna otra cosa?

- ¿Qué hay acerca de Cael? Supongo que es amigo tuyo.
- Sí.
- ¿Cuánto tiempo hace que lo conoces?
- Casi trescientos años.
- Wooh. Estoy impresionada. Deduzco que las relaciones a largo plazo no te asustan, ¿huh?

Él la miró ceñuda ante su broma.

- ¿Y eso que se supone que quiere decir?
- Nada.

Él todavía se veía perturbado y ella extrañamente encontraba eso divertido, también. Ella normalmente no bromeaba con las personas que no conocía. Aún así había en el un aire que le rogaba que lo irritase. Esta debía ser la misma tendencia suicida que tenían los humanos siempre de saltar cuando se encuentran sobre el borde de un acantilado.

O quizás era el hecho de que a ella le gustaba la manera en que se suavizaba su cara cuando bromeaba con él. Era sumamente seductora y le hacía preguntarse si él habría sido siempre tan severo y serio como lo era ahora.

Nicholas aminoró cuando se acercó al Happy Hunting Ground.Yeah, él siempre había adorado ese nombre a modo de broma para un bien establecido bar Apolita/Daimon que proveía de comida y bebida a los estudiantes de la universidad. La gente de la universidad pensaba que era un bar de solteros. Lo que no sabían era que la sombra de un dragón negro volando sobre un sol amarillo que era el símbolo del club era una alfombrilla de bienvenida para que un apolita o sus hermanos Daimon, supiesen que allí estaban seguros. Originalmente Cael había sido envidado a cerrar el local, pero los apolitas rápidamente se habían ofrecido a cerrar un buen trato con él. Ellos serían tolerantes siempre y cuando él los protegiese. Incluso habían invitado a Cael a vivir en el local. Por razones desconocidas, Cael había aceptado. Ahora los Daimons tendían a mantenerse alejados. Y estaba abierto a ocuparse de esos Daimons que no sabían que en el sótano había un Dark-Hunter, y que eran lo suficientemente desafortunados de entrar en el Happy Hunting Ground para merendar a algún joven universitario.
Nicholas justamente esperaba que Cael todavía viviese en el sótano y no se hubiese convertido en una víctima de su confiada estupidez.

- Conozco este lugar,- dijo ____(tu) cuando aparcó a la vuelta - me encantan las esculturas de basura reciclada del frente. Traté de descubrir quién era el artista, pero nadie me lo dijo. De hecho, la gente que trabaja aquí es realmente grosera.-

Nicholas dejó caer su coche en aparcamiento cuando Otto detuvo su Jaguar al lado de ellos.

-El artista debe de ser Cael. Las personas groseras que llevan este lugar debían de ser los Apolitas.
- ¿De veras?
-Sí-. ¿Eso no sería como jugar con la comida o algo así?
-Algo. Definitivamente algo. Pero a Cael le gusta esto y los apolitas parecen tolerarle. ¿Quién soy yo para cuestionarlo?

Nicholas salió del coche y se tomó un minuto para orientarse mientras Otto se les unía. La música del club era ruidosa y fuerte. ____(tu) incline su cabeza, eran Black and Peace -Don´t Phunk with My Heart-.

-¿La puerta de atrás? preguntó ____(tu).

Nicholas negó con la cabeza.

-¿Todavía conservas esa espada?
-Sí.

-Mantenla cerca. Vamos a entrar en la guarida del dragón y no sabemos que nos vamos a encontrar-. Él intercambió una mirada de advertencia con Otto. -Si surge cualquier problema, quiero que los dos corráis hacia la puerta y os llevéis a ____(tu) con vosotros-.

Otto le dio una cruel mirada que enorgullecería a un asesino en serie.

-Sin ofender, yo no corro.
-Yo tampoco,- dijo ____(tu) firmemente.

Leo levantó la mano.

-Para que conste en acta, yo sí.

Cuando Otto lo miró con ceño, Leo rodó sus ojos.

-Era un chiste, Carvalleti. Búscate un sentido del humor.
-Realmente no lo necesito, y no pongas un Gilligan sobre mí. Tiendo a disparar contra los Gilligans.

Leo le dio la vuelta.

-No te preocupes. Yo estoy aquí por el enorme botín-.

Nicholas hizo un sonido de disgusto.

-Bien. Vuestras muertes son cosa vuestra. Solo recuérdame que te diga como no ser un Gilligan. - Él metió su cuchillo en la parte de atrás de sus pantalones.

Ellos se dirigieron hacia el frente. El edificio del ladrillo debía de tener unos cien años. Pintado de azul pálido con ventanas negras que habían sido decoradas con símbolos hippies, se parecía a un millón de clubes de otras universidades. Esa tarde, no estaba particularmente ocupado de personas arremolinadas alrededor del frente, charlando y mendigando.

Había un café y una librería, Ravenna Third Place Books y Money Bear Bakery, cerca de la puerta donde había un mayor número de personas. A diferencia del club, era brillante e invitador. Había un aire de sexo y desaseo que pegaba al Happy Hunting Ground, pero entonces quizás eso fuese lo que atraía a los habituales clientes.

Intendo no pensar en cuántas personas habían perdido sus vidas porque tontamente se habían aventurado aquí para beber con sus amigos o una función de una sola noche, Nicholas abrió la puerta del club y fue a encontrarse cara a cara con un enorme apolita que esperaba en una pequeña área del vestíbulo para comprobar las identificaciones. Él era de un casi metro noventa y debía de pesar unas trescientas libras. No era a menudo que él tuviese que levantar la vista hacia alguien.

Diablos. Por regla general, los apolitas no eran más altos que la mayoría de los humanos, pero debido a su dieta líquida, eran normalmente flacos. Los apolitas de allí podían fácilmente alquilar a ese tío como portero principal…
O como reserva de Macy el Día de Acción de Gracias – excepto por que la luz del sol lo mataría. Reserva y fuegos artificiales. Tú no podías golpear eso.

El apolita se tensó tan pronto los vio.

-¿Qué buscas aquí, Dark-Hunter?
-Simplemente visitó a un amigo.

El apolita movió para bloquear su acceso al club.

-Tú no tienes amigos aquí.

Nicholas le dio una mirada fija desdeñosa.

-Mejor que tengo al menos uno.

Todavía el apolita no lo dejaba pasar.

-Entonces llámalo por teléfono. Los de tu clase no son bienvenidos aquí. ¿Eso también va por Cael?

La cara de apolita se volvió de piedra.

-Él no es asunto tuyo. Ahora vete.

Nicholas empezó a pasar junto a él solo para que el apolita le enviase un golpe. Él lo evadió, luego agregó uno suyo. El Apolita se tambaleó hacia atrás.
De la nada aparecieron tres apolitas más. Formaron una línea entre él y la segunda puerta que conducía al club.

-No tienes nada que buscar aquí, Dark-Hunter. Vete a casa.
-No hasta que vea a Cael.

Otto sacó un cuchillo de mariposa.

-Sabéis, vosotros tíos tenéis una vida patéticamente corta. Sería una lástima perder aunque solo fuese un día de esta.
-¡Aparta eso! dijo una mujer rubia sumamente atractiva cuando pasó alrededor de los porteros. Ella estaba vestida en un traje verde lima de go-go completo con unas botas blancas de vinilo y lápiz labial blanco. A diferencia de los hombres, ella no se molestó en esconder sus colmillos mientras hablaba.
-No se permiten las armas en este club, nunca.

Ella les dio a Otto, Leo, ____(tu), y Nicholas una mordaz mirada.

-¿Por qué están ustedes aquí?

Nicholas aspiró profundamente buscando paciencia.

-Realmente estoy cansado de decir esto. Quiero ver a Cael y si tengo que decir eso una vez más, voy a empezar a cazar Daimons practicando sobre todos vosotros.

La mujer apolita se cruzó de brazos.

-Estoy segura de que él no quiere verte.

Otto estrechó su mirada en la mujer.

- Creo que él ya está muerto, Nicholas.
-Él no está muerto,- dijo la mujer dijo, su ofendido -Pero no tienen nada que tratar aquí con él. Él no les ha puesto en la lista de invitados y la última vez que chequeamos, él no era exactamente social con la mayoría de ustedes. ¿Cómo sabemos que sois sus amigos?

Nicholas le dio una mirada tóxica de su propia cosecha.

-Los enemigos no vienen por la puerta principal, pequeña-.

El portero le dijo algo a ella en apolita. Ella se vio un poco nerviosa cuando recorrió con la mirada a Nicholas.

-Los enemigos listos podrían. Que yo sepa, no eres tan estúpido como aparentas. Tal vez estás aquí para matar a Cael-.

Nicholas estaba cansado de jugar a eso con ella. -Ahí es donde te equivocas. Y a menos que quieras que este club acabe en llamas esta noche, sugiero que nos dejes pasar-.
Ella se puso rígida ante su amenaza.

- No puedes hacernos daño, va en contra del código. Ningún Dark-Hunter tiene nunca permitido dañar a un apolita hasta que nos volvamos Daimon-.
- Que se joda el código,- dijo él entre dientes. -Si mi amigo está muerto, no honraré nada excepto lo que me dio vida… venganza-.

El hombre le habló a ella otra vez.

Ella vaciló antes de contestarle. Con ojos preocupados, se volvió hacia Nicholas.

-Tienes quince minutos con él antes de que tú reduzcas drásticamente sus poderes. Después de eso, quiero que te vayas.

Para su completo shock, los Apolitas realmente se apartaron para dejarles pasar.
Esperando una trampa, Nicholas se aseguró de que ____(tu) estuviese entre él y Otto mientras Leo cerraba la retaguardia cuando seguían a la mujer a través del club, el cual tenía realmente gente, bailando al son de la música hip-hop. Las luces estroboscopias que emitían se reflejaban en las tres diferentes bolas de espejos que había a gran altura por encima de ellos. A los lados estaban las mesas cubiertas de manteles negros con símbolos hippie pintados en colores de neon. Las luces negras ayudaban a los colores a brincar en la oscuridad. También servían para el doble propósito de hacerle doler los ojos a Nicholas.
El movimiento y luces deberían debilitar a un Dark-Hunter mientras que no afectaba a los Daimons y Apolitas. Inteligente pensamiento de su parte.
La mujer los llevó pasando el área del bar, directos a una cocina industrial, a una puerta que se abría sobre un corredor hacia el sótano.
Ella la mantuvo abierta con un brazo y dio un paso hacia atrás para que ellos entrasen sin ella.

-Su cuarto es el último a la izquierda-.

Nicholas bajó primero.

-¿Crees que es una trampa? preguntó ____(tu) después de que la mujer cerró la puerta detrás de ellos. La luz en el sótano era muy débil, pero realmente se sentía bien para sus ojos después del hostil alumbrado de arriba. Aquí, él podía ver perfectamente.
-Llegados a este punto,- dijo Nicholas seriamente, -nada debería sorprenderme.

Nicholas se detuvo cuando se acercó a la puerta que le había dicho la mujer llevaba al cuarto de Cael. Él podía oír a alguien gruñendo como si estuviese sufriendo, entonces de repente, Cael dejó escapar un angustiado grito.

Con su corazón martilleando, Nicholas no dudó en patear la puerta y entonces realmente reevaluó su anterior comentario acerca de la sorpresa.

Esto… esto sacudió el completo infierno dentro de él.
Belieber&Smiler♥
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Mensaje por Faby Evans Jonas Lun 27 Sep 2010, 9:30 am

Noooooooooo q le paso a cael????
No la dejes asi!
Sigueeeeela
Faby Evans Jonas
Faby Evans Jonas


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Mensaje por Dayi_JonasLove!* Lun 27 Sep 2010, 4:29 pm

WTF?!?!? Q demonios le paso a Cael?!? ):
Porfavooorr SIGUELAAAA!!! necesito cap!!
Amo la noveee :love:
Dayi_JonasLove!*
Dayi_JonasLove!*


http://www.twitter.com/DayaniLo_JB

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Mensaje por Invitado Lun 27 Sep 2010, 10:09 pm

OMG¡¡¡¡¡¡ k
que era????
xfa siguelaaaaaaaaaaa
quiero cap siiiiiii
siguelaaaaaaaaaa
Invitado
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Invitado

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Mensaje por *annie d' jonas* Lun 27 Sep 2010, 11:32 pm

sigueeeeeeeeeeeeee plissssssssssssssss
*annie d' jonas*
*annie d' jonas*


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Mensaje por Belieber&Smiler♥ Mar 28 Sep 2010, 7:57 am

Capítulo 7

Nicholas permanecía en el umbral de la puerta con la boca abierta, con total estupefacción cuando vio a Cael entrelazado con una mujer apolita en la cama.

Completamente en flagrante delito.

- Creo que no necesito ver esa luna llena peluda esta noche.- dijo Nicholas dándoles la espalda. - Gawd, creo que me he quedado ciego.

____(tu) jadeó mientras Otto y Leo se reían, después de retroceder unos pasos de vuelta al vestíbulo lejos de la pareja desnuda.

Cael escupió una fétida maldición.

- ¿Qué diablos es esta mierda? exigió coléricamente en un marcado fuerte acento irlandés que era una extraña mezcla entre Irlandés y Escocés.

Nicholas podía oírlos a ellos arrastrándose de la cama, sin duda tratando de cubrirse.

- Y para que conste, no soy el único con el culo peludo. Ese deberías ser tú. ¿Es que no ____(d)les llamar a la puerta?
- Normalmente sí, - dijo Nicholas sarcásticamente. - pero no cuando pienso que estás siendo atacado.
- Estaba siendo atacado… de la forma más deseable. Deberías probarlo de en cuando, Rave, y tal vez no serías tan bastardo.

Nicholas puso los ojos en blanco.

- No sé. Tú eres el único que parece obsesionado por mi trasero peludo. ¿Qué dice eso acerca de ti, tío?

Un zapato golpeó la pared no lejos de la cabeza de Nicholas.

- Tu punterías es bastante mala, Cael.
- No fue Cael, - dijo una voz suave, venenosa en un tono inquieto. - Y la próxima vez apuntaré mejor.

Antes de que Nicholas pudiese responder, Cael se aclaró la voz.

- ¿Por qué estás aquí de todas formas, Chico Gato?
- Es Hombre Gato para ti, y necesito hablar contigo.

Cael dejó escapar un agravado suspiro.

- Espera afuera mientras Amaranda y yo nos vestimos.

Nicholas miró sobre su hombro para ver a Cael y Amaranda envueltos en una sábana antes de que se uniera a los demás en el pasillo y cerrase la puerta.

- Creo que esperaré arriba,- dijo Leo, dirigiéndose hacia el corredor. - Llámame si necesitas ayuda para incordiar a parejas calientes.
- Cállate, Leo,- gruñó Nicholas. – No eres tan necesario para mi mundo como para que abras la boca y no puedas acabar herido.
- Sí, sí,- dijo él despectivamente cuando le dio la espalda y se dirigió hacia las escaleras y desapareció de vista.
- Bueno, eso fue ciertamente embarazoso,- dijo ____(tu) en un tono que debería entrar en el Sarcástico Hall de la Fama. Mirándole con esos ojos azul claro, ella cruzó los brazos sobre su pecho. - Ahora que he visto los rituales copulativos de los Dark Hunter de cerca y en persona, ¿Tienes algún lugar más divertido al que llevarme esta noche? Sabes, no he estado tan avergonzada desde que el elástico de mis pantalones cortos de gimnasia se me rompieron el la escuela secundaria y descubrí de la forma más horrible que tenía un agujero en la parte de atrás de mis medias.

Y por alguna razón eso no tenía ningún sentido en absoluto para él, el pensamiento de su trasero asomando a hurtadillas por un desgarro de sus pantalones realmente le encendía…, yeah, él se estaba perdiendo.

Antes de que él pudiese hacer algún comentario sobre su causticidad, la puerta se abrió para mostrar a Cael trayendo puesto nada menos que una falda escocesa a cuadros roja y negra envuelta baja alrededor de sus delgadas caderas. Rastrillando sus manos a través de su pelo negro ondulado para colocarlo en lugar, él les dedicó una mirada antes de que cruzase los brazos alrededor de su pecho desnudo, el cual tenía unos cuantos arañazos rojos.

- ¿Así que, a que debo la inesperada y poco placentera interrupción? Es mejor que la respuesta sea ' Armagedón ' si quieres vivir.

____(tu) intentó no mirarle estúpidamente, pero era difícil duro. Al igual que Nicholas, el hombre tenía la constitución de un musculoso gimnasta… con ocho paquetes de abdominales. Él, también, tenía el tatuaje de la flecha y el arco, sólo que él lo tenía en la cadera izquierda mientras otro tatuaje de un corazón perforado por una daga bajaba por uno de sus brazos. Una larga línea de hojas de vid se elevaba desde este enroscándose alrededor de un hombro y bajar hasta sus pectorales en el lado derecho. Su enmarañado pelo negro caía sobre sus hombros en ondas de perfección masculina. Al menos un día de barba cubría su atractivo rostro, y tenía unos ojos negros rodeados de largas pestañas que debían ser ilegales.

Nicholas tenía un tic en su mandíbula cuando encaró a su amigo.

- Seré breve. Vine a decirte que los Apolitas van a intentar asesinarte.

Cael le dedicó una sonrisa afectada ante el significado de eso.

- Llegas tarde. Amaranda ha estado intentándolo todo el día, pero no lo ha conseguido- . Él arqueó sus cejas un par de veces.

____(tu) se encogió ante el doble sentido de sus palabras.

Las fosas nasales de Nicholas se dilataron cuando dirigió una mirada abrasadora hacia la puerta cerrada.

- No es una broma, Cael. Esto es en serio. No puedo creer que estés recluido, jodiendo con el enemigo. ¿En qué diablos estás pensando?

Todo el humor huyó de la cara de Cael cuando él apretó sus manos en sus brazos.

- Cuidado, braither. Pon más respeto en tu tono cuando hables de ella, ¿ok?

La puerta del dormitorio se abrió para mostrar a Amaranda. Alta y etéreamente bella, ella era el tipo de mujer que ____(tu) había pasado toda su vida envidiando. No había un solo gramo de grasa en ella, y esto era obvio, desde que traía puesto unos pantalones vaqueros muy ajustados que apenas subían sobre su área púbica y un top rojo sin hombros ceñido que dejaba la mayor parte de su cuerpo superior desnudo. La parte superior de su delgado brazo izquierdo estaba ceñido por un brazalete de una serpiente de oro que hacía juego con un par de pendientes de oro, y una luna roja de color rubí colgaba del piercing que ella tenía, en su ombligo.
Cuando se volvió hacia ____(tu), ella reparó en que Amaranda también tenía un pequeño aro rojo en la ventana derecha de su de nariz.
____(tu) empezó a preguntarse de si descubriría otro si sacaba la lengua. Tal vez la mujer se resfriaría y ganaba algún peso… al menos ella había cubierto ese perfecto cuerpo de modo que ____(tu) no se sintiese bastante inadecuada.
Nota personal: Iniciar una nueva dieta mañana...
Apartando su pelo largo hasta la cintura, de un perfecto rubio blanquecino de su hombro, Amaranda los recorrió rápidamente con la mirada antes de mirar a Cael. No había error de interpretación, en el adorado amor con que lo miraba. Fue solo por una parte por que lo único que Cael le devolvió fue una sonrisa al girarse a ella. Él dijo algo en un idioma que ____(tu) no reconoció.

Amaranda respondió del mismo modo. Al igual que Cael, ella también enseñaba un poquito de los colmillos al hablar.

Nicholas frunció los labios cuando Amaranda se apartó de ellos.

- ¿Tú incluso hablas su idioma?

Inclinando la cabeza hacia abajo, Cael se frotó su ceja con el dedo medio.

- Bien.- gruñó Nicholas.- Pero déjame contarte lo que ha sucedido mientras tú lo pasabas bien con tu pequeña novia.

Cael le dio una mirada irritada.

- Al amanecer, fui cogido por los Apolitas y llevado a un refugio de animales donde estuvieron peligrosamente cerca de matarme. Después de que me librara de esa por los pelos, enviaron un grupo de humanos y un medio Apolita para matarme durante el día. Ya han asesinado a un hasta ahora sin identificar Dark-Hunter y después, esta misma noche atacaron a los Addams en su base. Patricia puede que ni siquiera sobreviva a esta noche.

Con cada palabra que Nicholas decía, la cara de Cael se volvía más mortalmente seria.

- ¿Qué?
- Es verdad,-dijo ____(tu) en defensa de Nicholas. - La policía y los Apolitas están trabajando con los Daimons y ellos están fuera para cazaros a todos vosotros.

Incluso cuando esas palabras abandonaron sus labios, sonaban ridículas. Cómo desearía ella que realmente lo fuera.

- Sí,- de sumó Otto.- Nosotros enviamos a un Escudero para aquí hace tres horas, antes del ataque a los Addams, para advertirte.

Cael miró con ceño ante eso.

- Ningún escudero vino aquí. Kerri me lo habría dicho.
- ¿Kerri? Nicholas preguntó.
Cael vaciló cuando dirigió la mirada hacia la escalera que ascendía hacia el club. Por su cara ella podía decir que él se debatía con algo sumamente importante. Él se vio altamente incómodo antes finalmente contestase.

- Mi cuñada.

Nicholas no podía respirar cuando esas palabras le atravesaron como un cuchillo ardiendo. ¿Qué diablos estaba él pensando?

- ¿Tu Qué?

Sus facciones se pusieron tirantes.

- Amaranda es mi esposa.

La rabia y la incredulidad hicieron una mezcla hostil dentro de Nicholas.

- ¿Has perdido tu frígida mente?

Cael comenzó a apartarle de un empujón, entonces lo pensó mejor. Después de todo, lo que fuere que un Dark-Hunter le hiciese a otro, el antagonista lo sentiría diez veces peor. Un simple empellón para Nicholas repercutía para Cael en un asombroso golpe.

- Sé exactamente lo que estoy haciendo.

Sí, claro. Enredarse de esa manera con una apolita era como ordeñar veneno de una serpiente para ganarse la vida. Tarde o temprano, uno de ellos se daría la vuelta y le mordería – era simplemente la naturaleza de la bestia.

- ¡Tú jodido idiota! Tienes alguna idea…
- Por supuesto que la tengo, Rave,- dijo él entre dientes. – No has pensado ni por un minuto lo que esto hubiese sido incluso fácil para cualquiera de nosotros. No lo ha sido. Nosotros somos bien conscientes de lo negativo y de los reversos de esta relación - . El dolor en sus ojos era crudo y poderoso.

Parte de Nicholas sentía pena por él. La otra parte simplemente buscaba para darle una buena paliza hasta que él entrase en razón. Esto no era un juego lo que estaban jugando. Era una guerra. ¿Y cómo podía luchar un hombre mientras sus lealtades hacia el hogar era con los mismos enemigos a los que tenía que matar?

- ¿Qué edad tiene ella?- preguntó ____(tu) quedamente.

El dolor dio una llamarada aun más brillante a los ojos de Cael.
- Ella cumplirá los veintiséis en un par de semanas.
- Maldición Cael,- dijo Nicholas en voz baja.

Él quería discutir con él, pero ¿De qué servía? Ya estaban casados. Si bien este tenía que haber sido el movimiento más estúpido acerca del que Nicholas alguna vez había oído, Cael no era un niño. Él conocía el resultado y era el único que tendría que vivir con las consecuencias de eso. Habiendo echado a perder su vida por una mujer, Nicholas no ni lejos de sermonear a cualquier otro acerca de su vida amorosa. Pero nunca dejaba de asombrarle qué tan estúpido podía ser un hombre por una mujer.

- Bueno, al menos ahora entiendo por que los Apolitas toleran que vivas aquí.- dijo Nicholas.- ¿Cuánto tiempo llevas casado?
- Cuatro años.

Nicholas dejó escapar un suspiro asqueado mientras intercambiaba una mirada de incredulidad con Otto. Le asombraba que Cael se las hubiese ingeniado para mantenerlo oculto durante tanto tiempo. Pero claro, los Dark-Hunters normalmente no visitaban unos las casas de los otros y Cael nunca había pedido un Escudero.
Incluso antes de que se hubiese trasladado al edificio propiedad Apolita hace diez años, Cael había estado solo, así que habría sido relativamente fácil mantenerles oculto su matrimonio.

Desde que los Dark-Hunters tenían prohibido tener citas o tener cualquier clase de relación romántica muy larga no era algo que hubiese surgido o preguntado siquiera.

Pero entonces eso implicaba una pregunta en particular.

- ¿Lo sabe Ash?

Cael se encogió de hombros.

- Si lo sabe, no ha dicho nada.

Nicholas tuvo que otorgarle crédito a Cael – él era hábil rodeando una pregunta.

- ¿Se lo dijiste?
- No, - admitió Cael, - pero tampoco lo he escondido. No tengo vergüenza de mi esposa o de mi matrimonio. Pero me imaginé que ya que nadie preguntaba, no tendría que hablar de eso.
- ¿Qué hay de su familia?- preguntó Otto. - Desde que los Apolitas tienden a criar un montón de niños, estoy seguro de que ella tiene más de una hermana. ¿Qué haces cuando se vuelven Daimon?
La postura entera de Cael se volvió defensiva.
- ¿Quién dice que se vuelven Daimons?

Ambos Otto y Nicholas le dieron una mirada fija escéptica.

- ¿Estás diciendo que todos ellos han muerto? preguntó Otto.

Cael replegó sus brazos sobre su pecho cuando su expresión se volvió un poco tímida.

- No exactamente. Algunos de ellos se han desvanecido.
- Desvanecidos…- se burló Nicholas. – Querrás decir que se volvieron Daimon.
La cara de Cael era de piedra.
- Quiero decir desvanecido.

La mirada de disgusto en la cara de Otto era tangible. Había tanta tensión en el aire que hizo que el pelo de los brazos de ____(tu) se pusiera de punta. Ella seguía esperando que uno de ellos se lanzase sobre el otro, pero para su crédito ninguno había dado muestras de querer ser el primero.

- No preguntas, no te cuentan, ¿verdad? – preguntó Otto.
- Son mi familia, Otto,- dijo Cael entre los dientes apretados con fuerza. – No voy a ir tras ellos cuando pasen al otro lado. Hay suficientes Dark-Hunters aquí para encargarse de ellos si pasan al lado oscuro.

Otto soltó largo suspiro, cansado.

- ¿Familia? ¿Estás seguro de que ellos sienten lo mismo acerca de ti? Dime que vas a hacer cuando te despiertes con la cabeza separada del cuerpo por que los que tú llamas familia se han puesto nerviosos… No te engañes a ti mismo, Cael. Sois enemigos. Siempre. Tarde o temprano, uno de ellos te venderá. A ti. Fuera.
- Creo que él tiene un problema mayor que ese,- dijo Nicholas, atrayendo la acalorada atención hacia él. ¿Qué vas a hacer cuando Amaranda cumpla los veintisiete?

La agonía en esos ojos oscuros estrujó el corazón de ____(tu) cuando él apartó la mirada.

- No hablamos de eso.
- ¿Por qué? Preguntó Otto. - ¿Planeas sostener su mano mientras se alimenta de los humanos?

Eso causó el quiebro de la tregua. Cael agarró a Otto y lo apartó de un empujón contra la pared con tanta fuerza, que ____(tu) estaba asombrada de que no se agrietara el yeso. Sus colmillos quedaron al descubierto, ella mitad esperaba que Cael arrancase la garganta de Otto.

- No es problema tuyo, humano.

Nicholas los separó y puso su cuerpo entre Cael y Otto.

- Es el problema de todos, Cael. De todos nosotros.

Cael frunció sus labios en una maraña fiera.

- Sabes quizás no esté todo perdido,- dijo ____(tu), llamando la atención sobre ella. - ¿Cael les puede preguntar a ellos que está pasando, no es verdad?

Cael negó con la cabeza cuando Nicholas lo miró fijamente con curiosidad.

- No,- dijo él firmemente. - No pido esa clase de favores. Ellos no me preguntan acerca de los Dark-Hunters y de lo que hacemos, y yo no les pregunto acerca de otros Apolitas u otros Daimons.
- Increíble.

Cael desdeñó con sarcasmo a Nicholas.

- No uses esa actitud superior conmigo, cabeza hueca. No es como si no estuvieses cazando también a la familia. Por lo menos yo no tengo ninguna sangre apolita en mí. ¿Cómo puedes cazar a los de tu propia especie?

____(tu) atrapó a Nicholas cuando se movió hacia Cael.

- Basta, chicos.
- Ella tiene razón,- dijo Otto, respaldándola. - Además, vosotros dos deberías estar debilitándoos el uno al otro en estos momentos.
- Lo estamos.- dijeron al unísono.

La puerta al final del pasillo se abrió para mostrar a Amaranda de regreso hacia ellos, llevando un pequeño saco de algo que olía como a comida. Cuando pasó caminando ante ellos, ____(tu) advirtió un pequeño tatuaje de un arco y una flecha como el de los Dark-Hunters entrelazado con una rosa en la espalda de la mujer.

Amaranda miró con mordacidad a Nicholas, quien en cierta forma logró conservar su cara completamente estoica.

- Cael necesita su fuerza. Tienes que irte.
Nicholas entrecerró los ojos cuando vio el tatuaje en la mano que Amaranda colocó en el brazo de Cael.

- ¿Ella es Spathi?

Las facciones de Cael se endurecieron otra vez.

- Ella no es un Daimon.
- Pero está entrenada para pelear contra nosotros.

Amaranda levantó su barbilla para permanecer firme contra Nicholas y su crítica.

- Estoy entrenada para protegerme a mi misma y a los que amo.
- ¿De qué?- Preguntó Otto en un tono seco.

Ella lo miró con desdén.

- De lo que haga falta.

Otra vez el aire se llenó de hostilidad y fiereza. La hostilidad de esto bajó por la espalda de ____(tu) como si un fantasma la hubiese tocado.

Esto solo disminuía cuando Cael miraba a su esposa y su cólera parecía desvanecerse inmediatamente en una emoción mucho más suave.

- Cariño, ¿Vino algún escudero más temprano a hablar conmigo?
- No.- Su expresión era totalmente sincera y abierta.
- ¿Está segura? Preguntó Otto.
- Kerri me habría avisado si lo hubiese. Ella no habría mantenido algo así en secreto.- asintió ella.

Otto parecía contrariado.

- Él no ha regresado, y tampoco ha venido aquí. Han debido interceptarlo. Maldición. Me pregunto cuando encontraremos el cuerpo.

Nicholas soltó un pesado suspiro. Su excesivo cansancio y tristeza alcanzaban a ____(tu). Ella quería colocar una mano reconfortante sobre él pero decidió que eso no era prudente. A diferencia de Cael y Amaranda, no eran pareja. Y ella no le conocía lo bastante bien para sopesar si Nicholas le daría la bienvenida a su con____(d)lo o lo rechazaría.

- Al menos sabemos que Cael está a salvo, así es que podemos relajarnos. - Nicholas entrecerró sus ojos en el otro Dark-Hunter. – Mantente en contacto y recuerda lo que dije. Tarde o temprano, esta batalla llamará a tu puerta.
La preocupación oscureció el semblante de Amaranda cuando miró a su marido.

- ¿Qué batalla?

Él le cogió la mano.

- Nada, pequeña. Ellos están paranoicos.

Otto se mofó de sus palabras.

- Y los asesinos están de broma.
- Vamos,- dijo Nicholas a Otto, empujándolo hacia las escaleras. - Tenemos otros lugares a los que ir y otras personas a las que molestar.

Otto se desentendió de su contacto mientras se dirigía por el corredor, alejándose de Cael y Amaranda. Nicholas fue detrás de él.

____(tu) les siguió, pero cuando alcanzó las escaleras, se volvió para ver a Amaranda dejando caer la bolsa de comida al ____(d)lo mientras Cael la cogía entre sus brazos y ahuecaba su cara en sus enormes manos, antes de darle un apasionado beso.

Toda su dureza se había ido y en su lugar quedaba toda la mansedumbre de un hombre que estaba obviamente locamente enamorado de su esposa.

- Tienes que comer algo,- dijo Amaranda cuando se separó de sus labios.

Él le sonrió con dulzura.

- Créeme, voy a comer ahora mismo… la comida puede esperar hasta más tarde.

Amaranda se rió cuando la cogió y la llevó de vuelta a su dormitorio.

Un dolor agridulce pasó a través de ____(tu) cortándola en rodajas al verlos. ¿Dios, que se sentiría a estar enamorado? Ella ni siquiera podía imaginárselo. Lo más cerca que ella había estado alguna vez de eso había sido cuando volvió Alex cuando ella era periodista. Él había trabajado para un periódico de la competencia y habían estado saliendo durante casi tres años – Ellos incluso habían hablado de casarse.

Hasta que ella acabó deshonrada. Entonces él había abandonado su vida tan rápido, que ella todavía tenía una marca en su corazón.
No puedo quedarme contigo, ____(d). ¿Puedes imaginarte los cotilleos? Nadie confiaría nunca en mí. Tú arruinaste tu carrera. No dejaré que arruines la mía, también.
Lo verdaderamente triste era, que ella lo entendía y, honestamente, sabía que si la amase lo suficiente no se habría ido de su lado.
Pero entenderlo no hacía que dejase de doler, incluso después de tanto tiempo. Cómo envidiaba a Cael y Amaranda por amarse aún cuando todos los demás los condenaban por ello.
Pero eso estaba templado por lo que le ocurriría a Cael al año siguiente cuando su esposa estuviese destinada a morir…
Su corazón sufría por ellos, ____(tu) subió corriendo las escaleras después de Nicholas y Otto, quienes ya estaban con Leo. El club estaba todavía atestado con los estudiantes de universidad y los Apolitas que se mezclaban y bailaban. Ella pasó al lado de un grupo de altos rubios cuyos ojos negros los miraban con tangible malicia. ____(tu) se sentía como un pececillo en el tanque de un tiburón. Había algo sumamente desconcertante acerca de la forma en que los rubios los observaban, y la periodista en ella se puso completamente en alerta.
- ¿Nicholas? – Ella le jaló para detenerlo.- Tengo un mal presentimiento.
- ¿Sobre qué?
- No lo sé. Algo no va bien. No puedo explicarlo- -
Una luz bromista pasó por sus ojos.
- No te preocupes, mi sentido arácnido está apagado, también. Creo que es mejor que salgamos de aquí lo antes que podamos.
Ella asintió cuando siguió a Leo y Otto fuera del club, de regreso a la calle.
Nicholas no podría sacudirse el mal sentimiento que ____(tu) había mencionado. Él no había estado bromeando. Había una esencia en el aire que no podía identificar. Esto no era Daimon o Apolita. Ni siquiera era humano. Era algo… algo siniestro y poderoso, y eso lo preocupaba. Él necesitaba llevar a los humanos de vuelta a lugar seguro antes de lo que quisiera que fuese eso notase su presencia.
- ¿Ahora qué? – preguntó Leo tan pronto como estuvieron fuera del club.
- ¿Están todos los Dark Hunters avisados de lo que está pasando?- preguntó Nicholas.
Leo asintió.
- Entonces- - la voz de Nicholas se quebró cuando sintió una puñalada afilada en su hombro. El aguijón de eso hizo que su brazo comenzar a zumbar y quemar inmediatamente. - ¿Qué fue eso?
Él se encontró con el semblante ceñudo de Otto.
- ¿Qué?- preguntó Leo.
Nicholas no podía hablar. Sentía como si su lengua estuviese tan entumecida que no podía moverla. Su cabeza comenzó a latir. Su vista se nubló y se oscureció.
- ¡Le han dado! – gritó Otto. Él le dio a ____(tu) las llaves de su Jaguar antes de que él agarrase a Nicholas alrededor de la cintura y tirara de él hacia el coche. - Salgamos de aquí. Ahora. Leo, coge el coche de Nicholas y corre.
____(tu) pescó las llaves del bolsillo de Nicholas y se las lanzó a Leo.
Leo se apresuró a obedecer.
____(tu) apenas tuvo tiempo de recuperarse antes de que ella viese la brigada de cinco Daimons saliendo del callejón de su izquierda. Cuatro hombres y una mujer, caminaron con determinadas zancadas en la formación asesina con el viento afilado de Seattle ondulando sus largos abrigos. Cada uno traía puesto un par de gafas de sol y traían una severa cara que decía que ellos estaban allí por sangre.
Su sangre.
Con el corazón latiendo acelerado, ella se metió en el coche y puso la llave en el contacto al mismo tiempo que Otto metía a Nicholas de un empujón en el asiento trasero. Algo duro impactó en el capó.
Alarmada, ella levantó la mirada para ver a un masculino Daimon de pie sobre el capó, dejando al descubierto sus colmillos ante ella mientras extraía un arma de los pliegues de su abrigo y disparaba contra el parabrisas.
- Jódete, cabrón – gruñó ella, poniendo el coche marcha atrás y haciendo rechinar la rueda si bien Otto todavía tenía la puerta abierta.
El Daimon salió volando cuando el coche derrapó de lado. Ella pisó el freno, causando que la puerta del coche se cerrase de golpe mientas Otto dejaba escapar una maldición desde el asiento trasero.
– Abróchate el cinturón y aguanta,- le advirtió ella, cambiando de marcha.

Ella pisó el acelerador y se dirigió a los otros, quien rápidamente se lanzó fuera de su camino.

– Mierda, los perdí.
- ¿Dónde aprendiste a conducir así?- Preguntó Otto.
- Fui periodista, Otto. ¿Nunca te has dado cuenta que los periodistas están al mismo nivel que los políticos y los abogados en términos de opinión pública? Abundan las personas en este mundo que quieren lastimarlos. Tan pronto como obtuve mi primer trabajo al salir de la universidad, Jimmy me hizo tomar clases de autodefensas en ambas artes marciales y conducción. Créeme, yo puedo J- y K- como el mejor de ellos. Ella echó una mirada en el espejo retrovisor para ver a Nicholas tratando de permanecer consciente.- ¿Qué sucede ahí atrás? ¿Está bien?
Otto sacó pequeño dardo del hombro de Nicholas, luego lo olió.
- Aparentemente, ellos lo han sedado con un tranquilizante.
- ¿Pueden hacer eso?
Él encontró su mirada en el espejo retrovisor
- La respuesta debería ser no. Los Dark Hunter son por regla general a prueba de drogas de cualquier clase, pero desde que él es en parte animal, parece que es un poco diferente, y lo que quiera que fuese la droga, funcionó en él.
____(tu) echó una mirada alrededor del coche para asegurarse de que no estaban siendo seguidos por los Daimons, luego aminoró para no atraer la atención de la policía sobre ellos. El tráfico parecía normal, pero entonces ¿Qué sabía ella de normalidad? Todas sus preconcebías nociones se habían hecho trizas en el mismo momento en que Nicholas entró en su vida.
- ¿A dónde me dirijo? - le preguntó a Otto.
Él suspiró.
- Buena pregunta. Sólo desearía que tuviese una respuesta. Estoy seguro de que entre la policía y los Daimons, tienen a ambas la casa de Nicholas y la tuya vigiladas.
Sin mencionar, que su era la escena de un crimen. Ella no podía ir a la casa Addams. La casa de Leo estaba demasiado lejos…
- ¿Dónde está tu casa, Otto?
- En Nueva Orleáns- .
Ese era el último lugar que ella esperaba que le contestase.
- Eso no es realmente útil.
- Lo sé.
- ¿Dónde estabas viviendo aquí?
- Estaba viviendo con los Addams.
Eso era aún menos útil. Bien. Ella solo conocía un lugar en el que estarían a salvo.
Ella miró a los hombres en el asiento de atrás. Otto observó el tráfico aun más cuidadosamente de lo que ella lo estaba haciendo mientras jugueteaba con su axila bajo su chaqueta.
- ¿Tienes alguna clase de sarpullido ahí, Otto?
Él frunció el ceño.
- ¿Qué?
- Si sigues rascándote así el brazo las personas van a pensar que has perdido la razón o algo.
Él bufó.
- Quiero mantener mi mano cerca de mi arma… por si acaso.
Eso debería haberla asustado, pero en lugar de eso la hizo sentirse un poco menos tensa. Ella miró a Nicholas, quien estaba caído contra la otra ventanilla. Su pelo negro oscurecía su cara pero ella todavía podía ver las magulladuras en su cuello donde el collar casi lo había matado. Si alguien había tenido un día peor que ella, ese era Nicholas. Y él todavía no había expresado ni una sola queja. Eso la asombraba. Él tenía más fuerza y coraje que cualquiera que incluso hubiese conocido antes, y eso la hacía preguntarse como había podido volverle la espalda su familia.
Tal vez era por que ella no tenía familia y por eso entendía su valor, pero una cosa era cierta; Si ella tuviese alguna vez a alguien como él en su vida, ella pelearía por conservarle, costase lo que costase.
- ¿Cómo lo está haciendo Gato con Botas? - le preguntó a Otto.
- Aguanta.
____(tu) dejó escapar un cansado suspiro. El día realmente comenzaba a llegarle y ella solo quería sentarse un momento y tener cinco segundos de paz. Un momento para recobrar el aliento antes de alguna otra cosa le fuese lanzada. Desde el almuerzo, su vida había estado viajando alocadamente fuera de control.
¿Eso era lo que ella tenía que afrontar como Escudero? Si lo era, entonces Leo podía quitarse de en medio. Concedido, como periodista, ella amaba la emoción de la persecución, pero esto era completamente diferente. Dale a ella un asesino común de los de todos los días que no pudiese atacarla sin previo aviso y dejar de existir sin dejar rastro.
Si esto era normal, entonces le llevaría demasiado explicar por qué Leo era un sapo la mayoría de las veces en el trabajo.
- ¿Así es como vosotros vivís vuestras vidas? ¿Un mayor desastre después de otro?
Otto se rió brevemente.
- No. No realmente. Esto ____(d)le ser normalmente muy tranquilo. Hay algo aquí en Seattle específicamente que está detrás de este gran alboroto.
Eso hacía que ella se sintiese un poco mejor… bueno no realmente. Ella todavía se sentía un poco perdida.
- ¿Alguna idea de quién anda detrás de esto?
- Los Apolitas.- dijo él secamente.- Principalmente ellos, con algunos Daimons detrás para fastidiar.
- Ja, ja, Otto. Hablo en serio - . ____(tu) agarró con más fuerza el volante cuando recordó la mirada en la cara de Jimmy en el refugio. - Mi amigo Jimmy esta mañana que alguno de los policías están trabajando con los vampiros. Pensé que estaba chiflado, pero ahora no estoy tan segura .
- Eso no tiene sentido, sin embargo. ¿Puedo entender que la generación de Hollywood caiga en ello, pero los policías? Tienen más sentido que eso.
- A menos que alguien más arriba de la cadena de mando lo emita. Piensa en ello. Vi la lista antes. Vuestra gente tiene personas por todo el gobierno. ¿Por qué no podrían ellos?
- Por una cosa, no hay muchos de ellos que puedan caminar a la luz del día.
- Sí, pero abundan los policías en los turnos de noche. ¿Cómo sabes que no son apolitas cubriendo los asesinatos que cometen su gente?
- Ahora eso no es tan raro. Muchos de ellos lo hacen. Pero esto tiene mejor organización que eso. No son simplemente Apolitas y Daimons atacando. Tienen a los humanos trabajando con ellos.
- Que concuerda bien con lo que decía Jimmy. Él me dijo que esto corría por las altas esferas. Tiene que ser un humano el que los esté dirigiendo desde allí.
Otto acarició su barbilla pensativo.
- ¿Qué averiguó exactamente Jimmy?
____(tu) aspiró profundamente mientras trataba de recordar todo
- Esto empezó hace un par de años. Él tenía estos aislados accidentes de estudiantes de universidad o fugitivos que acabaron desaparecidos. De vez en cuando, aun encontraban algún cuerpo. Los casos estaban re____(d)ltos, pero él nunca veía los informes. Al principio él no pensó nada acerca de eso. Pero hace algunos meses, comenzaron volverse más frecuentes, y ahí fue cuando él empezó a sospechar.
- ¿Lo investigaste alguna vez?
EL dolor la atravesó cortándola en rodajas.
- No. No puedo mostrar mi cara por City Hall. Yo me había estado riendo desde fuera antes incluso de que empezara mi investigación.
Ella encontró la mirada compasiva de Otto en el espejo, pero él no hizo comentario alguno.
- ¿Estaban todas las desapariciones en el mismo área?
- En Ravenna. Dentro y alrededor del área donde está el Happy Hunting Ground.
- Eso tendría sentido, ¿verdad?
Ella asintió.
- Creo que Jimmy tenía razón. Alguien de arriba está interfiriendo y ayudando a los Daimons. Alguien igual al alcalde, tal vez.
Otto hizo un ruido de desacuerdo.
- Él está demasiado arriba. Él no podría manejar a tantos miembros del departamento de policía sin que alguien sospechase.
- Sí, por no mencionar que esto empezó antes de que él tomase el cargo. ____(tu) se mordió el labio mientras consideraba a más sospechosos.
- ¿Qué hay acerca del comisario?
- Esa es una posibilidad. ¿O tal vez un detective?
- No, Jimmy dijo que venía desde más arriba que eso.
- Él era el que debía saberlo.- asintió Otto
Su corazón se encogió al darse cuenta de que Jimmy ya no les podría decir nada ahora.
Maldición, si solo tuviera una pista de alguna clase.
- Tiene que haber una razón para esto. ¿Estás seguro de que nunca han intentado algo así antes?
- Positivo. Y en mi mente, no puedo imaginarme qué instigaría a un policía a ayudar a un vampiro a hacer presa de otros humanos, especialmente un alto cargo.
- Pero ocurre.
Otto asintió
- Sea lo que sea lo que está ocurriendo, creo que Cael necesita ser reemplazado desde que él está obviamente distraído y no está prestando atención a lo que los humanos y los Daimons están haciendo.
Ella podía entender eso.
- ¿Es normal que un Dark-Hunter salga con una apolita?
- No. Diablos, no. Nunca he escuchado antes que un Dark Hunter se hubiese liado con una Apolita. La única vez que ocurrió al parecido fue con Wulf, y él no era técnicamente un Dark-Hunter. Él fue simplemente un humano que se vió atrapado en esto por un dios escandinavo. Se supone que los Dark Hunter no pueden tener una relación permanente con nadie. Y el matrimonio está estrictamente prohibido.
Eso tenía que apestar. Ella ni siquiera podía comenzar a envolver su mente en ese concepto
- ¿Así que viven eternamente, pero tienen permiso de tener nada significativo de ninguna clase?
- Ese es el trato.
- Eso apesta.
- Sí.- Otto estuvo de acuerdo. - Lo es, pero como diría Ash, cuando firmas con el diablo, acabas por quemarte.
- ¿Ash?
- El líder de los Dark-Hunter, Acheron.
Ella recordó haber leído algo de él antes. Aunque no había mucho de él aparte de que era bastante excéntrico y difícil para que tuviese un escudero.
- ¿Qué tal viejo es?
- Algo más de once mil años.
Se quedó con la boca abierta mientras se imaginaba a un anciano igual que Merlín de la película del Rey Arturo.- Eso es muchísimo tiempo.
- Sí, - dijo Otto con una ligera sonrisa – lo es- .
Se quedaron en silencio mientras ____(tu) procesaba toda la información en su mente, pero honestamente en ese punto, ella empezaba a tener sobrecarga de información.
Ella aminoró cuando se acercó al Serengeti. Otto maldijo cuando se dio cuenta de su destino.
- No puedes llevarle allí otra vez, ____(tu).
Ella aparcó en la cuneta, cerca de la puerta trasera.
- ¿Tienes una mejor idea?
Ella esperó que él discutiera. En lugar de eso, él sostuvo en alto una mano para decirle que esperara, mientras sacaba su teléfono y presionaba un botón.
- ¿Oye, dónde estás? Él la contempló mientras escuchaba. - Estamos justo detrás del club con Nicholas. Él está k.o. por cierto. ¿Te importaría venir aquí y echarme una mano para meterlo dentro? Él mantuvo el teléfono alejado de su oreja y ella oyó la conmoción del otro extremo antes de que lo llevase de vuelta a su cabeza.- Lo sé, ¿Pero dónde lo llevamos sino?- él hizo una pausa.- Sí, te veré en un momento.
____(tu) se recostó sobre el asiento.
- ¿Ese era Kyl?
- Sí, y para que conste, él también piensa que estás loca.
- Oh, tío. Supongo que eso es justo desde que yo pienso que él es un sicótico.
Los ojos de Otto se estrecharon.
- No hay nada que pensar, él es un sicótico. Lo cual le hace fantástico en una pelea. Vamos, veamos que podemos hacer.
____(tu) miró alrededor de la calle oscurecida antes de que saliese. La puerta trasera del club se abrió para mostrar a Kyl reuniéndose con ellos. ____(tu) mantuvo abierta la puerta del coche a fin de que él y Otto pudieran sacar a Nicholas fuera. Los dos tuvieron que vérselas con el peso de él y no fueron exactamente suaves. De hecho, ellos golpearon su cabeza contra el techo, tratando de sacarle.
Ella se encogió en forma solidaria.
- Eso dejará una marca que no tengo intención de explicar.
Otto la miró con rudeza cuando gruñó. Leo estacionó el coche de Nicholas cerca del de ellos, luego fue a mantenerles abierta la puerta de atrás.
Kyl se tambaleó adelante con Nicholas entre él y Otto.
- ¿Qué le ha sucedido?
- No tenemos ni idea,- dijo ____(tu) mientras cerraba la puerta del coche. - Los Daimons le dieron con alguna clase de dardo tranquilizante.
Kyl se detuvo un instante hasta que Otto arrastró a Nicholas. – Yo suponía que los Dark Hunters podían bajarse un tranquilizante.
Otto lo miró con sequedad.
- Pues bien, aprendemos algo nuevo todos los días.
____(tu) dio un paso hacia atrás cuando alcanzaron la puerta para darles espacio suficiente para entrar.
Apenas habían pasado la parte de atrás del edificio cuando su camino se vio cortado completamente por el padre de Nicholas.
- ¿Qué diablos significa esto? – gruñó él coléricamente.
Fue Otto quien contestó.
- Nicholas está herido.
- Pues tíralo en la calle con el resto de basura.
Otto dejó escapar un cansado suspiro mientras hacía una mueca ante el peso de Nicholas.
- No podemos hacer eso, Gareth, y lo sabes.
Dos Were Hunters más aparecieron de la nada detrás de Gareth.
- Él tiene prohibida la entrada en el Serengeti. Permanentemente.
Esas palabras golpearon con dureza algo dentro de ella. Malditos fueran por ser tan fríos. A ella le había arrebatado su familia y si ella pudiese tener a alguno de ellos de vuelta aunque solo fuese por un minuto, no lo duraría ni un instante. ¿Cómo podía Gareth volverle la espalda a su hijo, especialmente cuando estaba herido?
Eso la hizo arder cuando pensó en su propio padre. Y eso hizo que su ira contenida se enfocara en Gareth.
- Espera un segundo,- dijo ____(tu). - ¿Esto es un santuario, correcto?
Gareth la fulminó con una mirada enojada.
- ¿Tu punto, humano?
Ella se cruzó de brazos y le devolvió la misma mirada.
- Entonces no tiene permiso de decidir quien puede o no puede quedarse aquí. Leí en mi manual que era realmente difícil para un lugar convertirse en un… lemony--
- Limani,- la corrigió Otto.
- Sí, Eso. Y una vez que le fue concedió ese estatus, tiene que darle la bienvenida cualquiera que necesite ayuda. Cualquiera. Humano, apolita, Daimon, o Hunter.
Ella vio respeto en la cara de Otto cuando él le dirigió a Gareth una mirada que decía “chúpate esa”.
- Ella tiene razón.
La cólera colocó un tic agudo en la mandíbula de Gareth.
- Él violó nuestras leyes.
- No hay nada en el libro acerca de excepciones. De acuerdo con las reglas, tiene que acogerle a menos que alguien llamado Savitar haya dicho lo contrario. ¿Ese Savitar lo ha censurado?
Gareth la atravesó con una fea mirada.
- ¿Qué es usted? ¿Un jodido abogado?
- Peor. Soy periodista.
Gareth soltó un gruñido medio animal medio rabia.
- ¡Phoenix!
El hermano de Nicholas apareció inmediatamente en medio de un destello. ____(tu) frunció el ceño cuando un extraño tatuaje borgoña apareció en la mitad de su cara unos segundos antes de que se desvaneciera.
- ¿Sí, Padre?
- Muestra a estas personas un cuarto de los de arriba.
Otto frunció sus labios con repugnancia.
- Él no puede estar a la luz del día, Gareth, y lo sabes.
Si las miradas pudiesen matar, todos ellos no serían más que polvo.
- Bien. Deshazte de él en el sótano entonces. En la habitación de aislamiento.
¿Bueno, no sonaba eso a todas luces cálido y acogedor?
- Supongo que he tenido ____(d)rte de no tener padre, si después de todo, es así como actúan.
Nadie dijo nada cuando Phoenix obedeció a su padre y los condujo a una escalera que estaba hacia la derecha encubierta por una puerta. Pero ella medio esperaba que los animales se volvieran sobre ellos en cuando se abrieron paso hasta el cuarto.
Y era pequeño. Esto apenas podía acomodar el colchón del tamaño de una sola plaza en el ____(d)lo. Las paredes estaban pintadas en un gris desafilado y el cuarto mantenía un agradable olor, a moho. Encantador… un pedazo de pan mohoso.
- ¿A quién mantienen aquí dentro? Preguntó ____(tu) tan pronto como Otto y Kyl echaron a Nicholas en el colchón.
- A los clientes problemáticos,- dijo Otto, estirando sus brazos, como si los hubiesen agarrado. - Si alguien o algo se pasa de la raya, tienen que retenerlos hasta que puedan obtener una orden del consejo para acabar con ellos.
Eso no sonaba agradable.
- ¿Órdenes de quién? ¿El Concejo de Escuderos?
Kyl negó con la cabeza.
- No, el Omegrion. Es el cuerpo gobernante para los Were Hunters.
- Por cierto,- dijo Otto, mirando a Phoenix. - Gracias por ayudarnos a traerle aquí abajo.
- Que te jodan, humano- . Y luego él dejó de existir sin dejar rastro.
____(tu) fingió felicidad cuando dio un par de palmadas como un maestro de preescolar antes de su clase.
- Woh, niños y niñas, ellos han sido tan amable, ¿verdad? Martha Stewart estaría orgullosa.
Otto se rió mientras Kyl negaba con la cabeza ante ella. Leo incluso bufó.
- Los Were-Hunter pueden ser belicosos, - dijo Kyl, - pero rara vez son cálidos.
Y eso era definitivamente una vergüenza.
____(tu) recorrió con la mirada al pobre Nicholas, quien estaba tendido en una mala postura en el colchón.
- ¿Podría alguno de vosotros al menos conseguir una almohada y un sábana para él?
Otto asintió.
- Volveré en unos momentos.
Los hombres retrocedieron unos pasos y la dejaron sola con su cargo. Aunque cómo había acabado siendo él su responsabilidad no estaba segura. No obstante, casi se estaba acostumbrando a eso.
____(tu) se sentó al lado de Nicholas. Cuando trató de hacer que estuviese más cómodo en el camastro, ella se dio cuenta de que él no estaba completamente inconsciente.
- ¿Nicholas?
Él emitió un ligero parpadeo pero realmente no respondió. Estaba tan indefenso como un bebé, y eso la asustaba. Si le hubiesen impactado con eso estando a solas, él habría estado completamente indefenso antes de sus enemigos.
Este era su propio talón de Aquiles. Y ahora sus enemigos lo sabían.
Su estómago se encogió ante tal pensamiento, ella cepilló el pelo de regreso aparatándolo de su hermosa cara. Si bien estaban medio cerrados, esos ojos eran todavía impresionantes y perturbadores y derritieron una extraña parte de ella. Ella nunca había sido el tipo de mujer que perdía la cabeza por una buena apariencia. Pero algo en ella se sentía definitivamente atraído por él.
Era difícil de creer que no hubiesen pasado ni veinticuatro horas desde que lo conocía.
Otto regresó con una manta y una almohada.
- ¿Cómo lo está haciendo?
- No tengo ni idea.
Él suspiró.
- Traté de obligar a uno de los doctores de aquí a que le examinases, pero, sorpresa, se negaron.
Ella apretó los dientes con furia ante lo que eso se refería mientras colocaba gentilmente la almohada bajo la cabeza de Nicholas.
- ¿Por qué le odian tanto?
- Los maté a todos ellos.
____(tu) frunció el ceño ante las palabras susurradas de Nicholas.
- ¿Qué?
- Maté a mi familia,- repitió él, su voz distante y mal articulada. - Isabeau mintió. Ella se lo dijo a ellos y vinieron por nosotros--
- ¿Quién es Isabeau?
Pero no hubo respuesta cuando los ojos de Nicholas se cerraron y el se quedó flojo. Otra vez.
Otto se encogió de hombros.
- No tengo idea de qué estaba hablando. Ni por que lo odian. Estoy seguro que tiene algo que ver con su ser un Dark-Hunter, pero cualquier cosa aparte de eso sería una suposición por mi parte.
Compadeciéndose de Nicholas, ____(tu) extendió la manta sobre él.
- ¿Quieres que te traiga algo de comer mientras le atiendes?- preguntó Otto - Es decir, asumiendo que tengas la intención de quedarte aquí con él.
¿Dónde si no iría ella? Además, ella había estado las suficientes veces enferma en su vida adulta como para que quisiera estar sola. No había nada peor que atenderte a ti misma cuando estaban tan mal que no podías ni moverte.
- Sí, me quedaré con él. Y por lo que respecta a la comida, comeré cualquier cosa que no me coma a mí.
Otto asintió antes de salir.
Tan pronto estuvieron solos Nicholas se volvió hacia su lado como si intentara incorporarse.
____(tu) lo cogió y tiró de él de regreso hacia el colchón.
- Tienes que quedarte echado.
Él se encogió.
- No me grites.
Oh, jeez, él estaba con ketamina. ¿Qué debería usar en un cambiador de formas? Ella debería saberlo. Ella había tenido un compañero de cuarto de la universidad que había amado experimentar con todo lujo de drogas recreativas, y Special K, un tranquilizante animal, había sido justamente su favorito. Si ____(tu) recordaba correctamente, a menudo dejaba a su compañero de cuarto altamente sensible a la luz, al ruido y al tacto.
Queriendo comprobar la teoría, ella extendió la mano de golpe al pelo de Nicholas. Igual que un gato, él arqueó su espalda y realmente ronroneó. Esto estaba fuera de su carácter lo que le hacía preguntarse que diría él si no estuviese bajo la influencia de la droga.
Él levantó su mano para ahuecar su mejilla.
- Eres tan suave,- él respiró. Hizo una mueca como si algo le atormentase. - No me siento bien.
____(tu) miró rápidamente a su alrededor hasta que divisó un pequeño cubo de basura cerca de la puerta. Soltándole, ella la agarró y apenas logró regresar antes de que él descargase el contenido de su estómago en ello.
Ella se encogió. Ellos le habían dado una sobredosis. A su compañero de habitación a menudo le había dado asco la droga, pero ____(tu) rara vez podía recordar haberlo visto tan enfermo – solo muy estúpido y sumamente cariñoso.
Cuando finalmente terminó, volvió a recostarse en el colchón, dónde jadeó y gimió.
____(tu) suspiró cansadamente mientras se preguntaba que hacer con el cubo de basura.
- Qué fin tan perfecto para un día perfecto.


Stryker estaba en un callejón fuera del Serengeti con tres de sus hombres y Satara. Él atravesó con la mirada a Trates, quien había permitido que Nicholas se escapara de ellos una vez más.
El segundo de Stryker le dio una mirada tímida cuando supo exactamente qué tan disgustado estaba Stryker con él.
- Al menos sabemos que el tranquilizante funciona y actúa un poco más rápido de lo que Theo prometió.
Esa era una pequeña consolación.
Stryker se lamió sus colmillos significativamente.
- ¿Y dónde está el buen doctor ahora?
Su cara palideció, Trates retrocedió.
- Recojamos la pelota, Stryker,- dijo Satara mirando irritada hacia el club.
– Entra y sácalo de allí.
- Piensa un poco, hermanita. Invade un santuario y te crearás un problema que ni siquiera tú podrás afrontar.
- ¿Cómo así?
Acercándose de modo amenazador a ella, Stryker la apretó contra la pared.
- Me doy cuenta de que como criada de Artemisa te crees que eres inmune a todo. ____(d)rte para ti. Pero el resto de nosotros no somos tan afortunado. Entra allí tras Nicholas y habrás descendido la furia de Savitar sobre todos nosotros. Sin mencionar que se convertiría en una caza abierta sobre los Spathi. Nosotros usamos estos lugares para refugiarnos tanto como los Were Hunter lo hacen.
Sus fosas nasales se dilataron, ella le empujó de regreso.
- Entonces ¿Qué quieres hacer? ¿Renunciar a tomar Seattle?
- No,- gruñó él. - Hemos ganado demasiado aquí, y hasta ahora los humanos han probado que sirven de algo. Esperaremos fuera y los mataremos cuando salgan.
Ella dejó escapar un asqueado suspiro.
- ¿Sabes cual es tu problema, Stryker? Piensas como un hombre de once mil años de edad.
- ¿Qué se supone quieres decir con eso?
- Estás asentado en tus maneras. Dame un grupo de hombres al que liderar.
Si, claro. ¿Se creía que confiaba en ella? Ella era demasiado impulsiva para actuar y también lenta para pensar.
- ¿Estás loca?
- No, pero a diferencia de ti, pienso fuera de la caja. - Ella gesticuló hacia los edificios que tenía en frente. - ¿Quieres Seattle? Yo puedo dártelo.
Stryker vaciló mientras consideraba su proposición. Durante siglos, Satara se había mantenido aislada y sólo le había visitado cada vez que Artemisa no la necesitaba. Fue solo en los dos últimos años que ella se había convertido en una visitante asidua a Kalosis. Y con cada visita, era parecía agitarse más y más. Algo había sucedido en el Olimpo para enfurecerla, pero ella nunca habló de eso.
Pero entonces quizás ella tuviese razón. Él estaba viejo y cansado. Y se asentaba en sus maneras. Quizás ella tuviese una idea que los Dark-Hunters y Acheron no verían venir.
- Bien.- él se volvió hacia su segundo al mando. - Trates, ve con ella. Si hace algún ademán de comprometernos de cualquier forma, mátala.
Satara le dedicó una mueca sarcástica.
- También te quiero, Hermano- . Ella sacó la daga de su bota. - Pero no te preocupes... las cosas están a punto de ir deliciosamente por nuestro camino.
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Mensaje por maru!! Mar 28 Sep 2010, 10:58 am

siguelaaaa!
maru!!
maru!!


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Mensaje por Faby Evans Jonas Miér 29 Sep 2010, 12:57 pm

Pobre de nick!!
Siguelaaaaa
Faby Evans Jonas
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Mensaje por Invitado Miér 29 Sep 2010, 1:50 pm

nueva lectora me encanta esta novela
seguila
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Mensaje por Dayi_JonasLove!* Miér 29 Sep 2010, 10:31 pm

Nick!! :( pobrecitoooo!!!
Estúpido Stryker! Será posible q se qde quieto?!?
Wow! Lo de Cael me tomo por sorpresa!! Jajaja
SIGUELAAAAAA!! Esta buenísima la nove!
Dayi_JonasLove!*
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Mensaje por MarieMoonLight Miér 29 Sep 2010, 11:13 pm

:evil: :evil: :evil: Porque Apolo tenia que engendrar a Stryker???? :evil: :evil: :evil:

Simi lo ODIA
Barbacoa de Stryker
Y que onda con la Satara??? Que se vaya a cambiarle los pañales a la diosa pelirroja (artemisa)

:evil: :evil: :evil: :evil: :evil: :evil: :evil:


Mas Caps Please
:study: :study: :study: :study: :study: :study: :study: :study: :study:

MarieMoonLight
MarieMoonLight


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Mensaje por *annie d' jonas* Jue 30 Sep 2010, 12:00 am

sigue plizzzzz xq la dejas allii????
sigue plixxx
*annie d' jonas*
*annie d' jonas*


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Mensaje por *annie d' jonas* Jue 30 Sep 2010, 12:02 am

Simi Marie Parthenopaeus escribió:
:evil: :evil: :evil: Porque Apolo tenia que engendrar a Stryker???? :evil: :evil: :evil:

Simi lo ODIA
Barbacoa de Stryker
Y que onda con la Satara??? Que se vaya a cambiarle los pañales a la diosa pelirroja (artemisa)

:evil: :evil: :evil: :evil: :evil: :evil: :evil:


Mas Caps Please
:study: :study: :study: :study: :study: :study: :study: :study: :study:

estoy con simi!!! :cheers:
xq apolo tuvo q ejendrar a stryker????
qiero otroooo cappp plixxx!
*annie d' jonas*
*annie d' jonas*


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Mensaje por Belieber&Smiler♥ Jue 30 Sep 2010, 6:08 am

Capítulo 8
   
Ash se despertó con un sudor frío como fragmentado, desplazando las imágenes como un calidoscopio roto. Sentándose desnudo en la cama, podía oír desesperadas voces gritando por él con tácitas súplicas.
Y entonces lo sintió. La fría, exigente mano sobre su hombro desnudo que sacudió con fuerza sus sentidos fuera de la pesadilla.

- Regresa a la cama, Acheron.

Ash pasó la mano a través de su largo cabello rubio mientras trataba de centrar su atención en la voz más fuerte que él había oído. Pero ya se había perdido… ahogada por todas otras súplicas que no eran más que un aburrido ronroneo en sus oídos.

- Algo está sucediendo.

Artemisa hizo un sonido de profundo disgusto salido de su garganta un sonido que era completamente inapropiado para una diosa que había creado un ejército supuestamente para protegerle a la humanidad de los Apolitas y Daimons que su hermano gemelo habían modelado a su propia imagen y luego investida con poderes divinos. No obstante, ella inmediatamente había abandonado a ese ejército en las cautelosas manos de Acheron y luego los había utilizado para atarlo a ella por siempre.

- Siempre está ocurriendo algo- . Dijo ella en tono agravado. - Cuando el gato está fuera, los roedores se escurrirán.

Él dejó escapar un exasperado suspiro cuando se volvió a mirarla por encima de su hombro. Ella estaba tendida de espaldas en la cama, su cuerpo cubierto por la blanca, sábana que era más suave que la más fina seda, y no dejaba nada de su cuerpo oculto de su mirada. Su pelo rojo se desplegaba alrededor de ella a la perfección, pero a pesar de ser una diosa, ella era la cosa más remota posible a la perfección.

- Los ratones jugarán, Artie.

Ella se volvió instantáneamente enfadada con él cuando intentó jalarle de vuelta a sus brazos.

- Lo que sea.

Ignorándola, Ash se levantó y se dirigió hacia la puertaventana que se abrió sobre una terrada de oro cercana a él. Él pasó a través de ellos para apoyarse contra el frío pasamanos de piedra y se quedó mirando el arco iris en la cascada. Era realmente hermoso estar allí en el Olimpo y aún así a él no podía importarle menos.
Sus pensamientos estaban sobre el que se burlaba de él con diseminadas imágenes que no podía enfocar no importa cuán duramente lo intentase.
Algo estaba ocurriendo y afectaría a esos que eran cercanos a él. Él lo podía sentir con cada fibra de su ser. Maldita sea.

- ¿Qué estás haciendo, Stryker? - preguntó en apenas un susurro apenas perceptible, sabiendo que no habría respuesta del otro lado.

Stryker había puesto algo maligno en movimiento. Durante cientos de años el Señor de los Daimons había permanecido inactivo. Pero algo había sucedido cuatro años atrás para traerle de vuelta. Ahora él estaba decidido a herir a Ash de cualquier manera que pudiese.
Artemisa se trasladó detrás de él. Posó una mano fría en su hombro derecho mientras ella acariciaba con la nariz su mejilla izquierda antes de que mordisquease su piel con sus dientes.

- Regresa a la cama, amor…

Esa era la última cosa que él quería en ese momento…bueno, honestamente, era lo último que quería continuamente. Pero hacía mucho tiempo, él se había resignado al hecho de que nunca sería libre de la prisión a la que Artemisa le había condenado.
Cerrando los ojos, respiró profundamente y contó hasta diez antes de que depositase la súplica que se resistía a salir de su garganta. Él nunca había sido el que mendigase algo a nadie y aún así ella se las ingeniaba para degradarle con eso cada vez que estaban juntos.

- Déjame ir, Artie. Mis hombres me necesitan. -

Ella clavó sus uñas profundamente en su espalda cuando su temperamento se encendió y lo chamuscó a él.

- Me prometiste una semana de servicio si dejaba ir el alma de esa mujer, aunque por qué querías el alma de una sombra, nunca lo entenderé.-

Eso es porque ella no entendía el concepto de la compasión y nunca lo haría.

- Y tú puedes liberarme de mi palabra- . Él volvió su cabeza para mirarla con una expresión poco afectuosa.

Ella bajó arrastrando sus uñas dolorosamente por su columna vertebral, sin duda cortando su carne abierta en horribles verdugones. Esos verdugones se cerrarían instantáneamente de no ser por que ella usaba sus poderes para asegurarse que permanecerían frescos y dolorosos. Su cara estoica, Ash se puso rígido cuando su espalda empezó a arder. Él sabía que siempre habría un sobre sentido entre ellos. Ella odiaba el hecho de amarle, y por toda su completa relación ella le había lastimado, por que en su mente, ella no podía vivir sin él. Si bien a él realmente, realmente le gustaría que ella hiciese un intento.
Ella sumergió su mano en su largo cabello rubio y dio un fuerte tirón.

Aburrido con sus juegos infantiles, él suspiró.

- ¿Has terminado?

Ella dio otro tirón antes de soltarlo.

- Debería haberte azotado por tu insolencia.

¿Por qué no? Su espalda todavía escocía de la última paliza – parte del precio que le obligaba a pagar por el alma de Danger. Ella siempre había sido así de sádica. El hecho de que él pudiera recibir una paliza sin sobresaltarse siempre la había encendido. Pero entonces, él había sido destetado en la brutalidad. Reaccionar a eso sólo habría servido para empeorar sus castigos, así que él había aprendido desde su primera hora de vida a aguantarlo y seguir adelante.

- Lo que te haga feliz, Artemisa.
- Entonces vuelve a la cama con conmigo- . Ella apartó su pelo de su cuello. Su larga, graciosa mano acarició la única parte de su cuerpo que tenía alguna atracción para él.- Dejaré que te alimentes si lo haces…

Él podía sentir sus incisivos creciendo ante su invitación mientras su estómago retumbaba con necesidad. Había pasado casi un mes desde la última vez que se había alimentado. Eso más que ninguna otra cosa había sido lo que lo había obligado a quedarse con ella por una semana. Él tenía que alimentarse de ella pronto o se acabaría convirtiendo en la misma cosa que él cazaba.

- No juegues conmigo, Artemisa. Estoy demasiado hambriento para eso.

Ella se movió más cerca de él. Tan cerca que él podía oler la sangre fluyendo a través de heladas venas. Ella mordisqueó la línea de su mandíbula mientras lo cogía gentilmente en su mano, y todavía su cuerpo no se inmutó en lo más mínimo

- Dame lo que quiero y te daré un pequeño receso para que vayas a verlos.

Ash apretó con fuerza sus dientes. Él verdaderamente odiaba eso cada vez que ella hacía tratos con él a cambio de sexo. Él acabaría golpeado. Otra vez.
Pero entonces él no era nada más que su puta. Por algo semejante al afecto, por la novedad de una caricia gentil en su piel, él se había vendido a si mismo a ella once mil años atrás. No importaba cuanto odiase esto, no importaba cuanto la odiase a ella, él sabía que no podía existir sin ella. No si quería mantener su compasión y vivir con sus emociones bajo su control y no convertirse en un instrumento para una diosa aún más egoísta.

Verdaderamente se había condenado a sí mismo por algo tan trivial que él ahora se preguntaba por qué eso había parecido ser tan importante hace todos esos siglos.

- Quiero tu palabra de que puedo alimentarme y luego marcharme por veinticuatro horas.

Ella se relamió los labios cuando pasó su mirada ardiente por su cuerpo desnudo.

- Dame seis orgasmos en el plazo de una hora y usted podrás irte durante diez. Lo juro sobre el río Styx.

Ash se rió suavemente de eso. Aun después de todos estos siglos, ella todavía subestimaba sus habilidades. Seis orgasmos y una comida. Bien. Él habría terminado con ella en menos de quince minutos…





____(tu) se sentó, bañando la frente caliente de Nicholas mientras él murmuraba ininteligiblemente en su ____(d)ño. Otto la había ayudado limpiar el anterior desorden y ahora estaban otra vez solos mientras Nicholas iba y venía entre la conciencia y la inconsciencia y ella examinaba ligeramente más información en el manual que Otto también, le había traído.

Los Escuderos parecían tener una afinidad por la monstruosidad y insistían en que ella aprendiese cada matiz de ello, y ella estaba ansiosa por aprender absolutamente todo. Pero ella no podía dejar de tomarse un respiro cada vez que Nicholas recuperaba el conocimiento.

La parte más dura era cada vez que él estaba despierto, él la buscaba a tientas o dirigía la mano de ella a partes de su cuerpo que ella realmente había querido explorar – pero no mientras él estuviese yendo así de lejos. Algo acerca de eso solo no era correcto. Aun así, ella tenía que admitirlo, él era insistente y mientras estaba bajo la influencia de la droga, también era sumamente cariñoso. Muy gatuno.

Él abrió esos profundos, ojos oscuros para inmovilizarla con una lujuriosa mirada otra vez. Él cogió la mano de ella de su frente a fin de que él pudiese mordisquear la punta de su dedo, luego la parte de atrás de sus nudillos. Cada pasada de su lengua enviaba un filoso ramalazo de placer a través de ella. Este hombre conocía su camino alrededor de los sentidos de una mujer y cómo producir una respuesta con un leve movimiento o golpe. Esto hacía que apartarlo fuese tan difícil. Ese diablo en la parte más recóndita de su mente se moría por saber como sería estar desnuda en sus brazos.

- Acuéstate conmigo, ____(tu) ojos morados.

¿Cómo se podía resistir una chica a una frase así?

Oh espera, muy fácilmente. Él todavía estaba medio ido. Sí, ¿Y eso debería lastimarlo?

No, ella no podía aprovecharse de él. Ella no era el tipo de mujer que se aprovechaba de las personas mientras estaban indefensas. Sin mencionar el pequeño hecho de que él nunca había parecido estar interesado en ella mientras estaba bien. Si, cuando él se despertara, todavía estaba interesado, quizás pudiesen llegar a alguna clase de acuerdo. Pero por el momento, esas conversaciones estaban descartadas.

Ella sacó el paño de su frente con su mano izquierda mientras intentaba liberar la derecha de esa lengua deliciosamente erótica suya.

- Está bien, Hombre Leopardo. Solo te humedeceré la frente.
- Eso no es lo que quiero que acaricies- él tiró de su cabeza hacia la de él.

Cansada de pelear con él, ella dejó que la besara sólo para darse cuenta de que había sido un serio error. Su mundo entero giró ante el decadente sabor de él. Él hacía algo con su lengua que debería ser ilegal y probablemente lo fuese en algunos estados. Ella había sido besada un montón de veces en su vida, pero nunca igual que esto. Esto era fuerte y poderoso y la dejaba completamente sin aliento.
Él llevó la mano de ella de vuelta a la protuberancia abotagada en sus pantalones vaqueros. Él mantuvo la mano de ella allí mientras se frotaba a sí mismo contra su palma abierta.

Apretando sus dientes, ella solo podía imaginarle haciendo eso en su interior. Sintiéndole duro y profundo, acariciándola hasta ella finalmente tuviese su última satisfacción…

Pero ella había pasado un año sin un tío. Ciertamente podía pasar un poco más.

A regañadientes, ella se libró de su beso.

- Cálmate, Gato con Botas- se apartó ella.

Él realmente lloriqueó cuando apartó su mano. Haciendo pucheros, él tiró de ella otra vez, sólo que en lugar de besarla, acarició con la nariz su cuello. ____(tu) siseó ante el calor de su boca en su piel hasta que algo extraño ocurrió…

Sus ojos comenzaron a llorar y su nariz inmediatamente se congestionó. Cuanto más le acariciaba, peor se ponía hasta que ella estornudó.

- Oh Dios mío,- dijo ella, incorporándose para frotar sus ojos. – Creo que soy alérgica a ti.

Él se levantó y la acechó a través del colchón.

- Yo soy adicto a ti.
- ¡Nicholas! – chasqueó ella, deteniéndole. – Hablo en serio. Aunque ahora estaba mejor. Tal vez ella estaba equivocada.
- No eres alérgica a mí,- dijo él, agarrándola juguetón. Él la volteó encima del colchón y la inmovilizó bajo él.

____(tu) estaba bien hasta que él sumergió su cabeza de nuevo hacia la de ella para besarla otra vez y su pelo cayó sobre su cara. Ella inmediatamente acabó otra vez congestionada.

Aclarándose la garganta, ella le volteó hasta que él estuviese inmovilizado bajo ella. Él le dedicó una sonrisa abierta tan taimada que solo podía hacerla arder. Él levantó sus caderas, frotándose contra ella otra vez.

- Deja eso y escúchame. Soy alérgica a ti, - dijo ella severamente.

Al menos a su pelo, lo cual tenía completo sentido según suponía, ya que era el pelo de un gato. Pero la peor parte era que en lo más profundo, ella estaba sumamente desilusionada. Lo que no tenía ningún sentido para ella.

No era como si ella pudiera incluso tener alguna vez una relación con un hombre que era un gato, o esa cosa de un no muerto Dark-Hunter.

- Vamos, ____(tu),- dijo él en esa voz profundamente provocativa mientras levantaba sus caderas para frotarse con esa parte de ella que estaba mucho más que interesada en esa parte abotagada de su cuerpo. - Te necesito.

Ahogando al duendecillo malvado que quería que se desnudase y desnudarle a él y saciar los más bajos instintos de ambos, ella negó con la cabeza.

- Lo que tú necesitas es una ducha fría.
- Toma una conmigo y te lavaré la espalda.

¡Él era implacable!

De repente, llamaron a la puerta.

Agradecida para la interrupción, ____(tu) inmediatamente se escabulló de Nicholas, se puso en pié, y enderezó sus ropas arrugadas.

- Adelante.

La puerta se abrió para mostrar a Erika, quién miró de pasada a Nicholas estirado en el colchón.

Nicholas bufó cuando se giró de lado y se encogió en una pose muy gatuna.

- Hey, gatita. ¿Ha habido algún cambio?- la saludó él

Erika arrugó su nariz cuando pasó delante de ____(tu) a la habitación.

- ¿Cómo está? ¿Grave?
- Sí. Mucho - contestó ella, duplicando el tono recortado de Erika.

Eso parecía divertirla bastante.

- ¿Hombre, alguna idea de lo que és?

____(tu) plegó sus brazos sobre su pecho mientras observaba a Erika acercarse lentamente a Nicholas, quien ahora estaba cantando algo que parecía sonar como una “nana” en un idioma extraño, mientras se descansaba sobre un lado.

- No estoy segura al cien por cien. ¿Por qué?
- Por lo que quiera que sea eso, le han dado una buena dosis. Él no me ha llamado gatita desde que tenía diez años.- Erika le sonrió abiertamente, muy contenta, lo cual habría divertido a ____(tu) si se hubiesen conocido en mejores circunstancias. Pero dada la actitud indiferente de Erika hacia ella y Nicholas, ____(tu) no sentía excesivamente caritativa hacia la chica.
- ¿Hay alguna razón para tu visita? -
- Solo quería asegurarme de que él estaba bien.- había un pequeño temblor en su voz que hizo que a ____(tu) le diese un vuelco el estómago por ser tan seca con ella. Después de todo, Erika le había conocido toda su vida y con su padre ausente en Hawai, Nicholas era la única familia que ella tenía aquí.
- Él está bien,- dijo ____(tu), suavizando su tono. - ¿Tú estás bien?

Ella asintió, pero hay algo en sus ojos que estaban tristes y heridos.

- ¿Es solo que no me gusta que mueran las personas que están cerca de mi, sabes?
- Sí, estar sola es duro.
Erika se metió un mechón de pelo tras de la oreja. Con esa, vacilante acción, ella pasó de ser la mocosa adolescente a la niña que necesitaba que alguien le dijese que todo iba a salir bien.

- No tienes idea.
- Realmente,- dijo ____(tu), acercándose más a ella, - la tengo. Para cuando tenía tu edad, ya era huérfana y he estado sola desde entonces.
-¿Es duro estar solo?

____(tu) tragó cuando los viejos recuerdos la hechizaron.

- Sí, la mayoría de las veces. Permaneces allí sola en la graduación mientras todos tus amigos están rodeados de sus familias. Tienes que estar sola el primer día de universidad sin un papá y una mamá ri____(d)ña que bromea contigo mientras buscas tu dormitorio universitario. A menos que alguien sienta lástima por ti, no hay ningún lugar al que ir cuando los dormitorios universitarios se cierran. Pero lo peor son las vacaciones, especialmente Navidad. Te sientas en tu casa, mirando el único regalo bajo el árbol que tu misma te has comprado, y te preguntas lo que sería tener un padre o una madre o simplemente alguien a quién llamar.

Ahora ella ni siquiera tenía a Angie y Jimmy. Angie siempre había sido la única que la había invitado a su casa. Ella siempre se había encargado de llamarla en el Día de la Madre y Pascua para asegurarse que estaba bien. Y ella siempre mentía y decía que estaba bien, incluso aunque interiormente todavía le doliese no tener a nadie.

Ella miró hacia Nicholas. ¿Cuán más duros debían de ser esos momentos cuando sabías que tu familia estaba viva, pero no para ti?

Eso explicaba por qué él era tan comprensivo con Erika. Por muy molesta que ella pudiese ser, era mejor que estar solo. Mejor que ver como el mundo da por hecho cosas por las que tú venderías tu alma para tenerlas.

Ella vio un ligero respeto en los ojos de Erika cuando la chica inclinó la cabeza en señal de mutuo.

- Lamento lo de tus padres. Yo perdí a mi madre hace unos cuantos años… todavía duele.
- Lo sé. Lo siento, también.
- Gracias- . Erika miró a Nicholas, luego frunció el ceño. - ¿Tú necesitas algo? ¿Una jaula o repelente para pulgas?




Sonriendo, ____(tu) hizo una pausa cuando observó a Nicholas mover sus manos como si cantase - Itsy Bitsy Spider- en ese idioma lírico de él.

- Un antídoto sería agradable
- No sé,- bromeó Erika. - Es divertido verlo así. Es como tener a un niño grande o algo parecido

Nicholas se giró sobre su estómago y trató de incorporarse. ____(tu) corrió a su lado para mantenerlo sobre el colchón.
- Tengo que ir,- dijo Nicholas, intentando hacerla a un lado.
- No, no. Tú estás justo dónde tienes que estar.
- No,- dijo él en un tono lloriqueante que la sorprendió. Ella nunca había pensado que tal sonido pudiese hacer sido hecho por un hombre con una voz tan profunda.- Yo tengo que ir.

¿Por qué estaba siendo tan terco?

- No, Nicholas. Tienes que quedarte aquí mismo.
- Pero yo no puedo quedarme aquí, realmente tengo que ir.

Erika hizo un extraño ruido de siseo.

- ____(tu), creo que lo que él está diciendo es que necesita su caja de arena.

Un sentimiento de temor la consumió. No… ni siquiera su ____(d)rte podía ser tan mala.

- Oh, seguramente no.

Él se soltó de ella solo para caer otra vez. Él miró el colchón como si estuviese desconcertado de verlo.

- Éste no es el cuarto de baño…

¡Oh, disparadme, por favor!

Pero no tenía tanta suerte. Si él realmente tenía que ir, ella no podía dejarle hacerlo allí. Eso era vulgar y repugnante.

- No puedo creer que tenga que hacer esto.

Erika indicó la puerta con su pulgar.

- ¿Quieres que vaya a pedir ayuda a alguno de esos tipos?

____(tu) dejó escapar un largo suspiro mientras lo consideraba un segundo.

- No. No dudo de que ellos estuvieran más encantados de hacer esto que lo estoy yo.

No dudaba que lo asesinarían si tuvieran que ayudarle con esto. Teniendo eso presente hasta la parte más profunda de su ser, ella ayudó a Nicholas a ponerse en pie y casi cae con su peso. El hombre estaba tan sólidamente construido que era como levantar un coche.

- ¿Me puedes ayudar a llevarlo al cuarto de baño?
- Claro.

Con ayuda de Erika, ____(tu) fue capaz de llevarle por el pasillo hasta el pequeño cuarto de baño. El espacio era pequeño y apretado. Ella empezó a esperar fuera con Erika pero después cambió de opinión. En su actual estado, Nicholas podía caerse y hacerse daño. Lo último que necesitaban era que él se diese con algo o se golpease en la cabeza.

Ella observó como él jugaba nerviosamente con el cierre del pantalón como un niño de dos años.

- Mi cremallera está rota.

Ella puso los ojos en blanco.

- No, no lo está…

Él le dio una exasperante mirada.

- Sí, lo está.

¿Qué hice yo para merecer esto?
Ella creyó que esto era un retribución divina por algo. No había otra razón para que su día se hubiese vuelto tan cruelmente contra ella. Maldiciendo su destino, ella se adelantó para apartar las manos de él a fin de que ella pudiese desabrochar sus pantalones. Lo cuál consiguió cuando el botón salió volando. No era extraño que no pudiese bajar la cremallera. Desabotonando los botones uno a uno, su cara se incendió cuando se dio cuenta de que él no llevaba nada puesto como ropa interior. No era que ella no lo hubiese visto ya desnudo, pero esto era algo diferente. Más privado. Con una profunda respiración para darse el coraje, ella le ayudó a bajar los pantalones, luego le dio la espalda mientras él se encargaba de sus necesidades.

Éste tiene que ser el momento más extraño de mi vida. Ella nunca había hecho algo así antes y menos para un desconocido. Pero de todas formas, si alguna vez, ella se encontraba en cierta forma en una situación como esta, sólo esperaba que alguien tuviese la misma misericordia con ella y la ayudase. Por lo poco que sabía de Nicholas, ella estaba segura de que se había muerto de vergüenza acerca de estar así de indefenso. A él enorgullecía su propia independencia.

Y dada la manera en que su familia le trataba, era obvio que él había estado solo mucho más que ella.

Cuando terminó, ella le ayudó a vestirse y a lavarse las manos. ____(tu) se detuvo mientras se las enjabonaba. La de él no eran manos consentidas. Eran grandes y callosas, llenas de brutales cicatrices de peleas en contra de solo quién él sabía. Una en particular era ancha y profunda y corrió hasta arriba de su antebrazo. Otra parecía como si algo le hubiese dado un cruel mordisco. Su estómago dio bandazos ante la vista de ellas. Sí, su vida y sus problemas parecían tan insignificantes en contraste.

- Su tacto es tan suave,- susurró él. – Igual a las alas de una mariposa.

Era estúpido, pero esas palabras tocaron algo dentro de ella. No, no tanto las palabras como la emoción que ella oyó en su voz. El tono que le decía que él no estaba acostumbrado a ningún contacto tan gentil.

- Gracias,- dijo ella, enjuagándose sus manos, luego se las secó con una toalla.

Colocando su mano húmeda en su barbilla, él tiró de su cabeza hasta que sus miradas se encontraron.

- Eres tan increíblemente hermosa.

Oh, sí, el hombre estaba definitivamente drogado. No es que ella fuese Quasimodo o cualquier cosa, pero ____(tu) no fue estúpida. Ella no era el tipo de mujer en la que los hombres pensaran como hermosa.

- Si, si. Lo único que quieres es que me acueste contigo.
- No,- dijo él en una voz más profunda. – Eres hermosa… como un ángel.

Él presionó su frente en contra de la de ella antes de que él le diese el beso más gentil que jamás había conocido. Algo dentro de ella se derritió como él la rodeó con sus brazos y la sujetó no como un hombre ardiente, sino como alguien que realmente sentía algo por ella. Y eso sacó a la luz un dolor profundo tan grande que la dejaba sin respiración.
Toda su vida, todo lo que ella había querido alguna vez era ser amada. Tener una familia otra vez, y ese beso sólo le recordó a ella lo que no tenía.

De lo que ella más probablemente nunca tendría. Y el dolor de ese pensamiento hizo que patinase sobre su propio hielo.

- De acuerdo, Nicholas, necesitamos llevarte de vuelta a la cama- . Ella esperó que él discutiera. En lugar de eso, él meramente asintió antes de apartarse de ella, entonces abrió la puerta.
- El gatita,- dijo él cuando vio a Erika otra vez. - ¿Cuándo creciste tanto?

Ella miró a ____(tu) con extrañeza antes de responder

- Crecí mientras estabas en el cuarto de baño.
- ¿De veras?

Erika bufó.

- Sabes, ésta es una seria mejora sobre su temperamento normal. Creo que me gusta. Definitivamente necesitamos encontrar lo que es eso y metérselo con la comida.


Cuando ____(tu) trató de guiarle de regreso a su cuarto, Nicholas atrapó el marco de la puerta con su mano y se negó a entrar. Él le miró con una mirada fija y ruda cuando ella intentó empujarle hacia delante.

- Tengo que regresar a casa.
- Sí,- dijo ella lentamente, - que es ahora este cuarto.
- ¡No! - Él gruñó en un tono feroz. - Zatira me necesita. Tengo que ir con ella.

¿Quién era Zatira? ____(tu) intercambió una mirada con Erika, quien se veía igual de perpleja por el nombre como lo estaba ella.

- No, no tienes.

Él la apartó a la fuerza y se dirigió pasillo abajo.

- Tengo que salvarla. Él dio tres pasos antes de que se congelase.

Él clavó los ojos en el piso como si fuera una pantalla de TV. El increíble dolor retorció su frente como si volviese a vivir alguna clase de pesadilla. Ella nunca había visto una expresión más atormentada.

- No,- gruñó él, golpeando la pared. - ¡Zatira! ¡Mamá! ¡Dios mío, no! No más sangre. No están muertos. ¡No son lo están!

Él pasó ambas manos a través de su pelo antes que se echase a sí mismo contra la pared y deslizase hacia el suelo.

____(tu) fue a él. Tomando sus manos en las de ella, lo obligó a aflojarlas de su pelo.

- Nicholas, mírame.

Él lo hizo, pero ella podría jurar que él no la veía. Él estaba todavía siendo atormentado por algo de su pasado.

- ¿Zatira?
- Soy ____(tu).

Él comenzó a apartarse de ella.

- Tengo que salvarla. No puedo dejar que muera. No puedo.

____(tu) trató de detenerle sin que la lastimara a ella.

De repente, una sombra cayó sobre ellos. ____(tu) miró hacia arriba, esperando que fuese Erika.

No lo era. Era Dorian o Phoenix.

- Levántate,- le gruñó a Nicholas. No había una huella de compasión o simpatía en su cara.
- Jódete.- Nicholas trató de pasar de él gateando, para acabar su hermano agarrándolo por el brazo y poniéndolo en pie.
- No tan brusco – jadeó ____(tu) - No hay necesidad de lastimarle.

Nicholas se apoyó contra la pared mientras clavaba los ojos en su hermano. Su cara estaba enojada y fiera, pero sus ojos hablaban de toneladas de dolor y heridas.

- ¿Vas a matarme otra vez?

Por una vez, la expresión de su hermano se suavizó.

- Soy Dorian, Rave. No Phoenix.
- Dori… - La cólera se desvanecieron de la cara de Nicholas y fue reemplazada por una profunda agonía. – No quise decir eso, Dori. No quería. Tienes que creerme. No quise hacerles daño - . Él agarró a su hermano por la camisa y se aferró.- No se suponía que tenía que morir nadie.
Dorian rodeó con su mano la muñeca de Nicholas antes de que él se quitase su agarradera.

- Lo sé.

Nicholas dejó caer tan fuerte la cabeza de nuevo contra la pared que realmente agrietó la escayola.

- Podemos salvarlos,- dijo él, dando un paso hacia la puerta que llevaba escaleras arriba. – Podemos regresar y arreglarlo.
- ¿De qué está hablando? – preguntó Erika.

Dorian no contestó. En lugar de eso, él le lanzó una seca orden.

- Ve arriba, Erika.

Era obvio por su cara que ella quería discutir, pero por una vez obedeció.

- Tenemos que ir,- insistió Nicholas.

Pero no hubo alivio temporal en la expresión severa de su hermano.

- No seas estúpido otra vez- . Él apartó de un empellón a Nicholas.

____(tu) taladró con la mirada a Dorian cuando Nicholas se tambaleó y casi cayó.

- Tú, pedazo de asno.- le soltó ella, atrapando a Nicholas contra ella

Nicholas se detuvo cuando sus miradas se encontraron y se mantuvieron. Por primera vez desde que este episodio había empezado, él la vio a ella y no a Zatira. Sus facciones se relajaron. Una pequeña sonrisa gravitó sobre sus labios.

- Pareces un ángel…

Sus ojos se cerraron antes de que perdiese el conocimiento.

Dorian dejó escapar un grave suspiro cuando Nicholas se cayó al ____(d)lo. Sin ninguna gentileza, Dorian lo recogió y le llevó de regreso al colchón. ____(tu) quiso protestar su ayuda, pero no había manera de que pudiese mover a Nicholas por sí misma. Condenado fuese su hermano por ser tan frío.

- ¿Cuánto tiempo lleva así? – preguntó Dorian mientras se enderezaba.
- Aproximadamente dos horas.

El Dorian negó con la cabeza cuando volvió a mirar a Nicholas, quien permanecía quieto y en silencio.

- ¿Necesitas un respiro?

Ella se cruzó de brazos mientras le miraba con cierta sospecha.

- Depende. ¿Vas a golpearle mientras no estoy?

La mirada de su cara decía que la pregunta no le hacía gracia, lo cual estaba bien ya que ella no estaba bromeando.

- No.

Ese hecho la hacía sentirse un poco mejor… pero solo un poco. Ella todavía no confiaba en Dorian. Por lo que había leído en el manual, Dorian era un Were-Hunter Arcadio. Humano en teoría, él era capaz de cambiar a animal. Había otras clases de Were-Hunters que tenían corazones animales. Eran los llamados Katagaria. A diferencia de Nicholas y su familia, eran verdaderamente animales que podían tomar forma humana. Pero desde dónde ella estaba, no veía mucha diferencia desde que la así llamada raza “humana” parecía ser tan fría como cualquier animal que alguna vez se hubiese encontrado en estado salvaje.

No obstante, como periodista, ella había conocido a bastantes humanos que definitivamente clasificaría como animales. Algunos eran incluso amebas.

Y el periodista en ella tenía algo que era extremadamente curioso.

- ¿Quién era Zatira?

El dolor hizo más oscuros los ojos de Dorian antes de que él contestase.

- Mi hermana.
- ¿Debo suponer que también era la de Nicholas?

Él le dedicó una mirada cortante que decía que sí, pero Dorian no quería admitirlo.

Lo cual implicaba la siguiente pregunta.

- ¿Que le sucedió a ella?

El dolor de sus ojos rezumó por todo él. Se notaba que él sentía su pérdida igual de profundamente que lo hacía Nicholas.

- Ella fue asesinada hace trescientos años.

____(tu) se sobresaltó ante lo que eso significaba.

- ¿Asesinada por quién?
- Por humanos- . Él expulsó la palabra como si los humanos fuesen la peor cosa en la que podía pensar. Él la miró con más odio del que ____(tu) nunca había visto en su vida.- Ellos la asesinaron brutalmente a ella… a los niños, y a todo nuestro pueblo.

____(tu) se cubrió la boca cuando el horror de todo aquello la abrumó abrumado. ¿Pero que había esperado ella entonces? Los Dark Hunter habían nacido de hombres y mujeres que habían sufrido una injusta tragedia y que querían venganza contra los que los habían agraviado. Era el grito desgarrador de sus almas el que convocaba a Artemisa ante ellos, y si aceptaban el pacto, Artemisa los traería de regreso a la vida y les daría veinticuatro horas para llevar a cavo su venganza. Después de eso, se convertían en soldados en su ejército que estaba dedicado a proteger a la raza humana de los Daimons. La naturaleza de su creación garantizaba que todos ellos tuviesen al menos una tragedia importante en su pasado.

- ¿Asumo que sus muertes fueron el hecho de que se convirtiera en un Dark Hunter? – contestó ____(tu).
- Él quiso vengarse de los humanos que los habían matado.- asintió él.
- ¿E Isabeau? ¿Ella era también de vuestro pueblo?

La mirada de odio en su cara la sacudió.

- Ella era la compañera de Nicholas… una despiadada, perra humana. Él le habló a ella sobre a nosotros y ella a su vez se lo dijo a su gente. Ellos fueron los que vinieron por nosotros. Pensaron que éramos siervos del diablo y en su ignorancia, mataron a nuestros miembros más débiles mientras nosotros estábamos fuera protegiéndonos de los Katagaria que habían estado asaltando su pueblo.

Los Katagaria eran la rama animal de su gente que estaba en guerra con los “humanos” Arcadios. ____(tu) se sobresaltó compasivamente cuando el dolor de todo lo ocurrido pasó a través de ella. Qué horrible ironía ser traicionado por las mismas personas a las que tratabas de ayudar. Pero por lo que acababa de decir Dorian, Nicholas sonaba como víctima, también… todo por que había confiado en la persona equivocada. ¿Por qué le odiarían por un error que ninguno de ellos había podido detener?

- ¿Por qué lo habéis desterrado?
- No lo desterramos, mujer.- bufó Dorian.- Phoenix lo mató tan pronto como encontramos a nuestras familias asesinadas… y el bastardo debía haber permanecido muerto.

Ella estaba horrorizada por sus palabras y por el veneno en su voz.

- ¿Cómo habéis podido hacer tal cosa… a tu propio hermano?
- ¿Cómo no podríamos? – preguntó él como si estuviese perplejo por su pregunta. Él señaló a Nicholas. - Cada vez que le miramos, recordamos que él es el causante de sus muertes. Él es una abominación para nosotros. Y odio que nos veamos forzados a llevar un santuario en la ciudad dónde él está situado. Malditos los destinos por ello.

Oh, eso era estúpido.

- No fue culpa suya.
- Fue todo culpa mía… nunca debía haber confiado en ella.

Sorprendida de que él se hubiese despertado, ____(tu) miró a Nicholas, quien se había girado sobre su espalda. Al principio ella pensó que él estaba todavía delirando, pero su mirada parecía más clara ahora.

Su cara sombría, él se incorporó y trató de alcanzar a su hermano.

- Dori…
- No me toques, Nicholas- . Él frunció sus labios ante ____(tu). - Tan pronto como haya recuperado sus fuerzas, tendrá que salir de aquí antes de que los demás se vuelvan otra vez contra él. ¿A quedado claro?
- Sí,- dijo ella, regañando su propio labio en respuesta, - completamente claro. Eres un despiadado bastardo y el resto de vosotros no sois leopardos, Sois cerdos.

La cara de él se endureció.

- Alégrate de ser humana y de que estés ahora mismo en un Santuario. De otra manera te arrancaría la garganta. Él le lanzó una última mirada deslumbrante aborrecedora a Nicholas antes de desvanecerse del cuarto.

Incapaz de creer tal descaro de su parte, ____(tu) se volvió a Nicholas, quien permanecía tumbado completamente quieto. Al principio pensó que se había desmayado otra vez, pero cuando le apartó el pelo de la cara, vio que sus ojos estaban abiertos.

La mirada que le dedicó la chamuscó en el lugar. Había tanta angustia y odio hacia si mismo que le robó el aliento.

- No quería estar ya más solo. ¿Eso era tan malo?

El corazón de ella se encogió ante esas sinceras palabras. Ella sabía exactamente cómo se sentía él.

- No, Nicholas, eso no es malo.

Él comenzó a temblar incontrolablemente cuando alcanzó la manta.

- Tengo tanto frío.

____(tu) jaló la manta sobre él, pero sus dientes continuaban castañeando. Ella nunca había visto a nadie tan frío. Imaginándose que él estaba en bastante dolorido por las crudas emociones que las drogas sacaban a fuera, ella se tumbó contra él tratando de calentarlo con el calor de su cuerpo. Pobre hombre. Y ella estúpidamente había pensado que estaba completamente sola en el mundo. Probablemente era mejor no tener familia que tener la mitad de ella muerta y la otra mitad odiándote por causar sus muertes.

Ella no podía imaginar nada peor. Bueno, puede vivir con Erika, lo cual él ya hacía.

Nicholas continuó temblando en sus brazos. Él cubrió las manos de ella con las suyas mientras ella lo sostenía en la ligera iluminación del cuarto.

- ¿____(tu)?

Ella abrió sus ojos ante su tono apenas perceptible.

- ¿Sí?
- Siento mucho lo de tus amigos. Desearía que no hubiese sucedido.
- Gracias.

Él se quedó repentinamente flojo en sus brazos como si se hubiese desmayado otra vez. Su primera inclinación era apartarse de él, en vez de eso ella posó su cabeza sobre el brazo de él. Cuan extraño que dos desconocidos se encontraran tendidos en un colchón en el sótano de un popular club popular de solteros en el corazón de Pioneer Square. Ambos siendo perseguidos por un crimen que no habían cometido y atrapados en un lugar dónde nadie los quería.

Dios, qué día.

Cerrando sus ojos otra vez, ella dejó escapar un lento y cansado suspiro. Lo que les esperaba por delante era aún más intimidante que cuando había escrito la historia acerca del Senador Kelly y su dudosos gastos sólo para enterarse de que su fuente era completamente falsa. Aún ahora se encogió de miedo ante el recuerdo de ese día cuando su jefe le había lanzado el papel con la historia en él a la cara y la había acusado de hacerlo.
Después había estado bajo el fuego de todos sus compañeros periodistas que escribieron la noticia a raíz de la historia de ella. No había habido bondad o perdón. Nada excepto la hostilidad y el regocijo cuando la derribaron, y todo porque ella, también, había confiado en la persona equivocada.

Y entonces allí habían estado las acciones legales. Calumnia. Líbelo. Difamación. No sólo la había demandado el senador, su periódico también lo había hecho. Había sido el peor momento de su vida.

Hasta este preciso momento. Ahora ni siquiera tenía a Angie para aguantar su mano mientras pasaba por eso. Ningún Jimmy amenazando con matar a las personas que la lastimaban.

Solo dí la palabra ____(d), y los arrestaré por violación de intimidad…

Ella estaba completamente sola.

Igual que Nicholas.

____(tu) parpadeó para contener las lágrimas mientras jugueteaba con el pelo sedoso de él que le hacía picar la piel. Pero no le importaba. Necesitaba sentir su presencia. Éste no era momento para la debilidad. Ella necesitaba su fuerza. Especialmente desde que ella no tenía ni idea de cómo acabaría esto. Cómo volvería otra vez a su vida.

¿Qué se suponía que debía hacer?

Eres periodista, ____(d). ¿Qué haría un buen periodista?

Descubrir la verdad. La única manera de recuperar su vida era sacar a la luz a quién quisiera que estuviese detrás de todo esto. Concedido, ella no podía exponer a los vampiros sin convertirse en un hazmerreír, pero Jimmy había hablado de un encubrimiento, y ella confiaba en él. Él no la habría mentido. Nunca. Alguien en su departamento estaba definitivamente trabajando con los Apolitas y los Daimons en silenciar las desapariciones, lo cual eran probablemente todos asesinatos. Ahora que ella sabía que estaba pasando, podría encontrar una prueba y exponer a él o ella… Ellos podrían ser expuestos a un tribunal humano. Entonces los apolitas ya no tendrían más ayuda de los humanos.

No seas estúpida. Todo esto era ridículo y ella estaba viviendo. ¿Cómo podía convencer a las personas que ni siquiera podían ver eso por si mismos?

Por no mencionar el pequeño hecho de que ir tras un funcionario público quién estaba supuestamente en el asunto, acabaría siendo su deshonra.

- Soy demasiado vieja para empezar otra vez.

Más que eso, ella estaba demasiado cansada.

Pero incluso cuando pensaba en esto, la hermosa cara de Angie revoloteaba en su mente. Podía ver a Angie y Jimmy el día de la boda, riéndose mientras le decían adiós desde la limusina que les llevaría a su luna de miel. Se suponía que se harían viejos juntos y que la harían a ella una fabulosa tía de todos sus ruidosos chiquillos.

Ellos habían sido su familia.

Esta vez no detuvo las lágrimas que caían de sus ojos. Ellos – la única familia que había tenido – se habían ido y nunca tendría esos niños a los que consentir. Nunca habría otra llamada de Angie quejándose de los constantes partidos de fútbol de Jimmy en televisión en TV. Ningún Jimmy bromeando con ____(tu) acerca de haber arrestado al hombre perfecto para ella.

Ya no más películas nocturnas, no más risas. No más cenas de Navidad…

Se habían ido y esos bastardos los habían matado sin razón.

Una aguda cólera, creció desde lo más profundo de su alma extendiéndose a través de su cuerpo. Ella no podía dejar que las personas responsables de sus muertes se escaparan con eso. Sin mencionar que cada noche que ellos estuviesen ahí fuera, acabarían con los sueños de otras personas. Las vidas de otras personas. Arrebatarían la familia a personas que la amaban.

Tenía que detenerlos. De alguna manera. Ella solo no podía quedarse sentada y ver como alguien perdía a sus seres queridos. No si ella podía detenerlos.

____(tu) hizo una pasusa en su acalorada perorata mental cuando una idea la golpeó.

- El diario de Jimmy…

Tanto como podía recordad, Jimmy había guardado notas anuales en su diario. Ambas ella y Angie le habían hecho interminables bromas acerca de eso. Esa necesidad incesante de escribirlo todo era lo que lo había hecho tan buen investigador.

Cualquier prueba o pista que él hubiese revelado estaría en su cuaderno de apuntes. Ella lo sabía. No había duda de que él hubiese dejado pistas que ella pudiese seguir.

¿Pero como podía llegar a su casa mientras la policía la estaba buscando? Por no mencionar que ellos debían de haber averiguado eso mismo ya.

No tenía importancia. Ella iba a encontrar la forma de entrar de alguna manera, y conseguiría esas notas costase lo que costase, y acabaría esa investigación. Aún si moría en el intento.
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Mensaje por maru!! Jue 30 Sep 2010, 9:57 am

siguelaaaaa xfa!!!!
maru!!
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