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El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
sigueeeeeeeeee plizzzzzzzzzzzzz!!! esa atermisa no puede ser mas mala??? POBRE ASH q se la tiene q aguantarrrr!!! sigueee plizzzz!!
*annie d' jonas*
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
me dio ternura NIck!!
Y artemisa sifue siendo la misma diosa perra
Y artemisa sifue siendo la misma diosa perra
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Siguela
siguela
Oh Dios pero k wena esta tu nove
Xfa siguela
sube cap-......¡¡¡¡¡¡
siguela
Oh Dios pero k wena esta tu nove
Xfa siguela
sube cap-......¡¡¡¡¡¡
Invitado
Invitado
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
hola
perodon por no comentar antes
es que estoy ocupda con la escuela
si hay que buscar el diario de jimmi(?
ssiigguueellaa
perodon por no comentar antes
es que estoy ocupda con la escuela
si hay que buscar el diario de jimmi(?
ssiigguueellaa
angie- d jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
estoy con faby! atermisa sigue siendo la misma perra d 100pre peo bno nadie la puede cambiar exepto ashhh!!!Faby Jonas escribió:me dio ternura NIck!!
Y artemisa sifue siendo la misma diosa perra
pero ash tiene q saber lo q esconde ella!!! nada mas qiero verle la kra a ash cuando se entere de ''ese'' secreto jajaja !
( si qieren saber ese secreto tienen q leer otra nove de la saga) mujaja y no les voy a decir jaja ! :P
si me suplikan les digo!!!!! :twisted: si no no!
*annie d' jonas*
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
*n_n annette n_n* escribió:estoy con faby! atermisa sigue siendo la misma perra d 100pre peo bno nadie la puede cambiar exepto ashhh!!!Faby Jonas escribió:me dio ternura NIck!!
Y artemisa sifue siendo la misma diosa perra
pero ash tiene q saber lo q esconde ella!!! nada mas qiero verle la kra a ash cuando se entere de ''ese'' secreto jajaja !
( si qieren saber ese secreto tienen q leer otra nove de la saga) mujaja y no les voy a decir jaja ! :P
si me suplikan les digo!!!!! :twisted: si no no!
:O cual es??? dime el nombre plisss
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
okizzzzz es: DEVIL MAY CRYFaby Jonas escribió:*n_n annette n_n* escribió:estoy con faby! atermisa sigue siendo la misma perra d 100pre peo bno nadie la puede cambiar exepto ashhh!!!Faby Jonas escribió:me dio ternura NIck!!
Y artemisa sifue siendo la misma diosa perra
pero ash tiene q saber lo q esconde ella!!! nada mas qiero verle la kra a ash cuando se entere de ''ese'' secreto jajaja !
( si qieren saber ese secreto tienen q leer otra nove de la saga) mujaja y no les voy a decir jaja ! :P
si me suplikan les digo!!!!! :twisted: si no no!
:O cual es??? dime el nombre plisss
*annie d' jonas*
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
aaahhh gracias!!!*n_n annette n_n* escribió:okizzzzz es: DEVIL MAY CRYFaby Jonas escribió:*n_n annette n_n* escribió:estoy con faby! atermisa sigue siendo la misma perra d 100pre peo bno nadie la puede cambiar exepto ashhh!!!Faby Jonas escribió:me dio ternura NIck!!
Y artemisa sifue siendo la misma diosa perra
pero ash tiene q saber lo q esconde ella!!! nada mas qiero verle la kra a ash cuando se entere de ''ese'' secreto jajaja !
( si qieren saber ese secreto tienen q leer otra nove de la saga) mujaja y no les voy a decir jaja ! :P
si me suplikan les digo!!!!! :twisted: si no no!
:O cual es??? dime el nombre plisss
Faby Evans Jonas
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
de nadaaaaa!! :DFaby Jonas escribió:aaahhh gracias!!!*n_n annette n_n* escribió:okizzzzz es: DEVIL MAY CRYFaby Jonas escribió:*n_n annette n_n* escribió:estoy con faby! atermisa sigue siendo la misma perra d 100pre peo bno nadie la puede cambiar exepto ashhh!!!Faby Jonas escribió:me dio ternura NIck!!
Y artemisa sifue siendo la misma diosa perra
pero ash tiene q saber lo q esconde ella!!! nada mas qiero verle la kra a ash cuando se entere de ''ese'' secreto jajaja !
( si qieren saber ese secreto tienen q leer otra nove de la saga) mujaja y no les voy a decir jaja ! :P
si me suplikan les digo!!!!! :twisted: si no no!
:O cual es??? dime el nombre plisss
*annie d' jonas*
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
:evil: :evil: :evil: TU DIOSA PERRA PELIRROJA HARE BARBACOA DE TI Y DE TODO EL OLIMPO :twisted: :twisted: :twisted:
ALEJATE DE MI AKRI, BRUJA
ALEJATE DE MI AKRI, BRUJA
MarieMoonLight
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
ayyyyy!! diossss! pobre aternisa jajaja!!Simi Marie Parthenopaeus escribió::evil: :evil: :evil: TU DIOSA PERRA PELIRROJA HARE BARBACOA DE TI Y DE TODO EL OLIMPO :twisted: :twisted: :twisted:
ALEJATE DE MI AKRI, BRUJA
SIMI t doy permiso a q la agas barbacoa!! :twisted:
*annie d' jonas*
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Capítulo 9
Nicholas se despertó con la vista nublada y el perfume de ____(tu) en el aire. Era un olor delicado, caliente. Único y seductor. Se sentía como una mierda, pero su perfume lo apaciguó.
También prendió fuego a su interior.
Su hombro derecho estaba tan lastimado que apenas se podía mover. De cualquier manera tampoco lo iba a hacer, sobre todo porque ____(tu) estaba encima, con la cara pegada a la suya y profundamente dormida. Al principio no podía entender dónde estaba ni porque ella estaba encima suyo. Pero repentinamente, los acontecimientos de la noche anterior bombardearon su mente.
Había sido alcanzado por un dardo tranquilizante fuera del Happy Hunting Ground. Imágenes del viaje de ida y vuelta al Serengeti danzaron alrededor de él mientras recordaba fragmentos de encontrarse mal... de ____(tu) ayudándole.
Ella le había sujetado mientras su mundo se venía abajo.
Asombrado, la miró y retiró un mechón de pelo rubio de su sedosa mejilla. Ella tenía la piel muy bonita. Brillante e inmaculada, más suave que la seda. Extendió los dedos sobre su pómulo y se maravilló con la textura tan diferente a la suya.
Había algo adorable en ella. Algo que hacía salir al animal que había en él y lo atraía. Nunca había sentido tal atracción hacia alguien antes. Ni siquiera por Isabeau, y ella había sido su compañera elegida.
Agachó la cabeza para poder oler el perfume de su cabello. Las suaves hebras le hicieron cosquillas en la mejilla y el calor que desprendía su cuerpo le calmó. La mantuvo cerca en la oscuridad. Igual que un amante. Este momento despertó un sueño hace tiempo olvidado. Un sueño de familia. De amor. De tener a alguien a quien amar, y que le amara también.
Dios mío, hacía mucho tiempo que no había estado con alguien así.
- Si no dejas de tocarme, Gato con Botas, no me importa lo herido y exhausto que estés, voy a lastimarte.
Él se rió a pesar de sí mismo.
____(tu) abrió sus hermosos ojos azules y le miró.
- Estoy en ello.- le dijo él suavemente.
Ella todavía parecía sospechar.
- Eso es lo que dijiste la última vez, justo antes de sumergir tu cabeza en mis pechos.
- No, no lo hice… ¿verdad?
Él frunció el ceño como si tratase de recordar, pero las últimas horas estaban borrosas en su mente. Y él ciertamente no recordaba ese suceso, pero dado lo mucho que ella le atraída, tampoco lo podía negar. Si él había tenido una oportunidad y una razón para hacer tal cosa, probablemente lo habría hecho.
Ella entrecerró los ojos.
- ¿Estás realmente de vuelta, no es así?
Él se cubrió un ojo con la mano en un esfuerzo por aliviar una parte del dolor que sentía, como si le estuvieran partiendo el cráneo en dos.
- Sí, y con un buen dolor de cabeza.
____(tu) se giró para poder mirar esos ojos de medianoche. Bueno, sólo pudo ver uno, ya que él todavía se cubría el otro con la mano, pero fue bonito ver lucidez en él no obstante.
- Bienvenido.
- Gracias.- bajó la mirada hacia sus labios, estos le tentaban, algo que para él era muy difícil de ignorar.- Por todo.
- Está bien.
Ella se chupó los labios, mojándolos con su lengua…eso fue su perdición. Incapaz de aguantarlo, agachó la cabeza lentamente, esperando que ella se echara hacia atrás o le apartara a la fuerza.
Ella no lo hizo.
En lugar de eso, ella se metió entre sus brazos para recibir el beso. En el instante en el que sus labios se tocaron, Nicholas cerró los ojos, dejando que el calor de ella se extendiera sobre él. Ella le abrazó, haciéndole temblar de emoción, por la ternura que ella le ofrecía. Ella era excepcional. Su corazón corría a toda velocidad, profundizó el beso, explorando bien su boca.
____(tu) no podía respirar… literalmente. Sus alergias le golpearon, pero no lo suficiente como para hacer que ella no saborease el cielo. Cada parte de su cuerpo ardió con el contacto de sus labios. Él ahuecó su cara cuando su delicioso peso la inmovilizó sobre el colchón. Ella se encontró peleando con su ropa, si bien ella sabía que era un error. Los Dark Hunters no podían tener ni citas ni novias, y ella no tenía interés en ser plato de una sola noche de alguien.
No tenían un futuro juntos, seguirían caminos separados. Demasiado malo era que sus emociones no fueran racionales, porque sólo quería mantenerse entre sus brazos y explorar cada pulgada de ese pecaminoso cuerpo con su lengua. Pero ella no podía.
Nicholas hundió la mano en su sedoso pelo mientras las imágenes de su cuerpo desnudo contorsionándose debajo de él le volvían loco de deseo. Le mordió los labios y sintió su corazón tan acelerado como el suyo. Le costó toda su fuerza de voluntad no levantar su camisa y ahuecar su pecho en las manos. Pero ella era una Escudera, y ellos estaban prohibidos para los Dark Hunters. Aun así, ella le atraía a un nivel al que todavía no había podido comenzar a asimilar.
Si pudiera, se quedaría con ella el resto de la noche, pero ellos tenían muchas cosas que negociar ahora. Y lo último que quería era estar involucrado con otra mujer que le pudiera traicionar. Él se apartó, y luego gimió.
____(tu) puso la mano en su brazo lastimado, como si supiera exactamente qué le dolía.
- Necesitas descansar.
Él negó con la cabeza.
- Tenemos demasiadas cosas que hacer.
- Créeme, lo sé. Pero todavía estás muy dolorido.
Él le bufó ante el comentario.
- Confía en mí, esto no es nada. Definitivamente viviré.
Ella negó con la cabeza y se enderezo para hacerle cara.
- Bien, entonces. Mientras estabas inconsciente, he tenido muy tiempo para pensar. ¿Los Daimons van tras vosotros para hacerse con el control de Seattle, correcto?
Nicholas permaneció recostado en el colchón.
- Eso es lo que pensamos.
- Pues bien, según el manual que Leo me dio –ella recogió un tomo de cuero enorme y lo sujetó contra su pecho.- Cada vez que un Dark Hunter desaparece, se envía otro para reemplazarlo, especialmente en un centro urbano… como Seattle. –Con el ceño fruncido ella jugueteó con el borde del libro. - Entonces, ¿qué es lo que tienen la esperanza de conseguir? Digo, ¿si os matan y envían más, por qué tomarse la molestia, cierto?
Ella definitivamente tenía razón.
- No lo sé. No tiene sentido, pero no puedes negar que lo están haciendo. Tal vez esperan matarnos uno por uno hasta que el último Dark Hunter caiga.
Cuando lo dijo, supo que había algo más. Había muchos Dark Hunters. Les tomaría años, sino siglos traerlos a todos.
Pero algo extraño había estado ocurriendo en estos últimos dos años. Un gran número de Dark Hunters habían sido liberados, y un número aun mayor había muerto. Sobre todo recientemente.
- O quizás esto sea un experimento. –Dijo ____(tu) – Piensa un minuto en ello. Si pueden salirse con la suya y arrasar con todos vosotros aquí, luego podrían hacerlo en otras ciudades. Realizar un ataque estudiado. Reclamar cada ciudad una por una. ¿Correcto?
- En este punto, aceptaría casi cualquier teoría. Honestamente nuca he visto nada como esto. Digo, siempre ha habido algunos humanos estúpidos aquí y allá que han estado dispuestos a ayudarles. Pero nunca a esta escala.
- Lo cual trae a colación las siguientes preguntas: ¿por qué les ayudan? ¿Qué le están prometiendo los Daimons por su ayuda?
Nicholas se encogió de hombros.
- Podría ser cualquier cosa. Mi dinero dice que les han prometido vida eterna.
- No lo creo. Es demasiado fácil. Piensa en ello un segundo. Alguien que está medianamente arriba les ayuda. ¿Por qué? ¿Qué posible ganancia podría obtener esa persona permitiéndole a los Daimons asesinar personas en Seattle y deshacerse de los Dark Hunters? El humano tendría que haber tenido un gran interés, y la vida eterna no hace que lo sea para mí.
Nicholas guardó silencio.
- Sabes, los Were-Hunter fueron creados por una simple razón.
- ¿Y esa es?
- Hace unos nueve mil años, un antiguo rey griego se casó con una Apolita sin saberlo. Cuando ella murió lentamente en su veintisiete cumpleaños, el rey se dio cuenta de que sus hijos tendrían el mismo destino que su madre. Horrorizado, inmediatamente se dispuso mágicamente a empalmar la fuerza animal y a los apolitas con su brujería. Su meta era que los Apolitas vivieran más tiempo.
- ¿Y?
- Surtió efecto. El creó la raza Arcadia, mi raza, los cuales tienen corazones humanos, y la raza Katagaria, nuestros enemigos, que tienen corazones animales.
____(tu) afirmó con la cabeza recordando que lo había leído.
Sus aburridos ojos oscuros estaban puestos en ella.
- Puedes ver lo que estoy diciendo. Lycaon hizo todo lo que pudo para proteger a su familia. Él desafió a las Destinos cuando estás le dijeron que debía matar a todos los híbridos que había creado. Para matar a sus hijos…
Se quedó con la boca abierta cuando finalmente percibió su significado.
- ¿Un policía se ha casado con un Apolita?
- ¿Y si ese Apolita se convirtió en un Daimon?
____(tu) se quedó sin respiración cuando esas palabras pasaron a través de ella como un cristal. Eso hacía que todo tuviera sentido.
Un oficial que tuviera un oído en los medios para ayudar a seguirles la pista. Un oficial que pudiera manipular pruebas indebidamente y reasignar a los investigadores.
- Es posible que sea el jefe de policía o el comisario, ¿no es así?
- Esa sería mi apuesta.
Ella se tapó la boca mientras su mente analizaba las cosas rápidamente. Si estaban equivocados y ella iba detrás de un hombre inocente, nunca podría borrarlo. Pero si tenían razón…
- Necesitamos evidencias. Una prueba dura, que esté fuera de toda duda.
Nicholas inclinó la cabeza.
- Y necesitamos deshacernos de su aliado humano rápidamente.
____(tu) no podría estar más de acuerdo.
- ¡Yeah! Esto va a ser peligro, pero por ahora tenemos que poner nuestras manos sobre el diario de Jimmy.
- ¿Qué diario?
Ella apartó la mirada cuando el dolor atravesó sus rasgos. Aclarándose la voz, ella buscó su mirada, aunque él todavía vio el dolor que ella trataba de esconder.
- Mi amigo Jimmy, el investigador que estaba en la clínica, siempre llevaba un diario con sus pensamientos y lo que hacía.
- ¿Cómo un blog?
- No, él era muy reservado como para hacer eso. Estará probablemente en su casa, en alguna parte. Ya sea como un libro escrito a mano o en su ordenador portátil. Necesitamos registrar su casa y encontrarlo.
Nicholas la miró escéptico.
- ¿Los policías no estaban al tanto?
- Creo que no. Como te dije, Jimmy era realmente reservado, especialmente cuando estaba con los tipos con los que trabajaba. No creo que él les contará que tenía un diario de todas las cosas.
Ella tenía un buen punto. Pero los dioses sabían que él nunca lo admitiría.
- Pero si ellos se tomaron la molestia de matarle, ¿no habrían registrado su casa?
- Estoy dispuesta a apostar que no. Piensan que lo han silenciado y nosotros estamos en su camino. Registrando su casa podríamos encontrar algún sospechoso.
De nuevo, ella tenía un buen argumento. Excepto por una cosa, si los polizontes no habían registrado la casa todavía, era muy probable que lo hicieran pronto y las pruebas o pistas que Jimmy podría haber dejado atrás se perderían. Así que antes de que eso pasara, tendría que ser esa noche o posiblemente se perdería para siempre.
- De acuerdo, vamos. ¿Qué hora es?
Ella miró su reloj de pulsera.
- Las doce treinta.
- ¿Dónde vive él?
- En el veintinueve de Avenue West.
Bien. Nicholas se desperezó antes de ponerse derecho.
- Eso nos da tiempo de sobra para lograr llegar, registrar el lugar, y regresar antes del amanecer.
Él notó su vacilación mientras permanecía sentada sobre el colchón.
- Sólo que hay un pequeño problema con eso.
Él suspiró cuando comprendió su significado.
- Lo sé. Ellos no querrán dejarme volver una vez que salga. Pero está bien. Yo tengo un arma secreta.
Ella arrugó la frente.
- ¿Y es?
- Tú.- dijo él sonriendo.- Fue impresionante como venciste a mi Padre más temprano. Tú en realidad deberías ser abogada.
Ella se sonrojó por el cumplido y después dejó el libro a un lado.
Él se puso de pie y le tendió la mano a ella. Cogiéndola, ella dejó que la levantara, pero el tiró fue tan enérgico que se topó con él.
Nicholas suspiró por el completo contacto. Cada pulgada de su cuerpo estaba pegada al suyo, haciéndole endurecer instantáneamente y ansiar probar su sabor. Allí, por un momento, le hizo casi querer ser mortal otra vez. Había algo en ella que lo cautivaba.
- Lo siento –dijo él, con la voz débil. –Algunas veces olvido lo fuerte que soy.
- No hay ningún problema.
Pero había un problema, el quería tenerla aún más cerca de él y saborear esos labios otra vez. Mantén tu cabeza en el juego, chico.
Obligándose a dar un paso hacia atrás, él se dirigió a la puerta y entró en el vestíbulo. Él la había llevado al piso de arriba del club donde su familia se mantenía lejos de la vista y oído de los humanos. Los sonidos hicieron eco, y notó que a esa hora de la noche el club estaba lleno. El ruido, le atravesó el oído, lo que aumentó su dolor de cabeza. Pero la verdad es que a él nunca le había gustado excesivamente este estilo de música. Prefería el Rock Clásico.
Como estaban cerca de la puerta medio abierta, él se paró al oír las agitadas voces de sus hermanos. El que más habló, era el más enfadado por su regreso.
- Tú conoces nuestras leyes, Dorian. –Dijo Phoenix –Él debería ser asesinado, ahora, mientras está durmiendo.
Dorian contestó en tono práctico.
- La Ley del Santuario…
- Las leyes del carcelero Savitar. Mi compañera y mis hijos están muertos. La ley de la jungla dice…
Nicholas empujó para abrir la puerta.
- El más fuerte sobrevive. Y en mi libro, gilipollas, ese no eres tú.
Avanzaron lentamente para afrontarle. Él percibió la cara de vergüenza de su hermano Dorian antes de que la ocultase. Pero Phoenix era otra cosa. Sus ojos brillan llenos de odio.
Nicholas se había preparado psicológicamente para eso cuando regresó la noche en que había muerto. Para la agonía en la torturada cara de Phoenix cuando él descubrió el cuerpo de su esposa. Ella había muerto al lado de su madre, tratando de salvar a su hijo y su hija.
Nicholas había estado en el portal esa noche, también, paralizado por la sangre que cubría el piso de tierra de su casa de campo. Si bien él era un guerrero desde el día que entro en la pubertad y había dominado con maestría sus poderes, él nunca había visto tal carnicería. Los humanos no se había conformado simplemente con matarlos. Habían mutilado a cada miembro de su clan que había encontrado. Chicos, chicas, mujeres, niños bebés…eso no había tenido importancia para ellos.
Phoenix cogió a su compañera en brazos y rugió lleno de dolor. Hasta que se volvió contra Nicholas.
- ¡Tú hiciste esto!
Abrumado por la culpabilidad y la pena, él no había podido moverse o hablar. Su mirada había sido morbosamente atrapada por los restos de su madre. Por la expresión de terror que estaba permanentemente grabada en su bella cara.
- Cuéntale a Isabeau la verdad sobre nosotros. Acerca de ti. Nicholas, dile a ella lo que somos. Aun si ella es humana, los Destinos la han escogido para ser tú compañera, seguramente saben lo que hacen. Tú debes confiar en los dioses, hijo mío. Siempre.
Las palabras de su madre habían hecho eco en sus oídos esa noche mientras la miraba a través de las lágrimas que quemaban sus mejillas.
Y entonces Phoenix se lanzó sobre él. Al principio, le había quitado importancia, hasta que sintió el dolor bien definido, caliente en su costado. A éste le siguió otro y otro, Phoenix le cosió a puñaladas mientras Nicholas sólo se levantó, recibiendo cada golpe sin ni siquiera defenderse.
- Muere, tú maldito bastardo. ¡Espero que pases toda la eternidad en el Tártaro pagando por lo que has hecho!
Dorian había agarrado a Phoenix y le había alejado, pero llegó tarde. El daño ya estaba hecho.
Nicholas se había tambaleado mientras perdía sangre. Él miró hacia abajo para ver como su sangre cubría sus manos y salía de su cuerpo goteando por su ropa, ésta caía al suelo para mezclarse con el resto. Se había formado un gran charco rápidamente y él se había caído al suelo.
Lo último que él vio en su existencia humana, fue a su padre acercándose para escupir sobre él, luego patearle y maldecirle hasta que su último aliento había salido dolorosamente de su pecho. Una visión que todavía le asustaba. Una que a menudo a la luz del día, mientras trataba de dormir le atormentaba nuevamente.
Pero él llego al final asolado por la culpabilidad. Siendo odiado por algo en lo que él no había formado parte. Su único error había sido confiar en una mujer que le había dicho que lo amaba. Él no podía saber que ella le traicionaría mandando a sus furiosos compañeros antes de que formalmente fueran una pareja.
Y él ahora estaba cansado, cansado de la traición y el odio. Era el momento de dejar el pasado atrás.
Nicholas le dijo a su hermano en tono burlón.
- Tú me quieres muerto, Phoenix, pues vayamos afuera y acabémoslo de una vez por todas. Pero te lo advierto ahora, ya no me remuerde la conciencia y no me quedaré allí y te dejaré apuñalarme otra vez. Ahora puedes intentarlo. Eso es.
Phoenix cambio de postura antes que él. Él entrecerró los ojos.
- Deberías haberte quedado muerto.
Nicholas no se sobresaltó o parpadeó.
- No, nunca te debería de haber dejado matarme para empezar. Debería haberte dado un buen golpe en tu estúpido trasero y haber ido a por Isabeau y su gente sin perder la vida por ello. O mejor aún, debería haberte matado la noche que me vengué por ser un bastardo egoísta. Pero no lo hice. Te perdoné por matarme, igual que perdoné a Papá por patearme. Pero estoy cansado de seguir mi camino mientras tú me desprecias. Así es que deja de llorar, niñito, y jódete como he tenido que hacerlo yo.
Le lanzó a Phoenix una mirada asqueada.
- ¿Piensas que tu lo pasaste muy mal? Confía en mí, no lo hiciste. Yo lo perdí todo aquella noche, también, incluyendo a mi compañera y a mi familia entera. Tú y el resto al menos se tuvieron los unos a los otros para consolarse. ¿Qué diablos tuve yo? Ni una maldita cosa. Y ahora estoy cansado de andar de puntillas a tu alrededor y estoy cansado de ser culpado por algo que no hice. Si fueras la mitad de hombre que piensas que eres, te habrías apuñalado a ti mismo por Georgette y habrías muerto con ella.
Phoenix se lanzó sobre Nicholas pero Dorian le tenía cogido y se quedó en su sitio.
- No, Nix, tú conoces la ley.
- ¡Una mierda de ley! ¡Déjame ir, Dorian!
Dorian se negó.
Nicholas negó con la cabeza mientras su hermano luchaba contra Dorian.
- En lugar de lamentarte por lo que perdiste, niñito, deberías estar condenadamente agredido por lo que tuviste. Tuviste casi cien años con Georgette. Uno. Cien. Años. Yo no llegué a estar ni un día con Isabeau como mi verdadera compañera y he tenido nada desde entonces. Así que deja de joder, llorón.
Phoenix se abalanzo otra vez, sólo para que Dorian lo inmovilizara contra la pared.
- Vete, Nicholas –dijo Dorian, con su fuerte voz.
Nicholas clavó los ojos en los gemelos. Hace tiempo, él habría muerto por ellos. Mientras crecían, habían sido algo más que sus hermanos, habían sido sus mejores amigos. La perdida de esa amistad todavía le dolía, pero había aprendido y había dejado de importarle. Obviamente él nunca había sido para ellos, lo mismo ellos para él.
- Me voy Dorian, pero volveré.
Phoenix maldijo cuando la cara de Dorian se endureció.
- Tendrás que encontrar otro lugar donde quedarte.
Nicholas negó con la cabeza.
- No tengo ningún lugar hasta que no me reacomode y lo sabes. Por la ley de Omegrion, tienes que darme la bienvenida aun si eso te jode.
- ¡Te odio!—dijo Phoenix gritando. – Si regresas aquí os mataré a ti y a tu bastardo.
- Tomo nota.
Dorian dejó escapar un suspiro cansado cuando Nicholas tomó la mano de ____(tu) y la condujo hacia la puerta.
____(tu) no sabía qué decir o hacer cuando dejaron el edificio, y salieron al callejón de la parte trasera. Ella podía sentir el dolor de Nicholas, si bien el se esforzaba en esconderlo con el enfado. No es que ella le culpase. Dado lo que había oído, ella no podía imaginar qué tan traicionado se sentía por las acciones de su familia. ¿Cómo pudieron volverse contra él por eso?
Rápidamente, Nicholas se dirigió hacia el Porsche gris con las ventanas coloreadas.
____(tu) frunció el ceño cuando él abrió la palma de la mano, la agitó en círculos, y la puerta se abrió de pronto con un pequeño sonido explosivo.
- Esto puede parecerte una pregunta extraña. Pero, ¿A quién le estamos robando el coche?
Él no la miró mientras se metía en el coche.
- Es de Phoenix.
- ¿Cómo sabes que es suyo?
- Mira la matrícula.
Ella lo hizo y vio que tenía razón, tenía su nombre junto a una etiqueta con el logotipo del club. Extrañamente divertida, ella dijo.
- ¿No crees que esto le va a hacer enfadar completamente?
- Dios mío, espero que sí. – Dijo Nicholas en un tono sincero. – De otra manera no tendría propósito cogerlo.
- ¿No llamara a la policía?
- Nope. Eso violaría el Santuario. Así es que se cocerá a fuego lento, nosotros tenemos un sitio que visitar. Además la policía no reconocerá el coche y las ventanas tintadas nos mantendrán escondidos.
Ella negó con la cabeza cuando se abrocharon los cinturones.
- Sé que soy un poco curiosa.
- ¿Un periodista siendo curioso? Vaya, eso es algo que nunca he visto.
Ella ignoró su comentario sarcástico mientras él ponía el coche en marcha sin una llave. Este hombre tenía algunos poderes extraños cuando se ponía en funcionamiento correctamente.
- Yeah, como te preguntaba. ¿Por qué está tu familia en Seattle cuando es obvio que no quieren estar cerca de ti?
Bien, eso no había salido de la manera que ella quería decirlo, que gracioso, eso sonaba muy bien en su cabeza.
Nicholas la miró de forma cortante antes de Salir del callejón.
- Los dictámenes de Omegrion dice donde deben establecerse los santuarios, de manera que no tuvieron elección. Si querían un santuario tenía que ser en Seattle o nada, ya que era donde se necesitaba uno.
Ella pensó en eso.
- ¿Por qué quisieron tener un santuario?
- Imagino que tuvo que ver con que la mayor parte de nuestro clan fue salvajemente asesinado. La mayor parte de mi gente tiende a establecerlos cada vez que están al borde de la extinción. Es una forma de mantener a raya a nuestros enemigos, lo suficiente como para recobrar nuestro número.
Eso sonó muy racional para ella.
- ¿Qué hay de ti? ¿Cómo acabaste aquí?
- Ya estaba aquí cuando llegaron. Pero ellos no lo sabían. Acheron me asignó a esta región hace doscientos años, porque era un campo abierto y podía tomar mi forma de gato cada vez que quisiera, y Cael pidió que fuera transferido con él. A él no le gustaba la idea de estar aquí sólo.
- ¿Así que vosotros dos habéis sido amigos por mucho tiempo?
Él asintió.
- Él fue el primer Dark-Hunter con el que topé después de que Acheron me entrenase. Los dos fuimos enviados a Londres por un tiempo y luego nos trasladamos a Francia, y después a Munich.
- Wow, vosotros habéis estado en muchos sitios.
- Tuvimos que ir de un lado para otro en el pasado, porque los humanos sospechaban más que ahora. Ahora la mayoría de las personas están tan atrapados por sus vidas que no se molestan en aprender quien vive en la pared de al lado, especialmente en una ciudad.
Ella iba a replicar hasta que se dio cuenta de que simplemente el tenía razón. Ella todavía no conocía los nombres de la pareja que vivía a su derecha, y se habían mudado hacía ya dos años.
El hombre tenía un punto cruel.
- ¿Hacía donde nos dirigimos? –preguntó Nicholas.
- Hacia el infierno en un tiro de canasta.
Él se rió. El sonido era enriquecedor y profundo. Gah, el hombre era increíblemente atractivo sexualmente. Especialmente con la luz de la luna oscureciendo las facciones de su cara.
- Ahora en serio.
- Era serio. Es exactamente donde nos dirigimos. – ella dijo en tono bajo, pero entonces más fuerte, añadió. –Cuarenta y tres, treinta y cinco, veintinueve de Avenue West.
- Bonito lugar.
- Yeah, Lo sé. Angie siempre tuvo buen ojo para todo.
Queriendo distraerse, ella centró su atención en lo que Nicholas y sus hermanos habían estado hablando hace un rato.
- Así es que, explícame algo. ¿Qué es eso de emparejarse de lo que hablan tus paisanos?
Una sombra oscura se cayó sobre su cara, y no se refería a la luz de luna. Era una luz extraña, como si su pregunta le molestara a un profundo nivel, personal.
- Los Were Hunter son diferentes de los humanos.
De veras, Sherlock… Pero ella mantuvo ese comentario sarcástico para si misma.
- ¿Quieres decir a parte del hecho de que vivís varios cientos de años, os convertís en animales, viajáis en el tiempo, y que agitando la mano hacéis cosas extrañas?
Las esquinas de sus labios se elevaron como si contuviese una risa.
- Yeah, eso, también. Pero a diferencia de los humanos, no tenemos el placer de escoger a nuestras compañeras. Las Moiras…
- ¿Quiénes?
- Los Destinos Griegos. Ellas escogen con quien nos emparejamos.
-Uh-huh…- dijo ella alargando el sonido.- ¿Por qué de repente me da que va a sonar a un titular empalagoso como los de Leo? Oh espera, creo que lo sé. ¿Quizás por que son mitos y no son reales?
Él le dedicó una resentida mirada.
- ¿Igual que los vampiros, no?
- Buen punto. De acuerdo, ellas son reales también, ¿y?
- Y ellas escogen a nuestras compañeras.
De no ser por la ridiculez de este mismo día, ella lo recomendaría para tratamiento. Pero aquello era cierto aunque no tuviese sentido alguno para ella.
- ¿Así que, cómo lo hacen? Saltan a la tierra, se asoman sobre tu hombro y te dicen, “Ey, tío, cásate con ella”.
- No. Aparece un símbolo idéntico en la palma de las dos personas que se supone estarán emparejadas.
- Intrusito y grosero, pero lo aceptaré. ¿Y eso es todo lo que hay?
- No exactamente. Una vez que la marca aparece, tenemos tres semanas para decidir si queremos acatarlo. Si lo hacemos, entonces dormimos juntos y nos emparejamos. Si no, entonces el símbolo desaparece y nunca podemos ser emparejados con otro mientras que alguno de nosotros muera y no podremos tener hijos.
A ella realmente no le gustaba como sonaba eso.
-Eso succiona.
- No tienes ni idea. La hembra puede continuar teniendo relaciones sexuales, pero el varón de las especies es impotente hasta que el día en que uno de ellos muere.
- ¿Qué ocurre si estás emparejado y uno de vosotros muere? ¿Estáis atados el uno al otro, o puede el que sobrevive emparejarse otra vez?
- Técnicamente sí, pero eso raramente sucede. Un único disparo por compañero es lo único que permiten los destinos. Ellas son así de jodidas. Pero al menos la muerte libra al superviviente de la atadura, por lo que yo todavía puedo tener sexo, si bien nunca terminé el ritual con Isabeau.
- ¿Pero no tienes oportunidad de ser emparejado otra vez?
- Déjame decirlo así, tengo más probabilidades de morir envenado con pomelo.
Ella se rió de eso.
- Oh, yeah, los Destinos son definitivamente mujeres. Adoro esto.
- Me alegro de que te guste, pero te aseguro que a mi no me atrae. La idea ser impotente más bien me jode.
Ella podía entender eso.
- ¿Así que, cuándo aparece la marca? ¿Cuándo llegas a cierta edad? ¿Cuándo te cruzas por la calle?
- Cuando tenemos relaciones sexuales.
Él le dedicó una abierta sonrisa taimada.
- Sí, claro.
- No, en serio. La marca sólo aparece después de que has tenido relaciones sexuales con tu compañera predestinada. Aparece algunas horas después.
- ¿Y si nunca tienes sexo con tu compañero?
- Entonces nunca lo encuentras. Te pasas todo el resto de tu vida sin la oportunidad de poder tener hijos.
Y ella pensaba que ser humano era duro. Al menos ella tenía opciones acerca del matrimonio y la procreación.
- ¿Tú realmente no tienes control sobre el emparejamiento?
- Ninguno en absoluto. Créeme, si lo tuviéramos, nunca habría escogido a una humana para el mío.
Ella no sabía por qué, pero esas palabras la molestaron.
- Sabes, no todos somos tan malos.
Él bufó con rudeza ante eso.
- Perdóname si me reservo mi opinión sobre eso.
Bueno, honestamente, ella no podía culparlo por sus sentimientos. Él había sido más que perjudicado por las acciones de un simple humano. Y eso le hacía preguntarse que clase de mujer echaría a suertes el tener un compañero como Nicholas.
- ¿Así que tú e Isabeau hicisteis el acto para acabar el emparejamiento?
- No, estúpidamente elegí ser noble y decirle a ella lo que yo era antes de terminar el ritual. Desde que ella era humana y eso fue en el período Renacentista, ella tuvo un pequeño… inconveniente conmigo.
Por no decir más.
- Y el resto es historia.
Él asintió.
Hombre, ella lo sentía por él. Qué horrible era desnudar el alma ante alguien para que luego que traicionase. Esto hacía que el que Alex la hubiese dejado por que no quería ser manchado por su mala reputación pareciera suave en contraste. Sus acciones habían sido insensibles, pero las de Isabeau habían sido categóricamente crueles.
- ¿Y que fuese esa cosa de enlace que mencionaste a Phoenix?- preguntó ella.
- Es una unión especial que podemos hacer con nuestros compañeros si ambas partes lo aceptan. Combina nuestras fuerzas vitales de tal manera que si uno de nosotros muere, lo hagamos los dos, también. Instantáneamente.
- Romántico y espeluznante.
- Sí, lo es. En la noche que nuestro pueblo fue atacado, fue así cómo supimos lo qué ocurría. Varios miembros de nuestro clan que estaba con nosotros simplemente se desplomaron. En un minuto estaban con nosotros y al siguiente, estaban muertos a nuestros pies sin ninguna razón conocida. Desde que eran muchos los que caían, supimos que estaban matando a nuestras familias.
Ella dejó escapar un largo suspiro mientras trataba de imaginarse el horror de eso.
- Lo siento realmente, Nicholas.
- Gracias.
Pero ella todavía notó la manera tan fuerte en que sujetaba el volante como si esto todavía le doliese.
Ellos permanecieron en silencio mientras se dirigían a la casa de Angie y de Jimmy. Esta vez de noche, el barrio estaba absolutamente silencioso, con una única casa con una luz encendida o un televisor. A ____(tu) siempre le había gustado quedarse en vela hasta altas horas de la noche. Había algo pacífico y prístino acerca del mundo. El silencio era casi palpable.
Cuando se acercaron a la casa, ____(tu) divisó un coche patrulla aparcado de una cuneta.
- Parece que están vigilando el lugar.
Nicholas asintió con la cabeza.
- Después del día que hemos tenido, no esperaría menos.
Pues bien, allí estaban.
Él los condujo pasando al lado del coche patrulla, calle abajo, giró en la esquina y después aparcó.
- Podemos hacer el camino de regreso a pie.
- Sabes, lástima que con toda la magia que tenéis los de tu tipo no pudiéramos aparecer simplemente en la casa.
- Actualmente, un típico Were Hunter podría.
- ¿Pero tú no puedes?
Él negó con la cabeza.
- Ya no. Cuando me convertí en un Dark-Hunter, perdí ese poder. Parece que Artemisa quiere que vivamos cronológicamente, así que no puedo tele transportarme más. Pero tengo poderes más fuertes en otras maneras y en forma de gato, al contrario que otros Dark-Hunters, puedo sobrevivir a luz del sol. No es muy cómodo, pero no me mata.
- ¿Por lo tanto ese olor antes en mi coche a pelo de gato quemado?
- Exactamente.
____(tu) observó como las luces de la calle cruzaban por los atractivos planos de su cara. Incluso aunque su tiempo juntos había sido limitado, ella tenía que admitir que él era impresionante. Y daría cualquier cosa por poder besar esos labios otra vez… echarse a sí misma sobre el cuerpo de él hasta que ambos estuvieran sudorosos y agotados. Pero dados sus sentimientos acerca de los humanos, ella se imaginaba que estaría solo a un paso de ser un apolita para él.
Suspirando, apartó ese pensamiento. La última cosa que necesitaba después de ese día era rechazo.
- Supongo que la vida no es otra cosa que un trueque, ¿huh?
- ¿Qué es un trueque? -preguntó él abriendo su puerta del coche.
Ella pensó acerca de eso cuando salió y cerró su puerta con suavidad.
- Supongo que conseguí conservar mi cordura y mi vida, a pesar de hacer un trabajo realmente asqueroso.
Eso pareció divertirle.
- Leo no es tan malo, ¿verdad?
____(tu) se envolvió con sus propios brazos cuando doblaron la esquina de regreso a la casa de Angie.
- Realmente, Leo es una diamante en bruto la mayoría de días. Es solo que odio tanto trabajar para ese periódico que soñar con prenderle fuego es una constante fijación para mí.
Nicholas la agarró y tiró de ella hacia detrás de un arbusto cuando un coche pasó calle abajo. Lo dos se acuclillaron mientras escuchaban lo escuchaban pasar de largo con bastante lentitud.
Asustada de que los atraparan así de cerca de su destino, ____(tu) contuvo el aliento hasta que el coche desapareció de su vista. Su mirada recayó en la tensa mano de Nicholas que la retenía en el lugar. Él tenía dedos largos y delgados que la habrían calentado aunque la agarrase con menos fuerza.
Como si oyese sus pensamientos, él aflojó su agarre y le restregó la muñeca apaciguadoramente. Ese pequeño gesto significó mucho para ella, mientras él volvía a echar una ojeada para cerciorarse.
Sin otra palabra, él le indicó con gesto que siguiera adelante y la condujo a la casa de Angie. Atravesaron el patio trasero del vecino para evitar el coche patrulla que podría verlos si se aproximaban desde el frente. Nicholas la recogió sin esfuerzo y la ayudó a cruzar la cerca antes de que él saltase fácilmente por encima.
Ella sabía que él era un gato, pero cada vez que hacía cosas parecidas a esa, era realmente espeluznante. Avanzando en cuclillas, él los mantuvo a ambos en las sombras mientras se dirigían al patio de Angie. Él hizo otra vez un extraño gesto con la mano que le permitió abrir la puerta corredera de cristal sin romperla.
____(tu) entró en la casa primero. Cuando intentó alcanzar el interruptor, se frenó en seco.
- Esto es inútil. No puedo ver nada y si enciendo una luz, la policía la verá.
- Está bien.- Ella se sorprendió de encontrar a Nicholas tan cerca que podía sentir su aliento contra la mejilla mientras hablaba. El calor de su cuerpo se extendió hasta ella y realmente calmó sus nervios. – Veo perfectamente en la oscuridad. Dime que es lo que tengo que buscar.
Cerrando los ojos, hizo un diagrama mental de cómo estaba distribuida la casa.
- Arriba, el segundo dormitorio a la derecha está habilitado como una oficina. La computadora portátil de Jimmy debería estar allí. Cógela y echa una ojeada para ver si encuentras alguna carpeta empastada en cuero que debería estar al alcance de la mano.
- ¿Alguna cosa más?
- No lo sé. Si ves alguna otra cosa en la cual podría haber usado para hacer anotaciones, cógelo.
Él extendió la mano y amablemente la empujó hacia un taburete de la barra.
- De acuerdo. Espera aquí y vuelvo enseguida.
Agradecida de que la hubiese ayudado a moverse en la oscuridad, ____(tu) asintió con la cabeza mientras se apoyaba contra el mueble del desayuno. Ella escuchó a Nicholas moverse sigilosamente hacia las escaleras… igual que un gato.
Sí. Era una vida extraña la que estaba teniendo.
Y cuando echó una mirada alrededor de la casa oscurecida donde el mobiliario excesivamente familiar se desvanecía en las sombras, la pena se asentó profundamente en su pecho. La última vez que ella había estado allí había sido en el cumpleaños de Angie algunas semanas atrás. Jimmy había estado burlándose de Angie, acerca de cómo se estaba convirtiendo en Merlín y cumpliendo años hacia atrás.
- Cada año te pones más guapa.
Ésta había sido la tercera vez que Angie había alcanzado los treinta y cinco años. Angie había devuelto el golpe con sus chistes cuando le recordó a ____(tu) que ella no estaba muy lejos de ella.
Que no daría por regresar y vivir esa noche una vez más…
- Oh, Angie,- jadeó ____(tu), doliéndose por la pérdida de ellos.
¿Cómo podían haberse marchado? Era injusto. Una tragedia sin sentido.
- No pienses en ello.
Y aún así era imposible no hacerlo. Se suponía que envejecería con sus amigos. Eran su familia. Sin ellos, ella se sentía completamente perdida y sola.
A la deriva.
A pesar de su determinación, sintió las lágrimas comenzando a caer. Enjuagándolas, se odió a si mismo por su debilidad. Tenían cosas que hacer y aquí estaba ella, llorando como una niña.
- ¿____(tu)?
Ella saltó al oír la voz cerca de su oreja
- ¡Nicholas! No me des esos sustos-. Ella sintió un musculoso brazo rodeándola y atrayéndola cerca de su duro cuerpo. Su esencia la apaciguaba como también le cosquilleaba la nariz.
- Está bien.
Pero ella sabía que no lo estaba. Nunca estaría bien el que se hubiese ido. Aún así era amable de su parte intentar confortarla.
No obstante, si alguien sabía de dolor, ese era el hombre que la sostenía. Él, también, lo había perdido todo. Agradecida por su presencia, se apoyó contra su duro pecho y abrazó su duro brazo contra sus pechos. Ella guardó silencio mientras luchaba con las lágrimas y dejaba escapar un tembloroso suspiro.
Aclarándose la garganta, le dio un agradecido apretón a su brazo y después se apartó.
- ¿Lo conseguiste?
- Sí. Estaba justo donde tú dijiste. Ahora salgamos de aquí antes de que alguien nos vea.
Él ajustó la pequeña caja bajo un brazo, luego tomó su mano y la llevó de regreso a fuera, al patio. Lo cruzaron el césped silenciosamente, y regresaron calle abajo hacia donde habían dejado el coche. A cada simple paso del camino, ella seguía esperando que alguien viniese a cogerlos. Contenía el aliento, esperando que la Policía o los Daimons descubrieran dónde estaban.
Para cuando llegaron al Porsche, estaba tan asustada que tenía los nervios de punta.
Ella entró primero y se abrochó el cinturón antes de que Nicholas colocase la caja en su regazo. Ella frunció el ceño cuando él cerró la puerta y caminó hacia el otro lado. Al menos hasta que vio que había sobre la tapa…
La pena y la alegría se mezclaron dentro de ella y cerraron su garganta en un apretado nudo. Era una foto enmarcada de ella, Angie y Jimmy del verano pasado cuando habían ido a hacer pesca submarina Ella y Angie señalaban el pez espada gigante que Jimmy había atrapado y él permanecía allí de pie con los brazos en alto como un súper hombre.
Abrazando firmemente el marco contra sí, se volvió hacia Nicholas sobrecogida por su consideración.
- Gracias.
Él simplemente inclinó la cabeza ante ella mientras echaba a andar el coche y ponía rumbo hacia el Serengeti.
____(tu) devolvió el marco a la caja e intentó mantenerse entera cuando su cólera empezó a crecer sobre la injusticia de sus muertes. Ella quería venganza. Tienes que permanecer calmada, ____(d). Pero era difícil. Ella siempre había odiado todo ese rollo emocional, y aún así era lo que sentía esa noche.
- Lo siento, Nicholas.
- ¿Por qué?
- Estás ineludiblemente comprometido con la ____(tu) neurótica. Normalmente estoy mucho más entera que ahora.
Para su sorpresa, él se estiró y tomó su mano en la suya.
- Pequeña, no hace falta que me pidas perdón. No tengo nada más que respeto por la entereza y fuerza que has tendido hoy. No conozco a muchos hombres que pudieran haberse mantenido firmes así como lo has hecho tú.
Esas palabras hicieron que su corazón latiera.
- Gracias.
Él apretó su mano antes de soltarla para cambiar de marcha. ____(tu) parpadeó cuando vio las luces de la calle atravesar su cara, iluminando sus facciones. Él era excepcional. Pero eso le hacía preguntarse si él habría sido igual si fuese simplemente un tipo común de la calle.
No, no podía imaginárselo. Él tenía una vida demasiado larga. Un tipo igual a este nunca podría ser común. Y eso era por lo que ella sabía que una mujer como ella nunca podría atreverse a tener más que un momento con un tío como él.
Nicholas no habló mientras conducía por las tranquilas calles de Seattle. Pero él podía sentir a ____(tu) con cada pulgada de su ser. El Dark Hunter dentro de él podía oír su corazón palpitando. Podía sentir su sangre fluyendo a través de sus venas. El depredador sentía su ansiedad y su tristeza. El hombre solo quería besar esos labios que ella había dividido y había mantenido así hasta que le sonrió.
Era difícil pensar con ella tan cerca de él. Nunca había visto una mujer más bella.
Él dejó caer su mirada a la mano que ella tenía sobre la caja. Una mano que él quería mordisquear y luego guiarla hacia abajo hasta que ella acariciase la parte de él que ansiaba probar su exuberante cuerpo. Pero un animal como él nunca podría atreverse a tocar algo tan precioso como ella. ____(tu) era uno de los muy pocos humanos decentes que él había llegado a conocer. Y ella se merecía algo mucho mejor que él. Moviéndose en el asiento, él apretó sus dientes. Éste no era el momento de dejar que sus hormonas lo dirigieran.
Claro que lo es…
Él quería gruñirse a si mismo. En lugar de eso, él apretó el acelerador, necesitando poner alguna distancia entre ellos antes de que él cediese a la fiera necesidad que tenía de acostarse con ella.
No lo bastante pronto para el bien de su comodidad, él aparcó el coche justamente dónde Phoenix lo había dejado. Ayudó a ____(tu) a salir del coche y se dirigieron de vuelta al club. El hall no estaba tan ruidoso como lo había estado antes. No había duda que el club había disminuido un poco, pero todavía había bastante gente. Él podría oír la pulsación de la música dance. El aire estaba cargado con los olores de alcohol, perfume barato, y comida grasienta. Nicholas seguía esperando que uno de sus miembros “familiares” apareciese y tratasen de echarlo.
Cuando rodearon una esquina, casi son arrollados por Erika.
- Lo siento,- dijo ella cuando empezó a pasar junto a ellos.
- ¿A dónde vas?- preguntó Nicholas. Su padre tendría la cabeza de Nicholas si algo le ocurría a ella mientras él estaba en Hawai.
- Fuera.
- ¿Fuera dónde?
Ella suspiró con exceso.
- A la pista de baile, si quieres saberlo. Quiero bailar hasta vomitar.
Él la miró con sospecha.
- ¿No tienes clase mañana?
- Relájate, Papá. Leo dijo que debería quedarme aquí hasta que la amenaza haya terminado. Tienen miedo de que pudiera ser atrapada por uno de los Doulosi.
- ¿Lo qué? – preguntó ____(tu).
Nicholas la miró ahora a ella.
- Es un término para los humanos que ayudan a los Apolitas o Daimons.
- Oh.
Erika dio un paso hacia la puerta que conducía al club, entonces se detuvo.
- Oh oye, si tenéis hambre, tíos, hablad con la mujer en la cocina, Terra, y ella os hará algo. Tengo que decir que las hamburguesas aquí son deliciosas.
- Gracias – dijo ____(tu), pero Erika ya se había ido.
Nicholas tomó la caja de las manos de ____(tu).
- Por qué no nos consigues algo para comer y yo llevaré esto a nuestra habitación para que lo podamos examinar.
- De acuerdo.
____(tu) observó como Nicholas bajaba las escaleras, luego siguió los sonidos de las cacerolas y de los vasos hasta que localizó la cocina. Ella no estaba segura de si las personas que trabajaban aquí dentro eran humanas o no. Era realmente extraño ya no saberlo.
- ¿Puedo ayudarte?
Ella se volvió para ver a una alta mujer morena. A ____(tu) le recordaba una elegante modelo con ojos extremadamente intensos. De un azul cristalino parecían resplandecer cuando la miraban como un depredador salvaje.
____(tu) se negó a dejarse intimidar aunque la mujer estaba haciendo un fantástico trabajo en ello.
- Erika dijo que podíamos conseguir algo de comer.
La mujer parecía un poco renuente cuando lanzó una mirada alrededor del cuarto de una manera muy gatuna. Después de un minuto, ella deslizó su mirada de regreso a ____(tu).
- Bueno, pero dejes que Dori se entere de que yo os di de comer. Lo último que quiero es oír esto viniendo de él.
Ésta debía ser Terra y ella estaba agradecida de que tuviese buen corazón.
- Gracias.
- No hay problema.
____(tu) dio un paso atrás cuando la mujer hizo dos platos de hamburguesas con patatas fritas para ellos.
- ¿Eres parte de la familia Kontis?
Ella sostuvo su palma en alto para mostrarle a ____(tu) un intrincado símbolo en su mano. - Dorian es mi compañero. Soy Terra.
Así que esa era la forma que tenía. Era precioso.
- Encantada de conocerte.
Terra bufó antes de contestar
- Sí, claro. A ti no te gusta estar aquí más de lo que nos gusta a nosotros que estés aquí… Puedo oler tus emociones manando de tus poros. Pero eso está bien. Al menos nosotros sabemos donde estamos parados -. Terra le tendió los platos.- ¿Quieres un par de cervezas?
- Eso sería el cielo.
Terra limpió sus manos en el delantal, luego sacó dos botellas de la tina de hielo que tenía detrás de ella. Ella los puso sobre la bandeja e indicó a ____(tu) que colocase allí los platos, también.
Tan pronto como ____(tu) lo hizo, Terra le dio la bandeja.
- ¿Lo tienes?
- Sí, gracias.
Tierra asintió antes de volverse a uno de los camareros para darle instrucciones de retirar un plato de Pretzels de una mesa.
____(tu) tomó la bandeja y se dirigió escaleras abajo hacia su habitación. Nicholas ya tenía listo el ordenador portátil. Cuando vio las cervezas, su cara realmente se iluminó como un niño que ve a Santa por primera vez.
- Has debido haber leído mi mente.
____(tu) le sonrió cuando le dio una cerveza.
- Lo hizo Terra.
- ¿Terra?
- Parece que tu hermano Dorian tiene compañera.
Él realmente se quedó con la boca abierta.
- ¿De veras?
- Sip. Ella es una mujer interesante. Con un borde grosero, pero al menos nos ha dado de comer.
- No discutiré eso, especialmente con lo bien que huele.
____(tu) colocó la bandeja en el suelo antes de que ella tirase de la computadora portátil de Jimmy hacia ella.
- ¿Así que, esto es todo lo que has encontrado en su oficina?
- No había demasiado Algunas cartas, algunos archivos, un par de diarios de cuero, y el ordenador portátil.
Y un marco que él no mencionó. Haciendo caso omiso a ese pensamiento ella empezó a mirar en las etiquetas de las carpetas, pero cuando lo hizo, una increíble oleada de dolor la engulló. Éstos eran los archivos privados de Jimmy. Su vida entera estaba en ese ordenador. Sus registros de impuestos, sus fotos familiares, e-mails para los amigos, chistes…
Todo.
Ella sintió la mano de Nicholas en su hombro.
- ¿Quieres que lo haga yo?
- No,- dijo ella tragando el nudo que se le hizo en la garganta cuando la cólera volvió a ella. – Se lo debo.
Nicholas estaba asombrado por su fuerza y su determinación. Él nunca había visto nada como eso.
- De acuerdo, mientras tú investigas, voy a llamar a otros Dark-Hunters y comprobar con ellos.
Ella asintió con la cabeza.
Sin estar seguro de si ella realmente le había oído o no, él sacó su teléfono y llamó a Acheron. Como antes, no hubo respuesta. Demonios. Él realmente podría usar alguno de los sabios consejos del jefazo acerca de cómo manejar esa situación. Si había una cosa en la vida que Acheron parecía entender, era la mente de los Daimon.
Entonces uno por uno, Nicholas llamó al resto de los Dark-Hunters situados en Seattle para encontrarse con que todos estaban patrullando o siendo vigilados.
El único que no contestó fue Aloysius. Un Dark-Hunter Escocés que había estado en Seattle desde 1875.
Nicholas maldijo.
- ¿Estás bien?
Él miró a ____(tu) y asintió si bien él se sentía enfermo acerca de eso.
- Creo que sé a quién mataron… él era un buen hombre.
Negando con la cabeza, disgustado, se acercó más a ella.
- ¿Has encontrado alguna cosa?
- Todavía no. Solo algunas notas acerca de cosas que desaparecieron de sus archivos en el trabajo. Alguna evidencia extraviada. Pero no hay ninguna teoría de quién o está detrás de ello o por qué.
Nicholas se inclinó hacia adelante para leer, pero antes de que pudiera, él oyó algo cerrarse de golpe arriba.
Más que eso, sintió una masiva oleada de furia y miedo en el aire. La esencia de eso era apabullante.
Había serios problemas arriba…
Nicholas se despertó con la vista nublada y el perfume de ____(tu) en el aire. Era un olor delicado, caliente. Único y seductor. Se sentía como una mierda, pero su perfume lo apaciguó.
También prendió fuego a su interior.
Su hombro derecho estaba tan lastimado que apenas se podía mover. De cualquier manera tampoco lo iba a hacer, sobre todo porque ____(tu) estaba encima, con la cara pegada a la suya y profundamente dormida. Al principio no podía entender dónde estaba ni porque ella estaba encima suyo. Pero repentinamente, los acontecimientos de la noche anterior bombardearon su mente.
Había sido alcanzado por un dardo tranquilizante fuera del Happy Hunting Ground. Imágenes del viaje de ida y vuelta al Serengeti danzaron alrededor de él mientras recordaba fragmentos de encontrarse mal... de ____(tu) ayudándole.
Ella le había sujetado mientras su mundo se venía abajo.
Asombrado, la miró y retiró un mechón de pelo rubio de su sedosa mejilla. Ella tenía la piel muy bonita. Brillante e inmaculada, más suave que la seda. Extendió los dedos sobre su pómulo y se maravilló con la textura tan diferente a la suya.
Había algo adorable en ella. Algo que hacía salir al animal que había en él y lo atraía. Nunca había sentido tal atracción hacia alguien antes. Ni siquiera por Isabeau, y ella había sido su compañera elegida.
Agachó la cabeza para poder oler el perfume de su cabello. Las suaves hebras le hicieron cosquillas en la mejilla y el calor que desprendía su cuerpo le calmó. La mantuvo cerca en la oscuridad. Igual que un amante. Este momento despertó un sueño hace tiempo olvidado. Un sueño de familia. De amor. De tener a alguien a quien amar, y que le amara también.
Dios mío, hacía mucho tiempo que no había estado con alguien así.
- Si no dejas de tocarme, Gato con Botas, no me importa lo herido y exhausto que estés, voy a lastimarte.
Él se rió a pesar de sí mismo.
____(tu) abrió sus hermosos ojos azules y le miró.
- Estoy en ello.- le dijo él suavemente.
Ella todavía parecía sospechar.
- Eso es lo que dijiste la última vez, justo antes de sumergir tu cabeza en mis pechos.
- No, no lo hice… ¿verdad?
Él frunció el ceño como si tratase de recordar, pero las últimas horas estaban borrosas en su mente. Y él ciertamente no recordaba ese suceso, pero dado lo mucho que ella le atraída, tampoco lo podía negar. Si él había tenido una oportunidad y una razón para hacer tal cosa, probablemente lo habría hecho.
Ella entrecerró los ojos.
- ¿Estás realmente de vuelta, no es así?
Él se cubrió un ojo con la mano en un esfuerzo por aliviar una parte del dolor que sentía, como si le estuvieran partiendo el cráneo en dos.
- Sí, y con un buen dolor de cabeza.
____(tu) se giró para poder mirar esos ojos de medianoche. Bueno, sólo pudo ver uno, ya que él todavía se cubría el otro con la mano, pero fue bonito ver lucidez en él no obstante.
- Bienvenido.
- Gracias.- bajó la mirada hacia sus labios, estos le tentaban, algo que para él era muy difícil de ignorar.- Por todo.
- Está bien.
Ella se chupó los labios, mojándolos con su lengua…eso fue su perdición. Incapaz de aguantarlo, agachó la cabeza lentamente, esperando que ella se echara hacia atrás o le apartara a la fuerza.
Ella no lo hizo.
En lugar de eso, ella se metió entre sus brazos para recibir el beso. En el instante en el que sus labios se tocaron, Nicholas cerró los ojos, dejando que el calor de ella se extendiera sobre él. Ella le abrazó, haciéndole temblar de emoción, por la ternura que ella le ofrecía. Ella era excepcional. Su corazón corría a toda velocidad, profundizó el beso, explorando bien su boca.
____(tu) no podía respirar… literalmente. Sus alergias le golpearon, pero no lo suficiente como para hacer que ella no saborease el cielo. Cada parte de su cuerpo ardió con el contacto de sus labios. Él ahuecó su cara cuando su delicioso peso la inmovilizó sobre el colchón. Ella se encontró peleando con su ropa, si bien ella sabía que era un error. Los Dark Hunters no podían tener ni citas ni novias, y ella no tenía interés en ser plato de una sola noche de alguien.
No tenían un futuro juntos, seguirían caminos separados. Demasiado malo era que sus emociones no fueran racionales, porque sólo quería mantenerse entre sus brazos y explorar cada pulgada de ese pecaminoso cuerpo con su lengua. Pero ella no podía.
Nicholas hundió la mano en su sedoso pelo mientras las imágenes de su cuerpo desnudo contorsionándose debajo de él le volvían loco de deseo. Le mordió los labios y sintió su corazón tan acelerado como el suyo. Le costó toda su fuerza de voluntad no levantar su camisa y ahuecar su pecho en las manos. Pero ella era una Escudera, y ellos estaban prohibidos para los Dark Hunters. Aun así, ella le atraía a un nivel al que todavía no había podido comenzar a asimilar.
Si pudiera, se quedaría con ella el resto de la noche, pero ellos tenían muchas cosas que negociar ahora. Y lo último que quería era estar involucrado con otra mujer que le pudiera traicionar. Él se apartó, y luego gimió.
____(tu) puso la mano en su brazo lastimado, como si supiera exactamente qué le dolía.
- Necesitas descansar.
Él negó con la cabeza.
- Tenemos demasiadas cosas que hacer.
- Créeme, lo sé. Pero todavía estás muy dolorido.
Él le bufó ante el comentario.
- Confía en mí, esto no es nada. Definitivamente viviré.
Ella negó con la cabeza y se enderezo para hacerle cara.
- Bien, entonces. Mientras estabas inconsciente, he tenido muy tiempo para pensar. ¿Los Daimons van tras vosotros para hacerse con el control de Seattle, correcto?
Nicholas permaneció recostado en el colchón.
- Eso es lo que pensamos.
- Pues bien, según el manual que Leo me dio –ella recogió un tomo de cuero enorme y lo sujetó contra su pecho.- Cada vez que un Dark Hunter desaparece, se envía otro para reemplazarlo, especialmente en un centro urbano… como Seattle. –Con el ceño fruncido ella jugueteó con el borde del libro. - Entonces, ¿qué es lo que tienen la esperanza de conseguir? Digo, ¿si os matan y envían más, por qué tomarse la molestia, cierto?
Ella definitivamente tenía razón.
- No lo sé. No tiene sentido, pero no puedes negar que lo están haciendo. Tal vez esperan matarnos uno por uno hasta que el último Dark Hunter caiga.
Cuando lo dijo, supo que había algo más. Había muchos Dark Hunters. Les tomaría años, sino siglos traerlos a todos.
Pero algo extraño había estado ocurriendo en estos últimos dos años. Un gran número de Dark Hunters habían sido liberados, y un número aun mayor había muerto. Sobre todo recientemente.
- O quizás esto sea un experimento. –Dijo ____(tu) – Piensa un minuto en ello. Si pueden salirse con la suya y arrasar con todos vosotros aquí, luego podrían hacerlo en otras ciudades. Realizar un ataque estudiado. Reclamar cada ciudad una por una. ¿Correcto?
- En este punto, aceptaría casi cualquier teoría. Honestamente nuca he visto nada como esto. Digo, siempre ha habido algunos humanos estúpidos aquí y allá que han estado dispuestos a ayudarles. Pero nunca a esta escala.
- Lo cual trae a colación las siguientes preguntas: ¿por qué les ayudan? ¿Qué le están prometiendo los Daimons por su ayuda?
Nicholas se encogió de hombros.
- Podría ser cualquier cosa. Mi dinero dice que les han prometido vida eterna.
- No lo creo. Es demasiado fácil. Piensa en ello un segundo. Alguien que está medianamente arriba les ayuda. ¿Por qué? ¿Qué posible ganancia podría obtener esa persona permitiéndole a los Daimons asesinar personas en Seattle y deshacerse de los Dark Hunters? El humano tendría que haber tenido un gran interés, y la vida eterna no hace que lo sea para mí.
Nicholas guardó silencio.
- Sabes, los Were-Hunter fueron creados por una simple razón.
- ¿Y esa es?
- Hace unos nueve mil años, un antiguo rey griego se casó con una Apolita sin saberlo. Cuando ella murió lentamente en su veintisiete cumpleaños, el rey se dio cuenta de que sus hijos tendrían el mismo destino que su madre. Horrorizado, inmediatamente se dispuso mágicamente a empalmar la fuerza animal y a los apolitas con su brujería. Su meta era que los Apolitas vivieran más tiempo.
- ¿Y?
- Surtió efecto. El creó la raza Arcadia, mi raza, los cuales tienen corazones humanos, y la raza Katagaria, nuestros enemigos, que tienen corazones animales.
____(tu) afirmó con la cabeza recordando que lo había leído.
Sus aburridos ojos oscuros estaban puestos en ella.
- Puedes ver lo que estoy diciendo. Lycaon hizo todo lo que pudo para proteger a su familia. Él desafió a las Destinos cuando estás le dijeron que debía matar a todos los híbridos que había creado. Para matar a sus hijos…
Se quedó con la boca abierta cuando finalmente percibió su significado.
- ¿Un policía se ha casado con un Apolita?
- ¿Y si ese Apolita se convirtió en un Daimon?
____(tu) se quedó sin respiración cuando esas palabras pasaron a través de ella como un cristal. Eso hacía que todo tuviera sentido.
Un oficial que tuviera un oído en los medios para ayudar a seguirles la pista. Un oficial que pudiera manipular pruebas indebidamente y reasignar a los investigadores.
- Es posible que sea el jefe de policía o el comisario, ¿no es así?
- Esa sería mi apuesta.
Ella se tapó la boca mientras su mente analizaba las cosas rápidamente. Si estaban equivocados y ella iba detrás de un hombre inocente, nunca podría borrarlo. Pero si tenían razón…
- Necesitamos evidencias. Una prueba dura, que esté fuera de toda duda.
Nicholas inclinó la cabeza.
- Y necesitamos deshacernos de su aliado humano rápidamente.
____(tu) no podría estar más de acuerdo.
- ¡Yeah! Esto va a ser peligro, pero por ahora tenemos que poner nuestras manos sobre el diario de Jimmy.
- ¿Qué diario?
Ella apartó la mirada cuando el dolor atravesó sus rasgos. Aclarándose la voz, ella buscó su mirada, aunque él todavía vio el dolor que ella trataba de esconder.
- Mi amigo Jimmy, el investigador que estaba en la clínica, siempre llevaba un diario con sus pensamientos y lo que hacía.
- ¿Cómo un blog?
- No, él era muy reservado como para hacer eso. Estará probablemente en su casa, en alguna parte. Ya sea como un libro escrito a mano o en su ordenador portátil. Necesitamos registrar su casa y encontrarlo.
Nicholas la miró escéptico.
- ¿Los policías no estaban al tanto?
- Creo que no. Como te dije, Jimmy era realmente reservado, especialmente cuando estaba con los tipos con los que trabajaba. No creo que él les contará que tenía un diario de todas las cosas.
Ella tenía un buen punto. Pero los dioses sabían que él nunca lo admitiría.
- Pero si ellos se tomaron la molestia de matarle, ¿no habrían registrado su casa?
- Estoy dispuesta a apostar que no. Piensan que lo han silenciado y nosotros estamos en su camino. Registrando su casa podríamos encontrar algún sospechoso.
De nuevo, ella tenía un buen argumento. Excepto por una cosa, si los polizontes no habían registrado la casa todavía, era muy probable que lo hicieran pronto y las pruebas o pistas que Jimmy podría haber dejado atrás se perderían. Así que antes de que eso pasara, tendría que ser esa noche o posiblemente se perdería para siempre.
- De acuerdo, vamos. ¿Qué hora es?
Ella miró su reloj de pulsera.
- Las doce treinta.
- ¿Dónde vive él?
- En el veintinueve de Avenue West.
Bien. Nicholas se desperezó antes de ponerse derecho.
- Eso nos da tiempo de sobra para lograr llegar, registrar el lugar, y regresar antes del amanecer.
Él notó su vacilación mientras permanecía sentada sobre el colchón.
- Sólo que hay un pequeño problema con eso.
Él suspiró cuando comprendió su significado.
- Lo sé. Ellos no querrán dejarme volver una vez que salga. Pero está bien. Yo tengo un arma secreta.
Ella arrugó la frente.
- ¿Y es?
- Tú.- dijo él sonriendo.- Fue impresionante como venciste a mi Padre más temprano. Tú en realidad deberías ser abogada.
Ella se sonrojó por el cumplido y después dejó el libro a un lado.
Él se puso de pie y le tendió la mano a ella. Cogiéndola, ella dejó que la levantara, pero el tiró fue tan enérgico que se topó con él.
Nicholas suspiró por el completo contacto. Cada pulgada de su cuerpo estaba pegada al suyo, haciéndole endurecer instantáneamente y ansiar probar su sabor. Allí, por un momento, le hizo casi querer ser mortal otra vez. Había algo en ella que lo cautivaba.
- Lo siento –dijo él, con la voz débil. –Algunas veces olvido lo fuerte que soy.
- No hay ningún problema.
Pero había un problema, el quería tenerla aún más cerca de él y saborear esos labios otra vez. Mantén tu cabeza en el juego, chico.
Obligándose a dar un paso hacia atrás, él se dirigió a la puerta y entró en el vestíbulo. Él la había llevado al piso de arriba del club donde su familia se mantenía lejos de la vista y oído de los humanos. Los sonidos hicieron eco, y notó que a esa hora de la noche el club estaba lleno. El ruido, le atravesó el oído, lo que aumentó su dolor de cabeza. Pero la verdad es que a él nunca le había gustado excesivamente este estilo de música. Prefería el Rock Clásico.
Como estaban cerca de la puerta medio abierta, él se paró al oír las agitadas voces de sus hermanos. El que más habló, era el más enfadado por su regreso.
- Tú conoces nuestras leyes, Dorian. –Dijo Phoenix –Él debería ser asesinado, ahora, mientras está durmiendo.
Dorian contestó en tono práctico.
- La Ley del Santuario…
- Las leyes del carcelero Savitar. Mi compañera y mis hijos están muertos. La ley de la jungla dice…
Nicholas empujó para abrir la puerta.
- El más fuerte sobrevive. Y en mi libro, gilipollas, ese no eres tú.
Avanzaron lentamente para afrontarle. Él percibió la cara de vergüenza de su hermano Dorian antes de que la ocultase. Pero Phoenix era otra cosa. Sus ojos brillan llenos de odio.
Nicholas se había preparado psicológicamente para eso cuando regresó la noche en que había muerto. Para la agonía en la torturada cara de Phoenix cuando él descubrió el cuerpo de su esposa. Ella había muerto al lado de su madre, tratando de salvar a su hijo y su hija.
Nicholas había estado en el portal esa noche, también, paralizado por la sangre que cubría el piso de tierra de su casa de campo. Si bien él era un guerrero desde el día que entro en la pubertad y había dominado con maestría sus poderes, él nunca había visto tal carnicería. Los humanos no se había conformado simplemente con matarlos. Habían mutilado a cada miembro de su clan que había encontrado. Chicos, chicas, mujeres, niños bebés…eso no había tenido importancia para ellos.
Phoenix cogió a su compañera en brazos y rugió lleno de dolor. Hasta que se volvió contra Nicholas.
- ¡Tú hiciste esto!
Abrumado por la culpabilidad y la pena, él no había podido moverse o hablar. Su mirada había sido morbosamente atrapada por los restos de su madre. Por la expresión de terror que estaba permanentemente grabada en su bella cara.
- Cuéntale a Isabeau la verdad sobre nosotros. Acerca de ti. Nicholas, dile a ella lo que somos. Aun si ella es humana, los Destinos la han escogido para ser tú compañera, seguramente saben lo que hacen. Tú debes confiar en los dioses, hijo mío. Siempre.
Las palabras de su madre habían hecho eco en sus oídos esa noche mientras la miraba a través de las lágrimas que quemaban sus mejillas.
Y entonces Phoenix se lanzó sobre él. Al principio, le había quitado importancia, hasta que sintió el dolor bien definido, caliente en su costado. A éste le siguió otro y otro, Phoenix le cosió a puñaladas mientras Nicholas sólo se levantó, recibiendo cada golpe sin ni siquiera defenderse.
- Muere, tú maldito bastardo. ¡Espero que pases toda la eternidad en el Tártaro pagando por lo que has hecho!
Dorian había agarrado a Phoenix y le había alejado, pero llegó tarde. El daño ya estaba hecho.
Nicholas se había tambaleado mientras perdía sangre. Él miró hacia abajo para ver como su sangre cubría sus manos y salía de su cuerpo goteando por su ropa, ésta caía al suelo para mezclarse con el resto. Se había formado un gran charco rápidamente y él se había caído al suelo.
Lo último que él vio en su existencia humana, fue a su padre acercándose para escupir sobre él, luego patearle y maldecirle hasta que su último aliento había salido dolorosamente de su pecho. Una visión que todavía le asustaba. Una que a menudo a la luz del día, mientras trataba de dormir le atormentaba nuevamente.
Pero él llego al final asolado por la culpabilidad. Siendo odiado por algo en lo que él no había formado parte. Su único error había sido confiar en una mujer que le había dicho que lo amaba. Él no podía saber que ella le traicionaría mandando a sus furiosos compañeros antes de que formalmente fueran una pareja.
Y él ahora estaba cansado, cansado de la traición y el odio. Era el momento de dejar el pasado atrás.
Nicholas le dijo a su hermano en tono burlón.
- Tú me quieres muerto, Phoenix, pues vayamos afuera y acabémoslo de una vez por todas. Pero te lo advierto ahora, ya no me remuerde la conciencia y no me quedaré allí y te dejaré apuñalarme otra vez. Ahora puedes intentarlo. Eso es.
Phoenix cambio de postura antes que él. Él entrecerró los ojos.
- Deberías haberte quedado muerto.
Nicholas no se sobresaltó o parpadeó.
- No, nunca te debería de haber dejado matarme para empezar. Debería haberte dado un buen golpe en tu estúpido trasero y haber ido a por Isabeau y su gente sin perder la vida por ello. O mejor aún, debería haberte matado la noche que me vengué por ser un bastardo egoísta. Pero no lo hice. Te perdoné por matarme, igual que perdoné a Papá por patearme. Pero estoy cansado de seguir mi camino mientras tú me desprecias. Así es que deja de llorar, niñito, y jódete como he tenido que hacerlo yo.
Le lanzó a Phoenix una mirada asqueada.
- ¿Piensas que tu lo pasaste muy mal? Confía en mí, no lo hiciste. Yo lo perdí todo aquella noche, también, incluyendo a mi compañera y a mi familia entera. Tú y el resto al menos se tuvieron los unos a los otros para consolarse. ¿Qué diablos tuve yo? Ni una maldita cosa. Y ahora estoy cansado de andar de puntillas a tu alrededor y estoy cansado de ser culpado por algo que no hice. Si fueras la mitad de hombre que piensas que eres, te habrías apuñalado a ti mismo por Georgette y habrías muerto con ella.
Phoenix se lanzó sobre Nicholas pero Dorian le tenía cogido y se quedó en su sitio.
- No, Nix, tú conoces la ley.
- ¡Una mierda de ley! ¡Déjame ir, Dorian!
Dorian se negó.
Nicholas negó con la cabeza mientras su hermano luchaba contra Dorian.
- En lugar de lamentarte por lo que perdiste, niñito, deberías estar condenadamente agredido por lo que tuviste. Tuviste casi cien años con Georgette. Uno. Cien. Años. Yo no llegué a estar ni un día con Isabeau como mi verdadera compañera y he tenido nada desde entonces. Así que deja de joder, llorón.
Phoenix se abalanzo otra vez, sólo para que Dorian lo inmovilizara contra la pared.
- Vete, Nicholas –dijo Dorian, con su fuerte voz.
Nicholas clavó los ojos en los gemelos. Hace tiempo, él habría muerto por ellos. Mientras crecían, habían sido algo más que sus hermanos, habían sido sus mejores amigos. La perdida de esa amistad todavía le dolía, pero había aprendido y había dejado de importarle. Obviamente él nunca había sido para ellos, lo mismo ellos para él.
- Me voy Dorian, pero volveré.
Phoenix maldijo cuando la cara de Dorian se endureció.
- Tendrás que encontrar otro lugar donde quedarte.
Nicholas negó con la cabeza.
- No tengo ningún lugar hasta que no me reacomode y lo sabes. Por la ley de Omegrion, tienes que darme la bienvenida aun si eso te jode.
- ¡Te odio!—dijo Phoenix gritando. – Si regresas aquí os mataré a ti y a tu bastardo.
- Tomo nota.
Dorian dejó escapar un suspiro cansado cuando Nicholas tomó la mano de ____(tu) y la condujo hacia la puerta.
____(tu) no sabía qué decir o hacer cuando dejaron el edificio, y salieron al callejón de la parte trasera. Ella podía sentir el dolor de Nicholas, si bien el se esforzaba en esconderlo con el enfado. No es que ella le culpase. Dado lo que había oído, ella no podía imaginar qué tan traicionado se sentía por las acciones de su familia. ¿Cómo pudieron volverse contra él por eso?
Rápidamente, Nicholas se dirigió hacia el Porsche gris con las ventanas coloreadas.
____(tu) frunció el ceño cuando él abrió la palma de la mano, la agitó en círculos, y la puerta se abrió de pronto con un pequeño sonido explosivo.
- Esto puede parecerte una pregunta extraña. Pero, ¿A quién le estamos robando el coche?
Él no la miró mientras se metía en el coche.
- Es de Phoenix.
- ¿Cómo sabes que es suyo?
- Mira la matrícula.
Ella lo hizo y vio que tenía razón, tenía su nombre junto a una etiqueta con el logotipo del club. Extrañamente divertida, ella dijo.
- ¿No crees que esto le va a hacer enfadar completamente?
- Dios mío, espero que sí. – Dijo Nicholas en un tono sincero. – De otra manera no tendría propósito cogerlo.
- ¿No llamara a la policía?
- Nope. Eso violaría el Santuario. Así es que se cocerá a fuego lento, nosotros tenemos un sitio que visitar. Además la policía no reconocerá el coche y las ventanas tintadas nos mantendrán escondidos.
Ella negó con la cabeza cuando se abrocharon los cinturones.
- Sé que soy un poco curiosa.
- ¿Un periodista siendo curioso? Vaya, eso es algo que nunca he visto.
Ella ignoró su comentario sarcástico mientras él ponía el coche en marcha sin una llave. Este hombre tenía algunos poderes extraños cuando se ponía en funcionamiento correctamente.
- Yeah, como te preguntaba. ¿Por qué está tu familia en Seattle cuando es obvio que no quieren estar cerca de ti?
Bien, eso no había salido de la manera que ella quería decirlo, que gracioso, eso sonaba muy bien en su cabeza.
Nicholas la miró de forma cortante antes de Salir del callejón.
- Los dictámenes de Omegrion dice donde deben establecerse los santuarios, de manera que no tuvieron elección. Si querían un santuario tenía que ser en Seattle o nada, ya que era donde se necesitaba uno.
Ella pensó en eso.
- ¿Por qué quisieron tener un santuario?
- Imagino que tuvo que ver con que la mayor parte de nuestro clan fue salvajemente asesinado. La mayor parte de mi gente tiende a establecerlos cada vez que están al borde de la extinción. Es una forma de mantener a raya a nuestros enemigos, lo suficiente como para recobrar nuestro número.
Eso sonó muy racional para ella.
- ¿Qué hay de ti? ¿Cómo acabaste aquí?
- Ya estaba aquí cuando llegaron. Pero ellos no lo sabían. Acheron me asignó a esta región hace doscientos años, porque era un campo abierto y podía tomar mi forma de gato cada vez que quisiera, y Cael pidió que fuera transferido con él. A él no le gustaba la idea de estar aquí sólo.
- ¿Así que vosotros dos habéis sido amigos por mucho tiempo?
Él asintió.
- Él fue el primer Dark-Hunter con el que topé después de que Acheron me entrenase. Los dos fuimos enviados a Londres por un tiempo y luego nos trasladamos a Francia, y después a Munich.
- Wow, vosotros habéis estado en muchos sitios.
- Tuvimos que ir de un lado para otro en el pasado, porque los humanos sospechaban más que ahora. Ahora la mayoría de las personas están tan atrapados por sus vidas que no se molestan en aprender quien vive en la pared de al lado, especialmente en una ciudad.
Ella iba a replicar hasta que se dio cuenta de que simplemente el tenía razón. Ella todavía no conocía los nombres de la pareja que vivía a su derecha, y se habían mudado hacía ya dos años.
El hombre tenía un punto cruel.
- ¿Hacía donde nos dirigimos? –preguntó Nicholas.
- Hacia el infierno en un tiro de canasta.
Él se rió. El sonido era enriquecedor y profundo. Gah, el hombre era increíblemente atractivo sexualmente. Especialmente con la luz de la luna oscureciendo las facciones de su cara.
- Ahora en serio.
- Era serio. Es exactamente donde nos dirigimos. – ella dijo en tono bajo, pero entonces más fuerte, añadió. –Cuarenta y tres, treinta y cinco, veintinueve de Avenue West.
- Bonito lugar.
- Yeah, Lo sé. Angie siempre tuvo buen ojo para todo.
Queriendo distraerse, ella centró su atención en lo que Nicholas y sus hermanos habían estado hablando hace un rato.
- Así es que, explícame algo. ¿Qué es eso de emparejarse de lo que hablan tus paisanos?
Una sombra oscura se cayó sobre su cara, y no se refería a la luz de luna. Era una luz extraña, como si su pregunta le molestara a un profundo nivel, personal.
- Los Were Hunter son diferentes de los humanos.
De veras, Sherlock… Pero ella mantuvo ese comentario sarcástico para si misma.
- ¿Quieres decir a parte del hecho de que vivís varios cientos de años, os convertís en animales, viajáis en el tiempo, y que agitando la mano hacéis cosas extrañas?
Las esquinas de sus labios se elevaron como si contuviese una risa.
- Yeah, eso, también. Pero a diferencia de los humanos, no tenemos el placer de escoger a nuestras compañeras. Las Moiras…
- ¿Quiénes?
- Los Destinos Griegos. Ellas escogen con quien nos emparejamos.
-Uh-huh…- dijo ella alargando el sonido.- ¿Por qué de repente me da que va a sonar a un titular empalagoso como los de Leo? Oh espera, creo que lo sé. ¿Quizás por que son mitos y no son reales?
Él le dedicó una resentida mirada.
- ¿Igual que los vampiros, no?
- Buen punto. De acuerdo, ellas son reales también, ¿y?
- Y ellas escogen a nuestras compañeras.
De no ser por la ridiculez de este mismo día, ella lo recomendaría para tratamiento. Pero aquello era cierto aunque no tuviese sentido alguno para ella.
- ¿Así que, cómo lo hacen? Saltan a la tierra, se asoman sobre tu hombro y te dicen, “Ey, tío, cásate con ella”.
- No. Aparece un símbolo idéntico en la palma de las dos personas que se supone estarán emparejadas.
- Intrusito y grosero, pero lo aceptaré. ¿Y eso es todo lo que hay?
- No exactamente. Una vez que la marca aparece, tenemos tres semanas para decidir si queremos acatarlo. Si lo hacemos, entonces dormimos juntos y nos emparejamos. Si no, entonces el símbolo desaparece y nunca podemos ser emparejados con otro mientras que alguno de nosotros muera y no podremos tener hijos.
A ella realmente no le gustaba como sonaba eso.
-Eso succiona.
- No tienes ni idea. La hembra puede continuar teniendo relaciones sexuales, pero el varón de las especies es impotente hasta que el día en que uno de ellos muere.
- ¿Qué ocurre si estás emparejado y uno de vosotros muere? ¿Estáis atados el uno al otro, o puede el que sobrevive emparejarse otra vez?
- Técnicamente sí, pero eso raramente sucede. Un único disparo por compañero es lo único que permiten los destinos. Ellas son así de jodidas. Pero al menos la muerte libra al superviviente de la atadura, por lo que yo todavía puedo tener sexo, si bien nunca terminé el ritual con Isabeau.
- ¿Pero no tienes oportunidad de ser emparejado otra vez?
- Déjame decirlo así, tengo más probabilidades de morir envenado con pomelo.
Ella se rió de eso.
- Oh, yeah, los Destinos son definitivamente mujeres. Adoro esto.
- Me alegro de que te guste, pero te aseguro que a mi no me atrae. La idea ser impotente más bien me jode.
Ella podía entender eso.
- ¿Así que, cuándo aparece la marca? ¿Cuándo llegas a cierta edad? ¿Cuándo te cruzas por la calle?
- Cuando tenemos relaciones sexuales.
Él le dedicó una abierta sonrisa taimada.
- Sí, claro.
- No, en serio. La marca sólo aparece después de que has tenido relaciones sexuales con tu compañera predestinada. Aparece algunas horas después.
- ¿Y si nunca tienes sexo con tu compañero?
- Entonces nunca lo encuentras. Te pasas todo el resto de tu vida sin la oportunidad de poder tener hijos.
Y ella pensaba que ser humano era duro. Al menos ella tenía opciones acerca del matrimonio y la procreación.
- ¿Tú realmente no tienes control sobre el emparejamiento?
- Ninguno en absoluto. Créeme, si lo tuviéramos, nunca habría escogido a una humana para el mío.
Ella no sabía por qué, pero esas palabras la molestaron.
- Sabes, no todos somos tan malos.
Él bufó con rudeza ante eso.
- Perdóname si me reservo mi opinión sobre eso.
Bueno, honestamente, ella no podía culparlo por sus sentimientos. Él había sido más que perjudicado por las acciones de un simple humano. Y eso le hacía preguntarse que clase de mujer echaría a suertes el tener un compañero como Nicholas.
- ¿Así que tú e Isabeau hicisteis el acto para acabar el emparejamiento?
- No, estúpidamente elegí ser noble y decirle a ella lo que yo era antes de terminar el ritual. Desde que ella era humana y eso fue en el período Renacentista, ella tuvo un pequeño… inconveniente conmigo.
Por no decir más.
- Y el resto es historia.
Él asintió.
Hombre, ella lo sentía por él. Qué horrible era desnudar el alma ante alguien para que luego que traicionase. Esto hacía que el que Alex la hubiese dejado por que no quería ser manchado por su mala reputación pareciera suave en contraste. Sus acciones habían sido insensibles, pero las de Isabeau habían sido categóricamente crueles.
- ¿Y que fuese esa cosa de enlace que mencionaste a Phoenix?- preguntó ella.
- Es una unión especial que podemos hacer con nuestros compañeros si ambas partes lo aceptan. Combina nuestras fuerzas vitales de tal manera que si uno de nosotros muere, lo hagamos los dos, también. Instantáneamente.
- Romántico y espeluznante.
- Sí, lo es. En la noche que nuestro pueblo fue atacado, fue así cómo supimos lo qué ocurría. Varios miembros de nuestro clan que estaba con nosotros simplemente se desplomaron. En un minuto estaban con nosotros y al siguiente, estaban muertos a nuestros pies sin ninguna razón conocida. Desde que eran muchos los que caían, supimos que estaban matando a nuestras familias.
Ella dejó escapar un largo suspiro mientras trataba de imaginarse el horror de eso.
- Lo siento realmente, Nicholas.
- Gracias.
Pero ella todavía notó la manera tan fuerte en que sujetaba el volante como si esto todavía le doliese.
Ellos permanecieron en silencio mientras se dirigían a la casa de Angie y de Jimmy. Esta vez de noche, el barrio estaba absolutamente silencioso, con una única casa con una luz encendida o un televisor. A ____(tu) siempre le había gustado quedarse en vela hasta altas horas de la noche. Había algo pacífico y prístino acerca del mundo. El silencio era casi palpable.
Cuando se acercaron a la casa, ____(tu) divisó un coche patrulla aparcado de una cuneta.
- Parece que están vigilando el lugar.
Nicholas asintió con la cabeza.
- Después del día que hemos tenido, no esperaría menos.
Pues bien, allí estaban.
Él los condujo pasando al lado del coche patrulla, calle abajo, giró en la esquina y después aparcó.
- Podemos hacer el camino de regreso a pie.
- Sabes, lástima que con toda la magia que tenéis los de tu tipo no pudiéramos aparecer simplemente en la casa.
- Actualmente, un típico Were Hunter podría.
- ¿Pero tú no puedes?
Él negó con la cabeza.
- Ya no. Cuando me convertí en un Dark-Hunter, perdí ese poder. Parece que Artemisa quiere que vivamos cronológicamente, así que no puedo tele transportarme más. Pero tengo poderes más fuertes en otras maneras y en forma de gato, al contrario que otros Dark-Hunters, puedo sobrevivir a luz del sol. No es muy cómodo, pero no me mata.
- ¿Por lo tanto ese olor antes en mi coche a pelo de gato quemado?
- Exactamente.
____(tu) observó como las luces de la calle cruzaban por los atractivos planos de su cara. Incluso aunque su tiempo juntos había sido limitado, ella tenía que admitir que él era impresionante. Y daría cualquier cosa por poder besar esos labios otra vez… echarse a sí misma sobre el cuerpo de él hasta que ambos estuvieran sudorosos y agotados. Pero dados sus sentimientos acerca de los humanos, ella se imaginaba que estaría solo a un paso de ser un apolita para él.
Suspirando, apartó ese pensamiento. La última cosa que necesitaba después de ese día era rechazo.
- Supongo que la vida no es otra cosa que un trueque, ¿huh?
- ¿Qué es un trueque? -preguntó él abriendo su puerta del coche.
Ella pensó acerca de eso cuando salió y cerró su puerta con suavidad.
- Supongo que conseguí conservar mi cordura y mi vida, a pesar de hacer un trabajo realmente asqueroso.
Eso pareció divertirle.
- Leo no es tan malo, ¿verdad?
____(tu) se envolvió con sus propios brazos cuando doblaron la esquina de regreso a la casa de Angie.
- Realmente, Leo es una diamante en bruto la mayoría de días. Es solo que odio tanto trabajar para ese periódico que soñar con prenderle fuego es una constante fijación para mí.
Nicholas la agarró y tiró de ella hacia detrás de un arbusto cuando un coche pasó calle abajo. Lo dos se acuclillaron mientras escuchaban lo escuchaban pasar de largo con bastante lentitud.
Asustada de que los atraparan así de cerca de su destino, ____(tu) contuvo el aliento hasta que el coche desapareció de su vista. Su mirada recayó en la tensa mano de Nicholas que la retenía en el lugar. Él tenía dedos largos y delgados que la habrían calentado aunque la agarrase con menos fuerza.
Como si oyese sus pensamientos, él aflojó su agarre y le restregó la muñeca apaciguadoramente. Ese pequeño gesto significó mucho para ella, mientras él volvía a echar una ojeada para cerciorarse.
Sin otra palabra, él le indicó con gesto que siguiera adelante y la condujo a la casa de Angie. Atravesaron el patio trasero del vecino para evitar el coche patrulla que podría verlos si se aproximaban desde el frente. Nicholas la recogió sin esfuerzo y la ayudó a cruzar la cerca antes de que él saltase fácilmente por encima.
Ella sabía que él era un gato, pero cada vez que hacía cosas parecidas a esa, era realmente espeluznante. Avanzando en cuclillas, él los mantuvo a ambos en las sombras mientras se dirigían al patio de Angie. Él hizo otra vez un extraño gesto con la mano que le permitió abrir la puerta corredera de cristal sin romperla.
____(tu) entró en la casa primero. Cuando intentó alcanzar el interruptor, se frenó en seco.
- Esto es inútil. No puedo ver nada y si enciendo una luz, la policía la verá.
- Está bien.- Ella se sorprendió de encontrar a Nicholas tan cerca que podía sentir su aliento contra la mejilla mientras hablaba. El calor de su cuerpo se extendió hasta ella y realmente calmó sus nervios. – Veo perfectamente en la oscuridad. Dime que es lo que tengo que buscar.
Cerrando los ojos, hizo un diagrama mental de cómo estaba distribuida la casa.
- Arriba, el segundo dormitorio a la derecha está habilitado como una oficina. La computadora portátil de Jimmy debería estar allí. Cógela y echa una ojeada para ver si encuentras alguna carpeta empastada en cuero que debería estar al alcance de la mano.
- ¿Alguna cosa más?
- No lo sé. Si ves alguna otra cosa en la cual podría haber usado para hacer anotaciones, cógelo.
Él extendió la mano y amablemente la empujó hacia un taburete de la barra.
- De acuerdo. Espera aquí y vuelvo enseguida.
Agradecida de que la hubiese ayudado a moverse en la oscuridad, ____(tu) asintió con la cabeza mientras se apoyaba contra el mueble del desayuno. Ella escuchó a Nicholas moverse sigilosamente hacia las escaleras… igual que un gato.
Sí. Era una vida extraña la que estaba teniendo.
Y cuando echó una mirada alrededor de la casa oscurecida donde el mobiliario excesivamente familiar se desvanecía en las sombras, la pena se asentó profundamente en su pecho. La última vez que ella había estado allí había sido en el cumpleaños de Angie algunas semanas atrás. Jimmy había estado burlándose de Angie, acerca de cómo se estaba convirtiendo en Merlín y cumpliendo años hacia atrás.
- Cada año te pones más guapa.
Ésta había sido la tercera vez que Angie había alcanzado los treinta y cinco años. Angie había devuelto el golpe con sus chistes cuando le recordó a ____(tu) que ella no estaba muy lejos de ella.
Que no daría por regresar y vivir esa noche una vez más…
- Oh, Angie,- jadeó ____(tu), doliéndose por la pérdida de ellos.
¿Cómo podían haberse marchado? Era injusto. Una tragedia sin sentido.
- No pienses en ello.
Y aún así era imposible no hacerlo. Se suponía que envejecería con sus amigos. Eran su familia. Sin ellos, ella se sentía completamente perdida y sola.
A la deriva.
A pesar de su determinación, sintió las lágrimas comenzando a caer. Enjuagándolas, se odió a si mismo por su debilidad. Tenían cosas que hacer y aquí estaba ella, llorando como una niña.
- ¿____(tu)?
Ella saltó al oír la voz cerca de su oreja
- ¡Nicholas! No me des esos sustos-. Ella sintió un musculoso brazo rodeándola y atrayéndola cerca de su duro cuerpo. Su esencia la apaciguaba como también le cosquilleaba la nariz.
- Está bien.
Pero ella sabía que no lo estaba. Nunca estaría bien el que se hubiese ido. Aún así era amable de su parte intentar confortarla.
No obstante, si alguien sabía de dolor, ese era el hombre que la sostenía. Él, también, lo había perdido todo. Agradecida por su presencia, se apoyó contra su duro pecho y abrazó su duro brazo contra sus pechos. Ella guardó silencio mientras luchaba con las lágrimas y dejaba escapar un tembloroso suspiro.
Aclarándose la garganta, le dio un agradecido apretón a su brazo y después se apartó.
- ¿Lo conseguiste?
- Sí. Estaba justo donde tú dijiste. Ahora salgamos de aquí antes de que alguien nos vea.
Él ajustó la pequeña caja bajo un brazo, luego tomó su mano y la llevó de regreso a fuera, al patio. Lo cruzaron el césped silenciosamente, y regresaron calle abajo hacia donde habían dejado el coche. A cada simple paso del camino, ella seguía esperando que alguien viniese a cogerlos. Contenía el aliento, esperando que la Policía o los Daimons descubrieran dónde estaban.
Para cuando llegaron al Porsche, estaba tan asustada que tenía los nervios de punta.
Ella entró primero y se abrochó el cinturón antes de que Nicholas colocase la caja en su regazo. Ella frunció el ceño cuando él cerró la puerta y caminó hacia el otro lado. Al menos hasta que vio que había sobre la tapa…
La pena y la alegría se mezclaron dentro de ella y cerraron su garganta en un apretado nudo. Era una foto enmarcada de ella, Angie y Jimmy del verano pasado cuando habían ido a hacer pesca submarina Ella y Angie señalaban el pez espada gigante que Jimmy había atrapado y él permanecía allí de pie con los brazos en alto como un súper hombre.
Abrazando firmemente el marco contra sí, se volvió hacia Nicholas sobrecogida por su consideración.
- Gracias.
Él simplemente inclinó la cabeza ante ella mientras echaba a andar el coche y ponía rumbo hacia el Serengeti.
____(tu) devolvió el marco a la caja e intentó mantenerse entera cuando su cólera empezó a crecer sobre la injusticia de sus muertes. Ella quería venganza. Tienes que permanecer calmada, ____(d). Pero era difícil. Ella siempre había odiado todo ese rollo emocional, y aún así era lo que sentía esa noche.
- Lo siento, Nicholas.
- ¿Por qué?
- Estás ineludiblemente comprometido con la ____(tu) neurótica. Normalmente estoy mucho más entera que ahora.
Para su sorpresa, él se estiró y tomó su mano en la suya.
- Pequeña, no hace falta que me pidas perdón. No tengo nada más que respeto por la entereza y fuerza que has tendido hoy. No conozco a muchos hombres que pudieran haberse mantenido firmes así como lo has hecho tú.
Esas palabras hicieron que su corazón latiera.
- Gracias.
Él apretó su mano antes de soltarla para cambiar de marcha. ____(tu) parpadeó cuando vio las luces de la calle atravesar su cara, iluminando sus facciones. Él era excepcional. Pero eso le hacía preguntarse si él habría sido igual si fuese simplemente un tipo común de la calle.
No, no podía imaginárselo. Él tenía una vida demasiado larga. Un tipo igual a este nunca podría ser común. Y eso era por lo que ella sabía que una mujer como ella nunca podría atreverse a tener más que un momento con un tío como él.
Nicholas no habló mientras conducía por las tranquilas calles de Seattle. Pero él podía sentir a ____(tu) con cada pulgada de su ser. El Dark Hunter dentro de él podía oír su corazón palpitando. Podía sentir su sangre fluyendo a través de sus venas. El depredador sentía su ansiedad y su tristeza. El hombre solo quería besar esos labios que ella había dividido y había mantenido así hasta que le sonrió.
Era difícil pensar con ella tan cerca de él. Nunca había visto una mujer más bella.
Él dejó caer su mirada a la mano que ella tenía sobre la caja. Una mano que él quería mordisquear y luego guiarla hacia abajo hasta que ella acariciase la parte de él que ansiaba probar su exuberante cuerpo. Pero un animal como él nunca podría atreverse a tocar algo tan precioso como ella. ____(tu) era uno de los muy pocos humanos decentes que él había llegado a conocer. Y ella se merecía algo mucho mejor que él. Moviéndose en el asiento, él apretó sus dientes. Éste no era el momento de dejar que sus hormonas lo dirigieran.
Claro que lo es…
Él quería gruñirse a si mismo. En lugar de eso, él apretó el acelerador, necesitando poner alguna distancia entre ellos antes de que él cediese a la fiera necesidad que tenía de acostarse con ella.
No lo bastante pronto para el bien de su comodidad, él aparcó el coche justamente dónde Phoenix lo había dejado. Ayudó a ____(tu) a salir del coche y se dirigieron de vuelta al club. El hall no estaba tan ruidoso como lo había estado antes. No había duda que el club había disminuido un poco, pero todavía había bastante gente. Él podría oír la pulsación de la música dance. El aire estaba cargado con los olores de alcohol, perfume barato, y comida grasienta. Nicholas seguía esperando que uno de sus miembros “familiares” apareciese y tratasen de echarlo.
Cuando rodearon una esquina, casi son arrollados por Erika.
- Lo siento,- dijo ella cuando empezó a pasar junto a ellos.
- ¿A dónde vas?- preguntó Nicholas. Su padre tendría la cabeza de Nicholas si algo le ocurría a ella mientras él estaba en Hawai.
- Fuera.
- ¿Fuera dónde?
Ella suspiró con exceso.
- A la pista de baile, si quieres saberlo. Quiero bailar hasta vomitar.
Él la miró con sospecha.
- ¿No tienes clase mañana?
- Relájate, Papá. Leo dijo que debería quedarme aquí hasta que la amenaza haya terminado. Tienen miedo de que pudiera ser atrapada por uno de los Doulosi.
- ¿Lo qué? – preguntó ____(tu).
Nicholas la miró ahora a ella.
- Es un término para los humanos que ayudan a los Apolitas o Daimons.
- Oh.
Erika dio un paso hacia la puerta que conducía al club, entonces se detuvo.
- Oh oye, si tenéis hambre, tíos, hablad con la mujer en la cocina, Terra, y ella os hará algo. Tengo que decir que las hamburguesas aquí son deliciosas.
- Gracias – dijo ____(tu), pero Erika ya se había ido.
Nicholas tomó la caja de las manos de ____(tu).
- Por qué no nos consigues algo para comer y yo llevaré esto a nuestra habitación para que lo podamos examinar.
- De acuerdo.
____(tu) observó como Nicholas bajaba las escaleras, luego siguió los sonidos de las cacerolas y de los vasos hasta que localizó la cocina. Ella no estaba segura de si las personas que trabajaban aquí dentro eran humanas o no. Era realmente extraño ya no saberlo.
- ¿Puedo ayudarte?
Ella se volvió para ver a una alta mujer morena. A ____(tu) le recordaba una elegante modelo con ojos extremadamente intensos. De un azul cristalino parecían resplandecer cuando la miraban como un depredador salvaje.
____(tu) se negó a dejarse intimidar aunque la mujer estaba haciendo un fantástico trabajo en ello.
- Erika dijo que podíamos conseguir algo de comer.
La mujer parecía un poco renuente cuando lanzó una mirada alrededor del cuarto de una manera muy gatuna. Después de un minuto, ella deslizó su mirada de regreso a ____(tu).
- Bueno, pero dejes que Dori se entere de que yo os di de comer. Lo último que quiero es oír esto viniendo de él.
Ésta debía ser Terra y ella estaba agradecida de que tuviese buen corazón.
- Gracias.
- No hay problema.
____(tu) dio un paso atrás cuando la mujer hizo dos platos de hamburguesas con patatas fritas para ellos.
- ¿Eres parte de la familia Kontis?
Ella sostuvo su palma en alto para mostrarle a ____(tu) un intrincado símbolo en su mano. - Dorian es mi compañero. Soy Terra.
Así que esa era la forma que tenía. Era precioso.
- Encantada de conocerte.
Terra bufó antes de contestar
- Sí, claro. A ti no te gusta estar aquí más de lo que nos gusta a nosotros que estés aquí… Puedo oler tus emociones manando de tus poros. Pero eso está bien. Al menos nosotros sabemos donde estamos parados -. Terra le tendió los platos.- ¿Quieres un par de cervezas?
- Eso sería el cielo.
Terra limpió sus manos en el delantal, luego sacó dos botellas de la tina de hielo que tenía detrás de ella. Ella los puso sobre la bandeja e indicó a ____(tu) que colocase allí los platos, también.
Tan pronto como ____(tu) lo hizo, Terra le dio la bandeja.
- ¿Lo tienes?
- Sí, gracias.
Tierra asintió antes de volverse a uno de los camareros para darle instrucciones de retirar un plato de Pretzels de una mesa.
____(tu) tomó la bandeja y se dirigió escaleras abajo hacia su habitación. Nicholas ya tenía listo el ordenador portátil. Cuando vio las cervezas, su cara realmente se iluminó como un niño que ve a Santa por primera vez.
- Has debido haber leído mi mente.
____(tu) le sonrió cuando le dio una cerveza.
- Lo hizo Terra.
- ¿Terra?
- Parece que tu hermano Dorian tiene compañera.
Él realmente se quedó con la boca abierta.
- ¿De veras?
- Sip. Ella es una mujer interesante. Con un borde grosero, pero al menos nos ha dado de comer.
- No discutiré eso, especialmente con lo bien que huele.
____(tu) colocó la bandeja en el suelo antes de que ella tirase de la computadora portátil de Jimmy hacia ella.
- ¿Así que, esto es todo lo que has encontrado en su oficina?
- No había demasiado Algunas cartas, algunos archivos, un par de diarios de cuero, y el ordenador portátil.
Y un marco que él no mencionó. Haciendo caso omiso a ese pensamiento ella empezó a mirar en las etiquetas de las carpetas, pero cuando lo hizo, una increíble oleada de dolor la engulló. Éstos eran los archivos privados de Jimmy. Su vida entera estaba en ese ordenador. Sus registros de impuestos, sus fotos familiares, e-mails para los amigos, chistes…
Todo.
Ella sintió la mano de Nicholas en su hombro.
- ¿Quieres que lo haga yo?
- No,- dijo ella tragando el nudo que se le hizo en la garganta cuando la cólera volvió a ella. – Se lo debo.
Nicholas estaba asombrado por su fuerza y su determinación. Él nunca había visto nada como eso.
- De acuerdo, mientras tú investigas, voy a llamar a otros Dark-Hunters y comprobar con ellos.
Ella asintió con la cabeza.
Sin estar seguro de si ella realmente le había oído o no, él sacó su teléfono y llamó a Acheron. Como antes, no hubo respuesta. Demonios. Él realmente podría usar alguno de los sabios consejos del jefazo acerca de cómo manejar esa situación. Si había una cosa en la vida que Acheron parecía entender, era la mente de los Daimon.
Entonces uno por uno, Nicholas llamó al resto de los Dark-Hunters situados en Seattle para encontrarse con que todos estaban patrullando o siendo vigilados.
El único que no contestó fue Aloysius. Un Dark-Hunter Escocés que había estado en Seattle desde 1875.
Nicholas maldijo.
- ¿Estás bien?
Él miró a ____(tu) y asintió si bien él se sentía enfermo acerca de eso.
- Creo que sé a quién mataron… él era un buen hombre.
Negando con la cabeza, disgustado, se acercó más a ella.
- ¿Has encontrado alguna cosa?
- Todavía no. Solo algunas notas acerca de cosas que desaparecieron de sus archivos en el trabajo. Alguna evidencia extraviada. Pero no hay ninguna teoría de quién o está detrás de ello o por qué.
Nicholas se inclinó hacia adelante para leer, pero antes de que pudiera, él oyó algo cerrarse de golpe arriba.
Más que eso, sintió una masiva oleada de furia y miedo en el aire. La esencia de eso era apabullante.
Había serios problemas arriba…
Belieber&Smiler♥
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
Habia serios problemas arriba...y q paso?? no la puedes dejar ahi xfa siguelaaaaaaaaaaaa! :D
maru!!
Re: El Lado Oscuro De La Luna (Nick&tu)
noooooo :O no puedes dejarla asi!!! Siguelaaa
Faby Evans Jonas
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