"Un año de Lluvia" (Nick & Tú)

esperando SUPER MARATON!
por favor! subee

pasee de pag!!
eso se merecee que subas yaaa

Porfis sube yaaaaaaa
quiero capssss
muxos capisss
sube yaaaaaaaaaaaa

hey pork no subes cap??? :scratch:
porfa siguelaaa
sube ya mismo un capiii siiiiiiiiii porfisss

QUIERO CAP...
QUIERO CAP........
QUIERO CAP...........
QUIERO CAP................
QUIERO CAP....................
QUIERO CAP.........................
MUCHOS CAP....
MUCHOS CAP.......
MUCHOS CAP..............
MUCHOS CAP....................
MUCHOS CAP...........................PORFAVOR...PON CAP........

Subee Caaap!
porfiiiiiiiiiiiiii! (:

Chan xD habia dejado de comentar jjee
Loca mia seguilaa pleasee!!!

q mal!
yo quiero cap!
tender q esperar no puedo hacer mas nada :x

Eh vuelto
Lo siento
Yo se que les había prometido maratón por el cumple de Nick
pero nunca tuve tiempo para poder escribir...
Escribi un Cap y se los vengo a dejar.
Espero Pronto poder subir el siguiente.
Las Amo!!!


Llegué a mi casa y lo primero que hice fue presionar el botoncito del contestador, la operadora me anuncio, como siempre, los millones de mensajes que me había dejado Liam, la mejor persona que había conocido en el mundo.
Liam no era cualquier tipo de buena persona, él era una magnifica buena persona, valga la redundancia… Liam pues, si les contara como conocí a Liam.

Un primero de enero, luego de “espectacular” celebración de fin de año…Me desperté en mi cama, sola…Ya eso era bastante raro, porque hasta hacía un día atrás tenia novio…Y pues, en su lugar encontré un papelito….Y se me vino enseguida una canción a la mente, exactamente una parte que dice…”sin una mentira escrita en un papel” , él si me había dejado una mentira escrita en un papel, pero yo hubiese preferido que no lo haga…
“Te amo, pero siento que no soy suficiente para ti”
Eso es lo que decía la cruel mentira escrita en un papel…. Por qué justamente tuve que verlo, hubiese sido mucho mejor si no lo veía, si lo tiraba, o caía debajo de la cama…. O incluso si lo veía tiempo después no me iba a doler tanto como en ese momento. Es decir, soy cursi, soy novelista….¡Que fue lo primero que hice? Si, efectivamente si, lloré y mucho, grité, rompí cosas…. Era año nuevo, todos estaban felices… Había copas de champagne por toda mi casa, había maníes por el suelo, el caramelo de los turrones en las alfombras, en los sillones. Miraba por las ventanas y parecía que oía risas de júbilo, enamorados besándose… aunque fuera imposible oírlo, yo, lo oía… Podría haberme dejado en pascuas, en el día dela independencia… o en mi cumpleaños, pero justo en año nuevo lo hizo.
Yo estaba sola, mi familia en América, mis amigos en Asia y mi novio…. Ya no tenía novio… Lo peor de todo es que siempre lo supe, siempre supe que lo haría. Siempre sé cuando un hombre me va a dejar, pero me empecino tanto en mentirme y enceguecerme que termino aun peor…
Bueno…Salí a caminar. Pensaba que lo hacia sin rumbo, pero inconscientemente sabía muy bien donde iba… O donde pretendía ir.
Gracias al cielo cuando subí al metro, con la cara empapada en lágrimas, con la remera que uso para dormir, jeans y las zapatillas a medio poner, él se apiado de mí.
-Hola…-Me dijo, estaba parado a mi lado, yo sentada con la mirada perdida en mis zapatillas… o mis cordones, o mi pantalón deshilachado.
-Hola…-Contesté sin prestar atención.
-¿Va a West London?-Insistió con la charla, al principio supuse que le hablaba a otro, miré a ambos lados pero todos parecían distraídos en sus cosas, además era primero de enero, no mucha gente trabaja el primero de enero, y el metro es más bien un transporte para aquellos que no pueden pagar dos taxis y cruzar de East London a West London, o para los que les es más cómodo viajar en metro de una sola vez.
Levanté la vista y lo miré, un muchacho rubio, de ojos azules, vestido con un pantalón color natural, una camiseta blanca escote en “V” y una chaqueta de cuero marrón, llevaba una especie de pañuelo en el cuello. No se parecía en nada a cualquier otro hombre, pero en realidad nunca los hombres se me hacen parecidos hasta que me dejan.
-Si…- Dejé de mirarlo y volví mi vista hacia mis zapatillas, vi sus zapatos impecables y fue una razón más para odiarme. Me sentía horrible, tonta, un desastre de mujer.
-Yo también… ¿Dónde trabaja?-Siguió insistiendo mientras me miraba sin importarle mi aspecto, sin importarle que no lo mirara cuando me hablaba. Sin saber si le prestaba atención o no. No contesté, y me asombró que no siguió insistiendo, pasaron unos minutos y no dijo nada. El hombre que estaba a mi lado se retiró a un lado y él se sentó allí.
-Em, yo trabajo en la revista “F! Girl”- Agregó, yo levanté la vista y lo miré.
Es decir, “F! Girl” es una revista de mujeres muy famosa en Londres en los últimos tiempos, era sobre todo para jovencitas, una vez recuerdo haber dado una entrevista o reportaje allí.
-Soy RPP-Siguió comentando, mientras yo comenzaba a interesarme. Se metió una mano en el bolsillo y sacó una pequeña tarjeta personal que decía “Liam Rickford” un montón de números y muchas cosas más a las que no les presté atención…-Tómala…-Extendió la tarjetita justo delante de mi nariz. La tomé.
Pasaron unos minutos más de silencio, yo seguía mirando mis zapatillas y él seguía mirándome.
-Yo te conozco…-Dijo en voz bajita…-Yo leo tus novelas.-Levanté mi vista asombrada, era un hombre, o eso parecía y leía mis novelas. En ese momento lo descubrí instantáneamente. Sonreí.. Era un hombre, pero él no le rompía el corazón a ninguna mujer.-Eres una excelente escritora.- Agregó y me pasó un pañuelo de un blanco inmaculado. Lo tomé y sequé todas mis lágrimas y el rastro que habían dejado.-Pero, seguramente ya lo sabes… Miles de personas deben decírtelo a diario.
Entonces recordé cientos de cosas que había olvidado por completo en mi momento de desesperación. Recordé los millones de e-mails que recibí para navidad y año nuevo, los millones de comentarios en mi página web, las llamadas por teléfono de amigos, editores, y lectores. Y para ese momento, el idiota que me había dejado en Año Nuevo no valía ni una lágrima.
Levanté mi cabeza, lo miré y le sonreí. Él también sonrió.
Y desde entonces me he convencido de que la única persona que no me va a defraudar, robar o abandonar es Liam.

Contesté sus llamadas y todos sus mensajes de texto. Me prometió que pasaría por mi para ir a comer a West London a un restaurante que abrió cerca de la revista.
Para las diez de la noche estaba fuera del edificio, lo veía desde la ventana de mi habitación. No esperé hasta que bajar. Tomé mi abrigo, las llaves, el celular y bajé. Cartera no, no uso cartera, ni bolso, siempre los pierdo, Liam insiste en regalarme de las que dejan de temporadas anteriores o luego de una sesión de fotos y se pierde por allí y va a parar para los empleados de la revista. Pero en realidad yo sé que es una escusa para traerse una. “Cualquier mujer en su sano juicio quisiera tener una como esta…” me dice “pero tú, ni siquiera tienes juicio” ambos reímos y el termina dejando los bolsos y las carteras en una vitrina dentro de su closet. En cambio los zapatos están todos en el mío. Tengo la suerte de que las modelos de “F! Girl” siempre calzan entre treintaiocho o cuarenta y entonces cualquier zapato pasado de temporada o luego de una sesión de fotos va a parar a mis manos. La ropa no, la ropa es imposible, diminuta. Las modelos son todas delgaditas, no pesan más cincuentaicinco kilos y deben medir alrededor de dos metros, me da impresión verlas andar sobre sus piernitas de tero, con esos bracitos que parecen mangueritas. Pero sin embargo a todos les parece hermoso.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron ahí estaba él. Nos saludamos con un beso y una abrazo, como siempre. Nos miramos y al unisonó dijimos.
-¿Cómo estoy?- Él preguntaba porque tenía que estar impecable, además de salida amiguera, aquello era su trabajo, ir a un restaurante y luego dar criticas o describir curiosidades a una de las redactoras de la revista. Yo pregunté para saber si estaba acorde a la noche, el estilo y el clima del lugar.
-Perfecto, perfecto...-Dije yo mientras reía y acomodaba el cuello de la su chomba La Costt color rosa.
-Tu igual… No, no aún mejor.-Me guiño un ojos sonrió y me tomó de la mano para prácticamente arrastrarme hasta la salida.
Estuvimos en el auto, escuchando esa música que le gusta a Liam y que también nos gusta a todas las chicas del mundo… el pop. Siempre en algún momento de nuestras vidas amamos uno o demasiados temas pop.
El viaje se hizo corto entre tantas canciones y chismeríos. El trafico estaba liviano y se hizo ágil cuando cruzamos el puente, el Big Bode.
Llegamos, bajamos y entramos. El balet estacionó el auto de Liam.
Ya teníamos una mesa reservaba a nombre de la revista, en medio de la mesa había un plástico con el logo “F! Girl”. Nos dirigieron hasta allá, como si nos fuésemos a perder. El mozo, camarero, o mesero como sea que le guste que lo llamamos esperó hasta que nos sentáramos, habló con Liam sobre la ambientación, y cuando su pequeñísima charla terminó, pidió algo para beber. Todo esto mientras yo acomodaba mi campera en el respaldo de mi silla y echaba un vistazo.
-Hm…-Hizo y recorrió el lugar con la vista.-¿Cómo lo describirías si fuera un escenario en una de tus novelas?-Me preguntó mientras miraba detenidamente el centro de mesa y trataba de descifrar de que se trataba.
-Pues…Escribiría…-Revisé cada detalle en el lugar.- Un lugar que a primera vista parece de vanguardista, moderno y luminoso, pero cuando miras en detalle descubres que no es más que un deposito en el que pusieron mesas, que no lo son, sillas, que en realidad son cubos de madera, y arte que en realidad es reciclaje. El piso está revocado y alisado, no tiene baldosas, las paredes están revocadas y enmarcadas en madera, los sillones son blancos, pero hay un pequeño reflector de luz de color rojo que los vuelve del color deseado, los meseros en vez de meseros parecen estrellitas poprokin…¡Me encanta!- Exclamé al finalizar mientras lo miraba sonriente. Él largó una carcajada. El mesero apareció y nos trajo lo que pedimos, me llamó la atención que los vasos eran prismáticos y daba la impresión de que dentro del vidrio había monedas y tachas. Me quedé analizando por varios segundos.
-Ya… nena, bebe, le diré que te regalen uno.-Escuché a Liam decir entre risas y entonces me dediqué a comportarme o a aparentar ser una persona normal.
Todo parecía ir genial, charlábamos, mirábamos, comíamos., reíamos. Hasta que Liam me señaló a alguien. Lo miré otra vez, ahí estaba, no lo podía creer. Estaba sentado en una de las banquetas de la barra charlando con quien se había presentado como el dueño del lugar. Parecían tener una confidencia y una confianza muy estrecha, luego apareció otra chica y lo saludó muy amablemente con un beso en la mejilla, abrazo efusivo. Me dio muchísima curiosidad.
En un momento dejó de darnos la espalda y me miró, me reconoció, sonrió y me saludó con un sutil movimiento con sus manos, yo no sonreí y también lo saludé. Liam no sabía que habíamos “paseado” juntos, ni mucho menos sabía lo mucho que me atraía.
Apareció una chica mucho más joven que la anterior, pero muy conocida y se le colgó del cuello, le besó todo el rostro mientras él reía y le devolvía el abrazo sacándome por completo la atención que había logrado llamarle.
-¡__________!-Llamó mi atención Liam, lo miré se estaba riendo, no sabía muy bien si por mi distracción o mi cara.-Nena… lo vas a ojear.-Me guiño un ojos y le saqué la lengua.
-Está muy bueno.-Observé mientras no dejaba de mirarlo y analizar cada uno de sus movimientos, intentando descifrar lo que decía, lo que pensaba, lo que hacía allí.
-Lo sé, lo sé…Que raro que no lo hallas invitado a salir ya.
-¿Quién dice que no lo he hecho?
-Ay Dios _______ tú nunca cambias nena.
-Lo sé, lo sé.-Le imité mientras lo pateaba debajo de la mesa. Él se quejó y me la devolvió todavía más fuerte.- Ey, no se vale-Me quejé y comenzamos una lucha de pies debajo de la mesa, bueno, esto hasta que los demás comensales, le retiraron la atención a sus platos para ponerla en nosotros. Entonces sonreímos y nos quedamos quietos.
Liam se entretuvo charlando con otro comensal que al parecer también era empleado de la revista, el peluquero, creo. Y yo por mi parte me quedé mirando para el lado de la barra, lo observaba reír y conversar con aquella gente, que en ese momento, no sabia pero un día pertenecería a ese círculo. En un momento, mientras charlaban y reían él dejó de moverse y miró el suelo, o sus pies tal vez. Al principio pensé que se le había caído algo, pero cuando todos los que antes reían con él comenzaron a cambiar sus caras y a ponerle demasiada atención, sentí que mi corazón se aceleraba, no entendía demasiado, y no podía sacar la vista de allí. Noté que los baños estaban justo a un lado de la barra y entonces avisé a Liam y caminé hacia ellos. No saqué la vista del grupo en el que se encontraba, levantó la vista, me vio pasar y me sonrió, le sonreí. Todos a su alrededor parecían bastante preocupados por él, pero a él no parecía importarle demasiado.
Entré al baño y me quedé allí un momento, para que pareciera que había entrado en realidad para lo que se entra a un baño.
Salí y nuevamente él estaba entretenido con sus… lo que sean. Yo seguí mi caminata hasta mi mesa junto a Liam, quien al parecer ya había terminado su amena charla, con el peluquero.
Me senté y bebí un poco de mi vaso.
-Liam…¿Sabes como se llama el dueño?-Pregunté curiosa.
-Em…Si…Adams Jonas ¿Por qué?-Preguntó un poco confundido por mi repentina pregunta.
-Solo quería saber…-Le mentí, cosa que sabía hacer muy bien. Desde pequeña me fui perfeccionando en ese arte.
-Okey-Aceptó él sin entender demasiado. En realidad no había mucho que entender. Así que no me preocupé demasiado por ello.
Seguimos nuestra velada entre risas. Hablamos de las modelos esqueléticas, de los zapatos que me traería la próxima vez, de las carteras que fingiría traerme, de sus planes de viajar a New York, de mis planes de viajar a Grecia.
Terminamos una linda noche yendo a nuestro bar favorito a pocas cuadras de allí, en una esquina, bebimos tequila, vodka, y un poco de whisky al final. Llegamos entre risotadas al auto. Tropecé antes de subir, él me ayudó y también me ayudó a subir a mi departamento, y también me ayudó a meter la llave en el picaporte, y también me ayudó a llegar a mi cama. Estaba segura de que ya había soltado todo, lo mucho que me gustaba aquel chico, lo que habíamos echo, donde habíamos ido… todo.
Y efectivamente cuando desperté al otro día con un terrible dolor de cabeza, encontré en mi mesita de luz un papel que decía…
” Ya lo sé todo,
tómate un analgésico.
A las seis paso por ti
Liam”
Reí y me tiré un rato más en la cama.

por fin subistes!
soy feliz!
ya extrañaba la novee!
liam ya lo sabe todoo!
q me encantaa

Lo ameee, me encantoo seguila plases ^^

ya casi tengo nuevo Cap :D

yoo quiero cap!!