"Un año de Lluvia" (Nick & Tú)

Capítulo VI
[Parte I]
“Algunas veces dejamos pasar “ese momento”, ese instante justo, ideal…
Y a veces las cosas nos llegan cuando ya no las necesitamos…”
- Leo Calderone.

No sabía si iba a llover todo el año, pero al menos hacía cuatro dos que estaba lloviendo, sin detenerse, con relámpagos, truenos, viento. El espectáculo había decidido extenderse unos días más, no pasar desapercibido para nadie. Parte de Londres estaba bajo medio metro de agua, el río había crecido y la lluvia parecía haber venido con toda la fuerza necesaria para ayudarle a hacerlo rápidamente.

Encendí la televisión y la reportera en un inglés bastante británico comunicaba que los meteorólogos seguían anunciando “Alerta meteorológico” al menos hasta dentro de dos días más. Me senté en la cama junto a él que ya estaba sentado también, besé su frente cerciorarme de que la fiebre no había vuelto. Él sonrió con algo de reproche por mi gesto tan molestamente maternal. Tomó la taza que había traído para él y luego de beber un sorbo de su leche con chocolate miró hacia la ventana.

-Seguramente mucha gente perdió todo lo que tenía.-Volvió a mirarme y asintió.- Tendríamos que hacer algo, bueno, al menos yo. Me gustaría hacer algo.-Apagué el televisor, y lo miré. Él parecía estar planeando algo, sin dejar de mirarme.
-Yo tengo muchas cosas… -No lo entendí.- Podríamos ir a buscarlas y dárselas a esa gente.-Sonreí todo lo que mi boca pudo curvarse y me tiré encima de él, abrazándolo con fuerza.
-¿Lo dices enserio?-Pregunté aún sin soltarlo. Él no me correspondió, al menos no al principio, para cuando quiso hacerlo yo ya me había separado. No fue su culpa, ni la mía, fue el destiempo.
Le arreglé la ropa, que yo misma le había arrugado al abrazarlo.
-Sí ¿Quieres?
-Claro que quiero.-Ya me había levantado de la cama.- Voy a llamar a Liam, así nos lleva.
-Dile que traiga cajas.
No podía creer que aquello estaba sucediendo, nunca en mi vida las cosas fueron tan espontaneas como estaban siéndolo ahora con él. Porque yo toda la vida me había creído alguien espontanea, alguien que dice o hace lo primero que se le cruza por la cabeza, pero en realidad no era así, la verdad es que yo había planeado mi propia espontaneidad, de hecho hacía mucho tiempo que había dejado de sorprenderme a mi misma. En cambio Nicholas era una caja de sorpresa, siempre reaccionaba de manera inesperada, de manera totalmente contraria a lo que uno podría esperar de él, y eso entre otras cosas hizo que mi vida cambiara por completo en ese momento.
Entendí que el romanticismo deja de ser romántico cuando se planea. De repente yo pensaba que una cena romántica se trataba de una cena pensada hasta en el último detalle para ser lo más hermosa posible, pensaba que debía haber velas en el centro de la mesa, música de fondo, las luces bajas, pétalos de rosas esparcidos por toda la habitación y sobre la mesa, un champagne dentro de un cubo con hielos, un hombre demasiado atractivo y una comida exquisita y afrodisíaca, pero no. Una cena puede ser romántica aún cuando hay pizza para comer, y cerveza para beber, aún sin velas, sin música y con las luces encendidas o apagadas, lo único que importa es que haya dos personas que se aman, y listo.

-Y trae cajas, si, muchas. Bueno, trae eso también. Si, invita a quien quieras.-Corté la llamada con Liam y cuando volteé Nicholas se estaba poniendo las zapatillas, me acerqué a él y comencé a atarle los cordones, sin pensarlo, sin que él me lo pidiera, incluso sin que necesitara que yo hiciera eso.
-Gracias.-Me dijo.
Solo ocurrió, nadie se percató de lo maravilloso que había sido ese momento, solo había surgido. Pues simplemente había atado sus cordones, nada más, pero cada vez que lo recuerdo es simplemente maravilloso, es que los momentos maravillosos no tienen que ser necesariamente aquellos que todo el mundo cree como maravillosos, a veces son lo más simple y cotidiano, como atar un par de cordones.
Me senté a su lado.
-Te ves muy apuesto hoy.-Reí y sus mejillas que ya no estaban tan pálidas como hace un par de días se tornaron levemente más rosadas de lo normal. Acomodé su cabello.
-Tú…-Hubo un espacio entre las palabras.-… siempre te …-Sonó el timbre e inmediatamente me levanté de la cama para ir a atender.
-Es Liam.-Dije mientras bajaba las escaleras. Y nuevamente el destiempo le había impedido corresponder.
Le abrí la puerta a mi amigo que estaba allí con alguien ya conocido para mi.
-Roci.-Me acerqué y la abracé.
-He ¿Y yo que soy? ¿Una mancha de humedad?-Intervino Liam, como siempre. Me separé de mi amiga Rocío y lo abracé a él, fuerte, para que no se quejara.
-Bueno ya.-Se separó luego de besar mi mejilla.- Hola Nick.-Se acercó a saludarlo a él, con un abrazo, tan típico de él. Nicholas no pudo responder. A destiempo.-Mira ella es Rocío, es la presidenta del club de fans de__________-Largué una carcajada y Liam me miró con bastante seriedad.- es cierto, _______ ya tienes que comenzar a aceptar que tienes fans.
-Son lectoras, maravillosas, y la verdad es que no me las merezco.- Rodee con mi brazo los hombros de Roci.
-Puf, bueno, el club de lectoras, lo que sea, pero te aman, como yo.-Liam, siempre tan.. Liam.
-Yo lo conozco.-Habló al fin Ro.- Es el hermano de Joseph, mi jefe.
-¿El del restaurante?-Pregunté de inmediato alzando las cejas, miré a Nick con una sonrisa y él asintió.-Que bueno.- Rocío se acercó a saludar a Nick, que no supo muy bien cómo reaccionar cuando ella besó su mejilla, incluso me miró algo contrariado. Me enternecí.
-Bueno, vamos, que se hace tarde, tenemos mucho que hacer.-Liam abrió la puerta- Ro ya me dio algunas cosas, pero no podemos llevar todo en el auto así que le pedí prestada la camioneta a mi jefe y cuando supo para que era me dio más cosas, a nombre de la revista claro, así que abajo nos esperan cuatro camionetas con un montón de cosas. Tenemos que buscar las cosas de Nick, y pensé que podríamos llevar algunas cosas de aquí.-Tomó las cajas que había dejado del otro lado.- …- y habló, y habló mientras juntábamos cosas, mientras acarreábamos, mientras íbamos por las cosas de Nick.

Una vez que llegamos bajamos los cuatros y Nick nos abrió para subir hasta su departamento. Yo y Liam traíamos las cajas, Nick y Rocío entraron primero .
-¿Qué piensas llevar?-Pregunté a Nick que estaba parado a la mitad de la habitación. No respondió de inmediato, todos se quedaron en silencio. Yo me acerqué y tomé su mano, me miró.
-Todo.
-¿Seguro?-Pregunté frunciendo el ceño, él asintió y miró hacia un lado un momento, luego miró a Liam.
-¿Crees que la cama entre en una de las camionetas?
-La hacemos entrar.-Puso las cajar en el suelo y comenzó a poner allí las cosas que estaban a mano.
Nick se acercó a un modular donde había puesto un par de portarretratos y tomó el que estaba con madre y su hermano pequeño, luego se acercó a la pila de libros que había en una esquina y tomó el primero de la fila.
-Todo, menos esto.-Me dijo a mi que lo había seguido en su recorrido.
Entonces, entre los cuatro vaciamos la casa.
Cuando ya habíamos terminado Nick se quedó un momento parado en la puerta de la casa, puse mi mano en su espalda y luego de un momento de silencio, habló.
-En un libro leí que para comenzar de cero primero hay que llegar a cero.-Me miró.
-Mi libro.-Asintió.

Wow! realmente si no me insistía me habría perdido por tiempo esté hermoso capitulo *-* Jajajaja, Gracias Belu por decir eso de nuestro proyecto *-* Ay! maguii, tu siempre sobrevalorandome jajajajaja, pero gracias por lo de buena escritora :3 vos sabes que vos sos una grandiosa en este arte. Dios! no dejo de enamorarme del video jajajaja. Respecto al capitulo, sencillamente PERFECTO!!!!!!!!!! *-* LO AMO, COMO TODOS jajajajaa, es mi idea o ya aparecí en la historia xD que lindo! Nick me mata de amor, de verdad... es tan... aaaaaaaay! lo quiero matar a besos jajajajaja. Realmente me encanta como es la rayis, Liam y Nick y bueno, veremos como es Roci xD me encanta de verdad, seré algo de Joe? :P espero que sí! jajajajaja. Te amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo muchooooooooooooooooooooooooo y me encanta saber que volviste, me encanta el capitulo y quiero la segunda parte eh? jajajaja. TE amo Besos y cuídate mucho :hug: Nos estamos chateando en un segundo xD Te amo

APARECÍ. Lo siento muchisimo por haber desaparecido, me disculpo sobretodo con las chicas que han estado pasando <3 las amo. A las dos chicas nuevas bienvenidas, las amo desde ahora y espero que puedan ir resolviendo todas las dudas durante la novela, a la cual le falta la mitad todavía, yo espero que disfruten este pedacito de capítulo que me faltaba y me esmeraré por escribir pronto y seguido para subirles. En realidad las aprecio muchisimo, spn una parte muy hermosa de mi vida. Cada comentario me hace sentir ilusión y muchas ganas de seguir.

Lesley, si Nicky se quiso suicidar y más adelante sabrás por qué, él dará explicaciones más claras a ______ . Y la rayis aún tiene mucho por mostrar así que más adelante sabrás lo que sucede con ella. ¡Y SI! Nick y la rayis se llevan diez años, lo que hace de su historia una realmente particular, aunque bueno, desde el comienzo se nota que quise romper varios tópicos y esquemas >.<. Y muchas gracias, es mi sueño ser escritora, aunque se que no soy buena, de todos modos sigo escribiendo porque es lo que amo <3

DreamerGirl, si a mi se me ocurrió, bueno, en realidad al Nicky de la novela, él tiene una manera muy particular de interpretar el mundo.

CamiLittleSkyscraperJonas, BIENVENIDA, espero que sigas disfrutando de la novela.

Roci hermosa, te extraño. No sé nada de ti, si alguien sabe de ella que hable ahora o calle para siempre y.y

Belencita, ¡Gracias! ¡Que dulce! Y aquí tienes el siguiente pedacito de capítulo, con un PLUS que espero que te guste mucho. Un abrazo enorme,

Laura Jonas, Bienvenida.

LAS AMO :(L):

Capítulo VI
[Parte II]
“Algunas veces dejamos pasar “ese momento”, ese instante justo, ideal…
Y a veces las cosas nos llegan cuando ya no las necesitamos…”
- Leo Calderone.

-¿Siempre eres tan literal?-Pregunté acariciando su espalda, había algo de niño en él que me cautivaba muchísimo pero también me preocupaba. Abrió la boca para responderme, pero finalmente no lo logró, Roci entró al departamento.
-Dice Liam…-Se quedó en silencio, tal vez pensó que nos había interrumpido. Bajó el rostro, y me di cuenta que ella y Nicholas se parecían bastante.
-¿Qué dice Liam?-Pregunté alzando las cejas a lo que ella elevó el rostro y me miró aliviada.
-Que tenemos que irnos, que se hace tarde.
-Vamos entonces.-

Volvimos a casa después de que el sol bajó, se escondió detrás de la rivera del río. Hasta ahora nunca había visto a Nicholas sonreír más que ese día. Parecía haber dejado de ser el niño débil, y asustadizo para convertirse en un hombre que puede con cualquier cosa, pero como antes dije, era magnifico en el arte de mostrar sentimientos que no siente, en parecer algo que no es. No digo que su sonrisa fue falsa, sino que cualquiera que no vio lo que yo vi en esta semana hubiese creído que era la persona más feliz del mundo. Pero cuando volvimos a casa fue como si volviera a ser el mismo de siempre, al cruzar el umbral de la puerta incluso bajó la cabeza; era como si mi hogar fuera su único refugio, como si fuera el lugar donde podría desmaquillarse y desvestirse del disfraz que llevaba continuamente en la vida.

Me sonrió, mirándome a los ojos, fue un instante tan maravilloso. Fue como si con eso quisiera darme las gracias, o decirme que realmente se había sentido bien, que se había divertido, que estaba satisfecho con lo que había hecho. Lo supe de inmediato. Él a veces no necesita palabras para decirme lo que siente. Lo más hermoso de esa sonrisa es que la hizo sin llevar máscara, sin disfraz.
Yo también he llevado disfraz muchas veces en mi vida, uno que muchas veces me hacía sentir incómoda, que me quedaba demasiado amplio o tan ceñido al cuerpo que no me dejaba respirar. Hay disfraces que nos quedan tan grandes que nos tropezamos con ellos, nos enredamos, son máscaras enormes, maquillaje abundante: mentiras tan enormes, engaños tan grandes. Por otro lado los disfraces pequeños, son aquellos en los que simplemente no cabemos, aquellos en los que nos metemos a presión, en los que nos obligamos a entrar, no nos permiten mostrar, ni disfrutar, no estamos cómodos dentro de ellos: somos mucho mejor de lo que mostramos, intentamos poner una estructura a algo que no tiene límites como es la personalidad. Grande o pequeño, es un disfraz, tal vez nuestra manera de protegernos, de encajar, o nuestro puente para conseguir algo, pero un simple disfraz, y uno no puede estar disfrazado toda la vida, los disfraces son para las fiestas en los que esa es la temática: Ser algo que no somos.
Al final descubrí que por las calles hay mucha gente que muestra algo que realmente no es. Me di cuenta que las mentiras son las palabras favoritas de las personas, las usan para impresionar, para ganar, hasta para enamorar. Las mentiras y los engaños son el encanto más común de los humanos. Hay quienes son realmente artistas como Nicholas, o magos encantadores como la mayoría de los chicos que salí, como los políticos, los hombres que engañan a sus amores, las mujeres que se mienten a sí mismas.
Y lo peor de este arte, es que quienes lo practican están convencidos de que es la única manera de lograr lo que quieren.
Perdón, estoy siendo algo cínica al no incluirme, porque tengo que admitir que he mentido y engañado muchas veces. Todos hemos mentido en nuestras vidas, unos menos y peor, otros más pero menos grave.

Decidí quitarme la máscara que venía intentando sostener todo el tiempo con él. Solo crucé la habitación y besé sus labios. Rápidamente. No fue un beso como los de las películas, él no respondió, solo se quedó sorprendido, tal vez hasta se sintió incómodo, invadido, pero cuando di dos pasos hacia atrás y volvió a mirarlo volví a ver una sonrisa en su boca, la sonrisa creció y se convirtió en risa, en carcajada.
-Lo siento ¿Eres gay?- No sé por qué pregunté aquello, solo fue una estupidez, pero me alegro de haberlo hecho porque entonces comenzó a reír más. Incluso se llevó una mano al estómago. No sentía que se estuviese riendo de mi, como muchos lo habían hecho, como cualquier otro hubiese hecho. También comencé a reír.
-Nop. Es que fue mi primer beso, fuera de la ficción.
-¿Nunca tuviste novia? ¿O novio?- Alcé las cejas.
-Nop.
-¿Nunca jugaste a la botellita? ¿Ni te besaste con una amiguita en la primaria? ¿Ni siquiera con una chica en un club?-Esta vez negó con la cabeza, parecía que le era gracioso el hecho de que yo no creyera aquello.
-Nop.-Frunció el ceño.- ¿Es malo?- Su cara de preocupación se vio realmente cómica.
-En realidad, es tierno, y raro. Pero malo no.-Sonreí.-¿Te ha gustado? Porque realmente no quisiera haber arruinado tu primer beso.-Pregunté seria.
-Ha sido extraño, no me lo esperaba. Nunca había ocurrido sin que estuviese escrito en el libreto…-Iba a continuar hablando, pero no se lo permití, volví a besarlo, pero sin siquiera pensarlo solo cuando tuve ganas. Ni siquiera me esmeré porque fuera un buen beso como lo había hecho miles de veces antes, solo lo besé, no pensé en ningún libro, ni película, ninguna historia de amor, no hacía falta lluvia, ni música, ni luz de luna. Solo dos personas. Él y yo. Intención y cariño. Me separé luego de un momento, no sé decir cuánto, ni siquiera sé si fue corto o largo y es extraño que siempre haya escrito la duración de los besos de mis personajes cuando era imposible saberlo.
-Sí, me ha gustado.-Dijo.
A mí también. Sonreí.
-¿Quieres ir a pasear?-Pregunté y miré hacia la ventana, aún llovía. En la ficción hubiese dejado de llover, habría adornado la escena un hermoso arcoíris o el atardecer hubiese teñido de naranja el cielo, incluso cuando en Londres es imposible ver el cielo naranja, y si es así es porque algo realmente grave está ocurriendo con el aire.