Re: "Sixty Days With One Direction" (Niall Horan & Isabella Montesco)

por **♥ Sheli ★ ツ** Dom 10 Feb 2013, 11:22 am

new reader
tu nove es tan asdfghjklñ
Tienes que seguirla
Hazza corre que te castro ..ok no ¡Como se le ocurre decir eso! , es que no se puede ser mas imbesil y Niall le giño un ojo a Isa ok mori en esa parte y Isa que non quiere admitir que le gusta Nialler , Mas ensima Paul se pone a hablar puras tonteras
Puff tienes que seguirla lo mas pronto posible
=D

por **CarrotLov** Dom 10 Feb 2013, 12:24 pm

Amo tu novela, es tan asljkdhajsd c:
Tenes que seguirla siempre me deja con la boca abierta y pensando en que va a pasar, pero seguila dale dale dale dale dale dale dale dale *carito de perrito*

por **ilee** Mar 12 Feb 2013, 7:02 am

Siguela
Necesito capitulo
Por favor
!

!

!

por **AngyPotatoHoran** Mar 12 Feb 2013, 9:16 pm

Omaigaddddddddddddddddd! pobresita Isa encerio hazza ahora si te pasaste -.- aaaaaaahhh Isa me esta robando a Leyuuuuuuum>.< ai liam no sabes cuanto te amo bebe♥ oye siguela osea como te atrevez a dejarla asi? sube mas quiero saber como seran estos 60 maravillosos y perfectos dias junto a los 5 hombres mas perfectos del mundo mundial♥ Julietteeeeeee! siguela porfi:( no nos dejes asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii oye por cierto te gusto como quedo el foro? a mi me encanto:D Jenifer Lawrence (que para mi es mas Katniss) se ve genial ahi y mas porque abajo esta mi poster de catching fire aunque el foro esta como mas serio(? pero bueno no te fastidio peeeeeeeeeeeero lo are si no subes capitulo, te secuestrare aunque primero deberia encontrar tu casa que creo esta en Argentina y yo vivo en México que esta muy lejos pero sabes? me gusta Argentina porque mi bebe Messi es de ahi!:) jeje no me gusta el futbol pero el viejo esta como quiere *-* bueno ahora si ya me voy porque no se si lo habias notado cuando empiezo a escribir mi cerebro o mi cuerpo no se que pasa pero sigo escribiendo mas y mas D: oye estoy enfermita y me mandaron a hacer un electronoseque, pero te ponen algo asi como unos chupionsitos(? en la cabeza tengo miedooooooooo! buenoi ahoooooora si me despido mi queridisima July♥

Tu fiel guapa y sensualona lectora

Angy:*xx

por **C.J. Potter** Miér 13 Feb 2013, 1:34 pm

Jajajajajaj, me encantaron sus comentarios xD (Luego les voy a responder uno por uno como es debido u.u). Bienvenida Sheli! Y claro que la seguiré pronto chicas!

Sucede que ahora estoy con mi abuela, quien es parte de ese 15% de la población mundial que NO tiene internet. Y me da cosita escribir desde uun ciber :|

Oksoks, mañana traigo cap (vuelta a casa, AL FIN *.*).

Besos!

P.D: Sí, ame la nueva apariencia del foro!

por **ilee** Jue 14 Feb 2013, 3:06 pm

Julietteeeeee
siguela porfavor.......
xx

por **mardy bum.** Vie 15 Feb 2013, 9:08 am

HOLAAAAA VOLVI!!!!

ISABHDSUYVFETUYVBADSOUADSN AMEEEE EL CAPITULO :3 Harry estupido!, y Paul....wow, eso no me esperaba:S.....siguela iasdbusdbisaubuadbacf amooo mla novela es tan sabuiasgvyavyufvyufvyucvcsyvsaybadsuadbviuads
vads...me explico?
Bueno el capitulo estuvo muy bueno, Niall......es Niall, yo creo que a el le atrae Isa por que Isa, es asduiyvbibasdioabsuas me agrada :3 es como una amiga asihbvdsabhf jsdxniadbibidasbadshadsia:33 *o*.

EL GATITO VOLADOR, SE RIO MUCHO CON LO DEL GUARDIA dsuibfuasvuavuiabsa

ok ya siguelaaaa hermosa escritora mia :3

Valee

por **C.J. Potter** Vie 15 Feb 2013, 10:50 pm

Tananananananananana *tonito de Batman insertado*. ¡HOY HAY CAPÍTULO NUEVO! Al fin. xD

Estuve recluida en la casa de mi abuela -creo que les conté-. Y bueno, es una larga historia. Pero, ¡I'm back! Y me alegra ver que Valentina ya volvió ^^

Perdón por hacerte esperar Ilee!!

Okas, me voy a terminar de corregir el capítulo :33

Besos!

por **ilee** Sáb 16 Feb 2013, 2:49 am

Hola hola holaaaaaaaaaaaaa siguela please

por **mardy bum.** Sáb 16 Feb 2013, 9:53 am

AAAAY CAP lhdoasja justo cuando em vuelvo a ir...me voy a argentina vuelvo el lunes, pero lo bueno es que en hotel hay internet wiii asi que intentare contestar el cap :3

por **C.J. Potter** Sáb 16 Feb 2013, 1:34 pm

Capítulo 12

"Paparazis"

PARTE 3/3

Isabella POV

— ¿Qué te dijo? — preguntó Mía, apenas hube dejado a Paul para encontrarme con ellas. Sonreí de manera despreocupada.

— Oh nada, preguntó sobre mi viaje de vuelta— mentí, haciendo un gesto con la mano para restarle importancia. Ella asintió, más calmada.

Siete días. Solo siete días y desaparezco de aquí, querido Londres.

***

— Me encantan los recitales— aseguró Angie, entrando en último lugar a la casa, cerrando la puerta tras ella. No puedo decir lo mismo.

— A mí igual— coincidió Louis, sonriendo infantilmente, lanzándose –literalmente- sobre el sofá. Los chicos lo imitaron, dando suspiros. Se los notaba cansados.
Tomé el teléfono inalámbrico de arriba de la mesita junto a la puerta, y me acerqué a la Sala de estar, donde ya todos estaban sentados, charlando entre sí sobre el espectáculo.

— ¿Qué quieren de comer? — pregunté, alzando la voz para parar la charla. Automáticamente todos me miraron, callando de manera casi sincronizada. Harry sonrío maliciosamente, y me arrepentí de inmediato. Pero no. Debo soportar solo una semana, y no voy a amargarme en mis últimos días en Londres.

— Isabella. ¿Por qué no te sientas? Antes debemos hablar— indicó mordazmente Rulitos. Hice una mueca.

— Estoy bien. ¿Van a comer algo o no? — insistí, evitando olímpicamente las miradas de todos.

— De postre yo quiero una “IsaConfesión"— pidió Lou, en broma. Lo miré mal, por unos segundos, pero bastó—. Lo siento…— se disculpó, cabizbajo como un niño.

— Perfecto. Entonces me voy a dormir— avisé, pero cuando estaba a punto de irme, alguien habló.

— Aguarda— inevitablemente me detuve. ¿Cómo no hacerlo? Giré lentamente, maldiciéndome internamente por ser tan débil. Pero se me pasó apenas mi mirada se cruzó con la suya. ¿Ese color de ojos de quién lo heredó? —. Yo también quiero saber.

Torcí la boca. Perfecto.

— ¿Saben? Me quedaré con ganas de visitar los parques temáticos de Harry Potter— comenté amargamente, para luego volver a voltear, dejando el teléfono en su lugar, y subiendo las escaleras. Esta vez nadie me interrumpió.

No sé en qué momento me quedé dormida, pero cuando abrí los ojos, aun era de noche. Me fui a dormir demasiado temprano.

Me puse de pie, mareándome un poco al hacerlo tan bruscamente, y acomodé precariamente mis cabellos. La habitación estaba a oscuras, pero no tenía sueño, así que caminé a tientas hasta la puerta, procurando no tropezar.
Contuve una maldición cuando choqué contra algo que me pareció un tacón, y caí de bruces al suelo. Permanecí en silencio, sintiendo mis rodillas palpitar de dolor, pero no hubo señales de que ni Camila ni Mía se despertarán. Aliviada, me propuse ponerme de pie nuevamente, ignorando el ardor en las piernas. Odio el alfombrado para el piso.

Toqué el picaporte –tras buscarlo un buen rato-, y lo giré lentamente, para luego sumirme en las penumbras del pasillo. Una vez que cerré la puerta tras de mí, comencé a caminar hasta las escaleras. La luz de la luna se colaba por el tragaluz, iluminando vagamente mi camino. Aun así por poco ruedo por las escaleras en un momento, cuando tropecé.

Soy muy patosa.

Cuando finalmente llegué al vestíbulo, no pude evitar sentirme más tranquila. Aquí no podría caerme. Así que me eché a correr hasta la cocina, ahora más acostumbrada a la oscuridad.

Pero no.

Juraría que podría haber dado un giro mortal en el aire. Pero simplemente volé un poco hasta caer, primero con el trasero y luego con la espalda, en el piso de la cocina. Maldito escalón. ¿De qué sirve que las estancias sean plataformas? ¡¿Quién fue el estúpido arquitecto!?

Esta vez sí me dolió hasta el alma. Malditos pies, maldita oscuridad, y maldito insomnio.

Sentía una punzada en la parte más baja de la espina dorsal, donde se suponía que estaba mi hueso dulce. Dulcemente doloroso.
Me incorporé despacio, gimiendo un poco cuando me pude poner de pie. Dejaré de correr en la oscuridad, está decidido.

Me acerqué hasta el interruptor, y encendí la luz. Tuve que contener un gritito.

— ¿Qué demonios haces aquí? — solté bruscamente, sin alzar mucho la voz. Louis, que tenía la mitad de un bastón de zanahoria en la boca, se encogió de hombros, con ojos inocentes. Tenía un cuchillo en una mano, y frente a él había una tabla para cortar, con una pirámide de zanahorias a la izquierda, sobre la mesada.

— Como— obvió, tragando lo que tenía en la boca. Entrecerré los ojos, confundida—. ¿Y tú? ¿Solo venías a abrazar el piso?

Rodé los ojos, sonrojándome un poco, y me acerqué al refrigerador, en busca de un desayuno.

— No tengo sueño— expliqué simplemente, atrapando entre mis manos una bandeja con lo poco que quedaba del browney de ayer. Lo dejé sobre la mesada, y tomé asiento en un taburete frente a él.

— ¿Los duendes no te dejan dormir? — cuestionó, y tardé en entender el doble sentido. Le lancé un pedazo de Browney, y él logró atraparlo con la boca.

— Quizás— mascullé, cortando un pedazo considerablemente grande de la torta de chocolate. Él alzó las cejas pícaramente.

— Lo sabía. ¿Por qué no lo aceptaste antes? — festejó, rebanando en bastoncitos otra zanahoria. Me pregunto por qué come eso a las cinco de la mañana.

— Escucha, no me gusta Niall. ¿De acuerdo? Por favor dejen de insistir— medio supliqué, llevándome la deliciosidad hecha en chocolate a la boca.

Él asintió solemnemente, masticando uno de sus bastoncitos naranjas como un conejo. Reí un poco.

— ¿Qué hay de ti? Eleonor es muy… Linda— comenté, dudando. No podía decir ‘poco agradable’.

— Terminaré con ella— musitó despreocupadamente. Por poco me atraganto con el Browney. Esa maldita frase solo acrecentaba la posible veracidad de las palabras de Angy. Somos pares. ¿Era bruja o algo así?

— ¿Por qué? — inquirí, curiosa.

— Te digo si tú me dices— condicionó. Tardé unos instantes en captar a qué se refería con “Tú me dices”. Fruncí el ceño.

— No hay nada que contar— musité firmemente. Increíble. Volvíamos a hablar del tema.

— Quiero saber si te gusta. La verdad.

— ¿Qué parte de “no”, no entiendes, Tomlinson? ¿Uh?

— No te creo. Vamos, cuéntame. No diré nada— prometió, pelando otra zanahoria. Suspiré. Una semana y te vas Isa, una semana.

— ¿Y qué si me gusta? — solté bruscamente, medio a la defensiva. Él dejó lo que estaba haciendo, para sonreír complacido.

— ¡Lo sabía! — exclamó, victorioso. Solté un “CHST”, y él se encogió un poco en su asiento, arrepentido—. ¿Sabes? Si te gusta, deberías decírselo. El pequeño Nialler es muy inseguro, sobre todo con las chicas. Se abstiene a creerle a Harold— contó, luciendo chistosamente serio.

— Louis, querido Louis… ¿De verdad crees que Niall se interesaría alguna vez en su sano juicio… en mí? — farfullé, lentamente, para que comprendiera la verdad obvia que parecía no ver. Él bufó.

— Isa, Isa, Isa… Tantas cosas que no sabes— dijo, medio suspirando, negando con la cabeza.

No le pregunté sobre eso. No quería saber.

— ¿Entonces? ¿Por qué terminarás con tu novia? — insistí, jugando con las migajas del Browney.

— Me gusta otra. Y no es justo para Eleonor que salga con ella si me intereso en otra chica— contestó tranquilamente, mordiendo la punta de otra zanahoria. Pestañeé varias veces, asimilándolo.

— ¿Qué otra? — pregunté, lentamente. Tenía pánico.

— ¿La verdad? Camila— admitió, y esta vez no pude evitar soltar una exclamación. Me puse de pie bruscamente, y caminé un buen rato en círculos por la cocina. Por Dios, no. Se está cumpliendo, se está cumpliendo, se está cumpliendo. ¡SE CUMPLE!

— Pff, gente anormal— oí musitar a Louis, mientras se llevaba otro bastón de zanahoria a la boca. Gruñí. No, no, no, no, no. Es imposible. El destino no existe. Solo coincidencias. Yo decido si quiero estar con alguien o no. Yo. Nada de “pares”.

— ¡Tomlinson! — exclamé de pronto, deteniendo mi andar. Un rayo de luz anaranjado, que se coló por la ventana, dio de lleno en mi rostro, haciéndome parpadear. Estaba amaneciendo.

El aludido levantó la mirada, soltando el cuchillo y la zanahoria que tenía en mano, alzando las palmas, con los ojos abiertos de par en par. Tenía una expresión de “Yo no fui”.

— ¿A Zayn le gusta Valentina? — pregunté, sin rodeos. Él se tranquilizó, de manera muy dramática, y volvió a tomar el cuchillo y la zanahoria.

— No sé si gustar, de gustar. Malik es Malik— contestó simplemente, cortando el vegetal en cuadritos.

— ¿A Liam le gusta Angy? — inquirí, realmente exasperada por su respuesta.

— Mm… Creo que sí. No sé si en serio, porque…— se llevó un trozo naranja a la boca—, Leyumm terminó con Dani-Paz hace poco tiempo— respondió esta vez, empleando un apodo para Danielle que me causó risa. Louis y sus apodos.

— ¿A Harry le gusta Mía? ¡Y cuidado con lo que contestas esta vez, ella es mi primita! — advertí, llevando cuenta con la otra mano. Iban dos de cinco.

Él tragó fuertemente, asustado. Todo lo que él hacía, me causaba risa. ¿Qué tiene este chico? ¿Un libreto para la vida en el bolsillo?

— Ohm… Bueno… Mi querido Hazza es algo… ¿Cómo decirlo sin que suene mal?... Un mujeriego de la vida, que se acostaría con todo lo que tenga falda, y pechos— insertó una tonta sonrisa al final. Esta vez no pude mantener la seriedad, y me eché a reír a carcajadas, sin importarme a las ocho personas que dormían arriba.

— De acuerdo. Eso no responde mi pregunta— avisé, secando una lágrima de la risa, cuando por fin pude parar.

— No sé si va en serio. Sus parejas nunca duran mucho, y siempre suele salir con ancianas— explicó, pero ante mi mirada agregó: —. De acuerdo, digamos que sí. Por ahora.

Asentí con la cabeza, recordándome que debía hablar con Rulitos, y sumé un dedo a mi cuenta. Tres de cinco.

— ¿A ti te gusta Cam?

Se sonrojó. Aww, es como un osito. Un osito sonrojado, que come zanahorias. Qué guay.

— Supongo que sí. Dejé a mi novia, así que espero que sí— contestó, encogiéndose de hombros otra vez. Alcé una ceja.

— ¿Cómo que supones?
— Soy impulsivo. Aun no conozco bien a Camila, pero me gusta cómo es. Y es linda. Estoy seguro de que terminará gustándome, y prefiero comenzar desde antes— explicó, como si fuese lo más obvio del mundo. Pero yo no entendí a qué se refería.

— Bien…— murmuré lentamente, mirándolo con ojos entornados. Levanté un cuarto dedo. Demonios, es como la Pata de Mono.

Solo queda uno. Y ese no cuenta. A mí no me gusta Niall, y a Niall no le gusto yo. Pero somos el maldito eslabón restante. Odio esto. Me siento en un juego.

Pero solo quedan seis días más. Seis.

— ¡Hey! ¿Por qué el escándalo? — se quejó alguien, entrando a la cocina. Era Mía. Estaba despeinada, y llevaba puesto su piyama, con unas pantuflas de conejito que siempre adoré. Las mías eran de gatitos amarillos. Prefiero los conejos.

— A Lou le gusta Cam— expliqué exasperada. Pero ella no pareció entender mi pesar, porque se puso a dar saltitos de alegría.

— ¿En serio? Más te vale que no mientas Louis Tomlinson— amenazó ella, corriendo para sentarse junto al castaño. Me contuve las ganas de advertirle que no corriera en la cocina.

— Bueno… Ya he dicho que yo no estoy se…— comenzó a decir, pero alguien más irrumpió en la cocina. Casi por instinto me sonrojé. Diablos, no es justo.

— ¿Pasó algo? ¿Por qué gritan? — inquirió el rubio, apoyado en el umbral de la puerta. Llevaba pantalones holgados, y… Bueno, pantalones holgados. Tenía cara de dormido, y el cabello todo despeinado. Ahh… Esto no es bueno para mi corazón.

— Yo…— balbuceé, apuntando a los chicos, poniendo toda mi voluntad en quitar mi mirada de su torso—. Ellas… Quiero decir, ellos… Camila… Eso…— traté de decir, torpemente. Sentí ruborizarme. Y sin más ganas de seguir haciendo papelones, desvié la mirada hasta el techo de la habitación. Era blanco. Por Dios, ¿no podían pintarlo de un color más entretenido? ¿cómo verde, o azul? Ah… Azul como los ojos de Niall. NO. Blanco es lindo.
— Ya veo— comentó con burla el irlandés, acercándose a la mesada que hacía de desayunador, donde Louis y Mía miraban expectantes.

Suspiré, avergonzada, y reuní valor para finalmente girar, y sentarme con ellos.

— ¿Qué hora es? — preguntó mi prima, que no dejaba de lanzarme miradas divertidas. Si volvía a hacer eso, terminaría lanzándole la docena de zanahorias que le quedaban para pelar a Lou.

— Las seis y media— respondió el castaño. Miré sus muñecas casi de manera inconsciente, pero no había reloj allí. ¿Cómo sabía entonces?

— Tengo sueño— murmuró Niall, estirando una mano para tomar una zanahoria. Boo Bear automáticamente golpeó su mano, como una madre evitando que su hijo tomara otra porción de tarta. Agregó una mirada amenazante al final, y el rubio pareció aceptar que nunca conseguiría una de esas.

— ¿Por qué te levantaste entonces? — inquirí, tratando de no sonar molesta. No es que me moleste estar con él, solo… No. Eso es exactamente lo que sucede. Actúo como idiota si esta frente a mí.

— Cierta persona no me dejó dormir con sus gritos. Mi habitación es la más cercana a las escaleras, ¿recuerdas? — repuso él, avistando la caja de browneys. Enseguida se apresuró a atraerla hacia él.

Me sonrojé levemente, deseando que nadie más hubiera oído lo que…

— ¿¡Tan temprano!? Necesito doce horas de sueño como mínimo, ¿saben? — se quejó alguien, entrando por la puerta. Tomé una bocanada de aire. No estaba de humor para soportar a Harry desde tan temprano.

— NO— bramó Louis, cuando Hazza trató de tomar una de sus zanahorias. Rulos apartó la mano al instante, asustado—. ¡Saben que no me gusta que toquen mis zanahorias! — rabió, como un niño, y volvió a lo suyo.

Recién entonces, Harry reparó en Niall, Mía y yo. Sonrío a la rubia, quien se ruborizó notablemente. Volví a recordar que debía hablar con él sobre mi prima y su relación. Pareceré un metiche, pero quiero estar segura antes de marcharme.

Vaya. Ya llevamos dos semanas y algo.

— ¿Sobraron browneys? — soltó Rulos, maravillado al ver la caja que Niall tenía en manos. El rubio, que tenía la boca llena, negó con la cabeza.

— ¿Qué dices? Claro que sobraron. Un montón. Deberíamos haber comprado menos cant…— pero cuando abrí la caja, me encontré con que solo quedaban un par de migas. Tanto Rulitos como yo miramos acusatoriamente al irlandés, quien terminó de tragar y nos ofreció una adorable sonrisa. No podía molestarme con esa sonri... NADA.

— ¿Y ahora qué comeré, uh? Moriré de hambre por tu culpa— me quejé, cruzándome de brazos, haciendo puchero.

— Podemos ir a comprar algo para llevar, en Starbucks— ofreció él.

— Quería browneys— musité, frunciendo el ceño. Detrás de él, Harry río.
— Ella quería browneys— repitió Rulitos, con un tono exagerado, alzando las cejas y apuntándome con la mano para añadirle dramatismo.
Niall lo miró ceñudo, y luego se volvió nuevamente hacia mí.

— Podemos ir a comprar más browneys— sugirió. Sonreí ampliamente, como una niña, y asentí con la cabeza rápidamente.
Amo el chocolate. Y en especial cuando está en forma de torta.
Además, es divertido verlo sonrojado, tratando de contentarme. Sí, algo egoísta, pero es cierto.

— ¡Genial! Voy a cambiarme— avisé, para luego echarme a correr hacia la salida y… Maldición.

— ¡Isa! — chilló Mía. Oí varios pasos acercarse hasta mí.

Traté de incorporarme. Al menos atiné a poner las manos al frente esta vez. Estúpido escalón.

— Estoy bien— mascullé, y automáticamente todos se echaron a reír. Logré sentarme, sintiendo mi columna reclamarme. Tres caídas en menos de dos horas. ¿Qué demonios tengo en los pies?

— Gracias por preocuparse— ironicé, sobándome las rodillas. Tenía raspones en ellas, pero estaban secos. Los que me hice al despertar, contra la alfombra. Ahora volvían a arder. ¿Siempre será así?

Entonces Mía y Niall se apresuraron a ayudarme. Bufé, aceptando la mano de mi prima para ponerme de pie, con un cosquilleo al sentir la mano del rubio en mi espalda. Podía ponerme de pie sola. No necesitaba tantas manos.

— Es la segunda vez— dijo Louis, todavía sentado comiendo zanahorias. Lo fulminé con la mirada.

— ¿Segunda?
— Se cayó al entrar.

Los tres me miraron entre incrédulos y divertidos.

— Creo que deberían quitar ese escalón— mascullé simplemente, y volví a encaminarme a las escaleras, caminando –y evitando el escalón- esta vez.

Cuando cerré la puerta de mi habitación tras de mí, me encontré con que Camila recién estaba levantándose. Tenía el sueño pintado en el rostro, y tuve que morderme el labio para no reír ante su desorientación. Solo un poco de sol se colaba por las cortinas, así que me acerqué a las ventanas, y comencé a descubrirlas, inundando con luz cada rincón.

Ella gimió y se desplomó nuevamente en su cama, bajo las sábanas.

— ¿Qué hora es? — preguntó, pesadamente, con la voz apaciguada por el edredón. Entré al armario, y mientras rebuscaba alguna remera, contesté:

— Las siete de la mañana. Creo. ¿Vas a levantarte? Louis está abajo— avisé, mordiéndome la lengua para no soltar a gritos lo que el castaño me había confesado hacia unos momentos. Me gustaría ser igual de tranquilo que Lou en esas cosas.

— ¿Ya está despierto? Por Dios, ¿quién se levanta a esta hora en verano? — se quejó, aunque estaba poniéndose de pie, desperezándose.

— Los raros que se acuestan temprano— exclamé, para que me oyera desde donde estaba. La oí bufar, y luego una puerta abrirse y cerrarse. Supuse que estaba en el baño.

Tras rebuscar unos cuantos minutos entre el desastre de ropa, -que ya no sabíamos dónde guardar- terminé optando por unos shorts rojos, una camisa media trasparente en blanco, con detalles en negro, y mis converse favoritas. Estaba bien así.

Cuando volví a salir de la habitación, se podía oír más ruido debajo. No debían ser más de las siete y cuarto. ¿Desde cuándo todos madrugan?
Al bajar las escaleras, tuve especial cuidado. No quería volver a caerme.

Efectivamente, en la cocina ya estaban casi todos. Salvo Camila y Zayn. La primera no tardaría en bajar, pero el último… Uh… Zayn tiene sueño pesado. Es divertido despertarlo.

— ¡Estoy lista! ¿Vamos a comprar browneys? — pregunté, asomándome al umbral. Mía abrió los ojos de par en par, y prácticamente corrió hasta mí –nuevamente contuve las ganas de decirle que podría caerse. No todos son como yo-.

— ¿Qué sucede? — cuestioné confundida, mientras ella tiraba de mi mano hasta el vestíbulo. Finalmente se detuvo.

— Primero, ¿desde cuándo te gustan esas camisas? — indagó, examinando mi atuendo. Bien, tampoco es que estuviera siendo exhibicionista. Tenía un top de tirantes debajo, que tapaba lo necesario. Hace calor últimamente.

— ¿Me queda muy mal? — sentí el rubor correr hasta mis mejillas.

— No, pero... Es extraño. Bien, segundo, ¡estaban hablando de ti! — esto último lo dijo en un chillido bajo. Solté un “Oh”. No sabía si eso era bueno o malo.

— ¿Qué dijeron esta vez?

— Bueno, fue algo así como… Um… Harry le recordó a Niall lo que él había dicho la otra vez.

— ¿Sobre qué yo gustaba de él? — interrumpí nerviosa, y ella asintió con la cabeza.

— Y Nialler dijo que era mentira.

— Y lo es— volví a interrumpir, pero esta vez ella me ignoró.

— Pero también dijo que era porque tú nunca te fijarías en él.

— ¿Qué? Está loco— se me escapó un pensamiento. Demonios, ¿lo dije o lo pensé?

— ¡Lo sabía! — chilló, pero inmediatamente se llevó una mano a la boca, para tranquilizarse—. El punto es que, él sí está interesado en ti. ¿No lo ves?

Suspiré, rodando los ojos con cierta exasperación. ¿Qué parte de NO se fijará en mí no entienden? Además, no me gusta. No. No. Y no.

— Es enserio Belly— insistió, y le di una mala mirada por mencionar mi tonto apodo—. Harían tan linda pareja… Por favor, inténtalo. Quédate un tiempo más.

— Ni loca. No. Todos están paranoicos. ¿Qué tantas expectativas en vernos juntos? — solté su agarre de mi mano, y grité: —. ¡Horan, quiero mis browneys!

Ella me miró recelosa, queriendo seguir insistiendo, pero no pudo decir más cuando el rubio estuvo junto a nosotras. Estaba ligeramente sonrojado, y supuse que imaginaba qué acababa de contarme mi prima. Aww, es tan tierno sonrojado.

Genial, mi propia consciente me traiciona.

— ¿Vamos? — preguntó, jugueteando con las llaves en su mano.

— Sí— afirmé, dándole una última mirada de negación a Mía.

***

Nunca me molestó tanto un silencio.

¿Qué demonios le digo? ¿Por qué no hablo?

Suspiré, y acerqué una mano al estéreo, para prender la radio. Casi de manera irónica, comenzó a sonar una de sus canciones. “Kiss you”. Oh genial. ¿Si la cambio quedo demasiado fría? Es decir, es su canción al fin y al cabo.

¿Por qué no le pedí a alguien más que nos acompañe? No hay nada peor que un viaje en auto –maldito espacio tan cerrado-, sin saber de qué hablar.

— Así que… ¿Te marchas el sábado? — preguntó en el mismo momento en el que planeaba cambiar de emisora. Pestañeé varias veces, confundida. ¿Cómo sabía?

— Uh… Sí. El viernes Mía cumple sus dieciocho, así que no tengo nada más que hacer aquí— murmuré, sin saber bien a dónde mirar. La ventana. Perfecto, podía mirar por la ventana.

— ¿Por qué no te quedas un tiempo más? — sugirió, vacilante. Ah…

— Bueno… No lo sé… Solo estorbo— balbuceé, usando mi pelo como manto para que no viera mi sonrojo. ¿Por qué me pongo tan grogui cuando me habla? Por Dios, es solo un chico.

— Claro que no, ¿quién dijo eso? — repuso al instante, sonando ligeramente molesto.

— Seamos sinceros… Harry me detesta. Eso ya es un punto a favor de que me vaya— bien, no podía decir algo como “Estoy huyendo para que todos dejen de insinuar que me gustas. Tu representante me lo ha pedido”.

Él río por lo bajo. ¿Se reía de mí? ¿Uh?

— No le digas a nadie, pero realmente no te odia. Le divierte molestarte. Eso hace él, y tú eres la única que le responde. Dijo que le recuerdas a su hermana— confesó. Volteé la cabeza para verlo ceñuda.

— ¿En serio?

— Aha. Así que no tienes motivos para marcharte— me dedicó una mirada de soslayo. Ok, ¿está insinuando que quiere que me quede? De acuerdo, respira Isa, respira… Eso es, inhala, exhala, inhala, exhala…

— ¿Estás insistiendo, Horan? — cuestioné, divertida, haciendo una fuerza inhumana para no sonreír como idiota. Él sí sonrío.

— Es divertido tenerte por aquí— contestó simplemente. Y ya no estaba tan idiotizada. Claro, ¿qué más divertido que una mandona, gritona y quejica en tu casa? Yupi, hagamos una fiesta.

— Ah— musité, y volví a mirar por la ventana—. No lo sé, tengo que regresar a la escuela.

— ¿Todavía estudias? — había una nota de confusión en su voz. Reí un poco.

— Universidad— expliqué. Aquí no había universidades públicas como en Argentina. Qué curioso, y malo. ¿Qué sucedía con los que querían estudiar y no podían?

— ¿Qué estudias? — indagó, mientras estacionaba el coche frente a “Primrose Bakery”. Apagó el auto y todo, pero no se bajó.

— Medicina. Quiero ser pediatra— respondí, ahora verdaderamente incómoda ante su mirada. La canción seguía sonando. ¿Qué tan larga era Kiss you, por Dios?

— ¿Por qué? — insistió. Parecía verdaderamente curioso. Me tomó por sorpresa el interés.

— Uh… Porque siempre quise dedicarme a algo productivo. Y no hay nada mejor que salvar vidas, especialmente cuando se trata de niños. Además, mi madre no me dejaba ser Bombera— añadí, con una mueca. Recuerdo la vez que llegué a casa, con una planilla para unirme a los bomberos voluntarios, el mismo día que cumplí dieciocho. Hizo una escena digna de una niña de cinco años, y terminó llamando a mi padre. No pude insistir mucho.

Él río, pero paró al ver que no era una broma.

— ¿Es en serio? ¿Querías ser bombera?
— Por supuesto. De niña me encantaban esas películas de héroes que rescataban ancianas de edificios en llamas. Pero, como dije, mi madre no me dejó. Ella quiere que tenga un título. De hecho, ella tiene mi vida planeada— volví a hacer una mueca al pensar que seguía con su “búsqueda de pretendientes dignos”.

— ¿Tu madre planea tu vida, bombera heroína? — preguntó, sonriendo divertido al final. Rodé los ojos, y me recosté en mi asiento.

— Algo así. Está obsesionada. Quiere que me case con un abogado, o un Doctor. Así hizo con mi hermano. Y aun no se da por vencida conmigo, a pesar de que ya cambié bastante sus expectativas— confesé. No tenía idea de por qué le estaba contando estas cosas. Es extraño. Nunca hablo de esto con nadie, salvo con Ros.

— ¿Con un abogado? Ugh. Suena a arreglos matrimoniales. ¿Qué le dan a cambio? ¿Cerdos, vacas? ¿Terrenos en la India?

Solté una carcajada. Es cierto que parezco hija de hindúes. O una marioneta, en realidad; qué desastre.

— Quizás ambas. Aun no encuentra nada interesante— puse los ojos en blanco—. El último que me presentó era un empresario. Tenía treinta y tres años, y un hijo. Lo rechacé de inmediato, y mi madre no me habló por una semana. Está loca. Dice que lo único que hago es amargar su vida— él me miraba incrédulo, pero cuando asentí con la cabeza, pareció creerlo.

— Eso suena…
— ¿Raro?
— Iba a decir terrible, pero supongo que eso también— sonreí ladinamente. Claro que era terrible—. ¿Y aun así quieres volver?

Oh. Eso es un buen punto.

¿Quiero volver a eso? No lo sé. Pero es algo estable, y seguro, donde lo único que debo hacer es sacar buenas calificaciones y tratar de complacer medianamente a mi madre.

A decir verdad, nunca me divertí tanto como ahora. Pero… Niall.

Malditos dilemas.

— Creo que… Me lo pensaré— murmuré, tras un largo minuto de silencio. Y sin decir más, abrí la puerta del coche, y salí. Oh Jesús, ¿qué es todo esto?

— Vaya— oí soltar a Niall, antes de que una horda de chicas chillonas con cámaras se vinieran sobre mí. Instintivamente corrí hasta el rubio, y traté de esconderme detrás de él. Pero ya había seguridad ahí. ¿Cómo rayos habían llegado hasta aquí los de seguridad? ¿Son robots que nos siguen a todos lados? Ojalá no tengan cámaras en los baños.

— ¿Qué es esto? — musité, mientras él tiraba de mi mano hasta la tienda.

— Directioners madrugadoras— replicó, saludando al montón de chicas, antes de entrar al lugar. Suspiré de alivio una vez dentro. Primero, porque ya no corría peligro de que me pisaran hasta la cara; y segundo, porque había aire acondicionado.

— Bienvenidos— saludó una de las empleadas, desde detrás del mostrador. ¿Por qué cada mujer que ve a alguno de los chicos –Ejem, Niall, ejem-, tiene que sonreír de esa manera lanzada?

— ¿Qué van a llevar? — preguntó un hombre desde la caja, mirando con desaprobación a su compañera. Había poca gente en la tienda. Un anciano que leía el diario, tomando un café, y una pareja que nos miraba curiosa, mientras comían cup cakes.

— Browneys— contestó Nialler.
— De chocolate— añadí yo, rápidamente.

— ¿Cuánto? — inquirió la mujer, mirándome con cierto recelo. Alcé las cejas, pero no dije nada al respecto. No puedo discutir con cada persona que me mire mal por estar con él.

— Um… Denos dos cajas de las grandes— pidió el rubio, y casi como un rayo la chica se metió en la cocina. Bufé.

— Eso es atención especial— me quejé, admirando distraídamente los muffins que se exponían en las vitrinas. Parecían deliciosos.

— Es mejor así. Liam se pone de mal humor si no desayuna— comentó en voz baja.
— No imagino a Liam de mal humor.
— Es una versión hambrienta de Harry.
— Uh— fingí un escalofrío—. No quiero conocer esa faceta.

Tras unos minutos, en los cuales estuve mirando todos y cada uno de los Cup Cakes, la chica -que lucía una larga trenza negra-, apareció con dos enormes cajas, que despedían un olor delicioso.

— Aquí tienen— dejó las cajas sobre el mostrador, con una sonrisa servicial. Nuevamente comencé a molestarme—. ¿Necesitan algo más?

— Dos Cup Cakes— contestó Niall, antes de que yo pudiera decir que no. Lo miré confundida, y él me indicó que escogiera. Ahora era mi turno de sonreír.
Volví a mirar los Muffins. Y tardé un buen rato en escoger. Todos lucían tan apetecibles. Me sentía niño en una dulcería –y algo parecido era–.

— Este— apunté a uno que era de chocolate, con mus encima. Engordaré si sigo con estos chicos.

La empleada hizo una mueca de sorpresa al ver cuál señalaba, pero aun así lo tomó, y lo guardó en una bolsita de papel. Miró a Niall expectante. Él no tardó nada en elegir.

— Aquel— uno de vainilla, con crema y chispas de colores encima. Me recordaba a esos que ves en los dibujos animados. De pronto quería uno así.

— ¿Puedo ofrecer algo más? — insistió la chica, cuando hubo guardado ambos Cup Cakes. No sé si soy paranoica, o realmente hubo un destello de doble sentido en su voz. De ambas maneras, quise gritarle.

Aun sentía los gritos provenientes de afuera. Podía mandar a las Directioners contra ella… Um… Es una idea tentadora.

— No, gracias— contestó Niall, sacándome de mi planificación malvada. Pagó al muchacho de la caja, que parecía divertido, y tomó la bolsa de papel donde habían metido todo.

Apenas salimos, los gritos se intensificaron. Casi de manera inconsciente –casi-, tomé su mano, tratando de esconderme otra vez tras su hombro. Admito que me dan pánico estas chicas.
Y eso pareció alterarlas aun más. Enseguida comenzaron los Flashes. Pero esos tipos de sombrero alado no tenían pinta de Directioners.

Demonios.

Me metí desesperadamente en el asiento del copiloto, viendo al rubio acercarse a su lugar como conductor, y a los enormes tipos de seguridad luchando como podían contra las fans y los paparazis.

Cuando Niall finalmente entró, lo miré con disculpa en los ojos, pero él no lucía preocupado. Al contrario, estaba tan tranquilo como siempre.

— Lo siento— solté, aun así, mientras él ponía el coche en marcha.

— ¿Por qué?

— Por tomarte la mano— obvié, en el momento en que hacía marcha atrás para salir del estacionamiento. Soltó una risa.

— Descuida. Puedes hacerlo cuando quieras— aseguró, dejándome confundida.

De acuerdo corazón, late más despacio o terminarás explotando. O mejor, ve más rápido así explotas y dejas de cosquillearme.

Ugh. Aun así, Paul va a matarme.

***********************************************************

De acuerdo, tardé un milenio en subir. Pero, ¡ES LARGUÍSIMO! Me ocupó 22 páginas en Word ._. Esto es muy serio. Tengo inspiración de sobra últimamente :')

Peeeeeeeero, el veredicto final es de ustedes. ¿Qué les pareció el capítulo? Creo que es momento de que Isa y Niall avancé. Además, ya falta poco para el punto culminante. Muajajajajja, (?)

Saben? Es cruel lo que tengo planeado para esta novela. Podría dejarlo con final abierto... No sé, aun estoy pensando sobre eso.

Gracias por sus hermosos comentarios, (que no respondo por floja no más. Merezco un golpe), las adoro por estar ahí siempre, insistiendo que la siga ^^

Besos chicas,

-Juliette

por **ilee** Sáb 16 Feb 2013, 11:09 pm

Wowww ese si que fu un capitulo LARGO!!

¿Que puedo decirte? Me encantó, fue como que la relación de Bellly y Niall avanzó, por decirlo de alguna manera.

Son pares!!!!!!!!!! siiiiiiiisisiii, ya esta Isa tiene que ir aceptandolo cada vez es más obvio (: (:

Quiero otro capítulo, por favor siguela pronto pronto prontooooo

Un besoxx GRANDEEEEEE hahahaha

PD: Amo como escribis, sinceramente (:

por **mimi94** Dom 17 Feb 2013, 4:24 am

MENCANTA :)!

siguela pronto porfa es unica me encanta!:))

por **ilee** Dom 17 Feb 2013, 7:15 pm

Siguelaaaaaaa

por **C.J. Potter** Lun 18 Feb 2013, 8:07 pm

Pronto la sigo!!

P.D: Cambiaron el fondo del cuadro de Mensaje :3

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