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Mi chico malo |HS|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Miér 16 Ene 2013, 11:49 am
~MaRiJo~ escribió:HOLA siguuuuueeee
Ya la seguí, ¡espero que te gusten!
Besos x
Jaidon.
Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Miér 16 Ene 2013, 11:54 am
I'm sexy, problem bitch? escribió:afsdeihrtñrkghirhnkeiohvr...
si, esa fue mi reaccion al leer.. me encanta esta novela
y lo mejor es q es perver
estan fascinantisticalisticosmistical!!!!!!!!
Tanto, que mis padres han llegado a tenerme miedo, no sabes como me pongo cuando leo novelas tan WoooWW!!!
Y eso, que si no la sigues mandaré a mi ejercito de unicornios sexys a secuestrarte
EN SERIO
Yo nunca bromeo o.o
Tienes que seguirrrllaaaaa!!!!!!!
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
y eso 12143254324353 veces, okis?
un beesoooo gigantescoooo!
ByeBye!!!!
Hahaha es que las novelas perver son lo mejor :twisted:
Pobrecillos tus papás, me los imagino muertos de miedo en un rincón (?
Unicorrrrrrrrrrrrrrrrrrnios sexys :D Pero si no son de colores nada... okno
Ya la seguí, espero que te gusten los caps & que te perviertas un poco mas, muahaha.
Besitos x
Jaidon.
Re: Mi chico malo |HS|
por alebirdy Miér 16 Ene 2013, 4:00 pm
ehhhh comentar muchooo, no lo veo como un reto muy dificilll
tienees que seguirlaaaaaaa
tienees que seguirlaaaaaaa
alebirdy
Re: Mi chico malo |HS|
por Invitado Miér 16 Ene 2013, 5:23 pm
sube porfavor esto es como mi droga sube plisssssssssssssss
Invitado
Invitado
Re: Mi chico malo |HS|
por Invitado Miér 16 Ene 2013, 6:29 pm
O dios mujer me matas siguela pofavorrrrrrrr
Invitado
Invitado
Re: Mi chico malo |HS|
por Pao Mijares Miér 16 Ene 2013, 7:50 pm
No inventes me dejaste así:
No pues la debes de continuar me encanta por por fa por fa síguela es que está buenísima síguela lo mas pronto posible
Pasa por mi novela
Mi Vida junto a El -ZaynM & tu- (hot)
Pao Mijares
Re: Mi chico malo |HS|
por Panquequito Horan Jue 17 Ene 2013, 12:17 pm
Ok... Me traume, Jajajaja, pero no puedo dejar de leer tu nove 
Esta muy buen(: Siguela!Besos xx
Panquequito Horan
Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Jue 17 Ene 2013, 3:58 pm
Capítulo 12:
- Antes de dos minutos, Rubén podría aparecer por esa rampa y te encontraría tumbada sobre el capó de tu coche... - Le colocó bien la falda y se agachó para recoger las bragas del suelo-. Sí algún día follamos, no quiero que te sientas como una puta de diez dólares.
(TN) se bajó del capó, alisándose la falda. «Ha dicho "si algún día follamos". Quizá no le gusto. Quizá sólo quería averiguar qué estaba haciendo en el club.» Ningún hombre había rechazado antes echar un polvo con ella. No le gustaba. No le gustaba nada. «Quizá se está reservando para Dara... », se dijo.
Harry le pasó las braguitas y ella se las arrebató de un manotazo y las arrojó al suelo. Sin mirarle a la cara se dio media vuelta y se dirigió al ascensor.
- ¡Pues buenas noches! -le espetó.
- Espera, te acompaño hasta tu puerta.
- Esta es mi puerta.
Fuera, en la calle, el claxon volvió a sonar con insistencia. (TN) pulsó con rabia el botón del ascensor.
- Sólo tienes que seguir la rampa y llegarás a la calle - le dijo, señalando la rampa por la que habían descendido.
Una señal acústica indicó la llegada del ascensor. (TN) montó en él sin mirar atrás.
Harry Styles la contempló marcharse. (TN) no le había mirado siquiera. Queria seguirla seguirla, pero un nuevo toque de claxon, prolongado e impaciente, le recordó que Rubén seguía esperándole en la calle.
Le dolían los testículos y se sentía como un completo idiota. Ella le había suplicado que se la follara y él la había dejado marchar. ¿Qué coño le estaba pasando? Sacudió la cabeza indignado.
«Pero no -se dijo-. He hecho bien. Rubén habría venido a buscarnos. Nos habría pillado a mí con la polla fuera y a ella abierta de piernas. No podía hacerle algo así a (TN). Joder, Styles, te has lucido. Lucero, cabreado; (TN), enfadada, y, encima, este dolor de huevos. Tú sí que sabes cómo cagarla.»
Sólo hacía tres meses que trabajaba para Lucero, y no podía permitirse que le despidieran ahora. Aunque, ¡joder, qué buena que estaba esa mujer! Las mujeres asi siempre habían sido su perdición. Ya desde el instituto, cuando le gustaba una chica, siempre eran de esa manera. Y (TN), Dios mío, era una mujer impresionante. Tenía un cuerpo muy sexy, una cara bonita y una lengua desbocada. Y quería que se la follaran sin importarle ni cómo ni dónde. ¿Qué más puede pedir un hombre a una mujer? Había sido un imbécil cortándole el rollo. Se agachó para recoger lo que quedaba de sus braguitas de seda.
Estaba claro que había problemas a la vista. (TN) quería escribir un reportaje sobre el club. Según Louis, sólo era una cosa frívola, sexy..., pero eso ya era un problema. Ahora Harry tenía sus dudas; no podía imaginar qué había estado haciendo (TN) en la cocina un rato antes. Sólo había dos posibilidades razonables, y ambas sugerían que tramaba algo más que un reportaje frívolo... Quizá su intención era desenmascararlos. O bien estaba investigando y se escondió en la cocina, o bien planeaba encontrarse allí con alguien, con un informador. No importaba. Si Lucero se olía cualquiera de las dos posibilidades, (TN) desaparecería sin dejar rastro.
Rubén volvió a darle al claxon. «Si vuelve a tocar ese maldito claxon, le rompo la cara», pensó. Pero el sonido le aceleró, y subió la rampa hasta la calle.
«(TN).» Se llevó las braguitas rasgadas a la nariz. Inspiró su perfume, una fragancia ligera, floral; pero había otro olor, un aroma secreto, casi oculto bajo el perfume. Un olor sexual, femenino. La esencia de (TN). Hundió la nariz en las braguitas, intentando capturar aquella fragancia, llenarse de ella, de (TN).
Cuando ella los había interrumpido a Louis y a él en la escalera, su hermano le estaba advirtiendo justamente de la presencia de la periodista, y pidiéndole que la vigilara.
Entonces había aparecido ella, y no era en absoluto como Harrybse la imaginaba. Sabía que era guapa por la foto de su columna, y Louis le había contado que era la propietaria de la revista, pero desconocía por completo su parte frágil. «Esa mirada cuando se iba hacia el ascensor... -pensó--. He herido sus sentimientos.»
- ¡Mierda! ¿Qué voy a hacer ahora? - guardó las braguitas en el bolsillo y caminó hacia el todoterreno.
A la mañana siguiente, (TN) se despertó con dolor de cabeza y la sensación de haber rozado el desastre. «Joder, has estado a punto de caer otra vez. ¿Qué coño te pasa? - Se sentó en la cama y dejó balancear las piernas-. ¿A quién pretendes engañar? Llevas un año sin acostarte con nadie y se te aparece un hombre que está para comérselo..., ¿cómo no ibas a suplicarle algo de sexo? -Recordó la escena y una mueca de disgusto le arrugó la cara. Se levantó y fue hacia el baño--. Hoy tengo un montón de cosas que hacer», se dijo. Sacó una caja de aspirinas del armario y se tragó dos sin agua ni nada.
Mientras se duchaba, pensaba en Consuelo. «Tengo que llamarla y asegurarme de que está bien. Espero que quiera hablar conmigo.»
Tras vestirse y desayunar un tazón de yogur con moras, se metió de cabeza en la actividad diaria. Vivir en la cuarta planta del edificio PLAYBOY, sólo dos pisos por encima de la oficina, facilitaba enormemente el desplazamiento al trabajo.
Las reuniones del jueves no aliviaron nada su dolor de cabeza. El equipo de diseño se peleaba con el cíe redacción, y nadie parecía estar de buen humor. Por eso la llegada de Aggie Curtis, con aquella sonrisa enorme que no le cabía en la cara, fue lo mejor de la mañana. Aggie era una mujer de unos treinta años, extremadamente delgada, pelirroja y con el cabello crespo, gafas enormes y un sentido del humor muy picante. Entró en la sala de reuniones y dejó media docena de juguetitos sobre la mesa de caoba, frente a (TN).
- ¿Qué es esto? -preguntó ella.
- Son algunos de los juguetes sexuales que voy a incluir en el próximo reportaje -en la enorme sonrisa de Aggie relucían sus dientes desiguales.
(TN) cogió dos de los juguetes eróticos.
- Ok, sé que esto son pinzas para los pezones -dijo sujetando dos pequeñas pinzas con forma de cocodrilo unidas por una cadena de plata-, pero ¿qué diablos es esto? -y levantó un juguete de silicona de color anaranjado-. ¡Parece un anillo de esos que cambian de color según el estado de ánimo, pero gigante!
Aggie se reía.
- Es un anillo extensible para el pene con vibrador incorporado. Se coloca el anillo en el pene y la parte estriada de arriba se frota contra el clítoris.
- ¡Madre mía! -(TN) sacudió la cabeza y volvió a dejar los dos juguetes sobre la mesa-. Creo que ya sé qué es esto otro -dijo cogiendo un tubo de silicona con bolitas por dentro y por fuera.
Aggie asintió con la cabeza.
- Sí, es una funda para el pene. Es útil para las chicas que tienen parejas que se quedan... -hizo un gesto separando dos centímetros el dedo índice y el pulgar- cortas. A veces también las llaman «extensores», pero éstas vienen con vibrador incluido, así la chica siempre puede decir que la usa por el efecto de la vibración y no porque su pareja no dé la talla...
Tanto hablar de sexo hizo que (TN) volviera a pensar en Harry. Dejó la funda para el pene sobre la mesa y volvió a concentrarse en el trabajo.
- Kevin me ha comentado que tu idea es plantear el reportaje como una clase de colegio, donde cada uno trae un juguete de casa y explica por qué lo ha traído.
- Exacto - asintió de nuevo Aggie-. Tu fotógrafo y yo estuvimos dándole vueltas a cuál sería la mejor manera de mostrar los juguetes. Se nos ha ocurrido que fotografíe mis manos sujetando los juguetes sobre un fondo negro. De esta manera los lectores se harán una idea del tamaño real de los juguetes y al mismo tiempo, podrán verlos con todo detalle.
- Genial. Avísame si necesitas ayuda.
(TN) comió delante del ordenador mientras revisaba su correo y devolvía algunas llamadas. Telefoneó a Consuelo hacia las dos, y le dejó un mensaje dándole su número de móvil.
Hacia las seis de la tarde, casi todos los trabajadores se habían ido a casa, y los que quedaban estaban improvisando una barbacoa en la terraza del garaje en honor a Aggie. Una docena de tumbonas y cinco o seis piscinas hinchables para niños flanqueaban dos grandes barbacoas de gas.
(TN) se había retirado a su apartamento para ducharse y cambiarse de ropa. Era principios de mayo, hacia buen tiempo, y optó por un vestido comodo azul y sandalias a juego. Como seguía sin saber nada de Consuelo, se guardó el móvil en el bolsillo del vestido.
Salió al amplio balcón para echar un vistazo y ver qué tal iba todo en el garaje. Por lo que vio, parecía que todavía iban a tardar al menos una hora más en tener lista la cena. La mitad de la gente seguía en bañador, refrescándose en las pequeñas piscinas, y el resto ocupaba las tumbonas. Todos tenían una cerveza o una copa en la mano.
- Al menos no van por ahí conduciendo borrachos - murmuró (TN).
A lo largo del día, cada vez que había pensado en Harry y en la noche anterior, había intentado concentrarse en otra cosa.
Ahora que estaba sola con sus pensamientos, sintió cómo se avergonzaba de nuevo. «Me ofrecí como si fuera una puta barata y me rechazó --se dijo-. ¿Qué le pasó? ¿Qué me pasó a mí?» Inquieta y con pocas ganas de mezclarse con sus alegres compañeros, decidió ir a dar una vuelta por el barrio. Aún era de día. «A ver sí me da el aire y me aclaro un poco», pensó.
Quince minutos después, cuando cruzaba la calle, sonó el móvil.
Como sospechaba, el incidente de la noche anterior había dejado a Consuelo muy asustada, y la mujer estaba reconsiderando la idea de que le echara una mano. (TN) sabía bien cómo presionar a un informador. Le dijo que esperara un poco y que volverían a hablar al día siguiente. Pasado un tiempo prudencial, Consuelo daría más importancia al dinero que (TN) le ofrecía por su colaboración que al riesgo que podía correr.
&
Poco después de las siete, Harry se aproximaba, montado en su auto, hacia el edificio PLAYBOY. La tarde era cálida, y el viento contra su cara, un alivio. «La esquizofrenia debe de ser algo así», pensó. No había podido quitarse a (TN) de la cabeza. La recordaba tumbada sobre el capó del coche y se le ponía dura, pero al minuto siguiente se advertía a sí mismo que ligarse con ella mientras todavía trabajaba para Lucero no le convenía en absoluto. Tenía la tarde libre y había salido a dar una vuelta con la moto, pero de repente se encontró yendo hacia el edificio de (TN). «Ok. Estoy aquí, ¿ahora qué?»
- Antes de dos minutos, Rubén podría aparecer por esa rampa y te encontraría tumbada sobre el capó de tu coche... - Le colocó bien la falda y se agachó para recoger las bragas del suelo-. Sí algún día follamos, no quiero que te sientas como una puta de diez dólares.
(TN) se bajó del capó, alisándose la falda. «Ha dicho "si algún día follamos". Quizá no le gusto. Quizá sólo quería averiguar qué estaba haciendo en el club.» Ningún hombre había rechazado antes echar un polvo con ella. No le gustaba. No le gustaba nada. «Quizá se está reservando para Dara... », se dijo.
Harry le pasó las braguitas y ella se las arrebató de un manotazo y las arrojó al suelo. Sin mirarle a la cara se dio media vuelta y se dirigió al ascensor.
- ¡Pues buenas noches! -le espetó.
- Espera, te acompaño hasta tu puerta.
- Esta es mi puerta.
Fuera, en la calle, el claxon volvió a sonar con insistencia. (TN) pulsó con rabia el botón del ascensor.
- Sólo tienes que seguir la rampa y llegarás a la calle - le dijo, señalando la rampa por la que habían descendido.
Una señal acústica indicó la llegada del ascensor. (TN) montó en él sin mirar atrás.
Harry Styles la contempló marcharse. (TN) no le había mirado siquiera. Queria seguirla seguirla, pero un nuevo toque de claxon, prolongado e impaciente, le recordó que Rubén seguía esperándole en la calle.
Le dolían los testículos y se sentía como un completo idiota. Ella le había suplicado que se la follara y él la había dejado marchar. ¿Qué coño le estaba pasando? Sacudió la cabeza indignado.
«Pero no -se dijo-. He hecho bien. Rubén habría venido a buscarnos. Nos habría pillado a mí con la polla fuera y a ella abierta de piernas. No podía hacerle algo así a (TN). Joder, Styles, te has lucido. Lucero, cabreado; (TN), enfadada, y, encima, este dolor de huevos. Tú sí que sabes cómo cagarla.»
Sólo hacía tres meses que trabajaba para Lucero, y no podía permitirse que le despidieran ahora. Aunque, ¡joder, qué buena que estaba esa mujer! Las mujeres asi siempre habían sido su perdición. Ya desde el instituto, cuando le gustaba una chica, siempre eran de esa manera. Y (TN), Dios mío, era una mujer impresionante. Tenía un cuerpo muy sexy, una cara bonita y una lengua desbocada. Y quería que se la follaran sin importarle ni cómo ni dónde. ¿Qué más puede pedir un hombre a una mujer? Había sido un imbécil cortándole el rollo. Se agachó para recoger lo que quedaba de sus braguitas de seda.
Estaba claro que había problemas a la vista. (TN) quería escribir un reportaje sobre el club. Según Louis, sólo era una cosa frívola, sexy..., pero eso ya era un problema. Ahora Harry tenía sus dudas; no podía imaginar qué había estado haciendo (TN) en la cocina un rato antes. Sólo había dos posibilidades razonables, y ambas sugerían que tramaba algo más que un reportaje frívolo... Quizá su intención era desenmascararlos. O bien estaba investigando y se escondió en la cocina, o bien planeaba encontrarse allí con alguien, con un informador. No importaba. Si Lucero se olía cualquiera de las dos posibilidades, (TN) desaparecería sin dejar rastro.
Rubén volvió a darle al claxon. «Si vuelve a tocar ese maldito claxon, le rompo la cara», pensó. Pero el sonido le aceleró, y subió la rampa hasta la calle.
«(TN).» Se llevó las braguitas rasgadas a la nariz. Inspiró su perfume, una fragancia ligera, floral; pero había otro olor, un aroma secreto, casi oculto bajo el perfume. Un olor sexual, femenino. La esencia de (TN). Hundió la nariz en las braguitas, intentando capturar aquella fragancia, llenarse de ella, de (TN).
Cuando ella los había interrumpido a Louis y a él en la escalera, su hermano le estaba advirtiendo justamente de la presencia de la periodista, y pidiéndole que la vigilara.
Entonces había aparecido ella, y no era en absoluto como Harrybse la imaginaba. Sabía que era guapa por la foto de su columna, y Louis le había contado que era la propietaria de la revista, pero desconocía por completo su parte frágil. «Esa mirada cuando se iba hacia el ascensor... -pensó--. He herido sus sentimientos.»
- ¡Mierda! ¿Qué voy a hacer ahora? - guardó las braguitas en el bolsillo y caminó hacia el todoterreno.
&
A la mañana siguiente, (TN) se despertó con dolor de cabeza y la sensación de haber rozado el desastre. «Joder, has estado a punto de caer otra vez. ¿Qué coño te pasa? - Se sentó en la cama y dejó balancear las piernas-. ¿A quién pretendes engañar? Llevas un año sin acostarte con nadie y se te aparece un hombre que está para comérselo..., ¿cómo no ibas a suplicarle algo de sexo? -Recordó la escena y una mueca de disgusto le arrugó la cara. Se levantó y fue hacia el baño--. Hoy tengo un montón de cosas que hacer», se dijo. Sacó una caja de aspirinas del armario y se tragó dos sin agua ni nada.
Mientras se duchaba, pensaba en Consuelo. «Tengo que llamarla y asegurarme de que está bien. Espero que quiera hablar conmigo.»
Tras vestirse y desayunar un tazón de yogur con moras, se metió de cabeza en la actividad diaria. Vivir en la cuarta planta del edificio PLAYBOY, sólo dos pisos por encima de la oficina, facilitaba enormemente el desplazamiento al trabajo.
Las reuniones del jueves no aliviaron nada su dolor de cabeza. El equipo de diseño se peleaba con el cíe redacción, y nadie parecía estar de buen humor. Por eso la llegada de Aggie Curtis, con aquella sonrisa enorme que no le cabía en la cara, fue lo mejor de la mañana. Aggie era una mujer de unos treinta años, extremadamente delgada, pelirroja y con el cabello crespo, gafas enormes y un sentido del humor muy picante. Entró en la sala de reuniones y dejó media docena de juguetitos sobre la mesa de caoba, frente a (TN).
- ¿Qué es esto? -preguntó ella.
- Son algunos de los juguetes sexuales que voy a incluir en el próximo reportaje -en la enorme sonrisa de Aggie relucían sus dientes desiguales.
(TN) cogió dos de los juguetes eróticos.
- Ok, sé que esto son pinzas para los pezones -dijo sujetando dos pequeñas pinzas con forma de cocodrilo unidas por una cadena de plata-, pero ¿qué diablos es esto? -y levantó un juguete de silicona de color anaranjado-. ¡Parece un anillo de esos que cambian de color según el estado de ánimo, pero gigante!
Aggie se reía.
- Es un anillo extensible para el pene con vibrador incorporado. Se coloca el anillo en el pene y la parte estriada de arriba se frota contra el clítoris.
- ¡Madre mía! -(TN) sacudió la cabeza y volvió a dejar los dos juguetes sobre la mesa-. Creo que ya sé qué es esto otro -dijo cogiendo un tubo de silicona con bolitas por dentro y por fuera.
Aggie asintió con la cabeza.
- Sí, es una funda para el pene. Es útil para las chicas que tienen parejas que se quedan... -hizo un gesto separando dos centímetros el dedo índice y el pulgar- cortas. A veces también las llaman «extensores», pero éstas vienen con vibrador incluido, así la chica siempre puede decir que la usa por el efecto de la vibración y no porque su pareja no dé la talla...
Tanto hablar de sexo hizo que (TN) volviera a pensar en Harry. Dejó la funda para el pene sobre la mesa y volvió a concentrarse en el trabajo.
- Kevin me ha comentado que tu idea es plantear el reportaje como una clase de colegio, donde cada uno trae un juguete de casa y explica por qué lo ha traído.
- Exacto - asintió de nuevo Aggie-. Tu fotógrafo y yo estuvimos dándole vueltas a cuál sería la mejor manera de mostrar los juguetes. Se nos ha ocurrido que fotografíe mis manos sujetando los juguetes sobre un fondo negro. De esta manera los lectores se harán una idea del tamaño real de los juguetes y al mismo tiempo, podrán verlos con todo detalle.
- Genial. Avísame si necesitas ayuda.
(TN) comió delante del ordenador mientras revisaba su correo y devolvía algunas llamadas. Telefoneó a Consuelo hacia las dos, y le dejó un mensaje dándole su número de móvil.
Hacia las seis de la tarde, casi todos los trabajadores se habían ido a casa, y los que quedaban estaban improvisando una barbacoa en la terraza del garaje en honor a Aggie. Una docena de tumbonas y cinco o seis piscinas hinchables para niños flanqueaban dos grandes barbacoas de gas.
(TN) se había retirado a su apartamento para ducharse y cambiarse de ropa. Era principios de mayo, hacia buen tiempo, y optó por un vestido comodo azul y sandalias a juego. Como seguía sin saber nada de Consuelo, se guardó el móvil en el bolsillo del vestido.
Salió al amplio balcón para echar un vistazo y ver qué tal iba todo en el garaje. Por lo que vio, parecía que todavía iban a tardar al menos una hora más en tener lista la cena. La mitad de la gente seguía en bañador, refrescándose en las pequeñas piscinas, y el resto ocupaba las tumbonas. Todos tenían una cerveza o una copa en la mano.
- Al menos no van por ahí conduciendo borrachos - murmuró (TN).
A lo largo del día, cada vez que había pensado en Harry y en la noche anterior, había intentado concentrarse en otra cosa.
Ahora que estaba sola con sus pensamientos, sintió cómo se avergonzaba de nuevo. «Me ofrecí como si fuera una puta barata y me rechazó --se dijo-. ¿Qué le pasó? ¿Qué me pasó a mí?» Inquieta y con pocas ganas de mezclarse con sus alegres compañeros, decidió ir a dar una vuelta por el barrio. Aún era de día. «A ver sí me da el aire y me aclaro un poco», pensó.
Quince minutos después, cuando cruzaba la calle, sonó el móvil.
Como sospechaba, el incidente de la noche anterior había dejado a Consuelo muy asustada, y la mujer estaba reconsiderando la idea de que le echara una mano. (TN) sabía bien cómo presionar a un informador. Le dijo que esperara un poco y que volverían a hablar al día siguiente. Pasado un tiempo prudencial, Consuelo daría más importancia al dinero que (TN) le ofrecía por su colaboración que al riesgo que podía correr.
&
Poco después de las siete, Harry se aproximaba, montado en su auto, hacia el edificio PLAYBOY. La tarde era cálida, y el viento contra su cara, un alivio. «La esquizofrenia debe de ser algo así», pensó. No había podido quitarse a (TN) de la cabeza. La recordaba tumbada sobre el capó del coche y se le ponía dura, pero al minuto siguiente se advertía a sí mismo que ligarse con ella mientras todavía trabajaba para Lucero no le convenía en absoluto. Tenía la tarde libre y había salido a dar una vuelta con la moto, pero de repente se encontró yendo hacia el edificio de (TN). «Ok. Estoy aquí, ¿ahora qué?»
Jaidon.
Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Jue 17 Ene 2013, 4:09 pm
Capítulo 14:
Poco después de las siete, Harry se aproximaba, montado en su Harley, hacia el edificio PLAYBOY. La tarde era cálida, y el viento contra su cara, un alivio. «La esquizofrenia debe de ser algo así», pensó. No había podido quitarse a (TN) de la cabeza. La recordaba tumbada sobre el capó del coche y se le ponía dura, pero al minuto siguiente se advertía a sí mismo que liarse con ella mientras todavía trabajaba para Lucero no le convenía en absoluto. Tenía la tarde libre y había salido a dar una vuelta con la moto, pero de repente se encontró yendo hacia el edificio de (TN). «Ok. Estoy aquí. ¿Y ahora qué?»
Frenó justo enfrente y aparcó en un lugar desde el que veía la puerta de entrada. Apoyó los codos sobre el manillar-, puso una mano sobre la otra y descansó la barbilla sobre ellas.
«Esto es un gran error», se dijo. Aún estaba por decidir si entraba en PLAYBOY y preguntaba por (TN)en recepción cuando oyó su voz.
- ¿Harry?
Desde detrás de él, (TN) se acercaba a la moto hasta que llegó a su lado y se detuvo. Estaba deliciosa con aquel vestidito veraniego. Todas las buenas intenciones de Harry se esfumaron al momento.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó él, e inmediatamente pensó:
«Vaya pregunta más estúpida acabas de hacerle.»
- Paseando. ¿Qué haces tú aquí?
- Esto..., me preguntaba..., me preguntaba si tenías planes para cenar - dijo, y pudo ver una sombra de duda en la cara de (TN). La idea le apetecía, pero el miedo la retenía. «Joder, le he salvado el culo dos veces, primero con Gutiérrez y luego con Lucero, y todavía desconfía de mí. Lo mejor para los dos es que me diga que no.» No quiso insistir, se quedó sentado, quieto, esperando a que ella se decidiera.
- Estamos organizando una barbacoa -contestó ella señalando hacia la terraza del garaje-, ¿por qué no te apuntas?
«No quiere estar a solas contigo -pensó él-.Déjalo, Styles. Márchate de aquí.» Harry negó con la cabeza.
- Estoy rodeado de gente cada noche. Preferiría ir a un sitio tranquilo, donde pudiéramos hablar... tú y yo solos.
Si ver a Harry sentado sobre su moto delante de su casa había sorprendido a (TN), la invitación a cenar la dejó de piedra. «¿Qué clase de hombre se presenta en tu casa por sorpresa para llevarte a cenar en moto? -(TN) se respondió a sí misma enseguida-: Un hombre al que le dan igual las normas. Mi tipo de hombre.» Entonces tomó una decisión súbita.
- Tengo que cambiarme. Me pongo unos vaqueros y salgo. Dame cinco minutos.
Harry permanecía inalterable, pero ella adivinó cierto brillo de sorpresa en sus ojos antes de que él asintiera. Sin pararse a pensar en lo que estaba haciendo, cruzó la calle corriendo, saludó a los guardias de seguridad y tomó el ascensor hasta la cuarta planta.
En pocos minutos se había puesto unos jeans y una camiseta beige con unos tenis nike negros. Se recogió el cabello con un clip, y después de meter el billetero, un cepillo y una barra de labios en un bolso, se guardó el móvil en el bolsillo y fue hacia la puerta. Vaciló unos instantes y retrocedió hasta el dormitorio, abrió un cajón, sacó una caja de preservativos y se guardó tres en el monedero. «No puedo creer que esté haciendo esto.»
Salió de casa y Harry seguía sentado sobre la moto, de lado, con las piernas cruzadas. Otra vez iba vestido de negro: La ropa se amoldaba a su cuerpo esbelto.
« ¡Madre mía, qué bueno que está!», se dijo (TN). Un cosquilleo recorrió su piel al imaginarle tocándola..
(TN) se acercó a la moto. Harry se inclinó hacia adelante de forma que ella pudiera subir con facilidad. Ella se acomodó entonces en el asiento y se sujetó a la cintura de Harry que encendió el motor y arrancó.
Cuando la moto aceleró, la inercia empujó a (TN) hacia atrás e, instintivamente, se sujetó más fuerte a la cintura de Harry. Al doblar una curva, la moto y sus dos ocupantes se inclinaron hacia la derecha, y (TN) se pegó al cuerpo de Harry. En esa posición, sus pechos se apretaban contra su espalda.
___________________________
Hasta aquí los caps de hoy preciosas <3
Comenten & mañana subo mas.
Las quiero :) x
Poco después de las siete, Harry se aproximaba, montado en su Harley, hacia el edificio PLAYBOY. La tarde era cálida, y el viento contra su cara, un alivio. «La esquizofrenia debe de ser algo así», pensó. No había podido quitarse a (TN) de la cabeza. La recordaba tumbada sobre el capó del coche y se le ponía dura, pero al minuto siguiente se advertía a sí mismo que liarse con ella mientras todavía trabajaba para Lucero no le convenía en absoluto. Tenía la tarde libre y había salido a dar una vuelta con la moto, pero de repente se encontró yendo hacia el edificio de (TN). «Ok. Estoy aquí. ¿Y ahora qué?»
Frenó justo enfrente y aparcó en un lugar desde el que veía la puerta de entrada. Apoyó los codos sobre el manillar-, puso una mano sobre la otra y descansó la barbilla sobre ellas.
«Esto es un gran error», se dijo. Aún estaba por decidir si entraba en PLAYBOY y preguntaba por (TN)en recepción cuando oyó su voz.
- ¿Harry?
Desde detrás de él, (TN) se acercaba a la moto hasta que llegó a su lado y se detuvo. Estaba deliciosa con aquel vestidito veraniego. Todas las buenas intenciones de Harry se esfumaron al momento.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó él, e inmediatamente pensó:
«Vaya pregunta más estúpida acabas de hacerle.»
- Paseando. ¿Qué haces tú aquí?
- Esto..., me preguntaba..., me preguntaba si tenías planes para cenar - dijo, y pudo ver una sombra de duda en la cara de (TN). La idea le apetecía, pero el miedo la retenía. «Joder, le he salvado el culo dos veces, primero con Gutiérrez y luego con Lucero, y todavía desconfía de mí. Lo mejor para los dos es que me diga que no.» No quiso insistir, se quedó sentado, quieto, esperando a que ella se decidiera.
- Estamos organizando una barbacoa -contestó ella señalando hacia la terraza del garaje-, ¿por qué no te apuntas?
«No quiere estar a solas contigo -pensó él-.Déjalo, Styles. Márchate de aquí.» Harry negó con la cabeza.
- Estoy rodeado de gente cada noche. Preferiría ir a un sitio tranquilo, donde pudiéramos hablar... tú y yo solos.
Si ver a Harry sentado sobre su moto delante de su casa había sorprendido a (TN), la invitación a cenar la dejó de piedra. «¿Qué clase de hombre se presenta en tu casa por sorpresa para llevarte a cenar en moto? -(TN) se respondió a sí misma enseguida-: Un hombre al que le dan igual las normas. Mi tipo de hombre.» Entonces tomó una decisión súbita.
- Tengo que cambiarme. Me pongo unos vaqueros y salgo. Dame cinco minutos.
Harry permanecía inalterable, pero ella adivinó cierto brillo de sorpresa en sus ojos antes de que él asintiera. Sin pararse a pensar en lo que estaba haciendo, cruzó la calle corriendo, saludó a los guardias de seguridad y tomó el ascensor hasta la cuarta planta.
En pocos minutos se había puesto unos jeans y una camiseta beige con unos tenis nike negros. Se recogió el cabello con un clip, y después de meter el billetero, un cepillo y una barra de labios en un bolso, se guardó el móvil en el bolsillo y fue hacia la puerta. Vaciló unos instantes y retrocedió hasta el dormitorio, abrió un cajón, sacó una caja de preservativos y se guardó tres en el monedero. «No puedo creer que esté haciendo esto.»
Salió de casa y Harry seguía sentado sobre la moto, de lado, con las piernas cruzadas. Otra vez iba vestido de negro: La ropa se amoldaba a su cuerpo esbelto.
« ¡Madre mía, qué bueno que está!», se dijo (TN). Un cosquilleo recorrió su piel al imaginarle tocándola..
(TN) se acercó a la moto. Harry se inclinó hacia adelante de forma que ella pudiera subir con facilidad. Ella se acomodó entonces en el asiento y se sujetó a la cintura de Harry que encendió el motor y arrancó.
Cuando la moto aceleró, la inercia empujó a (TN) hacia atrás e, instintivamente, se sujetó más fuerte a la cintura de Harry. Al doblar una curva, la moto y sus dos ocupantes se inclinaron hacia la derecha, y (TN) se pegó al cuerpo de Harry. En esa posición, sus pechos se apretaban contra su espalda.
___________________________
Hasta aquí los caps de hoy preciosas <3
Comenten & mañana subo mas.
Las quiero :) x
Jaidon.
Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Jue 17 Ene 2013, 4:10 pm
alebirdy escribió:ehhhh comentar muchooo, no lo veo como un reto muy dificilll
tienees que seguirlaaaaaaa
Ya la seguí cielo, espero que te gusten los caps.
Gracias por leerla y comentar <3.
Jaidon.
Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Jue 17 Ene 2013, 4:11 pm
Kimstyles escribió:O dios mujer me matas siguela pofavorrrrrrrr
Ya la seguí cielo, espero que te gusten los caps.
Gracias por leerla y comentar <3.
Jaidon.
Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Jue 17 Ene 2013, 4:11 pm
Panquequito Horan escribió:Esta muy buen(: Siguela!
Besos xx
Ya la seguí cielo, espero que te gusten los caps.
Perdón por traumarte muahaha ;)
Gracias por leerla y comentar <3.
Jaidon.
Re: Mi chico malo |HS|
por Jaidon. Jue 17 Ene 2013, 4:13 pm
Ya la seguí cielo, espero que te gusten los caps.Pao Mijares escribió:No inventes me dejaste así:
No pues la debes de continuar me encanta por por fa por fa síguela es que está buenísima síguela lo mas pronto posible [/size]
El gif es mortal, hahaha, me encantó.
Gracias por leerla y comentar <3
Jaidon.
Invitado
Invitado
Re: Mi chico malo |HS|
por basketballgirl Dom 20 Ene 2013, 8:50 am
Nueva lectoraaa SIGUELAAAA ME ENCANTA
basketballgirl
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